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15 Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio, recibieron el ESPÍRITU de DIOS cuando ÉL los adoptó como sus propios hijos. Ahora lo llamamos «Abba, Padre»
Romanos 8:15.
12 El menor de ellos le dijo: «Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde». El padre repartió entonces sus bienes entre los dos hijos. 13 Pocos días después, el hijo menor reunió cuanto tenía y se marchó a un país lejano, donde lo despilfarró todo de mala manera. (…) 16 Y aunque deseaba llenarse el estómago con las algarrobas que comían los cerdos, nadie se las daba. 17 Finalmente, recapacitó y dijo: “¡Cuántos jornaleros en la casa de mi padre tienen pan en abund! ancia, y yo aquí me estoy muriendo de hambre
18 Pero voy a levantarme, e iré con mi Padre, y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, 19 y no soy digno ya de ser llamado tu hijo; ¡hazme como a uno de tus jornaleros!” 20 Y así, se levantó y regresó con su padre. Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y tuvo compasión de él. Corrió entonces, se echó sobre su cuello, y lo besó. 21 Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y no soy digno ya de ser llamado tu hijo.” (…) Lucas 15:11-33
(…) 12 Los hijos de Elí eran unos malvados, y no reconocían la autoridad del Señor. (…) 17 Este pecado de los jóvenes sacerdotes era muy grave, porque no mostraban ningún respeto por las ofrendas del Señor. (…) 22 Elí ya era muy viejo, pero sabía todo lo que sus hijos hacían con el pueblo de Israel, y sabía también que ellos se acostaban con las mujeres que servían a la entrada del tabernáculo. 23 Así que los llamó y les dijo: «La gente se queja de que ustedes se portan muy mal. ¿Por qué lo hacen? 24 No, hijos míos; lo que hacen no está bien. Además, hacen pecar al pueblo del Señor
. 25 Si el hombre peca contra el hombre, hay jueces para juzgarlo; pero si alguien peca contra el Señor, ¿quién intercederá por él?» Pero sus hijos no atendieron los consejos de su padre, porque el Señor había resuelto quitarles la vida. (…) 30 Por todo esto, el Señor Dios de Israel te dice: ‘Yo prometí que tu familia y los descendientes de tu padre estarían siempre a mi servicio’; pero hoy te digo que esto se acabó, porque yo honro a los que me honran, y humillo a los que me desprecian. 31 Ya está cerca el día en que tu poder y el de tus descendientes llegará a su fin; ninguno de ellos llegará a viejo.
32 Tu familia caerá en desgracia, mientras que a Israel lo colmaré de bienes. Ya lo he dicho: ‘Ninguno de tus descendientes llegará a viejo.’ 33 A cualquiera de tus hijos que yo no aparte de mi altar, tú lo verás para llenarte de dolor. Todos tus descendientes morirán en plena juventud. 34 Como señal de lo que te he dicho, tus dos hijos, Jofní y Finés, morirán el mismo día. 1 Samuel 2: 12; 17; 22-25; 30-34.
11 Hijo mío, no desdeñes la corrección del SEÑOR; no te sientas mal cuando te reprenda. 12 El SEÑOR corrige al que ama como lo hace el Padre con su hijo amado. Proverbios 3:11-12.
24 El que retiene el castigo, aborrece a su hijo; el que lo ama, a tiempo lo corrige. Proverbios 13:24.
4 En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre; 5 y ya han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no menosprecies la disciplina del SEÑOR, ni te desanimes cuando Te reprenda; 6 porque el SEÑOR Disciplina al que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.» 7 Si ustedes soportan la disciplina, DIOS los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no discipline?
8 Pero si a ustedes se les deja sin la disciplina que todo el mundo recibe, entonces ya no son hijos legítimos, sino ilegítimos. 9 Por otra parte, tuvimos padres terrenales, los cuales nos disciplinaban, y los respetábamos. ¿Por qué no mejor obedecer al Padre de los espíritus, y así vivir? 10 La verdad es que nuestros padres terrenales nos disciplinaban por poco tiempo, y como mejor les parecía, pero DIOS lo hace para nuestro beneficio y para que participemos de su Santidad. 11 Claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más bien tristes; pero después de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto apacible de justicia. Hebreos 12:4-11
21 Cultiven entre ustedes la mutua sumisión, en el temor de DIOS. 22Ustedes, las casadas, honren a sus propios esposos, como honran al Señor; 23 porque el esposo es cabeza de la mujer, así como CRISTO es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo, y ÉL es su Salvador. 24 Así como la Iglesia honra a CRISTO, así también las casadas deben honrar a sus esposos en todo. 25 Esposos, amen a sus esposas, así como CRISTO amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
26 para santificarla. ÉLla purificó en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, santa e intachable, sin mancha ni arruga ni nada semejante. 28 Así también los esposos deben amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo. 29 Nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como lo hace CRISTO con la Iglesia, 30porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán un solo ser.
32 Grande es este misterio; pero yo digo esto respecto de CRISTO y de la Iglesia. 33 Por lo demás, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo; y ustedes, las esposas, honren a sus esposos. Efesios 5:21-32.