Revelación Divina sobre la Sanidad- Mary K. Baxter

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  • 1. ISBN: 978-1-60374-192-7 Impreso en los Estados Unidos de Amrica 2010 by Mary K. Baxter and George G. Bloomer Whitaker House 1030 Hunt Valley Circle New Kensington, PA 15068 www.whitakerhouse.com Para comentarios sobre este libro o para informacin acerca de otros libros publicados por Whitaker House, favor de escribir via Internet a: [email protected]. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de ninguna manera o por ningn medio, electrnico o mecnicofotocopiado, grabado, o por ningn sistema de alma- cenamiento y recuperacin (o reproduccin) de informacinsin permiso por escrito de la casa editora. Por favor para cualquier pregunta dirigirse a: [email protected]. 1 2 3 4 5 6 7 8 15 14 13 12 11 10 A tmenos que se indique lo contrario, todas las citas bblicas han sido tomadas de la Santa Biblia, Versin Reina-Valera 1960 por la Sociedad Bblica Internacional. Aquellas citas bblicas sealadas (nvi) son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Versin Internacional 1999 por la Sociedad Bblica Internacional. Usadas con permiso. Reservados todos los derechos. Aquellas citas bblicas sealadas (lbla) son tomadas de la Santa Biblia, La Biblia de las Amricas, lbla, 1986, 1995, 1997, por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. Derechos reservados. (www.LBLA.org) Algunas definiciones de las palabras en hebreo y en griego son tomadas de la Concordancia Strong Exhaustiva de la Biblia o la Nueva Concordancia Exhaustiva Estndar de las Amricas (ncsa) por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. Este libro no lleva la intencin de proveer consejo mdico o de tomar el lugar del consejo y trata- miento mdico de su doctor de cabecera. Se les aconseja a los lectores que consulten a sus propios doctores u otros profesionales de la salud calificados con respecto al tratamiento de sus problemas mdicos. Ni el publicador ni los autores o los ministerios de los autores se hacen responsables de cualquier posible consecuencia de alguna accin tomada por cualquier persona que lea o siga la informacin en este libro. Si los lectores toman medicinas prescritas, ellos deben consultar con sus mdicos y no dejar de tomar el medicamento prescrito sin la debida supervisin de un doctor. Siempre consulte con su mdico o cualquier otro profesional de la salud calificado antes de hacer cualquier cambio en su rgimen fsico, ya sea en ayuno, dieta, medicamentos o ejercicios. Traduccin al espaol por: Sara Raquel Ramos Una Revelacin Divina de la Sanidad Publicado originalmente bajo el ttulo: A Divine Revelation of Healing Mary K. Baxter Divine Revelation, Inc. P.O. Box 121524 Melbourne, FL 32912-1524 www.mbaxterdivinerevelation.org Correo electrnico: [email protected] George G. Bloomer Bethel Family Worship Center 515 Dowd St. Durham, NC 27701 www.bethelfamily.org

2. Introduccin...........................................................................7 Una oracin pidiendo sanidad...........................................11 1. Dios se revela a s mismo como Sanador...............13 2. Humanidad quebrantada y herida.........................25 3. Sanidad para el espritu...........................................35 4. Sanidad para el alma, parte 1.................................57 5. Sanidad para el alma, parte 2.................................71 6. Sanidad para el cuerpo............................................95 7. Prescripciones bblicas para la sanidad................119 8. Contrarrestando los obstculos para recibir la sanidad.........................................139 9. Perseverando por su sanidad................................165 10. Ministrando sanidad para otros...........................181 11. Sanidad para las naciones.....................................199 Eplogo................................................................................217 Su declaracin de fe para recibir sanidad........................225 Citas bblicas para recibir sanidad...................................227 Acerca de los autores.........................................................231 Contenido 3. 7 Introduccin Dios con frecuencia obra en mi vida por medio de vi- siones y revelaciones y ese es ciertamente el caso en cuanto a la sanidad para su pueblo. En muchos servicios, mientras predico, el Seor me muestra en visiones a alguien a quien l va a sanar y la naturaleza de la enfermedad de esa persona. Yo inmediatamente entro en intercesin pri- vada porque s que el Seor lo va a hacer. En Una Revelacin Divina de la Sanidad, comparto verdaderos relatos de aquellos que han sido sanados por medio de la intervencin divina para levantar sus espritus y animarle a usted a medida que busca sanidad para su pro- pia enfermedad personal. Muchas veces, sufrimos en silen- cio. En vez de buscar sanidad, nos convencemos a nosotros mismos de que nuestras enfermedades son la voluntad de Dios para nuestras vidas. Sin embargo, la voluntad de Dios 4. 8 Una Revelacin Divina de la Sanidad es que usted sea prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, as como prospera tu alma (3 Juan 1:2). Las sanidades milagrosas se registran por toda la Biblia, sin embargo, mucha gente raramente piensa de la posibilidad siendo aplicada a las enfermedades actuales. A menudo, cuando hablamos de milagros, hablamos de ellos en tiempo pasado, como queriendo decir que ya Dios no los realiza. Esta es una falsedad que ha sido alimentada en no- sotros porque hoy, la iglesia como un todo, no hace nfasis en los milagros tanto como una vez lo hizo. Sin embargo, el Dios que hizo las grandes obras en tiempos pasados, es el mismo Dios que est listo, intere- sado y capaz de sanarlo a usted hoy. La sanidad fue parte del plan de Dios en el sacrificio de su Hijo Jesucristo, el be- neficio del cual se aplica a todos nosotros que creemos y lo recibimos. [Jess] quien llev l mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados (1 Pedro 2:24). Por cualquiera circunstancia que usted est atravesando, esa puede volverse en una oportu- nidad para que Dios reciba la gloria. Cuando parezca que nadie a su rededor entiende lo que usted siente realmente o para interceder en su favor, mire al Sanador divino para que le sea hecho todo. La sanidad es un magnfico regalo de Diosuno que l desea darnos y uno que l desea que lo ministremos a otros. l nos ha confiado este don a nosotros. Una vez que comprendemos su significado y la autoridad que tenemos en Cristo para administrar sus efectos, ms comenzaremos a gozarlo tanto espiritual como emocional, mental y fsica- mente, y ministrar el mismo en su totalidad a otros. 5. Introduccin 9 La sanidad es parte de la voluntad, deseo y promesa de Dios para nuestras vidas. A pesar de los mitos que usted pueda haber odo en relacin a la sanidad, nunca dude de que Dios quiera que usted est en buena salud. Deje que Una Revelacin Divina de la Sanidad lo dirija en la bs- queda, no solo para entender su condicin particular, sino tambin la Fuente de su sanidad. Mary K. Baxter 6. 11 Una oracin pidiendo sanidad Querido Dios: Nos ponemos de acuerdo con la gente que est soste- niendo este libro hoy y buscando estar bien, pidiendo que ellos puedan recibir completa sanidad mientras leen las pginas siguientes. Venimos contra principa- dos de maldad y poderes que quieren evitar el cum- plimiento de sus destinos por medio de ti, querido Dios, y pedimos a favor de su integridadespiritual, emocional, mental y fsica. Que su fe pueda aumen- tar y que sus acciones puedan reflejar su conocimien- to y experiencia recientemente adquirido de ti como Sanador. Tomamos autoridad sobre cada distraccin que quiera intentar obstaculizarles que reciban su sa- nidad, y oramos para que t enves tus ngeles para 7. 12 Una Revelacin Divina de la Sanidad proteger sus vidas. Cbrelos, Dios, mientras reciben sus milagros de ti. Djales saber y creer que t eres verdaderamente el Sanador de hoy, y que puedan experimentar tu uncin mientras buscan tu rostro. Que no solo lean estas palabras sino que tambin tu Palabra penetre en sus corazones. Dios, dales la sanidad que buscan y que sus vidas nunca sean las mismas otra vez. Permite que todos los que miren a los lectores de este libro sean asombrados por la paz de Dios que ellos presentan y que las operaciones de milagros de poder tengan lugar en sus vidas. En el nombre de Jess, amn. Mary K. Baxter y George G. Bloomer 8. 13 Un maravilloso aspecto de la sanidad divina de Dios para nosotros como seres humanospor medio de las Escrituras y a travs de nuestro encuentro personal con les que l es nuestro Sanador. Conocindolo como Sanador En el transcurso de mi vida, Dios se me ha manifestado a s mismo como Sanador muchas veces. Una de las prime- ras veces que experiment el milagro del poder operador de Dios fue cuando mi hija naci muerta despus de realizar una operacin cesrea. Haba un joven interno en la sala en ese momento, y l inmediatamente la sac y comenz a administrarle respiracin boca a boca. Una paz total reina- ba en toda la sala mientras el interno actuaba con mi beb hasta que finalmente ella empez a respirar. l se la pas Captulo 1 Dios se revela a s mismo como Sanador Porque yo soy Jehov tu sanador. xodo 15:26 9. 14 Una Revelacin Divina de la Sanidad a los mdicos y sali de la sala. Los mdicos pusieron a mi hija en una incubadora y aquel interno no se volvi a ver de nuevo. Sentimos que fue un ngel del Seor porque nadie lo conoca, nadie lo pudo identificar en el personal y nunca se mostr despus de eso. Los mdicos me dijeron que si mi hija viva tres das sera un milagro. Para ese tiempo yo todava no haba recibido a JesscomomiSalvadorySeor.Muchasvecesyohabahecho la oracin del pecador expresando pena por mis pecados, pero realmente nunca haba recibido la salvacin del Seor por fe. Yo estaba en mi sala del hospital recuperndome del parto y esperando ver lo que pasara con mi hija cuando o un coro de ngeles cantando y llamndome por mi nombre central. Catherine, recibe a Jess como tu Salvador, y as se mantuvieron repitiendo. Quise averiguar de dnde provena la msica, pero no pude descubrir su fuente. As que, camin hacia la ventana y sent la presencia de aquellos ngeles. Una vez ms dije la oracin del picador y recib completamente al Seor justo entonces y all. Estaba tan entusiasmada que re- tir la IV aguja de mi brazo y corr por el corredor dicindole a todo el mundo que yo haba nacido de nuevo por el Espritu de Dios. Los mdicos asumieron que yo estaba alucinando y me dieron algo para dormir, pero yo saba que Dios me haba tocado ese da. l tambin san a mi hija. Ella vivi y no ex- periment daos cerebrales en lo absoluto. Nuestro Dios puede hacerlo todo! Desde entonces y he visto todo tipo de milagros y sa- nidadessanidades de aquellos que sufren enfermedades hasta liberacin de los que sufren por abusos que ellos mis- mos se han propinado. Dios nuestro Sanador desea hacer- nos un todo en cuerpo, mente y espritu, y l me llam a 10. Dios se revela a s mismo como Sanador 15 ministrar sanidad e integridad a otros mientras predico su evangelio de salva- cin. A veces, ministro a adictos a las drogas y he visto a cientos liberados de su adiccin, porque Dios es el que est haciendo la sanidad, no yo. He puesto mis manos sobre los adictos a la coca- na crack y observado como Dios mila- grosamente los hace libres. En muchos de los milagros que me he encontrado, n- geles de Dios me han mostrado como orar. Este tipo de revelacin es parte de mi ministerio, el cual incluye sueos y visiones. Generalmente ver ngeles junto a personas y ellos me mostrarn en qu parte aquella persona necesita oracin. Por ejemplo, ser capaz de ver dentro del pecho de una persona y el ngel pondr sus manos sobre el pe- cho y me mostrar un punto oscuro sobre los pulmones de l o ella. Despus, ver la Palabra de Dios escritapa- labras como por mi llaga vosotros fuisteis curados (vase 1 Pedro2:24) y Yo soy Jehov tu sanador (xodo 15:26). Despus de eso ver la Palabra convertirse en una espada que va al lugar donde la persona necesita sanidad, y ver el fuego y el poder sanador de Dios dentro de ella. Dios me ha dado sueos, visiones y revelaciones para ayu- dar a la gente. No son solo por el amor a mi familia y a mo. Es para todo mundo. Nuestro Dios puede hacerlo todo! Solo tenemos que reconocer cun grande y compasivo es l. Servimos a un Dios que puede reemplazar cualquier cosa que haga falta en su vida. En cualquier rea que usted necesite sanidad, Dios est esperando y quiere sanarlo y sa- tisfacer su necesidad. S de lo que estoy hablando porque lo he experimentado de primera mano. Por ejemplo: mi hijo Dios nuestro Sanador desea hacernos un todo en cuerpo, mente y espritu. 11. 16 Una Revelacin Divina de la Sanidad tena epilepsia, provocndole que algunas clulas cerebra- les fueran destruidas. Despus que se le diagnostic con epilepsia, tuvimos que ir a las citas mdicas cada seis meses. Estuvimos orando por sanidad y, pasado el tiempo, Dios le restaur las clulas las clulas cerebrales! Varios mdicos confirmaron que las clulas eran normales. Estaban asom- brados de este milagro y admitieron: Tuvo que ser el po- der de Dios para que sucediera esto. Dios dijo: Y os restituir los aos que comi la oruga, el saltn, el revoltn y la langosta, mi gran ejrcito que envi con- tra vosotros (Joel 2:25). Si usted necesita que l le restaure algo en su vida, no pedirlo a l, Dios puede restaurar todo lo que nuestro enemigo el diablo ha quitado de nuestras vidas. Jess dijo: El ladrn no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengas vida, y para que la tengan en abundancia (Juan 10:10). Sanidad para el espritu, alma y cuerpo La palabra sanar, de acuerdo con el 11vo Diccionario Universitario Merriam-Webster, significa: Hacer sano o total. Causar (una condicin indeseable) para vencer. Restaurar la pureza original o integridad. Estas definiciones llevan la atencin al hecho de que la enfermedady la sanidad de Diosno est limitado a asuntos fsicos. Esto aplica a todo nuestro ser: espiritual, mental, emocional y fsico. Dios desea que seamos ntegros en todos los aspectos de nuestras vidas. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de 12. Dios se revela a s mismo como Sanador 17 nuestro Seor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual tambin lo har (1 Tesalonicenses 5:2324, nfasis aadido). En el libro de Juan, Jess encontr a un hombre que era invlido y le pregunt: Quieres ser sano? (Juan 5:6). Este hombre haba estado enfermo durante treinta y ocho aos e indudablemente haba llegado a estar muy frustra- do, mental y emocionalmente adems de la fatiga que su enfermedad fsica cargaba sobre su cuerpo. Jess estaba preguntndole al hombre que si quera que l venciera la condicin y lo dejara sano. Ha sido mi experiencia, que las personas por las que se ora, algunas ve- ces reciben ms de un tipo de sanidad al mismo tiempo. Por ejemplo: Un hom- bre llamado Adrian asisti a una de mis reuniones y recibi sanidad tanto fsica como emocional. l se haba sentado en las filas de atrs de la iglesia porque su espalda le dola mucho debido a una lesin que meses atrs le haba provocado un accidente de trnsito. l me escribi: Despus que usted hizo la oracin de fe, el espritu de sanidad fue liberado en la sala. Fui sana- do de falta de perdn, amargura del pasado, problemas de seno, dolor de espalda, y, para remate, cinco dientes fueron rellenados en mi boca. Yo llor como un beb esa noche, pero sal de la iglesia esa noche con paz, gozo, liberado y sanado. Las Escrituras revelan a Dios como Sanador No solo por medio de la experiencia personal de otros y de nosotros mismos que entendemos el poder de la sanidad Cuando se ora por las personas, a veces ellas reciben ms de un tipo de sanidad a la vez. 13. 18 Una Revelacin Divina de la Sanidad de Dios. Por medio de la fe de la Palabra de Dios, podemos saber de seguro que l es nuestro Sanador. l revel este atri- butoenlasEscrituraspormediodelavidadeAbrahamycon- tinu revelndola a travs de su pacto con el pueblo de Israel. Esta revelacin culmin con el sacrificio de su Hijo Jesucristo a favor de nosotros. Desde la cada de la humanidad, Dios ha estado desplegando su plan de salvacin y restauracin en Cristo por los seres humanos rebeldes y quebrantados. Este plan no solo incluye liberacin del pecado y de la muerte eter- na, sino tambin para nuestros cuerpos y mentes. Revelaciones y manifestaciones en el Antiguo Testamento Entre las primeras sanidades mencionadas en la Biblia estn aquellas en las cuales Dios restaur la habilidad de las mujeres para tener hijos. (Vase Gnesis 20:1718). Sara, la esposa del patriarca Abraham, tambin recibi una sa- nidad y milagro relacionado a su maternidad. Despus de aos de ser estril, y cuando ya le haba pasado la edad nor- mal para concebir, ella fue habilitada para concebir el hijo de la promesa, Isaac, a la edad de noventa aos, como parte del pacto de la promesa de Dios a Abraham que hara de l una nacin grande. (Vase Gnesis 17:1519; 21:13). Dios revel a los israelitas su naturaleza como Sanador y les prometi sanidad divina si ellos guardaban sus man- damientos. Cuando l sac a la nacin de Israel de la escla- vitud de Egipto, despus de castigar a sus captores con diez plagas, l le dijo al pueblo: Si oyeres atentamente la voz de Jehov tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres odos a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, 14. Dios se revela a s mismo como Sanador 19 ninguna enfermedad de las que envi a los egipcios te enviar a ti; porque yo soy Jehov tu Sanador. (xodo 15:26) Y por haber odo estos decretos, y haberlos guardado y puestos por obra, Jehov tu Dios guardar contigo el pacto y la misericordia que jur a tus padres. Y te amar, te bendecir u te multiplicar, y bendecir el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cra de tus vacas, y los rebaos de tus ovejas, en al tierra que jur a tus padres que te dara. Bendito sers ms que todos los pueblos; no habr en ti varn ni hembra estril, ni en tus ganados. Y quitar Jehov de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que t conoces, no las pondr sobre ti, antes las pondr sobre todos los que te aborre- cieren. (Deuteronomio 7:1215) El rey David escribi acerca del poder sanador de Dios: Bendice, alma ma, a Jehov, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquida- des, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericor- dias. (Salmo 103:24) Jehov, no me reprendas en tu enojo, ni me castigues con tu ira. Ten misericordia de m, oh Jehov, porque estoy enfermo; sname, oh Jehov, porque mis huesos se estremecen. (Salmo 6:12) Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el da malo lo librar Jehov. Jehov lo guardar, y le dar 15. 20 Una Revelacin Divina de la Sanidad vida; ser bienaventurado en la tierra, y no lo entrega- rs a la voluntad de sus enemigos. Jehov lo sustentar sobre el lecho del dolor; mullirs toda su cama en su enfermedad. Yo dije: Jehov, ten misericordia de m; sana mi alma, porque contra ti he pecado. (Salmo 41:14) Dios mostr misericordia no solo con su pueblo, los israelitas, sino tambin con otros que vinieron a l bus- cando sanidad. En 1 y 2 Reyes, leemos como Dios levant de la muerte a dos muchachos por medio de los profetas Elas y Eliseo. (Vase 1 Reyes 17:824; 2 Reyes 4:837). En 2Reyes leemos el relato de Naamn, el comandante del ejrcito del rey de Siria, a quien Dios san de lepra por medio del profeta Eliseo. (Vase 2 Reyes 5:115). El libro de Daniel registra la sanidad divina que Dios le dio a Daniel y a sus tres compaeros porque lo honraron a l, aunque estaban prisioneros en Babilonia y enfrenta- ban las presiones para que comprometieran su fe. (Vase Daniel 1:115). En el Antiguo Testamento hay muchos ms ejemplos del poder sanador de Dios. Sin embargo, la completa reve- lacin y provisin de Dios como Sanador vino en la perso- na de su Hijo Jesucristo. Revelaciones y manifestaciones en el Nuevo Testamento Jess era el Dios Sanador que vino a la tierra para resta- blecer la comunin de la humanidad consigo mismo y res- taurar la integridad de la humanidad a su imagen. Cuando l estuvo en la tierra, Jess cumpli la profeca por medio de su vida: 16. Dios se revela a s mismo como Sanador 21 El Espritu del Seor est sobre m. Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazn; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos. (Lucas 4:18) Repito, el evangelio de salvacin es uno de sanidad para la persona completa: espritu, alma y cuerpo. El siguiente da vio Juan a Jess que vena a l, y dijo: He aqu el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. (Juan 1:29) Y cuando lleg la noche, trajeron a l muchos ende- moniados; y con ola palabra echo fuera a los demo- nios, y san a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaas, cuando dijo: l mismo tom nuestras enfermedades, y llev nuestras dolen- cias. (Mateo 8:1617) El propsito del sacrificio de Jess As como la salvacin del pecado viene por medio de Cristo, la sanidad viene tambin por medio de l. Para en- tender y recibir sanidad, debemos permanecer enfocados en el propsito del sacrificio de Jess por nosotros. l no carga con nuestras tristezas y pecados por nada. Echemos un vis- tazo al significado del sufrimiento de Jess a favor nuestro mediante la descripcin en Isaas 53:45 de su sacrificio: Ciertamente llev l nuestras enfermedades, y sufri nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Ms l herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el 17. 22 Una Revelacin Divina de la Sanidad castigo de nuestra paz fue sobre l, y por su llaga fui- mos nosotros curados. 1. Mas l herido fue por nuestras rebeliones: El tormento que Jess llev en la cruz no fue por s mismo sino por noso- tros, porque l fue sin pecado. Porque no tenemos un sumo sa- cerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo segn nuestra semejanza, pero sin pecado (Hebreos 4:15). Qu tal si nosotros hubiramos pa- gadoel precioporcada una denuestras rebelionescometidas? Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos (Santiago 2:10). Jess llev el castigo por nosotros para que no tuviramos que pagarlo. Porque la paga del pecado es muerte, ms la ddiva de Dios es vida eterna en Cristo Jess Seor nuestro (Romanos 6:23). 2. Molido por nuestros pecados: Qu tal si cada vez que pecramos furamos azotados por nuestras espaldas? Dentro de poco, hubiramos desmayado de solo pensarlo. Agradecidamente, el precio por nuestros pecados ya ha sido pagado. Jess tom el dolor y el castigo de nuestra culpa so- bre s mismo. Puesto los ojos en Jess, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de l sufri la cruz, menospreciando el oprobio, y se sent a la diestra del trono de Dios (Hebreos 12:2). 3. El castigo de nuestra paz fue sobre l: Jess no solo tom el castigo por nuestros pecados, asegurando nuestra paz con Dios el Padre, sino que tambin tom la responsa- bilidad de guardar nuestra paz. Y no solamente con respecto a l se escribi que le [justicia] fue contada, sino tambin con respecto a nosotros a quienes a de ser contada, esto es, a los que creemos en el [Dios] que levant de los muertos a 18. Dios se revela a s mismo como Sanador 23 Jess, Seor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificacin. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Seor Jesucristo; por quien tam- bin tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. (Romanos 4:235:2) Por nada estis afanosos, sino sean vuestras peticiones delante de Dios en toda oracin y ruego, con accin de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo en- tendimiento, guardar vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jess. (Filipenses 4:67) Hoy, Jess contina de nuestro lado atacando al enemigo, recordndonos que l ya gan la guerra y que la paz es nuestra herencia. Adems, cuando no- sotros llegamos a empantanarnos tanto en nuestras dificultades que olvidamos que ya tenemos la victoria, el Espritu Santo de Dios nos ayuda en nuestra de- bilidad; pues qu hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos indeci- bles (Romanos 8:26). 4. Por su llago fuimos nosotros curados. El resultado de tan grande y milagroso sacrificio es que por sus llagas, sus heridas, sus magulladuras, nosotros somos sanados! Sanidad eterna Algunas veces podemos experimentar la necesidad para sanidad fsica, emocional y mental mientras vivimos Jess contina, de nuestro lado, derrotando los ataques del enemigo. 19. 24 Una Revelacin Divina de la Sanidad en esta tierra. Sin embargo, por causa del sacrificio de Jess por nosotros, vendr un da cuando seremos absolutamente ntegros y nunca tendremos que preocuparnos de las penas o dolencias otra vez. Uno de los discpulos de Jess, Juan, escribi en el libro de Apocalipsis: Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusaln, des- cender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y o una gran voz del cielo que deca: He aqu el tabernculo de Dios con los hom- bres, y l morar con ellos; y ellos sern su pueblo, y Dios mismo estar con ellos como su Dios. Enjugar Dios toda lgrima de los ojos de ellos; y ya no habr muerte, ni habr ms llanto, ni clamor, ni dolor; por- que las primeras cosas pasaron. Y el que estaba senta- do en el trono dijo: He aqu, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y me dijo; Hecho est. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le dar gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredar todas las cosas, y yo ser su Dios, y l ser mi hijo. (Apocalipsis 21:27) Qu promesa de bendicin es esta para nosotros! No ms dolor, no ms tristeza, no ms llanto o muerte. Estaremos perfectamente sanados y listos para pasar la eternidad con Dios. Sin embargo, aun ahora, en la tierra, podemos recibir sanidad por el poder de Dios obrando en nuestras vidas. Es mi deseo que por medio de este libro que usted no sola- mente venga a entender que Dios es Sanador, sino tambin tiene una revelacin personal que l es su Sanador. 20. 25 La enfermedad y padecimiento parece plagar nuestra na- cin y nuestro mundo. Los adultos estn luchando con enfermedades como el Alzheimer, artritis crnicas enferme- dades del corazn, cncer del pecho, HPV, diabetes, y cncer en general, as como con problemas psicolgicos como de- presin crnica, esquizofrenia, desorden bipolar, y desorden obsesivo compulsivo, todo lo cual ataca la estabilidad mental. La gente est quebrantada, fsica, mental y emocionalmente. Penosamente, los nios estn naciendo con enfermeda- des y otros problemas fsicos, tales como asma, fallas con- gestivas del corazn, infecciones de pulmones y riones, ce- guera y sordera. Algunos ya nacen con enfermedades como la tuberculosis o SIDA. Sufren sntomas de adicciones que ellos heredaron de las adicciones al crack, metanfetaminas y otras sustancias destructivas de sus propios padres. Captulo 2 Humanidad quebrantada y herida 21. 26 Una Revelacin Divina de la Sanidad Uno de los resultados es que las compaas farmacuti- cas estn desarrollando pldoras y medicinas para aplicarlas a casi toda dolencia imaginable fsica y emocionaluna pl- dora para levantarse, para dormir, para rer, para dejar de llo- rar, para tratar dolores de cabeza, resfros, dolores de espalda y tos. Han creado cremas y lociones medicadas para aliviar la incomodidad del eczema y otras condiciones de la piel. La industria farmacutica es el negocio de cien billo- nes de dlares, aunque parece que a algunas personas no les va muy bien o se estn enfermando ms. A medida que los cuerpos de las personas se van haciendo inmune a los tratamientos, soluciones medicinales ms fuertes se han desarrollado para reemplazar a las anteriores. Algunas en- fermedades persisten debido a que son principalmente el resultado del estilo de vida no saludable de las personas. Y mientras el cuidado de salud es un gran negocio, muchas personas no pueden costearlas. Si no fuera por la gracia de Dios, algunas de estas personas ya no estaran vivas. Cuales su diagnstico? La enfermedad no solo de condiciones de la sociedad o estadsticas. Puede ser muy personal. Cul es su dolencia? Usted o alguien cercano a usted necesita sanidad? Cuando alguien visita a un medico por alguna enfer- medad, lo primero que el mdico hace es hacer una serie de preguntas. l o ella juntan tanta informacin como sea po- sible para descubrir la naturaleza de la enfermedad que le est causando la molestia. Esto se debe a que el mdico sabe que solo tratar los sntomas superficiales no basta. Si hay una cura mdica para su enfermedad, el trabajo del mdico es identificar el antidote que le dar la cura por medio de prescripciones, tratamientos, cirugas y as sucesivamente. 22. Humanidad quebrantada y herida 27 Ya sea que su necesidad de sanidad es fsica, mental, emocional, o espiritual, usted debe ser honesto en cuanto a sus sntomas. As que, comencemos a hacer un diagnstico sencillamente haciendo una serie de preguntas. 1. Est usted fsicamente enfermo, y si no, cules son sus sntomas? Dios obra sanidad por medio de los mdicos, tambin como directamente, por tanto, ha compartido usted todos sus sntomas abierta y honestamente con un reconocido mdico? Adems, ha sido usted tan amplio y transparente en lo posible cuando se le pregunt sobre cierto comporta- miento? Una de las cosas que muchos mdicos hacen hin- capi es la necesidad de una comunicacin honesta entre el paciente y el mdico para procurar el mejor tratamiento posible. Por ejemplo, muchas personas cuando se les pide: Describa su dieta diaria, a menudos responden con res- puestas muy vagas y sin descripcin. Oh, un desayuno li- geroun almuerzo ligeropoca cena por la nochepocos bocadillos entre comidas. Si usted come tocino y embutido todas las maanas con un agregado de huevos y tostadas y se lo engulle todo con una lata de mocha, admtalo. No permita que su desconcierto lo aleje de la sanidad que usted necesita desesperadamente. Los mdicos estn acostum- brados a escuchar lo peor, por lo que, si usted va a ellos por tratamiento, preprese para decir la verdad. No deje que el orgullo le provoque caer en un abismo de donde solo un tratamiento mdico agresivo pudiera sacarlo en el futuro. Antes de la cada la altivez de espritu (Proverbios16:18). Usted no puede presentar adecuadamente el mensaje de Cristo a los dems cuando se ha propuesto hacer cosas a su propio cuerpo que le evitarn ser efectivo para Dios. O ig- noris que vuestro cuerpo es templo del Espritu Santo, el cual 23. 28 Una Revelacin Divina de la Sanidad est en vosotros, el cual tenis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espritu, los cuales son de Dios (1 Corintios 6:1920). 2. Son sus sntomas mentales o emocionales? Se ha re- tirado de sus amigos y seres queridos, y si es as, por qu? Qu sucesos lo llevaron a este comportamiento? Esto es algo nuevo que usted est experimen- tando, o siempre se ha sentido de este modoque tanto se refiere a deprimi- do o bajo de espritu? Algunas veces, los acontecimientos ocurren en nuestras vidas que envan nuestras emociones y sentido de espiral de seguridad fuera de control y nosotros no le hablamos a al- guien de cmo nos sentimos, ellos pue- den estar peor. Especialmente, como hijos de Dios, necesitamos rodearnos con aquellos de igual fe, aquellos que creen en nuestro Dios y pueden recordarnos de su poder siempre estemos dbiles. Y considermonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no de- jando de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino exhortndonos; y tanto ms, cuanto veis que aquel da se acerca (Hebreos 10:2425). Algunas personas simplemente no saben por qu se sienten de la manera que se comportan, y esto algunas veces tiene que ver con un desequilibrio qumico en sus cuerpos u otras complicaciones fsicas para lo cual un mdico licenciado puede prescribir un tratamiento. Para otros, pudiera ser un ataque estratgico demonaco para obstaculizar su progreso mientras van hacienda los negocios del Padre. Todo el tiem- po debemos permanecer en guardia espiritualmente, pues el Debemos rodearnos de aquellos que creen en nuestro Dios y pueden recordarnos de su poder. 24. Humanidad quebrantada y herida 29 diablo continuamente busca nuestros momentos de vulne- rabilidad para hacer estragos en nuestras vidas. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como len rugiente anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumplien- do en vuestros hermanos en todo el mundo (1 Pedro 5:89). 3. Son espirituales sus sntomas? Tiene comunin con Dios? Sabe que sus pecados han sido perdonados y que usted es su hijo? Si usted ha tenido una comunin con Dios, se siente ahora como si l se ha olvidado de usted? Pareciera como si sus oraciones golpean el cielo raso de la casa y rebotan? En una ocasin o en otra en nuestro caminar espiritual con Dios, todos nosotros hemos sentido como si nuestras oraciones no estn siendo contestadas o que Dios ya no tie- ne cuidado. A medida que nuestra fe est siendo probada y comprobada, Dios quiere que resistamos estas pruebas y no caigamos bajo la presin de ellas. Una madre que est enseando a caminar a su hijo, al- gunas veces lo dejar que se caiga para que el joven ya no tenga temor de dar los pasos e intente l o ella caminar por s mismo. Cada vez que el nio cae, l o ella, mira a la mam porque el nio ha creado una relacin con la madre que lo ha llevado al conocimiento: Yo me puedo caer, pero s que mi mam no va a permitir que yo mismo me cause dao en el proceso. Yo confo en ella. Un escenario parecido es real en nuestra relacin con el Padre celestial. Dios nos dejas que atravesemos por ciertas experiencias en la vida para que aprendamos a caminar en fe y confiemos en l. Si estamos constantemente temerosos de lastimarnos, nunca caminaremos en fe y crecer o alcanzar nuevos niveles en la vida. Por consiguiente, Dios nos deja que crucemos por 25. 30 Una Revelacin Divina de la Sanidad una cantidad de experiencias para ensearnos a levantar- nos contra las tcticas del diablo. Por lo dems, hermanos mos, fortaleceos en el Seor, y en el poder de su fuerza. Vestos de toda la armadura de Dios, para que podis estar firmes contra las asechanzas del diablo (Efesios 6:1011). Estamos en la lucha de nuestras vidas, pero esta ba- talla no es natural, es espiritual. Si usted pudiera ver en el reino del espritu, se dara cuenta como Satans y sus ejrcitos trazan estrategias para tratar de mantenerse un paso delante de nosotros. El diablo quiere desviar nuestra atencin del camino de Dios y utilizar cualquier medio para lograrlo. Por sus llagas, nosotros somos sanados Dios no quiere que andemos con enfermedades y pa- decimientos que no tenemos por qu llevar. Si l lo hizo, entonces l no tena por qu enviar a su nico Hijo Jess a morir por nosotros, es por sus llagas que sufri en la cruz que nosotros somos sanados. Adn y Eva, los primeros se- res humanos, fueron creados sanossin enfermedades, padecimientos, o angustia mental o emocional. La provi- sin de sanidad de Dios es el resultado de su amor y sal- vacin por medio de Cristo. Quien llev l mismo [Jess] nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que no- sotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados (1 Pedro 2:24). Esto signi- fica que por cualquiera enfermedad que enfrentemos y por cualquiera dolencia que nuestro enemigo, el diablo, trate de infligirnos, Dios ya prepar la cura. Aleluya! El cuerpo de Cristo debe aprender que los creyentes tienen potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre 26. Humanidad quebrantada y herida 31 toda fuerza del enemigo (Lucas 10:19) y que en el nombre de Jess sobre los enfermos pondrn sus manos, y sanarn (Marcos 16:18). No es de extraar que los cristianos a menudo sean capaces de sustentar fuerza inimaginable en medio de algunas de las ms penosas circunstancias. Jess prometi que nada os daar [nosotros] (Lucas 10:19). Esto no quiere decir que nosotros no experimentaremos adversidades en la vida, pero con cada lucha, Dios nos lle- var en alas de guila y nos permitir que soportemos la turbulencia mientras pasamos al otro lado de la tormenta. (Vase xodo 19:4). La Biblia est llena de relatos sanidades milagrosas, pero desafortunadamente, muchas personas piensan que es imposible para los tiempos y das en los cuales vivimos. Este es un engao del diablo. l quiere que nosotros creamos que la era de las sanidades sobrenatu- rales es un fenmeno perdido. Si no somos cuidadosos, compraremos sus mentiras. Muchas personas han per- dido su fe y cedido a la nocin de que los registros de sanidades milagrosas que leemos en la Biblia, son solo cuen- tos de hadas y que no son ni literales ni aplicables a la vida real. Sin embargo, qu sucedera si todo el tiempo que nos tomamos para acoger hoy el hecho de que estos relatos bblicos fueron verdaderos encuentros vivos y que Dios todava est realizando los mismos tipos de milagros hoy? El poder de Dios sera liberado y noso- tros comenzaramos a experimentar la manifestacin de lo sobrenatural como nunca antes. Enfermedades incurables seran sanadas, las dolencias misteriosas cesaran, los cie- gos veran, y los odos sordos seran abiertos. Mi oracin Dios todava sigue obrando los mismos tipos de milagros de los que leemos en la Biblia. 27. 32 Una Revelacin Divina de la Sanidad es que la iglesia de Jesucristo experimente el anhelo por la completa manifestacin de sanidades sobrenaturales. Afrrese de la Palabra de Dios Uno de los ms comunes obstculos que evitan que mu- chos de nosotros experimenten este derramamiento sobre- natural es la falta de fe. Dios puede hacer todo lo que est en su voluntad realizar y que est en lnea con su Palabra. Por tanto, por que no confiamos en l para hacer algo que no- sotros no somos capaces de hacer? No estoy sugiriendo que saquemos de nuestras vitrinas los medicamentos, que recha- cemos las rdenes de los mdicos y que ignoremos el consejo profesional, sino que deberamos emplear la fe y aplicar la Palabra de Dios a nuestras vidas, al mismo tiempo que utili- zamos tambin la intervencin mdica y los tratamientos. Escuchar un mal diagnstico de la salud de uno con frecuencia es un homicida de la fe, pero mi oracin es que despus que usted lea este libro, rehusar aceptar malas no- ticias como una sentencia de muerte. Si est creyendo en Dios por un milagro para usted o para un ser querido, af- rrese de la Palabra de Dios, no importa como parezcan las cosas en lo natural. Si usted oye malas noticias, recbalas como una oportunidad para ver la completa manifestacin del Espritu de Diosque est activo hoyobrando en su vida o en las vidas de sus seres queridos. Muchos cristianos han odo el dicho: Afrrate de Dios con tanta frecuencia que ahora reciben estas pala- bras como un clich puramente en vez de palabras viables de nimo. Sin embargo, si solo queremos dejar que las pa- labras de Dios sobre sanidad penetren nuestro espritu, y realmente hacemos lo que la Palabra de Dios dice en vez 28. Humanidad quebrantada y herida 33 de orla (vase Santiago 1:22), empezaramos a ser testigos de sanidades que pareceran imposibles manifestadas justo delante de nuestros ojos. Listo para ministrar sanidad a otros Como ministro del evangelio, yo soy constantemente asediada por quienes solicitan oraciones por sanidad. No importa la necesidad particular, mi deseo es presentar a cada persona el poder de Diosla Fuente verdadera de vida y de todo lo dems. Este es tambin mi propsito al escribir Una Revelacin Divina de la Sanidad. me gustara presentarle a usted la Fuente de su sanidad y tambin a su poder para sanar. Aun los que ya conocen a Dios el Padre no siempre estn al corriente de su deseo y habilidad para sanarlos por medio de su Hijo Jesucristo. Yo le animo fuer- temente a explorar la Palabra de Dios para descubrir su compromiso con nosotros de completa sanidadinterna y externay recibir su sanidad. Una vez que recibimos el don de sanidad para nosotros mismos, de igual manera de- bemos pasar la promesa de este don a los dems. Yo creo que estamos rpidamente acercndonos a los l- timos das antes del regreso de Cristo a la tierra y que mucha gente vendr a la iglesia buscando de Dios lo que ellos son incapaces de encontrar por medio de intervencin humana. Esto incluye la sanidad. Si sus necesidades son espirituales, mentales, emocionales o fsicas, debemos estar preparados para proporcionar las respuestas bblicas que los conduzca a la sanidad de las heridas de los que buscan completa liber- tad de sus enfermedades. La pregunta es: Estar la iglesia preparada para dirigir la afluencia de buscadores de aquel a quien ltimamente buscan? Pero cuando venga el Hijo del Hombre, hallar fe en la tierra? (Lucas 18:8). 29. 34 Una Revelacin Divina de la Sanidad Nunca debemos buscar gloria per- sonal para que Dios obre milagros. (Vase Isaas 42:8). En vez de eso, en todas las cosas, debemos conducir a los que buscan sanidad hacia el nico que puede sanar todas sus heridas. Si al- guien que estuvo enfermo, viene a us- ted hoy, estara usted, como cristiano, preparado para orar por esta persona y ver que l o ella se recupere (vase Marcos 16:18), o ser una prdida de palabrasno preparado para minis- trar la sanidad de Cristo? La imposicin de manos para sanidad es esencialmen- te una conexin espiritual entre la persona necesitada del poder sanador de Dios, nosotros mismos, y Dios. Cuando un creyente est caminando conforme el Espritu de Dios, l o ella es un mediador, un canal por medio del cual el po- der sanador de Dios viene a un individuo que est achacoso de enfermedades y padecimientos. Puede usted imaginar- se yendo a alguien que est en su cama de enfermo, poner sus manos sobre l, y esperar que se levante de la cama sa- nada totalmente? Si este escenario le parece inimaginable a usted, entonces siga leyendo. Dios no solamente sana como lo haca en tiempos pasados, sino que podemos andar en el poder de la sanidad como lo hizo tambin Jess cuando estuvo en la tierra. Jess nos dijo: De cierto, de cierto os digo: El que cree en m, las obras que yo hago, l las har tambin; y aun mayores har, porque yo voy al Padre (Juan 14:12). Cuando un creyente camina de acuerdo con el Espritu de Dios, l o ella es un mediador por medio del cual fluye el poder sanador de Dios. 30. 35 Dios cre a cada uno de nosotros con un espritu, un alma (incluyendo la mente, la voluntad y las emocio- nes) y un cuerpo. (Vase 1 Tesalonicenses 5:23). Mientras que cada una de estas reas de nuestras vidas es importan- te, la sanidad espiritual es de primera importancia y nos lleve la ltima sanidad en las otras reas. Despus que Dios cre los primeros seres humanos, ellos se rebelaron contra l y permitieron que el pecado go- bernara sus vidas y entrara en el mundo. Desde ese tiempo, ha estado en una carrera que es la muerte, espiritualmente hablando: Por tanto, como el pecado entr en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte as la muerte pas a to- dos los hombres, por cuanto todos pecaron (Romanos 5:12). A menos que los seres humanos apliquen el remedio de Dios para el pecado y la muerte, l o ella permanecern Captulo 3 Sanidad para el espritu Mas a vosotros los que temis mi nombre, nacer el Sol de justicia, y en sus alas traer salvacin. Malaquas 4:2 31. 36 Una Revelacin Divina de la Sanidad en un estado de muerte espiritual. Sin embargo, Dios ha provisto sanidad espiritual para nosotros por medio de la fe en Jess! Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva (Romanos 6:4). Qu significa recibir sanidad espiritual? Primero, sa- nidad espiritual involucra renovacin de su espritusu yo esencial como ser humano hecho a la imagen de Diosde la corrupcin de pecado para que usted pueda experimentar integridad espiritual y vida eterna. Ms ahora que habis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenis por vuestro fruto la santificacin, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, ms la ddiva de Dios es vida eterna en Cristo Jess Seor nuestro (Romanos 6:2223). La vida eterna incluye el perdn de todos nuestros pecados. Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satans a Dios; para que reciban, por la fe que es en m [Jess], perdn de pecados y herencia entre los santificados (Hechos 26:18). Segundo, sanidad espiritual inclu- ye la restauracin de la comunin entre usted y Dios que fue rota como resul- tado del pecado y la muerte espiritual. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Seor Jesucristo (Romanos5:1). Cuando la comunin se restablece, usted nace de nuevo. (Vase Juan 3:121). Usted se convierte un hijo de Dios. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos Estar sano espiritualmente significa que ahora usted puede entrar en las promesas de la Palabra de Dios que se aplica a los que son sus hijos. 32. Sanidad para el espritu 37 hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varn, sino de Dios (Juan 1:1213). Tercero, estar sano espiritualmente significa que ahora usted puede entrar en las promesas de la Palabra de Dios que se aplica a los que son sus hijos. El Espritu mismo da tes- timonio a nuestro espritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, tambin herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con l, para que juntamente con l seamos glorificados (Romanos 8:1617). Porque todas las promesas de Dios son en l s, y en l Amn, por medio de nosotros, para la gloria de Dios (2 Corintios 1:20). Salvacin y sanidad El perdn de pecados puede preparar el terreno la sa- nidad fsica y emocional, especialmente si el pecado le ha provocado una enfermedad. En el captulo 9 de Mateo, cuando Jess ministr a un paraltico, l trat con tanto con la sanidad fsica como la espiritual de su vida. Y sucedi que le [Jess] un paraltico, tendido sobre una cama; y al ver Jess la fe de ellos, dijo al paraltico: Ten nimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Entonces al- gunos de los fariseos decan dentro de s: Este blasfema. Y conociendo Jess los pensamientos de ellos, dijo: Por qu pensis mal en vuestros corazones? Porque, qu es ms fcil, decir: Los pecados te son perdonados o decir: Levntate y anda? Pues para que sepis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pe- cados (dice entonces al paraltico): Levntate, toma tu cama, y vete a tu casa. Entonces l se levant y se fue a su casa. (Mateo 9:27) 33. 38 Una Revelacin Divina de la Sanidad La palabra griega para sanar es sozo. Esta palabra tam- bin se traduce comnmente como salvar. Muchas veces en toda la Biblia, san a alguien, l tambin le a l o ella perdo- n sus pecados. Esto no implica que todo el que est enfer- me, tiene un pecado especfico para culpar a l o ella de su condicin, sino solamente enfatizar el compromiso de Dios para nuestra completa sanidadcuerpo, alma y espritu. Cuan asombroso debe haberse sentido el hombre sen- tado a la puerta llamada La Hermosa en Hechos 3, quien habiendo sido cojo de nacimiento, esperando recibir unas pocas monedas para vivir, se le dio algo mas grandesalud e integridad! Mientras l se sentaba all a pedir limosnas de los que entraban al templo, se fij en Pedro y Juan y les pidi dinero. Pedro y Juan le contestaron: Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levntate y anda (versculo 6). Hay cientos de personas ricas cuyo dinero no puede comprar la salud e integridad, tampoco fsica, mental, men- tal y emocional. A menudo miramos a los que son ricos y nos preguntamos: Como pueden ser tan felices con todo ese dinero? El dinero realmente no compra la verdadera feli- cidad o la integridad. Estas cosas solo se pudren adquirir recibiendo sanidad espiritual de una comunin restaurada con Dios el Padre. Por consiguiente, al recibir sanidad espiritual, usted puede adquirir el poder recibir tambin la sanidad mental, emocional y fsica que necesita. Si esta sanidad es activada por medios medicinales o medios sobrenaturales, la sani- dad en todos sus aspectos, es un don de Dios. Si nunca ha dudado que Dios desea lo mejor para usted, entonces abra su mente a una nueva manera de pensar. En vez de eso, 34. Sanidad para el espritu 39 usted puede ser hecho sano por medio del poder sanador del poderoso Dios! Por nada estis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oracin y ruego, con accin de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepa- sa todo entendimiento, guardar vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jess. (Filipenses 4:67) Permita que la paz de Dios que sobrepasa todo enten- dimiento humano, sea su parte mientras lo busca a l y re- ciba la sanidad que necesita. Sin paz espiritual, a menudo es difcil comenzar adecuadamente el proceso efectivo de la sanidad fsica o emocional porque la ansiedad y la falta de fe pueden bloquearlo. Para algunos puede parecer inaudito es- perar paz en medio del sufrimiento, pero con Dios todas las cosas son posibles. (Vase Mateo 19:26; Marcos 10:27). La realidad de la muerte espiritual Las consecuencias de rehusar sanidad para el espritu y permanecer en muerte espiritual son inconcebibles: eterna corrupcin de nuestros espritus y una eternidad separados de Dios. Hace aos, cuando Jess se me apareci en la no- che por primera vez en visiones y revelaciones, me dijo que me iba a llevar a un viaje al infierno con l. En seguida me mostr los compartimentos del infierno, y que despus me iba a mostrar el cielo. Jess tambin me dijo que iba a ver cosas terribles en el infierno que yo deba escribir en un libro para ayudar a la gente de todo el mundo a recibir salvacin y as escapar de una eternidad separados de Dios. He viajado en cerca de 35. 40 Una Revelacin Divina de la Sanidad noventa naciones llevando este mensaje, y hoy, las almas to- dava estn siendo salvadas por miles despus de escuchar mi testimonio y leer de eso en mi libro.1 Antes de llevarme al infierno, Jess levant su mano y el techo de mi casa se enroll hacia atrs. Mi espritu pare- ca salir del cuerpo y me puse al lado del Seor. Aunque mi cuerpo estaba tendido en la cama en estado como dormido, mi espritu estaba despierto y conoca todo diez veces ms inteligente fuera de mi cuerpo. Jess me tom de la mano y nos internamos en las galaxias. V un rollo con el Salmo91 escrito colgando sobre mi casa y tres rangos de ngeles ro- deando mi hogar. Algunos de los ngeles eran muy altos y tenan grandes espadas. Si algo malo se aproximaba a mi casa, los ngeles sacaban sus espadas y desaparecan la oscuridad. Los ngeles guerreros estn alrededor de todos nosotros, y si usted clama a Dios, l le enva la ayuda. Entonces, Jess y yo comenzamos a bajar por una puerta que conduca al infierno. Haba una pared gris y detrs de ella estaban los poderes demonacos por miles. V demonios de doce pies de altos que parecan cucarachas, junto con araas que eran igual de altas. Demonios con na- vajas en sus espaldas rondaban por all. Las cucarachas son los demonios perversos en el mundo. Muchas personas no comprenden que estamos librando una guerra espiritual con fuerzas malignas invisibles. A medida que Jess y yo bajbamos esta puerta, pude or millones de voces gritando: Djenme morir! Djenme morir! Ningn hombre cuida de mi alma!. Hasta donde yo pude ver, haba hoyos de fuego en el terreno, y en cada hoyo 1 Vea Mary K. Baxter, Una Revelacion Divina del Infierno y Una Revelacion Divina del Cielo (New Kensington, PA: Whitaker House). 36. Sanidad para el espritu 41 estaba un esqueleto. Estas eran personas que haban muerto y estaban cosechando lo que haban sembrado en la tierra. Un evangelio suavizado se les haba predicado tanto a estas personas que no saban nada de los tormentos del in- fierno. El libro de Daniel habla de la verdad siendo echada por tierra (Daniel 8:12) y que es la hora en que estamos ahora. La verdad de la Palabra de Dios est siendo echada por tierra por tierra, y la gente la est reemplazando con un evangelio suavizado que carece de poder para obrar una transformacin espiritual en sus vidas. Usted debe saber que cuando se siente bien pecar, el diablo est tratando de destruirlo. Ahora es el tiempo de buscar la vida espiritual de Dios, salud e integridadporque en el infierno esto ya no es posible. En el infierno o voces clamando a Jess, pero l me dijo que era dema- siado tarde para esas almas porque el juicio de su Padre ya haba sido esta- blecido. O la voz de un hombre cla- mando: He estado aqu por cincuenta aos. Trato de escapar de este tormento, pero los demonios me agarran y me golpean y me parten en dos, y yo grito por la otra parte de mi cuerpo. Los horrores del infiernono los conocemos todos aun! El infierno hiede horriblemente, como el olor de un albaal. Mi corazn se rompi cuando escuch el crujir de dientes de los sin esperanza y el clamor de las almas que se lamentaban de no haber escuchado las advertencias de los predicadores sinceros de Dios. V el esqueleto de una mujer y su voz gritaba: Seor, har lo correcto si t me sacas del infierno! No quiero es- tar aqu. Escuch tus palabras de arrepentimiento y amor Ahora es el tiempo de buscar la vida espiritual,salud e integridad de Dios. 37. 42 Una Revelacin Divina de la Sanidad cuando estaba en la tierra. Recuerdo a mi familia en la tie- rra y algunos de ellos van a venir aqu. Recuerdo el evan- gelio que se me predic. Todos los das el hoyo se llena ms. Por favor, Seor, scame de aqu!. Jess comenz a gritar y ella empez a gritar. l le dijo a ella: El juicio de mi Padre ya est dado. Es demasiado tarde. Y mientras Jess y yo continubamos, o una mul- titud de voces de almas condenadas que seguan clamando en angustia a l mientras pasaba por all. Mientras estamos aqu en la tierra, tenemos que dejar de tener miedo de las bocanadas de viento que el diablo est soplando, porque eso es todo lo que hace comparado con el poder de Diossolo viento. Tenemos que volver a los caminos de Dios ahora mismo porque en el infierno, no hay escape. Cuando la gente en el infierno trata de salir del hoyo, los demonios los empujan de regreso y los queman ms. Estos demonios no tienen misericordia absolutamen- te. Ellos atormentas a las almas dicindoles: Nosotros te engaamoste engaamos!. Muchos lderes de la iglesia no quieren hablar del infierno porque no quieren que sus congregaciones se perturben. Estoy segura que aquellos que sufren en el infierno hubieran querido decirle a sus l- deres que vala ms el riesgo evitarle a la gente una horrible eternidad. Mir la cantidad de almas en el corazn del infierno. Ese no fue el deseo de Dios para los seres humanos. Al principio Dios hizo el infierno para el diablo y sus ngeles que se rebelaron contra l. Porque si Dios no perdon a los ngeles que pecaron, sino que arrojndolos al infierno los en- treg a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio (2 Pedro 2:4). Sin embargo, todos los seres humanos que 38. Sanidad para el espritu 43 se rebelan contra Dios y se niegan a arrepentirse antes de morir terminarn all. Jess dijo: Y no temis a los que ma- tan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a Aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno (Mateo 10:28). La muerte y el castigo eterno son el destino del diablo, los demonios y toda persona que no recibe sal- vacin por medio de Jesucristo y vive para l. Entonces [Jess] dir tambin a los de la izquierda: Apartaos de m, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ngeles. (Mateo 25:41) Y el diablo que los engaaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso pro- feta; y sern atormentados da y noche por los siglos de los siglos. Y v un gran trono blanco y al que estaba sentado en l, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningn lugar se encontr para ellos. Y v los muertos, grandes y pequeos, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es ele libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, segn sus obras. Y el amar entreg los muertos que haba en l; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que haba en ellos; y fueron juzgados cada uno segn sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se hall inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. (Apocalipsis 20:1015) Jessdijo:Ysitumanoderechateesocasindecaer,crtala, y chala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno (Mateo 5:30). 39. 44 Una Revelacin Divina de la Sanidad Por supuesto que l no quiso decir que usted se debe muti- lar fsicamente. l quiso decir que es mejor deshacerse de las causas que lo inducen a pecar mientras est en la tierra que arriesgarse a que lo lleven al sufrimiento eterno. Deshacerse de lo que lo induce a pecar quiere decir ceder todo lo que evita de Dios y apaciguando su naturaleza pecaminosa y activar lo agrada a Dios. Que se vaya! Nada vale ms que aferrarse a esa causa que compromete su posicin espiritual con Dios. Crtelo de su vida completamente. Usted nunca querr per- mitirse mantener el hbito, una manera de pensar, una cierta conducta, una relacin, o cualquier cosa que le haga perder la eternal salvacin. En el infierno v la entrada entre el infierno y la tie- rra que se abra y cerraba. Los demonios salan de all y entraban en la tierra para atormentar. Por dondequiera que miremos, es una oportunidad tras otra para apaciguar los deseos pecaminosos de la carne mejor que abrazarse a Dios. Las Escrituras nos dicen: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huir de vosotros. Acercaos a Dios, y l se acercar a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble nimo, purificad vuestros corazones.Humillaos de- lante del Seor, y l os exaltar. (Santiago 4:78, 10) El diablo es muy sagaz en su tctica para separarnos de Dios. Por eso es que debemos recordar que no todo lo que parece bueno a la vista viene de Dios. Ezequiel 28 describe a un ser que aparentemente es Satans. Antes que Satans cayera, anduvo con Dios, y la confeccin de sus flautas fueron creadas en l como un 40. Sanidad para el espritu 45 querubn. (Vase versculos 1318). Despus que el mal se encontr en l y fue echado del cielo, Satans utiliz sus habilidades para descubrir los pecados de los seres huma- nos, acusarlos, y susurrarles sus engaosas mentiras. Su intencin es tentar a la gente para que se maten ellos mis- mos antes que el Espritu de Dios pueda limpiarlos de sus pecados, salvar sus almas y restaurarles su paz. En mis revelaciones del infierno, he visto a Satans con flautas en su barriga, de las cuales sale msica. He visto muchas de estas flautas cuando he estado en oraciones de intercesin, y alcanzan todo el camino al cielo. A medida que las flautas se internan en la tierra, tocan canciones ma- las unas a otras. Van a la gente que son vulnerables y les susurran cosas como: Mtate t mismo. Nadie te quie- re. Nadie se preocupa por t. Destryete t mismo y ser mucho mejor. Estas voces demonacas cantan de una flauta de la otra y haciendo que muchas personas cometan suicidio porque la msica y las voces que salen de ellas lle- van una fuerza perversa. Es una seduccin a cometer suici- dioun demonio de suicidio. Algunas personas han credo en falsas doctrinas por medio de influencias de demonios o enseanzas errneas. Una vez, estando ministrando en Canad, me sent en el vestbulo de la iglesia tomando un descanso. Otra mujer estaba sentada all, tambin y me dijo: He estado espe- rando para hablar con usted. He odo que usted se mata a s misma va al cielo. Yo he estado atravesando por esto y aquello, y he planeado mi muerte. Usted no podra imagi- narse las enseanzas que est oyendo la gente. Yo le contest: Esa una mentira del diablo. Sabe usted que si lo premedita, si decide matarse, se va a ir al infierno? 41. 46 Una Revelacin Divina de la Sanidad Y ella me contest: Cuando hoy salga de aqu, ya lo tengo todo planeado lo que voy a hacer. La tom de la mano y le dije: Cario, djame orar por ti. Empec a orar por ella y a hablarle. El poder de Dios vino y la aconsej, diciendo: Sabes que si haces esto terminars en el infierno? Y ella dijo: Cmo puede ser eso? Vivo bien y hago lo correc- to. Le dije: Cario, ests planeando tu propio homicidio. Or y romp el engao por medio del Espritu Santo. Usted tiene que rom- per algunas cosas de las personas. Ms tarde esa misma noche, esta mujer fue la primera en venir al altar para arre- pentirse de sus pecados. Es fenomenal como el Seor quebrantar los cora- zones ms duros. Debemos estar en guardia contra los engaos del diablo. Jess mismo fue tentado por el diablo para que se lan- zara del pinculo del templo. (Vase Mateo 4:6). Sin em- bargo, l continu utilizando la Palabra de Dios para con- traatacar los ataques del diablo. Otra vez le llev diablo a un monte muy alto, y le mostr todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te dar, si postrado me adorares. Entonces Jess le dijo: Vete, Satans, porque escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l solo servirs. El diablo entonces le dej; y he aqu vinieron los ngeles y le servan. (Mateo 4:811) Jessfueunejemplovivientedecomoneutralizarlosata- ques del diablo: continuar aplicando la Palabra de Dios. Aun cuando pareciera como si el diablo estuviera peleando conti- nuamente contra usted, usted debe permanecer persistente, Jess continuamente us la Palabra de Dios para contraatacar los ataques del diablo. 42. Sanidad para el espritu 47 como lo hizo Jess, hasta que el diablo se retire de su presen- cia. Para cada ataque que actualmente bajo el cual usted est, la Palabra de Dios tiene una respuesta. Al principio, cuando usted comienza a hablar la Palabra, puede parecer como si nada sucediera, pero permanezca animado. Mire como Jess fuertemente se levant en su terreno en medio de las con- tinuas tentaciones del diablo. El diablo no va a ceder solo por orlo a usted hablar un texto de la Escritura. Por eso es que debe ser persistente y practicar la debida diligencia en su respuesta activa con la Palabra de Dios para detener cada ataque que l utilice como un intento de engaarlo para que usted se rinda. Rendirse no es una opcin. Usted tiene que entender que ninguno de nosotros est ms all del nivel de ser tentado. Sin embargo, si us- ted pone atencin a las sabias palabras de Filipenses 2, sin importarle qu tentaciones utiliza el enemigo como seue- lo para inducirlo en su auto destruccin, usted resistir y continuar brillando la luz de Dios, aun a travs de los mo- mentos ms oscuros: Hijos de Dios sin mancha en medio de una generacin maligna y perversa, en medio de la cual res- plandecis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida (Filipenses 2:1516). Usted tambin puede llamar a cristianos fuertes que puedan orar por usted cuando est atravesando la tentacin. Recibiendo sanidad espiritual Mientras estaba en el infierno, encontr una forma es- queltica que yo podra decir era de una mujer cuando ha- bl. Ella le dijo a Jess: Seor scame del infierno ahora! Me arrepiento ante ti. Yo acostumbraba predicar tu evan- gelio y me amaba tu Biblia, pero no viva lo que predicaba. Y el Seor le dijo: Cierto. El diablo haba tentado a su 43. 48 Una Revelacin Divina de la Sanidad marido, quien haba cometido adulterio. Cuando su ma- rido regres de un viaje, le confes la infidelidad y le ha- ba pedido que lo perdonara. Sin embargo, ella se rehus a perdonarlo. l haba ido a la iglesia y tratado de obtener consejera, pero ella se haba rehusado a ir a la iglesia con l. Ella dej que el diablo entrara en su corazn y germina- ra la semilla de odio en ella. El Seor le explic a ella que lo que su esposo haba hecho realmente fue un error pues haba sido tentado por el diablo. Aunque el hombre haba terminado la relacin, esta mujer compr un arma de fuego y mat a su esposo, la ex-amante y ella (la esposa) eran las nicas que haban ido al infierno. Cualquier cosa que lo obstaculice de recibir salvacin por medio de Cristo y experimentar una saludable y total co- munin con Dios, djela que se vaya hoy y pida perdn a travs de la sangre de Jess, y su mancha estar ms clara que la nieve. Venid luego, dice Jehov, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve sern emblanquecidos; si fueren rojos como el carmes, vendrn a ser como blanca lana (Isaas 1:18). La sangre de Jess es tan poderosa que lava hasta dejarlo lim- pio. Todo pecado ser borrado. Pero si andamos en luz, como l est en luz, tenemos comunin unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7). Lamujerquevenelinfiernoqueunavezpredicelevan- gelio, haba estado viviendo una doble vida, pero en el infier- no,todaslasobrasocultassalenaluz.Todoslosdastenemos muchas gentes como esta alrededor de nosotros. Algunas tie- nen la oportunidad de arrepentirse de sus actos pecaminosos ocultos, pero otros mueren y van la infierno antes de buscar Pida perdn a travs de la sangre de Jess, y su mancha estar mas clara que la nieve. 44. Sanidad para el espritu 49 sanidades de la toxicidad de sus vidas ocultas. Dios nos da muchas oportunidades para arrepentirnos las que a menudo ignoramos. Muchas de las voces que o en el infierno claman- do eran lamentos con remordimientos. Hoy, mucha gente se acomodado con sus pecados y estn comprometidos. No quiere decir que ellos comprometidos tan descuidadamente, sino que han escuchado las predicaciones tantas veces y no lo han tomado de corazn por lo que cuando al final escuchan revelacin, les suena extrao. Sus conciencias estn endureci- das y ya no son receptivas al Espritu Santo. En una de mis visiones, v un atad con quince demo- nios marchando alrededor de l. Haba un hombre que confes: Seor, yo corr al predicador de mi cuarto cuan- do estaba murindome. Y una mujer grit: Yo maldije al ministro cuando l lleg a orar por m. Mientras estaban hablando, los demonios los arrastraban con cadenas de sus pies. El Seor me orden que los escuchara. Uno de ellos dijo: No pens que fuera malo murmurar. Despus, mir al lado y en una esquina v el corazn del infierno lleno de hipcritas y murmuradores. Estas son gente que, se deja- ron guiar por la lujuria de la carne, lanzando destruccin a las iglesias, familias y hogares. Porque el deseo de la carne es contra el Espritu, y el del Espritu es contra la carne; y stos se oponen entre s. (Glatas 5:17) Un llamado al despertar espiritual Debemos poner atencin a la advertencia de la Escritura y recibir sanidad espiritual en esta vida para que podamos tener vida eterna despus que muramos. Jess cont la 45. 50 Una Revelacin Divina de la Sanidad historia en Lucas 16 de un mendigo llamado Lzaro. Este hombre todos los das se sentaba a las puertas de un hombre rico. Decir que la salud del mendigo estaba fallando es una subestimacin. Y aun los perros venan y le laman las llagas (Lucas16:21).AunquelaBiblianohacemencindesuestado mental, nosotros solo podemos imaginarnos las dificultades que tena para sentarse a la puerta diariamente a mendigar migajas. Seguramente su situacin indigente poda solamen- te haber empeorado su ya debilitado estado fsico. Despus que finalmente l muri, con todo, Lzaro no supo de dolor ni sufrimiento porque haba confiado en Dios. Haba un hombre rico, que se vesta de prpura y de lino fino, y haca cada da banquete con esplendor. Haba tambin un mendigo llamado Lzaro, que es- taba echado a la puerta de aqul, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caan de la mesa del rico; y aun los perros venan y le laman las llagas. Aconteci que muri el mendigo, y fue llevado por los ngeles al seno de Abraham; y muri tambin el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alz sus ojos, estando en tormento, y vio de lejos a Abraham, y a Lzaro en su seno. (Lucas 16:1923) Si usted va al infierno cuando muera, ver claramen- te todo lo que rehus mirar o aun conocer cuando vivi en la tierra. El rico haba rehusado mirar al mendigo que se sentaba diariamente a la puerta de su casa a mendigar. Sin embargo, ahora que el rico estaba en el infierno, alz sus ojosy vioa Lzaro. Estaba el mendigo estaba con Abraham, ahora era el mendigomendigando ser libera- do del tormento eterno del infierno. Pero muchos primeros sern postreros, y los postreros, primeros (Mateo 19:30). 46. Sanidad para el espritu 51 Entonces l [el rico], dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de m, y enva a Lzaro para que moje al punto de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en estas llamas. Pero Abraham le dijo: Hijo, acurdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lzaro tambin males; pero ahora ste es consolado aqu, y t atormentado. Adems de todo esto, una gran sima est puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aqu a vosotros, no pueden, ni de all pasar ac. (Lucas 16:2426) Algunas personas se apegan tanto a sus pecados que crean una brecha entre ellos y Dios que parece virtualmen- te imposible cerrar. Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra (Tito 1:16). La mente de una persona est espiritualmente enferma que profesan cono- cer a Dios, pero sus acciones hacen todo lo que va contra su Palabra. Repito, la nica oportunidad para reparar esta brecha es mientras estamos en la tierra, y solo si escucha- mos y obedecemos la Palabra de Dios. El rico encontr esta verdad fuera en el duro camino en el punto de donde no se puede volver. No solamente no poda salvarse l, sino que tambin era demasiado tarde para advertirle a la familia. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le enves a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos tambin a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: Moiss y a los profetas tienen, iganlos. l enton- ces le dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fue- re a ellos de entre los muertos, se arrepentirn. Ms 47. 52 Una Revelacin Divina de la Sanidad Abraham le dijo: Si no oyen a Moiss y a los profetas, tampoco se persuadirn aunque alguno se levantare de los muertos. (Lucas 16:2731) Cerrando la brecha Que ve como el gran golfo entre usted y una oportu- nidad de recibir sanidad espiritual e integridad? Qu lo mantiene alejado de la salvacin o de renovar una correcta comunin con Dios? Es la riqueza de este mundo? Una relacin mundana? Falta de perdn? Cualesquiera que pueda ser el caso, cuando usted se arrepiente sinceramente (se vuelve de sus viejos caminos y acepta los caminos de Dios) y nace de nuevo, la sangre del sacrificio de Jess en la cruz, lo limpiarcomo si nunca hubiera pecado. Porque la paga del pecado es muerte, mas la ddiva de Dios es vida eternal en Cristo Jess Seor nuestro. (Romanos 6:23) Si decimos que tenemos comunin con l, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como l est en luz, tenemos comunin unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no te- nemos pecado, nos engaamos a nosotros mismos, y la verdad no est en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, l es fiel y justo para perdonar nuestros peca- dos, y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:69) El engao del infierno nos envuelve en nuestros proble- mas que nos encontramos nosotros mismos operando en 48. Sanidad para el espritu 53 las obras de la carne, hacienda cosas que comnmente no haramos si estuviramos operando en el Espritu: Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adul- terio, fornicacin, inmundicia, lascivia, idolatra, he- chiceras, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejas, envidias, homicidios, borracheras, orgas, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya lo he dicho antes, que los que prac- tican tales cosas no heredarn el reino de Dios. Ms el fruto del Espritu es amor, gozo, paz, paciencia, be- nignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (Glatas 5:1924) Diosquierequesepamosquelnos ama y a nuestras familias, y que quiere que confiemos en l. l espera mostrar su poder por medio de usted. El da que recib el Espritu Santo de Dios, todo mundo estaba gritando y alabando a Dios. El Espritu me gui para ir al hos- pital a orar por un hombre que estaba en cuidados intensivos. Entr a la sala que Dios me gui, y all estaba un hombre muriendo, con una tienda de oxgeno alrededor de su cama. Retir la tienda de oxgeno y le dije: Usted se va a ir al infierno si muere. Esto fue antes que Dios me mostrara en revelaciones el infierno. El hombre quera conocer el camino de la salvacin, por lo que conduje al Seor all mismo. Sal del hospital, y unos pocos das ms tarde, recib una llamada telefnica de este l espera mostrar su poder por medio de usted. 49. 54 Una Revelacin Divina de la Sanidad hombre. l quera ir conmigo a la iglesia. Cuando llegamos a la iglesia, el pastor le permiti que diera su testimonio. Iglesia, dijo l. Quiero agradecer a Dios por enviar a esta mujer al hospital para que orara por m. Haba es- tado en ese hospital durante 109 das. Y tena solo cinco minutos de vida cuando ella vino y me mostr camino de la salvacin. Es bueno poner atencin al Espritu Santo. Dios sentado en el trono. l es un milagro de la obra de Dios, y l no muestra parcialidad. Nunca rehse orar por una persona solo porque usted no piensa que l o ella est en un nivel de espiritualidad que siente sea necesario o me- recedor de oracin. Su oracin puede ser el conducto para la salvacin de esa persona! Jess dijo: Los sanos no tienen necesidad de mdico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores (Marcos 2:17) y para que seis hijos de vuestro Padre [Dios] que est en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos (Mateo 5:45). Muerte espiritual contra vida espiritual En el libro de Romanos, el apstol Pablo fija el contras- te y eleccin entre la muerte espiritual y la vida espiritual: Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espritu, en las cosas del Espritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pue- den; y los que viven segn la carne no pueden agradar a Dios. Ms vosotros no vivs segn la carne, sino se- gn el Espritu, si es que el Espritu de Dios mora en 50. Sanidad para el espritu 55 vosotros. Y si alguno no tiene el Espritu de Cristo, no es de l. Pero si Cristo est en vosotros, el cuerpo en verdad est muerto a causa del pecado, ms el esp- ritu vive a causa de la justicia. Y el Espritu de aqul que levant de los muertos a Jess mora en vosotros, el que levant de los muertos a Cristo Jess vivificar tambin vuestros cuerpos mortales por su Espritu que mora en vosotros. (Romanos 8:511) Ha recibido usted sanidad espiritual y vida por medio de Cristo? Por quin est viviendo usted? Cul es el en- foque de su vida? As como Dios le dio a los israelitas una eleccin, nos da a nosotros una eleccin mientras vivimos en esta tierra: A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendicin y la maldicin; escoge, pues, la vida, para que vivas t y tu descendencia; amando a Jehov tu Dios, atendiendo a su voz, y siguindole a l; porque l es vida para ti, y prolongacin de tus das; a fin de que habites sobre la tierra que jur Jehov a tus pa- dres, Abraham, Isaac y Jacob, que les haba de dar. (Deuteronomio 30:1920) 51. 57 Adems de sanidad espiritual, la salvacin de Cristo pro- vee sanidad para nuestras almas. El alma consiste de la mente,voluntad,yemociones,portanto,sanidadparaelalma se refiere a integridad en los pensamientos de uno, en la habi- lidad de uno para elegir lo que es correcto y hacer decisiones sabias, y en la vida emocional de uno. El versculo de arriba, as como los versculos que siguen, muestran el deseo de Dios de darnos paz, comodidad, y la seguridad de su direccin. Fate de Jehov de todo tu corazn, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconcelo todos tus caminos, y l enderezar tus veredas. (Proverbios 3:56) A consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sin se les d gloria en lugar de ceniza, Captulo 4 Sanidad para el alma, parte 1 T guardars en completa paz a aqul cuyo pensamiento en ti persevere; porque en ti ha confiado. Isaas 26:3 52. 58 Una Revelacin Divina de la Sanidad leo de gozo en lugar de luto, manto de alegra en lu- gar del espritu angustiado; y sern llamados rboles de justicia, planto de Jehov para gloria suya. (Isaas 61:23) Porque no nos ha dado Dios espritu de cobarda, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7) Est ardiendo su vida? Hace aos, mientras manejaba mi carro de regreso casa, note un bramante fuego en el bosque cerca de una milla de mi casa. Eventualmente el fuego lleg tan cerca del camino justo fuera de nuestra casa, y mi esposo grit: Tenemos que sacar todo de la casa! El fuego se est acercando. Yo res- pond: Oh, no. El diablo no va a tomar lo que Dios nos ha dado! Todos los vecinos empezaron a sacar nuestras perte- nencias de la casa, pero yo los detuve. Miren, les expliqu. Yo creo en el Dios de los milagros, y yo creo que Dios puede retirar el fuego. No lo creen? Ellos contestaron: No lo sa- bemos, pero vamos a levantar las manos y orar. Orbamos y atbamos al diablo y en el nombre de Jess empec a rechazar ese fuego. Todos los hombres afuera empezaron a gritar. Era como si una mano invisible haba bajado de repente y empujado ese fuego a la tierra, y se fue! Esto no implica que usted debe evitar las evacuaciones durante un fuego forestal u otra catstrofe natural. Haga lo que Dios le dice que haga. Sin embargo, este incidente sirve como una recordacin de que no importa la situacin en que estemos, debemos tener fe y saber que Dios tiene presente para nuestro mejor inters. Sin importar las cir- cunstancias, debemos aferrarnos de la Palabra del Seor. 53. Sanidad para el alma, parte 1 59 El que habita al abrigo del Altsimo morar bajo la sombra del Omnipotente. Dir yo a Jehov: Esperanza ma, y castillo mo; mi Dios, en quien confiar. l te librar del lazo del cazador, de la peste destructora. No temers el terror nocturno, ni saeta que vuele de da, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortan- dad que en medio del da destruya. Caern a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; ms a ti no llegar. (Salmo 91:13, 57) Algunas veces, cuando los que estn alrededor de usted estn aterrorizados, debe recordarles la Palabra de Dios. Aun si usted tuviera miedo, mientras aplica la Palabra de Dios a su situacin, l reemplazar el traicionero infierno de la vida con concentracin y paz. A qu se est usted enfrentando actualmente que lo hace sentirse como si su vida se estuviera quemando? Cualquier cosa que sea, entrguelo a Dios y l le restau- rar la vida. Algunas veces, la vida puede tratar un viento traicionero que no podemos entender cmo podremos le- vantarnos y vivir de nuevo. Cuando usted en la lucha de su vida, solo tiene dos opciones: (1) pelear y perseverar hasta que gane, o (2) rendirse derrotado. Pelear espiritualmente significa declararle al diablo que l ya no puede tenerlo a usted, su paz, su salud y su familia. Cualquiera que sea el caso, Jehov dar poder a su pueblo; Jehov bendecir a su pueblo con paz (Salmo 29:11). Salud emocional y salud fsica La salud emocional, al igual que la integridad espiri- tual, pueden llevarlo a la sanidad fsica o evitar que ocu- rra la enfermedad. Proverbios 18:14 dice: El nimo del 54. 60 Una Revelacin Divina de la Sanidad hombre soportar su enfermedad; mas quin soportar el nimo angustiado [quebrantado, lbla]?. Cuando el es- pritu de un individuo es fuerte y sujetado al Seor, l o ella est ms apto para continuar luchando por sanidad. Sin embargo, una vez que el espritu est herido, la forta- leza fsica tambin puede ser afectada negativamenteo viceversa. Cuando una persona tiene emociones heridas, el deseo de mantener la fortaleza fsica y participar en la vida pueden a menudo tomar un segundo plano en el do- lor interno que est sufriendo el individuo. Para alguien cuyo espritu est profundamente herido, una enferme- dad puede ser inaguantable. En una poca o en otra, la mayora de nosotros hemos estadoenunlugar,dondeparecieracomositantofsicamen- te o mentalmente furamos capaces de continuar. Rendirse pareciera una alternativa mucho mejor a continuar sufrien- do en las mismas condiciones. Sin embargo, algo sucede dentro de nosotros, para encender la chispa de nuestra vo- luntad para continuar luchando y no rendirse. Pablo escri- bi que Dios consuela a los humildes (2 Corintios 7:6). Si son las palabras de nimo de un sermn, la oracin de los amigos y seres queridos o la lectura de la Palabra de Dios, se nos anima, consuela y recuerda del poder de la fe. Jess dijo: Sino que si a este monte dijereis: Qutate y chate en el mar, ser hecho (Mateo 21:21). Esta asombrosa revelacin del poder de la fe a menudo es la que nos con- duce a aquellos con enfermedades terminales tantos resul- tados milagrosos como sanidades completas. Cuando los individuos se proponen en sus mentes que van a creer en el Seor de todo corazn y con toda su alma, nada es capaz de levantarse en el camino de su sanidad. 55. Sanidad para el alma, parte 1 61 A menudo, lo ms saludable para nuestras almas son lo ms sano que es- temos fsicamente. La Biblia nos cuen- ta de hombres y mujeres cuyas heridas emocionales se enseorearon de su bienestar fsico. En el libro de 1 Samuel, leemos acerca de Ana que estaba angus- tiada por la falta de habilidad para tener hijos y de las provocaciones de su rival a tal punto que ya no coma. Hubo un varn de Ramataim de Zofim, del monte de Efran, que se llamaba Elcana hijo de Jeroham, hijo de Eli, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo. Y tena l dos mujeres; el nombre de una era Ana, y el de la otra, Penina. Y Penina tena hijos, ms Ana no los tena. Y su rival la irritaba, enojndola y entristecindola, porque Jehov no le haba concedido tener hijos. As haca cada ao; cuando suba a la casa de Jehov, la irritaba as; por lo cual Ana lloraba, y no coma.Ella con amargura de alma or a Jehov, y llor abundante- mente. E hizo voto, diciendo: Jehov de los ejrcitos, si te dignares mirar a la afliccin de tu sierva, y te acordares de m, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varn, yo lo dedicar a Jehov todos los das de su vida, y no pasar navaja sobre su cabeza. Mientras ella oraba largamente delante de Jehov, El estaba observando la boca de ella. Pero Ana hablaba en su corazn, y solamente se movan sus labios, y su voz no se oa; y El la tuvo por ebria. Entonces le dijo El: Hasta cundo estars ebria? Digiere tu vino. Y Ana le respondi diciendo: No, seor mo; yo soy una mujer atribulada de espritu; no he bebido vino ni sidra, A menudo, mientras ms saludables estn nuestras almas, ms saludables estamos fsicamente. 56. 62 Una Revelacin Divina de la Sanidad sino que he derramado mi alma delante de Jehov. No tengas a tu sierva por una mujer impa; porque por la magnitud de mis congojas y de mi afliccin he hablado hasta ahora. El le respondi: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la peticin que le has hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comi, y no estuvo ms triste. Y levantndose de maana, adoraron delante de Jehov, y volvieron y fueron a su casa en Ram. Y Elcana se lleg a Ana su mujer, y Jehov se acord de ella. Aconteci que al cumplirse el tiempo despus de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo ped a Jehov. (1 Samuel 1:12, 67, 1020) Cuando Ana recibi consuelo y paz en la promesa de Dios por sus emociones, su semblante cambi, y reanud las comidas y cuid de ella misma. Ella crey la promesa de bendicin de Dios que le dio por medio de El y recibi la respuesta a su oracin. Sanidad de cicatrices emocionales El Padre celestial desea sanar las heridas y cicatrices de su pasado. El obispo George Bloomer da el siguiente relato de un sueo espiritual que l tuvo en el cual Dios le revel una herida emocional de su pasado del cual nunca trat completamente. Esperando por sanidad Yo estaba en ayunas, y despus de seis das de estar hambriento y frustrado, cuando el tiempo pareca estar bajando, recuerdo que estaba pensando para m mismo, 57. Sanidad para el alma, parte 1 63 No estoy yendo a ninguna parte. Ca en la cuenta que deba continuar ayunando por la iglesia y no para m en lo per- sonal. Fui al refrigerador y romp mi ayuno sacando varias cucharadas de Helado de Crema de Mantequilla Pecan de Edy y me lo tragu con lecha fra del pote. Mirando so- bre mis hombres en ambas direcciones para ver si haba algo que llevar a mi boca, mir un Pastel de Caf Crumb de Entenmann. Alcanc el pastel y cort un pedazo y me lo com. De repente tuve dolores agudos abdominales. Arrepintindome en alta voz, supliqu a Dios que me ali- viara el dolor. Yo pens que Dios me estaba castigando por haber roto el ayuno. Mas tarde, sin embargo, aprend que el dolor fue causado por la combinacin del helado y la leche fra que chocaron en mi estmago vaco, donde no haba estado nada por seis das. Me fui al silln y me dorm. Tuve un sueo que estaba en la sala de emergencia del rea de espera del hospital, junto con otras personas. Usted puede pensar que lo que yo so estaba inspirada en la can- tidad de azcar o el dolor abdominal, pero yo creo que fue un verdadero sueo espiritual por la revelacin que me dio. En esta sala de espera, msica fastidiosa sala del alto par- lante del elevador. Cuando mir alrededor. Pude ver lo que estaba malo fsicamente con cada uno de los que estaban sentados y esperando ser llamados. Algunas personas haban perdido miembros, mien- tras que otros haban perdido ojos, brazos, o dedos de los pies. Sin embargo, no haba nada malo conmigo, yo estaba completo. Yo pens para mis adentros: Que estoy hacienda aqu? Un hombre estaba sentado junto a m, quien haba perdido su brazo derecho y sostena con su brazo izquierdo el brazo daado. Me mir y me pregunt: Por qu est usted aqu? Yo le contest: No s. Y le regres la pregunta: 58. 64 Una Revelacin Divina de la Sanidad Por qu est usted aqu? l respondi: Este es el lugar de reparaciones de emergencia, y levant su brazo daado y dijo: Estoy aqu para que cosan esto en su lugar de nuevo. Por el alto parlante y con la msica todava tocando, una mujer estuvo llamando nmeros. A medida que ella lla- mada, los nmeros aparecan sobre los individuos que espe- raban. Todos tenan un nmero, excepto yo. Luego o a ella decir; Numero nueve, pero nadie contest. Una mujer me mir y me pregunt: Va usted a contestar o se va a mantener sentado? O contesta o me deja ir en su lugar. Me fij en m y mir el nmero nueve sobre m. Yo era el nmero nueve! Camin hacia atrs y la atmsfera cambi. Estaba ms oscura y la msica haba parado. Camin para pasar a una sala donde un mdico varn estaba cosiendo miembrosun brazo, una nariz, una oreja. Continu caminando y v otro hombre cosiendo plumas en alas de las espaldas las que ha- ba sacado de una caja que lea: Este lado arriba y Producto de los Molinos del Cielo. Enfermeras con mascarillas entra- ban y llevaban las alas a otro mdico que pona las alas en las espaldas. Cuando y le pregunt: Que esta hacienda?, el m- dico me contest: Estoy cosiendo las plumas de atrs en las alas de los ngeles que fueron heridos en combate a favor de ustedes contra las fuerzas satnicas. Luego fui a mi mdico y le pregunt: Que estoy hacienda aqu? Soy la nica persona completa aqu. No he perdido nada. Me mir y dijo: T ests roto tambin. Has perdido a tu padre. Tu padre fue tomado de t, pero este es el lugar de reparaciones. La razn por la que has estado volando tan bajo y no has sido capaz de tomar altitud es por el quebrantamiento. Despert entonces, llorando frenticamente, y este sueo me perturb por largo tiempo. Haba necesitado ser 59. Sanidad para el alma, parte 1 65 reparado desde la edad de nueve aos, sin embargo, no lo recib sino hasta la edad de treinta y dos. La Escritura dice: Antes bien los miembros del cuerpo que parecen ms dbiles, son los ms necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos pare- cen menos dignos, a stos vestiremos ms dignamente; y a los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con ms decoro (1Corintios 12:2223). Los miembros del cuerpo que al- gunas veces desechamos porque no los vemos que sean sig- nificantes. De igual manera, en mi visin, la parte ma que necesitaba remiendo no estaba visiblemente representada en la sala de emergencia. Yo no estaba consciente de mi propio quebrantamiento. Mi inters era