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1 UNIVERSIDAD DEL SALVADOR Departamento de psicología y psicopedagogía Instituto salesiano superior Juan XXIII Año 1960 – 2015 Psicología Jurídica Trabajo Práctico: Criminología 4 ° “A” Lic. en Psicología, Cerato Macarena, Cervelli Álvarez Regina, Norambuena Julieta, Pinta Rocío, Trejo Romina, Zito Maria Florencia. Profesor: Pablo, Cerutti Fecha de entrega: 17/10/2015 Bahía Blanca, Argentina

PSICOLOGÍA JURÍDICA

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UNIVERSIDAD DEL SALVADORDepartamento de psicología y psicopedagogía

Instituto salesiano superior Juan XXIII

Año 1960 – 2015

Psicología Jurídica

Trabajo Práctico: Criminología

4 ° “A” Lic. en Psicología, Cerato Macarena, Cervelli Álvarez Regina, Norambuena Julieta, Pinta Rocío, Trejo Romina, Zito Maria Florencia.

Profesor: Pablo, Cerutti

Fecha de entrega: 17/10/2015

Bahía Blanca, Argentina

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ÍNDICE:

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INTRODUCCIÓNEn el presente trabajo se exponen, por un lado, los conceptos básicos de la criminología

general: origen, concepto y objeto de estudio. Por otra parte, se presentan aspectos

psicológicos y jurídicos, como así también el rol del criminólogo. Fundamentalmente

estudiaremos la escuela positivista italiana con sus respectivos autores y creadores

destacados. También, se desarrollarán los diversos tipos de delincuentes según Lambroso.

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1. CRIMINOLOGÍA

1.1 Origen de la criminología

A lo largo de la historia de la criminología, muchos autores han estudiado diversos aspectos

del fenómeno criminal.

En el año 1876, se publicó “El hombre delincuente” del médico Ezequias Marco César

Lombroso Levi quien tras haber estudiado delincuentes por mucho tiempo dentro de las

cárceles y fuera de las mismas encontró una serie de características físicas, sociales y

psicológicas en éstos: Un desarrollo potente de las mandíbulas, anomalías en las orejas,

insensibilidad al dolor, precocidad sexual, pereza, inestabilidad emocional, falta de previsión,

inclinación al alcohol, organización en forma de bandas, tendencia a tatuarse e inclinación a

juegos crueles, entre otras particularidades. El médico creyó en la existencia de un hombre

criminal predeterminado al delito y que se asemejaba al ser salvaje, a una regresión del

hombre primitivo.

Por los hechos anteriormente nombrados y por la sistematización del conocimiento frente al

crimen, criminal y criminalidad acompañado al estudio de sus causas, a Lombroso se lo

considera “El padre de la Criminología” y es el día 15 de abril de 1876 que se da lugar al

nacimiento de la Criminología como ciencia.

Junto con Lambroso, hay otros autores que trabajaron sobre la temática como Enrico Ferri y

Rafael Garófalo, quienes consideraron a Lambroso como centro de ideas y sobre las cuales

trabajaron desarrollando teorías y conceptos útiles para nuestra ciencia.

Ferri es considerado como “El padre de la Sociología Criminal” y Garófalo difundió y

popularizó el concepto “Criminología” con la publicación de su libro “La Criminología”.

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Los estudios anteriormente nombrados de Lambroso, Ferri y Garófalo fueron el origen de la

Criminología como ciencia que estudia al delincuente física, social y psicológicamente, y

dichos análisis son la base para la descripción de la conducta antisocial, y aunque haya

autores que afirmen que dichas teorías ya son antiguas, no se pueden considerar así, aún

persisten al momento de hacer un diagnóstico psicológico, social y de peligrosidad del

delincuente.

1.2 Concepto de criminología

Para el médico italiano Benigno Di Tullio la Criminología es “La ciencia generosa […]

mediante la cual se haga posible combatir más eficazmente la causa de los más graves y

más frecuentes actos antisociales y criminales, y buscar los medios aptos para desarrollar

en cada hombre una más profunda y más activa bondad que, constituye la premisa

esencial de todo verdadero mejoramiento de la persona humana y: por ello, de la misma

humanidad” (DI TULLIO, Benigno, Principios de Criminología Clínica y Psiquiatría Forense, Editorial Aguilar, Madrid, España, 1966,

p. 15).

Etimológicamente la palabra Criminología proviene del latín “Criminis” que significa crimen y

del griego logos – tratado, estudio – es decir, el estudio del crimen-delito. (Diccionario

estimológico de Lengua castellana. Corominas. Ed. Gredos. Madrid 1967).

El concepto Criminología es amplio y abarcativo, no solo se limita al delito (hecho delictivo)

sino también, integra los aspectos y áreas relacionadas con el comportamiento que provoca

daño intencional a nivel familiar, social, cultural e individual.

La criminología ha sido definida por numerosos estudiosos de la investigación criminológica,

según los enfoques y encuadres teóricos y las épocas históricas en las que fueron

expresadas.

Las definiciones de Criminología son numerosas, como representativas de diferentes teorías

y diferentes épocas podemos mencionar las siguientes: Rafael Garófalo Discípulo de César

Lombroso, en el año 1885 manifestaba que la Criminología es la ciencia del delito.

La Criminología es una disciplina científica e interdisciplinaria que tiene por objeto el estudio

y análisis del delito, de la pena, delincuente, víctima, criminalidad, reacción social

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institucional, cultural y económica, a los fines de la explicación, asistencia y prevención de

los hechos de violencia. (MARCHIORI, Hilda, "La víctima del delito", Ed. Lerner. Córdoba. 1990, p.

15.)

Estudia al criminal, con relación al crimen mismo, sin dejar de lado del todo a la víctima la

cual será en todo caso objeto total de estudio de la víctimologia, con el objetivo de entender

al criminal mismo y sus distintas motivaciones que lo llevaron a cometer determinados

crímenes.

Sus fundamentos se basan en conocimientos diversos de disciplinas y ciencias tales como

lo son la sociología, psicología, medicina, antropología, etc, apoyándose de manera

indirecta del derecho penal y de otras ciencias de carácter penal o forense.

Las áreas de investigación criminológicas incluyen el iter criminis, la incidencia y las formas

o mecanismos de los crímenes, así como sus causas y algunas consecuencias.

En el siglo XIX, se empiezan a aplicar los métodos de observación científica al crimen, con

el fin de determinar las causas de la criminalidad. En este momento es cuando la escuela

italiana pretende encontrar la causa profunda de la delincuencia en las anomalías

corporales y mentales de los individuos.

Tanto las escuelas positivistas y clásicas tienen una visión de consenso de la delincuencia,

que un crimen es un acto que viola los valores y creencias básicas de la sociedad. Dichos

valores y creencias se manifiestan como las leyes que la sociedad acuerde.

No obstante, hay 2 tipos de leyes: las leyes naturales se basan en valores fundamentales

compartidos por muchas culturas, protegen contra daños a personas o propiedad y forman

la base de los sistemas de derecho común.

Estatutos son promulgados por las legislaturas y reflejan las costumbres actuales, aunque

algunas leyes pueden ser objeto de controversia, por ejemplo, las leyes que prohíben el

consumo de cannabis y el juego.

El investigador, filósofo y sociólogo argentino, José ingenieros en “Criminología. Psiquiatría

Criminal” (INGENIEROS, José, "Criminología. Psiquiatría Criminal". Ed. Galifeo. Buenos Aires 1900, p.

47) describía en el Programa de Criminología que esta disciplina comprende el estudio de:

a. La etiología criminal, referente a las causas del delito;

b. Clínica criminológica, que son las formas en que se manifiesta los hechos delictivos;

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c. Terapéutica criminal, que estudia las medidas, sociales e individualizadas.

Decimos que es una ciencia interdisciplinaria ya que para el desarrollo de su estudio

científico, recurre al conocimiento de otras disciplinas y/o ciencias tales como la medicina,

psiquiatría, psicología, antropología, sociología, etc, a fin de conocer del caso desde

distintas ópticas, llegar a la formulación de sus hipótesis como génesis de la conducta

desviada y aplicar los remedios o tratamientos necesarios al caso. De tal manera, la

Criminología se encuentra en un estadio superior y abarcativo, en donde mencionadas

ciencias dependen de este, en el estudio del delito y del delincuente.

Esta Ciencia nace con la necesidad de estudiar, determinar y explicar el fenómeno y

estrecha relación existente entre el delito y el delincuente, cuáles son las causas que

llevaron al sujeto a delinquir y aplicarle remedios o tratamientos personalizados en busca

de su posible reinserción en la sociedad.

Tal vez el error en que cayeron los primeros Criminólogos, fue en centralizar la causa del

delito en un elemento a la vez.

Dichos estudios dieron origen así a las diversas teorías e hipótesis de trabajo como

conclusiones, tales como las teorías biológicas, antropológicas, sociales, psiquiátricas,

psicológicas, jurídico legal, etc en forma individual y separadas unas de otras.

En la actualidad, se afirma que el delito y el delincuente, no es producto de una causa o

elemento en forma independiente, sino que se crea como producto de la sumatoria de

diversos factores que inciden y desarrollan a una personalidad potencialmente proclive a

las conductas desviadas y/o a la comisión de aquellas conductas calificadas como delito.

Tales se tratan de las teorías bio-psico-sociales.

1.3 Ciencias que se relacionan con la Criminología

Las ciencias criminológicas, por lo general son en su origen ramas, divisiones o

aplicaciones de otras ciencias, sus áreas están claramente determinadas y su metodología

tiene una gran pureza, así la Psicología Criminal sería una rama de la Psicología General,

y la Sociología Criminal lo sería de la Sociología General.

En el momento en que estas ramas buscan integrarse a un todo, que es la Criminología, se

convierten en "criminológicas" y pasan a ser parte integrante de la Criminología General o

Sintética.

El camino de integración de la Criminología General o Sintética es claro: nace primero el

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interés de ciertas ciencias (Biología, Psicología, Sociología, Antropología) por el fenómeno

criminal, y crean ramas buscan ampliar sus conocimientos y sin perder su orientación, se

auxilian de otras ciencias para completar sus explicaciones, dando nacimiento a las

criminologías analíticas o especializadas.

Otros componentes de la Criminología siguen un camino distinto, pues nacen con gran

independencia, tales son la Penología y la Victimologia.

Componentes mínimos de la Criminología son los siguientes: Psicología criminal, Psiquiatría

Criminal, Sociología criminal, Política criminal, Victimología, Penología, Fenomenología.

La Criminología es una ciencia abierta a toda nueva conquista del saber, por esto es una

ciencia joven que no puede envejecer ya que se ve continuamente renovada por los

descubrimientos científicos.

1.4 Psicología Criminal

Desde la perspectiva psicológica un criminal es una persona con algún tipo de trastorno

mental. En la mayoría de los casos se trata de personas que han sufrido experiencias

traumáticas de abandono o abuso en la niñez que han alterado su proceso de pensamiento

y su conducta o criados en un ambiente con valores opuestos a las normas que rigen en la

sociedad en que viven.

Las lesiones cerebrales son comunes en las personas que tienen problemas de

adaptación, aunque muchas veces no se lleguen a registrar. El cerebro es un órgano que

aún no se conoce completamente.

Una mente criminal puede razonar coherentemente, como por ejemplo los psicópatas, pero

con un razonamiento que parte de premisas falsas. Su modo de ver el mundo difiere del de

la mayoría y no puede aceptar las reglas de convivencia, prefiriendo respetar sólo sus

propios códigos.

No tienen sentimientos de culpa ni remordimientos y pueden pasar desapercibidos,

comportándose relativamente en forma normal hasta que delinquen.

El diagnóstico de un psicópata es difícil, porque suelen ser muy inteligentes con una

capacidad de razonamiento complejo pero se ponen de manifiesto cuando se descubre su

idea delirante.

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Las investigaciones realizadas con personas con reacciones antisociales revelan distintas

formas de comportamiento según los trastornos de la personalidad.

Los que atentan contra la moral manifiestan anomalías del comportamiento sexual, como

el incesto, la pedofilia, la gerontofilia, la bestialidad, el fetichismo, etc.; y también

deformaciones del acto sexual como el sadismo, el exhibicionismo, etc.

Estas conductas anormales se presentan ya sea como impulsiones automáticas

inconscientes, como excesos, o como obsesiones.

Las tendencias incendiarias o piromanías se manifiestan con bastante frecuencia en el

comportamiento de los enfermos mentales, manifestación antisocial que tiene lugar casi

exclusivamente en los medios rurales. Los epilépticos, los débiles mentales agresivos, los

delirantes por actos de venganza, los desequilibrados psicópatas y los alcohólicos, son los

candidatos potenciales para cometer este delito que puede tener consecuencias trágicas.

Ciertos homicidios son realizados en un estado de inconsciencia total o casi total. Por

ejemplo en el caso de asesinatos durante estados de confusión o crepusculares epilépticos

seguidos de amnesia posterior.

Existen actos homicidas perpetrados por enfermos demenciales o confusos, que no

pueden controlar sus impulsiones agresivas debido a su debilitada inteligencia o a su

oscurecida conciencia, como las reacciones homicidas de los dementes y de los confusos.

El homicidio puede también estar determinado por una motivación delirante, dependiendo

de sentimientos o ideas de persecución, o de celos. Puede ocurrir que enfermos mentales

con delirio pasional o de interpretación, o paranoicos reivindicadores, maten bajo el

irresistible impulso de su delirio.

Los enfermos delirantes alucinados obedecen no ya directamente a sus impulsos sino

indirectamente a las voces que oyen que les ordenan las ejecuciones.

El homicidio puede presentarse como una obsesiva impulsión a la cual el sujeto se resiste

hasta el límite de lo posible, como en el caso del homicidio de los esquizofrénicos, que la

mayoría de las veces parecen ser inmotivados.

El caso de los psicópatas perversos constitucionales plantea difíciles problemas médico-

legales, ya que desde el punto de vista legal no se pueden considerar patológicos y que

son punibles, aunque constituyan personas con desequilibrios caracterológicos o

inmadurez afectiva.

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Menos dificultades presentan en los peritajes médico-legales los grandes sádicos

(vampiros, destripadores, asesinos de niños, etc.) monstruosidad patológica que se registra

en sus crímenes en forma patética y cruenta.

1.5 El Rol del Criminólogo

La tipicidad consiste en la adecuación de la conducta a un tipo penal.

A los efectos de la imposición de una pena, no interesan las conductas antijurídicas y

culpables que no sean típicas porque no están contempladas en el catálogo de delitos del

Código Penal.

El legislador penal selecciona todos aquellos hechos que por la gravedad considera

merecedores de pena.

El tipo penal es el dispositivo legal que describe la conducta conminada con pena. Según la

finalidad de la conducta existen tipos penales dolosos y culposos; según la forma de

individualizar las conductas prohibidas existen tipos penales activos y omisivos; categorías

típicas que se combinan dando lugar a tipos penales activos, dolosos y culposos, y tipos

penales omisivos, dolosos y culposos.

Por otra parte, los tipos penales contienen diferentes elementos entre los que cabe destacar

los descriptivos, normativos y subjetivos que se caracterizan por su mayor o menor

precisión, mayor o menor complejidad, para identificar la conducta punible.

Los tipos activos se caracterizan por describir a la conducta prohibida merecedora de pena,

en cambio los tipos omisivos describen a la conducta debida, resultando prohibida y

merecedora de pena toda conducta distinta de la debida. Un caso especial es el de la

omisión impropia, en el que sin estar expresamente descrita la conducta debida, por la

especial posición de garante del autor, su conducta equivale a una conducta prohibida de un

tipo penal activo

Básicamente, los tipos dolosos se caracterizan por describir a la conducta cuya finalidad

coincide con la realización de todos los elementos constitutivos del tipo penal; en este caso,

la finalidad en sí misma es el dato determinante de la prohibición.

Los tipos culposos se caracterizan por describir a la conducta cuya finalidad no coincide con

la realización de todos los elementos constitutivos del tipo penal, pero cuya forma de

ponerla en práctica o llevarla a cabo, viola un deber de cuidado, determinando la producción

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del resultado típico; la finalidad en sí misma no es el dato determinante de la prohibición,

sino la forma o modo de obtenerla.

Para que una conducta sea típica tienen que estar presentes todos y cada uno de los

elementos del correspondiente tipo penal, los objetivos y subjetivos. Es suficiente la

ausencia de cualquiera de éstos para que esa conducta resulte atípica y, por lo tanto, no

constituya delito.

En cuanto a la ausencia de tipicidad de la conducta porque no están dados los elementos

objetivos, constitutivos del tipo penal, se pueden presentar diferentes situaciones, entre las

que cabe destacar la falta o ausencia de tipo por inidoneidad del objeto, del sujeto activo o

del pasivo (Ej: homicidio de un cadáver, prevaricato cometido por un particular, estupro de

un hombre) y la ausencia de resultado típico, en cuyo caso, podría quedar un remanente de

tipicidad por tentativa, si se trata de un tipo penal doloso. Otro caso importante de atipicidad

se presenta en aquellas situaciones en las que no existe un nexo causal adecuado entre la

conducta y el resultado, como son los supuestos de aberración por desvío del curso causal,

error en el golpe y en el objeto. En ciertos casos, la conducta resulta atípica de un tipo en

particular, pero típica de otro que exige menos elementos (Ej: robo con relación al hurto).

En cuanto a la ausencia de tipicidad de la conducta porque no están dados los elementos

subjetivos, los casos más importantes son los de incapacidad psicológica para conocer los

elementos objetivos del tipo penal (autismo) y de comportarse de acuerdo a este

conocimiento.

2. ESCUELA POSITIVISTA ITALIANA DEL DERECHO PENAL

La escuela positivista italiana abandona el punto de vista puramente jurídico de la Escuela

Clásica, para estudiar desde lo antropológico al autor del delito y sus causas.

En líneas generales, sus características son:

El determinismo: Desde el punto de vista filosófico, niega el “Libre albedrío”

propiciado por la escuela clásica, sustituyéndolo por el determinismo.

Se apoya en la causalidad, que tiene leyes universales, biológicas, psicológicas y

físicas en la conservación de la materia de la que el hombre no puede escapar.

Ausencia de responsabilidad moral: como, por la hipótesis del determinismo el

hombre carece de libertad, al obrar por factores que determinan su conducta, el

fundamento de la pena, su justificación, residía en el concepto de la defensa social.

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Ya no es la “responsabilidad del sujeto que delinque lo que importa, sino su

“temibilidad”.

No se trata de un castigo, sino de una necesidad de higiene y terapéutica social.

R. Garófalo entendió por temibilidad “la perversidad constante y activa del delincuente y la

cantidad de mal previsto que hay que temer por parte del mismo delincuente”.

La medida de la pena es dada por el delincuente mismo, la extensión y forma de la pena no

puede ser fijadas por el delito (como sostenía la escuela clásica), sino por las condiciones

del delincuente.

Cuando más peligroso sea, más será la necesidad de la sociedad de defenderse,

derivándose de este concepto la noción del “estado peligroso”.

La pena fija y proporcionada al delito pasa a ser “indeterminada y proporcional a la

temibilidad del delincuente”. ((12) INGENIEROS, José, "Criminología", Ed. Rosso, Buenos Aires, 1919, p.

52.)

La escuela positivista italiana tuvo a Lombroso como biólogo y antropólogo, también a Ferri

como sociólogo y a Garófalo como jurista.

Enrique Ferri (1856-1929) es considerado el sociólogo de la Escuela Positivista, el creador

de la sociología criminal y el fundador de la Criminología moderna.

Su tesis versó sobre La teoría de la imputabilidad y negación del Libre albedrío, terciando en

la polémica entre “determinismo” y “libre albedrío”.

Estableció la Ley de la saturación criminal, pues de la misma forma que un líquido

determinado sometido a un calor prefijado diluirá una cierta cantidad de sustancia, en ciertas

condiciones sociales se producirá un número determinado de delitos, ni uno más ni uno

menos.

Clasificó las siguientes causas de los delitos:

a. Biológicas (herencia, constitución, etc).

b. Físicas (el medio ambiente cosmotelúrico, el clima, la humedad, etc)

c. Sociales (medio circundante).

Ferri especulaba que “si conocieran esas causas se podría establecer con exactitud el

número de los crímenes que se cometerían”.

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La polémica giraba en torno a saber si el delincuente nace o se hace, justamente a raíz de

la preponderancia que tenían en él los factores endógenos o exógenos.

Junto con Lombroso y Garófalo, Ferri se inclinaba por los primeros.

Clasifica con maestría a los delincuentes en: nato, loco, ocasional, pasional y habitual.

Además, descubrió distintos tipos de delincuentes, según los personajes de la literatura

clásica.

Por otra parte, combatió la idea de “pena-castigo” propiciada por Beccaria y la escuela

clásica, oponiéndole la noción de una pena como “defensa social”.

Haciendo hincapié en el reconocimiento de las causas, permitiría más prevenir que castigar,

por este motivo, esbozó como medidas de prevención los sustitutos penales, que permitirían

colocar al individuo en una situación tal que lo alejarían de la posibilidad de cometer un

delito.

Nicéforo, Alfredo fue un sociólogo en la Universidad de Lausana, quien adoptó como

programa uno análogo al apoyado por José Ingenieros (1877-1925), en una única, ciencia,

con tres partes distintas.

Por un lado, la Etiología criminal (causas del delito) que investiga la acción que influye en el

mecanismo determinante de los delitos, agrupándola en dos grandes categorías: Factores

endógenos, antropológicos o biológicos, propios de la constitución individual de los

delincuentes; Factores endógenos, mesológicos o ambientales, ligados a las condiciones

del medio en que aquellos desarrollan su actividad.

La Clínica criminológica (Juicio sobre el delincuente) que estudia los caracteres específicos

de las diversas categorías de delincuentes y las distintas modalidades que reviste el delito.

De esta manera, frente a la variedad de formas en que se manifiestan las mismas

reacciones antisociales, se ha dado en afirmar que “no existen delitos, sino delincuentes”.

Se puede deducir el diagnóstico del grado de peligrosidad, instituir el régimen de tratamiento

conveniente y formular un pronóstico de readaptación social a partir del estudio de los

caracteres físicos y psíquicos con un criterio individual.

La Terapéutica criminológica (tratamiento) se enfoca en el estudio de lo relacionado con los

medios de prevención del delito y la reforma de los delincuentes, con medidas aplicables al

individuo y recursos destinados a modificar las condiciones anormales del medio en que se

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desarrolla su actividad. Abarca, por lo tanto, el plan de defensa social y de readaptación de

los delincuentes, en base a la Etiología y a la Clínica criminológica.

En 1884, Rafaél Garófalo (1852-1934) publicó su Criminología, adoptando por primera vez

el término de esta ciencia apasionante. Parte de la existencia del criminal nato descripto por

Lombroso, pensó que debería existir un delito que siempre hubiese sido tal en cualquier

lugar y época. Si se lograba comprobar la existencia de ese delito natural, la teoría del

delincuente nato estaría justificada.

Dicho autor, observó a grupos sociales de distintas épocas, comprobando que el concepto

de delito resultaba diferente de un pueblo a otro (el homicidio en otro tiempo fue motivado

por la extrema necesidad de subsistir o aún de seleccionar la especie, por ejemplo).

Si dar muerte a una persona en determinados países y circunstancias no era delito, no se

justificaba el “delito natural”.

Por este motivo, buscó reconocer cuáles eran los sentimientos indispensables para la

convivencia social, que actuarían como fuerzas centrípetas que aunarían a los individuos

hacia un fin, hacia el centro de la sociedad, para luchar contra las fuerzas centrífugas

individuales.

Logró sintetizar dos sentimientos altruistas, indispensables para la convivencia social: la

piedad y la probidad.

Basándose en ambos definió el delito natural: la ofensa a los sentimientos altruistas

fundamentales de piedad y probidad, en la medida en que los posea un determinado grupo

social.

La medida tomada por Garófalo, es el término o medida en que estos sentimientos existen

en un grupo social. Si tales sentimientos existen pero débilmente, ese nivel medio será bajo.

Si el organismo social está fortificado, bien constituido, el nivel por lo tanto será, alto.

Clasificó a los delincuentes, con quienes tuvo poco contacto en base a las figuras descriptas

por Fedor Mijailovich Dostoievski (1821-1881) y obtuvo: Los que atentaban contra los

sentimientos de piedad (asesinos); los que atentaban contra los sentimientos de probidad

(ladrones); los que atentaban contra ambos sentimientos (asaltantes y criminales); los

cínicos ( delincuentes sexuales).

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Con relación a la política criminal, postulaba: para los infractores a delitos legales (códigos,

reglamentos), simple amonestación y obligación de reparar el daño causado; Para los que

cometen delitos naturales (propios del criminal nato), pena de muerte o el abandono total del

sujeto, influenciado por la concepción del genus uomo delinquens de Lombroso.

Planteó que los sentimientos de piedad y probidad deben ser considerados en relación al

móvil que guía estos sentimientos.

Es decir, el soldado no puede ser castigado por las muertes de sus enemigos en el campo

de batalla, el médico por las muertes de sus pacientes en el correcto ejercicio de su

profesión, ni el juez cuando condena a muerte al criminal en defensa de la sociedad, porque

ésta es la forma más eficaz de defender a la misma.

2.1. Clasificación de los delincuentes según Lambroso

Lombroso en “El Hombre Delincuente”, al examinarlos llegó a una conclusión de que el

criminal no es un hombre común si no que por sus característicos rasgos morfológicos y

psíquicos, constituye a un tipo especial. De este modo establece una tipología sobre los

tipos de delincuentes:

1) DELINCUENTE EPILÉPTICOIndividuo que sufre de epilepsia y comete a causa de esta enfermedad un delito.

Generalmente cometen delitos violentos. Una característica de estos delincuentes es que

siempre utilizan armas blancas para cometer delitos violentos. Por ejemplo, para

diferenciarlos de un impostor que quiere escudarse en su epilepsia en un delito violento, se

debe ver si el cuchillo ingresó varias veces y en un mismo ángulo. Ya que es la

característica de estos delincuentes si acuchillan lo hacen en el mismo lugar y en el mismo

ángulo. Desde el punto de vista clínico y los fenómenos electroencefalográficos, se

reconoce cuatro subdivisiones, la que afecta a estos delincuentes es la epilepsia mayor o

Gran Mal. Es inimputable.

Este tipo de homicidas tiene reacciones violenta en la que después de haber cometido el

delito quedan tranquilos y sin aparentes remordimientos, dice que sienten vértigos en la

cabeza, que les gira o da vueltas.

Las características según Turín en los criminales epilépticos son:

a) Tendencia a la vagancia en ocasiones con largas deambulaciones involuntarias.

b) Amor a los animales.

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c) Sonambulismos.

d) Masturbaciones, homosexualismo, y depravación

e) Precocidad sexual y alcohólica.

f) Facilidad y rapidez de cicatrización.

g) Destructividad.

h) Canibalismo

i) Vanidad

j) Grafomanía.

k) Doble personalidad para escribir

l) Palabras o frases especiales

m) Tendencia al suicidio

n) Tatuajes

o) Junto con los locos morales son los únicos que se asocian.

p) Simulación de locura o ataque epiléptico

q) Cambios de humor

r) Amnesia

s) Auras

La epilepsia se puede presentar de dos formas:

a) Epilepsia Real: es aquella en la que hay ataques, el sujeto cae al suelo, echa espuma por

la boca, tiene movimientos desordenados, y convulsivos, llega a morderse la lengua, etc.

b) Epilepsia Larvada: es aquella en la que se presentan los mismos sucesos aunque sin

ataque, estos criminales son más peligroso que los locos morales.

2) EL DELINCUENTE HABITUALEs la persona que observa un género de vida delictiva al extremo de llegar a constituir un

tipo permanente de personalidad criminal. Puede ser delincuente profesional, pero por lo

menos una parte considerable de su actividad es de carácter criminoso. Es imputable.

3) DELINCUENTE LOCOLombroso hace una diferencia entre los delincuentes locos y los locos delincuentes, siendo

los locos delincuentes los enfermos dementes, sin capacidad de entender o de querer, que

cometen algún crimen sin saber lo que hacen, en cambio el delincuente loco es el sujeto

que ha cometido un delito y después enloquece en prisión.

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Dice Lombroso que además los jueces que dictan las sentencias no conocen nada de

psiquiatría y son llamados en una idea general como locos criminales, esta es la puerta por

la que escapan al justo castigo.

Es aquel en que el delito es la manifestación o revelación de una anomalía mental, de su

individualidad psíquica anormal. El delito en éstos no es más que un episodio en su

anomalía mental, es considerado criminalmente inimputable. En esta clase de delincuentes

se considera: alienado, alcohólico, mattoide:

a) Delincuente alcohólico : el alcohol es un excitante que paraliza, narcotiza los

sentimientos más nobles y transforma el cerebro más sano. Las formas de

alcoholismo pueden ser hereditario, complicado con otras enfermedades y el crónico.

b) Delincuente histérico : tiene una herencia análoga a los epilépticos, aunque pocos

caracteres degenerativos, la inteligencia en la mitad es intacta, es egoísta, su

carácter es muy cambiante lo que los hace feroces, fáciles a simpatías, y antipatías

súbitas irracionales, es vengativo escandalosamente, y hace denuncias y falsos

testimonios, tiene una verdadera necesidad de mentir, una gran tendencia al

erotismo, se encuentra entre ellas delirios, alucinaciones, suicidios, y fugas muy

comúnmente para prostituirse, existen delitos múltiples aunque los más comunes son

difamación , robo, faltas a la moral, homicidios.

c) Delincuente mattoide : escasean entre las mujeres, son raros en la edad juvenil,

abundan extrañamente en las grandes civilizaciones, abundan en los países que

tienen una cultura extraña o tiene gran velocidad, abundan entre los burócratas,

teólogos, médicos, y no entre los militares, tienen pocas formas degenerativas y

pocas anomalías en la fisiología del cuerpo, son muy éticos, y muy ordenados.

Intelectualmente no hay anomalías. Tienen delirio persecutorio, persiguen y son

perseguidos.

4) DELINCUENTE LOCO-MORALEstado psicopatológico que impide o perturba la normal valoración de la conducta desde el

punto de vista moral, pero dejando subsistente la capacidad cognoscitiva y volitiva. Es

imputable.

Características:

a) Escasez en los manicomios, y su gran frecuencia en las cárceles y en los prostíbulos.

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b) Son sujetos de peso de igual o mayor a la normal.

c) El cráneo tiene una capacidad igual o superior a la normal, y en general no tiene

diferencia con los cráneos normales.

d) En algunos casos se han encontrado los caracteres comunes del hombre criminal

(mandíbula voluminosa, asimetría facial, etc.)

e) La sensibilidad psíquico-moral es, por lo tanto una sublimación de la sensibilidad

general.

f) Se rehúsa a utilizar un tatuaje ya que son astutos y saben que es una aplicación

criminal.

g) Son muy precoces o contra-natura, o precedidos y asociados de una ferocidad

sanguínea.

h) Son personas antipáticas que no conviven casi con nadie, odian con o sin motivos.

i) Es excesivamente egoísta pero a pesar de eso es altruista, aunque solo sea una forma

de perversión de los afectos.

j) Es muy vanidoso, es propia de los criminales natos como de los locos morales, vanidad

morbosa, para ser de su vida algo muy elegante.

k) Se dice por varios autores que es inteligente ya que todos sus delitos puede justificarlos.

l) Son personas bastante excitables, crueles, indisciplinados, etc.

m) Tiene una gran pereza para el trabajo.

n) Son hábiles en la simulación de la locura.

o) Tanto el nato como el moral datan de la infancia o de la pubertad.

5) DELINCUENTE NATO O ATÁVICOPersona que está determinada a cometer delitos por causas hereditarias. Se basa en que la

constitución biológica de ciertas personas les lleva inexorablemente a la delincuencia.

Presenta rasgos como ser: protuberancia en la frente, pómulos y mentón saliente, labios

partidos y algunas veces microcefalia. Es imputable.

6) DELINCUENTE OCASIONALSe trata de un delincuente primario, poco o nada peligroso, generalmente exento de

defectos psicológicos, pero susceptible de convertirse en habituales. No tiene frenos

inhibitorios. Esta clase de delincuentes no puede refrenar sus impulsos, ante la ocasión

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reacciona por impulso. Es imputable. El delincuente ocasional se puede -a su vez-clasificar

en:

PSEUDOCRMINAL: es ocasional, no es un criminal, las circunstancias hacen

que cometa el delito.

CRIMINALOIDE: persona que está empezando a delinquir por sugestión del

ambiente

DELINCUENTE PASIONAL: aquel en que el delito prorrumpe

tempestuosamente, como un huracán psíquico, anulando la voluntad e impidiendo la

sana y normal recepción de los acontecimientos. Para determinar su imputabilidad o

inimputabilidad se requiere en todo caso un atento análisis psicológico.

7) DELINCUENTE PROFESIONALEs el que participa regularmente y como medio normal de vida, en una cultura criminal

perfeccionada y dotada de un cuerpo de aptitudes y conocimientos especializados. Es

imputable.

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CONCLUSIÓN FINAL

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ANEXO

22

BIBLIOGRAFÍAhttp://www.udima.es/es/competencias-basicas-criminologo-siglo-xxi.html#sthash.j3H0110X.dpuf

WIKIPEDIA

Manual de criminología - Escuela superior de policia. Licenciada Cicely Sanchez

“Criminología psicocoanalítica, conductual y del desarrollo” Wael Hikal

DI TULLIO, Benigno, Principios de Criminología Clínica y Psiquiatría Forense, Editorial Aguilar, Madrid, España, 1966, p. 15).

(Diccionario estimológico de Lengua castellana. Corominas. Ed. Gredos. Madrid 1967).

(MARCHIORI, Hilda, "La víctima del delito", Ed. Lerner. Córdoba. 1990, p. 15.)

(INGENIEROS, José, "Criminología. Psiquiatría Criminal". Ed. Galifeo. Buenos Aires 1900,

p. 47)

12) INGENIEROS, José, "Criminología", Ed. Rosso, Buenos Aires, 1919, p. 52.)