Posición personal frente a las declaraciones y actuación de Fernando Bustamante.

El asambleísta del movimiento Alianza País, Fernando Bustamante, declaró esta mañana en

una entrevista que se transmitió por la señal de Ecuador TV que en su “calidad de

legislador” no está sujeto a “la disciplina partidaria”. Esta declaración la hizo en relación

con la sanción que le impuso la Comisión de Ética y Disciplina del movimiento al que él se

pertenece.

Frente a esta declaración de Fernando Bustamante es necesario que se recuerden dos cosas.

La primera, de carácter general: la elección de los asambleístas de Alianza País no se debe

tanto a los méritos individuales de cada uno de nosotros como candidatos sino al hecho de

pertenecer a un movimiento político de contenido ideológico y de enorme popularidad por

sus acciones en beneficio de las mayorías, cuya plataforma fue la que nos permitió acceder

a una inédita mayoría de cien asambleístas en las elecciones que se celebraron en febrero de

2013. Este antecedente obliga a los asambleístas del movimiento Alianza País a sujetarnos a

la disciplina partidista del movimiento por el cual accedimos a los cargos que ocupamos.

La segunda, de carácter especial: el asambleísta Bustamante había anunciado que él iba a

aceptar “sin ningún problema la sanción que podría enfrentar”, pues era la consecuencia de

haber ejercido la objeción de conciencia. Sin embargo, en la entrevista de hoy en Ecuador

TV ha distinguido entre su calidad de legislador y su condición de militante del movimiento

Alianza País, como si él no fuera legislador por ser militante del movimiento Alianza País,

como si sus anteriores palabras acerca de la aceptación de las consecuencias de sus actos

(por ende, la aceptación de la sanción que se le imponga) puedan perder valor apenas dada

la sanción por el órgano correspondiente. La objeción de conciencia no puede ser, ni para

Fernando Bustamante ni para nadie, una opción acomodaticia.

En los países de institucionalidad consolidada, la disciplina partidista no está en discusión,

porque la disciplina partidista no es ninguna imposición arbitraria, sino la consecuencia de

pertenecer a un partido orgánico e ideológico. Esta es una consecuencia que todos los

legisladores de Alianza País estamos en obligación de acatar, por respeto a los

compromisos adquirido con nuestra organización política y con los ciudadanos que por ella

votaron.