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ESCUELA POLITÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA
SECCIÓN INGENIERÍA AGRARIA
GRADO EN INGENIERÍA AGRÍCOLA Y DEL MEDIO RURAL
ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO DE
CULTIVARES DE BRÓCOLI Y DETERMINACIÓN
DE LAS NECESIDADES HÍDRICAS Y
COEFICIENTE DE CULTIVO ‘Kc’
Alberto Beautell González de Chaves La Laguna, junio 2016
RESUMEN
ENSAYO 1. ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO AGRONÓMICO DE DIEZ
CULTIVARES DE BRÓCOLI (Brassica oleracea L. var. Italica Plenck) DE
CICLO DE OTOÑO-INVIERNO, PRESTANDO ESPECIAL ATENCIÓN AL
COMPORTAMIENTO DE LA POLILLA Plutella xylostella DURANTE LOS
DISTINTOS ESTADOS FENOLÓGICOS DEL CULTIVO.
Autores: Beautell Glez de Chaves, A., D. Ríos Mesa y B. Santos Coello.
Palabras clave: brécol, bróculi, palomilla dorso diamante, variedades.
El brócoli es un cultivo en auge gracias a su elevado valor nutricional, pero
en Canarias sigue siendo un cultivo minoritario, tanto en producción como en
consumo. Introducir una oferta de distintos cultivares de brócoli de cara a la gran
aceptación que está tomando este producto puede ser interesante. Se ha
planteado un ensayo de 10 cultivares (Agassi, Belstar, Chronos, Jeremy, Lord,
Malibu, Naxos, Parthenon, Orantes y Ironman de testigo) en el ciclo otoño-
invierno en el municipio de Icod de Los Vinos, en la zona noroeste de Tenerife.
Los cultivares que mejor se comportaron, bajo igualdad de condiciones, en el
ensayo fueron Lord y Parthenon. Estos cultivares presentaron los mayores
pesos unitarios y rendimientos de cultivo, únicamente superados por el cultivar
Agassi respecto a este último parámetro. Los cultivares Malibu y Agassi
generaron las mayores producciones comerciales pero con pesos unitarios más
bajos. En cuanto a las características cualitativas de la inflorescencia, Parthenon
obtuvo pellas más densas y compactas que las del cultivar Lord. Los mayores
registros en las capturas de adultos de la polilla de las crucíferas (Plutella
xylostella) se produjeron en las primeras fases de desarrollo del cultivo, bajo
condiciones de altas temperaturas y bajas precipitaciones. No se observaron
daños causados por esta plaga ni en la superficie foliar ni en la pella de las
distintas variedades evaluadas.
ABSTRACT
Research on the agronomic reaction of ten autumn-winter cycle cultivars of
broccoli (Brassica oleracea L. var. Italica Plenck), focusing on the activity
of Plutella xylostella during different phenological cultivar’s stages.
Authors: Beautell Glez de Chaves, A., D. Ríos Mesa y B. Santos Coello.
Key words: brécol, bróculi, diamondback moth, variety.
Broccoli is a booming cultivar due to its high nutritional value, but in the
Canary Islands its production and consumption is still low. Taking its high
acceptance into account, it would be interesting to introduce different broccoli
cultivars. The research is focused on 10 autumn-winter cycle broccoli cultivars
(Agassi, Belstar, Chronos, Jeremy, Lord, Malibu, Naxos, Parthenon, Orantes y
Ironman de testigo) in Icod de Los Vinos, in the northeast of Tenerife. Under the
same conditions, Lord and Parthenon cultivars reached higher unit weights and
yield and cultivar Agassi yield was even higher. Malibu and Agassi cultivars were
the most commercial productive but with lower unit weight. Concerning qualitative
characteristics of inflorescence, Parthenon obtained denser and more compact
florets than Lord cultivar. The biggest records in catches of adults cruciferas
moth (Plutella xylostella) occurred in the early stages of crop development, under
high temperature and low precipitations. No damage caused by the pest either
on the leaf surface or the pellet of the different varieties evaluated.
RESUMEN
ENSAYO 2. DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES HÍDRICAS Y EL
COEFICIENTE DE CULTIVO (KC) DE LA ESPECIE Brassica oleracea L. var.
Italica, Plenck cv. Ironman, MEDIANTE UN LISÍMETRO DE DRENAJE, EN
FUNCIÓN DE LAS CONDICIONES AGROCLIMATOLÓGICAS DE LA ZONA
DE SANTA BÁRBARA, ICOD DE LOS VINOS.
Autores: Beautell Glez de Chaves, A., D. Ríos Mesa y B. Santos Coello.
Palabras clave: brócoli, evapotranspiración, riego.
El uso de un lisímetro de drenaje relativamente económico para que el
agricultor convencional pueda emplearlo en la determinación de las necesidades
hídricas de su cultivo, sería un gran impulso técnico para la agricultura de
Tenerife. En el presente ensayo se ha instalado este lisímetro para comprobar
su funcionalidad para medir la evapotranspiración de cultivo ETC y poder
determinar el coeficiente de cultivo KC para las condiciones agrometeorológicas
de Icod de Los Vinos. El ensayo se realizó en un suelo ándico con textura
arenosa-limosa. El cultivo empleado fue el Brócoli (Brassica oleracea L. var.
Italica, Plenk cv. Ironman) y se aplicó un marco de plantación de 50 x 50 cm
obteniendo una densidad de plantación de 4 plantas/m2. Se aplicó riego
localizado a razón de 2 emisores de 1,6 l/h por planta. El ciclo de cultivo fue
invierno-primavera y duró 55 días. Los brócolis fueron trasplantados al lisímetro
el 31 de marzo de 2014 y se le aplicaron las labores culturales propias de la
zona. Los resultados obtenidos demostraron buena fiabilidad en las mediciones
del lisímetro. Se contempló un valor inicial de coeficiente de cultivo KCini 0,4 y un
valor final, correspondiente al momento de cosecha, KCfin 1,35 que equivaldría al
KCmedio establecido en la metodología FAO (Doorembos y Pruitt, 1977, Allen et
al., 2006).
ABSTRACT
Identify the water requirements and the farming coefficient (KC) of species
(Brassica oleracea L. var. Italica, Plenck cv. Ironman), through a drainage
lisymeter, according to agroclimatic conditions in the area of Santa
Barbara, Icod de Los Vinos
Authors: Beautell Glez de Chaves, A., D. Ríos Mesa y B. Santos Coello.
Key word: broccoli, evapotranspiration, irrigation.
The use of a relatively economical drainage lisymeter that farmers can use it
in determinig the water needs of the crop, it would be a great impetus for the
technical agriculture in Tenerife. In this test it has been installed this lisymeter
method to check its funcionality for measuring evapotranspiration crop ETC and
to determine the crop coefficient KC for agrometeorological conditions from Icod
de Los Vinos. The trial was conducted in a andosol sandy-loam textured. The
farming used was the broccoli (Brassica oleracea L. var. Italica, Plenk cv.
Ironman) and was applied in a planting of 50x50 cm to obtain a planting density
of 4 plants/m2. Drip irrigation was used at 2 emitters of 1.6 l/h per plant. The
growing season was winter-spring and it last 55 days. The broccoli was
tramsplanted to the lisymeter on March 31, 2014 with their own cultural practices
of the area applied. The results showed good reliability in measurements from
the lisymeter. An inicial value of crop coefficient KCini 0,4 and an end value
corresponding to the time of harvest was observed, KCfin 1,35 equivalent amount
to KCmedio established in the FAO methology (Doorembos & Pruitt, 1977, Allen et
al., 2006)
Agradecimientos
Estos ensayos pertenecen al Plan Anual de Trabajo de 2014 del Servicio
Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo Insular de Tenerife. He de
agradecer a D. Domingo Ríos Mesa el que me haya brindado la oportunidad de
realizar este Trabajo Fin de Carrera, pues la experiencia ha sido muy
satisfactoria.
A Judith Fernández Rodríguez y Joaquín Monje Bailón pues sin ellos no
hubiera sido posible.
A Ramón López, Santiago Perera, Clemente Méndez y Santiago González
por ayudarme en todo momento y tener que sufrirme durante tanto tiempo.
A Belarmino Santos Coello por asesorarme y ayudarme en la elaboración de
este Trabajo.
A Carmen Calzadilla, Carmen Pilar, Estefanía, Javier y Mingui por el trato
recibido y hacerme sentirme como en casa en todo momento.
Agradecer especialmente a D. Domingo López González, propietario de la
finca donde se realizaron los ensayos, su disponibilidad en todo momento, su
constancia en el trabajo y su ayuda aportada. Muchas Gracias, a su hijo
“Dominguito” y a los operarios de la finca pues son el verdadero alma de este
Trabajo Fin de Carrera.
A José Luis, Jessica y Hugo del Laboratorio de Diagnóstico Agrícola I+D de
Canarias Explosivos S.A. por los análisis realizados y el trato recibido.
A Axel Ritter y Carlos Regalado por los consejos recibidos y el material
prestado para la realización de los ensayos.
A Mª del Carmen Martínez por dejarme utilizar el horno mufla del Laboratorio
de Biología Vegetal de la Escuela.
A mis Compañeros Samuel y Nauzet por ayudarme con la preparación del
lisímetro.
INTRODUCCIÓN………………………………………………………...19
OBJETIVOS………………………………………………………………21
Ensayo 1…………………………………………………………………………….21
Ensayo 2…………………………………………………………………………….21
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA…………………………………………..23
1. ORIGEN E HISTORIA DEL BRÓCOLI………………………………………..23
2. USOS Y VALOR NUTRICIONAL………………………………………………24
3. IMPORTANCIA ECONÓMICA…………………………………………………27
4. TAXONOMÍA Y DESCRIPCIÓN BOTÁNICA………………………………...28
5. FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO…………………………………………….30
5.1. FASE GERMINACIÓN ......................................................................... 30
5.2. FASE JUVENIL .................................................................................... 30
5.3. FASE DE INDUCCIÓN FLORAL .......................................................... 31
5.3.1. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INDUCCIÓN FLORAL ........ 32
5.3.1.1. FACTORES AMBIENTALES: TEMPERATURA Y LUZ .......... 32
5.4 FASE DE FORMACIÓN DE COGOLLOS ............................................. 33
5.5. FASE DE FLORACIÓN ........................................................................ 34
5.6. POLINIZACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN ................................................. 34
6. ESTADOS FENOLÓGICOS…………………………………………………….36
7. MATERIAL VEGETAL…………………………………………………………..40
7.1. PARÁMETROS DE SELECCIÓN ........................................................ 40
7.1.1. CICLO............................................................................................ 40
7.1.2. ALTURA DE PLANTA.................................................................... 41
7.1.3. DISTRIBUCIÓN E INSERCIÓN DE LAS HOJAS .......................... 41
7.1.4. BROTES SECUNDARIOS ............................................................. 41
7.1.5. PELLA O CABEZA ........................................................................ 41
7.1.6. FORMA .......................................................................................... 41
7.1.7. TIPO DE GRANO .......................................................................... 41
7.1.8. MADURACIÓN DEL GRANO ........................................................ 42
7.1.9. COLOR .......................................................................................... 42
7.1.10. TAMAÑO ..................................................................................... 42
7.1.11. PESO........................................................................................... 42
7.1.12. UNIFORMIDAD DE TAMAÑO ..................................................... 42
7.1.13. GRADO DE COMPACIDAD ......................................................... 42
7.2. CLASIFICACIÓN CULTIVARES COMERCIALES ................................ 43
7.2.1. CULTIVARES DE CICLO CORTO ................................................. 44
7.2.2. CULTIVARES DE CICLO MEDIO .................................................. 45
7.2.3. CULTIVARES DE CICLO TARDÍO ................................................ 46
8. ÉPOCA DE SIEMBRA…………………………………………………………..48
9. LABORES CULTURALES DEL BRÓCOLI…………………………………..52
9.1. PREPARACIÓN DEL CULTIVO ........................................................... 52
9.2. SIEMBRA Y PLANTACIÓN .................................................................. 52
9.2.1. OBTENCIÓN DE SEMILLAS ......................................................... 52
9.2.2. SEMILLEROS ................................................................................ 53
9.2.3. TRASPLANTE ................................................................................ 54
9.2.4. MARCOS DE PLANTACIÓN .......................................................... 55
9.3. REPOSICIÓN DE MARRAS ................................................................. 57
9.4. APORCADO ......................................................................................... 58
9.5. CONTROL DE ARVENSES .................................................................. 58
9.5.1. PREPARACIÓN DEL TERRENO ................................................... 58
9.5.2. SOLARIZACIÓN............................................................................. 59
9.5.3. COBERTURAS .............................................................................. 59
9.5.3.1. PLÁSTICOS............................................................................. 59
8.5.3.2. MULCHING.............................................................................. 59
9.5.4. ROTACIÓN DE CULTIVOS ........................................................... 60
9.5.5. MÉTODO MANUAL O MECÁNICO ................................................ 60
9.5.6. MÉTODO QUÍMICO ....................................................................... 60
10. EXIGENCIAS CLIMÁTICAS Y EDÁFICAS DEL BRÓCOLI………………62
10.1. CLIMA ................................................................................................. 62
10.2. SUELO ................................................................................................ 62
11. RIEGO……………………………………………………………………………64
11.1. INFLUENCIA DEL RIEGO SOBRE LA PRODUCCIÓN ...................... 64
11.2. NECESIDADES HÍDRICAS DEL CULTIVO ........................................ 65
11.3. EVAPOTRANSPIRACIÓN DEL CULTIVO .......................................... 65
11.3.1. EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA ............................. 71
11.3.2. COEFICIENTE DE CULTIVO ....................................................... 82
11.4. CONSIDERACIONES SOBRE LA PRÁCTICA DE RIEGO ................ 83
11.5. FERTIRRIGACIÓN ............................................................................ 84
11.5.1. PROGRAMA DE RIEGO ............................................................. 85
11.5.1.1. FERTILIZACIÓN DE FONDO ............................................... 85
11.5.1.2. FERTILIZACIÓN DE COBERTERA (FERTIRRIGACIÓN) .... 86
11.5.2. FERTILIZANTES PARA LA FERTIRRIGACIÓN ......................... 86
11.5.3. COMPATIBILIDAD ENTRE FERTILIZANTES ............................. 87
11.5.4. SOLUBILIDAD DE LOS FERTILIZANTES .................................. 87
11.5.5. REACCIÓN DE LOS FERTILIZANTES ....................................... 87
11.5.6. SALINIDAD DE LOS FERTILIZANTES ....................................... 88
11.5.7. OTROS ASPECTOS A TENER EN CUENTA ............................. 88
12. FERTILIZACIÓN………………………………………………………………..89
12.1. NUTRIENTES PRINCIPALES ............................................................ 89
12.1.1. NITRÓGENO ............................................................................... 89
12.1.2. FÓSFORO ................................................................................... 91
12.1.3. POTASIO ..................................................................................... 92
12.1.4. MAGNESIO ................................................................................. 93
12.1.5. CALCIO ....................................................................................... 94
12.1.6. AZUFRE ...................................................................................... 94
12.1.7. BORO .......................................................................................... 95
12.2. EFECTOS EN LA PRODUCCIÓN DE BRÓCOLI .............................. 96
12.2.1. FERTILIZACIÓN NITROGENADA .............................................. 96
12.2.2. FERTILIZACIÓN FOSFORADA .................................................. 96
12.2.3. FERTILIZACIÓN POTÁSICA ....................................................... 97
12.3. EFECTOS SOBRE LA CALIDAD DEL BRÓCOLI .............................. 97
12.3.1. FERTILIZACIÓN NITROGENADA .............................................. 97
12.3.2. FERTILIZACIÓN FOSFORADA .................................................. 98
12.3.3. FERTILIZACIÓN POTÁSICA ....................................................... 98
13. PLAGAS Y ENFERMEDADES……………………………………………….99
13.1. PLAGAS ............................................................................................. 99
13.1.1. ORUGAS ..................................................................................... 99
PLUTELLA XYLOSTELLA ................................................................. 100
13.1.2. PULGONES ............................................................................... 105
13.1.3. MOSCA ...................................................................................... 106
13.1.4. OTRAS PLAGAS DEL SUELO .................................................. 107
INSECTOS DEL SUELO .................................................................... 107
CEUTORRYNCHUS ........................................................................... 107
NEMÁTODOS .................................................................................... 107
13.1.5. OTRAS PLAGAS AÉREAS ........................................................ 107
MOSCA BLANCA ............................................................................... 107
PULGUILLA ........................................................................................ 108
CHINCHE VERDE .............................................................................. 108
MINADORES ...................................................................................... 108
CARACOLES Y BABOSAS ................................................................ 109
AVES, CONEJOS Y ROEDORES ...................................................... 109
13.2. ENFERMEDADES ............................................................................ 109
13.2.1. MILDIU ....................................................................................... 110
13.2.2. ALTERNARIAS .......................................................................... 110
13.2.3. HONGOS DE CUELLO .............................................................. 110
13.2.4. OTRAS ENFERMEDADES CRIPTOGÁMICAS ......................... 111
13.2.5. BACTERIOSIS ........................................................................... 111
13.2.6. NERVIACIÓN NEGRA ............................................................... 112
13.2.7. OTRAS ENFERMEDADES BACTERIANAS .............................. 112
PSEUDOMONAS SPP ....................................................................... 112
ERWINIA SPP .................................................................................... 112
13.2.8. ENFERMEDADES VIRÓTICAS ................................................. 113
14. ACCIDENTES Y FISIOPATÍAS……………………………………………..114
14.1. HELADAS, BAJAS TEMPERATURAS ............................................. 114
14.2. HOJAS BRACTEIFORMES EN EL INTERIOR DE LA CABEZA
FLORAL ..................................................................................................... 114
14.3. FORMACIÓN PREMATURA DE COGOLLOS PREFLORALES ...... 114
14.4. APERTURA PREMATURA DE COGOLLO PREFLORAL (SUBIDA EN
FLOR) ........................................................................................................ 115
14.5. DEFORMACIONES DE LAS INFLORESCENCIAS .......................... 115
14.6. DECOLORACIONES DE LAS INFLORESCENCIAS........................ 115
14.7. GRANOS MARRONES ..................................................................... 116
14.8. FALTA DE FLORACIÓN (BLINDNESS) ........................................... 116
14.8. AHUECADO DEL TALLO................................................................. 117
15. RECOLECCIÓN Y POSTCOCECHA……………………………………….118
ENSAYO 1
1.1. MATERIALES Y MÉTODOS………………………………………………..123
Situación del ensayo ................................................................................. 123
Material vegetal ......................................................................................... 124
Condiciones de agua y suelo .................................................................... 124
Siembra y trasplante ................................................................................. 126
Operaciones de cultivo .............................................................................. 127
Recolección .............................................................................................. 130
Controles realizados ................................................................................. 131
Determinación de la curva de vuelo de la polilla de las crucíferas, Plutella
xylostella, y de la incidencia de daños ...................................................... 135
Diseño experimental ................................................................................. 136
Datos agroclimáticos ................................................................................. 138
1.2. RESULTADOS Y DISCUSIÓN……………………………………………..141
Características del aparato foliar de las plantas ....................................... 141
Parámetros productivos ............................................................................ 141
Características del ciclo ............................................................................ 145
Número de inflorescencias cosechadas por pase de recolección ............. 146
Peso relativo del tallo floral respecto al total de la inflorescencia ............. 148
Características de la pella ......................................................................... 149
Otras características de las inflorescencias .............................................. 151
Resumen fichas características de los cultivares ...................................... 154
Curva de vuelo de la polilla de las crucíferas, Plutella Xylostella, e incidencia
de daños ................................................................................................... 164
CONCLUSIONES………………………………………………………………….169
ENSAYO 2
2.1. MATERIALES Y MÉTODOS………………………………………………..175
Elaboración del lisímetro............................................................................ 175
Densidad aparente del suelo ..................................................................... 178
Instalación en campo del lisímetro de drenaje ........................................... 179
Condiciones de agua y suelo ..................................................................... 182
Trasplante de los brócolis .......................................................................... 187
Controles realizados .................................................................................. 187
Datos agroclimáticos ................................................................................. 190
RESULTADOS Y DISCUSIÓN…………………………………………………..193
CONCLUSIONES………………………………………………………………….198
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………201
ANEXO 1. ENSAYOS DE CULTIVARES………………………………………217
ANEXO 2. ANÁLISIS DE AGUA Y SUELO……………………………………222
ANEXO 3. CALIDAD DEL AGUA DE RIEGO…………………………………230
Introducción
19
INTRODUCCIÓN
El nombre de “brócoli”, “bróculi” o “brécol” procede del latín “brachium” que
significa “rama” y hace referencia a la forma ramificada de sus cabezuelas
florales (Rodríguez Hernández, 2013).
Es un cultivo de estación fría que posee distintos requerimientos climáticos
para producir una pella comercializable y de calidad, de manera que las fechas
de plantación influyen sobre las características de las misma y duración del
ciclo (Francescangeli et al., 2004).
Dada la gran cantidad de cultivares de brócoli que ofrecen las casas
comerciales, muchos de ellos extranjeros, se le plantea al agricultor la dificultad
de elegir el más adecuado, para las condiciones edafológicas y agroclimáticas
locales (García et al., 2006).
Hasta hace poco, el destino fundamental del brócoli era la industria de
congelación y deshidratación, pero cada vez en mayor medida se realiza una
comercialización del producto en fresco (García et al., 2006).
En los últimos años se han producido, en Tenerife, importantes daños en
cultivos de brasícas provocados por la polilla de las crucíferas, Plutella
xylostella. Este hecho ha motivado que desde el Cabildo Insular de Tenerife se
realicen distintas actuaciones con el fin de estudiar el comportamiento de esta
plaga y establecer recomendaciones adecuadas para su control (Perera et al.,
2012). Es por ello, por lo que se plantea efectuar un seguimiento de la
población de este insecto, así como su incidencia en los distintos cultivares de
brócoli evaluados en este trabajo.
El cultivo del brócoli cada día tiene más importancia en las islas. El brócoli
por su alto valor nutricional comienza a ser un producto frecuente en la cesta
de la compra de las familias isleñas. Mejorar los rendimientos de productividad
de este cultivo, empieza a ser una necesidad para los agricultores, pues ven en
el brócoli, una buena alternativa de cara al mercado.
Conocer la necesidades hídricas del brócoli es muy importante, pues la
mayor o menor presencia de agua en el suelo es el principal factor limitante de
la productividad de los sistemas agrícolas. Es fundamental entender y
cuantificar el balance de agua de un suelo, para evaluar su disponibilidad para
el cultivo o cuantificar las necesidades de riego. La cantidad necesaria de agua
de riego dependerá fundamentalmente de la cantidad de agua que el brócoli
pierda por evapotranspiración (ET), factor que suele ser directamente
proporcional a la productividad (Villalobos et al., 2002).
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
20
Objetivos
21
OBJETIVOS
Ensayo 1
Estudiar el comportamiento agronómico de diez cultivares de brócoli
(Brassica oleracea L. var. Italica Plenck) de otoño-invierno, prestando especial
atención al comportamiento de la polilla Plutella xylostella durante los distintos
estados fenológicos del cultivo.
Ensayo 2
Construir un lisímetro de drenaje para determinar las necesidades hídricas
y el coeficiente de cultivo (KC) de la especie Brassica oleracea L. var. Italica
Plenck cv. Ironman en las condiciones de cultivo del noroeste de Tenerife.
Revisión Bibliográfica
23
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
1. ORIGEN E HISTORIA DEL BRÓCOLI
La familia botánica de las brassicáceas se considera nativa del Asia
Occidental y Europa. Tienen un ancestro común en una planta silvestre del
Mediterráneo o del Asia Menor que fue llevada a las peñas calcáreas de
Inglaterra, a las costas de Dinamarca, Holanda, Francia, España y Grecia. Las
plantas originarias todavía crecen de forma silvestre a lo largo de las costas del
Mediterráneo, Gran Bretaña y del sudoeste de Europa. Estas especies por
selección natural o mutación han dado origen a las especies que se cultivan
actualmente (Jaramillo et al., 2006).
Hay evidencias de que alguna forma de Brassica oleracea fue cultivada por
los griegos alrededor del siglo IV a.C. Así, Teofrasto (s. III – IV a.C.) identifica
tres variedades de B. oleracea y Catón en el siglo II a.C. hace lo mismo.
Parece pues, que en esta época había ya un cultivo de varios tipos de B.
oleracea en la cuenca mediterránea oriental. Dentro de estos tipos se
encontraban brócolis rebrotantes y otros tipos de coles. Plinio (s. I d.C.) cita el
cultivo de tipos de col formadores de pella de hábito rebrotante y tipos de
formación de pella única compacta que aducen a la presencia de brócoli y
coliflor en la península italiana. Es posible que debido al papel vertebrador de la
Península Italiana en el mundo romano, el brócoli pasara de la zona oriental del
Mediterráneo a zonas más centrales del mismo e incluso al Mediterráneo
Occidental (Gray, 1982).
Durante el cultivo del brócoli en la Península Italiana se produciría una
amplia diversificación de tipos. Giles (1994) clasifica los brócolis italianos en
tres grupos dependiendo de la facilidad de rebrote y de la longitud de los tallos
florales. A principios del siglo XVII el brócoli se cultiva ya en Inglaterra y el
Norte de Europa de manera generalizada (Nuez, F. et al., 1999).
Philip Miller, en su Gardener’s Dictionary de 1724, le llamaba “Sprout
Couliflower” (brote de coliflor) o “Italian Asparagus” (espárrago italiano) (Biggs,
2004).
El brócoli se introdujo en España en los años 70. Inicialmente se cultivó en
la Comunidad Valenciana y Cataluña, posteriormente el cultivo se extendió a
otras regiones españolas como Murcia, Andalucía, en fases más tardías es
posible encontrarlo en regiones como Extremadura, Rioja, Navarra, Aragón,
Castilla La Mancha (Maroto, 1995).
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
24
2. USOS Y VALOR NUTRICIONAL
La Brassica oleracea L. var. italica Plenck es una hortaliza aprovechable
por sus inflorescencias, denominadas pellas. El color de las pellas más común
es el verde grisáceo, aunque pueden encontrarse también grisáceas o moradas
(Maroto et al., 2007).
Numerosos estudios epidemiológicos indican que las Brassicaceas, y el
brócoli en especial, nos protegen contra el cáncer (Moreno et al., 2006), ya que
son una fuente rica en compuestos bioactivos, además de poseer un alto
contenido en vitaminas y nutrientes minerales.
Esta hortaliza se consume principalmente como verdura o en ensaladas,
utilizándose crudas, cocidas, en encurtidos o industrializadas (Nuez, F. et al.,
1999). La tendencia de consumo ha variado considerablemente, tanto el
mercado en fresco como los productos transformados, han desplazado de
modo importante al del congelado (Namesny, 1993).
El contenido nutricional del brócoli es variable, dependiendo principalmente
de las condiciones ambientales donde se desarrolla la planta, la edad de la
misma, las propiedades del cultivar, y el método de conservación,
procesamiento y preparación (Jaramillo et al., 2006).
El brócoli es una fuente rica de vitaminas A, C, E, B1, K y folatos (Moreno
et al., 2006) que confieren propiedades antioxidantes y colaboran en la
formación del colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos y blancos. Está
compuesto principalmente por agua y tiene un alto contenido en fibra, lo que
conlleva que su nivel de calorías aportadas al organismo tras su ingesta sea
mínimo, por lo que se recomienda en dietas de control de peso (Rodríguez,
2013).
Los compuestos bioactivos presentes en frutas y hortalizas, son
metabolitos y compuestos químicos del metabolismo secundario de los
vegetales, que se encuentran en cantidades pequeñas en las plantas, con
respecto a otros macronutrientes, pero que contribuyen significativamente a
regular los mecanismos de protección frente a situaciones de estrés y tienen
propiedades biológicas de interés para la prevención de algunas enfermedades
en los humanos que los consumen (Hooper y Cassidy, 2006). Entre los
compuestos bioactivos del brócoli, cabe destacar a los glucosinolatos y los
compuestos fenólicos (flavonoides y ácidos hidroxicinámicos) (Podsędek,
2007), además de otros nutrientes como carotenoides (López-Berenguer et al.,
2009), fibra (que le confiere cierto poder laxante) y elementos minerales
esenciales para la salud (Moreno et al., 2006).
Se ha reportado que tiene propiedades antivirales y por su contenido de
cromo, ayuda a regular la insulina y el azúcar en la sangre, reduciendo el
Revisión Bibliográfica
25
riesgo de diabetes. Asimismo, es recomendable para quienes padecen de gota,
debido a su gran contenido de calcio, hierro y vitamina C (Jaramillo et al.,
2006).
Se sabe que los elementos minerales (Na, K, Ca, Mg, Cl y P) son
esenciales para los seres humanos y se requieren cantidades superiores a 50
mg/día, mientras que de los elementos traza (Fe, Zn, Cu, Mn, I, F, Se, Cr, Mo,
Co y Ni) se requieren en cantidades inferiores a 50 mg/día. Entre los minerales
del brócoli, destaca el potasio, aunque cuenta también con cantidades
específicas de calcio, zinc, yodo, hierro y magnesio. Los nutrientes minerales
intervienen en la generación de impulsos nerviosos, así como en la actividad
muscular, regulación de agua en la célula, funcionamiento de diversos órganos
internos como los intestinos y mejora de la inmunidad en general. Los
minerales, en concreto el yodo, son indispensables para el funcionamiento de
la glándula tiroides, controlando así ciertas funciones metabólicas como la
regulación de la temperatura corporal y el desarrollo del cerebro del feto
durante el embarazo (Martínez-Ballesta et al., 2010).
En la tabla 1 se detalla la composición nutritiva del brócoli.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
26
Tabla 1. Composición nutricional del brócoli en 100 gramos de porción comestible. Jaramillo et al. (2006).
Compuesto Cantidad por cada 100 gramos
Agua (%) 89,92
Ceniza (%) 0,26
Energía (Cal) 42
Proteína (g) 5,45
Lípidos (g) 0,30
Grasa (g) 0,30
Glucósidos (g) 4,86
Glúcidos (g) 3,70
Fibra (g) 1,90
Vitaminas
A (U.I.) 3500
B1 Tiamina (mg) 100
B2 Riboflavina (mg) 210
B3 Niacina (mg) 0,90
B6 0,143
C Ac. Ascórbico (mg) 118
Minerales
Calcio (mg) 130
Hierro (mg) 1,30
Fósforo (mg) 76
Potasio (mg) 355
Sodio (mg) 26
Zinc (mg) 0,38
Magnesio (mg) 24
Cobre (mg) 0,043
Manganeso (mg) 0,218
Azufre (mg) 97
Cloro (mg) 51,20
Revisión Bibliográfica
27
3. IMPORTANCIA ECONÓMICA
El cultivo del brócoli (Brassica oleracea L. var. Italica Plenck) ha aumentado
durante los últimos años tanto en producción como en consumo, debido
principalmente a su alto valor nutricional.
Los países más consumidores son: Reino Unido, Francia y Holanda, que
reciben un 65 % del total de la producción española. En nuestro país no está
muy extendido el consumo, aunque se está introduciendo de manera
importante en los últimos años (Rodríguez Hernández, 2013).
En España, a partir del 2010, se empieza a diferenciar el cultivo del brócoli
del de la coliflor, teniendo una superficie total cultivada en 2012, excluyendo a
Canarias, de 22.886 ha, con una producción total de 360.555 t, siendo las
principales Comunidades Autónomas productoras de brócoli Murcia, seguida
de Navarra, Andalucía, C. Valenciana y Castilla-La Mancha. Otras regiones
como Extremadura, Aragón o Cataluña poseen producciones de menor
importancia (Magrama, 2012).
En el año 2012, la producción de brócoli representó el 2,7% de las
hortalizas cosechadas en España. La producción se destinó en un 75,8% a su
venta en consumo en fresco, un 21,8% a productos transformados, un 2,2%
para consumo propio y el resto para alimentación animal (Magrama, 2012).
A día de hoy, en España, el cultivo de brócoli adquiere especial importancia
en el Sureste, desde donde se distribuye al resto de la Península y al
extranjero. El clima templado mediterráneo resulta óptimo para su cultivo, y en
la actualidad, con la introducción de nuevas variedades, se persigue poder
producir brócoli todo el año (Proexport, 2012).
Desafortunadamente, en Canarias, no existen referencias recientes de su
cultivo, debido a que las estadísticas oficiales recogen los datos relativos al
brócoli junto con los de la coliflor. La única referencia encontrada, referente a la
superficie de cultivo, es la de la Encuesta sobre Superficie y Rendimientos
(ESYRCE) realizada en el 2013 por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente, en la que se estima una superficie cultivada de 54 ha.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
28
4. TAXONOMÍA Y DESCRIPCIÓN BOTÁNICA
El brócoli, bróculi o brécol pertenece a la familia Brassicaceae, siendo su
nombre científico Brassica oleracea L. var. italica Plenck.
Para algunos botánicos, coliflores y brócolis pertenecen a la misma
variedad botánica, distinguiéndose en su forma, siendo las primeras B.
oleracea L. var. botrytis, forma cauliflora, y los brócolis B. oleracea L. var.
botrytis L., forma cymosa. En algunas ocasiones las coliflores de invierno son
denominadas también brócolis, principalmente aquellas en las que el color de
la cabeza es ligeramente morado (Maroto et al., 2007).
Esta diferencia de opiniones se debe a la poca diferenciación que existe
entre brócolis y coliflores por la estrecha relación que hay entre ambas
variedades de la misma especie. La clasificación taxonómica más correcta para
describir al brócoli es:
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Brassicales
Familia: Brassicaceae
Género: Brassica
Especie: oleracea L.
Variedad: italica
Nombre científico: Brassica oleracea L. var. Itálica Plenck
Nombre común: Brócoli, brécol.
El brócoli es una planta herbácea, anual, que posee una raíz pivotante de
la que parten muchas raíces secundarias superficiales. Tiene un tallo corto,
erecto, que termina en una masa globosa de yemas florales hipertrofiadas, en
los laterales y en las axilas de las hojas. Así mismo, puede desarrollar brotes
de yemas florales, de tamaño menor que el de la cabeza principal, que
aparecen de forma paulatina y escalonada, generalmente tras el corte del
cogollo principal. Las masas de pellas, inflorescencias, son de color verdoso,
grisáceo o morado, con diferente grado de compactación según cultivares.
Algunos cultivares de brócoli no producen una pella principal, sino
solamente multitud de brotes axilares. A estos cultivares se les conoce como
“brócoli de rebrote”. La intensidad de rebrotado axilar es muy variable, según el
cultivar de que se trate (Maroto et al., 2007).
Revisión Bibliográfica
29
Las hojas suelen tener el limbo de color verde oscuro, son rizadas,
festoneadas, con ligerísimas espículas, alternas o en roseta, simples o
divididas, pecioladas, sin estípulas; con dimorfismo foliar, formadas por foliolos.
Se extienden de forma horizontal y abierta dejando al descubierto la futura
pella.
Las flores son amarillas, completas, diclamídeas, heteroclamídeas,
perfectas, de simetría actinomorfa y ordenación cíclica (verticilada). El cáliz
está formado por cuatro sépalos dialisépalos. La corola es cruciforme, en forma
de cruz, de ahí el antiguo nombre de la familia, Cruciferaceae, y está formado
por cuatro pétalos, dialipétalos. El androceo generalmente de seis estambres
es heterodínamo, tetradínamo, anisostémono, con estambres dialistémonos
dispuestos en dos verticilos, a menudo presentando nectarios en la base de
sus filamentos. El gineceo está formado por dos carpelos soldados en un
ovario súpero, con dos cavidades separadas por un falso tabique de origen
placentario (replo) y que encierra varios primordios seminales con placentación
parietal (Díaz et al., 2004).
La inflorescencia es racemosa, de polinización alógama, y la fructificación
de estas plantas se produce en silicuas. Las semillas son redondeadas de color
parduzco y carecen de endospermo. En 1 gramo pueden contenerse unas 350
semillas, aunque hay variaciones a nivel de cultivar, con una capacidad
germinativa media de unos cuatro años (Maroto et al., 2007).
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
30
5. FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO
El ciclo comercial está dividido en dos fases, diferenciadas por el momento
de la aparición floral; la fase vegetativa y la fase reproductiva, en la cual se
incluye la duración de la cosecha. La fase vegetativa se caracteriza por el
incremento en el número de hojas y el engrosamiento del tallo, mientras que la
fase reproductiva, por el crecimiento y desarrollo de la cabeza, desde la
formación de la inflorescencia hasta la cosecha de la misma. Estas fases a su
vez se subdividen en varias etapas: fase vegetativa que incluye la etapa de
germinación y la etapa juvenil, y la fase reproductiva que incluye la etapa de
inducción floral, formación de la inflorescencia o cogollos y floración (Jaramillo
et al., 2006).
5.1. FASE GERMINACIÓN
Comienza con la germinación de la semilla y se prolonga hasta que la
plántula tenga entre tres y cuatro hojas bien formadas y una altura entre 10-12
cm. El intervalo óptimo de temperatura de germinación para el brócoli se
establece entre los 20-30ºC. A temperaturas superiores a los 30ºC disminuye
ostensiblemente la germinación del brócoli y por encima de los 36ºC la
germinación queda prácticamente inhibida (Elson, 1989), aunque pueden existir
diferencias entre cultivares (Maroto et al., 1996).
5.2. FASE JUVENIL
Se inicia cuando las plántulas tienen cuatro hojas y finaliza con la
visualización del primordio floral. Durante esta fase, la planta sólo forma hojas y
raíces. El tallo se engruesa y alarga hasta alcanzar un máximo desarrollo;
también presenta una gran proliferación de hojas, y las senescentes son
escasas en este período. En esta etapa del crecimiento, la altura, diámetro del
tallo, biomasa, número de hojas y área foliar presentan un incremento
logarítmico (Jaramillo et al., 2006).
La duración de este período y la velocidad de formación de las hojas varía
con el cultivar y las condiciones ambientales, de modo que el final de esta fase
tendrá lugar por la existencia de temperaturas vernalizantes (Maroto et al.,
1996). Por la acción de éstas temperaturas (entre 6 y 10°C), ocurren los
cambios fisiológicos necesarios para la formación de la pella. Hasta llegar a la
floración, la mayor parte de las sustancias de reserva elaboradas por las hojas
son movilizadas hacia el meristemo apical del tallo principal, para formar los
tallos preflorales que sostienen los nuevos y múltiples meristemos apicales que
conforman la pella.
Según Wien y Wurr (1997), la demostración de la existencia de un período
juvenil se obtiene por la exposición de plantas de varias edades a bajas
Revisión Bibliográfica
31
temperaturas, y observando la cantidad de hojas que se forman en el tallo
principal antes de los cambios en el ápice hacia una estructura reproductiva.
De este modo, si la planta atraviesa aún la fase juvenil cuando se aplica el
tratamiento con frío, el número final de hojas será similar a las plantas no
tratadas con frío. Después de que las plantas hayan alcanzado el estado
vegetativo adulto, el tratamiento con frío reducirá el número de hojas formadas,
y también la tasa de crecimiento. Por consiguiente, puede conocerse el efecto
de la vernalización por el número de hojas formadas antes de la estructura
floral.
Wien y Wurr (1997) dicen que la existencia del período juvenil en la especie
Brassica oleracea ha sido claramente demostrada por Stokes y Verkerk (1951),
Wiebe (1972a) y Thomas (1980), quienes encontraron que la vernalización no
ocurría durante la germinación de las semillas.
En brócoli, las plantas adultas poseen claramente una dominancia del
meristemo apical que es más ancha que en las plantas juveniles. Además,
cuando las plantas son expuestas al “frío relativo”, se produce un estiramiento
pronunciado del ápice cuando han alcanzado la etapa adulta (Wien y Wurr,
1997).
En zonas muy cálidas, la planta casi siempre permanece vegetativa a
causa de las altas temperaturas, a menos que se usen cultivares que se hayan
desarrollado específicamente para esas condiciones (González et al., 2007).
5.3. FASE DE INDUCCIÓN FLORAL
Por lo general, el brócoli es una planta considerada vernalizante facultativa
(Wiebe, 1990), es decir, no es una planta que necesite estar expuesta a bajas
temperaturas para inducir la floración, aunque existen cultivares que para poder
emitir inflorescencia necesitan temperaturas inferiores a los 10ºC.
Maroto et al. (2007), comentan que en este estadio la planta recibe, por la
acción de las bajas temperaturas, la aptitud para reproducirse y la capacidad
de formar un cogollo de yemas preflorales hipertrofiadas. Durante esta fase la
planta continua formando hojas, por lo que aparentemente no experimenta
cambios morfológicos, pero sufre una serie de cambios internos fisiológicos
que la hacen capaz de formar los órganos reproductores.
Según Maroto et al. (2007), para una correcta vernalización no es
conveniente que exista una diferencia térmica muy marcada entre el día y la
noche, sino que es preferible un régimen sostenido de temperaturas bajas. La
exposición a altas temperaturas en pleno período de inducción o posterior,
puede tener un efecto desvernalizador.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
32
Los mismos autores comentan que existe una correlación muy marcada
entre el número de hojas formadas y la producción de cogollos, por esta razón
es muy importante ajustar las fechas de siembra al cultivar que se trate, para
que el período de inducción floral se produzca cuando la planta posea un
número suficiente de hojas.
5.3.1. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INDUCCIÓN FLORAL
En la inducción floral los factores más limitantes son las bajas temperaturas
vernalizantes, pero también hay que tener en cuenta otros factores como el
fotoperíodo, el cultivar, etc.
5.3.1.1. FACTORES AMBIENTALES: TEMPERATURA Y LUZ
Las estimaciones de las temperaturas precisas que permiten el proceso
de vernalización varían. En Brócoli, la respuesta a la temperatura es similar a la
de la coliflor, aunque el límite superior de temperatura para la formación de
cabeza puede ser más alto. Wurr et al. (1993) comprobaron ausencia de
vernalización, en cultivares de coliflor de verano/otoño, a temperaturas por
debajo de 9ºC o por encima de 21ºC, y un valor máximo de vernalización entre
9º-9,5ºC. Wiebe (1975), en su estudio, comprobó que el cultivar de brócoli
Coastal formó cabezas a temperaturas constantes de 27ºC. Fontes y Ozbun
(1972), por otro lado, observaron la formación de la cabeza en el cultivar
Waltham 29 a temperaturas comprendidas entre 24º/27ºC (día/noche) (Wien y
Wurr, 1997).
Miller et al. (1985) estudiaron la vernalización en los cultivares de brócoli
Bravo y Gem, exponiendo las plantas en fase de germinación a régimen de
temperaturas entre -3 y -5ºC ó 1-2ºC durante períodos de 7-34 días
empezando a los 6 días de la siembra, hasta los 33 días. Posteriormente
fueron colocadas bajo invernadero, donde las temperaturas oscilaban entre los
21/18ºC para día/noche. En dichos estudios se constató que las plantas
expuestas a 14 o más días de tratamiento de frío, empezaron a florecer 13 días
o más, antes que las plantas no tratadas.
Grevsen (1998) realizó experimentos durante tres años, con cuatro
plantaciones por año, tres cultivares y dos densidades de plantación. Después
de sesenta y ocho cosechas, llegó a la conclusión de que existe una relación
cuadrática entre el logaritmo del diámetro de la pella y la suma de la
temperatura de la inducción floral, con un mínimo de 0ºC y un máximo de 17ºC,
que puede hacer variar el diámetro de la pella en un 97,3%.
La duración de las temperaturas vernalizantes varía según el tipo de
cultivar seleccionado; de este modo, para cultivares de otoño, oscilará entre
dos semanas, para los más precoces y cinco semanas para los más tardíos;
Revisión Bibliográfica
33
para cultivares de invierno debe variar entre cinco semanas para los más
precoces y quince semanas para los más tardíos (Maroto et al., 2007).
Las condiciones de luz durante la vernalización no son tan importantes
como las de temperatura. Sin embargo, si aumentan las temperaturas
nocturnas y se reduce la intensidad lumínica, la formación de cabezas se ve
retrasada y el número de hojas aumenta. Esto podría implicar que deben existir
unos niveles adecuados de carbohidratos presentes en la planta para permitir
la diferenciación de las cabezas (Wien y Wurr, 1997).
Esta situación podría explicarse porque en estas condiciones de
incremento térmico durante la noche, aumenta la respiración y, al no realizarse
la fotosíntesis, el balance energético en la planta es aún más negativo,
aumentando el consumo de carbohidratos; al mismo tiempo, parece ser que a
temperaturas elevadas existe una mayor competencia energética por parte del
meristemo vegetativo frente al reproductivo, hecho que no sucede a bajas
temperaturas. Es posible que haya relación entre el nivel de carbohidratos y la
iniciación de la pella. Esta idea es apoyada por ensayos en los que se ha
acelerado la iniciación de la pella aplicando sacarosa a ápices de plantas
intactas (Atherton et al., 1987).
La falta de correlación entre los niveles de azúcar en el ápice y la
diferenciación del crecimiento reproductivo encontrado por Fontes y Ozbun
(1972) para brócoli, puede implicar, sin embargo, que otros factores, como los
niveles hormonales, estén también involucrados (Wien y Wurr, 1997).
5.4 FASE DE FORMACIÓN DE COGOLLOS
Durante esta etapa ocurre el crecimiento de la inflorescencia y se prolonga
hasta la cosecha, cuando aún no han abierto las flores. La inflorescencia
presenta un crecimiento exponencial en diámetro y biomasa, caracterizado por
un período de crecimiento lento, seguido de un período más rápido, que se
extiende hasta la cosecha (Jaramillo et al., 2006).
La mayor parte de las sustancias de reserva elaboradas por las hojas, son
movilizadas hacia el meristemo de crecimiento apical, que sufre una serie de
transformaciones y multiplicaciones que conducen a la formación del cogollo de
la inflorescencia. En esta multiplicación no se observa dominancia apical de la
inflorescencia, ni elongación alguna de sus pedúnculos (Maroto et al., 2007),
pero el diámetro del tallo se incrementa lentamente y la altura de la planta
presenta un segundo pico en su crecimiento, por el aumento en el tamaño de la
cabeza (Jaramillo et al., 2006).
La temperatura juega un papel muy importante en el crecimiento del
cogollo, estando situado el cero de crecimiento a un nivel muy bajo (3-5ºC),
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
34
mientras que un aumento de temperatura 3-4ºC puede traducirse en un
incremento de la producción de un 80% (Rahn, 1979).
Las temperaturas elevadas, por encima de los 30-35ºC, son más
perjudiciales que las bajas, si cabe. De este modo son tres las fisiopatías
típicas, que serán desarrolladas en el apartado correspondiente, debidas al
estrés por calor en la maduración de la cabeza del brócoli: el rápido
hinchamiento de los sépalos, la irregular separación de los floretes individuales,
y la profusión de hojas bracteiformes en la cabeza floral (Heather et al., 1992).
Otros factores que poseen cierta incidencia en esta fase son el cultivar y
las prácticas de cultivo. Se ha observado que la siembra directa permite un
acogollamiento más precoz. Si las plantas sufren un período de bajas
temperaturas previo a su trasplante, se observa una menor variabilidad en el
peso y la talla de las hojas, lo que es interesante para conseguir una
producción más agrupada y homogénea ante una recolección mecanizada
(Maroto et al., 2007).
En brócoli, los cogollos formados están floralmente mucho más avanzados
que los de la coliflor en el momento de la cosecha, además, son verdaderas
inflorescencias de botones florales sin abrir que no se encuentran cubiertos por
hoja alguna. Una vez los cogollos están formados nos encontramos en el
momento de efectuar su recolección y si hubiera que definir el punto óptimo de
cosecha, sería aquel en el que la inflorescencia estuviera prieta y hubiese
adquirido el máximo volumen, sin mostrar síntomas de abertura floral o
sobremaduración (Maroto et al., 2007).
5.5. FASE DE FLORACIÓN
Durante esta fase, los tallos que sostienen las flores comienzan a crecer y
las flores inician su apertura (Santoyo y Martínez, 2011).
La temperatura y la humedad son los dos grandes factores de influencia
durante esta etapa. Los cultivares de verano, que pueden formar una pella de
ramificaciones preflorales sin incidencia práctica de temperaturas vernalizantes,
pueden a veces necesitar de la incidencia de frío para florecer. Las variedades
de invierno suben a flor inmediatamente después de haber formado el cogollo
(Maroto et al., 2007).
5.6. POLINIZACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN
La polinización es cruzada y entomófila. Los estigmas están maduros antes
de la apertura de la flor, mientras que los estambres no liberan el polen hasta
que se ha producido la floración.
Revisión Bibliográfica
35
En cultivares precoces de ciclo corto, las flores son autoestériles, pudiendo
existir autogamia, mientras que las variedades de ciclo largo son normalmente
autoincompatibles. Esta variabilidad en el comportamiento es debida a la
existencia en las especies de un sistema de autocompatibilidad polínica
controlado por una serie alélica de efectos graduales, es decir, genes de
incompatibilidad “fuertes”, “débiles”, y “autofértiles” (Hervé, 1979).
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
36
6. ESTADOS FENOLÓGICOS
La fenología es la ciencia que estudia los fenómenos biológicos periódicos
relacionados con el clima y con los cambios estacionales a los que se
encuentran sometidas las plantas. Bajo el punto de vista agronómico su
conocimiento permite extraer consecuencias con respecto a un microclima
determinado, y viceversa, conocido éste se puede prever la respuesta de la
planta. Desde un punto de vista económico estos datos son de gran
importancia ya que, convenientemente tratados, sirven para predecir cuándo
puede aparecer una plaga, la necesidad de efectuar un abonado específico, la
aplicación de un producto hormonal, etc. (Agusti, 2004).
La escala extendida BBCH (Bayer, BASF, Ciba-Geigy y Hoechst) es un
sistema para una codificación uniforme de identificación fenológica de estadios
de crecimiento para todas las especies de plantas mono – y dicotiledóneas. Es
el resultado de un grupo de trabajo conformado por el Centro Federal de
Investigaciones Biológicas para Agricultura y Silvicultura (BBA) de la República
Federal Alemana, el Instituto Federal de Variedades (BSA) de la República
Federal de Alemania, la Asociación Alemana de Agroquímicos (IVA) y el
Instituto para Horticultura y Floricultura en Grossbeeren/ Erfurt, Alemania (IGZ).
El código decimal, se divide principalmente entre los estadios de crecimiento
principales y secundarios y está basado en el bien conocido código
desarrollado por Zadocks et al. (1974) con la intención de darle un mayor uso a
las claves fenológicas (Meier, 2001).
Tabla 2. Codificación BBCH de los estadios fenológicos de desarrollo de otras hortalizas (Col de Bruselas = Brassica oleracea L. var. gemmifera DC./ZENK, Coliflor = Brassica oleracea L. var. Botrytis, Brecól / Brócoli = Brassica oleracea L. var. italica PLENCK).
Código Descripción
Estadio principal 0. Germinación
00 Semilla seca
01 Comienza la imbibición de la semilla
03 Imbibición completa
05 La radícula emerge de la semilla
07 El hipocótilo con los cotiledones atraviesan el tegumento seminal
09 Emergencia: los cotiledones salen a la superficie del suelo
Estadio principal 1. Desarrollo de las hojas (tallo principal)
10 Cotiledones completamente desplegados ; el punto de crecimiento o el inicio de la hoja
verdadera, visible
11 Primera hoja verdadera desplegada
12 2a hoja verdadera desplegada
13 3a hoja verdadera desplegada
1. Los estadios continúan hasta ...
19 9 o más hojas verdaderas desplegadas
Estadio principal 2. Formación de brotes laterales
Revisión Bibliográfica
37
21 Primer brote lateral visible 1)
22 2o brote lateral visible 1)
23 3er brote lateral visible 1)
2. Los estadios continúan hasta ...
29 9 o más brotes laterales visibles 1)
Estadio principal 3. Crecimiento longitudinal
31 El tallo principal ha alcanzado el 10 % de la altura típica esperada para la variedad 2)
32 El tallo principal ha alcanzado el 20 % de la altura típica esperada para la variedad 2)
33 El tallo principal ha alcanzado el 30 % de la altura típica esperada para la variedad 2)
34 El tallo principal ha alcanzado el 40 % de la altura típica esperada para la variedad 2)
35 El tallo principal ha alcanzado el 50 % de la altura típica esperada para la variedad 2)
36 El tallo principal ha alcanzado el 60 % de la altura típica esperada para la variedad 2)
37 El tallo principal ha alcanzado el 70 % de la altura típica esperada para la variedad 2)
38 El tallo principal ha alcanzado el 80 % de la altura típica esperada para la variedad 2)
39 El brote principal ha alcanzado la altura típica para la variedad 2)
1) Para el brócoli
2) Para la col de Bruselas
3) Para coliflor y brócoli
Estadio principal 4. Desarrollo de las partes vegetativas cosechables
41 Yemas laterales comienzan a desarrollarse 2) La cabeza del coliflor comienza a
formarse; ancho de crecimiento en la punta >1cm 3)
43 Los 1os brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 30 % del diámetro esperado de la
cabeza 3)
45 45 El 50 % de los brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 50 % del diámetro
esperado de la cabeza 3)
46 El 60 % de los brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 60 % del diámetro esperado
de la cabeza 3)
47 El 70 % de los brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 70 % del diámetro esperado
de la cabeza 3)
48 El 80 % de los brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 80 % del diámetro esperado
de la cabeza 3)
49 Las yemas laterales por debajo del botón terminal, firmemente cerrados 2)
Estadio principal 5. Aparición del órgano floral
51 Inflorescencia principal visible entre las hojas más altas 2) Las ramas de la
inflorescencia comienzan a alargarse 3)
55 Primeras flores individuales visibles (cerradas todavía)
59 Primeros pétalos florales visibles; flores cerradas todavía
Estadio principal 6. Floración
60 Primeras flores abiertas (esporádicamente)
61 Comienzo de la floración: 10 % de las flores abiertas
62 20 % de las flores abiertas
63 30 % de las flores abiertas
64 40 % de las flores abiertas
65 Plena floración: 50 % de las flores abiertas
67 La floración se está terminando: 70 % de las flores secas
69 Fin de la floración
Estadio principal 7. Formación del fruto
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
38
71 Primeros frutos formados
72 20 % de los frutos alcanzan el tamaño típico
73 30 % de los frutos alcanzan el tamaño típico
74 40 % de los frutos alcanzan el tamaño típico
75 50 % de los frutos alcanzan el tamaño típico
76 60 % de los frutos alcanzan el tamaño típico
77 70 % de los frutos alcanzan el tamaño típico
78 80 % de los frutos alcanzan el tamaño típico
79 Todos los frutos alcanzan el tamaño típico
Estadio principal 8. Maduración de frutos y semillas
81 Comienza la maduración: 10 % de los frutos maduros
82 20 % de los frutos maduros
83 30 % de los frutos maduros
84 40 % de los frutos maduros
85 50 % de los frutos maduros
86 60 % de los frutos maduros
87 70 % de los frutos maduros
88 80 % de los frutos maduros
89 Madurez completa: Semillas de toda la planta de color y dureza típicos
Estadio principal 9. Senescencia
92 Las hojas y brotes comienzan a decolorarse
95 50 % de las hojas amarillas o muertas
97 Las plantas mueren
99 Partes cosechadas (semillas)
Las sucesivas observaciones o tomas de datos relativas al estado de
desarrollo de una planta pueden representarse gráficamente mediante la
metodología del triángulo de Fleckinger (1965), que consiste en el empleo de
un triángulo para cada fecha de observación. En tal figura, la base se inscribe
entre dos números: el del estado más retrasado en el vértice izquierdo y el del
estado más adelantado en el vértice derecho. El número que designe el estado
más frecuente observado irá en el vértice superior (Gil-Albert, 1996).
El triángulo viene a representar el reparto de frecuencias de los estados
fenológicos de una planta, y el método será tanto más exacto cuanto mayor
haya sido el control visual y la frecuencia de las observaciones.
Ejemplo. Representación gráfica de la toma de datos en campo de los estados fenológicos.
Estado más abundante
Fecha
Estado más avanzado Estado más atrasado
Revisión Bibliográfica
39
De cualquier modo, el desarrollo y evolución de un cultivo depende de la
variedad y del microclima de la zona; de cara a las posibles decisiones relativas
a las técnicas de cultivo, será el agricultor en última instancia el que con sus
apreciaciones fenológicas tomará las oportunas decisiones (Gil-Albert, 1996).
Lodoño y Jaramillo (2000) haciendo un balance de los estudios realizados
por Carballo y Hruska (1989) y Bujanos et al. (1993), identifican cuatro etapas
de estados fenológicos que son importantes en el manejo de la Plutella
xylostella, a saber: Etapa 1: Plántula o fase vegetativa. Entre la fecha de
trasplante y los 30-45 días después; cuando las plantas tienen 3-10 hojas
verdaderas. Etapa 2: Establecimiento o de desarrollo. Desde los 45 días,
posterior a la décima hoja, hasta el inicio de formación de cabeza. Etapa 3:
Desde la formación de cabeza, hasta que la pella alcance una pulgada de
diámetro. Etapa 4: Formación de cabeza. Desde que la cabeza tenga una
pulgada de diámetro hasta la cosecha.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
40
7. MATERIAL VEGETAL
En el cultivo del brócoli, juega un papel primordial el material vegetal. En
este cultivo existe una amplia oferta de material vegetal híbrido catalogado por
diferentes empresas productoras de semillas (Maroto et al., 2007).
7.1. PARÁMETROS DE SELECCIÓN
Actualmente existe una gran diversidad de cultivares con formas, colores y
tamaños diferentes; de granos que van de fino a grueso, y de verde tenue a
color verde intenso; asimismo, la inflorescencia puede ser de muy compacta a
semiabierta. Estos aspectos son tomados en cuenta en cada una de las
regiones de producción. Existen variedades que se pueden clasificar en
tempranas, intermedias y tardías (Santoyo y Martínez, 2011).
Resulta de fundamental importancia establecer calendarios productivos con
distintos cultivares en épocas diferentes. En los ciclos usuales de la producción
española de brócoli para exportación (octubre-noviembre a mayo-junio) existen
épocas en que la elección varietal, entraña más riesgos de los normales, sobre
todo en otoño y a principios de primavera, en que pueden producirse
variaciones climáticas bruscas, en forma de períodos con temperaturas
excesivamente elevadas, que pueden afectar a la calidad comercial de las
inflorescencias sobre todo de cultivares semitardíos o tardíos (Maroto, 1995).
Los cultivares de brócolis de ciclos más largos, adaptados a ciclos
invernales, suelen ser bastantes resistentes al frío pero las temperaturas
elevadas pueden afectar a la calidad de los cogollos, mientras que los
cultivares más precoces, siendo más susceptibles al frío, suelen resistir en
mayor medida la incidencia de temperaturas más elevadas, sin acusar tanto las
deformaciones en sus inflorescencias (Maroto et al., 2007).
Para Jaramillo et al. (2006), al seleccionar un material para la siembra en
una determinada localidad, se deben tener en cuenta algunos criterios de
calidad, de acuerdo a las exigencias del mercado, además de su buena
adaptación a las condiciones agrometeorológicas de la región y de su
excelente rendimiento:
7.1.1. CICLO
Cuando hablamos de ciclo, hablamos de los días transcurridos desde la
siembra hasta la recolección. Se prefieren los cultivares cuyo ciclo sea más
corto para poder tener mayores rendimientos en cuanto a número de cosechas
por año.
Los ciclos de cultivo más habituales en los cultivares comerciales de brócoli
están comprendidos entre los 75-80 días y los 110-115 días desde la siembra a
Revisión Bibliográfica
41
la recolección, teniendo un período de recolección de unos 30-35 días
(Pascual, 1994).
7.1.2. ALTURA DE PLANTA
Es preferible que los cultivares sean lo más bajos o compactos posible,
pues presentan menores distancias de siembra y por consiguiente una mayor
densidad de población por área de superficie.
7.1.3. DISTRIBUCIÓN E INSERCIÓN DE LAS HOJAS
Las hojas erectas facilitan el desarrollo de las pellas o cabezas y su
recolección. Por otro lado, aumentan la eficiencia fotosintética y permiten
estrechar los marcos de plantación (Mesa, 2003).
7.1.4. BROTES SECUNDARIOS
Algunos cultivares de brócoli no producen una pella principal, sino una
multitud de brotes axilares (“brócolis de rebrote”). La intensidad del rebrotado
axilar es muy variable según el cultivar.
Según Maroto et al. (1997), el rendimiento neto de una parcela de brócoli,
en la que se aprovechan los rebrotes, puede variar entre 15 y 30 t/ha en
función del cultivar, el ciclo de cultivo y el marco de plantación. Asimismo, la
producción de rebrotes puede variar entre el 40-70% del rendimiento global.
7.1.5. PELLA O CABEZA
La posición de la pella o cabeza puede ser profunda o elevada. Una pella
elevada facilita la recolección.
7.1.6. FORMA
La pella del brócoli ha de tener forma esférica o de domo, lo cual permite
que el agua de lluvia no quede retenida en la superficie y que en los días
soleados no se produzcan quemaduras, por el efecto de lupa que ejercen los
rayos solares sobre las gotas de agua. Del mismo modo, al no quedar retenida
el agua en la superficie se reduce la aparición de enfermedades.
7.1.7. TIPO DE GRANO
El mercado prefiere el tipo de grano fino, aunque también admite granos
semigruesos.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
42
7.1.8. MADURACIÓN DEL GRANO
Es deseable que sea uniforme y que todos los granos engrosen a la vez.
7.1.9. COLOR
En brócoli hay una amplia gama de matices verdes con tonalidades verde
azulosas, pasando por verdes claros, medios y oscuros, hasta verdes oscuros
con tonalidad azulada o grisácea según la intensidad de la serosidad.
Se buscarán cultivares que presenten pellas con el menor grado de
amarillamiento posible. Tampoco es deseable la presencia de granos marrones
(fisiopatía) (Mesa, 2003). En general, el mercado prefiere pellas de color verde
intenso y oscuro (Namesny, 1993).
7.1.10. TAMAÑO
Depende del cultivar y de la densidad de plantación. A menor densidad de
siembra, se podrán obtener plantas de mayor tamaño. Dependerá de las
exigencias del mercado.
El diámetro del tallo está directamente relacionado con el tamaño de la
pella, prefiriéndose generalmente troncos finos.
7.1.11. PESO
Depende del cultivar, del manejo agronómico del cultivo y de la densidad
de plantación. En general, se requieren pesos entre 300 y 400 g (Jaramillo et
al., 2006).
7.1.12. UNIFORMIDAD DE TAMAÑO
Depende del cultivar y de las técnicas de cultivo. Es aconsejable que las
pellas tengan una buena uniformidad, por motivos comerciales, y para facilitar
las labores de recolección y poscosecha (Mesa, 2003).
7.1.13. GRADO DE COMPACIDAD
Depende del cultivar, pero puede estar influenciada por las labores de
cultivo (fertilización, densidad de siembra,…), y por las condiciones
ambientales. En general, el mercado exige brócolis con pellas compactas, de
buen peso y con buen aguante en campo y poscosecha.
Revisión Bibliográfica
43
7.2. CLASIFICACIÓN CULTIVARES COMERCIALES
La elección de los cultivares es uno de los aspectos más importantes
dentro del cultivo del brócoli. Las casas comerciales conocen bastante bien los
cultivares que se comercializan y la adaptación a cada una de las fechas, por
medio de los ensayos que realizan in situ y por los años de experiencia que
tienen con su propio material vegetal visitando parcelas de agricultores (Maroto
et al., 1997).
La mayor parte de los cultivares existentes en el mercado son híbridos
(Maroto et al., 2007), consiguiéndose cada vez mejor calidad, homogeneidad,
resistencias a enfermedades, mejora de rendimientos y adaptación a las
condiciones climáticas de cada zona. Evidentemente, esta mejora ha llevado
consigo un aumento significativo de los precios de las semillas, aspecto cada
vez a tener más en cuenta (Mesa, 2003).
La esterilidad masculina citoplasmática (CMS - Cytoplasmic male sterility)
es un método usado en Brassicaceas para producir híbridos F1 (Van den Bosch
et al., 2008).
Aunque los cultivares de brócoli más apreciados son aquellos con
inflorescencias de color verde intenso, ellos integran sólo uno de los tres
grupos varietales que se diferencian dentro de esta especie (Tesi, 1987), los
cuales son:
Brócoli ramoso verde calabrés: Engloba los cultivares comerciales
más relevantes anteriormente mencionados. Además de caracterizarse por
su color verde intenso, presentan un diámetro de la inflorescencia principal
de 8 a 10 cm. A este grupo corresponden los cultivares a estudiar en el
presente ensayo.
Brócoli romanesco: La inflorescencia de color verde, es de gran
tamaño, de 14 a 16 cm, y su superficie está formada por numerosos conos,
correspondientes a las terminaciones de las ramas florales que la integran.
Los cultivares de romanesco se suelen englobar en el mismo taxón que las
coliflores (Maroto et al., 2007).
Brócoli de Verona: La inflorescencia, de tamaño medio (10-15 cm
de diámetro), es de color blanco-grisáceo, muy similar a la de la coliflor
pero menos carnosa y menos pesada.
La principal clasificación agronómica para brócoli por grupos varietales
viene dada en función de la duración de su ciclo (Maroto et al., 2007). Así
podemos diferenciar distintos grupos:
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
44
7.2.1. CULTIVARES DE CICLO CORTO
Agassi RZ F1: Híbrido de gran uniformidad y alto rendimiento en campo. La
cabeza tiene forma redondeada-apuntada y una superficie muy lisa que limita
la aparición de podredumbres por acumulación de agua. El grano es de tamaño
medio-fino. Presenta menor incidencia de ahuecado de tallo que otras
variedades del mercado.
Chronos F1: Planta baja, de hojas oscuras y pellas muy abovedadas, de
calibre medio grande, 450-700 gr. Cultivar ideal para incrementar la densidad
de plantación y para adelantar las recolecciones. Es uno de los cultivares
estudiados en el ensayo del primer capítulo.
Decathlon F1: Planta muy vigorosa de porte erecto, muy rústica y tolerante
a altas temperaturas. Pellas abovedadas, elevadas, compactas y pesadas.
Floretes semicortos, de tamaño uniforme y desarrollo homogéneo. Tiene
versión CMS, Heraklion F1.
Earl F1: (80-90 días de ciclo). Planta muy vigorosa, con follaje verde
azulado. Pella de color verde oscuro, compacta, de gran aguante en campo,
forma de bóveda y de grano fino.
Emerald F1: (75-80 días). Planta de altura media y estructura vigorosa.
Pellas muy compactas, globosas, de color verde oscuro y de grano muy fino.
Ironman F1: Cultivar de tallo compacto con muy alta calidad de floretes y
coronas para mercado en fresco. Su color verde intermedio permite tener un
menor contraste de color interno y externo en el florete. Es uno de los cultivares
estudiados en el ensayo del primer capítulo.
Italiano Calabrés: Cultivar de crecimiento vigoroso. Pellas de color verde,
de buen tamaño y grano fino, protegidas por numerosas hojas.
Kabuki: (60-70 días). Pellas de forma globosa con grano redondo y
compacto. La planta presenta pocas hojas, lo que le permite incrementar su
densidad de siembra.
Lucky F1: Cultivar de porte medio y gran vigor. Ideal cuando la temperatura
es alta en el momento de la maduración. Variedad tolerante al mildiu y al
ahuecamiento del tallo.
Merit F1: (55-60 días). Planta de porte semierecto con pella compacta,
globoso aplanada, de color verde oscuro azulado y muy homogéneas.
Nubia F1: (85-95 días). Planta que soporta bien el frío, con hojas de color
azulado. La pella es de color verde oscuro azulado, de tamaño grande y forma
esférica acuminada. Tiene floretes cortos muy llenos y con mucho peso.
Revisión Bibliográfica
45
Orantes RZ F1: Nueva variedad de brócoli. Destaca por el alto peso de la pella
y por tener un grano fino y un cierre de la base de la cabeza y floretes perfecto.
Es uno de los cultivares estudiados en el ensayo del primer capítulo.
7.2.2. CULTIVARES DE CICLO MEDIO
Carusso: Cultivar con buen comportamiento ante el frío. Planta muy
vigorosa altamente tolerante al mildiu. Presenta una pella en domo, compacta,
con apariencia lisa y ramilletes cortos.
Chevalier: (90-95 días). Pella compacta, de grano muy fino y de tallo
medio fino. Variedad muy rústica y adaptable a todas las condiciones de cultivo
con garantía de producción y calidad.
Legend F1: (100 días). Planta de porte medio y pocos rebrotes. Pella de
color verde azul oscuro, abovedada, de tamaño grande, buena compacidad y
grano medio pequeño.
Lord F1: Planta vigorosa y rústica con cabeza compacta de grano fino.
Buen comportamiento al frío. Variedad muy rústica y adaptable a todo tipo de
terrenos y formas de cultivo. Es uno de los cultivares estudiados en el ensayo
del primer capítulo.
Marathon F1: Planta vigorosa, de porte medio, ampliamente adaptada a
todo tipo de suelos y condiciones. Pellas abovedadas, densas y compactas, de
posición medio elevada en la planta. Color verde intenso. Floretes cortos de
tamaño medio y uniformes. Según las condiciones de cultivo admite tanto
recolección única como rebrotes.
Matsuri: Indicada para prolongar recolecciones donde la parada invernal
limita el desarrollo de variedades de ciclo más corto.
Medway (Pex 7204): (90-100 días). Pella de forma redondeada de tamaño
medio grande, color azulado y grano fino. Adaptada al calor.
Milady F1: Especialmente recomendado para zonas frías donde su
producción y calidad son muy elevadas.
Monaco F1: Adaptada a distintas épocas de cultivos. Cabeza muy redonda
con floretes cortos y granos muy finos.
Monopoly F1: Planta fuerte y rústica. Cabeza muy redonda con floretes
cortos y grano fino.
Naxos F1: Planta muy vigorosa de pellas abovedadas, compactas de
atractivo color verde intenso. Grano fino, de formación lenta y uniforme, que
soporta bien la sobremaduración. Variedad sensible a inducir plantas ciegas en
condiciones adversas. Muy resistente a altas temperaturas, siendo bajo estas
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
46
condiciones cuando manifiesta sus mejores cualidades y marca la diferencia en
calidad. Es uno de los cultivares estudiados en el ensayo del primer capítulo.
Parthenon (KO-070) F1: 95 días. Plantas vigorosa de porte bajo y escasos
rebrotes. Pellas grandes abovedadas, muy compactas y pesadas de color
verde azul oscuro, Floretes muy cortos y grano muy fino. Es uno de los
cultivares estudiados en el ensayo del primer capítulo.
Pentathlon F1: Pellas muy abovedadas, elevadas, sobresaliendo
ligeramente sobre las hojas en plena madurez, de color verde azulado y
oscuro, grandes y compactas. Floretes pequeños, cortos y bien
proporcionados. Tiene versión CMS, Chios F1.
Sakura: Pellas muy abovedadas y de grano compacto de color verde
oscuro.
Senshi F1: Pellas abovedadas, de tamaño medio y posición elevada en la
planta, compactas y de buena calidad. Floretes cortos y bien formados. Grano
fino de color verde oscuro y desarrollo sostenido. Está adaptada a condiciones
climáticas suaves y a suelos de buena fertilidad.
Triathlon F1: Planta muy vigorosa y erecta adaptada especialmente al frío.
Pellas muy abovedadas y compactas, de color verde intenso y sin antocianina.
Verde Calabrese: Produce cabezas principales de buen tamaño y pocas
cabezas secundarias, de color verde azulado.
Violeta de Sicilia: Pella de color violácea.
7.2.3. CULTIVARES DE CICLO TARDÍO
Arcadia F1: Planta de vigor medio y porte abierto, rústica y tolerante a
temperaturas tanto altas como bajas. Pellas semiesféricas de posición
intermedia en la planta, compactas y pesadas. Grano medio de color verde
plateado. Produce buenos rendimientos en pellas principales, con una
capacidad media para rebrotes comerciales en condiciones de temperatura
adecuadas.
Belstar F1: Grano fino, porte medio y gran vigor. Pellas muy compactas de
tipo “Crown”. Ideal para cultivos en zonas mediterráneas. Tolerante a mildiu y a
ahuecamiento del tallo. Es uno de los cultivares estudiados en el ensayo del
primer capítulo.
Coronado F1: Pellas muy compactas, de color verde medio y grano fino.
De Angers: Pellas de buen tamaño, semicubiertas por las hojas que son
blancas y de gran tamaño. Grano fino y muy apretado, con aguante a subirse.
Revisión Bibliográfica
47
Green Valiant F1: Planta semivigorosa, de porte bajo y pella cóncava.
Grano extrafino con floretes cortos y color verde oscuro.
Samson F1: Planta muy vigorosa de porte elevado que requiere buenas
condiciones de fertilidad. Pellas grandes, pesadas, abovedadas compactas y
de buena conservación en condiciones frías.
Shena: 115 días. Planta alta y erecta con pella compacta y en domo.
Grano fino y color verde oscuro.
Shogun F1: 105-110 días. Planta muy vigorosa, pella compacta y cóncava.
Grano fino con floretes largos y color verde azulado. Se adapta muy bien a
condiciones de temperatura baja. Múltiple formación de rebrotes.
Typhoon: Cabeza color verde oscuro. Tolerante al mildiu.
Volta F1: Planta muy vigorosa de color oscuro.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
48
8. ÉPOCA DE SIEMBRA
En el caso del brócoli, un programa de producción se puede realizar con
garantías utilizando pocos cultivares, su elección estará sujeta a la calidad y
tamaño exigidas, así como de la posibilidad de aprovechamiento del rebrote.
Debido a la menor diferencia de ciclo entre el material existente, se
recomiendan trasplantes escalonados quincenal o mensualmente, dependiendo
del período de recolección a diseñar (Maroto et al., 2007).
Una correcta elección de los cultivares permite diseñar calendarios de
producción, que pueden dar lugar a recolecciones durante al menos 10 meses
del año, ubicando cada cultivar en función de la localización, fechas de siembra
y ciclo de cultivo, con el objeto de obtener producto de máxima calidad, de
manera continua (Maroto et al., 2007).
A continuación, se muestra un calendario de producción con los períodos
de siembra y recolección, resultado de ensayos de cultivares desarrollados
principalmente en el Centro de Fundación Ruralcaja, en Paiporta (Valencia),
realizados por Maroto et al., tras varios años de experimentación. Siendo la
Comunidad Valenciana una región de clima mediterráneo, podemos adaptar el
calendario a Canarias, teniendo la ventaja de que nuestras limitaciones en el
período invernal son mucho menores. Además, se representarán gráficamente
los calendarios de los cultivares que coincidan con los de este ensayo.
Siembra de junio
En condiciones de clima mediterráneo, son pocos los cultivares capaces de
dar buena calidad en condiciones de altas temperaturas. Los que mejor se han
comportado para siembras en junio son Parthenon y Ironman, pudiendo
recolectar los brócolis en octubre y principios de noviembre.
Tabla 3. Maroto et al., (2007). Calendario de producción de brócoli, para trasplante de julio.
Cultivar Año Jun. Jul. Ago. Sept. Oct. Nov.
Parthenon 04/05 22 16 6 8
05/06 28 28 10 28
Ironman 05/06 28 28 7 17
Siembra Plantación Recolección
Siembra en agosto
Esta fecha es de las de mejor comportamiento, en condiciones de clima
mediterráneo, para conseguir buena calidad de brócoli, obteniendo pellas
prietas, con grano bien formado, pesos medios y rendimientos aceptables, con
pocos problemas de tallo hueco, flores abiertas u ojos de gato. Con este
trasplante se puede recolectar brócoli a finales de noviembre y primera
Revisión Bibliográfica
49
quincena de diciembre. En el caso de aprovechar rebrotes, se puede alargar el
período de cosecha hasta el mes de enero.
Tabla 4. Maroto et al., (2007). Calendario de producción de brócoli con trasplante en septiembre.
Cultivar Año Ago Sept Oct Nov Dic Ene
Parthenon
03/04 13 11 24 18
04/05 10 14 9 7
05/06 9 6 18 27
Belstar
00/01 17 8 23 15
01/02 29 19 17 14
03/04 13 11 20 11
04/05 10 14 9 11
04/05 17 30 27 21
05/06 9 6 15 27
05/06 31 29 2 27
Ironman 05/06 9 6 18 27
Lord 92/93 18 15 7 22
Siembra Plantación Recolección
Siembra de septiembre
En esta fecha y como consecuencia de una menor temperatura en el
período de crecimiento del cultivo, se produce una tendencia a dar piezas de
menor tamaño, de forma que para conseguir pellas de un peso medio superior
a los 200 gramos se aconseja recurrir a cultivares que aportan inflorescencias
de gran tamaño como Marathon o de similares características, como puede ser
Seulisa o Lord. El ciclo se alarga entre 10 y 15 días respecto a la siembra de
agosto, produciéndose las recolecciones en la segunda quincena de enero y
febrero. La calidad del producto se mantiene con respecto a la siembra
anterior.
Siembra de octubre
Con este trasplante, generalmente se puede obtener recolecciones de
finales de febrero y mes de marzo. En este periódo se producen malas
condiciones para el crecimiento de las plantas, por coincidir con los meses de
invierno, por lo que se recomienda la elección de cultivares que resistan dichas
condiciones y sean capaces de dar pellas de buen tamaño.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
50
Siembra de noviembre
Con un trasplante en diciembre normalmente se consigue recolectar el
brócoli entre finales de marzo y el mes de abril. En esta fecha y por
encontrarnos con mejores condiciones de temperatura, se puede producir una
recuperación del peso medio de las pellas.
Tabla 5. Maroto et al., (2007). Calendario de producción de brócoli para siembra de noviembre.
Cultivar Año Nov Dic Ene Feb Mar Abr May
Ironman 05/06 10 29 5 25
Parthenon 05/06 10 29 12 28
Lord 92/93 16 22 6-14 14
Siembra Plantación Recolección Rebrotes
Siembra de diciembre y enero
Con esta siembra, los trasplantes se producen en el mes de febrero y
marzo, el comportamiento del brócoli es similar para estas plantaciones. La
recolección se puede efectuar a principios del mes de mayo, agrupándose
como consecuencia de las altas temperaturas que se dan en el momento del
corte de las pellas. El ciclo se acorta en ocasiones en más de un mes, las
plantas dan inflorescencias de gran tamaño, superando en ocasiones los 500
gramos. El exceso de vigor provoca que se produzcan algunas alteraciones,
como ojo de gato, flores abiertas, piezas mal formadas y tallo hueco.
Para obtener una buena calidad, es aconsejable desarrollar prácticas de
cultivo que eviten un exceso de vigor, como puede ser reducir los abonados
nitrogenados, no abusar de los riegos, aportaciones de boro para evitar el tallo
hueco y aumentar ligeramente la densidad de plantación.
Tabla 6. Maroto et al., (2007). Calendario de producción de brócoli para siembra de diciembre a
enero.
Cultivar Año Dic Ene Feb Mar Abr May
Parthenon 03/04 17 29 20 28
Agassi 04/05 9 3 9 27
Lord 92/93 4 26 11-25 25
95/96 23 26 29 13
Siembra Plantación Recolección Rebrotes
Revisión Bibliográfica
51
La época de siembra está mayormente influenciada por los precios del
mercado. En Tenerife, para una explotación que se dedique a la rotación de
cultivos, se recomienda realizar la siembra entre agosto y octubre, pues es en
invierno cuando el brócoli alcanza los mejores precios de mercado.
En el Análisis Temporal de Agrupado de Meses para los Productos Locales
realizado por MERCATENERIFE, para el período 2010-2013, el brócoli alcanzó
los precios máximos entre los meses de noviembre a febrero, llegando a estar
a 3,20 €/kg en diciembre de 2013.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
52
9. LABORES CULTURALES DEL BRÓCOLI
Como la mayoría de cultivos, el brócoli vegeta mejor en los suelos de
textura media, profundos, con buen drenaje, bien provistos de materia orgánica
y nutrientes, con pH ligeramente ácido o moderadamente alcalino, presentando
una tolerancia media a la salinidad (Pomares et al., 2007b).
9.1. PREPARACIÓN DEL CULTIVO
Para el establecer el cultivo en campo es necesario cumplir con los
requerimientos climáticos y edáficos, anteriormente descritos, además de tener
una topografía apropiada.
La topografía más recomendada para la siembra de brassicáceas, es la
plana o la ondulada, con pendientes inferiores al 30%, ya que la siembra en
suelos con pendientes superiores, dificulta el manejo y se presentan problemas
de erosión y lavado de nutrientes.
En terrenos con malas hierbas, rastrojos o pasto natural se recomienda
realizar un segado superficial y luego incorporar estos con un pase de rastrillo
para añadir nutrientes al suelo (Jaramillo et al., 2006).
Según Maroto et al., (2007), las labores preparatorias del brócoli deben
consistir, en términos generales, en realizar primero la nivelación del terreno,
especialmente donde se realice riego a manta o por surcos, para evitar
desniveles que propicien encharcamientos y poder realizar riegos uniformes,
dejando una pendiente del 2 al 5‰, según textura del suelo y caudal
disponible. Seguidamente deberá efectuarse una labor profunda con
subsolador para favorecer el drenaje sobre todo en suelos pesados.
En tercer lugar deberá incorporarse la materia orgánica y realizar una labor
superficial. Posteriormente si se utiliza algún tipo de herbicida o insecticida-
nematicida de preplantación que haya que incorporar, se aplica e incorpora, y
se realiza un asurcado o acaballonado para formar los lomos donde va a
realizarse el trasplante. En caso de utilizar riego localizado o de aspersión,
seguidamente se extienden las líneas de goteros o aspersores sobre los lomos
de plantación.
9.2. SIEMBRA Y PLANTACIÓN
9.2.1. OBTENCIÓN DE SEMILLAS
A la hora de elegir o seleccionar las plantas para la obtención de semillas
hay que tener bastante cuidado en escoger la mayor cantidad de plantas
posibles, de manera que se tenga una base genética amplia. Siempre se
Revisión Bibliográfica
53
elegirán plantas sanas, bien formadas y perfectamente desarrolladas (Sauca y
Santiago, 2007).
Para el brócoli, las plantas seleccionadas para la producción de semilla se
deben dejar en el campo salvo que se prevea un invierno crudo, en este caso,
habrá que recurrir a la protección de las plantas. Se recomienda cortar todas
las ramas laterales que aparecen en la base de los tallos, para favorecer el tallo
principal y con ello la mejor formación de las semillas.
Una vez recolectadas y extraídas del grano, hay que guardar las semillas
en bolsas de papel u otro material natural, o en botes de cristal, en lugar seco,
oscuro y a temperaturas bajas y estables. Lo idóneo será conservar la semilla a
temperatura inferior a 12 ºC y con una humedad relativa en ningún caso
superior al 60% (Sauca y Santiago, 2007).
Es recomendable anotar siempre en cada envase, como mínimo, especie,
variedad y año de recolección, para poder comprobar los resultados del
material elegido y favorecer una correcta trazabilidad, antes de empezar con el
semillero.
9.2.2. SEMILLEROS
Las especiales exigencias ambientales, hídricas y de protección sanitaria
requeridas durante los primeros estados del desarrollo vegetal son más fáciles
de controlar sobre instalaciones de pequeña superficie y con una densidad muy
alta de plantas, denominadas semilleros (Carmona y Abad, 2008).
El semillero es el lugar de inicio de la vida productiva y reproductiva de una
planta y es un área de terreno o recipientes (vasos, bandejas) debidamente
adecuado, para depositar las semillas y poder darles las condiciones óptimas
de luz, temperatura, fertilidad y humedad, para obtener la mejor emergencia
durante sus primeros estados de desarrollo, hasta el trasplante a campo
(Jaramillo et al, 2006).
Los semilleros en brócoli se han realizado tradicionalmente en tablares de
2 m de anchura, con el terreno mullido, al que se le aportaba materia orgánica
descompuesta, efectuándose la siembra a voleo a razón de 1,5-3 gramos de
semilla/m2 (Maroto, 1995).
Hoy en día los semilleros se realizan con máquinas especializadas
mediante la siembra automática en “speedlings”, contenedores de forma
troncopiramidal insertos, a modo de alvéolos, sobre bandejas de diferentes
dimensiones y materiales (Carmona y Abad, 2008), generalmente bandejas de
poliestireno de 200-250 alvéolos, rellenos con sustrato a base de mezclas de
turbas, estando contrastado que el trasplante con cepellón asegura un mejor
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
54
arraigo de las plantas, una mayor producción y uniformidad de la inflorescencia
(Macua, 1987).
Las bandejas sembradas se colocan durante 2 días a 18-22ºC para
pregerminar las semillas, y seguidamente se pasan a invernaderos de plástico
o de malla, según la temperatura ambiente, hasta el momento óptimo del
trasplante. La utilización de calefacción de apoyo suele resultar interesante
para acelerar la fase de semillero en determinados momentos (Maroto et al.,
2007). Durante este período se aportarán riegos frecuentes y ligeros,
pudiéndose incluir algún abono nitrogenado si el crecimiento es deficiente, o se
observa amarilleo en las hojas de las plántulas. No se debe abusar del abono
nitrogenado en esta fase de semillero, pues las plantas procedentes de
semilleros abonados con excesivo nitrógeno adelantan el desarrollo, pero dan
mayor porcentaje de pellas deficientes (Jaramillo et al., 2006). También se
debe prestar atención al mantenimiento de la cubierta del invernadero, pues
una luminosidad deficiente se traducirá en plantas ahiladas y de menor vigor
(Mesa, 2003).
Según Maroto et al. (2007), en brócoli, la realización del semillero durante
julio-agosto para ciclos de producción precoces, puede ocasionar problemas
por la incidencia de temperaturas elevadas que afectan negativamente a su
germinación y al desarrollo inicial de la planta. Hay que recordar, que a
temperaturas superiores a los 30ºC disminuye ostensiblemente la germinación
del brócoli y por encima de los 36ºC la germinación queda prácticamente
inhibida (Elson, 1989), aunque pueden existir diferencias entre cultivares
(Maroto et al., 1996). En este sentido, la realización del semillero bajo túneles
con malla de sombreo con el fin de reducir la temperatura puede mejorar la
germinación, o bien utilizar cámaras con temperatura y humedad ambiental
controladas (Maroto et al, 2007).
El posterior trasplante al terreno definitivo asegurará un establecimiento
más fácil de la planta, reduciéndose los riesgos económicos en comparación
con la siembra directa cuando se utilizan costosas semillas de híbridos
(Carmona y Abad, 2008).
9.2.3. TRASPLANTE
El trasplante está determinado por el tamaño de la plántula. El mejor
momento para el trasplante del brócoli es cuando la plántula ha desarrollado la
tercera o cuarta hoja verdadera, a los 20-25 días después de la germinación.
Se seleccionan las plántulas más desarrolladas y con mejor sistema radicular,
debiéndose de rechazar todas las plantas cuyo ápice vegetativo se ha perdido
o dañado (Jaramillo et al, 2006).
Revisión Bibliográfica
55
El arranque de la planta de las bandejas, se debe hacer en buenas
condiciones; para ello se aconseja regar el semillero para que el cepellón este
blando y la operación pueda realizarse lo más fácilmente posible, sin que
sufran las raíces de la planta por roturas excesivas.
No se deben arrancar las plantas en las horas de calor, igualmente, hay
que tener presente que las plantas no deben estar arrancadas más de 10 ó 12
horas y que en el tiempo transcurrido entre el arranque y el trasplante deben
estar conservadas en un lugar fresco y sombreado (Jaramillo et al., 2006).
Según Santoyo y Martínez (2011), para el caso de las plantas de brócoli, se
recomienda antes del trasplante, labores de desinfección de plantas con una
solución de fungicidas e insecticidas, en sumersión de raíz.
El trasplante con cepellón puede mecanizarse de distintas formas según el
tamaño de la explotación. En cualquier caso, el riego de plantación debe
efectuarse inmediatamente, sobre todo en las fechas de plantación de los
ciclos más precoces, que coinciden con los meses de julio-septiembre (Maroto
et al., 2007).
9.2.4. MARCOS DE PLANTACIÓN
La densidad de plantación es el principal factor que afecta el rendimiento
cuando éste es expresado por unidad de área (Wien y Wurr, 1997).
En brócoli, existe una clara interacción entre marco de plantación, variedad
y ciclo de cultivo (Maroto et al., 2007). La alta densidad de plantación en este
cultivo se ha relacionado con una reducción del tamaño y peso del florete, y un
reducido número de retoños secundarios (Chung, 1982). La distancia entre
plantas es variable y depende de diversos factores como son la forma de la
planta, la pendiente del terreno, las condiciones físicas y de fertilidad del suelo,
la humedad relativa y la luminosidad, entre otros. Igualmente, varía de acuerdo
a las exigencias del mercado, en cuanto al tamaño y peso de las cabezas o
pellas (Jaramillo et al., 2006).
En la elección del espaciamiento entre plantas, se debe tener en cuenta
también que a menores distancias cada cabeza tendrá menor peso, pero se
obtendrá mayor número y por lo tanto mayor rendimiento/ha. En general, a
mayor distancia de siembra, mayor peso y tamaño de las cabezas o pellas
(Jaramillo et al., 2006).
Por otra parte, para una misma variedad, cuando el cultivo se realiza en
ciclos primaverales o de principios de otoño, en los que el desarrollo de las
plantas no se ve limitado por la temperatura y/o iluminación, el tamaño de la
inflorescencia suele ser más grande que en los ciclos invernales (Maroto et al.,
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
56
2007). Mediante la manipulación de la densidad de plantación se puede ajustar
el peso del florete a los diferentes mercados (Fernández et al., 1991b).
Por ello, en las primeras plantaciones después del verano se tiende a
utilizar marcos de plantación más estrechos para reducir de alguna medida el
tamaño de la inflorescencia, y en ciclos invernales se emplean marcos más
amplios para incrementar el tamaño de la misma, hasta cierto punto, porque
también las variedades y las condiciones ambientales son limitantes del
tamaño de la pella (Maroto et al., 2007)
Por lo general, las variedades precoces se siembran con densidades más
altas que las variedades tardías (Jaramillo et al., 2006).
Según Maroto et al. (2007), la disposición de las plantas va a depender
también del tipo de riego que se vaya a emplear. En riego por surcos
normalmente las plantas se suelen disponer en líneas simples, mientras que
con riego localizado lo normal es trasplantarlas en líneas pareadas. En brócoli,
con riego por surcos, la disposición de las plantas suele hacerse en líneas
dobles sobre caballones separados 0,7-0,8 m. Con riego localizado, la
disposición es también en líneas pareadas sobre mesetas separadas 1 m. En
general, lo normal es recurrir a densidades de plantación que oscilen entre 6 y
8 plantas/m2, utilizándose en ciclos productivos de primavera las densidades
más altas. El cultivar tiene también una influencia notable en la elección de la
densidad.
A continuación se exponen una serie de ensayos de diversos autores, en
los que se pueden comparar los diversos marcos de plantación efectuados en
cada uno de ellos, al igual que el tipo de riego, la fecha de siembra y la
producción:
Macua et al. (2002), realizaron un ensayo de cultivares en la Finca
Experimental de la Comunidad Foral de Navarra, en Cadreita. La siembra se
realizó el 9 de julio y se trasplantó el 13 de agosto. Eligieron un marco de
plantación en mesas a dos caras de 1,80 m entre mesas y 0,40 m entre
plantas, obteniendo una densidad de 27.777 plantas/ha. El cultivo se regó a
manta y se le dieron un total de once riegos. La producción media del ensayo
fue superior a 17 t/ha.
Ayuso et al. (2006), realizaron un ensayo de cultivares en el Centro de
Investigación Finca “La Orden”, situado en las Vegas Bajas del Guadiana. La
siembra se realizó el 14 de julio y el trasplante el 7 de septiembre. El número
de plantas por parcela experimental fue de cuarenta plantas, con una densidad
de 26.000 plantas/ha. El cultivo se regó con riego por goteo. Las producciones
obtenidas oscilaron entre los 10.620 kg/ha y 12.860 kg/ha según el cultivar.
Revisión Bibliográfica
57
Maroto et al. (2010 y 2011), estudiaron el comportamiento productivo y
calidad de diferentes cultivares de brócoli, en fechas distintas de trasplante, en
el Centro de Fundación Ruralcaja, en Paiporta (Valencia). En 2010, se
estudiaron tres fechas, la primera correspondiente a un trasplante de verano
(final de julio), principios de septiembre y ciclo de recolección de primavera con
trasplante de final de diciembre. En 2011, Se estudiaron dos fechas, la primera
correspondiente a un trasplante de verano (principios de septiembre) y la
segunda para recolección de primavera con trasplante de final de diciembre. En
ambos años, Las plantas se dispusieron al tresbolillo sobre surco de 1 m de
separación y 0,33 m entre plantas, cada parcela elemental tenía una superficie
de 4,62 m2 con 28 plantas. En todos los casos se desarrolló la experiencia en
sistema de riego por goteo.
Baixuali et al. (2012), realizaron, en 2010, una evaluación de nuevos
cultivares de brócoli estudiados en dos fechas distintas de plantación, en el
Centro de Fundación Ruralcaja Grupo CRM, en Paiporta (Valencia). Se
analizaron dos fechas: la primera correspondiente a un trasplante de verano,
con siembra el 12 de agosto de y trasplante el 9 de septiembre, y la segunda
fue sembrada el 9 de noviembre y trasplantada el 29 de diciembre. Las plantas
se dispusieron al tresbolillo en bancos separados entre sí 1 m de ancho y entre
plantas 0,33 m. Cada parcela elemental tenía una superficie de 4,62 m2 con 28
plantas.
Salguero et al. (2014), realizaron, en 2009, una evaluación agronómica de
cuatro cultivares de brócoli en los campos experimentales del Centro
Tecnológico Nacional Agroalimentario de Extremadura (Badajoz), ubicados en
las Vegas Bajas del río Guadiana. La siembra se efectuó el 4 de agosto y el
trasplante a campo el 4 de septiembre. Cada parcela experimental constaba de
4 filas de 20 m separadas 0,75 m entre ellas; la distancia entre plantas fue de
0,38 m, alcanzando una densidad de plantación de 35.000 plantas/ha. El cultivo
se regó por riego por aspersión. Los rendimientos de producción variaron entre
6.982 kg/ha y 10.558 kg/ha dependiendo del cultivar, que en este caso, fue el
cultivar Parthenon el que presentó la mayor producción.
9.3. REPOSICIÓN DE MARRAS
Para realizar la reposición de fallos o marras, no hay que dejar pasar más
de ocho días después del trasplante para permitir un crecimiento homogéneo
del cultivo (Jaramillo et al., 2006).
Sólo se realizará esta labor, si el porcentaje de fallos fuera notable, pues
además de las pérdidas de rendimiento, una menor densidad de plantación
provocaría un aumento del peso de las pellas individuales, dejando de ser
aptas para el comercio.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
58
9.4. APORCADO
El aporque, consiste en “arrimar” suelo a la base de la planta, con el fin de
cubrirla y darle más apoyo. Es una práctica complementaria que debe
realizarse como máximo a los 20 días después del trasplante (Jaramillo et al,
2006), cuando las plantas tienen 7-8 hojas (Maroto et al, 2007).
9.5. CONTROL DE ARVENSES
Una de los mayores limitantes en la producción de brassicáceas es la
interferencia de las arvenses (malas hierbas) que se desarrollan durante las
primeras semanas después de la emergencia. Se define “arvense” como toda
planta que está presente en un área y en un momento en el que no se la
desea. Estas plantas son “indeseables” por los daños que ocasionan a los
cultivos, tales como competencia por luz, nutrientes, agua y espacio; además,
en ocasiones son alelopáticas, hospederas de plagas y enfermedades y
dificultan la cosecha (Jaramillo et al., 2006).
La eliminación de arvenses evita estas competencias del cultivo durante las
primeras etapas de desarrollo. Un mal manejo de malas hierbas traerá como
consecuencia un crecimiento deficiente, que repercutirá directamente en el
rendimiento. El control de arvenses se puede realizar de forma manual o
mecánica con aporque, o incluso ambas, dependiendo del tipo de siembra
(Santoyo y Martínez, 2011).
Al realizar las escardas, se debe tener en cuenta, que el sistema radicular
de estas especies es muy superficial y su crecimiento es en sentido horizontal,
a tal punto que la mayoría de las raíces absorbentes se encuentran en los
primeros cinco cm de profundidad del suelo y cuando las plantas han
alcanzado la mitad del desarrollo normal, las raíces de las plantas de los surcos
adyacentes se encuentran cruzadas, por lo que esta labor debe realizarse con
mucha precaución para evitar el daño a las raíces (Jaramillo et al., 2006).
A continuación, y según Jaramillo et al. (2006), se expondrán los distintos
métodos que se pueden aplicar para el control de arvenses:
9.5.1. PREPARACIÓN DEL TERRENO
Una preparación del terreno adecuada depende del buen conocimiento de
las especies de arvenses predominantes en el campo.
Siempre que las malas hierbas perennes predominen, se recomienda
preparar el terreno de tal manera que las raíces, rizomas, bulbos y tallos
subterráneos sean expuestos sobre la superficie del suelo, para facilitar su
desecación por el viento y el sol. Los rizomas cortos tienden a desecarse más
Revisión Bibliográfica
59
rápidamente que los más largos, por lo que la fragmentación con rastras juega
un papel importante.
El cultivo superficial del suelo es deseable siempre que las arvenses
anuales predominen, ya que así las semillas de las malas hierbas
permanecerán cerca de la superficie del suelo, lo que promoverá normalmente
su germinación precoz. La labranza profunda suele enterrar las semillas de
arvenses en el suelo, lo que generalmente retarda su germinación y las
distribuye a lo largo de la zona arable del suelo, donde permanecen viables,
pero latentes y en espera de su regreso a la superficie del suelo con
posteriores labores de cultivo.
9.5.2. SOLARIZACIÓN
Es una técnica eficiente que controla semillas y plantas de un amplio
espectro de arvenses anuales y perennes. También controla plagas,
enfermedades y nemátodos que afectan al cultivo. Es una técnica ecológica y
económica que consiste en cubrir el suelo húmedo con un plástico
transparente, durante cuatro a seis semanas en los meses de mayor
temperatura (verano); la temperatura que logra el suelo durante este proceso
es letal para muchos patógenos, insectos y malas hierbas.
9.5.3. COBERTURAS
Algunos tipos de plásticos y otros residuos vegetales han sido empleados
con éxito para el control de arvenses, además de favorecer la retención de la
humedad del suelo en áreas cultivadas con hortalizas.
9.5.3.1. PLÁSTICOS
Al cubrir el suelo con plásticos de color negro, se logra un efecto negativo
sobre el desarrollo de las arvenses, debido a la ausencia de luz. Este método
es relativamente costoso y muy laborioso. Los plásticos negros y otras
coberturas sintéticas deben ser evaluados previamente, para determinar su
relación costo-beneficio. Se ha encontrado que algunas especies de arvenses
son capaces de romper la manta de polietileno negro y emerger después; por
eso, serán necesarias escardas manuales complementarias para evitar la
aparición de estas especies.
8.5.3.2. MULCHING
El uso de restos de vegetación o mulch puede producir un efecto similar al
del plástico negro; además, los residuos vegetales ofrecen la ventaja adicional
de mejorar la estructura del suelo y, en algunos casos, suprimir las malas
hierbas por la liberación de toxinas. Materiales vegetales de desecho como
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
60
tallos de maíz u otros residuos vegetales son usados para el control de
arvenses en hortalizas. Estos materiales son cortados en pequeños trozos y
luego diseminados a lo largo del surco o hilera de la planta cultivable antes de
la emergencia de las malas hierbas. Una ligera cobertura de suelo sobre los
materiales evita que estos sean movidos por el viento.
9.5.4. ROTACIÓN DE CULTIVOS
El mejor enfoque para reducir la infestación de arvenses en áreas de
hortalizas es desarrollar una buena secuencia de rotación de cultivos. Las
plantas cultivables competitivas son extremadamente útiles para eliminar las
malas hierbas en áreas de plantación de hortalizas.
9.5.5. MÉTODO MANUAL O MECÁNICO
El control manual o mecánico es un método práctico y eficaz; sin embargo,
su éxito depende de lo oportuno que este se realice y principalmente de la
disponibilidad y costo de la mano de obra. Dada la alta competencia que las
malas hierbas ejercen sobre el cultivo en los primeros estados de desarrollo,
las plántulas luego de ser trasplantadas a campo definitivo, deben mantenerse
libres de competencia.
Debido a las cortas distancias de siembra empleadas en los cultivos de
brassicáceas y en general de hortalizas, el control de la vegetación de
arvenses a través de métodos mecánicos (escarda, sacho, rastrillo, etc.) se
dificulta. Por lo anterior, es recomendable integrar todas aquellas prácticas
agrícolas que favorezcan el desarrollo del cultivo y disminuyan la competencia
por arvenses, a fin de minimizar el uso de mano de obra e implementos para el
control de las especies nocivas.
9.5.6. MÉTODO QUÍMICO
Se debe recordar que este método no es el único y de ninguna manera el
más importante y muchas veces ni si quiera el más efectivo, pero se
recomienda como complemento a los métodos anteriores descritos, haciendo
uso de la combinación de ellos, de acuerdo a la situación que se presente.
El control químico está relativamente poco desarrollado en hortalizas, ya
que estas plantas son generalmente cultivadas en áreas relativamente
pequeñas y la industria agroquímica generalmente desarrolla sus productos
para su uso en cultivos de grandes extensiones. La mayoría de los herbicidas
utilizados en hortalizas han sido inicialmente desarrollados para su uso en otro
cultivo de gran extensión y muchas veces carecen de un buen margen de
selectividad, por lo que la efectividad de control tiende a ser variable.
Revisión Bibliográfica
61
Un aspecto importante para considerar es que los herbicidas son
elaborados para controlar un determinado grupo de arvenses en un cultivo,
durante una época específica y con una dosis que asegure efectividad en el
control.
Con el objeto de obtener una aplicación correcta y homogénea de los
herbicidas, es imprescindible tener calibrado el equipo, hacer una prueba en
blanco, para poder conocer los litros por hectárea que se van a utilizar y así
dosificar la cantidad de materia activa recomendada (Maroto et al., 2007).
Las materias activas recomendadas y autorizadas en brócoli, incluidas en
el anexo I de la Directiva 91/414/CEE (422) trasladadas al anexo I del
REGLAMENTO (CE) Nº 1107/2009, a 27 de noviembre de 2015 se pueden
consultar en el siguiente link de la página web del Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente:
http://www.magrama.gob.es/agricultura/pags/fitos/registro/fichas/pdf/Lista_
Sustancias_activas_aceptadas_excluidas.pdf
Para un uso correcto de estas sustancias activas, se seguirán las normas y
formas de uso que se indican en el vademécum, o bien en la etiqueta del
producto.
Si las malezas en el cultivo no interfieren con el desarrollo del mismo, es
recomendable dejar estas para el refugio de enemigos naturales reguladores
de plagas que afectan el cultivo.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
62
10. EXIGENCIAS CLIMÁTICAS Y EDÁFICAS DEL BRÓCOLI
10.1. CLIMA
Según la FAO, el brócoli se puede cultivar en latitudes comprendidas entre
35-60º, hasta una altura de 2.000 m.s.n.m., en condiciones de clima templado,
con temperaturas entre 15 y 24ºC, llegando a tolerar temperaturas de entre 3-
35ºC dependiendo del cultivar. Las precipitaciones anuales óptimas para el
cultivo están entre los 900-1.500 mm (Ecocrop FAO, 2014).
Por ser un cultivo originario de una región sub-húmeda temperada, está
adaptado para funcionar óptimamente en condiciones de temperaturas
moderadas, con agua fácilmente disponible, humedad relativa de media a alta y
luminosidad moderada. La planta tolera heladas suaves, pero al estar la
inflorescencia presente se produce congelación y posterior pudrición de flores
(Jaramillo et al., 2006).
El brócoli cuando están en período vegetativo, al ser expuestas a altas
temperaturas, no presentan ningún daño, si bien éstas vegetan mejor con
medias diarias entre 18-22ºC (Mesa García, 2003), pero temperaturas por
encima de 26ºC a partir del inicio de la etapa reproductiva, empiezan a
presentarse síntomas de daño por calor (Jaramillo et al., 2006).
En general, el crecimiento del brócoli es muy rápido a temperaturas por
encima de 20ºC durante la formación de la inflorescencia, siendo necesario
cosecharlo a tiempo, para evitar la apertura de las yemas florales. No resiste
las heladas severas y no produce bien sus yemas florales a temperaturas
superiores a 30ºC.
Contrariamente, las temperaturas bajas en la etapa vegetativa, por debajo
de 5ºC, acompañadas de días largos, inducen a las plantas a formar
estructuras florales prematuras, pequeñas, deformes, de grano grueso y de
menor calidad; durante la fase reproductiva, causan trastornos en el color de
las inflorescencias y hay una tendencia a deformar la pella.
Vientos excesivamente secos resultan perjudiciales para el cultivo (Maroto
et al., 2007).
10.2. SUELO
El brócoli se desarrolla bien en cualquier tipo de suelo, prefiriendo los
francos a franco-arenosos, fértiles, con buen contenido de materia orgánica,
profundos, con buen drenaje, buena retención de humedad, y pH entre 5,7 y
6,8 (Jaramillo et al., 2006), pero se adaptan perfectamente a pH del orden de
7,5-7,8, puesto que el nivel de extracción de calcio es muy elevado. En suelos
Revisión Bibliográfica
63
ácidos son más frecuentes los ataques de Plasmodiophora brassicae (Maroto
et al., 2007).
Son plantas exigentes en nitrógeno, potasio, azufre, boro y molibdeno. Las
extracciones de los nutrimentos son variables en función del cultivar y de las
condiciones climáticas y edáficas, con diferentes rendimientos (Jaramillo et al.,
2006).
El brócoli es una planta resistente a la salinidad del suelo, pudiendo
englobarse, según cultivares, en el mismo grupo que el tomate, la lechuga, el
melón, etc. (Maroto et al., 2007).
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
64
11. RIEGO
El agua es el principal factor limitante de la productividad del brócoli. Su
importancia es trascendental para el crecimiento de la planta, afectando de
forma directa e indirecta a la mayoría de los procesos fisiológicos del brócoli
(Maroto et al., 1997).
El objetivo del riego es el suministro de la humedad necesaria para el
crecimiento y el desarrollo de las plantas, incluyendo también el aporte
necesario de agua para lavar, si fuera necesario, el exceso de sales.
La cantidad total de agua que es necesario aplicar a un cultivo como el
brócoli debe ser suficiente para compensar el agua perdida por
evapotranspiración. Pero además, se debe aportar una cantidad de agua
adicional para compensar las posibles pérdidas por percolación, por la falta de
uniformidad en la instalación de distribución y, en caso de utilizarse aguas
salinas, también se debe contemplar un excedente de agua que permita el
lavado de las sales en el suelo a una profundidad fuera del alcance de las
raíces de las plantas (Pomares et al., 2007a).
Por otro lado, el agua es un recurso escaso que como cualquier recurso
natural explotado por el hombre, su escasez, tiende a agravarse más con el
paso del tiempo. De ahí la importancia de utilizar el agua de riego de la forma
más eficiente posible.
11.1. INFLUENCIA DEL RIEGO SOBRE LA PRODUCCIÓN
El brócoli puede regarse por surcos, por aspersión y por riego localizado,
pudiendo aplicarse en este último caso en superficie como en subterráneo. El
efecto de la dosis de agua sobre la producción del cultivo muestra una amplia
variabilidad en función del cultivar, el tipo de suelo y la climatología.
En diferentes ensayos realizados en el Centro de Formación de la
Fundación Caja Rural Valencia (Paiporta), durante dos campañas 1991-92 y
1992-93, con riego por goteo, se estudio la respuesta del cultivar Coaster a tres
dosis de agua: 75, 100 y 25% evapotranspiración del cultivo (ETC), obtenida
mediante evaporímetro de cubeta clase A. Hubo un escaso efecto significativo
con las distintas dosis de agua aportadas, tanto en el rendimiento de cabezas
principales como de rebrotes. La dosis de agua a partir de la cual no se obtuvo
efectos significativos sobre el rendimiento, varió entre 1.586 y 1.992 m3/ha.
Pero los mayores rendimientos se registraron con una dosis de riego que osciló
entre 1.710 y 2.183 m3/ha (Pomares et al., 2007a).
Sánchez et al., (1996) realizaron un ensayo en una zona de gran aridez
como es Arizona (EEUU). Utilizaron el cultivar Escalibur, plantando sobre suelo
Revisión Bibliográfica
65
arenoso y con riego por aspersión. Los rendimientos más altos se lograron con
una dosis de agua de 4.300 m3/ha.
En esta misma zona, Thompson et al., (2002) realizaron otro ensayo con el
cultivar Claudias en un suelo franco arenoso y empleando riego por goteo
subterráneo. Encontraron que los mejores resultados en cuánto a rendimiento
se obtuvieron con la programación del riego a una tensión de entorno 10 kPa.
En cuanto al riego por aspersión, Ludy et al., (1997) observaron que en riego
por aspersión el rendimiento no fue afectado ni por la frecuencia de riego (2, 4,
8 días) ni por el momento del riego (mañana o tarde), pero la influencia de
Erwinia carotovora disminuyó al pasar la frecuencia de riego de 2 a 8 días.
Karitonas et al., (1999) comprobaron que el riego por aspersión no afecta a la
capacidad de conservación de las pellas.
11.2. NECESIDADES HÍDRICAS DEL CULTIVO
La disponibilidad de agua en el suelo es el principal limitante de la
productividad de un cultivo. Es fundamental entender y cuantificar los flujos de
entrada y salida de agua en el suelo, es decir, establecer un balance de agua,
para evaluar su disponibilidad para el cultivo o cuantificar las necesidades de
riego (Villalobos et al., 2002).
La estimación de las necesidades hídricas de los cultivos es un requisito
básico para establecer un programa de riego adecuado que permita unos
resultados óptimos, tanto en rendimiento y calidad, como en la eficiencia en el
uso del agua (Pomares et al., 2007a).
Las necesidades hídricas, como se menciona en el ensayo 2, se calculan o
bien a través del balance de agua con ayuda de un lisímetro, o bien a través de
una evapotranspiración de referencia ET0 corregida por un coeficiente de
cultivo KC.
11.3. EVAPOTRANSPIRACIÓN DEL CULTIVO
El agua evapotranspirada por el cultivo ETC está constituida por el agua
evaporada desde la superficie del suelo más la transpirada por las plantas, y
constituye la necesidad neta de agua del cultivo en el supuesto de que no
hubieran pérdidas por percolación, que la distribución del agua fuera uniforme y
que no hubiera problemas de salinidad (Pomares et al., 2007a), condiciones
que se dan perfectamente en un lisímetro.
La medida de la ETC no es fácil, ya que requiere de aparatos específicos y
personal con conocimiento para utilizarlos. Dentro de los sistemas usados
tendríamos (Allen et al., 2006):
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
66
Balance de energía: La evapotranspiración está relacionada por el
intercambio de energía en la superficie del vegetal. Es posible predecirla
mediante el principio de conservación de la energía.
Métodos micrometeorológicos: Se basa en la transferencia de masas.
Esta aproximación considera el movimiento vertical de pequeños volúmenes de
aire sobre una superficie. Estos pequeños volúmenes (eddies en inglés),
transportan tanto material (vapor de agua) como energía. La
evapotranspiración puede ser calculada por los gradientes de temperatura,
velocidad del viento y vapor de agua. Estos métodos requieren una medición
muy exacta de la presión de vapor, la temperatura del aire y la velocidad del
viento a diferentes alturas sobre la superficie.
Balance de agua en el suelo: Con este método se puede determinar la
ETC a partir del balance de entradas y pérdidas de agua en el suelo, mediante
la ecuación:
Donde R, es el riego, LL es la precipitación y D es el drenaje. También se
tienen en cuenta la escorrentía superficial (ES), la capilaridad (C) y la variación
de flujo sub superficial (ΔFS) y la variación del contenido de humedad del suelo
(ΔSW) entre riegos.
Figura 1. Balance de agua en el suelo en la zona radicular. Estudio FAO 56 Riego y Drenaje. Evapotranspiración del cultivo (Allen et al., 2006).
Algunos parámetros como el flujo sub superficial, la percolación profunda y el flujo capilar son bastante complicados de determinar en períodos cortos cuando se considera una superficie de suelo, por lo que la estimación de la evapotranspiración mediante este método se utiliza para períodos largos (7-10 días).
Si se consigue aislar la zona radicular de su ambiente y controlar los
procesos más complicados de determinar, el balance de agua en el suelo
puede ser determinado con mayor exactitud. Una buena herramienta para
Revisión Bibliográfica
67
poder medir el balance de agua de un suelo es el lisímetro. Un lisímetro es un
recipiente de gran tamaño lleno de tierra donde se puede sembrar cualquier
cultivo objeto de estudio y cultivarse de la forma más parecida posible a como
se realizaría dicho cultivo en campo. El uso de lisímetros se considera la forma
más ajustada de determinar el uso de agua por los cultivos (Bryla et al., 2010).
La determinación de las pérdidas y ganancias de aguas puede hacerse
mediante pesada, teniendo los llamados lisímetros de pesada, de gran
exactitud y que permiten la medición en períodos muy cortos de tiempo, o bien,
mediante drenaje. Los lisímetros de drenaje se basan en saber las entradas de
agua (riego y lluvia) y las salidas (drenaje) en un período dado.
Figura 2. Esquema lisímetro de drenaje. A la izquierda, esquema según Dastane (1978).
Al tratarse de un recipiente con paredes laterales, la escorrentía superficial
(ES), la capilaridad (C) y la variación de flujo sub superficial (ΔFS), pueden
considerarse nulas en el lisímetro (Martín de Santa Olalla et al., 2005). En
teoría y para mantener la condición sin restricción de agua, un lisímetro ha de
regarse todos los días, por lo que la variación del contenido de humedad del
suelo (ΔSW) entre riegos, en un recipiente cerrado como el lisímetro, puede
despreciarse. Por lo tanto, simplificando la ecuación anterior, la
evapotranspiración de un cultivo se puede obtener del siguiente modo:
Donde:
R, es el riego (l/superficie del lisímetro)
LL, es la precipitación (l/superficie del lisímetro)
D, es el drenaje (l/superficie del lisímetro)
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación, FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations)
ha establecido un sistema de determinación de la evapotranspiración de cultivo
basado en los coeficientes de cultivo y en una evapotranspiración de
referencia. La evapotranspiración de cultivo (ETC) está relacionada
directamente con la evapotranspiración de referencia (ET0), mediante un
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
68
coeficiente de cultivo (KC) que depende del estado fenológico de la planta en
unas condiciones climatológicas específicas y sin restricción de agua (Allen et
al., 2006).
Figura 3. Evaporación del cultivo de referencia (ET0) y bajo condiciones estándar (ETC). Estudio FAO 56 Riego y Drenaje. Evapotranspiración del cultivo (Allen et al., 2006).
Para estimar la ET0, se puede utilizar el método FAO Penman-Monteith, el
cual, requiere datos de radiación, temperatura del aire, humedad atmosférica y
velocidad del viento (Allen et al., 2006), a parte de la latitud y la altura, por lo
que es necesario el uso de estaciones agrometeorológicas. Este método es el
más exacto de los que utilizan fórmulas empíricas para predecir las
necesidades hídricas de los cultivos (Fuentes, 1992).
El valor del coeficiente de cultivo (KC) se puede calcular mediante el
cociente ETC/ET0 (Costello et al., 1991). Este valor dependerá de las
características de la planta, y expresa la variación de su capacidad para extraer
el agua del suelo durante su período vegetativo (Fuentes, 1992).
Como estas características cambian con las diferentes fases de
crecimiento de un cultivo, el KC describe una curva a lo largo del tiempo cuya
forma refleja los cambios en la vegetación y en la cobertura vegetal debidos al
crecimiento y maduración en el ciclo de desarrollo del cultivo (Calera, 2005).
Este período de crecimiento puede ser dividido en cuatro etapas: inicial, de
desarrollo del cultivo, de mediados de temporada y de final de temporada (Allen
et al., 2006). En la gráfica 1, se muestra la secuencia general y la proporción de
cada una de las etapas de crecimiento mencionadas para un cultivo cualquiera.
Revisión Bibliográfica
69
Gráfico 1. Curva generalizada del coeficiente del cultivo, correspondiente al procedimiento del coeficiente único del cultivo. Estudio FAO 56 Riego y Drenaje. Evapotranspiración del cultivo (Allen et al., 2006).
La determinación de los coeficientes de cultivo y el tiempo que se aplican
siguiendo la curva generalizada anterior, debe estar adaptada a las condiciones
locales de cultivo (época de cultivo, manejo, marco de plantación, cultivares,
etc.) (Allen et al., 2006). Por ejemplo si tomamos los datos de los autores
anteriores, se obtuvo un KC ini de 0,7, un KC med de 1,05 y un KC fin de 0,95 para
condiciones de cultivo “subhúmedas” (humedad relativa mínima en el entorno
del 45% y velocidad del viento de 2 m/s aproximadamente). Estos coeficientes
de cultivo se determinaron para un ciclo de cultivo de 135 días con plantación
en septiembre en California, considerando una altura de cultivo de 30 cm. Bryla
et al., (2010) en cultivo en riego por goteo señalaron un KC inicial más bajo
(0,15), con un KC medio similar al de Allen et al., (2006), mantenido hasta la
recolección a los 110 días. Las condiciones de cultivo estuvieron dentro de los
mismos parámetros, con trasplante el 19 de agosto también en California. En la
gráfica 2 se presentan las curvas de los resultados de ambos ensayos.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
70
Gráfico 2. Comparación de las curvas de coeficiente del cultivo, correspondiente a Allen et al. (2006) y a Bryla et al. (2010).
Grattam et al., (1998) relacionaron los coeficientes de cultivo, no con la
fecha de trasplante sino con el porcentaje de suelo cubierto para intentar evitar
algunos de los problemas asociados a las diferencias en fechas de plantación.
Obtuvieron unos valores algo más bajos de los presentados anteriormente,
comenzando con un KC inicial de 0,32 y subiendo hasta un KC medio de 1,01
en recolección. Obtuvieron la siguiente ecuación que relacionaba el coeficiente
de cultivo y el porcentaje de suelo cubierto:
Donde:
G, es el porcentaje de suelo cubierto en tanto por ciento.
Rubbino y de Palma (1989) en la zona sur de Italia obtuvieron valores algo
más bajos que los publicados por Allen et al., (2006), con un KC ini de 0,4,
llegando a 0,8 con un coeficiente de suelo mojado del 80%.
El SIAM (Servicio de Información Agrometeorológica de Murcia), a través
de su programa orientativo de riego localizado, para la mismas condiciones de
cultivo, da una KC ini de 0,5; una KC med de 0,7 y una KC fin de 0,8; valores más
bajos a los señalados por la FAO y algo más semejantes a los obtenidos en
Italia por Rubbino y de Palma (1989).
0.0
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
1.2
0 14 28 42 56 70 84 98 112 126 140 154
días tras trasplante
Co
eficie
nte
de
cu
ltiv
o (
Kc)
Allen et al.2006
Bryla et al. 2010
Revisión Bibliográfica
71
11.3.1. EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA
Se conoce como evapotranspiración del cultivo de referencia ET0 a la tasa
de evapotranspiración de una superficie de referencia, es decir, de un cultivo
hipotético de pasto, con una altura asumida de 0,12 m, con una resistencia
superficial fija de 70 s/m y un albedo de 0,23, muy similar a una superficie
extensa de pasto verde, bien regada, de altura uniforme, creciendo activamente
y dando sombra totalmente al suelo (Allen et al., 2006).
Gráfico 3. Allen et al., 2006. Características del cultivo hipotético de referencia.
La superficie de referencia corresponde a un cultivo hipotético de pasto con
características específicas (Allen et al., 2006), en cuanto a los valores de la
resistencia aerodinámica y de la resistencia de superficie (Calera, 2005) se
refiere. La resistencia superficial rs, describe la resistencia al flujo de vapor a
través de los estomas, del área total de la hoja y de la superficie del suelo. La
resistencia aerodinámica ra, describe la resistencia en la parte inmediatamente
superior a la vegetación e incluye a la fricción que sufre el aire al fluir sobre
superficies vegetativas (Allen et al., 2006).
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
72
Gráfico 4. Allen et al. (2006) Representación simplificada de la resistencia superficial (total) y de
la resistencia aerodinámica al flujo de vapor de agua.
Por tanto, la ET0 expresa la demanda evaporativa de la atmósfera en un
lugar específico y en un determinado instante, y no considera los factores
asociados al suelo y al cultivo (Calera, 2005). Aunque el proceso del
intercambio en la vegetación es demasiado complejo para ser descrito
completamente por los dos factores de resistencia mencionados, con esta
estimación se obtienen buenas correlaciones entre los valores medidos y
calculados de evapotranspiración de referencia ET0 (Allen et al., 2006).
Para poder estimar la evapotranspiración de referencia ET0 utilizaremos el
método FAO Penman-Monteith, el cual, requiere datos de radiación,
temperatura del aire, humedad atmosférica y velocidad del viento (Allen et al.,
2006), así como la altitud y la latitud del lugar donde se tomen los datos. Este
método es el más exacto de los que utilizan fórmulas empíricas para predecir
las necesidades hídricas de los cultivos (Fuentes, 1992). La ecuación
combinada de Penman-Monteith es:
Término de radiación Término aerodinámico
Donde λ (MJ/kg) es el calor latente de vaporización, Rn (kJ/m2) es la
radiación neta, G (kJ/m2) es el flujo del calor en el suelo, (es – ea) (kPa)
representa el déficit de presión de vapor del aire, a (kg/m3) es la densidad
media del aire a presión constante, cp (kJ/kg ºC) es el calor especifico del aire a
Revisión Bibliográfica
73
presión constante, Δ (kPa/ºC) representa la pendiente de la curva de presión
de vapor de saturación, (kPa/ºC) es la constante psicrométrica, y rs (s/m) y ra
(s/m) son las resistencias superficial y aerodinámica (Calera, 2005).
La manera de calcular todos estos parámetros viene indicada en el Estudio
de Riego y Drenaje FAO56: Evapotranspiración del cultivo.
Para calcular la ET0 si no se dispone de un software como el utilizado en
este TFG, se pueden realizar todos los cálculos en una hoja de cálculo
siguiendo las indicaciones del Estudio FAO56.
A continuación, se procederá a explicar paso a paso la metodología a
seguir para calcular la ET0. Como la cantidad de datos a introducir es enorme,
se resumirán los resultados.
Primero de todo se deben conseguir los datos atmosféricos de la estación
agrometeorológica más próxima a la zona de cultivo. Para poder calcular la ET0
hará falta conocer los datos diarios de Temperatura máxima del aire TM(ºC),
Temperatura mínima del aire Tm(ºC), Humedad relativa máxima HRM(%),
Humedad relativa mínima HRm (%), Radiación solar media Rg(W/m2) y
Velocidad máxima media del aire u(m/s).
Tabla 7. Datos diarios atmosféricos de la estación agrometeorológica de Redondo (Icod de los Vinos, Tenerife) del Servicio Técnico de Agricultura y Medio Rural del Cabildo Insular de Tenerife.
Mes Dia TM (ºC) Tm (ºC) HRM (%) HRm (%) Rg (W/m2) u (m/s)
3 31 20,3 8,6 97,3 47,9 290,46 2,6
4 1 18,5 7,4 98,1 52,7 272,54 2,2
4 2 18 8,3 98,4 70,4 233,83 1,8
4 3 17,3 9,1 98,2 69,9 238,22 2,1
4 4 14,5 9,1 89,2 65,8 74,55 1,3
4 5 16,8 8,1 95,1 57,3 101,33 1,9
4 6 15,2 7,3 97,4 65 84,05 1,5
Si se posee una estación propia, lo ideal sería utilizar los datos máximos y
mínimos extremos de temperatura y humedad
Lo siguiente que se debe tener en cuenta son una serie de datos algo más
complejos de determinar como son la altitud sobre el nivel del mar o cota a la
que se encuentra la estación meteorológica, la latitud (º) y la longitud (º) a la
que se encuentra el cultivo, la longitud del meridiano estándar de referencia (º)
y la diferencia con la hora solar de la zona de cultivo.
Para conocer los tres primeros datos se debe georefenciar tanto la estación
meteorológica como la zona de cultivo. Para ello se puede hacer uso de un
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
74
dispositivo de GPS o de los llamados sistemas informáticos integrados
(IDECanarias, SIGPAC, Google Earth, etc.).
Tabla 8. Datos de cota, latitud y longitud obtenidos del IDECanarias (GRAFCAN) del Gobierno Autónomo de Canarias.
Cota (m.s.n.m.) z 632,5 m
Latitud (º) rlat 28,35108889º N
Longitud (º) rlon -16,69832222º O
Meridiano stándar (º) stdm -15 O
Diferencia horaria con GMT (h) dls 0 h
En cuanto a la longitud del meridiano estándar de referencia, se refiere a la
longitud del huso horario más próximo al que se encuentre la zona de cultivo.
Como Canarias tiene una longitud media de 16º O le corresponde una longitud
de meridiano estándar de 15º O. Los signos negativos de las longitudes se
deben a que se toma como punto de referencia (0,0) el cruce entre el meridiano
de Greenwich y el Ecuador, simulando de este modo un sistema cartesiano de
coordenadas. Respecto a la diferencia con la hora solar, se refiere a la
diferencia horaria respecto a la zona horaria del meridiano 0º o meridiano de
Greenwich.
A continuación es necesario conocer algunos parámetros del cultivo y de la
estación meteorológica que permitirán determinar más adelante la resistencia
aerodinámica del cultivo ra.
Donde:
ra_c, es el coeficiente de resistencia aerodinámica
Zm, es la altura sobre el suelo del anemómetro (m)
Zh, es la altura sobre el suelo del termo-higrómetro (m)
d, es el plano de altura de desplazamiento cero (m)
Zom, es la longitud de la rugosidad que gobierna la transferencia del
momentun (m)
Zoh, es la longitud de la rugosidad que gobierna la transferencia de
calor y vapor de agua (m)
K, es la constante de Von Karman, 0,41
Uz, es la velocidad del viento a la altura Z (m/s)
Revisión Bibliográfica
75
Tabla 9. Resultados para el cálculo de la resistencia aerodinámica del cultivo
Albedo α 0,23
Índice activo de área foliar LAIact 1,44
Altura de cultivo (m) h 0,12
Altura sobre suelo del anemómetro (m) Zu 2,42
Altura sobre suelo del termo-higrómetro (m) Zt 1,92
Plano de referencia para el perfil de viento (m) d 0,080
Rugosidad para transferencia de momento (m) Zom 0,015
Rugosidad para transferencia de calor y vapor (m) Zoh 0,0015
Coeficiente de resistencia aerodinámica ra_c 214,82
El anemómetro de la estación de Redondo se planteó para un cultivo de
vid, por lo que se colocó a dos metros sobre el cultivo, quedando a 2,42 m
sobre la superficie del suelo. En el método de Penman-Monteith la medición de
la velocidad del viento ha de hacerse a 2 m de altura sobre el cultivo, siendo el
coeficiente de resistencia aerodinámica ra_c 208 s/m. En este caso, dada la
altura del anemómetro, el coeficiente de resistencia aerodinámico ra_c es de
214,82 s/m.
Para calcular la resistencia aerodinámica ra, la FAO indica que si la
velocidad del viento u es ≥ 0,5 m/s se aplique la fórmula:
Y si la velocidad del viento es < 0,5 m/s:
Antes de continuar con los cálculos conviene tener en cuenta la constante
de Stefan-Boltzmann () y el cambio de unidades para pasar de W/m2 a MJ/m2.
Tabla 10. Constante de Stefan-Boltzmann para los distintos períodos de tiempo y cambio de unidad.
Constante de Stefan-Boltzmann Cambio de unidad
4,903x10-09
MJ/K4m
2día W/m
2 1
MJ/m2 0,0864
El siguiente paso, aunque no es necesario seguir este orden, será calcular
la radiación solar neta recibida Rn (MJ/m2), que es la diferencia entre la
radiación solar neta de onda corta recibida Rns y la radiación solar neta de onda
larga emitida Rnl.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
76
Para calcular la Rnl (MJ/m2) se aplica la siguiente fórmula:
Donde
, es la constante de Stefan-Boltzmann (MJ/K4m2día)
’, es un término de corrección para la humedad de aire (kPa)
f, es un factor de nubosidad
Para poder completar la ecuación de Rnl, se debe calcular la radiación solar
que habría en la zona de cultivo en un día completamente despejado RSO
(MJ/m2).
A su vez, para poder conocer RSO, hay que calcular primero la radiación
solar extraterrestre Ra (MJ/m2):
Donde
GSC, es la constante solar, 0,08202 MJ/m2 min
dr, es la distancia relativa inversa Tierra-Sol
, es el ángulo solar en el momento en que ocurre el punto medio del
período considerado (rad)
Lat, es la latitud de la zona de cultivo (rad)
, es la declinación solar (rad)
Para poder completar la ecuación de Ra hay que calcular primero los
siguientes parámetros:
Declinación solar
Donde J son los días Julianos y se enumeran de 1 a 365 (31 de marzo
equivaldría a J=90).
Revisión Bibliográfica
77
Distancia relativa inversa Tierra-Sol
Corrección estacional para el tiempo solar
Ángulo solar en el momento en que ocurre el punto medio del período
considerado
Donde
Lat, es la latitud de la zona de cultivo (rad).
Realizados todos estos cálculos ya se puede calcular la radiación solar
extraterrestre Ra y, por consiguiente, la radiación solar en un día despejado
RSO. Una vez se tenga este último valor, se determina la radiación solar neta de
onda larga emitida Rnl.
Por último, y ya para poder calcular la radiación solar neta Rn, falta hallar la
radiación neta de onda corta Rns (MJ/m2):
Conocida la radiación solar neta Rn, se pueden calcular la resistencia
estomática Rleaf (s/m), la resistencia superficial rc (s/m) de cultivo y el flujo de
calor del suelo G (MJ/m2).
Para la resistencia estomática Rleaf, la FAO con el fin de estandarizar el
cálculo de la ET0, indica que para períodos diarios si Rn > 0 la resistencia
estomática Rleaf sea de 100,8 s/m; y cuando Rn ≤ 0, la Rleaf sea de 1.008 s/m.
Para calcular la resistencia superficial rc (s/m), se aplica la siguiente fórmula:
Para calcular el flujo de calor del suelo G (MJ/m2), la FAO considera que,
como la magnitud del flujo de calor bajo la superficie de referencia es
relativamente pequeña, esta puede ser ignorada para períodos diarios.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
78
Hasta aquí termina la parte más compleja del método de Penman-Monteith.
Se ha explicado de forma bastante sencilla, pues muchos de los parámetros
calculados tienen condicionantes que harían su cálculo más complejo todavía.
Todos estos factores que influyen e interfieren en la resolución de estos
cálculos se encuentran, a mayor o menor medida explicados, en el Estudio
FAO56.
El siguiente paso a seguir, se puede empezar por aquí si se desea, es
calcular los parámetros de presión de vapor, presión atmosférica, calor latente
de vaporización, densidad del aire y constante psicrométrica.
Presión de vapor de la saturación
Presión real de vapor derivada de los datos de humedad relativa
Presión atmosférica
Donde
g, es la fuerza de la gravedad, 9,81 m/s2
R, es la constante de los gases para el aire, R≈287 m2/s2k
Z, es la altitud sobre el nivel del mar (m)
Calor latente de vaporización
Si se desea, se puede establecer λ = 2,45 MJ/kg.
Pendiente de la curva de presión de saturación de vapor
Revisión Bibliográfica
79
Temperatura virtual
Densidad del aire
Donde
R, es la constante de los gases para el aire, R≈287 m2/s2k
Constante psicrométrica
Donde
Cp, es el calor específico a presión constante, 1,013x10-3 MJ/kgºC
, es el cociente del peso molecular de vapor de agua/aire seco = 0,622
Constante psicrométrica modificada
Finalmente se procede a calcular la evapotranspiración de referencia ET0.
Se empleará la fórmula simplificada de Penman-Monteith:
La determinación del número 900 viene detallada en el recuadro 6 de la
página 26 del Estudio FAO56. En este caso, al no tener el anemómetro a 2 m
de altura, si se quiere, pues el resultado prácticamente no va a variar, se puede
modificar el número 900.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
80
Según Villalobos et al. (2002), esta ecuación simplificada tiene un buen
comportamiento en general, aunque tiende a infraestimar ligeramente la ET0
durante los meses de verano.
Con todo esto, la FAO advierte que no se puede esperar que ninguna
ecuación formulada para el cálculo de la evapotranspiración y basada en datos
climáticos, determine la evapotranspiración perfectamente, bajo diferentes
situaciones climáticas específicas. Esto debido principalmente a la
simplificación en la formulación y los errores en la recopilación de los datos
climáticos. Es probable que instrumentos de precisión, bajo condiciones
ambientales y biológicas completamente controladas, demuestren que la
ecuación de FAO Penman-Monteith se desvía ocasionalmente de mediciones
reales de la ET0 del pasto. Sin embargo, el panel de expertos acordó utilizar la
definición hipotética del cultivo de referencia sobre el que se basa la ecuación
FAO Penman-Monteith como un valor de comparación homogeneizado de tal
manera que los datos de diferentes zonas del mundo sean comparables entre
sí (Allen et al., 2006).
Tabla 11. Resultados diarios de radiación solar.
Mes Día J dr d (rad) (rad) Ra (MJ/m2) RSO (MJ/m
2) Rg (MJ/m
2)
3 31 90 1,0007 0,0649 1,6059 34,88 26,60 25,10
4 1 91 1,0001 0,0718 1,6096 35,04 26,73 23,55
4 2 92 0,9996 0,0787 1,6134 35,20 26,85 20,20
4 3 93 0,9990 0,0856 1,6171 35,36 26,97 20,58
4 4 94 0,9984 0,0925 1,6209 35,52 27,09 6,44
4 5 95 0,9979 0,0993 1,6246 35,68 27,21 8,76
4 6 96 0,9973 0,1062 1,6283 35,83 27,32 7,26
En la última columna de la tabla 11 se encuentra la radiación solar diaria
registrada por el piranómetro en MJ/m2. Al tener las tres radiaciones en la
misma unidad se puede visualizar gráficamente si los valores obtenidos son
coherentes.
Revisión Bibliográfica
81
Gráfico 5. Representación de la radiación solar extraterrestre Ra, la radiación solar para un día despejado Rso y la radiación solar recibida Rg para períodos diarios.
Como se observa en el gráfico 5 los valores tienen sentido, tanto Ra como
RSO mantienen valores prácticamente constantes, siendo siempre mayor la
radiación solar extraterrestre Ra. La variación en la radiación solar recibida
indica la mayor o menor presencia de nubes.
Los siguientes resultados de la tabla 12, hacen referencia a la radiación
solar neta de onda larga emitida Rnl, la radiación solar neta Rn, la resistencia
estomática Rleaf, la resistencia superficial rc, la resistencia aerodinámica ra y el
flujo de calor del suelo G.
Tabla 12. Resultados para período diario en días julianos.
J Rnl (MJ/m2) Rn (MJ/m
2) Rleaf (s/m) rc (s/m) ra (s/m)
90 6,003 13,320 100,8 70 79,871
91 5,430 12,701 100,8 70 94,393
92 4,035 11,521 100,8 70 115,369
93 4,134 11,714 100,8 70 98,888
94 -0,185 5,144 100,8 70 159,742
95 0,543 6,199 100,8 70 109,297
96 0,056 5,536 100,8 70 138,443
Seguidamente en la tabla 13, se muestran los resultados para los
parámetros de presión de vapor, presión atmosférica, calor latente de
vaporización, densidad del aire y constante psicrométrica.
0,00
5,00
10,00
15,00
20,00
25,00
30,00
35,00
40,00
90 91 92 93 94 95 96
Rad
iació
n s
ola
r (M
J/m
2 d
ía)
Días Julianos
Ra Rso R
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
82
Tabla 13. Resultados para período diario en días julianos.
J es (kPa) ea (kPa) (kPa/ºC) P (kPa) (MJ/kg) (kPa/ºC) Tvk (ºK) Cp kg/m3) * (kPa/ºC)
90 1,750 1,114 0,113 94,014 2,467 0,062068 288,898 0,001134 0,116
91 1,580 1,066 0,103 93,978 2,470 0,061954 287,327 0,001140 0,108
92 1,579 1,265 0,103 93,983 2,470 0,061969 287,757 0,001138 0,100
93 1,565 1,258 0,102 93,984 2,470 0,061973 287,799 0,001138 0,106
94 1,404 1,059 0,093 93,949 2,473 0,061868 286,164 0,001144 0,089
95 1,497 1,062 0,098 93,965 2,472 0,061917 286,820 0,001142 0,102
96 1,375 1,059 0,091 93,936 2,474 0,061826 285,612 0,001146 0,093
Finalmente, en la tabla 14, se muestran los resultados de la ET0. Se
comparan los resultados obtenidos con los del software utilizado en el Ensayo
2 (PMETp-w).
Tabla 14. Resultados evapotranspiración de referencia diaria ETO.
J 90 91 92 93 94 95 96
Excel ETo (mm) 4,1 3,6 2,9 2,9 1,6 2,0 1,6
PMETp-w ETo (mm) 4,0 3,5 2,9 2,9 1,4 2,0 1,5
Las diferencias que se puedan apreciar se achacan al mayor o menor uso
de números decimales en los cálculos para la ET0, pues los resultados son
prácticamente idénticos.
11.3.2. COEFICIENTE DE CULTIVO
El coeficiente de cultivo KC significa el efecto del cultivo sobre el proceso de
transpiración de la plantas. Este coeficiente depende de distintos factores como
son: el cultivar, el estado fenológico, las condiciones meteorológicas, las
condiciones de cultivo, el sistema de riego, etc. (Pomares et al., 2007a).
Tomando como base el concepto de coeficiente de cultivo, las diferencias del
dosel del cultivo y la resistencia aerodinámica, con relación al cultivo hipotético
de referencia, se consideran dentro del coeficiente de cultivo. El factor KC
representa el resumen de las diferencias físicas y fisiológicas entre los cultivos
y la definición de cultivo de referencia (Allen et al., 2006).
Como ya se ha mencionado, se pueden determinar los coeficientes del
cultivo relacionando la evapotranspiración medida del cultivo (ETC) con la ET0
calculada, es decir: KC = ETC/ET0 (Allen et al., 2006).
Revisión Bibliográfica
83
11.4. CONSIDERACIONES SOBRE LA PRÁCTICA DE RIEGO
Según Pomares et al., (2007a) deben de tenerse en cuenta una serie de
consideraciones para el riego del brócoli, como son:
Inmediatamente después del trasplante en campo es conveniente dar un
riego abundante para asegurar el arraigue de las plantas. En riego
localizado se necesita un primer riego con una dosis de 30-45 l/m2, y un
segundo riego con dosis de 20-30 l/m2, pasados unos 3-5 días.
Durante las primeras fases de cultivo, el suelo se debe mantener con un
nivel intermedio de humedad, para favorecer un buen desarrollo del
sistema radicular.
La frecuencia de riego debe hacerse en función del tipo de suelo, de la
salinidad del agua, de las condiciones meteorológicas, etc. En general,
se deben realizar un mínimo de 3 riegos/semana, y en los suelos muy
arenosos o cuando se utilizan aguas con alta salinidad es conveniente
aumentar la frecuencia de riego.
Se debe procurar que los bulbos húmedos queden solapados en la línea
de riego (10-15%), para impedir la aparición de zonas secas que
produzcan una acumulación de sales perjudicial para el cultivo y
asegurar el suministro de agua a todas las plantas.
Según Doorenbos y Pruitt (1988) el brócoli presenta un período crítico con
respecto al potencial hídrico del suelo, que abarca la fase de formación y
desarrollo de la pella, resultando importante mantener una adecuada humedad
en el suelo durante esta fase.
Jaramillo et al., (2006) afirman, que no se conocen exactamente las
necesidades hídricas del cultivo, aspecto que también dificulta la decisión de
cuánto y cuándo regar, y dan algunas recomendaciones:
Es necesario asegurar un abundante suministro de agua, sobre todo
durante la fase de germinación, desarrollo de plántula, al momento del
trasplante y durante la etapa de formación de cabeza. En épocas secas,
se hace necesario un riego por semana. Pero este dependerá del tipo de
suelo, de su capacidad de retención de humedad y de su tasa
infiltración.
Se debe disponer de agua para riego en las épocas secas; agua de alta
calidad, libre de contaminantes biológicos y químicos.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
84
El máximo crecimiento y rendimiento se logra sólo cuando se provee a la
planta de una buena cantidad de agua a lo largo del ciclo productivo,
recordando que la etapa fonológica de mayor demanda de agua es la
época de formación de la cabeza (a partir del estadio 41 según la escala
BBCH); un déficit en esta etapa ocasionará reducciones en los
rendimientos.
Respecto a la tolerancia a la salinidad, el brócoli está considerado como
moderadamente sensible a la salinidad, siendo ligeramente más resistente a la
salinidad que el tomate (Ayers y Westcost, 1985). Para calcular el
requerimiento de lixiviación o fracción de lavado pueden utilizarse los
siguientes valores: CEe = 3,9 dS/m y CEe max = 13,5 dS/m, siendo CEe la
conductividad eléctrica del extracto de saturación correspondiente al 10% de
disminución del rendimiento y CEe max el valor de CEe que provoca una pérdida
del 100% del rendimiento (Ayers y Westcost, 1985).
11.5. FERTIRRIGACIÓN
Diversos estudios han demostrado que la aportación de fertilizantes a
través de los riegos localizados de alta frecuencia, mejora la producción y la
eficiencia del uso de los nutrientes por la planta de brócoli (Letey et al., 1983;
Demchak y Smith, 1990; Beberly et al., 1986; Hipp, 1974). Las ventajas de la
fertirrigación se basan en la posibilidad de aplicar los nutrientes directamente a
la zona radicular, permitiendo controlar la concentración en la solución del
suelo y la dosificación según demanda de la planta (Rincón et al., 1999),
aumentando así la eficiencia de los abonos (Pomares et al., 2007a).
Según Pomares et al., (2007a), estas ventajas se traducen en una
disminución de la dosis de abono necesaria y en un menor riesgo de
contaminación de las aguas subterráneas por lixiviación, pues algunos
nutrientes de baja movilidad en suelo como el fósforo son absorbidos mejor por
las raíces de las plantas cuando se aplican conjuntamente con el agua de
riego. Además, la fertirrigación aporta al agricultor una flexibilidad tanto del
momento como de la dosis de abono, permitiendo ajustar el ritmo de aportación
de los abonos a la demanda de nutrientes durante los distintos estados
fenológicos del brócoli, consiguiendo un ahorro de mano de obra y energía en
la aplicación de los abonos y reduciendo el riesgo de salinidad, lo que permite
el uso de aguas más salinas que en el sistema de riego por inundación.
Revisión Bibliográfica
85
11.5.1. PROGRAMA DE RIEGO
Para el establecer un programa de fertirriego en brócoli, hay que tener en
cuenta diversos factores que varían en función de la zona de cultivo, como son
el suelo, el clima, el agua de riego, el cultivar, la duración del ciclo vegetativo,
época de trasplante, marco de plantación, sistema de riego, etc. Por lo que
cualquier programa de fertirriego debe considerarse siempre orientativo y se
debe adaptar a cada caso particular (Pomares et al., 2007a).
11.5.1.1. FERTILIZACIÓN DE FONDO
Aunque con la fertirrigación se puede cubrir la totalidad de la demanda de
abono del brócoli, es conveniente realizar un abonado de fondo antes del
trasplante en campo del cultivo. Pomares et al., (2007a), justifican el uso del
abonado de fondo en las siguientes circunstancias:
Los abonos convencionales son de más bajo coste que los abonos
solubles que se utilizan normalmente en la fertirrigación.
Cuando el suelo presenta un nivel bajo en algún nutriente esencial como
el fósforo o el potasio asimilable.
Cuando en la fase de crecimiento vegetativo posterior al trasplante se
prevean lluvias intensas y frecuentes que provoquen una reducción
considerable en la necesidad de riego del cultivo.
Las aportaciones de fertilizantes que conviene realizar en el abonado de
fondo son: 0-25% de la dosis total de nitrógeno, 50-75% dosis de fósforo
y entre el 25 y 50% de las dosis de potasio y magnesio.
Maroto (1995) indica que el brócoli es una planta esquilmante que
responde positivamente al estercolado, recomendando su uso a razón de 20-25
t estiércol/ha.
Para Tamayo (2006) el abonado de fondo tiene significativa ventaja en el
arranque y rendimiento del cultivo. Este mismo autor recomienda aplicar 150
g/planta de materia orgánica bien descompuesta, en lo posible compostada,
más la adición de 20 g de cal dolomítica y 0,6 g de bórax antes del trasplante
para suelos andisoles.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
86
11.5.1.2. FERTILIZACIÓN DE COBERTERA (FERTIRRIGACIÓN)
Esta abonada se realiza después del trasplante del cultivo con la finalidad
de aportar las cantidades de nutrientes que no han sido cubiertas con la
abonada de fondo.
Para poder calcular estas necesidades, hay que tener presentes las
fuentes potenciales de nutrientes distintas a los fertilizantes minerales como
pueden ser: el agua de riego, las enmiendas y abonos orgánicos, los restos de
cultivo anterior, la mineralización del humus del suelo, la reserva de nutrientes
asimilables en el suelo, etc. (Pomares et al., 2007a)
Maroto et al., (1995) tras varios ensayos de cultivares con distintas
densidades de plantación, dan valores medios orientativos sobre la cantidad de
fertilizante necesario para el correcto desarrollo del cultivo del brócoli: 150-200
kg/ha de N, 60-80 kg/ha de P2O5, 200-250 kg/ha de K2O y 100 kg/ha de CaO.
Rincón et al., (1999) en un estudio realizado en la finca experimental
“Torreblanca” del Centro de Investigación y Desarrollo Agroalimentario, situado
en la comarca del Campo de Cartagena, Murcia; Para una plantación de brócoli
cultivar Marathon con una densidad de 5 plantas/m2 y 1.500 m2 de superficie de
cultivo, obtuvieron un rendimiento de 19,2 t/ha aplicando las siguientes
concentraciones de fertilizantes en cada riego: 12,5 meq/l de N, 1 meq/l de P, 5
meq/l de K, 2 meq/l de Ca y 1 meq/l de Mg. Transcurrido el ensayo
comprobaron que para alcanzar dicho rendimiento se necesitaron en total:
243,9 kg/ha de N, 28,7 kg/ha de P, 240,9 kg/ha de K, 221,3 kg/ha de Ca y 23
kg/ha de Mg.
Tamayo (2006) recomienda aplicar a los 20 días después del trasplante
entre 20-25 g/planta del fertilizante compuesto 10-30-10 (NPK). Entre los 20 y
40 días del trasplante aplicar molibdeno en dosis de 2,5 cm3/l. Para una planta
tan susceptible a deficiencias de boro como es el brócoli, es recomendable
hacer dos aplicaciones foliares de bórax (2,5 cm3/l) a la tercera y quinta
semana después del trasplante. El mismo autor expone que para conseguir un
rendimiento de 18 t/ha bajo las condiciones de cultivo de Antioquía (Colombia)
son necesarios los siguientes aportes (no hay datos de nitrógeno): 61 kg/ha de
P2O5, 151 kg/ha de K2O, 18 kg/ha de Mg y 59 kg/ha de S.
11.5.2. FERTILIZANTES PARA LA FERTIRRIGACIÓN
La aplicación de fertilizantes mediante el sistema de riego (localizado sobre
todo) hace necesario que el producto tenga alta solubilidad y alta pureza para
evitar obturaciones (Villalobos et al., 2002).
Para poder realizar una correcta fertirrigación deben emplearse abonos
sólidos cristalinos (simples, binarios o ternarios) como nitrato amónico, nitrato
Revisión Bibliográfica
87
potásico, nitrato cálcico, fosfato monoamónico, sulfato magnésico. También
pueden utilizarse abonos líquidos simples como la solución N-32, el ácido
fosfórico, etc., o ternarios que aporten conjuntamente nitrógeno, fósforo y
potasio (NPK) (Pomares et al., 2007a). Conviene mantener un pH ligeramente
ácido para evitar la precipitación de algunas sales (Villalobos et al., 2002).
11.5.3. COMPATIBILIDAD ENTRE FERTILIZANTES
En la fertirrigación se debe evitar el empleo de aquellos fertilizantes que
puedan reaccionar formando precipitados en los recipientes de las soluciones
nutritivas, ya que se pueden producir obturaciones en los emisores o filtros de
la instalación de riego.
Pomares et al., (2007a) dan una serie de indicaciones, a tener en cuenta,
para evitar problemas de obturación:
No mezclar los abonos fosforados con aquellos que contengan calcio,
magnesio o hierro.
No mezclar abonos cálcicos con los que contienen sulfato.
Cuando resulte imprescindible utilizar abonos incompatibles se deben
colocar en depósitos distintos y aplicar en días diferentes.
11.5.4. SOLUBILIDAD DE LOS FERTILIZANTES
Los fertilizantes sólidos que se vayan a utilizar para fertirrigación han de ser
completamente solubles en agua y el mayor grado de pureza posible.
La temperatura afecta a la solubilidad de los abonos. De ahí que durante
las épocas frías como el invierno se deban preparar disoluciones más diluidas
que en las restantes épocas del año (Pomares et al., 2007a).
11.5.5. REACCIÓN DE LOS FERTILIZANTES
Las aguas altamente alcalinas con valores de pH entre 7,2 y 8,5 suelen
presentar altos contenidos de calcio, magnesio, bicarbonatos, etc. Estas aguas
son un factor limitante en la fertirrigación, pues hay peligro de que al disolver
los fertilizantes se formen precipitados de calcio y magnesio. Además, pueden
contribuir a que se incremente el pH del suelo a niveles en que los nutrientes
no puedan aprovecharse.
Para evitar este tipo de problemas resulta conveniente utilizar abonos
acidificantes o bien añadir algún ácido a la disolución en cantidad suficiente
para mantener el pH del agua a niveles ligeramente ácidos ≤ 6,5. Cuando se
detecte la aparición de precipitados, será conveniente inyectar periódicamente
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
88
algún producto de naturaleza ácida, para disolver los precipitados y limpiar los
emisores (Pomares et al., 2007a).
11.5.6. SALINIDAD DE LOS FERTILIZANTES
Los fertilizantes minerales que se utilizan en la fertirrigación son sales
minerales que inducen a un aumento de la salinidad de la solución nutritiva,
esto puede afectar al brócoli por la acumulación de sales solubles en el suelo,
que puede generar problemas de presión osmótica ocasionando dificultades de
absorción a las raíces, y por el efecto tóxico de los iones (cloro, sodio y boro
principalmente), que afectan el área foliar y disminuyen la capacidad
fotosintética de la planta.
Como se indicó anteriormente en el apartado 11.4, el brócoli es un cultivo
semitolerante a la salinidad. Según Pomares et al., (2007a), tolera bien, sin
presentar disminución en su capacidad productiva, aguas de riego con
salinidad de 1,2-1,9 dS/m. Cuando la salinidad supera esos valores comienza a
producirse una disminución en el rendimiento del brócoli. De ahí que en la
fertirrigación interese fraccionar la fertilización de forma que la conductividad
del agua de riego no supere los 2-3 dS/m, equivalentes a 1,3-1,9 g/l de sales.
11.5.7. OTROS ASPECTOS A TENER EN CUENTA
Pomares et al., (2007a) dan las siguientes consideraciones adicionales a
tener en cuenta a la hora de cultivar brócolis:
La fertirrigación debe realizarse con cada riego. De esta forma se
minimizan los problemas derivados de la salinidad de la solución nutritiva
y las toxicidades.
Cuando se empleen fertilizantes simples que no pueden mezclarse,
deben aportarse en riegos distintos.
Para la aportación de nitrógeno es preferible elegir una mezcla de
fertilizantes nítricos y fertilizantes amoniacales, en vez de utilizar
exclusivos individuales.
Revisión Bibliográfica
89
12. FERTILIZACIÓN
La fertilización es la técnica de cultivo que tiene como finalidad aportar al
suelo o a la planta directamente los nutrientes necesarios en cantidad y
proporción, para lograr una nutrición suficiente y equilibrada en los cultivos, que
asegure unos rendimientos altos de cosechas de alta calidad organoléptica,
nutricional y sanitaria, con el mínimo riesgo de contaminación ambiental
(Pomares et al., 2007b).
12.1. NUTRIENTES PRINCIPALES
Para garantizar la calidad y el rendimiento del cultivo de brócoli es
fundamental una correcta disponibilidad de nutrientes (Nolasco et al., 2005),
para lo cual es necesario tener conocimiento de la demanda nutricional del
cultivo en sus diferentes etapas fenológicas (Castellanos et al., 2000).
De los elementos actualmente considerados esenciales para el brócoli
cabe destacar: el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre y boro
(Pomares et al., 2007b)
12.1.1. NITRÓGENO
Es el nutriente más relevante en la nutrición de las plantas. Interviene en la
síntesis de aminoácidos, proteínas, clorofilas y otros compuestos
fundamentales del metabolismo vegetal (Pomares et al., 2007b), por lo que
está involucrado en la mayoría de las reacciones bioquímicas determinantes en
la vida vegetal (Tamayo, 2006)
La cantidad de nitrógeno absorbido por el brócoli es muy variable según las
condiciones de suelo, clima, agua de riego, cultivar, técnicas de cultivo,
rendimiento, etc. (Pomares et al., 2007b). Así, Hipp (1974) para alcanzar el
máximo rendimiento aporta 224 kg/ha. Magnifico et al. (1979), en Italia,
obtienen la máxima producción con 540 kg/ha de nitrógeno aportado, Letey et
al. (1983), para las condiciones de California (EEUU), alcanzan la máxima
producción con 270 kg/ha, cantidad similar a los 250 kg/ha reflejados por
Kowalenko y Hall (1987) en Canadá. Barbeta (1993), para las condiciones de
Valencia, constató que la cantidad de nitrógeno absorbida por el brócoli oscila
entre 285 y 304 kg/ha. Pascual (1994) indica que se pueden conseguir buenos
rendimientos aplicando 170-200 kg/ha para las condiciones de Murcia,
cantidades muy parecidas a los 150-200 kg/ha que proponen Maroto et al.
(1995) para Valencia. Rincón et al., (1999), para las condiciones de Murcia,
obtuvieron buenos rendimientos aplicando 243,9 kg/ha. Castellanos et al.
(2000), en Celaya (México), consiguieron los máximos rendimientos cuando
aplicaron 400 kg/ha, valor que está dentro de los ratios propuestos por
Thompson et al. (2002), que aplicaron cantidades de entre 300-500 kg/ha para
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
90
alcanzar el máximo rendimiento comercial en la condiciones de Arizona
(EEUU). En cambio, Tamayo (2006), en Colombia, obtuvo buenos rendimientos
aplicando tan sólo 90 kg/ha.
El exceso de nitrógeno retarda la maduración del cultivo y la formación de
cabezas, provoca un escaso desarrollo del sistema radicular (Tamayo, 2006),
un exceso de vegetación, aumenta el tamaño de la pella, pero empeora su
calidad y, por otra parte, aumenta la sensibilidad de la planta a fisiopatías,
plagas y enfermedades (Pomares et al., 2007b).
Un exceso de nitrógeno puede favorecer el ahuecado del tronco (Nolasco
et al., 2005).
La deficiencia de nitrógeno en el brócoli provoca una marcada disminución
en el crecimiento y vigor de la planta, las hojas resultan pequeñas y de color
verde pálido, las hojas más antiguas obtienen una tonalidad púrpura, la
formación de la pella se retrasa y el rendimiento disminuye (Pomares et al.,
2007b).
Tamayo (2006) indica que si el nitrógeno está ausente no se produce la
cabeza. El nivel crítico de nitrógeno observado en los tejidos, es de 1,3% en
base seca para hojas externas y 2,1% para raíces; como consecuencia, la
producción decrece en un 50% a causa de la deficiencia.
Del nitrógeno total que se encuentran en el suelo, más del 95% (Pomares
et al., 2007b) está en forma orgánica, pero esta forma de nitrógeno no puede
ser directamente absorbida por las raíces, de ahí que sea necesaria su
transformación en formas inorgánicas: mineralización por procesos
microbiológicos para pasar a amonio (NH4+) y posteriormente por la nitrificación
para transformarse a nitritos (NO2 -) y finalmente a nitratos (NO3
-) (Sánchez,
2000). Formas fácilmente asimilables por la planta, especialmente los nitratos
(Pomares et al., 2007b).
El nitrógeno amoniacal (NH4+), al tener carga positiva puede ser retenido
por el complejo arcillo-húmico del suelo, lo que le confiere poca movilidad en el
suelo; en cambio, el nitrógeno nítrico (NO3-), al tener carga negativa es apenas
retenido por el complejo arcillo-húmico, esto le da una alta movilidad en el
suelo, haciéndolo muy susceptible a ser lixiviado por el agua (Pomares et al.,
2007b). Por otro lado, aumentado el número de aplicaciones de abonos
nitrogenados aumenta la eficiencia de uso del fertilizante nitrogenado y reduce
las pérdidas, principalmente por lixiviación, ante esta situación es necesario
fraccionar las dosis de abonado (Sánchez, 2000).
La absorción de nitrato (NO3-) se ve favorecida por pH bajo. En el caso del
nitrógeno amoniacal (NH4+) ocurre lo contrario. Según Villalobos et al. (2002),
en términos energéticos, la absorción de NO3- es menos eficiente que la del
Revisión Bibliográfica
91
amonio, ya que el nitrato deberá reducirse a amonio antes de que el nitrógeno
pase a formar parte de los compuestos orgánicos. Sin embargo, la absorción
de NH4+ conlleva la acidificación de la rizosfera y disminuye la absorción de
Ca2+, Mg2+ y K+ mientras que aumenta la absorción de H2PO4-, SO4
2- y Cl-.
12.1.2. FÓSFORO
El fósforo es un elemento que juega un papel clave en la vida de las
plantas. Es constituyente de la síntesis de ácidos nucléicos, de la formación de
las membranas celulares (fosfolípidos), de las coenzimas NAD y NADP, y más
importante aún, forma parte del ATP, compuesto transportador de energía en la
planta (Tamayo, 2006). En virtud de estas funciones, el fósforo ejerce una
acción estimuladora en de la germinación, el desarrollo radicular, la formación
de las pellas, etc. (Pomares et al., 2007b). Además, el fósforo se requiere en
altas concentraciones en las regiones de crecimiento activo pues es
indispensable en los procesos donde hay transformación de energía (Tamayo,
2006).
La cantidad de fósforo absorbida por el brócoli es bastante más baja que la
de nitrógeno o potasio, siendo los valores muy variables según los distintos
autores. Para las condiciones de Italia, Magnifico et al., (1979), el fósforo
absorbido por las plantas de brócoli es de 23 kg/ha. Pascual (1994) y Rincón et
al. (1999) obtuvieron valores de 50-100 kg/ha y 28,7 kg/ha respectivamente, en
ensayos realizado en Murcia. Barbeta (1993) y Maroto et al. (1995), en
Valencia, obtuvieron valores que oscilaban entre los 85-100 kg/ha y los 60-80
kg/ha respectivamente. En Colombia, Tamayo (2006) obtuvo 34 kg/ha.
El exceso de este elemento acelera la maduración a expensas del
crecimiento y puede generar efectos adversos sobre la utilización de otros
elementos nutritivos, tales como el zinc. La deficiencia de este elemento se
manifiesta en el sistema radicular, siendo este raquítico, acompañado de
síntomas generales de perturbación en el crecimiento; así las plantas crecen
lentamente y a menudo se quedan enanas, llegando a la madurez (Tamayo,
2006).
El fósforo es absorbido por la planta de la solución del suelo en forma
iónica (H2PO4-, HPO4
2- y PO43-). En los suelos ácidos predomina la forma
monovalente (H2PO4-) que es la más fácil de asimilar por la planta, mientras
que en los suelos neutros predomina la forma divalente (HPO42-) y en los
suelos básicos la forma trivalente (PO43-), que la más difícil de asimilar por la
planta (Pomares et al., 2007b).
A diferencia del nitrógeno, el fósforo es muy poco móvil en el suelo,
resultando escasamente susceptible al lavado, por lo que suele acumularse en
la capa superficial del suelo y no se lixivia. Por eso es conveniente aplicar los
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
92
abonos fosforados cerca de la zona radicular para facilitar su absorción a la
planta (Pomares et al., 2007b).
En suelos andisoles el potencial de fijación de fósforo parece estar
relacionado con la presencia de diferentes materiales en la fracción arcilla,
como resultado de las diferentes condiciones de meteorización de la ceniza
volcánica (Tamayo, 2006). En suelos calizos, la fracción soluble en agua se
transforma con facilidad en fosfatos cálcicos insolubles. Este proceso de
fijación es el responsable de que sólo se aproveche un 20-30% del abono
fosforado aportado, quedando el resto del fósforo en estado insoluble. Este
último contribuirá a reponer lentamente el fósforo soluble, a medida que vaya
siendo absorbido por el cultivo en los años siguientes (Pomares et al., 2007b).
12.1.3. POTASIO
A diferencia del nitrógeno y del fósforo, el potasio no forma parte de ningún
compuesto orgánico conocido, manteniéndose en forma iónica (K+) en el
interior de las células vegetales (Pomares et al., 2007b). En el suelo, el potasio
proviene de la meteorización de los minerales feldespato y mica. La fracción
más activa del potasio se encuentra minerales secundarios de la arcilla
(caolinita, ilita, vermiculita), por ello la cantidad de potasio intercambiable es
muy superior en los suelos arcillosos (Villalobos et al., 2002).
El potasio es absorbido por las plantas en forma iónica (K+) a partir de la
solución del suelo y, en algunos casos, también directamente desde el
complejo arcillo-húmico. Estas dos formas de potasio constituyen la fracción
asimilable o disponible por las plantas (Pomares et al., 2007b)
Para un crecimiento vigoroso y saludable las plantas deben tomar grandes
cantidades de potasio (Tamayo, 2006), pues este nutriente interviene en la
síntesis y translocación de los carbohidratos y proteínas así como en la
apertura y cierre de los estomas. En virtud de su acción como regulador
osmótico, aumenta la resistencia al frío y al déficit hídrico; también induce a
una mayor resistencia a las plagas y enfermedades (Pomares et al., 2007b)
Se ha demostrado también que el potasio juega un papel fundamental en la
activación de más de 60 sistemas enzimáticos en las plantas. También es
importante en la formación del rendimiento; se le reconoce como un elemento
que mejora la calidad, ya que extiende el período de llenado e incrementa el
peso del fruto. La función primaria del potasio está ligada al transporte y
acumulación de azúcares dentro de la planta y esta función permite el llenado
de la fruta (Tamayo, 2006).
La cantidad de potasio absorbido por el brócoli suele ser algo más alta que
la del nitrógeno, mostrando también una amplia variación según las distintas
fuentes (Pomares et al., 2007b). Para las condiciones de Italia, Magnifico et al.,
Revisión Bibliográfica
93
(1979), el potasio absorbido por las plantas de brócoli es de 723 kg/ha. Pascual
(1994) y Rincón et al. (1999) obtuvieron valores de 160-230 kg/ha y 240,9
kg/ha respectivamente, en ensayos realizado en Murcia. Barbeta (1993) y
Maroto et al. (1995), en Valencia, obtuvieron valores que oscilaban entre los
258-271 kg/ha y los 200-250 kg/ha respectivamente. En Colombia, Tamayo
(2006) obtuvo 84 kg/ha.
Las plantas afectadas por un déficit de potasio se deforman parcial o
totalmente. Las hojas adquieren un color rosado y se arrugan principalmente
por los bordes. Contenidos de potasio menores de 0,5% en las hojas externas,
son desfavorables para la formación de la cabeza. La gran cantidad de
nitrógeno y potasio acumulada en las hojas internas, sugiere que ambos
nutrientes son los elementos más importantes para la formación de cabeza. El
suministro de potasio es necesario tanto en los estados tempranos como en los
tardíos de crecimiento, ya que este elemento asegura la formación de una
cabeza firme y compacta (Tamayo, 2006).
12.1.4. MAGNESIO
El magnesio es un constituyente de la clorofila. Interviene en la síntesis de
pigmentos, como los carotenos y xantofilas (Pomares et al., 2007b), y en la
síntesis de carbohidratos. Además participa en la síntesis de proteínas,
nucleoproteínas y del ácido ribonucleico y favorece el transporte de fósforo
dentro de la planta (Tamayo, 2006). También actúa como activador de las
enzimas. Es muy móvil en la planta. De ahí que la clorosis de las plantas con
deficiencia de magnesio se manifieste principalmente en las hojas más viejas
(Pomares et al., 2007b).
Las plantas de brócoli suelen absorber cantidades relativamente altas de
magnesio, siendo los valores muy variables según los distintos autores. Para
las condiciones de Murcia, Pascual (1994) y Rincón et al. (1999) obtuvieron
valores de 15-20 kg/ha y 23 kg/ha respectivamente. Barbeta (1993), en
Valencia, obtuvo valores que oscilaban entre los 30-33 kg/ha. En Colombia,
Tamayo (2006) obtuvo 18 kg/ha.
El magnesio es absorbido por las plantas en forma iónica (Mg2+). Las
fuentes directas del magnesio asimilable para las plantas se hallan en dos
fracciones: la propia solución del suelo (fracción soluble) y la de cambio
(absorbida en el complejo arcillo-húmico), encontrándose ambas fracciones en
equilibrio dinámico. El magnesio insoluble, que se halla formando parte de los
minerales magnésicos del suelo, es la reserva más abundante y, a pesar de su
baja asimilabilidad, puede contribuir también a cubrir una parte de las
necesidades de los cultivos (Pomares et al., 2007b)
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
94
Del total del magnesio absorbido, aproximadamente la mitad se encuentra
en el tronco y ramas de la planta, un tercio en las raíces y el resto en las hojas.
Durante la floración y fructificación se produce una translocación significativa
del Mg hacia los brotes y frutos (Tamayo, 2006).
12.1.5. CALCIO
El calcio es un constituyente de las paredes celulares de los tejidos
vegetales, lo que le confiere a las plantas de brócoli gran resistencia física
(Pomares et al., 2007b). Ejerce un efecto neutralizador de los desechos
orgánicos de la planta, influye en la utilización del magnesio, potasio y boro en
el movimiento de los alimentos producidos por las hojas (Tamayo, 2006).
Los síntomas de la deficiencia del calcio, conocida como necrosis apical
(tip-burn), se manifiestan principalmente en las hojas que envuelven a la pella
(Pomares et al., 2007b). Se observa porque el crecimiento se detiene, las hojas
del cogollo se enroscan y comienzan a secarse por las puntas y los bordes.
Algunas veces las hojas nuevas no se desarrollan (Tamayo, 2006). Las hojas
necróticas pueden deteriorar la calidad de la cosecha y, en los casos más
acusados, puede suponer la pérdida total de la cosecha (Pomares et al.,
2007b).
La deficiencia de calcio suele presentarse en suelos ácidos, aunque a
veces se encuentran estos síntomas en suelos alcalinos con niveles bajos de
calcio asimilable (Pomares et al., 2007b).
Según Rossen (1990), los tratamientos foliares con productos cálcicos
(quelatos, nitrato cálcico, cloruro cálcico) no resultan eficaces para corregir esta
carencia y propone como medidas preventivas elegir cultivares resistentes y
realizar el cultivo en otoño-invierno.
Uno de los elementos minerales quizás más importantes en la
determinación de la calidad de los frutos en lo referente a conservación, es el
calcio. Es así como los frutos con altos contenidos de calcio, pueden resistir
más el transporte y permanecer en buenas condiciones durante bastante
tiempo. La concentración del calcio en el tejido necesaria para lograr estos
resultados es usualmente superior a las concentraciones que acumulan
normalmente los frutos (Tamayo, 2006).
12.1.6. AZUFRE
El azufre es un componente esencial de algunos aminoácidos (cistina,
cisteína y metionina) y actúa como catalizador en la síntesis de la clorofila,
proteínas, enzimas, vitmamina B (tiamina y biotina (Tamayo, 2006)), etc. El
azufre es importante en el brócoli pues forma parte de los compuestos que le
dan ese olor y sabor característico (Pomares et al., 2007b)
Revisión Bibliográfica
95
La carencia de azufre se caracteriza por una clorosis en las hojas que se
inicia en las hojas más jóvenes, aspecto diferenciador de la deficiencia de
nitrógeno (Pomares et al., 2007b). Los niveles críticos de calcio, magnesio y
azufre en los tejidos, están estimados alrededor de 1,10, 0,15 y 0,40%, con
base en peso seco, respectivamente; por debajo de estos valores la producción
decrece considerablemente hasta del 50% (Tamayo, 2006).
El azufre es absorbido por las plantas en forma de ion (SO42-) a partir de la
solución del suelo y, al igual que el nitrato, es susceptible de percollar
fácilmente con el agua de drenaje. Las fuentes de azufre para las plantas son
diversas: el agua de riego, fertilizantes, las enmiendas y abonos orgánicos,
algunos productos fitosanitarios, el agua de lluvia, la emisiones gaseosas, etc.
(Pomares et al., 2007b).
12.1.7. BORO
El boro interviene en la síntesis de proteínas, en el metabolismo del
nitrógeno y de los carbohidratos. Actúa en diferentes procesos fisiológicos
como: el desarrollo del sistema radicular, la floración, la formación de los frutos
y semillas, etc. Las fuentes potenciales de boro para los cultivos son, además
de la reserva de la solución del suelo y los compuestos insolubles, el agua de
riego, las enmiendas y los abonos orgánicos, etc. (Pomares et al., 2007b).
Una vez que el boro ha sido utilizado por los tejidos en crecimiento activo
de la planta, no puede trasladarse y ser utilizado nuevamente. Esto significa
que debe existir una fuente permanente de boro disponible para la planta
durante todo su ciclo de crecimiento y desarrollo (Tamayo, 2006).
La deficiencia de boro se caracteriza por una disminución de la velocidad
de crecimiento de los órganos vegetales en desarrollo. Las hojas jóvenes
presentan malformaciones, excesivo grosos y coloración verde-azulada y
oscura. También pueden presentarse alteraciones en el cuajado y
malformaciones de los frutos (Pomares et al., 2007b).
Los mismos autores consideran al brócoli como un cultivo bastante
sensible a la carencia de boro, que puede ser inducida por suelos de pH muy
alcalinos, relaciones Ca/B o K/B muy bajas, baja luminosidad y estrés hídrico.
Además indican que una característica de la nutrición relativa al boro es la
reducida diferencia entre el nivel de deficiencia y el de toxicidad. De ahí la
conveniencia de extremar la precaución para evitar aportaciones excesivas.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
96
12.2. EFECTOS EN LA PRODUCCIÓN DE BRÓCOLI
12.2.1. FERTILIZACIÓN NITROGENADA
El brócoli es un cultivo con altas exigencias en nitrógeno como podemos
observar de las cantidades aportadas en distintos ensayos de la bibliografía
consultada. Así, Magnifico et al. (1979) en un estudio sobre la acumulación de
nutrientes en brócoli al sur de Italia, para un ciclo de 173 días, obtuvieron sólo
para nitrógeno, la cantidad de 559 kg/ha.
Pascual (1994), en un ensayo realizado en La Rioja, considera que para
tener una producción en torno a las 15 t/ha es necesario aportar al cultivo entre
170-200 kg/ha de nitrógeno.
Sánchez et al. (1996), en un estudio económico sobre la aplicación de agua
y nitrógeno en el desierto de Arizona (EEUU), llegaron a la conclusión de que el
máximo rendimiento del cultivo se consiguió aplicando 267 kg/ha de nitrógeno.
Rincón et al. (1999) en un estudio de absorción de nutrientes en brócoli en
Cartagena (Murcia), para un ciclo de 87 días con el cv. Marathon, las
cantidades total de nitrógeno absorbido por el cultivo para una producción total
de 19,2 t/ha fue de 243,9 kg/ha.
Castellanos et al. (2000) en una serie de experimentos realizados en
México, encontraron una respuesta significativa a la aplicación de nitrógeno por
encima de los 290 kg/ha, alcanzando el máximo rendimiento (24,5 t/ha) cuando
se aplicaron cantidades de 400 kg/ha de nitrógeno.
Pomares et al. (2007b) tras varios ensayos realizados en el Centro de
Fundación Ruralcaja de Paiporta (Valencia), compararon 4 dosis de abonado
nitrogenado en cv. Coaster en riego por goteo, registrando un aumento
significativo de la producción comercial hasta la dosis más alta de nitrógeno,
320 kg/ha.
Puenayán et al. (2010) en un experimento realizado en Nariño (Colombia)
para ver la respuesta del brócoli Híbrido Legacy a la fertilización con NPK,
comprobaron que en los tratamientos en los que la cantidad de nitrógeno
aportada era de 150 kg/ha se obtuvieron los mayores pesos para las pellas.
12.2.2. FERTILIZACIÓN FOSFORADA
El brócoli respecto a la fertilización fosforada también presenta una alta
variabilidad en función de los autores consultados. Por ejemplo, en Italia,
Magnifico et al. (1979) constataron que la acumulación de fósforo en su ensayo
fue de 23 kg/ha. Pascual (1994), en La Rioja, considera que para tener una
producción en torno a las 15 t/ha es necesario aportar al cultivo entre 50-100
Revisión Bibliográfica
97
kg/ha de fósforo. Rincón et al. (1999), en Murcia, constatan que la cantidad de
fósforo absorbida por el cultivo durante su ensayo fue de 28,7 kg/ha.
Castellanos et al. (2000), en México, aplicaron 80 kg P2O5/ha al momento de la
siembra. Y en Colombia, Puenayán et al. (2010) la cantidad de fósforo aportada
fue de 200 kg P2O5/ha.
12.2.3. FERTILIZACIÓN POTÁSICA
Al igual que sucede con la fertilización fosforada, la respuesta del brócoli
está estrechamente relacionada con la riqueza del suelo en potasio asimilable
(Pomares et al., 2007b), por lo que varía muchísimo según las condiciones de
cultivo como muestra la bibliografía consultada. De este modo, Magnifico et al.
(1979), en Italia, comprobaron que la acumulación de potasio en su ensayo fue
de 723 Kg/ha. En la Rioja, Pascual (1994) considera que para tener una
producción en torno a las 15 t/ha es necesario aportar al cultivo entre 160-230
kg/ha de potasio. En Murcia, Rincón et al. (1999), exponen que la cantidad de
potasio absorbida durante su ensayo fue de 240,9 kg/ha. Castellanos et al.
(2000), en México, aplicaron 300 kg K2O/ha al momento de la siembra.
Vidal-Martínez et al. (2006) en un estudio desarrollado en Montecillo
(México), en invernadero y en macetas de 9 kg de suelo, quisieron conocer la
respuesta del brócoli cv. Heritage a la fertilización potásica en dos sistemas de
cultivo, agricultura convencional y con fertirrigación dosificada. Para ello
realizaron 4 tratamientos (0, 70, 140 y 210 mg K/kg suelo). No obtuvieron un
efecto significativo de la fertilización potásica bajo fertirrigación, pero con riego
convencional la aplicación de 140 mg K/kg suelo elevó significativamente el
rendimiento frente al testigo.
Por último, y en Colombia, Puenayán et al. (2010) la cantidad de potasio
aportada fue de 80 kg K2O/ha.
12.3. EFECTOS SOBRE LA CALIDAD DEL BRÓCOLI
12.3.1. FERTILIZACIÓN NITROGENADA
La influencia del abonado nitrogenado sobre la calidad comercial del brócoli
es muy variable. En este sentido cabe indicar que en un experimento realizado
por Dufault y Waters (1985) (citados por Pomares et al., 2007b) se constató un
aumento progresivo en el peso medio de las cabezas principales al aumentar la
fertilización nitrogenada de 56 a 224 kg N/ha.
Babik y Elkner (2002) en un ensayo de ciclo otoño-invierno, aplicaron
diferentes dosis de nitrógeno (200, 400 y 600 kg/ha) y observaron que con los
aportes más altos (400 y 600 kg/ha) aumentó el peso de la planta y se aceleró
el tiempo de formación de cabeza y la cosecha. Estos autores, llegaron a las
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
98
siguientes conclusiones, a altas dosis de nitrógeno el brócoli tenía un color
verde más intenso y atractivo, pero aumento la aparición de tallo hueco. Al
mismo tiempo, el contenido en azúcares aumento pero los niveles de ácido
ascórbico y fibra cayeron.
Bakker et al. (2009), en Ontario (EEUU), estudiaron la cantidad de
nitrógeno requerida antes del trasplante en capo para optimizar el rendimiento
y la calidad del brócoli, en los cultivares Captain y Decathlon. Emplearon siete
tratamientos distintos (0, 50, 100, 150, 200, 300 y 400 kg N/ha). Constataron
que disminuyeron las cabezas deformadas y mejoró el color de las pellas al
incrementar las dosis de nitrógeno, pero aumentó el ahuecado del tallo y la
podredumbre de las cabezas.
Puenayan et al. (2010) comprobaron que el diámetro de la pella aumentaba
significativamente en los tratamientos en los que aportaban nitrógeno a la
solución nutritiva.
12.3.2. FERTILIZACIÓN FOSFORADA
Cuando el brócoli se cultiva en un suelo con bajos niveles de fósforo
asimilable, la aportación de fósforo al cultivo, además de aumentar el desarrollo
vegetativo, el rendimiento y adelantar la maduración de las pellas, es bastante
probable que afecte también a la calidad de la cosecha. En cambio, cuando el
cultivo se realiza en suelos con un nivel adecuado de fósforo asimilable, es
bastante probable que la fertilización fosforada tenga un efecto reducido sobre
la calidad de los productos cosechados (Pomares et al., 2007b).
12.3.3. FERTILIZACIÓN POTÁSICA
Los efectos del potasio sobre la calidad del brócoli sólo son significativos
cuando el cultivo se realiza en suelos con bajo nivel de potasio asimilable. En
cambio, cuando el suelo tiene un nivel suficiente de potasio asimilable, la
fertilización potásica afecta poco a la calidad de las pellas (Pomares et al,
2007b), pero sí repercute sobre el peso y el tamaño de la misma (Vidal-
Martínez, 2006).
Revisión Bibliográfica
99
13. PLAGAS Y ENFERMEDADES
13.1. PLAGAS
El cultivo del brócoli puede ser atacado por algunas plagas tanto en su
parte aérea como en sus órganos subterráneos. Entre las primeras pueden
destacarse: orugas y pulgones y como plagas del suelo la más característica es
la mosca, siendo el resto las de carácter polífago (García et al., 2007).
Algunos autores (García et al., 2007; Santoyo y Martínez, 2011) indican a
modo de observación general que conviene recordar que la superficie foliar del
brócoli es difícil de mojar de manera uniforme dada la capa de pruina que
recubre toda su cutícula. Por ello es recomendable incorporar en todos los
caldos fitosanitarios productos mojante-adherentes ya que permitirá obtener
una mayor eficacia de los mismos, sin olvidar tampoco que el método ideal de
pulverización es siempre el atomizador.
A continuación se expondrán brevemente las principales plagas que
afectan al cultivo del brócoli. Únicamente se desarrollara la polilla Plutella
xylostella por ser objeto de estudio en el Ensayo1 de este TFG. Del resto de
plagas y enfermedades se dará una información muy generalizada pues a día
de hoy y con la tecnología actual, es muy fácil acceder a las múltiples fuentes
de información existentes sobre este tema.
13.1.1. ORUGAS
Los daños causados por las orugas llegan a veces a ser muy importantes.
Se concretan en mordeduras continuas al tejido vegetal con la importante
diferencia de que mientras la mayoría de especies se localizan en hojas ya más
o menos desarrolladas, otras muestran, en alguna fase de su vida larvaria,
acusada predilección por los primordios foliares, que deberían formar después
la cabeza comestible, pero que, a consecuencia de estas plagas, queda muy
alterado o completamente destruido (García et al., 2007).
Son varias las especies de lepidópteros que, en su fase larvaria, atacan al
brócoli, siendo algunas especificas del cultivo y otras de carácter polífago.
García et al. (2007) y Santoyo y Martínez (2011), advierten que en ocasiones
los daños de estas plagas no tienen lugar en la parcela de cultivo, a veces, en
el momento de trasplante, se observan ejemplares con el ápice ya eliminado
por ataques producidos en semilleros.
Entre los lepidópteros específicos del brócoli destacan los géneros Pieris y
Mamestra, constituido por las mariposas y larvas de mayor tamaño, y las
especies Plutella xylostella y Hellula undalis, constituido por pequeñas
mariposas o polillas y larvas de menor tamaño. Entre los lepidópteros polífagos
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
100
que se pueden encontrar en el brócoli destacan los géneros Spodoptera
(rosquillas) y Plusia (camellos) (García et al., 2007).
PLUTELLA XYLOSTELLA
La Plutella xylostella es una de las plagas más importantes de la
brassicáceas a nivel mundial (Lodoño y Jaramillo, 2000), siendo especialmente
problemática porque su control con insecticidas ha promovido la rápida
evolución de resistencia en otras plagas (Talekar y Shelton, 1993). Es una
plaga originaría del Mediterráneo (Londoño y Jaramillo, 2000), concretamente
de la región del Asia Menor (Perera et al., 2012). Se la conoce comúnmente
con el nombre de “Polilla de las crucíferas” (García et al., 2007), “Polilla dorso
de diamante” (Lodoño y Jaramillo, 2000; Chávez y Hurtado, 2010; Santoyo y
Martínez, 2011), “Polilla de las coles” (Girard et al., 2012) o “Palomilla dorso de
diamante” (Carballo y Hruska, 1989; Calyecac et al., 2002; Cortéz y Macías,
2007). Los adultos no sobrepasan los 1,5 cm de envergadura y las larvas están
alrededor de 1 cm de longitud (García et al., 2007).
Foto 1. Pupa (izquierda) y Adulto (derecha) de Plutella xylostella. Foto: Santiago Perera González
La Plutella xylostella atraviesa por cuatro estados de desarrollo: adulto,
huevo, larva y pupa (Lodoño, 2007). El adulto es una polilla de color gris pardo,
las alas anteriores son angostas con manchas pálidas en la parte media,
semejando, cuando están en reposo, un diamante en la parte dorsal del
insecto, razón por la cual, en inglés, se le ha dado la denominación común de
diamondback moth (Urretabizkaya et al., 2010). Los adultos se alimentan del
néctar de flores y a veces se les ve consumiendo agua que la humedad deja
sobre las hojas (Lodoño y Jaramillo, 2000). El adulto hembra se diferencia muy
fácilmente del macho por sus genitales externos, pero además en la hembra se
presenta la mancha dorsal antes mencionada con una coloración más clara y
brillante (Urretabizkaya et al., 2010). Es de hábitos crepusculares o nocturnos,
permaneciendo oculta durante el día bajo las hojas donde se refugia y puede
pasar desapercibida, pero al menor movimiento brusco de éstas da cortos
vuelos (García et al., 2007). Tiene un gran potencial reproductivo y hasta seis
Revisión Bibliográfica
101
generaciones anuales en climas tropicales (Santoyo y Martínez, 2011), aunque
García et al. 2007, indican que el número de generaciones anuales varía
mucho según la climatología, pudiendo oscilar entre 5 y 10 generaciones en un
mismo año.
La hembra realiza la puesta en el envés de las hojas y cerca del nervio
principal (Urretabizkaya et al., 2010). Los huevos son ovalados (Lodoño, 2007),
de color amarillo claro recién colocados, cambiando de tonalidad hasta llegar a
oscurecerse para el tiempo de eclosión (Urretabizkaya et al., 2010), miden
aproximadamente 0,5 mm, tienen una fertilidad del 92,7%, y son puestos
individualmente o en pequeños grupos (Londoño y Jaramillo, 2000).
Las larvas tienen color blanquecino primero y verde claro después siendo
muy móviles, retorciéndose cuando se les molesta y dejándose caer al suelo
con facilidad mediante sedas (García et al. 2007). Londoño y Jaramillo (2000)
exponen que en la primera fase larvaria, estás poseen una cápsula cefálica
oscura y que una característica útil para su identificación es que el último par
de falsas patas está separado ampliamente formando una V invertida. Santoyo
y Martínez (2011) comentan que las larvas se alimentan del envés de las hojas,
pero mientras que son pequeñas no llegan a perforar las hojas, aunque al
crecer, los daños aumentan hasta dejar el follaje agujerado. Al alcanzar su
máximo desarrollo, las larvas se vuelven crisálidas dentro de una red verde de
seda que protege al insecto de algunos de sus enemigos naturales.
Urretabizkaya et al. (2010) profundizan más y especifican que la larva en su
primer estadio se comporta como minadora. En el segundo estadio pasa al
exterior y se ubica principalmente en la cara inferior de las hojas; es frecuente
observar en la lámina orificios pequeños con la epidermis superior intacta. En el
tercero y cuarto estadio se alimentan de la hoja completa. En su máximo
desarrollo el cuerpo tiene una coloración verde claro con la cabeza castaño y la
longitud promedio del cuerpo es de 10 mm. El daño que produce se observa
como una pequeña región clorótica de forma alargada.
Previo a pasar al estado de pupa, la larva teje un capullo de trama abierta y
color blanco, que adhieren a la hoja, quedando allí encerrada para su
transformación. En esta fase es muy difícil diferenciar el sexo por presentar una
morfología externa muy similar. La pupa es obtecta con una longitud promedio
de 7 mm. Al inicio de su formación tiene un color verde brillante, más tarde se
torna blanco crema y antes de emerger el adulto es de color castaño oscuro
(Urretabizkaya et al., 2010). Las pupas se ubican en las hojas, en la basura
debajo de la planta o en los residuos de cosecha anteriores. Algunas veces se
les encuentra dentro de las cabezas del brócoli, adherida a alguna de las
ramificaciones de la inflorescencia (Lodoño y Jaramillo, 2000).
Su ciclo de vida varía notoriamente con la temperatura, reduciéndose a
medida que ésta aumenta, de este modo, Londoño y Jaramillo (2000) indican
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
102
fluctuaciones de 11 hasta 27 días de duración del ciclo; Santoyo y Martínez
(2011) comentan que la duración del ciclo ronda entre los 19-28 días; y
Chávez y Hurtado (2010) exponen una duración total de 15 a 40 días, según
las condiciones climáticas. El período de incubación de los huevos es de cuatro
a seis días; las larvas atraviesan por cuatro fases larvarias con una duración
total de 17 días (Londoño, 2007), de 10-14 día según Santoyo y Martínez
(2011); la pupa dura en promedio seis días (Londoño, 2007), según Chávez y
Hurtado (2010) el tiempo que dura este estado es de 15 días; los adultos duran
en promedio 25 días (Londoño, 2007), Urretabizkaya et al. (2010) indican que
los adultos viven cerca de 23 días.
Condiciones favorables
La presencia de residuos de cosecha facilita la supervivencia de la plaga.
La incidencia de la Plutella xylostella aumenta en proporción directa con el
desarrollo del cultivo, durante los períodos de baja precipitación y cuando no se
llevan a cabo prácticas de control, favoreciendo su desarrollo poblacional
(Lodoño y Jaramillo, 2000). Los mismos autores constatan que la Plutella
xylostella es fluctuante a través del cultivo pero que tiende a incrementarse
hacia el final del mismo. Además, tras un ensayo de 4 ciclos de cultivo,
comprobaron que las siembras escalonadas favorecen la permanencia y
persistencia de esta plaga.
En zonas de buen clima invernal, no hay apenas interrupción biológica
durante el invierno, dándose altas poblaciones a mediados de otoño y
principios de primavera (García et al., 2007).
Daños
La Plutella xylostella afecta al rendimiento y calidad del brócoli, debido a los
daños directos e indirectos que provoca al alimentarse del follaje y a la
contaminación del producto comercial con sus desechos (Talekar y Shelton,
1993).
Aunque en las primeras fases la Putella xylostella se alimenta de tejido
parenquimático foliar, dejando al principio tan sólo la epidermis de la hoja en
pequeñas áreas concretas, después estas zonas se agujerean. En sus últimos
períodos, las larvas poseen una gran voracidad y tienen marcada predilección
por los brotes terminales, siendo entonces muy importante el daño causado al
cultivo (García et al., 2007).
Los ataques de esta plaga son muy irregulares, contrastando unos años de
grave incidencia con otros años en los que puede pasar completamente
desapercibida (García et al., 2007).
Revisión Bibliográfica
103
Manejo y control
El manejo de la Plutella xylostella es sumamente difícil y complejo,
particularmente porque desarrolla resistencia rápidamente a los productos
químicos comúnmente utilizados (Chávez y Hurtado, 2010).
García et al. (2007) aseguran que la lucha contra esta plaga no es nada
fácil, ya que gran parte de la vida larvaria la pasa en el interior de los tejidos
vegetales.
Según García et al. (2007), a lo que se refiere a medidas culturales y
enemigos naturales de esta plaga, está constatado lo siguiente:
Las malas hierbas, especialmente las brassicáceas, conviene suprimirlas
ya que sobre ellas se desarrollan también los adultos de Plutella
xylostella.
Existen algunas especies, tanto depredadoras como parásitos de estas
plagas, pero por lo general su eficacia es muy parcial y en ningún caso
son capaces de erradicarlas. No obstante, siempre resulta práctico
respetarlas.
Entre los principales parasitoides, se encuentra Diadegma insulare,
(Hymenóptera: ichneumonidae), la cual parasita con sus huevos a las larvas de
Plutella xylostella y cuando estos eclosionan, las larvas matan a su hospedero
(Chávez y Hurtado, 2010). Santoyo y Martínez (2011) comentan que en
Honduras, Diadegma insulare puede controlar hasta el 40 % de las larvas
cuando se hace uso limitado de insecticidas químicos.
Cortéz y Macías (2007) en un ensayo en Sinaola (México) con tres géneros
parasitoides: Diadegma insulare, Cotesia spp. y Conura spp., constataron que
Diadegma insulare obtuvo el mayor porcentaje de parasitismo con una media
del 49,5% y que su parasitismo aumento a través de las fechas de muestreo,
igual que la población de Plutella xylostella, revelando una estrecha relación
densodependiente hospedero-parasitoide.
Los nemátodos del género Heterorhabditis son entomopatógenos
obligados. Al ingresar en las larvas por orificios naturales, los nemátodos
introducen una bacteria en la cavidad del insecto, que destruye los tejidos
internos del insecto para crear un medio favorable para alimentarse y
reproducirse (Rosales, 1999).
En cuanto a las prácticas culturales, para complementar lo citado por
García et al. (2007), Santoyo y Martínez (2011) recomiendan llevar a cabo las
siguientes consideraciones:
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
104
Es preferible sembrar en la estación de lluvias, cuando la población de Plutella xylostella es controlada por las lluvias.
El riego aéreo puede reducir el número de larvas en el campo. Si se riega al atardecer también puede limitar la actividad de los adultos.
Es mucho mejor no tener siembras escalonadas, ya que los cultivos viejos sirven de reservorio de Plutella xylostella para los nuevos cultivos. Si se requiere sembrar escalonado, establecer los nuevos cultivos en contra de la dirección del viento para que los adultos tengan más dificultad de encontrar la nueva plantación.
En la cosecha deben destruirse y remover del campo las partes de la planta que no se cosecharon. La Plutella xylostella puede sobrevivir en residuos de cosecha y migrar a otros lotes.
Algunos agricultores usan cultivos de brócoli intercalados con otros cultivos o plantas de la misma familia que son más atractivos para la Plutella xylostella. Estos cultivos trampa deben ser monitoreados más frecuentemente que el mismo cultivo y se debe controlar la plaga en ellos, antes que pasen al cultivo principal. Los cultivos trampa que no son debidamente manejados pueden generar un gran número de esta plaga. Se deben manejar de manera especial, como parte del control de plagas.
En algunos lugares es recomendable sembrar pequeños lotes de brócoli de forma intercalada con cultivos de otras familias. La idea de esta práctica es que los adultos de Plutella xylostella tendrán mayor dificultad de encontrar nuevos cultivos cuando estos están escondidos entre cultivos no susceptibles.
Alonso y Guzmán (2008), indican que el tomate provee una sustancia
química que repele o perturba a esta plaga, por lo que aconsejan realizar
asociación de cultivos entre el brócoli y el tomate. Esto daría lugar a una menor
presencia y puesta de huevos de Plutella xylostella, porque sería repelida por
los olores que desprende el tomate.
Respecto al control químico, García et al. (2007) indican que en la mayoría
de los casos por no decir siempre, se hace imprescindible. Al practicarlo
conviene tener presente las siguientes recomendaciones:
Incorporar siempre a caldos productos coadyudantes, mojantes y
adherentes, pues de lo contrario no queden bien mojadas las hojas,
sobre todo si ya lo están previamente a causa de rocíos o lluvias. Es
oportuno, por ello, efectuar los tratamientos por las tardes.
Revisión Bibliográfica
105
Como norma general no olvidar que la eficacia de los insecticidas es
siempre mayor sobre larvas jóvenes que sobre orugas ya en avanzada
fase de desarrollo.
Aplicar caldo suficiente con el fin de mojar bien los cultivos, sin descuidar
la aplicación por el envés de las hojas ya que preferentemente se sitúa
allí la mayoría de las larvas.
Es fundamental iniciar pronto los tratamientos y repetirlos cada 12-14
días para mantener continua la protección del cultivo.
Deben respetarse siempre los correspondientes plazos de seguridad,
para ello resulta lógico usar los productos más enérgicos en fases
iniciales de vegetación.
Los mismo autores consideran que entre las materias activas más eficaces
y autorizadas en brócoli contra Plutella xylostella están: clorpirifos (GR),
etofenprox (GR y EC), metil pirimifos, indoxacarb y diversos piretroides:
alfacipermetrin (EC y EG), taufluvalinato, bifentrín y algunos otros. Además,
contra Plutella xylostella parecen haberse obtenidos buenos resultados
experimentales con algunos insecticidas del grupo llamado “reguladores del
crecimiento” o IGR (flufenoxuron, hexaflumuron, teflubenzuron, lufenuro), pero
no están de momento, autorizados para su uso en brócoli. El único IGR
autorizado para el cultivo del brócoli hasta la fecha, por la empresa dqagrio, es
la azadiractina (EC).
Plutella xylostella ha sido una de las primeras especies agrícola reportada
como resistente a la toxina del Bacillus thuringiensis var. Kurstaki, lo que la
hace una especie excepcional en su género (Díaz-Gómez et al., 2000; Lodoño
y Jaramillo, 2000; Chávez y Hurtado, 2010).
De ahora en adelante, para el resto de plagas y enfermedades, se tomará
como referencia la información facilitada por García et al. (2007).
13.1.2. PULGONES
En el cultivo del brócoli puede observarse a menudo ataques de pulgón. Se
trata, habitualmente de focos muy concretos, de manera que unas plantas
pueden presentar poblaciones intensas y las vecinas estar completamente
exentas.
Los daños directos suelen ser proporcionales a la intensidad del ataque, de
manera que pueden reducir, y hasta detener, el ritmo vegetativo del brócoli e
incluso llegar a matar a la planta en condiciones extremas. La colonización
puede realizarse ya desde trasplante, situándose los pulgones en las hojas
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
106
más tiernas, a las que deforman, más o menos, con sus picaduras. Si el ataque
persiste o tiene lugar ya entrada la formación de la cabeza floral
comercialmente el daño puede ser irreparable.
Además de estos daños directo conviene saber que estos pulgones pueden
ser transmisores de algunos virus, que se manifiestan con mosaicos foliares.
La difusión de esta plaga está prácticamente generalizada y en condiciones
climáticas favorables, como pueden ser otoños con buenas temperaturas, los
ataques, así como los daños, llegan a ser, de consideración si no se toman
medidas.
Si bien, en determinadas condiciones, es muy posible que puedan
encontrarse otras especies de pulgones en brassicáceas, sin duda la más
importante, habitual y característica es el Brevicoryne brassicae, pulgón ceroso
de las brassicáceas o pulgón harinoso de la col.
13.1.3. MOSCA
Se considera ésta una plaga de suelo ya que los daños principales son
causados por las larvas que evolucionan en los tejidos de las plantas, bien en
la zona radicular o en la base del tallo, desorganizando completamente la parte
afectada cuando el ataque es intenso lo cual provoca la muerte de las plantas,
sobre todo si son jóvenes, pues las adultas pueden resistir cierto grado de
ataque, o facilitando la entrada de otros parásitos, hongos y bacterias, que
alteran siempre el normal desarrollo. Una vez atacadas las plantas manifiestan
su situación apareciendo el color amarillo-rojizo en las hojas exteriores,
intensificándose y extendiéndose el síntoma, a la vez que se desarrollan
infecciones secundarias llegando a morir si el ataque es intenso o la planta
joven.
Aunque la plaga puede atacar a todas las brassicáceas, en el brócoli se
llega a dar la circunstancia de que las larvas llegan a situarse también en los
pecíolos foliares, a lo largo del tallo e incluso en las mismas inflorescencias.
Los daños más importantes se registran especialmente durante períodos
de condiciones climáticas favorables que son otoño y primavera y pueden
llegar a ser de extraordinaria envergadura en semilleros si éstos coinciden con
la salida de adultos.
Esta plaga está constituida por una mosca cuyo nombre genérico,
indistintamente, es: Chortophila, Ilemia, Delia o Phorbia, siendo el de la
especie: brassicae.
Revisión Bibliográfica
107
13.1.4. OTRAS PLAGAS DEL SUELO
INSECTOS DEL SUELO
Las dos plagas que suelen provocar, habitualmente, daños, tanto en
cultivos de brassicáceas como en otras hortícolas son: el llamado “Gusano de
Alambre”, perteneciente al género Agriotes y el “Gusano gris”, noctuido del
género Agrotis. Ambos pueden causar daños, sobre todos en plantas jóvenes
y, en caso de que la población sea alta, la mejor solución es tomar medidas
previas a la plantación mediante la incorporación de microgránulos preparados
a tal efecto, como el carbofurano.
CEUTORRYNCHUS
Esta plaga, conocida con el nombre de “Falsa porta”, la constituye el
coleóptero curculiónido Ceutorrynchus pleurostigma, especie de escarabajo
que realiza la puesta en el cuello de las plantas evolucionando allí mismo la
larva y causando una especie de verrugas o hipertrofias en el tejido vegetal,
quedando las plantas ostensiblemente debilitas por esta acción.
NEMÁTODOS
Son muy corrientes los problemas planteados en brócoli por causa de
nemátodos. En parcelas en las que de forma repetitiva se viene cultivando
brócoli, se dan casos de alta infección, produciendo en las plantas un menor
desarrollo de las mismas y con sintomatología similar a la de una deficiencia de
riego. Según Lacasa et al. (2015) las especies de Heterodera causan
importantes daños y se multiplican bien en la mayor parte de los cultivares de
brócoli y recomienda gramíneas, leguminosas y asteráceas como cultivos
adecuados para la rotación por no ser susceptibles a Heterodera.
En caso de que la presencia de nemátodos sea notable se procederá a
tomar medidas oportunas con la aplicación de los correspondientes productos
nematicidas al suelo o bien con desinfecciones previas de suelo con
fumigantes como el 1,3-dicloropropeno.
13.1.5. OTRAS PLAGAS AÉREAS
MOSCA BLANCA
Cada vez más se registran en plantaciones de brócoli presencia abundante
de mosca blanca. Aunque en determinadas circunstancias climáticas puede
tratarse de Trialeurodes vaparariorum los más habitual es que sea la especie
Aleurodes proletella, que constituye una excepción dentro de este grupo de
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
108
parásitos ya que, de manera muy singular, es una mosca blanca que soporta
temperaturas relativamente bajas. Su acción negativa se localiza en el envés
de las hojas desde donde debilita a la planta mediante la succión de savia y,
además, ensucia las plantas segregando una melaza sobre la que se desarrolla
negrilla.
Esta especie tiene enemigos naturales, de escasa eficacia, que en
situación de temperaturas suaves hace que éstas alcancen niveles
problemáticos. Puede recurrirse a los correspondientes tratamientos
fitosanitarios. Entre las materias activas con eficacia y autorizadas están:
alfacipermetrina, azadiractin, imidacloprid, lambdacihalotrin, taufluvaniato,
bifentrin, metil pirimifos y otras.
PULGUILLA
Conocida esta plaga como “Pulguilla de las brassicáceas” está constituida
por la especie de coleóptero: Phyllotreta memorum. Su daño consiste en que
los adultos, pequeños escarabajos, roen la hojas de las plantas jóvenes,
reduciendo, proporcionalmente de manera importante si las poblaciones son
altas, la superficie foliar. Normalmente no necesita tratamientos específicos ya
que las aplicaciones contra otras plagas impiden su multiplicación.
CHINCHE VERDE
El chinche verde Nezara viridula es un insecto polífago, que únicamente
causa daños en partes tiernas de la planta de forma ocasional. Las picaduras
producen puntos amarillentos, con daños ligeros, que se pueden agravar en
ataques cuando la planta es pequeña. En general no va a requerir tratamientos
específicos, aunque en casos de necesidad, se podrían hacer aplicaciones con
malatión y piretroides autorizados.
MINADORES
En ocasiones puede observarse que en el interior de los nervios de las
principales hojas o pecíolos de las mismas habitan pequeñas larvas
blanquecinas que, a veces suelen pasar desapercibidas hasta que como
consecuencia de su actividad los tejidos afectados se necrosan. Son larvas de
diversas especies de coleópteros curculiónidos que cuando son numerosas
pueden causar ciertos daños al cultivo. Dada su biología interna conviene, una
vez percibida su presencia, realizar tratamientos con productos con cierto
grado de penetración.
En cuanto a las larvas minadoras de hojas o “submarino”, pertenecientes
en la mayoría de los casos al género Agromyza o Liriomyza, lo normal es que
no constituyan ningún problema dada su reducida presencia sobre el brócoli, si
Revisión Bibliográfica
109
bien no pueden descartarse como plaga en la actualidad en determinadas
situaciones en que hay que controlarlas con abamectina, ciromacina, etc…
CARACOLES Y BABOSAS
El ambiente húmedo, imprescindible para su vida, favorece a estos
insectos que, precisamente por ello, son activos sólo por la noche o en días
nublados.
Pertenecen generalmente a los géneros Helix y Agriolimax. En épocas
lluviosas y especialmente en otoño es cuando realizan las puestas en el suelo,
estando condicionada por la humedad la eclosión de los huevos. Atacan a las
plántulas y hojas tiernas realizando agujeros con su aparato bucal masticador.
Su actividad es máxima en invierno y primavera.
El control de esta plaga se puede efectuar mediante cebos a base de
metaldehído, repartidos a voleo o en montoncitos. Deben distribuirse al
atardecer para evitar que se sequen prematuramente.
AVES, CONEJOS Y ROEDORES
La mayor parte de las aves son beneficiosas para los cultivos, puesto que
se alimentan de insectos que son plagas y de pequeños mamíferos, aunque
ocasionalmente pueden producir daños al alimentarse de hojas tiernas.
Su control debe estar basado en métodos ahuyentadores, por medio de
productos ópticos o acústicos (García et al., 1982).
Los conejos y las liebres pueden ser también un problema, al alimentarse
de hojas y brotes tiernos. Los daños los realizan tras el trasplante, impidiendo
el crecimiento de las plantas. El control debe estar basado en la utilización de
cercados o trampas.
Entre los roedores se encuentran las ratas, ratones, topillos, ratillas y ratas
de agua. Para su control se pueden utilizar también trampas o utilizar
rotendicidas como bromadiolona.
13.2. ENFERMEDADES
Las enfermedades que podemos encontrar en el brócoli pueden ser
causadas por parásitos criptogámicos u hongos, entre las que podemos
destacar el mildiu, alternarías y los hongos de cuello, pero también atacan, a
veces, bacterias parásitas entre las que sobresalen las del género
Xanthomonas, si bien hay también otras de carácter más esporádico y limitado.
Afortunadamente los problemas debidos a virus son, en la práctica, de
escasa relevancia.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
110
13.2.1. MILDIU
Esta enfermedad criptogámica es la más generalizada y habitual en el
cultivo del brócoli. Los daños pueden ser muy graves en plántulas, de hasta 4-5
hojas, pasada esta fase las consecuencias de sus ataques son ya de menor
consideración. En semilleros el ataque puede manifestarse ya con intensidad
en los mismos cotiledones que amarillean enseguida, siendo una fuente
primaria de infección.
En las hojas exteriores de las plantas provoca, inicialmente, decoloraciones
que acaban siendo ostensibles manchas oscuras delimitadas por los nervios;
en su cara inferior se desarrolla el correspondiente micelio blanquecino con los
órganos de multiplicación.
El mildiu está generalizado en todas las zonas productoras de de
brassicáceas y sus ataques están muy condicionados, como la mayoría de
enfermedades criptogámicas, por los factores de temperatura y humedad
relativa, siéndole muy favorable los inviernos con días lluviosos o con
abundante humedad sobre las hojas a causa de rocíos o escarchas que se
prolongan.
13.2.2. ALTERNARIAS
Produce punteaduras en hojas que aparecen generalmente en tejidos
viejos. Posteriormente producen lesiones en forma de círculos concéntricos y a
menudo terminan en halos amarillos. La alteración en las hojas tiene poca
repercusión en el rendimiento, pero los ataques a los escapos florales son
nocivos para la formación de las silícuas, que se desecan en su maduración o
se abren antes de la cosecha, sobre todo afectando a cultivos destinados a la
obtención de semilla, en las que el micelio puede permanecer superficial o
penetrar en los tegumentos.
Se pueden producir ataques en los semilleros, bien por ser portadora la
semilla del hongo o por los residuos portadores del micelio o de esporas. En
este caso se pueden producir marras de nascencia o síntomas propios del “pie
negro”.
Los ataques los órganos hipertrofiados, producen “picaduras” en la
inflorescencia que posteriormente en almacén evolucionan a manchas negras
de mayor tamaño depreciando comercialmente el producto.
13.2.3. HONGOS DE CUELLO
Como su nombre genérico indica, esta enfermedad, llamada también a
veces “pie negro”, se localiza siempre en el cuello o parte basal del tallo del
brócoli, extendiéndose también, a veces, a la zona radicular inmediata.
Revisión Bibliográfica
111
Esta enfermedad es propia de semillero y plantas jóvenes pues la infección
suele producirse desde el inicio de la vegetación. Las plantas afectadas
empiezan mostrando, en el hipocotilo, una zona oscura que progresivamente
se va agrietando y modificando.
Un deficiente manejo de las plántulas en los semilleros, así como
condiciones de falta de luz acompañada de alta temperatura, puede propiciar el
excesivo crecimiento de los tallos que, al doblarse por el peso de las hojas,
facilitarán posteriormente a causa del rozamiento la rotura de la epidermis y, en
consecuencia, el contacto del tejido vegetal parenquimático con la humedad del
suelo, siendo esta zona crítica una clara puerta de entrada a la enfermedad.
13.2.4. OTRAS ENFERMEDADES CRIPTOGÁMICAS
Aunque realmente no con importancia sistémica, sí de manera esporádica
podemos encontrar en el cultivo del brócoli ataques de los siguientes hongo:
Cladosporium, Botrytis y Sclerotinia. Afortunadamente, la enfermedad conocida
como “Hernia de las brassicáceas”, causada por el hongo Plasmodiophora
brassicae, sólo se detecta ocasionalmente, en el área mediterránea, ya que
para su desarrollo requiere suelos ácidos y no progresa en los mediterráneos
en general marcadamente calizos. Es sin embargo una enfermedad temible en
suelos ácidos, con un control dificultoso, en el que se incluyen la resistencia
varietal, la desinfección del suelo y el establecimiento de alternativas en la que
no se incluya el brócoli.
13.2.5. BACTERIOSIS
Ya se ha indicado que en el cultivo del brócoli se presentan, a veces,
enfermedades bacterianas con incidencia importante. Pueden destacarse las
causadas por el género Xanthomonas, pero conviene citar también las
Pseudomonas y Erwinias así como la singular enfermedad causada por la
bacteria del género Rhodococcus.
De manera general puede decirse que condiciones prolongadas de alta
humedad y temperaturas suaves favorecen el desarrollo de enfermedades
bacterianas y conviene tener presente que la sensibilidad a las mismas suele
ser muy diferente de unos cultivares a otros.
En cuanto a los síntomas, sobre todo durante el invierno, su variabilidad
puede dar lugar a confusiones con otras enfermedades o fisiopatías por lo que,
en caso de interesar el diagnóstico, debe recurrirse a un laboratorio
especializado.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
112
13.2.6. NERVIACIÓN NEGRA
Esta enfermedad causa en las plantas adultas síntomas foliares y
vasculares, sin embargo, en las plantas jóvenes infectadas, según sean las
condiciones de cultivo puede haber o no manifestación externa. En muchas
ocasiones, en plántulas de semillero o recién trasplantadas aparecen en las
hojas pequeñas abundantes manchas, en las que a veces puede apreciarse
claramente un halo exterior amarillo característico. Posteriormente las manchas
van extendiéndose hasta llegar a unirse y determinar en las hojas zonas de
color marrón, necrosadas, con el tejido claramente deprimido por el envés. En
plantas adultas, además pueden aparecer los síntomas vasculares constituidos
por manchas foliares que partiendo del borde de la hoja toman forma de V,
pudiéndose apreciar en esta zona afectada oscurecimiento de los vasos, los
cuales evidencian el ataque vascular que va poco a poco progresando hasta
alcanzar a vasos principales del tallo que entonces muestran sectores que se
acorchan y oscurecen, a consecuencia de lo cual las plantas reducen el ritmo
vegetativo, muestran crecimiento asimétrico y al final llegan a morir. Este
acorchamiento y oscurecimiento de vasos queda muy patente en los pecíolos
de inflorescencias y pedúnculos foliares.
Los daños pueden ser a veces muy importantes, sobre todo en los
períodos húmedos (lluvias, nieblas, rocíos, escarchas) acompañados de
temperaturas suaves (primavera y otoño), ya que este ambiente resulta
especialmente favorable al desarrollo de la bacteria Xanthomonas campestris.
13.2.7. OTRAS ENFERMEDADES BACTERIANAS
PSEUDOMONAS SPP
En ocasiones, sobre las pellas del brócoli suelen aparecer, en períodos de
mucha humedad y poco frío, manchitas oscuras o pudriciones que deprecian
de manera importante su valor comercial.
En estos tejidos afectados suelen aislarse, distintas bacterias de género
Pseudomonas que a veces pueden ser agentes primarios del síntoma y otras
haberse instalado con posterioridad a alguna fisiopatía.
Con medidas preventivas deben evitarse humedades prolongadas y
aportes excesivos de estiércol y abonos nitrogenados. La aplicación de
productos a base de cobre puede dar resultados positivos.
ERWINIA SPP
Las bacterias de este género y especialmente Erwinia carotovora subsp.
carotovora de marcado carácter polífago entre las especies hortícolas, se
Revisión Bibliográfica
113
conservan en restos vegetales, suelo o agua. Cuando se prolonga la excesiva
humedad y la temperatura oscila alrededor de 25ºC, puede iniciarse su
multiplicación sobre tejidos radiculares o a nivel del cuello u hojas cercanas a la
superficie, avanzando paulatinamente hasta llegar a alcanzar la inflorescencia.
Posteriormente estas bacterias se multiplican en el interior de los tejidos
produciendo enzimas que destruyen las paredes celulares y reblandeciendo, en
consecuencia, toda la zona afectada, pudiendo der los restos de cultivo fuente
de posteriores infecciones. Los ataques de Erwinia se presentan, a veces, junto
con los de Xanthomonas.
Lo más aconsejable es tomar medidas adecuadas para impedir humedades
altas y prolongadas así como encharcamientos y, en caso de haber sufrido
infección importante en la parcela, practicar la rotación de cultivos.
13.2.8. ENFERMEDADES VIRÓTICAS
Afortunadamente, por diversas circunstancias entre las que es probable
influya el nivel de temperaturas relativamente altas, los problemas de virosis
son, en general, poco importantes.
El virus del amarilleo necrótico del brócoli (BNYV) es transmitido de forma
exclusiva por el pulgón Brevicoryne brassicae. Como única medida para
intentar paliar la difusión de este virus se sugiere mantener los cultivos lo más
limpios posibles de éste pulgón.
El virus del bronceado del tomate (TSWV), se considera polífago, posee un
alto potencial de difusión, con alto espectro en plantas huéspedes y vectores
eficientes, destacando los tisanópteros.
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
114
14. ACCIDENTES Y FISIOPATÍAS
A continuación se mencionaran los principales accidentes y fisiotpatías que
se pueden dar en el cultivo del brócoli, éstas afectan a la productividad del
cultivo, especialmente a la calidad de la pella. Estos desordenes surgen debido
a la confluencia de diversos factores, tales como las condiciones climáticas, la
fertilización, el riego, el cultivar, etc. (Maroto et al., 1997). A continuación se
nombran las principales fisiopatías del brócoli, según Maroto (2007a).
14.1. HELADAS, BAJAS TEMPERATURAS
En términos generales el brócoli se considera como una planta que ofrece
cierta resistencia al frío, a pesar de lo cual las heladas, cuando son intensas y
en función del cultivar, pueden afectar muy negativamente a estas plantas.
Los cultivares de ciclo largo son en general más resistentes a las bajas
temperaturas que los de ciclo corto. Las bajas temperaturas pueden inducir la
aparición de coloraciones moradas en las inflorescencias.
14.2. HOJAS BRACTEIFORMES EN EL INTERIOR DE LA CABEZA FLORAL
La aparición de hojas bracteiformes en las inflorescencias suele
correlacionarse con temperaturas excesivamente elevadas, al inicio de la
formación de la inflorescencia (Heather et al., 1992).
Para evitar esta fisiopatía se prestara especial atención al ajuste de los
ciclos de producción, evitando que las previsibles temperaturas afecten a estas
fases más sensibles. Asimismo, existen cultivares más adaptados a
condiciones más cálidas que otros (Maroto et al., 1997).
14.3. FORMACIÓN PREMATURA DE COGOLLOS PREFLORALES
Este accidente suele producirse cuando se inicia la formación del cogollo
prefloral antes de que la planta haya alcanzado un desarrollo vegetativo
normal, en cuyo caso se forman pellas de pequeño tamaño, con una forma
anormal en “paraguas”, que pueden abrirse tempranamente, y cuyas brácteas
periféricas están excesivamente desarrolladas. A veces, si durante la fase
juvenil sobreviven temperaturas excesivamente bajas, puede formarse un
pequeño cogollo.
Adaptar la época de siembra al cultivar es el sistema más eficaz de
combatir este desorden (Maroto, 1995, 2002).
Revisión Bibliográfica
115
14.4. APERTURA PREMATURA DE COGOLLO PREFLORAL (SUBIDA EN
FLOR)
Consiste en la diferenciación prematura de brotes florales sobre la
superficie del cogollo, por lo que en primer lugar se abre el mismo para iniciar
la subida a flor, probablemente como consecuencia de la incidencia de
temperaturas excesivamente altas a lo largo o al final de la formación de las
inflorescencias.
Cuando los cogollos de las inflorescencias (tanto las principales como los
rebrotes) están mucho más avanzados fisiológicamente, un intervalo de tiempo
excesivo entre dos recolecciones sucesivas, puede propiciar la aparición de
botones florales abiertos que deprecian comercialmente la inflorescencia.
14.5. DEFORMACIONES DE LAS INFLORESCENCIAS
Son muy frecuentes en el brócoli, la superficie de la inflorescencia aparece
irregularmente ondulada o bien abriendo excesivamente algunos brotes
florales. La causa de estas deformaciones parece residir en el exceso de calor
durante la fase de formación de inflorescencias, existiendo a este respecto
cultivares más sensibles que otros.
En general los cultivares más precoces suelen verse menos afectados por
todo tipo de alteraciones morfológicas de los cogollos causadas por
temperaturas elevadas que los cultivares de ciclo largo.
También como consecuencia del exceso de calor, los granos de las
inflorescencias se hacen más gruesos, embasteciendo el cogollo y existiendo
cultivares que lo acusan más que otros. El momento en que la inflorescencia es
más susceptible al estrés por calor ha sido determinado en el estadio que
posee un diámetro entre 0,5 y 1 cm (Heather et al., 1992), el equivalente al
estadio número 41 según la escala BBCH.
14.6. DECOLORACIONES DE LAS INFLORESCENCIAS
En brócoli puede ser bastante frecuente la aparición sobre las
inflorescencias de amarilleamientos debidos a sobremaduración,
deshidratación y/o una deficiente conservación frigorífica (Maroto, 1995).
También en las inflorescencias de brócoli a veces aparecen pequeñas áreas
circulares de color verde más claro, con los botones florales menos
desarrollados que los del contorno. A esta anomalía se la denomina “ojos de
gato” y en su incidencia además de la susceptibilidad varietal y las elevadas
temperaturas, también pueden influir diversos aspectos del manejo agronómico
(Rueda, 2002) (citado por Maroto, 2007a).
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
116
14.7. GRANOS MARRONES
Fisiopatía muy frecuente en producciones otoñales y primaverales, en que
se registran elevaciones fuertes y súbitas de la temperatura, sobre
determinados cultivares. Consiste en la aparición de botones florales de color
marrón que posteriormente pueden llegar a desprenderse de la inflorescencia,
y que deprecian la calidad comercial del producto.
La susceptibilidad varietal siempre es un factor primordial a considerar en
la incidencia de esta fisiopatía, habiendo cultivares más sensibles que otros.
En algunos estudios realizados durante varios años con distintos cultivares,
Pascual et al. (1996) constataron que la relación K/Ca+Mg siempre era
notablemente más elevada en granos sanos que en botones florales marrones.
Jenni et al. (2001ab) trataron de correlacionar la incidencia de diversos factores
(técnicas de cultivo, fertilización y parámetros climáticos) sobre este desorden,
observando que entre todos ellos, sólo la radiación recibida y un riego irregular
podían estar directamente involucrados y también que las inflorescencias
dañadas mostraban menores niveles de Ca y mayores de K y Mg.
En términos generales un estadio más avanzado de madurez de las
inflorescencias también suele predisponer hacia una mayor incidencia de
granos marrones.
14.8. FALTA DE FLORACIÓN (BLINDNESS)
Como se dijo anteriormente en el apartado 5, el brócoli es una planta
considerada vernalizante facultativa (Wiebe, 1990), es decir, no es una planta
que necesite estar expuesta a bajas temperaturas para inducir la floración,
aunque existen cultivares que para poder emitir inflorescencia necesitan
temperaturas inferiores a los 10ºC. Por lo que este desorden es poco frecuente.
Según Wien y Wurr (1997) la falta de floración parece estar relacionado
con la carencia de molibdeno, daños por insectos, daños producidos por
fertilizantes y plaguicidas, fotoperíodo, intensidad de la luz, estrés hídrico y
calidad de la semilla. Aunque indican que la evidencia científica para alguno de
ellos no es del todo clara. Estos mismos autores exponen que a menudo hay
incertidumbres en si la falta de floración es causada en el semillero o tras el
trasplante a campo, pero esto puede ser determinado por el agricultor contando
el número de hojas. Si hay menos hojas que cuando se realizó el trasplante a
campo, entonces la falta de floración fue causada durante el cuidado inicial de
la planta. Wien y Wurr (1997) exponen que en estudios realizados en Reino
Unido por Wurr (1994), han mostrado que el factor más determinante en la falta
de floración son los bajos niveles de luz durante los cuidados iniciales de las
plantas.
Revisión Bibliográfica
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14.8. AHUECADO DEL TALLO
Esta anomalía la podemos encontrar cuando cortamos el tallo por la base o
antes de la cabeza y encontramos una cavidad dentro de él. En la aparición del
tallo hueco intervienen una serie de factores que tienen en común el provocar
un crecimiento excesivamente rápido: abonos nitrogenados excesivos;
desequilibrios hídricos; altas temperaturas y marcos e plantación amplios (Zink,
1968; Cutcliffe, 1972; Hipp, 1974; Scaife y Wurr, 1990).
Hipp (1974) descubrió que la incidencia del vaciado del tallo mostraba una
relación inversa con la duración del período de crecimiento del brócoli. Los
cultivos cuyo ciclo es de 110 días o más, presentan una baja incidencia dentro
de este desorden, mientras que era mayor cuando las plantas crecían más
rápidamente (Wien y Wurr, 1997).
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
118
15. RECOLECCIÓN Y POSTCOCECHA
La recolección se inicia en función del cultivar empleado, la fecha de
siembra y trasplante, etc. (Maroto, 2007b). También depende de si lo que se
desea es recolectar únicamente la inflorescencia principal o, además,
aprovechar los rebrotes (Namesny, 1993).
Este proceso se realiza normalmente de forma manual, si bien en
extensiones grandes la recolección tiende a racionalizarse mediante el uso de
tractores provistos de unos bastidores transversales en la parte trasera del
remolque (López et al., 2007).
Llegado el momento de la recolección, las inflorescencias deben ser de
forma regular, sin deformaciones ni huecos en el tallo, estar suficientemente
compactadas, con botones florales uniformemente cerrados, de pequeño
calibre y sin mostrar amarilleos, enmarronecimientos, bracteación, etc. (Maroto,
1997). Para Pomares et al. (2007c), la recolección debe efectuarse una vez las
cabezas están formadas, con la inflorescencia prieta, cuando ha desarrollado el
tamaño máximo, sin llegar a mostrar abertura floral o sobremaduración.
Si se opta por una recolección mecanizada, para aprovechar todas sus
ventajas, es conveniente que la maduración de los distintos cultivares
empleados sea solapada (Maroto, 2007b).
Hay que evitar la recolección en momentos del día en que la temperatura
sea elevada y se debe preenfriar rápidamente (López et al., 2007).
La recolección del brócoli comienza con el corte de las inflorescencias
principales, con una longitud de tallo de 5 o 6 cm. Posteriormente se van
recolectando los rebrotes de inflorescencias laterales, paulatinamente y a
medida que se van formando. Algunas variedades de ciclo corto o medio, en el
litoral mediterráneo español, pueden prolongar su recolección entre octubre y
abril. Para una misma plantación de brócolis en la que se aprovechen los
rebrotes laterales, el ciclo de cosecha puede prolongarse entre 2 y 3 meses, en
función de la calidad de los mismos y las exigencias del mercado (Maroto,
2007b).
Generalmente y en plena recolección, se dan a cada parcela entre 1 y 3
pasadas a la semana. Si la temperatura ambiental aumenta, deben realizarse
recolecciones más solapadas. Los rendimientos que se consiguen en brócoli
suelen estar comprendidos entre 15 y 25 t/ha pudiendo llegar a sobrepasar en
ocasiones las 30 t/ha. Este rendimiento puede variar en función del cultivar, el
ciclo de cultivo y el marco de plantación. Como término medio, en una hora
pueden recolectarse unos 15 o 20 kg de brócoli por persona (Maroto, 1997).
Revisión Bibliográfica
119
En algunos países es frecuente recolectar en una sola pasada el brócoli,
por lo que en general sólo se aprovecha la inflorescencia terminal y de ahí que
el marco de plantación adoptado puede tener una gran influencia en el
rendimiento. Existe una influencia directa del marco de plantación sobre el peso
medio de las inflorescencias principales, aunque como se ha indicado antes, el
cultivar y el ciclo productivo también influyen en este parámetro (Maroto,
2007b).
En general en los mercados se prefieren inflorescencias principales de tipo
medio, a las que se les han eliminado las hojas dejando la base caulinar hasta
el origen de la ramificación, y en caso de calibres excesivamente gruesos a
veces se procede a su fraccionamiento longitudinal en bisel, aunque en este
caso la conservación es más dificultosa. En ocasiones algunos mercados
exigen “coronas” de brócolis, presentación que consiste en eliminar la parte
caulinar inferior de la inflorescencia principal (Maroto, 1997).
Los rebrotes excesivamente pequeños no suelen ser comerciales y como
término medio se exige que no estén abiertos y que posean un tálamo con una
longitud superior a los 10 cm. Resulta bastante frecuente que los rebrotes se
confeccionen haciendo manojos de varias unidades, eliminando las hojas y
recortando los tálamos a una misma distancia.
En todos los casos las inflorescencias (principales o rebrotes) se recubren
con un plástico (over-wrapped), bien directamente o bien sobre bandejas. Para
conseguir una adecuada calidad comercial, el preenfriamiento es una práctica
necesaria pudiéndose utilizar cualquiera de los sistemas conocidos (Maroto,
2007b). El mismo autor, ha podido constatar los buenos resultados que
proporcionan el “frío húmedo” y la adición de hielo (top Ice).
El almacenamiento frigorífico del brócoli se debe efectuar a 0ºC y con una
humedad relativa del 90-95%, con lo que pueden conservarse en buenas
condiciones hasta tres semanas (Maroto, 2007b).
Es muy importante una conservación frigorífica adecuada tras la
recolección, pues el brócoli es un producto que se degrada rápidamente.
Nunca debe conservarse conjuntamente con frutas u hortalizas que emitan
etileno, pues este gas exacerba su senescencia, produciendo amarilleamiento
de las inflorescencias y malos olores (Maroto, 2007b). La inmersión en
citoquininas naturales, como antisenescente, puede tener un efecto positivo en
la conservación del brócoli (Fuller et al., 1977). Rushing (1990) constató que
tras la aplicación de benzil-adenina a 50 ppm sobre inflorescencias de brócoli
en postrecolección, disminuía la tasa respiratoria en un 50%, la emisión de
etileno se incrementaba durante los 4 días (tras la aplicación) de conservación
y, finalmente, el contenido en clorofila total de estas inflorescencias se
mantenía en los mismos valores, siendo mucho más elevado a lo largo del
período de conservación, que el que se observaba en las inflorescencias
Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y
coeficiente de cultivo ‘kc’
120
testigos (sin tratar). Un tratamiento en postrecolección con 1-metil-
ciclopropeno, que es un inhibidor del etileno, puede alargar la conservación del
brócoli, empleado únicamente o en combinación con ozono, si bien en este
segundo caso, el ozono sólo se empleará a dosis bajas, pues a pesar de ser un
potente germicida, una elevada concentración del mismo puede inducir una
disminución en el contenido en clorofila y por lo tanto un mayor grado de
amarilleo (Forney et al., 2003).
Estudiando las mejores condiciones de conservación de rebrotes de brócoli
en atmósfera controlada, Izumi et al. (1996) recomendaban, a una temperatura
de 1 y 5 ºC una concentración del 10% en anhídrido carbónico y del 0,5% en
oxígeno, y a 10ºC habría que elevar la concentración de oxígeno hasta el 1%.
En el caso de conservación controlada de inflorescencias principales, la
difusión del gas resulta más limitada, por lo que existen mayores gradientes de
concentración entre los tejidos internos y externos. Una fumigación previa de
inflorescencias de brócoli con óxido de nitrógeno (NO) en atmósfera normal o
enriquecida en N, puede alargar la vida comercial del brócoli (Soegiarto y Wills,
2004).
ENSAYO 1. ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO AGRONÓMICO DE DIEZ CULTIVARES DE BRÓCOLI (Brassica oleracea L. var. Italica Plenk) DE CICLO DE OTOÑO-INVIERNO, PRESTANDO ESPECIAL ATENCIÓN AL COMPORTAMIENTO DE LA POLILLA Plutella xylostella DURANTE LOS DISTINTOS ESTADOS FENOLÓGICOS DEL CULTIVO
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
122
Ensayo 1
123
1.1. MATERIALES Y MÉTODOS
El Servicio Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo Insular de
Tenerife, en su Plan Anual de Trabajo para el año 2014 se ha planteado
realizar este ensayo con el objetivo de analizar la estructura varietal de brócoli
existente en el mercado y transferir los resultados obtenidos al sector hortícola
de la Isla.
Situación del ensayo
El ensayo se realizo en una de las fincas de la SAT Miradero de Santa
Bárbara en el término municipal de Icod de Los Vinos a unos 450 m.s.n.m. (Lat:
28º21’49,63’’N; Lon: 16º41’09,33’’O; UTM: X=334.782,38; Y=3.138.656,74) y
con una superficie aproximada de 150 ha.
Esta zona es una de las más importante en cultivo de brásicas a nivel
insular, con casi un tercio de la superficie dedicada a estos cultivos (218 ha,
según datos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio
Ambiente del Gobierno de Canarias).
La finca, en la actualidad, está siendo explotada por el agricultor D.
Domingo López González, el cual tiene una gran experiencia en el cultivo de
este tipo de hortalizas.
Foto 1.1. Vista aérea de la finca. Fuente: GRAFCAN (2015)
Para acceder a la finca, se debe tomar la salida de la TF-5 (La Mancha-La
Guancha) y empezar a subir por la TF-342 hasta tomar a mano derecha el
camino Lomo Los Giles, continuar subiendo por este camino hasta volver a
girar a la derecha por el camino Los Lagares, seguir este camino y tomar la
primera desviación a la izquierda, camino La Vendimia, continuar por el lado
izquierdo este camino hasta tomar la subida del camino Castro y llegar a la
entrada de finca.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
124
Material vegetal
Los cultivares seleccionados para este ensayo se solicitaron a las casas
comerciales, pidiendo en especial, la adaptación al ciclo. Se utilizó como testigo
el cultivar Ironman, al ser el cultivar más utilizado en la zona. En la tabla 1.1 se
presentan los cultivares utilizados y sus respectivas casas comerciales.
Tabla 1.1. Cultivares ensayados y casas comerciales.
Cultivar Casa comercial
Jeremy Diamond Malibu Bejo Belstar Bejo Naxos Sakata
Chronos Sakata Parthenon Sakata
Lord Monsanto
Ironman Monsanto
Orantes Rijk Zwaam Agassi Rijk Zwaam
El manejo del cultivo se realizó de acuerdo con las prácticas habituales del
agricultor (labores culturales, riego, abonado y tratamientos fitosanitarios).
Condiciones de agua y suelo
Para establecer las condiciones del agua y el suelo del ensayo se tomaron
muestras. Del suelo se tomaron de 12 puntos en zig – zag a lo largo de la
parcela, retirando dos centímetros de la superficie y profundizando 15 cm
aproximadamente. La muestra del agua de riego se tomó a la entrada del
cabezal de riego. Las muestras se analizaron en el Laboratorio de Diagnóstico
Agrícola I+D de la empresa Canarias Explosivos S.A. Los análisis de suelo y
agua reflejaron los siguientes parámetros:
En la tabla 1.2 se interpretan los valores según las directrices de
Hernández et al. (1980). El suelo tiene un pH relativamente alto, con un
contenido alto en sodio, magnesio y potasio y bajo en calcio, valores típicos de
suelos regados con agua de galería y dedicados a cultivos intensivos. Estaría
en el límite de un suelo sódico, correspondiente a un 10-15% un 9% de Na
cambiable, un pH mayor de 8,5 y una CE por debajo de 4 mS/cm (Casas y
Casas, 1999). Con un 9% de sodio cambiable, un pH mayor de 8,5 y una CE
por debajo de 4mS/cm, estaría en el límite de un suelo sódico. Según Ayers y
Westcott (1985), no habría bajada de la productividad potencial estimada en
brócoli al ser el valor umbral de conductividad de 2,8 mS/cm.
Ensayo 1
125
Tabla 1.2. Resultados del Análisis de suelos
Parámetros Valor
Interpretación (Hernández et al., 1980)
pH (1:2,5) 8,6
Alto (>7)
CE ext sat (mS/cm) 25ºC 1,17
Correcto (<2 mS/cm)
M.O. (%) 2,8
Correcto (>2%)
Fósforo Olsen (mg/kg) 132
Correcto (>80 mg/kg)
Calcio cambiable
cmolc/kg
14,8 48% CIC Bajo (<60%)
Magnesio cambiable 9,3 30% CIC Alto (>20%)
Potasio cambiable 4,0 13% CIC Alto (>10%)
Sodio cambiable 2,9 9% CIC Alto (>5%)
Capacidad Intercambio Catiónico 31,0
% Saturación 48,5
El agua usada procedía de galería con elevados niveles de bicarbonatos y
alto contenido en sodio y magnesio, con una conductividad eléctrica de 1,8
mS/cm y un pH de 8,5 (ver tabla 1.3). Según las directrices de Ayers y Westcott
(1985) sería un agua con problemas crecientes tanto por salinidad como por
infiltración. Este agua tendría problemas en el caso de uso en riego por goteo
por precipitaciones de carbonato de calcio. No se recomendaría su uso en
aspersión en cultivos sensibles al sodio y a los bicarbonatos. La fracción de
lavado para riego por goteo sería entre el 6,4%, según Ayers y Westcott (1985)
ó 12,8% según Rhoades (1992).
Tabla 1.3. Resultados Análisis de Agua.
Resultados analítica Valores derivados de la analítica
Parámetros Valor Parámetros derivados Valor
pH 8,5
CE mS/cm 1,79 pH equilibrio 7,3
Carbonatos
meq/l
0,47 Índice de Langhelier 1,2
Bicarbonatos 18,26 SAR 8,2
Cloruros 0,66 SAR ajustado 8,8
Sulfatos 1,65
Nitratos 0,06
Sodio 13,87 Requerimientos lavado %
Ayers y Westcot(1985)
6,4
Potasio 1,14 Rhoades (1992)*
12,8
Calcio 1,14
Magnesio 4,62
* Se considera una CEes deseable de 2 mS/cm
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
126
De la interpretación de los análisis de agua y suelo se concluye que
deberían realizarse aportes periódicos de yeso y estiércol al suelo para
proteger la estructura del mismo. El alto pH del suelo y del agua de riego debe
tenerse en cuenta tanto por el mantenimiento de la instalación de riego como
por posibles problemas por inmovilización de micronutrientes.
Siembra y trasplante
La siembra se efectuó el 3 de septiembre de 2014. Dado que el agricultor
disponía del material y las instalaciones necesarias para realizar los semilleros,
la operación se hizo en la propia finca.
La siembra se realizó en bandejas de poliestireno de 247 alvéolos,
colocándose una semilla en cada celda. El sustrato estaba compuesto por 2/3
de turba (superfina + negra fina) Bord na Móna, y 1/3 de fertilizante orgánico
con base de estiércol de oveja Agrimartín. Una vez hecha la siembra, los
semilleros se cubrieron con una capa de vermiculita. Las bandejas
permanecieron en la zona habilitada en la finca para la germinación y,
transcurridos 4 días, fueron trasladados a la zona del vivero al aire libre.
Foto 1.2. Detalles de la siembra. Foto: Judith Fernández Rodríguez (2014).
Ensayo 1
127
Foto 1.3. Detalles del vivero al aire libre de la finca.
La semana previa al trasplante en campo, el agricultor aró el terreno con
arado de vertedera el 3 de octubre de 2014 y realizó un pase con cultivador
rotativo para moler restos de cosecha, el 6 del mismo mes.
Las plantas se llevaron a campo el 10 de octubre de 2014, a los 37 días de
la siembra, una vez que las plántulas contaron con 3 - 4 hojas verdaderas. El
trasplante se realizó con un marco de plantación de 0,5 m entre plantas y 0,5 m
entre filas, obteniendo una densidad de plantación de 4 plantas/m2. Para
enterrar las plantas, se utilizaron ahoyadores manuales, se tuvo especial
cuidado en que el cuello de la planta quedase por encima del nivel de tierra,
para evitar posibles problemas con enfermedades. También se prestó atención
a que quedara una sola planta por hoyo. Por último, el agricultor dio un riego de
30 minutos, aplicando al suelo una dosis de 5 l/m2, con el fin de hidratar el
cepellón y facilitar el arraigue de las plantas.
En el momento del trasplante se colocó una trampa tipo Delta con
atrayente de feromona para el seguimiento de las poblaciones de Plutella
xylostella.
Operaciones de cultivo
El sistema de riego empleado en el cultivo fue aspersión baja, con
microaspersores dispuestos en marco real de 3 x 3 m, con un caudal nominal
de 80 l/h, un solape total y un coeficiente de uniformidad de Christiansen del
78,3%.
Para determinar el coeficiente de uniformidad de Christiansen se colocaron
81 recipientes de 75 cl cada uno dentro del área de acción de los
microaspersores (cuadrado de 3 x 3 m representado en color en el gráfico 1.1).
Los recipientes se dispusieron en un marco real de 0,5 x 0,5 m. Se aplicó un
riego de 30 min y se midió el caudal de cada recipiente.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
128
26 26 36 31 24 25 43 46 44
26 24 35 33 25 22 28 54 42
21 29 35 39 30 28 28 38 36
22 20 24 43 45 35 26 25 30
29 25 22 27 43 38 31 26 31
42 34 24 27 29 44 40 35 38
40 45 34 29 30 29 28 30 45
40 56 60 30 30 27 24 20 35
30 40 47 43 40 30 25 20 24
Gráfico 1.1. Volúmenes de agua (cl) recogidos durante 30 min de riego
Foto 1.4. Detalle comprobación del coeficiente de uniformidad
Una vez medidos todos los volúmenes, en una hoja de cálculo del
software Microsoft Excel ’07 se aplicó la siguiente fórmula:
Donde:
CUc = Coeficiente de uniformidad de Christiansen (%)
Desviación absoluta de las observaciones individuales
respecto a la media aritmética (mm)
= Observación individual captada en cada recipiente (mm)
Promedio aritmético de las observaciones captadas (mm)
Número total de observaciones
La frecuencia de riego varió en función de las condiciones atmosféricas, así
como la duración del mismo y la dosis aplicada. Durante la primera semana
tras el trasplante la frecuencia de riego fue de 3-4 días, con riegos de 60
minutos en los que se aplicaban 9 l/m2 en cada riego. El resto del mes de
octubre la frecuencia de riego fue de 4-6 días, con riegos de 30 minutos en los
Ensayo 1
129
que se aplicaban 5 l/m2. De noviembre hasta la recolección, y debido a la
precipitación caída en ese mes, la frecuencia de riego fue cada 7 días con
riegos de 6 minutos en los que se aplicaban 1 l/m2, con el objetivo principal de
fertirrigar. Durante el ensayo, en total se aportaron 44 l/m2.
Respecto a la fertilización, los abonos fueron incorporados al cultivo
mediante fertirrigación. El sistema de fertirrigación se componía de un
automáta colocado en derivación de la conducción principal, con inyectores
monitorizados con sensores de conductividad de entrada y de salida y de pH
de salida de la solución nutritiva. Los inyectores vertían las distintas
disoluciones un tanque de mezcla y a partir de este se impulsaba al sistema de
riego. Las soluciones madre se preparaban y almacenaban en una serie de
depósitos, donde se colocaban los abonos, con una capacidad de 2 m3 cada
uno, salvo el del ácido fosfórico, con capacidad de 1 m3.
Foto 1.5 Detalle inyectores de fertilizante.
El único abono empleado por el agricultor durante el ciclo del ensayo fue
nitrato amónico (34-0-0), a razón de 50 kg/ha cada 7 días (17 UN/ha en cada
dosis), aplicando un aporte total de 242 kg/ha de nitrógeno.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
130
Tratamientos fitosanitarios: Durante todo el ciclo de cultivo se aplicaron
un total de 11 tratamientos fitosanitarios. Los productos, dosis y fecha de
aplicación se muestran a continuación.
Tabla 1.4. Tratamientos fitosanitarios durante el ensayo.
Materia activa Fecha Dosis Plaga /
enfermedad
Plazo seguridad
(días)
Mancozeb 64% + metalaxil 8% 21/10/14 1 kg/ha Roya 21
Alfa cipermetrin 10% 21/10/14 500 cc/ha Oruga, Mosca
blanca 2
Bacillus thuringiensis 21/10/14 750 g/ha Orugas 0
Oxifluorfen 24% 29/10/14 1,5 l/ha Malas hierbas 21
Alfa cipermetrin 10% 12/11/14 500 cc/ha Oruga, Mosca
blanca 2
Pirimicarb 50% SC 12/11/14 500 g/ha Pulgón 3
Spinosad 48% 12/11/14 100 cc/ha Orugas, trips 3
Alfa cipermetrin 10% 04/12/14 500 cc/ha Oruga, Mosca
blanca 2
Pirimicarb 50% SC 04/12/14 500 g/ha Pulgón 3
Bacillus thuringiensis 04/12/14 750 g/ha Orugas 0
Bacillus thuringiensis 15/01/15 750 g/ha Orugas 0
Recolección
El 14 de enero de 2015, transcurridos 97 días del trasplante, se inició la
recolección, que se mantuvo durante un período de 16 días, hasta el 30 del
mismo mes (113 días del trasplante). Para completar la recolección de todo el
ensayo fueron necesarias un total de 5 pasadas en un intervalo de 3-5 días.
El momento de corte de las cabezas florales fue elegido por el agricultor,
cuyo criterio era recolectar cabezas florales de más de 0,500 kg sin síntomas
de sobremadurez. Dicho momento corresponde con el estadio fenológico nº 49
según la escala BBCH1 y sería cuando la inflorescencia del brócoli se
encuentra en su cenit y está a punto o le falta muy poco para que las flores
comiencen a abrirse, siempre y cuando el tamaño de la pella sea el óptimo.
1 Biologische Bundesanstalt, Bundessortenamt and CHemical industry.
Ensayo 1
131
Controles realizados
Con el fin de evaluar la capacidad agronómica de cada uno de los
cultivares, se midieron parámetros relativos a las características foliares de las
plantas; parámetros productivos; caracteres de ciclo; y características de las
inflorescencias.
Se controló la población de adultos de Plutella xylostella en función del
estado fenológico del cultivo.
Se realizó una caracterización cualitativa de los distintos cultivares
mediante observación directa en campo. La toma de datos se efectuó cuando
las plantas alcanzaron el máximo desarrollo vegetativo, antes de la recolección
y sobre la totalidad de las plantas ensayadas.
Foto 1.6. Detalle de la caracterización cualitativa.
Se valoraron las siguientes cualidades foliares de la planta, comparándolas
entre los distintos cultivares:
Tamaño de las hojas: pequeño, mediano o grande.
Color de la hojas: verde claro, verde, verde azulado o verde azul oscuro.
Porte: de 1, muy abierto, a 5, muy cerrado.
Densidad: de 1, muy denso, a 5, poco denso.
Desarrollo vegetativo: de 1, muy desarrolladas, a 5, poco desarrolladas.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
132
Se tomaron datos de los siguientes parámetros productivos:
Porcentaje de plantas recolectadas: porcentaje de plantas cosechadas al
final del cultivo respecto de las plantas inicialmente trasplantadas.
Producción total: se calculó el rendimiento de cada cultivar expresado en
kg/ha, teniendo en cuenta tanto las cabezas comerciales como el
destrío. Las plantas se pesaron en una pesa digital con precisión de
unidades de gramo.
Producción comercial: producción de cabezas comerciales obtenidas en
cada cultivar y expresada en kg/ha sin incluir el destrío.
Peso medio de la cabeza floral: determinado dividiendo la producción
comercial de cada parcela experimental entre el número de pellas
comerciales.
Las características de ciclo sobre las que se tomaron datos fueron:
Duración del ciclo de cultivo: definido como la media de días
transcurridos desde el trasplante hasta la fecha de inicio de la
recolección.
Duración del período de recolección: son los días requeridos por cada
cultivar para cosechar el 100% de la producción comercial, expresado
como el cálculo de los días transcurridos desde el inicio de la
recolección hasta la fecha de finalización de la misma.
Número de pases de recolección: hace referencia al número de cortes
necesarios para recolectar el 100% de la producción comercial.
Respecto a las características de la inflorescencia, para obtener los
parámetros determinados, se tomaron de 10 cabezas comerciales de cada
parcela experimental, correspondientes a tres recolecciones distintas: 3
cabezas al inicio de la recolección, 4 cabezas a mitad y 3 cabezas al final de la
recolección.
Densidad: se calculó mediante la relación entre el peso de la cabeza
floral y su volumen. Para determinar el volumen de la pella, con la ayuda
de una cinta métrica, se midió la longitud de la circunferencia del
perímetro ecuatorial de la pella y así poder obtener el diámetro.
Asemejando la pella a una esfera perfecta, se determinó finalmente la
densidad.
Ensayo 1
133
Foto 1.7. Detalle medición del diámetro ecuatorial de la pella.
Compacidad: se determinó mediante la relación entre la masa y el
diámetro de la cabeza floral.
Peso relativo del tallo floral: para el cálculo de este parámetro se tuvo en
cuenta, para cada parcela experimental, la diferencia del peso de 10
cabezas comerciales con 10 cm de tallo floral y con sólo 2 cm. El
resultado del peso medio del tallo se expresó en términos relativos
respecto al peso medio de la pella.
Foto 1.8. Detalle obtención del peso relativo del tallo floral.
Diámetro medio del tallo floral: el diámetro se midió mediante una regla
en la parte inferior de los tallos con 10 cm, concretamente en el diámetro
más ancho del corte.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
134
Foto 1.9. Detalle medición diámetro medio del tallo floral.
Además del peso medio, densidad y compacidad, también se tuvieron en
cuenta otras características que influyen en el valor comercial de la pella. Su
estimación se hizo de forma cualitativa, comparando unos cultivares con otros y
siguiendo la metodología del Instituto Técnico y de Gestión Agraria de Navarra
(ITGA).
Granulometría: fina, media-fina, media, media-gruesa y gruesa.1
Color cabeza: verde claro, verde, verde azulado.2
Granos marrones (%): porcentaje de granos marrones sobre el total.1
Amarillamiento (%): porcentaje de amarillamiento de la inflorescencia
sobre el total.1
Forma: de 1, redonda, a 5, con numerosos bultos.1
Tamaño floretes: cortos, medios-cortos, medios, medios-largos y largos.1
Presencia de hojas en la cabeza: escaza, media y notable.
Ahuecado (“Hollow stem”): bajo, medio-bajo, medio, medio-alto y alto.
Cabezas secundarias: de 1, ausencia, a 5, alta presencia y buena
calidad.
1 Categorías basadas en la guía de criterios de calidad del ITG de Navarra
2 Categorías basadas en la carta de colores elaborada por el ITG de Navarra
Ensayo 1
135
Determinación de la curva de vuelo de la polilla de las crucíferas, Plutella
xylostella, y de la incidencia de daños
Para determinar la curva de vuelo de Plutella xylostella se utilizó una
trampa tipo Delta de color blanco con base de cartón encolada con retícula
para facilitar las lecturas. Tanto la trampa como la feromona son de la marca
Econex. Se registraron las capturas una vez a la semana. La trampa se colocó
en el centro de la parcela del ensayo. Asimismo, se registraron los tratamientos
fitosanitarios que el agricultor aplicó para el control de lepidópteros, como se
muestra en la tabla 1.5.
Tabla 1.5. Tratamientos fitosanitarios contra lepidópteros aplicados por el agricultor durante el ensayo.
Materia activa Fecha Dosis Plaga / enfermedad Plazo
seguridad (días)
Alfa cipermetrin 10% 21/10/14 500 cc/ha Oruga, Mosca blanca 2
Bacillus thuringiensis 21/10/14 750 g/ha Orugas 0
Alfa cipermetrin 10% 12/11/14 500 cc/ha Oruga, Mosca blanca 2
Spinosad 48% 12/11/14 100 cc/ha Orugas, trips 3
Alfa cipermetrin 10% 04/12/14 500 cc/ha Oruga, Mosca blanca 2
Bacillus thuringiensis 04/12/14 750 g/ha Orugas 0
Bacillus thuringiensis 15/01/15 750 g/ha Orugas 0
Se realizó un seguimiento de incidencia de daños provocados por la polilla
de las crucíferas mediante la observación de la pella en el momento de la
recolección anotando la presencia o ausencia de daños provocados por esta
plaga. Asimismo se realizó un seguimiento de daños en la superficie foliar,
anotando también la presencia o ausencia de perforaciones producidas por
este insecto.
Los registros de capturas e incidencias de daños se realizaron desde el
trasplante a la recolección de todos los cultivares (del 10 de octubre de 2014 al
30 de enero de 2015). En este primer seguimiento se registraron bajos niveles
de población y muy baja incidencia de daños. Es por ello, por lo que se decidió
repetir un segundo seguimiento en un cultivo posterior de brócoli en la misma
finca y con el cultivar testigo Ironman. Se siguió la misma metodología
empleada en el ensayo de cultivares. La fecha de trasplante del cultivo fue el 6
de marzo de 2015 y la recolección finalizó el 20 de mayo de 2015.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
136
Foto 1.10. Detalle del recuento de adultos de Plutella xylostella
Para establecer los estados fenológicos se utilizó la metodología del
triángulo de Fleckinger (1965), adaptándola a los estados fenológicos del
brócoli de la escala BBCH. Se estableció el estadío más abundante como
estadío de referencia. Los registros de los diferentes estados fenológicos para
el cultivo del brócoli, según la escala BBCH.
Diseño experimental
El diseño experimental del ensayo se dispuso en bloques al azar con 3
repeticiones por cultivar y 10 tratamientos, correspondientes a cada uno de los
10 cultivares ensayados y un total de 30 unidades experimentales. El tamaño
de la unidad experimental fue de 16 m2 y un total de 64 plantas. La superficie
neta del ensayo fue de 480 m2. En el gráfico 2 se presenta un croquis de la
disposición del ensayo.
Antes del trasplante, se replanteó el ensayo, delimitando las parcelas
experimentales mediante estacas e hilo. El marco de plantación se indicó sobre
el terreno a la par que se trasplantaban las plántulas mediante el uso de cañas,
previamente medidas y marcadas. Una vez finalizado el trasplante se colocaron
las estacas con el número de cultivar correspondiente a cada parcela
experimental.
Para la toma de datos se seleccionaron 36 plantas por tratamiento,
descartando las 28 plantas del borde de cada parcela experimental.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
138
Foto 1.12. Detalles de la colocación de estacas y trampa de feromona.
Los datos cuantitativos obtenidos se sometieron a un análisis de varianza y
separación de medias mediante la prueba de rango múltiple de Tukey,
utilizando el paquete estadístico Statistix 10.
Datos agroclimáticos
Los datos climatológicos (temperatura, humedad relativa y precipitación) se
tomaron de la estación agrometeorológica, perteneciente a la red de estaciones
del Cabildo Insular de Tenerife, de Llanito Perera, situada a menos de 1 km del
ensayo y a unos 420 m.s.n.m.
Foto 1.13. Detalle estación meteorológica de Llanito Perera
Ensayo 1
139
Gráfico 1.3. Evolución de las temperaturas durante el período de trasplante-recolección. (T: temperatura media; TM: temperatura máxima; Tm: temperatura mínima).
La temperatura media comenzó en octubre en el entorno de los 20ºC,
bajando hasta los 15ºC en diciembre, y oscilando entre 13 y 15ºC en enero.
Las temperaturas mínimas y máximas presentaron el mismo comportamiento,
siendo la mínima observada durante el ensayo 8,4ºC y la máxima de 33.7ºC.
El rango óptimo de temperatura para el cultivo del brócoli se encuentra
entre los 15,5ºC y los 18,5ºC (Maroto, 2002). Durante el período juvenil, las
altas temperaturas estuvieron por encima de esos valores, aunque no tendrían
por qué causar daños en la planta, pues en zonas muy cálidas la planta casi
siempre permanece vegetativa a causa de las altas temperaturas (González et
al., 2007). Las bajas temperaturas en los últimos días de estadío de cultivo
ayudaron a la inducción floral, que según Grevsen (1998) han de estar entre 0
y 17ºC.
Gráfico 1.4. Evolución de la humedad relativa durante el período de trasplante-recolección. (HR= Humedad relativa. HRM= Humedad relativa máxima. HRm= Humedad relativa mínima)
5
10
15
20
25
30
35
Tem
pera
tura
(ºC
)
Días de cultivo
T(ºC) TM (ºC) Tm (ºC)
30
40
50
60
70
80
90
100
% H
um
ed
ad
re
lati
va
Días de Cultivo
HR (%) HRM (%) HRm (%)
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
140
La humedad relativa media se mantuvo entre el 48,8 y el 99,1%. La
máxima durante varias semanas no experimentó variación ninguna
manteniéndose en el mismo valor (99,1%), posiblemente debido un fallo en el
sensor de la estación meteorológica. La humedad relativa mínima no bajó del
34,3%. Este valor de humedad relativa se dio el 22 de octubre de 2014,
coincidiendo con una ola de calor.
Gráfico 1.5. Precipitación y radiación registradas durante el período trasplante-recolección. (P= precipitación acumulada por día. Rad = radiación media recibida por hora)
A lo largo del ensayo se registraron un total de 509,3 mm, concentrándose
más del 60% entre el 15 y el 29 de noviembre de 2014, coincidiendo con el
desarrollo del botón floral del cultivo. La radiación media recibida durante el
ensayo fue de 108,4 W/m2.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
50
100
150
200
250
Pre
cip
itació
n (
mm
)
Rad
iació
n r
ecib
ida (
W/m
2)
Días de Cultivo
Rad (W/m2) P (mm)
Ensayo 1
141
1.2. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Características del aparato foliar de las plantas
En la tabla 1.6, se recoge la caracterización cualitativa de los diferentes
cultivares, englobando cualidades tales como tamaño y color de las hojas, el
porte de las plantas, su desarrollo vegetativo o la densidad de vegetación.
Tabla 1.6. Características del aparato foliar de los cultivares ensayados
Cultivar Porte Tamaño hojas Color hojas Densidad de
vegetación
Desarrollo
vegetativo
Jeremy Cerrado Grande Verde 2 2
Malibu Abierto Pequeñas Verde Azulado 4 3
Belstar Muy abierto Pequeñas Verde Azulado 4 4
Naxos Cerrado Medianas Verde Azulado 2 4
Chronos Abierto Pequeñas Verde Azulado 5 5
Parthenon Muy abierto Medianas Verde 4 4
Lord Abierto Grandes Verde Azulado 2 3
Ironman Medio Medianas Verde Azulado 3 3
Orantes Medio Medianas Verde 4 4
Agassi Abierto Medianas Verde Azulado 2 4
De los datos presentados en la tabla se puede extraer que el cultivar
Jeremy, de porte cerrado, alta densidad de vegetación y el de mayor desarrollo
vegetativo, así como Lord podrían plantarse con un marco más amplio para
conseguir cabezas florales más pesadas.
Parámetros productivos
A continuación se muestran los resultados de los parámetros productivos
relativos al porcentaje de piezas recolectadas, producción comercial y peso
medio unitario de la pella para cada uno de los cultivares ensayados.
Hay que destacar que en la recolección del ensayo no hubo prácticamente
destrío. Todas las pellas recolectadas estuvieron dentro de lo estimado como
comercial. Así, el porcentaje de pellas recolectadas y la producción total,
equivalen al porcentaje comercial y a la producción total comercial.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
142
Tabla 1.7. Parámetros productivos.
Cultivar Pellas recolectadas (%) Producción total (t/ha) Peso unitario pella (kg)
Jeremy 93,47 A* 13,41 A 0,363 A
Malibu 97,17 A 13,90 A 0,359 A
Belstar 84,95 A 12,85 A 0,363 A
Naxos 82,24 A 12,88 A 0,385 A
Chronos 90,74 A 12,62 A 0,368 A
Parthenon 92,41 A 16,10 A 0,424 A
Lord 91,50 A 15,44 A 0,431 A
Ironman 91,56 A 13,68 A 0,380 A
Orantes 88,56 A 14,69 A 0,412 A
Agassi 97,22 A 16,34 A 0,393 A
* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)
Como se ve en la tabla 1.7, no se encontraron diferencias significativas
entre cultivares en cuanto al porcentaje de las pellas recolectadas, la
producción total y el peso unitario por pella.
En cuanto al porcentaje de pellas recolectadas, Agassi y Malibu tuvieron
los valores más altos; un 97,2%, mientras que el cultivar con menos pellas
recolectadas fue Naxos con un 82,2%. En cualquier caso, hay que señalar que
a excepción de los cultivares Naxos, Belstar y Orantes, el resto de cultivares
superó el 90% de pellas recolectadas.
En cuanto al rendimiento o producción total de cada cultivar, los valores
estuvieron comprendidos entre las 16,34 t/ha del cultivar Agassi y las 12,62 t/ha
del cultivar Chronos. Se podría considerar que Belstar, Chronos y Naxos fueron
los menos productivos estando por debajo de las 13 t/ha, mientras que los
cultivares Agassi, Lord y Parthenon fueron los más productivos, superando las
15 t/ha.
En líneas generales, este rendimiento comercial pudo verse favorecido por
el tiempo fresco que se dio durante la etapa en la que las cabezas medían
unos 5-10 mm (etapa que se correspondería con los estados fenológicos nº
39-41 según la escala BBCH), fase crítica según Heather et al. (1992). Si las
temperaturas hubieran sido cálidas durante dicho período, se hubieran dado
casos de engrosamiento de los granos, separación de los floretes, aparición de
hojas bracteiformes, etc., disminuyendo así la producción.
Lord, Parthenon y Orantes fueron los cultivares que produjeron pellas de
mayor peso unitario, con una media por encima de los 0,400 kg. Malibu con
0,359 kg de media, fue el cultivar con menor peso unitario.
Ensayo 1
143
Analizando el conjunto de parámetros productivos, destacan los cultivares
Agassi, Lord y Parthenon. Estos tres cultivares presentaron rendimientos
superiores las 15 t/ha y altos porcentajes de pellas recolectadas. Lord (91,5%)
y Parthenon (92,4%) tuvieron menor porcentaje de pellas recolectadas que
Agassi (97,2%), pero fueron los dos cultivares con mayor peso unitario. El
cultivar Agassi, teniendo el mayor porcentaje de pellas recolectadas y un
rendimiento de 16,34 t/ha, obtuvo un peso unitario medio de 0.393 kg por
debajo de Lord, Parthenon y Orantes. Este último cultivar presentó mayor peso
unitario medio que Agassi, pero su rendimiento fue inferior y su porcentaje de
pellas recolectadas estuvo por debajo del 89%.
El cultivar menos productivo resultó ser Chronos. Si bien el porcentaje de
pellas recolectadas fue bueno (90,7%), la producción total obtuvo el valor más
bajo 12,62 t/ha.
Hay que tener una especial atención al comparar los datos de este ensayo
con otros, puesto que influyen tanto los ciclos como los marcos de plantación.
Ayuso et al., (2006), en un ensayo de cultivares de brócoli en las Vegas
Bajas del Guadiana, Extremadura, con una densidad de 2,6 pl/m2 y una fecha
de trasplante el 7 de septiembre de 2004. Como era de esperar por la menos
densidad, el peso medio de la cabeza fue bastante mayor, con 0,513 y 0,529
kg/pieza para Belstar y Lord, respectivamente.
Maroto et al., (2010), estudiaron el comportamiento productivo y calidad de
una colección de cultivares de brócoli, en tres fechas distintas de trasplante, en
el Centro de la Fundación Ruralcaja de Paiporta (Valencia). La densidad de
plantación fue de 5,13 plantas/m2, utilizando varios de los cultivares ensayados.
En la segunda plantación, con trasplante el 10 de octubre de 2009, el
cultivar Parthenon obtuvo un peso unitario algo más bajo que el obtenido en
nuestras condiciones, 0,376 kg/pieza, lo que puede se debido al marco de
plantación más estrecho.
Baixauli et al., (2012) realizaron un ensayo también en Valencia, con dos
fechas de plantación dentro de los ciclos habituales de producción para el
cultivo de brócoli. El marco de plantación fue 5,13 plantas/m2. Se probaron dos
de los cultivares de este ensayo, Parthenon y Chronos. Los pesos medios
fueron algo más bajos que los de este ensayo pero con mejores producciones,
al tener una mayor densidad de plantación.
El Servicio Técnico de Agricultura del Cabildo Insular de Tenerife, en su
Plan Anual de Trabajo de 2014, realizó un ensayo con los mismo cultivares de
este Trabajo Fin de Grado para un ciclo de primavera-verano en la misma
parcela experimental y el mismo marco de plantación (Fernández et al., 2015),
por lo que es interesante la comparación entre ciclos. El trasplante a campo se
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
144
llevó a cabo el 2 de mayo de 2014. Los parámetros productivos obtenidos se
detallan en la tabla 1.8.
Tabla 1.8. Comparación entre los resultados productivos de este ensayo y los del ciclo de primavera-verano (Fernández et al., 2015).
Cultivar Pellas recolectadas (%) Producción Total (t/ha) Peso unitario pella (kg)
Otñ-Inv Prim-Vern Otñ-Inv Prim-Vern Otñ-Inv Prim-Vern
Jeremy 93,47 - 13,41 - 0,363 -
Malíbu 97,17 99,05 13,90 20,07 0,359 0,495
Belstar 84,95 91,39 12,85 7,22 0,363 0,433
Naxos 82,24 84,15 12,88 14,77 0,385 0,460
Chronos 90,74 92,59 12,62 23,35 0,368 0,633
Parthenon 92,41 85,00 16,10 17,29 0,424 0,538
Lord 91,50 99,07 15,44 19,75 0,431 0,591
Ironman 91,56 98,15 13,68 23,61 0,380 0,601
Orantes 88,56 98,12 14,69 25,04 0,412 0,643
Agassi 97,22 100 16,34 16,51 0,393 0,532
* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)
Como se puede observar en los resultados, el peso medio unitario fue
bastante superior a los resultados del presente ensayo. El cultivar Belstar con
el menor peso medio unitario (0,433 kg), en el ciclo de primavera-verano,
supera al cultivar con mayor peso medio unitario, Lord, con (0,431 kg), de
otoño-iniverno. Como es de esperar, las producciones comerciales, salvo la del
cultivar Belstar (7,22 t/ha), fueron superiores. El cultivar Agassi, con 16,51 t/ha,
fue el tercero por la cola en cuanto a producción comercial para el ciclo de
primavera-verano, siendo ligeramente superior al cultivar más productivo en
otoño-invierno, casualmente, Agassi, con 16,34 t/ha. Respecto al porcentaje de
pellas recolectadas, menos el cultivar Parthenon que tuvo un 85%, el resto de
cultivares obtuvieron mejores resultados, llegando a tener 3 cultivares, Agassi,
Malibu y Lord por encima del 99% de pellas recolectadas.
Esta gran diferencia entre un ciclo y otro, llama la atención, pues aunque el
brócoli sea un cultivo de estación fría (Francescangeli et al., 2004). Las
temperaturas medias en el ensayo de primavera fueron bastante suaves, con
máximas por debajo de 25ºC y medias en el entorno de 15-17ºC desde el
trasplante hasta principios de junio y 17-18ºC desde entonces hasta la
recolección (Fernández et al., 2015). Por otra parte, los aportes de fertilizantes
fueron mucho más bajos en este ensayo (238 UN/km2) que en el de primavera-
verano (279 UN/km2, 108 UP2O5/km2 y 120 UK2O/km2), lo que también podría
haber influido en el peso unitario de la cabeza.
Ensayo 1
145
Características del ciclo
En el gráfico 1.6 se muestra el ciclo de producción de los diferentes
cultivares. No hubo prácticamente diferencias en la duración del ciclo, entre el
más tardío, Naxos, con 102 días y los más precoces: Parthenon y Belstar con
96 días de ciclo. Teniendo en cuenta estos datos y las condiciones
agroclimáticas especificas del ensayo, se pueden catalogar todos los cultivares
como de ciclo tardío (Maroto, 2007).
Gráfico 1.6. Duración del ciclo de los distintos cultivares.
Sí hubo diferencias en la duración del período de recolección. Parthenon y
Belstar, con el mismo ciclo de producción, 96 días, presentaron un ciclo de
recolección más largo que el resto de los cultivares, con 16 días de recolección.
Jeremy y Naxos, presentaron los ciclos de recolección más cortos, con 11 días.
El resto de cultivares presento un ciclo de recolección de 13 días.
En el ensayo de Ayuso et al., (2006), para una plantación realizada a
principios de septiembre en Extremadura, se aprecia que el ciclo de los
cultivares Belstar y Lord fue de 91 días, unos 5-6 días menos que en presente
ensayo.
En otro ensayo, de finales de julio, elaborado en la Comunidad de Valencia,
en la segunda plantación del ensayo de cultivares de brócoli de Maroto et al.,
(2010), coincidiendo la fecha de trasplante con la del presente trabajo, el ciclo
del cultivar Parthenon fue de 77 días, presentando una diferencia de 20 días
con el resultado del presente ensayo. Esta diferencia podría deberse a la
presencia de temperaturas cálidas en el otoño ese año en la Comunidad
Valenciana. En una tercera plantación, a finales de diciembre, del mismo
ensayo, el ciclo de los cultivares Belstar y Naxos fue de 117 días, el de
101
98
96
102
98
96
97
97
97
97
11
13
16
11
13
16
13
13
13
13
JEREMY
MALIBU
BELSTAR
NAXOS
CHRONOS
PARTHENON
LORD
IRONMAN
ORANTES
AGASSI
Días hasta inicio recolección Días Recolección
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
146
Parthenon fue de 110 días y el de Agassi 106 días. Como se aprecia los
resultados son algo distantes a los del presente ensayo. Resultados similares
obtuvieron Baixuali et al., (2012).
Fernández et al., (2015), para el ensayo de los mismos cultivares en ciclo
de primavera verano, tuvieron, como era de esperar, ciclos de producción más
cortos. El cultivar más precoz fue Malibu con 57 días de ciclo y los cultivares
más tardíos fueron Naxos y Parthenon ambos con 73 días de ciclo. El período
de recolección fue más prolongado, durando 21 días entre inicio y final. En el
gráfico 1.7 se muestran los resultado obtenidos para la duración del ciclo de los
distintos cultivares durante el ensayo.
Gráfico 1.7. Duración de ciclo de los distintos cultivares en ciclo de primavera-verano Fernández et al., (2015).
Número de inflorescencias cosechadas por pase de recolección
En la tabla 1.9, se puede observar la evolución del número de
inflorescencias comerciales recolectadas en cada uno de los pases de
recolección para los diferentes cultivares. En este caso, las inflorescencias
comerciales coinciden con las inflorescencias totales recolectadas, pues como
se mencionó en el apartado de parámetros productivos, no hubo ningún caso
de destrío. Hay que tener en cuenta, como se especificó, con anterioridad, en
el apartado de Materiales y Métodos, que los intervalos entre pases de fueron
de 3-4 días.
Se observa en la tabla 1.9 como Jeremy y Agassi, concentraron sus
producciones, con más del más del 70% de las cabezas recolectadas en 2
pasadas sucesivas. Estos cultivares, serían interesantes en aquellas
57
62
63
66
67
67
71
73
73
13
7
7
7
7
7
3
3
3
Malibu
Chronos
Orantes
Ironman
Lord
Agassi
Belstar
Naxos
Parthenon
Días hasta recolección Días recolección
Ensayo 1
147
explotaciones donde se quiera ahorrar mano de obra al recolectar en pocas
pasadas o en explotaciones con destino industria.
También se pueden se puede extraer 3 grupos de cultivares en función de
cuando concentraron la recolección:
Chronos, Malibu, Ironman, Lord y Orantes. Concentraron la mayor parte
de su producción al comienzo de la cosecha.
Belstar, Parthenon y Agassi: Concentraron la producción entre la
segunda y la tercera fecha de recolección para luego disminuir
considerablemente.
Jeremy y Naxos: Concentraron su producción al final de la cosecha.
Tabla 1.9. Evolución del porcentaje de pellas recolectadas por pase de recolección.
Cultivar
Días tras trasplante
Nº pasadas 97 102 106 110 113
% producción recolectada
Jeremy 3,7 22,2 47,2 19,4 4
Malibu 26,9 28,7 27,8 12,0 4
Belstar 2,8 13,0 35,2 29,6 4,6 5
Naxos 2,8 10,2 32,4 35,2 4
Chronos 27,8 38,0 17,6 5,6 4
Parthenon 4,6 18,5 42,6 18,5 7,4 5
Lord 25,9 32,4 25,9 5,6 4
Ironman 28,7 34,3 21,3 5,6 4
Orantes 27,8 23,2 25,9 10,2 4
Agassi 18,5 33,3 37,0 13,9 4
En las siguientes gráficas se presentan los resultados en 2 grupos para
facilitar la lectura. El pico de pellas recolectadas se situó en la primera pasada
para el cultivar Orantes; en la segunda pasada para los cultivares Malibu,
Chronos, Ironman y Lord; en la tercera pasada para los cultivares Belstar,
Parthenon y Agassi; el cultivar Jeremy en la penúltima pasada y el cultivar
Naxos obtuvo el pico de pellas recolectadas en la última pasada.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
148
Gráfico 1.8. Distribución de la producción: número de pellas recolectadas por pasada (Grupo 1).
Gráfico 1.10. Distribución de la producción: número de pellas recolectadas por pasada (Grupo 2).
Peso relativo del tallo floral respecto al total de la inflorescencia
A continuación se presenta en la tabla 1.10 el peso relativo, en porcentaje,
del tallo floral respecto al total de la pella, para los distintos cultivares
ensayados. Se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los
cultivares Agassi y Orantes (con mayor peso relativo de tallo floral, 27,7 y
24,8% respectivamente); y Malibu, Chronos e Ironman, con menos del 21%.
Jeremy, Naxos, Lord, Parthenon y Belstar, con pesos relativos de tallo florar
0
10
20
30
40
50
60 N
úm
ero
de p
ell
as r
ec
ole
cta
da
s
Fechas de recolección
Jeremy
Malibu
Belstar
Naxos
Chronos
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
Nú
me
ro d
e p
ell
as r
ec
ole
cta
da
s
Fechas de recolección
Parthenon
Lord
Ironman
Orantes
Agassi
Ensayo 1
149
comprendidos entre el 19 y el 25%, tuvieron diferencias estadísticamente
significativas con los cultivares Chronos y Ironman.
Tabla 1.10. Peso relativo del tallo floral respecto al total de la pella
Cultivar Peso relativo (%)
Agassi 27,72 A*
Orantes 24,77 A
Jeremy 23,42 AB
Naxos 20,43 AB
Lord 20,45 AB
Parthenon 19,67 AB
Belstar 24,52 AB
Malibu 20,23 BC
Chronos 17,58 C
Ironman 15,63 C
* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)
Considerando este factor, según las exigencias comerciales, todos los
cultivares, excepto Chronos e Ironman, serían interesantes para mercados que
requieran pellas con tallos largos. En el caso contrario, en el que se demanden
tallos cortos, los dos cultivares señalados anteriormente, serían los que menos
se verían afectados en el peso de la inflorescencia al quitarles parte del tallo
floral.
Características de la pella
En la tabla 1.11, se muestran los valores obtenidos para la densidad y la
compacidad de la inflorescencia de los diferentes cultivares ensayados.
Hay que destacar que la densidad ha sido el único parámetro, desde el
punto de vista estadístico, con diferencias significativas entre cultivares.
Respecto a la compacidad, los 10 cultivares se comportaron de forma similar.
La mayor densidad correspondió a los cultivares Jeremy, Belstar y
Ironman, obteniendo Jeremy el valor más elevado 0,212 g/cm3, seguido de
Belstar con 0,206 g/cm3. Por el contrario, Ironman produjo pellas menos
densas, con 0,170 g/cm3. Jeremy y Belstar tuvieron una densidad
estadísticamente mayor que Ironman.
No pareció haber relación entre la densidad y el peso medio de la
inflorescencia en esta experiencia.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
150
Tabla 1.11. Características de la pella.
Cultivar Densidad (g/cm3) Compacidad (kg/dm)
Jeremy 0,212 A* 0,28 A
Belstar 0,206 A 0,25 A
Orantes 0,199 AB 0,26 A
Chronos 0,192 AB 0,29 A
Naxos 0,191 AB 0,25 A
Parthenon 0,188 AB 0,30 A
Lord 0,180 AB 0,28 A
Malibu 0,178 AB 0,26 A
Agassi 0,178 AB 0,28 A
Ironman 0,170 B 0,26 A
* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)
Las densidades de las pellas recolectadas por Fernández et al., (2015),
durante el primer ciclo fueron más elevadas que las pellas del segundo ciclo.
En la tabla 1.12, se muestran los resultados que se obtuvieron para la densidad
y la compacidad de las inflorescencias. En general, los cultivares con
inflorescencias más densas en el primer ciclo también lo fueron en este
ensayo. Sin embargo no se observó ninguna semejanza entre los valores de
compacidad, por lo que podría considerarse, si este parámetro tiene utilidad
práctica en la evaluación de cultivares.
Tabla 1.12. Características de la pella. Ensayo cultivares Fernández et al., (2015).
Variedad Densidad (g/cm3) Compacidad (kg/dm)
Belstar 0,263 A 0,29 A
Chronos 0,260 AB 0,37 A
Orantes 0,253 ABC 0,37 A
Lord 0,243 ABCD 0,36 A
Parthenon 0,233 BCD 0,34 A
Ironman 0,233 BCD 0,37 A
Agassi 0,233 CD 0,33 A
Malibu 0,227 CD 0,33 A
Naxos 0,223 D 0,30 A
* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)
Como ya se vio en al apartado de parámetros productivos, esto podría
estar debido a que las altas temperaturas permiten un mejor desarrollo de la
inflorescencia. Aún así, se puede decir, de manera estrictamente visual, que los
valores obtenidos fueron bastante satisfactorios, pues las pellas recolectadas
no presentaron síntomas de floretes separados, como se verá en el apartado
Ensayo 1
151
siguiente, factor que hubiera provocado un descenso en la densidad de las
mismas.
Otras características de las inflorescencias
En la tabla 1.13, se incluyen una serie de características de la
inflorescencia que influyen en la calidad y valor comercial de la misma. A
continuación se introduce la interpretación de los resultados para cada uno de
los parámetros estudiados.
Tabla 1a. Otras características de las inflorescencias.
Cultivar
Características
Granulometría Color (%) Granos marrones
(%) Amarillamiento
Forma
Jeremy Fina Verde 0 0 Pocos bultos
Malíbu Media fina Verde Azulado 0 <5 Pocos bultos
Belstar Media Verde Azulado 0 <5 Pocos bultos
Naxos Fina Verde Azulado 0 0 Pocos bultos
Chronos Media gruesa Verde Azulado 0 <10 Algunos bultos
Parthenon Media fina Verde Azulado 0 0 Pocos bultos
Lord Media Verde 0 0 Bultosa
Ironman Media Verde Azulado <5 <5 Bultosa
Orantes Media gruesa Verde Azulado <5 0 Pocos bultos
Agassi Gruesa Verde Claro <5 <10 Bultosa
Tabla 13b. Otras características de la inflorescencia
Cultivar Características
Tamaño floretes Hojas cabeza Ahuecado Rebrotes
Jeremy Cortos Escasa Nulo Ausencia
Malíbu Medios Escasa Bajo Ausencia
Belstar Cortos Escasa Nulo Ausencia
Naxos Cortos Escasa Nulo Ausencia
Chronos Cortos Escasa Nulo Ausencia
Parthenon Medios Escasa Nulo Ausencia
Lord Medios largos Escasa Nulo Ausencia
Ironman Medios Escasa Medio bajo Ausencia
Orantes Medios largos Escasa Medio Ausencia
Agassi Medios largos Escasa Nulo Media presencia
Granulometría: La mejor aceptación por el mercado para esta
característica, se correspondería con cabezas de grano fino. Jeremy y Naxos
tuvieron la granulometría más fina, seguidos de Malibu y Parthenon. En el
extremo negativo se encuentran el cultivar Agassi con granos gruesos y entre
medio los cultivares Chronos y Orantes, con granos medios-gruesos.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
152
En otros ensayos de cultivares de brócoli (Maroto et al., 2010; Baixauli et
al., 2012), en cuanto al parámetro de la granulometría, se ha tenido en cuenta
una fisiopatía que se denomina “Ojo de gato” y hace referencia a la mayor o
menor irregularidad del desarrollo del grano de una pella. De este modo se
puede cuantificar de una forma algo más objetiva la calidad de la
inflorescencia.
Este parámetro no se ha tenido en cuenta en este ensayo.
Color: Si se considera que el color más aceptado por el mercado es el
verde oscuro, ligeramente azulado (Namesny, 1993), se puede decir que todos
los cultivares excepto Jeremy (verde), Lord (verde) y Agassi (verde claro),
resultaron interesantes desde este punto de vista.
Porcentaje de granos marrones: A excepción de Ironman, Orantes y
Agassi, con un porcentaje entre 0 y 5%, el resto de cultivares ensayados
presentaron un buen comportamiento ante este parámetro, no detectando
indicios de esta fisiopatía en la superficie de la pella.
Porcentaje de amarillamiento: Los cultivares Jeremy, Naxos, Parthenon,
Lord y Orantes no presentaron aparentemente incidencia de amarillamiento en
las inflorescencias. Malibu, Belstar e Ironman presentaron un grado de
amarillamiento inferior al 5%. Agassi y Chronos presentaron un grado de
amarillamiento menor al 10%, sin afectar al atractivo comercial de las cabezas.
Forma de la cabeza: El cultivar que sería mejor aceptado por el mercado,
ya que obtuvo una inflorescencia con forma más redondeada, fue Chronos.
Jeremy, Malibu, Belstar, Naxos, Parthenon y Orantes, presentaron cabezas
algo más irregulares que Chronos. En el otro extremo se encuentran los
cultivares Lord, Ironman y Agassi, con las pellas menos regulares, con mayor
número de protuberancias, pero siempre de un comportamiento satisfactorio.
Tamaño de los floretes: Jeremy, Belstar, Naxos y Chronos, tuvieron
floretes cortos, mientras que Lord, Orantes y Agassi, tuvieron floretes medios
largos. El resto de cultivares presentaron floretes con tamaño intermedio. Este
parámetro no ha influido en la compacidad de las pellas.
Presencia de hojas en la cabeza: No se observó presencia de hojas
bracteiformes en la cabeza en ninguno de los cultivares, probablemente debido
a la ausencia de temperaturas elevadas (Heather et al., 1992).
Ahuecado del tallo (“Hollow stem”): La respuesta de los cultivares
ensayados ante esta fisiopatía fue aceptable. Sólo Malibu, Ironman y Orantes,
presentaron valores de ahuecado bajo, medio bajo y medio, respectivamente.
Los resultados aportan un aspecto muy positivo comercialmente por la mayor
durabilidad de las plantas en el período de postcosecha. Esto último hace
suponer que la densidad empleada, el abono utilizado, sumado al valor
Ensayo 1
153
genético de los cultivares, fueron propicios para que no surgiera este problema
(Zink, 1968; Cutcliffe, 1972; Hipp, 1974 y Scaife y Wurr, 1990).
La nula o escasa presencia de esta fisiopatía en las plantas cosechadas,
da a reconocer el buen manejo del cultivo por parte del agricultor.
Emisión de cabezas secundarias: Ningún cultivar del presente ensayo
presentó emisión de cabezas secundarias en el momento de corte de la cabeza
floral, excepto Agassi, que sí comenzó a desarrollar rebrotes en el momento de
corte, pero sin dificultar en demasía esta labor.
La emisión de rebrotes secundarios puede resultar un aspecto negativo o
positivo según lo que se desee, de cara a la comercialización del producto. En
el caso de Canarias, la recolección de rebrotes secundarios no interesa, pues
supone tener la planta más tiempo en campo durante la cosecha y una mayor
mano de obra que aumenta los costes de producción.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
154
Resumen fichas características de los cultivares
Jeremy
Duración del ciclo 112 días
Duración período de recolección 9 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Fina
Color de la pella Verde
Granos marrones (%) -
Amarillamiento (%) -
Forma Bultosa
Hojas cabeza Escasas
Ahuecado -
Características de la planta
Porte Cerrado
Desarrollo vegetativo Alto
Densidad vegetación Alta
Ensayo 1
155
Malibú
Duración del ciclo 111 días
Duración período de recolección 13 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Media - Fina
Color de la pella Verde Azulado
Granos marrones (%) -
Amarillamiento (%) Menor del 5%
Forma Bultosa
Hojas cabeza Escasas
Ahuecado Menor de 1 cm
Características de la planta
Porte Abierto
Desarrollo vegetativo Medio
Densidad vegetación Baja
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
156
Belstar
Duración del ciclo 112 días
Duración período de recolección 15 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Media
Color de la pella Verde Azulado
Granos marrones (%) -
Amarillamiento (%) Menor del 5%
Forma Bultosa
Hojas cabeza Escasa
Ahuecado -
Características de la planta
Porte Muy abierto
Desarrollo vegetativo Bajo
Densidad vegetación Baja
Ensayo 1
157
Naxos
Duración del ciclo 112 días
Duración período de recolección 15 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Fina
Color de la pella Verde Azulado
Granos marrones (%) -
Amarillamiento (%) -
Forma Bultosa
Hojas cabeza Escasa
Ahuecado -
Características de la planta
Porte Cerrado
Desarrollo vegetativo Bajo
Densidad vegetación Alta
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
158
Chronos
Duración del ciclo 111 días
Duración período de recolección 14 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Media - Gruesa
Color de la pella Verde Azulado
Granos marrones (%) -
Amarillamiento (%) Menor del 10%
Forma Poco Bultosa
Hojas cabeza Escasa
Ahuecado -
Características de la planta
Porte Abierto
Desarrollo vegetativo Muy Bajo
Densidad vegetación Muy Baja
Ensayo 1
159
Partenon
Duración del ciclo 112 días
Duración período de recolección 13 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Media - Fina
Color de la pella Verde Azulado
Granos marrones (%) -
Amarillamiento (%) -
Forma Bultosa
Hojas cabeza Esacasas
Ahuecado -
Características de la planta
Porte Muy Abierto
Desarrollo vegetativo Bajo
Densidad vegetación Baja
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
160
Lord
Duración del ciclo 110 días
Duración período de recolección 12 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Media
Color de la pella Verde
Granos marrones (%) -
Amarillamiento (%) -
Forma Muy Bultosa
Hojas cabeza Escasas
Ahuecado -
Características de la planta
Porte Abierto
Desarrollo vegetativo Medio
Densidad vegetación Alta
Ensayo 1
161
Ironman
Duración del ciclo 110 días
Duración período de recolección 13 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Media
Color de la pella Verde Azulado
Granos marrones (%) Menor del 5%
Amarillamiento (%) Menor del 5%
Forma Muy Bultosa
Hojas cabeza Escasas
Ahuecado 1 cm
Características de la planta
Porte Poco Abierto
Desarrollo vegetativo Medio
Densidad vegetación Media
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
162
Orantes
Duración del ciclo 110 días
Duración período de recolección 13 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Media - Gruesa
Color de la pella Verde Azulado
Granos marrones (%) Menor del 5%
Amarillamiento (%) -
Forma Bultosa
Hojas cabeza Escasas
Ahuecado 2 cm
Características de la planta
Porte Poco Abierto
Desarrollo vegetativo Bajo
Densidad vegetación Baja
Ensayo 1
163
Agassi
Duración del ciclo 110 días
Duración período de recolección 13 días
Características de la inflorescencia
Granulometría Gruesa
Color de la pella Verde Claro
Granos marrones (%) Menor del 5%
Amarillamiento (%) Menor del 10%
Forma Muy Bultosa
Hojas cabeza Escasas
Ahuecado -
Características de la planta
Porte Abierto
Desarrollo vegetativo Alto
Densidad vegetación Baja
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
164
Curva de vuelo de la polilla de las crucíferas, Plutella Xylostella, e
incidencia de daños
En la gráfica 1.10, se expone la relación entre la evolución de la población
de polilla, el estado fenológico y las fechas de las aplicaciones de los productos
fitosanitarios autorizados para el control de lepidópteros (orugas). Las capturas
de Plutella xylostella, estuvieron como máximo en 4 adultos/semana al principio
del cultivo, bajando a 1-2 adultos/semana, en general valores muy bajos,
comparados con los obtenidos por Perera et al. (2012) en la misma zona.
Aplicación de producto fitosanitario para el control de lepidópteros
Gráfico 1.10. Evolución semanal de las poblaciones de adultos de Plutella xylostella y estado fenológico de los cultivares ensayados.
Ensayo 1
165
13 15 16
18 19 41
43 45 46
Gráfico 1.11. Detalle de los distintos estados fenológicos del brócoli según la escala BBCH.
No se produjo una respuesta clara en la población de los adultos después
de la aplicación de los tratamientos. Esto puede ser debido a que dichas
aplicaciones van dirigidas al control de larvas y la acción sobre los adultos
puede verse afectada de distinta manera. Hay que destacar que Plutella
xylostella es un insecto “multiresistente” a diversos tipos de insecticidas
convencionales (Perera et al., 2012). Además, ha sido una de las primeras
plagas agrícolas citada como resistente a la toxina del Bacillus thuringiensis
var. kurstaki, lo que la hace una especie excepcional en su género (Díaz-
Gómez et al., 2000; Lodoño y Jaramillo, 2000; Chávez y Hurtado, 2010)
En cuanto a los niveles de población, en relación con el estado fenológico
del cultivo, las mayores capturas se produjeron en los primeros estados de
desarrollo de la planta, los comprendidos entre el número 13 y 18 según la
escala BBCH. Estos resultados contradicen otros estudios (Carballo et al.,
1989; Londoño y Jaramillo, 2000) donde los momentos críticos de mayor
concentración de Plutella xylostella, fueron en las etapas temprana y tardía de
formación de la cabeza, que corresponderían a los estadios número 41 y 49 de
la escala BBCH. Hay que tener en cuenta que estos trabajos fueron llevados a
cabo sin prácticas de control y que en este trabajo, la aplicación de productos
fitosanitarios durante el período de cultivo influiría en la dinámica poblacional.
Los mayores registros de capturas de la polilla de las crucíferas se
produjeron en los períodos de máxima temperatura (gráfico 1.12). Asimismo, y
según se observa en la gráfica 1.13, las bajadas en las capturas se produjeron
en la mayoría de los casos en los períodos de alta pluviometría. Estás
observaciones coinciden con lo expuesto por Mora, (1990); Londoño y
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
166
Jaramillo, (2000) que indican que las poblaciones de Plutella xylostella eran
más altas en la época seca debido al efecto combinado de una mayor
temperatura y una menor precipitación, dos factores muy ligados a la incidencia
de la polilla de las crucíferas en el campo.
Gráfico 1.12. Evolución semanal de la población de adultos de Plutella xylostella frente a la Temperatura máxima registrada durante el ciclo de cultivo.
Gráfico 1.13. Evolución semanal de la población de adultos de Plutella xylostella frente a la precipitación, P, acumulada durante esa semana.
0
1
2
3
4
5
0
5
10
15
20
25
30
35
40
Cap
tura
s P
lute
lla (
ad
ult
os/s
em
an
a)
Tem
pera
tura
máxim
a (
ºC)
Días de cultivo
Adultos Temperatura máxima (ºC)
0
1
2
3
4
5
6
0
20
40
60
80
100
120
140
160
Cap
tura
Plu
tella (
ad
ult
os/s
em
an
a)
Pre
cip
ita
ció
n s
em
an
al a
cu
mu
lad
a (
mm
)
Duración del cultivo
P (mm) Adultos
Ensayo 1
167
En cuanto a la incidencia de daños en el cultivo provocadas por la polilla de
las crucíferas no se observó la presencia de daños ni en la superficie foliar ni
en las pellas recolectadas de las distintas variedades. Esto fue de esperar,
teniendo en cuenta las bajas capturas en la trampa.
Segundo seguimiento
Este segundo seguimiento se realizó en un cultivo de brócoli cultivar
Ironman y en la misma finca donde se efectuó el ensayo de cultivares. En la
gráfica 1.14 se exponen los registros de las capturas de adultos de la polilla de
las crucíferas y el estado fenológico del cultivo.
Gráfico 1.14. Evolución semanal de las poblaciones de adultos de Plutella xylostella y estado fenológico del cultivar Ironman.
En la gráfica 13 se observa que las capturas fueron muy bajas. Según
Perera et al., en 2012, en un seguimiento de poblaciones de Plutella xylostella
en cultivos de crucíferas durante 19 meses y en ocho fincas de Tenerife, las
mayores poblaciones de este insecto en la zona objeto del ensayo se producen
entre los meses de mayo y septiembre.
En este segundo seguimiento tampoco se produjeron daños ni en la
superficie foliar ni en la pella.
0
1
2
3
4
5
6
0
10
20
30
40
50
60
Cap
tura
s P
lute
lla
(ad
ult
os/s
em
an
a)
Es
tad
o f
en
oló
gic
o d
el c
ult
ivo
Duración del cultivo
Estado Fenológico Adultos
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
168
Ensayo 1
169
CONCLUSIONES
En relación con el objetivo del ensayo, estudiar el comportamiento
agronómico de diez cultivares de brócoli (Brassica oleracea L. var. Italica
Plenck), en cultivo al aire libre, en ciclo de otoño-invierno y prestando especial
atención al comportamiento de la polilla Plutella xylostella durante los distintos
estados fenológicos del cultivo, se extrajeron las siguientes conclusiones:
1. Todos los cultivares tuvieron un ciclo comprendido entre 110 y 113 días.
2. Los períodos de recolección estuvieron comprendidos entre los 11 días
de Jeremy y Naxos y los 16 días de Belstar y Parthenon.
3. Los porcentajes de producción comercial fueron bastante aceptables,
pues a excepción de Belstar, Naxos y Orantes, el resto de cultivares
estuvo por encima del 90%, destacando Agassi y Malibu con más de un
97%.
4. Los cultivares con mayores rendimientos comerciales fueron Agassi,
Parthenon y Lord, destacando Agassi con 16,34 t/ha. El resto de
cultivares estuvieron por debajo del 15%, siendo Chronos el de menor
rendimiento con 12,62 t/ha.
5. Los cultivares con las producciones más concentradas fueron Jeremy y
Agassi, con más del 70% de las cabezas recolectadas en 2 pasada
sucesivas.
6. El peso unitario medio de las inflorescencias fue muy similar entre los
diferentes cultivares, presentando Lord, Parthenon y Orantes las
cabezas más pesadas, superando los 0,400 kg. En el otro extremo
estaba Malibu con 0,359 kg.
7. El cultivar Agassi tuvo un peso relativo del tallo superior al resto de
cultivares, con algo más de un 27%. Los cultivares Chronos e Ironman
valores significativamente más bajos en este apartado.
8. Respecto a la calidad de las pellas recolectadas, fue muy aceptable en
todos los casos, destacando el cultivar Naxos.
9. En general, salvo el cultivar Jeremy, el resto de cultivares presentaron
un desarrollo vegetativo bajo.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
170
10. Los mayores registros en las capturas de adultos de la polilla de las
crucíferas (Plutella xylostella) se produjeron en las primeras fases de
desarrollo del cultivo, bajo condiciones de altas temperaturas y bajas
precipitaciones. No se observaron daños causados por esta plaga ni en
la superficie foliar ni en la pella de los distintos cultivares evaluados.
Ensayo 1
171
CONCLUSIONS
In relation to the target of the experiment, studying the agronomic behavior
of ten cultivars of broccoli (Brassica oleracea L. var. Italica Plenck) in outdoor
cultivation in autumn-winter season and paying special attention to the
deportment of the moth Plutella xylostella during different growth stages of the
crop, the following conclusions were drawn:
1. All cultivars had a cycle comprised between 110 and 113 days.
2. Collection periods were between the 11 days of Naxos and Jeremy, and
the 16 days of Belstar and Parthenon.
3. The percentages of commercial production were quite acceptable, except
for Belstar, Naxos and Orantes, the rest of cultivars was above 90%,
distinguishing Agassi and Malibu with more than 97%.
4. The cultivars with higher commercial yields were Agassi, Parthenon and
Lord, highlighting Agassi with 16.34 t / ha. The other cultivars were below
15%, having Chronos with the lowest results with 12.62 t / ha.
5. Cultivars with more concentrated productions were Jeremy and Agassi,
with more than 70% of the heads collected in two successive passes.
6. The average unit weight of inflorescences was very similar among
different cultivars, presenting Lord, Parthenon and Orantes as the
heaviest, exceeding 0,400 kg. At the other hand being the less heavier
was Malibu with 0.359 kg.
7. The cultivar Agassi had a relative weight superior than other cultivars,
with more than 27%. Chronos and Ironman had significantly lower values
in this section of all cultivars.
8. in order to the quality of all the pellets, in all cases was very acceptable,
highlighting Naxos cultivar.
9. In general, except cultivar Jeremy, the other cultivars had a vegetative
development quite low.
Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando
especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.
172
10. The older records in catches of adults of the diamondback moth
(Plutella xylostella) were produced in the early stages of crop
development under conditions of high temperatures and low rainfall. No
damage had been caused by this pest on the leaf surface or on the pellet
of different cultivars evaluated.
ENSAYO 2. DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES HÍDRICAS Y EL COEFICIENTE DE CULTIVO (KC) DE LA ESPECIE Brassica oleracea L. var. Italica Plenk cv. Ironman, MEDIANTE UN LISÍMETRO DE DRENAJE, EN FUNCIÓN DE LAS CONDICIONES AGROCLIMATOLÓGICAS DE LA ZONA DE SANTA BÁRBARA, ICOD DE LOS VINOS.
Ensayo 2
175
2.1. MATERIALES Y MÉTODOS
La instalación del lisímetro de drenaje se llevó a cabo en la misma finca del
ensayo anterior, en una parcela cultivada con Brassica oleracea L. var. italica
Plenk cv. Ironman. La única diferencia respecto a las labores de cultivo del
ensayo de cultivares, fue el uso de riego localizado. La parcela tenía 1.500 m2.
Se colocó el lisímetro en el centro de la parcela, teniendo en cuenta de ser
un emplazamiento alejado de obstáculos que pudieran interferir en la
circulación del viento y en la incidencia de radiación solar. Además, se
aprovechó la pendiente natural del terreno para favorecer la captura de agua
de drenaje del lisímetro.
Elaboración del lisímetro
Para elaborar el lisímetro de drenaje se necesitó un depósito de capacidad
considerable y de material resistente. El depósito debe de tener un orificio de
salida en su base, para la recogida del agua de drenaje.
A partir de estas premisas, se optó por un depósito de PVC de 100 x 78,5 x
45 cm, como el que se muestra en la foto 2.1.
Foto 2.1. Detalle depósito de PVC.
Como se puede observar el depósito presenta dos orificios de salida, uno
por uno de los laterales y otro justo en la base, de ese mismo lateral. Para
adaptar el depósito a las premisas iniciales se condenó la salida lateral y se
acondicionó el nuevo orificio de salida en la base del depósito, como se detalla
en la foto 2.2.
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
176
Foto 2.2. Detalle adaptación orificio de salida del depósito.
Otro de los inconvenientes que se dio fue la disposición lateral del agujero
de salida. Esto significaba que el depósito debería colocarse, una vez en
campo, con cierto grado de inclinación para favorecer la circulación del agua de
drenaje. Por lo que, como las paredes internas del depósito no eran
homogéneas, hubo que modificar las esquinas del lado del orificio de salida,
para evitar que se acumulara agua en ellas. En la foto 2.3, se detalla la
solución buscada.
Foto 2.3. Detalle arreglo de la superficie de la pared del orificio de salida.
El siguiente paso a seguir fue estimar la cantidad de suelo equivalente a
cada una de las alturas de las distintas capas que compondrían en lisímetro.
Para ello se graduaron las esquinas del depósito con las medidas que se
detallan en el gráfico 2.1, estableciendo una capa de grava de 5 cm para
Ensayo 2
177
favorecer la circulación del agua de drenaje y dividiendo el suelo en capas de
10 cm de altura.
Gráfico 2.1. Esquema capas del lisímetro.
Una vez realizadas las marcas, para conocer la masa de suelo que
correspondería a cada intervalo de 10 cm, fue necesario llenar de agua el
lisímetro, de este modo, conociendo la densidad del agua (1 g/cm3) y el
volumen de agua necesario para llenar cada intervalo de 10 cm, se podría
posteriormente conocer la masa de suelo que iría en cada intervalo hallando la
densidad aparente del mismo e interpolando con los resultados obtenidos.
Para conocer el volumen de agua que se vertía en cada intervalo, se
graduó un cubo troncocónico estándar con una jarra de polietileno graduada de
1.000 cm3 hasta conseguir 10 l de agua por cada cubo.
Foto 2.4. Detalle determinación de volúmenes de agua para cada intervalo de altura del lisímetro.
Finalmente y para preparar el lisímetro antes de llevarlo a campo, se
dispuso de una manguera para verter el agua de drenaje en el correspondiente
depósito de drenaje, para el cual se utilizó un bidón homologado de
combustible de 20 litros de capacidad. En la foto 2.5, se muestra la colocación
la manguera del drenaje.
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
178
Foto 2.5. Detalle manguera de drenaje
Densidad aparente del suelo
Para determinar la densidad aparente del suelo se tomaron cuatro
muestras inalteradas representativas de las inmediaciones del área donde se
iba a ubicar el lisímetro, con el propósito de que a la hora de llenar el mismo,
éste tuviera la misma densidad aparente que el suelo de la parcela.
Para ello, se utilizó un “toma muestras” con cilindros metálicos de 345 cm3
de volumen. Las muestras se tomaron entre los 5 – 20 cm de profundidad, que
es la profundidad a la que se sitúa el sistema radicular del brócoli. En la foto
2.6, se detalla cómo se realizaron las muestras.
Foto 2.6. Detalle toma de muestras de suelo.
Una vez obtenidas las muestras de suelo, se llevaron al laboratorio de
Biología Vegetal, en la primera planta de la Escuela Politécnica Superior de
Ingeniería, Sección Ingeniería Agraria, de la Universidad de La Laguna; donde
se pesaron antes y después de secarlas en un horno mufla a 105ºC durante 24
h. Con las diferencias de pesadas y conociendo el volumen de los cilindros, se
determinó la densidad aparente del suelo. En la foto 2.7, se detallan la pesa y
el horno mufla utilizados.
Ensayo 2
179
Foto 2.7. Detalle pesa, horno mufla y cilindros.
Para determinar el volumen de los cilindros para muestras, se utilizó la
siguiente fórmula:
Tabla 2.1. Calculo del volumen del cilindro de muestra
Cilindro Volumen cilindro (cm
3)
h (cm) 7,6 345
(cm) 7,6
En la tabla 2.2 se muestra los resultados de los pesos de suelo seco de
cada una de las muestras de suelo. Conocida la masa de suelo seco y el
volumen, se pudo determinar la densidad:
Tabla 2.2. Calculo de la densidad aparente del suelo
Muestra Suelo seco (g) Densidad (g/cm3)
1 314,04 0,911
2 318,52 0,924
3 338,2 0,981
4 320,31 0,929
Finalmente se obtuvo un valor medio de 0,94 g/cm3, que estaría dentro de
los rangos óptimos de (0,9-1,25 g/cm3) para suelos ándicos, según la
bibliografía citada por Reynolds et al. (2009).
Instalación en campo del lisímetro de drenaje
El 19 de marzo de 2015 se llevó a cabo la instalación del lisímetro de
drenaje en la nueva parcela de cultivo. Conociendo el emplazamiento del
mismo, se procedió a la excavación del hoyo, manualmente y con la ayuda de
un pico y una pala, donde éste iría fijado. Las dimensiones del hoyo fueron las
mismas que las del depósito del lisímetro (100 x 78,5 x 45 cm), para conseguir,
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
180
de este modo, que encajara de la manera mejor posible y darle así mayor
estabilidad. A medida, que se iba avanzando en profundidad, se tuvo especial
cuidado en ir apilando en montones las distintas capas de suelo del lisímetro,
para luego rellenar el mismo en el orden correcto. Cada montón correspondía a
una profundidad (0-10 cm; 10-20 cm; 20-30 cm y 30-40 cm).
A continuación, se excavó un hoyo, contiguo al del depósito, de 80 cm de
profundidad, en el que se colocaría el depósito de drenaje. A partir de este
último hoyo, se acondicionó un acceso, a modo de escalera, para facilitar el
acceso al depósito de drenaje a la hora de tomar las mediciones. En la foto 2.8,
se detalla mejor el proceso.
Foto 2.8. Detalle excavación hoyo del lisímetro.
El siguiente paso fue colocar el lisímetro dentro del hoyo y comprobar que
la manguera del drenaje no chocara contra el suelo y quedara libre para evitar
una posible ruptura en la unión con el depósito. Para dar algo de estabilidad a
las paredes del hoyo y evitar posibles derrumbes, estas se entablillaron de
manera provisional con rasillas de cerámica y algunas tablas de madera. En la
foto 2.9, se puede observar una imagen de los pasos descritos.
Foto 2.9. Detalle colocación del lisímetro.
Ensayo 2
181
Colocado el lisímetro y acondicionado el lado de la manguera de drenaje,
se procedió a verter las diferentes capas del lisímetro. Primero se vertieron los
5 cm de grava, se utilizó para ello grava AG-20/40-L mezclada con piedras del
mismo tamaño procedente de los alrededores de la parcela.
A continuación, se empezó a verter tierra de los distintos montones
formados durante la excavación. Se comenzó primero con el montón
correspondiente a los 30-40 cm de profundidad y así sucesivamente hasta
llegar a la capa de 0-10 cm. Entre capa y capa se colocaron sensores de
capacitancia (Decagon 10HS) para medir la variación del contenido de
humedad del suelo a lo largo del perfil del lisímetro. Colocado el sensor, se
compactó cada capa saturándola con agua. Por último, se comprobó que los
sensores funcionaran correctamente. En la foto 2.10 se detalla un resumen de
todo el procedimiento descrito.
Foto 2.10. Detalle llenado del lisímetro, compactación de capas y colocación de sensores 10HS.
Finalmente, se terminó con el encofrado de las paredes del agujero, se
colocó el depósito de drenaje y se conectaron los sensores a un registrador de
datos (Decagon Em50). Además, se colocó un pluviómetro (Hellmann),
independiente al de la estación agrometeorológica de Redondo, para controlar
las entradas de agua por precipitación.
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
182
Foto 2.11. Detalle finalización de la instalación del lisímetro.
Para facilitar la toma de datos de las cantidades de agua aplicada mediante
riego, en la zona de cultivo, se instaló un sistema de riego por goteo, aunque
en el resto de la finca se utiliza de forma normal la aspersión. La subunidad de
riego estaba compuesta por una terciaria de PE de 50 mm y laterales de 16
mm, separados 50 cm. Se utilizaron goteros de largo conducto en laberinto en
líneas simples laterales de 1,6 l/h. En la zona del lisímetro se colocaron primero
2 emisores por planta y se mayoró, acto seguido, un 25% (10 emisores en
total) para asegurar la menor variación de humedad posible en el perfil de suelo
del lisímetro. En el resto de la parcela se colocó un emisor por planta.
Condiciones de agua y suelo
Para establecer las condiciones del suelo del lisímetro se tomaron 4
muestras distintas, una por cada profundidad de suelo del lisímetro, de los
distintos acopios generados durante la excavación del hoyo. Las muestras se
analizaron en el Laboratorio de Diagnóstico Agrícola I+D de la empresa
Canarias Explosivos S.A. Los análisis de suelo y agua reflejaron los siguientes
parámetros:
En la tabla 2.3 se observan los diferentes porcentajes de las partículas
sólidas que componen cada uno de los niveles del lisímetro y la clasificación
USDA correspondiente. En el gráfico 2.2, se representan las muestras en el
triángulo de texturas.
Ensayo 2
183
Tabla 2.3. Análisis físico de las distintas profundidades del lisímetro, basándose en el sistema de texturas USDA.
Profundidad (cm) Partículas sólidas del suelo
%Arcilla %Limo %Arena
0,0-10,0 11,5 33,7 54,8
10,0-20,0 10,2 33,8 56
20,0-30,0 12,3 35,6 52
30,0-40,0 11,9 34,7 53,4
Gráfico 2.2. Clasificación USDA de las texturas de las diferentes capas del suelo del lisímetro (0-10 cm: azul; 10-20 cm: rojo; 20-30 cm: amarillo; 30-40 cm; verde)
En las siguientes tablas, de la 2.4 a la 2.7, se muestra la composición
química del suelo para las diferentes profundidades del lisímetro. Se interpretan
los valores según las directrices de Hernández et al. (1980). En resumen, el
suelo tiene un pH relativamente alto, con un contenido alto en sodio, magnesio
y potasio y bajo en calcio, volviendo a demostrar valores típicos de suelos
regados con agua de galería y dedicados a cultivos intensivos. Se podría
clasificar como un suelo sódico, con un 13 - 18% de Na cambiable, un pH
mayor de 8,5 y una CE por debajo de 4 mS/cm (Casas y Casas, 1999). Como
se señaló en el ensayo de cultivares y según Ayers y Westcott (1985), no
habría bajada de la productividad potencial estimada en brócoli al ser el valor
umbral de conductividad de 2,8 mS/cm.
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
184
Tabla 2.4. Resultado análisis de suelo profundidad de 0-10 cm.
Parámetros Valor
Interpretación (Hernández et al., 1980)
pH (1:2,5) 8,6
Alto (>7)
CE ext sat (mS/cm) 25ºC 0,97
Correcto (<2 mS/cm)
M.O. (%) 2,73
Correcto (>2%)
Fósforo Olsen (mg/kg) 56
Bajo (<80 mg/kg)
Calcio cambiable
cmolc/kg
13,7 38% CIC Bajo (<60%)
Magnesio cambiable 11,9 33% CIC Alto (>20%)
Potasio cambiable 5,6 16% CIC Alto (>10%)
Sodio cambiable 4,5 13% CIC Alto (>5%)
Capacidad Intercambio Catiónico 35,7
% Saturación
58,1
Tabla 2.7. Resultado análisis de suelo profundidad de 10-20 cm.
Parámetros Valor
Interpretación (Hernández et al., 1980)
pH (1:2,5) 8,9
Alto (>7)
CE ext sat (mS/cm) 25ºC 1,12
Correcto (<2 mS/cm)
M.O. (%) 2,65
Correcto (>2%)
Fósforo Olsen (mg/kg) 51
Bajo (<80 mg/kg)
Calcio cambiable
cmolc/kg
14,2 38% CIC Bajo (<60%)
Magnesio cambiable 12,3 33% CIC Alto (>20%)
Potasio cambiable 5,6 15% CIC Alto (>10%)
Sodio cambiable 4,9 13% CIC Alto (>5%)
Capacidad Intercambio Catiónico 37
% Saturación
49,1
Tabla 2.6. Resultado análisis de suelo profundidad de 20-30 cm.
Parámetros Valor
Interpretación (Hernández et al., 1980)
pH (1:2,5) 8,9
Alto (>7)
CE ext sat (mS/cm) 25ºC 1,03
Correcto (<2 mS/cm)
M.O. (%) 2,63
Correcto (>2%)
Fósforo Olsen (mg/kg) 50
Bajo (<80 mg/kg)
Calcio cambiable
cmolc/kg
14,2 37% CIC Bajo (<60%)
Magnesio cambiable 11,9 31% CIC Alto (>20%)
Potasio cambiable 5,6 14% CIC Alto (>10%)
Sodio cambiable 6,8 18% CIC Alto (>5%)
Capacidad Intercambio Catiónico 38,5
% Saturación 49,7
Ensayo 2
185
Tabla 2.7. Resultado análisis de suelo profundidad de 30-40 cm.
Parámetros Valor
Interpretación (Hernández et al., 1980)
pH (1:2,5) 8,8
Alto (>7)
CE ext sat (mS/cm) 25ºC 1,18
Correcto (<2 mS/cm)
M.O. (%) 2,53
Correcto (>2%)
Fósforo Olsen (mg/kg) 49
Bajo (<80 mg/kg)
Calcio cambiable
cmolc/kg
13,5 35% CIC Bajo (<60%)
Magnesio cambiable 10,9 29% CIC Alto (>20%)
Potasio cambiable 6,9 18% CIC Alto (>10%)
Sodio cambiable 6,8 18% CIC Alto (>5%)
Capacidad Intercambio Catiónico 38,1
% Saturación
53,4
Coeficiente de uniformidad de riego
Para determinar la uniformidad de riego y poder estimar de forma mejor el
caudal de agua aplicado en cada riego, se aplicó el método propuesto por el
Irrigation Training and Research Centre (ITRC) de la Universidad Politécnica de
California (Burt, 2004). Esta metodología, a diferencia del método de Merriam y
Keller (Merriam, 1978), calcula la uniformidad en una unidad operacional de
riego completa (en vez de una subunidad de riego) y es capaz de discriminar
una uniformidad de distribución (UD) distinta debida a diferentes factores
(Pérez, 2005).
Los factores específicos que se tiene en cuenta el ITCR son:
- Falta de uniformidad debida a diferencia de presiones en el sistema (UDΔP).
Donde:
P25%, es la media aritmética del 25% de las presiones más bajas.
P, es la media aritmética de las presiones medias
X, es el exponente de descarga del emisor
- Falta de uniformidad debida a espaciamientos desiguales entre plantas y/o
emisores (UDed).
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
186
Donde:
LASmenor, es la Lámina de agua menor aplicada semanalmente (mm).
LASmed. pond, es la Lámina de agua media, ponderada por superficie,
aplicadas semanalmente (mm).
- Falta de uniformidad debida a drenajes desiguales de los emisores una vez
finalizado el riego (UDdd).
Donde:
textra, es el tiempo de drenaje extra tras el cierre del riego (minutos)
tmed, es el tiempo medio de riego (minutos)
%Sup.afectada, es el % de superficie afectada por el drenaje extra
medido.
- Falta de uniformidad debida a otros factores (UDotros), donde se engloban las
obturaciones, desgaste o envejecimiento de emisores, coeficiente de variación
de fabricación del emisor, entre otros.
Donde:
q25%, es la media aritmética del 25% de los caudales más bajos
aforados (l/h).
qmed, es la media de los caudales aforados (l/h).
e, es el número de emisores por elemento.
A partir de estas uniformidades parciales se determina la Uniformidad de
Distribución Global (UDglobal):
Como la unidad operacional de riego utilizada era bastante pequeña y
homogénea, las diferencias de presiones iban a ser mínimas, todos los
emisores se abrirían al mismo tiempo, etc., los tres primeros factores
mencionados se desestimaron, pues iban a dar valores iguales o próximos a 1,
por lo que se simplificó la fórmula anterior de la siguiente manera:
Para la determinación de los caudales, se colocaron 10 vasos idénticos
debajo de cada uno de los emisores y se aplicó un riego de 10 minutos. En la
Ensayo 2
187
foto 2.12, se muestra como se hizo esta labor en campo. Una vez obtenidos los
caudales, se pasaron los datos a una hoja de cálculo del software Microsof
Excel ’07 para la determinación de los coeficientes.
Foto 2.12. Detalle cálculo coeficiente de uniformidad.
Trasplante de los brócolis
Los brócolis se trasplantaron el 31 de marzo de 2015. El cultivar
seleccionado, al igual que el testigo del ensayo de cultivares, fue Ironman
(Monsanto). Se estableció el mismo marco de plantación que en el ensayo
anterior (50 x 50 cm), quedando 4 plantas dentro del lisímetro. El manejo del
cultivo se realizó de acuerdo con las prácticas habituales del agricultor (labores
culturales, riego, abonado y tratamientos fitosanitarios). En la foto 2.13, se
detalla cómo quedaron dispuestos los brócolis dentro del lisímetro.
Foto 2.13 Detalle de los brócolis trasplantados en el lisímetro.
Controles realizados
Con el fin de determinar el coeficiente de cultivo (KC) para las distintas
etapas del cultivo, se intentó comprobar cada 7 días la evolución del
crecimiento de los brócolis a través de los estados fenológicos propuestos en la
escala BBCH, siguiendo los mismos criterios que en el ensayo de cultivares.
Después de cada riego aportado por el agricultor, se determinó la
pluviometría y el drenaje. Para la pluviometría, se midió la cantidad de agua
existente en depósito del interior del pluviómetro y se aplicó a cada medida un
factor de conversión de 0,05 para conocer los litros por metro cuadrado
registrados. Este factor de conversión se determina a partir del área de
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
188
captación del pluviómetro, que a su vez se calcula midiendo la superficie de
entrada del colector del pluviómetro:
Una vez conocida la superficie de captación del pluviómetro, calculamos el
factor de conversión con la siguiente fórmula:
Como ya se dijo antes, se aplica el factor de conversión a cada volumen de
agua registrado por el pluviómetro para obtener la precipitación en milímetros:
Para el drenaje se utilizó una jarra de polietileno graduada de 1.000 cm3,
con la que se medía el contenido del depósito de drenaje. Asimismo, se hizo un
seguimiento semanal de la variación del contenido de humedad, descargando
los datos aportados por los sensores 10HS con la ayuda del software ECH2O
Utility 1.72
Foto 2.14. Detalle software utilizado.
Los datos obtenidos por los sensores de capacitancia fueron descartados
por mostrar poca fiabilidad. A la alta sensibilidad que presentan estos sensores
a la variabilidad del terreno (presencia de piedras, raíces, restos de cultivo,
etc.) hay que añadir, que seguramente dos de ellos estaban estropeados o mal
calibrados, pues sus lecturas no eran nada coherentes.
Los aportes de riego variaron en función de las condiciones atmosféricas,
así como la duración del mismo y las dosis aplicadas. Los tiempos de
aplicación de riego fueron los que el agricultor estimó oportunos. El día del
trasplante a campo se dieron dos riegos de 30 min; del 6 al 12 de abril se
dieron 2 riegos cada 3 días de 10 min; el 20 y el 25 de abril se dieron 2 riegos
al día de 30 min cada uno; el 28 de abril se dieron 2 riegos de 45 min cada uno;
Ensayo 2
189
el 1 y el 5 de mayo se dieron 2 riegos al día de 50 min cada uno; el 8, 12 y 15
de mayo se aplicaron 2 riegos al día de 60 min cada uno; el 20 de mayo se
dieron 2 riegos de 45 min cada uno; finalmente los días 23 y 26 de mayo se
dieron 2 riegos al día de 60 min cada uno.
Para determinar cuánta agua se aplicó en cada riego, una vez
determinado el caudal en 10 minutos de riego tras realizar el coeficiente de
uniformidad y conociendo la superficie de riego y el número de emisores, se
aplicó la siguiente fórmula:
Donde:
R, es el riego aplicado sobre la superficie del lisímetro (l/m2)
Qn, es el caudal medio de los emisores (l/h)
e, es el número de emisores dentro del lisímetro
De este modo se consiguió determinar la cantidad de agua que el agricultor
aportaba al lisímetro en cada riego. En la tabla 2.8, se pueden ver algunos
ejemplos del cálculo:
Tabla 2.8. Ejemplo cálculo de los aportes de riego.
Caudal medio emisores Superficie lisímetro (m2) Minutos riego Riego aplicado (l/m
2)
1,7 l/h 0,785 10 3,7
30 11,0
45 16,6
50 18,4
60 22,1
Sumando la cantidad de riegos aplicados por el agricultor y la duración de
cada uno de ellos, se constata que para los cálculos realizados en la tabla 2.8,
el agricultor aportó un total de 434,4 l/m2 a lo largo del cultivo.
Para el cálculo de la Evapotranspiración ET0 según el método de Penman
Monteith, se utilizó la aplicación informática PMETp-w elaborada inicialmente
en 1995 por el Dr. R. Muñoz-Carpena (UF) y actualizada posteriormente por el
Dr. Axel Ritter (ULL) y el Dr. Carlos Regalado (ICIA) en 2009.
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
190
Foto 2.15. Detalle del Software utilizado
Con esta aplicación, que se fundamenta en la ecuación de FAO - Penman
Monteith según Allen et al. (2006), se pueden calcular los valores diarios de
evapotranspiración ET0:
Además, y para demostrar la complejidad de los cálculos, se calculó la
evapotranspiración diaria manualmente en una hoja de cálculo de Microsoft
Excel ’07. Dichos cálculos están explicados en el epígrafe 11 de la Revisión
Bibliográfica.
Datos agroclimáticos
Los datos climatológicos se tomaron de la estación agrometeorológica,
perteneciente a la red de estaciones del Cabildo Insular de Tenerife, de
Redondo, situada a unos 2 km del ensayo, a 632 m.s.n.m y con una latitud de
28º21’3,92’’ N.
Se decidió cambiar de estación meteorológica con respecto al ensayo de
cultivares del ensayoanterior, pues se observaron errores en los valores de
humedad relativa aportados por el termo-higrómetro de la estación de Llanito
Perera.
La radiación solar se midió con un piranómetro (CM-3 Kipp and Zonen,
Delft, Países Bajos). Para medir la temperatura y la humedad relativa se utilizó
un sensor combinado (Hygro-Transmitter, Thies, Göttingen, Alemania). La
velocidad del viento se midió con un anemómetro de copa (Wind Transmitter,
Small Version Model, Thies, Göttingen, Alemania) a una altura de 2,4 m. Los
datos de la estación se tomaban cada minuto, grabándose las medias de 12
minutos mediante un registrador de datos ((DL 15, Thies, Göttingen, Alemania).
Ensayo 2
191
Gráfico 2.3. Evolución de las temperaturas durante el período de trasplante-recolección. (T: temperatura media; TM: temperatura máxima; Tm: temperatura mínima).
La temperatura media comenzó en abril oscilando entre los 10-15ºC,
subiendo hasta los 13-20ºC en mayo. Las temperaturas mínimas y máximas
presentaron prácticamente el mismo comportamiento, siendo la mínima
observada durante el cultivo 5,9ºC y la máxima de 27,6ºC.
Gráfico 2.4. Evolución de la humedad relativa durante el período de trasplante-recolección. (HR= Humedad relativa. HRM= Humedad relativa máxima. HRm= Humedad relativa mínima).
La humedad relativa media se mantuvo entre el 70,5 y el 96,3%. La
humedad relativa máxima no bajó del 86,4% y la humedad relativa mínima
llegó al 28,6%.
0
5
10
15
20
25
30
35
Tem
pera
tura
(ºC
)
Duración del Cultivo
T TM Tm
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Hu
med
ad
rela
tiv
a (
%)
Duración del Cultivo
HR HRM HRm
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
192
Gráfico 2.5. Precipitación registrada durante el período trasplante-recolección. (P= precipitación acumulada por día).
A lo largo del cultivo se registraron un total de 21,1 mm, concentrándose
más del 60% entre el 3 y el 20 de abril de 2015, coincidiendo con el desarrollo
de la 4ª y 5ª hoja verdadera del cultivo (estadio número 14 y 15 según la escala
BBCH).
Gráfico 2.6. Radiación solar diaria recibida durante el período de trasplante-recolección.
La radiación media recibida durante el cultivo fue de 17,79 MJ/m2.
0
1
2
3
4
5
6 P
recip
itació
n (
mm
)
Duración del Cultivo
Lluvia
5,00
10,00
15,00
20,00
25,00
30,00
35,00
Rad
iació
n s
ola
r re
cib
ida (
MJ/m
²)
Días de Cultivo
Radiación solar
Ensayo 2
193
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
A continuación se presentan los resultados obtenidos del balance de agua
para las condiciones agroclimatológicas de Icod de Los Vinos (Tabla 2.9 y
gráfico 2.7). Hay que destacar que los valores obtenidos son para un ciclo de
cultivo de 58 días en condiciones de Invierno-primavera. Baixauli (2014)
considera que como mínimo, para estimar la KC de un cultivo en una zona
determinada, hay que tener datos de al menos 4 ciclos de cultivo en ese mismo
período de tiempo.
Tabla 2.9. Cuadro resumen con los resultados de KC obtenidos (Ll= Lluvia; R= Riego; D= Drenaje;
= Variación del contenido de humedad; ETC= Evapotranspiración real del cultivo; ET0= Evapotranspiración potencial del cultivo o de referencia; Kc= Coeficiente de cultivo).
Día Ll (l/m2) R (l/m
2) D (l/m
2) (l/m
2) ETC (l/m
2) ET0 (L/m
2) KC
08/04/2015 2,1 3,7 0,2 1,39 4,2 15,8 0,3
13/04/2015 6,9 7,4 6,1 2,50 5,7 11,5 0,5
23/04/2015 3,7 18,4 2,1 -8,53 28,5 25,3 1,1
30/04/2015 0,0 16,6 1,9 4,52 10,2 22,8 0,4
04/05/2015 4,1 18,4 7,2 -2,69 18,0 19,3 0,9
11/05/2015 3,7 40,5 10,3 3,40 30,5 23,3 1,3
18/05/2015 0,0 44,2 10,5 -10,60 44,3 32,1 1,4
25/05/2015 0,0 38,7 4,1 -1,42 35,9 19,8 1,8
En la tabla 2.9, los valores de la columna del incremento de humedad ()
se obtienen de la tabla 2.10. Sólo se asumieron los valores para los intervalos
de profundidad de suelo de 10-20 cm y 20-30 cm por ser los más coherentes,
pues los otros dos sensores mostraban datos no fiables. Aún así, se calculó
para los 45 cm de profundidad que le corresponden al lisímetro.
Tabla 2.10. Resultados de los valores del incremento de humedad (l/m2) con los datos obtenidos de los sensores de capacitancia 10HS.
10HS Soil Moisture 10HS Soil Moisture
Día Hora 10-20 cm (m³/m³) VWC 20-30 cm (m³/m³) VWC (l/m2)
06/04/2015 8:00:00 0,513 0,412
08/04/2015 8:00:00 0,514 0,417 1,39
13/04/2015 8:00:00 0,519 0,423 2,50
23/04/2015 6:00:00 0,488 0,416 -8,53
30/04/2015 6:00:00 0,505 0,419 4,52
04/05/2015 6:00:00 0,495 0,417 -2,69
11/05/2015 6:00:00 0,517 0,411 3,40
18/05/2015 6:00:00 0,478 0,402 -10,60
25/05/2015 6:00:00 0,472 0,402 -1,42
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
194
Como se observa en el gráfico 2.7, existen varias anomalías en la curva de
la ETC. La primera de ellas se debe a que se dejó secar demasiado el lisímetro
los días anteriores al 23 de abril (23 dtt), con un de -8,53 l/m2. Esto provocó
que al aplicar un riego de 18 l/m2 y una pluviometría acumulada de 3,7 l/m2 tan
sólo se recogieron 2,1 l/m2 de drenaje, dando un valor de ETC elevado.
En la otra, el último valor (55 dtt) debería ser ascendente pues el brócoli
continua con su crecimiento. Esto puede deberse, posiblemente a que el dato
de drenaje tomado para ese día no es el correcto pues no dio tiempo de drenar
completamente el riego dado ese mismo día, ya que se cortaron los brócolis
antes del medio día, o a que los valores de humedad de los sensores 10HS
sean erróneos. Por lo tanto, la discusión de los resultados se hará sin tener en
cuenta los datos que se suponen erróneos (23 y 55 dtt).
Gráfico 2.7. Evolución de la Evapotranspiración del cultivo ETC y de la Evapotranspiración de referencia ET0. Los datos supuestamente erróneos se marcan de color amarillo.
0,0
5,0
10,0
15,0
20,0
25,0
30,0
35,0
40,0
45,0
50,0
8,00 16,00 24,00 32,00 40,00 48,00 56,00
Eva
po
tra
nsp
ira
ció
n (
l/m
2)
Días tras trasplante
Evapotranspiración del cultivo
Evapotranspiración de referencia
Ensayo 2
195
Gráfico 2.8. Evolución del Coeficiente de cultivo Kc.
Gráfico 2.9. Comparación estado fenológico del cultivo con el coeficiente de cultivo KC.
En el gráfico 2.8 y 2.9, se puede ver como el Coeficiente de cultivo fue
aumentando de forma progresiva acorde con el crecimiento del cultivo. En el
gráfico 2.9 se observa un gran salto en la curva de los estados fenológicos del
brócoli a partir del día 30 de cultivo. Este salto se debe a que en la Escala
BBCH se pasa directamente del estadio 19 (más de 9 hojas formadas) al
41(cabeza floral visible de más de 1 cm), Se podría asumir un comportamiento
del KC creciente.
0,0
0,3
0,5
0,8
1,0
1,3
1,5
8 16 24 32 40 48
Co
efi
cie
nte
de c
ult
ivo
(K
C)
Días tras trasplante
Kc
0,0
0,2
0,4
0,6
0,8
1,0
1,2
1,4
1,6
13
16
19
22
25
28
31
34
37
40
43
46
49
8 16 24 32 40 48
Co
efi
cie
nte
de c
ult
ivo
, K
c
Escala
BB
CH
Esta
do
fen
oló
gic
o
Días tras trasplante
Estado fenológico Kc
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
196
Otra posible interpretación de la evolución del coeficiente de cultivo, sería
el establecimiento de 3 fases, de forma similar a lo establecido en la
metodología FAO (Doorembos y Pruitt, 1977, Allen et al., 2006):
Desde trasplante hasta 30 dtt: El coeficiente de cultivo
permanece relativamente constante en valore de 0.3 a 0.4.
Desde los 30 a los 35 dtt: Hay una subida del coeficiente de
cultivo desde 0.3-0.4 hasta 1.0 – 1.3. Este período sería crítico en
el manejo del riego al aumentar drásticamente la demanda hídrica
del cultivo, coincidiendo con el desarrollo de la cabeza floral.
Desde los 3 dtt hasta la recolección. El coeficiente de cultivo se
estabiliza en valores de 1.2 – 1.4.
La cuarta fase, donde los coeficientes de cultivo bajan al terminar la
recolección, no apareció en este estudio, al darse por finalizado cuando
comenzó la recolección.
En cuanto a los valores del KC del brócoli de la bibliografía consultada,
Doorenbos y Pruitt (1977) presentaron para brócoli valores de Kc
comprendidos entre 0,8 y 1,1 para las últimas fases de desarrollo del cultivo,
obteniendo valores algo más bajo que los de este ensayo.
Paschold et al., (2000a) determinaron los valores de 0,5 (para estadio 18
de la escala BBCH, 8 hojas abiertas) 0,8 (para estadio 41 de la escala BBCH,
formación cabeza floral de 1 cm) y 1,4 (para estadio 49 de la escala BBCH,
cosecha), obteniendo una KCini más elevada pero una KCfinal menor que las del
ensayo.
Martínez (2004) dio unos valores de KC adecuados para unas prácticas
culturales estándar y unas condiciones climáticas subhúmedas (humedad
relativa mínima de alrededor de 45% y velocidad media del viento de 2 m/s)
adaptados al método FAO-Penman Monteith, indicando una KCini de 0,7 y una
KCfinal de 1,05 en el momento de cosecha, resultando una KCini más elevada
pero una KCfinal menor que las del ensayo.
Villalobos et al., (2005) en un ensayo realizado en Celaya (Mexico) en un
suelo arcilloso y con una densidad de plantación de 8 pl/m2 obtuvieron valores
de KC muy inferiores a los de este ensayo, partiendo con KCini de 0,25 hasta un
KCfinal de 0,84 en el momento de cosecha. Hay que destacar que la densidad es
el doble de la empleada en este ensayo por lo que la superficie de suelo
expuesta a radiación solar es menor y por consiguiente la cantidad de agua
evaporada desde el suelo, además la textura del suelo es arcillosa por la
variación del contenido de humedad del suelo tuvo que ser menor que la del
presente ensayo.El ciclo fue de invierno – primavera pero en condiciones
claramente subtropicales.
Ensayo 2
197
Bryla et al., (2010) en un ensayo en California (EEUU), para un lisímetro de
2 x 2 x 2,25 m y rellenándolo con un suelo arcillo-limoso, determinaron la Kc del
cultivar Captain regando por aspersión, obteniendo un KCini de 0,15 y un KCfinal
de 1,0 en el momento de cosecha. El ciclo fue de agosto a diciembre. Estos
valores están por debajo de los de este ensayo.
Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’
198
CONCLUSIONES
En las condiciones del ensayo, para un solo ciclo de cultivo en condiciones
de invierno - primavera, se podrían extraer las siguientes conclusiones:
1. Se obtuvo un comportamiento similar al modelo de FAO con tres
períodos claramente diferenciados de demanda de agua por el cultivo y
por consiguiente con diferentes coeficientes de cultivo.
2. El primer período, con un coeficiente de cultivo relativamente constante,
que podría asimilarse a un Kc inicial. El valor medio obtenido fue 0.4.
3. En un segundo período se observó un crecimiento del coeficiente de
cultivo, coincidente con la formación de la cabeza floral entre los 30 y 40
días tras trasplante.
4. El tercer período, desde los 40 días hasta la recolección, el coeficiente
de cultivo se volvió a estabilizar en un valor de 1.35. Este valor sería
asimilable al Kc medio.
5. Debe procurarse que las mediciones se realicen en períodos de tiempos
menores (diarios o semanales) y siempre con el mismo intervalo de
controles. Se podría considerar el uso de un sistema de recogida de
datos automatizado (mediante un sistema de captura de datos y un
pluviómetro de cuchara adaptado o un medidor de drenajes utilizado en
cultivo sin suelo).
6. Sería recomendable la colocación de un contador digital a la entrada de
agua del lisímetro para conocer con mayor exactitud la cantidad de agua
aportada.
7. Podría ser conveniente poder mantener la humedad de suelo
relativamente constante en el lisímetro, bien mediante una unidad
operacional de riego independiente u otro sistema que permita regar de
forma ajustada el lisímetro. Otra posibilidad sería usar un lisímetro de de
drenaje con nivel freático constante.
Ensayo 2
199
CONCLUSIONS
In the test conditions for a single growing season in winter-sping conditions,
could draw the following conclusions:
1. There has been a similar behaviour to the FAO model with three distinct
periods of water demand for the crop and therefore with different crop
coefficients behaviors.
2. The first period, with a coefficient relatively constant cultivation which
could be compared to an initial Kc. The mean value obtained was 0.4.
3. In a second term, a growth of crop coefficient is observed, coinciding with
the formation of the flower head, between 30 and 40 days after
transplantation.
4. The third period, from 40 days to harvest, the crop coefficient re-stabilize
at a value of 1.35. This value would be assimilated to the average Kc
medium.
5. Measurements should be taken in shorter time periods (daily or weekly)
and always with the same range of controls. Could be considered using a
system of automated data collection (using a data capture system and a
rain gauge bucket adapted or drains meter used in soilless).
6. It would be advisable placing a digital counter for the water inlet lysimeter
to know the exact amount of water supplied.
7. It may be desirable to maintain relatively constant humidity of soil in the
lysimeter, either through a separate operating unit irrigation or other
water system allowing the lysimeter to water more tightly. Another
possibility would be to use a drainage lysimeter with constant water table.
Bibliografía
201
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Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y coeficiente de cultivo ‘KC’.
216
Anexos
217
ANEXO 1. ENSAYOS DE CULTIVARES
A continuación, con el objetivo de contrastar la información facilitada por las
casas comerciales, y de cara a la discusión de los resultados del presente
ensayo, se describirán los resultados obtenidos en algunos ensayos de
variedades, detallando las principales características de aquellos cultivares
también presentes en este ensayo.
Ayuso et al., (2006), realizaron durante la campaña 2004-2005 un ensayo
de cultivares de brócoli en las Vegas Bajas del Guadiana, Extremadura, con el
fin de estudiar su calidad y producción, así como determinar cuáles
presentaban un mejor comportamiento, agronómico y cualitativo, bajo las
condiciones extremeñas.
En la tabla A1.1 se incluyen los resultados obtenidos en dicho trabajo para
los cultivares Belstar y Lord, pues son cultivares que se estudiarán en este
ensayo.
Tabla A1.1. Ensayo cultivares Ayuso et al., (2006). Parámetros de calidad de las inflorescencias
Cultivar
Peso
medio
(g/cabeza)
Diámetro
tronco
(cm)
Densidad Compac. Relación
forma
Consiste-
ncia (1-5)
Granu-
lometría
Belstar 513 3,89b 0,310 0,370 0,623a 4 Media-
gruesa
Lord 529 3,61c 0,280 0,330 0,547ab 3-4 Gruesa
Los resultados comparativos en cuanto a calidad de las inflorescencias
demuestran que sólo existieron diferencias significativas entre cultivares, en el
peso medio, siendo mayor en el cultivar Lord, en el diámetro del tronco siendo
mayor en el cultivar Belstar; y en la granulometría, siendo más gruesa la del
cultivar Lord.
Fraire et al. (2010), realizaron en 2005 un ensayo en México, donde se
evaluaron ocho cultivares comerciales de brócoli en tres densidades de
plantación (55, 65, 75 mil plantas/ha), en parcelas de 48 m2. Al momento de la
cosecha se midió diámetro del florete, diámetro del hueco en el tallo y número
de minifloretes, y se registró la pérdida de peso a temperatura ambiente (18-
25ºC) en las 40 horas posteriores a la cosecha. Los resultados mostraron que
la densidad de plantación tiene un efecto inversamente proporcional al
diámetro de florete y al hueco en el tallo. La densidad de 55.000 plantas/ha
produjo mayor diámetro de florete y de hueco en el tallo, mientras que la
densidad de 75.000 plantas/ha, el cultivar Ironman tuvo el menor diámetro de
hueco en el tallo. La menor pérdida de peso se registró en floretes a una
densidad de plantación de 65.000 plantas/ha.
Anexos
218
En 2009, Maroto et al., estudiaron el comportamiento productivo y calidad
de una colección de cultivares de brócoli, en tres fechas distintas de trasplante,
en el Centro de Fundación Ruralcaja, Paiporta (Valencia).
En las tablas A1.2 y A1.3 se incluyen los resultados obtenidos en dicho
trabajo para los cultivares Naxos y Parthenon, en la primera plantación, pues
son cultivares que se estudiarán en este ensayo. El cultivar Chronos
inicialmente entraba dentro del estudio, en la primera plantación, pero sus
semillas no germinaron. En la tabla A1.3, solo se exponen los descriptores que
presentan diferencias significativas entre ambos cultivares.
Tabla A1.2. Ensayo de cultivares Maroto et al., (2010). Resultados producción 1ª plantación.
Cultivar
Rend.
Comercial
(kg/m2)
Peso
medio
(kg)
% Comercial
Rend.
Destrío
(kg/m2)
Ciclo
(días)
Recolección
(días)
Naxos 2,13 a 0,547 a 64,29 a 0,15 bc 62 12
Parthenon 1,68 ab 0,404 bc 69,05 a 0,12 bc 69 25
Como observamos en la tabla A1.2, solamente se aprecian diferencias
significativas respecto al peso medio, siendo mayor en el cultivar Naxos. En
relación con el tiempo de recolección, para el cultivar Parthenon fueron el doble
días que para Naxos.
Tabla A1.3. Ensayo de cultivares Maroto et al., (2010). Descripción y calidad 1ª plantación.
Cultivar Flor Abierta
(0-5)
T. Hueco
(0-5)
Deformación
(0-5) Color Forma Ojo gato
Naxos 1,00 a 0,25 cd 1,00 b Verde
medio
Globosa
media Si
Parthenon 0,50 b 1,41 ab 0,50 c
Verde
medio-
oscuro
Globosa Ligero
Como se observa en la tabla A1.3, se encontraron diferencias significativas
entre ambos cultivares, siendo Naxos el cultivar con mayor número de flores
abiertas, menor presencia de tallo hueco, mayor deformación de la pella y
mayor tendencia a padecer “Ojo gato”.
En las tablas A1.4 y A1.5 se incluyen los resultados obtenidos en dicho
trabajo para los cultivares Belstar, Naxos, Parthenon y Agassi, en la tercera
plantación, pues son cultivares que se estudiarán este ensayo. En la tabla
A1.5, solo se exponen los descriptores que presentan diferencias significativas
entre los distintos cultivares.
Anexos
219
Tabla A1.4. Ensayo de cultivares Maroto et al., (2010). Resultados producción 3ª plantación.
Cultivar
Rend.
Comercial
(kg/m2)
Peso medio
(kg)
%
Comercial
Rend.
Destrío
(kg/m2)
Ciclo
(días)
Recolección
(días)
Belstar 3,32 abc 0,575 abc 95,24 0,00 117 4
Naxos 3,18 abcd 0,573 abc 91,67 0,00 117 4
Parthenon 3,18 abcd 0,531 bcdef 98,81 0,00 110 11
Agassi 2,53 ef 0,551 abcde 75,00 0,00 106 15
Se observan diferencias significativas sobre el cultivar Agassi, siendo este
el de menor rendimiento y porcentaje comercial, menor días de ciclo aunque
más días de recolección. El cultivar Parthenon, no presenta diferencias
significativas entre los cultivares Belstar y Naxos, pero es el que tiene mayor
porcentaje comercial de los tres, teniendo un ciclo algo más corto y más del
doble de días de recolección que los anteriores.
Tabla A1.5. Ensayo de cultivares Maroto et al., (2010). Descripción y calidad 3ª plantación.
Cultivar
Flor
Abierta
(0-5)
T. Hueco
(0-5)
Tamaño
grano (0-5)
Grano
marrón
(0-5)
Deform.
(0-5) Forma
Ojo
gato
Belstar 2,00 bc 0,00 2,50 b 0,50 a 1,00 a Globosa-
media
Medio-
ligero
Naxos 0,00 d 0,15 2,00 c 0,00 b 1,00 a Media-
globosa Medio
Parthenon 0,00 d 0,00 1,00 e 0,00 b 0,00 d Globosa Medio
Agassi 1,00 b 0,00 2,00 c 0,00 b 0,00 d Globosa Ligero
En cuanto a la descripción y calidad de la tercera plantación, se observaron
las siguientes diferencias significativas: los cultivares Belstar y Agassi
presentaron flores abiertas frente a los cultivares Naxos y Pathernon que no
tuvieron aberturas florales. El cultivar Naxos fue el único que presentó síntomas
de tallo hueco, los cultivares Belstar y Pathernon tuvieron distinto tamaño de
grano que los cultivares Naxos y Agassi, que no presentaron diferencias
significativas entre ellos. El cultivar Belstar fue el que presentó mayor tamaño
de grano y el cultivar Parthenon el que menor tamaño de grano tuvo. Los
cultivares Belstar y Naxos presentaron el mismo grado de deformidad; por el
contrario Parthenon y Agassi no presentaron deformación.
Baixauli et al., (2012) realizaron un ensayo para la Fundación Ruralcaja
Grupo CRM, en 2010, en la población de Paiporta (Valencia), en el que
estudiaron el comportamiento productivo y la calidad de una colección de los
principales cultivares de brócoli, así como su adaptación a dos fechas de
plantación importantes dentro de los ciclos habituales de producción para el
cultivo de brócoli.
Anexos
220
En las tablas A1.6, A1.7, A1.8 y A1.9 se incluyen los resultados obtenidos
en dicho trabajo para los cultivares Parthenon y Chronos, en la primera
plantación, y para los cultivares Agassi, Belstar, Parthenon y Naxos, en la
segunda plantación, pues son cultivares que se estudiarán en este ensayo. En
las tablas A1.7 y A1.9, solo se exponen los descriptores que presentan
diferencias significativas entre los distintos cultivares.
Tabla A1.6. Ensayo de cultivares Baixauli et al., (2012). Resultados producción 1ª plantación.
Cultivar
Rend.
Comercial
(kg/m2)
Peso
medio
(kg)
% Comercial
Rend.
Destrío
(kg/m2)
Ciclo
(días)
Recolección
(días)
Parthenon 2,09 cde 0,381 cdef 90,48 0,03 91 21
Chronos 1,73 f 0,316 g 90,48 0,04 68 14
Se observaron diferencias significativas entre ambos cultivares, teniendo
mayor rendimiento comercial y peso medio el cultivar Parthenon, el cual tuvo
un ciclo más largo y tardó una semana más en recolectarse. Estás diferencias
no afectaron al porcentaje comercial debido a los bajos valores de destrío
obtenidos.
Tabla A1.7. Ensayo de cultivares Baixauli et al., (2012). Diferencias descripción y calidad 1ª
plantación.
Cultivar Vigor (0-5) Bacteriosis (0-5) Compacidad Ojo gato
Parthenon 3,33 cde 1,33 cd Compacta-
media Medio
Chronos 2,00 f 2,00 bc Compacta Ligero
En cuanto a la calidad del cultivar, como observamos en la tabla A1.7, se
encontraron diferencias significativas entre ambos cultivares, siendo el cultivar
Chronos menos vigoroso, más débil al ataque de patógenos, más compacto y
menos propenso a la fisiopatía del “Ojo de Gato”.
Tabla A1.8. Ensayo de cultivares Baixauli et al., (2012). Resultados producción 2ª plantación.
Cultivar
Rend.
Comercial
(kg/m2)
Peso
medio
(kg)
% Comercial
Rend.
Destrío
(kg/m2)
Ciclo
(días)
Recolección
(días)
Agassi 2,61 0,435 98,72 ab 0,00 90 6
Parthenon 2,12 0,369 94,87 bc 0,00 93 10
Belstar 2,05 0,343 98,72 ab 0,03 93 14
Naxos 1,99 0,350 93,59 c 0,00 90 17
El cultivar Agassi destacó sobre el resto al tener mejor rendimiento
comercial, mayor peso medio y menor tiempo de recolección. No obstante, no
hubo diferencias significativas entre Agassi, Parthenon y Belstar, en cuanto a
porcentaje comercial se refiere, debido a los bajos valores de destrío obtenidos.
Anexos
221
En cambio, el cultivar Naxos tuvo diferencias significativas en el porcentaje
comercial respecto a los cultivares Agassi y Belstar.
Tabla A9. Ensayo de cultivares Baixauli et al., (2012). Diferencias descripción y calidad 2ª
plantación.
Cultivar Vigor (0-5) Color Forma Compacidad Diámetro tallo
Parthenon 3,00 Verde
oscuro Globosa Compacta Medio-grueso
Naxos 2,67 Verde
oscuro Globosa
Compacta-
media Medio-fino
Agassi 2,67 Verde
oscuro Globosa
Compacta-
media Medio
Belstar 2,33 Verde
medio Globosa-media
Compacta-
media Medio
El cultivar Pathernon fue el más vigoroso, por encima de Naxos y Agassi,
que obtuvieron resultados iguales, y Belstar, que fue el cultivar con menor
vigor. Además, el cultivar Parthenon fue el más compacto y el que mayor
diámetro de tallo alcanzó. Curiosamente, fue Naxos y no Belstar el cultivar con
menor diámetro de tallo.
Anexos
222
ANEXO 2. ANÁLISIS DE AGUA Y SUELO
Imagen A2.1. Análisis de suelo de la parcela del ensayo de cultivares del Ensayo 1
Anexos
223
Imagen A2.2. Análisis de suelo del lisímetro de drenaje correspondiente a la profundidad de 0-10 cm.
Anexos
224
Imagen A2.3. Análisis de suelo del lisímetro de drenaje correspondiente a la profundidad de 10-20 cm.
Anexos
225
Imagen A2.4. Análisis de suelo del lisímetro de drenaje correspondiente a la profundidad de 20-30 cm.
Anexos
226
Imagen A2.5. Análisis de suelo del lisímetro de drenaje correspondiente a la profundidad de 30-40 cm.
Anexos
228
Imagen A2.7. Análisis de la solución nutritiva que se aplicó en el ensayo de cultivares del Ensayo 1.
Anexos
229
Imagen A2.8. Análisis del agua del drenaje obtenido en el ensayo de cultivares del Ensayo 1.
Anexos
230
ANEXO 3. CALIDAD DEL AGUA DE RIEGO
La calidad del agua de riego afecta tanto a los rendimientos de los cultivos
como a las condiciones físicas del suelo, incluso si todas las demás
condiciones y prácticas de producción son favorables. Además, los distintos
cultivos requieren distintas calidades de agua de riego.
Por lo tanto, es muy importante realizar un análisis del agua de riego antes
de seleccionar el sitio y los cultivos a producir. La calidad de algunas fuentes
de agua puede variar significativamente de acuerdo a la época del año (como
en una época seca / época de lluvias), así que es recomendable tomar más de
una muestra, en distintos períodos de tiempo.
Los parámetros que determinan la calidad del agua de riego se dividen en
tres categorías: químicos, físicos y biológicos. En este anexo, se discuten las
propiedades químicas del agua de riego.
DATOS INFORMATIVOS
El agua de riego procede de las galerías pertenecientes al Canal Unión de
Costa situada a 1.365 m de altitud en el término municipal de Icod de los
Vinos.
Se tomó una muestra de dos litros en una botella de plástico bien limpia y
enjuagada, tres veces, con el agua de la muestra, llenándola de modo que no
quede aire, conservándola en frigorífico a 4 oC hasta llevarla al Laboratorio de
Diagnóstico Agrícola I+D de Canarias Explosivos S.A., donde se procedió con
su análisis.
Tabla A3.1. Resultados análisis de agua.
Parámetros Valor
pH
8,5
CE mS/cm 1,79
Carbonatos
meq/L
0,47
Bicarbonatos 18,26
Cloruros 0,66
Sulfatos 1,65
Nitratos 0,064
Sodio 13,87
Potasio 1,14
Calcio 1,14
Magnesio 4,62
Anexos
231
COMPROBACIÓN DE RESULTADOS
La suma de los cationes en (meq/L) debe estar comprendida entre 8 a 12,5
veces la conductividad eléctrica.
Resultado: 11,603 Cumple.
Cuando el pH < 8,3 no debe tener ión carbonato, y cuando el pH 8,5 debe
tenerlos.
Resultado: pH = 8,5 con presencia de carbonatos, 0,47 meq/L. Cumple.
La diferencia entre la suma de los cationes y la de los aniones (en valor
absoluto), dividida entre la suma de todos esos iones debe ser < 0,15, cuando
no se han determinado los sulfatos, y < 0,1 cuando sí se han analizado éstos.
Resultado: 0,01 Cumple.
La suma de aniones ha de coincidir, aproximadamente, con la de cationes,
ambas expresadas en meq/L. Generalmente se permite un error de un 5 % por
exceso o por defecto.
aniones: 21,10 meq/L
cationes: 20,77 meq/L
Resultado: 1,02 Cumple
Anexos
232
INTERPRETACIÓN
La siguiente interpretación de los resultados se realiza siguiendo las
directrices de Ayers y Westcott (1985).
Tabla A3.2. Directrices para interpretar la calidad de las aguas para el riego. Ayers y Westcott (1985).
Grado de restricción de uso
Ninguno Moderado Severo
Acidez/Alcalinidad
pH 6,5 - 8,4
Salinidad
Conductividad CEw (mS/cm) < 0,7 0,7 - 3,0 > 3,0
Total sólidos disueltos (mg/l) < 450 450 - 2000 >2000
Reducción de la infiltración
SARo= 0 – 3 y CEw (mS/cm)= > 0,7 0,7 - 0,2 < 0,2
SARo= 3 – 6 y CEw (mS/cm)= > 1,2 1,2 - 0,3 < 0,3
SARo= 6 – 12 y CEw (mS/cm)= > 1,9 1,9 - 0,5 < 0,5
SARo= 12 – 20 y CEw (mS/cm)= > 2,9 2,9 - 1,3 < 1,3
SARo= 20 – 40 y CEw (mS/cm)= > 5,0 5,0 - 2,9 < 2,9
Toxicidad Específica (cultivos sensibles)
Sodio (vía raíz) SARo < 3 SAR
o = 3 - 9 SAR
o > 9
Sodio (vía hoja) < 3 meq/L > 3 meq/L
Cloruro (vía raíz) < 4 meq/L 4 - 10 meq/L > 10 meq/L
Cloruro (vía hoja) < 3 meq/L > 3 meq/L
Boro < 0,7 meq/L 0,7 - 3 meq/L > 3 meq/L
Varios
Nitrógeno nítrico < 5 meq/L < 3 meq/L > 3 meq/L
Bicarbonato, por aspersión. < 1,5 meq/L 1,5 - 8,5 meq/L > 8,5 meq/L
Tasa de infiltración de agua en el suelo (SAR0)
Los problemas de infiltración son función de la calidad del agua de riego,
CEw y SAR (Sodium Adsorption Ratio), y de la textura del suelo donde se
utilizará este agua, contenido en arcilla, tipo de ésta, y de la capacidad de
intercambio catiónico del suelo.
La infiltración aumenta con la conductividad eléctrica y disminuye cuando
aumenta el SAR.
Anexos
233
Gráfico A3.1. Reducción relativa de la infiltración provocada por la salinidad y el SAR. FAO. 1987. Riego y Drenaje 29. Rev. 1.
Las aguas de baja salinidad, CE< 0.2 dS/m (mS/cm), crean graves
problemas de infiltración debido a su gran poder de disolución ya que son
capaces de disolver las arcillas del suelo. Igualmente, altas relaciones Na/Ca,
que dan origen a SAR elevados, afectan a la infiltración debido al hinchamiento
de las arcillas del suelo y originan una disminución de la porosidad de éste.
El calcio no permanece siempre soluble en el suelo, como ocurre con el
sodio, éste se encuentra siempre soluble y en equilibrio con el sodio en el
complejo de cambio. El ion calcio puede precipitarse en forma de carbonato
cálcico o sulfato cálcico cuando se alcanza su producto de solubilidad y puede
posteriormente redisolverse. Por lo que para evaluar la incidencia negativa del
sodio en el suelo no es del todo correcto asumir que el SAR en la solución del
perfil superior del suelo es el mismo que el del agua de riego. Esto es debido a
que el agua de riego disolverá o precipitará carbonatos alcalinotérreos cuando
se adicionen al suelo, se concentrarán o se establecerán nuevos equilibrios en
el sistema del suelo. En consecuencia, el contenido en calcio en el agua
intersticial cambiará y por tanto tendrá un efecto diferente sobre los lugares de
cambio respecto al sodio y al magnesio. Por todo esto una corrección en el
cálculo del SAR (respecto de la concentración de calcio) suele ser necesaria
para la evaluación de la calidad de ciertas aguas.
Anexos
234
Este SAR0 (SARcorregido) es una modificación del SAR, en donde se
incluyen las variaciones en la precipitación o disolución del calcio en el suelo,
en función de los niveles de bicarbonato y carbonato y de la conductividad
eléctrica del agua.
Resultado: 0,33 meq/L
Resultado: 8,81
Índice de Saturación de Langelier
La precipitación del calcio en el agua puede ser anticipada mediante el
Índice de Saturación de Langelier, según el cual, el carbonato de calcio
precipita cuando alcanza su límite de saturación en presencia de bicarbonato.
Este índice se define por la diferencia entre el pH actual del agua (pHa) y el pH
teórico que el agua alcanzaría en equilibrio con el CaCO3 (pHs). Se calcula
mediante la ecuación:
pK’2 y pK’s son los logaritmos, con signo negativo, de la segunda constante de
disociación del ácido carbónico y de la constante de solubilidad del carbonato
cálcico. Ambas corregidas para el valor de la fuerza iónica. Se obtienen a partir
de los valores de Na + Ca + Mg en meq/L.
p(Ca) es el logaritmo con signo negativo de la concentración molar de calcio y
se obtiene a partir del valor de Ca en meq/L.
Anexos
235
p(Alc) es el logaritmo negativo de la concentración de carbonatos más
bicarbonatos. Se obtiene a partir de los valores de CO3+ HCO3 en meq/L.
Valores positivos indican tendencia a precipitar y los negativos sugieren
que el carbonato cálcico se mantiene en disolución.
Tabla A3.3. Resultados Índice de saturación de Langelier.
Valor meq/L Índice de Saturación de Langelier
μ’ 0,027
pK'2-pK's 2,346 Is<0 Agua Corrosiva
p(Ca) 3,244 Is=0 Agua en Equilibrio
p(Alc) 1,727 Is>0 Agua Incrustante
pHs 7,318
Is 1,182
Calculo de la Alcalinidad corregida (Alcc) para evitar precipitación
Este Alcc es el valor final de alcalinidad que debe tener el agua para evitar
precipitación de CaCO3.
Resultado: 1,23 meq/L
Cálculo de la concentración de [CO3] + [HCO3] a eliminar (Alce)
La cantidad de carbonato y bicarbonato a eliminar será:
Donde,
Alc = concentración de [CO3] + [HCO3] del agua de riego (meq/L)
Resultado: 17,50 meq/L a eliminar
Anexos
236
DIAGNÓSTICO FINAL
A primera vista se observa la clara procedencia de galería del agua
utilizada pues presenta elevados niveles de bicarbonatos y alto contenido en
sodio y magnesio. Además, que la concentración de cloruros sea < 2 meq/L es
síntoma de agua libre de intrusiones marinas o aguas residuales, situaciones
que suelen darse en pozos o en galerías por debajo del nivel del mar.
Según las directrices de la tabla A3.2, al presentar una conductividad
eléctrica (CEw) de 1,8 mS/cm, un pH de 8,5 y contenido total de sólidos
disueltos (TSD (g/L) = 0,7CEw) de 1,25 g/L, sería un agua con problemas
crecientes tanto por salinidad como por infiltración. La reducción de la
infiltración podría verse moderadamente afectada por el empleo de esta agua.
No debe existir problema de toxicidad específica pues según el valor de
SAR0 (8,81) es inferior al límite superior, no obstante, se debe tomar ciertas
precauciones con cultivos sensibles. No se recomendaría su uso en aspersión
en cultivos sensibles al sodio y a los bicarbonatos.
Como muestra el Índice de Saturación de Langelier, se trata de un agua
incrustante, por lo que, para prevenir la precipitación de CaCO3 se deberán
añadir 17,50 meq/L de ácido al agua de riego.