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REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Sistema de Revisiones en Investigación Veterinaria de San Marcos
Autor: Raquel Andrea Watanabe WatanabeUniversidad Nacional Mayor de San MarcosFacultad de Medicina Veterinaria
DICIEMBRE 2013
ESTUDIO DE LA CISTICERCOSIS PORCINA
EN EL PERÚ
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TABLA DE CONTENIDO
1.� PRESENTACIÓN ...................................................................................................... 2�2.� INTRPDUCCIÓN ...................................................................................................... 2�3.� DIAGNÓSTICO DE CISTICERCOSIS .................................................................... 3�4.� ESTUDIOS EPIDEMIOLÓGICOS DE CISTICERCOSIS PORCINA .................... 4�5.� ESTRATEGIAS DE CONTROL Y PREVENCIÓN DE LA CISTICERCOSIS PORCINA EN EL PERÚ ........................................................................................... 7�6.� CONCLUSIONES ..................................................................................................... 8�7.� LITERATURA CITADA ........................................................................................... 8�
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1. PRESENTACIÓN
Taeniasolium es un parásito endémico en el
mundo, causante de convulsiones y signos
neurológicos (García et al., 1993). La
transmisión se mantiene principalmente en
áreas rurales donde el cerdo, como
hospedero intermediario, completa el ciclo
biológico. La presente revisión se enfoca
brevemente en los estudios epidemiológicos
de cisticercosis porcina realizados en el
Perú, principalmente, por “The Cysticercosis
Working Group in Peru” y el Laboratorio de
Medicina Veterinaria Preventiva de la
Facultad de Medicina Veterinaria de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
las herramientas diagnósticas empleadas y
las estrategias de control y prevención de
esta enfermedad parasitaria.
2. INTRODUCCIÓN
La cisticercosis es una enfermedad zoonótica
parasitaria causada por el establecimiento de
la forma larvaria de Taenia solium en el
tejido de los hospederos intermediarios,
principalmente, el cerdo y, accidentalmente,
el hombre. Esta enfermedad es común en
países en desarrollo y constituye un grave
problema de salud pública a nivel mundial,
sumado al incremento en la incidencia en
países industrializados debido a la migración
de personas de áreas endémicas (García et
al., 2003a, 2003b).
La cisticercosis porcina es endémica en
comunidades rurales del Perú debido a la
existencia de factores que favorecen la
presencia, transmisión y mantenimiento de la
enfermedad, asociados a prácticas
tradicionales de crianza de cerdos, malas
condiciones sanitarias e higiénicas,
ignorancia y pobreza. Esta enfermedad causa
grandes pérdidas económicas a los
productores cuando los cerdos se
comercializan por vías formales (centros de
beneficio), debido a que sus carcasas son
decomisadas y eliminadas sin que los
productores reciban compensación alguna.
Esto ha devenido en la aparición de
mataderos ilegales y sistemas de
ESTUDIO DE LA CISTICERCOSIS PORCINA EN EL
PERÚ MV. Raquel Andrea Watanabe Watanabe ([email protected])
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comercialización informales que favorecen
la dispersión de la teniasis y cisticercosis
(González et al., 1996a).
3. DIAGNÓSTICO DE
CISTICERCOSIS
Desde la década de 1990, el
Cysticercosis Working Group in Peru ha
venido realizado diversos estudios sobre el
empleo de técnicas serológicas para
diagnóstico de cisticercosis porcina como
herramientas alternativas a la detección de
quistes en la lengua y a la necropsia. La
necropsia no es un método plausible y
práctico para medir la prevalencia de la
enfermedad en el campo, sumado a que los
sistemas de matanza y comercialización
clandestinos previenen cualquier intento de
mediciónpost mórtem de cisticercosis a nivel
de mataderos oficiales (The Cysticercosis
Working Group in Peru, 1993). Asimismo,
el examen de lengua presenta una baja
sensibilidad y requiere un manejo especial
de la población desde el punto de vista ético,
pues el dueño insistirá en querer conocer el
estado del animal para comercializarlo y
rescatar parte de la pérdida de valor (Gilman
et al., 1999).
Para el monitoreo de individuos
tratados contra cisticercosis, ya sean éstos
humanos o cerdos, se han empleado técnicas
de radioimagen como la tomografía axial
computarizada y la resonancia magnética
(García etal., 1997; Carpio, 2002),
pero,debido al costo elevado y requerimiento
de equipos sofisticados, su empleo se ha
visto limitado en las localidades donde la
teniasis por T. solium es endémica. Más aún,
los resultados provistos no son concluyentes
(Figueroa, 1998).
Por lo anteriormente mencionado,
las pruebas serológicas resultan ventajosas
debido a la facilidad relativa en la obtención
de las muestras de sangre de la vena cava.
Fue con el desarrollo del electroinmuno
transferencia blot (EITB) que se logró
discriminar a los cerdos que estuvieron
expuestos a la enfermedad (Tsang et al.,
1989). Esta prueba molecular presenta una
sensibilidad superior al 95% y una
especificidad del 100%, y emplea siete
antígenos glicoproteicos purificados de T.
solium (GP50, GP42-39, GP24, GP21,
GP18, GP14 y GP13) (Tsang et al., 1989,
1991). Posteriormente, numerosos ensayos
de ELISA y Western blot fueron
desarrollados a fin de detectar la presencia
de anticuerpos contra los antígenos
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secretorios/excretorios de los quistes en
humanos (Cho et al., 1992; Wang et al.,
1992; Wang et al., 1993; Lin et al., 1999).Se
ha empleado un ELISA de captura de
antígeno en el monitoreo cuantitativo del
comportamiento y persistencia de los
antígenos circulantes en porcinos infectados
naturalmente con Cysticercuscellulosae y
tratados con una droga cisticida, el
oxfendazol (Tinoco et al., 2004). No
obstante, la presencia de anticuerpos no se
correlaciona con el hallazgo de quistes en la
carcasa de los cerdos.
Es importante considerar que las
pruebas inmunodiagnósticas como el EITB y
el ELISA indirecto detectan la presencia de
anticuerpos contra la larva de T. solium, sin
embargo, estos anticuerpos continúan
circulando en el suero luego de ser
eliminado el quiste, por lo que no es factible
el empleo de estas pruebas para el monitoreo
postratamiento de los individuos con
cisticercosis, ya sean éstos humanos o
cerdos. Asimismo, la prueba de EITB no
discrimina anticuerpos maternales de los
formados por infección natural (Ccama et
al., 2003).
Finalmente, Mayta et al. (2008)
estandarizaron una PCR anidada para el
diagnóstico específico de T. solium
empleando el gen Tso31, con una
sensibilidad y especificidad del 97 y 100%,
respectivamente. El límite mínimo de
detección en una muestra fecal fue de 10
huevos por 250 mg de materia fecal (40 h/g
de heces) con el kit Fast DNA spin kit for
soil DNA extraction.
4. ESTUDIOS EPIDEMIOLÓGICOS
DE CISTICERCOSIS PORCINA
La cisticercosis porcina es considerada la
principal zoonosis parasitaria en el Perú, con
seroprevalencias que alcanzan el 25% en
humanos (García et al., 2003c) y 75% en
porcinos (González et al., 1996a),
encontrándose en un rango del 20 al 42% en
los caseríos endémicos peruanos y hasta en
un 75% en áreas hiperendémicas (García et
al., 1999). Debido a su importancia en salud
pública, diversos estudios epidemiológicos
han sido realizados en algunos
departamentos de las tres regiones del país a
lo largo de los años, los que han evaluado los
factores de riesgo involucrados en la
presentación de la enfermedady
proporcionado alcances de las prevalencias
estimadas y reales en determinadas zonas
geográficas (Cuadro 1).
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Cuadro 1. Prevalencia de cisticercosis porcina en departamentos del Perú
Zona geográfica Distrito, provincia, departamento/ año de estudio
Prevalenciaa+ IC95% Fuente (año)
Maceda, San Martín (1988) 88 + 2% García et
al.(2001) Churusapa, San Martín (1989) 48 +8% García et al.
(2001) Haparquilla, Cusco (1990) 30 + 8% García et al.
(2001) Maceda, San Martín (1991) 43 + 7.9% Castro (1991)
Saylla, Cusco (1992) 20 + 8% García et al.
(2001) Monterredondo, Piura (1993) 5.2% Gavidia
(1993) Cuzco (1994) 43% Ramos (1994) Quilcas, Junín (1996) 72% Bernal (1996)
Canchayllo, Junín (1996) 43% Morales
(1996) Huancayo (1996-1998) 40-60% García et al.
(2001) Andahuaylas (1996) 32 (9-58)% García et al.
(2001)
Junín (1999) 20% García et al. (1999)
Cuzco (1999) 46% García et al. (1999)
Andahuaylas, Apurímac (1999)
35% Ramos (1999)
Tumbes (1999-2000)
22.1 (12.7-31.4)%
García et al. (2001)
Valle El Mantaro, Junín (2003)
> 50% García et al. (2003)
Zarumilla, Tumbes (2003) 26 + 3% Taico et al.
(2003) Andahuaylas, Apurímac (2004)
47 + 5.6% Aybar et al. (2004)
Zarumilla, Tumbes (2004) 30.8 + 3.0% Mena et al.
(2004) Ventanilla, Callao (2005) 19 + 4.0% Turín et al.
(2005) Omia, Amazonas (2007)
28 + 9.2% Carhuallanqui et al. (2007)
Tumbes, Tumbes (2011) 45 + 2.3% García et al.
(2011) a Algunas prevalencias carecen de intervalo de confianza al 95%, otras se señalan en rangos.
Los estudios realizados desde la década
del 2000 demuestran que la cisticercosis
porcina constituye un serio problema de
salud pública. Taico et al. (2003) estimaron
una prevalencia total del 26% en tres
caseríos del distrito de Matapalo,
Tumbes.García et al. (2003c) encontraron
seroprevalencias superiores al 50% en ocho
villas del valle del Mantaro, Junín. Aybar et
al. (2004) determinaron la seroprevalencia
de cisticercosis porcina en tres caseríos de la
provincia de Andahuaylas, Apurímac,
encontrando una prevalencia general de 47 +
5.6% y una correlación directa perfecta (� =
1) entre la edad de los animales y la
prevalencia de cisticercosis. Esta prevalencia
corregida fue similar a la de dos estudios
previos realizados en la región andina
(Ramos, 1999; Bernal, 1996), lo que
reafirma que esta parasitosis se mantiene
como un problema endémico de importancia
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para la salud pública y economía del
campesino, reflejado por el difícil acceso de
los pobladores a los centros de salud e
instituciones educativas y del Estado.Al año
siguiente, Turín et al. (2005) encontró una
prevalencia corregida de 19 + 4% y una
prevalencia real del 7% en el Parque Porcino
“Pampas de los Perros” en el distrito de
Ventanilla, Callao. Carhuallanqui et al.
(2007) estimaron el grado de infección de la
forma lavaría de T. solium en cerdos de
cuatro caseríos del distrito de Omia,
Amazonas, criados en sistemas no
tecnificados con deficiente saneamiento
básico, crianza extensiva al pastoreo y
sacrificados en camales locales que carecen
de personal capacitado para realizar las
inspecciones sanitarias de los animales de
abasto, obteniéndose seroprevalencias
variables desde 4.8 a 71.4%, con una
prevalencia media de 28%.Contrariamente,
García et al. (2011) encontraron prevalencias
altas por encima del 70% en tres caseríos del
departamento de Tumbes, de un total de 17
evaluados, con seroprevalencias de 49 +
3.1% y 40 + 3.3% en cerdos mayores de 12
meses y cerdos de 8 a 12 meses (p<0.05),
respectivamente.
Se ha observado una falta de asociación
entre el sexo y la presentación de la
enfermedad (Ayvar et al., 2002;
Carhuallanqui et al., 2007) aunque Mena et
al. (2004) reportaron que los machos
presentaron una mayor probabilidad de
infectarse. No obstante, la literatura
científica es concluyente en indicar que la
presentación de la enfermedad no es afectada
por el sexo.
La condición inmunológica de la madre
representa un factor de riesgo para contraer
la enfermedad ya que, aparentemente, los
anticuerpos maternales transferidos a la cría
por inmunidad pasiva no son protectivos
(Mena et al., 2004). La presencia de crías
negativas descendientes de madres positivas
podría explicarse por fallas en la producción
de calostro por la madre, fallas en la
ingestión de calostro o alteraciones en la
absorción de los anticuerpos por las crías
(Tizard, 2009).
Entre los factores de riesgo para
cisticercosis porcina se encuentran el acceso
de cerdos a las heces humanas (Sarti et al.,
1992), la presencia de letrinas y heces
humanas cerca de la casa del propietario del
cerdo (Sarti et al., 1994), así como el libre
deambular de los animales, la utilización de
los corrales como sitio para defecar (Flisser
et al., 1996) y, aun cuando algunos lugares
disponen de letrinas, la construcción de las
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mismas favorece el acceso de los animales a
la materia fecal (Aluja y Villalobos, 2000).
Además, el problema se agrava cuando la
población no cuenta con un fácil acceso a la
atención médica especializada, situación
observada en las áreas rurales, donde las
prevalencias de cisticercosis en cerdos son
mayores que las de la teniasis. Estas
características epidemiológicas de la
enfermedad en el cerdo hacen que la
prevalencia de la cisticercosis porcina sea un
importante indicador de la infección con T.
solium en humanos y que se generen
estrategias de control en los pobladores de
dichas zonas. Entre las principales se tiene a
la vacunación (Sciutto et al., 1998), el uso de
antiparasitarios con diferentes niveles de
efectividad (González et al., 1999;
González, 2002) y la educación de la
población (Sarti et al., 1997).
Estudios recientes han establecido la
dinámica de transmisión de cisticercosis en
cerdos infectados experimentalmente con
escarabajos contaminados con huevos de T.
solium (Gonzales E, 2008) y la dispersión de
los huevos de T. solium (Gonzales E,2010).
En este caso, la transmisión es favorecida
por la ingestión de huevos de tenia por
escarabajos coprófagos y los hábitos
coprófagos de los cerdos.
5. ESTRATEGIAS DE CONTROL Y
PREVENCIÓN DE LA
CISTICERCOSIS PORCINA EN EL
PERÚ
Desde el inicio de la década de 1980, se han
probado diferentes intervenciones para el
control de la teniasis/cisticercosis, sumado a
medidas estándar de control en camales (The
Cysticercosis Working Group in Peru,
1993). Los estudios iniciales se basaron en el
tratamiento masivo de la población humana
con praziquantel o niclosamida (García et
al., 2007; García et al., 2010), fármacos de
escasa disponibilidad en la mayoría de países
latinoamericanos y de efecto temporal sobre
la teniasis humana y cisticercosis porcina.
Asimismo, se han desarrollado múltiples
intentos de erradicación de esta enfermedad
basados en intervenciones en educación
sanitaria (Palacios-Flores y Borneo-
Cantalicio, 2008), académico-experimentales
y económicas, a corto y largo plazo, por
entidades públicas y privadas. No obstante,
el complejo Teniasis/Cisticercosis aún
mantiene niveles de endemicidad estable e
hiperendemicidad en algunas regiones del
país. Por último, se ha optado por tratar a la
población porcina con oxfendazole a una
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sola dosis de 30 mg/kg (González et al.,
1996b; González et al, 1997; González et al.,
1998) y a inmunizarla con la vacuna
TSOL18 proporcionada por la Universidad
de Melbourne, Australia, con una eficacia
superior al 99% (González et al., 2005).
6. CONCLUSIONES
Los estudios epidemiológicos permiten
estudiar la presentación natural de las
enfermedades y el reconocimiento de los
factores que permiten identificar las
poblaciones en riesgo. Por otro lado, los
estudios de incidencia permiten conocer la
tasa de infección o fuerza de morbilidad de
la enfermedad, cuantificando a los
individuos de una población que pasan del
estado libre de enfermedad al de enfermo en
un periodo de tiempo determinado. En la
actualidad, se siguen ejecutando proyectos
de control y prevención de la cisticercosis
porcina en las zonas norte y centro del Perú
y, paralelamente, desarrollando estudios en
zonas endémicas sin intervención. Un
programa de control y prevención de
cisticercosis para sentar las bases de la futura
erradicación será el resultado de la
intervención conjunta y orquestada de
entidades públicas y privadas que
promuevan la educación sanitaria en las
poblaciones afectadas.
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