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Esther y Luis del Pozo, texto Jorge Burgos, imagen
Módulo 2
LOS PADRES QUE YO SOÑÉ
“
Una metáfora hermosa compara al esposo como el sol de la madrugada que se levanta a emprender la jornada (Salmo 19.4-6) Dios le concede valor, fuerzas, optimismo, fe y resolución de no
volver a casa con las manos vacías.
Es como la vid y los pámpanos . “En el seno de tu hogar
tu esposa será como vid llena de uvas , alrededor de tu mesa, tus hijos serán como vástagos de olivos” (Sal.
128.3).
El padre y la madre responsables brindan todo lo
que son y lo que pueden hacer para construir un
hogar estable y seguro donde se desarrollen los
hijos.
El vela para que no falte dinero para el pan,
la ropa, la casa, el médico, la educación delos hijos y el plan de superación de la
esposa.
El representa la voz más importante de la
vida familiar. En el gobierno del hogar,
tiene el mando del poder ejecutivo y judi-
cial.
Todo padre es un verdadero sacerdote
o pastor de su propia familia. La vida
espiritual y religiosa del hogar es el punto clave de toda paternidad
respon-sable.
Enseña valores austeros: el orden, el respeto
La limpieza, el amor al trabajo, el amor al es-
tudio, la honradez, la utilidad, la laboriosidad,
la diligencia, la veracidad, el honor, la simpa-
tía entre hermanos, la solidaridad.
Ella vela para que los hijos crezcan bien educados
porque es la principal maestra de su hogar. Su blan-
co es un carácter sólido y bien formado en sus hijos
para esta vida y para la eternidad.
Tal vez podría tener alguna carencia en autoridad
sobre todo si el papá está presente en la vida fami-
liar, pero nunca debe fallar en afectividad.
Ella es responsable de conducir la escuela
del hogar. En el gobierno de la educación
y la cultura en valores, ella tiene el mando
más elevado.
Enseña valores más humanos y delicados:
la fe, la reverencia, la pureza, la misericor-
dia y compasión, la sencillez, la cortesía, la
amabiliadad, la bondad.
La paternidad y la maternidad deben llegar
a ser fuentes de revalorización de nuestro ho-
gar.
La paternidad debe asegurar el amor protector,
la seguridad, la previsión y la responsabilidad.
La maternidad debe garantizar el amor compasivo,
la unidad familiar y el compañerismo.
Decido, con la ayuda de Dios, ser un buen
papá o una buena mamá que cumpla fiel-
mente mis deberes ante Dios y ante la so -
ciedad.