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Tema: _____________________ Texto: _____________________ El Espíritu de Cristo Efesios 5:21 Los discípulos no supieron entender esto y Pedro se opuso de tal manera que el Señor tuvo que amonestarlo y enseñarle. "Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?" ¿Entienden ustedes lo que he estado haciendo? ¿Logran ver ustedes su significado? ¿Logran ver el sentido de esto? "Vosotros me llamáis, Maestro y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplos os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: el siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que lo envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis". Jamás hubo una enseñanza más clara que ésta. No hay necesidad de discutirla, no hay motivos para tener dificultades o dudas o imprecisiones con respecto a esta enseñanza. Nuestro Señor, mediante aquel acto del lavamiento de los pies de los discípulos lo puso ante nosotros de una vez y para siempre. El hizo algo de manera que la imagen de ello estuviera siempre ante nosotros. Ese es el motivo por el cual nos sometemos los unos a los otros—porque él nos ha enseñado a hacerlo así. Nuevamente, óiganle decir: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". De esa manera van a saberlo. En efecto, nuestro Señor vuelve a decirlo en la gran oración del sumo sacerdote, donde ora que todos sean uno, como él y el Padre son uno; que todos los hombres sepan que ellos son sus discípulos, y que el Padre los ha enviado al mundo. Entonces, nuestro primer gran motivo para prestar cuidadosa atención a esto es que el Señor hizo un énfasis especial para enseñarnos. Aquí está él, el Señor de la gloria; sin embargo, se ha humillado. Señor y Maestro, ¡eso es cierto! Sin embargo, él no es semejante a los príncipes del mundo. El pertenece a otra categoría. Aquí debemos despojarnos de todos los pensamientos humanos. Es el Hijo de Dios que ha descendido para ser nuestro ministro. "El Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para servir y dar su vida en rescate por muchos". El segundo motivo para hacer estas cosas, o la segunda explicación por la cual las hacemos, es para demostrar nuestra gratitud hacia Dios. Si realmente creemos lo que decimos creer, nuestro mayor deseo en la vida como cristianos, es mostrarle a él nuestra gratitud. (continuará...) S.I. Nehemías y Lidia Adrián PASTORES GENERALES Nº 651 - 01 de Junio del 2014 - Año XV “En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante” Robert Frost

El Conquistador del 2014 6-1

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Page 1: El Conquistador del 2014 6-1

Tema: _____________________Texto: _____________________

El Espíritu de CristoEfesios 5:21

Los discípulos no supieron entender esto y Pedro se opuso de tal manera que el Señor tuvo que amonestarlo y enseñarle. "Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?" ¿Entienden ustedes lo que he estado haciendo? ¿Logran ver ustedes su significado? ¿Logran ver el sentido de esto? "Vosotros me llamáis, Maestro y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplos os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: el siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que lo envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis". Jamás hubo una enseñanza más clara que ésta. No hay necesidad de discutirla, no hay motivos para tener dificultades o dudas o imprecisiones con respecto a esta enseñanza. Nuestro Señor, mediante aquel acto del lavamiento de los pies de los discípulos lo puso ante nosotros de una vez y para siempre. El hizo algo de manera que la imagen de ello estuviera siempre ante nosotros.

Ese es el motivo por el cual nos sometemos los unos a los otros—porque él nos ha enseñado a hacerlo así. Nuevamente, óiganle decir: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". De esa manera van a saberlo. En efecto, nuestro Señor vuelve a decirlo en la gran oración del sumo sacerdote, donde ora que todos sean uno, como él y el Padre son uno; que todos los hombres sepan que ellos son sus discípulos, y que el Padre los ha enviado al mundo. Entonces, nuestro primer gran motivo para prestar cuidadosa atención a esto es que el Señor hizo un énfasis especial para enseñarnos. Aquí está él, el Señor de la gloria; sin embargo, se ha humillado. Señor y Maestro, ¡eso es cierto! Sin embargo, él no es semejante a los príncipes del mundo. El pertenece a otra categoría. Aquí debemos despojarnos de todos los pensamientos humanos. Es el Hijo de Dios que ha descendido para ser nuestro ministro. "El Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para servir y dar su vida en rescate por muchos".El segundo motivo para hacer estas cosas, o la segunda explicación por la cual las hacemos, es para demostrar nuestra gratitud hacia Dios. Si realmente creemos lo que decimos creer, nuestro mayor deseo en la vida como cristianos, es mostrarle a él nuestra gratitud. (continuará...)

S.I. Nehemías y Lidia Adrián

PASTORES GENERALES

Nº 651 - 01 de Junio del 2014 - Año XV

“En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante” Robert Frost

Page 2: El Conquistador del 2014 6-1

Diccionario Barcklay

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¡Reflexiones!INTRODUCCIÓN

Fíjate que nuestra doctrina nos da a entender, o quizás lo dice concretamente, que nosotros somos salvos porque Israel lo rechazó, y eso nos hace salvos de pura casualidad, porque si Israel no lo llegaba a rechazar, nosotros no entrábamos ni disfrazados de monos…Eso es lo que dicen nuestras doctrinas básicas. Esas a las cuales, encima, les llamamos “sana doctrina”. Que somos un plan alterno. Que entramos porque Israel no lo quiso. Somos una especie de trozo de jamón entre dos panes llamados Israel. Esto nos deja el criterio de que, como no pudo vencer entonces, pues entonces se fue y prometió que algún día regresaría para, en este caso, vencer. Ahora piensa. ¿Cuál es la garantía que podemos tener nosotros que, si no venció la primera vez, va a vencer ahora cuando venga? ¡Pero es que esa es nuestra doctrina! Claro, yo lo estoy mostrando con un tinte humorístico, pero créeme que todavía es eso lo que andamos enseñando en nuestros institutos y seminarios bíblicos. No sirve. Había que aprenderlo todo mal para venir en este tiempo a refrescar nuestro entendimiento. Entonces esta es la época en que las librerías cristianas van a comenzar a quedarse sin lectores, que es como decir: sin clientes. Porque ellos, sujetos a las “supervisiones” ministeriales estructuradas, sólo van a poder vender lo que es aprobado por tales y tales denominaciones o concilios. Y eso que resulta aprobado, como ya te habrás percatado, sabe a un té de agua; insaboro, incoloro e inodoro. (continuará...)

Dice que Ciro esperaba a uno que, queriendo algo de él, había procurado ganarse el favor de los amigos del rey para conseguir, a través de ellos, una prosagoge, "acceso a la presencia real" (Ciropedia 7.5.45). Jenofonte se refiere también a Sacas, el copero, encargado de "introducir" (prosagein) a la presencia de Astyages a todos aquellos que tenían negocios con él, y de impedir la entrada a los que no consideraba oportuno admitir (Ciropedia 1.3.8). En la corte persa había, de hecho, un oficial que era el prosagogeus, el introductor, cuya misión era conducir a las personas ante el rey.

Cada simple uso de las palabras arrojan luz sobre la obra que Jesús realizó por los hombres. Jesús es la persona que nos introduce a la real presencia de Dios. Sólo con él podemos estar sin temor ante el Omnipotente, pues Jesús es el introductor designado por Dios. Cuando somos introducidos por Cristo a esa presencia, estamos ante la suprema autoridad para nuestras vidas. Jesús nos introduce a la presencia más santa y más

sagrada de todas; nos introduce para que, a través de él, podamos dedicar nuestras vidas como ofrenda para el servicio de Dios. ¿Puede pensarse en Jesús en forma mejor que la de ser quien nos "introduce" a la presencia de Dios para que recibamos la gracia del Altísimo y le rindamos nuestro servicio voluntario? He ahí un uso especial de prosagoge que debemos considerar. En Ro. 5:2 leemos que, a través de Jesús, tenemos "acceso"; prosagoge, a la gracia en la cual estamos firmes. Ahora bien, prosagoge, cuando significa "acceso" o "introducción", se refiere siempre a "personas", por tanto, este uso es ligeramente distinto del griego. En el griego helenista, prosagoge se usa respecto de "un lugar para fondear los barcos". Plutarco habla de un general que formó sus tropas frente al mar, en una zona donde no había prosagoge, fondeadero (Aemillus 13). En Sófocles (Philoctetes 236) encontramos la frase: "¿Qué necesidad te hizo arribar a Lemnos?" Es probable que en este pasaje de Romanos, prosagoge sea usado en este sentido, y que la frase signifique: "Jesús nos abrió un camino en el fondeadero de la gracia de Dios." La idea es que somos violentamente zarandeados por la tormenta del pecado, de la angustia, de la aflicción, de la tentación, y que Jesús nos ofrece el camino al puerto, al fondeadero, al resguardo de la gracia de Dios. Somos como marinos que van dando bandazos, y cuyas vidas naufragarían si Jesús no las pilota para, tras gobernarlas y sacarlas de la tempestad, fondearlas en el seguro puerto de la gracia de Dios. (continuará...)

LA PALABRA DE INTRODUCCIÓN

Un extraño Rey-Sacerdote de S a l e m c o n e l n o m b r e d e Melquisedec se encontró con Abraham después de que él luchara con los reyes en el valle para rescatar a su sobrino Lot.

Salem se llamaba Jerusalén en los días del Antiguo Testamento. La vieja Salem es referida en los salmos y significa, "fundación de la paz”, o “posesión de la paz,” “el pacífico,” por lo tanto es la ciudad de la paz.

“Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: “Bendito sea Abraham del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo" (Gén.14:18–20).

Melquisedec trajo el pan y vino de Salem para proveer al guerrero agotado. Para obtener paz, libertad y la prosperidad para él Melquisedec expresó su gratitud a Abraham y le dijo: "bendito sea Abraham del Dios

Altísimo, el fundador del cielo y de la tierra: y bendito sea Dios, el altísimo, que ha entregado sus enemigos en su mano.”

Abraham intercambió esta bendición dando a Melquisedec un décimo de todo el botín tomado de los enemigos. Dando el décimo, Abraham reconoció el sacerdocio divino de Melquisedec que Dios alcanza más allá de una deidad local; Él es "el mas alto Dios, fundador del cielo y tierra," el Dios de "todas las familias de la tierra."

Tenga presente que Abraham no guardaría la pertenencia del rey de Sodoma porque él no tenía nada en común con él. Sin embargo, él aceptó del rey de Salem no solamente el pan y vino para el alimento de los guerreros agotados, sino que fue una bendición sacerdotal también. De regreso, él le dio un décimo de todo su botín. Esto era una muestra definida que Abraham reconoció a su Dios y se sometió al sacerdocio real de Melquisedec.

(continuará...)

Génesis 14: 18-20

Aprendiendo del Profeta Elias“La Cueva de Horeb...” a.

1 Rey.19“Elías apareció en la escena de la acción pública durante una de las horas más oscuras de la triste

historia de Israel”.

Al meditar estas palabras nos encontramos en des-acuerdo con los comentaristas, la mayoría de los cuales critican severamente al Profeta por pretender excusarse y echar la culpa a los demás. Lo que impresiona más a quien esto escribe es, en primer lugar, la ingenuidad de Elías; no presentó evasivas ni equivocaciones, sino una explicación franca y simple de su conducta. Es verdad que sus palabras no Justificaban su huida; con todo, eran la declaración veraz de un corazón honrado. Ojalá pudiéramos nosotros dar cuenta de nuestra conducta del mismo modo ante el Santo. Si fuéramos tan sinceros y francos con el Señor como Elías, podríamos esperar ser tratados con la misma gracia con que él lo fue; por cuanto, fíjate bien, el profeta no recibió represión alguna del Señor en respuesta a su franqueza. “Sentido he un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos" era la exposición de un hecho cierto: no había rehusado el servicio más difícil y peligroso por su Señor y Su pueblo. No fue debido a que su celo se hubiera enfriado que huyó de Jezreel. "Porque los hijos de Israel han dejado tu alianza, han derribado tus

altares, y han muerto a cuchillo tus profetas.” Elías había sido afligido profundamente al ver de qué modo más grave la nación que llevaba Su nombre deshonraba al Señor.

La gloria de Dios estaba muy dentro de su corazón, y le afectaba a Elías, leyes quebrantadas, su autoridad despreciada, su culto profanado, y de qué modo el pueblo tributaba homenaje a los ídolos y daba su consentimiento tácito al asesinato de Sus siervos.

"Y yo solo he quedado.” Había trabajado mucho, con peligro de su vida, para poner fin a la idolatría de Israel y para domeñar la nación; pero todo había sido en vano. Por lo que podía ver, había trabajado inútilmente y malgastado sus esfuerzos. “Y me buscan para quitarme la vida; ¿de qué me sirve que me consuma a mí mismo en favor de un pueblo tan obstinado e irresponsable?

*** (continuará...)

LecturaDe la Biblia en un año

Junio

Fecha Lectura

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Prov. 4-7

Prov. 8-11

Prov. 12-14

Prov. 15-18

Prov. 19-21

Prov. 22-24

Prov. 25-28

4317 4318PROSAGEIN Y PROSAGOGE

El Sacerdote de la Orden de Melquisedec...