236
ESCUELA POLITÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA SECCIÓN INGENIERÍA AGRARIA GRADO EN INGENIERÍA AGRÍCOLA Y DEL MEDIO RURAL ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO DE CULTIVARES DE BRÓCOLI Y DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES HÍDRICAS Y COEFICIENTE DE CULTIVO ‘Kc’ Alberto Beautell González de Chaves La Laguna, junio 2016

ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO DE CULTIVARES DE BRÓCOLI Y DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES HÍDRICAS Y COEFICIENTE DE CULTIVO 'Kc

Embed Size (px)

Citation preview

ESCUELA POLITÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA

SECCIÓN INGENIERÍA AGRARIA

GRADO EN INGENIERÍA AGRÍCOLA Y DEL MEDIO RURAL

ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO DE

CULTIVARES DE BRÓCOLI Y DETERMINACIÓN

DE LAS NECESIDADES HÍDRICAS Y

COEFICIENTE DE CULTIVO ‘Kc’

Alberto Beautell González de Chaves La Laguna, junio 2016

RESUMEN

ENSAYO 1. ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO AGRONÓMICO DE DIEZ

CULTIVARES DE BRÓCOLI (Brassica oleracea L. var. Italica Plenck) DE

CICLO DE OTOÑO-INVIERNO, PRESTANDO ESPECIAL ATENCIÓN AL

COMPORTAMIENTO DE LA POLILLA Plutella xylostella DURANTE LOS

DISTINTOS ESTADOS FENOLÓGICOS DEL CULTIVO.

Autores: Beautell Glez de Chaves, A., D. Ríos Mesa y B. Santos Coello.

Palabras clave: brécol, bróculi, palomilla dorso diamante, variedades.

El brócoli es un cultivo en auge gracias a su elevado valor nutricional, pero

en Canarias sigue siendo un cultivo minoritario, tanto en producción como en

consumo. Introducir una oferta de distintos cultivares de brócoli de cara a la gran

aceptación que está tomando este producto puede ser interesante. Se ha

planteado un ensayo de 10 cultivares (Agassi, Belstar, Chronos, Jeremy, Lord,

Malibu, Naxos, Parthenon, Orantes y Ironman de testigo) en el ciclo otoño-

invierno en el municipio de Icod de Los Vinos, en la zona noroeste de Tenerife.

Los cultivares que mejor se comportaron, bajo igualdad de condiciones, en el

ensayo fueron Lord y Parthenon. Estos cultivares presentaron los mayores

pesos unitarios y rendimientos de cultivo, únicamente superados por el cultivar

Agassi respecto a este último parámetro. Los cultivares Malibu y Agassi

generaron las mayores producciones comerciales pero con pesos unitarios más

bajos. En cuanto a las características cualitativas de la inflorescencia, Parthenon

obtuvo pellas más densas y compactas que las del cultivar Lord. Los mayores

registros en las capturas de adultos de la polilla de las crucíferas (Plutella

xylostella) se produjeron en las primeras fases de desarrollo del cultivo, bajo

condiciones de altas temperaturas y bajas precipitaciones. No se observaron

daños causados por esta plaga ni en la superficie foliar ni en la pella de las

distintas variedades evaluadas.

ABSTRACT

Research on the agronomic reaction of ten autumn-winter cycle cultivars of

broccoli (Brassica oleracea L. var. Italica Plenck), focusing on the activity

of Plutella xylostella during different phenological cultivar’s stages.

Authors: Beautell Glez de Chaves, A., D. Ríos Mesa y B. Santos Coello.

Key words: brécol, bróculi, diamondback moth, variety.

Broccoli is a booming cultivar due to its high nutritional value, but in the

Canary Islands its production and consumption is still low. Taking its high

acceptance into account, it would be interesting to introduce different broccoli

cultivars. The research is focused on 10 autumn-winter cycle broccoli cultivars

(Agassi, Belstar, Chronos, Jeremy, Lord, Malibu, Naxos, Parthenon, Orantes y

Ironman de testigo) in Icod de Los Vinos, in the northeast of Tenerife. Under the

same conditions, Lord and Parthenon cultivars reached higher unit weights and

yield and cultivar Agassi yield was even higher. Malibu and Agassi cultivars were

the most commercial productive but with lower unit weight. Concerning qualitative

characteristics of inflorescence, Parthenon obtained denser and more compact

florets than Lord cultivar. The biggest records in catches of adults cruciferas

moth (Plutella xylostella) occurred in the early stages of crop development, under

high temperature and low precipitations. No damage caused by the pest either

on the leaf surface or the pellet of the different varieties evaluated.

RESUMEN

ENSAYO 2. DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES HÍDRICAS Y EL

COEFICIENTE DE CULTIVO (KC) DE LA ESPECIE Brassica oleracea L. var.

Italica, Plenck cv. Ironman, MEDIANTE UN LISÍMETRO DE DRENAJE, EN

FUNCIÓN DE LAS CONDICIONES AGROCLIMATOLÓGICAS DE LA ZONA

DE SANTA BÁRBARA, ICOD DE LOS VINOS.

Autores: Beautell Glez de Chaves, A., D. Ríos Mesa y B. Santos Coello.

Palabras clave: brócoli, evapotranspiración, riego.

El uso de un lisímetro de drenaje relativamente económico para que el

agricultor convencional pueda emplearlo en la determinación de las necesidades

hídricas de su cultivo, sería un gran impulso técnico para la agricultura de

Tenerife. En el presente ensayo se ha instalado este lisímetro para comprobar

su funcionalidad para medir la evapotranspiración de cultivo ETC y poder

determinar el coeficiente de cultivo KC para las condiciones agrometeorológicas

de Icod de Los Vinos. El ensayo se realizó en un suelo ándico con textura

arenosa-limosa. El cultivo empleado fue el Brócoli (Brassica oleracea L. var.

Italica, Plenk cv. Ironman) y se aplicó un marco de plantación de 50 x 50 cm

obteniendo una densidad de plantación de 4 plantas/m2. Se aplicó riego

localizado a razón de 2 emisores de 1,6 l/h por planta. El ciclo de cultivo fue

invierno-primavera y duró 55 días. Los brócolis fueron trasplantados al lisímetro

el 31 de marzo de 2014 y se le aplicaron las labores culturales propias de la

zona. Los resultados obtenidos demostraron buena fiabilidad en las mediciones

del lisímetro. Se contempló un valor inicial de coeficiente de cultivo KCini 0,4 y un

valor final, correspondiente al momento de cosecha, KCfin 1,35 que equivaldría al

KCmedio establecido en la metodología FAO (Doorembos y Pruitt, 1977, Allen et

al., 2006).

ABSTRACT

Identify the water requirements and the farming coefficient (KC) of species

(Brassica oleracea L. var. Italica, Plenck cv. Ironman), through a drainage

lisymeter, according to agroclimatic conditions in the area of Santa

Barbara, Icod de Los Vinos

Authors: Beautell Glez de Chaves, A., D. Ríos Mesa y B. Santos Coello.

Key word: broccoli, evapotranspiration, irrigation.

The use of a relatively economical drainage lisymeter that farmers can use it

in determinig the water needs of the crop, it would be a great impetus for the

technical agriculture in Tenerife. In this test it has been installed this lisymeter

method to check its funcionality for measuring evapotranspiration crop ETC and

to determine the crop coefficient KC for agrometeorological conditions from Icod

de Los Vinos. The trial was conducted in a andosol sandy-loam textured. The

farming used was the broccoli (Brassica oleracea L. var. Italica, Plenk cv.

Ironman) and was applied in a planting of 50x50 cm to obtain a planting density

of 4 plants/m2. Drip irrigation was used at 2 emitters of 1.6 l/h per plant. The

growing season was winter-spring and it last 55 days. The broccoli was

tramsplanted to the lisymeter on March 31, 2014 with their own cultural practices

of the area applied. The results showed good reliability in measurements from

the lisymeter. An inicial value of crop coefficient KCini 0,4 and an end value

corresponding to the time of harvest was observed, KCfin 1,35 equivalent amount

to KCmedio established in the FAO methology (Doorembos & Pruitt, 1977, Allen et

al., 2006)

Agradecimientos

Estos ensayos pertenecen al Plan Anual de Trabajo de 2014 del Servicio

Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo Insular de Tenerife. He de

agradecer a D. Domingo Ríos Mesa el que me haya brindado la oportunidad de

realizar este Trabajo Fin de Carrera, pues la experiencia ha sido muy

satisfactoria.

A Judith Fernández Rodríguez y Joaquín Monje Bailón pues sin ellos no

hubiera sido posible.

A Ramón López, Santiago Perera, Clemente Méndez y Santiago González

por ayudarme en todo momento y tener que sufrirme durante tanto tiempo.

A Belarmino Santos Coello por asesorarme y ayudarme en la elaboración de

este Trabajo.

A Carmen Calzadilla, Carmen Pilar, Estefanía, Javier y Mingui por el trato

recibido y hacerme sentirme como en casa en todo momento.

Agradecer especialmente a D. Domingo López González, propietario de la

finca donde se realizaron los ensayos, su disponibilidad en todo momento, su

constancia en el trabajo y su ayuda aportada. Muchas Gracias, a su hijo

“Dominguito” y a los operarios de la finca pues son el verdadero alma de este

Trabajo Fin de Carrera.

A José Luis, Jessica y Hugo del Laboratorio de Diagnóstico Agrícola I+D de

Canarias Explosivos S.A. por los análisis realizados y el trato recibido.

A Axel Ritter y Carlos Regalado por los consejos recibidos y el material

prestado para la realización de los ensayos.

A Mª del Carmen Martínez por dejarme utilizar el horno mufla del Laboratorio

de Biología Vegetal de la Escuela.

A mis Compañeros Samuel y Nauzet por ayudarme con la preparación del

lisímetro.

INTRODUCCIÓN………………………………………………………...19

OBJETIVOS………………………………………………………………21

Ensayo 1…………………………………………………………………………….21

Ensayo 2…………………………………………………………………………….21

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA…………………………………………..23

1. ORIGEN E HISTORIA DEL BRÓCOLI………………………………………..23

2. USOS Y VALOR NUTRICIONAL………………………………………………24

3. IMPORTANCIA ECONÓMICA…………………………………………………27

4. TAXONOMÍA Y DESCRIPCIÓN BOTÁNICA………………………………...28

5. FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO…………………………………………….30

5.1. FASE GERMINACIÓN ......................................................................... 30

5.2. FASE JUVENIL .................................................................................... 30

5.3. FASE DE INDUCCIÓN FLORAL .......................................................... 31

5.3.1. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INDUCCIÓN FLORAL ........ 32

5.3.1.1. FACTORES AMBIENTALES: TEMPERATURA Y LUZ .......... 32

5.4 FASE DE FORMACIÓN DE COGOLLOS ............................................. 33

5.5. FASE DE FLORACIÓN ........................................................................ 34

5.6. POLINIZACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN ................................................. 34

6. ESTADOS FENOLÓGICOS…………………………………………………….36

7. MATERIAL VEGETAL…………………………………………………………..40

7.1. PARÁMETROS DE SELECCIÓN ........................................................ 40

7.1.1. CICLO............................................................................................ 40

7.1.2. ALTURA DE PLANTA.................................................................... 41

7.1.3. DISTRIBUCIÓN E INSERCIÓN DE LAS HOJAS .......................... 41

7.1.4. BROTES SECUNDARIOS ............................................................. 41

7.1.5. PELLA O CABEZA ........................................................................ 41

7.1.6. FORMA .......................................................................................... 41

7.1.7. TIPO DE GRANO .......................................................................... 41

7.1.8. MADURACIÓN DEL GRANO ........................................................ 42

7.1.9. COLOR .......................................................................................... 42

7.1.10. TAMAÑO ..................................................................................... 42

7.1.11. PESO........................................................................................... 42

7.1.12. UNIFORMIDAD DE TAMAÑO ..................................................... 42

7.1.13. GRADO DE COMPACIDAD ......................................................... 42

7.2. CLASIFICACIÓN CULTIVARES COMERCIALES ................................ 43

7.2.1. CULTIVARES DE CICLO CORTO ................................................. 44

7.2.2. CULTIVARES DE CICLO MEDIO .................................................. 45

7.2.3. CULTIVARES DE CICLO TARDÍO ................................................ 46

8. ÉPOCA DE SIEMBRA…………………………………………………………..48

9. LABORES CULTURALES DEL BRÓCOLI…………………………………..52

9.1. PREPARACIÓN DEL CULTIVO ........................................................... 52

9.2. SIEMBRA Y PLANTACIÓN .................................................................. 52

9.2.1. OBTENCIÓN DE SEMILLAS ......................................................... 52

9.2.2. SEMILLEROS ................................................................................ 53

9.2.3. TRASPLANTE ................................................................................ 54

9.2.4. MARCOS DE PLANTACIÓN .......................................................... 55

9.3. REPOSICIÓN DE MARRAS ................................................................. 57

9.4. APORCADO ......................................................................................... 58

9.5. CONTROL DE ARVENSES .................................................................. 58

9.5.1. PREPARACIÓN DEL TERRENO ................................................... 58

9.5.2. SOLARIZACIÓN............................................................................. 59

9.5.3. COBERTURAS .............................................................................. 59

9.5.3.1. PLÁSTICOS............................................................................. 59

8.5.3.2. MULCHING.............................................................................. 59

9.5.4. ROTACIÓN DE CULTIVOS ........................................................... 60

9.5.5. MÉTODO MANUAL O MECÁNICO ................................................ 60

9.5.6. MÉTODO QUÍMICO ....................................................................... 60

10. EXIGENCIAS CLIMÁTICAS Y EDÁFICAS DEL BRÓCOLI………………62

10.1. CLIMA ................................................................................................. 62

10.2. SUELO ................................................................................................ 62

11. RIEGO……………………………………………………………………………64

11.1. INFLUENCIA DEL RIEGO SOBRE LA PRODUCCIÓN ...................... 64

11.2. NECESIDADES HÍDRICAS DEL CULTIVO ........................................ 65

11.3. EVAPOTRANSPIRACIÓN DEL CULTIVO .......................................... 65

11.3.1. EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA ............................. 71

11.3.2. COEFICIENTE DE CULTIVO ....................................................... 82

11.4. CONSIDERACIONES SOBRE LA PRÁCTICA DE RIEGO ................ 83

11.5. FERTIRRIGACIÓN ............................................................................ 84

11.5.1. PROGRAMA DE RIEGO ............................................................. 85

11.5.1.1. FERTILIZACIÓN DE FONDO ............................................... 85

11.5.1.2. FERTILIZACIÓN DE COBERTERA (FERTIRRIGACIÓN) .... 86

11.5.2. FERTILIZANTES PARA LA FERTIRRIGACIÓN ......................... 86

11.5.3. COMPATIBILIDAD ENTRE FERTILIZANTES ............................. 87

11.5.4. SOLUBILIDAD DE LOS FERTILIZANTES .................................. 87

11.5.5. REACCIÓN DE LOS FERTILIZANTES ....................................... 87

11.5.6. SALINIDAD DE LOS FERTILIZANTES ....................................... 88

11.5.7. OTROS ASPECTOS A TENER EN CUENTA ............................. 88

12. FERTILIZACIÓN………………………………………………………………..89

12.1. NUTRIENTES PRINCIPALES ............................................................ 89

12.1.1. NITRÓGENO ............................................................................... 89

12.1.2. FÓSFORO ................................................................................... 91

12.1.3. POTASIO ..................................................................................... 92

12.1.4. MAGNESIO ................................................................................. 93

12.1.5. CALCIO ....................................................................................... 94

12.1.6. AZUFRE ...................................................................................... 94

12.1.7. BORO .......................................................................................... 95

12.2. EFECTOS EN LA PRODUCCIÓN DE BRÓCOLI .............................. 96

12.2.1. FERTILIZACIÓN NITROGENADA .............................................. 96

12.2.2. FERTILIZACIÓN FOSFORADA .................................................. 96

12.2.3. FERTILIZACIÓN POTÁSICA ....................................................... 97

12.3. EFECTOS SOBRE LA CALIDAD DEL BRÓCOLI .............................. 97

12.3.1. FERTILIZACIÓN NITROGENADA .............................................. 97

12.3.2. FERTILIZACIÓN FOSFORADA .................................................. 98

12.3.3. FERTILIZACIÓN POTÁSICA ....................................................... 98

13. PLAGAS Y ENFERMEDADES……………………………………………….99

13.1. PLAGAS ............................................................................................. 99

13.1.1. ORUGAS ..................................................................................... 99

PLUTELLA XYLOSTELLA ................................................................. 100

13.1.2. PULGONES ............................................................................... 105

13.1.3. MOSCA ...................................................................................... 106

13.1.4. OTRAS PLAGAS DEL SUELO .................................................. 107

INSECTOS DEL SUELO .................................................................... 107

CEUTORRYNCHUS ........................................................................... 107

NEMÁTODOS .................................................................................... 107

13.1.5. OTRAS PLAGAS AÉREAS ........................................................ 107

MOSCA BLANCA ............................................................................... 107

PULGUILLA ........................................................................................ 108

CHINCHE VERDE .............................................................................. 108

MINADORES ...................................................................................... 108

CARACOLES Y BABOSAS ................................................................ 109

AVES, CONEJOS Y ROEDORES ...................................................... 109

13.2. ENFERMEDADES ............................................................................ 109

13.2.1. MILDIU ....................................................................................... 110

13.2.2. ALTERNARIAS .......................................................................... 110

13.2.3. HONGOS DE CUELLO .............................................................. 110

13.2.4. OTRAS ENFERMEDADES CRIPTOGÁMICAS ......................... 111

13.2.5. BACTERIOSIS ........................................................................... 111

13.2.6. NERVIACIÓN NEGRA ............................................................... 112

13.2.7. OTRAS ENFERMEDADES BACTERIANAS .............................. 112

PSEUDOMONAS SPP ....................................................................... 112

ERWINIA SPP .................................................................................... 112

13.2.8. ENFERMEDADES VIRÓTICAS ................................................. 113

14. ACCIDENTES Y FISIOPATÍAS……………………………………………..114

14.1. HELADAS, BAJAS TEMPERATURAS ............................................. 114

14.2. HOJAS BRACTEIFORMES EN EL INTERIOR DE LA CABEZA

FLORAL ..................................................................................................... 114

14.3. FORMACIÓN PREMATURA DE COGOLLOS PREFLORALES ...... 114

14.4. APERTURA PREMATURA DE COGOLLO PREFLORAL (SUBIDA EN

FLOR) ........................................................................................................ 115

14.5. DEFORMACIONES DE LAS INFLORESCENCIAS .......................... 115

14.6. DECOLORACIONES DE LAS INFLORESCENCIAS........................ 115

14.7. GRANOS MARRONES ..................................................................... 116

14.8. FALTA DE FLORACIÓN (BLINDNESS) ........................................... 116

14.8. AHUECADO DEL TALLO................................................................. 117

15. RECOLECCIÓN Y POSTCOCECHA……………………………………….118

ENSAYO 1

1.1. MATERIALES Y MÉTODOS………………………………………………..123

Situación del ensayo ................................................................................. 123

Material vegetal ......................................................................................... 124

Condiciones de agua y suelo .................................................................... 124

Siembra y trasplante ................................................................................. 126

Operaciones de cultivo .............................................................................. 127

Recolección .............................................................................................. 130

Controles realizados ................................................................................. 131

Determinación de la curva de vuelo de la polilla de las crucíferas, Plutella

xylostella, y de la incidencia de daños ...................................................... 135

Diseño experimental ................................................................................. 136

Datos agroclimáticos ................................................................................. 138

1.2. RESULTADOS Y DISCUSIÓN……………………………………………..141

Características del aparato foliar de las plantas ....................................... 141

Parámetros productivos ............................................................................ 141

Características del ciclo ............................................................................ 145

Número de inflorescencias cosechadas por pase de recolección ............. 146

Peso relativo del tallo floral respecto al total de la inflorescencia ............. 148

Características de la pella ......................................................................... 149

Otras características de las inflorescencias .............................................. 151

Resumen fichas características de los cultivares ...................................... 154

Curva de vuelo de la polilla de las crucíferas, Plutella Xylostella, e incidencia

de daños ................................................................................................... 164

CONCLUSIONES………………………………………………………………….169

ENSAYO 2

2.1. MATERIALES Y MÉTODOS………………………………………………..175

Elaboración del lisímetro............................................................................ 175

Densidad aparente del suelo ..................................................................... 178

Instalación en campo del lisímetro de drenaje ........................................... 179

Condiciones de agua y suelo ..................................................................... 182

Trasplante de los brócolis .......................................................................... 187

Controles realizados .................................................................................. 187

Datos agroclimáticos ................................................................................. 190

RESULTADOS Y DISCUSIÓN…………………………………………………..193

CONCLUSIONES………………………………………………………………….198

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………201

ANEXO 1. ENSAYOS DE CULTIVARES………………………………………217

ANEXO 2. ANÁLISIS DE AGUA Y SUELO……………………………………222

ANEXO 3. CALIDAD DEL AGUA DE RIEGO…………………………………230

Introducción

19

INTRODUCCIÓN

El nombre de “brócoli”, “bróculi” o “brécol” procede del latín “brachium” que

significa “rama” y hace referencia a la forma ramificada de sus cabezuelas

florales (Rodríguez Hernández, 2013).

Es un cultivo de estación fría que posee distintos requerimientos climáticos

para producir una pella comercializable y de calidad, de manera que las fechas

de plantación influyen sobre las características de las misma y duración del

ciclo (Francescangeli et al., 2004).

Dada la gran cantidad de cultivares de brócoli que ofrecen las casas

comerciales, muchos de ellos extranjeros, se le plantea al agricultor la dificultad

de elegir el más adecuado, para las condiciones edafológicas y agroclimáticas

locales (García et al., 2006).

Hasta hace poco, el destino fundamental del brócoli era la industria de

congelación y deshidratación, pero cada vez en mayor medida se realiza una

comercialización del producto en fresco (García et al., 2006).

En los últimos años se han producido, en Tenerife, importantes daños en

cultivos de brasícas provocados por la polilla de las crucíferas, Plutella

xylostella. Este hecho ha motivado que desde el Cabildo Insular de Tenerife se

realicen distintas actuaciones con el fin de estudiar el comportamiento de esta

plaga y establecer recomendaciones adecuadas para su control (Perera et al.,

2012). Es por ello, por lo que se plantea efectuar un seguimiento de la

población de este insecto, así como su incidencia en los distintos cultivares de

brócoli evaluados en este trabajo.

El cultivo del brócoli cada día tiene más importancia en las islas. El brócoli

por su alto valor nutricional comienza a ser un producto frecuente en la cesta

de la compra de las familias isleñas. Mejorar los rendimientos de productividad

de este cultivo, empieza a ser una necesidad para los agricultores, pues ven en

el brócoli, una buena alternativa de cara al mercado.

Conocer la necesidades hídricas del brócoli es muy importante, pues la

mayor o menor presencia de agua en el suelo es el principal factor limitante de

la productividad de los sistemas agrícolas. Es fundamental entender y

cuantificar el balance de agua de un suelo, para evaluar su disponibilidad para

el cultivo o cuantificar las necesidades de riego. La cantidad necesaria de agua

de riego dependerá fundamentalmente de la cantidad de agua que el brócoli

pierda por evapotranspiración (ET), factor que suele ser directamente

proporcional a la productividad (Villalobos et al., 2002).

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

20

Objetivos

21

OBJETIVOS

Ensayo 1

Estudiar el comportamiento agronómico de diez cultivares de brócoli

(Brassica oleracea L. var. Italica Plenck) de otoño-invierno, prestando especial

atención al comportamiento de la polilla Plutella xylostella durante los distintos

estados fenológicos del cultivo.

Ensayo 2

Construir un lisímetro de drenaje para determinar las necesidades hídricas

y el coeficiente de cultivo (KC) de la especie Brassica oleracea L. var. Italica

Plenck cv. Ironman en las condiciones de cultivo del noroeste de Tenerife.

Revisión Bibliográfica

23

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

1. ORIGEN E HISTORIA DEL BRÓCOLI

La familia botánica de las brassicáceas se considera nativa del Asia

Occidental y Europa. Tienen un ancestro común en una planta silvestre del

Mediterráneo o del Asia Menor que fue llevada a las peñas calcáreas de

Inglaterra, a las costas de Dinamarca, Holanda, Francia, España y Grecia. Las

plantas originarias todavía crecen de forma silvestre a lo largo de las costas del

Mediterráneo, Gran Bretaña y del sudoeste de Europa. Estas especies por

selección natural o mutación han dado origen a las especies que se cultivan

actualmente (Jaramillo et al., 2006).

Hay evidencias de que alguna forma de Brassica oleracea fue cultivada por

los griegos alrededor del siglo IV a.C. Así, Teofrasto (s. III – IV a.C.) identifica

tres variedades de B. oleracea y Catón en el siglo II a.C. hace lo mismo.

Parece pues, que en esta época había ya un cultivo de varios tipos de B.

oleracea en la cuenca mediterránea oriental. Dentro de estos tipos se

encontraban brócolis rebrotantes y otros tipos de coles. Plinio (s. I d.C.) cita el

cultivo de tipos de col formadores de pella de hábito rebrotante y tipos de

formación de pella única compacta que aducen a la presencia de brócoli y

coliflor en la península italiana. Es posible que debido al papel vertebrador de la

Península Italiana en el mundo romano, el brócoli pasara de la zona oriental del

Mediterráneo a zonas más centrales del mismo e incluso al Mediterráneo

Occidental (Gray, 1982).

Durante el cultivo del brócoli en la Península Italiana se produciría una

amplia diversificación de tipos. Giles (1994) clasifica los brócolis italianos en

tres grupos dependiendo de la facilidad de rebrote y de la longitud de los tallos

florales. A principios del siglo XVII el brócoli se cultiva ya en Inglaterra y el

Norte de Europa de manera generalizada (Nuez, F. et al., 1999).

Philip Miller, en su Gardener’s Dictionary de 1724, le llamaba “Sprout

Couliflower” (brote de coliflor) o “Italian Asparagus” (espárrago italiano) (Biggs,

2004).

El brócoli se introdujo en España en los años 70. Inicialmente se cultivó en

la Comunidad Valenciana y Cataluña, posteriormente el cultivo se extendió a

otras regiones españolas como Murcia, Andalucía, en fases más tardías es

posible encontrarlo en regiones como Extremadura, Rioja, Navarra, Aragón,

Castilla La Mancha (Maroto, 1995).

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

24

2. USOS Y VALOR NUTRICIONAL

La Brassica oleracea L. var. italica Plenck es una hortaliza aprovechable

por sus inflorescencias, denominadas pellas. El color de las pellas más común

es el verde grisáceo, aunque pueden encontrarse también grisáceas o moradas

(Maroto et al., 2007).

Numerosos estudios epidemiológicos indican que las Brassicaceas, y el

brócoli en especial, nos protegen contra el cáncer (Moreno et al., 2006), ya que

son una fuente rica en compuestos bioactivos, además de poseer un alto

contenido en vitaminas y nutrientes minerales.

Esta hortaliza se consume principalmente como verdura o en ensaladas,

utilizándose crudas, cocidas, en encurtidos o industrializadas (Nuez, F. et al.,

1999). La tendencia de consumo ha variado considerablemente, tanto el

mercado en fresco como los productos transformados, han desplazado de

modo importante al del congelado (Namesny, 1993).

El contenido nutricional del brócoli es variable, dependiendo principalmente

de las condiciones ambientales donde se desarrolla la planta, la edad de la

misma, las propiedades del cultivar, y el método de conservación,

procesamiento y preparación (Jaramillo et al., 2006).

El brócoli es una fuente rica de vitaminas A, C, E, B1, K y folatos (Moreno

et al., 2006) que confieren propiedades antioxidantes y colaboran en la

formación del colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos y blancos. Está

compuesto principalmente por agua y tiene un alto contenido en fibra, lo que

conlleva que su nivel de calorías aportadas al organismo tras su ingesta sea

mínimo, por lo que se recomienda en dietas de control de peso (Rodríguez,

2013).

Los compuestos bioactivos presentes en frutas y hortalizas, son

metabolitos y compuestos químicos del metabolismo secundario de los

vegetales, que se encuentran en cantidades pequeñas en las plantas, con

respecto a otros macronutrientes, pero que contribuyen significativamente a

regular los mecanismos de protección frente a situaciones de estrés y tienen

propiedades biológicas de interés para la prevención de algunas enfermedades

en los humanos que los consumen (Hooper y Cassidy, 2006). Entre los

compuestos bioactivos del brócoli, cabe destacar a los glucosinolatos y los

compuestos fenólicos (flavonoides y ácidos hidroxicinámicos) (Podsędek,

2007), además de otros nutrientes como carotenoides (López-Berenguer et al.,

2009), fibra (que le confiere cierto poder laxante) y elementos minerales

esenciales para la salud (Moreno et al., 2006).

Se ha reportado que tiene propiedades antivirales y por su contenido de

cromo, ayuda a regular la insulina y el azúcar en la sangre, reduciendo el

Revisión Bibliográfica

25

riesgo de diabetes. Asimismo, es recomendable para quienes padecen de gota,

debido a su gran contenido de calcio, hierro y vitamina C (Jaramillo et al.,

2006).

Se sabe que los elementos minerales (Na, K, Ca, Mg, Cl y P) son

esenciales para los seres humanos y se requieren cantidades superiores a 50

mg/día, mientras que de los elementos traza (Fe, Zn, Cu, Mn, I, F, Se, Cr, Mo,

Co y Ni) se requieren en cantidades inferiores a 50 mg/día. Entre los minerales

del brócoli, destaca el potasio, aunque cuenta también con cantidades

específicas de calcio, zinc, yodo, hierro y magnesio. Los nutrientes minerales

intervienen en la generación de impulsos nerviosos, así como en la actividad

muscular, regulación de agua en la célula, funcionamiento de diversos órganos

internos como los intestinos y mejora de la inmunidad en general. Los

minerales, en concreto el yodo, son indispensables para el funcionamiento de

la glándula tiroides, controlando así ciertas funciones metabólicas como la

regulación de la temperatura corporal y el desarrollo del cerebro del feto

durante el embarazo (Martínez-Ballesta et al., 2010).

En la tabla 1 se detalla la composición nutritiva del brócoli.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

26

Tabla 1. Composición nutricional del brócoli en 100 gramos de porción comestible. Jaramillo et al. (2006).

Compuesto Cantidad por cada 100 gramos

Agua (%) 89,92

Ceniza (%) 0,26

Energía (Cal) 42

Proteína (g) 5,45

Lípidos (g) 0,30

Grasa (g) 0,30

Glucósidos (g) 4,86

Glúcidos (g) 3,70

Fibra (g) 1,90

Vitaminas

A (U.I.) 3500

B1 Tiamina (mg) 100

B2 Riboflavina (mg) 210

B3 Niacina (mg) 0,90

B6 0,143

C Ac. Ascórbico (mg) 118

Minerales

Calcio (mg) 130

Hierro (mg) 1,30

Fósforo (mg) 76

Potasio (mg) 355

Sodio (mg) 26

Zinc (mg) 0,38

Magnesio (mg) 24

Cobre (mg) 0,043

Manganeso (mg) 0,218

Azufre (mg) 97

Cloro (mg) 51,20

Revisión Bibliográfica

27

3. IMPORTANCIA ECONÓMICA

El cultivo del brócoli (Brassica oleracea L. var. Italica Plenck) ha aumentado

durante los últimos años tanto en producción como en consumo, debido

principalmente a su alto valor nutricional.

Los países más consumidores son: Reino Unido, Francia y Holanda, que

reciben un 65 % del total de la producción española. En nuestro país no está

muy extendido el consumo, aunque se está introduciendo de manera

importante en los últimos años (Rodríguez Hernández, 2013).

En España, a partir del 2010, se empieza a diferenciar el cultivo del brócoli

del de la coliflor, teniendo una superficie total cultivada en 2012, excluyendo a

Canarias, de 22.886 ha, con una producción total de 360.555 t, siendo las

principales Comunidades Autónomas productoras de brócoli Murcia, seguida

de Navarra, Andalucía, C. Valenciana y Castilla-La Mancha. Otras regiones

como Extremadura, Aragón o Cataluña poseen producciones de menor

importancia (Magrama, 2012).

En el año 2012, la producción de brócoli representó el 2,7% de las

hortalizas cosechadas en España. La producción se destinó en un 75,8% a su

venta en consumo en fresco, un 21,8% a productos transformados, un 2,2%

para consumo propio y el resto para alimentación animal (Magrama, 2012).

A día de hoy, en España, el cultivo de brócoli adquiere especial importancia

en el Sureste, desde donde se distribuye al resto de la Península y al

extranjero. El clima templado mediterráneo resulta óptimo para su cultivo, y en

la actualidad, con la introducción de nuevas variedades, se persigue poder

producir brócoli todo el año (Proexport, 2012).

Desafortunadamente, en Canarias, no existen referencias recientes de su

cultivo, debido a que las estadísticas oficiales recogen los datos relativos al

brócoli junto con los de la coliflor. La única referencia encontrada, referente a la

superficie de cultivo, es la de la Encuesta sobre Superficie y Rendimientos

(ESYRCE) realizada en el 2013 por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y

Medio Ambiente, en la que se estima una superficie cultivada de 54 ha.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

28

4. TAXONOMÍA Y DESCRIPCIÓN BOTÁNICA

El brócoli, bróculi o brécol pertenece a la familia Brassicaceae, siendo su

nombre científico Brassica oleracea L. var. italica Plenck.

Para algunos botánicos, coliflores y brócolis pertenecen a la misma

variedad botánica, distinguiéndose en su forma, siendo las primeras B.

oleracea L. var. botrytis, forma cauliflora, y los brócolis B. oleracea L. var.

botrytis L., forma cymosa. En algunas ocasiones las coliflores de invierno son

denominadas también brócolis, principalmente aquellas en las que el color de

la cabeza es ligeramente morado (Maroto et al., 2007).

Esta diferencia de opiniones se debe a la poca diferenciación que existe

entre brócolis y coliflores por la estrecha relación que hay entre ambas

variedades de la misma especie. La clasificación taxonómica más correcta para

describir al brócoli es:

División: Magnoliophyta

Clase: Magnoliopsida

Orden: Brassicales

Familia: Brassicaceae

Género: Brassica

Especie: oleracea L.

Variedad: italica

Nombre científico: Brassica oleracea L. var. Itálica Plenck

Nombre común: Brócoli, brécol.

El brócoli es una planta herbácea, anual, que posee una raíz pivotante de

la que parten muchas raíces secundarias superficiales. Tiene un tallo corto,

erecto, que termina en una masa globosa de yemas florales hipertrofiadas, en

los laterales y en las axilas de las hojas. Así mismo, puede desarrollar brotes

de yemas florales, de tamaño menor que el de la cabeza principal, que

aparecen de forma paulatina y escalonada, generalmente tras el corte del

cogollo principal. Las masas de pellas, inflorescencias, son de color verdoso,

grisáceo o morado, con diferente grado de compactación según cultivares.

Algunos cultivares de brócoli no producen una pella principal, sino

solamente multitud de brotes axilares. A estos cultivares se les conoce como

“brócoli de rebrote”. La intensidad de rebrotado axilar es muy variable, según el

cultivar de que se trate (Maroto et al., 2007).

Revisión Bibliográfica

29

Las hojas suelen tener el limbo de color verde oscuro, son rizadas,

festoneadas, con ligerísimas espículas, alternas o en roseta, simples o

divididas, pecioladas, sin estípulas; con dimorfismo foliar, formadas por foliolos.

Se extienden de forma horizontal y abierta dejando al descubierto la futura

pella.

Las flores son amarillas, completas, diclamídeas, heteroclamídeas,

perfectas, de simetría actinomorfa y ordenación cíclica (verticilada). El cáliz

está formado por cuatro sépalos dialisépalos. La corola es cruciforme, en forma

de cruz, de ahí el antiguo nombre de la familia, Cruciferaceae, y está formado

por cuatro pétalos, dialipétalos. El androceo generalmente de seis estambres

es heterodínamo, tetradínamo, anisostémono, con estambres dialistémonos

dispuestos en dos verticilos, a menudo presentando nectarios en la base de

sus filamentos. El gineceo está formado por dos carpelos soldados en un

ovario súpero, con dos cavidades separadas por un falso tabique de origen

placentario (replo) y que encierra varios primordios seminales con placentación

parietal (Díaz et al., 2004).

La inflorescencia es racemosa, de polinización alógama, y la fructificación

de estas plantas se produce en silicuas. Las semillas son redondeadas de color

parduzco y carecen de endospermo. En 1 gramo pueden contenerse unas 350

semillas, aunque hay variaciones a nivel de cultivar, con una capacidad

germinativa media de unos cuatro años (Maroto et al., 2007).

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

30

5. FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO

El ciclo comercial está dividido en dos fases, diferenciadas por el momento

de la aparición floral; la fase vegetativa y la fase reproductiva, en la cual se

incluye la duración de la cosecha. La fase vegetativa se caracteriza por el

incremento en el número de hojas y el engrosamiento del tallo, mientras que la

fase reproductiva, por el crecimiento y desarrollo de la cabeza, desde la

formación de la inflorescencia hasta la cosecha de la misma. Estas fases a su

vez se subdividen en varias etapas: fase vegetativa que incluye la etapa de

germinación y la etapa juvenil, y la fase reproductiva que incluye la etapa de

inducción floral, formación de la inflorescencia o cogollos y floración (Jaramillo

et al., 2006).

5.1. FASE GERMINACIÓN

Comienza con la germinación de la semilla y se prolonga hasta que la

plántula tenga entre tres y cuatro hojas bien formadas y una altura entre 10-12

cm. El intervalo óptimo de temperatura de germinación para el brócoli se

establece entre los 20-30ºC. A temperaturas superiores a los 30ºC disminuye

ostensiblemente la germinación del brócoli y por encima de los 36ºC la

germinación queda prácticamente inhibida (Elson, 1989), aunque pueden existir

diferencias entre cultivares (Maroto et al., 1996).

5.2. FASE JUVENIL

Se inicia cuando las plántulas tienen cuatro hojas y finaliza con la

visualización del primordio floral. Durante esta fase, la planta sólo forma hojas y

raíces. El tallo se engruesa y alarga hasta alcanzar un máximo desarrollo;

también presenta una gran proliferación de hojas, y las senescentes son

escasas en este período. En esta etapa del crecimiento, la altura, diámetro del

tallo, biomasa, número de hojas y área foliar presentan un incremento

logarítmico (Jaramillo et al., 2006).

La duración de este período y la velocidad de formación de las hojas varía

con el cultivar y las condiciones ambientales, de modo que el final de esta fase

tendrá lugar por la existencia de temperaturas vernalizantes (Maroto et al.,

1996). Por la acción de éstas temperaturas (entre 6 y 10°C), ocurren los

cambios fisiológicos necesarios para la formación de la pella. Hasta llegar a la

floración, la mayor parte de las sustancias de reserva elaboradas por las hojas

son movilizadas hacia el meristemo apical del tallo principal, para formar los

tallos preflorales que sostienen los nuevos y múltiples meristemos apicales que

conforman la pella.

Según Wien y Wurr (1997), la demostración de la existencia de un período

juvenil se obtiene por la exposición de plantas de varias edades a bajas

Revisión Bibliográfica

31

temperaturas, y observando la cantidad de hojas que se forman en el tallo

principal antes de los cambios en el ápice hacia una estructura reproductiva.

De este modo, si la planta atraviesa aún la fase juvenil cuando se aplica el

tratamiento con frío, el número final de hojas será similar a las plantas no

tratadas con frío. Después de que las plantas hayan alcanzado el estado

vegetativo adulto, el tratamiento con frío reducirá el número de hojas formadas,

y también la tasa de crecimiento. Por consiguiente, puede conocerse el efecto

de la vernalización por el número de hojas formadas antes de la estructura

floral.

Wien y Wurr (1997) dicen que la existencia del período juvenil en la especie

Brassica oleracea ha sido claramente demostrada por Stokes y Verkerk (1951),

Wiebe (1972a) y Thomas (1980), quienes encontraron que la vernalización no

ocurría durante la germinación de las semillas.

En brócoli, las plantas adultas poseen claramente una dominancia del

meristemo apical que es más ancha que en las plantas juveniles. Además,

cuando las plantas son expuestas al “frío relativo”, se produce un estiramiento

pronunciado del ápice cuando han alcanzado la etapa adulta (Wien y Wurr,

1997).

En zonas muy cálidas, la planta casi siempre permanece vegetativa a

causa de las altas temperaturas, a menos que se usen cultivares que se hayan

desarrollado específicamente para esas condiciones (González et al., 2007).

5.3. FASE DE INDUCCIÓN FLORAL

Por lo general, el brócoli es una planta considerada vernalizante facultativa

(Wiebe, 1990), es decir, no es una planta que necesite estar expuesta a bajas

temperaturas para inducir la floración, aunque existen cultivares que para poder

emitir inflorescencia necesitan temperaturas inferiores a los 10ºC.

Maroto et al. (2007), comentan que en este estadio la planta recibe, por la

acción de las bajas temperaturas, la aptitud para reproducirse y la capacidad

de formar un cogollo de yemas preflorales hipertrofiadas. Durante esta fase la

planta continua formando hojas, por lo que aparentemente no experimenta

cambios morfológicos, pero sufre una serie de cambios internos fisiológicos

que la hacen capaz de formar los órganos reproductores.

Según Maroto et al. (2007), para una correcta vernalización no es

conveniente que exista una diferencia térmica muy marcada entre el día y la

noche, sino que es preferible un régimen sostenido de temperaturas bajas. La

exposición a altas temperaturas en pleno período de inducción o posterior,

puede tener un efecto desvernalizador.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

32

Los mismos autores comentan que existe una correlación muy marcada

entre el número de hojas formadas y la producción de cogollos, por esta razón

es muy importante ajustar las fechas de siembra al cultivar que se trate, para

que el período de inducción floral se produzca cuando la planta posea un

número suficiente de hojas.

5.3.1. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA INDUCCIÓN FLORAL

En la inducción floral los factores más limitantes son las bajas temperaturas

vernalizantes, pero también hay que tener en cuenta otros factores como el

fotoperíodo, el cultivar, etc.

5.3.1.1. FACTORES AMBIENTALES: TEMPERATURA Y LUZ

Las estimaciones de las temperaturas precisas que permiten el proceso

de vernalización varían. En Brócoli, la respuesta a la temperatura es similar a la

de la coliflor, aunque el límite superior de temperatura para la formación de

cabeza puede ser más alto. Wurr et al. (1993) comprobaron ausencia de

vernalización, en cultivares de coliflor de verano/otoño, a temperaturas por

debajo de 9ºC o por encima de 21ºC, y un valor máximo de vernalización entre

9º-9,5ºC. Wiebe (1975), en su estudio, comprobó que el cultivar de brócoli

Coastal formó cabezas a temperaturas constantes de 27ºC. Fontes y Ozbun

(1972), por otro lado, observaron la formación de la cabeza en el cultivar

Waltham 29 a temperaturas comprendidas entre 24º/27ºC (día/noche) (Wien y

Wurr, 1997).

Miller et al. (1985) estudiaron la vernalización en los cultivares de brócoli

Bravo y Gem, exponiendo las plantas en fase de germinación a régimen de

temperaturas entre -3 y -5ºC ó 1-2ºC durante períodos de 7-34 días

empezando a los 6 días de la siembra, hasta los 33 días. Posteriormente

fueron colocadas bajo invernadero, donde las temperaturas oscilaban entre los

21/18ºC para día/noche. En dichos estudios se constató que las plantas

expuestas a 14 o más días de tratamiento de frío, empezaron a florecer 13 días

o más, antes que las plantas no tratadas.

Grevsen (1998) realizó experimentos durante tres años, con cuatro

plantaciones por año, tres cultivares y dos densidades de plantación. Después

de sesenta y ocho cosechas, llegó a la conclusión de que existe una relación

cuadrática entre el logaritmo del diámetro de la pella y la suma de la

temperatura de la inducción floral, con un mínimo de 0ºC y un máximo de 17ºC,

que puede hacer variar el diámetro de la pella en un 97,3%.

La duración de las temperaturas vernalizantes varía según el tipo de

cultivar seleccionado; de este modo, para cultivares de otoño, oscilará entre

dos semanas, para los más precoces y cinco semanas para los más tardíos;

Revisión Bibliográfica

33

para cultivares de invierno debe variar entre cinco semanas para los más

precoces y quince semanas para los más tardíos (Maroto et al., 2007).

Las condiciones de luz durante la vernalización no son tan importantes

como las de temperatura. Sin embargo, si aumentan las temperaturas

nocturnas y se reduce la intensidad lumínica, la formación de cabezas se ve

retrasada y el número de hojas aumenta. Esto podría implicar que deben existir

unos niveles adecuados de carbohidratos presentes en la planta para permitir

la diferenciación de las cabezas (Wien y Wurr, 1997).

Esta situación podría explicarse porque en estas condiciones de

incremento térmico durante la noche, aumenta la respiración y, al no realizarse

la fotosíntesis, el balance energético en la planta es aún más negativo,

aumentando el consumo de carbohidratos; al mismo tiempo, parece ser que a

temperaturas elevadas existe una mayor competencia energética por parte del

meristemo vegetativo frente al reproductivo, hecho que no sucede a bajas

temperaturas. Es posible que haya relación entre el nivel de carbohidratos y la

iniciación de la pella. Esta idea es apoyada por ensayos en los que se ha

acelerado la iniciación de la pella aplicando sacarosa a ápices de plantas

intactas (Atherton et al., 1987).

La falta de correlación entre los niveles de azúcar en el ápice y la

diferenciación del crecimiento reproductivo encontrado por Fontes y Ozbun

(1972) para brócoli, puede implicar, sin embargo, que otros factores, como los

niveles hormonales, estén también involucrados (Wien y Wurr, 1997).

5.4 FASE DE FORMACIÓN DE COGOLLOS

Durante esta etapa ocurre el crecimiento de la inflorescencia y se prolonga

hasta la cosecha, cuando aún no han abierto las flores. La inflorescencia

presenta un crecimiento exponencial en diámetro y biomasa, caracterizado por

un período de crecimiento lento, seguido de un período más rápido, que se

extiende hasta la cosecha (Jaramillo et al., 2006).

La mayor parte de las sustancias de reserva elaboradas por las hojas, son

movilizadas hacia el meristemo de crecimiento apical, que sufre una serie de

transformaciones y multiplicaciones que conducen a la formación del cogollo de

la inflorescencia. En esta multiplicación no se observa dominancia apical de la

inflorescencia, ni elongación alguna de sus pedúnculos (Maroto et al., 2007),

pero el diámetro del tallo se incrementa lentamente y la altura de la planta

presenta un segundo pico en su crecimiento, por el aumento en el tamaño de la

cabeza (Jaramillo et al., 2006).

La temperatura juega un papel muy importante en el crecimiento del

cogollo, estando situado el cero de crecimiento a un nivel muy bajo (3-5ºC),

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

34

mientras que un aumento de temperatura 3-4ºC puede traducirse en un

incremento de la producción de un 80% (Rahn, 1979).

Las temperaturas elevadas, por encima de los 30-35ºC, son más

perjudiciales que las bajas, si cabe. De este modo son tres las fisiopatías

típicas, que serán desarrolladas en el apartado correspondiente, debidas al

estrés por calor en la maduración de la cabeza del brócoli: el rápido

hinchamiento de los sépalos, la irregular separación de los floretes individuales,

y la profusión de hojas bracteiformes en la cabeza floral (Heather et al., 1992).

Otros factores que poseen cierta incidencia en esta fase son el cultivar y

las prácticas de cultivo. Se ha observado que la siembra directa permite un

acogollamiento más precoz. Si las plantas sufren un período de bajas

temperaturas previo a su trasplante, se observa una menor variabilidad en el

peso y la talla de las hojas, lo que es interesante para conseguir una

producción más agrupada y homogénea ante una recolección mecanizada

(Maroto et al., 2007).

En brócoli, los cogollos formados están floralmente mucho más avanzados

que los de la coliflor en el momento de la cosecha, además, son verdaderas

inflorescencias de botones florales sin abrir que no se encuentran cubiertos por

hoja alguna. Una vez los cogollos están formados nos encontramos en el

momento de efectuar su recolección y si hubiera que definir el punto óptimo de

cosecha, sería aquel en el que la inflorescencia estuviera prieta y hubiese

adquirido el máximo volumen, sin mostrar síntomas de abertura floral o

sobremaduración (Maroto et al., 2007).

5.5. FASE DE FLORACIÓN

Durante esta fase, los tallos que sostienen las flores comienzan a crecer y

las flores inician su apertura (Santoyo y Martínez, 2011).

La temperatura y la humedad son los dos grandes factores de influencia

durante esta etapa. Los cultivares de verano, que pueden formar una pella de

ramificaciones preflorales sin incidencia práctica de temperaturas vernalizantes,

pueden a veces necesitar de la incidencia de frío para florecer. Las variedades

de invierno suben a flor inmediatamente después de haber formado el cogollo

(Maroto et al., 2007).

5.6. POLINIZACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN

La polinización es cruzada y entomófila. Los estigmas están maduros antes

de la apertura de la flor, mientras que los estambres no liberan el polen hasta

que se ha producido la floración.

Revisión Bibliográfica

35

En cultivares precoces de ciclo corto, las flores son autoestériles, pudiendo

existir autogamia, mientras que las variedades de ciclo largo son normalmente

autoincompatibles. Esta variabilidad en el comportamiento es debida a la

existencia en las especies de un sistema de autocompatibilidad polínica

controlado por una serie alélica de efectos graduales, es decir, genes de

incompatibilidad “fuertes”, “débiles”, y “autofértiles” (Hervé, 1979).

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

36

6. ESTADOS FENOLÓGICOS

La fenología es la ciencia que estudia los fenómenos biológicos periódicos

relacionados con el clima y con los cambios estacionales a los que se

encuentran sometidas las plantas. Bajo el punto de vista agronómico su

conocimiento permite extraer consecuencias con respecto a un microclima

determinado, y viceversa, conocido éste se puede prever la respuesta de la

planta. Desde un punto de vista económico estos datos son de gran

importancia ya que, convenientemente tratados, sirven para predecir cuándo

puede aparecer una plaga, la necesidad de efectuar un abonado específico, la

aplicación de un producto hormonal, etc. (Agusti, 2004).

La escala extendida BBCH (Bayer, BASF, Ciba-Geigy y Hoechst) es un

sistema para una codificación uniforme de identificación fenológica de estadios

de crecimiento para todas las especies de plantas mono – y dicotiledóneas. Es

el resultado de un grupo de trabajo conformado por el Centro Federal de

Investigaciones Biológicas para Agricultura y Silvicultura (BBA) de la República

Federal Alemana, el Instituto Federal de Variedades (BSA) de la República

Federal de Alemania, la Asociación Alemana de Agroquímicos (IVA) y el

Instituto para Horticultura y Floricultura en Grossbeeren/ Erfurt, Alemania (IGZ).

El código decimal, se divide principalmente entre los estadios de crecimiento

principales y secundarios y está basado en el bien conocido código

desarrollado por Zadocks et al. (1974) con la intención de darle un mayor uso a

las claves fenológicas (Meier, 2001).

Tabla 2. Codificación BBCH de los estadios fenológicos de desarrollo de otras hortalizas (Col de Bruselas = Brassica oleracea L. var. gemmifera DC./ZENK, Coliflor = Brassica oleracea L. var. Botrytis, Brecól / Brócoli = Brassica oleracea L. var. italica PLENCK).

Código Descripción

Estadio principal 0. Germinación

00 Semilla seca

01 Comienza la imbibición de la semilla

03 Imbibición completa

05 La radícula emerge de la semilla

07 El hipocótilo con los cotiledones atraviesan el tegumento seminal

09 Emergencia: los cotiledones salen a la superficie del suelo

Estadio principal 1. Desarrollo de las hojas (tallo principal)

10 Cotiledones completamente desplegados ; el punto de crecimiento o el inicio de la hoja

verdadera, visible

11 Primera hoja verdadera desplegada

12 2a hoja verdadera desplegada

13 3a hoja verdadera desplegada

1. Los estadios continúan hasta ...

19 9 o más hojas verdaderas desplegadas

Estadio principal 2. Formación de brotes laterales

Revisión Bibliográfica

37

21 Primer brote lateral visible 1)

22 2o brote lateral visible 1)

23 3er brote lateral visible 1)

2. Los estadios continúan hasta ...

29 9 o más brotes laterales visibles 1)

Estadio principal 3. Crecimiento longitudinal

31 El tallo principal ha alcanzado el 10 % de la altura típica esperada para la variedad 2)

32 El tallo principal ha alcanzado el 20 % de la altura típica esperada para la variedad 2)

33 El tallo principal ha alcanzado el 30 % de la altura típica esperada para la variedad 2)

34 El tallo principal ha alcanzado el 40 % de la altura típica esperada para la variedad 2)

35 El tallo principal ha alcanzado el 50 % de la altura típica esperada para la variedad 2)

36 El tallo principal ha alcanzado el 60 % de la altura típica esperada para la variedad 2)

37 El tallo principal ha alcanzado el 70 % de la altura típica esperada para la variedad 2)

38 El tallo principal ha alcanzado el 80 % de la altura típica esperada para la variedad 2)

39 El brote principal ha alcanzado la altura típica para la variedad 2)

1) Para el brócoli

2) Para la col de Bruselas

3) Para coliflor y brócoli

Estadio principal 4. Desarrollo de las partes vegetativas cosechables

41 Yemas laterales comienzan a desarrollarse 2) La cabeza del coliflor comienza a

formarse; ancho de crecimiento en la punta >1cm 3)

43 Los 1os brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 30 % del diámetro esperado de la

cabeza 3)

45 45 El 50 % de los brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 50 % del diámetro

esperado de la cabeza 3)

46 El 60 % de los brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 60 % del diámetro esperado

de la cabeza 3)

47 El 70 % de los brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 70 % del diámetro esperado

de la cabeza 3)

48 El 80 % de los brotes firmemente cerrados 2) Se alcanza el 80 % del diámetro esperado

de la cabeza 3)

49 Las yemas laterales por debajo del botón terminal, firmemente cerrados 2)

Estadio principal 5. Aparición del órgano floral

51 Inflorescencia principal visible entre las hojas más altas 2) Las ramas de la

inflorescencia comienzan a alargarse 3)

55 Primeras flores individuales visibles (cerradas todavía)

59 Primeros pétalos florales visibles; flores cerradas todavía

Estadio principal 6. Floración

60 Primeras flores abiertas (esporádicamente)

61 Comienzo de la floración: 10 % de las flores abiertas

62 20 % de las flores abiertas

63 30 % de las flores abiertas

64 40 % de las flores abiertas

65 Plena floración: 50 % de las flores abiertas

67 La floración se está terminando: 70 % de las flores secas

69 Fin de la floración

Estadio principal 7. Formación del fruto

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

38

71 Primeros frutos formados

72 20 % de los frutos alcanzan el tamaño típico

73 30 % de los frutos alcanzan el tamaño típico

74 40 % de los frutos alcanzan el tamaño típico

75 50 % de los frutos alcanzan el tamaño típico

76 60 % de los frutos alcanzan el tamaño típico

77 70 % de los frutos alcanzan el tamaño típico

78 80 % de los frutos alcanzan el tamaño típico

79 Todos los frutos alcanzan el tamaño típico

Estadio principal 8. Maduración de frutos y semillas

81 Comienza la maduración: 10 % de los frutos maduros

82 20 % de los frutos maduros

83 30 % de los frutos maduros

84 40 % de los frutos maduros

85 50 % de los frutos maduros

86 60 % de los frutos maduros

87 70 % de los frutos maduros

88 80 % de los frutos maduros

89 Madurez completa: Semillas de toda la planta de color y dureza típicos

Estadio principal 9. Senescencia

92 Las hojas y brotes comienzan a decolorarse

95 50 % de las hojas amarillas o muertas

97 Las plantas mueren

99 Partes cosechadas (semillas)

Las sucesivas observaciones o tomas de datos relativas al estado de

desarrollo de una planta pueden representarse gráficamente mediante la

metodología del triángulo de Fleckinger (1965), que consiste en el empleo de

un triángulo para cada fecha de observación. En tal figura, la base se inscribe

entre dos números: el del estado más retrasado en el vértice izquierdo y el del

estado más adelantado en el vértice derecho. El número que designe el estado

más frecuente observado irá en el vértice superior (Gil-Albert, 1996).

El triángulo viene a representar el reparto de frecuencias de los estados

fenológicos de una planta, y el método será tanto más exacto cuanto mayor

haya sido el control visual y la frecuencia de las observaciones.

Ejemplo. Representación gráfica de la toma de datos en campo de los estados fenológicos.

Estado más abundante

Fecha

Estado más avanzado Estado más atrasado

Revisión Bibliográfica

39

De cualquier modo, el desarrollo y evolución de un cultivo depende de la

variedad y del microclima de la zona; de cara a las posibles decisiones relativas

a las técnicas de cultivo, será el agricultor en última instancia el que con sus

apreciaciones fenológicas tomará las oportunas decisiones (Gil-Albert, 1996).

Lodoño y Jaramillo (2000) haciendo un balance de los estudios realizados

por Carballo y Hruska (1989) y Bujanos et al. (1993), identifican cuatro etapas

de estados fenológicos que son importantes en el manejo de la Plutella

xylostella, a saber: Etapa 1: Plántula o fase vegetativa. Entre la fecha de

trasplante y los 30-45 días después; cuando las plantas tienen 3-10 hojas

verdaderas. Etapa 2: Establecimiento o de desarrollo. Desde los 45 días,

posterior a la décima hoja, hasta el inicio de formación de cabeza. Etapa 3:

Desde la formación de cabeza, hasta que la pella alcance una pulgada de

diámetro. Etapa 4: Formación de cabeza. Desde que la cabeza tenga una

pulgada de diámetro hasta la cosecha.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

40

7. MATERIAL VEGETAL

En el cultivo del brócoli, juega un papel primordial el material vegetal. En

este cultivo existe una amplia oferta de material vegetal híbrido catalogado por

diferentes empresas productoras de semillas (Maroto et al., 2007).

7.1. PARÁMETROS DE SELECCIÓN

Actualmente existe una gran diversidad de cultivares con formas, colores y

tamaños diferentes; de granos que van de fino a grueso, y de verde tenue a

color verde intenso; asimismo, la inflorescencia puede ser de muy compacta a

semiabierta. Estos aspectos son tomados en cuenta en cada una de las

regiones de producción. Existen variedades que se pueden clasificar en

tempranas, intermedias y tardías (Santoyo y Martínez, 2011).

Resulta de fundamental importancia establecer calendarios productivos con

distintos cultivares en épocas diferentes. En los ciclos usuales de la producción

española de brócoli para exportación (octubre-noviembre a mayo-junio) existen

épocas en que la elección varietal, entraña más riesgos de los normales, sobre

todo en otoño y a principios de primavera, en que pueden producirse

variaciones climáticas bruscas, en forma de períodos con temperaturas

excesivamente elevadas, que pueden afectar a la calidad comercial de las

inflorescencias sobre todo de cultivares semitardíos o tardíos (Maroto, 1995).

Los cultivares de brócolis de ciclos más largos, adaptados a ciclos

invernales, suelen ser bastantes resistentes al frío pero las temperaturas

elevadas pueden afectar a la calidad de los cogollos, mientras que los

cultivares más precoces, siendo más susceptibles al frío, suelen resistir en

mayor medida la incidencia de temperaturas más elevadas, sin acusar tanto las

deformaciones en sus inflorescencias (Maroto et al., 2007).

Para Jaramillo et al. (2006), al seleccionar un material para la siembra en

una determinada localidad, se deben tener en cuenta algunos criterios de

calidad, de acuerdo a las exigencias del mercado, además de su buena

adaptación a las condiciones agrometeorológicas de la región y de su

excelente rendimiento:

7.1.1. CICLO

Cuando hablamos de ciclo, hablamos de los días transcurridos desde la

siembra hasta la recolección. Se prefieren los cultivares cuyo ciclo sea más

corto para poder tener mayores rendimientos en cuanto a número de cosechas

por año.

Los ciclos de cultivo más habituales en los cultivares comerciales de brócoli

están comprendidos entre los 75-80 días y los 110-115 días desde la siembra a

Revisión Bibliográfica

41

la recolección, teniendo un período de recolección de unos 30-35 días

(Pascual, 1994).

7.1.2. ALTURA DE PLANTA

Es preferible que los cultivares sean lo más bajos o compactos posible,

pues presentan menores distancias de siembra y por consiguiente una mayor

densidad de población por área de superficie.

7.1.3. DISTRIBUCIÓN E INSERCIÓN DE LAS HOJAS

Las hojas erectas facilitan el desarrollo de las pellas o cabezas y su

recolección. Por otro lado, aumentan la eficiencia fotosintética y permiten

estrechar los marcos de plantación (Mesa, 2003).

7.1.4. BROTES SECUNDARIOS

Algunos cultivares de brócoli no producen una pella principal, sino una

multitud de brotes axilares (“brócolis de rebrote”). La intensidad del rebrotado

axilar es muy variable según el cultivar.

Según Maroto et al. (1997), el rendimiento neto de una parcela de brócoli,

en la que se aprovechan los rebrotes, puede variar entre 15 y 30 t/ha en

función del cultivar, el ciclo de cultivo y el marco de plantación. Asimismo, la

producción de rebrotes puede variar entre el 40-70% del rendimiento global.

7.1.5. PELLA O CABEZA

La posición de la pella o cabeza puede ser profunda o elevada. Una pella

elevada facilita la recolección.

7.1.6. FORMA

La pella del brócoli ha de tener forma esférica o de domo, lo cual permite

que el agua de lluvia no quede retenida en la superficie y que en los días

soleados no se produzcan quemaduras, por el efecto de lupa que ejercen los

rayos solares sobre las gotas de agua. Del mismo modo, al no quedar retenida

el agua en la superficie se reduce la aparición de enfermedades.

7.1.7. TIPO DE GRANO

El mercado prefiere el tipo de grano fino, aunque también admite granos

semigruesos.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

42

7.1.8. MADURACIÓN DEL GRANO

Es deseable que sea uniforme y que todos los granos engrosen a la vez.

7.1.9. COLOR

En brócoli hay una amplia gama de matices verdes con tonalidades verde

azulosas, pasando por verdes claros, medios y oscuros, hasta verdes oscuros

con tonalidad azulada o grisácea según la intensidad de la serosidad.

Se buscarán cultivares que presenten pellas con el menor grado de

amarillamiento posible. Tampoco es deseable la presencia de granos marrones

(fisiopatía) (Mesa, 2003). En general, el mercado prefiere pellas de color verde

intenso y oscuro (Namesny, 1993).

7.1.10. TAMAÑO

Depende del cultivar y de la densidad de plantación. A menor densidad de

siembra, se podrán obtener plantas de mayor tamaño. Dependerá de las

exigencias del mercado.

El diámetro del tallo está directamente relacionado con el tamaño de la

pella, prefiriéndose generalmente troncos finos.

7.1.11. PESO

Depende del cultivar, del manejo agronómico del cultivo y de la densidad

de plantación. En general, se requieren pesos entre 300 y 400 g (Jaramillo et

al., 2006).

7.1.12. UNIFORMIDAD DE TAMAÑO

Depende del cultivar y de las técnicas de cultivo. Es aconsejable que las

pellas tengan una buena uniformidad, por motivos comerciales, y para facilitar

las labores de recolección y poscosecha (Mesa, 2003).

7.1.13. GRADO DE COMPACIDAD

Depende del cultivar, pero puede estar influenciada por las labores de

cultivo (fertilización, densidad de siembra,…), y por las condiciones

ambientales. En general, el mercado exige brócolis con pellas compactas, de

buen peso y con buen aguante en campo y poscosecha.

Revisión Bibliográfica

43

7.2. CLASIFICACIÓN CULTIVARES COMERCIALES

La elección de los cultivares es uno de los aspectos más importantes

dentro del cultivo del brócoli. Las casas comerciales conocen bastante bien los

cultivares que se comercializan y la adaptación a cada una de las fechas, por

medio de los ensayos que realizan in situ y por los años de experiencia que

tienen con su propio material vegetal visitando parcelas de agricultores (Maroto

et al., 1997).

La mayor parte de los cultivares existentes en el mercado son híbridos

(Maroto et al., 2007), consiguiéndose cada vez mejor calidad, homogeneidad,

resistencias a enfermedades, mejora de rendimientos y adaptación a las

condiciones climáticas de cada zona. Evidentemente, esta mejora ha llevado

consigo un aumento significativo de los precios de las semillas, aspecto cada

vez a tener más en cuenta (Mesa, 2003).

La esterilidad masculina citoplasmática (CMS - Cytoplasmic male sterility)

es un método usado en Brassicaceas para producir híbridos F1 (Van den Bosch

et al., 2008).

Aunque los cultivares de brócoli más apreciados son aquellos con

inflorescencias de color verde intenso, ellos integran sólo uno de los tres

grupos varietales que se diferencian dentro de esta especie (Tesi, 1987), los

cuales son:

Brócoli ramoso verde calabrés: Engloba los cultivares comerciales

más relevantes anteriormente mencionados. Además de caracterizarse por

su color verde intenso, presentan un diámetro de la inflorescencia principal

de 8 a 10 cm. A este grupo corresponden los cultivares a estudiar en el

presente ensayo.

Brócoli romanesco: La inflorescencia de color verde, es de gran

tamaño, de 14 a 16 cm, y su superficie está formada por numerosos conos,

correspondientes a las terminaciones de las ramas florales que la integran.

Los cultivares de romanesco se suelen englobar en el mismo taxón que las

coliflores (Maroto et al., 2007).

Brócoli de Verona: La inflorescencia, de tamaño medio (10-15 cm

de diámetro), es de color blanco-grisáceo, muy similar a la de la coliflor

pero menos carnosa y menos pesada.

La principal clasificación agronómica para brócoli por grupos varietales

viene dada en función de la duración de su ciclo (Maroto et al., 2007). Así

podemos diferenciar distintos grupos:

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

44

7.2.1. CULTIVARES DE CICLO CORTO

Agassi RZ F1: Híbrido de gran uniformidad y alto rendimiento en campo. La

cabeza tiene forma redondeada-apuntada y una superficie muy lisa que limita

la aparición de podredumbres por acumulación de agua. El grano es de tamaño

medio-fino. Presenta menor incidencia de ahuecado de tallo que otras

variedades del mercado.

Chronos F1: Planta baja, de hojas oscuras y pellas muy abovedadas, de

calibre medio grande, 450-700 gr. Cultivar ideal para incrementar la densidad

de plantación y para adelantar las recolecciones. Es uno de los cultivares

estudiados en el ensayo del primer capítulo.

Decathlon F1: Planta muy vigorosa de porte erecto, muy rústica y tolerante

a altas temperaturas. Pellas abovedadas, elevadas, compactas y pesadas.

Floretes semicortos, de tamaño uniforme y desarrollo homogéneo. Tiene

versión CMS, Heraklion F1.

Earl F1: (80-90 días de ciclo). Planta muy vigorosa, con follaje verde

azulado. Pella de color verde oscuro, compacta, de gran aguante en campo,

forma de bóveda y de grano fino.

Emerald F1: (75-80 días). Planta de altura media y estructura vigorosa.

Pellas muy compactas, globosas, de color verde oscuro y de grano muy fino.

Ironman F1: Cultivar de tallo compacto con muy alta calidad de floretes y

coronas para mercado en fresco. Su color verde intermedio permite tener un

menor contraste de color interno y externo en el florete. Es uno de los cultivares

estudiados en el ensayo del primer capítulo.

Italiano Calabrés: Cultivar de crecimiento vigoroso. Pellas de color verde,

de buen tamaño y grano fino, protegidas por numerosas hojas.

Kabuki: (60-70 días). Pellas de forma globosa con grano redondo y

compacto. La planta presenta pocas hojas, lo que le permite incrementar su

densidad de siembra.

Lucky F1: Cultivar de porte medio y gran vigor. Ideal cuando la temperatura

es alta en el momento de la maduración. Variedad tolerante al mildiu y al

ahuecamiento del tallo.

Merit F1: (55-60 días). Planta de porte semierecto con pella compacta,

globoso aplanada, de color verde oscuro azulado y muy homogéneas.

Nubia F1: (85-95 días). Planta que soporta bien el frío, con hojas de color

azulado. La pella es de color verde oscuro azulado, de tamaño grande y forma

esférica acuminada. Tiene floretes cortos muy llenos y con mucho peso.

Revisión Bibliográfica

45

Orantes RZ F1: Nueva variedad de brócoli. Destaca por el alto peso de la pella

y por tener un grano fino y un cierre de la base de la cabeza y floretes perfecto.

Es uno de los cultivares estudiados en el ensayo del primer capítulo.

7.2.2. CULTIVARES DE CICLO MEDIO

Carusso: Cultivar con buen comportamiento ante el frío. Planta muy

vigorosa altamente tolerante al mildiu. Presenta una pella en domo, compacta,

con apariencia lisa y ramilletes cortos.

Chevalier: (90-95 días). Pella compacta, de grano muy fino y de tallo

medio fino. Variedad muy rústica y adaptable a todas las condiciones de cultivo

con garantía de producción y calidad.

Legend F1: (100 días). Planta de porte medio y pocos rebrotes. Pella de

color verde azul oscuro, abovedada, de tamaño grande, buena compacidad y

grano medio pequeño.

Lord F1: Planta vigorosa y rústica con cabeza compacta de grano fino.

Buen comportamiento al frío. Variedad muy rústica y adaptable a todo tipo de

terrenos y formas de cultivo. Es uno de los cultivares estudiados en el ensayo

del primer capítulo.

Marathon F1: Planta vigorosa, de porte medio, ampliamente adaptada a

todo tipo de suelos y condiciones. Pellas abovedadas, densas y compactas, de

posición medio elevada en la planta. Color verde intenso. Floretes cortos de

tamaño medio y uniformes. Según las condiciones de cultivo admite tanto

recolección única como rebrotes.

Matsuri: Indicada para prolongar recolecciones donde la parada invernal

limita el desarrollo de variedades de ciclo más corto.

Medway (Pex 7204): (90-100 días). Pella de forma redondeada de tamaño

medio grande, color azulado y grano fino. Adaptada al calor.

Milady F1: Especialmente recomendado para zonas frías donde su

producción y calidad son muy elevadas.

Monaco F1: Adaptada a distintas épocas de cultivos. Cabeza muy redonda

con floretes cortos y granos muy finos.

Monopoly F1: Planta fuerte y rústica. Cabeza muy redonda con floretes

cortos y grano fino.

Naxos F1: Planta muy vigorosa de pellas abovedadas, compactas de

atractivo color verde intenso. Grano fino, de formación lenta y uniforme, que

soporta bien la sobremaduración. Variedad sensible a inducir plantas ciegas en

condiciones adversas. Muy resistente a altas temperaturas, siendo bajo estas

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

46

condiciones cuando manifiesta sus mejores cualidades y marca la diferencia en

calidad. Es uno de los cultivares estudiados en el ensayo del primer capítulo.

Parthenon (KO-070) F1: 95 días. Plantas vigorosa de porte bajo y escasos

rebrotes. Pellas grandes abovedadas, muy compactas y pesadas de color

verde azul oscuro, Floretes muy cortos y grano muy fino. Es uno de los

cultivares estudiados en el ensayo del primer capítulo.

Pentathlon F1: Pellas muy abovedadas, elevadas, sobresaliendo

ligeramente sobre las hojas en plena madurez, de color verde azulado y

oscuro, grandes y compactas. Floretes pequeños, cortos y bien

proporcionados. Tiene versión CMS, Chios F1.

Sakura: Pellas muy abovedadas y de grano compacto de color verde

oscuro.

Senshi F1: Pellas abovedadas, de tamaño medio y posición elevada en la

planta, compactas y de buena calidad. Floretes cortos y bien formados. Grano

fino de color verde oscuro y desarrollo sostenido. Está adaptada a condiciones

climáticas suaves y a suelos de buena fertilidad.

Triathlon F1: Planta muy vigorosa y erecta adaptada especialmente al frío.

Pellas muy abovedadas y compactas, de color verde intenso y sin antocianina.

Verde Calabrese: Produce cabezas principales de buen tamaño y pocas

cabezas secundarias, de color verde azulado.

Violeta de Sicilia: Pella de color violácea.

7.2.3. CULTIVARES DE CICLO TARDÍO

Arcadia F1: Planta de vigor medio y porte abierto, rústica y tolerante a

temperaturas tanto altas como bajas. Pellas semiesféricas de posición

intermedia en la planta, compactas y pesadas. Grano medio de color verde

plateado. Produce buenos rendimientos en pellas principales, con una

capacidad media para rebrotes comerciales en condiciones de temperatura

adecuadas.

Belstar F1: Grano fino, porte medio y gran vigor. Pellas muy compactas de

tipo “Crown”. Ideal para cultivos en zonas mediterráneas. Tolerante a mildiu y a

ahuecamiento del tallo. Es uno de los cultivares estudiados en el ensayo del

primer capítulo.

Coronado F1: Pellas muy compactas, de color verde medio y grano fino.

De Angers: Pellas de buen tamaño, semicubiertas por las hojas que son

blancas y de gran tamaño. Grano fino y muy apretado, con aguante a subirse.

Revisión Bibliográfica

47

Green Valiant F1: Planta semivigorosa, de porte bajo y pella cóncava.

Grano extrafino con floretes cortos y color verde oscuro.

Samson F1: Planta muy vigorosa de porte elevado que requiere buenas

condiciones de fertilidad. Pellas grandes, pesadas, abovedadas compactas y

de buena conservación en condiciones frías.

Shena: 115 días. Planta alta y erecta con pella compacta y en domo.

Grano fino y color verde oscuro.

Shogun F1: 105-110 días. Planta muy vigorosa, pella compacta y cóncava.

Grano fino con floretes largos y color verde azulado. Se adapta muy bien a

condiciones de temperatura baja. Múltiple formación de rebrotes.

Typhoon: Cabeza color verde oscuro. Tolerante al mildiu.

Volta F1: Planta muy vigorosa de color oscuro.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

48

8. ÉPOCA DE SIEMBRA

En el caso del brócoli, un programa de producción se puede realizar con

garantías utilizando pocos cultivares, su elección estará sujeta a la calidad y

tamaño exigidas, así como de la posibilidad de aprovechamiento del rebrote.

Debido a la menor diferencia de ciclo entre el material existente, se

recomiendan trasplantes escalonados quincenal o mensualmente, dependiendo

del período de recolección a diseñar (Maroto et al., 2007).

Una correcta elección de los cultivares permite diseñar calendarios de

producción, que pueden dar lugar a recolecciones durante al menos 10 meses

del año, ubicando cada cultivar en función de la localización, fechas de siembra

y ciclo de cultivo, con el objeto de obtener producto de máxima calidad, de

manera continua (Maroto et al., 2007).

A continuación, se muestra un calendario de producción con los períodos

de siembra y recolección, resultado de ensayos de cultivares desarrollados

principalmente en el Centro de Fundación Ruralcaja, en Paiporta (Valencia),

realizados por Maroto et al., tras varios años de experimentación. Siendo la

Comunidad Valenciana una región de clima mediterráneo, podemos adaptar el

calendario a Canarias, teniendo la ventaja de que nuestras limitaciones en el

período invernal son mucho menores. Además, se representarán gráficamente

los calendarios de los cultivares que coincidan con los de este ensayo.

Siembra de junio

En condiciones de clima mediterráneo, son pocos los cultivares capaces de

dar buena calidad en condiciones de altas temperaturas. Los que mejor se han

comportado para siembras en junio son Parthenon y Ironman, pudiendo

recolectar los brócolis en octubre y principios de noviembre.

Tabla 3. Maroto et al., (2007). Calendario de producción de brócoli, para trasplante de julio.

Cultivar Año Jun. Jul. Ago. Sept. Oct. Nov.

Parthenon 04/05 22 16 6 8

05/06 28 28 10 28

Ironman 05/06 28 28 7 17

Siembra Plantación Recolección

Siembra en agosto

Esta fecha es de las de mejor comportamiento, en condiciones de clima

mediterráneo, para conseguir buena calidad de brócoli, obteniendo pellas

prietas, con grano bien formado, pesos medios y rendimientos aceptables, con

pocos problemas de tallo hueco, flores abiertas u ojos de gato. Con este

trasplante se puede recolectar brócoli a finales de noviembre y primera

Revisión Bibliográfica

49

quincena de diciembre. En el caso de aprovechar rebrotes, se puede alargar el

período de cosecha hasta el mes de enero.

Tabla 4. Maroto et al., (2007). Calendario de producción de brócoli con trasplante en septiembre.

Cultivar Año Ago Sept Oct Nov Dic Ene

Parthenon

03/04 13 11 24 18

04/05 10 14 9 7

05/06 9 6 18 27

Belstar

00/01 17 8 23 15

01/02 29 19 17 14

03/04 13 11 20 11

04/05 10 14 9 11

04/05 17 30 27 21

05/06 9 6 15 27

05/06 31 29 2 27

Ironman 05/06 9 6 18 27

Lord 92/93 18 15 7 22

Siembra Plantación Recolección

Siembra de septiembre

En esta fecha y como consecuencia de una menor temperatura en el

período de crecimiento del cultivo, se produce una tendencia a dar piezas de

menor tamaño, de forma que para conseguir pellas de un peso medio superior

a los 200 gramos se aconseja recurrir a cultivares que aportan inflorescencias

de gran tamaño como Marathon o de similares características, como puede ser

Seulisa o Lord. El ciclo se alarga entre 10 y 15 días respecto a la siembra de

agosto, produciéndose las recolecciones en la segunda quincena de enero y

febrero. La calidad del producto se mantiene con respecto a la siembra

anterior.

Siembra de octubre

Con este trasplante, generalmente se puede obtener recolecciones de

finales de febrero y mes de marzo. En este periódo se producen malas

condiciones para el crecimiento de las plantas, por coincidir con los meses de

invierno, por lo que se recomienda la elección de cultivares que resistan dichas

condiciones y sean capaces de dar pellas de buen tamaño.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

50

Siembra de noviembre

Con un trasplante en diciembre normalmente se consigue recolectar el

brócoli entre finales de marzo y el mes de abril. En esta fecha y por

encontrarnos con mejores condiciones de temperatura, se puede producir una

recuperación del peso medio de las pellas.

Tabla 5. Maroto et al., (2007). Calendario de producción de brócoli para siembra de noviembre.

Cultivar Año Nov Dic Ene Feb Mar Abr May

Ironman 05/06 10 29 5 25

Parthenon 05/06 10 29 12 28

Lord 92/93 16 22 6-14 14

Siembra Plantación Recolección Rebrotes

Siembra de diciembre y enero

Con esta siembra, los trasplantes se producen en el mes de febrero y

marzo, el comportamiento del brócoli es similar para estas plantaciones. La

recolección se puede efectuar a principios del mes de mayo, agrupándose

como consecuencia de las altas temperaturas que se dan en el momento del

corte de las pellas. El ciclo se acorta en ocasiones en más de un mes, las

plantas dan inflorescencias de gran tamaño, superando en ocasiones los 500

gramos. El exceso de vigor provoca que se produzcan algunas alteraciones,

como ojo de gato, flores abiertas, piezas mal formadas y tallo hueco.

Para obtener una buena calidad, es aconsejable desarrollar prácticas de

cultivo que eviten un exceso de vigor, como puede ser reducir los abonados

nitrogenados, no abusar de los riegos, aportaciones de boro para evitar el tallo

hueco y aumentar ligeramente la densidad de plantación.

Tabla 6. Maroto et al., (2007). Calendario de producción de brócoli para siembra de diciembre a

enero.

Cultivar Año Dic Ene Feb Mar Abr May

Parthenon 03/04 17 29 20 28

Agassi 04/05 9 3 9 27

Lord 92/93 4 26 11-25 25

95/96 23 26 29 13

Siembra Plantación Recolección Rebrotes

Revisión Bibliográfica

51

La época de siembra está mayormente influenciada por los precios del

mercado. En Tenerife, para una explotación que se dedique a la rotación de

cultivos, se recomienda realizar la siembra entre agosto y octubre, pues es en

invierno cuando el brócoli alcanza los mejores precios de mercado.

En el Análisis Temporal de Agrupado de Meses para los Productos Locales

realizado por MERCATENERIFE, para el período 2010-2013, el brócoli alcanzó

los precios máximos entre los meses de noviembre a febrero, llegando a estar

a 3,20 €/kg en diciembre de 2013.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

52

9. LABORES CULTURALES DEL BRÓCOLI

Como la mayoría de cultivos, el brócoli vegeta mejor en los suelos de

textura media, profundos, con buen drenaje, bien provistos de materia orgánica

y nutrientes, con pH ligeramente ácido o moderadamente alcalino, presentando

una tolerancia media a la salinidad (Pomares et al., 2007b).

9.1. PREPARACIÓN DEL CULTIVO

Para el establecer el cultivo en campo es necesario cumplir con los

requerimientos climáticos y edáficos, anteriormente descritos, además de tener

una topografía apropiada.

La topografía más recomendada para la siembra de brassicáceas, es la

plana o la ondulada, con pendientes inferiores al 30%, ya que la siembra en

suelos con pendientes superiores, dificulta el manejo y se presentan problemas

de erosión y lavado de nutrientes.

En terrenos con malas hierbas, rastrojos o pasto natural se recomienda

realizar un segado superficial y luego incorporar estos con un pase de rastrillo

para añadir nutrientes al suelo (Jaramillo et al., 2006).

Según Maroto et al., (2007), las labores preparatorias del brócoli deben

consistir, en términos generales, en realizar primero la nivelación del terreno,

especialmente donde se realice riego a manta o por surcos, para evitar

desniveles que propicien encharcamientos y poder realizar riegos uniformes,

dejando una pendiente del 2 al 5‰, según textura del suelo y caudal

disponible. Seguidamente deberá efectuarse una labor profunda con

subsolador para favorecer el drenaje sobre todo en suelos pesados.

En tercer lugar deberá incorporarse la materia orgánica y realizar una labor

superficial. Posteriormente si se utiliza algún tipo de herbicida o insecticida-

nematicida de preplantación que haya que incorporar, se aplica e incorpora, y

se realiza un asurcado o acaballonado para formar los lomos donde va a

realizarse el trasplante. En caso de utilizar riego localizado o de aspersión,

seguidamente se extienden las líneas de goteros o aspersores sobre los lomos

de plantación.

9.2. SIEMBRA Y PLANTACIÓN

9.2.1. OBTENCIÓN DE SEMILLAS

A la hora de elegir o seleccionar las plantas para la obtención de semillas

hay que tener bastante cuidado en escoger la mayor cantidad de plantas

posibles, de manera que se tenga una base genética amplia. Siempre se

Revisión Bibliográfica

53

elegirán plantas sanas, bien formadas y perfectamente desarrolladas (Sauca y

Santiago, 2007).

Para el brócoli, las plantas seleccionadas para la producción de semilla se

deben dejar en el campo salvo que se prevea un invierno crudo, en este caso,

habrá que recurrir a la protección de las plantas. Se recomienda cortar todas

las ramas laterales que aparecen en la base de los tallos, para favorecer el tallo

principal y con ello la mejor formación de las semillas.

Una vez recolectadas y extraídas del grano, hay que guardar las semillas

en bolsas de papel u otro material natural, o en botes de cristal, en lugar seco,

oscuro y a temperaturas bajas y estables. Lo idóneo será conservar la semilla a

temperatura inferior a 12 ºC y con una humedad relativa en ningún caso

superior al 60% (Sauca y Santiago, 2007).

Es recomendable anotar siempre en cada envase, como mínimo, especie,

variedad y año de recolección, para poder comprobar los resultados del

material elegido y favorecer una correcta trazabilidad, antes de empezar con el

semillero.

9.2.2. SEMILLEROS

Las especiales exigencias ambientales, hídricas y de protección sanitaria

requeridas durante los primeros estados del desarrollo vegetal son más fáciles

de controlar sobre instalaciones de pequeña superficie y con una densidad muy

alta de plantas, denominadas semilleros (Carmona y Abad, 2008).

El semillero es el lugar de inicio de la vida productiva y reproductiva de una

planta y es un área de terreno o recipientes (vasos, bandejas) debidamente

adecuado, para depositar las semillas y poder darles las condiciones óptimas

de luz, temperatura, fertilidad y humedad, para obtener la mejor emergencia

durante sus primeros estados de desarrollo, hasta el trasplante a campo

(Jaramillo et al, 2006).

Los semilleros en brócoli se han realizado tradicionalmente en tablares de

2 m de anchura, con el terreno mullido, al que se le aportaba materia orgánica

descompuesta, efectuándose la siembra a voleo a razón de 1,5-3 gramos de

semilla/m2 (Maroto, 1995).

Hoy en día los semilleros se realizan con máquinas especializadas

mediante la siembra automática en “speedlings”, contenedores de forma

troncopiramidal insertos, a modo de alvéolos, sobre bandejas de diferentes

dimensiones y materiales (Carmona y Abad, 2008), generalmente bandejas de

poliestireno de 200-250 alvéolos, rellenos con sustrato a base de mezclas de

turbas, estando contrastado que el trasplante con cepellón asegura un mejor

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

54

arraigo de las plantas, una mayor producción y uniformidad de la inflorescencia

(Macua, 1987).

Las bandejas sembradas se colocan durante 2 días a 18-22ºC para

pregerminar las semillas, y seguidamente se pasan a invernaderos de plástico

o de malla, según la temperatura ambiente, hasta el momento óptimo del

trasplante. La utilización de calefacción de apoyo suele resultar interesante

para acelerar la fase de semillero en determinados momentos (Maroto et al.,

2007). Durante este período se aportarán riegos frecuentes y ligeros,

pudiéndose incluir algún abono nitrogenado si el crecimiento es deficiente, o se

observa amarilleo en las hojas de las plántulas. No se debe abusar del abono

nitrogenado en esta fase de semillero, pues las plantas procedentes de

semilleros abonados con excesivo nitrógeno adelantan el desarrollo, pero dan

mayor porcentaje de pellas deficientes (Jaramillo et al., 2006). También se

debe prestar atención al mantenimiento de la cubierta del invernadero, pues

una luminosidad deficiente se traducirá en plantas ahiladas y de menor vigor

(Mesa, 2003).

Según Maroto et al. (2007), en brócoli, la realización del semillero durante

julio-agosto para ciclos de producción precoces, puede ocasionar problemas

por la incidencia de temperaturas elevadas que afectan negativamente a su

germinación y al desarrollo inicial de la planta. Hay que recordar, que a

temperaturas superiores a los 30ºC disminuye ostensiblemente la germinación

del brócoli y por encima de los 36ºC la germinación queda prácticamente

inhibida (Elson, 1989), aunque pueden existir diferencias entre cultivares

(Maroto et al., 1996). En este sentido, la realización del semillero bajo túneles

con malla de sombreo con el fin de reducir la temperatura puede mejorar la

germinación, o bien utilizar cámaras con temperatura y humedad ambiental

controladas (Maroto et al, 2007).

El posterior trasplante al terreno definitivo asegurará un establecimiento

más fácil de la planta, reduciéndose los riesgos económicos en comparación

con la siembra directa cuando se utilizan costosas semillas de híbridos

(Carmona y Abad, 2008).

9.2.3. TRASPLANTE

El trasplante está determinado por el tamaño de la plántula. El mejor

momento para el trasplante del brócoli es cuando la plántula ha desarrollado la

tercera o cuarta hoja verdadera, a los 20-25 días después de la germinación.

Se seleccionan las plántulas más desarrolladas y con mejor sistema radicular,

debiéndose de rechazar todas las plantas cuyo ápice vegetativo se ha perdido

o dañado (Jaramillo et al, 2006).

Revisión Bibliográfica

55

El arranque de la planta de las bandejas, se debe hacer en buenas

condiciones; para ello se aconseja regar el semillero para que el cepellón este

blando y la operación pueda realizarse lo más fácilmente posible, sin que

sufran las raíces de la planta por roturas excesivas.

No se deben arrancar las plantas en las horas de calor, igualmente, hay

que tener presente que las plantas no deben estar arrancadas más de 10 ó 12

horas y que en el tiempo transcurrido entre el arranque y el trasplante deben

estar conservadas en un lugar fresco y sombreado (Jaramillo et al., 2006).

Según Santoyo y Martínez (2011), para el caso de las plantas de brócoli, se

recomienda antes del trasplante, labores de desinfección de plantas con una

solución de fungicidas e insecticidas, en sumersión de raíz.

El trasplante con cepellón puede mecanizarse de distintas formas según el

tamaño de la explotación. En cualquier caso, el riego de plantación debe

efectuarse inmediatamente, sobre todo en las fechas de plantación de los

ciclos más precoces, que coinciden con los meses de julio-septiembre (Maroto

et al., 2007).

9.2.4. MARCOS DE PLANTACIÓN

La densidad de plantación es el principal factor que afecta el rendimiento

cuando éste es expresado por unidad de área (Wien y Wurr, 1997).

En brócoli, existe una clara interacción entre marco de plantación, variedad

y ciclo de cultivo (Maroto et al., 2007). La alta densidad de plantación en este

cultivo se ha relacionado con una reducción del tamaño y peso del florete, y un

reducido número de retoños secundarios (Chung, 1982). La distancia entre

plantas es variable y depende de diversos factores como son la forma de la

planta, la pendiente del terreno, las condiciones físicas y de fertilidad del suelo,

la humedad relativa y la luminosidad, entre otros. Igualmente, varía de acuerdo

a las exigencias del mercado, en cuanto al tamaño y peso de las cabezas o

pellas (Jaramillo et al., 2006).

En la elección del espaciamiento entre plantas, se debe tener en cuenta

también que a menores distancias cada cabeza tendrá menor peso, pero se

obtendrá mayor número y por lo tanto mayor rendimiento/ha. En general, a

mayor distancia de siembra, mayor peso y tamaño de las cabezas o pellas

(Jaramillo et al., 2006).

Por otra parte, para una misma variedad, cuando el cultivo se realiza en

ciclos primaverales o de principios de otoño, en los que el desarrollo de las

plantas no se ve limitado por la temperatura y/o iluminación, el tamaño de la

inflorescencia suele ser más grande que en los ciclos invernales (Maroto et al.,

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

56

2007). Mediante la manipulación de la densidad de plantación se puede ajustar

el peso del florete a los diferentes mercados (Fernández et al., 1991b).

Por ello, en las primeras plantaciones después del verano se tiende a

utilizar marcos de plantación más estrechos para reducir de alguna medida el

tamaño de la inflorescencia, y en ciclos invernales se emplean marcos más

amplios para incrementar el tamaño de la misma, hasta cierto punto, porque

también las variedades y las condiciones ambientales son limitantes del

tamaño de la pella (Maroto et al., 2007)

Por lo general, las variedades precoces se siembran con densidades más

altas que las variedades tardías (Jaramillo et al., 2006).

Según Maroto et al. (2007), la disposición de las plantas va a depender

también del tipo de riego que se vaya a emplear. En riego por surcos

normalmente las plantas se suelen disponer en líneas simples, mientras que

con riego localizado lo normal es trasplantarlas en líneas pareadas. En brócoli,

con riego por surcos, la disposición de las plantas suele hacerse en líneas

dobles sobre caballones separados 0,7-0,8 m. Con riego localizado, la

disposición es también en líneas pareadas sobre mesetas separadas 1 m. En

general, lo normal es recurrir a densidades de plantación que oscilen entre 6 y

8 plantas/m2, utilizándose en ciclos productivos de primavera las densidades

más altas. El cultivar tiene también una influencia notable en la elección de la

densidad.

A continuación se exponen una serie de ensayos de diversos autores, en

los que se pueden comparar los diversos marcos de plantación efectuados en

cada uno de ellos, al igual que el tipo de riego, la fecha de siembra y la

producción:

Macua et al. (2002), realizaron un ensayo de cultivares en la Finca

Experimental de la Comunidad Foral de Navarra, en Cadreita. La siembra se

realizó el 9 de julio y se trasplantó el 13 de agosto. Eligieron un marco de

plantación en mesas a dos caras de 1,80 m entre mesas y 0,40 m entre

plantas, obteniendo una densidad de 27.777 plantas/ha. El cultivo se regó a

manta y se le dieron un total de once riegos. La producción media del ensayo

fue superior a 17 t/ha.

Ayuso et al. (2006), realizaron un ensayo de cultivares en el Centro de

Investigación Finca “La Orden”, situado en las Vegas Bajas del Guadiana. La

siembra se realizó el 14 de julio y el trasplante el 7 de septiembre. El número

de plantas por parcela experimental fue de cuarenta plantas, con una densidad

de 26.000 plantas/ha. El cultivo se regó con riego por goteo. Las producciones

obtenidas oscilaron entre los 10.620 kg/ha y 12.860 kg/ha según el cultivar.

Revisión Bibliográfica

57

Maroto et al. (2010 y 2011), estudiaron el comportamiento productivo y

calidad de diferentes cultivares de brócoli, en fechas distintas de trasplante, en

el Centro de Fundación Ruralcaja, en Paiporta (Valencia). En 2010, se

estudiaron tres fechas, la primera correspondiente a un trasplante de verano

(final de julio), principios de septiembre y ciclo de recolección de primavera con

trasplante de final de diciembre. En 2011, Se estudiaron dos fechas, la primera

correspondiente a un trasplante de verano (principios de septiembre) y la

segunda para recolección de primavera con trasplante de final de diciembre. En

ambos años, Las plantas se dispusieron al tresbolillo sobre surco de 1 m de

separación y 0,33 m entre plantas, cada parcela elemental tenía una superficie

de 4,62 m2 con 28 plantas. En todos los casos se desarrolló la experiencia en

sistema de riego por goteo.

Baixuali et al. (2012), realizaron, en 2010, una evaluación de nuevos

cultivares de brócoli estudiados en dos fechas distintas de plantación, en el

Centro de Fundación Ruralcaja Grupo CRM, en Paiporta (Valencia). Se

analizaron dos fechas: la primera correspondiente a un trasplante de verano,

con siembra el 12 de agosto de y trasplante el 9 de septiembre, y la segunda

fue sembrada el 9 de noviembre y trasplantada el 29 de diciembre. Las plantas

se dispusieron al tresbolillo en bancos separados entre sí 1 m de ancho y entre

plantas 0,33 m. Cada parcela elemental tenía una superficie de 4,62 m2 con 28

plantas.

Salguero et al. (2014), realizaron, en 2009, una evaluación agronómica de

cuatro cultivares de brócoli en los campos experimentales del Centro

Tecnológico Nacional Agroalimentario de Extremadura (Badajoz), ubicados en

las Vegas Bajas del río Guadiana. La siembra se efectuó el 4 de agosto y el

trasplante a campo el 4 de septiembre. Cada parcela experimental constaba de

4 filas de 20 m separadas 0,75 m entre ellas; la distancia entre plantas fue de

0,38 m, alcanzando una densidad de plantación de 35.000 plantas/ha. El cultivo

se regó por riego por aspersión. Los rendimientos de producción variaron entre

6.982 kg/ha y 10.558 kg/ha dependiendo del cultivar, que en este caso, fue el

cultivar Parthenon el que presentó la mayor producción.

9.3. REPOSICIÓN DE MARRAS

Para realizar la reposición de fallos o marras, no hay que dejar pasar más

de ocho días después del trasplante para permitir un crecimiento homogéneo

del cultivo (Jaramillo et al., 2006).

Sólo se realizará esta labor, si el porcentaje de fallos fuera notable, pues

además de las pérdidas de rendimiento, una menor densidad de plantación

provocaría un aumento del peso de las pellas individuales, dejando de ser

aptas para el comercio.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

58

9.4. APORCADO

El aporque, consiste en “arrimar” suelo a la base de la planta, con el fin de

cubrirla y darle más apoyo. Es una práctica complementaria que debe

realizarse como máximo a los 20 días después del trasplante (Jaramillo et al,

2006), cuando las plantas tienen 7-8 hojas (Maroto et al, 2007).

9.5. CONTROL DE ARVENSES

Una de los mayores limitantes en la producción de brassicáceas es la

interferencia de las arvenses (malas hierbas) que se desarrollan durante las

primeras semanas después de la emergencia. Se define “arvense” como toda

planta que está presente en un área y en un momento en el que no se la

desea. Estas plantas son “indeseables” por los daños que ocasionan a los

cultivos, tales como competencia por luz, nutrientes, agua y espacio; además,

en ocasiones son alelopáticas, hospederas de plagas y enfermedades y

dificultan la cosecha (Jaramillo et al., 2006).

La eliminación de arvenses evita estas competencias del cultivo durante las

primeras etapas de desarrollo. Un mal manejo de malas hierbas traerá como

consecuencia un crecimiento deficiente, que repercutirá directamente en el

rendimiento. El control de arvenses se puede realizar de forma manual o

mecánica con aporque, o incluso ambas, dependiendo del tipo de siembra

(Santoyo y Martínez, 2011).

Al realizar las escardas, se debe tener en cuenta, que el sistema radicular

de estas especies es muy superficial y su crecimiento es en sentido horizontal,

a tal punto que la mayoría de las raíces absorbentes se encuentran en los

primeros cinco cm de profundidad del suelo y cuando las plantas han

alcanzado la mitad del desarrollo normal, las raíces de las plantas de los surcos

adyacentes se encuentran cruzadas, por lo que esta labor debe realizarse con

mucha precaución para evitar el daño a las raíces (Jaramillo et al., 2006).

A continuación, y según Jaramillo et al. (2006), se expondrán los distintos

métodos que se pueden aplicar para el control de arvenses:

9.5.1. PREPARACIÓN DEL TERRENO

Una preparación del terreno adecuada depende del buen conocimiento de

las especies de arvenses predominantes en el campo.

Siempre que las malas hierbas perennes predominen, se recomienda

preparar el terreno de tal manera que las raíces, rizomas, bulbos y tallos

subterráneos sean expuestos sobre la superficie del suelo, para facilitar su

desecación por el viento y el sol. Los rizomas cortos tienden a desecarse más

Revisión Bibliográfica

59

rápidamente que los más largos, por lo que la fragmentación con rastras juega

un papel importante.

El cultivo superficial del suelo es deseable siempre que las arvenses

anuales predominen, ya que así las semillas de las malas hierbas

permanecerán cerca de la superficie del suelo, lo que promoverá normalmente

su germinación precoz. La labranza profunda suele enterrar las semillas de

arvenses en el suelo, lo que generalmente retarda su germinación y las

distribuye a lo largo de la zona arable del suelo, donde permanecen viables,

pero latentes y en espera de su regreso a la superficie del suelo con

posteriores labores de cultivo.

9.5.2. SOLARIZACIÓN

Es una técnica eficiente que controla semillas y plantas de un amplio

espectro de arvenses anuales y perennes. También controla plagas,

enfermedades y nemátodos que afectan al cultivo. Es una técnica ecológica y

económica que consiste en cubrir el suelo húmedo con un plástico

transparente, durante cuatro a seis semanas en los meses de mayor

temperatura (verano); la temperatura que logra el suelo durante este proceso

es letal para muchos patógenos, insectos y malas hierbas.

9.5.3. COBERTURAS

Algunos tipos de plásticos y otros residuos vegetales han sido empleados

con éxito para el control de arvenses, además de favorecer la retención de la

humedad del suelo en áreas cultivadas con hortalizas.

9.5.3.1. PLÁSTICOS

Al cubrir el suelo con plásticos de color negro, se logra un efecto negativo

sobre el desarrollo de las arvenses, debido a la ausencia de luz. Este método

es relativamente costoso y muy laborioso. Los plásticos negros y otras

coberturas sintéticas deben ser evaluados previamente, para determinar su

relación costo-beneficio. Se ha encontrado que algunas especies de arvenses

son capaces de romper la manta de polietileno negro y emerger después; por

eso, serán necesarias escardas manuales complementarias para evitar la

aparición de estas especies.

8.5.3.2. MULCHING

El uso de restos de vegetación o mulch puede producir un efecto similar al

del plástico negro; además, los residuos vegetales ofrecen la ventaja adicional

de mejorar la estructura del suelo y, en algunos casos, suprimir las malas

hierbas por la liberación de toxinas. Materiales vegetales de desecho como

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

60

tallos de maíz u otros residuos vegetales son usados para el control de

arvenses en hortalizas. Estos materiales son cortados en pequeños trozos y

luego diseminados a lo largo del surco o hilera de la planta cultivable antes de

la emergencia de las malas hierbas. Una ligera cobertura de suelo sobre los

materiales evita que estos sean movidos por el viento.

9.5.4. ROTACIÓN DE CULTIVOS

El mejor enfoque para reducir la infestación de arvenses en áreas de

hortalizas es desarrollar una buena secuencia de rotación de cultivos. Las

plantas cultivables competitivas son extremadamente útiles para eliminar las

malas hierbas en áreas de plantación de hortalizas.

9.5.5. MÉTODO MANUAL O MECÁNICO

El control manual o mecánico es un método práctico y eficaz; sin embargo,

su éxito depende de lo oportuno que este se realice y principalmente de la

disponibilidad y costo de la mano de obra. Dada la alta competencia que las

malas hierbas ejercen sobre el cultivo en los primeros estados de desarrollo,

las plántulas luego de ser trasplantadas a campo definitivo, deben mantenerse

libres de competencia.

Debido a las cortas distancias de siembra empleadas en los cultivos de

brassicáceas y en general de hortalizas, el control de la vegetación de

arvenses a través de métodos mecánicos (escarda, sacho, rastrillo, etc.) se

dificulta. Por lo anterior, es recomendable integrar todas aquellas prácticas

agrícolas que favorezcan el desarrollo del cultivo y disminuyan la competencia

por arvenses, a fin de minimizar el uso de mano de obra e implementos para el

control de las especies nocivas.

9.5.6. MÉTODO QUÍMICO

Se debe recordar que este método no es el único y de ninguna manera el

más importante y muchas veces ni si quiera el más efectivo, pero se

recomienda como complemento a los métodos anteriores descritos, haciendo

uso de la combinación de ellos, de acuerdo a la situación que se presente.

El control químico está relativamente poco desarrollado en hortalizas, ya

que estas plantas son generalmente cultivadas en áreas relativamente

pequeñas y la industria agroquímica generalmente desarrolla sus productos

para su uso en cultivos de grandes extensiones. La mayoría de los herbicidas

utilizados en hortalizas han sido inicialmente desarrollados para su uso en otro

cultivo de gran extensión y muchas veces carecen de un buen margen de

selectividad, por lo que la efectividad de control tiende a ser variable.

Revisión Bibliográfica

61

Un aspecto importante para considerar es que los herbicidas son

elaborados para controlar un determinado grupo de arvenses en un cultivo,

durante una época específica y con una dosis que asegure efectividad en el

control.

Con el objeto de obtener una aplicación correcta y homogénea de los

herbicidas, es imprescindible tener calibrado el equipo, hacer una prueba en

blanco, para poder conocer los litros por hectárea que se van a utilizar y así

dosificar la cantidad de materia activa recomendada (Maroto et al., 2007).

Las materias activas recomendadas y autorizadas en brócoli, incluidas en

el anexo I de la Directiva 91/414/CEE (422) trasladadas al anexo I del

REGLAMENTO (CE) Nº 1107/2009, a 27 de noviembre de 2015 se pueden

consultar en el siguiente link de la página web del Ministerio de Agricultura,

Alimentación y Medio Ambiente:

http://www.magrama.gob.es/agricultura/pags/fitos/registro/fichas/pdf/Lista_

Sustancias_activas_aceptadas_excluidas.pdf

Para un uso correcto de estas sustancias activas, se seguirán las normas y

formas de uso que se indican en el vademécum, o bien en la etiqueta del

producto.

Si las malezas en el cultivo no interfieren con el desarrollo del mismo, es

recomendable dejar estas para el refugio de enemigos naturales reguladores

de plagas que afectan el cultivo.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

62

10. EXIGENCIAS CLIMÁTICAS Y EDÁFICAS DEL BRÓCOLI

10.1. CLIMA

Según la FAO, el brócoli se puede cultivar en latitudes comprendidas entre

35-60º, hasta una altura de 2.000 m.s.n.m., en condiciones de clima templado,

con temperaturas entre 15 y 24ºC, llegando a tolerar temperaturas de entre 3-

35ºC dependiendo del cultivar. Las precipitaciones anuales óptimas para el

cultivo están entre los 900-1.500 mm (Ecocrop FAO, 2014).

Por ser un cultivo originario de una región sub-húmeda temperada, está

adaptado para funcionar óptimamente en condiciones de temperaturas

moderadas, con agua fácilmente disponible, humedad relativa de media a alta y

luminosidad moderada. La planta tolera heladas suaves, pero al estar la

inflorescencia presente se produce congelación y posterior pudrición de flores

(Jaramillo et al., 2006).

El brócoli cuando están en período vegetativo, al ser expuestas a altas

temperaturas, no presentan ningún daño, si bien éstas vegetan mejor con

medias diarias entre 18-22ºC (Mesa García, 2003), pero temperaturas por

encima de 26ºC a partir del inicio de la etapa reproductiva, empiezan a

presentarse síntomas de daño por calor (Jaramillo et al., 2006).

En general, el crecimiento del brócoli es muy rápido a temperaturas por

encima de 20ºC durante la formación de la inflorescencia, siendo necesario

cosecharlo a tiempo, para evitar la apertura de las yemas florales. No resiste

las heladas severas y no produce bien sus yemas florales a temperaturas

superiores a 30ºC.

Contrariamente, las temperaturas bajas en la etapa vegetativa, por debajo

de 5ºC, acompañadas de días largos, inducen a las plantas a formar

estructuras florales prematuras, pequeñas, deformes, de grano grueso y de

menor calidad; durante la fase reproductiva, causan trastornos en el color de

las inflorescencias y hay una tendencia a deformar la pella.

Vientos excesivamente secos resultan perjudiciales para el cultivo (Maroto

et al., 2007).

10.2. SUELO

El brócoli se desarrolla bien en cualquier tipo de suelo, prefiriendo los

francos a franco-arenosos, fértiles, con buen contenido de materia orgánica,

profundos, con buen drenaje, buena retención de humedad, y pH entre 5,7 y

6,8 (Jaramillo et al., 2006), pero se adaptan perfectamente a pH del orden de

7,5-7,8, puesto que el nivel de extracción de calcio es muy elevado. En suelos

Revisión Bibliográfica

63

ácidos son más frecuentes los ataques de Plasmodiophora brassicae (Maroto

et al., 2007).

Son plantas exigentes en nitrógeno, potasio, azufre, boro y molibdeno. Las

extracciones de los nutrimentos son variables en función del cultivar y de las

condiciones climáticas y edáficas, con diferentes rendimientos (Jaramillo et al.,

2006).

El brócoli es una planta resistente a la salinidad del suelo, pudiendo

englobarse, según cultivares, en el mismo grupo que el tomate, la lechuga, el

melón, etc. (Maroto et al., 2007).

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

64

11. RIEGO

El agua es el principal factor limitante de la productividad del brócoli. Su

importancia es trascendental para el crecimiento de la planta, afectando de

forma directa e indirecta a la mayoría de los procesos fisiológicos del brócoli

(Maroto et al., 1997).

El objetivo del riego es el suministro de la humedad necesaria para el

crecimiento y el desarrollo de las plantas, incluyendo también el aporte

necesario de agua para lavar, si fuera necesario, el exceso de sales.

La cantidad total de agua que es necesario aplicar a un cultivo como el

brócoli debe ser suficiente para compensar el agua perdida por

evapotranspiración. Pero además, se debe aportar una cantidad de agua

adicional para compensar las posibles pérdidas por percolación, por la falta de

uniformidad en la instalación de distribución y, en caso de utilizarse aguas

salinas, también se debe contemplar un excedente de agua que permita el

lavado de las sales en el suelo a una profundidad fuera del alcance de las

raíces de las plantas (Pomares et al., 2007a).

Por otro lado, el agua es un recurso escaso que como cualquier recurso

natural explotado por el hombre, su escasez, tiende a agravarse más con el

paso del tiempo. De ahí la importancia de utilizar el agua de riego de la forma

más eficiente posible.

11.1. INFLUENCIA DEL RIEGO SOBRE LA PRODUCCIÓN

El brócoli puede regarse por surcos, por aspersión y por riego localizado,

pudiendo aplicarse en este último caso en superficie como en subterráneo. El

efecto de la dosis de agua sobre la producción del cultivo muestra una amplia

variabilidad en función del cultivar, el tipo de suelo y la climatología.

En diferentes ensayos realizados en el Centro de Formación de la

Fundación Caja Rural Valencia (Paiporta), durante dos campañas 1991-92 y

1992-93, con riego por goteo, se estudio la respuesta del cultivar Coaster a tres

dosis de agua: 75, 100 y 25% evapotranspiración del cultivo (ETC), obtenida

mediante evaporímetro de cubeta clase A. Hubo un escaso efecto significativo

con las distintas dosis de agua aportadas, tanto en el rendimiento de cabezas

principales como de rebrotes. La dosis de agua a partir de la cual no se obtuvo

efectos significativos sobre el rendimiento, varió entre 1.586 y 1.992 m3/ha.

Pero los mayores rendimientos se registraron con una dosis de riego que osciló

entre 1.710 y 2.183 m3/ha (Pomares et al., 2007a).

Sánchez et al., (1996) realizaron un ensayo en una zona de gran aridez

como es Arizona (EEUU). Utilizaron el cultivar Escalibur, plantando sobre suelo

Revisión Bibliográfica

65

arenoso y con riego por aspersión. Los rendimientos más altos se lograron con

una dosis de agua de 4.300 m3/ha.

En esta misma zona, Thompson et al., (2002) realizaron otro ensayo con el

cultivar Claudias en un suelo franco arenoso y empleando riego por goteo

subterráneo. Encontraron que los mejores resultados en cuánto a rendimiento

se obtuvieron con la programación del riego a una tensión de entorno 10 kPa.

En cuanto al riego por aspersión, Ludy et al., (1997) observaron que en riego

por aspersión el rendimiento no fue afectado ni por la frecuencia de riego (2, 4,

8 días) ni por el momento del riego (mañana o tarde), pero la influencia de

Erwinia carotovora disminuyó al pasar la frecuencia de riego de 2 a 8 días.

Karitonas et al., (1999) comprobaron que el riego por aspersión no afecta a la

capacidad de conservación de las pellas.

11.2. NECESIDADES HÍDRICAS DEL CULTIVO

La disponibilidad de agua en el suelo es el principal limitante de la

productividad de un cultivo. Es fundamental entender y cuantificar los flujos de

entrada y salida de agua en el suelo, es decir, establecer un balance de agua,

para evaluar su disponibilidad para el cultivo o cuantificar las necesidades de

riego (Villalobos et al., 2002).

La estimación de las necesidades hídricas de los cultivos es un requisito

básico para establecer un programa de riego adecuado que permita unos

resultados óptimos, tanto en rendimiento y calidad, como en la eficiencia en el

uso del agua (Pomares et al., 2007a).

Las necesidades hídricas, como se menciona en el ensayo 2, se calculan o

bien a través del balance de agua con ayuda de un lisímetro, o bien a través de

una evapotranspiración de referencia ET0 corregida por un coeficiente de

cultivo KC.

11.3. EVAPOTRANSPIRACIÓN DEL CULTIVO

El agua evapotranspirada por el cultivo ETC está constituida por el agua

evaporada desde la superficie del suelo más la transpirada por las plantas, y

constituye la necesidad neta de agua del cultivo en el supuesto de que no

hubieran pérdidas por percolación, que la distribución del agua fuera uniforme y

que no hubiera problemas de salinidad (Pomares et al., 2007a), condiciones

que se dan perfectamente en un lisímetro.

La medida de la ETC no es fácil, ya que requiere de aparatos específicos y

personal con conocimiento para utilizarlos. Dentro de los sistemas usados

tendríamos (Allen et al., 2006):

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

66

Balance de energía: La evapotranspiración está relacionada por el

intercambio de energía en la superficie del vegetal. Es posible predecirla

mediante el principio de conservación de la energía.

Métodos micrometeorológicos: Se basa en la transferencia de masas.

Esta aproximación considera el movimiento vertical de pequeños volúmenes de

aire sobre una superficie. Estos pequeños volúmenes (eddies en inglés),

transportan tanto material (vapor de agua) como energía. La

evapotranspiración puede ser calculada por los gradientes de temperatura,

velocidad del viento y vapor de agua. Estos métodos requieren una medición

muy exacta de la presión de vapor, la temperatura del aire y la velocidad del

viento a diferentes alturas sobre la superficie.

Balance de agua en el suelo: Con este método se puede determinar la

ETC a partir del balance de entradas y pérdidas de agua en el suelo, mediante

la ecuación:

Donde R, es el riego, LL es la precipitación y D es el drenaje. También se

tienen en cuenta la escorrentía superficial (ES), la capilaridad (C) y la variación

de flujo sub superficial (ΔFS) y la variación del contenido de humedad del suelo

(ΔSW) entre riegos.

Figura 1. Balance de agua en el suelo en la zona radicular. Estudio FAO 56 Riego y Drenaje. Evapotranspiración del cultivo (Allen et al., 2006).

Algunos parámetros como el flujo sub superficial, la percolación profunda y el flujo capilar son bastante complicados de determinar en períodos cortos cuando se considera una superficie de suelo, por lo que la estimación de la evapotranspiración mediante este método se utiliza para períodos largos (7-10 días).

Si se consigue aislar la zona radicular de su ambiente y controlar los

procesos más complicados de determinar, el balance de agua en el suelo

puede ser determinado con mayor exactitud. Una buena herramienta para

Revisión Bibliográfica

67

poder medir el balance de agua de un suelo es el lisímetro. Un lisímetro es un

recipiente de gran tamaño lleno de tierra donde se puede sembrar cualquier

cultivo objeto de estudio y cultivarse de la forma más parecida posible a como

se realizaría dicho cultivo en campo. El uso de lisímetros se considera la forma

más ajustada de determinar el uso de agua por los cultivos (Bryla et al., 2010).

La determinación de las pérdidas y ganancias de aguas puede hacerse

mediante pesada, teniendo los llamados lisímetros de pesada, de gran

exactitud y que permiten la medición en períodos muy cortos de tiempo, o bien,

mediante drenaje. Los lisímetros de drenaje se basan en saber las entradas de

agua (riego y lluvia) y las salidas (drenaje) en un período dado.

Figura 2. Esquema lisímetro de drenaje. A la izquierda, esquema según Dastane (1978).

Al tratarse de un recipiente con paredes laterales, la escorrentía superficial

(ES), la capilaridad (C) y la variación de flujo sub superficial (ΔFS), pueden

considerarse nulas en el lisímetro (Martín de Santa Olalla et al., 2005). En

teoría y para mantener la condición sin restricción de agua, un lisímetro ha de

regarse todos los días, por lo que la variación del contenido de humedad del

suelo (ΔSW) entre riegos, en un recipiente cerrado como el lisímetro, puede

despreciarse. Por lo tanto, simplificando la ecuación anterior, la

evapotranspiración de un cultivo se puede obtener del siguiente modo:

Donde:

R, es el riego (l/superficie del lisímetro)

LL, es la precipitación (l/superficie del lisímetro)

D, es el drenaje (l/superficie del lisímetro)

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la

Alimentación, FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations)

ha establecido un sistema de determinación de la evapotranspiración de cultivo

basado en los coeficientes de cultivo y en una evapotranspiración de

referencia. La evapotranspiración de cultivo (ETC) está relacionada

directamente con la evapotranspiración de referencia (ET0), mediante un

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

68

coeficiente de cultivo (KC) que depende del estado fenológico de la planta en

unas condiciones climatológicas específicas y sin restricción de agua (Allen et

al., 2006).

Figura 3. Evaporación del cultivo de referencia (ET0) y bajo condiciones estándar (ETC). Estudio FAO 56 Riego y Drenaje. Evapotranspiración del cultivo (Allen et al., 2006).

Para estimar la ET0, se puede utilizar el método FAO Penman-Monteith, el

cual, requiere datos de radiación, temperatura del aire, humedad atmosférica y

velocidad del viento (Allen et al., 2006), a parte de la latitud y la altura, por lo

que es necesario el uso de estaciones agrometeorológicas. Este método es el

más exacto de los que utilizan fórmulas empíricas para predecir las

necesidades hídricas de los cultivos (Fuentes, 1992).

El valor del coeficiente de cultivo (KC) se puede calcular mediante el

cociente ETC/ET0 (Costello et al., 1991). Este valor dependerá de las

características de la planta, y expresa la variación de su capacidad para extraer

el agua del suelo durante su período vegetativo (Fuentes, 1992).

Como estas características cambian con las diferentes fases de

crecimiento de un cultivo, el KC describe una curva a lo largo del tiempo cuya

forma refleja los cambios en la vegetación y en la cobertura vegetal debidos al

crecimiento y maduración en el ciclo de desarrollo del cultivo (Calera, 2005).

Este período de crecimiento puede ser dividido en cuatro etapas: inicial, de

desarrollo del cultivo, de mediados de temporada y de final de temporada (Allen

et al., 2006). En la gráfica 1, se muestra la secuencia general y la proporción de

cada una de las etapas de crecimiento mencionadas para un cultivo cualquiera.

Revisión Bibliográfica

69

Gráfico 1. Curva generalizada del coeficiente del cultivo, correspondiente al procedimiento del coeficiente único del cultivo. Estudio FAO 56 Riego y Drenaje. Evapotranspiración del cultivo (Allen et al., 2006).

La determinación de los coeficientes de cultivo y el tiempo que se aplican

siguiendo la curva generalizada anterior, debe estar adaptada a las condiciones

locales de cultivo (época de cultivo, manejo, marco de plantación, cultivares,

etc.) (Allen et al., 2006). Por ejemplo si tomamos los datos de los autores

anteriores, se obtuvo un KC ini de 0,7, un KC med de 1,05 y un KC fin de 0,95 para

condiciones de cultivo “subhúmedas” (humedad relativa mínima en el entorno

del 45% y velocidad del viento de 2 m/s aproximadamente). Estos coeficientes

de cultivo se determinaron para un ciclo de cultivo de 135 días con plantación

en septiembre en California, considerando una altura de cultivo de 30 cm. Bryla

et al., (2010) en cultivo en riego por goteo señalaron un KC inicial más bajo

(0,15), con un KC medio similar al de Allen et al., (2006), mantenido hasta la

recolección a los 110 días. Las condiciones de cultivo estuvieron dentro de los

mismos parámetros, con trasplante el 19 de agosto también en California. En la

gráfica 2 se presentan las curvas de los resultados de ambos ensayos.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

70

Gráfico 2. Comparación de las curvas de coeficiente del cultivo, correspondiente a Allen et al. (2006) y a Bryla et al. (2010).

Grattam et al., (1998) relacionaron los coeficientes de cultivo, no con la

fecha de trasplante sino con el porcentaje de suelo cubierto para intentar evitar

algunos de los problemas asociados a las diferencias en fechas de plantación.

Obtuvieron unos valores algo más bajos de los presentados anteriormente,

comenzando con un KC inicial de 0,32 y subiendo hasta un KC medio de 1,01

en recolección. Obtuvieron la siguiente ecuación que relacionaba el coeficiente

de cultivo y el porcentaje de suelo cubierto:

Donde:

G, es el porcentaje de suelo cubierto en tanto por ciento.

Rubbino y de Palma (1989) en la zona sur de Italia obtuvieron valores algo

más bajos que los publicados por Allen et al., (2006), con un KC ini de 0,4,

llegando a 0,8 con un coeficiente de suelo mojado del 80%.

El SIAM (Servicio de Información Agrometeorológica de Murcia), a través

de su programa orientativo de riego localizado, para la mismas condiciones de

cultivo, da una KC ini de 0,5; una KC med de 0,7 y una KC fin de 0,8; valores más

bajos a los señalados por la FAO y algo más semejantes a los obtenidos en

Italia por Rubbino y de Palma (1989).

0.0

0.2

0.4

0.6

0.8

1.0

1.2

0 14 28 42 56 70 84 98 112 126 140 154

días tras trasplante

Co

eficie

nte

de

cu

ltiv

o (

Kc)

Allen et al.2006

Bryla et al. 2010

Revisión Bibliográfica

71

11.3.1. EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA

Se conoce como evapotranspiración del cultivo de referencia ET0 a la tasa

de evapotranspiración de una superficie de referencia, es decir, de un cultivo

hipotético de pasto, con una altura asumida de 0,12 m, con una resistencia

superficial fija de 70 s/m y un albedo de 0,23, muy similar a una superficie

extensa de pasto verde, bien regada, de altura uniforme, creciendo activamente

y dando sombra totalmente al suelo (Allen et al., 2006).

Gráfico 3. Allen et al., 2006. Características del cultivo hipotético de referencia.

La superficie de referencia corresponde a un cultivo hipotético de pasto con

características específicas (Allen et al., 2006), en cuanto a los valores de la

resistencia aerodinámica y de la resistencia de superficie (Calera, 2005) se

refiere. La resistencia superficial rs, describe la resistencia al flujo de vapor a

través de los estomas, del área total de la hoja y de la superficie del suelo. La

resistencia aerodinámica ra, describe la resistencia en la parte inmediatamente

superior a la vegetación e incluye a la fricción que sufre el aire al fluir sobre

superficies vegetativas (Allen et al., 2006).

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

72

Gráfico 4. Allen et al. (2006) Representación simplificada de la resistencia superficial (total) y de

la resistencia aerodinámica al flujo de vapor de agua.

Por tanto, la ET0 expresa la demanda evaporativa de la atmósfera en un

lugar específico y en un determinado instante, y no considera los factores

asociados al suelo y al cultivo (Calera, 2005). Aunque el proceso del

intercambio en la vegetación es demasiado complejo para ser descrito

completamente por los dos factores de resistencia mencionados, con esta

estimación se obtienen buenas correlaciones entre los valores medidos y

calculados de evapotranspiración de referencia ET0 (Allen et al., 2006).

Para poder estimar la evapotranspiración de referencia ET0 utilizaremos el

método FAO Penman-Monteith, el cual, requiere datos de radiación,

temperatura del aire, humedad atmosférica y velocidad del viento (Allen et al.,

2006), así como la altitud y la latitud del lugar donde se tomen los datos. Este

método es el más exacto de los que utilizan fórmulas empíricas para predecir

las necesidades hídricas de los cultivos (Fuentes, 1992). La ecuación

combinada de Penman-Monteith es:

Término de radiación Término aerodinámico

Donde λ (MJ/kg) es el calor latente de vaporización, Rn (kJ/m2) es la

radiación neta, G (kJ/m2) es el flujo del calor en el suelo, (es – ea) (kPa)

representa el déficit de presión de vapor del aire, a (kg/m3) es la densidad

media del aire a presión constante, cp (kJ/kg ºC) es el calor especifico del aire a

Revisión Bibliográfica

73

presión constante, Δ (kPa/ºC) representa la pendiente de la curva de presión

de vapor de saturación, (kPa/ºC) es la constante psicrométrica, y rs (s/m) y ra

(s/m) son las resistencias superficial y aerodinámica (Calera, 2005).

La manera de calcular todos estos parámetros viene indicada en el Estudio

de Riego y Drenaje FAO56: Evapotranspiración del cultivo.

Para calcular la ET0 si no se dispone de un software como el utilizado en

este TFG, se pueden realizar todos los cálculos en una hoja de cálculo

siguiendo las indicaciones del Estudio FAO56.

A continuación, se procederá a explicar paso a paso la metodología a

seguir para calcular la ET0. Como la cantidad de datos a introducir es enorme,

se resumirán los resultados.

Primero de todo se deben conseguir los datos atmosféricos de la estación

agrometeorológica más próxima a la zona de cultivo. Para poder calcular la ET0

hará falta conocer los datos diarios de Temperatura máxima del aire TM(ºC),

Temperatura mínima del aire Tm(ºC), Humedad relativa máxima HRM(%),

Humedad relativa mínima HRm (%), Radiación solar media Rg(W/m2) y

Velocidad máxima media del aire u(m/s).

Tabla 7. Datos diarios atmosféricos de la estación agrometeorológica de Redondo (Icod de los Vinos, Tenerife) del Servicio Técnico de Agricultura y Medio Rural del Cabildo Insular de Tenerife.

Mes Dia TM (ºC) Tm (ºC) HRM (%) HRm (%) Rg (W/m2) u (m/s)

3 31 20,3 8,6 97,3 47,9 290,46 2,6

4 1 18,5 7,4 98,1 52,7 272,54 2,2

4 2 18 8,3 98,4 70,4 233,83 1,8

4 3 17,3 9,1 98,2 69,9 238,22 2,1

4 4 14,5 9,1 89,2 65,8 74,55 1,3

4 5 16,8 8,1 95,1 57,3 101,33 1,9

4 6 15,2 7,3 97,4 65 84,05 1,5

Si se posee una estación propia, lo ideal sería utilizar los datos máximos y

mínimos extremos de temperatura y humedad

Lo siguiente que se debe tener en cuenta son una serie de datos algo más

complejos de determinar como son la altitud sobre el nivel del mar o cota a la

que se encuentra la estación meteorológica, la latitud (º) y la longitud (º) a la

que se encuentra el cultivo, la longitud del meridiano estándar de referencia (º)

y la diferencia con la hora solar de la zona de cultivo.

Para conocer los tres primeros datos se debe georefenciar tanto la estación

meteorológica como la zona de cultivo. Para ello se puede hacer uso de un

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

74

dispositivo de GPS o de los llamados sistemas informáticos integrados

(IDECanarias, SIGPAC, Google Earth, etc.).

Tabla 8. Datos de cota, latitud y longitud obtenidos del IDECanarias (GRAFCAN) del Gobierno Autónomo de Canarias.

Cota (m.s.n.m.) z 632,5 m

Latitud (º) rlat 28,35108889º N

Longitud (º) rlon -16,69832222º O

Meridiano stándar (º) stdm -15 O

Diferencia horaria con GMT (h) dls 0 h

En cuanto a la longitud del meridiano estándar de referencia, se refiere a la

longitud del huso horario más próximo al que se encuentre la zona de cultivo.

Como Canarias tiene una longitud media de 16º O le corresponde una longitud

de meridiano estándar de 15º O. Los signos negativos de las longitudes se

deben a que se toma como punto de referencia (0,0) el cruce entre el meridiano

de Greenwich y el Ecuador, simulando de este modo un sistema cartesiano de

coordenadas. Respecto a la diferencia con la hora solar, se refiere a la

diferencia horaria respecto a la zona horaria del meridiano 0º o meridiano de

Greenwich.

A continuación es necesario conocer algunos parámetros del cultivo y de la

estación meteorológica que permitirán determinar más adelante la resistencia

aerodinámica del cultivo ra.

Donde:

ra_c, es el coeficiente de resistencia aerodinámica

Zm, es la altura sobre el suelo del anemómetro (m)

Zh, es la altura sobre el suelo del termo-higrómetro (m)

d, es el plano de altura de desplazamiento cero (m)

Zom, es la longitud de la rugosidad que gobierna la transferencia del

momentun (m)

Zoh, es la longitud de la rugosidad que gobierna la transferencia de

calor y vapor de agua (m)

K, es la constante de Von Karman, 0,41

Uz, es la velocidad del viento a la altura Z (m/s)

Revisión Bibliográfica

75

Tabla 9. Resultados para el cálculo de la resistencia aerodinámica del cultivo

Albedo α 0,23

Índice activo de área foliar LAIact 1,44

Altura de cultivo (m) h 0,12

Altura sobre suelo del anemómetro (m) Zu 2,42

Altura sobre suelo del termo-higrómetro (m) Zt 1,92

Plano de referencia para el perfil de viento (m) d 0,080

Rugosidad para transferencia de momento (m) Zom 0,015

Rugosidad para transferencia de calor y vapor (m) Zoh 0,0015

Coeficiente de resistencia aerodinámica ra_c 214,82

El anemómetro de la estación de Redondo se planteó para un cultivo de

vid, por lo que se colocó a dos metros sobre el cultivo, quedando a 2,42 m

sobre la superficie del suelo. En el método de Penman-Monteith la medición de

la velocidad del viento ha de hacerse a 2 m de altura sobre el cultivo, siendo el

coeficiente de resistencia aerodinámica ra_c 208 s/m. En este caso, dada la

altura del anemómetro, el coeficiente de resistencia aerodinámico ra_c es de

214,82 s/m.

Para calcular la resistencia aerodinámica ra, la FAO indica que si la

velocidad del viento u es ≥ 0,5 m/s se aplique la fórmula:

Y si la velocidad del viento es < 0,5 m/s:

Antes de continuar con los cálculos conviene tener en cuenta la constante

de Stefan-Boltzmann () y el cambio de unidades para pasar de W/m2 a MJ/m2.

Tabla 10. Constante de Stefan-Boltzmann para los distintos períodos de tiempo y cambio de unidad.

Constante de Stefan-Boltzmann Cambio de unidad

4,903x10-09

MJ/K4m

2día W/m

2 1

MJ/m2 0,0864

El siguiente paso, aunque no es necesario seguir este orden, será calcular

la radiación solar neta recibida Rn (MJ/m2), que es la diferencia entre la

radiación solar neta de onda corta recibida Rns y la radiación solar neta de onda

larga emitida Rnl.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

76

Para calcular la Rnl (MJ/m2) se aplica la siguiente fórmula:

Donde

, es la constante de Stefan-Boltzmann (MJ/K4m2día)

’, es un término de corrección para la humedad de aire (kPa)

f, es un factor de nubosidad

Para poder completar la ecuación de Rnl, se debe calcular la radiación solar

que habría en la zona de cultivo en un día completamente despejado RSO

(MJ/m2).

A su vez, para poder conocer RSO, hay que calcular primero la radiación

solar extraterrestre Ra (MJ/m2):

Donde

GSC, es la constante solar, 0,08202 MJ/m2 min

dr, es la distancia relativa inversa Tierra-Sol

, es el ángulo solar en el momento en que ocurre el punto medio del

período considerado (rad)

Lat, es la latitud de la zona de cultivo (rad)

, es la declinación solar (rad)

Para poder completar la ecuación de Ra hay que calcular primero los

siguientes parámetros:

Declinación solar

Donde J son los días Julianos y se enumeran de 1 a 365 (31 de marzo

equivaldría a J=90).

Revisión Bibliográfica

77

Distancia relativa inversa Tierra-Sol

Corrección estacional para el tiempo solar

Ángulo solar en el momento en que ocurre el punto medio del período

considerado

Donde

Lat, es la latitud de la zona de cultivo (rad).

Realizados todos estos cálculos ya se puede calcular la radiación solar

extraterrestre Ra y, por consiguiente, la radiación solar en un día despejado

RSO. Una vez se tenga este último valor, se determina la radiación solar neta de

onda larga emitida Rnl.

Por último, y ya para poder calcular la radiación solar neta Rn, falta hallar la

radiación neta de onda corta Rns (MJ/m2):

Conocida la radiación solar neta Rn, se pueden calcular la resistencia

estomática Rleaf (s/m), la resistencia superficial rc (s/m) de cultivo y el flujo de

calor del suelo G (MJ/m2).

Para la resistencia estomática Rleaf, la FAO con el fin de estandarizar el

cálculo de la ET0, indica que para períodos diarios si Rn > 0 la resistencia

estomática Rleaf sea de 100,8 s/m; y cuando Rn ≤ 0, la Rleaf sea de 1.008 s/m.

Para calcular la resistencia superficial rc (s/m), se aplica la siguiente fórmula:

Para calcular el flujo de calor del suelo G (MJ/m2), la FAO considera que,

como la magnitud del flujo de calor bajo la superficie de referencia es

relativamente pequeña, esta puede ser ignorada para períodos diarios.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

78

Hasta aquí termina la parte más compleja del método de Penman-Monteith.

Se ha explicado de forma bastante sencilla, pues muchos de los parámetros

calculados tienen condicionantes que harían su cálculo más complejo todavía.

Todos estos factores que influyen e interfieren en la resolución de estos

cálculos se encuentran, a mayor o menor medida explicados, en el Estudio

FAO56.

El siguiente paso a seguir, se puede empezar por aquí si se desea, es

calcular los parámetros de presión de vapor, presión atmosférica, calor latente

de vaporización, densidad del aire y constante psicrométrica.

Presión de vapor de la saturación

Presión real de vapor derivada de los datos de humedad relativa

Presión atmosférica

Donde

g, es la fuerza de la gravedad, 9,81 m/s2

R, es la constante de los gases para el aire, R≈287 m2/s2k

Z, es la altitud sobre el nivel del mar (m)

Calor latente de vaporización

Si se desea, se puede establecer λ = 2,45 MJ/kg.

Pendiente de la curva de presión de saturación de vapor

Revisión Bibliográfica

79

Temperatura virtual

Densidad del aire

Donde

R, es la constante de los gases para el aire, R≈287 m2/s2k

Constante psicrométrica

Donde

Cp, es el calor específico a presión constante, 1,013x10-3 MJ/kgºC

, es el cociente del peso molecular de vapor de agua/aire seco = 0,622

Constante psicrométrica modificada

Finalmente se procede a calcular la evapotranspiración de referencia ET0.

Se empleará la fórmula simplificada de Penman-Monteith:

La determinación del número 900 viene detallada en el recuadro 6 de la

página 26 del Estudio FAO56. En este caso, al no tener el anemómetro a 2 m

de altura, si se quiere, pues el resultado prácticamente no va a variar, se puede

modificar el número 900.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

80

Según Villalobos et al. (2002), esta ecuación simplificada tiene un buen

comportamiento en general, aunque tiende a infraestimar ligeramente la ET0

durante los meses de verano.

Con todo esto, la FAO advierte que no se puede esperar que ninguna

ecuación formulada para el cálculo de la evapotranspiración y basada en datos

climáticos, determine la evapotranspiración perfectamente, bajo diferentes

situaciones climáticas específicas. Esto debido principalmente a la

simplificación en la formulación y los errores en la recopilación de los datos

climáticos. Es probable que instrumentos de precisión, bajo condiciones

ambientales y biológicas completamente controladas, demuestren que la

ecuación de FAO Penman-Monteith se desvía ocasionalmente de mediciones

reales de la ET0 del pasto. Sin embargo, el panel de expertos acordó utilizar la

definición hipotética del cultivo de referencia sobre el que se basa la ecuación

FAO Penman-Monteith como un valor de comparación homogeneizado de tal

manera que los datos de diferentes zonas del mundo sean comparables entre

sí (Allen et al., 2006).

Tabla 11. Resultados diarios de radiación solar.

Mes Día J dr d (rad) (rad) Ra (MJ/m2) RSO (MJ/m

2) Rg (MJ/m

2)

3 31 90 1,0007 0,0649 1,6059 34,88 26,60 25,10

4 1 91 1,0001 0,0718 1,6096 35,04 26,73 23,55

4 2 92 0,9996 0,0787 1,6134 35,20 26,85 20,20

4 3 93 0,9990 0,0856 1,6171 35,36 26,97 20,58

4 4 94 0,9984 0,0925 1,6209 35,52 27,09 6,44

4 5 95 0,9979 0,0993 1,6246 35,68 27,21 8,76

4 6 96 0,9973 0,1062 1,6283 35,83 27,32 7,26

En la última columna de la tabla 11 se encuentra la radiación solar diaria

registrada por el piranómetro en MJ/m2. Al tener las tres radiaciones en la

misma unidad se puede visualizar gráficamente si los valores obtenidos son

coherentes.

Revisión Bibliográfica

81

Gráfico 5. Representación de la radiación solar extraterrestre Ra, la radiación solar para un día despejado Rso y la radiación solar recibida Rg para períodos diarios.

Como se observa en el gráfico 5 los valores tienen sentido, tanto Ra como

RSO mantienen valores prácticamente constantes, siendo siempre mayor la

radiación solar extraterrestre Ra. La variación en la radiación solar recibida

indica la mayor o menor presencia de nubes.

Los siguientes resultados de la tabla 12, hacen referencia a la radiación

solar neta de onda larga emitida Rnl, la radiación solar neta Rn, la resistencia

estomática Rleaf, la resistencia superficial rc, la resistencia aerodinámica ra y el

flujo de calor del suelo G.

Tabla 12. Resultados para período diario en días julianos.

J Rnl (MJ/m2) Rn (MJ/m

2) Rleaf (s/m) rc (s/m) ra (s/m)

90 6,003 13,320 100,8 70 79,871

91 5,430 12,701 100,8 70 94,393

92 4,035 11,521 100,8 70 115,369

93 4,134 11,714 100,8 70 98,888

94 -0,185 5,144 100,8 70 159,742

95 0,543 6,199 100,8 70 109,297

96 0,056 5,536 100,8 70 138,443

Seguidamente en la tabla 13, se muestran los resultados para los

parámetros de presión de vapor, presión atmosférica, calor latente de

vaporización, densidad del aire y constante psicrométrica.

0,00

5,00

10,00

15,00

20,00

25,00

30,00

35,00

40,00

90 91 92 93 94 95 96

Rad

iació

n s

ola

r (M

J/m

2 d

ía)

Días Julianos

Ra Rso R

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

82

Tabla 13. Resultados para período diario en días julianos.

J es (kPa) ea (kPa) (kPa/ºC) P (kPa) (MJ/kg) (kPa/ºC) Tvk (ºK) Cp kg/m3) * (kPa/ºC)

90 1,750 1,114 0,113 94,014 2,467 0,062068 288,898 0,001134 0,116

91 1,580 1,066 0,103 93,978 2,470 0,061954 287,327 0,001140 0,108

92 1,579 1,265 0,103 93,983 2,470 0,061969 287,757 0,001138 0,100

93 1,565 1,258 0,102 93,984 2,470 0,061973 287,799 0,001138 0,106

94 1,404 1,059 0,093 93,949 2,473 0,061868 286,164 0,001144 0,089

95 1,497 1,062 0,098 93,965 2,472 0,061917 286,820 0,001142 0,102

96 1,375 1,059 0,091 93,936 2,474 0,061826 285,612 0,001146 0,093

Finalmente, en la tabla 14, se muestran los resultados de la ET0. Se

comparan los resultados obtenidos con los del software utilizado en el Ensayo

2 (PMETp-w).

Tabla 14. Resultados evapotranspiración de referencia diaria ETO.

J 90 91 92 93 94 95 96

Excel ETo (mm) 4,1 3,6 2,9 2,9 1,6 2,0 1,6

PMETp-w ETo (mm) 4,0 3,5 2,9 2,9 1,4 2,0 1,5

Las diferencias que se puedan apreciar se achacan al mayor o menor uso

de números decimales en los cálculos para la ET0, pues los resultados son

prácticamente idénticos.

11.3.2. COEFICIENTE DE CULTIVO

El coeficiente de cultivo KC significa el efecto del cultivo sobre el proceso de

transpiración de la plantas. Este coeficiente depende de distintos factores como

son: el cultivar, el estado fenológico, las condiciones meteorológicas, las

condiciones de cultivo, el sistema de riego, etc. (Pomares et al., 2007a).

Tomando como base el concepto de coeficiente de cultivo, las diferencias del

dosel del cultivo y la resistencia aerodinámica, con relación al cultivo hipotético

de referencia, se consideran dentro del coeficiente de cultivo. El factor KC

representa el resumen de las diferencias físicas y fisiológicas entre los cultivos

y la definición de cultivo de referencia (Allen et al., 2006).

Como ya se ha mencionado, se pueden determinar los coeficientes del

cultivo relacionando la evapotranspiración medida del cultivo (ETC) con la ET0

calculada, es decir: KC = ETC/ET0 (Allen et al., 2006).

Revisión Bibliográfica

83

11.4. CONSIDERACIONES SOBRE LA PRÁCTICA DE RIEGO

Según Pomares et al., (2007a) deben de tenerse en cuenta una serie de

consideraciones para el riego del brócoli, como son:

Inmediatamente después del trasplante en campo es conveniente dar un

riego abundante para asegurar el arraigue de las plantas. En riego

localizado se necesita un primer riego con una dosis de 30-45 l/m2, y un

segundo riego con dosis de 20-30 l/m2, pasados unos 3-5 días.

Durante las primeras fases de cultivo, el suelo se debe mantener con un

nivel intermedio de humedad, para favorecer un buen desarrollo del

sistema radicular.

La frecuencia de riego debe hacerse en función del tipo de suelo, de la

salinidad del agua, de las condiciones meteorológicas, etc. En general,

se deben realizar un mínimo de 3 riegos/semana, y en los suelos muy

arenosos o cuando se utilizan aguas con alta salinidad es conveniente

aumentar la frecuencia de riego.

Se debe procurar que los bulbos húmedos queden solapados en la línea

de riego (10-15%), para impedir la aparición de zonas secas que

produzcan una acumulación de sales perjudicial para el cultivo y

asegurar el suministro de agua a todas las plantas.

Según Doorenbos y Pruitt (1988) el brócoli presenta un período crítico con

respecto al potencial hídrico del suelo, que abarca la fase de formación y

desarrollo de la pella, resultando importante mantener una adecuada humedad

en el suelo durante esta fase.

Jaramillo et al., (2006) afirman, que no se conocen exactamente las

necesidades hídricas del cultivo, aspecto que también dificulta la decisión de

cuánto y cuándo regar, y dan algunas recomendaciones:

Es necesario asegurar un abundante suministro de agua, sobre todo

durante la fase de germinación, desarrollo de plántula, al momento del

trasplante y durante la etapa de formación de cabeza. En épocas secas,

se hace necesario un riego por semana. Pero este dependerá del tipo de

suelo, de su capacidad de retención de humedad y de su tasa

infiltración.

Se debe disponer de agua para riego en las épocas secas; agua de alta

calidad, libre de contaminantes biológicos y químicos.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

84

El máximo crecimiento y rendimiento se logra sólo cuando se provee a la

planta de una buena cantidad de agua a lo largo del ciclo productivo,

recordando que la etapa fonológica de mayor demanda de agua es la

época de formación de la cabeza (a partir del estadio 41 según la escala

BBCH); un déficit en esta etapa ocasionará reducciones en los

rendimientos.

Respecto a la tolerancia a la salinidad, el brócoli está considerado como

moderadamente sensible a la salinidad, siendo ligeramente más resistente a la

salinidad que el tomate (Ayers y Westcost, 1985). Para calcular el

requerimiento de lixiviación o fracción de lavado pueden utilizarse los

siguientes valores: CEe = 3,9 dS/m y CEe max = 13,5 dS/m, siendo CEe la

conductividad eléctrica del extracto de saturación correspondiente al 10% de

disminución del rendimiento y CEe max el valor de CEe que provoca una pérdida

del 100% del rendimiento (Ayers y Westcost, 1985).

11.5. FERTIRRIGACIÓN

Diversos estudios han demostrado que la aportación de fertilizantes a

través de los riegos localizados de alta frecuencia, mejora la producción y la

eficiencia del uso de los nutrientes por la planta de brócoli (Letey et al., 1983;

Demchak y Smith, 1990; Beberly et al., 1986; Hipp, 1974). Las ventajas de la

fertirrigación se basan en la posibilidad de aplicar los nutrientes directamente a

la zona radicular, permitiendo controlar la concentración en la solución del

suelo y la dosificación según demanda de la planta (Rincón et al., 1999),

aumentando así la eficiencia de los abonos (Pomares et al., 2007a).

Según Pomares et al., (2007a), estas ventajas se traducen en una

disminución de la dosis de abono necesaria y en un menor riesgo de

contaminación de las aguas subterráneas por lixiviación, pues algunos

nutrientes de baja movilidad en suelo como el fósforo son absorbidos mejor por

las raíces de las plantas cuando se aplican conjuntamente con el agua de

riego. Además, la fertirrigación aporta al agricultor una flexibilidad tanto del

momento como de la dosis de abono, permitiendo ajustar el ritmo de aportación

de los abonos a la demanda de nutrientes durante los distintos estados

fenológicos del brócoli, consiguiendo un ahorro de mano de obra y energía en

la aplicación de los abonos y reduciendo el riesgo de salinidad, lo que permite

el uso de aguas más salinas que en el sistema de riego por inundación.

Revisión Bibliográfica

85

11.5.1. PROGRAMA DE RIEGO

Para el establecer un programa de fertirriego en brócoli, hay que tener en

cuenta diversos factores que varían en función de la zona de cultivo, como son

el suelo, el clima, el agua de riego, el cultivar, la duración del ciclo vegetativo,

época de trasplante, marco de plantación, sistema de riego, etc. Por lo que

cualquier programa de fertirriego debe considerarse siempre orientativo y se

debe adaptar a cada caso particular (Pomares et al., 2007a).

11.5.1.1. FERTILIZACIÓN DE FONDO

Aunque con la fertirrigación se puede cubrir la totalidad de la demanda de

abono del brócoli, es conveniente realizar un abonado de fondo antes del

trasplante en campo del cultivo. Pomares et al., (2007a), justifican el uso del

abonado de fondo en las siguientes circunstancias:

Los abonos convencionales son de más bajo coste que los abonos

solubles que se utilizan normalmente en la fertirrigación.

Cuando el suelo presenta un nivel bajo en algún nutriente esencial como

el fósforo o el potasio asimilable.

Cuando en la fase de crecimiento vegetativo posterior al trasplante se

prevean lluvias intensas y frecuentes que provoquen una reducción

considerable en la necesidad de riego del cultivo.

Las aportaciones de fertilizantes que conviene realizar en el abonado de

fondo son: 0-25% de la dosis total de nitrógeno, 50-75% dosis de fósforo

y entre el 25 y 50% de las dosis de potasio y magnesio.

Maroto (1995) indica que el brócoli es una planta esquilmante que

responde positivamente al estercolado, recomendando su uso a razón de 20-25

t estiércol/ha.

Para Tamayo (2006) el abonado de fondo tiene significativa ventaja en el

arranque y rendimiento del cultivo. Este mismo autor recomienda aplicar 150

g/planta de materia orgánica bien descompuesta, en lo posible compostada,

más la adición de 20 g de cal dolomítica y 0,6 g de bórax antes del trasplante

para suelos andisoles.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

86

11.5.1.2. FERTILIZACIÓN DE COBERTERA (FERTIRRIGACIÓN)

Esta abonada se realiza después del trasplante del cultivo con la finalidad

de aportar las cantidades de nutrientes que no han sido cubiertas con la

abonada de fondo.

Para poder calcular estas necesidades, hay que tener presentes las

fuentes potenciales de nutrientes distintas a los fertilizantes minerales como

pueden ser: el agua de riego, las enmiendas y abonos orgánicos, los restos de

cultivo anterior, la mineralización del humus del suelo, la reserva de nutrientes

asimilables en el suelo, etc. (Pomares et al., 2007a)

Maroto et al., (1995) tras varios ensayos de cultivares con distintas

densidades de plantación, dan valores medios orientativos sobre la cantidad de

fertilizante necesario para el correcto desarrollo del cultivo del brócoli: 150-200

kg/ha de N, 60-80 kg/ha de P2O5, 200-250 kg/ha de K2O y 100 kg/ha de CaO.

Rincón et al., (1999) en un estudio realizado en la finca experimental

“Torreblanca” del Centro de Investigación y Desarrollo Agroalimentario, situado

en la comarca del Campo de Cartagena, Murcia; Para una plantación de brócoli

cultivar Marathon con una densidad de 5 plantas/m2 y 1.500 m2 de superficie de

cultivo, obtuvieron un rendimiento de 19,2 t/ha aplicando las siguientes

concentraciones de fertilizantes en cada riego: 12,5 meq/l de N, 1 meq/l de P, 5

meq/l de K, 2 meq/l de Ca y 1 meq/l de Mg. Transcurrido el ensayo

comprobaron que para alcanzar dicho rendimiento se necesitaron en total:

243,9 kg/ha de N, 28,7 kg/ha de P, 240,9 kg/ha de K, 221,3 kg/ha de Ca y 23

kg/ha de Mg.

Tamayo (2006) recomienda aplicar a los 20 días después del trasplante

entre 20-25 g/planta del fertilizante compuesto 10-30-10 (NPK). Entre los 20 y

40 días del trasplante aplicar molibdeno en dosis de 2,5 cm3/l. Para una planta

tan susceptible a deficiencias de boro como es el brócoli, es recomendable

hacer dos aplicaciones foliares de bórax (2,5 cm3/l) a la tercera y quinta

semana después del trasplante. El mismo autor expone que para conseguir un

rendimiento de 18 t/ha bajo las condiciones de cultivo de Antioquía (Colombia)

son necesarios los siguientes aportes (no hay datos de nitrógeno): 61 kg/ha de

P2O5, 151 kg/ha de K2O, 18 kg/ha de Mg y 59 kg/ha de S.

11.5.2. FERTILIZANTES PARA LA FERTIRRIGACIÓN

La aplicación de fertilizantes mediante el sistema de riego (localizado sobre

todo) hace necesario que el producto tenga alta solubilidad y alta pureza para

evitar obturaciones (Villalobos et al., 2002).

Para poder realizar una correcta fertirrigación deben emplearse abonos

sólidos cristalinos (simples, binarios o ternarios) como nitrato amónico, nitrato

Revisión Bibliográfica

87

potásico, nitrato cálcico, fosfato monoamónico, sulfato magnésico. También

pueden utilizarse abonos líquidos simples como la solución N-32, el ácido

fosfórico, etc., o ternarios que aporten conjuntamente nitrógeno, fósforo y

potasio (NPK) (Pomares et al., 2007a). Conviene mantener un pH ligeramente

ácido para evitar la precipitación de algunas sales (Villalobos et al., 2002).

11.5.3. COMPATIBILIDAD ENTRE FERTILIZANTES

En la fertirrigación se debe evitar el empleo de aquellos fertilizantes que

puedan reaccionar formando precipitados en los recipientes de las soluciones

nutritivas, ya que se pueden producir obturaciones en los emisores o filtros de

la instalación de riego.

Pomares et al., (2007a) dan una serie de indicaciones, a tener en cuenta,

para evitar problemas de obturación:

No mezclar los abonos fosforados con aquellos que contengan calcio,

magnesio o hierro.

No mezclar abonos cálcicos con los que contienen sulfato.

Cuando resulte imprescindible utilizar abonos incompatibles se deben

colocar en depósitos distintos y aplicar en días diferentes.

11.5.4. SOLUBILIDAD DE LOS FERTILIZANTES

Los fertilizantes sólidos que se vayan a utilizar para fertirrigación han de ser

completamente solubles en agua y el mayor grado de pureza posible.

La temperatura afecta a la solubilidad de los abonos. De ahí que durante

las épocas frías como el invierno se deban preparar disoluciones más diluidas

que en las restantes épocas del año (Pomares et al., 2007a).

11.5.5. REACCIÓN DE LOS FERTILIZANTES

Las aguas altamente alcalinas con valores de pH entre 7,2 y 8,5 suelen

presentar altos contenidos de calcio, magnesio, bicarbonatos, etc. Estas aguas

son un factor limitante en la fertirrigación, pues hay peligro de que al disolver

los fertilizantes se formen precipitados de calcio y magnesio. Además, pueden

contribuir a que se incremente el pH del suelo a niveles en que los nutrientes

no puedan aprovecharse.

Para evitar este tipo de problemas resulta conveniente utilizar abonos

acidificantes o bien añadir algún ácido a la disolución en cantidad suficiente

para mantener el pH del agua a niveles ligeramente ácidos ≤ 6,5. Cuando se

detecte la aparición de precipitados, será conveniente inyectar periódicamente

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

88

algún producto de naturaleza ácida, para disolver los precipitados y limpiar los

emisores (Pomares et al., 2007a).

11.5.6. SALINIDAD DE LOS FERTILIZANTES

Los fertilizantes minerales que se utilizan en la fertirrigación son sales

minerales que inducen a un aumento de la salinidad de la solución nutritiva,

esto puede afectar al brócoli por la acumulación de sales solubles en el suelo,

que puede generar problemas de presión osmótica ocasionando dificultades de

absorción a las raíces, y por el efecto tóxico de los iones (cloro, sodio y boro

principalmente), que afectan el área foliar y disminuyen la capacidad

fotosintética de la planta.

Como se indicó anteriormente en el apartado 11.4, el brócoli es un cultivo

semitolerante a la salinidad. Según Pomares et al., (2007a), tolera bien, sin

presentar disminución en su capacidad productiva, aguas de riego con

salinidad de 1,2-1,9 dS/m. Cuando la salinidad supera esos valores comienza a

producirse una disminución en el rendimiento del brócoli. De ahí que en la

fertirrigación interese fraccionar la fertilización de forma que la conductividad

del agua de riego no supere los 2-3 dS/m, equivalentes a 1,3-1,9 g/l de sales.

11.5.7. OTROS ASPECTOS A TENER EN CUENTA

Pomares et al., (2007a) dan las siguientes consideraciones adicionales a

tener en cuenta a la hora de cultivar brócolis:

La fertirrigación debe realizarse con cada riego. De esta forma se

minimizan los problemas derivados de la salinidad de la solución nutritiva

y las toxicidades.

Cuando se empleen fertilizantes simples que no pueden mezclarse,

deben aportarse en riegos distintos.

Para la aportación de nitrógeno es preferible elegir una mezcla de

fertilizantes nítricos y fertilizantes amoniacales, en vez de utilizar

exclusivos individuales.

Revisión Bibliográfica

89

12. FERTILIZACIÓN

La fertilización es la técnica de cultivo que tiene como finalidad aportar al

suelo o a la planta directamente los nutrientes necesarios en cantidad y

proporción, para lograr una nutrición suficiente y equilibrada en los cultivos, que

asegure unos rendimientos altos de cosechas de alta calidad organoléptica,

nutricional y sanitaria, con el mínimo riesgo de contaminación ambiental

(Pomares et al., 2007b).

12.1. NUTRIENTES PRINCIPALES

Para garantizar la calidad y el rendimiento del cultivo de brócoli es

fundamental una correcta disponibilidad de nutrientes (Nolasco et al., 2005),

para lo cual es necesario tener conocimiento de la demanda nutricional del

cultivo en sus diferentes etapas fenológicas (Castellanos et al., 2000).

De los elementos actualmente considerados esenciales para el brócoli

cabe destacar: el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre y boro

(Pomares et al., 2007b)

12.1.1. NITRÓGENO

Es el nutriente más relevante en la nutrición de las plantas. Interviene en la

síntesis de aminoácidos, proteínas, clorofilas y otros compuestos

fundamentales del metabolismo vegetal (Pomares et al., 2007b), por lo que

está involucrado en la mayoría de las reacciones bioquímicas determinantes en

la vida vegetal (Tamayo, 2006)

La cantidad de nitrógeno absorbido por el brócoli es muy variable según las

condiciones de suelo, clima, agua de riego, cultivar, técnicas de cultivo,

rendimiento, etc. (Pomares et al., 2007b). Así, Hipp (1974) para alcanzar el

máximo rendimiento aporta 224 kg/ha. Magnifico et al. (1979), en Italia,

obtienen la máxima producción con 540 kg/ha de nitrógeno aportado, Letey et

al. (1983), para las condiciones de California (EEUU), alcanzan la máxima

producción con 270 kg/ha, cantidad similar a los 250 kg/ha reflejados por

Kowalenko y Hall (1987) en Canadá. Barbeta (1993), para las condiciones de

Valencia, constató que la cantidad de nitrógeno absorbida por el brócoli oscila

entre 285 y 304 kg/ha. Pascual (1994) indica que se pueden conseguir buenos

rendimientos aplicando 170-200 kg/ha para las condiciones de Murcia,

cantidades muy parecidas a los 150-200 kg/ha que proponen Maroto et al.

(1995) para Valencia. Rincón et al., (1999), para las condiciones de Murcia,

obtuvieron buenos rendimientos aplicando 243,9 kg/ha. Castellanos et al.

(2000), en Celaya (México), consiguieron los máximos rendimientos cuando

aplicaron 400 kg/ha, valor que está dentro de los ratios propuestos por

Thompson et al. (2002), que aplicaron cantidades de entre 300-500 kg/ha para

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

90

alcanzar el máximo rendimiento comercial en la condiciones de Arizona

(EEUU). En cambio, Tamayo (2006), en Colombia, obtuvo buenos rendimientos

aplicando tan sólo 90 kg/ha.

El exceso de nitrógeno retarda la maduración del cultivo y la formación de

cabezas, provoca un escaso desarrollo del sistema radicular (Tamayo, 2006),

un exceso de vegetación, aumenta el tamaño de la pella, pero empeora su

calidad y, por otra parte, aumenta la sensibilidad de la planta a fisiopatías,

plagas y enfermedades (Pomares et al., 2007b).

Un exceso de nitrógeno puede favorecer el ahuecado del tronco (Nolasco

et al., 2005).

La deficiencia de nitrógeno en el brócoli provoca una marcada disminución

en el crecimiento y vigor de la planta, las hojas resultan pequeñas y de color

verde pálido, las hojas más antiguas obtienen una tonalidad púrpura, la

formación de la pella se retrasa y el rendimiento disminuye (Pomares et al.,

2007b).

Tamayo (2006) indica que si el nitrógeno está ausente no se produce la

cabeza. El nivel crítico de nitrógeno observado en los tejidos, es de 1,3% en

base seca para hojas externas y 2,1% para raíces; como consecuencia, la

producción decrece en un 50% a causa de la deficiencia.

Del nitrógeno total que se encuentran en el suelo, más del 95% (Pomares

et al., 2007b) está en forma orgánica, pero esta forma de nitrógeno no puede

ser directamente absorbida por las raíces, de ahí que sea necesaria su

transformación en formas inorgánicas: mineralización por procesos

microbiológicos para pasar a amonio (NH4+) y posteriormente por la nitrificación

para transformarse a nitritos (NO2 -) y finalmente a nitratos (NO3

-) (Sánchez,

2000). Formas fácilmente asimilables por la planta, especialmente los nitratos

(Pomares et al., 2007b).

El nitrógeno amoniacal (NH4+), al tener carga positiva puede ser retenido

por el complejo arcillo-húmico del suelo, lo que le confiere poca movilidad en el

suelo; en cambio, el nitrógeno nítrico (NO3-), al tener carga negativa es apenas

retenido por el complejo arcillo-húmico, esto le da una alta movilidad en el

suelo, haciéndolo muy susceptible a ser lixiviado por el agua (Pomares et al.,

2007b). Por otro lado, aumentado el número de aplicaciones de abonos

nitrogenados aumenta la eficiencia de uso del fertilizante nitrogenado y reduce

las pérdidas, principalmente por lixiviación, ante esta situación es necesario

fraccionar las dosis de abonado (Sánchez, 2000).

La absorción de nitrato (NO3-) se ve favorecida por pH bajo. En el caso del

nitrógeno amoniacal (NH4+) ocurre lo contrario. Según Villalobos et al. (2002),

en términos energéticos, la absorción de NO3- es menos eficiente que la del

Revisión Bibliográfica

91

amonio, ya que el nitrato deberá reducirse a amonio antes de que el nitrógeno

pase a formar parte de los compuestos orgánicos. Sin embargo, la absorción

de NH4+ conlleva la acidificación de la rizosfera y disminuye la absorción de

Ca2+, Mg2+ y K+ mientras que aumenta la absorción de H2PO4-, SO4

2- y Cl-.

12.1.2. FÓSFORO

El fósforo es un elemento que juega un papel clave en la vida de las

plantas. Es constituyente de la síntesis de ácidos nucléicos, de la formación de

las membranas celulares (fosfolípidos), de las coenzimas NAD y NADP, y más

importante aún, forma parte del ATP, compuesto transportador de energía en la

planta (Tamayo, 2006). En virtud de estas funciones, el fósforo ejerce una

acción estimuladora en de la germinación, el desarrollo radicular, la formación

de las pellas, etc. (Pomares et al., 2007b). Además, el fósforo se requiere en

altas concentraciones en las regiones de crecimiento activo pues es

indispensable en los procesos donde hay transformación de energía (Tamayo,

2006).

La cantidad de fósforo absorbida por el brócoli es bastante más baja que la

de nitrógeno o potasio, siendo los valores muy variables según los distintos

autores. Para las condiciones de Italia, Magnifico et al., (1979), el fósforo

absorbido por las plantas de brócoli es de 23 kg/ha. Pascual (1994) y Rincón et

al. (1999) obtuvieron valores de 50-100 kg/ha y 28,7 kg/ha respectivamente, en

ensayos realizado en Murcia. Barbeta (1993) y Maroto et al. (1995), en

Valencia, obtuvieron valores que oscilaban entre los 85-100 kg/ha y los 60-80

kg/ha respectivamente. En Colombia, Tamayo (2006) obtuvo 34 kg/ha.

El exceso de este elemento acelera la maduración a expensas del

crecimiento y puede generar efectos adversos sobre la utilización de otros

elementos nutritivos, tales como el zinc. La deficiencia de este elemento se

manifiesta en el sistema radicular, siendo este raquítico, acompañado de

síntomas generales de perturbación en el crecimiento; así las plantas crecen

lentamente y a menudo se quedan enanas, llegando a la madurez (Tamayo,

2006).

El fósforo es absorbido por la planta de la solución del suelo en forma

iónica (H2PO4-, HPO4

2- y PO43-). En los suelos ácidos predomina la forma

monovalente (H2PO4-) que es la más fácil de asimilar por la planta, mientras

que en los suelos neutros predomina la forma divalente (HPO42-) y en los

suelos básicos la forma trivalente (PO43-), que la más difícil de asimilar por la

planta (Pomares et al., 2007b).

A diferencia del nitrógeno, el fósforo es muy poco móvil en el suelo,

resultando escasamente susceptible al lavado, por lo que suele acumularse en

la capa superficial del suelo y no se lixivia. Por eso es conveniente aplicar los

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

92

abonos fosforados cerca de la zona radicular para facilitar su absorción a la

planta (Pomares et al., 2007b).

En suelos andisoles el potencial de fijación de fósforo parece estar

relacionado con la presencia de diferentes materiales en la fracción arcilla,

como resultado de las diferentes condiciones de meteorización de la ceniza

volcánica (Tamayo, 2006). En suelos calizos, la fracción soluble en agua se

transforma con facilidad en fosfatos cálcicos insolubles. Este proceso de

fijación es el responsable de que sólo se aproveche un 20-30% del abono

fosforado aportado, quedando el resto del fósforo en estado insoluble. Este

último contribuirá a reponer lentamente el fósforo soluble, a medida que vaya

siendo absorbido por el cultivo en los años siguientes (Pomares et al., 2007b).

12.1.3. POTASIO

A diferencia del nitrógeno y del fósforo, el potasio no forma parte de ningún

compuesto orgánico conocido, manteniéndose en forma iónica (K+) en el

interior de las células vegetales (Pomares et al., 2007b). En el suelo, el potasio

proviene de la meteorización de los minerales feldespato y mica. La fracción

más activa del potasio se encuentra minerales secundarios de la arcilla

(caolinita, ilita, vermiculita), por ello la cantidad de potasio intercambiable es

muy superior en los suelos arcillosos (Villalobos et al., 2002).

El potasio es absorbido por las plantas en forma iónica (K+) a partir de la

solución del suelo y, en algunos casos, también directamente desde el

complejo arcillo-húmico. Estas dos formas de potasio constituyen la fracción

asimilable o disponible por las plantas (Pomares et al., 2007b)

Para un crecimiento vigoroso y saludable las plantas deben tomar grandes

cantidades de potasio (Tamayo, 2006), pues este nutriente interviene en la

síntesis y translocación de los carbohidratos y proteínas así como en la

apertura y cierre de los estomas. En virtud de su acción como regulador

osmótico, aumenta la resistencia al frío y al déficit hídrico; también induce a

una mayor resistencia a las plagas y enfermedades (Pomares et al., 2007b)

Se ha demostrado también que el potasio juega un papel fundamental en la

activación de más de 60 sistemas enzimáticos en las plantas. También es

importante en la formación del rendimiento; se le reconoce como un elemento

que mejora la calidad, ya que extiende el período de llenado e incrementa el

peso del fruto. La función primaria del potasio está ligada al transporte y

acumulación de azúcares dentro de la planta y esta función permite el llenado

de la fruta (Tamayo, 2006).

La cantidad de potasio absorbido por el brócoli suele ser algo más alta que

la del nitrógeno, mostrando también una amplia variación según las distintas

fuentes (Pomares et al., 2007b). Para las condiciones de Italia, Magnifico et al.,

Revisión Bibliográfica

93

(1979), el potasio absorbido por las plantas de brócoli es de 723 kg/ha. Pascual

(1994) y Rincón et al. (1999) obtuvieron valores de 160-230 kg/ha y 240,9

kg/ha respectivamente, en ensayos realizado en Murcia. Barbeta (1993) y

Maroto et al. (1995), en Valencia, obtuvieron valores que oscilaban entre los

258-271 kg/ha y los 200-250 kg/ha respectivamente. En Colombia, Tamayo

(2006) obtuvo 84 kg/ha.

Las plantas afectadas por un déficit de potasio se deforman parcial o

totalmente. Las hojas adquieren un color rosado y se arrugan principalmente

por los bordes. Contenidos de potasio menores de 0,5% en las hojas externas,

son desfavorables para la formación de la cabeza. La gran cantidad de

nitrógeno y potasio acumulada en las hojas internas, sugiere que ambos

nutrientes son los elementos más importantes para la formación de cabeza. El

suministro de potasio es necesario tanto en los estados tempranos como en los

tardíos de crecimiento, ya que este elemento asegura la formación de una

cabeza firme y compacta (Tamayo, 2006).

12.1.4. MAGNESIO

El magnesio es un constituyente de la clorofila. Interviene en la síntesis de

pigmentos, como los carotenos y xantofilas (Pomares et al., 2007b), y en la

síntesis de carbohidratos. Además participa en la síntesis de proteínas,

nucleoproteínas y del ácido ribonucleico y favorece el transporte de fósforo

dentro de la planta (Tamayo, 2006). También actúa como activador de las

enzimas. Es muy móvil en la planta. De ahí que la clorosis de las plantas con

deficiencia de magnesio se manifieste principalmente en las hojas más viejas

(Pomares et al., 2007b).

Las plantas de brócoli suelen absorber cantidades relativamente altas de

magnesio, siendo los valores muy variables según los distintos autores. Para

las condiciones de Murcia, Pascual (1994) y Rincón et al. (1999) obtuvieron

valores de 15-20 kg/ha y 23 kg/ha respectivamente. Barbeta (1993), en

Valencia, obtuvo valores que oscilaban entre los 30-33 kg/ha. En Colombia,

Tamayo (2006) obtuvo 18 kg/ha.

El magnesio es absorbido por las plantas en forma iónica (Mg2+). Las

fuentes directas del magnesio asimilable para las plantas se hallan en dos

fracciones: la propia solución del suelo (fracción soluble) y la de cambio

(absorbida en el complejo arcillo-húmico), encontrándose ambas fracciones en

equilibrio dinámico. El magnesio insoluble, que se halla formando parte de los

minerales magnésicos del suelo, es la reserva más abundante y, a pesar de su

baja asimilabilidad, puede contribuir también a cubrir una parte de las

necesidades de los cultivos (Pomares et al., 2007b)

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

94

Del total del magnesio absorbido, aproximadamente la mitad se encuentra

en el tronco y ramas de la planta, un tercio en las raíces y el resto en las hojas.

Durante la floración y fructificación se produce una translocación significativa

del Mg hacia los brotes y frutos (Tamayo, 2006).

12.1.5. CALCIO

El calcio es un constituyente de las paredes celulares de los tejidos

vegetales, lo que le confiere a las plantas de brócoli gran resistencia física

(Pomares et al., 2007b). Ejerce un efecto neutralizador de los desechos

orgánicos de la planta, influye en la utilización del magnesio, potasio y boro en

el movimiento de los alimentos producidos por las hojas (Tamayo, 2006).

Los síntomas de la deficiencia del calcio, conocida como necrosis apical

(tip-burn), se manifiestan principalmente en las hojas que envuelven a la pella

(Pomares et al., 2007b). Se observa porque el crecimiento se detiene, las hojas

del cogollo se enroscan y comienzan a secarse por las puntas y los bordes.

Algunas veces las hojas nuevas no se desarrollan (Tamayo, 2006). Las hojas

necróticas pueden deteriorar la calidad de la cosecha y, en los casos más

acusados, puede suponer la pérdida total de la cosecha (Pomares et al.,

2007b).

La deficiencia de calcio suele presentarse en suelos ácidos, aunque a

veces se encuentran estos síntomas en suelos alcalinos con niveles bajos de

calcio asimilable (Pomares et al., 2007b).

Según Rossen (1990), los tratamientos foliares con productos cálcicos

(quelatos, nitrato cálcico, cloruro cálcico) no resultan eficaces para corregir esta

carencia y propone como medidas preventivas elegir cultivares resistentes y

realizar el cultivo en otoño-invierno.

Uno de los elementos minerales quizás más importantes en la

determinación de la calidad de los frutos en lo referente a conservación, es el

calcio. Es así como los frutos con altos contenidos de calcio, pueden resistir

más el transporte y permanecer en buenas condiciones durante bastante

tiempo. La concentración del calcio en el tejido necesaria para lograr estos

resultados es usualmente superior a las concentraciones que acumulan

normalmente los frutos (Tamayo, 2006).

12.1.6. AZUFRE

El azufre es un componente esencial de algunos aminoácidos (cistina,

cisteína y metionina) y actúa como catalizador en la síntesis de la clorofila,

proteínas, enzimas, vitmamina B (tiamina y biotina (Tamayo, 2006)), etc. El

azufre es importante en el brócoli pues forma parte de los compuestos que le

dan ese olor y sabor característico (Pomares et al., 2007b)

Revisión Bibliográfica

95

La carencia de azufre se caracteriza por una clorosis en las hojas que se

inicia en las hojas más jóvenes, aspecto diferenciador de la deficiencia de

nitrógeno (Pomares et al., 2007b). Los niveles críticos de calcio, magnesio y

azufre en los tejidos, están estimados alrededor de 1,10, 0,15 y 0,40%, con

base en peso seco, respectivamente; por debajo de estos valores la producción

decrece considerablemente hasta del 50% (Tamayo, 2006).

El azufre es absorbido por las plantas en forma de ion (SO42-) a partir de la

solución del suelo y, al igual que el nitrato, es susceptible de percollar

fácilmente con el agua de drenaje. Las fuentes de azufre para las plantas son

diversas: el agua de riego, fertilizantes, las enmiendas y abonos orgánicos,

algunos productos fitosanitarios, el agua de lluvia, la emisiones gaseosas, etc.

(Pomares et al., 2007b).

12.1.7. BORO

El boro interviene en la síntesis de proteínas, en el metabolismo del

nitrógeno y de los carbohidratos. Actúa en diferentes procesos fisiológicos

como: el desarrollo del sistema radicular, la floración, la formación de los frutos

y semillas, etc. Las fuentes potenciales de boro para los cultivos son, además

de la reserva de la solución del suelo y los compuestos insolubles, el agua de

riego, las enmiendas y los abonos orgánicos, etc. (Pomares et al., 2007b).

Una vez que el boro ha sido utilizado por los tejidos en crecimiento activo

de la planta, no puede trasladarse y ser utilizado nuevamente. Esto significa

que debe existir una fuente permanente de boro disponible para la planta

durante todo su ciclo de crecimiento y desarrollo (Tamayo, 2006).

La deficiencia de boro se caracteriza por una disminución de la velocidad

de crecimiento de los órganos vegetales en desarrollo. Las hojas jóvenes

presentan malformaciones, excesivo grosos y coloración verde-azulada y

oscura. También pueden presentarse alteraciones en el cuajado y

malformaciones de los frutos (Pomares et al., 2007b).

Los mismos autores consideran al brócoli como un cultivo bastante

sensible a la carencia de boro, que puede ser inducida por suelos de pH muy

alcalinos, relaciones Ca/B o K/B muy bajas, baja luminosidad y estrés hídrico.

Además indican que una característica de la nutrición relativa al boro es la

reducida diferencia entre el nivel de deficiencia y el de toxicidad. De ahí la

conveniencia de extremar la precaución para evitar aportaciones excesivas.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

96

12.2. EFECTOS EN LA PRODUCCIÓN DE BRÓCOLI

12.2.1. FERTILIZACIÓN NITROGENADA

El brócoli es un cultivo con altas exigencias en nitrógeno como podemos

observar de las cantidades aportadas en distintos ensayos de la bibliografía

consultada. Así, Magnifico et al. (1979) en un estudio sobre la acumulación de

nutrientes en brócoli al sur de Italia, para un ciclo de 173 días, obtuvieron sólo

para nitrógeno, la cantidad de 559 kg/ha.

Pascual (1994), en un ensayo realizado en La Rioja, considera que para

tener una producción en torno a las 15 t/ha es necesario aportar al cultivo entre

170-200 kg/ha de nitrógeno.

Sánchez et al. (1996), en un estudio económico sobre la aplicación de agua

y nitrógeno en el desierto de Arizona (EEUU), llegaron a la conclusión de que el

máximo rendimiento del cultivo se consiguió aplicando 267 kg/ha de nitrógeno.

Rincón et al. (1999) en un estudio de absorción de nutrientes en brócoli en

Cartagena (Murcia), para un ciclo de 87 días con el cv. Marathon, las

cantidades total de nitrógeno absorbido por el cultivo para una producción total

de 19,2 t/ha fue de 243,9 kg/ha.

Castellanos et al. (2000) en una serie de experimentos realizados en

México, encontraron una respuesta significativa a la aplicación de nitrógeno por

encima de los 290 kg/ha, alcanzando el máximo rendimiento (24,5 t/ha) cuando

se aplicaron cantidades de 400 kg/ha de nitrógeno.

Pomares et al. (2007b) tras varios ensayos realizados en el Centro de

Fundación Ruralcaja de Paiporta (Valencia), compararon 4 dosis de abonado

nitrogenado en cv. Coaster en riego por goteo, registrando un aumento

significativo de la producción comercial hasta la dosis más alta de nitrógeno,

320 kg/ha.

Puenayán et al. (2010) en un experimento realizado en Nariño (Colombia)

para ver la respuesta del brócoli Híbrido Legacy a la fertilización con NPK,

comprobaron que en los tratamientos en los que la cantidad de nitrógeno

aportada era de 150 kg/ha se obtuvieron los mayores pesos para las pellas.

12.2.2. FERTILIZACIÓN FOSFORADA

El brócoli respecto a la fertilización fosforada también presenta una alta

variabilidad en función de los autores consultados. Por ejemplo, en Italia,

Magnifico et al. (1979) constataron que la acumulación de fósforo en su ensayo

fue de 23 kg/ha. Pascual (1994), en La Rioja, considera que para tener una

producción en torno a las 15 t/ha es necesario aportar al cultivo entre 50-100

Revisión Bibliográfica

97

kg/ha de fósforo. Rincón et al. (1999), en Murcia, constatan que la cantidad de

fósforo absorbida por el cultivo durante su ensayo fue de 28,7 kg/ha.

Castellanos et al. (2000), en México, aplicaron 80 kg P2O5/ha al momento de la

siembra. Y en Colombia, Puenayán et al. (2010) la cantidad de fósforo aportada

fue de 200 kg P2O5/ha.

12.2.3. FERTILIZACIÓN POTÁSICA

Al igual que sucede con la fertilización fosforada, la respuesta del brócoli

está estrechamente relacionada con la riqueza del suelo en potasio asimilable

(Pomares et al., 2007b), por lo que varía muchísimo según las condiciones de

cultivo como muestra la bibliografía consultada. De este modo, Magnifico et al.

(1979), en Italia, comprobaron que la acumulación de potasio en su ensayo fue

de 723 Kg/ha. En la Rioja, Pascual (1994) considera que para tener una

producción en torno a las 15 t/ha es necesario aportar al cultivo entre 160-230

kg/ha de potasio. En Murcia, Rincón et al. (1999), exponen que la cantidad de

potasio absorbida durante su ensayo fue de 240,9 kg/ha. Castellanos et al.

(2000), en México, aplicaron 300 kg K2O/ha al momento de la siembra.

Vidal-Martínez et al. (2006) en un estudio desarrollado en Montecillo

(México), en invernadero y en macetas de 9 kg de suelo, quisieron conocer la

respuesta del brócoli cv. Heritage a la fertilización potásica en dos sistemas de

cultivo, agricultura convencional y con fertirrigación dosificada. Para ello

realizaron 4 tratamientos (0, 70, 140 y 210 mg K/kg suelo). No obtuvieron un

efecto significativo de la fertilización potásica bajo fertirrigación, pero con riego

convencional la aplicación de 140 mg K/kg suelo elevó significativamente el

rendimiento frente al testigo.

Por último, y en Colombia, Puenayán et al. (2010) la cantidad de potasio

aportada fue de 80 kg K2O/ha.

12.3. EFECTOS SOBRE LA CALIDAD DEL BRÓCOLI

12.3.1. FERTILIZACIÓN NITROGENADA

La influencia del abonado nitrogenado sobre la calidad comercial del brócoli

es muy variable. En este sentido cabe indicar que en un experimento realizado

por Dufault y Waters (1985) (citados por Pomares et al., 2007b) se constató un

aumento progresivo en el peso medio de las cabezas principales al aumentar la

fertilización nitrogenada de 56 a 224 kg N/ha.

Babik y Elkner (2002) en un ensayo de ciclo otoño-invierno, aplicaron

diferentes dosis de nitrógeno (200, 400 y 600 kg/ha) y observaron que con los

aportes más altos (400 y 600 kg/ha) aumentó el peso de la planta y se aceleró

el tiempo de formación de cabeza y la cosecha. Estos autores, llegaron a las

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

98

siguientes conclusiones, a altas dosis de nitrógeno el brócoli tenía un color

verde más intenso y atractivo, pero aumento la aparición de tallo hueco. Al

mismo tiempo, el contenido en azúcares aumento pero los niveles de ácido

ascórbico y fibra cayeron.

Bakker et al. (2009), en Ontario (EEUU), estudiaron la cantidad de

nitrógeno requerida antes del trasplante en capo para optimizar el rendimiento

y la calidad del brócoli, en los cultivares Captain y Decathlon. Emplearon siete

tratamientos distintos (0, 50, 100, 150, 200, 300 y 400 kg N/ha). Constataron

que disminuyeron las cabezas deformadas y mejoró el color de las pellas al

incrementar las dosis de nitrógeno, pero aumentó el ahuecado del tallo y la

podredumbre de las cabezas.

Puenayan et al. (2010) comprobaron que el diámetro de la pella aumentaba

significativamente en los tratamientos en los que aportaban nitrógeno a la

solución nutritiva.

12.3.2. FERTILIZACIÓN FOSFORADA

Cuando el brócoli se cultiva en un suelo con bajos niveles de fósforo

asimilable, la aportación de fósforo al cultivo, además de aumentar el desarrollo

vegetativo, el rendimiento y adelantar la maduración de las pellas, es bastante

probable que afecte también a la calidad de la cosecha. En cambio, cuando el

cultivo se realiza en suelos con un nivel adecuado de fósforo asimilable, es

bastante probable que la fertilización fosforada tenga un efecto reducido sobre

la calidad de los productos cosechados (Pomares et al., 2007b).

12.3.3. FERTILIZACIÓN POTÁSICA

Los efectos del potasio sobre la calidad del brócoli sólo son significativos

cuando el cultivo se realiza en suelos con bajo nivel de potasio asimilable. En

cambio, cuando el suelo tiene un nivel suficiente de potasio asimilable, la

fertilización potásica afecta poco a la calidad de las pellas (Pomares et al,

2007b), pero sí repercute sobre el peso y el tamaño de la misma (Vidal-

Martínez, 2006).

Revisión Bibliográfica

99

13. PLAGAS Y ENFERMEDADES

13.1. PLAGAS

El cultivo del brócoli puede ser atacado por algunas plagas tanto en su

parte aérea como en sus órganos subterráneos. Entre las primeras pueden

destacarse: orugas y pulgones y como plagas del suelo la más característica es

la mosca, siendo el resto las de carácter polífago (García et al., 2007).

Algunos autores (García et al., 2007; Santoyo y Martínez, 2011) indican a

modo de observación general que conviene recordar que la superficie foliar del

brócoli es difícil de mojar de manera uniforme dada la capa de pruina que

recubre toda su cutícula. Por ello es recomendable incorporar en todos los

caldos fitosanitarios productos mojante-adherentes ya que permitirá obtener

una mayor eficacia de los mismos, sin olvidar tampoco que el método ideal de

pulverización es siempre el atomizador.

A continuación se expondrán brevemente las principales plagas que

afectan al cultivo del brócoli. Únicamente se desarrollara la polilla Plutella

xylostella por ser objeto de estudio en el Ensayo1 de este TFG. Del resto de

plagas y enfermedades se dará una información muy generalizada pues a día

de hoy y con la tecnología actual, es muy fácil acceder a las múltiples fuentes

de información existentes sobre este tema.

13.1.1. ORUGAS

Los daños causados por las orugas llegan a veces a ser muy importantes.

Se concretan en mordeduras continuas al tejido vegetal con la importante

diferencia de que mientras la mayoría de especies se localizan en hojas ya más

o menos desarrolladas, otras muestran, en alguna fase de su vida larvaria,

acusada predilección por los primordios foliares, que deberían formar después

la cabeza comestible, pero que, a consecuencia de estas plagas, queda muy

alterado o completamente destruido (García et al., 2007).

Son varias las especies de lepidópteros que, en su fase larvaria, atacan al

brócoli, siendo algunas especificas del cultivo y otras de carácter polífago.

García et al. (2007) y Santoyo y Martínez (2011), advierten que en ocasiones

los daños de estas plagas no tienen lugar en la parcela de cultivo, a veces, en

el momento de trasplante, se observan ejemplares con el ápice ya eliminado

por ataques producidos en semilleros.

Entre los lepidópteros específicos del brócoli destacan los géneros Pieris y

Mamestra, constituido por las mariposas y larvas de mayor tamaño, y las

especies Plutella xylostella y Hellula undalis, constituido por pequeñas

mariposas o polillas y larvas de menor tamaño. Entre los lepidópteros polífagos

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

100

que se pueden encontrar en el brócoli destacan los géneros Spodoptera

(rosquillas) y Plusia (camellos) (García et al., 2007).

PLUTELLA XYLOSTELLA

La Plutella xylostella es una de las plagas más importantes de la

brassicáceas a nivel mundial (Lodoño y Jaramillo, 2000), siendo especialmente

problemática porque su control con insecticidas ha promovido la rápida

evolución de resistencia en otras plagas (Talekar y Shelton, 1993). Es una

plaga originaría del Mediterráneo (Londoño y Jaramillo, 2000), concretamente

de la región del Asia Menor (Perera et al., 2012). Se la conoce comúnmente

con el nombre de “Polilla de las crucíferas” (García et al., 2007), “Polilla dorso

de diamante” (Lodoño y Jaramillo, 2000; Chávez y Hurtado, 2010; Santoyo y

Martínez, 2011), “Polilla de las coles” (Girard et al., 2012) o “Palomilla dorso de

diamante” (Carballo y Hruska, 1989; Calyecac et al., 2002; Cortéz y Macías,

2007). Los adultos no sobrepasan los 1,5 cm de envergadura y las larvas están

alrededor de 1 cm de longitud (García et al., 2007).

Foto 1. Pupa (izquierda) y Adulto (derecha) de Plutella xylostella. Foto: Santiago Perera González

La Plutella xylostella atraviesa por cuatro estados de desarrollo: adulto,

huevo, larva y pupa (Lodoño, 2007). El adulto es una polilla de color gris pardo,

las alas anteriores son angostas con manchas pálidas en la parte media,

semejando, cuando están en reposo, un diamante en la parte dorsal del

insecto, razón por la cual, en inglés, se le ha dado la denominación común de

diamondback moth (Urretabizkaya et al., 2010). Los adultos se alimentan del

néctar de flores y a veces se les ve consumiendo agua que la humedad deja

sobre las hojas (Lodoño y Jaramillo, 2000). El adulto hembra se diferencia muy

fácilmente del macho por sus genitales externos, pero además en la hembra se

presenta la mancha dorsal antes mencionada con una coloración más clara y

brillante (Urretabizkaya et al., 2010). Es de hábitos crepusculares o nocturnos,

permaneciendo oculta durante el día bajo las hojas donde se refugia y puede

pasar desapercibida, pero al menor movimiento brusco de éstas da cortos

vuelos (García et al., 2007). Tiene un gran potencial reproductivo y hasta seis

Revisión Bibliográfica

101

generaciones anuales en climas tropicales (Santoyo y Martínez, 2011), aunque

García et al. 2007, indican que el número de generaciones anuales varía

mucho según la climatología, pudiendo oscilar entre 5 y 10 generaciones en un

mismo año.

La hembra realiza la puesta en el envés de las hojas y cerca del nervio

principal (Urretabizkaya et al., 2010). Los huevos son ovalados (Lodoño, 2007),

de color amarillo claro recién colocados, cambiando de tonalidad hasta llegar a

oscurecerse para el tiempo de eclosión (Urretabizkaya et al., 2010), miden

aproximadamente 0,5 mm, tienen una fertilidad del 92,7%, y son puestos

individualmente o en pequeños grupos (Londoño y Jaramillo, 2000).

Las larvas tienen color blanquecino primero y verde claro después siendo

muy móviles, retorciéndose cuando se les molesta y dejándose caer al suelo

con facilidad mediante sedas (García et al. 2007). Londoño y Jaramillo (2000)

exponen que en la primera fase larvaria, estás poseen una cápsula cefálica

oscura y que una característica útil para su identificación es que el último par

de falsas patas está separado ampliamente formando una V invertida. Santoyo

y Martínez (2011) comentan que las larvas se alimentan del envés de las hojas,

pero mientras que son pequeñas no llegan a perforar las hojas, aunque al

crecer, los daños aumentan hasta dejar el follaje agujerado. Al alcanzar su

máximo desarrollo, las larvas se vuelven crisálidas dentro de una red verde de

seda que protege al insecto de algunos de sus enemigos naturales.

Urretabizkaya et al. (2010) profundizan más y especifican que la larva en su

primer estadio se comporta como minadora. En el segundo estadio pasa al

exterior y se ubica principalmente en la cara inferior de las hojas; es frecuente

observar en la lámina orificios pequeños con la epidermis superior intacta. En el

tercero y cuarto estadio se alimentan de la hoja completa. En su máximo

desarrollo el cuerpo tiene una coloración verde claro con la cabeza castaño y la

longitud promedio del cuerpo es de 10 mm. El daño que produce se observa

como una pequeña región clorótica de forma alargada.

Previo a pasar al estado de pupa, la larva teje un capullo de trama abierta y

color blanco, que adhieren a la hoja, quedando allí encerrada para su

transformación. En esta fase es muy difícil diferenciar el sexo por presentar una

morfología externa muy similar. La pupa es obtecta con una longitud promedio

de 7 mm. Al inicio de su formación tiene un color verde brillante, más tarde se

torna blanco crema y antes de emerger el adulto es de color castaño oscuro

(Urretabizkaya et al., 2010). Las pupas se ubican en las hojas, en la basura

debajo de la planta o en los residuos de cosecha anteriores. Algunas veces se

les encuentra dentro de las cabezas del brócoli, adherida a alguna de las

ramificaciones de la inflorescencia (Lodoño y Jaramillo, 2000).

Su ciclo de vida varía notoriamente con la temperatura, reduciéndose a

medida que ésta aumenta, de este modo, Londoño y Jaramillo (2000) indican

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

102

fluctuaciones de 11 hasta 27 días de duración del ciclo; Santoyo y Martínez

(2011) comentan que la duración del ciclo ronda entre los 19-28 días; y

Chávez y Hurtado (2010) exponen una duración total de 15 a 40 días, según

las condiciones climáticas. El período de incubación de los huevos es de cuatro

a seis días; las larvas atraviesan por cuatro fases larvarias con una duración

total de 17 días (Londoño, 2007), de 10-14 día según Santoyo y Martínez

(2011); la pupa dura en promedio seis días (Londoño, 2007), según Chávez y

Hurtado (2010) el tiempo que dura este estado es de 15 días; los adultos duran

en promedio 25 días (Londoño, 2007), Urretabizkaya et al. (2010) indican que

los adultos viven cerca de 23 días.

Condiciones favorables

La presencia de residuos de cosecha facilita la supervivencia de la plaga.

La incidencia de la Plutella xylostella aumenta en proporción directa con el

desarrollo del cultivo, durante los períodos de baja precipitación y cuando no se

llevan a cabo prácticas de control, favoreciendo su desarrollo poblacional

(Lodoño y Jaramillo, 2000). Los mismos autores constatan que la Plutella

xylostella es fluctuante a través del cultivo pero que tiende a incrementarse

hacia el final del mismo. Además, tras un ensayo de 4 ciclos de cultivo,

comprobaron que las siembras escalonadas favorecen la permanencia y

persistencia de esta plaga.

En zonas de buen clima invernal, no hay apenas interrupción biológica

durante el invierno, dándose altas poblaciones a mediados de otoño y

principios de primavera (García et al., 2007).

Daños

La Plutella xylostella afecta al rendimiento y calidad del brócoli, debido a los

daños directos e indirectos que provoca al alimentarse del follaje y a la

contaminación del producto comercial con sus desechos (Talekar y Shelton,

1993).

Aunque en las primeras fases la Putella xylostella se alimenta de tejido

parenquimático foliar, dejando al principio tan sólo la epidermis de la hoja en

pequeñas áreas concretas, después estas zonas se agujerean. En sus últimos

períodos, las larvas poseen una gran voracidad y tienen marcada predilección

por los brotes terminales, siendo entonces muy importante el daño causado al

cultivo (García et al., 2007).

Los ataques de esta plaga son muy irregulares, contrastando unos años de

grave incidencia con otros años en los que puede pasar completamente

desapercibida (García et al., 2007).

Revisión Bibliográfica

103

Manejo y control

El manejo de la Plutella xylostella es sumamente difícil y complejo,

particularmente porque desarrolla resistencia rápidamente a los productos

químicos comúnmente utilizados (Chávez y Hurtado, 2010).

García et al. (2007) aseguran que la lucha contra esta plaga no es nada

fácil, ya que gran parte de la vida larvaria la pasa en el interior de los tejidos

vegetales.

Según García et al. (2007), a lo que se refiere a medidas culturales y

enemigos naturales de esta plaga, está constatado lo siguiente:

Las malas hierbas, especialmente las brassicáceas, conviene suprimirlas

ya que sobre ellas se desarrollan también los adultos de Plutella

xylostella.

Existen algunas especies, tanto depredadoras como parásitos de estas

plagas, pero por lo general su eficacia es muy parcial y en ningún caso

son capaces de erradicarlas. No obstante, siempre resulta práctico

respetarlas.

Entre los principales parasitoides, se encuentra Diadegma insulare,

(Hymenóptera: ichneumonidae), la cual parasita con sus huevos a las larvas de

Plutella xylostella y cuando estos eclosionan, las larvas matan a su hospedero

(Chávez y Hurtado, 2010). Santoyo y Martínez (2011) comentan que en

Honduras, Diadegma insulare puede controlar hasta el 40 % de las larvas

cuando se hace uso limitado de insecticidas químicos.

Cortéz y Macías (2007) en un ensayo en Sinaola (México) con tres géneros

parasitoides: Diadegma insulare, Cotesia spp. y Conura spp., constataron que

Diadegma insulare obtuvo el mayor porcentaje de parasitismo con una media

del 49,5% y que su parasitismo aumento a través de las fechas de muestreo,

igual que la población de Plutella xylostella, revelando una estrecha relación

densodependiente hospedero-parasitoide.

Los nemátodos del género Heterorhabditis son entomopatógenos

obligados. Al ingresar en las larvas por orificios naturales, los nemátodos

introducen una bacteria en la cavidad del insecto, que destruye los tejidos

internos del insecto para crear un medio favorable para alimentarse y

reproducirse (Rosales, 1999).

En cuanto a las prácticas culturales, para complementar lo citado por

García et al. (2007), Santoyo y Martínez (2011) recomiendan llevar a cabo las

siguientes consideraciones:

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

104

Es preferible sembrar en la estación de lluvias, cuando la población de Plutella xylostella es controlada por las lluvias.

El riego aéreo puede reducir el número de larvas en el campo. Si se riega al atardecer también puede limitar la actividad de los adultos.

Es mucho mejor no tener siembras escalonadas, ya que los cultivos viejos sirven de reservorio de Plutella xylostella para los nuevos cultivos. Si se requiere sembrar escalonado, establecer los nuevos cultivos en contra de la dirección del viento para que los adultos tengan más dificultad de encontrar la nueva plantación.

En la cosecha deben destruirse y remover del campo las partes de la planta que no se cosecharon. La Plutella xylostella puede sobrevivir en residuos de cosecha y migrar a otros lotes.

Algunos agricultores usan cultivos de brócoli intercalados con otros cultivos o plantas de la misma familia que son más atractivos para la Plutella xylostella. Estos cultivos trampa deben ser monitoreados más frecuentemente que el mismo cultivo y se debe controlar la plaga en ellos, antes que pasen al cultivo principal. Los cultivos trampa que no son debidamente manejados pueden generar un gran número de esta plaga. Se deben manejar de manera especial, como parte del control de plagas.

En algunos lugares es recomendable sembrar pequeños lotes de brócoli de forma intercalada con cultivos de otras familias. La idea de esta práctica es que los adultos de Plutella xylostella tendrán mayor dificultad de encontrar nuevos cultivos cuando estos están escondidos entre cultivos no susceptibles.

Alonso y Guzmán (2008), indican que el tomate provee una sustancia

química que repele o perturba a esta plaga, por lo que aconsejan realizar

asociación de cultivos entre el brócoli y el tomate. Esto daría lugar a una menor

presencia y puesta de huevos de Plutella xylostella, porque sería repelida por

los olores que desprende el tomate.

Respecto al control químico, García et al. (2007) indican que en la mayoría

de los casos por no decir siempre, se hace imprescindible. Al practicarlo

conviene tener presente las siguientes recomendaciones:

Incorporar siempre a caldos productos coadyudantes, mojantes y

adherentes, pues de lo contrario no queden bien mojadas las hojas,

sobre todo si ya lo están previamente a causa de rocíos o lluvias. Es

oportuno, por ello, efectuar los tratamientos por las tardes.

Revisión Bibliográfica

105

Como norma general no olvidar que la eficacia de los insecticidas es

siempre mayor sobre larvas jóvenes que sobre orugas ya en avanzada

fase de desarrollo.

Aplicar caldo suficiente con el fin de mojar bien los cultivos, sin descuidar

la aplicación por el envés de las hojas ya que preferentemente se sitúa

allí la mayoría de las larvas.

Es fundamental iniciar pronto los tratamientos y repetirlos cada 12-14

días para mantener continua la protección del cultivo.

Deben respetarse siempre los correspondientes plazos de seguridad,

para ello resulta lógico usar los productos más enérgicos en fases

iniciales de vegetación.

Los mismo autores consideran que entre las materias activas más eficaces

y autorizadas en brócoli contra Plutella xylostella están: clorpirifos (GR),

etofenprox (GR y EC), metil pirimifos, indoxacarb y diversos piretroides:

alfacipermetrin (EC y EG), taufluvalinato, bifentrín y algunos otros. Además,

contra Plutella xylostella parecen haberse obtenidos buenos resultados

experimentales con algunos insecticidas del grupo llamado “reguladores del

crecimiento” o IGR (flufenoxuron, hexaflumuron, teflubenzuron, lufenuro), pero

no están de momento, autorizados para su uso en brócoli. El único IGR

autorizado para el cultivo del brócoli hasta la fecha, por la empresa dqagrio, es

la azadiractina (EC).

Plutella xylostella ha sido una de las primeras especies agrícola reportada

como resistente a la toxina del Bacillus thuringiensis var. Kurstaki, lo que la

hace una especie excepcional en su género (Díaz-Gómez et al., 2000; Lodoño

y Jaramillo, 2000; Chávez y Hurtado, 2010).

De ahora en adelante, para el resto de plagas y enfermedades, se tomará

como referencia la información facilitada por García et al. (2007).

13.1.2. PULGONES

En el cultivo del brócoli puede observarse a menudo ataques de pulgón. Se

trata, habitualmente de focos muy concretos, de manera que unas plantas

pueden presentar poblaciones intensas y las vecinas estar completamente

exentas.

Los daños directos suelen ser proporcionales a la intensidad del ataque, de

manera que pueden reducir, y hasta detener, el ritmo vegetativo del brócoli e

incluso llegar a matar a la planta en condiciones extremas. La colonización

puede realizarse ya desde trasplante, situándose los pulgones en las hojas

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

106

más tiernas, a las que deforman, más o menos, con sus picaduras. Si el ataque

persiste o tiene lugar ya entrada la formación de la cabeza floral

comercialmente el daño puede ser irreparable.

Además de estos daños directo conviene saber que estos pulgones pueden

ser transmisores de algunos virus, que se manifiestan con mosaicos foliares.

La difusión de esta plaga está prácticamente generalizada y en condiciones

climáticas favorables, como pueden ser otoños con buenas temperaturas, los

ataques, así como los daños, llegan a ser, de consideración si no se toman

medidas.

Si bien, en determinadas condiciones, es muy posible que puedan

encontrarse otras especies de pulgones en brassicáceas, sin duda la más

importante, habitual y característica es el Brevicoryne brassicae, pulgón ceroso

de las brassicáceas o pulgón harinoso de la col.

13.1.3. MOSCA

Se considera ésta una plaga de suelo ya que los daños principales son

causados por las larvas que evolucionan en los tejidos de las plantas, bien en

la zona radicular o en la base del tallo, desorganizando completamente la parte

afectada cuando el ataque es intenso lo cual provoca la muerte de las plantas,

sobre todo si son jóvenes, pues las adultas pueden resistir cierto grado de

ataque, o facilitando la entrada de otros parásitos, hongos y bacterias, que

alteran siempre el normal desarrollo. Una vez atacadas las plantas manifiestan

su situación apareciendo el color amarillo-rojizo en las hojas exteriores,

intensificándose y extendiéndose el síntoma, a la vez que se desarrollan

infecciones secundarias llegando a morir si el ataque es intenso o la planta

joven.

Aunque la plaga puede atacar a todas las brassicáceas, en el brócoli se

llega a dar la circunstancia de que las larvas llegan a situarse también en los

pecíolos foliares, a lo largo del tallo e incluso en las mismas inflorescencias.

Los daños más importantes se registran especialmente durante períodos

de condiciones climáticas favorables que son otoño y primavera y pueden

llegar a ser de extraordinaria envergadura en semilleros si éstos coinciden con

la salida de adultos.

Esta plaga está constituida por una mosca cuyo nombre genérico,

indistintamente, es: Chortophila, Ilemia, Delia o Phorbia, siendo el de la

especie: brassicae.

Revisión Bibliográfica

107

13.1.4. OTRAS PLAGAS DEL SUELO

INSECTOS DEL SUELO

Las dos plagas que suelen provocar, habitualmente, daños, tanto en

cultivos de brassicáceas como en otras hortícolas son: el llamado “Gusano de

Alambre”, perteneciente al género Agriotes y el “Gusano gris”, noctuido del

género Agrotis. Ambos pueden causar daños, sobre todos en plantas jóvenes

y, en caso de que la población sea alta, la mejor solución es tomar medidas

previas a la plantación mediante la incorporación de microgránulos preparados

a tal efecto, como el carbofurano.

CEUTORRYNCHUS

Esta plaga, conocida con el nombre de “Falsa porta”, la constituye el

coleóptero curculiónido Ceutorrynchus pleurostigma, especie de escarabajo

que realiza la puesta en el cuello de las plantas evolucionando allí mismo la

larva y causando una especie de verrugas o hipertrofias en el tejido vegetal,

quedando las plantas ostensiblemente debilitas por esta acción.

NEMÁTODOS

Son muy corrientes los problemas planteados en brócoli por causa de

nemátodos. En parcelas en las que de forma repetitiva se viene cultivando

brócoli, se dan casos de alta infección, produciendo en las plantas un menor

desarrollo de las mismas y con sintomatología similar a la de una deficiencia de

riego. Según Lacasa et al. (2015) las especies de Heterodera causan

importantes daños y se multiplican bien en la mayor parte de los cultivares de

brócoli y recomienda gramíneas, leguminosas y asteráceas como cultivos

adecuados para la rotación por no ser susceptibles a Heterodera.

En caso de que la presencia de nemátodos sea notable se procederá a

tomar medidas oportunas con la aplicación de los correspondientes productos

nematicidas al suelo o bien con desinfecciones previas de suelo con

fumigantes como el 1,3-dicloropropeno.

13.1.5. OTRAS PLAGAS AÉREAS

MOSCA BLANCA

Cada vez más se registran en plantaciones de brócoli presencia abundante

de mosca blanca. Aunque en determinadas circunstancias climáticas puede

tratarse de Trialeurodes vaparariorum los más habitual es que sea la especie

Aleurodes proletella, que constituye una excepción dentro de este grupo de

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

108

parásitos ya que, de manera muy singular, es una mosca blanca que soporta

temperaturas relativamente bajas. Su acción negativa se localiza en el envés

de las hojas desde donde debilita a la planta mediante la succión de savia y,

además, ensucia las plantas segregando una melaza sobre la que se desarrolla

negrilla.

Esta especie tiene enemigos naturales, de escasa eficacia, que en

situación de temperaturas suaves hace que éstas alcancen niveles

problemáticos. Puede recurrirse a los correspondientes tratamientos

fitosanitarios. Entre las materias activas con eficacia y autorizadas están:

alfacipermetrina, azadiractin, imidacloprid, lambdacihalotrin, taufluvaniato,

bifentrin, metil pirimifos y otras.

PULGUILLA

Conocida esta plaga como “Pulguilla de las brassicáceas” está constituida

por la especie de coleóptero: Phyllotreta memorum. Su daño consiste en que

los adultos, pequeños escarabajos, roen la hojas de las plantas jóvenes,

reduciendo, proporcionalmente de manera importante si las poblaciones son

altas, la superficie foliar. Normalmente no necesita tratamientos específicos ya

que las aplicaciones contra otras plagas impiden su multiplicación.

CHINCHE VERDE

El chinche verde Nezara viridula es un insecto polífago, que únicamente

causa daños en partes tiernas de la planta de forma ocasional. Las picaduras

producen puntos amarillentos, con daños ligeros, que se pueden agravar en

ataques cuando la planta es pequeña. En general no va a requerir tratamientos

específicos, aunque en casos de necesidad, se podrían hacer aplicaciones con

malatión y piretroides autorizados.

MINADORES

En ocasiones puede observarse que en el interior de los nervios de las

principales hojas o pecíolos de las mismas habitan pequeñas larvas

blanquecinas que, a veces suelen pasar desapercibidas hasta que como

consecuencia de su actividad los tejidos afectados se necrosan. Son larvas de

diversas especies de coleópteros curculiónidos que cuando son numerosas

pueden causar ciertos daños al cultivo. Dada su biología interna conviene, una

vez percibida su presencia, realizar tratamientos con productos con cierto

grado de penetración.

En cuanto a las larvas minadoras de hojas o “submarino”, pertenecientes

en la mayoría de los casos al género Agromyza o Liriomyza, lo normal es que

no constituyan ningún problema dada su reducida presencia sobre el brócoli, si

Revisión Bibliográfica

109

bien no pueden descartarse como plaga en la actualidad en determinadas

situaciones en que hay que controlarlas con abamectina, ciromacina, etc…

CARACOLES Y BABOSAS

El ambiente húmedo, imprescindible para su vida, favorece a estos

insectos que, precisamente por ello, son activos sólo por la noche o en días

nublados.

Pertenecen generalmente a los géneros Helix y Agriolimax. En épocas

lluviosas y especialmente en otoño es cuando realizan las puestas en el suelo,

estando condicionada por la humedad la eclosión de los huevos. Atacan a las

plántulas y hojas tiernas realizando agujeros con su aparato bucal masticador.

Su actividad es máxima en invierno y primavera.

El control de esta plaga se puede efectuar mediante cebos a base de

metaldehído, repartidos a voleo o en montoncitos. Deben distribuirse al

atardecer para evitar que se sequen prematuramente.

AVES, CONEJOS Y ROEDORES

La mayor parte de las aves son beneficiosas para los cultivos, puesto que

se alimentan de insectos que son plagas y de pequeños mamíferos, aunque

ocasionalmente pueden producir daños al alimentarse de hojas tiernas.

Su control debe estar basado en métodos ahuyentadores, por medio de

productos ópticos o acústicos (García et al., 1982).

Los conejos y las liebres pueden ser también un problema, al alimentarse

de hojas y brotes tiernos. Los daños los realizan tras el trasplante, impidiendo

el crecimiento de las plantas. El control debe estar basado en la utilización de

cercados o trampas.

Entre los roedores se encuentran las ratas, ratones, topillos, ratillas y ratas

de agua. Para su control se pueden utilizar también trampas o utilizar

rotendicidas como bromadiolona.

13.2. ENFERMEDADES

Las enfermedades que podemos encontrar en el brócoli pueden ser

causadas por parásitos criptogámicos u hongos, entre las que podemos

destacar el mildiu, alternarías y los hongos de cuello, pero también atacan, a

veces, bacterias parásitas entre las que sobresalen las del género

Xanthomonas, si bien hay también otras de carácter más esporádico y limitado.

Afortunadamente los problemas debidos a virus son, en la práctica, de

escasa relevancia.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

110

13.2.1. MILDIU

Esta enfermedad criptogámica es la más generalizada y habitual en el

cultivo del brócoli. Los daños pueden ser muy graves en plántulas, de hasta 4-5

hojas, pasada esta fase las consecuencias de sus ataques son ya de menor

consideración. En semilleros el ataque puede manifestarse ya con intensidad

en los mismos cotiledones que amarillean enseguida, siendo una fuente

primaria de infección.

En las hojas exteriores de las plantas provoca, inicialmente, decoloraciones

que acaban siendo ostensibles manchas oscuras delimitadas por los nervios;

en su cara inferior se desarrolla el correspondiente micelio blanquecino con los

órganos de multiplicación.

El mildiu está generalizado en todas las zonas productoras de de

brassicáceas y sus ataques están muy condicionados, como la mayoría de

enfermedades criptogámicas, por los factores de temperatura y humedad

relativa, siéndole muy favorable los inviernos con días lluviosos o con

abundante humedad sobre las hojas a causa de rocíos o escarchas que se

prolongan.

13.2.2. ALTERNARIAS

Produce punteaduras en hojas que aparecen generalmente en tejidos

viejos. Posteriormente producen lesiones en forma de círculos concéntricos y a

menudo terminan en halos amarillos. La alteración en las hojas tiene poca

repercusión en el rendimiento, pero los ataques a los escapos florales son

nocivos para la formación de las silícuas, que se desecan en su maduración o

se abren antes de la cosecha, sobre todo afectando a cultivos destinados a la

obtención de semilla, en las que el micelio puede permanecer superficial o

penetrar en los tegumentos.

Se pueden producir ataques en los semilleros, bien por ser portadora la

semilla del hongo o por los residuos portadores del micelio o de esporas. En

este caso se pueden producir marras de nascencia o síntomas propios del “pie

negro”.

Los ataques los órganos hipertrofiados, producen “picaduras” en la

inflorescencia que posteriormente en almacén evolucionan a manchas negras

de mayor tamaño depreciando comercialmente el producto.

13.2.3. HONGOS DE CUELLO

Como su nombre genérico indica, esta enfermedad, llamada también a

veces “pie negro”, se localiza siempre en el cuello o parte basal del tallo del

brócoli, extendiéndose también, a veces, a la zona radicular inmediata.

Revisión Bibliográfica

111

Esta enfermedad es propia de semillero y plantas jóvenes pues la infección

suele producirse desde el inicio de la vegetación. Las plantas afectadas

empiezan mostrando, en el hipocotilo, una zona oscura que progresivamente

se va agrietando y modificando.

Un deficiente manejo de las plántulas en los semilleros, así como

condiciones de falta de luz acompañada de alta temperatura, puede propiciar el

excesivo crecimiento de los tallos que, al doblarse por el peso de las hojas,

facilitarán posteriormente a causa del rozamiento la rotura de la epidermis y, en

consecuencia, el contacto del tejido vegetal parenquimático con la humedad del

suelo, siendo esta zona crítica una clara puerta de entrada a la enfermedad.

13.2.4. OTRAS ENFERMEDADES CRIPTOGÁMICAS

Aunque realmente no con importancia sistémica, sí de manera esporádica

podemos encontrar en el cultivo del brócoli ataques de los siguientes hongo:

Cladosporium, Botrytis y Sclerotinia. Afortunadamente, la enfermedad conocida

como “Hernia de las brassicáceas”, causada por el hongo Plasmodiophora

brassicae, sólo se detecta ocasionalmente, en el área mediterránea, ya que

para su desarrollo requiere suelos ácidos y no progresa en los mediterráneos

en general marcadamente calizos. Es sin embargo una enfermedad temible en

suelos ácidos, con un control dificultoso, en el que se incluyen la resistencia

varietal, la desinfección del suelo y el establecimiento de alternativas en la que

no se incluya el brócoli.

13.2.5. BACTERIOSIS

Ya se ha indicado que en el cultivo del brócoli se presentan, a veces,

enfermedades bacterianas con incidencia importante. Pueden destacarse las

causadas por el género Xanthomonas, pero conviene citar también las

Pseudomonas y Erwinias así como la singular enfermedad causada por la

bacteria del género Rhodococcus.

De manera general puede decirse que condiciones prolongadas de alta

humedad y temperaturas suaves favorecen el desarrollo de enfermedades

bacterianas y conviene tener presente que la sensibilidad a las mismas suele

ser muy diferente de unos cultivares a otros.

En cuanto a los síntomas, sobre todo durante el invierno, su variabilidad

puede dar lugar a confusiones con otras enfermedades o fisiopatías por lo que,

en caso de interesar el diagnóstico, debe recurrirse a un laboratorio

especializado.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

112

13.2.6. NERVIACIÓN NEGRA

Esta enfermedad causa en las plantas adultas síntomas foliares y

vasculares, sin embargo, en las plantas jóvenes infectadas, según sean las

condiciones de cultivo puede haber o no manifestación externa. En muchas

ocasiones, en plántulas de semillero o recién trasplantadas aparecen en las

hojas pequeñas abundantes manchas, en las que a veces puede apreciarse

claramente un halo exterior amarillo característico. Posteriormente las manchas

van extendiéndose hasta llegar a unirse y determinar en las hojas zonas de

color marrón, necrosadas, con el tejido claramente deprimido por el envés. En

plantas adultas, además pueden aparecer los síntomas vasculares constituidos

por manchas foliares que partiendo del borde de la hoja toman forma de V,

pudiéndose apreciar en esta zona afectada oscurecimiento de los vasos, los

cuales evidencian el ataque vascular que va poco a poco progresando hasta

alcanzar a vasos principales del tallo que entonces muestran sectores que se

acorchan y oscurecen, a consecuencia de lo cual las plantas reducen el ritmo

vegetativo, muestran crecimiento asimétrico y al final llegan a morir. Este

acorchamiento y oscurecimiento de vasos queda muy patente en los pecíolos

de inflorescencias y pedúnculos foliares.

Los daños pueden ser a veces muy importantes, sobre todo en los

períodos húmedos (lluvias, nieblas, rocíos, escarchas) acompañados de

temperaturas suaves (primavera y otoño), ya que este ambiente resulta

especialmente favorable al desarrollo de la bacteria Xanthomonas campestris.

13.2.7. OTRAS ENFERMEDADES BACTERIANAS

PSEUDOMONAS SPP

En ocasiones, sobre las pellas del brócoli suelen aparecer, en períodos de

mucha humedad y poco frío, manchitas oscuras o pudriciones que deprecian

de manera importante su valor comercial.

En estos tejidos afectados suelen aislarse, distintas bacterias de género

Pseudomonas que a veces pueden ser agentes primarios del síntoma y otras

haberse instalado con posterioridad a alguna fisiopatía.

Con medidas preventivas deben evitarse humedades prolongadas y

aportes excesivos de estiércol y abonos nitrogenados. La aplicación de

productos a base de cobre puede dar resultados positivos.

ERWINIA SPP

Las bacterias de este género y especialmente Erwinia carotovora subsp.

carotovora de marcado carácter polífago entre las especies hortícolas, se

Revisión Bibliográfica

113

conservan en restos vegetales, suelo o agua. Cuando se prolonga la excesiva

humedad y la temperatura oscila alrededor de 25ºC, puede iniciarse su

multiplicación sobre tejidos radiculares o a nivel del cuello u hojas cercanas a la

superficie, avanzando paulatinamente hasta llegar a alcanzar la inflorescencia.

Posteriormente estas bacterias se multiplican en el interior de los tejidos

produciendo enzimas que destruyen las paredes celulares y reblandeciendo, en

consecuencia, toda la zona afectada, pudiendo der los restos de cultivo fuente

de posteriores infecciones. Los ataques de Erwinia se presentan, a veces, junto

con los de Xanthomonas.

Lo más aconsejable es tomar medidas adecuadas para impedir humedades

altas y prolongadas así como encharcamientos y, en caso de haber sufrido

infección importante en la parcela, practicar la rotación de cultivos.

13.2.8. ENFERMEDADES VIRÓTICAS

Afortunadamente, por diversas circunstancias entre las que es probable

influya el nivel de temperaturas relativamente altas, los problemas de virosis

son, en general, poco importantes.

El virus del amarilleo necrótico del brócoli (BNYV) es transmitido de forma

exclusiva por el pulgón Brevicoryne brassicae. Como única medida para

intentar paliar la difusión de este virus se sugiere mantener los cultivos lo más

limpios posibles de éste pulgón.

El virus del bronceado del tomate (TSWV), se considera polífago, posee un

alto potencial de difusión, con alto espectro en plantas huéspedes y vectores

eficientes, destacando los tisanópteros.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

114

14. ACCIDENTES Y FISIOPATÍAS

A continuación se mencionaran los principales accidentes y fisiotpatías que

se pueden dar en el cultivo del brócoli, éstas afectan a la productividad del

cultivo, especialmente a la calidad de la pella. Estos desordenes surgen debido

a la confluencia de diversos factores, tales como las condiciones climáticas, la

fertilización, el riego, el cultivar, etc. (Maroto et al., 1997). A continuación se

nombran las principales fisiopatías del brócoli, según Maroto (2007a).

14.1. HELADAS, BAJAS TEMPERATURAS

En términos generales el brócoli se considera como una planta que ofrece

cierta resistencia al frío, a pesar de lo cual las heladas, cuando son intensas y

en función del cultivar, pueden afectar muy negativamente a estas plantas.

Los cultivares de ciclo largo son en general más resistentes a las bajas

temperaturas que los de ciclo corto. Las bajas temperaturas pueden inducir la

aparición de coloraciones moradas en las inflorescencias.

14.2. HOJAS BRACTEIFORMES EN EL INTERIOR DE LA CABEZA FLORAL

La aparición de hojas bracteiformes en las inflorescencias suele

correlacionarse con temperaturas excesivamente elevadas, al inicio de la

formación de la inflorescencia (Heather et al., 1992).

Para evitar esta fisiopatía se prestara especial atención al ajuste de los

ciclos de producción, evitando que las previsibles temperaturas afecten a estas

fases más sensibles. Asimismo, existen cultivares más adaptados a

condiciones más cálidas que otros (Maroto et al., 1997).

14.3. FORMACIÓN PREMATURA DE COGOLLOS PREFLORALES

Este accidente suele producirse cuando se inicia la formación del cogollo

prefloral antes de que la planta haya alcanzado un desarrollo vegetativo

normal, en cuyo caso se forman pellas de pequeño tamaño, con una forma

anormal en “paraguas”, que pueden abrirse tempranamente, y cuyas brácteas

periféricas están excesivamente desarrolladas. A veces, si durante la fase

juvenil sobreviven temperaturas excesivamente bajas, puede formarse un

pequeño cogollo.

Adaptar la época de siembra al cultivar es el sistema más eficaz de

combatir este desorden (Maroto, 1995, 2002).

Revisión Bibliográfica

115

14.4. APERTURA PREMATURA DE COGOLLO PREFLORAL (SUBIDA EN

FLOR)

Consiste en la diferenciación prematura de brotes florales sobre la

superficie del cogollo, por lo que en primer lugar se abre el mismo para iniciar

la subida a flor, probablemente como consecuencia de la incidencia de

temperaturas excesivamente altas a lo largo o al final de la formación de las

inflorescencias.

Cuando los cogollos de las inflorescencias (tanto las principales como los

rebrotes) están mucho más avanzados fisiológicamente, un intervalo de tiempo

excesivo entre dos recolecciones sucesivas, puede propiciar la aparición de

botones florales abiertos que deprecian comercialmente la inflorescencia.

14.5. DEFORMACIONES DE LAS INFLORESCENCIAS

Son muy frecuentes en el brócoli, la superficie de la inflorescencia aparece

irregularmente ondulada o bien abriendo excesivamente algunos brotes

florales. La causa de estas deformaciones parece residir en el exceso de calor

durante la fase de formación de inflorescencias, existiendo a este respecto

cultivares más sensibles que otros.

En general los cultivares más precoces suelen verse menos afectados por

todo tipo de alteraciones morfológicas de los cogollos causadas por

temperaturas elevadas que los cultivares de ciclo largo.

También como consecuencia del exceso de calor, los granos de las

inflorescencias se hacen más gruesos, embasteciendo el cogollo y existiendo

cultivares que lo acusan más que otros. El momento en que la inflorescencia es

más susceptible al estrés por calor ha sido determinado en el estadio que

posee un diámetro entre 0,5 y 1 cm (Heather et al., 1992), el equivalente al

estadio número 41 según la escala BBCH.

14.6. DECOLORACIONES DE LAS INFLORESCENCIAS

En brócoli puede ser bastante frecuente la aparición sobre las

inflorescencias de amarilleamientos debidos a sobremaduración,

deshidratación y/o una deficiente conservación frigorífica (Maroto, 1995).

También en las inflorescencias de brócoli a veces aparecen pequeñas áreas

circulares de color verde más claro, con los botones florales menos

desarrollados que los del contorno. A esta anomalía se la denomina “ojos de

gato” y en su incidencia además de la susceptibilidad varietal y las elevadas

temperaturas, también pueden influir diversos aspectos del manejo agronómico

(Rueda, 2002) (citado por Maroto, 2007a).

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

116

14.7. GRANOS MARRONES

Fisiopatía muy frecuente en producciones otoñales y primaverales, en que

se registran elevaciones fuertes y súbitas de la temperatura, sobre

determinados cultivares. Consiste en la aparición de botones florales de color

marrón que posteriormente pueden llegar a desprenderse de la inflorescencia,

y que deprecian la calidad comercial del producto.

La susceptibilidad varietal siempre es un factor primordial a considerar en

la incidencia de esta fisiopatía, habiendo cultivares más sensibles que otros.

En algunos estudios realizados durante varios años con distintos cultivares,

Pascual et al. (1996) constataron que la relación K/Ca+Mg siempre era

notablemente más elevada en granos sanos que en botones florales marrones.

Jenni et al. (2001ab) trataron de correlacionar la incidencia de diversos factores

(técnicas de cultivo, fertilización y parámetros climáticos) sobre este desorden,

observando que entre todos ellos, sólo la radiación recibida y un riego irregular

podían estar directamente involucrados y también que las inflorescencias

dañadas mostraban menores niveles de Ca y mayores de K y Mg.

En términos generales un estadio más avanzado de madurez de las

inflorescencias también suele predisponer hacia una mayor incidencia de

granos marrones.

14.8. FALTA DE FLORACIÓN (BLINDNESS)

Como se dijo anteriormente en el apartado 5, el brócoli es una planta

considerada vernalizante facultativa (Wiebe, 1990), es decir, no es una planta

que necesite estar expuesta a bajas temperaturas para inducir la floración,

aunque existen cultivares que para poder emitir inflorescencia necesitan

temperaturas inferiores a los 10ºC. Por lo que este desorden es poco frecuente.

Según Wien y Wurr (1997) la falta de floración parece estar relacionado

con la carencia de molibdeno, daños por insectos, daños producidos por

fertilizantes y plaguicidas, fotoperíodo, intensidad de la luz, estrés hídrico y

calidad de la semilla. Aunque indican que la evidencia científica para alguno de

ellos no es del todo clara. Estos mismos autores exponen que a menudo hay

incertidumbres en si la falta de floración es causada en el semillero o tras el

trasplante a campo, pero esto puede ser determinado por el agricultor contando

el número de hojas. Si hay menos hojas que cuando se realizó el trasplante a

campo, entonces la falta de floración fue causada durante el cuidado inicial de

la planta. Wien y Wurr (1997) exponen que en estudios realizados en Reino

Unido por Wurr (1994), han mostrado que el factor más determinante en la falta

de floración son los bajos niveles de luz durante los cuidados iniciales de las

plantas.

Revisión Bibliográfica

117

14.8. AHUECADO DEL TALLO

Esta anomalía la podemos encontrar cuando cortamos el tallo por la base o

antes de la cabeza y encontramos una cavidad dentro de él. En la aparición del

tallo hueco intervienen una serie de factores que tienen en común el provocar

un crecimiento excesivamente rápido: abonos nitrogenados excesivos;

desequilibrios hídricos; altas temperaturas y marcos e plantación amplios (Zink,

1968; Cutcliffe, 1972; Hipp, 1974; Scaife y Wurr, 1990).

Hipp (1974) descubrió que la incidencia del vaciado del tallo mostraba una

relación inversa con la duración del período de crecimiento del brócoli. Los

cultivos cuyo ciclo es de 110 días o más, presentan una baja incidencia dentro

de este desorden, mientras que era mayor cuando las plantas crecían más

rápidamente (Wien y Wurr, 1997).

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

118

15. RECOLECCIÓN Y POSTCOCECHA

La recolección se inicia en función del cultivar empleado, la fecha de

siembra y trasplante, etc. (Maroto, 2007b). También depende de si lo que se

desea es recolectar únicamente la inflorescencia principal o, además,

aprovechar los rebrotes (Namesny, 1993).

Este proceso se realiza normalmente de forma manual, si bien en

extensiones grandes la recolección tiende a racionalizarse mediante el uso de

tractores provistos de unos bastidores transversales en la parte trasera del

remolque (López et al., 2007).

Llegado el momento de la recolección, las inflorescencias deben ser de

forma regular, sin deformaciones ni huecos en el tallo, estar suficientemente

compactadas, con botones florales uniformemente cerrados, de pequeño

calibre y sin mostrar amarilleos, enmarronecimientos, bracteación, etc. (Maroto,

1997). Para Pomares et al. (2007c), la recolección debe efectuarse una vez las

cabezas están formadas, con la inflorescencia prieta, cuando ha desarrollado el

tamaño máximo, sin llegar a mostrar abertura floral o sobremaduración.

Si se opta por una recolección mecanizada, para aprovechar todas sus

ventajas, es conveniente que la maduración de los distintos cultivares

empleados sea solapada (Maroto, 2007b).

Hay que evitar la recolección en momentos del día en que la temperatura

sea elevada y se debe preenfriar rápidamente (López et al., 2007).

La recolección del brócoli comienza con el corte de las inflorescencias

principales, con una longitud de tallo de 5 o 6 cm. Posteriormente se van

recolectando los rebrotes de inflorescencias laterales, paulatinamente y a

medida que se van formando. Algunas variedades de ciclo corto o medio, en el

litoral mediterráneo español, pueden prolongar su recolección entre octubre y

abril. Para una misma plantación de brócolis en la que se aprovechen los

rebrotes laterales, el ciclo de cosecha puede prolongarse entre 2 y 3 meses, en

función de la calidad de los mismos y las exigencias del mercado (Maroto,

2007b).

Generalmente y en plena recolección, se dan a cada parcela entre 1 y 3

pasadas a la semana. Si la temperatura ambiental aumenta, deben realizarse

recolecciones más solapadas. Los rendimientos que se consiguen en brócoli

suelen estar comprendidos entre 15 y 25 t/ha pudiendo llegar a sobrepasar en

ocasiones las 30 t/ha. Este rendimiento puede variar en función del cultivar, el

ciclo de cultivo y el marco de plantación. Como término medio, en una hora

pueden recolectarse unos 15 o 20 kg de brócoli por persona (Maroto, 1997).

Revisión Bibliográfica

119

En algunos países es frecuente recolectar en una sola pasada el brócoli,

por lo que en general sólo se aprovecha la inflorescencia terminal y de ahí que

el marco de plantación adoptado puede tener una gran influencia en el

rendimiento. Existe una influencia directa del marco de plantación sobre el peso

medio de las inflorescencias principales, aunque como se ha indicado antes, el

cultivar y el ciclo productivo también influyen en este parámetro (Maroto,

2007b).

En general en los mercados se prefieren inflorescencias principales de tipo

medio, a las que se les han eliminado las hojas dejando la base caulinar hasta

el origen de la ramificación, y en caso de calibres excesivamente gruesos a

veces se procede a su fraccionamiento longitudinal en bisel, aunque en este

caso la conservación es más dificultosa. En ocasiones algunos mercados

exigen “coronas” de brócolis, presentación que consiste en eliminar la parte

caulinar inferior de la inflorescencia principal (Maroto, 1997).

Los rebrotes excesivamente pequeños no suelen ser comerciales y como

término medio se exige que no estén abiertos y que posean un tálamo con una

longitud superior a los 10 cm. Resulta bastante frecuente que los rebrotes se

confeccionen haciendo manojos de varias unidades, eliminando las hojas y

recortando los tálamos a una misma distancia.

En todos los casos las inflorescencias (principales o rebrotes) se recubren

con un plástico (over-wrapped), bien directamente o bien sobre bandejas. Para

conseguir una adecuada calidad comercial, el preenfriamiento es una práctica

necesaria pudiéndose utilizar cualquiera de los sistemas conocidos (Maroto,

2007b). El mismo autor, ha podido constatar los buenos resultados que

proporcionan el “frío húmedo” y la adición de hielo (top Ice).

El almacenamiento frigorífico del brócoli se debe efectuar a 0ºC y con una

humedad relativa del 90-95%, con lo que pueden conservarse en buenas

condiciones hasta tres semanas (Maroto, 2007b).

Es muy importante una conservación frigorífica adecuada tras la

recolección, pues el brócoli es un producto que se degrada rápidamente.

Nunca debe conservarse conjuntamente con frutas u hortalizas que emitan

etileno, pues este gas exacerba su senescencia, produciendo amarilleamiento

de las inflorescencias y malos olores (Maroto, 2007b). La inmersión en

citoquininas naturales, como antisenescente, puede tener un efecto positivo en

la conservación del brócoli (Fuller et al., 1977). Rushing (1990) constató que

tras la aplicación de benzil-adenina a 50 ppm sobre inflorescencias de brócoli

en postrecolección, disminuía la tasa respiratoria en un 50%, la emisión de

etileno se incrementaba durante los 4 días (tras la aplicación) de conservación

y, finalmente, el contenido en clorofila total de estas inflorescencias se

mantenía en los mismos valores, siendo mucho más elevado a lo largo del

período de conservación, que el que se observaba en las inflorescencias

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y

coeficiente de cultivo ‘kc’

120

testigos (sin tratar). Un tratamiento en postrecolección con 1-metil-

ciclopropeno, que es un inhibidor del etileno, puede alargar la conservación del

brócoli, empleado únicamente o en combinación con ozono, si bien en este

segundo caso, el ozono sólo se empleará a dosis bajas, pues a pesar de ser un

potente germicida, una elevada concentración del mismo puede inducir una

disminución en el contenido en clorofila y por lo tanto un mayor grado de

amarilleo (Forney et al., 2003).

Estudiando las mejores condiciones de conservación de rebrotes de brócoli

en atmósfera controlada, Izumi et al. (1996) recomendaban, a una temperatura

de 1 y 5 ºC una concentración del 10% en anhídrido carbónico y del 0,5% en

oxígeno, y a 10ºC habría que elevar la concentración de oxígeno hasta el 1%.

En el caso de conservación controlada de inflorescencias principales, la

difusión del gas resulta más limitada, por lo que existen mayores gradientes de

concentración entre los tejidos internos y externos. Una fumigación previa de

inflorescencias de brócoli con óxido de nitrógeno (NO) en atmósfera normal o

enriquecida en N, puede alargar la vida comercial del brócoli (Soegiarto y Wills,

2004).

ENSAYO 1. ESTUDIO DEL COMPORTAMIENTO AGRONÓMICO DE DIEZ CULTIVARES DE BRÓCOLI (Brassica oleracea L. var. Italica Plenk) DE CICLO DE OTOÑO-INVIERNO, PRESTANDO ESPECIAL ATENCIÓN AL COMPORTAMIENTO DE LA POLILLA Plutella xylostella DURANTE LOS DISTINTOS ESTADOS FENOLÓGICOS DEL CULTIVO

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

122

Ensayo 1

123

1.1. MATERIALES Y MÉTODOS

El Servicio Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo Insular de

Tenerife, en su Plan Anual de Trabajo para el año 2014 se ha planteado

realizar este ensayo con el objetivo de analizar la estructura varietal de brócoli

existente en el mercado y transferir los resultados obtenidos al sector hortícola

de la Isla.

Situación del ensayo

El ensayo se realizo en una de las fincas de la SAT Miradero de Santa

Bárbara en el término municipal de Icod de Los Vinos a unos 450 m.s.n.m. (Lat:

28º21’49,63’’N; Lon: 16º41’09,33’’O; UTM: X=334.782,38; Y=3.138.656,74) y

con una superficie aproximada de 150 ha.

Esta zona es una de las más importante en cultivo de brásicas a nivel

insular, con casi un tercio de la superficie dedicada a estos cultivos (218 ha,

según datos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio

Ambiente del Gobierno de Canarias).

La finca, en la actualidad, está siendo explotada por el agricultor D.

Domingo López González, el cual tiene una gran experiencia en el cultivo de

este tipo de hortalizas.

Foto 1.1. Vista aérea de la finca. Fuente: GRAFCAN (2015)

Para acceder a la finca, se debe tomar la salida de la TF-5 (La Mancha-La

Guancha) y empezar a subir por la TF-342 hasta tomar a mano derecha el

camino Lomo Los Giles, continuar subiendo por este camino hasta volver a

girar a la derecha por el camino Los Lagares, seguir este camino y tomar la

primera desviación a la izquierda, camino La Vendimia, continuar por el lado

izquierdo este camino hasta tomar la subida del camino Castro y llegar a la

entrada de finca.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

124

Material vegetal

Los cultivares seleccionados para este ensayo se solicitaron a las casas

comerciales, pidiendo en especial, la adaptación al ciclo. Se utilizó como testigo

el cultivar Ironman, al ser el cultivar más utilizado en la zona. En la tabla 1.1 se

presentan los cultivares utilizados y sus respectivas casas comerciales.

Tabla 1.1. Cultivares ensayados y casas comerciales.

Cultivar Casa comercial

Jeremy Diamond Malibu Bejo Belstar Bejo Naxos Sakata

Chronos Sakata Parthenon Sakata

Lord Monsanto

Ironman Monsanto

Orantes Rijk Zwaam Agassi Rijk Zwaam

El manejo del cultivo se realizó de acuerdo con las prácticas habituales del

agricultor (labores culturales, riego, abonado y tratamientos fitosanitarios).

Condiciones de agua y suelo

Para establecer las condiciones del agua y el suelo del ensayo se tomaron

muestras. Del suelo se tomaron de 12 puntos en zig – zag a lo largo de la

parcela, retirando dos centímetros de la superficie y profundizando 15 cm

aproximadamente. La muestra del agua de riego se tomó a la entrada del

cabezal de riego. Las muestras se analizaron en el Laboratorio de Diagnóstico

Agrícola I+D de la empresa Canarias Explosivos S.A. Los análisis de suelo y

agua reflejaron los siguientes parámetros:

En la tabla 1.2 se interpretan los valores según las directrices de

Hernández et al. (1980). El suelo tiene un pH relativamente alto, con un

contenido alto en sodio, magnesio y potasio y bajo en calcio, valores típicos de

suelos regados con agua de galería y dedicados a cultivos intensivos. Estaría

en el límite de un suelo sódico, correspondiente a un 10-15% un 9% de Na

cambiable, un pH mayor de 8,5 y una CE por debajo de 4 mS/cm (Casas y

Casas, 1999). Con un 9% de sodio cambiable, un pH mayor de 8,5 y una CE

por debajo de 4mS/cm, estaría en el límite de un suelo sódico. Según Ayers y

Westcott (1985), no habría bajada de la productividad potencial estimada en

brócoli al ser el valor umbral de conductividad de 2,8 mS/cm.

Ensayo 1

125

Tabla 1.2. Resultados del Análisis de suelos

Parámetros Valor

Interpretación (Hernández et al., 1980)

pH (1:2,5) 8,6

Alto (>7)

CE ext sat (mS/cm) 25ºC 1,17

Correcto (<2 mS/cm)

M.O. (%) 2,8

Correcto (>2%)

Fósforo Olsen (mg/kg) 132

Correcto (>80 mg/kg)

Calcio cambiable

cmolc/kg

14,8 48% CIC Bajo (<60%)

Magnesio cambiable 9,3 30% CIC Alto (>20%)

Potasio cambiable 4,0 13% CIC Alto (>10%)

Sodio cambiable 2,9 9% CIC Alto (>5%)

Capacidad Intercambio Catiónico 31,0

% Saturación 48,5

El agua usada procedía de galería con elevados niveles de bicarbonatos y

alto contenido en sodio y magnesio, con una conductividad eléctrica de 1,8

mS/cm y un pH de 8,5 (ver tabla 1.3). Según las directrices de Ayers y Westcott

(1985) sería un agua con problemas crecientes tanto por salinidad como por

infiltración. Este agua tendría problemas en el caso de uso en riego por goteo

por precipitaciones de carbonato de calcio. No se recomendaría su uso en

aspersión en cultivos sensibles al sodio y a los bicarbonatos. La fracción de

lavado para riego por goteo sería entre el 6,4%, según Ayers y Westcott (1985)

ó 12,8% según Rhoades (1992).

Tabla 1.3. Resultados Análisis de Agua.

Resultados analítica Valores derivados de la analítica

Parámetros Valor Parámetros derivados Valor

pH 8,5

CE mS/cm 1,79 pH equilibrio 7,3

Carbonatos

meq/l

0,47 Índice de Langhelier 1,2

Bicarbonatos 18,26 SAR 8,2

Cloruros 0,66 SAR ajustado 8,8

Sulfatos 1,65

Nitratos 0,06

Sodio 13,87 Requerimientos lavado %

Ayers y Westcot(1985)

6,4

Potasio 1,14 Rhoades (1992)*

12,8

Calcio 1,14

Magnesio 4,62

* Se considera una CEes deseable de 2 mS/cm

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

126

De la interpretación de los análisis de agua y suelo se concluye que

deberían realizarse aportes periódicos de yeso y estiércol al suelo para

proteger la estructura del mismo. El alto pH del suelo y del agua de riego debe

tenerse en cuenta tanto por el mantenimiento de la instalación de riego como

por posibles problemas por inmovilización de micronutrientes.

Siembra y trasplante

La siembra se efectuó el 3 de septiembre de 2014. Dado que el agricultor

disponía del material y las instalaciones necesarias para realizar los semilleros,

la operación se hizo en la propia finca.

La siembra se realizó en bandejas de poliestireno de 247 alvéolos,

colocándose una semilla en cada celda. El sustrato estaba compuesto por 2/3

de turba (superfina + negra fina) Bord na Móna, y 1/3 de fertilizante orgánico

con base de estiércol de oveja Agrimartín. Una vez hecha la siembra, los

semilleros se cubrieron con una capa de vermiculita. Las bandejas

permanecieron en la zona habilitada en la finca para la germinación y,

transcurridos 4 días, fueron trasladados a la zona del vivero al aire libre.

Foto 1.2. Detalles de la siembra. Foto: Judith Fernández Rodríguez (2014).

Ensayo 1

127

Foto 1.3. Detalles del vivero al aire libre de la finca.

La semana previa al trasplante en campo, el agricultor aró el terreno con

arado de vertedera el 3 de octubre de 2014 y realizó un pase con cultivador

rotativo para moler restos de cosecha, el 6 del mismo mes.

Las plantas se llevaron a campo el 10 de octubre de 2014, a los 37 días de

la siembra, una vez que las plántulas contaron con 3 - 4 hojas verdaderas. El

trasplante se realizó con un marco de plantación de 0,5 m entre plantas y 0,5 m

entre filas, obteniendo una densidad de plantación de 4 plantas/m2. Para

enterrar las plantas, se utilizaron ahoyadores manuales, se tuvo especial

cuidado en que el cuello de la planta quedase por encima del nivel de tierra,

para evitar posibles problemas con enfermedades. También se prestó atención

a que quedara una sola planta por hoyo. Por último, el agricultor dio un riego de

30 minutos, aplicando al suelo una dosis de 5 l/m2, con el fin de hidratar el

cepellón y facilitar el arraigue de las plantas.

En el momento del trasplante se colocó una trampa tipo Delta con

atrayente de feromona para el seguimiento de las poblaciones de Plutella

xylostella.

Operaciones de cultivo

El sistema de riego empleado en el cultivo fue aspersión baja, con

microaspersores dispuestos en marco real de 3 x 3 m, con un caudal nominal

de 80 l/h, un solape total y un coeficiente de uniformidad de Christiansen del

78,3%.

Para determinar el coeficiente de uniformidad de Christiansen se colocaron

81 recipientes de 75 cl cada uno dentro del área de acción de los

microaspersores (cuadrado de 3 x 3 m representado en color en el gráfico 1.1).

Los recipientes se dispusieron en un marco real de 0,5 x 0,5 m. Se aplicó un

riego de 30 min y se midió el caudal de cada recipiente.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

128

26 26 36 31 24 25 43 46 44

26 24 35 33 25 22 28 54 42

21 29 35 39 30 28 28 38 36

22 20 24 43 45 35 26 25 30

29 25 22 27 43 38 31 26 31

42 34 24 27 29 44 40 35 38

40 45 34 29 30 29 28 30 45

40 56 60 30 30 27 24 20 35

30 40 47 43 40 30 25 20 24

Gráfico 1.1. Volúmenes de agua (cl) recogidos durante 30 min de riego

Foto 1.4. Detalle comprobación del coeficiente de uniformidad

Una vez medidos todos los volúmenes, en una hoja de cálculo del

software Microsoft Excel ’07 se aplicó la siguiente fórmula:

Donde:

CUc = Coeficiente de uniformidad de Christiansen (%)

Desviación absoluta de las observaciones individuales

respecto a la media aritmética (mm)

= Observación individual captada en cada recipiente (mm)

Promedio aritmético de las observaciones captadas (mm)

Número total de observaciones

La frecuencia de riego varió en función de las condiciones atmosféricas, así

como la duración del mismo y la dosis aplicada. Durante la primera semana

tras el trasplante la frecuencia de riego fue de 3-4 días, con riegos de 60

minutos en los que se aplicaban 9 l/m2 en cada riego. El resto del mes de

octubre la frecuencia de riego fue de 4-6 días, con riegos de 30 minutos en los

Ensayo 1

129

que se aplicaban 5 l/m2. De noviembre hasta la recolección, y debido a la

precipitación caída en ese mes, la frecuencia de riego fue cada 7 días con

riegos de 6 minutos en los que se aplicaban 1 l/m2, con el objetivo principal de

fertirrigar. Durante el ensayo, en total se aportaron 44 l/m2.

Respecto a la fertilización, los abonos fueron incorporados al cultivo

mediante fertirrigación. El sistema de fertirrigación se componía de un

automáta colocado en derivación de la conducción principal, con inyectores

monitorizados con sensores de conductividad de entrada y de salida y de pH

de salida de la solución nutritiva. Los inyectores vertían las distintas

disoluciones un tanque de mezcla y a partir de este se impulsaba al sistema de

riego. Las soluciones madre se preparaban y almacenaban en una serie de

depósitos, donde se colocaban los abonos, con una capacidad de 2 m3 cada

uno, salvo el del ácido fosfórico, con capacidad de 1 m3.

Foto 1.5 Detalle inyectores de fertilizante.

El único abono empleado por el agricultor durante el ciclo del ensayo fue

nitrato amónico (34-0-0), a razón de 50 kg/ha cada 7 días (17 UN/ha en cada

dosis), aplicando un aporte total de 242 kg/ha de nitrógeno.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

130

Tratamientos fitosanitarios: Durante todo el ciclo de cultivo se aplicaron

un total de 11 tratamientos fitosanitarios. Los productos, dosis y fecha de

aplicación se muestran a continuación.

Tabla 1.4. Tratamientos fitosanitarios durante el ensayo.

Materia activa Fecha Dosis Plaga /

enfermedad

Plazo seguridad

(días)

Mancozeb 64% + metalaxil 8% 21/10/14 1 kg/ha Roya 21

Alfa cipermetrin 10% 21/10/14 500 cc/ha Oruga, Mosca

blanca 2

Bacillus thuringiensis 21/10/14 750 g/ha Orugas 0

Oxifluorfen 24% 29/10/14 1,5 l/ha Malas hierbas 21

Alfa cipermetrin 10% 12/11/14 500 cc/ha Oruga, Mosca

blanca 2

Pirimicarb 50% SC 12/11/14 500 g/ha Pulgón 3

Spinosad 48% 12/11/14 100 cc/ha Orugas, trips 3

Alfa cipermetrin 10% 04/12/14 500 cc/ha Oruga, Mosca

blanca 2

Pirimicarb 50% SC 04/12/14 500 g/ha Pulgón 3

Bacillus thuringiensis 04/12/14 750 g/ha Orugas 0

Bacillus thuringiensis 15/01/15 750 g/ha Orugas 0

Recolección

El 14 de enero de 2015, transcurridos 97 días del trasplante, se inició la

recolección, que se mantuvo durante un período de 16 días, hasta el 30 del

mismo mes (113 días del trasplante). Para completar la recolección de todo el

ensayo fueron necesarias un total de 5 pasadas en un intervalo de 3-5 días.

El momento de corte de las cabezas florales fue elegido por el agricultor,

cuyo criterio era recolectar cabezas florales de más de 0,500 kg sin síntomas

de sobremadurez. Dicho momento corresponde con el estadio fenológico nº 49

según la escala BBCH1 y sería cuando la inflorescencia del brócoli se

encuentra en su cenit y está a punto o le falta muy poco para que las flores

comiencen a abrirse, siempre y cuando el tamaño de la pella sea el óptimo.

1 Biologische Bundesanstalt, Bundessortenamt and CHemical industry.

Ensayo 1

131

Controles realizados

Con el fin de evaluar la capacidad agronómica de cada uno de los

cultivares, se midieron parámetros relativos a las características foliares de las

plantas; parámetros productivos; caracteres de ciclo; y características de las

inflorescencias.

Se controló la población de adultos de Plutella xylostella en función del

estado fenológico del cultivo.

Se realizó una caracterización cualitativa de los distintos cultivares

mediante observación directa en campo. La toma de datos se efectuó cuando

las plantas alcanzaron el máximo desarrollo vegetativo, antes de la recolección

y sobre la totalidad de las plantas ensayadas.

Foto 1.6. Detalle de la caracterización cualitativa.

Se valoraron las siguientes cualidades foliares de la planta, comparándolas

entre los distintos cultivares:

Tamaño de las hojas: pequeño, mediano o grande.

Color de la hojas: verde claro, verde, verde azulado o verde azul oscuro.

Porte: de 1, muy abierto, a 5, muy cerrado.

Densidad: de 1, muy denso, a 5, poco denso.

Desarrollo vegetativo: de 1, muy desarrolladas, a 5, poco desarrolladas.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

132

Se tomaron datos de los siguientes parámetros productivos:

Porcentaje de plantas recolectadas: porcentaje de plantas cosechadas al

final del cultivo respecto de las plantas inicialmente trasplantadas.

Producción total: se calculó el rendimiento de cada cultivar expresado en

kg/ha, teniendo en cuenta tanto las cabezas comerciales como el

destrío. Las plantas se pesaron en una pesa digital con precisión de

unidades de gramo.

Producción comercial: producción de cabezas comerciales obtenidas en

cada cultivar y expresada en kg/ha sin incluir el destrío.

Peso medio de la cabeza floral: determinado dividiendo la producción

comercial de cada parcela experimental entre el número de pellas

comerciales.

Las características de ciclo sobre las que se tomaron datos fueron:

Duración del ciclo de cultivo: definido como la media de días

transcurridos desde el trasplante hasta la fecha de inicio de la

recolección.

Duración del período de recolección: son los días requeridos por cada

cultivar para cosechar el 100% de la producción comercial, expresado

como el cálculo de los días transcurridos desde el inicio de la

recolección hasta la fecha de finalización de la misma.

Número de pases de recolección: hace referencia al número de cortes

necesarios para recolectar el 100% de la producción comercial.

Respecto a las características de la inflorescencia, para obtener los

parámetros determinados, se tomaron de 10 cabezas comerciales de cada

parcela experimental, correspondientes a tres recolecciones distintas: 3

cabezas al inicio de la recolección, 4 cabezas a mitad y 3 cabezas al final de la

recolección.

Densidad: se calculó mediante la relación entre el peso de la cabeza

floral y su volumen. Para determinar el volumen de la pella, con la ayuda

de una cinta métrica, se midió la longitud de la circunferencia del

perímetro ecuatorial de la pella y así poder obtener el diámetro.

Asemejando la pella a una esfera perfecta, se determinó finalmente la

densidad.

Ensayo 1

133

Foto 1.7. Detalle medición del diámetro ecuatorial de la pella.

Compacidad: se determinó mediante la relación entre la masa y el

diámetro de la cabeza floral.

Peso relativo del tallo floral: para el cálculo de este parámetro se tuvo en

cuenta, para cada parcela experimental, la diferencia del peso de 10

cabezas comerciales con 10 cm de tallo floral y con sólo 2 cm. El

resultado del peso medio del tallo se expresó en términos relativos

respecto al peso medio de la pella.

Foto 1.8. Detalle obtención del peso relativo del tallo floral.

Diámetro medio del tallo floral: el diámetro se midió mediante una regla

en la parte inferior de los tallos con 10 cm, concretamente en el diámetro

más ancho del corte.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

134

Foto 1.9. Detalle medición diámetro medio del tallo floral.

Además del peso medio, densidad y compacidad, también se tuvieron en

cuenta otras características que influyen en el valor comercial de la pella. Su

estimación se hizo de forma cualitativa, comparando unos cultivares con otros y

siguiendo la metodología del Instituto Técnico y de Gestión Agraria de Navarra

(ITGA).

Granulometría: fina, media-fina, media, media-gruesa y gruesa.1

Color cabeza: verde claro, verde, verde azulado.2

Granos marrones (%): porcentaje de granos marrones sobre el total.1

Amarillamiento (%): porcentaje de amarillamiento de la inflorescencia

sobre el total.1

Forma: de 1, redonda, a 5, con numerosos bultos.1

Tamaño floretes: cortos, medios-cortos, medios, medios-largos y largos.1

Presencia de hojas en la cabeza: escaza, media y notable.

Ahuecado (“Hollow stem”): bajo, medio-bajo, medio, medio-alto y alto.

Cabezas secundarias: de 1, ausencia, a 5, alta presencia y buena

calidad.

1 Categorías basadas en la guía de criterios de calidad del ITG de Navarra

2 Categorías basadas en la carta de colores elaborada por el ITG de Navarra

Ensayo 1

135

Determinación de la curva de vuelo de la polilla de las crucíferas, Plutella

xylostella, y de la incidencia de daños

Para determinar la curva de vuelo de Plutella xylostella se utilizó una

trampa tipo Delta de color blanco con base de cartón encolada con retícula

para facilitar las lecturas. Tanto la trampa como la feromona son de la marca

Econex. Se registraron las capturas una vez a la semana. La trampa se colocó

en el centro de la parcela del ensayo. Asimismo, se registraron los tratamientos

fitosanitarios que el agricultor aplicó para el control de lepidópteros, como se

muestra en la tabla 1.5.

Tabla 1.5. Tratamientos fitosanitarios contra lepidópteros aplicados por el agricultor durante el ensayo.

Materia activa Fecha Dosis Plaga / enfermedad Plazo

seguridad (días)

Alfa cipermetrin 10% 21/10/14 500 cc/ha Oruga, Mosca blanca 2

Bacillus thuringiensis 21/10/14 750 g/ha Orugas 0

Alfa cipermetrin 10% 12/11/14 500 cc/ha Oruga, Mosca blanca 2

Spinosad 48% 12/11/14 100 cc/ha Orugas, trips 3

Alfa cipermetrin 10% 04/12/14 500 cc/ha Oruga, Mosca blanca 2

Bacillus thuringiensis 04/12/14 750 g/ha Orugas 0

Bacillus thuringiensis 15/01/15 750 g/ha Orugas 0

Se realizó un seguimiento de incidencia de daños provocados por la polilla

de las crucíferas mediante la observación de la pella en el momento de la

recolección anotando la presencia o ausencia de daños provocados por esta

plaga. Asimismo se realizó un seguimiento de daños en la superficie foliar,

anotando también la presencia o ausencia de perforaciones producidas por

este insecto.

Los registros de capturas e incidencias de daños se realizaron desde el

trasplante a la recolección de todos los cultivares (del 10 de octubre de 2014 al

30 de enero de 2015). En este primer seguimiento se registraron bajos niveles

de población y muy baja incidencia de daños. Es por ello, por lo que se decidió

repetir un segundo seguimiento en un cultivo posterior de brócoli en la misma

finca y con el cultivar testigo Ironman. Se siguió la misma metodología

empleada en el ensayo de cultivares. La fecha de trasplante del cultivo fue el 6

de marzo de 2015 y la recolección finalizó el 20 de mayo de 2015.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

136

Foto 1.10. Detalle del recuento de adultos de Plutella xylostella

Para establecer los estados fenológicos se utilizó la metodología del

triángulo de Fleckinger (1965), adaptándola a los estados fenológicos del

brócoli de la escala BBCH. Se estableció el estadío más abundante como

estadío de referencia. Los registros de los diferentes estados fenológicos para

el cultivo del brócoli, según la escala BBCH.

Diseño experimental

El diseño experimental del ensayo se dispuso en bloques al azar con 3

repeticiones por cultivar y 10 tratamientos, correspondientes a cada uno de los

10 cultivares ensayados y un total de 30 unidades experimentales. El tamaño

de la unidad experimental fue de 16 m2 y un total de 64 plantas. La superficie

neta del ensayo fue de 480 m2. En el gráfico 2 se presenta un croquis de la

disposición del ensayo.

Antes del trasplante, se replanteó el ensayo, delimitando las parcelas

experimentales mediante estacas e hilo. El marco de plantación se indicó sobre

el terreno a la par que se trasplantaban las plántulas mediante el uso de cañas,

previamente medidas y marcadas. Una vez finalizado el trasplante se colocaron

las estacas con el número de cultivar correspondiente a cada parcela

experimental.

Para la toma de datos se seleccionaron 36 plantas por tratamiento,

descartando las 28 plantas del borde de cada parcela experimental.

Ensayo 1

137

Gráfico 1.2. Croquis del diseño experimental

Foto 1.11. Detalles del trasplante.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

138

Foto 1.12. Detalles de la colocación de estacas y trampa de feromona.

Los datos cuantitativos obtenidos se sometieron a un análisis de varianza y

separación de medias mediante la prueba de rango múltiple de Tukey,

utilizando el paquete estadístico Statistix 10.

Datos agroclimáticos

Los datos climatológicos (temperatura, humedad relativa y precipitación) se

tomaron de la estación agrometeorológica, perteneciente a la red de estaciones

del Cabildo Insular de Tenerife, de Llanito Perera, situada a menos de 1 km del

ensayo y a unos 420 m.s.n.m.

Foto 1.13. Detalle estación meteorológica de Llanito Perera

Ensayo 1

139

Gráfico 1.3. Evolución de las temperaturas durante el período de trasplante-recolección. (T: temperatura media; TM: temperatura máxima; Tm: temperatura mínima).

La temperatura media comenzó en octubre en el entorno de los 20ºC,

bajando hasta los 15ºC en diciembre, y oscilando entre 13 y 15ºC en enero.

Las temperaturas mínimas y máximas presentaron el mismo comportamiento,

siendo la mínima observada durante el ensayo 8,4ºC y la máxima de 33.7ºC.

El rango óptimo de temperatura para el cultivo del brócoli se encuentra

entre los 15,5ºC y los 18,5ºC (Maroto, 2002). Durante el período juvenil, las

altas temperaturas estuvieron por encima de esos valores, aunque no tendrían

por qué causar daños en la planta, pues en zonas muy cálidas la planta casi

siempre permanece vegetativa a causa de las altas temperaturas (González et

al., 2007). Las bajas temperaturas en los últimos días de estadío de cultivo

ayudaron a la inducción floral, que según Grevsen (1998) han de estar entre 0

y 17ºC.

Gráfico 1.4. Evolución de la humedad relativa durante el período de trasplante-recolección. (HR= Humedad relativa. HRM= Humedad relativa máxima. HRm= Humedad relativa mínima)

5

10

15

20

25

30

35

Tem

pera

tura

(ºC

)

Días de cultivo

T(ºC) TM (ºC) Tm (ºC)

30

40

50

60

70

80

90

100

% H

um

ed

ad

re

lati

va

Días de Cultivo

HR (%) HRM (%) HRm (%)

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

140

La humedad relativa media se mantuvo entre el 48,8 y el 99,1%. La

máxima durante varias semanas no experimentó variación ninguna

manteniéndose en el mismo valor (99,1%), posiblemente debido un fallo en el

sensor de la estación meteorológica. La humedad relativa mínima no bajó del

34,3%. Este valor de humedad relativa se dio el 22 de octubre de 2014,

coincidiendo con una ola de calor.

Gráfico 1.5. Precipitación y radiación registradas durante el período trasplante-recolección. (P= precipitación acumulada por día. Rad = radiación media recibida por hora)

A lo largo del ensayo se registraron un total de 509,3 mm, concentrándose

más del 60% entre el 15 y el 29 de noviembre de 2014, coincidiendo con el

desarrollo del botón floral del cultivo. La radiación media recibida durante el

ensayo fue de 108,4 W/m2.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

0

50

100

150

200

250

Pre

cip

itació

n (

mm

)

Rad

iació

n r

ecib

ida (

W/m

2)

Días de Cultivo

Rad (W/m2) P (mm)

Ensayo 1

141

1.2. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Características del aparato foliar de las plantas

En la tabla 1.6, se recoge la caracterización cualitativa de los diferentes

cultivares, englobando cualidades tales como tamaño y color de las hojas, el

porte de las plantas, su desarrollo vegetativo o la densidad de vegetación.

Tabla 1.6. Características del aparato foliar de los cultivares ensayados

Cultivar Porte Tamaño hojas Color hojas Densidad de

vegetación

Desarrollo

vegetativo

Jeremy Cerrado Grande Verde 2 2

Malibu Abierto Pequeñas Verde Azulado 4 3

Belstar Muy abierto Pequeñas Verde Azulado 4 4

Naxos Cerrado Medianas Verde Azulado 2 4

Chronos Abierto Pequeñas Verde Azulado 5 5

Parthenon Muy abierto Medianas Verde 4 4

Lord Abierto Grandes Verde Azulado 2 3

Ironman Medio Medianas Verde Azulado 3 3

Orantes Medio Medianas Verde 4 4

Agassi Abierto Medianas Verde Azulado 2 4

De los datos presentados en la tabla se puede extraer que el cultivar

Jeremy, de porte cerrado, alta densidad de vegetación y el de mayor desarrollo

vegetativo, así como Lord podrían plantarse con un marco más amplio para

conseguir cabezas florales más pesadas.

Parámetros productivos

A continuación se muestran los resultados de los parámetros productivos

relativos al porcentaje de piezas recolectadas, producción comercial y peso

medio unitario de la pella para cada uno de los cultivares ensayados.

Hay que destacar que en la recolección del ensayo no hubo prácticamente

destrío. Todas las pellas recolectadas estuvieron dentro de lo estimado como

comercial. Así, el porcentaje de pellas recolectadas y la producción total,

equivalen al porcentaje comercial y a la producción total comercial.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

142

Tabla 1.7. Parámetros productivos.

Cultivar Pellas recolectadas (%) Producción total (t/ha) Peso unitario pella (kg)

Jeremy 93,47 A* 13,41 A 0,363 A

Malibu 97,17 A 13,90 A 0,359 A

Belstar 84,95 A 12,85 A 0,363 A

Naxos 82,24 A 12,88 A 0,385 A

Chronos 90,74 A 12,62 A 0,368 A

Parthenon 92,41 A 16,10 A 0,424 A

Lord 91,50 A 15,44 A 0,431 A

Ironman 91,56 A 13,68 A 0,380 A

Orantes 88,56 A 14,69 A 0,412 A

Agassi 97,22 A 16,34 A 0,393 A

* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)

Como se ve en la tabla 1.7, no se encontraron diferencias significativas

entre cultivares en cuanto al porcentaje de las pellas recolectadas, la

producción total y el peso unitario por pella.

En cuanto al porcentaje de pellas recolectadas, Agassi y Malibu tuvieron

los valores más altos; un 97,2%, mientras que el cultivar con menos pellas

recolectadas fue Naxos con un 82,2%. En cualquier caso, hay que señalar que

a excepción de los cultivares Naxos, Belstar y Orantes, el resto de cultivares

superó el 90% de pellas recolectadas.

En cuanto al rendimiento o producción total de cada cultivar, los valores

estuvieron comprendidos entre las 16,34 t/ha del cultivar Agassi y las 12,62 t/ha

del cultivar Chronos. Se podría considerar que Belstar, Chronos y Naxos fueron

los menos productivos estando por debajo de las 13 t/ha, mientras que los

cultivares Agassi, Lord y Parthenon fueron los más productivos, superando las

15 t/ha.

En líneas generales, este rendimiento comercial pudo verse favorecido por

el tiempo fresco que se dio durante la etapa en la que las cabezas medían

unos 5-10 mm (etapa que se correspondería con los estados fenológicos nº

39-41 según la escala BBCH), fase crítica según Heather et al. (1992). Si las

temperaturas hubieran sido cálidas durante dicho período, se hubieran dado

casos de engrosamiento de los granos, separación de los floretes, aparición de

hojas bracteiformes, etc., disminuyendo así la producción.

Lord, Parthenon y Orantes fueron los cultivares que produjeron pellas de

mayor peso unitario, con una media por encima de los 0,400 kg. Malibu con

0,359 kg de media, fue el cultivar con menor peso unitario.

Ensayo 1

143

Analizando el conjunto de parámetros productivos, destacan los cultivares

Agassi, Lord y Parthenon. Estos tres cultivares presentaron rendimientos

superiores las 15 t/ha y altos porcentajes de pellas recolectadas. Lord (91,5%)

y Parthenon (92,4%) tuvieron menor porcentaje de pellas recolectadas que

Agassi (97,2%), pero fueron los dos cultivares con mayor peso unitario. El

cultivar Agassi, teniendo el mayor porcentaje de pellas recolectadas y un

rendimiento de 16,34 t/ha, obtuvo un peso unitario medio de 0.393 kg por

debajo de Lord, Parthenon y Orantes. Este último cultivar presentó mayor peso

unitario medio que Agassi, pero su rendimiento fue inferior y su porcentaje de

pellas recolectadas estuvo por debajo del 89%.

El cultivar menos productivo resultó ser Chronos. Si bien el porcentaje de

pellas recolectadas fue bueno (90,7%), la producción total obtuvo el valor más

bajo 12,62 t/ha.

Hay que tener una especial atención al comparar los datos de este ensayo

con otros, puesto que influyen tanto los ciclos como los marcos de plantación.

Ayuso et al., (2006), en un ensayo de cultivares de brócoli en las Vegas

Bajas del Guadiana, Extremadura, con una densidad de 2,6 pl/m2 y una fecha

de trasplante el 7 de septiembre de 2004. Como era de esperar por la menos

densidad, el peso medio de la cabeza fue bastante mayor, con 0,513 y 0,529

kg/pieza para Belstar y Lord, respectivamente.

Maroto et al., (2010), estudiaron el comportamiento productivo y calidad de

una colección de cultivares de brócoli, en tres fechas distintas de trasplante, en

el Centro de la Fundación Ruralcaja de Paiporta (Valencia). La densidad de

plantación fue de 5,13 plantas/m2, utilizando varios de los cultivares ensayados.

En la segunda plantación, con trasplante el 10 de octubre de 2009, el

cultivar Parthenon obtuvo un peso unitario algo más bajo que el obtenido en

nuestras condiciones, 0,376 kg/pieza, lo que puede se debido al marco de

plantación más estrecho.

Baixauli et al., (2012) realizaron un ensayo también en Valencia, con dos

fechas de plantación dentro de los ciclos habituales de producción para el

cultivo de brócoli. El marco de plantación fue 5,13 plantas/m2. Se probaron dos

de los cultivares de este ensayo, Parthenon y Chronos. Los pesos medios

fueron algo más bajos que los de este ensayo pero con mejores producciones,

al tener una mayor densidad de plantación.

El Servicio Técnico de Agricultura del Cabildo Insular de Tenerife, en su

Plan Anual de Trabajo de 2014, realizó un ensayo con los mismo cultivares de

este Trabajo Fin de Grado para un ciclo de primavera-verano en la misma

parcela experimental y el mismo marco de plantación (Fernández et al., 2015),

por lo que es interesante la comparación entre ciclos. El trasplante a campo se

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

144

llevó a cabo el 2 de mayo de 2014. Los parámetros productivos obtenidos se

detallan en la tabla 1.8.

Tabla 1.8. Comparación entre los resultados productivos de este ensayo y los del ciclo de primavera-verano (Fernández et al., 2015).

Cultivar Pellas recolectadas (%) Producción Total (t/ha) Peso unitario pella (kg)

Otñ-Inv Prim-Vern Otñ-Inv Prim-Vern Otñ-Inv Prim-Vern

Jeremy 93,47 - 13,41 - 0,363 -

Malíbu 97,17 99,05 13,90 20,07 0,359 0,495

Belstar 84,95 91,39 12,85 7,22 0,363 0,433

Naxos 82,24 84,15 12,88 14,77 0,385 0,460

Chronos 90,74 92,59 12,62 23,35 0,368 0,633

Parthenon 92,41 85,00 16,10 17,29 0,424 0,538

Lord 91,50 99,07 15,44 19,75 0,431 0,591

Ironman 91,56 98,15 13,68 23,61 0,380 0,601

Orantes 88,56 98,12 14,69 25,04 0,412 0,643

Agassi 97,22 100 16,34 16,51 0,393 0,532

* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)

Como se puede observar en los resultados, el peso medio unitario fue

bastante superior a los resultados del presente ensayo. El cultivar Belstar con

el menor peso medio unitario (0,433 kg), en el ciclo de primavera-verano,

supera al cultivar con mayor peso medio unitario, Lord, con (0,431 kg), de

otoño-iniverno. Como es de esperar, las producciones comerciales, salvo la del

cultivar Belstar (7,22 t/ha), fueron superiores. El cultivar Agassi, con 16,51 t/ha,

fue el tercero por la cola en cuanto a producción comercial para el ciclo de

primavera-verano, siendo ligeramente superior al cultivar más productivo en

otoño-invierno, casualmente, Agassi, con 16,34 t/ha. Respecto al porcentaje de

pellas recolectadas, menos el cultivar Parthenon que tuvo un 85%, el resto de

cultivares obtuvieron mejores resultados, llegando a tener 3 cultivares, Agassi,

Malibu y Lord por encima del 99% de pellas recolectadas.

Esta gran diferencia entre un ciclo y otro, llama la atención, pues aunque el

brócoli sea un cultivo de estación fría (Francescangeli et al., 2004). Las

temperaturas medias en el ensayo de primavera fueron bastante suaves, con

máximas por debajo de 25ºC y medias en el entorno de 15-17ºC desde el

trasplante hasta principios de junio y 17-18ºC desde entonces hasta la

recolección (Fernández et al., 2015). Por otra parte, los aportes de fertilizantes

fueron mucho más bajos en este ensayo (238 UN/km2) que en el de primavera-

verano (279 UN/km2, 108 UP2O5/km2 y 120 UK2O/km2), lo que también podría

haber influido en el peso unitario de la cabeza.

Ensayo 1

145

Características del ciclo

En el gráfico 1.6 se muestra el ciclo de producción de los diferentes

cultivares. No hubo prácticamente diferencias en la duración del ciclo, entre el

más tardío, Naxos, con 102 días y los más precoces: Parthenon y Belstar con

96 días de ciclo. Teniendo en cuenta estos datos y las condiciones

agroclimáticas especificas del ensayo, se pueden catalogar todos los cultivares

como de ciclo tardío (Maroto, 2007).

Gráfico 1.6. Duración del ciclo de los distintos cultivares.

Sí hubo diferencias en la duración del período de recolección. Parthenon y

Belstar, con el mismo ciclo de producción, 96 días, presentaron un ciclo de

recolección más largo que el resto de los cultivares, con 16 días de recolección.

Jeremy y Naxos, presentaron los ciclos de recolección más cortos, con 11 días.

El resto de cultivares presento un ciclo de recolección de 13 días.

En el ensayo de Ayuso et al., (2006), para una plantación realizada a

principios de septiembre en Extremadura, se aprecia que el ciclo de los

cultivares Belstar y Lord fue de 91 días, unos 5-6 días menos que en presente

ensayo.

En otro ensayo, de finales de julio, elaborado en la Comunidad de Valencia,

en la segunda plantación del ensayo de cultivares de brócoli de Maroto et al.,

(2010), coincidiendo la fecha de trasplante con la del presente trabajo, el ciclo

del cultivar Parthenon fue de 77 días, presentando una diferencia de 20 días

con el resultado del presente ensayo. Esta diferencia podría deberse a la

presencia de temperaturas cálidas en el otoño ese año en la Comunidad

Valenciana. En una tercera plantación, a finales de diciembre, del mismo

ensayo, el ciclo de los cultivares Belstar y Naxos fue de 117 días, el de

101

98

96

102

98

96

97

97

97

97

11

13

16

11

13

16

13

13

13

13

JEREMY

MALIBU

BELSTAR

NAXOS

CHRONOS

PARTHENON

LORD

IRONMAN

ORANTES

AGASSI

Días hasta inicio recolección Días Recolección

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

146

Parthenon fue de 110 días y el de Agassi 106 días. Como se aprecia los

resultados son algo distantes a los del presente ensayo. Resultados similares

obtuvieron Baixuali et al., (2012).

Fernández et al., (2015), para el ensayo de los mismos cultivares en ciclo

de primavera verano, tuvieron, como era de esperar, ciclos de producción más

cortos. El cultivar más precoz fue Malibu con 57 días de ciclo y los cultivares

más tardíos fueron Naxos y Parthenon ambos con 73 días de ciclo. El período

de recolección fue más prolongado, durando 21 días entre inicio y final. En el

gráfico 1.7 se muestran los resultado obtenidos para la duración del ciclo de los

distintos cultivares durante el ensayo.

Gráfico 1.7. Duración de ciclo de los distintos cultivares en ciclo de primavera-verano Fernández et al., (2015).

Número de inflorescencias cosechadas por pase de recolección

En la tabla 1.9, se puede observar la evolución del número de

inflorescencias comerciales recolectadas en cada uno de los pases de

recolección para los diferentes cultivares. En este caso, las inflorescencias

comerciales coinciden con las inflorescencias totales recolectadas, pues como

se mencionó en el apartado de parámetros productivos, no hubo ningún caso

de destrío. Hay que tener en cuenta, como se especificó, con anterioridad, en

el apartado de Materiales y Métodos, que los intervalos entre pases de fueron

de 3-4 días.

Se observa en la tabla 1.9 como Jeremy y Agassi, concentraron sus

producciones, con más del más del 70% de las cabezas recolectadas en 2

pasadas sucesivas. Estos cultivares, serían interesantes en aquellas

57

62

63

66

67

67

71

73

73

13

7

7

7

7

7

3

3

3

Malibu

Chronos

Orantes

Ironman

Lord

Agassi

Belstar

Naxos

Parthenon

Días hasta recolección Días recolección

Ensayo 1

147

explotaciones donde se quiera ahorrar mano de obra al recolectar en pocas

pasadas o en explotaciones con destino industria.

También se pueden se puede extraer 3 grupos de cultivares en función de

cuando concentraron la recolección:

Chronos, Malibu, Ironman, Lord y Orantes. Concentraron la mayor parte

de su producción al comienzo de la cosecha.

Belstar, Parthenon y Agassi: Concentraron la producción entre la

segunda y la tercera fecha de recolección para luego disminuir

considerablemente.

Jeremy y Naxos: Concentraron su producción al final de la cosecha.

Tabla 1.9. Evolución del porcentaje de pellas recolectadas por pase de recolección.

Cultivar

Días tras trasplante

Nº pasadas 97 102 106 110 113

% producción recolectada

Jeremy 3,7 22,2 47,2 19,4 4

Malibu 26,9 28,7 27,8 12,0 4

Belstar 2,8 13,0 35,2 29,6 4,6 5

Naxos 2,8 10,2 32,4 35,2 4

Chronos 27,8 38,0 17,6 5,6 4

Parthenon 4,6 18,5 42,6 18,5 7,4 5

Lord 25,9 32,4 25,9 5,6 4

Ironman 28,7 34,3 21,3 5,6 4

Orantes 27,8 23,2 25,9 10,2 4

Agassi 18,5 33,3 37,0 13,9 4

En las siguientes gráficas se presentan los resultados en 2 grupos para

facilitar la lectura. El pico de pellas recolectadas se situó en la primera pasada

para el cultivar Orantes; en la segunda pasada para los cultivares Malibu,

Chronos, Ironman y Lord; en la tercera pasada para los cultivares Belstar,

Parthenon y Agassi; el cultivar Jeremy en la penúltima pasada y el cultivar

Naxos obtuvo el pico de pellas recolectadas en la última pasada.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

148

Gráfico 1.8. Distribución de la producción: número de pellas recolectadas por pasada (Grupo 1).

Gráfico 1.10. Distribución de la producción: número de pellas recolectadas por pasada (Grupo 2).

Peso relativo del tallo floral respecto al total de la inflorescencia

A continuación se presenta en la tabla 1.10 el peso relativo, en porcentaje,

del tallo floral respecto al total de la pella, para los distintos cultivares

ensayados. Se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los

cultivares Agassi y Orantes (con mayor peso relativo de tallo floral, 27,7 y

24,8% respectivamente); y Malibu, Chronos e Ironman, con menos del 21%.

Jeremy, Naxos, Lord, Parthenon y Belstar, con pesos relativos de tallo florar

0

10

20

30

40

50

60 N

úm

ero

de p

ell

as r

ec

ole

cta

da

s

Fechas de recolección

Jeremy

Malibu

Belstar

Naxos

Chronos

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

me

ro d

e p

ell

as r

ec

ole

cta

da

s

Fechas de recolección

Parthenon

Lord

Ironman

Orantes

Agassi

Ensayo 1

149

comprendidos entre el 19 y el 25%, tuvieron diferencias estadísticamente

significativas con los cultivares Chronos y Ironman.

Tabla 1.10. Peso relativo del tallo floral respecto al total de la pella

Cultivar Peso relativo (%)

Agassi 27,72 A*

Orantes 24,77 A

Jeremy 23,42 AB

Naxos 20,43 AB

Lord 20,45 AB

Parthenon 19,67 AB

Belstar 24,52 AB

Malibu 20,23 BC

Chronos 17,58 C

Ironman 15,63 C

* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)

Considerando este factor, según las exigencias comerciales, todos los

cultivares, excepto Chronos e Ironman, serían interesantes para mercados que

requieran pellas con tallos largos. En el caso contrario, en el que se demanden

tallos cortos, los dos cultivares señalados anteriormente, serían los que menos

se verían afectados en el peso de la inflorescencia al quitarles parte del tallo

floral.

Características de la pella

En la tabla 1.11, se muestran los valores obtenidos para la densidad y la

compacidad de la inflorescencia de los diferentes cultivares ensayados.

Hay que destacar que la densidad ha sido el único parámetro, desde el

punto de vista estadístico, con diferencias significativas entre cultivares.

Respecto a la compacidad, los 10 cultivares se comportaron de forma similar.

La mayor densidad correspondió a los cultivares Jeremy, Belstar y

Ironman, obteniendo Jeremy el valor más elevado 0,212 g/cm3, seguido de

Belstar con 0,206 g/cm3. Por el contrario, Ironman produjo pellas menos

densas, con 0,170 g/cm3. Jeremy y Belstar tuvieron una densidad

estadísticamente mayor que Ironman.

No pareció haber relación entre la densidad y el peso medio de la

inflorescencia en esta experiencia.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

150

Tabla 1.11. Características de la pella.

Cultivar Densidad (g/cm3) Compacidad (kg/dm)

Jeremy 0,212 A* 0,28 A

Belstar 0,206 A 0,25 A

Orantes 0,199 AB 0,26 A

Chronos 0,192 AB 0,29 A

Naxos 0,191 AB 0,25 A

Parthenon 0,188 AB 0,30 A

Lord 0,180 AB 0,28 A

Malibu 0,178 AB 0,26 A

Agassi 0,178 AB 0,28 A

Ironman 0,170 B 0,26 A

* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)

Las densidades de las pellas recolectadas por Fernández et al., (2015),

durante el primer ciclo fueron más elevadas que las pellas del segundo ciclo.

En la tabla 1.12, se muestran los resultados que se obtuvieron para la densidad

y la compacidad de las inflorescencias. En general, los cultivares con

inflorescencias más densas en el primer ciclo también lo fueron en este

ensayo. Sin embargo no se observó ninguna semejanza entre los valores de

compacidad, por lo que podría considerarse, si este parámetro tiene utilidad

práctica en la evaluación de cultivares.

Tabla 1.12. Características de la pella. Ensayo cultivares Fernández et al., (2015).

Variedad Densidad (g/cm3) Compacidad (kg/dm)

Belstar 0,263 A 0,29 A

Chronos 0,260 AB 0,37 A

Orantes 0,253 ABC 0,37 A

Lord 0,243 ABCD 0,36 A

Parthenon 0,233 BCD 0,34 A

Ironman 0,233 BCD 0,37 A

Agassi 0,233 CD 0,33 A

Malibu 0,227 CD 0,33 A

Naxos 0,223 D 0,30 A

* Los cultivares con la misma letra son similares a efectos estadísticos (Test de Tukey 95%)

Como ya se vio en al apartado de parámetros productivos, esto podría

estar debido a que las altas temperaturas permiten un mejor desarrollo de la

inflorescencia. Aún así, se puede decir, de manera estrictamente visual, que los

valores obtenidos fueron bastante satisfactorios, pues las pellas recolectadas

no presentaron síntomas de floretes separados, como se verá en el apartado

Ensayo 1

151

siguiente, factor que hubiera provocado un descenso en la densidad de las

mismas.

Otras características de las inflorescencias

En la tabla 1.13, se incluyen una serie de características de la

inflorescencia que influyen en la calidad y valor comercial de la misma. A

continuación se introduce la interpretación de los resultados para cada uno de

los parámetros estudiados.

Tabla 1a. Otras características de las inflorescencias.

Cultivar

Características

Granulometría Color (%) Granos marrones

(%) Amarillamiento

Forma

Jeremy Fina Verde 0 0 Pocos bultos

Malíbu Media fina Verde Azulado 0 <5 Pocos bultos

Belstar Media Verde Azulado 0 <5 Pocos bultos

Naxos Fina Verde Azulado 0 0 Pocos bultos

Chronos Media gruesa Verde Azulado 0 <10 Algunos bultos

Parthenon Media fina Verde Azulado 0 0 Pocos bultos

Lord Media Verde 0 0 Bultosa

Ironman Media Verde Azulado <5 <5 Bultosa

Orantes Media gruesa Verde Azulado <5 0 Pocos bultos

Agassi Gruesa Verde Claro <5 <10 Bultosa

Tabla 13b. Otras características de la inflorescencia

Cultivar Características

Tamaño floretes Hojas cabeza Ahuecado Rebrotes

Jeremy Cortos Escasa Nulo Ausencia

Malíbu Medios Escasa Bajo Ausencia

Belstar Cortos Escasa Nulo Ausencia

Naxos Cortos Escasa Nulo Ausencia

Chronos Cortos Escasa Nulo Ausencia

Parthenon Medios Escasa Nulo Ausencia

Lord Medios largos Escasa Nulo Ausencia

Ironman Medios Escasa Medio bajo Ausencia

Orantes Medios largos Escasa Medio Ausencia

Agassi Medios largos Escasa Nulo Media presencia

Granulometría: La mejor aceptación por el mercado para esta

característica, se correspondería con cabezas de grano fino. Jeremy y Naxos

tuvieron la granulometría más fina, seguidos de Malibu y Parthenon. En el

extremo negativo se encuentran el cultivar Agassi con granos gruesos y entre

medio los cultivares Chronos y Orantes, con granos medios-gruesos.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

152

En otros ensayos de cultivares de brócoli (Maroto et al., 2010; Baixauli et

al., 2012), en cuanto al parámetro de la granulometría, se ha tenido en cuenta

una fisiopatía que se denomina “Ojo de gato” y hace referencia a la mayor o

menor irregularidad del desarrollo del grano de una pella. De este modo se

puede cuantificar de una forma algo más objetiva la calidad de la

inflorescencia.

Este parámetro no se ha tenido en cuenta en este ensayo.

Color: Si se considera que el color más aceptado por el mercado es el

verde oscuro, ligeramente azulado (Namesny, 1993), se puede decir que todos

los cultivares excepto Jeremy (verde), Lord (verde) y Agassi (verde claro),

resultaron interesantes desde este punto de vista.

Porcentaje de granos marrones: A excepción de Ironman, Orantes y

Agassi, con un porcentaje entre 0 y 5%, el resto de cultivares ensayados

presentaron un buen comportamiento ante este parámetro, no detectando

indicios de esta fisiopatía en la superficie de la pella.

Porcentaje de amarillamiento: Los cultivares Jeremy, Naxos, Parthenon,

Lord y Orantes no presentaron aparentemente incidencia de amarillamiento en

las inflorescencias. Malibu, Belstar e Ironman presentaron un grado de

amarillamiento inferior al 5%. Agassi y Chronos presentaron un grado de

amarillamiento menor al 10%, sin afectar al atractivo comercial de las cabezas.

Forma de la cabeza: El cultivar que sería mejor aceptado por el mercado,

ya que obtuvo una inflorescencia con forma más redondeada, fue Chronos.

Jeremy, Malibu, Belstar, Naxos, Parthenon y Orantes, presentaron cabezas

algo más irregulares que Chronos. En el otro extremo se encuentran los

cultivares Lord, Ironman y Agassi, con las pellas menos regulares, con mayor

número de protuberancias, pero siempre de un comportamiento satisfactorio.

Tamaño de los floretes: Jeremy, Belstar, Naxos y Chronos, tuvieron

floretes cortos, mientras que Lord, Orantes y Agassi, tuvieron floretes medios

largos. El resto de cultivares presentaron floretes con tamaño intermedio. Este

parámetro no ha influido en la compacidad de las pellas.

Presencia de hojas en la cabeza: No se observó presencia de hojas

bracteiformes en la cabeza en ninguno de los cultivares, probablemente debido

a la ausencia de temperaturas elevadas (Heather et al., 1992).

Ahuecado del tallo (“Hollow stem”): La respuesta de los cultivares

ensayados ante esta fisiopatía fue aceptable. Sólo Malibu, Ironman y Orantes,

presentaron valores de ahuecado bajo, medio bajo y medio, respectivamente.

Los resultados aportan un aspecto muy positivo comercialmente por la mayor

durabilidad de las plantas en el período de postcosecha. Esto último hace

suponer que la densidad empleada, el abono utilizado, sumado al valor

Ensayo 1

153

genético de los cultivares, fueron propicios para que no surgiera este problema

(Zink, 1968; Cutcliffe, 1972; Hipp, 1974 y Scaife y Wurr, 1990).

La nula o escasa presencia de esta fisiopatía en las plantas cosechadas,

da a reconocer el buen manejo del cultivo por parte del agricultor.

Emisión de cabezas secundarias: Ningún cultivar del presente ensayo

presentó emisión de cabezas secundarias en el momento de corte de la cabeza

floral, excepto Agassi, que sí comenzó a desarrollar rebrotes en el momento de

corte, pero sin dificultar en demasía esta labor.

La emisión de rebrotes secundarios puede resultar un aspecto negativo o

positivo según lo que se desee, de cara a la comercialización del producto. En

el caso de Canarias, la recolección de rebrotes secundarios no interesa, pues

supone tener la planta más tiempo en campo durante la cosecha y una mayor

mano de obra que aumenta los costes de producción.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

154

Resumen fichas características de los cultivares

Jeremy

Duración del ciclo 112 días

Duración período de recolección 9 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Fina

Color de la pella Verde

Granos marrones (%) -

Amarillamiento (%) -

Forma Bultosa

Hojas cabeza Escasas

Ahuecado -

Características de la planta

Porte Cerrado

Desarrollo vegetativo Alto

Densidad vegetación Alta

Ensayo 1

155

Malibú

Duración del ciclo 111 días

Duración período de recolección 13 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Media - Fina

Color de la pella Verde Azulado

Granos marrones (%) -

Amarillamiento (%) Menor del 5%

Forma Bultosa

Hojas cabeza Escasas

Ahuecado Menor de 1 cm

Características de la planta

Porte Abierto

Desarrollo vegetativo Medio

Densidad vegetación Baja

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

156

Belstar

Duración del ciclo 112 días

Duración período de recolección 15 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Media

Color de la pella Verde Azulado

Granos marrones (%) -

Amarillamiento (%) Menor del 5%

Forma Bultosa

Hojas cabeza Escasa

Ahuecado -

Características de la planta

Porte Muy abierto

Desarrollo vegetativo Bajo

Densidad vegetación Baja

Ensayo 1

157

Naxos

Duración del ciclo 112 días

Duración período de recolección 15 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Fina

Color de la pella Verde Azulado

Granos marrones (%) -

Amarillamiento (%) -

Forma Bultosa

Hojas cabeza Escasa

Ahuecado -

Características de la planta

Porte Cerrado

Desarrollo vegetativo Bajo

Densidad vegetación Alta

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

158

Chronos

Duración del ciclo 111 días

Duración período de recolección 14 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Media - Gruesa

Color de la pella Verde Azulado

Granos marrones (%) -

Amarillamiento (%) Menor del 10%

Forma Poco Bultosa

Hojas cabeza Escasa

Ahuecado -

Características de la planta

Porte Abierto

Desarrollo vegetativo Muy Bajo

Densidad vegetación Muy Baja

Ensayo 1

159

Partenon

Duración del ciclo 112 días

Duración período de recolección 13 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Media - Fina

Color de la pella Verde Azulado

Granos marrones (%) -

Amarillamiento (%) -

Forma Bultosa

Hojas cabeza Esacasas

Ahuecado -

Características de la planta

Porte Muy Abierto

Desarrollo vegetativo Bajo

Densidad vegetación Baja

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

160

Lord

Duración del ciclo 110 días

Duración período de recolección 12 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Media

Color de la pella Verde

Granos marrones (%) -

Amarillamiento (%) -

Forma Muy Bultosa

Hojas cabeza Escasas

Ahuecado -

Características de la planta

Porte Abierto

Desarrollo vegetativo Medio

Densidad vegetación Alta

Ensayo 1

161

Ironman

Duración del ciclo 110 días

Duración período de recolección 13 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Media

Color de la pella Verde Azulado

Granos marrones (%) Menor del 5%

Amarillamiento (%) Menor del 5%

Forma Muy Bultosa

Hojas cabeza Escasas

Ahuecado 1 cm

Características de la planta

Porte Poco Abierto

Desarrollo vegetativo Medio

Densidad vegetación Media

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

162

Orantes

Duración del ciclo 110 días

Duración período de recolección 13 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Media - Gruesa

Color de la pella Verde Azulado

Granos marrones (%) Menor del 5%

Amarillamiento (%) -

Forma Bultosa

Hojas cabeza Escasas

Ahuecado 2 cm

Características de la planta

Porte Poco Abierto

Desarrollo vegetativo Bajo

Densidad vegetación Baja

Ensayo 1

163

Agassi

Duración del ciclo 110 días

Duración período de recolección 13 días

Características de la inflorescencia

Granulometría Gruesa

Color de la pella Verde Claro

Granos marrones (%) Menor del 5%

Amarillamiento (%) Menor del 10%

Forma Muy Bultosa

Hojas cabeza Escasas

Ahuecado -

Características de la planta

Porte Abierto

Desarrollo vegetativo Alto

Densidad vegetación Baja

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

164

Curva de vuelo de la polilla de las crucíferas, Plutella Xylostella, e

incidencia de daños

En la gráfica 1.10, se expone la relación entre la evolución de la población

de polilla, el estado fenológico y las fechas de las aplicaciones de los productos

fitosanitarios autorizados para el control de lepidópteros (orugas). Las capturas

de Plutella xylostella, estuvieron como máximo en 4 adultos/semana al principio

del cultivo, bajando a 1-2 adultos/semana, en general valores muy bajos,

comparados con los obtenidos por Perera et al. (2012) en la misma zona.

Aplicación de producto fitosanitario para el control de lepidópteros

Gráfico 1.10. Evolución semanal de las poblaciones de adultos de Plutella xylostella y estado fenológico de los cultivares ensayados.

Ensayo 1

165

13 15 16

18 19 41

43 45 46

Gráfico 1.11. Detalle de los distintos estados fenológicos del brócoli según la escala BBCH.

No se produjo una respuesta clara en la población de los adultos después

de la aplicación de los tratamientos. Esto puede ser debido a que dichas

aplicaciones van dirigidas al control de larvas y la acción sobre los adultos

puede verse afectada de distinta manera. Hay que destacar que Plutella

xylostella es un insecto “multiresistente” a diversos tipos de insecticidas

convencionales (Perera et al., 2012). Además, ha sido una de las primeras

plagas agrícolas citada como resistente a la toxina del Bacillus thuringiensis

var. kurstaki, lo que la hace una especie excepcional en su género (Díaz-

Gómez et al., 2000; Lodoño y Jaramillo, 2000; Chávez y Hurtado, 2010)

En cuanto a los niveles de población, en relación con el estado fenológico

del cultivo, las mayores capturas se produjeron en los primeros estados de

desarrollo de la planta, los comprendidos entre el número 13 y 18 según la

escala BBCH. Estos resultados contradicen otros estudios (Carballo et al.,

1989; Londoño y Jaramillo, 2000) donde los momentos críticos de mayor

concentración de Plutella xylostella, fueron en las etapas temprana y tardía de

formación de la cabeza, que corresponderían a los estadios número 41 y 49 de

la escala BBCH. Hay que tener en cuenta que estos trabajos fueron llevados a

cabo sin prácticas de control y que en este trabajo, la aplicación de productos

fitosanitarios durante el período de cultivo influiría en la dinámica poblacional.

Los mayores registros de capturas de la polilla de las crucíferas se

produjeron en los períodos de máxima temperatura (gráfico 1.12). Asimismo, y

según se observa en la gráfica 1.13, las bajadas en las capturas se produjeron

en la mayoría de los casos en los períodos de alta pluviometría. Estás

observaciones coinciden con lo expuesto por Mora, (1990); Londoño y

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

166

Jaramillo, (2000) que indican que las poblaciones de Plutella xylostella eran

más altas en la época seca debido al efecto combinado de una mayor

temperatura y una menor precipitación, dos factores muy ligados a la incidencia

de la polilla de las crucíferas en el campo.

Gráfico 1.12. Evolución semanal de la población de adultos de Plutella xylostella frente a la Temperatura máxima registrada durante el ciclo de cultivo.

Gráfico 1.13. Evolución semanal de la población de adultos de Plutella xylostella frente a la precipitación, P, acumulada durante esa semana.

0

1

2

3

4

5

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Cap

tura

s P

lute

lla (

ad

ult

os/s

em

an

a)

Tem

pera

tura

máxim

a (

ºC)

Días de cultivo

Adultos Temperatura máxima (ºC)

0

1

2

3

4

5

6

0

20

40

60

80

100

120

140

160

Cap

tura

Plu

tella (

ad

ult

os/s

em

an

a)

Pre

cip

ita

ció

n s

em

an

al a

cu

mu

lad

a (

mm

)

Duración del cultivo

P (mm) Adultos

Ensayo 1

167

En cuanto a la incidencia de daños en el cultivo provocadas por la polilla de

las crucíferas no se observó la presencia de daños ni en la superficie foliar ni

en las pellas recolectadas de las distintas variedades. Esto fue de esperar,

teniendo en cuenta las bajas capturas en la trampa.

Segundo seguimiento

Este segundo seguimiento se realizó en un cultivo de brócoli cultivar

Ironman y en la misma finca donde se efectuó el ensayo de cultivares. En la

gráfica 1.14 se exponen los registros de las capturas de adultos de la polilla de

las crucíferas y el estado fenológico del cultivo.

Gráfico 1.14. Evolución semanal de las poblaciones de adultos de Plutella xylostella y estado fenológico del cultivar Ironman.

En la gráfica 13 se observa que las capturas fueron muy bajas. Según

Perera et al., en 2012, en un seguimiento de poblaciones de Plutella xylostella

en cultivos de crucíferas durante 19 meses y en ocho fincas de Tenerife, las

mayores poblaciones de este insecto en la zona objeto del ensayo se producen

entre los meses de mayo y septiembre.

En este segundo seguimiento tampoco se produjeron daños ni en la

superficie foliar ni en la pella.

0

1

2

3

4

5

6

0

10

20

30

40

50

60

Cap

tura

s P

lute

lla

(ad

ult

os/s

em

an

a)

Es

tad

o f

en

oló

gic

o d

el c

ult

ivo

Duración del cultivo

Estado Fenológico Adultos

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

168

Ensayo 1

169

CONCLUSIONES

En relación con el objetivo del ensayo, estudiar el comportamiento

agronómico de diez cultivares de brócoli (Brassica oleracea L. var. Italica

Plenck), en cultivo al aire libre, en ciclo de otoño-invierno y prestando especial

atención al comportamiento de la polilla Plutella xylostella durante los distintos

estados fenológicos del cultivo, se extrajeron las siguientes conclusiones:

1. Todos los cultivares tuvieron un ciclo comprendido entre 110 y 113 días.

2. Los períodos de recolección estuvieron comprendidos entre los 11 días

de Jeremy y Naxos y los 16 días de Belstar y Parthenon.

3. Los porcentajes de producción comercial fueron bastante aceptables,

pues a excepción de Belstar, Naxos y Orantes, el resto de cultivares

estuvo por encima del 90%, destacando Agassi y Malibu con más de un

97%.

4. Los cultivares con mayores rendimientos comerciales fueron Agassi,

Parthenon y Lord, destacando Agassi con 16,34 t/ha. El resto de

cultivares estuvieron por debajo del 15%, siendo Chronos el de menor

rendimiento con 12,62 t/ha.

5. Los cultivares con las producciones más concentradas fueron Jeremy y

Agassi, con más del 70% de las cabezas recolectadas en 2 pasada

sucesivas.

6. El peso unitario medio de las inflorescencias fue muy similar entre los

diferentes cultivares, presentando Lord, Parthenon y Orantes las

cabezas más pesadas, superando los 0,400 kg. En el otro extremo

estaba Malibu con 0,359 kg.

7. El cultivar Agassi tuvo un peso relativo del tallo superior al resto de

cultivares, con algo más de un 27%. Los cultivares Chronos e Ironman

valores significativamente más bajos en este apartado.

8. Respecto a la calidad de las pellas recolectadas, fue muy aceptable en

todos los casos, destacando el cultivar Naxos.

9. En general, salvo el cultivar Jeremy, el resto de cultivares presentaron

un desarrollo vegetativo bajo.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

170

10. Los mayores registros en las capturas de adultos de la polilla de las

crucíferas (Plutella xylostella) se produjeron en las primeras fases de

desarrollo del cultivo, bajo condiciones de altas temperaturas y bajas

precipitaciones. No se observaron daños causados por esta plaga ni en

la superficie foliar ni en la pella de los distintos cultivares evaluados.

Ensayo 1

171

CONCLUSIONS

In relation to the target of the experiment, studying the agronomic behavior

of ten cultivars of broccoli (Brassica oleracea L. var. Italica Plenck) in outdoor

cultivation in autumn-winter season and paying special attention to the

deportment of the moth Plutella xylostella during different growth stages of the

crop, the following conclusions were drawn:

1. All cultivars had a cycle comprised between 110 and 113 days.

2. Collection periods were between the 11 days of Naxos and Jeremy, and

the 16 days of Belstar and Parthenon.

3. The percentages of commercial production were quite acceptable, except

for Belstar, Naxos and Orantes, the rest of cultivars was above 90%,

distinguishing Agassi and Malibu with more than 97%.

4. The cultivars with higher commercial yields were Agassi, Parthenon and

Lord, highlighting Agassi with 16.34 t / ha. The other cultivars were below

15%, having Chronos with the lowest results with 12.62 t / ha.

5. Cultivars with more concentrated productions were Jeremy and Agassi,

with more than 70% of the heads collected in two successive passes.

6. The average unit weight of inflorescences was very similar among

different cultivars, presenting Lord, Parthenon and Orantes as the

heaviest, exceeding 0,400 kg. At the other hand being the less heavier

was Malibu with 0.359 kg.

7. The cultivar Agassi had a relative weight superior than other cultivars,

with more than 27%. Chronos and Ironman had significantly lower values

in this section of all cultivars.

8. in order to the quality of all the pellets, in all cases was very acceptable,

highlighting Naxos cultivar.

9. In general, except cultivar Jeremy, the other cultivars had a vegetative

development quite low.

Estudio del comportamiento de diez cultivares de brócoli de ciclo otoño-invierno, prestando

especial atención al comportamiento de la Plutella xylostella.

172

10. The older records in catches of adults of the diamondback moth

(Plutella xylostella) were produced in the early stages of crop

development under conditions of high temperatures and low rainfall. No

damage had been caused by this pest on the leaf surface or on the pellet

of different cultivars evaluated.

ENSAYO 2. DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES HÍDRICAS Y EL COEFICIENTE DE CULTIVO (KC) DE LA ESPECIE Brassica oleracea L. var. Italica Plenk cv. Ironman, MEDIANTE UN LISÍMETRO DE DRENAJE, EN FUNCIÓN DE LAS CONDICIONES AGROCLIMATOLÓGICAS DE LA ZONA DE SANTA BÁRBARA, ICOD DE LOS VINOS.

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

174

Ensayo 2

175

2.1. MATERIALES Y MÉTODOS

La instalación del lisímetro de drenaje se llevó a cabo en la misma finca del

ensayo anterior, en una parcela cultivada con Brassica oleracea L. var. italica

Plenk cv. Ironman. La única diferencia respecto a las labores de cultivo del

ensayo de cultivares, fue el uso de riego localizado. La parcela tenía 1.500 m2.

Se colocó el lisímetro en el centro de la parcela, teniendo en cuenta de ser

un emplazamiento alejado de obstáculos que pudieran interferir en la

circulación del viento y en la incidencia de radiación solar. Además, se

aprovechó la pendiente natural del terreno para favorecer la captura de agua

de drenaje del lisímetro.

Elaboración del lisímetro

Para elaborar el lisímetro de drenaje se necesitó un depósito de capacidad

considerable y de material resistente. El depósito debe de tener un orificio de

salida en su base, para la recogida del agua de drenaje.

A partir de estas premisas, se optó por un depósito de PVC de 100 x 78,5 x

45 cm, como el que se muestra en la foto 2.1.

Foto 2.1. Detalle depósito de PVC.

Como se puede observar el depósito presenta dos orificios de salida, uno

por uno de los laterales y otro justo en la base, de ese mismo lateral. Para

adaptar el depósito a las premisas iniciales se condenó la salida lateral y se

acondicionó el nuevo orificio de salida en la base del depósito, como se detalla

en la foto 2.2.

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

176

Foto 2.2. Detalle adaptación orificio de salida del depósito.

Otro de los inconvenientes que se dio fue la disposición lateral del agujero

de salida. Esto significaba que el depósito debería colocarse, una vez en

campo, con cierto grado de inclinación para favorecer la circulación del agua de

drenaje. Por lo que, como las paredes internas del depósito no eran

homogéneas, hubo que modificar las esquinas del lado del orificio de salida,

para evitar que se acumulara agua en ellas. En la foto 2.3, se detalla la

solución buscada.

Foto 2.3. Detalle arreglo de la superficie de la pared del orificio de salida.

El siguiente paso a seguir fue estimar la cantidad de suelo equivalente a

cada una de las alturas de las distintas capas que compondrían en lisímetro.

Para ello se graduaron las esquinas del depósito con las medidas que se

detallan en el gráfico 2.1, estableciendo una capa de grava de 5 cm para

Ensayo 2

177

favorecer la circulación del agua de drenaje y dividiendo el suelo en capas de

10 cm de altura.

Gráfico 2.1. Esquema capas del lisímetro.

Una vez realizadas las marcas, para conocer la masa de suelo que

correspondería a cada intervalo de 10 cm, fue necesario llenar de agua el

lisímetro, de este modo, conociendo la densidad del agua (1 g/cm3) y el

volumen de agua necesario para llenar cada intervalo de 10 cm, se podría

posteriormente conocer la masa de suelo que iría en cada intervalo hallando la

densidad aparente del mismo e interpolando con los resultados obtenidos.

Para conocer el volumen de agua que se vertía en cada intervalo, se

graduó un cubo troncocónico estándar con una jarra de polietileno graduada de

1.000 cm3 hasta conseguir 10 l de agua por cada cubo.

Foto 2.4. Detalle determinación de volúmenes de agua para cada intervalo de altura del lisímetro.

Finalmente y para preparar el lisímetro antes de llevarlo a campo, se

dispuso de una manguera para verter el agua de drenaje en el correspondiente

depósito de drenaje, para el cual se utilizó un bidón homologado de

combustible de 20 litros de capacidad. En la foto 2.5, se muestra la colocación

la manguera del drenaje.

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

178

Foto 2.5. Detalle manguera de drenaje

Densidad aparente del suelo

Para determinar la densidad aparente del suelo se tomaron cuatro

muestras inalteradas representativas de las inmediaciones del área donde se

iba a ubicar el lisímetro, con el propósito de que a la hora de llenar el mismo,

éste tuviera la misma densidad aparente que el suelo de la parcela.

Para ello, se utilizó un “toma muestras” con cilindros metálicos de 345 cm3

de volumen. Las muestras se tomaron entre los 5 – 20 cm de profundidad, que

es la profundidad a la que se sitúa el sistema radicular del brócoli. En la foto

2.6, se detalla cómo se realizaron las muestras.

Foto 2.6. Detalle toma de muestras de suelo.

Una vez obtenidas las muestras de suelo, se llevaron al laboratorio de

Biología Vegetal, en la primera planta de la Escuela Politécnica Superior de

Ingeniería, Sección Ingeniería Agraria, de la Universidad de La Laguna; donde

se pesaron antes y después de secarlas en un horno mufla a 105ºC durante 24

h. Con las diferencias de pesadas y conociendo el volumen de los cilindros, se

determinó la densidad aparente del suelo. En la foto 2.7, se detallan la pesa y

el horno mufla utilizados.

Ensayo 2

179

Foto 2.7. Detalle pesa, horno mufla y cilindros.

Para determinar el volumen de los cilindros para muestras, se utilizó la

siguiente fórmula:

Tabla 2.1. Calculo del volumen del cilindro de muestra

Cilindro Volumen cilindro (cm

3)

h (cm) 7,6 345

(cm) 7,6

En la tabla 2.2 se muestra los resultados de los pesos de suelo seco de

cada una de las muestras de suelo. Conocida la masa de suelo seco y el

volumen, se pudo determinar la densidad:

Tabla 2.2. Calculo de la densidad aparente del suelo

Muestra Suelo seco (g) Densidad (g/cm3)

1 314,04 0,911

2 318,52 0,924

3 338,2 0,981

4 320,31 0,929

Finalmente se obtuvo un valor medio de 0,94 g/cm3, que estaría dentro de

los rangos óptimos de (0,9-1,25 g/cm3) para suelos ándicos, según la

bibliografía citada por Reynolds et al. (2009).

Instalación en campo del lisímetro de drenaje

El 19 de marzo de 2015 se llevó a cabo la instalación del lisímetro de

drenaje en la nueva parcela de cultivo. Conociendo el emplazamiento del

mismo, se procedió a la excavación del hoyo, manualmente y con la ayuda de

un pico y una pala, donde éste iría fijado. Las dimensiones del hoyo fueron las

mismas que las del depósito del lisímetro (100 x 78,5 x 45 cm), para conseguir,

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

180

de este modo, que encajara de la manera mejor posible y darle así mayor

estabilidad. A medida, que se iba avanzando en profundidad, se tuvo especial

cuidado en ir apilando en montones las distintas capas de suelo del lisímetro,

para luego rellenar el mismo en el orden correcto. Cada montón correspondía a

una profundidad (0-10 cm; 10-20 cm; 20-30 cm y 30-40 cm).

A continuación, se excavó un hoyo, contiguo al del depósito, de 80 cm de

profundidad, en el que se colocaría el depósito de drenaje. A partir de este

último hoyo, se acondicionó un acceso, a modo de escalera, para facilitar el

acceso al depósito de drenaje a la hora de tomar las mediciones. En la foto 2.8,

se detalla mejor el proceso.

Foto 2.8. Detalle excavación hoyo del lisímetro.

El siguiente paso fue colocar el lisímetro dentro del hoyo y comprobar que

la manguera del drenaje no chocara contra el suelo y quedara libre para evitar

una posible ruptura en la unión con el depósito. Para dar algo de estabilidad a

las paredes del hoyo y evitar posibles derrumbes, estas se entablillaron de

manera provisional con rasillas de cerámica y algunas tablas de madera. En la

foto 2.9, se puede observar una imagen de los pasos descritos.

Foto 2.9. Detalle colocación del lisímetro.

Ensayo 2

181

Colocado el lisímetro y acondicionado el lado de la manguera de drenaje,

se procedió a verter las diferentes capas del lisímetro. Primero se vertieron los

5 cm de grava, se utilizó para ello grava AG-20/40-L mezclada con piedras del

mismo tamaño procedente de los alrededores de la parcela.

A continuación, se empezó a verter tierra de los distintos montones

formados durante la excavación. Se comenzó primero con el montón

correspondiente a los 30-40 cm de profundidad y así sucesivamente hasta

llegar a la capa de 0-10 cm. Entre capa y capa se colocaron sensores de

capacitancia (Decagon 10HS) para medir la variación del contenido de

humedad del suelo a lo largo del perfil del lisímetro. Colocado el sensor, se

compactó cada capa saturándola con agua. Por último, se comprobó que los

sensores funcionaran correctamente. En la foto 2.10 se detalla un resumen de

todo el procedimiento descrito.

Foto 2.10. Detalle llenado del lisímetro, compactación de capas y colocación de sensores 10HS.

Finalmente, se terminó con el encofrado de las paredes del agujero, se

colocó el depósito de drenaje y se conectaron los sensores a un registrador de

datos (Decagon Em50). Además, se colocó un pluviómetro (Hellmann),

independiente al de la estación agrometeorológica de Redondo, para controlar

las entradas de agua por precipitación.

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

182

Foto 2.11. Detalle finalización de la instalación del lisímetro.

Para facilitar la toma de datos de las cantidades de agua aplicada mediante

riego, en la zona de cultivo, se instaló un sistema de riego por goteo, aunque

en el resto de la finca se utiliza de forma normal la aspersión. La subunidad de

riego estaba compuesta por una terciaria de PE de 50 mm y laterales de 16

mm, separados 50 cm. Se utilizaron goteros de largo conducto en laberinto en

líneas simples laterales de 1,6 l/h. En la zona del lisímetro se colocaron primero

2 emisores por planta y se mayoró, acto seguido, un 25% (10 emisores en

total) para asegurar la menor variación de humedad posible en el perfil de suelo

del lisímetro. En el resto de la parcela se colocó un emisor por planta.

Condiciones de agua y suelo

Para establecer las condiciones del suelo del lisímetro se tomaron 4

muestras distintas, una por cada profundidad de suelo del lisímetro, de los

distintos acopios generados durante la excavación del hoyo. Las muestras se

analizaron en el Laboratorio de Diagnóstico Agrícola I+D de la empresa

Canarias Explosivos S.A. Los análisis de suelo y agua reflejaron los siguientes

parámetros:

En la tabla 2.3 se observan los diferentes porcentajes de las partículas

sólidas que componen cada uno de los niveles del lisímetro y la clasificación

USDA correspondiente. En el gráfico 2.2, se representan las muestras en el

triángulo de texturas.

Ensayo 2

183

Tabla 2.3. Análisis físico de las distintas profundidades del lisímetro, basándose en el sistema de texturas USDA.

Profundidad (cm) Partículas sólidas del suelo

%Arcilla %Limo %Arena

0,0-10,0 11,5 33,7 54,8

10,0-20,0 10,2 33,8 56

20,0-30,0 12,3 35,6 52

30,0-40,0 11,9 34,7 53,4

Gráfico 2.2. Clasificación USDA de las texturas de las diferentes capas del suelo del lisímetro (0-10 cm: azul; 10-20 cm: rojo; 20-30 cm: amarillo; 30-40 cm; verde)

En las siguientes tablas, de la 2.4 a la 2.7, se muestra la composición

química del suelo para las diferentes profundidades del lisímetro. Se interpretan

los valores según las directrices de Hernández et al. (1980). En resumen, el

suelo tiene un pH relativamente alto, con un contenido alto en sodio, magnesio

y potasio y bajo en calcio, volviendo a demostrar valores típicos de suelos

regados con agua de galería y dedicados a cultivos intensivos. Se podría

clasificar como un suelo sódico, con un 13 - 18% de Na cambiable, un pH

mayor de 8,5 y una CE por debajo de 4 mS/cm (Casas y Casas, 1999). Como

se señaló en el ensayo de cultivares y según Ayers y Westcott (1985), no

habría bajada de la productividad potencial estimada en brócoli al ser el valor

umbral de conductividad de 2,8 mS/cm.

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

184

Tabla 2.4. Resultado análisis de suelo profundidad de 0-10 cm.

Parámetros Valor

Interpretación (Hernández et al., 1980)

pH (1:2,5) 8,6

Alto (>7)

CE ext sat (mS/cm) 25ºC 0,97

Correcto (<2 mS/cm)

M.O. (%) 2,73

Correcto (>2%)

Fósforo Olsen (mg/kg) 56

Bajo (<80 mg/kg)

Calcio cambiable

cmolc/kg

13,7 38% CIC Bajo (<60%)

Magnesio cambiable 11,9 33% CIC Alto (>20%)

Potasio cambiable 5,6 16% CIC Alto (>10%)

Sodio cambiable 4,5 13% CIC Alto (>5%)

Capacidad Intercambio Catiónico 35,7

% Saturación

58,1

Tabla 2.7. Resultado análisis de suelo profundidad de 10-20 cm.

Parámetros Valor

Interpretación (Hernández et al., 1980)

pH (1:2,5) 8,9

Alto (>7)

CE ext sat (mS/cm) 25ºC 1,12

Correcto (<2 mS/cm)

M.O. (%) 2,65

Correcto (>2%)

Fósforo Olsen (mg/kg) 51

Bajo (<80 mg/kg)

Calcio cambiable

cmolc/kg

14,2 38% CIC Bajo (<60%)

Magnesio cambiable 12,3 33% CIC Alto (>20%)

Potasio cambiable 5,6 15% CIC Alto (>10%)

Sodio cambiable 4,9 13% CIC Alto (>5%)

Capacidad Intercambio Catiónico 37

% Saturación

49,1

Tabla 2.6. Resultado análisis de suelo profundidad de 20-30 cm.

Parámetros Valor

Interpretación (Hernández et al., 1980)

pH (1:2,5) 8,9

Alto (>7)

CE ext sat (mS/cm) 25ºC 1,03

Correcto (<2 mS/cm)

M.O. (%) 2,63

Correcto (>2%)

Fósforo Olsen (mg/kg) 50

Bajo (<80 mg/kg)

Calcio cambiable

cmolc/kg

14,2 37% CIC Bajo (<60%)

Magnesio cambiable 11,9 31% CIC Alto (>20%)

Potasio cambiable 5,6 14% CIC Alto (>10%)

Sodio cambiable 6,8 18% CIC Alto (>5%)

Capacidad Intercambio Catiónico 38,5

% Saturación 49,7

Ensayo 2

185

Tabla 2.7. Resultado análisis de suelo profundidad de 30-40 cm.

Parámetros Valor

Interpretación (Hernández et al., 1980)

pH (1:2,5) 8,8

Alto (>7)

CE ext sat (mS/cm) 25ºC 1,18

Correcto (<2 mS/cm)

M.O. (%) 2,53

Correcto (>2%)

Fósforo Olsen (mg/kg) 49

Bajo (<80 mg/kg)

Calcio cambiable

cmolc/kg

13,5 35% CIC Bajo (<60%)

Magnesio cambiable 10,9 29% CIC Alto (>20%)

Potasio cambiable 6,9 18% CIC Alto (>10%)

Sodio cambiable 6,8 18% CIC Alto (>5%)

Capacidad Intercambio Catiónico 38,1

% Saturación

53,4

Coeficiente de uniformidad de riego

Para determinar la uniformidad de riego y poder estimar de forma mejor el

caudal de agua aplicado en cada riego, se aplicó el método propuesto por el

Irrigation Training and Research Centre (ITRC) de la Universidad Politécnica de

California (Burt, 2004). Esta metodología, a diferencia del método de Merriam y

Keller (Merriam, 1978), calcula la uniformidad en una unidad operacional de

riego completa (en vez de una subunidad de riego) y es capaz de discriminar

una uniformidad de distribución (UD) distinta debida a diferentes factores

(Pérez, 2005).

Los factores específicos que se tiene en cuenta el ITCR son:

- Falta de uniformidad debida a diferencia de presiones en el sistema (UDΔP).

Donde:

P25%, es la media aritmética del 25% de las presiones más bajas.

P, es la media aritmética de las presiones medias

X, es el exponente de descarga del emisor

- Falta de uniformidad debida a espaciamientos desiguales entre plantas y/o

emisores (UDed).

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

186

Donde:

LASmenor, es la Lámina de agua menor aplicada semanalmente (mm).

LASmed. pond, es la Lámina de agua media, ponderada por superficie,

aplicadas semanalmente (mm).

- Falta de uniformidad debida a drenajes desiguales de los emisores una vez

finalizado el riego (UDdd).

Donde:

textra, es el tiempo de drenaje extra tras el cierre del riego (minutos)

tmed, es el tiempo medio de riego (minutos)

%Sup.afectada, es el % de superficie afectada por el drenaje extra

medido.

- Falta de uniformidad debida a otros factores (UDotros), donde se engloban las

obturaciones, desgaste o envejecimiento de emisores, coeficiente de variación

de fabricación del emisor, entre otros.

Donde:

q25%, es la media aritmética del 25% de los caudales más bajos

aforados (l/h).

qmed, es la media de los caudales aforados (l/h).

e, es el número de emisores por elemento.

A partir de estas uniformidades parciales se determina la Uniformidad de

Distribución Global (UDglobal):

Como la unidad operacional de riego utilizada era bastante pequeña y

homogénea, las diferencias de presiones iban a ser mínimas, todos los

emisores se abrirían al mismo tiempo, etc., los tres primeros factores

mencionados se desestimaron, pues iban a dar valores iguales o próximos a 1,

por lo que se simplificó la fórmula anterior de la siguiente manera:

Para la determinación de los caudales, se colocaron 10 vasos idénticos

debajo de cada uno de los emisores y se aplicó un riego de 10 minutos. En la

Ensayo 2

187

foto 2.12, se muestra como se hizo esta labor en campo. Una vez obtenidos los

caudales, se pasaron los datos a una hoja de cálculo del software Microsof

Excel ’07 para la determinación de los coeficientes.

Foto 2.12. Detalle cálculo coeficiente de uniformidad.

Trasplante de los brócolis

Los brócolis se trasplantaron el 31 de marzo de 2015. El cultivar

seleccionado, al igual que el testigo del ensayo de cultivares, fue Ironman

(Monsanto). Se estableció el mismo marco de plantación que en el ensayo

anterior (50 x 50 cm), quedando 4 plantas dentro del lisímetro. El manejo del

cultivo se realizó de acuerdo con las prácticas habituales del agricultor (labores

culturales, riego, abonado y tratamientos fitosanitarios). En la foto 2.13, se

detalla cómo quedaron dispuestos los brócolis dentro del lisímetro.

Foto 2.13 Detalle de los brócolis trasplantados en el lisímetro.

Controles realizados

Con el fin de determinar el coeficiente de cultivo (KC) para las distintas

etapas del cultivo, se intentó comprobar cada 7 días la evolución del

crecimiento de los brócolis a través de los estados fenológicos propuestos en la

escala BBCH, siguiendo los mismos criterios que en el ensayo de cultivares.

Después de cada riego aportado por el agricultor, se determinó la

pluviometría y el drenaje. Para la pluviometría, se midió la cantidad de agua

existente en depósito del interior del pluviómetro y se aplicó a cada medida un

factor de conversión de 0,05 para conocer los litros por metro cuadrado

registrados. Este factor de conversión se determina a partir del área de

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

188

captación del pluviómetro, que a su vez se calcula midiendo la superficie de

entrada del colector del pluviómetro:

Una vez conocida la superficie de captación del pluviómetro, calculamos el

factor de conversión con la siguiente fórmula:

Como ya se dijo antes, se aplica el factor de conversión a cada volumen de

agua registrado por el pluviómetro para obtener la precipitación en milímetros:

Para el drenaje se utilizó una jarra de polietileno graduada de 1.000 cm3,

con la que se medía el contenido del depósito de drenaje. Asimismo, se hizo un

seguimiento semanal de la variación del contenido de humedad, descargando

los datos aportados por los sensores 10HS con la ayuda del software ECH2O

Utility 1.72

Foto 2.14. Detalle software utilizado.

Los datos obtenidos por los sensores de capacitancia fueron descartados

por mostrar poca fiabilidad. A la alta sensibilidad que presentan estos sensores

a la variabilidad del terreno (presencia de piedras, raíces, restos de cultivo,

etc.) hay que añadir, que seguramente dos de ellos estaban estropeados o mal

calibrados, pues sus lecturas no eran nada coherentes.

Los aportes de riego variaron en función de las condiciones atmosféricas,

así como la duración del mismo y las dosis aplicadas. Los tiempos de

aplicación de riego fueron los que el agricultor estimó oportunos. El día del

trasplante a campo se dieron dos riegos de 30 min; del 6 al 12 de abril se

dieron 2 riegos cada 3 días de 10 min; el 20 y el 25 de abril se dieron 2 riegos

al día de 30 min cada uno; el 28 de abril se dieron 2 riegos de 45 min cada uno;

Ensayo 2

189

el 1 y el 5 de mayo se dieron 2 riegos al día de 50 min cada uno; el 8, 12 y 15

de mayo se aplicaron 2 riegos al día de 60 min cada uno; el 20 de mayo se

dieron 2 riegos de 45 min cada uno; finalmente los días 23 y 26 de mayo se

dieron 2 riegos al día de 60 min cada uno.

Para determinar cuánta agua se aplicó en cada riego, una vez

determinado el caudal en 10 minutos de riego tras realizar el coeficiente de

uniformidad y conociendo la superficie de riego y el número de emisores, se

aplicó la siguiente fórmula:

Donde:

R, es el riego aplicado sobre la superficie del lisímetro (l/m2)

Qn, es el caudal medio de los emisores (l/h)

e, es el número de emisores dentro del lisímetro

De este modo se consiguió determinar la cantidad de agua que el agricultor

aportaba al lisímetro en cada riego. En la tabla 2.8, se pueden ver algunos

ejemplos del cálculo:

Tabla 2.8. Ejemplo cálculo de los aportes de riego.

Caudal medio emisores Superficie lisímetro (m2) Minutos riego Riego aplicado (l/m

2)

1,7 l/h 0,785 10 3,7

30 11,0

45 16,6

50 18,4

60 22,1

Sumando la cantidad de riegos aplicados por el agricultor y la duración de

cada uno de ellos, se constata que para los cálculos realizados en la tabla 2.8,

el agricultor aportó un total de 434,4 l/m2 a lo largo del cultivo.

Para el cálculo de la Evapotranspiración ET0 según el método de Penman

Monteith, se utilizó la aplicación informática PMETp-w elaborada inicialmente

en 1995 por el Dr. R. Muñoz-Carpena (UF) y actualizada posteriormente por el

Dr. Axel Ritter (ULL) y el Dr. Carlos Regalado (ICIA) en 2009.

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

190

Foto 2.15. Detalle del Software utilizado

Con esta aplicación, que se fundamenta en la ecuación de FAO - Penman

Monteith según Allen et al. (2006), se pueden calcular los valores diarios de

evapotranspiración ET0:

Además, y para demostrar la complejidad de los cálculos, se calculó la

evapotranspiración diaria manualmente en una hoja de cálculo de Microsoft

Excel ’07. Dichos cálculos están explicados en el epígrafe 11 de la Revisión

Bibliográfica.

Datos agroclimáticos

Los datos climatológicos se tomaron de la estación agrometeorológica,

perteneciente a la red de estaciones del Cabildo Insular de Tenerife, de

Redondo, situada a unos 2 km del ensayo, a 632 m.s.n.m y con una latitud de

28º21’3,92’’ N.

Se decidió cambiar de estación meteorológica con respecto al ensayo de

cultivares del ensayoanterior, pues se observaron errores en los valores de

humedad relativa aportados por el termo-higrómetro de la estación de Llanito

Perera.

La radiación solar se midió con un piranómetro (CM-3 Kipp and Zonen,

Delft, Países Bajos). Para medir la temperatura y la humedad relativa se utilizó

un sensor combinado (Hygro-Transmitter, Thies, Göttingen, Alemania). La

velocidad del viento se midió con un anemómetro de copa (Wind Transmitter,

Small Version Model, Thies, Göttingen, Alemania) a una altura de 2,4 m. Los

datos de la estación se tomaban cada minuto, grabándose las medias de 12

minutos mediante un registrador de datos ((DL 15, Thies, Göttingen, Alemania).

Ensayo 2

191

Gráfico 2.3. Evolución de las temperaturas durante el período de trasplante-recolección. (T: temperatura media; TM: temperatura máxima; Tm: temperatura mínima).

La temperatura media comenzó en abril oscilando entre los 10-15ºC,

subiendo hasta los 13-20ºC en mayo. Las temperaturas mínimas y máximas

presentaron prácticamente el mismo comportamiento, siendo la mínima

observada durante el cultivo 5,9ºC y la máxima de 27,6ºC.

Gráfico 2.4. Evolución de la humedad relativa durante el período de trasplante-recolección. (HR= Humedad relativa. HRM= Humedad relativa máxima. HRm= Humedad relativa mínima).

La humedad relativa media se mantuvo entre el 70,5 y el 96,3%. La

humedad relativa máxima no bajó del 86,4% y la humedad relativa mínima

llegó al 28,6%.

0

5

10

15

20

25

30

35

Tem

pera

tura

(ºC

)

Duración del Cultivo

T TM Tm

20

30

40

50

60

70

80

90

100

Hu

med

ad

rela

tiv

a (

%)

Duración del Cultivo

HR HRM HRm

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

192

Gráfico 2.5. Precipitación registrada durante el período trasplante-recolección. (P= precipitación acumulada por día).

A lo largo del cultivo se registraron un total de 21,1 mm, concentrándose

más del 60% entre el 3 y el 20 de abril de 2015, coincidiendo con el desarrollo

de la 4ª y 5ª hoja verdadera del cultivo (estadio número 14 y 15 según la escala

BBCH).

Gráfico 2.6. Radiación solar diaria recibida durante el período de trasplante-recolección.

La radiación media recibida durante el cultivo fue de 17,79 MJ/m2.

0

1

2

3

4

5

6 P

recip

itació

n (

mm

)

Duración del Cultivo

Lluvia

5,00

10,00

15,00

20,00

25,00

30,00

35,00

Rad

iació

n s

ola

r re

cib

ida (

MJ/m

²)

Días de Cultivo

Radiación solar

Ensayo 2

193

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A continuación se presentan los resultados obtenidos del balance de agua

para las condiciones agroclimatológicas de Icod de Los Vinos (Tabla 2.9 y

gráfico 2.7). Hay que destacar que los valores obtenidos son para un ciclo de

cultivo de 58 días en condiciones de Invierno-primavera. Baixauli (2014)

considera que como mínimo, para estimar la KC de un cultivo en una zona

determinada, hay que tener datos de al menos 4 ciclos de cultivo en ese mismo

período de tiempo.

Tabla 2.9. Cuadro resumen con los resultados de KC obtenidos (Ll= Lluvia; R= Riego; D= Drenaje;

= Variación del contenido de humedad; ETC= Evapotranspiración real del cultivo; ET0= Evapotranspiración potencial del cultivo o de referencia; Kc= Coeficiente de cultivo).

Día Ll (l/m2) R (l/m

2) D (l/m

2) (l/m

2) ETC (l/m

2) ET0 (L/m

2) KC

08/04/2015 2,1 3,7 0,2 1,39 4,2 15,8 0,3

13/04/2015 6,9 7,4 6,1 2,50 5,7 11,5 0,5

23/04/2015 3,7 18,4 2,1 -8,53 28,5 25,3 1,1

30/04/2015 0,0 16,6 1,9 4,52 10,2 22,8 0,4

04/05/2015 4,1 18,4 7,2 -2,69 18,0 19,3 0,9

11/05/2015 3,7 40,5 10,3 3,40 30,5 23,3 1,3

18/05/2015 0,0 44,2 10,5 -10,60 44,3 32,1 1,4

25/05/2015 0,0 38,7 4,1 -1,42 35,9 19,8 1,8

En la tabla 2.9, los valores de la columna del incremento de humedad ()

se obtienen de la tabla 2.10. Sólo se asumieron los valores para los intervalos

de profundidad de suelo de 10-20 cm y 20-30 cm por ser los más coherentes,

pues los otros dos sensores mostraban datos no fiables. Aún así, se calculó

para los 45 cm de profundidad que le corresponden al lisímetro.

Tabla 2.10. Resultados de los valores del incremento de humedad (l/m2) con los datos obtenidos de los sensores de capacitancia 10HS.

10HS Soil Moisture 10HS Soil Moisture

Día Hora 10-20 cm (m³/m³) VWC 20-30 cm (m³/m³) VWC (l/m2)

06/04/2015 8:00:00 0,513 0,412

08/04/2015 8:00:00 0,514 0,417 1,39

13/04/2015 8:00:00 0,519 0,423 2,50

23/04/2015 6:00:00 0,488 0,416 -8,53

30/04/2015 6:00:00 0,505 0,419 4,52

04/05/2015 6:00:00 0,495 0,417 -2,69

11/05/2015 6:00:00 0,517 0,411 3,40

18/05/2015 6:00:00 0,478 0,402 -10,60

25/05/2015 6:00:00 0,472 0,402 -1,42

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

194

Como se observa en el gráfico 2.7, existen varias anomalías en la curva de

la ETC. La primera de ellas se debe a que se dejó secar demasiado el lisímetro

los días anteriores al 23 de abril (23 dtt), con un de -8,53 l/m2. Esto provocó

que al aplicar un riego de 18 l/m2 y una pluviometría acumulada de 3,7 l/m2 tan

sólo se recogieron 2,1 l/m2 de drenaje, dando un valor de ETC elevado.

En la otra, el último valor (55 dtt) debería ser ascendente pues el brócoli

continua con su crecimiento. Esto puede deberse, posiblemente a que el dato

de drenaje tomado para ese día no es el correcto pues no dio tiempo de drenar

completamente el riego dado ese mismo día, ya que se cortaron los brócolis

antes del medio día, o a que los valores de humedad de los sensores 10HS

sean erróneos. Por lo tanto, la discusión de los resultados se hará sin tener en

cuenta los datos que se suponen erróneos (23 y 55 dtt).

Gráfico 2.7. Evolución de la Evapotranspiración del cultivo ETC y de la Evapotranspiración de referencia ET0. Los datos supuestamente erróneos se marcan de color amarillo.

0,0

5,0

10,0

15,0

20,0

25,0

30,0

35,0

40,0

45,0

50,0

8,00 16,00 24,00 32,00 40,00 48,00 56,00

Eva

po

tra

nsp

ira

ció

n (

l/m

2)

Días tras trasplante

Evapotranspiración del cultivo

Evapotranspiración de referencia

Ensayo 2

195

Gráfico 2.8. Evolución del Coeficiente de cultivo Kc.

Gráfico 2.9. Comparación estado fenológico del cultivo con el coeficiente de cultivo KC.

En el gráfico 2.8 y 2.9, se puede ver como el Coeficiente de cultivo fue

aumentando de forma progresiva acorde con el crecimiento del cultivo. En el

gráfico 2.9 se observa un gran salto en la curva de los estados fenológicos del

brócoli a partir del día 30 de cultivo. Este salto se debe a que en la Escala

BBCH se pasa directamente del estadio 19 (más de 9 hojas formadas) al

41(cabeza floral visible de más de 1 cm), Se podría asumir un comportamiento

del KC creciente.

0,0

0,3

0,5

0,8

1,0

1,3

1,5

8 16 24 32 40 48

Co

efi

cie

nte

de c

ult

ivo

(K

C)

Días tras trasplante

Kc

0,0

0,2

0,4

0,6

0,8

1,0

1,2

1,4

1,6

13

16

19

22

25

28

31

34

37

40

43

46

49

8 16 24 32 40 48

Co

efi

cie

nte

de c

ult

ivo

, K

c

Escala

BB

CH

Esta

do

fen

oló

gic

o

Días tras trasplante

Estado fenológico Kc

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

196

Otra posible interpretación de la evolución del coeficiente de cultivo, sería

el establecimiento de 3 fases, de forma similar a lo establecido en la

metodología FAO (Doorembos y Pruitt, 1977, Allen et al., 2006):

Desde trasplante hasta 30 dtt: El coeficiente de cultivo

permanece relativamente constante en valore de 0.3 a 0.4.

Desde los 30 a los 35 dtt: Hay una subida del coeficiente de

cultivo desde 0.3-0.4 hasta 1.0 – 1.3. Este período sería crítico en

el manejo del riego al aumentar drásticamente la demanda hídrica

del cultivo, coincidiendo con el desarrollo de la cabeza floral.

Desde los 3 dtt hasta la recolección. El coeficiente de cultivo se

estabiliza en valores de 1.2 – 1.4.

La cuarta fase, donde los coeficientes de cultivo bajan al terminar la

recolección, no apareció en este estudio, al darse por finalizado cuando

comenzó la recolección.

En cuanto a los valores del KC del brócoli de la bibliografía consultada,

Doorenbos y Pruitt (1977) presentaron para brócoli valores de Kc

comprendidos entre 0,8 y 1,1 para las últimas fases de desarrollo del cultivo,

obteniendo valores algo más bajo que los de este ensayo.

Paschold et al., (2000a) determinaron los valores de 0,5 (para estadio 18

de la escala BBCH, 8 hojas abiertas) 0,8 (para estadio 41 de la escala BBCH,

formación cabeza floral de 1 cm) y 1,4 (para estadio 49 de la escala BBCH,

cosecha), obteniendo una KCini más elevada pero una KCfinal menor que las del

ensayo.

Martínez (2004) dio unos valores de KC adecuados para unas prácticas

culturales estándar y unas condiciones climáticas subhúmedas (humedad

relativa mínima de alrededor de 45% y velocidad media del viento de 2 m/s)

adaptados al método FAO-Penman Monteith, indicando una KCini de 0,7 y una

KCfinal de 1,05 en el momento de cosecha, resultando una KCini más elevada

pero una KCfinal menor que las del ensayo.

Villalobos et al., (2005) en un ensayo realizado en Celaya (Mexico) en un

suelo arcilloso y con una densidad de plantación de 8 pl/m2 obtuvieron valores

de KC muy inferiores a los de este ensayo, partiendo con KCini de 0,25 hasta un

KCfinal de 0,84 en el momento de cosecha. Hay que destacar que la densidad es

el doble de la empleada en este ensayo por lo que la superficie de suelo

expuesta a radiación solar es menor y por consiguiente la cantidad de agua

evaporada desde el suelo, además la textura del suelo es arcillosa por la

variación del contenido de humedad del suelo tuvo que ser menor que la del

presente ensayo.El ciclo fue de invierno – primavera pero en condiciones

claramente subtropicales.

Ensayo 2

197

Bryla et al., (2010) en un ensayo en California (EEUU), para un lisímetro de

2 x 2 x 2,25 m y rellenándolo con un suelo arcillo-limoso, determinaron la Kc del

cultivar Captain regando por aspersión, obteniendo un KCini de 0,15 y un KCfinal

de 1,0 en el momento de cosecha. El ciclo fue de agosto a diciembre. Estos

valores están por debajo de los de este ensayo.

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

198

CONCLUSIONES

En las condiciones del ensayo, para un solo ciclo de cultivo en condiciones

de invierno - primavera, se podrían extraer las siguientes conclusiones:

1. Se obtuvo un comportamiento similar al modelo de FAO con tres

períodos claramente diferenciados de demanda de agua por el cultivo y

por consiguiente con diferentes coeficientes de cultivo.

2. El primer período, con un coeficiente de cultivo relativamente constante,

que podría asimilarse a un Kc inicial. El valor medio obtenido fue 0.4.

3. En un segundo período se observó un crecimiento del coeficiente de

cultivo, coincidente con la formación de la cabeza floral entre los 30 y 40

días tras trasplante.

4. El tercer período, desde los 40 días hasta la recolección, el coeficiente

de cultivo se volvió a estabilizar en un valor de 1.35. Este valor sería

asimilable al Kc medio.

5. Debe procurarse que las mediciones se realicen en períodos de tiempos

menores (diarios o semanales) y siempre con el mismo intervalo de

controles. Se podría considerar el uso de un sistema de recogida de

datos automatizado (mediante un sistema de captura de datos y un

pluviómetro de cuchara adaptado o un medidor de drenajes utilizado en

cultivo sin suelo).

6. Sería recomendable la colocación de un contador digital a la entrada de

agua del lisímetro para conocer con mayor exactitud la cantidad de agua

aportada.

7. Podría ser conveniente poder mantener la humedad de suelo

relativamente constante en el lisímetro, bien mediante una unidad

operacional de riego independiente u otro sistema que permita regar de

forma ajustada el lisímetro. Otra posibilidad sería usar un lisímetro de de

drenaje con nivel freático constante.

Ensayo 2

199

CONCLUSIONS

In the test conditions for a single growing season in winter-sping conditions,

could draw the following conclusions:

1. There has been a similar behaviour to the FAO model with three distinct

periods of water demand for the crop and therefore with different crop

coefficients behaviors.

2. The first period, with a coefficient relatively constant cultivation which

could be compared to an initial Kc. The mean value obtained was 0.4.

3. In a second term, a growth of crop coefficient is observed, coinciding with

the formation of the flower head, between 30 and 40 days after

transplantation.

4. The third period, from 40 days to harvest, the crop coefficient re-stabilize

at a value of 1.35. This value would be assimilated to the average Kc

medium.

5. Measurements should be taken in shorter time periods (daily or weekly)

and always with the same range of controls. Could be considered using a

system of automated data collection (using a data capture system and a

rain gauge bucket adapted or drains meter used in soilless).

6. It would be advisable placing a digital counter for the water inlet lysimeter

to know the exact amount of water supplied.

7. It may be desirable to maintain relatively constant humidity of soil in the

lysimeter, either through a separate operating unit irrigation or other

water system allowing the lysimeter to water more tightly. Another

possibility would be to use a drainage lysimeter with constant water table.

Determinación de las necesidades hídricas y el coeficiente de cultivo ‘Kc’

200

Bibliografía

201

BIBLIOGRAFÍA

Agusti, M. (2004). Fruticultura. Madrid: Mundi-Prensa. pp 123-125.

Allen, R. G., L. S. Pereira, D. Raes y M. Smith (2006). Evapotranspiración del

cultivo. Guías para la determinación de los requerimientos de agua de los

cultivos. Estudio FAO Riego y Drenaje 56. Roma: FAO. 300 pp.

Alonso, A. M. y G. I. Guzmán (2008). Buenas prácticas en producción

ecológica. Cultivos de hortícolas. Ministerio de Medio Ambiente y Medio

Rural y Marino. Madrid. 29 pp.

Atherton, J. G., D. J. Hand and C. A. Williams (1987). Curd initation in the

cauliflower (Brassica oleracea var. botrytis L.). In: Atherton, J. G. (ed.)

Manipulation of Flowering. Butterworths, London, pp. 133-145. Citado por:

Wien, H. C. and D. C. E. Wurr (1997). Cauliflower, Broccoli, Cabbage and

Brussels Sprouts. The Physiology of Vegetable Crops. CAB International

New York, EE.UU. pp. 511-544.

Ayers, R. S. y D. W. Westcost (1985). Water quality for agriculture. FAO 29

Rev. 1, Roma. http://www.fao.org/DOCReP/003/T0234e/T0234e00.htm. [En

línea]. [Consulta: 27 enero 2016].

Ayuso, M. C., M. J. Bernalte, M. Lozano, M. Pacheco, J. García, B. Velardo, M.

I. García, J. A. González, C. Campillo y M. C. Vidal-Aragón de Olives (2006).

Características agronómicas y calidad de cultivares de bróculi en las

Vegas del Guadiana. SH, 14: 163-172.

Babik, I. y K. Elkner (2002). The effect of nitrogen fertilization and irrigation

on yield and quality of broccoli. Acta Horticulturae, 571: 33-43.

Baixauli, C., J. V. Maroto, A. Giner, J. M. Aguilar, A. Núñez, I. Nájera (2012).

Evaluación de nuevos cultivares de bróculi estudiados en dos fechas

distintas de plantación. Vida RURAL, 351: 18-22.

Baixauli, C. (2014). Resultados de ensayos de fertilización y fertirrigación

en hortícolas al aire libre. Jornadas Técnicas de Horticultura. 19 -20

noviembre 2014. Cabildo Insular de Tenerife. Fundación Cajamar. Disponible

en línea en: http://www.fundacioncajamar.es/es/comun/transferencia/jornadas-y-

talleres/ano-2014/jornadas-tecnicas-de-horticultura/

Bakker, C. J., C. J. Swanton y A. W. McKeown (2009). Broccoli growth in

response to increasing rates of pre-plant nitrogen. I. Yield and quality.

Can. J. Plant Sci. 89: 527-537.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y coeficiente de cultivo ‘KC’.

202

Beberly, R, B., W. M. Jarrel y J. Letey (1986). A nitrogen and water response

surface for sprinkler-irrigated broccoli. Agron. J., 78: 91-94. Citado por:

Rincón, L., J. Saez, J. A. Pérez Crespo, M. D. Gómez López y C. Pellicer

(1999). Crecimiento y absorción de nutrientes del brócoli. Unidad de

Investigación y Producción Hortofrutícola. Equipo de Riegos. Centro de

Investigación y Desarrollo Agroalimentario (CIDA). Estación Sericícola, Murcia.

Invest. Agr.: Prod. Prot. Veg. 14: 225-236.

Botella Miralles, O. y I. Campos Garaulet (2005). Las relaciones agua-planta.

En: Martín de Santana Olalla Mañas, F., F. López Fuster y A. Calera Belmonte

(eds.). Agua y Agronomía. Madrid: Mundi-Prensa. pp. 89-161.

Bower, C. A., L. V. Wilcox, G. W. Akin y M. G. Keyes (1965). An Index of the

tendency of CaCO3 to precipitate from irrigation waters. Soil Science

Society of America Proceding. 29(1): 91-92

Bryla, R. D., T. J. Trout y J. E. Ayars (2010). Weighing Lysimeters for

Developing Crop Coefficients and Efficient Irrigation Practices for

Vegetable Crops. HortScience, 45 (11): 1597-1604.

Bujanos Muñiz, R., A. Marín Jarillo, F. Galván Castillo y K. F. Byerly Murphy

(1993). Manejo integrado de la palomilla dorso de diamante Plutella

xylostella (L.) (Lepidoptera: Yponomeutidae) en el Bajío, México.

Publicación Especial No. 4. Instituto Nacional de Investigación Forestal y

Agropecuaria. SARH, CEBAJ, Centro de Investigación regional del Centro,

Patronato para el Apoyo y Fomento a la Investigación agropecuaria y Forestal

en el Estado de Guanajuato, México. 35 pp.

Burt, C. M., R. E., Walker, S. W., Styles, J. Parrish (2004). Irrigation

Evaluation. Irrigation Training and Research Centre (ITCR). Dept. of

Agricultural Engineering. California Polytechnic State University. San Luis

Obispo. California. Citado por: Pérez Buenafuente, A. (2005). Estudio sobre

consumos hídricos agrícolas, evaluación de sistemas de riego y

estimación de la eficiencia de los regadíos de la isla de Tenerife. Servicio

Técnico de Agroindustria e Infraestructura Rural del Cabildo Insular de

Tenerife. pp. 29-30.

Calera Belmonte, A. (2005). La evapotranspiración: concepto y

metodología de cálculo. En: Martín de Santana Olalla Mañas, F., F. López

Fuster y A. Calera Belmonte (eds.). Agua y Agronomía. Madrid: Mundi-

Prensa. pp. 165-238.

Calyecac-Cortero, H. G., J. Cibrián-Tovar y B. Barrios-Díaz (2002). Captura de

machos de Plutella xylostella (L.) (Lepidoptera: Plutellidae) en trampas

cebadas con feromona sexual sintética. Agrociencia, 36: 83-91.

Bibliografía

203

Carballo V., M. y A. J. Hruska (1989). Períodos críticos de protección y

efecto de la infestación de Plutella xylostella L. (Lepidoptera:Plutellidae)

sobre el rendimiento del repollo. Manejo Integrado de Plagas (Costa Rica),

14: 46-60.

Carmona Chiara, E. y M. Abad Berjón (2008). Aplicación del compost en

viveros y semilleros. En: Moreno Casco, J. y R. Moral Herrero (eds.).

Compostaje. Madrid: Mundi-Prensa. pp. 399-424.

Casas Castro, A. y E. Casas Barba (1999). El Análisis de suelo-agua-planta

y su aplicación en la nutrición de los cultivos hortícolas en la zona del

sureste peninsular. Caja Rural de Almería. pp. 34-43

Castellanos, J. Z., I. Lazcano, A. Sosa, V. Badillo y S. Villalobos (2000).

Monitoreo nutrimental y fertilización nitrogenada: bases para altos

rendimientos y calidad de brócoli cultivado en vertisoles ricos en potasio

de la parte central de México. Informaciones Agronómicas, 4 (2): 11-14.

Chávez Paz, G. L. y R. M. Hurtado (2010). El manejo integrado de Plutella

xylostella en brócoli, coliflor y repollo con combinaciones selectas de

micrtúneles, nematodo entomopatógeno, refugios, y el insecticida

Rynaxypyr en Zamorano, Honduras. Trabajo Fin de Grado. Carrera de

Ciencia y Producción Agropecuaria. Escuela Agrícola Panamericana.

Chiang, M. S., C. Chong et al. (1989). Glucosinolates in clubroot-resistant

and susceptible selections of Broccoli. HortScience, 24(4): 665-666.

Chung, B. (1982). Effects of plant density on the maturity and once over

harvest yields of broccoli. J. Hort. Sci. 57: 365-372. Citado por: Fraire

Cordero, Mª. L., D. Nieto Ángel, E. Cárdenas Soriano, G. Gutiérrez Alonso, R.

Bujanos Muñiz y H. Vaquera Huerta (2010). Efecto de variedades y densidad

de plantación en la calidad física del florete de brócoli (Brassica oleracea

var. italica). Fitotecnia Mexicana 33(2): 141-147

Cortez-Mondaca, E. y J. Macías-Cervantes (2007). Parasitismo natural de la

palomilla dorso de diamante Plutella xylostella L. en canola (Brassica

napus L.) en el norte de Sinaola, México. Agrociencia, 41: 347-354.

Cutcliffe, J. A. (1972) Effects of plant spacing and nitrogen on incidence of

hollow stem in broccoli. Canadian Journal of Plant Science, 52: 833-834.

Dastane, N. G. (1978). Effective rainfall in irrigated agriculture. FAO

Irrigation and drainage paper 25. Roma.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y coeficiente de cultivo ‘KC’.

204

Demchak, K. T. y C. B.Smith (1990). Yield responses and nutrient uptake of

broccolo as affected by lime type and fertilizer. J. Amer. Soc. Hort. Sci., 115

(5): 734-740. Citado por: Rincón, L., J. Saez, J. A. Pérez Crespo, M. D. Gómez

López y C. Pellicer (1999). Crecimiento y absorción de nutrientes del

brócoli. Unidad de Investigación y Producción Hortofrutícola. Equipo de

Riegos. Centro de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (CIDA). Estación

Sericícola, Murcia. Invest. Agr.: Prod. Prot. Veg. 14: 225-236.

Díaz-Gómez, O., J. C. Rodríguez, A.M., Shelton, A. Lagunes-T, R. Bujanos-M

(2000). Susceptibility of Plutella xylostella (L.) (Lepidoptera: Plutellidae)

Populations in Mexico to Comercial Formulations of Bacillus

thuringiensis. Journal of Economic Entomology, 93(3):963.

Díaz González, T. E., Mª. C. Fernández-Carvajal Álvarez, J. A. Fernández

Prieto (2004). Curso de Botánica. Asturias: Ediciones Trea S.L. 574 pp.

Doorenbos, J. y W. O. Pruitt (1977). Guidelines for predicting crop water

requeriments. FAO Irrigation and drainage, paper 24. Roma, 145 pp.

Dufault, R. J. y J. R. L. Waters (1985). Interaction of nitrogen fertility and

plant populations on transplanted broccoli and cauliflower yields.

HortScience, 20: 127-128. Citado por: Pomares García F., C. Baixauli Soria, R.

Bartual Pastor y R. Albiach Vila (2007b). La Fertilización de la coliflor y el

bróculi. En: Maroto Borrego, J. V., F. Pomares García, C. Baixauli Soria

(2007). El cultivo de la coliflor y el bróculi. Fundación Ruralcaja Valencia.

Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. pp. 199-249.

Elson, M. K. (1989). Practical temperaturas for seeding broccoli. Vegetable

Growers News, 4(1):2. Citado por: Maroto Borrego, J.V., F. Pomares García, C.

Baixauli Soria, (2007). El cultivo de la coliflor y el bróculi. Fundación

Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. 404 pp.

Fernández, J. A., A. González, S. Bañón, J. Muñoz y J. A. Franco (1991a).

Influencia en el rendimiento del cultivo de la coliflor en función del plazo

de permanencia de la plántula en semillero. Agrícola Vergel, 116: 487- 490.

Fernández, J. A., A. González, S. Bañón, A. García (1991b). La producción de

brócoli: influencia de la densidad de plantación y de la disposición de las

plantas. Hortofruticultura 10:58-64. Citado por: Fraire Cordero, Mª. L., D. Nieto

Ángel, E. Cárdenas Soriano, G. Gutiérrez Alonso, R. Bujanos Muñiz y H.

Vaquera Huerta (2010). Efecto de variedades y densidad de plantación en

la calidad física del florete de brócoli (Brassica oleracea var. italica).

Fitotecnia Mexicana 33(2): 141-147

Bibliografía

205

Fontes, M. R. and J. L. Ozbun (1972). Relationship between carbohydrate

level and floral initiation in broccoli. Journal of the American Society of

Horticultural Science 97: 346-348. Citado por: Wien, H. C. and D. C. E. Wurr

(1997). Cauliflower, Broccoli, Cabbage and Brussels Sprouts. The

Physiology of Vegetable Crops. CAB International New York, EE.UU. pp.

511-544.

Fraire Cordero, Mª. L., D. Nieto Ángel, E. Cárdenas Soriano, G. Gutiérrez

Alonso, R. Bujanos Muñiz y H. Vaquera Huerta (2010). Efecto de variedades y

densidad de plantación en la calidad física del florete de brócoli (Brassica

oleracea var. italica). Fitotecnia Mexicana 33(2): 141-147

Francescangeli, N., M. I. Stoppani, y H. R. Martí (2004). Ability of temperature

and thermal models in broccoli (Brassica oleracea var. italica).

Agrisciencitia, XXI(2): 51-57.

Forney, Ch. F., L. Songfan, A. D. Hildebrand and M. A. Jordan (2003). Ozone

and 1-methylcyclopropene alter the postharvest quality of broccoli.

Journal of the American Society for Horticultural Science, 128(3): 403-408.

Fuentes Yagüe, J. L. (1992). Técnicas de riego. Madrid: Instituto Nacional de

Reforma y Desarrollo Agrario. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

352 pp.

Fuller, G., J. A. Kuhnle, J. W. Corse and B. E. Mackey, (1977). Use of natural

cyto kinins to extend the storage life of broccoli brassica oleracea italica

group. Journal of the American Society for Horticultural Science, 102(4): 480-

484. http://eurekamag.com/research/006/880/006880229.php

García, M. I., M. C. Aragón, M. J. Bernalte, M. C. Ayuso, J. A. González, M.

Lozano, y Vidal (2006). Comportamiento de cultivares de bróculi en las

Vegas del Guadiana. Horticultura, 193: 24-29.

García M., F. y J. V. Maroto (1982). La polilla de las crucíferas. Su

incidencia en el litoral valenciano. Agricultura, 599: 497-499.

García Morató, M., J. V. Maroto Borrego y C. Baixuali Soria (2007). Plagas y

enfermedades en coliflor y bróculi. En: Maroto Borrego, J. V., F. Pomares

García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo de la coliflor y el bróculi.

Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. 404 pp.

Gil-Albert Velarde, F. (1996). Tratato de Arboricultura Frutal. Morfología y

fisiología del árbol frutal. 4º Ed., Vol. I. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. pp.

71-73.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y coeficiente de cultivo ‘KC’.

206

Girard, F. P., I. Bertolaccini, C. Arregui, J. C. Favaro, M. C. Curis y D. Sánchez

(2012). Efecto de la temperatura y de la dieta sobre parámetros biológicos

de la polilla de las coles, Plutella xylostella (Lepidoptera, Plutellidae).

Entomotropica, 27 (3): 103-109.

González, M. L., C. Caycedo, M. F. Velásquez, V. Flórez y M. Ruby Garzón

(2007). Efecto de la aplicación del ácido giberélico sobre el crecimiento de

coliflor (Brassica oleraceae L.) var. Botrytis DC. Agronomía Colombiana

25(1): 54-61.

Grattan, S. R., W. Bowers, A. Dong, R. L. Snyder, J. J. Carroll y W. George

(1998). New crop coefficients estimate water use of vegetables, row crops.

California Agric. 52: 16-21.

Gray, A. R. (1982). Taxonomy and evolution of Broccoli (Brassica oleracea

var. italic). Econ. Bot., 36(4): 397-410. Citado por: Nuez, F., C. Gómez Campo,

P. Fernández de Córdova, S. Soler, J. V. Valcárcel (1999). Colección de

semillas de coliflor y bróculi. Centro de Conservación y Mejora de la

Agrodiversidad Valenciana. Madrid: Instituto Nacional de Investigación y

Tecnología Agraria y Alimentaria. Ministerio de Agricultura, Pesca y

Alimentación. 120 pp.

Grevsen, K. (1998). Effects of temperature on head growth of broccoli

(Brassica oleracea L. var. italica): parameter estimates for a predictive

model. Journal of Horticultural Science and Biotechnology, 73(2): 235-244.

Heather, D. W., J. B. Sieczka, M. H. Dickson and D. W. Wolfe (1992). Heat

tolerance and holding ability broccoli. J. Amer. Soc. Hort. Sci., 117(6): 887-

892.

Hervé, Y. (1979). Le matériel végétal, amélioration génétique. Le chou-

fleur. Editado por INVUFLEC y CTIFL. París, 19-36. Citado por: Maroto

Borrego, J. V., F. Pomares García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo de la

coliflor y el bróculi. Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-

Prensa. 404 pp.

Hipp, B. W. (1974). Influence of nitrogen and maturity rate on hollow stem

in bróccoli. HortScience, 9: 68-69.

Hooper, L., A. Cassidy. (2006). A review of the health care potential of

bioactive compounds. Journal of the Science of Food and Agriculture 86:

1805-1813.

Izumi, H., A. G. Watada and W. Douglas (1996). Optimun O2 or CO2

atmosphere for storing broccoli florets at various temperatures. J. Amer.

Soc. Hort. Sci., 121(1): 127-131.

Bibliografía

207

Jaramillo, N. J. E., D. C. A. Díaz (2006). El Cultivo de las Crucíferas.

Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, (CORPOICA), Centro

de Investigación La Selva, Rionegro, Antioquia, Colombia. Manual Técnico 4.

176 pp.

Jenni, S., P. Dutilleul, S. Yamasaki y N. Tremblay (2001a). Brown bead of

broccoli. I. Responses of the physiological disorder to management

practices. HortScience, 36 (7): 1224-1227

Jenni, S., P. Dutilleul, S. Yamasaki y N. Tremblay (2001b). Brown bead of

broccoli. II. Relationships of the physiological disorder with nutritional

and meteorological variables. HortScience, 36 (7): 1228-1234

Karitonas R., P. Petronis y P. Viskelis (1999). The effect of sprinkler irrigation

on the yield, quality and storage of cauliflower and broccoli. Sodininkyste ir

Darzininkyste, 18 (2): 72-81. Citado por: Maroto Borrego, J. V., F. Pomares

García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo de la coliflor y el bróculi.

Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. 404 pp.

Lacasa, A., V. Martínez, M. A. Díez-Rojo, C. M. Lacasa y C. Ros (2015). El

cultivo intensivo del brócoli y los problemas de nemátodos. Agricola

Vergel, 387: 314-320.

Letey, J., M. Jarrel, N. Valoras y R. Beverly (1983). Fertilizer application and

irrigation management of broccoli production and fertilizer use efficiency.

Agronomy Journal, 75: 502-507. Citado por: Rincón, L., J. Saez, J. A. Pérez

Crespo, M. D. Gómez López y C. Pellicer (1999). Crecimiento y absorción de

nutrientes del brócoli. Unidad de Investigación y Producción Hortofrutícola.

Equipo de Riegos. Centro de Investigación y Desarrollo Agroalimentario

(CIDA). Estación Sericícola, Murcia. Invest. Agr.: Prod. Prot. Veg. 14: 225-236.

Londoño Z., M. E. (2006). Manejo integrado de plagas. En: Jaramillo, N. J. E.,

D. C. A. Díaz (2006). El Cultivo de las Crucíferas. Corporación Colombiana

de Investigación Agropecuaria, (CORPOICA), Centro de Investigación La

Selva, Rionegro, Antioquia, Colombia. Manual Técnico 4. pp 75-97.

Londoño Z., M. E. y J. Jaramillo (2000). Control biológico de la polilla dorso

de diamante Plutella xylostela (L) (Lepidoptera:Yponomeutidae). Memorias

I Curso-Taller Internacional de Control Biológico. CORPOICA, Bogotá,

Colombia. pp 125-137.

López-Berenguer, C., M. D. Martínez-Ballesta, D. A. Moreno. (2009). Growing

hardier crops for better health: salinity tolerance and the nutritional value

of broccoli. Journal of Agricultural and Food Chemistry 57 (2): 572-578.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y coeficiente de cultivo ‘KC’.

208

López Galarza, S., C. Baixauli Soria y A. Miguel Gómez (2007). Prácticas

culturales. En: Maroto Borrego, J. V., F. Pomares García, C. Baixauli Soria

(2007). El cultivo de la coliflor y el bróculi. Fundación Ruralcaja Valencia.

Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. pp. 123-124.

Ludy, R. L., M. L. Powelson, D. D. JR. Hemphill (1997). Effect of sprinkler

irrigation on bacterial soft rot and yield of broccoli. Plant Disease, 8 (16):

614-618.

Macua, J. I. (1987). Coliflor. Navarra Agraria, 23: 33-46. Citado por: Maroto

Borrego, J. V., F. Pomares García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo de la

coliflor y el bróculi. Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-

Prensa. 404 pp.

Macua, J. I., I. Lahoz, A. Arzoz, A. Santos y J. Zabaleta (2002). Bróculi:

campaña 2001. Navarra Agraria, 132: 39-44.

Martínez, A. (2004). Necesidades hídricas en cultivos hortícolas.

Horticultura, 177: 34-40.

Martínez-Ballesta, M. C., R. Domínguez-Perlés, D. A. Moreno, B. Muries, C.

Alcaraz- López, E. Bastías, C. García-Viguera, M. Carvajal. (2010). Minerals in

plant food: effect of agricultural practices and role in human health. A

review. Agronomy for Sustainable Development 30: 295-309.

Maroto Borrego, J. V. (1995). El cultivo del Bróculi en España. Evolución y

principales problemáticas que plantea. HF Hortoinformación, nº 2: 27-37.

Maroto Borrego, J. V., S. López Galarza, A. San Bautista (1996). Germination

of broccoli (Brassica oleracea L. Var. italica Plenk) in different seedbed

conditions during summer in the spanish mediterranean coast. Acta

Horticulturae, 407:321-326.

Maroto Borrego, J. V., S. López Galarza, A. M. Gómez, F. Pomares García, M.

García Morató, D. Gómez Barreda, A. del Busto Casteleiro, J. Bernad Godina,

J. Mª. Torres García, M. Romeu Iborra, C. Baixauli Soria, Mª. J. García Fort y J.

M. Aguilar Olivert (1997). Cultivo de la coliflor y bróculi. Valencia: Fundación

Cultural y de Promoción Social Caja Rural Valencia. Generalitat Valenciana.

Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación. 136 pp.

Maroto Borrego, J. V. (2002). Horticultura herbácea especial. 5ª Ed., Madrid:

Ediciones Mundi-Prensa. 704 pp.

Maroto Borrego, J. V. (2007a). Fisiopatías de coliflores y bróculis. En:

Maroto Borrego, J. V., F. Pomares García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo

de la coliflor y el bróculi. Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones

Mundi-Prensa. pp. 335-347.

Bibliografía

209

Maroto Borrego, J. V. (2007b). Recolección y manejo postrecolector de

coliflores y bróculis. En: Maroto Borrego, J. V., F. Pomares García, C.

Baixauli Soria (2007). El cultivo de la coliflor y el bróculi. Fundación

Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. pp. 385-393.

Maroto Borrego, J. V., F. Pomares García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo

de la coliflor y el bróculi. Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones

Mundi-Prensa. 404 pp.

Maroto Borrego, J. V., A. Giner, J. M. Aguilar, A. Núñez, I. Nájera, F. Juan y C.

Baixauli Soria (2010). Diseño de calendario de producción de bróculi.

Fundación Rural Caja Valencia. 9 pp.

Meier, U. (2001). Estadios de las plantas mono-y dicotiledóneas. BBCH

Monografía. Centro Federal de Investigaciones Biológicas para Agricultura y

Silvicultura. Alemania. Ed: 2ª. 149 pp.

Merrian, J. L., J. Keller (1978). Farm Irrigation Systems Evaluation: A guide

for management. Utah State University. Citado por: Pérez Buenafuente, A.

(2005). Estudio sobre consumos hídricos agrícolas, evaluación de

sistemas de riego y estimación de la eficiencia de los regadíos de la isla

de Tenerife. Servicio Técnico de Agroindustria e Infraestructura Rural del

Cabildo Insular de Tenerife. pp. 29-30.

Mesa García, S. I. (2003). Ensayo de ocho cultivares de bróculi (Brassica

oleracea var. italica) en Santa Bárbara (Tenerife). Trabajo Fin de Carrera.

Ingeniero Técnico Agrícola. Escuela Politécnica Superior de Ingeniería Sección

de Ingeniería Agraria. Universidad de La Laguna

Miller, C. H. et al. (1985). Cold stress influence on premature flowering of

broccoli. HortScience, 20(2): 193-195. Citado por: Wien, H. C. and D. C. E.

Wurr (1997). Cauliflower, Broccoli, Cabbage and Brussels Sprouts. En:

Wien, H. C. (ed.). The Physiology of Vegetable Crops. CAB International

New York, EE.UU. pp. 511-544.

Mora, M. (1990). Evaluación de alternativas de manejo de Plutella

xylostella L. (Lepidóptera: Plutellidae) a insecticidas comunes en

Honduras. Tesis Ing. Agr. El Zamorano, Honduras, Escuela Agrícola

Panamericana. 39 pp.

Moreno, D. A., M. Carvajal, C. López-Berenguer, C. García-Viguera. (2006).

Chemical and biological characterisation of nutraceutical compounds of

broccoli. Journal of Pharmaceutical and Biomedical Analysis 41: 1508-1522.

Muñoz Carpena, R. y A. Ritter Rodríguez (2005). Hidrología Agroforestal.

Madrid: Mundi-Prensa. 348 pp.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y coeficiente de cultivo ‘KC’.

210

Namesny Vallespir, A. (1993). Post-Recolección de hortalizas. Vol. I –

Hortalizas de hoja, tallo y flor. Barcelona: Ediciones de Horticultura, S. L. pp.

281-295.

Nolasco Bethencourt, J., A. Outeiriño Pérez, J. Monzó Berenguer, A. González

Benavente-García y J. López Marín (2005). Aplicación de fertilizantes

encapsulados en cultivo de bróculi en Murcia. Horticultura Internacional, 50:

10-14.

Nuez, F., C. Gómez Campo, P. Fernández de Córdova, S. Soler, J. V. Valcárcel

(1999). Colección de semillas de coliflor y bróculi. Centro de Conservación

y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana. Madrid: Instituto Nacional de

Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria. Ministerio de Agricultura,

Pesca y Alimentación. 120 pp.

Paschold, P. J., K. H. Zengerle y J. Kleber (2000a). Influence of irrigation on

the yield and the nitrogen balance of broccoli (Brassica oleracea L.

Convar. botrytis (L.) Alef. Var. italica Plenck). Acta Horticulturae, 537 (Vol.2):

831-837.

Paschold, P. J., K. H. Zengerle y J. Kleber (2000b). Effect of irrigation on the

yield of broccoli. Gemuse Munchen, 36 (2): 11-12.

Pascual, B., J. V. Maroto, S. López-Galarza, J. Alagarda, M. S. Bono y A. San

Bautista (1996). Changes in some nutrient contents of broccoli (Brassica

oleracea l. var. Italica Plenk) inflorescences affected by the brown bud

disorder. Acta Horticulturae 407: 327-332.

http://dx.doi.org/10.17660/ActaHortic.1996.407.41

Pascual Antón, J. A. (1994). Bróculi. Su cultivo y perspectivas. Horticultura,

97: 21-25.

Perera González, S., L. Trujillo Díaz, A. Coello Torres y V. Melían Hernández

(2012). Informe del seguimiento y control de la polilla de la col (Plutella

xylostella) en fincas de crucíferas en Tenerife. Servicio Técnio de

Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo Insular de Tenerife. 10 pp.

Pérez Bartolomé, M. A., M. Calvo Alonso, S. Del Cura López y M. R. Ibáñez de

Prado (2006). Evaluación de cultivares y fechas de plantación. Producción

y calidad del bróculi fuera de temporada. XXXVII Seminario de técnicos y

especialistas en horticultura, 163-168.

Pérez Buenafuente, A. (2005). Estudio sobre consumos hídricos agrícolas,

evaluación de sistemas de riego y estimación de la eficiencia de los

regadíos de la isla de Tenerife. Servicio Técnico de Agroindustria e

Infraestructura Rural del Cabildo Insular de Tenerife. pp. 29-30.

Bibliografía

211

Podsędek, A. (2007). Natural antioxidants and antioxidant capacity of

Brassica vegetables: a review. LWT- Food Science and Technology 40: 1-11.

Pomares García F., C. Baixauli Soria, R. Bartual Pastor y M. Ribó Herrero

(2007a). El riego y la fertirrigación de la coliflor y el bróculi. En: Maroto

Borrego, J. V., F. Pomares García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo de la

coliflor y el bróculi. Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-

Prensa. pp. 157-198.

Pomares García F., C. Baixauli Soria, R. Bartual Pastor y R. Albiach Vila

(2007b). La Fertilización de la coliflor y el bróculi. En: Maroto Borrego, J. V.,

F. Pomares García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo de la coliflor y el

bróculi. Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. pp.

199-249.

Pomares García, F., R. Bartual Pastor, C. Baixauli Soria y Mª J. Verdú Gallardo

(2007c). Producción integrada y ecológica de la coliflor y el bróculi. En:

Maroto Borrego, J. V., F. Pomares García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo

de la coliflor y el bróculi. Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones

Mundi-Prensa. p. 379.

Proexport. Memoria 2012. Asociación de productores y exportadores de frutas

y hortalizas de la Región de Murcia (España). Citado por:: Rodríguez

Hernández, Mª. C. (2013). Respuestas fisiológicas, moleculares y

fitoquímicas de variedades de Brassica oleracea (Grupo Italica) sometidas

a estrés abiótico. Tesis Doctoral. Directores: Martínez Ballesta, Mª. C. y

Moreno Fernández, D. A. Facultad de Biología. Universidad de Murcia.

Puenayán, A., F. Córdoba y A. Unigarro (2010). Respuesta del brócoli

Brassica oleracea var. Itálica L. Híbrido Legacy a la fertilización con NPK

en el municipio de Pasto, Nariño. Revista de Agronomía, 21 (1): 49-57.

Rahn, M. J. (1979). La physiologie du chou-fleur. Le chou fleur. Ed. Por

CTIFL-INVUFLEC. París, 7-18. Citado por: Maroto Borrego, J. V., F. Pomares

García, C. Baixauli Soria (2007). El cultivo de la coliflor y el bróculi.

Fundación Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. 404 pp.

Reynolds, W. D., C. F. Drury, C. S. Tan, C. A. Fox, y X. M. Yang (2009). Use of

indicators and pore volume-function characteristics to quantify soil

physical quality. Geoderma, 152 (3-4): 252-263.

Rincón, L., J. Saez, J. A. Pérez Crespo, M. D. Gómez López y C. Pellicer

(1999). Crecimiento y absorción de nutrientes del brócoli. Unidad de

Investigación y Producción Hortofrutícola. Equipo de Riegos. Centro de

Investigación y Desarrollo Agroalimentario (CIDA). Estación Sericícola, Murcia.

Invest. Agr.: Prod. Prot. Veg. 14: 225-236.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y coeficiente de cultivo ‘KC’.

212

Rodrigo López, J., J. M. Hernández Abreu, A. Pérez Regalado, J. F. González

Hernández (1992). Riego localizado. Madrid: Mundi-Prensa. 405 pp.

Rodríguez Hernández, Mª. C. (2013). Respuestas fisiológicas, moleculares

y fitoquímicas de variedades de Brassica oleracea (Grupo Italica)

sometidas a estrés abiótico. Tesis Doctoral. Directores: Martínez Ballesta,

Mª. C. y Moreno Fernández, D. A. Facultad de Biología. Universidad de Murcia.

Rosales, L. C., H. Suárez, R. Nava y V. Tellechea (1999). Nematodos

entomopatógenos. Revista de difusión de tecnología agrícola y

pesquera del FONAIAP. Vol. 63. [en línea]. Consultado el 16 de Enero 2016.

Disponible en:

http://sian.inia.gob.ve/repositorio/revistas_tec/FonaiapDivulga/fd_n63.htm

Rubino, P. y E. De Palma. (1989). Determinazione dei fabbisogni idrici del

cavolo broccolo (Brassica oleracea L. var. italica Pleck) con lisimetro a

pesata. Rivista Irrigazione e drenaggio, 36 (4): IV/5-IV/8.

Rueda, R. (2002). Calendarios productivos de diversas Brassicas

hortícolas. Incidencia de las principales fisiopatías que pueden afectar a

su calidad y estudios de los principales factores que intervienen en el

desencadenamiento de las mismas. Tesis Doctoral. Dir. J. V. Maroto. ETSIA.

Univ. Polit. De Valencia. Citado por: Maroto Borrego, J. V. (2007). Fisiopatías

de coliflores y bróculis. En: Maroto Borrego, J. V., F. Pomares García, C.

Baixauli Soria (2007). El cultivo de la coliflor y el bróculi. Fundación

Ruralcaja Valencia. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. pp. 335-347.

Rushing, J. W. (1990). Cytokinins affect respiration, ethylene production

and chlorophyll retention of packaged broccoli florets. HortScience. 25(1):

88-90.

Salazar G., C., A. Santacruz y M. Toro P. (2011). Slugs control methods

(Deroceras sp. Müller) in lettuce and broccoli crops. Agronomía

Colombiana 29(2): 241-247.

Salguero, J., M. V. Alarcón, L. Zájara, L. E. Carrasco y E. Ordiales (2014).

Evaluación agronómica de cuatro variedades de brócoli en las Vegas

Bajas del río Guadiana. XII Jornadas Del Grupo De Horticultura, Actas

Horticultura, 58: 42-45.

Sánchez, C. A., R. L. Roth y B. R. Gardner (1996). Economic responses of

broccoli and cauliflower to water and nitrogen in the desert. HortScience,

31 (2): 201-205.

Sánchez, J. (2000). Fertirrigación. Principios, factores, aplicaciones.

Seminario de Fertirrigación: Apukai-Comex, Lima, Perú. 26 pp.

Bibliografía

213

Santoyo Juárez, J. A. y C. O. Martínez Alvarado (2011). Tecnología de

producción de brócoli. Fundación Produce Sinaloa, A.C., Mexico.

Divulgación. 29 pp.

Sauco, E. y Santiago, M. (2007). Como multiplicar tus semillas. La Fertilidad

de La Tierra, 30: 54-58.

Scaife, A. and D. C. E. Wurr, (1990). Effects of nitrogen and irrigation on

hollow stem of cauliflower (Brassica oleracea var. botrytis). Journal of

Horticultural Science, 65: 25-29.

Soegiarto, L. and R. B. H. Wills (2004). Short Term Fumigation with Nitric

Oxide Gas in Air to Extend the Postharvest Life of Broccoli, Green Bean,

and Bok Choy. HortTechnology, 14(4): 538-540.

http://horttech.ashspublications.org/content/14/4/538.abstract

Suárez, D. L. y S. M. Lesch (2009). Technical note: A short note on

calculathing the adjusted SAR index. American Society of Agricultural ans

Biological Engineers. ASABE SW 7877 Vol. 52(2): 493-496

Tamayo Vélez, A. (2006). Suelos y Fertilización. En: Jaramillo, N. J. E., D. C.

A. Díaz (2006). El Cultivo de las Crucíferas. Corporación Colombiana de

Investigación Agropecuaria, (CORPOICA), Centro de Investigación La Selva,

Rionegro, Antioquia, Colombia. Manual Técnico 4. pp. 57-74.

Tarjuelo Martín-Benito, J. M.ª (2005). El riego por aspersión y su tecnología.

3ª Ed., Madrid: Mundi-Prensa. 581 pp.

Tesi, R. (1987). Principi di orticoltura e ortaggi d’Italia. Edagricole. Bologna.

340 p. Citado por: Namesny Vallespir, A. (1993). Post-Recolección de

hortalizas. Vol. I – Hortalizas de hoja, tallo y flor. Barcelona: Ediciones de

Horticultura, S. L. pp. 281-295.

Thompson, T. L., T. A. Doerge, R. E. Godin (2002). Subsurface drip irrigation

and fertigation of broccoli: I. Yield, quality and nitrogen uptake. Soil

Science of America Journal. 66 (1): 186-192.

Urretabizkaya, N., A. Vasicek y E. Saini (2010). Insectos perjudiciales de

importancia agronómica. I. Lepidópteros. Instituto Nacional de Tecnología

Agropecuaria. Buenos Aires, Argentina. 77 pp.

Van den Bosch, F. and Meinardus Petrus Boon (2008). Inbred Broccoli line

BRM50-3906. United States. Patent Application Publication. US 2008/0078002

A1. pp. 1-2.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y coeficiente de cultivo ‘KC’.

214

Veihmeyer, F. J. y A. H. Hendrickson (1931). The moisture equivalent as a

measure of the field capacity of soils. Soil Sci. 68: 75–94. Citado por: Muñoz

Carpena, R. y A. Ritter Rodríguez (2005). Hidrología Agroforestal. Madrid:

Mundi-Prensa. 348 pp.

Vidal Martínez, J., R. Nuñez Escobar, I. Lazcano Ferrat, J. D. Etchevers Barra y

R. Carrillo González (2006). Nutrición potásica del brócoli (Brassica

oleracera) con manejo convencional y fertirrigación en un vertisol en

invernadero. Agrociencia, 1 (40): 1-11.

Villalobos, F. J., L. Mateos, F. Orgaz y E. Fererez (2002). Fitotecnia: Bases y

tecnologías de la producción agrícola. Madrid: Mundi-Prensa. 496 pp.

Villalobos Reyes, S., J. Z. Castellanos Ramos, L. Tijerina Chávez y G. Crespo

Pichardo (2005). Coeficientes de desarrollo del cultivo de brócoli con riego

por goteo. Terra Latinoamericana, 23 (3): 329-333.

Villar Mir, J. M. y F. Ferrer Alegre (2005). Técnicas de medida y control del

agua en el suelo. En: Martín de Santana Olalla Mañas, F., F. López Fuster y

A. Calera Belmonte (eds.). Agua y Agronomía. Madrid: Mundi-Prensa. pp. 25-

86.

Wiebe, H.J. (1975). The morphological development of cauliflower and

broocoli cultivars depending on temperature. Scientia Horticulturae, 3: 95-

111. Citado por: Wien, H. C. and D. C. E. Wurr (1997). Cauliflower, Broccoli,

Cabbage and Brussels Sprouts En: Wien, H. C. (ed.). The Physiology of

Vegetable Crops. CAB International New York, EE.UU. pp. 511-544.

Wiebe, H. J. (1990). Vernalization of Vegetable Crops: A review. Acta

Horticulturae, 267:323-328.

Wien, H. C. and D. C. E. Wurr (1997). Cauliflower, Broccoli, Cabbage and

Brussels Sprouts. Citado por: Wien, H. C. (ed.). The Physiology of

Vegetable Crops. CAB International New York, EE.UU. pp. 511-544.

Wurr, D. C. E., J. R. Fellows, K. Phelps and R. J. Reader (1993). Vernalization

in summer/autumm cauliflower (Brassica oleracea var. botrytis L.). Journal

of Experimental Botany 44: 1507-1514. Citado por: Wien, H. C. and D. C. E.

Wurr (1997). Cauliflower, Broccoli, Cabbage and Brussels Sprouts En:

Wien, H. C. (ed.). The Physiology of Vegetable Crops. CAB International

New York, EE.UU. pp. 511-552.

Wurr, D. C. E. (1994) Shedding some light on blindness brassicas and

bedding plants. Horticultural Development Council Proyect News No. 28, p. 4.

Citado por: Wien, H. C. and D. C. E. Wurr (1997). Cauliflower, Broccoli,

Cabbage and Brussels Sprouts En: Wien, H. C. (ed.). The Physiology of

Vegetable Crops. CAB International New York, EE.UU. pp. 511-552.

Bibliografía

215

Zinck, F. W. (1968). Hollow stem in broccoli. California Agriculture 22(1): 8-9.

Estudio del comportamiento de cultivares de brócoli y determinación de las necesidades hídricas y coeficiente de cultivo ‘KC’.

216

Anexos

217

ANEXO 1. ENSAYOS DE CULTIVARES

A continuación, con el objetivo de contrastar la información facilitada por las

casas comerciales, y de cara a la discusión de los resultados del presente

ensayo, se describirán los resultados obtenidos en algunos ensayos de

variedades, detallando las principales características de aquellos cultivares

también presentes en este ensayo.

Ayuso et al., (2006), realizaron durante la campaña 2004-2005 un ensayo

de cultivares de brócoli en las Vegas Bajas del Guadiana, Extremadura, con el

fin de estudiar su calidad y producción, así como determinar cuáles

presentaban un mejor comportamiento, agronómico y cualitativo, bajo las

condiciones extremeñas.

En la tabla A1.1 se incluyen los resultados obtenidos en dicho trabajo para

los cultivares Belstar y Lord, pues son cultivares que se estudiarán en este

ensayo.

Tabla A1.1. Ensayo cultivares Ayuso et al., (2006). Parámetros de calidad de las inflorescencias

Cultivar

Peso

medio

(g/cabeza)

Diámetro

tronco

(cm)

Densidad Compac. Relación

forma

Consiste-

ncia (1-5)

Granu-

lometría

Belstar 513 3,89b 0,310 0,370 0,623a 4 Media-

gruesa

Lord 529 3,61c 0,280 0,330 0,547ab 3-4 Gruesa

Los resultados comparativos en cuanto a calidad de las inflorescencias

demuestran que sólo existieron diferencias significativas entre cultivares, en el

peso medio, siendo mayor en el cultivar Lord, en el diámetro del tronco siendo

mayor en el cultivar Belstar; y en la granulometría, siendo más gruesa la del

cultivar Lord.

Fraire et al. (2010), realizaron en 2005 un ensayo en México, donde se

evaluaron ocho cultivares comerciales de brócoli en tres densidades de

plantación (55, 65, 75 mil plantas/ha), en parcelas de 48 m2. Al momento de la

cosecha se midió diámetro del florete, diámetro del hueco en el tallo y número

de minifloretes, y se registró la pérdida de peso a temperatura ambiente (18-

25ºC) en las 40 horas posteriores a la cosecha. Los resultados mostraron que

la densidad de plantación tiene un efecto inversamente proporcional al

diámetro de florete y al hueco en el tallo. La densidad de 55.000 plantas/ha

produjo mayor diámetro de florete y de hueco en el tallo, mientras que la

densidad de 75.000 plantas/ha, el cultivar Ironman tuvo el menor diámetro de

hueco en el tallo. La menor pérdida de peso se registró en floretes a una

densidad de plantación de 65.000 plantas/ha.

Anexos

218

En 2009, Maroto et al., estudiaron el comportamiento productivo y calidad

de una colección de cultivares de brócoli, en tres fechas distintas de trasplante,

en el Centro de Fundación Ruralcaja, Paiporta (Valencia).

En las tablas A1.2 y A1.3 se incluyen los resultados obtenidos en dicho

trabajo para los cultivares Naxos y Parthenon, en la primera plantación, pues

son cultivares que se estudiarán en este ensayo. El cultivar Chronos

inicialmente entraba dentro del estudio, en la primera plantación, pero sus

semillas no germinaron. En la tabla A1.3, solo se exponen los descriptores que

presentan diferencias significativas entre ambos cultivares.

Tabla A1.2. Ensayo de cultivares Maroto et al., (2010). Resultados producción 1ª plantación.

Cultivar

Rend.

Comercial

(kg/m2)

Peso

medio

(kg)

% Comercial

Rend.

Destrío

(kg/m2)

Ciclo

(días)

Recolección

(días)

Naxos 2,13 a 0,547 a 64,29 a 0,15 bc 62 12

Parthenon 1,68 ab 0,404 bc 69,05 a 0,12 bc 69 25

Como observamos en la tabla A1.2, solamente se aprecian diferencias

significativas respecto al peso medio, siendo mayor en el cultivar Naxos. En

relación con el tiempo de recolección, para el cultivar Parthenon fueron el doble

días que para Naxos.

Tabla A1.3. Ensayo de cultivares Maroto et al., (2010). Descripción y calidad 1ª plantación.

Cultivar Flor Abierta

(0-5)

T. Hueco

(0-5)

Deformación

(0-5) Color Forma Ojo gato

Naxos 1,00 a 0,25 cd 1,00 b Verde

medio

Globosa

media Si

Parthenon 0,50 b 1,41 ab 0,50 c

Verde

medio-

oscuro

Globosa Ligero

Como se observa en la tabla A1.3, se encontraron diferencias significativas

entre ambos cultivares, siendo Naxos el cultivar con mayor número de flores

abiertas, menor presencia de tallo hueco, mayor deformación de la pella y

mayor tendencia a padecer “Ojo gato”.

En las tablas A1.4 y A1.5 se incluyen los resultados obtenidos en dicho

trabajo para los cultivares Belstar, Naxos, Parthenon y Agassi, en la tercera

plantación, pues son cultivares que se estudiarán este ensayo. En la tabla

A1.5, solo se exponen los descriptores que presentan diferencias significativas

entre los distintos cultivares.

Anexos

219

Tabla A1.4. Ensayo de cultivares Maroto et al., (2010). Resultados producción 3ª plantación.

Cultivar

Rend.

Comercial

(kg/m2)

Peso medio

(kg)

%

Comercial

Rend.

Destrío

(kg/m2)

Ciclo

(días)

Recolección

(días)

Belstar 3,32 abc 0,575 abc 95,24 0,00 117 4

Naxos 3,18 abcd 0,573 abc 91,67 0,00 117 4

Parthenon 3,18 abcd 0,531 bcdef 98,81 0,00 110 11

Agassi 2,53 ef 0,551 abcde 75,00 0,00 106 15

Se observan diferencias significativas sobre el cultivar Agassi, siendo este

el de menor rendimiento y porcentaje comercial, menor días de ciclo aunque

más días de recolección. El cultivar Parthenon, no presenta diferencias

significativas entre los cultivares Belstar y Naxos, pero es el que tiene mayor

porcentaje comercial de los tres, teniendo un ciclo algo más corto y más del

doble de días de recolección que los anteriores.

Tabla A1.5. Ensayo de cultivares Maroto et al., (2010). Descripción y calidad 3ª plantación.

Cultivar

Flor

Abierta

(0-5)

T. Hueco

(0-5)

Tamaño

grano (0-5)

Grano

marrón

(0-5)

Deform.

(0-5) Forma

Ojo

gato

Belstar 2,00 bc 0,00 2,50 b 0,50 a 1,00 a Globosa-

media

Medio-

ligero

Naxos 0,00 d 0,15 2,00 c 0,00 b 1,00 a Media-

globosa Medio

Parthenon 0,00 d 0,00 1,00 e 0,00 b 0,00 d Globosa Medio

Agassi 1,00 b 0,00 2,00 c 0,00 b 0,00 d Globosa Ligero

En cuanto a la descripción y calidad de la tercera plantación, se observaron

las siguientes diferencias significativas: los cultivares Belstar y Agassi

presentaron flores abiertas frente a los cultivares Naxos y Pathernon que no

tuvieron aberturas florales. El cultivar Naxos fue el único que presentó síntomas

de tallo hueco, los cultivares Belstar y Pathernon tuvieron distinto tamaño de

grano que los cultivares Naxos y Agassi, que no presentaron diferencias

significativas entre ellos. El cultivar Belstar fue el que presentó mayor tamaño

de grano y el cultivar Parthenon el que menor tamaño de grano tuvo. Los

cultivares Belstar y Naxos presentaron el mismo grado de deformidad; por el

contrario Parthenon y Agassi no presentaron deformación.

Baixauli et al., (2012) realizaron un ensayo para la Fundación Ruralcaja

Grupo CRM, en 2010, en la población de Paiporta (Valencia), en el que

estudiaron el comportamiento productivo y la calidad de una colección de los

principales cultivares de brócoli, así como su adaptación a dos fechas de

plantación importantes dentro de los ciclos habituales de producción para el

cultivo de brócoli.

Anexos

220

En las tablas A1.6, A1.7, A1.8 y A1.9 se incluyen los resultados obtenidos

en dicho trabajo para los cultivares Parthenon y Chronos, en la primera

plantación, y para los cultivares Agassi, Belstar, Parthenon y Naxos, en la

segunda plantación, pues son cultivares que se estudiarán en este ensayo. En

las tablas A1.7 y A1.9, solo se exponen los descriptores que presentan

diferencias significativas entre los distintos cultivares.

Tabla A1.6. Ensayo de cultivares Baixauli et al., (2012). Resultados producción 1ª plantación.

Cultivar

Rend.

Comercial

(kg/m2)

Peso

medio

(kg)

% Comercial

Rend.

Destrío

(kg/m2)

Ciclo

(días)

Recolección

(días)

Parthenon 2,09 cde 0,381 cdef 90,48 0,03 91 21

Chronos 1,73 f 0,316 g 90,48 0,04 68 14

Se observaron diferencias significativas entre ambos cultivares, teniendo

mayor rendimiento comercial y peso medio el cultivar Parthenon, el cual tuvo

un ciclo más largo y tardó una semana más en recolectarse. Estás diferencias

no afectaron al porcentaje comercial debido a los bajos valores de destrío

obtenidos.

Tabla A1.7. Ensayo de cultivares Baixauli et al., (2012). Diferencias descripción y calidad 1ª

plantación.

Cultivar Vigor (0-5) Bacteriosis (0-5) Compacidad Ojo gato

Parthenon 3,33 cde 1,33 cd Compacta-

media Medio

Chronos 2,00 f 2,00 bc Compacta Ligero

En cuanto a la calidad del cultivar, como observamos en la tabla A1.7, se

encontraron diferencias significativas entre ambos cultivares, siendo el cultivar

Chronos menos vigoroso, más débil al ataque de patógenos, más compacto y

menos propenso a la fisiopatía del “Ojo de Gato”.

Tabla A1.8. Ensayo de cultivares Baixauli et al., (2012). Resultados producción 2ª plantación.

Cultivar

Rend.

Comercial

(kg/m2)

Peso

medio

(kg)

% Comercial

Rend.

Destrío

(kg/m2)

Ciclo

(días)

Recolección

(días)

Agassi 2,61 0,435 98,72 ab 0,00 90 6

Parthenon 2,12 0,369 94,87 bc 0,00 93 10

Belstar 2,05 0,343 98,72 ab 0,03 93 14

Naxos 1,99 0,350 93,59 c 0,00 90 17

El cultivar Agassi destacó sobre el resto al tener mejor rendimiento

comercial, mayor peso medio y menor tiempo de recolección. No obstante, no

hubo diferencias significativas entre Agassi, Parthenon y Belstar, en cuanto a

porcentaje comercial se refiere, debido a los bajos valores de destrío obtenidos.

Anexos

221

En cambio, el cultivar Naxos tuvo diferencias significativas en el porcentaje

comercial respecto a los cultivares Agassi y Belstar.

Tabla A9. Ensayo de cultivares Baixauli et al., (2012). Diferencias descripción y calidad 2ª

plantación.

Cultivar Vigor (0-5) Color Forma Compacidad Diámetro tallo

Parthenon 3,00 Verde

oscuro Globosa Compacta Medio-grueso

Naxos 2,67 Verde

oscuro Globosa

Compacta-

media Medio-fino

Agassi 2,67 Verde

oscuro Globosa

Compacta-

media Medio

Belstar 2,33 Verde

medio Globosa-media

Compacta-

media Medio

El cultivar Pathernon fue el más vigoroso, por encima de Naxos y Agassi,

que obtuvieron resultados iguales, y Belstar, que fue el cultivar con menor

vigor. Además, el cultivar Parthenon fue el más compacto y el que mayor

diámetro de tallo alcanzó. Curiosamente, fue Naxos y no Belstar el cultivar con

menor diámetro de tallo.

Anexos

222

ANEXO 2. ANÁLISIS DE AGUA Y SUELO

Imagen A2.1. Análisis de suelo de la parcela del ensayo de cultivares del Ensayo 1

Anexos

223

Imagen A2.2. Análisis de suelo del lisímetro de drenaje correspondiente a la profundidad de 0-10 cm.

Anexos

224

Imagen A2.3. Análisis de suelo del lisímetro de drenaje correspondiente a la profundidad de 10-20 cm.

Anexos

225

Imagen A2.4. Análisis de suelo del lisímetro de drenaje correspondiente a la profundidad de 20-30 cm.

Anexos

226

Imagen A2.5. Análisis de suelo del lisímetro de drenaje correspondiente a la profundidad de 30-40 cm.

Anexos

227

Imagen A2.6. Análisis del agua de riego de la finca SAT Miradero.

Anexos

228

Imagen A2.7. Análisis de la solución nutritiva que se aplicó en el ensayo de cultivares del Ensayo 1.

Anexos

229

Imagen A2.8. Análisis del agua del drenaje obtenido en el ensayo de cultivares del Ensayo 1.

Anexos

230

ANEXO 3. CALIDAD DEL AGUA DE RIEGO

La calidad del agua de riego afecta tanto a los rendimientos de los cultivos

como a las condiciones físicas del suelo, incluso si todas las demás

condiciones y prácticas de producción son favorables. Además, los distintos

cultivos requieren distintas calidades de agua de riego.

Por lo tanto, es muy importante realizar un análisis del agua de riego antes

de seleccionar el sitio y los cultivos a producir. La calidad de algunas fuentes

de agua puede variar significativamente de acuerdo a la época del año (como

en una época seca / época de lluvias), así que es recomendable tomar más de

una muestra, en distintos períodos de tiempo.

Los parámetros que determinan la calidad del agua de riego se dividen en

tres categorías: químicos, físicos y biológicos. En este anexo, se discuten las

propiedades químicas del agua de riego.

DATOS INFORMATIVOS

El agua de riego procede de las galerías pertenecientes al Canal Unión de

Costa situada a 1.365 m de altitud en el término municipal de Icod de los

Vinos.

Se tomó una muestra de dos litros en una botella de plástico bien limpia y

enjuagada, tres veces, con el agua de la muestra, llenándola de modo que no

quede aire, conservándola en frigorífico a 4 oC hasta llevarla al Laboratorio de

Diagnóstico Agrícola I+D de Canarias Explosivos S.A., donde se procedió con

su análisis.

Tabla A3.1. Resultados análisis de agua.

Parámetros Valor

pH

8,5

CE mS/cm 1,79

Carbonatos

meq/L

0,47

Bicarbonatos 18,26

Cloruros 0,66

Sulfatos 1,65

Nitratos 0,064

Sodio 13,87

Potasio 1,14

Calcio 1,14

Magnesio 4,62

Anexos

231

COMPROBACIÓN DE RESULTADOS

La suma de los cationes en (meq/L) debe estar comprendida entre 8 a 12,5

veces la conductividad eléctrica.

Resultado: 11,603 Cumple.

Cuando el pH < 8,3 no debe tener ión carbonato, y cuando el pH 8,5 debe

tenerlos.

Resultado: pH = 8,5 con presencia de carbonatos, 0,47 meq/L. Cumple.

La diferencia entre la suma de los cationes y la de los aniones (en valor

absoluto), dividida entre la suma de todos esos iones debe ser < 0,15, cuando

no se han determinado los sulfatos, y < 0,1 cuando sí se han analizado éstos.

Resultado: 0,01 Cumple.

La suma de aniones ha de coincidir, aproximadamente, con la de cationes,

ambas expresadas en meq/L. Generalmente se permite un error de un 5 % por

exceso o por defecto.

aniones: 21,10 meq/L

cationes: 20,77 meq/L

Resultado: 1,02 Cumple

Anexos

232

INTERPRETACIÓN

La siguiente interpretación de los resultados se realiza siguiendo las

directrices de Ayers y Westcott (1985).

Tabla A3.2. Directrices para interpretar la calidad de las aguas para el riego. Ayers y Westcott (1985).

Grado de restricción de uso

Ninguno Moderado Severo

Acidez/Alcalinidad

pH 6,5 - 8,4

Salinidad

Conductividad CEw (mS/cm) < 0,7 0,7 - 3,0 > 3,0

Total sólidos disueltos (mg/l) < 450 450 - 2000 >2000

Reducción de la infiltración

SARo= 0 – 3 y CEw (mS/cm)= > 0,7 0,7 - 0,2 < 0,2

SARo= 3 – 6 y CEw (mS/cm)= > 1,2 1,2 - 0,3 < 0,3

SARo= 6 – 12 y CEw (mS/cm)= > 1,9 1,9 - 0,5 < 0,5

SARo= 12 – 20 y CEw (mS/cm)= > 2,9 2,9 - 1,3 < 1,3

SARo= 20 – 40 y CEw (mS/cm)= > 5,0 5,0 - 2,9 < 2,9

Toxicidad Específica (cultivos sensibles)

Sodio (vía raíz) SARo < 3 SAR

o = 3 - 9 SAR

o > 9

Sodio (vía hoja) < 3 meq/L > 3 meq/L

Cloruro (vía raíz) < 4 meq/L 4 - 10 meq/L > 10 meq/L

Cloruro (vía hoja) < 3 meq/L > 3 meq/L

Boro < 0,7 meq/L 0,7 - 3 meq/L > 3 meq/L

Varios

Nitrógeno nítrico < 5 meq/L < 3 meq/L > 3 meq/L

Bicarbonato, por aspersión. < 1,5 meq/L 1,5 - 8,5 meq/L > 8,5 meq/L

Tasa de infiltración de agua en el suelo (SAR0)

Los problemas de infiltración son función de la calidad del agua de riego,

CEw y SAR (Sodium Adsorption Ratio), y de la textura del suelo donde se

utilizará este agua, contenido en arcilla, tipo de ésta, y de la capacidad de

intercambio catiónico del suelo.

La infiltración aumenta con la conductividad eléctrica y disminuye cuando

aumenta el SAR.

Anexos

233

Gráfico A3.1. Reducción relativa de la infiltración provocada por la salinidad y el SAR. FAO. 1987. Riego y Drenaje 29. Rev. 1.

Las aguas de baja salinidad, CE< 0.2 dS/m (mS/cm), crean graves

problemas de infiltración debido a su gran poder de disolución ya que son

capaces de disolver las arcillas del suelo. Igualmente, altas relaciones Na/Ca,

que dan origen a SAR elevados, afectan a la infiltración debido al hinchamiento

de las arcillas del suelo y originan una disminución de la porosidad de éste.

El calcio no permanece siempre soluble en el suelo, como ocurre con el

sodio, éste se encuentra siempre soluble y en equilibrio con el sodio en el

complejo de cambio. El ion calcio puede precipitarse en forma de carbonato

cálcico o sulfato cálcico cuando se alcanza su producto de solubilidad y puede

posteriormente redisolverse. Por lo que para evaluar la incidencia negativa del

sodio en el suelo no es del todo correcto asumir que el SAR en la solución del

perfil superior del suelo es el mismo que el del agua de riego. Esto es debido a

que el agua de riego disolverá o precipitará carbonatos alcalinotérreos cuando

se adicionen al suelo, se concentrarán o se establecerán nuevos equilibrios en

el sistema del suelo. En consecuencia, el contenido en calcio en el agua

intersticial cambiará y por tanto tendrá un efecto diferente sobre los lugares de

cambio respecto al sodio y al magnesio. Por todo esto una corrección en el

cálculo del SAR (respecto de la concentración de calcio) suele ser necesaria

para la evaluación de la calidad de ciertas aguas.

Anexos

234

Este SAR0 (SARcorregido) es una modificación del SAR, en donde se

incluyen las variaciones en la precipitación o disolución del calcio en el suelo,

en función de los niveles de bicarbonato y carbonato y de la conductividad

eléctrica del agua.

Resultado: 0,33 meq/L

Resultado: 8,81

Índice de Saturación de Langelier

La precipitación del calcio en el agua puede ser anticipada mediante el

Índice de Saturación de Langelier, según el cual, el carbonato de calcio

precipita cuando alcanza su límite de saturación en presencia de bicarbonato.

Este índice se define por la diferencia entre el pH actual del agua (pHa) y el pH

teórico que el agua alcanzaría en equilibrio con el CaCO3 (pHs). Se calcula

mediante la ecuación:

pK’2 y pK’s son los logaritmos, con signo negativo, de la segunda constante de

disociación del ácido carbónico y de la constante de solubilidad del carbonato

cálcico. Ambas corregidas para el valor de la fuerza iónica. Se obtienen a partir

de los valores de Na + Ca + Mg en meq/L.

p(Ca) es el logaritmo con signo negativo de la concentración molar de calcio y

se obtiene a partir del valor de Ca en meq/L.

Anexos

235

p(Alc) es el logaritmo negativo de la concentración de carbonatos más

bicarbonatos. Se obtiene a partir de los valores de CO3+ HCO3 en meq/L.

Valores positivos indican tendencia a precipitar y los negativos sugieren

que el carbonato cálcico se mantiene en disolución.

Tabla A3.3. Resultados Índice de saturación de Langelier.

Valor meq/L Índice de Saturación de Langelier

μ’ 0,027

pK'2-pK's 2,346 Is<0 Agua Corrosiva

p(Ca) 3,244 Is=0 Agua en Equilibrio

p(Alc) 1,727 Is>0 Agua Incrustante

pHs 7,318

Is 1,182

Calculo de la Alcalinidad corregida (Alcc) para evitar precipitación

Este Alcc es el valor final de alcalinidad que debe tener el agua para evitar

precipitación de CaCO3.

Resultado: 1,23 meq/L

Cálculo de la concentración de [CO3] + [HCO3] a eliminar (Alce)

La cantidad de carbonato y bicarbonato a eliminar será:

Donde,

Alc = concentración de [CO3] + [HCO3] del agua de riego (meq/L)

Resultado: 17,50 meq/L a eliminar

Anexos

236

DIAGNÓSTICO FINAL

A primera vista se observa la clara procedencia de galería del agua

utilizada pues presenta elevados niveles de bicarbonatos y alto contenido en

sodio y magnesio. Además, que la concentración de cloruros sea < 2 meq/L es

síntoma de agua libre de intrusiones marinas o aguas residuales, situaciones

que suelen darse en pozos o en galerías por debajo del nivel del mar.

Según las directrices de la tabla A3.2, al presentar una conductividad

eléctrica (CEw) de 1,8 mS/cm, un pH de 8,5 y contenido total de sólidos

disueltos (TSD (g/L) = 0,7CEw) de 1,25 g/L, sería un agua con problemas

crecientes tanto por salinidad como por infiltración. La reducción de la

infiltración podría verse moderadamente afectada por el empleo de esta agua.

No debe existir problema de toxicidad específica pues según el valor de

SAR0 (8,81) es inferior al límite superior, no obstante, se debe tomar ciertas

precauciones con cultivos sensibles. No se recomendaría su uso en aspersión

en cultivos sensibles al sodio y a los bicarbonatos.

Como muestra el Índice de Saturación de Langelier, se trata de un agua

incrustante, por lo que, para prevenir la precipitación de CaCO3 se deberán

añadir 17,50 meq/L de ácido al agua de riego.