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Porque el arte es la Virtud, la disposición y la habilidad para
hacer algo.
Sólo Dios pudo dotar a las madres con estas capacidades.
¿Por qué decimos Arte?
JOCABED
Números 26.59:
“La mujer de Amirán se llamaba Jocabed, hija de Leví, y le nació a Leví en Egipto. Esta Jocabed fue la madre de Aarón, Moisés y María, y el padre de ellos fue Amirán.”
1. FUE UNA MADRE DE FE
Jocabed como madre de un recién nacido tuvo que enfrentar un terrible dilema. El faraón había ordenado que todos los hijos de los israelitas fueran echados al río Nilo
(Éxodo 1.22) Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.
Jocabed motivada por su confianza en Dios y amor por su hijo, tomó un paso extraordinario de fe, ella decidió esconder a su hijo Moisés
(Éxodo 2.2) la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.
Salmo 56.3:
“Pero yo, cuando tengo miedo, confío en ti.
la preocupación termina allí donde comienza la fe, pero también sucede a la inversa, la fe
termina donde comienza la preocupación
2. FUE UNA MADRE VALIENTE
Eclesiastés 11.1: “Echa tu pan sobre las aguas; después de muchos días lo encontrarás”.
Jocabed preparó “…un cesto de juncos, lo calafateó con brea y asfalto, colocó allí al niño, y lo dejó en un carrizal a la orilla del río.” (Éxodo 2.3)
5 La hija del faraón bajó al río para bañarse y, mientras sus doncellas se paseaban por la ribera del río, vio el cesto en el carrizal. Entonces envió a una criada suya
para que lo recogiera. 6 Cuando ella abrió el cesto, vio allí a un niño que lloraba, y le tuvo compasión. Entonces
dijo: «Este niño es de los hebreos.»
Éxodo 2.5-6:
La hermana del niño dijo entonces a la hija del faraón: «¿Debo ir y llamar a una nodriza hebrea, para que críe este niño por ti?» 8 Y la hija del faraón respondió: «Sí, ve.» Entonces la joven fue y llamó a la madre del niño,
Éxodo 2.7-8:
3. FUE UNA MADRE QUE DEDICO TIEMPO A SUS HIJOS
Proverbio 22.6: “Enseña al niño a seguir fielmente su camino, y aunque llegue a anciano no se apartará de él”.
«y la hija del faraón le dijo: «Llévate a este niño y críalo por mí. Yo te pagaré por hacerlo.» La mujer tomó entonces al niño y lo crió.»
Éxodo 2.9:
Hebreos 11.24-25: “24 Por la fe, cuando Moisés ya era adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón, 25 y prefirió ser maltratado junto con el pueblo de Dios, antes que gozar de los deleites temporales del pecado”
Deuteronomio 6.5-7: Dios ofrece a las madres dos directrices básicas para la capacitación de sus hijos:
a. Ame a Dios: “5 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” Mamá ame a Dios, siga amando a Dios, no deje de amar a Dios por encima de todos y de todo.
b. Enseñe la Palabra de Dios: “y se las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, y cuando vayas por el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes.” Comunícales con fidelidad las verdades de las Escrituras a tus hijos. Ellos te lo agradecerán.
4. FUE UNA MADRE CON LEGADO
Jocabed tuvo tres hijos y mire la vida de estos tres hijos:
a. Aarón, su primogénito, se convirtió en el primer sumo sacerdote de Israel, marcando así el comienzo del sacerdocio aarónico
Éxodo 30.30:
«Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.»
b. María, fue profetisa y era una talentosa poetisa y música que lideró a las mujeres israelitas en una canción de victoria después de que Dios los liberara del ejército del faraón. Ella, junto con sus hermanos, estaba íntimamente conectada a la liberación de Israel de la opresión egipcia.
Éxodo 15.20:
«Entonces la profetisa María, que era hermana de Aarón, tomó un pandero, y todas las mujeres salieron danzando tras ella y tocando sus panderos.»
c. Moisés, el pequeño bebé que Jocabed le había entregado a la hija del faraón para salvar su vida fue utilizado por Dios para sacar a su pueblo de Egipto y para comunicarles sus mandatos fundamentales para la vida
3 Moisés fue y le contó al pueblo todas las palabras y decisiones del Señor, y todo el pueblo respondió a una sola voz: «Acataremos todas las palabras que el Señor ha pronunciado.»
Éxodo 24.3:
