Analisis de la conducta

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Análisis de la conducta

Angie Marcela Cabrejo MoranElkin Yesid Martínez Baquero

Kristoffer Rincón Medina

La psicoterapia analítico-funcional (PAF) es una forma de terapia de conducta que enfatiza el uso de la relación terapeuta-cliente a objeto de utilizar con toda su intensidad las oportunidades de aprendizaje que surgen en la sesión terapéutica.

Psicoterapia Analítico-Funcional

Se basa en los principios de la filosofía conductual radical uno de los principales pilares teóricos de esta aproximación terapéutica son los procesos de condicionamiento, concretamente el condicionamiento operante y la manipulación de contingencias. Además del análisis de la conducta clínica, y forma parte de las terapias contextuales de la conducta.

• Se elaboró sobre el análisis conductual del ambiente psicoterapéutico, y acentúa las contingencias que ocurren en el contexto terapéutico, la equivalencia funcional, el reforzamiento natural, y el moldeamiento.

• Desde la PAF y dentro de la tradición conductista más consolidada se consideran conductas no sólo las acciones observables sino también fenómenos como pensar, sentir, ver, conocer o creer, con independencia de su carácter público o privado.

La PAF usa dos principios básicos del Análisis de Conducta: • La evaluación funcional idiosincrásica de los problemas del cliente. • La aplicación de la intervención en vivo dentro de la propia sesión terapéutica.

• La terapia se basa en el análisis funcional de las conductas del cliente y del terapeuta dentro de la propia sesión.

• Se propone llevar a cabo la intervención dirigida a obtener un cambio significativo en el comportamiento del cliente.

• Consiste en utilizar la relación clínica como un lugar para promover un cambio personal del cliente, trabajando de manera tan natural que los resultados se generalicen por sí solos.

Las relaciones entre conductas públicas y privadas son entendidas en términos de relación conducta-conducta. En esta relación ninguna de las conductas tiene preeminencia sobre otras, ni diferente naturaleza, ni tiene por qué jugar un papel mediador o determinante de las demás.

• La PAF valora enormemente las oportunidades de aprendizaje in-vivo, es decir, la aparición real de los problemas del paciente en su interacción con el terapeuta.

• El paciente está buscando tratamiento para problemas de la vida diaria, y al hacerlo actúa del mismo modo disfuncional en el contexto clínico, por tanto el terapeuta debe estar atento para detectar las conductas clínicamente relevantes.

Podemos distinguir tres tipos de conductas clínicamente relevantes dentro de la terapia.

• Las conductas relevantes tipo 1 (CCR1) son aquellas conductas relacionadas con el problema que el cliente presenta en la sesión y cuya frecuencia debe ser reducida a lo largo de la terapia• Las conductas clínicamente relevantes tipo 2 (CCR2) son las conductas que ocurren en la sesión y que suponen una mejoría en relación al problema por el que se acude a consulta.• Las conductas clínicamente relevantes tipo 3 (CCR3) son las interpretaciones del cliente sobre su propio comportamiento. Junto a estas también se incluyen descripciones de la equivalencia funcional que indican semejanzas entre lo que ocurre en la sesión y su vida diaria.

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