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1 CUADRO SINÓPTICO DE LA PELÍCULA La Gran Final TEMA ARGUMENTO La Gran Final es una comedia-documental que cuenta, a través de tres historias paralelas, las peripecias de unos hombres que tienen dos cosas en común: vivir en regiones remotas del planeta y estar empeñados en ver la final de la copa del mundo de fútbol de 2002 entre Alemania y Brasil. TRATAMIENTO DEL ARGUMENTO ¿CÓMO SE PRESENTA EL ARGUMENTO? Una familia de nómadas mongoles de la cordillera del Altai en Mongolia, una caravana de camelleros tuareg en el desierto del Teneré en Níger y un grupo de indios amazónicos son nuestros protagonistas. En estos lugares no es fácil disponer de una televisión, un generador eléctrico y una antena parabólica. A pesar de ello, están al tanto de cuánto ocurre en el mundo, sobre todo, de las hazañas deportivas de sus ídolos. ¿Cómo lo logran? De las formas más inverosímiles. Esto es lo que pretende descubrir La gran final, ¿Cómo se logra esto? ¿DE DÓNDE SURGE LA IDEA? Es Gerardo Olivares quién lo comenta: “Todo empezó en un viaje a Mongolia. Era Noviembre de 2001 y buscaba localizaciones para un documental. En la cordillera del Altai me encontré con una caravana de nómadas. Sobre uno de sus camellos había una vieja televisión. Les pregunté dónde iban: „Al árbol de hierro‟ –respondió el que parecía ser el jefe. Quería saber qué tenía de especial aquel árbol que atraía a una caravana de Mongoles a través de la estepa. „No es un árbol dijo el jefe-, son unos hierros que abandonaron los militares y funciona como antena‟. Es la final del campeonato. La final de la copa del mundo. Iban a ver el partido de fútbol. A lo largo de mis viajes en Níger, Mongolia y la selva amazónica siempre los he encontrado: gente que vive aislada en la selva o el desierto, que pinta sus cuerpos para una ceremonia tribal o caza con águilas reales y que sabe qué número lleva Ronaldo en la camiseta o cuál fue el último golazo de Zidane. Esta película surgió así. En ella quiero mostrar las peripecias de esos hombres que viven en los sitios más recónditos del planeta y comparten la pasión por el fútbol. Hombres que cambian sus vidas y son capaces de recorrer muchos kilómetros para ver un partido. Hombres que sueñan con ver la gran final”. EL RODAJE El rodaje se desarrolló en tres escenarios diferentes: el primero en el desierto del Teneré en Níger: “Los he visto cruzando las dunas en silencio. Son comerciantes de sal. Hassan El Hadji, noble Tuareg, lidera la expedición. Hoy me ha contado que vive en el desierto toda su vida y que durante cinco años trabajó como traductor para una ONG alemana. Me ha preguntado por Oliver Khan. Le gusta el fútbol. Lo descubrió con sus amigos que le regalaron un viejo televisor. Ha tenido que convencer a unos camioneros para que le dejen una batería, pero sigue preocupado. ¿Cómo llegará la señal al Teneré?” La señal llegará a través del árbol. ¿Un árbol en el desierto? Ahora es una antena con forma de árbol. Un camionero libio se estrelló una noche contra él. Para recordar el lugar, levantaron esa escultura que sirve como antena. Era el único árbol en cientos de kilómetros a la redonda (escena 1). En declaraciones a Cayetana Guillén Cuervo en el programa Versión Española, Gerardo Olivares explicó que “En Níger eran cinco personas del equipo técnico. Un día normal era una locura porque estábamos en mitad del desierto. En el camión llevábamos cuarenta cabras que era lo que comíamos. Mohamed era el encargado de las cabras. Se metía en todos los planos con el rebaño. Yo veía que cada día las cabras iban disminuyendo de número. Empecé a preocuparme. A ver si van a matar a la última TÍTULO La Gran Final DIRECCIÓN Gerardo Olivares PAÍS España y Alemania AÑO 2006 DURACIÓN 85 min. GÉNERO Comedia-documental REPARTO Mahamadou Alzouma (André), Esentai Samer Khan (Kosan), Khoshibai Edil Khan (Kumar Khan), Boshai Dalai Khan (Turkan), Ahmed Alansar (Aboubacar), Attibou Aboubacar (Hassan), Tano Alansar (Hamidou), Wirapitang Kaapor, Kinchiran Kaapor. GUIÓN Chema Rodríguez basado en una idea de Gerardo Olivares PRODUCCIÓN Wanda Films en co-producción con Greenlight Media MÚSICA Martín Meissonnier FOTOGRAFÍA Gerardo Olivares y Guy Gonçalves MONTAJE Rori Sainz de Rozas y Raquel Torres FECHA DE ESTRENO 21 de abril de 2006 El fútbol como elemento integrador y cohesionador de culturas.

Ficha TéCnica De La Gran Final

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CUADRO SINÓPTICO DE LA PELÍCULA La Gran Final

TEMA

ARGUMENTO

La Gran Final es una comedia-documental que cuenta, a través de tres historias paralelas, las peripecias de unos hombres que tienen dos cosas en común: vivir en regiones remotas del planeta y estar empeñados en ver la final de la copa del mundo de fútbol de 2002 entre Alemania y Brasil.

TRATAMIENTO DEL ARGUMENTO

¿CÓMO SE PRESENTA EL ARGUMENTO? Una familia de nómadas mongoles de la cordillera del Altai en Mongolia, una caravana de camelleros tuareg en el desierto del Teneré en Níger y un grupo de indios amazónicos son nuestros protagonistas. En estos lugares no es fácil disponer de una televisión, un generador eléctrico y una antena parabólica. A pesar de ello, están al tanto de cuánto ocurre en el mundo, sobre todo, de las hazañas deportivas de sus ídolos. ¿Cómo lo logran? De las formas más inverosímiles. Esto es lo que pretende descubrir La gran final, ¿Cómo se logra esto?

¿DE DÓNDE SURGE LA IDEA? Es Gerardo Olivares quién lo comenta: “Todo empezó en un viaje a Mongolia. Era Noviembre de 2001 y buscaba localizaciones para un documental. En la cordillera del Altai me encontré con una caravana de nómadas. Sobre uno de sus camellos había una vieja televisión. Les pregunté dónde iban: „Al árbol de hierro‟ –respondió el que parecía ser el jefe. Quería saber qué tenía de especial aquel árbol que atraía a una caravana de Mongoles a través de la estepa. „No es un árbol –dijo el jefe-, son unos hierros que abandonaron los militares y funciona como antena‟. Es la final del campeonato. La final de la copa del mundo. Iban a ver el partido de fútbol. A lo largo de mis viajes en Níger, Mongolia y la selva amazónica siempre los he encontrado: gente que vive aislada en la selva o el desierto, que pinta sus cuerpos para una ceremonia tribal o caza con águilas reales y que sabe qué número lleva Ronaldo en la camiseta o cuál fue el último golazo de Zidane. Esta película surgió así. En ella quiero mostrar las peripecias de esos hombres que viven en los sitios más recónditos del planeta y comparten la pasión por el fútbol. Hombres que cambian sus vidas y son capaces de recorrer muchos kilómetros para ver un partido. Hombres que sueñan con ver la gran final”.

EL RODAJE El rodaje se desarrolló en tres escenarios diferentes: el primero en el desierto del Teneré en Níger: “Los he visto cruzando las dunas en silencio. Son comerciantes de sal. Hassan El Hadji, noble Tuareg, lidera la expedición. Hoy me ha contado que vive en el desierto toda su vida y que durante cinco años trabajó como traductor para una ONG alemana. Me ha preguntado por Oliver Khan. Le gusta el fútbol. Lo descubrió con sus amigos que le regalaron un viejo televisor. Ha tenido que convencer a unos camioneros para que le dejen una batería, pero sigue preocupado. ¿Cómo llegará la señal al Teneré?” La señal llegará a través del árbol. ¿Un árbol en el desierto? Ahora es una antena con forma de árbol. Un camionero libio se estrelló una noche contra él. Para recordar el lugar, levantaron esa escultura que sirve como antena. Era el único árbol en cientos de kilómetros a la redonda (escena 1). En declaraciones a Cayetana Guillén Cuervo en el programa Versión Española, Gerardo Olivares explicó que “En Níger eran cinco personas del equipo técnico. Un día normal era una locura porque estábamos en mitad del desierto. En el camión llevábamos cuarenta cabras que era lo que comíamos. Mohamed era el encargado de las cabras. Se metía en todos los planos con el rebaño. Yo veía que cada día las cabras iban disminuyendo de número. Empecé a preocuparme. A ver si van a matar a la última

TÍTULO La Gran Final DIRECCIÓN Gerardo Olivares PAÍS España y Alemania AÑO 2006 DURACIÓN 85 min. GÉNERO Comedia-documental REPARTO Mahamadou Alzouma (André), Esentai Samer Khan (Kosan), Khoshibai Edil Khan (Kumar Khan),

Boshai Dalai Khan (Turkan), Ahmed Alansar (Aboubacar), Attibou Aboubacar (Hassan), Tano Alansar (Hamidou), Wirapitang Kaapor, Kinchiran Kaapor.

GUIÓN Chema Rodríguez basado en una idea de Gerardo Olivares PRODUCCIÓN Wanda Films en co-producción con Greenlight Media MÚSICA Martín Meissonnier FOTOGRAFÍA Gerardo Olivares y Guy Gonçalves MONTAJE Rori Sainz de Rozas y Raquel Torres FECHA DE ESTRENO 21 de abril de 2006

El fútbol como elemento integrador y cohesionador de culturas.

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cabra y todavía nos queda una semana de rodaje. (…) Lo que más me ha gustado de esta película es que no ha habido ninguna planificación. Nos hemos plantado allí. Hemos hecho el casting y hemos pensado lo que podíamos obtener de allí. Cada día era un reto. Porque cada día, no sabíamos lo que iba a pasar ni cómo iba a terminar”. De nuevo, Gerardo Olivares nos sitúa en el segundo escenario: “En la cordillera del Altai hay un pueblo de caza, practica la caza, la cetrería, con águilas reales. Los niños aprenden a montar a caballo, luego a andar. Talaikhan tiene 50 años y trabajó durante mucho tiempo en una mina de carbón rusa. Allí vio, por primera vez, un partido de fútbol. Hoy Kumakhan, su hermano, estaba enfadado. Me ha contado que dos zorros se han escapado durante la cacería. Y es que Tulaikhan no estaba atento. Escuchaba la radio con sus cascos. Era la final de la liga rusa”. Gerardo Olivares comenta a Cayetana Guillén Cuervo que los actores no son profesionales y que el casting fue muy complicado. No usan la escritura. Todo se transmite oralmente: “Lo importante no es que entiendan la película desde tu punto de vista de occidental sino todo lo contrario. Tienes que conseguir que ese guión lo interpreten ellos a su manera. De hecho, el guión cambiaba continuamente. Más que enseñarles el guión, los ponía en situación: „mira, lo que yo quiero que pase es esto‟. Gerardo transmitía una orden en español, que se traducía al inglés, después al Mongol y finalmente al Kazajo. No hubo muchos problemas de comunicación. Un chófer mongol acompañó a Gerardo Olivares visitando los pueblos nómadas para encontrar a un tipo que se pareciera al Teniente Mongol. Hasta que se dieron cuenta de que el papel le venía que ni pintado a su propio chófer”. De este modo, se hizo el casting. “Cuando la película se estrenó en Mongolia, fue todo un éxito, se lo pasaron bomba. Muchos personajes se vieron reflejados”. Finalmente, la Amazonía en Brasil. “Xama quiso que le acompañara a cazar. Mientras disparaba a los monos con su cerbatana, me ha contado la última discusión con su mujer. Nació en el corazón del Amazonas, en la comunidad india Sanema. Ha vivido siempre aislado en la selva. Pero un día llegaron los madereros y le enseñaron que existe el fútbol. A él le apasiona. Es su familia quien no lo entiende”. Desde entonces lleva el número nueve de la selección nacional de Brasil, el nueve corresponde a Ronaldo. Gerardo Olivares, en Versión Española, respondía así a la pregunta si había tenido dificultades con el montaje: “No, porque esta gente es natural en las primeras tomas, luego empiezan a sobreactuar. Tenemos que aprovechar las primeras tomas y, sobre todo, le decía al cámara „cuando yo diga ¡Corten! Tú sigue rodando‟ porque ahí hemos sacado un montón de miradas, de gestos con mucha complicidad. Rodar en la selva fue la parte más difícil. Había que trasladar todo el equipo en barco, luego en botes, esperar a las mareas”. “Sol, tiempo nublado, lluvia. La luz es mágica pero a partir del mediodía la oscuridad se apodera de la selva”.

PRESENTACIONES Como decimos, el director nos traslada a tres escenarios diferentes. El primero de ellos es en las montañas del Altai en Mongolia. Un grupo de cazadores en sus cabalgaduras otean a un zorro junto a la quebrada de los Argalis en el riachuelo. Es una escena de caza. El abuelo pide a Kosán que suelte su águila. Pero Kosán no le hace ni caso. Más tarde volveremos a este personaje. Turkán suelta la suya, Aldanish y el resto, lo mismo. Mientras recogen al animal, Kosán se acerca parsimoniosamente, ajeno a todo “con ese paso no llegaremos a tiempo de ver el partido” –exclama el más anciano. Al momento, todos se ponen en marcha, se dirigen a un punto (escena 2) El segundo escenario es el desierto del Teneré en Níger. La belleza del lugar al atardecer, las dunas, los tonos amarillos, violetas, anaranjados. ¿Puede tener el desierto tanta belleza? Pues sí. Gerardo Olivares nos presenta las dunas, las patas almohadilladas de los camellos, el atardecer, el gran astro sol, meciéndose por la línea del horizonte y un grupo de Tuareg que deciden acampar. Van cansados por el Jarmatán un viento que corta la cara, seca los labios y enrojece los ojos. Comparten unos vasos de te mientras escuchan la radio que anuncia la final del mundial del fútbol. Ibrahim comenta: “si llegamos tarde al árbol, a mí no me pidas cuentas”. Un árbol en medio del desierto ¿cómo puede ser? (Escena 3) En tercer lugar, Gerardo nos introduce en el corazón de la selva del Amazonas. Un grupo de cazadores se dirige hacia su objetivo, un mono que se mueve entre las ramas. Mientras se acercan, uno de ellos va narrando su estrategia como si fuera una jugada de fútbol: “Roberto Carlos recupera y avanza por la izquierda y luego regresa hacia su propio campo y juega con los centrales, balón en medio donde lo recibe Mauro Silva sin encontrar oposición. Brasil juega sin ninguna profundidad. Ronaldo viene a recibir a la media punta. Se apoya en banda derecha donde encuentra a Cafú. Cafú avanza. Es noticia señores. Ha cogido desprevenida a la defensa italiana. Cafú sigue avanzando, busca de nuevo a Ronaldo, el astro carioca, dribla a Maldini, sale en carrera. Tira y Fuera”. No es José Ramón de la Morena, ni el programa es El Larguero, pero si nos olvidamos de donde están podría ser nuestra radio un domingo por la tarde, paseando, comiendo pipas, oyendo el transistor y la jornada 18 del campeonato de Liga. El tiro fallido de Cafú coincide con el de la flecha de Xama que pasa rozando al simio. Xama lleva una camiseta con el número 9 de Ronaldo. En la retirada comentan como ha podido pasar: “No se puede estar contigo cazando detrás dando voces. Así se espantan hasta las tortugas. Cuando se caza hay que ir con sigilo y no como tú, dando voces como una cotorra.” El otro contesta: “la culpa no es mía, es de esa camiseta que espanta los monos”. “¿Cómo va a espantar a los monos la camiseta de Ronaldo? Podía espantarlos la camiseta de Bahiano que no sabe lo que es un balón pero ¿la de Ronaldo? A ti, lo que te

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pasa es que no tienes ni idea ni de fútbol ni de caza y además mi camiseta es original. La de Nike. No una imitación cualquiera de las que se venden por ahí. Lo que tú tienes es envidia. Ya te gustaría que fuera tuya”. “Sí claro, y la firma del escudo te la hizo el mismísimo Ronaldo” –contesta su colega. El diálogo es sorprendente, un indio Samena que lleva una camiseta de Ronaldo Nike que es auténtica y firmada por el propio Ronaldo (escena 4).

HAY MÁS TEMAS En primer lugar, la desaparición de los pueblos nómadas. El nomadismo está en la naturaleza humana. El hombre camina, como dijimos en nuestro anterior programa, tiene pies para caminar. El hombre no es un hombre-árbol sino más bien un hombre-cigüeña. El nómada se desplaza con las estaciones, buscando los climas cálidos, los mejores pastos para el mejor ganado. El viajero vive con lo puesto, un buen equipo para aguantar el frío o el calor, una tienda y un pequeño rebaño para autoabastecerse. El arraigo y la propiedad como conceptos están tan extendidos en nuestra cultura occidental-liberal que no podemos pensar sin estas categorías ni entender siquiera el pensamiento de un modo diferente. El nómada entiende la vida de modo diferente. Habla otra lengua. Para empezar no hay un uso de la escritura. Todo se transmite oralmente. No hay libros. Los cuentos se narran alrededor de un fuego o en el calor de una tienda. No hay bibliotecas. No hay una cultura de prensa escrita como periódicos, revistas. Por no hablar de la revolución informática. El nómada no porta un portátil, como mucho un televisor en un camello. Es otro mundo. No distinguen las fronteras, ni las barreras administrativas. No conocen de aduanas. El concepto de país les es ajeno. Mejor es el concepto de cultura. Son otro universo. Otro cosmos con otros dioses. Hubo un tiempo en que esto era así. Hay un presente en el que algunas personas viven así. Me gustaría que pensarais un momento en el concepto de nómada. El Altai es una cordillera de Asia Central entre tres territorios, se extiende desde los ríos Obi e Irtish al sur de Siberia, en Rusia, hasta Xinjiang región autóctona de China y Mongolia. El pico más elevado es el monte Belukha a 4.506 metros de altitud. Por debajo de los 1.830 metros, las laderas están densamente arboladas con pinos, alerces, abedules. Entre los bosques y el comienzo de las nieves, entre 2.440 y 3.050 metros de altitud, se extienden los pastizales alpinos. Kasán nos presenta a su familia: “Hace dos semanas llegamos a este valle. Somos nómadas. Nunca pasamos mucho tiempo en un mismo lugar. En el Altai, los pastos son pobres. Por eso, tenemos que estar siempre en movimiento. Ahora con la llegada del verano subimos a las tierras altas buscando la hierba fresca. Esta es mi familia y creen que soy retrasado mental. Primero pensaron que era sordomudo pero me llevaron a un hospital en Ulam Bator donde descubrieron que tenía un problema congénito. Síndrome de Jacobsen, dijeron. Mi padre es este señor (Aldanish). Estuvo cinco años en Rusia trabajando en una mina de carbón. De allí se trajo la costumbre de comprar cosas inútiles: como esta colección de llaveros internacionales, o esta de patitos de goma que no permite que nadie la toque. O una canoa sin remos que no sabemos ni cuándo ni dónde piensa usar o esta tele china que nos ha cambiado la vida. Kumarkhan es mi hermano mayor. Estuvo en Rusia con mi padre. En Rusia y en todos sitios es su sombra. Hace las mimas cosas y hasta repite las mismas frases. Mi abuelo pronto cumplirá ochenta años. Cada día sale de caza con su águila. Pasa más tiempo con ella que con mi abuela. Mi primo Turkán, un tipo normal y aunque se rían de su águila es la mejor cazadora. Este es mi tío. Ahora está soltero, su mujer lo abandonó por un ruso. Dice que es lo mejor que le ha pasado en la vida. Mi madre, mi sobrino, mi abuela. Esos de ahí son nuestros vecinos. Siempre nos siguen porque mi abuelo conoce los mejores pastos para el ganado” (escena 5). A lo que iba, los nómadas cambiaron sus rutas de pastoreo por los tendidos eléctricos y poder enganchar sus televisores para seguir el fútbol o las telenovelas. Ahora son sorprendidos por el Cuerpo de Policía de frontera, recordad que Las montañas del Altai es un territorio que incluye tres países: Rusia, China y Mongolia. El diálogo entre el Teniente y la familia de Kosán es muy chocante. La familia de Kosán no sabe qué es un contador de luz. Ni por qué tienen que pagar por conectar su red al tendido eléctrico del país. Finalmente, veremos como el Teniente rectifica al percatarse que la final del mundial es por la noche y él se encuentra a cientos de kilómetros de un aparato de televisión (escena 6). El desierto del Teneré en Níger es una vasta extensión de arena y grava con pinturas rupestres de hace 7000 y 10.000 años cuando el Sahara tenía unas precipitaciones mayores que las actuales. ¿Recordáis la película El paciente inglés y La Gruta de los Nadadores en Sudán? En Níger, los tuareg representan un 8% de la población bereber. Son esencialmente pastores que se desplazan por el norte de Níger y Nigeria en busca de pastos y agua. Gerardo Olivares conoció a unos comerciantes de sal que hacían esta ruta en los que se inspiró para hacer su película. Finalmente, las tribus indias del Amazonas. El río Amazonas, fluye en dirección este, a través de Sudamérica, a lo largo de unos 6.275 kilómetros, desde su nacimiento en los Andes hasta su desembocadura en el Océano Atlántico. El Amazonas es el segundo río en longitud después del Nilo, tiene el caudal de agua más grande del mundo. Navegable gran parte de su curso, es una importante ruta comercial a través del continente. La Amazonía es una amplia región natural que se extiende de norte a sur desde el macizo de las Guayanas y el escudo o macizo brasileño y de este a Oeste desde el Océano Atlántico hasta la Cordillera de los Andes. Es una superficie de 7 millones de kilómetros cuadrados. Ocupa los territorios de Brasil en su mayor parte y en menor proporción, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela, Surinam, Guayana y Guayana Francesa. En la película conocemos a un grupo. Lo que tienen en común

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estos tres grupos de personas es su inminente desaparición. A los gobiernos no les interesa el nomadismo. Lo que Gerardo Olivares no está mostrando es un mundo en extinción. También está el tema del medio ambiente. El Amazonas pulmón del planeta, reserva de la biosfera es amenazado por la industria maderera y la autopista panamericana que cruza el continente. Os presentaré la escena final, en todos nuestros escenarios. En Mongolia, se quedan sin ver el final. Los rusos cortan la luz, todos se quedan con cara de tontos. El Teniente observa que Alemania ha tenido que ganar, siempre ha remontado en todos los escenarios estratégicos en los que se ha visto comprometida su soberanía. Ahora es Kosán, al que todos consideran retrasado quien contesta. La abuela se queda atónica. El nieto se ha recuperado. El fútbol obra milagros. En la selva amazónica, la escena es trágico-cómica. Xaman, Gero, Xisco y Caíto se abrazan a los madereros es paradójica. Todos están contentos. Ha ganado Brasil. Los madereros que están esquilmando la selva amazónica, arrebatándoles su hogar y los nativos son capaces de fundirse en un gran abrazo patriótico cuando gana su selección: Brasil. Los nativos amazónicos tienen conciencia del concepto de “nación” a través del fútbol. Qué raro parece ¿no? El diálogo final entre Xama y un maderero es significativo: “Xama en el 2006, la copa del mundo va a ser en Alemania. Yo voy a ir a verlo aunque tenga que arrancar la selva entera. Eso sí que no me lo pierdo”. “Pues yo también voy” –responde Xama. “Tú vas a ir ¿con quién?” –pregunta el aserradero. “Contigo”. “Quieres venir conmigo. Pero tienes que comprarte un traje de blanco, así de indio no te dejarán entrar en ningún sitio”. En el desierto del Teneré, todos recogen sus cosas mientras Mohamed que se había quedado con los camellos se lamenta del mal día que todos le han hecho pasar, hasta su radio se quedó sin pilas (escena 7). Otro tema asociado es el de la inmigración. En su siguiente película 14 kilómetros de 2007, Gerardo Olivares se ocupa más detenidamente del mismo. Recordemos el diálogo de la escena 1, sobre el árbol entre Ibrahim y este segundo personaje que lleva una camiseta con el nº 9 del Olimpique de Marsella. Recordad que llevaba una carta. Él mismo cometa a Ibrahim: “Pienso llegar con mis amigos al norte. Hasta las costas de Argelia o Marruecos. Voy a Francia. Soy futbolista”. Los del Olimpique de Marsella quieren hacerle una prueba pero no le han mandado el billete de avión. Lo recordáis, verdad. Cruzar en patera el Mediterráneo parece un tópico o una prospección de futuro pero es algo dramático. Todos sabemos las trágicas circunstancias en las que llegan quiénes lo intentan. Supongo que allí tienen la idealización del Primer Mundo. Llegar a las costas de Italia, Grecia o España. Y, después, todo resuelto. Es un sueño que como el sueño americano, casi siempre se torna en pesadilla. El día anterior hablamos de las deportaciones y las repatriaciones que es como acaban estas historias, cuando no peor. El anhelo de este Primer Mundo que se cuela por todas partes en un mundo globalizado. El tema de la mujer como en el primer mundo, queda en un segundo plano, en lo que se refiere al fútbol. Las mujeres no entienden la pasión de los hombres por el fútbol. En Mongolia, la abuela representa el sentido común. La abuela de Kosán es famosa por sus frases célebres. Frases que son anotadas cada mes por Kumarkhan el hermano de Kosán. Al regresar, el abuelo le pregunta ¿cómo se encuentra?, ¿qué tal el día?: “Como siempre hijo, asistiendo perpleja a la existencia una jornada más”. Frase que podría haber sido enunciada por el mismísimo Jean Paul Sartre, fundador del Existencialismo. Otra de sus frases célebres es aquella en la que el Teniente Mongol está relatando un acontecimiento bélico de su país en el que participó Alemania, Rusia. La abuela, de nuevo, interviene para señalar que: “Los ejércitos avanzan sembrando miseria y desgracias. Que yo sepa no hay soldado que no tenga las manos manchadas de sangre”. Bueno esta última frase no hay que apuntarla, hay que mostrar un poco de respeto, advierte el abuelo (escena 8). Las mujeres en el desierto del Teneré también están en un segundo plano. El camión cargado de pasajeros y enseres se dirige a Agadez, pero el árbol está a menos de una hora en dirección contraria. Abubacar decide ir hasta el árbol para no perderse la final. Algunas de las mujeres no entienden la decisión pero la acatan. Con un poco de prisa llegaran a Agadez antes de que se haga de noche. Finalmente, en la selva amazónica, las mujeres de la tribu han cortado el cable del satélite para hacerse collares y diademas en venganza porque los hombres de la tribu no les dejan ver la telenovela. Parece que las distancias con Occidente en algunos aspectos no son tan insalvables.

JUICIO PERSONAL Como sabéis, la final la ganó Brasil con dos goles de Ronaldo. Me parece una buena peli que señala las contradicciones de la Globalización. Los tres escenarios a los que nos ha llevado Gerardo Olivares están sentenciados a la desaparición. La Globalización da lugar a un mundo más interconectado pero, en contra, interviene activamente en la desaparición de pueblos y culturas. El mundo de Windows y Apple es incompatible con el nomadismo. Para empezar, el nomadismo implica, como dijimos más arriba, el desprecio de la escritura a favor de la tradición oral. Por cierto, Platón también despreciaba la escritura, pero no es un buen ejemplo, pues conservamos su enorme obra escrita. ¿Qué tendrá la escritura? La pervivencia, el anhelo de infinitud. Las montañas del Altai, el desierto del Teneré, el corazón del Amazonas, hay lugares en la Tierra tan impresionantes por su belleza y majestuosidad son el infinito y la belleza en sí mismas. No hay lugar para más.