14
18 .... ZONA ARQ!)EOLOGICA LAS HUELLAS DE NUESTRO PASADO ESTUDIO DEL YACIMIENTO DEL PLEISTOCENO MADRILEÑO DE TAFESA (ANTIGUA TRANSFESA) Mu O ARQ EOLÓGICO j REGIO N AL

Síntesis: interpretación general del yacimiento de TAFESA (Madrid)

  • Upload
    uam

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

18

....

ZONA ARQ!)EOLOGICA

LAS HUELLAS DE NUESTRO PASADO ESTUDIO DEL YACIMIENTO

DEL PLEISTOCENO MADRILEÑO DE TAFESA (ANTIGUA TRANSFESA)

Mu O ARQ EOLÓGICO

j REGIO N AL

Síntesis:Interpretación general del yacimiento

de TAFESA (Madrid)

Capítulo 8

Síntesis: Interpretación general del yacimiento de TAFESA (Madrid)

J. Baena, I. Baquedano, P. Beneítez, J. C. Cañaveras, E. Carrión, J. Lario, C. Martín-Escorza, A. V.

Mazo, A. Millán, S. Sánchez, E. Sanz, C. Sesé, P. G. Silva, J. Yravedra

En Mayo de 1996 se comenzó la peritación arqueológica ypaleontológica de la antigua fábrica de TAFESA. La situa-ción de esta parcela sobre las terrazas del río Manzanaresobligaba por ley a la realización de una documentaciónexhaustiva antes de comenzar la urbanización del solar yaque las mencionadas terrazas están declaradas por laComunidad de Madrid como Bien de Interés Cultural concategoría arqueológica y paleontológica. Esta intervenciónse realizó sobre 28 metros cuadrados que quedaban enuna zona marginal, de paso hacia la antigua fábrica, lo quesalvaguardó su conservación cuando se vació completa-mente el solar para hacer la fábrica, hasta este nuevo pro-ceso de urbanización.

Esta zona y, sobre todo, los solares ocupados porlas fábricas de EUSKALDUNA y TAFESA se convirtieron enenclaves arqueológicos tradicionales para la investigaciónespecializada desde que en la década de 1950 se docu-mentasen sendos yacimientos superpuestos, uno, de «fon-dos de cabaña» de la Edad del Bronce y, el segundo, unyacimiento del Paleolítico muy conocido por el hallazgo derestos de, al menos, dos individuos del género Elephas.

El yacimiento de TAFESA se encuentra unos 5-6 m porencima y a 75 m de distancia del antiguo yacimiento deTRANSFESA excavado durante los años 1957 y 1958.Desde el punto de vista estratigráfico el yacimiento de 1957(con Elephas antiquus) se encontraría en la base de la uni-dad Mz1 de la Terraza Compleja del manzanares (TCMZ),mientras que los restos de Megaloceros savini recuperadosen 1958, estarían asociados con la unidad Mz3 (Unidad 3

de este estudio). El yacimiento de 1996 se encontraría aso-ciado a los rellenos meandriformes de la unidad 2 (b) quecorresponderían a la unidad Mz2 de Silva (Silva, 2003),que en esta zona enrasa topográficamente con el techo dela llanura de inundación deformada de la unidad Mz1 yux-taponiéndose a ella.

La paleotopografía del yacimiento documenta una lla-nura de inundación en la que se registra un proceso de cor-te de meandro por estrangulamiento (neck cut-off) relacio-nado con actividad paleosísmica a lo largo de los escarpesen yesos que delimitan el valle del Manzanares. En concre-to la formación del yacimiento se produciría inmediatamen-te después de este evento paleosísmico, que quizá dejótemporalmente inactiva toda la zona marginal occidentaldel antiguo valle, permitiendo el acceso a los canales flu-viales para el abastecimiento de gravas de la poblaciónhumana allí existente.

El proceso de fosilización, tanto del yacimiento como dela superficie deformada de la unidad 1, tuvo que ser muyrápido ya que de lo contrario no se habrían preservado lasestructuras de deformación que afectan a dicha superficie.En detalle la superficie de la unidad 1 y el techo del rellenode canal de la unidad 2a conforman un horizonte paleosís-mico discreto. La síntesis del Cuaternario del valle inferiordel Manzanares de Silva (2003) documenta similares hori-zontes de deformaciones sinsedimentarias a techo de launidades Mz2 y Mz3 de la TCMZ (unidad 2 de este estu-dio), englobando en ellos las supuestas deformaciones porcrioturbación documentadas durante la segunda mitad del

siglo XX en esta zona. La extensión regional de estos hori-zontes de deformación podría documentar el paisaje ines-table en los que se desarrollaba la actividad humana, cuyasdeformaciones, se verían además amplificadas por los pro-cesos de subsidencia kárstica que se producirían en el sus-trato yesífero subyacente a los depósitos fluviales.

A pesar de lo reducido de la muestra, el yacimiento deTAFESA, antigua TRANSFESA, es el primer conjuntoexcavado en la zona con garantías de homogeneidad, tan-to por la metodología arqueológica aplicada, como por elcontexto sedimentario en que aparecieron (arcillas de inun-dación). A pesar de lo expuesto, nos atrevemos a estable-cer una mínima comparación con los recogidos en sumomento en los yacimientos de Manuel Soto, Casa Eulo-gio, Orcasitas, Arenero de Pinos, y Oxígeno. Dentro deestos conjuntos en los que, insistimos una vez más, exis-ten elementos mezclados, es posible documentar estrate-gias de explotación y configuración técnicamente coheren-tes con las documentadas en nuestro yacimiento. Esta cir-cunstancia confirma el carácter heterogéneo de los conjun-tos, pero al tiempo acredita la presencia en los mismos derasgos que podrían establecer puntos de coincidenciaentre ellos. Estos rasgos podrían resumirse en:

1. Importante presencia de esquemas de configuracióntrifacial, con jerarquización de las superficies explo-tadas.

2. Presencia de esquemas de configuración bifacial enseries escasamente alternantes.

3. Presencia de esquemas de debitage ortogonales omultidireccionales que generan morfología poliédri-cas.

4. Abundante presencia de productos de lascado asig-nables a estos esquemas.

Aunque el objetivo funcional del sitio podría tambiénestar en relación con el aprovechamiento de recursos bió-ticos, los rasgos analizados recientemente en el yacimien-to de Ambrona (Santonja et alii., 2005), parecen diferen-ciarse sensiblemente de las estrategias de TAFESA, tantoen los esquemas de configuración de macroutillaje, comoen los de producción de lascas. Diferencias similares seaprecian en relación con las estrategias de captación dematerias primas. Este aspecto permite también diferenciar-lo de otros yacimientos detectados en el ámbito madrileñoen los que la estrategia preferente se encamina a la capta-ción y transformación de recursos líticos.

El esquema general de la producción registrada en elyacimiento nos indica que estamos ante un conjunto indus-

trial singular, adscrito al Achelense. El estudio en profundi-dad de los materiales de TAFESA pone en evidencia lanecesidad de emplear nuevos criterios, más analíticos, a lahora de comparar los conjuntos englobados dentro de losModos técnicos 1 y 2, ya que la simplificación de estos tér-minos impide abordar un modelo comparativo entre conjun-tos. Hemos podido detectar en el conjunto algunos rasgostécnicos que apuntan a la existencia de expresiones distin-tas dentro de estas modalidades, que en todo caso, los vin-culan con momentos antiguos, caracterizados básicamentepor la presencia de esquemas trifaciales y la total ausenciade debitage de tipo levallois, la explotación en series cruza-das (ortogonales) que generan morfologías poliédricas, y laexistencia de una escasa configuración dentro del debitagey façonage. Todo ello nos lleva a plantear la existencia deun primer momento dentro del Modo 2, cuyo exponente másclaro estaría representado por este conjunto.

Con los datos aportados hasta aquí ha quedado eviden-ciado que el yacimiento guarda una estrecha relación geo-arqueológica con los antiguos testimonios conocidos en lazona de Villaverde Bajo. Estamos ante escenarios cuyascondiciones originales correspondían a entornos fluvialessometidos a dinámicas muy cambiantes en los que se des-arrollarían actividades relacionadas con el aprovechamien-to de recursos bióticos.

Las condiciones concretas en las que se produce eldepósito de los restos líticos y faunísticos en TAFESA acre-ditan un grado de conservación bueno tal y como se des-prende de las alteraciones, distribuciones y remontajes delconjunto. Los rasgos principales del registro indican la exis-tencia de asociaciones entre un número de restos líticos yun número no despreciable de taxones faunísticos, situa-ción semejante se ha documentado en otros yacimientosde España y Europa.

Otro aspecto destacado en la distribución y alteraciónde los materiales es la existencia de importantes alteracio-nes mecánicas que afectan especialmente a los filos y queposiblemente contribuyen a la formación de retoques den-ticulantes y alternos así como a pátinas de origen hídrico.

Igualmente es remarcable la existencia de un impor-tante sesgo que afecta a los materiales de pequeñasdimensiones.

La distribución del material dentro de cotas muy próxi-mas y la presencia de remontajes acreditan la existenciade, al menos, un conjunto con escasa alteración registradoen un depósito de canal cuya composición puede contenerelementos extraños. No hay duda sobre la génesis antrópi-ca del conjunto.

Desde un punto de vista tecnológico destacamos:

Las huellas de nuestro pasado. Estudio del yacimiento del pleistoceno madrileño de TAFESA (Antigua TRANSFESA)194

• Empleo sistemático del sílex y minoritario de cuarcitay cuarzo. La captación expeditiva sobre depósitossecundarios de antiguas industrias (se ha documen-tado en otros sitios de función probablemente seme-jante). El aprovechamiento de paleoindustrias queahorra procesos de “testado”. Esta captación se diri-ge al aprovechamiento de bases con morfologías pró-ximas al producto buscado o de calidades buenas.

• Los núcleos se caracterizan por una búsqueda noespecializada y en gran medida no predeterminadade lascas. Es notable la carencia de productos pro-gramados en cualquiera de los esquemas descritos:levallois, discoide, clactoniense Quina, o Le Pucheuillo que marca el carácter expeditivo del conjunto y lodiferencia de otros yacimientos conocidos en contex-tos similares.

• Clara ausencia de esquemas levallois y, por tanto, delempleo de sus productos como soportes.

• Los útiles se confeccionan de manera muy somerasiendo raros lo retoques que profundizan en la pieza.En la mayor parte de los casos documentamos reto-ques periféricos que afectan a los laterales sin bús-queda alguna de simetría o morfología en las piezas.En buena parte de los casos nos encontramos anteretoques de génesis natural o funcional y en menosocasiones ante retoques de carácter morfológico.Esta escasa configuración afecta tanto al utillajesobre lasca como a una parte importante del macrou-tillaje. Pueden tratarse o de ensayos en la elabora-ción o de útiles de fortuna sin apenas modificaciónpero con los rasgos morfopotenciales suficientescomo para dar una respuesta funcional similar al delutillaje mejor configurado; lo que podría ser resultadode objetivos técnicos inmediatos en los que la confi-guración se dirige exclusivamente hacia las partesque van a ser utilizadas sin perseguir una configura-ción en el utillaje de carácter formal (predominio defuncionalidad frente a diseño).

• En el conjunto se aprecian piezas de claro carácterintencional, fundamentalmente, raederas. En estoscasos se obtienen o aprovechan soportes con aristastransversales al eje tecnológico para obtener piezasmás anchas que largas (a partir de productos deriva-dos de las fases iniciales de talla). En ningún caso seproducen aprovechamientos de aristamientos parale-los al eje tecnológico (estrategia básica en los proce-sos de laminación) tal y como se registra en una bue-na parte de los soportes de Pinedo.

• Por lo que se refiere a la explotación y configuracióndestaca la explotación a partir de planos lisos crean-do series directas o inversas; en pocas ocasiones seha documentado una talla alternante que cuando seproduce lo hace con escaso dominio técnico. Losbifaces presentan escasa alternancia en sentidoestricto y se caracterizan por la existencia de seriesque, en el mejor de los casos, alternan entre síextracciones individuales (aprovechamiento de losnegativos creados como planos de percusión de lasiguiente extracción), lo que produce morfologíasespesas y ausencia significativa de productos carac-terísticos de las explotaciones de tipo discoide.

• Triedros, bifaces y útiles sobre lasca, retocados o no,parecen ser el conjunto dominante. Existe una nota-ble ausencia porcentual de cantos tallados y hende-dores aunque la configuración de muchos de los trie-dros y bifaces presentan un grado de trabajo seme-jantes al de los choppers y chopping tools. Esta cir-cunstancia podría conducir, desde una óptica clasifi-catoria distinta a la que hemos empleado, a unaumento significativo en la proporción de los mismos.Su presencia dentro de conjuntos de ámbito europeova perdiendo valor paulatinamente como criterio crono-lógico. Reiteramos que aunque existen estrechas rela-ciones operativas entre triedros y bifaces (valoresdimensionales semejantes, cercano grado de configu-ración y tendencias hacia morfologías apuntadas) sedefinen como categorías estructurales diferenciadas.

• Diferencias en la composición tipológica se han seña-lado en ocasiones anteriores poniendo de relieve laexistencia de conjuntos en los que dominan hendedo-res como en Redueña (Madrid) y Sartalejo frente aotros en los que dominan bifaces y en menor medidatriedros (yacimientos de la cuenca de Manzanares).En este caso la composición tipológica muestra por-centajes similares de bifaces y triedros dentro de uncontexto con dominio de sílex circunstancia que inci-de en el carácter funcional o cultural de las composi-ciones tipológicas sobre todo si lo comparamos conotros yacimientos en los que la materia prima domi-nante es la cuarcita.

• Ocasionalmente, existen relaciones de pertenenciaentre esquemas de configuración (macroutillaje) yproducción (explotación sobre núcleos) aunque lasdiferencias entre ambos son claras especialmentepor lo que respecta a las dimensiones. Los productosde confección de macroutillaje son una base idónea

J. BAENA ET ALLI. / Síntesis: Interpretación general del yacimiento 195

para la elaboración de útiles sobre lasca y para suuso directo. Esta situación parece responder a estra-tegias expeditivas en las que producción y explota-ción pueden mezclarse eventualmente.

• Se desconoce, o no se aplica, una verdadera tallabifacial. Los soportes escogidos son mayoritariamen-te lascas y, en menor medida, nódulos. Las morfolo-gías más representativas son siempre espesas yvariables con presencia de tipos parciales, ficrones yamigdaloides, al margen de los parciales. Los bifa-ces, especialmente los ficrones, podrían confundirsecon los triedros. De hecho, existen estrechas relacio-nes técnicas entre algunas modalidades de bifaces yde triedros. Estas morfologías, junto a la abundanciade estos últimos, presentan estrechos paralelos conel conjunto de la terraza Media del Tajo de Pinedo.

• Las diferencias dimensionales entre las categoríaslíticas parecen ser el resultado de procesos de explo-tación o configuración diferentes en el tiempo y enmenor medida en el espacio. Los útiles de formatoreducido proceden del aprovechamiento o de sopor-tes de pequeñas dimensiones (que creemos próxi-mos) o de lascas procedentes de la configuración deútiles mayores. Por el contrario, el macroutillaje pare-ce realizarse o a partir de soportes brutos obtenidosen las cercanías o sobre grandes lascas posiblemen-te localizadas en lugares más alejados. Estas estra-tegias no parecen modificarse por razón tipológicadada la homogeneidad dimensional entre triedros ybifaces.

Estas estrategias dan como resultado la configuraciónde bifaces y triedros espesos de aristas sinuosas y morfo-logías poco simétricas, destrezas alejadas de los tipos des-arrollados en algunos conjuntos de las terrazas +20 y +12-15 del Manzanares como Arriaga II a, Oxígeno, La Gavia 1,o en la terraza +23-24 del Jarama en la Unidad Arganda II,Las Acacias y más próximas a las estrategias aparecidasen la terraza +25-30 del Manzanares: San Isidro, Orcasitasy TRANSFESA o a la terraza +30-32 en la Unidad ArgandaI, Las Acacias y Áridos 1 y 2. Con estos últimos yacimien-tos establecemos vínculos cronológicos más cercanos,aunque algunos de los rasgos técnicos y operativos delconjunto de TAFESA parecen mostrar indicios de un mayorarcaísmo que, quizás, estarían más en relación con conjun-tos como el de Pinedo (Toledo).

TAFESA pone en evidencia la existencia de importantesniveles de ocupación cercanos a cauces fluviales dentro delo que hoy es la terraza +22m. El estudio taxonómico, así

como la asociación de restos sugieren que nos encontra-mos de nuevo con una zona de actividad antrópica en rela-ción con el acceso primario y explotación de restos faunís-ticos dentro de un entorno fluvial.

Por lo que respecta a los restos faunísticos Meléndez yAguirre identificaron en 1958 en TRANSFESA un total decuatro taxones: Elephas antiquus, Bos primigenius, Cervuselaphus y Equus sp. En la revisión mas reciente Sesé ySoto (2002) adscriben los restos a Cervus sp., Praedamasp., Bovidae indeterminado, Equus caballus y Elephas(Palaeoloxodon) antiquus plathyrhynchus.

Los materiales fósiles obtenidos en TAFESA indican lapresencia de peces, anuro (Pelobates cultripes 1), escamo-so (Lacertidae 2), roedor (Mocrotus sp.), bóvido (Bos sp. oBison sp.) y cérvido (Megaloceros savini) en el nivel I deproboscideo (Elephas antiquus) en los niveles III y IV, decérvido (Megaloceros savini) y lagomorfo (Oryctolaguscuniculus) en el nivel IV, y de quelonios (Mauremys leprosay Emys orbicularis) en los niveles II y III. Los peces. el anu-ro, el escamoso, los queloneos, el roedor y el lagomorfoson registros nuevos. En 1996 no se recuperó ningún res-to significativo de équido, pero tampoco puede descartarseque algunos de los fragmentos de hueso de talla media,inidentificables, pertenezcan no sólo a cérvido si no tam-bién a équido.

El material postcraneal de Megaloceros savini, suponeuna buena aportación al mejor conocimiento de esta espe-cie cuya distribución biostratigráfica es de utilidad.

Todo el conjunto está fuertemente condicionado por lasalteraciones hídricas de forma que los huesos están roda-dos, pulidos y con patinas bastante frecuentes en toda lasecuencia.

Los niveles I y II son los menos representativos por elescaso número de restos. Tafonómicamente muestran alte-raciones hídricas que dada su baja intensidad los relacio-nan con cursos de baja energía. La mayor fragmentacióndel nivel II dificulta la identificación taxonómica y la escasezde restos no permite obtener conclusiones sobre las activi-dades generadas por los seres humanos u otros agentes.En cualquier caso, la presencia de marcas de corte y dediente en este nivel indica que ambos agentes intervinie-ron. Por el contrario, en el nivel I solo es observable laacción antrópica, pero la escasez de restos tampoco per-mite sacar conclusiones sobre qué estrategias de adquisi-ción cárnica siguieron los humanos de este momento.

Frente a estos niveles, el III y IV si se muestran másrepresentativos: en ambos casos la acción antrópica esta

Las huellas de nuestro pasado. Estudio del yacimiento del pleistoceno madrileño de TAFESA (Antigua TRANSFESA)196

1 Identificado por Borja Sanchiz

2 Identificado por Javier Barbadillo

bien identificada y es indicativa de un acceso primariosobre los animales de tamaño medio. En lo referente aotros taxones del nivel III, la presencia de marcas de cortesobre animales de talla grande y muy grande indica consu-mo de carne. En el nivel IV, ocurre un proceso similar aun-que la mayor presencia de marcas de corte sobre los frag-mentos diafisiarios de elementos apendiculares superioresde animales de talla grande parece indicar cierto accesocárnico primario. En el caso de los animales de talla supe-rior a 1.000 kg, la presencia de marcas de corte no resultainformativa para definir qué estrategia se produjo en laadquisición de este recurso, ya que su gran tamaño permi-te acceder a carne aun después de que lo hagan los carní-voros. En lo referente a las alteraciones hídricas, se obser-van algunas diferencias entre los niveles III y IV. Así el III seformó en un momento en el que las corrientes hídricas cir-culaban y presentaban un nivel de energía mayor que en launidad IV. De esta forma el estrato III presenta más huesosrodados y una mayor fragmentación. Por el contrario lascondiciones del nivel IV son en un medio de energía infe-rior, con concentraciones de agua que ocasionan ciertosencharcamientos, así lo indican el aumento de huesos conmanganeso, pulidos y abrasiones.

Este yacimiento, al igual que otros como Áridos, Arria-ga o Cuesta de la Bajada, reflejan una asociación de carác-ter fluvial en el que parece haber tenido una gran importan-cia la actividad humana. Destacan especialmente lassemejanzas con estos sitios por la asociación de industriay fauna, y por la presencia taxonómica de paquidermos,grandes bóvidos y cérvidos, aunque en TAFESA a diferen-cia de Arriaga y Cuesta de la Bajada no se han identificadoéquidos.

Los microvertebrados documentados son escasos aun-que hemos podido identificar varios taxones: peces, anfi-bios, reptiles, roedores y lagamorfos. Consideramos degran interés el hecho de haberse registrado por primeravez estos taxones en el yacimiento; sin embargo, el esca-so material encontrado no permite realizar mayores preci-siones bioestratigráficas ni paleoclimáticas. Aunque, laaparición de algunos de estos microvertebrados nos infor-maría de algunos aspectos interesantes del clima: nohacia frío y no era muy lluvioso.

Por lo que respecta a la cronología de este yacimiento,se han realizado dataciones numéricas que no encajaríancon los que se infieren del registro arqueológico. En estevolumen se presenta un estudio, creemos que pionero, enel que se midió la radioactividad de los huesos recuperadosen TAFESA que, por un lado, podría dar la clave de la dis-cordancia en la datación numérica obtenida por termolumi-

niscencia y, por otro, creemos es una llamada de atenciónpara buscar nuevos indicios de alteraciones postdeposicio-nales que pueden afectar a algunos de los datos del regis-tro paleontológico.

Los especimenes fósiles analizados muestran unosvalores de radiactividad superior al fondo natural quesegún los mapas del CSN (2000) existen en esta zona delSur de Madrid a orillas del Manzanares.

Los valores de la radiactividad en los fósiles medidosvarían desde 12,5 µR/h a 109,2 µR/h, con un promedio de43,5 µR/h y desviación típica de 31,2 µR/h. Distribuyéndo-se a grosso modo en proporción directa con el tamaño dela pieza, a excepción de dos de ellas, las etiquetadas como61 y 131, que se separan notablemente de la tendenciageneral.

El análisis del valor de la radiactividad en función de lapertenencia de cada uno de los fósiles a alguno de los nive-les que durante la excavación se diferenciaron, muestraque desde los niveles 1, 2 y 3 van progresivamente dismi-nuyendo en emisión radiactiva, desde valores medios de22 µR/h a 14 µR/h. En el caso del nivel 4 otra vez se llegaa un valor medio cercano a 22 µR/h, reflejando con ello laexistencia entre este y los anteriores niveles de una discon-tinuidad radiométrica que quizá corresponda a una discon-tinuidad estratigráfica y/o litológica. En la variación de losvalores obtenidos tampoco queda explicado el hiato obser-vado entre los 35 a los 35 µR/h.

La invalidez de la datación radiométrica nos hace volverla vista hacia los datos biostratigráficos procedentes de lasexcavaciones de 1996 y 1957-58; a pesar de los intentosno ha sido posible ofrecer una datación numérica para elconjunto siendo necesario aproximarnos al momento coninterpretaciones geoarqueológicas, faunísticas y tecnotipo-lógicas.

Los restos de macrofauna recuperados de TAFESA,siempre teniendo en cuenta lo limitado de la muestra, nomuestran diferencias morfométricas con los extraídos en1958. Sin embargo, según se desprende del estudio geoló-gico aquí presentado, los depósitos excavados en 1996serían un poco mas recientes que los excavados en 1958(TRANSFESA).

Los restos faunísticos aportan una aproximación crono-lógica y paleoambiental. En la primera excavación se iden-tificaron dentro del mismo solar (TRANSFESA) un total decuatro taxones: Elephas antiquus, Bos primigenius, Cervuselaphus y Equus sp.

Los restos recuperados en la excavación reciente enTAFESA identifican la presencia. de Bos sp. o Bison sp,Megaloceros savini y Microtus sp. en el nivel I, de los que-

J. BAENA ET ALLI. / Síntesis: Interpretación general del yacimiento 197

lonios Mauremys leprosa y Emys orbicularis en los nivelesII y III, de Elephas antiquus en los niveles III y IV, y deMegaloceros savini y Oryctolagus cuniculus en el nivel IV.

Meléndez y Aguirre (1958) atribuyeron el yacimiento deTRANSFESA al interglaciar Riss-Würm. Se ha citado fre-cuentemente que los yacimientos más antiguos del cursomedio del Manzanares se corresponden con aquellos situa-dos en la terraza de + 25-30m y en especial con los de SanIsidro, Los Rosales y TRANSFESA. En estos conjuntos laasociación faunística quedaría configurada por taxonescomo Bos cf primigenius, Equus caballus sp., Palaeoloxo-don antiquus platyrhinchus, Cervus sp., Praedama sp.,Megaloceros savini,. y Dicerorhinus mercki o D. hemitoe-chus, atribuible al Pleistoceno Medio.

Los restos de proboscideos y bóvidos no aportan datosconcretos a este respecto pero sí lo hace Megalocerossavini; basándonos en su identificación, pueden descartar-se el Pleistoceno Superior y la parte superior del Pleistoce-no Medio, situando los puntos fosilíferos de TAFESA yTRANSFESA en la parte media del Pleistoceno Medio.

Los restos de macrofauna recuperados en 1996 (siempreteniendo en cuenta lo limitado de la muestra) no muestrandiferencias morfométricas con los extraídos en 1958 aunque,como ya hemos señalado, serían algo más recientes.

En Madrid, conforme a la revisión de Sesé y Soto(2003) pueden incluirse en el Pleistoceno Medio los yaci-mientos de Áridos, San Isidro, Arriaga, Arenero de las Mer-cedes, Arenero de Ramón Soto, Arenero de los Llanos,Arenero de Manuel Soto, Arenero de Pedro Jaro, Arenerode los Pinos, Arenero del Km. 7 de la carretera de Andalu-cía, Casa de Eulogio, TRANSFESA, Taller del ferrocarril deVillaverde Bajo, Orcasitas y Vaciamadrid.

Por lo que se refiere a la industria lítica, contamos conuna primera interpretación cronocultural merced a la revi-sión de la colección obtenida en 1958 en TRANFESA, porRus y Velasco (1993), que la consideran Achelense mediopor sus caracteres arcaicos. Según estos autores, podríacorresponder a un momento anterior a la Terraza de SanIsidro (+25-30 m), dentro de un Pleistoceno Medio.

En la misma terraza podrían establecerse relacionesentre este conjunto y los de Áridos, San Isidro, Arenero deRamón Soto, Arenero de los Llanos, Arenero de ManuelSoto, Casa Eulogio, Arenero de los Pinos, u Orcasitas entreotros. Un estudio actualmente en curso (J. Baena) de losmateriales de algunos de estos yacimientos ha reveladoclaros paralelos tecnológicos si bien, los criterios de reco-gida de los materiales empleados en su momento, nogarantizan la procedencia estratigráfica de los mismos,siendo frecuente apreciar contrastes dentro de los conjun-tos.

En cuanto a cronología, Meléndez y Aguirre (1958) atri-buyeron el yacimiento de TRANSFESA al interglaciar Riss-Würm. Goy et alii. (1989) lo situaron en el Elster, indicandoque tanto los complejos industriales como las faunas delManzanares se corresponden con la terraza de + 25-30 msituándolo en el Pleistoceno Medio avanzado o Pleistoce-no Medio-medio.

Los restos de Megaloceros savini o Praedama sp. (cér-vidos del Pleistoceno Medio) permiten situar el yacimientopor encima del estadio isotópico OIS15 (ca. 620 ka BP)según la bioestratigrafía de mamíferos de Europa meridio-nal. El conjunto faunístico es muy similar al recolectado enlas excavaciones del antiguo TRANSFESA, que conteníaPalaeoloxodon antiquus, Bos sp., Equus caballus, Cervuselaphus, Praedama sp. Distintos autores lo sitúan entre losestadios isotópicos OIS 13 – 11, mientras que otros, lo con-sideran algo más moderno. No obstante, los restos faunís-ticos de los cérvidos de TRANSFESA han sido objeto denumerosas revisiones, resultando diferentes atribucionesespecíficas y por tanto diferentes atribuciones cronoestrati-gráficas, por lo que la cronología derivada de los cérvidosdebe de considerarse en su justa medida. Por otro lado, laausencia de talla levallois, junto con los rasgos de facturaarcaica de los bifaces achelenses recolectados en TAFESAen 1996 nos permiten situar este yacimiento en un momen-to tardío del Pleistoceno Medio pero no posterior a los 350– 300 Ka BP.

Las huellas de nuestro pasado. Estudio del yacimiento del pleistoceno madrileño de TAFESA (Antigua TRANSFESA)198

CONCLUSIONSIn May 1996 the archaeological and paleontological inter-vention in the old factory of TAFESA site was begun. Thelocation of this parcel on the Manzanares rivers terracesforced, by law, to an exhaustive archaeological documenta-tion before beginning the urbanization of the parcel sincethe mentioned terraces are declared by the Community ofMadrid as Bien de Interés Cultural (BIC) with archaeologi-cal and paleontological category. The archaeological workswere made on 28 square meters in a marginal zone, of acorridor towards the old factory, circumstance that safe-guard the site since was not affected by the drained of therest of the parcel before this new urbanization processs.

This zone and, particularly, the areas occupied by thefactories of EUSKALDUNA and TAFESA became a traditio-nal archaeological sites preserved for specialized investiga-tion since in the 1950 decade individual superposedarchaeological deposits were documented, one, of BonzeAge and the second, a faunal paleolithic deposit with thepresence of, at least, remains of two individuals of thegenus Elephas).

The TAFESA archaeological site is about 5-6 ms aboveand 75 ms away from the older TRANSFESA site excava-ted during the years 1957 and 1958. From a stratigraphicpoint of view, the site of 1957 (with Elephas antiquus) wouldbe located at the base of the Mz1 unit of the Complex Terra-ce of the Manzanares river (TCMZ), whereas the remainsof Megaloceros savini recovered in 1958, would be asso-ciated with the Mz3 unit (Unit 3 of this study). The site exca-vated in 1996 is clearly related to the meander channelfillings of the unit 2 (b) that may correspond to the unit Mz2of Silva (2003), that in this zone is topographically levelledwith the deformed top of the flood plain of the Mz1 unitwhich is overlapped .

The paleotopography of the site documents a flood plainin which a process of meander neck cut-off is recorded inrelation to Pleistocene paleoseismic activity at the gypsumescarpments bordering the Manzanares valley. In detail theformation of the archaeological site would immediately takeplace after the documented paleoseismic event, which per-haps inactivates all the western marginal zone of the oldvalley, allowing the access to the prehistoric human popu-lation to fluvial channels for gravel supplying.

The fossilization process, of both the site and the defor-med surface of unit 1, had to be very fast since otherwisethe deformation structures that affect this surface, wouldnot have been preserved. In detail the surface of the unit 1and the top of the filling of channel of unit 2a represent asimultaneous paleoseismic horizon. The synthesis of the

Quaternary of the lower Manzanares valley developed bySilva (2003) documents similar horizons of sinsedimentarydeformations in the top of units Mz2 and Mz3 of the TCMZ(unit 2 in this study), including in them most of the suspectcryoturbation signals reported in the zone during secondhalf of the 20th century. The widespread regional occurren-ce of these deformational horizons could document theunstable landscape in which the human activity was deve-loped. In any case sediment deformations would be ampli-fied and controlled by underlying karstic processes affectingto the Miocene gypsums .

In spite of the reduced sample, TAFESA site (previouslyTRANSFESA), is the first excavated site at this zone withproved homogeneity, due to the applied archaeologicalmethodology, and to the sedimentary context in whichappeared (flood-plain clays). In spite the limited sample, itis possible to establish a minimum comparison with someother sites as the sites of Manuel Soto, Casa Eulogio, Orca-sitas, Arenero de Pinos, and Oxígeno. Within these assem-blages on which mixed elements are present, it is possibleto document similar technically strategies in the operationand configuration systems. This fact confirms the heteroge-neous nature of the studied assemblages, but also it allowsthe establishment of connections among them. These fea-tures could be summarized in:

1. Important occurrence of trifacial configuration sche-mes, with hierarchical exploited surfaces.

2. Occurrence of bifacial configuration schemes in short(poorly) alternating series.

3. Occurrence of orthogonal or multidirectional sche-mes of debitage generating polyhedral morpholo-gies.

4. Abundant occurrence of flake products assignable tothe aforementioned schemes.

Although the functional objective of the site could alsobe in relation to the exploitation of biotic resources, the cha-racteristics recently analyzed in the Ambrona site (Santon-ja et alli., 2005), seem to differ sensibly from the TAFESAstrategies, in the macrotools configuration schemes, and inflake production. Similar differences are documented in theraw material catchment strategies. This aspect also allowsto stablish differences among the studied site and someothers recorded in the Madrid area, in which the generalfunctional goal is only related with lithic supply and its trans-formation.

The general scheme of production recorded in the siteindicates the singularity of a site that could be assigned to

J. BAENA ET ALLI. / Síntesis: Interpretación general del yacimiento 199

the Acheulian. The study of the TAFESA materials eviden-ce the necessity to use new analytical criteria, to compareassemblages of technical Modes 1 and 2, since the simpli-fication of these terms prevents a detailed comparativemodel between them. We have been able to detect sometechnical characteristics that point out the occurrence of dif-ferent expressions within these modes, that in any case,relate them with older periods, basically characterized bythe presence of trifacial schemes, the total absence ofLevallois debitage, crossed series (orthogonal) that genera-te polyhedral morphologies in flake production, and theoccurrence of a few configuration within debitage and faço-nage. All it takes to us to propose the existence of a firstperiod within the Mode 2, for which the studied site wouldbe a significant example. This study has demonstrated thatthe site keeps a close geoarqueological relationship withthe old testimonies known in the Villaverde Bajo zone. Theoriginal conditions of the study area represent a very dyna-mic fluvial context subject to a changing behaviour in whichhuman activity related to lithic and faunal supply would bedeveloped.

The particular conditions of the deposit of the lithic andfaunal remains of TAFESA confirm a reasonable preserva-tion conditions, deduced by means of the analysis of the alte-rations and spatial distribution of refitting pieces. The mainfeatures of the recovered material indicate the occurrence ofassociations between different lithic items and a significantnumber of faunal taxa, representing a similar situation thanthose others documented in Spain and Europe.

Another outstanding feature in the distribution and pre-servation of the materials is the occurrence of significantmechanical modifications that particularly affect the edgesand that possibly contribute to the formation of denticulateand alternating retouches as well as the development ofhydro-weathering patinas.

It is also important to point out the occurrence of a slantthat affects the the smaller materials.

The material distribution within very close stratigraphiclevels and the presence of refitting pieces certify the occu-rrence of, at least, one no-modified lithic set recorded in achannel deposit in which strange elements are mixed. Thereis no doubt on the antrhopogenetic origin of the assemblage.

From a technological point of view it is necessary tohighlight:

• Systematic use of flint with lower presence of quartzi-te and quartz pieces. Also an expeditious catchmentof old industries in secondary fluvial deposits (it hasbeen documented in other sites of probably with simi-lar function). The advantage of paleotools saves pro-

cesses morphological and quality testing. This stra-tegy goes mainly to the catchment of predeterminedblocks with adequate natural morphologies or only togood qualities of raw material.

• The cores are characterized by a non specialized andpredetermined flake production strategy. It is remar-kable the absence of programmed products in anyo-ne of the described schemes: levallois, discoid, clac-tonian Quina, or Pucheuil which marks the expedi-tious character of the assemblage and its differencewith other sites documented in similar contexts.

• Clear absence of levallois schemes and, therefore,the use of its products as supports.

• The tools are very poorly configured being rare theretouches that penetrate in the piece. In most of thecases we documented peripheral retouches thataffect to lateral without searching a particularsymmetry or morphology in the pieces. In most of thecases the origin of the retouch is caused by natural orfunctional reasons and only in few pieces a morpho-logical plan can be considered. This scarce configura-tion affects in the same way to the tools made on fla-ke or fragments than to macrotools. They can beexplained as the result of tests in configuration pro-cesses or fortune pieces without important modifica-tion but with the same morphopotentiality obtained inthe better ones. This strategy could be result of imme-diate technical objectives in which the configurationgoes exclusively towards the parts that are going tobe used without searching a morphological configura-tion of the rest of the piece (predominance of functio-nality instead of design).

• It is also remarkable the presence of pieces with a clearintentional character mainly side scrapers. In thesecases supports are obtained from cross-sectionaledges to the technological axis supports, to obtainpieces wider than long (from products derived fromthe initial phases of the work). In no case advantagesof parallel ridges to the technological axis take placeso (basic strategy in blade processes) and as it isregistered many supports of Pinedo.

• Regarding to the exploitation and configuration, it isremarkable the beginning of the work from flat andsmooth planes creating direct or inverse series; in fewcases an alternating work has been documented butwith a little technical skilfulness. The handaxes pre-sent no alternative extractions and are characterized

Las huellas de nuestro pasado. Estudio del yacimiento del pleistoceno madrileño de TAFESA (Antigua TRANSFESA)200

by the presence of series that, in the best of thecases, alternate only individual extractions (benefitthe negatives as percussion platforms for the nextextraction), which produces thick morphologies andsignificant absence of characteristic discoid products.

• Trihedral, handaxes and flakes retouched or not,seem to be the dominant set. A significant percenta-ge absence of choppers tools and cleavers is presentalthough the configuration of many of trihedral andhandaxes present a similar degree of configuration tothat showed by the classical choppers and choppingtools. This fact will point, from different criteria of clas-sification, to a significant increase in the percentageof this category. Its presence within Europeanassemblages is actually going down as chronologicalcriterion. We reiterated that although there are fewoperative relations between trihedral and handaxes(similar dimensional values, close degree of configu-ration and tendencies towards pointed morphologies)are defined as differentiated structural categories.

• Differences in typological composition have been pre-viously indicated highlighting the occurrence ofassemblages in which cleavers are dominant like inRedueña (North of Madrid) and Sartalejo as opposedto others sets, in which bifacial strategies dominatewith presence of trihedral (terrace deposits of theManzanares). In this latter case the typologicalassemblages display a similar percentage of trihedraland bifacial pieces within a context of flint abundance,fact that may affects the functional or cultural charac-ter of the assemblages mainly if they are comparedwith other deposits in which the dominant raw mate-rial is the quartzite.

• Occasionally, relations between configuration sche-mes (macrotools) and (cores) exists although thedifferences between both are clear especially in rela-tion to the measure dimensions.The products ofmacrotools preparation are a suitable base for theelaboration of flake equipment or also for its directuse. This situation seems to respond to simple andquick strategies in which debitage and façonagecould possibly be mixed.

• It is not known, a true bifacial method. The selectedsupports are mainly flakes and in a minor percentagenodules. The most representative morphologies arealways thick and variable with presence of ficron andamygdaloidal types when the partial types are not

taken into account. The handaxes, especially ficro-nes, can be confused with the trihedral ones. In fact,there are close technical relationships between somemodalities of handaxes configurations and the trihe-dral ones. These morphologies, in addition to theabundance of these last ones, display clear relations-hips with the Pinedo assemblage located in the mid-dle terrace of the Tajo river at Toledo (South ofMadrid).

• The dimensional differences between the lithic catego-ries seem to be the result of different debitage andconfiguration processes along the time and space.The small equipment comes from the use of supportsof small dimensions or flakes produced in the configu-ration of greater tools. On the contrary, the macrotoolsseem to be made from blanks obtained in thesurroundings or from big flakes possibly located faraway. These strategies do not seem to modify them-selves for typological reasons given the dimensionalhomogeneity between trihedral and handaxes.

These strategies produce thick trihedral pieces andhandaxes with low symmetry in morphology and winding,clearly different from the types developed in some assem-blages of the terraces at +20 m and +12-15 m of the Man-zanares river, like Arriaga IIa, Oxígeno, Gavia 1, or in theterrace at +23-24 m of the Jarama in the Unit Arganda II,Las Acacias, and next to the strategies appeared in terraceat +25-30 m of the Manzanares: San Isidro, Orcasitas andTRANSFESA, or to terrace at +30-32 m in the Unit Argan-da I, Acacias and Áridos 1 and 2. With these last depositswe establish nearer chronological relations, although someof the technical and operative characteristics of the TAFE-SA assemblage seem to show signals of a greater archaismthat, perhaps, would be related to sets like Pinedo (Toledo).

TAFESA evidence the occurrence of important occupa-tional levels next to fluvial channels within the present +22m terrace. The taxonomic study, as well as the faunalassemblage suggests the development of a zone of anthro-pic activity in relation to the primary access and exploitationof faunal remains in a fluvial context.

Regarding to the fossil faunal remains, Melendez andAguirre (1958) identified four total taxa in TRANSFESA:Elephas antiquus, Bos primigenius, Cervus elaphus andEquus sp. In the recent revision Sesé and Soto (2002)assign the remains to Cervus sp., Praedama sp., BovidaeIndet., Equus caballus and Elephas (Palaeoloxodon) anti-quus plathyrhynchus.

J. BAENA ET ALLI. / Síntesis: Interpretación general del yacimiento 201

The obtained fossil remains in TAFESA indicate the pre-sence of Aishes, Anura (Pelobates cultripes1), Squamata(Lacertidae 2), Rodentia (Microtus sp.), bovid (Bos sp. oBison sp.) and cervid (Megloceros savini) in Level I, ele-phant (Elephas antiquus) in levels III and IV, cervid (Mega-loceros savini) and Lagomorpha (Oryctolagus cuniculus) inlevel IV, and of Chelonia Mauremys leprosa and Emys orbi-cularis) in levels II and III. The Pisces, Anura, Squamata,Chelonia, Rodentia and Lagomorpha are new registries fortwo site. In 1996 no significant equidae remains were reco-vered, but it cannot be discard that some of the unidentifia-ble fragments of medium-sized bones would belong notonly to cervid but to equidae.

The postcraneal material of Megaloceros savini, contri-bute to the best knowledge of this specie whose biostrati-graphic distribution is important from the biochronologicalpoint of view.

All the set is affected by hydric weathering, indicatingthar the fossil bones were transported and polished fre-quently displaying a patina in the whole sedimentarysequence.

Levels I and II hold a few number of fossil remains sothat it makes them no representative. Taphonomic analysisevidence the development low intensity hydric weatheringsuggesting low energy channel flows. The greater fragmen-tation of level II makes difficult the anatomical and taxono-mic identification, form which is impossible to infer the workof antrhopic or other agents. In any case, the occurrence ofcutmarks and toothmarks in this level indicates that bothagents took part. On the contrary, in level I only antrhopicaction is observable, but the shortage of remains does notallow to draw conclusions on that strategies of meat acqui-sition in this moment.

On the contrary, the levels III and IV show clear signalsof anthropic action pointing to a primary access to the ani-mals carcases of medium size. With respect to others taxaof level III, the presence of cutmarks on large bones belon-ging to animals of great and very great size indicates meatconsumption. In level IV it occurs similar processes,although the greater presence of cutmarks on diafisiary ele-ments of appendicular animal elements of big size seemsto indicate certain primary meat access. In the case of theanimals of weight up to 1000 kg, the occurrence of cut-marks is not useful to define what strategy took place in theacquisition of this resource, since its great size allows anaccess after the carnivores. Regarding to the bone weathe-ring, some differences between levels III and IV are obser-

ved. The level III was formed in a phase of more energeticstream flow than in the level IV. In this way, the level III pre-sents greater rolling surfaces and fragmentation. On thecontrary, the deposit of level IV took place under lowerenergetic stream flow conditions, with the development ofpoorly drained areas as suggested by the development ofponds and manganese oxides concentrations together withthe abrasion and polish of bones.

The studied site, like others such as Áridos, Arriaga orCuesta de la Bajada, records a geoarchaeological associa-tion of fluvial nature in which the human activity seems tohave had a relevant importance. There are similaritieswithin these sites because of the clear association betweenlithic industry and faunal remains, and because the taxono-mic occurrence of elephant, great bovids and cervids,although in TAFESA unlike Arriaga and Cuesta de la Baja-da no equids had been identify.

The documented microvertebrates sample is smallalthough it has been possible to identify several taxa: fis-hes, amphibians, reptiles, rodents and lagomorphs. It isrelevant that this is the first time in which these taxa hadbeen documented in the site nevertheless, the limited sam-ple does not allow to infer biostratigraphic or paleoclimaticinterpretations. In any case the occurrence of some of the-se microvertebrates is fairly indicative about some interes-ting environmental aspects: the climate was no cold and notvery rainy.

Different numerical datings has been made in thisarchaeological site but the obtained dates do not fit withthe ages inferred from the materials. In this volume is pre-sented a pioneering study on the radioactivity measure-ment of the bones recovered in TAFESA. The main conclu-sions points to that the high radioactivity levels of the bonescan explain the discordance in the numerical dating obtai-ned by termoluminiscence and, by any other method, high-lighting that new data on postdepositional alterations canaffect to some of the paleontological materials.

The analyzed specimens show values of radioactivityhigher to the natural substrate that according to the maps ofthe CSN (2000) for the southern Madrid area near the Man-zanares river.

The radioactivity values of the measured fossils varyfrom 12.5 µR/h to 109.2 µR/h, with an average of 43.5µR/h and a standard deviation of 31.2 µR/h. The distri-bution of radioactivity is proportionally related to the size ofthe piece, with the exception of two of them, labelled as 61and 131 that separate remarkably from the general trends.

The analysis of the radioactivity value in relation to theprecedence of each one of fossils to some of the levels

Las huellas de nuestro pasado. Estudio del yacimiento del pleistoceno madrileño de TAFESA (Antigua TRANSFESA)202

1 Identified by Borja Sanchiz

2 Identified by Javier Barbadillo

documented during the excavation were different, andshows that from levels 1, 2 and 3 goes progressively dimi-nishing in radioactive emission, from 22 µR/h to 14 µR/haverage values. In the case of level 4 an average valuenear 22 µR/h was obtained, circumstance that reflects aradiometric discontinuity between this level and the pre-vious ones, fact that could correspond to a stratigraphic orlithologic discontinuity. In the variation of the values obtai-ned is not explained the hiatus observed between the 35 tothe 35 µR/h.

The disability of the radiometric dating focus our atten-tion to the biostratigraphic data obtained in the excavationsof 1996 and 1957-58; in spite of the attempts it has notbeen possible to offer a numerical dating for the set so ourapproximation is supported with the geoarchaeological fau-nal and technotypological data.

The recovered macrofaunal remains of TAFESA,always considering the limited sample, do not show mor-phometric differences with those obtained in 1958. Never-theless, according to the geologic study presented in thiswork, the deposits excavated in 1996 would be youngerthan those excavated in 1958 (TRANSFESA).

The faunal remains provide a chronological and paleo-environmental approach. In the first excavation within thesame urban area (TRANSFESA) four taxa were identified:Elephas antiquus, Bos primigenius, Cervus elaphus andEquus sp.

The fossil remains recovered in the younger excavationin TAFESA demonstrate the occurrence of Bos sp. or Bisonsp., Megaloceros savini and Microtus sp. in level I, of che-lonia (Mauremys leprosa and Emys orbicularis) in levels IIand III, of Elephas antiquus in levels III and IV, and of Mega-loceros savini and Oryctolagus cuniculus in level IV.

Meléndez and Aguirre (1958) attributed the TRANSFE-SA site to the interglaciar Riss-Würm. It has been frequentlymentioned that the oldest sites of the middle ManzanaresValley correspond with those located in the terrace of + 25-30m and in special with those of San Isidro, Los Rosalesand TRANSFESA. In these sites the faunal assemblagewould be formed by species like Bos cf. primigenius,Equus caballus sp., Palaeoloxodon antiquus platyrhinchus,Cervus sp., Praedama sp., Megaloceros savini, and Dice-rorhinus mercki or D. hemitoechus, attributed to the MiddlePleistocene.

The remains of bovids and elephants do not have anyrelevant biochronological meaning, but the identification ofMegaloceros savini make possible to discard and UpperPleistocene and late Middle Pleistocene age for the site.Therefore it is possible to relatively date the TAFESA and

TRANSFESA remains in the middle part of the MiddlePleistocene.

The recovered macrofaunal assemblage in 1996(always considering the small sample) do not show mor-phometric differences with the 1958 one, although as wehave previously indicated, they would be more recent.

In Madrid, according to Sese and Soto (2002), the sitesof Áridos, San Isidro, Arriaga, Arenero de las Mercedes,Arenero de Ramon Soto, Arenero de los Llanoss, Arenerode Manuel Soto, Arenero de Pedro Jaro, Arenero de losPinos, Arenero del km 7 de la carretera de Andalucía, Casade Eulogio, TRANSFESA, Taller del ferrocarril de Villaver-de Bajo, Orcasitas y Vaciamadrid can be included in themiddle Pleistocene.

Regarding to the lithic industry, we have a preliminarychronocultural interpretation thanks to the revision of the1958 collection made by Rus and Velasco (1993). Theseauthors assign a middle Acheulian classification based onits archaic characters. According to them, the site couldcorrespond to a period even previous to the Terrace of SanIsidro (+25-30 m), within the middle Middle Pleistocene.

In the same terrace deposit can be established rela-tionships between this site and those of Áridos, San Isidro,Arenero de Ramon Soto, Arenero de los Llanos, Arenero deManuel Soto, Casa Eulogio, Arenero de los Pinos, orOrcasitas among others. The recent study of the materialsof some of these deposits has revealed clear technologicalparallels although, the colleting criteria of the archaeologi-cal materials used at those periods, do not have stratigra-phical precedence, being frequent to appreciate differenceswithin the different assemblages.

Regarding to the chronology, Meléndez and Aguirre(1958) attributed TRANSFESA site to the interglaciar Riss-Würm. Goy et alli., (1989) indicate that the industrial andfaunal remains of the Manzanares valley correspond withthe deposits located in the terrace of + 25-30 m, with andage of an advanced Middle Pleistocene or middle MiddlePleistocene.

The Megaloceros savini or Praedama sp. remains.(cervids of the Middle Pleistocene) allow to consider the siteas young as the isotopic stage OIS13 (ca. 500 ka BP)according to the biostratigraphy of mammals of southernEurope. The faunal assemblage is very similar to that onecollected in the old excavations of TRANSFESA withPalaeoloxodon antiquus, Bos sp., Equus caballus, Cervuselaphus, Praedama sp. Some authors dated it between iso-topic stages OIS 13 - 11, whereas other consider themyounger. However, the cervids remains of TRANSFESAhave been object of numerous revisions with different chro-

J. BAENA ET ALLI. / Síntesis: Interpretación general del yacimiento 203

nostratigrafical attributions, and therefore the chronologyderived from them must be carefully considered. On theother hand, the absence of llevallois products, as well asthe archaic characteristics of the handaxes collected inTAFESA suggest a date for the site around the MiddlePleistocene with an age close to the 300 Ka BP. Radiome-tric data (Th/U, TL and OSL) coming from the Tajo Valleyand other European river valleys indicate that the basaldeposits of terrace levels at +20-24 m, as the studied here,throw ages of around 300 ka BP.

BIBLIOGRAFÍA

GOY, J. L.; PÉREZ-GONZÁLEZ, A. y ZAZO, C. (1989): “Cartogra-fía y Memoria del Cuaternario Hoja 19-22 (Madrid)”. MapaGeológico de España 1:50.000, Serie Magna Serv. Public.Minist. Industria Madrid. 36-48.

LUQUE, M. (inédito):”TAFESA: estudio tecnológico”, informe técni-co.Celtex.

MELÉNDEZ, B. y AGUIRRE, E. (1958): “Hallazgo de Elephas en laterraza media del río Manzanares (Villaverde, Madrid)”. LasCiencias XXIII (4): 597-605.

RUS, I. y VELASCO, F. (1993): ”El poblamiento prehistórico deMadrid”. En Historia de Madrid: 67-86. Universidad Complu-tense de Madrid

SANTONJA M.; PANERA J.; RUBIO, S. y PÉREZ-GONZÁLEZ A.(2005): “La industria lítica de Ambrona. Características gene-rales y contexto estratigráfico. En: Los yacimientos paleolíti-cos de Ambrona y Torralba (Soria)”. Un siglo de investigacio-nes arqueológicas. Zona Arqueológica 5: 306-333.

SESÉ, C. y SOTO, E. (2002): “Vertebrados del Pleistoceno delJarama y Manzanares”. En: Panera Gallego, J. y Rubio Jara,S. (Eds.): Bifaces y Elefantes. La investigación del PaleolíticoInferior en Madrid. Zona Arqueológica, 1: 319-337.

SILVA, P.G. (2003): “El Cuaternario del valle inferior del Manzana-res (Cuenca de Madrid, España)”. Estudios Geológicos, 59:107-131.

Las huellas de nuestro pasado. Estudio del yacimiento del pleistoceno madrileño de TAFESA (Antigua TRANSFESA)204