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FIGURAS, TEMAS Y VALORES EN LA PUBLICIDAD IMPRESA EN REVISTAS COLOMBIANAS. ANA LUCIA JIMÉNEZ B. UNIVERSIDAD AUTONOMA DE OCCIDENTE CALI, COLOMBIA. Un rastreo histórico de los distintos criterios de belleza femenina que ha construido el hombre a lo largo de la historia, permite clasificarlos en dos concepciones: tradicional y moderna. Para la primera la hermosura física carece de un valor particular, dado que, se la relaciona con la fecundidad y posteriormente, con el pecado. En la concepción moderna, la belleza femenina es un rasgo distintivo de la mujer con relación al hombre, en cuanto a gestos, palabras, modales y comportamientos. En este triunfo de la estética femenina, se refuerza el estereotipo de mujer frágil y pasiva e inferior en mentalidad, y por ello mismo, destinada a los trabajos del hogar y al cuidado de los hijos. Históricamente este estereotipo empieza a cambiar en el Siglo XX, en el centro de la problemática social y económica que generaron la dos guerras mundiales, en el cual la mujer 1

Ana lucia jimenez

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FIGURAS, TEMAS Y VALORESEN LA PUBLICIDAD IMPRESA EN REVISTAS COLOMBIANAS.

ANA LUCIA JIMÉNEZ B.UNIVERSIDAD AUTONOMA DE OCCIDENTE

CALI, COLOMBIA.

Un rastreo histórico de los distintos criterios de belleza

femenina que ha construido el hombre a lo largo de la

historia, permite clasificarlos en dos concepciones:

tradicional y moderna. Para la primera la hermosura física

carece de un valor particular, dado que, se la relaciona con

la fecundidad y posteriormente, con el pecado. En la

concepción moderna, la belleza femenina es un rasgo

distintivo de la mujer con relación al hombre, en cuanto a

gestos, palabras, modales y comportamientos. En este triunfo

de la estética femenina, se refuerza el estereotipo de mujer

frágil y pasiva e inferior en mentalidad, y por ello mismo,

destinada a los trabajos del hogar y al cuidado de los hijos.

Históricamente este estereotipo empieza a cambiar en el Siglo

XX, en el centro de la problemática social y económica que

generaron la dos guerras mundiales, en el cual la mujer

1

comienza a ganar terreno en el medio laboral, al tiempo que

continúa atendiendo el hogar y los hijos, una vez termina su

jornada fuera de casa.

Finalizando el siglo XX las transformaciones que se atribuyen

a la postmodernidad, dice G. Lipovestky1 caracterizan también

la “fractura” de los límites ideológicos, sociales y

culturales de los criterios y estereotipos de belleza humana.

Por ejemplo, la ruptura de los límites naturales se posiciona

con las cirugías estéticas y cuidados faciales y corporales,

que permitirán el triunfo sobre los defectos físicos y los

estragos del tiempo. Los límites artísticos también se rompen

y la glorificación del bello sexo, obra de poetas y artistas

en el siglo XV, es ahora obra de la prensa, así como de las

industrias del cine, la moda y los cosméticos. La eclosión de

los límites empieza a crear un nuevo momento histórico, dado

que tras el ciclo elitista de la belleza, cuando sólo era

practica de mujeres adineradas, viene el momento democrático,

1 Lipovestky Gilles. La tercera mujer. Barcelona: Anagrama. 1999

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en el cual los cuidados estéticos se expanden a otras clases

sociales, continuando con los cuidados del cuerpo,

tratamientos para permanecer joven, pese al paso del tiempo y

tener un peso corporal ideal. Actos que poco a poco empiezan

a ser aceptados como valores eufóricos y deseables.

Tratando de sondear la eclosión de los límites de la belleza

entre la población Caleña, se encuestaron 97 personas, que

fueron clasificadas en tres grupos. El primer grupo formado

por profesionales de la belleza (médicos estéticos,

estilistas, masajistas y esteticistas) un segundo grupo

constituido por no profesionales (estudiantes, desempleados y

amas de casa) y un tercer grupo de profesionales de distintas

áreas (Abogados, publicistas, diseñadores, contadores,

economistas, etc). El 69% de todos los grupos de encuestados

opinan que los cuidados del cuerpo preocupan a todas las

clases sociales, pero sólo las gentes provenientes de

estratos medio y alto tienen el dinero suficiente para

tomarlos. El 23% de los estudiantes, desempleados y amas de

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casa dice que es cuestión de estrato social alto, porque los

tratamientos son todavía muy costosos y no todo el mundo los

puede hacer. Es notorio que el 37% de los encuestados del

tercer grupo, otorga gran valor al aspecto físico de la

mujer, argumentando que a ella se le exige hoy, muy buena

presencia, esto es, agradable aspecto físico, buen cuerpo y

estar vestida a la moda. Sólo el 11% de este grupo dice que

los criterios de belleza que se le exigen a la mujer de hoy

provienen de las cirugías, en consecuencia, son los implantes

de silicona o soluciones salinas y los correctivos generales

los que hacen ver el cuerpo voluptuoso.

En términos generales la expansión del gusto por el cuidado

del cuerpo y el culto a la belleza, cambia los estereotipos

femeninos. No se trata sólo de un mantenimiento de la belleza

sino del posicionamiento de una mujer sensual que proyecta

una nueva feminidad de encantos agresivos, de erotismo

desinhibido y juvenil. Y estos nuevos valores tienen el

respaldo de la industria de productos cosméticos, el avance

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tecnológico en la producción de equipos de gimnasia que

ayudan a moldear el cuerpo y la ciencia de la medicina

estética que también hace su aporte en este aspecto. Además,

esta industria busca, y tiene el apoyo, de los medios de

comunicación, que difunden normas e imágenes ideales de lo

femenino, democratizando y homogenizando los criterios e

imponiéndolos no sólo como moda sino como valor de gran

aceptación social y cultural. En este punto, se ha creído que

la publicidad con su lenguaje directo y dinámico, confirma la

definición de la mujer como género consagrado a la belleza,

valorando los cuidados corporales, construyendo y ampliando

la era democrática del bello sexo. A la publicidad, también

se le atribuye no sólo la exaltación del uso de los productos

cosméticos sino que anima a todas las mujeres a realzar el

rostro y el cuerpo. Pero ella no ha estado sola, dado que lo

que nace de una “manipulación” tecnológica, cosmética,

quirúrgica y mediática termina instaurándose en la cultura

como un valor asumido por sus miembros. No es gratuito

entonces que, más allá de la imposición de los medios

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masivos, se trata de una aceptación cultural que somete a las

mujeres al consumo, porque intensifica la angustia por la

edad y refuerza los estereotipos de mujer frívola y

superficial, e impone la primacía de cánones estéticos

occidentales. Consecuencia de ello, hoy no se acepta la

fatalidad del paso del tiempo que deja visibles huellas en la

totalidad del cuerpo. Este es objeto que sólo se merece en

función del trabajo constante al cual es sometido. Las

mujeres intensifican la vigilancia sobre sí misma y ello las

convierte en responsables individuales de sus riendas, según

las normas estéticas.

Unos jóvenes entrevistados, en un grupo focal, para la

realización de esta investigación sobre “la belleza humana”,

afirman que la influencia de los medios y la publicidad

producen inseguridad en la persona, en la medida en que no se

acerca a los estereotipos que allí se promueven. Entonces en

ese caso, es mejor hacerse operar. Claro que en Cali, dice

una entrevistada, el prototipo no viene sólo de la

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publicidad, ellos son creados por la sociedad y a veces las

cirugías estéticas se hacen porque son moda y dan estatus, no

tanto porque se quiera corregir algo, sino por entrar en la

“onda” de las operaciones y poder decir que ya se las

hicieron. También entre las 97 personas encuestadas acerca de

los factores que intervienen en la formación de criterio de

belleza, el 67% de ellos afirma que la presión social es

determinante en la conformación de criterios de belleza. Le

sigue el 47% que considera, ellos provienen de los medios de

comunicación, sin especificar qué medio y el 38% claramente

afirma que la publicidad es la principal causa de la

construcción de los estereotipos de belleza, y llegan a poner

como ejemplo a Paris, modelo que promociona una Cerveza

nacional.

En cuanto a publicidad se refiere, la investigadora considera

que los temas de la belleza se presentan de manera variada

dependiendo del producto. Es fácil entonces encontrar que las

publicidades se pueden agrupar en categorías, y por ello

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conforman temas tales como: cuerpo estético, cuerpo

reconstruido, cuerpo seducción y cuerpo narcisista que son

figurativizados con imágenes de mujeres que promueven valores

estéticos del canon de belleza femenino.

1. CUERPO ESTETICO.

El concepto de estética femenina se remonta a los movimientos

de los años setenta y designa una rama de la teoría

feminista. Su fundamento es el postulado de una percepción

específica de cada género considerando el ámbito estético de

belleza natural, es decir, belleza proporcionada por la

armonía en las expresiones físicas. Así se vincula la

estética femenina con la de cuerpo estético, la cual consiste

en la diferenciación de los sexos, u oposiciones sexuales

biológicas, y con las conductas de rol impuestas socialmente

a hombres y mujeres en diversas etapas históricas. La

estética femenina o el cuerpo estético, no puede ser definida

de una vez por todas, sino que debe ser determinada mediante

investigaciones precisas de la percepción estética, de la

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producción y recepción artísticas de las mujeres en cada

situación histórico cultural y debe mantenerse abierta a

modificaciones.

Ello permite comprender que los cánones de gordura que otrora

fascinaban como criterio dominante, cedieron el paso a

extremos de adelgazamiento que fácilmente podrían ser

reconocidos como desnutrición.

Hoy en día, la noción de cuerpo estético atraviesa las

nociones de cuerpo reconstruido, cuerpo seducción y cuerpo

narcisista, en la medida en que, hablar de cuerpo estético

implica tener en cuenta “la moda” del criterio estético. En

nuestros días, la estética del cuerpo no es única, de un lado

se puede relacionar con los valores de juventud y delgadez,

y de otro, con la voluptuosidad de senos y caderas con

cintura muy estrecha, aunque sigue imperando el criterio

anti-edad. Para Lourdes Ventura, un cuerpo estético no

necesariamente entra en la proporción 90-60-90, dominante en

los años cincuenta, y hasta hace pocos consideradas las

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medidas de reina. Hoy esas medidas han sido rebasadas en

pechos y caderas, conservando un poco la medida de la

cintura. Sin embargo no se ha logrado establecer una simetría

como las medidas que dominaban en los años 50 y que marcó un

canon de belleza durante casi medio siglo.

Explorando entre los encuestados la noción de la estética del

cuerpo, los profesionales de la belleza simplemente dicen que

todo depende de los gustos de la persona que los visita.

Mientras que el grupo de desempleados, amas de casa y

estudiantes opina, en un 22%, que lo primero que aconsejan a

una persona que no luce de acuerdo con los cánones dominantes

es que cambie su estilo de vida, ya sea cambiando la

alimentación o haciendo deporte, pero también dicen que eso

depende de la personalidad de las personas, porque no se

puede decir nada a una persona que no se preocupa por su peso

y uno la ve comiendo, excesos de grasa y carbohidratos

acompañados de gaseosas.

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Un mensaje publicitario que promueva la categoría de cuerpo

estético se puede encontrar en la publicidad de Vita Elements.

Nutrición para tu piel que presenta como imagen promocional a un

actriz y presentadora de televisión conocida desde hace casi

50 años, cuyo nombre es Maria Cecilia Botero. Ella ha sido

representante de la mujer recatada, promotora de unos valores

femeninos de delicadeza y ternura, naturalmente bella y en

ningún momento su promoción ha sido la de mujer sensual o la

divulgación de sus cirugías estéticas. La publicidad que ella

presenta articula un canon de belleza natural, con poco

maquillaje, sin modificaciones quirúrgicas que rompan con la

armonía del rostro o la desproporción del cuerpo pero lo que

sí es evidente es que ha conservado la figura esbelta y la

presencia joven, pese a su edad.

2. EL CUERPO RECONSTRUIDO.

La búsqueda constante por el canon de belleza hace pensar que

los malestares proporcionados por la naturaleza, tales como

nariz larga, pocos senos, caderas estrechas, etc., pueden ser

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corregidos mediante cirugía. El cuerpo reconstruido se

entiende entonces como una cirugía que se realiza con fines

estéticos y puede llevar a la búsqueda de un criterio

estético personal en la medida en que todo depende del gusto

o de la motivación personal para someterse al cambio. De

todas maneras no se trata de un criterio unificado que

enmarque una sola tendencia. Muchas mujeres, modelos y

artistas de cine, han sometido su cuerpo entero a

innumerables cirugías, con el fin de acercarse a un ideal de

belleza imaginado por ella misma. El cuerpo reconstruido se

ha convertido en una industria de la medicina estética y

médicos especialistas que, han captado los deseos y

necesidades de mujeres de clase media y alta, y con costos,

relativamente bajos, logran cautivar gran cantidad de

clientela. No es gratuito entonces que, en la entrevista a la

cual he hecho referencia, el grupo de profesionales de la

belleza afirme que en el momento de aconsejar a una mujer

sobre lo que más le conviene, lo primero que tienen en cuenta

es la personalidad y los valores que presenta la persona que

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solicita la asesoría. Así que, tratándose de una mujer

coqueta, abierta y espontánea, no se pone en duda, que es una

mujer que le gusta sobresalir, ser admirada y mirada.

Entonces a ella le conviene unos senos voluptuosos, una

cadera prominente y quizá unos pómulos salientes y unos

labios sensuales. Todo lo contrario, ocurrirá con una mujer

que tiene complejo por tal defecto y lo único que busca es

corregirlo, que se vea bien, pero no sobresaliente. O bien,

la mujer que quiere hacerse una “lipo” simplemente porque no

está a gusto con su cuerpo y quiere tener un peso promedio.

Entonces a estas mujeres no se les cuestiona sus gustos sino

que se les asesora en lo que ellas solicitan. Los médicos

dicen que casi nunca están de acuerdo con un implante mamario

que pase de talla 36, pero, que si la paciente lo solicita

ellos no discuten

Es notable que los mensajes publicitarios que promueven

centros de cirugía estética no presentan la voluptuosidad y

la exageración como el elemento atractivo dominante. Todo lo

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contrario, la figura de mujer es perfectamente proporcionada,

como puede observarse en la publicidad de Centro Internacional de

Cirugía Plástica. Dr. Javier Carranza B. En la cual el cuerpo se presenta

esbelto, sin grasa, bien torneado, pretendiendo demostrar que

la escultural figura se ha moldeado en dicha clínica. Llama

la atención la presentación del torso de la mujer dando la

espalda y ocultando el rostro, promoviendo con ello un

anonimato que hace el llamado general a cualquier mujer de

vida corriente. Estos mensajes no buscan una identificación

con una modelo en especial sino con un cuerpo y unas formas

proporcionadas.

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3. EL CUERPO SEDUCCIÓN.

El cuerpo seducción, como lo señala Enrique Gervilla2, se

enmarca en la actualidad, en el ejercicio de una sexualidad

sin ataduras, desligada del amor y el sentimiento.

Actualmente

la sociedad se caracteriza como el fin de la cultura

sentimental y el nacimiento de una cultura cool sex, sin celos,

sin posesividad, en un estado de indiferencia, de despego, no

sólo para protegerse de las decepciones amorosas, sino

también para protegerse de los propios impulsos que amenazan

el equilibrio interior. No se trata de una huida o rechazo

del sentimiento, sino de que éste sea condición para la

práctica de las relaciones sexuales sin compromiso estable.

En este circuito, la mujer toma conciencia del derecho que

tiene al placer, a su búsqueda, a su goce y, paralelamente,

el hombre así lo entiende, o también así lo vive.

“... el comportamiento de los jóvenes, y delos no tan jóvenes, tiende a acercarse: enunos pocos decenios éstos se han adaptado agran velocidad al culto de la juventud, a la

2 Gervilla, Enrique. Valores del cuerpo educando. Barcelona, Herder. 2000

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edad “psi”, a la educación permisiva, aldivorcio, a los atuendos informales, a lospechos desnudos, a los juegos y deportes, ala ética hedonista. Se trata, en definitiva,de una legitimación de todos los modos devida, de la conquista de la identidadpersonal, el derecho a ser uno mismo”.3

Bajo esta categoría se pueden ubicar los mensajes que

publicitan ropa interior femenina como Leonisa Magicup. Cuyo

texto abiertamente expresa: Para realzar tu figura, regálate Leonisa,

continuando con la moda del realce de lo íntimo, como

búsqueda constante de la sensualidad y distinción de lo

femenino. En el texto visual, la modelo parece tener puesto

sólo la prenda superior y carecer de prenda inferior, lo que

hace más evidente la posesión de la sensualidad expresada en

el texto escrito. Además la sonrisa, la mirada de frente, la

pose activa y la manta azul cubriendo su desnudez no sólo

promociona el “Magicup” sino que exhibe y entrega sus

encantos a los lectores. La ropa interior ha dejado de ser

interior, ella se luce, se muestra dibujada en transparencias

o en blusas ajustadas que realzan la sensualidad.

3 Ibíd. Pág. 114

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4. CUERPO NARCICISTA.

Permanecer joven, no envejecer, son imperativos del nuevo

neo-narcisismo que responden a patrones sociales impuestos

por los medios y generalizados en la sociedad.

“Un narcisismo que designa el nacimiento de unnuevo individuo en las relaciones con él mismoy su cuerpo, con los demás y con el mundo. Estenarcisismo es visible en sus múltiplesprácticas cotidianas: angustia por la edad,obsesión por las arrugas, interés por la saludy la línea, rituales de control y mantenimiento(masaje, sauna, deporte, regímenes deadelgazamiento) cultos solares y terapéuticos.Hemos de vigilar el buen funcionamiento delcuerpo, respetarlo, combatir los signos de ladegradación por medio de un reciclajepermanente quirúrgico, deportivo, dietético,etc. Se trata de un proceso de personalizaciónque reclama la lucha contra la adversidadtemporal, el combate por una identidad que hayque conservar sin interrupción: la juventud”4

Aquí se pueden encontrar los mensajes publicitarios de cremas

para mantener la piel libre de celulitis, como la publicidad

de Lipofactor. Es indudable que promueve el permanecer joven, no

envejecer en tanto patrón social aceptado y promovido por los

4 Ibíd.. Pág.. 116.

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medios de comunicación. La modelo muestra su cuerpo porque

se enorgullece de él, porque quiere ser reconocida como un

molde que debe repetir en serie la forma del cuerpo.

Nuevamente aquí, como ya se señaló antes, no es necesario

identificar el rostro de la modelo, porque la no

identificación hace más amplia la generalidad de lo

alcanzable para todas las mujeres.

También puede encontrarse la categoría de CUERPO NARCICISTA,

en los mensajes publicitarios que promueven las cremas

hidratantes como Biotherm. Presentada como una revolución

cosmética de 1999 D-STRESS porque es un tratamiento

antifatiga, con magnesio y multivitaminas dirigida a la mujer

moderna que trabaja y responde con exactitud a las demandas

de belleza, salud, bienestar y excelente estado físico,

solamente otorgando los cuidados diarios necesarios. En este

mensaje la crema D-estress no promueve propiamente el valor de

la belleza sino más bien, la exigencia que el mundo laboral

le hace a la mujer moderna, a quien se le pide lucir hermosa

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las 24 horas del día, sin derecho a mostrar en su rostro

cansancio, fatiga o decaimiento.

CONCLUSIONES:

Todas las imágenes que acompañan las publicidades

seleccionadas, recurren a lo figurativo icónico para

presentar la imagen de una mujer. En dicha imagen se

representa mejor la ilusión referencial. Se trata de un

SIMULACRO, en el sentido semiótico del término, en la medida

en que en él se construye una imagen de sí mismo, una imagen

del otro, así como de sus deseos y representaciones. Es

también el establecimiento del contrato de PACTO FICCIONAL,

según el cual, la lectora cree y acepta positivamente, todo

lo que le presenta el texto escrito y el texto visual. Al fin

y al cabo, la intención del enunciador es justamente hacer-

creer los resultados, según la promesa visual que se ofrece.

Lo que parece quedar escondido es que dicha imagen se

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instaura en el ámbito cultural y social, y poco a poco se

impone como valor dominante. Se infiere entonces que la

posición de lo que debe ser bello en la mujer, no nace

solamente de medios de comunicación, es también el cruce del

avance científico y tecnológico al servicio de la

construcción de unos criterios de belleza que mañana ya no

estarán vigentes. Lo cierto es que hoy se establece la

explotación del deseo de ser un sujeto distinto a lo que se

es. Si se es bello, se debe buscar ser más bello, pues la

inconformidad por la imperfección dada por la naturaleza,

siempre aparece en algún cuerpo, en algún rostro. Siempre

habrá una nariz que acortar o agrandar, unos senos que

reducir o aumentar, una cintura que pronunciar, unas piernas

para adelgazar o engordar, en fin, es evidente, en este

discurso, la imperfección de la naturaleza y ante ello, la

industria cosmética, estética o deportiva, ofrece los modos

para perfeccionar y transformar.

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En cuanto a la publicidad, ella no promueve sólo el producto

que intencionalmente promociona en el texto escrito. En el

texto icónico, ella promueve otros valores que van más allá

de la belleza, tales como la salud, la alegría, los entornos

de clase, las ocupaciones y otros elementos que al decir de

Lourdes Ventura han transformado el sometimiento de la mujer,

ya no a la sumisión y al hogar, sino al trabajo, la vida

activa y la condición de ser siempre bella y elegante por

encima de cualquier costo.

Santiago de Cali, 8 de Abril de 2002.

BIBLIOGRAFÍA.

21

GERVILLA, Enrique. Valores del cuerpo educando. Barcelona.Herder 2000

GIL, Calvo. Medias Miradas. Un análisis cultural de la imagenfemenina. Barcelona: Anagrama. 2000

HIGONNET, Anne. “Mujeres, imágenes y representaciones”. En:Georges Duby y Michelle Perrot. (dir.). La historia de lasmujeres. El Siglo XX. Madrid: Taurus. 2000

LIPOVETSKY, Gilles. La tercera mujer. Barcelona: Anagrama.1999

PAQUET, Dominique. La historia de la belleza. Barcelona:Claves. 1998

PASSERINI, Luisa. “Sociedad de consumo y cultura de masas”.En: Georges Duby y Michelle Perrot (dir.). La historia de lasmujeres. El Siglo XX. Madrid: Taurus. 2002-04-07

PEREZ, Juan Carlos. El cuerpo en venta. Relación entre arte ypublicidad. Madrid: Cátedra. 2000

VENTURA, Lourdes. La tiranía de la belleza. Las mujeres antelos modelos estéticos. Barcelona: Plaza y Janés. 2000

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