¿DE QUÉ ME SIRVE SER

CRISTIANO?

INTRODUCCIÓN:

Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis:

¿Qué hemos hablado contra ti? Habéis dicho: Por demás es servir a

Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley ?

(Malq. 3:13-18)

Así hablan los que son indiferentes al evangelio.

Preguntan:

“¿Qué aprovecha que guardemos su ley?”

“¿Qué importa si uno obedece o no?”

“¿Para qué me sirve cristiano?”

Muchos dicen que no hay “diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el

que no le sirve”.

De esta manera hacen todo lo posible por borrar la distinción entre la obediencia y la desobediencia, entre los cristianos

y los del mundo.

Y con todo esto concluyen que “no vale la pena” obedecer al evangelio. Ellos se

engañan a sí mismos pensando

que con este modo de pensar

y hablar se justifican a sí

mismos en su desobediencia.

Tal razonamiento procede de Satanás. Es otra táctica para

engañar y retener a sus seguidores bajo su poder.

Sin embargo debemos

contestar la pregunta, pues

esto es de suma importancia.

I. NOS APROVECHA PARA LA SALVACIÓN.

- La salvación de Noé y familia (Gn. 6-9),

- La salvación de Lot

y sus hijas (Gn. 19)

- Hay muchos casos de salvación.

Pero Hebreos 2:3 habla de “una salvación tan grande” que es la

salvación del pecado y

sus consecuencias.

Esta “salvación tan grande”

no les interesa a los

indiferentes porque no creen

en Dios; no creen su Palabra

que explica que Dios es el

Creador de todos y que

Dios nos juzgará en

“Aquél Día” Final.

Pablo dice que Cristo se manifestará desde el cielo

“en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni

obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo”

(2 Tes. 1:7, 8).

Pero los que no obedecen al evangelio no creen que serán castigados en el fuego del Infierno.

No creen ni en el infierno ni en la eternidad; por eso, no creen en Dios.

“No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Ro. 3:18).

Si uno cree que será castigado en el Infierno, entonces se obedecerá al evangelio para ser salvo de esa horrible tortura.

Pero la gente no quiere creer a pesar de las advertencias de la palabra de Dios

Y si uno no cree lo que Cristo dice, simple y sencillamente no cree en

Cristo.

II. RESCATADOS DE LA ESCLAVITUD

Una de las historias más fascinantes en la Biblia es el rescate del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto.

Pero la esclavitud espiritual es mil veces peor

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado,

esclavo es del pecado” (Jn. 8:32-34).

A los que no obedecen al evangelio no les gusta ser llamados “esclavos”, pero quieran o no son esclavos.

Todos somos esclavos, de Cristo o esclavos de Satanás.

Los que no obedecen al evangelio son esclavos del pecado, del error, del prejuicio, de vicios, de la indiferencia, de los apetitos y pasiones

carnales (Ro. 6:16-18; 1 Pd. 1:18,19).

III. RECONCIÓN CON DIOS.

“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.

y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo (Ef. 1:22,232:12,16).

“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:

Reconciliaos con Dios (2 Co. 5:20).

Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente,

haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio

de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él

(Col. 1:21).

Pero los que rehúsan aceptar la invitación de Cristo de obedecer al evangelio y ser salvos y reconciliados con Dios piensan que no importa reconciliarse con Dios.

¡Están dispuestos a continuar como enemigos de Dios!

IV. SER EL PUEBLO DE DIOS.

La Iglesia de Cristo:

“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de

los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo…, el Señor añadía cada

día a la iglesia los que eran salvos(Hch. 2:38,47).

Miembros del Cuerpo de Cristo.

Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular (1 Co. 12:27).

Piedras vivas en el templo de Dios.

En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois

juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu (Ef. 2:21,22).

La Esposa de Cristo.

Pablo dijo a la iglesia: os he desposado

con un solo esposo, para presentaros

como una virgen pura a Cristo (2 Co. 11:2).

Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola

purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una

iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa

y sin mancha (Ef. 5:25-27).

El Rebaño de Dios.

Ruego a los ancianos que están entre vosotros …: Apacentad el rebaño de Dios que está entre vosotros … cuidando de él siendo ejemplos del rebaño (1 Pd. 5:2,3).

El buen Pastor provee protección, dirección, pastos buenos, agua cristalina

para sus ovejas. ¿Importa si estoy o no en este rebaño? ¿No me aprovecha?

V. TODA BENDICIÓN ESPIRITUAL SE ENCUENTRA EN CRISTO.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos

bendijo con toda bendición espiritual en los lugares

celestiales en Cristo (Ef. 1:3).

¿Cuáles son estas bendiciones?

Una conciencia limpia.

Hablando del arca de Noé Pedro dice, “en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. 21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo (1 Pd. 3:20,21).

procuro tener una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres (Hch.24:16).

Paz con Dios.

Justificados, pues, por la fe, tenemos

paz para con Dios (Ro. 5:1).

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Fil. 4:7).

Contentamiento.

He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación (Fil. 4:11).

Privilegio de Orar.

Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu (Ef. 6:18).

Con razón Pablo dice: Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado

como pérdida por amor de Cristo (Fil. 3:7,8).

Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.

¿Qué Me Aprovecha Ser Cristiano?CONCLUSIÓN.

Entonces, ¿importa o no importa si obedecemos al evangelio para ser salvos y servir al Señor?

Es sumamente importante, que estemos preparados para el Día de Juicio. Estamos hablando de salvar el alma

para toda la eternidad.

Estamos hablando de estar con Dios, sus santos ángeles y con los redimidos de todas las edades, o

de otro modo ser echados al horno de fuego

en el infierno.

Jesús dice en Mateo 16:26, “Por qué ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”

Esta es la pregunta más importante que tenemos que enfrentar. Hay que contestarla

honestamente.

¿Qué aprovechará al hombre si logra todos sus propósitos terrenales pero en el Día Final no está preparado y el Señor le dice,

“Apártate de mí”?

La gran mayoría de la humanidad no creen en Dios porque no cree su Palabra (He. 10:31; 12:29)

Los incrédulos tienen su propio concepto de Dios como súper tolerante del pecado e incapaz de castigar. Como dice el Salmo 51:21, “Pensabas que de cierto sería yo como tu”.

Pero en el Día Final se despertarán a un juicio asombroso.

¿De Qué Me Aprovecha

Ser Cristiano?

Porque ya somos miembros de la verdadera iglesia de Cristo.

¡Nos aprovecha eternamente!