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PARIS 1

PARIS 1 INDICE

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PARIS

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INDICE:

1. PARÍS, LA CIUDAD DE LA LUZ. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 01

2. LA TOUR EIFFEL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Pág. 02

3. MONTMARTRE Y LE SACRE COEUR. . . . . . . . . . . . . . .Pág. 04

4. EL ARCO DEL TRIUNFO Y LOS CAMPOS ELÍSEOS. . .Pág. 05

5. MADELEINE Y NOTRE-DAME. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 07

6. PIGALLE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 08

7. EL CENTRO POMPIDOU. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág.09

8. EL BARRIO LATINO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 10

9. LA ÓPERA DE PARÍS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Pág. 11

10. MEDIOS DE TRANSPORTE EN PARÍS. . . . . . . . . . . . .Pág. 12

11. PARÍS DE NOCHE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 15

12. DE TIENDAS POR PARÍS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 17

13. VERSALLES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 18

14. JARDINES DE BAGALETTE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 19

15. LA DÉFENSE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. 20

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PARÍS, LA CIUDAD DE LA LUZ

París, una de las ciudades más bellas del mundo, la más visitada, y probablemente la

más romántica de las que pueblan el planeta, hace honor a su fama y no defrauda a

nadie que acude a visitarla, sin que más bien, a la hora de partir el viajero siente tener

que partir, y lamente no disponer de más tiempo (o dinero) para volver en seguida o

quedarse más tiempo en una ciudad mágica, con un encanto especial que se percibe en

cada esquina, cada plaza, o simplemente en cada uno de sus cafés.

A diferencia de otras grandes ciudades europeas, París no tiene un "centro" definido

alrededor del cual se expande la ciudad, más bien todo París es "centro", y esto es

debido a que París no ha ido absorbiendo las pequeñas ciudades que se encontraban a

sus afueras, sino que estas han mantenido su independencia administrativa pese a que el

límite entre una de estas pequeñas ciudades y la gran ciudad de París es tan solo un

paso de peatones. Este hecho de permanecer "encerrada" desde hace tiempo hace que

todo París tenga un aspecto antíguo y clásico, y que un paseo por París sea un paseo por

un lugar donde el tiempo no parece existir, donde pese al bullicio y al movimiento

propio de una de las ciudades más importantes del mundo el visitante tendrá la

sensación de encontrarse en un lugar que no ha cambiado durante décadas o incluso

siglos.

El sobrenombre de "Ciudad de la Luz" se debe a que Paris fue la primera ciudad en

dotar a sus calles y edificios importantes de luz eléctrica, lo que causó admiración en

todo el mundo, aunque este nombre también podría deberse perfectamente a que

Francia, y en concreto París, ha sido también la luz del mundo y ciudad adelantada a

su tiempo como muestra el hecho de que aquí se fraguaron los derechos del hombre, y

los principios de libertad, igualdad y fraternidad, principios que aún hoy no están

presentes en muchos lugares del mundo.

Esta guía turística pretende describir lo que se puede ver en París, pero también intenta

expresar lo que se siente al visitar París, algo que probablemente solo puede entender

alguien que ya ha estado en esta magnífica ciudad, y propone consejos para sacarle el

máximo provecho a la visita a la ciudad más bonita del mundo.

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LA TORRE EIFFEL

Ninguno de los que visitan la Torre Eiffel de Paris ignoran lo que se van a encontrar,

ya que a buen seguro el 100 % de los millones de visitantes que Paris recibe cada año la

han visto antes, bien en cualquier documental o película, bien en fotografía o postal, lo

que no quita para que quien la ve por primera vez en persona quede realmente

impresionado y maravillado por la inmensidad de la Torre Eiffel, inmensidad que va

aumentando hasta que nos situamos bajo sus pies, y intentamos hacernos una idea de

como es posible que el ser humano haya podido construir semejante maravilla.

Visitada cada año por más de 6 millones de visitantes, la Torre Eiffel es el símbolo de

Paris, su imagen más internacional y un orgullo para la ciudad, algo impensable hace

más de cien años, cuando la torre se estaba construyendo pese a la fuerte oposición de

los intelectuales y los parisinos de la calle.

Historia de la Torre Eiffel

Las obras para su construcción comenzaron en 1887 para conmemorar la Exposición Universal que celebraba el centenario de la Revolución Francesa, tras 3 años de

estudios por parte de Eiffel y sus ayudantes, 3 años de lucha contra la opinión pública

que no querían un "armatoste" de hierro que no servía para nada y que costaría una

millonada. Finalmente, un 31 de Marzo de 1789, se inauguraba la Torre Eiffel, que

pese a lo que había costado su construcción, en términos económicos y de lucha contra

la voluntad popular, tenía una fecha de caducidad, ya que estaba pensado que se

desarmase la estructura metálica en 1900, cuando terminase la Exposición Universal, y

así hubiese sido de no ser porque a la armada francesa se le ocurrió hacer unas pruebas

con equipos de radio en lo alto de la torre, descubriéndole un uso a la Torre de Eiffel para el que no había sido construida.

En la actualidad son varias las antenas que coronan la Torre Eiffel, y no solo de radio,

sino también de televisión, y de hecho la presencia de estas antenas han elevado su

altura, de los 312,27 metros que medía en 1889 hasta los 324 metros que mide en la

actualidad, y que constituyen el punto más alto de la ciudad de Paris.

Subir a la Torre Eiffel

Subir a la Torre Eiffel es algo obligado, algo que todo aquel que visita Paris debe

hacer, ya que si no se sube es casi como si no se hubiese estado allí.

Para subir tenemos diferentes opciones, todas ellas previo pago por caja, por supuesto.

Los más deportistas podrán utilizar las escaleras (1665 escalones ni más ni menos), y

para los demás (la mayoría) existen ascensores que nos podrán dejar bien en el primer, o

bien en el segundo piso, una opción muy poco recomendable para aquellos que

padezcan de vértigo, especialmente si corre algo de viento. En las dos alturas donde se

puede subir existen diferentes tiendas de recuerdos, además de dos restaurantes de lujo.

Decir también que existe un tercer piso aún más arriba, con una vista aún mejor

(lógicamente), pero que poca gente se atreve a ver, ya que es la parte alta de la Torre

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Eiffel y se perciben perfectamente los movimientos de esta a poco que hay un poco de

brisa.

En cuanto a la vista decir que es de las mejores de Paris junto con la de la Torre Montparnasse (que tiene como ventaja la ausencia de largas colas y el hecho de que se

hace en un edificio convencional donde el viento no asusta y la lluvia no incomoda) y la

del Arco del Triunfo, muchísimo más bajo que la Torre Eiffel pero con una vista

impresionantemente bella.

Por la noche la Torre Eiffel de Paris permanece siempre iluminada, y cada media

hora (o una hora dependiendo de la época del año) luce por espacio de 10 minutos una

iluminación centelleante que constituye un verdadero espectáculo, siendo posible

presenciarlo desde cualquier lugar de Paris y sus alrededores.

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MONTMARTRE Y EL SAGRADO CORAZÓN - LE SACRE COEUR

En lo alto de la Colina de Montmartre, coronando la ciudad de París, se encuentra la

Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre, blanca y resplandeciente, que parece

vigilar y controlarlo todo.

Si bien es Notre-Dame la iglesia (Catedral en este caso), que ostenta (con

merecimiento) el título oficioso de monumento religioso más importante de París, para

el visitante puede ser una sorpresa descubrir la belleza del Sagrado Corazón, Sacre Coeur para los franceses, y de todo su entorno.

Montmartre

Montmartre se encuentra en el 18 arrodisment, es decir, el distrito número 18 de

Paris, en la zona norte de la ciudad, y es uno de los barrios con mayor encanto, si no el

que más, de la ciudad. Sus calles en cuesta, sus escaleras, y sus inconfundibles y

acogedores cafés, hacen de Montmartre una cita inexcusable para el turista. Si bien

todo el barrio es realmente bonito, la guinda nos la encontramos al llegar a la parte alta

de la colina, a donde podemos acceder, bien dando un paseo por sus bonitos jardines y

escaleras, o bien utilizando el funicular de Montmartre, que nos dejará a los mismos

pies de la Basílica del Sagrado Corazón. También es posible subir por la parte de atrás

de la colina, por sus empinadas y curvadas calles, llegando a la Place du Tertre.

Place du Tertre

Situada detrás de la Basílica de Montmartre, la Plaza es un lugar siempre concurrido,

principalmente por los turistas, aunque también por los parisinos, atraídos por esta Plaza

mágica y sus animadas terrazas y su gran ambiente.

Tanto la plaza como sus calles adyacentes están llenas de tiendas de recuerdos y

restaurantes tradicionales para todos los bolsillos, todo enfocado para recibir y ofrecer al

visitante todo lo que necesita.

Aparte de la singular composición de la plaza, con restaurantes y terrazas por todos

lados, destaca la presencia masiva de pintores, artistas urbanos que acuden allí a pintar

la plaza, hacer retratos a todo aquel que lo desee o vender sus pinturas en plena calle.

Precisamente esta afluencia de artistas hace que a Montmartre se le llame a menudo el

“Barrio de los Pintores”.

La Basílica del Sagrado Corazón

La Basílica está en pleno alto de la colina, desde donde la vista es realmente

espectacular.

Sus orígenes datan de 1870; en aquel año Francia, en guerra con Alemania, no vivía su

mejor momento, ya que parte de su territorio se hallaba ocupado por el enemigo y

además las relaciones con el Vaticano no pasaban por su mejor momento.

Entonces se empiezan a achacar las desgracias del país más a un castigo de Dios que a

una errónea política exterior, lo que se tradujo en la idea generalizada de que era

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necesario construir un templo para redimirse ante Dios y suplicar el perdón por las faltas

cometidas.

De este modo, en 1872 el Cardenal Guibert aprueba la construcción de una iglesia, y

elige Montmartre como lugar más apropiado para ellos. En 1873 la Asamblea

Nacional aprueba el proyecto, y con ello se da luz verde de forma definitiva a la

construcción de la iglesia.

En 1919, la iglesia se consagra como Basílica, lo que la convierte en lugar de

peregrinaje, un santuario que atrae cada año a miles de peregrinos de toda Francia y el

mundo entero.

Cabe destacar que la construcción se realizó con dinero obtenido con colectas en toda

Francia, estando los nombres de los donantes, muchos de ellos modestos, inscritos en la

piedra de la Basílica.

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EL ARCO DEL TRIUNFO Y LOS CAMPOS ELÍSEOS

El Arco del Triunfo es, después de la Torre Eiffel, el monumento más representativo

de la ciudad de París, y al igual que la Torre, impresiona bastante más al verlo en

realidad que al verlo en una fotografía.

El Arco está situado en la Plaza de la Estrella, Place de l´étoile, punto de partida de

varias avenidas importantes de París, entre ellas la más célebre de la ciudad y quizás

también la más célebre del mundo, la avenida de los Campos Elíseos.

La avenida es un lugar siempre concurrido y abarrotado de gente, y es el lugar favorito

de los parisinos para comprar, ir al cine o tomar algo en una de sus terrazas, siempre

completas de turistas. Aquí está el famoso Lido de París, un gran número de cines y un

sinfín de galerías comerciales, restaurantes y hoteles.

En los Campos Elíseos todo está enfocado al visitante y el ocio, e incluso una visita a

uno de sus concesionarios de coches es interesante, ya que todos los que se encuentran

están siempre atestados de curiosos admirando los distintos prototipos o coches de

época y de diseño que se exponen allí.

Las terrazas están siempre completas y es difícil encontrar sitio, y si se encuentra hay

que tener cuidado con lo que se pide y mirar la carta antes, ya que por ejemplo el precio

de una cerveza ronda o supera (dependiendo de la marca) los 6 ⁄, con lo cual sobretodo

si se va con niños es como para pensárselo dos veces antes de sentarse.

Por la noche, como no podía ser de otra forma, en los Campos Elíseos y alrededores es

posible encontrar discotecas, y además los cines suelen abrir hasta tarde, por lo que

también es un lugar animado cuando se pone el sol.

Espectacular vista de los Campos Elíseos con la iluminación navideña, con una noria instalada

en Concorde al fondo

El Arco del Triunfo

Cuando se ve el Arco del Triunfo en foto uno piensa automáticamente en La Puerta de

Alcalá de Madrid, o en diferentes arcos de triunfo de origen romano, pero cuando uno

se va acercando al Arco del Triunfo de París rápidamente se va percatando de que este

no tiene igual.

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En efecto, sus dimensiones superan o duplican las de cualquier arco de triunfo

"normal", tanto en anchura como en altura, siendo esta su característica más destacable,

que se hace más patente aún si se sube a lo alto del arco, y es que desde allí se puede ver

la que es la vista más bonita de Paris, ya que pese a estar a una altura evidentemente

inferior a la de la Torre Eiffel, y a la de la Torre Montparnasse, el edificio más alto de

la ciudad, desde el Arco del Triunfo se contempla perfectamente el perfecto dibujo de

la estrella que da nombre a la plaza, que forman las grandes avenidas que parten desde

allí, y además por sus costados la vista es impresionante, teniendo por un lado una vista

espectacular de los Campos Elíseos, otra de la Avenida de la Grande Armée con el

Arco de la Defense al fondo "haciendo la competencia" y la Torre Eiffel, y por otro lado

el resplandeciente Sagrado Corazón de Montmartre. Como no, lo único malo de tener

que subir es el previo pago por taquilla, que como casi siempre en París, resulta algo

excesivo, pero bueno, hay que tener en cuenta que si todo aquel que visita París sube a

la Torre Eiffel, lo mismo debería hacer con el Arco del Triunfo, más aún cuando la vista

es más espectacular si cabe.

En cuanto a sus orígenes, tienen lugar en 1806, cuando el entonces emperador

Napoleón Bonaparte decidió construir un Arco de Triunfo como homenaje a sus

ejércitos. El arco tiene una altura de 50 metros, y la anchura es de 45 metros. En las

paredes inferiores del Arco, que se pueden observar cruzando al centro de la plaza por

unos accesos subterráneos, están grabados los nombres de muchos generales y batallas

en los que participaron tropas francesas. También se construyó allí la Tumba del Soldado Desconocido al acabar la I Guerra Mundial en 1919, y no es difícil encontrar a

veteranos de la Segunda Guerra Mundial con sus uniformes y banderas acudiendo allí

no se sabe bien si a homenajear y recordar a sus compañeros caídos o a recibir el

homenaje y reconocimiento general.

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LA IGLESIA DE LA MADELEINE

Situada muy cerca de la Plaza de la Concordia (Concorde), en una zona muy

comercial de alto standing (al lado de la calle Faubourgs Saint-Honoré, una de las

calles más comerciales y glamurosas de París), la Iglesia de la Madeleine llama

muchísimo la atención por su arquitectura en forma de templo clásico griego.

La construcción comenzó allá por 1764 por Contant d´Ivry, siendo luego reconstruida

con planos de Guillaume Couture (1777), aunque a causa de la Revolución Francesa las obras se interrumpieron de 1790 a 1805 y en 1806 La Madeleine se transformó en

Templo homenaje a la Gran Armada, función que tuvo hasta que se acabó de construir

el Arco del Triunfo, que la relevó en esa función.

En 1842 volvió a ser iglesia católica, función que continúa representando en la

actualidad.

La Madeleine se sale de todos los tópicos de iglesia occidental, ya que cuando alguien

pasea y la encuentra por azar, no descubre que es una iglesia hasta que no accede a su

interior, debido a su arquitectura griega.

El interior de La Madeleine de Paris no es tan interesante como el exterior, pero

merece la pena como mínimo subir sus escaleras para contemplar desde allí la Rue Royal, con Concorde y el Obelisco al fondo, teniendo ante nosotros una de las

imágenes más bellas que automáticamente retendremos para siempre en nuestra

memoria.

LA CATEDRAL DE NOTRE-DAME DE PARIS

La Catedral de Notre-Dame es la iglesia más conocida de París sin duda alguna,

siendo la obra por excelencia representativa del estilo gótico a nivel mundial.

Su privilegiada situación, bordeada por el Sena y con jardines por delante y por detrás,

hacen que la catedral pueda ser observada en su totalidad con total comodidad para el

visitante, que podrá inmortalizar su visita con bellas fotografías desde cualquiera de los

puentes que cruzan el río, desde su jardín delantero, con las dos torres principales

presidiendo la imagen, desde un lateral, pudiendo destacar la expresividad de sus

célebres gárgolas, o desde la parte de atrás, donde destacan las altas agujas que coronan

su “tejado”.

La construcción de la catedral de Notre-Dame se llevó a cabo entre los siglos 12 y 14

(de 1163 a 1345 concretamente), y el proyecto es de Maurice de Sully.

El interior sin duda no es tan impresionante como el exterior para el inexperto en arte,

pero resulta ciertamente impresionante entrar a la catedral y ponerse en el pasillo central

de la iglesia cara al altar, observando toda su grandeza e inmensidad.

Existe un museo con un tesoro en su sacristía, al que se accede desde el interior de la

iglesia.

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Si podemos elegir día y hora para efectuar nuestra visita a Notre-Dame, puede resultar

interesante hacerla el sábado a las 14:30, ya que en ese momento se efectúa una visita

guiada totalmente gratuita en lengua española.

La catedral tiene planta de cruz latina, una fachada de 40 metros de ancha, una longitud

de 130 metros, y una altura máxima de 69 metros

Para los amantes de la estadística, decir que la catedral contiene 5 naves, 37 capillas, 3

rosetones con 13,5 metros de diámetro cada uno y un total de 113 vidrieras.

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PIGALLE

Aunque se puede visitar de día, y la visita puede resultar curiosa, a Pigalle hay que ir

de noche, que es cuando el barrio está de verdad animado, y aunque no estemos atraídos

por la cantidad de establecimientos que ofrecen espectáculos eróticos y similares, el

espectáculo de luces al más puro estilo "Las Vegas" resulta llamativo.

Pigalle se encuentra al norte de París, muy cerca de Montmartre, así que una buena

opción puede ser visitar el Sagrado Corazón de Montmartre por la tarde aún con

buena luz, disfrutar del atardecer en lo alto de la colina, cenar en la Place du Tertre disfrutando de un ambiente sin igual y luego bajar dando un paseo hasta Pigalle, donde

podemos tomar algo en cualquiera de sus pubs o discotecas, o por qué no, hacer como

miles de turistas hacen todos los años, entrar al archifamoso Moulin Rouge y disfrutar

del famoso "French Cancan" y de un espectáculo único en el mundo.

Moulin Rouge aparte, la visita al barrio de Pigalle de noche es casi obligada, siendo

sin duda la zona más transitada de Paris cuando se pone el sol, más incluso que los

Campos Elíseos, y si vamos en coche o taxi no debería extrañarnos quedar atrapados en

mitad de un atasco rodeados por coches de parisinos en busca de diversión y de

autocares repletos de turistas venidos de todos los lugares del mundo.

En el Moulin Rouge se cuida al mínimohasta el más mínimo detalle del vestuario

de las bailarinas.

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CENTRO POMPIDOU

El Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, más conocido como

"Centro Pompidou", fué inaugurado en 1977, y aunque concebido cuando el presidente

era en Francia George Pompidou, este falleció antes de poder verlo terminado, siendo

su sucesor, Giscard D´Estaing quien lo inauguró.

El Centro es un enorme museo de arte contemporáneo, y en su anterior se realizan

multitud de exposiciones de todo tipo, representaciones teatrales, y está dotado con una

enorme biblioteca pública con capacidad para más de 2000 personas.

Lo más llamativo del Centro Pompidou no es la gran cantidad de obras de arte

modernas que alberga ni todas las actividades que se pueden encontrar en su interior,

sino que el gran interés del centro, sobretodo para los visitantes, es el edificio en sí, un

edificio moderno diseñado por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers, que

destaca por su apariencia semi-industrial y el hecho de que sus elementos funcionales,

como escaleras, conductos de agua, de aire, etc... están situados en el exterior del

edificio, dejando un interior diáfano donde se puede aprovechar cada metro cuadrado

del interior. Este hecho es el que le da su apariencia característica, con una fachada

principal donde destacan las escaleras mecánicas que cruzan la fachada de un lado a

otro, y la parte posterior, donde están todos los tubos de diferentes conducciones y

suministros, que están pintados de vivos colores.

Precisamente este aspecto, tan innovador y chocante en los años 70, hizo que fuese

muy criticado al chocar enormemente con la estética clásica y romántica de las calles y

edificios parisinos, pero a día de hoy es de los edificios más queridos por los parisinos,

y de los más visitados por los turistas.

En la fachada principal del Centro Pompidoudestacan las escaleras mecánicas,

que cruzan la fachada de un extremo a otro

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EL BARRIO LATINO

El Barrio Latino de Paris, situado a escasos metros de Notre Dame, cruzando el Sena,

es uno de los lugares más animados sobre todo en la tarde-noche parisina. Lo forman

una serie de pequeñas calles y callejuelas donde no hay más que bares y restaurantes de

todos los lugares del mundo, y para todos los bolsillos, pudiendo tener en pocos metros

distintos restaurantes griegos, italianos, chinos o japoneses, y pubs irlandeses junto a

típicos pubs al más típico estilo fashion parisino.

Es un lugar donde es muy agradable pasear, y donde el no conocer la lengua francesa no suele ser un gran inconveniente, ya que está atestado de turistas que, caso de que en

el restaurante en cuestión no nos entiendan, nos pueden siempre echar una mano (en los

lugares turísticos como es lógico aunque no sepan español la carta sí suele estar en

español, así que nos podemos comunicar con el camarero en un perfecto "francés por gestos", que todos dominamos).

Visita imprescindible que se puede hacer aprovechando una jornada con visita a Notre Dame, que podría estar asímismo precedida de un paseo por Bouburg (barrio donde se

encuentra el moderno Centro de Arte Pompidou), muy cercano así mismo al

espectacular Ayuntamiento de Paris (no hay más que seguir los carteles de "Hôtel de Ville" para encontrarlo) y a la explanada de Châtelet.

En el Barrio Latino de Paris podemos degustarlas distintas especialidades gastronómicas

de los cinco continentes a precios asequibles

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LA ÓPERA DE PARIS

La Opera de Paris (la antigua, ya que existe una nueva en la histórica Plaza de la Bastilla) es uno de los edificios más bellos y representativos de París, resultando

impresionante su vista desde la isleta central de la Plaza de la Opera, siempre llena de

turistas y aficionados (también profesionales) a la fotografía, donde se encuentran los

accesos al metro.

La Opera de Paris es uno de los edificios más bellos de Paris

La Opera se sitúa como elemento central en la Plaza de la Opera, a la que da nombre, y

se encuentra muy cercana al Museo del Louvre, que está a tan solo 10 minutos de

paseo por la Avenida de la Opera, una de las pocas de Paris que no tiene ningún árbol

plantado por expreso deseo de Napoleón III, quien temía ser disparado desde las

ventanas de los edificios laterales, ocultas por las ramas y hojas.

El edificio de la Opera fue construido por el arquitecto Charles Garnier entre 1861 y

1874 por orden de Napoleón III, quien por ironías del destino no llegaría a ver la

inauguración del teatro-ópera en 1876, con la ópera Jeanne D´Arc, de Mermet, aunque

las iniciales N-E (Napoleón - Eugène, su mujer) presiden la fachada principal.

Más que un lugar para disfrutar de la ópera, el edificio era un lugar de prestigio, un

círculo elitista donde burguesía y aristocracia acudían a lucirse, y es que aún hoy en día

la Opera de Paris sigue impresionando por su monumentalidad, su espléndida escalera

de entrada y su suntuosa decoración sobrecargada de dorados y candelabros.

Hoy en día, el Palacio de la Opera de Garnier alberga sobretodo espectáculos de

ballet, y solo en ocasiones especiales se representa allí alguna ópera clásica, ya que

normalmente estas representaciones se efectúan en la nueva ópera, en Bastille, más

práctica pero mucho menos espectacular. Para hacerse una idea de su monumentalidad,

baste decir que su superficie es de 11.237 metros cuadrados.

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MOVERSE POR PARIS: EL TRANSPORTE PÚBLICO

Como gran ciudad que es, París está dotada de suficientes medios de transporte (de

día) como para decir que las comunicaciones en general son buenas en la ciudad,

aunque hay que matizar según el medio de transporte del que estemos hablando.

Lo que es evidente es que la mejor forma de ver París es a pie, y si estamos en un hotel

bien situado cerca de la Ópera o los Campos Elíseos la tarea será mucho más sencilla,

ya que podremos ver gran parte de los atractivos de París sin tener que perder el tiempo

en el metro o sin correr el riesgo de que nos pille un atasco en un autobús. Por

supuesto París es una ciudad enorme, y tiene puntos de interés a lo largo de toda la

ciudad, por lo que será inevitable utilizar el transporte público.

En cualquier caso lo que no es una buena idea es alquilar un coche, ya que será

complicado aparcar, será caro, corremos el riesgo de pasarnos el día en un atasco, aparte

de que al no conocer la ciudad bien no será difícil perderse y dar vueltas a lo tonto.

LOS TAXIS:

Contrariamente a otras ciudades, los taxis en París no son de un color determinado,

sino que simplemente se distinguen de los coches "normales" porque llevan un cartelito

que les identifica en el techo del vehículo. El coger un taxi en París presenta diferentes

inconvenientes:

- el primero y más evidente es el precio, los taxis en París son mínimo un 50 % más

caros que en cualquier ciudad española.

- solo cogen 3 ocupantes como máximo (con algunos se puede negociar un "extra"

para que otro ocupante se coloque de "copiloto", pero la mayoría no aceptan y no entran

en la negociación).

- en ocasiones la tarea de encontrar un taxi en París es misión imposible, ya que el

número de licencias es muy limitado y realmente es un hecho constatable que faltan

taxis en París. Esto se hace especialmente evidente por la noche, donde en ocasiones

incluso llamando a los números de teléfono de distintas compañías de tele-taxi nos

responde un contestador que directamente nos dice que de momento es imposible y que

probemos más tarde, con lo cual podemos estar hasta dos horas en pleno centro de la

ciudad hasta que nos manden un taxi. Por la noche también resulta frustrante estar en el

centro y acercarse a una parada de taxis y ver una fila interminable de gente

desesperada porque no llega ningún taxi libre... c´est Paris...

EL METRO:

El metro es el mejor sistema con diferencia para moverse por Paris, ya que el metro parisino es rápido, existen numerosas líneas y además las estaciones están próximas

entre sí, con lo cual vayamos donde vayamos siempre tendremos cerca una estación de metro.

El inconveniente del metro de París es que es bastante sucio y en muchos sitios el olor

a cloaca lo invade todo dando a sus pasillos un aspecto más propio de unas catacumbas

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que los de un medio de transporte público. El servicio comienza a las 5 h de la

mañana, y acaba a la 1 h.

En cuanto a la comodidad, va un poco en función de la línea que cojamos. Por lo

general los vagones, sean antiguos o nuevos están pensados para ir de pie y que

alberguen a gran cantidad de personas, aunque en los menos modernos hay varios

asientos abatibles que se pueden utilizar solo si el vagón no se empieza a llenar, en cuyo

caso deberemos levantarnos e ir de pie (los parisinos cumplen a rajatabla esta norma, y

de hecho si alguien sigue sentado mientras los demás van apretados casi siempre se le

suele llamar la atención para que se levante y prime la comodidad de la mayoría).

Las líneas más modernas, caso por ejemplo de la línea 1, que es muy utilizada por los

turistas porque saliendo de la Defense para en el Arco del Triunfo, Campos Elíseos (3

paradas), Concorde, Tullerías y Museo del Louvre, existe un sistema para que

podamos tener cobertura en el móvil, por lo que no debemos sorprendernos si a

nuestro lado alguien habla por su teléfono o de repente el nuestro se pone a sonar.

Tambien no debe sorprendernos encontrarnos con perros en el metro, ya que aunque no

es muy habitual y en teoría ahora no está permitido, es una práctica habitual sobretodo

si el perro tiene un tamaño pequeño.

Ahhh... si por lo que sea mientras esperamos al tren se nos cae algo en la vía no es muy

recomendable bajar a por ello; las vías están electrificadas, así que lo mejor sería ir a la

salida a buscar a cualquier empleado a ver si nos pueden ayudar.

A la hora de comprar los tickets o billetes, tenemos diversas opciones, ya que podemos

coger cartas que nos permitirán utilizar el Transporte Público Parisino con total

libertad cuantas veces queramos por un fin de semana, una semana o varios días, aunque

por lo general compensa mucho más comprar billetes de 10 en 10 en el metro (nos

darán 10 billetes de un solo uso y no uno que podamos usar 10 veces como en la

mayoría de ciudades europeas, pero sale más barato que comprarlos por separado) por

10,50 ⁄, y nos valdrán para el RER (con un solo ticket podemos hacer transborde entre

metro y RER como si de una línea más de metro se tratara) y autobús además (solo

para zonas 1 y 2 en ambos casos).

Plano del metro de Paris

El RER:

El RER es para entendernos un "cercanías". En París se utilizan como si fuesen una

linea de metro más, y de hecho el mismo billete que cogemos para ir en metro lo

utilizaremos para hacer un transbordo y coger el RER. Conviene estar muy atentos a las

pantallas, ya que según la línea que sea pueden parar o no en todas las estaciones, y

corremos el riesgo de que nuestro tren pase de largo de nuestro destino y tengamos que

volver (la gracia es evidente si nos equivocamos y cogemos un tren "express" que va

directo al aeropuerto, ya que nos pasaremos casi 40 minutos en el tren antes de poder

dar la vuelta).

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Si tenemos un plano de metro delante podemos distinguir las líneas de RER porque

estas están identificadas por cinco letras distintas (A, B, C, D y E) y no por números

como las de metro.

EL AUTOBUS:

Si en el caso del metro el servicio es bastante interesante, lo contrario debe decirse de

los autobuses. Salvo que tengamos claro que un autobús nos vale seguro y nos hayan

asegurado que no tarda mucho en pasar es mejor evitarlo, ya que, de forma general la

frecuencia no es la deseable, y de manera particular, dependiendo de las líneas en

algunas el servicio puede acabarse a las 19 h, y existen algunos casos en los que los

domingos la línea directamente no funciona.

Para la noche existe un servicio nocturno de autobuses en Paris, el Noctanbus, que

cubre diferentes rutas que salen de Châtelet, por lo que conviene informarse si cerca de

nuestro hotel o alojamiento pasa alguno de estos "buhos".

Red de autobuses de Paris

Los autobuses parisinos, al igual que el metro,están pintados con los colores verde y blanco

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PARIS DE NOCHE

Si esperamos que París sea igual de animado de noche que de día nos llevaremos un

enorme chasco, en especial si pensamos encontrarnos algo parecido a lo que podemos

encontrar por ejemplo, en cualquier ciudad española.

En París también se sale, por supuesto, no es que sea una ciudad "muerta" ni mucho

menos, pero hay que saber lo que queremos buscar, y donde podemos encontrarlo. De

este modo por lo general la "marcha" en París no se concentra en varios lugares con

mucha oferta, sino que existen distintas discotecas repartidas por la ciudad, pero no

tenemos otras opciones al lado, sino que si el sitio no es lo que esperamos debemos

trasladarnos a otra zona de la ciudad. Por fortuna existen excepciones, como

Oberkampf, y sobretodo, Bastille, que creo serán más del gusto del turista.

Como para todo, en París el uso de tarjetas bancarias y de cheques está muy

extendido, así que no es raro que la gente compre el pan entregando un talón, y pagar

las copas en la barra con una tarjeta es lo más normal del mundo, así que si nos

quedamos sin dinero siempre podemos tirar de tarjeta sin tener que ir corriendo a buscar

un cajero automático.

Bastille

Bastille es sin duda el mejor lugar para los que disfrutan sin quedarse parados en un

mismo sitio toda la noche, una zona con dos o tres calles llenas de diferentes cafés y

pubs, además de algunas discotecas, para poder estar de juerga toda la noche. Una vez

más hay que recordar que los precios no son los mismos que en España, así que hay

que andarse con cuidado.

Oberkampf

En Oberkampf también podemos encontrar bastantes sitios para elegir juntos, aunque

son más bien cafés con música que pubs, ya que salvo alguno en concreto, en la

mayoría de los sitios todo el mundo permanece sentado. Resulta de todos modos curioso

estar en un lugar con luces de pub, música de pub, pero donde permaneces sentado

como si estuvieses en un bar normal y corriente.

Discotecas

Las hay de todos los colores y tamaños repartidas por toda la ciudad. La inmensa

mayoría son restaurante también, así que se puede ir a cenar y acto seguido echarse

unos bailes. Como curiosa para visitar resulta por ejemplo el Buddha Bar, con una

cuidadísima decoración que hace de este espectacular restaurante-discoteca un

auténtico templo hindú, con una espectacular estatua de Budha presidiendo todo.

Para los que no puedan vivir sin la música española, resulta muy recomendable "La Serena" (metro Bourse), donde el español es tan corriente como el francés (salvo en la

música, donde todo lo absorbe la lengua de Cervantes) y además no cobran entrada, con

lo cual si no nos gusta siempre se puede ir a otro sitio sin estar prisionero del pago de la

entrada. Es un lugar donde la San Miguel corre más deprisa que la 1664, la cerveza

francesa más popular.

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Otros sitios

Existen zonas en París, donde sin ser zonas de mucha marcha ni zonas donde solo

podemos encontrar un sitio para entrar, podemos elegir entre diferentes opciones.

Así por ejemplo, en los Campos Elíseos y sus alrededores siempre podremos

encontrar algún sitio abierto, destacando el Restaurante-discoteca Montecristo (la

comida está bien y no es caro para ser París y ser también discoteca), así como varias

discotecas que se encuentran en la parte de los Campos Elíseos más cercana a la Plaza de Concorde.

Otro lugar donde siempre hay algo abierto es Pigalle y su vencino Montmartre,

donde aparte de sex-shops y similares, también podemos encontrar numerosos pubs,

karaokes y alguna discoteca como la Lokomotive ("Loko" para los parisinos), una de

las más famosas y concurridas de París, donde siempre nos harán esperar cola aunque

no haya gente, y que se encuentra pegada al Moulin Rouge.

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DE TIENDAS EN PARIS

Si se dispone de tiempo, lo cual no suele pasar dado lo mucho que hay que ver en

París, siempre podemos aprovechar para ir de compras por París, bien a sus famosos

grandes almacenes, bien en determinadas calles donde se alojan gran cantidad de las

grandes firmas de la moda a nivel mundial.

LOS GRANDES ALMACENES

Los grandes almacenes de Paris se encuentran en el Boulevard Haussmann, cerca de

la Plaza de la Ópera, y se puede acudir allí en transporte público por metro o RER en

las estaciones de Ópera, Havre-Caumartin, Auber (estación que comunica a pie con la

de Havre-Caumartin) o Grands Boulevards.

Una vez en el Boulevard Haussmann, podemos elegir, además de otras opciones, entre

los dos grandes almacenes de Paris, las célebres Galeries Lafayette o el no menos

conocido Printemps, dos grandes edificios donde podemos encontrar grandes espacios

de joyería, calzado, y como no, la mejor ropa y las últimas tendencias de las grandes

firmas del prêt-à-porter.

ALTA COSTURA

La calle Foubourg-Saint-Honoré, cercana a Concorde, es una de las calles más

prestigiosas y comerciales de Paris, por lo que paseando por ellas podemos encontrar lo

mejor de las más importantes y prestigiosas firmas internacionales, Gucci, Dior,

Valentino...

En el barrio de Saint-Germain-des-prês podemos, además de comprar en las

boutiques de las marcas más importantes, pasear por este maravilloso y encantador

barrio típico parisino, siempre atestado de turistas atraídos por la belleza de este trocito

de Paris.

LA PLACE VENDÔME

La Place Vendôme, muy próxima al Museo del Louvre, Concorde y la Iglesia de la Madelaine, es el paraíso de cualquier aficionado a la alta joyería, y en general el

paraíso para cualquier mujer y la pesadilla de su acompañante (si es este quien debe

pagar luego la factura). En esta emblemática plaza se encuentran las más prestigiosas

firmas, como Cartier, Armani, Bulgari, Chanel, etc... además de diferentes bancos

árabes y el célebre Hotel Ritz de París.

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VERSALLES

A media hora de París, se encuentra la ciudad de Versalles, famosa por albergar uno de

los palacios más bellos e importantes del mundo, y símbolo del poder absolutista de los

monarcas franceses y en especial de Luis XIV, el principal artífice de que Versalles sea

lo que es, de lo cual pudo disfrutar en vida.

Versalles además es un lugar histórico, ya que aquí se fraguó y comenzó la Revolución Francesa, y ciento veinte años más tarde se firmó el Tratado de Versalles, que

supondría el fin de la I Guerra Mundial.

El Palacio de Versalles

Allá por 1623, el monarca Luis XIII mandó construir un pabellón de caza ubicado en

un coto, en el cual el monarca y los nobles pasaban sus ratos de ocio. El lugar gustó

tanto al rey que mandó que fuese ampliado, construyendo lo que se conoce como "el

antiguo palacio".

Posteriormente, Luis XIV obsesionado con crear un palacio y entorno sin igual,

encargó a su arquitecto Luis Le Van el embellecimiento y ampliación del edificio

primitivo, sobre el que se construyó la Galería de los Espejos, sin duda la sala más

impresionante del Palacio de Versalles, y que sirvió por ejemplo de sala para la firma

del Tratado de Versalles.

Del interior del palacio destacan así mismo los Salones de la Paz y de la Guerra y las

habitaciones del rey y de la reina, además de la Cámara de la Reina, que se conserva

tal y como la dejó María Antonieta al abandonar Versalles en 1789. También es

importante la Capilla, lugar donde acudían a misa diariamente Luis XIV, Luis XV y

Luis XVI, y sorprende la Ópera, un espacio donde los monarcas disfrutaban de

conciertos para su entretenimiento.

Los jardines

Si la visita al interior del palacio puede ser calificada como espectacular, no lo es menos

la visita a los jardines, donde se puede pasear durante horas sin cansarse de ver jardines

con perfectas simetrías y diseños espectaculares o la gran cantidad de estanques y fuentes con los que está dotado el Palacio de Versalles, y que dan una idea de la gran

obra que tuvo que resultar para la época llevar tanta agua allí y acondicionar y mantener

todo aquel espectacular complejo.

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JARDINES DE BAGATELLE

El Parque de la Bagatelle se encuentra en el Bois de Boulogne (Bosque de Bolonia), y

linda con Neuilly-Sur-Seine, que a su vez está pegado a París. Para ir allí en transporte

público la mejor opción es coger el autobús 43, que podemos coger en Pont de Neuilly (línea 1 de metro), o el 244, que se coge en Porte Maillot (también en la línea 1). El

Parque se abre a partir de las 9 h y permanece abierto hasta las 19 h. la mayor parte del

año, aunque de mayo a agosto cierra a las 20 h.

El Parque surge como resultado entre un acuerdo entre María Antonieta y el Conde de

Artois, que había adquirido la propiedad en 1775, y se levantó milagrosamente en solo

64 días siendo concebido por Belanger y realizado por Thomas Blaikie, con un estilo

anglo-chino típico de esta época.

El Parque y el Chateau de la Bagatelle escaparon a las destrucciones de la Revolución Francesa, aunque sufrieron numerosos cambios al pasar de mano en mano.

En la actualidad el Parque de la Bagatelle es un paradisíaco lugar donde el murmullo

del agua acompaña continuamente al visitante, y este puede contemplar cascadas

artificiales, grutas, puentes, y exóticos jardines y plantas. Algunos d estos jardines están

dedicados en exclusiva a un tipo determinado de flor, lo que les hace realmente

especiales, destacando las dos roserías, en las que se inspira la Rosaleda del madrileño

Parque del Retiro.

Las Roserías de la Bagatelle comprenden una extensión de 17.000 m, donde habitan

9.000 rosales de 1.100 variedades distintas procedentes de todos los confines del

mundo. Sin duda un lugar maravilloso concebido para en deleite de nuestros sentidos.

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LA DEFENSE

La Defense ("La Défense" en francés) está considerado el principal centro de negocios

y actividad empresarial no solo de París, sino de todo Francia. Como muestra de su

importancia económica, valga el dato de que en esta ciudad de los negocios se produce

tanto dinero como el Producto Interior Bruto de Grecia (número 40 del mundo).

En realidad, La Defense no forma parte del término municipal de París, sino del de

Puteaux, pero pese a esto la cercanía es tal de la capital que partiendo del Arco del Triunfo de los Campos Elíseos en metro podremos llegar a la explanada en menos de

10 minutos, y eso habiendo atravesado antes paradas de otra ciudad distinta, Neuilly-Sur-Seine, la más rica de las ciudades que encierran a París.

Ahora bien... ¿qué puede ofrecer La Defense a un visitante ávido de monumentos y

lugares de interés cultural?

Una ciudad del futuro

Cuando uno llega a la Defense y sale del metro o bien de la terminal de autobuses, se

encuentra en mitad de una gran explanada de cemento, a cuyos laterales se encuentran

modernos centros comerciales, y detrás de estos, un sinfín de torres y enormes

rascacielos acristalados, característicos de una arquitectura moderna, y con mil formas

distintas, de manera que parecen competir entre sí para ver cual es el más bello y

original. Esta arquitectura puede que no sea del agrado de los amantes de lo más clásico,

si que suele impresionar y asombrar a la mayoría de los visitantes que acuden allí.

Aparte de contemplar estos rascacielos, la Defense es un maravilloso lugar para realizar

compras de todo tipo, ya que hay alrededor de la explanada varios centros comerciales con infinidad de tiendas de todo tipo, de modo que cualquier cosa que necesitemos la

podremos encontrar allí.

En cualquier caso existe un peculiar edificio que por sí solo bien merece acercarse hasta

allí, el llamado Grand Arche de la Défense, "El Gran Arco", un moderno edificio en

forma de arco que preside como si fuese un altar la explanada de la Defense.

El Gran Arco de la Defense

El Gran Arco de la Defense es un prodigio de la arquitectura moderna, diseñado por el

arquitecto Otto Von Spreckelsen, y se inauguró en 1989 para conmemorar el

bicentenario de la Revolución Francesa.

Sin duda el hecho de ver de cerca este singular edificio-monumento justifica una

pequeña excursión si se dispone del tiempo necesario para ello.

Como ir

La mejor forma de ir a la Defense es en metro, a través de la moderna línea 1, y

descender en la última estación, La Defense Grand Arche, aunque se puede ir en coche

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(hay 4 grandes parkings en la Defense) en una opción que no es muy recomendada, en

taxi, en RER con la línea A (es una buena opción ya que esta línea de RER tiene una

frecuencia de paso similar a la del metro) o a través de las numerosas líneas de autobús

que pasan o tienen cabecera de línea en la estación de autobuses que se encuentra bajo

la explanada, donde tienen parada las líneas 144, 262, 258, 73, 141, 159, 161, 178,

174, 275, 278, 276, 360 y 378.

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CONSEJOS

La verdad es que es difícil dar consejos de un modo general, sin saber si la persona que

leerá esto irá a París un día o una semana, así que simplemente las indicaciones serán

generales.

- Consejos sobre el dinero

Gracias a Dios, a la política que por una vez sirve para algo positivo, y sobretodo al

euro podemos ir a Paris sin tener que pasar previamente por las casas de cambio o el

banco, lo cual siempre resulta un coñazo aparte de caro.

En cualquier caso, el hecho de compartir moneda con Francia no tiene nada que ver

con el hecho de compartir precios con ellos, es decir, que no es lo mismo tomarse una

caña en un bar en Madrid que tomársela en un café de París, sobretodo a la hora de

pagar. Estas diferencias de precios, si bien no son patentes en ciertos artículos como por

ejemplo en todo lo referente a electrodomésticos o informática, pero en todo lo que es

ocio, es decir, restaurantes, bares, transportes y demás, que es lo que nos interesa en este

caso (no creo que nadie que lea esto esté pensando en comprarse una lavadora en

Francia), las diferencias son evidentes y en muchos casos abismales. Por esto resulta

importante mirar los precios si es posible antes de entrar a algún lugar, o corremos el

riesgo de pagar más de 4 euros por un café si lo tomamos "como dios manda" sentados

en una silla con un camarero que nos lo traiga. Lo mismo que para el café es aplicable a

los refrescos, cervezas etc.. y por la noche en Paris tomar un "cubata" en un pub no

bajará de 10 euros, y la cantidad de alcohol que nos pondrán será tres veces menos de la

que nos pondrían en España, aunque por lo menos no será garrafón.

A la hora de comer viene a ser lo mismo, aunque siempre se pueden buscar opciones

económicas como el Mc Donalds (no hay Burguer King) o el Quick (cadena de

"burguer" francesa), con precios idénticos a los de España. En lugares como el Barrio Latino será fácil encontrar un sitio asequible y donde se coma bien, pero hay que pensar

que en otros como los Campos Elíseos lo más probable es que paguemos mucho y

comamos no demasiado bien. En cualquier caso si podemos permitírnoslo siempre es

aconsejable probar la rica gastronomía local en un buen restaurante, y si no sí al menos

en cualquier brasserie (algo así como una taberna estilo francés), donde si bien los

precios no son baratos al menos no son de escándalo.

Importante también salir si es posible bien provistos de carretes fotográficos. Hay que

pensar que casa esquina y prácticamente cada calle en París es objetivo potencial de

"foto", y si no queremos pagar 9 euros por un carrete (precio de los Campos Elíseos)

mejor ir preparados.

Los recuerdos así mismo varían mucho de precio de un sitio a otro, así que mejor no

comprarlos en los Campos Elíseos y no comprarlos el primer día, para ya hacernos una

idea de lo que es allí caro y barato.

- Consejos sobre las huelgas

En Paris es raro el día que no haya una huelga de algo, ya sean los colegios, ya sea La

Poste (correos), o ya sean los trabajadores del metro o del RER, hay que procurar

informarse los días previos al viaje de lo que nos vamos a encontrar para no llevarnos

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sorpresas realmente desagradables que nos desmonten los planes y nos quedemos sin

saber lo que hacer.

- Consejo importante: El Paraguas

Salvo que sea julio o agosto es imprescindible ir equipados con uno. En París el tiempo

cambia de un segundo a otro, así que conviene mirar bien las predicciones

meteorológicas y no fiarse de que al salir del hotel parece que hace bueno. En cualquier

caso aunque nos llueva por lo general las lluvias son finas y nos permitirán hacer

turismo y seguir disfrutando de París pese a su presencia.

- El RER:

El RER es como un cercanías, pero que en París se utiliza como si fuese una línea más

de metro (son 5 líneas las que pasan por París) Pese a todo conviene estar alertas

porque no todos paran en todas las paradas. En cualquier caso ver sección moverse por

París.

- Planificar el itinerario:

No siempre es posible planificar al detalle lo que vamos hacer y el tiempo que

debemos estar en cada sitio, pero a veces, sobretodo si vamos solo para un fin de

semana a Paris, es bueno tener claro que es lo que debemos ver a toda costa y qué es lo

que veremos solo si tenemos tiempo extra.

Ir a la aventura y sin la presión del cronómetro está bien si disponemos de tiempo de

sobra, pero si no corremos el riesgo de dejarnos sin ver algo que realmente era más

importante o algo que teníamos muchas ganas de ver.

Aunque esto es cuestión personal, yo no me perdería bajo ningún concepto

Montmartre, La Torre Eiffel, Los Campos Elíseos (empezaría en el Arco del Triunfo, bajaría hasta Concorde y seguiría hasta el Louvre, y si me aguantan las

piernas y tengo tiempo iría hasta la Ópera), la Ópera, el Louvre (por fuera, y por

dentro si dispongo de un día entero para disfrutarlo o al menos una tarde para ver la

Joconde, la parte de arqueología de Egipto, la Batalla de Samotracia y algo de

pintura) y Notre-Dame. Después de estos objetivos primarios e imprescindibles hay

otros lugares con un gran interés también, como la Madeleine, Place Vendôme, o los Inválidos (para muchos iría antes que los que yo he puesto en primer lugar), que si bien

tienen efectivamente mucho interés no sería tan grave perdérselos como los primeros.

- El Café:

En principio puede parecer una tontería, pero si acudimos a París es seguro que

pasaremos a alguno de sus típicos cafés, y probablemente allí pediremos café. Por esto

conviene saber que si pedimos simplemente un café, nos podrán un café solo, y que si lo

que queremos es un café con leche, deberemos pedir un café creme, ya que si pedimos

un café au lait (café olé sonaría en español) lo más probable es que nos pongan una

gran taza de desayuno, cuando probablemente no queremos eso. Si lo que queremos es

un café cortado, simplemente debemos pedir un noisette (sonaría "nuaset") y sería

suficiente.

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Si además de un café, queremos una tostada deberemos pedir el café et une tartine, y

nos pondrán media baguette con mantequilla, nos olvidamos del "pan bimbo" que en

París no se lleva, y tendremos ya desayuno o merienda, aunque eso sí, no por menos de

4,5 ⁄ por cabeza.

- La repostería:

Simplemente es como ver la Torre Eiffel: obligatorio. En cualquiera de las

muchísimas boulangeries (panaderías) que florecen por las calles de París como plantas

en un jardín, podremos degustar ricos pasteles y su exquisita bollería. Los croissants nacieron en Francia, y por tanto es una buena oportunidad para probar los auténticos, y

para los amantes del chocolate nada mejor que un pain au chocolat ("pan shocolá" es

como suena), que es aparentemente como una napolitana pero con un chocolate nada

sólido... en fín... mejor probarlo y disfrutarlo. El pan es también en general mucho

mejor que el que podamos encontrar en cualquier otro lugar, siendo el precio medio de

una baguette de 80 céntimos.

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