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LA ENTREVISTAENCUENTROS CON PROFESIONALES DEL SECTOR
ABRIL 2017 | VOL . 01
“LAS PRISAS POR DESPEDIRSE NO SON BUENAS”
SORTEM. – ¿Cómo definiría la profesión para los que al oír
tanatopractor, se imaginan a un dinosaurio en una película de
Jurassic Park?
JAUME PRATS. – Ser tanatopractor consiste en tratar a un difunto lo
mejor posible para que las familias lo recuerden tal y como era.
Estamos presentes en todo el proceso que va desde la recogida hasta
la presentación a la familia. Pero esencialmente, nuestro trabajo se
centra en ofrecer una imagen más amable, que transmita
tranquilidad y paz, para ayudar a superar la pérdida a sus familiares y
que puedan despedirse con calma. Es un primer paso para acortar el
tiempo de duelo y eso es algo que siempre da sentido a la profesión.
S. – La Tanatopraxia es una profesión de moda y cada vez más
demandada. ¿Oportunidad o peligro para el sector?
J. P. – Realmente es una oportunidad. Profesionales más capacitados y
mejor formados suponen mayor competencia y la competencia
siempre es sana. Por eso, es importante mantenerse activo y seguir
informado sobre las novedades que rodean a la tanatopraxia en todos
los niveles. Representa un estímulo para seguir en movimiento y en
continua evolución donde los servicios a la familia cada vez cobran
mayor importancia.
S. – El futuro de los tanatopractores pasa por …
J. P. – … obtener una titulación reglada y oficial para desarrollar con
garantías el trabajo. Es el siguiente paso necesario para amparar y
formar a los tanatopractores y las tanatopractoras del futuro, que ya
han entrado con fuerza en el sector aportando una nueva
sensibilidad.
BADALONA - ABRIL 2107
JAUME PRATS,
¿Por qué tanatopractor?
Estudiaba para
administrativo y hacia una
suplencia en una funeraria. La
curiosidad me llevó a ver qué
se hacía con los difuntos y
desde entonces... Me gusta
romper tabús y ver la muerte
con naturalidad. Vivo mi profesión con vocación y lo
reflejo en las aulas siempre
que puedo.
PROFESOR Y
TANATOPRACTOR
EN POMPAS
FÚNEBRES DE
BADALONA
S. - ¿Qué podemos exportar a otros países de nuestra forma de tratar la profesión y qué deberíamos importar
de otros lugares para mejorarla?
J. P. – Exportar, no demasiado. Importar, muchas cosas. Para empezar, en varios países como Francia, Inglaterra
o Estados Unidos, es una carrera de entre tres y cinco años. La formación es global y se abarca toda la gestión
del servicio funerario en aspectos económicos, técnicos, logísticos, anatómicos... Por tanto, la diferencia es
sustancial.
S. – Antes de iniciar una preparación de un cadáver, ¿qué planifica?
J. P. – Inicialmente nada. Lo más importante es escuchar los deseos de la familia. No debemos acometer
ningún trabajo sin la autorización de los familiares. Hablamos con ellos y captamos que quieren, que necesitan.
Después se trata de transformar en realidad esa petición para que la despedida sea lo más serena posible.
S. – ¿Qué avances técnicos y conceptuales marcarán el camino de la futura Tanatopraxia?
J. P. – Más que avances técnicos, qué seguro que los habrá, será un cambio de orientación al servicio. La muerte
es un paso natural y las prisas para despedirse, no son necesariamente buenas. Ser capaces de transmitir esa
calma a la familia para que acepten y entiendan la pérdida. En definitiva, utilizar las técnicas que ya poseemos
para tratar al difunto, y darles ese tiempo de reacción tan necesario.
S. – Situaciones complicadas ante la mesa de trabajo seguro que se ha encontrado. ¿Cuál es la tarea más
compleja y delicada a la que se ha enfrentado?
J. P. – La verdad es que tareas complejas no hay. Si hablamos de tiempo, hay acciones que se alargan más o
menos, pero no es debido a la dificultad. Sin duda, el espacio donde trabajas y el material que tienes a tu
disposición, facilitan el trabajo. Es evidente que una reconstrucción siempre requiere de mayor esfuerzo, pero
no necesariamente tiene que ser complicada.
S. – En el capítulo de anécdotas, seguro que guarda alguna digna de ser contada …
J. P. – ¿Anécdotas? No son tantas como se puede llegar a pensar. Es cierto que hay alguna situación que te
provoca alguna sonrisa, pero no va más allá. Recuerdo con cariño que mientras acompañaba a una familia un
poco más retirado, en segundo plano, vinieron a darme el pésame.
“Más que avances, habrá un cambio de orientación al servicio”