10
MIS ANGELITOS EL HOGAR DEL SABER

Mis angelitos

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Mis angelitos

MIS ANGELITOS

EL HOGAR DEL SABER

Page 2: Mis angelitos

OBJETIVO:

Dar respuesta a las necesidades de

los niños pero sobre

todo pretendemos

que el niño sea feliz

en la Guardería

proporcionandole

para ello toda la atención que

necesitan y

favoreciendo la

adquisición

y desarrollo de los

primeros hábitos

y actitudes.

MISIÓN:

Ser un hogar que ayude al

desarrollo habilidades y capacidadesde cada uno de los pequeños

mediante una educación basados en valores y principios

VISIÓN:

Ser una guardería creativa

y comprometida con la formación

de nuestros pequeños para el

desarrollo de su carácter, siendo

independientes y competentes

para así contribuir con el

cambio que tanto necesita

nuestro país.

Page 3: Mis angelitos

HOLA! AMIGOS CON LOS SIGUIENTES CONSEJOS NOS

VAN AYUDAR A FOMETAR LA EDUCACION A NUESTROS NIÑOS Y NIÑAS EN CASA.

Page 4: Mis angelitos

CONSEJOS PARA BEBES• Alimentación del bebé

• 1. Los recién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, por lo tanto la cantidad de leche que les cabe es también

pequeña. Los intervalos entre las tomas deben ser los que su cuerpo exija. Todos los pediatras recomiendan la lactancia a

demanda (salvo excepciones por enfermedad).

• 2. Muchos bebés regurgitan después de mamar o de tomarse el biberón. Es algo normal. No hay razón para preocuparse,

pues no suele ser mucha cantidad. Por regla general, solo echan la leche que han tomado de más.

• 3. En ocasiones, el peque no se queda satisfecho después de mamar un largo rato. Esto puede pasar porque no mama bien:

si succiona solo el pezón no sacará mucho. Hay que procurar que la areola del pecho también esté dentro de su boca.

• 4. Si se tienen gemelos, es muy normal que al principio lloren más que otros bebés cuando se encuentran hambrientos,

ya que tienen que esperar su turno. Podemos colocar a cada uno en un pecho, ambos a la vez, y en la siguiente toma,

intercambiarlos. Si toman biberón, los ponemos en frente, sobre un cojín y se lo damos al mismo tiempo.

• 5. Lo ideal es que cada gemelo tenga su propio ritmo de comida, es decir, cuando lo piden. Si su hermano sigue

durmiendo, le dejaremos hasta que se despierte. Poco a poco irán acercando horarios.

• 6. Hay bebés que se duermen mamando. Probablemente no tengan mucha hambre o aún estaban medio dormidos. En este

caso, basta con mover un poquito el pezón para que despierten y sigan chupando.

• 7. Si no les damos pecho, los recién nacidos tienen que aprender a tomar el biberón. Lo mejor es que al principio sea

siempre la misma persona la que se lo dé, pues cada uno tenemos una forma diferente de darlo. Algunos bebés se

desconciertan fácilmente.

Page 5: Mis angelitos

• 8. No es aconsejable darle nada que no sea leche, ni infusiones ni ningún preparado que nos hayan dicho que le ayuda a echar

los gases.

• 9. Para evitar que ingiera aire, si le damos el biberón, hay que verificar que está lo suficientemente inclinado como para que la

leche ocupe toda la tetina y no haya burbujas de aire que pueda tragar sin querer.

• 10. Durante cinco o diez minutos después de mamar, los bebés muestran un interés especial por su entorno. Si lloran

después de comer, probablemente sea porque quieren juerga y nosotros no les estamos haciendo caso. También puede ser porque

tengan gases.

• 11. El eructo no es obligatorio, pero la mayoría de los bebés se sienten mejor después de haber echado el aire. Para

ayudarles, podemos incorporarlos apoyándolos sobre nuestro hombro, o bien ponerlos boca abajo encima de nuestras rodillas y les

damos palmaditas en la espalda. A veces los gases pueden provocar fuertes dolores. Si es así, debemos consultar al pediatra.

• 12. La postura adecuada para acostar al bebé después de comer es boca arriba. Es más segura y hará que le molesten los

gases en menor medida. Esta postura es la que debe tener siempre en la cuna para evitar la muerte súbita.

• 13. Las manchas de leche en la ropa huelen mal. Se pueden quitar conuna mezcla de agua y levadura (una cucharadita para una

taza de agua). No solo se quita el mal olor, también la mancha.

• 14. Directrices para el aumento de peso: en los cinco primeros meses, la mayoría de los niños duplican su peso y hacia el final

del primer año, suelen pesar tres veces más de lo que pesaron al nacer.

• 15. Pesar al bebé a diario no tiene sentido y puede convertirse en una fuente de estrés innecesario. Si está contento, activo y

crece bien, significa que está bien alimentado. El pediatra lleva un seguimiento exhaustivo, si él detecta algo raro, tomará algún tipo

de medida.

• 16. Los niños que se crían al pecho hacen más deposiciones que los que toman leche artificial. En general suelen hacer entre

una y cuatro cacas al día.

• 17. A partir de los tres meses aproximadamente, los niños necesitan una cierta rutina en su vida. Por lo tanto, hay que

procurar acostarles a la misma hora y siguiendo un mismo ritual. Esto deberá mantenerse durante los siguientes años.

Page 6: Mis angelitos

CUIDADOS DEL BEBE• 18. Cuanto más pequeños son, más se sobresaltan si nos acercamos precipitadamente, sin previo aviso. Primero hay que mantener contacto visual y hablarles. Luego,

colocando una mano debajo de la cabeza y otra bajo el tronco, les levantamos con suavidad. No son tan frágiles como parecen, así que cojámosles con suavidad pero con

firmeza.

• 19. Uno de los puntos más delicados de los bebés son las nalgas. Por lo tanto, conviene cambiar su pañal a menudo y así evitar que se irriten. Aunque los modernos

superpañales los mantienen secos durante largas horas, el calorcillo húmedo en la zona de la barriga no es nada bueno para la piel.

• 20. Cambiarles los pañales sobre una mesa o un cambiador es más cómodo para que la espalda del adulto no sufra, pero hay que tener un cuidado extremo para evitar

accidentes. Los bebés son capaces de girar su cuerpo y rodar a las pocas semanas.

• 21. Antes de poner un nuevo pañal, hay que limpiarle con suavidad y secarle muy bien, procurando que no quede nada de humedad entre los pliegues.

• 22. Durante las primeras semanas se le puede bañar en el lavabo. Conviene colocar un protector para no golpearle accidentalmente contra el grifo. También puede usarse

una bañerita.

• 23. Para asearle, en principio bastaría con el agua tibia. Si usamos jabón, que sea neutro. Los polvos de talco están desaconsejados: podría inhalarlos.

• 24. Si el bebé tuviera miedo a la bañera, podemos sentarle desnudo sin nada de agua, darle algún juguete y luego ir llenando la bañera poco a poco.

• 25. Al bañarle, hay que cerrar primero el grifo del agua caliente y después el de la fría. Así, evitamos que si el grifo gotea, le caigan gotas de agua muy caliente.

• 26. La herida del cordón umbilical no necesita un vendaje especial mientras cicatriza. Se puede bañar al pequeño si luego secamos bien la zona del ombligo. Esa parte la

lavaremos con una toalla mojada en agua tibia, luego la secamos y colocamos encima una gasa limpia. Si la herida supura o sangra, hay que consultar al pediatra.

• 27. La mayoría de los recién nacidos llevan demasiada ropa. Si están abrigados en exceso, pueden llegar a sufrir un sofocón: sudan y se sienten mal.

• 28. En los primeros meses es normal que el pequeño tenga las manos y los pies fríos. Pero si la piel a la altura de los omóplatos o la tripa está caliente y seca, significa

que no tiene frío.

• 29. Durante los primeros meses la cabecita del niño necesita apoyo. Cuando le tengamos en brazos, hay que sostenerla en todo momento con suavidad pero con firmeza. Los

recién nacidos se asustan mucho cuando se les cae hacia un lado o hacia atrás.

• 30. Las uñas de los bebés crecen muy rápido. El mejor momento para cortárselas es cuando duermen profundamente. Debemos usar unas tijeras especiales para bebés,

con punta roma (redonda).

Page 7: Mis angelitos

COMO HACER QUE NUESTROS PEQUEÑOS APRENDAN?

Obedecer una orden es un aprendizaje por el que todos los niños deben pasar. Los dos factores que están involucrados en la

disciplina del niño es su propio desarrollo evolutivo y el criterio que utilicen sus padres para ponerle límites. Promamás, te propone

10 consejos para lograr que tus hijos obedezcan.

En los primeros años, los niños simplemente no saben lo que está bien y lo que está mal. Cuando le pedimos a nuestro hijo que haga o no

haga algo, le estamos demarcando ese camino. Obedecer una orden también implica que los pequeños puedan dejar de lado sus propios

deseos, tolerar esa frustración y ejecutar la conducta que nosotros, los padres, les estamos pidiendo que hagan. Algo no muy fácil, ya que

involucra una pugna entre los deseos del niño y de su madre o padre, y que requiere de mucha paciencia y de un aprendizaje continuo.

Aquí les damos diez consejos para enseñar a nuestros hijos a obedecernos.

1. Repetir… ¡varias veces!

Repetir una y otra vez, es la regla y no la excepción. Cuando le demos una orden, lo más probable es que tengamos que repetirla varias veces.

Lo mismo sucede cuando estamos tratando de enseñarle algo que forma parte de un hábito. Este es el punto que pone a prueba la paciencia

de muchos papás…

2. Mirarlo a los ojos cuando le hablamos.

El contacto ocular es un aspecto importante de la comunicación con otros seres humanos. No es lo mismo gritarle desde otra habitación de la

casa que queremos que guarde sus juguetes, que tomar al niño de la mano, llevarlo hacia el canasto de guardado, mirarlo a los ojos y decirle:

“Tomi, por favor, guarda tus juguetes.”

3. Mostrarle la conducta que deseamos que haga.

Los niños pequeños aprenden a realizar conductas copiando las nuestras. En la medida de lo posible y si la situación lo permite, mostrarle

cómo se hace lo que le estamos pidiendo que haga. Volviendo al ejemplo de ordenar los juguetes, podemos ponernos como modelos y

empezar guardando algunos, mientras le indicamos que haga lo mismo. Podemos, incluso, darle un juguete en su mano, y llevarlo hacia el

canasto para que él mismo lo haga.

Page 8: Mis angelitos

5. Hacer que los juguetes se conviertan en premios.

Los premios materiales no son necesarios cada vez que el niño obedece. No queremos que el niño aprenda a obedecer sólo si

hay un premio de por medio. Sin embargo, es bueno que cuando le compramos un juguete, se lo demos a manera de premio

luego de que haya hecho algo positivo, o que nos haya obedecido en algo. Esto tiene un objetivo doble: por un lado,

recompensar una conducta positiva de vez en cuando y, por el otro, hacer que los juguetes se conviertan en algo más que sólo

juguetes.

6. No gritarle.

Es necesario hablar con firmeza, pero en un tono de voz normal. Gritar sólo hará que el niño se predisponga de mala manera a

hacer lo que le estamos pidiendo.

7. Tener cuidado con el lenguaje.

Las palabras que usamos son importantes para transmitir la orden que queremos dar. No es recomendable decir “NO” todo el

tiempo, ni usar el modo imperativo de manera excesiva. A las personas nos gusta que nos pidan las cosas de buena manera: a

los niños también.

8. No amenazar.

El recurso de la amenaza no suele surtir efecto, especialmente con niños pequeños. Mucho menos, amenazarlos con castigos

que no estamos dispuestos a cumplir luego. Eso hace que nuestra palabra pierda valor.

9. Disciplinar al niño, si. Descuidar la relación, no.

La relación entre padres e hijos debe ser cuidada. Ejercer la disciplina de manera abusiva sistemáticamente, con el sólo objetivo

de que el niño escuche y obedezca, puede funcionar, pero en detrimento de la relación. Lo mismo sucederá si los límites son

puestos de manera inconsistente. La obediencia bien impartida ayudará al niño a poder autocontrolarse y a internalizar los

límites que lo ayudarán a desarrollarse como un adulto responsable.

Page 9: Mis angelitos

10. Saber que no siempre obedecerá…

Es simplemente así. Nuestras expectativas como padres deben ser realistas, ya que lograr que los pequeños nos obedezcan

depende, entre otras cosas, de su propio desarrollo evolutivo. A medida que el niño desarrolla la comprensión, el lenguaje y

conductas por imitación, cada vez irá comprendiendo consignas más complejas. Aquí somos los padres los que debemos

trabajar nuestra propia tolerancia a la frustración y no pretender que el niño haga caso el cien por ciento de las veces. Los

niños pequeños necesitan aprender a escucharnos, y a comprender que sus conductas tienen consecuencias. Requiere de un

largo proceso de aprendizaje internalizar las pautas que les vamos marcando.

Page 10: Mis angelitos

COMO EDUCAR EN VALORESNos preguntamos muchas veces por qué es importante y necesario que eduquemos a nuestros hijos a través de

los valores. Educar a nuestros hijos para que aprendan a dar valor a algunas conductas y comportamientos les ayudará a

convivir de mejor manera y a sentirse bien en el ambiente en que se encuentren.

Valores como la amistad, la comprensión, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto, son esenciales para un sano

desarrollo de los niños.

Un niño que conoce el límite del otro, podrá vivir una vida sana y saludable, sea en su entorno familiar o escolar. Un niño que

sabe respetar a los demás, será más fácilmente respetado, y así con todo.

Los valores son las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con aquello que

consideramos correcto. Al nacer, los niños no son ni buenos ni malos. Con la ayuda de sus padres, educadores y de los que

conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y lo que está mal decir, hacer, actuar, vivir.

Pero, ¿cómo educar a los hijos en valores? Primero, conociendo cada uno de los valores. GuiaInfantil.com hizo una selección

de los principales valores para que los padres hagan un repaso y luego se los enseñen en el día a día a sus hijos, y con

ejemplos.También es preciso recordaros que los niños aprenden con el ejemplo. El ejemplo que dan sus padres en su forma

de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de compartir mesa, asiento, de cooperar, de ayudar a los demás, de

defender, de reclamar, de tolerar y aceptar. Si los padres no tienen paciencia con su hijo, ¿qué creen que el niño va a

aprender? La responsabilidad que tienen los padres en la transmisión de los valores a sus hijos es crucial.