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UNIDAD REGIONAL CENTRO

COLEGIO DE CIENCIAS NATURALES Y EXACTAS

UNIDAD ACADEMICA DE BIOLOGIA

RIQUEZA DE LA AVIFAUNA EN PARQUES Y JARDINES DE LA CIUDAD DE

CULIACÁN, SINALOA, MÉXICO.

Proyecto de investigación

JOSE CARLOS DEHESA MITRE

BORUNDA INSUNZA JOSÉ ANTONIO

RESUMEN

En el municipio de Culiacán se tiene un estimado de 383 especies de aves descritas

desde la costa hasta la zona de Quercus – Coníferas. Sin embargo los impactos

que causa el ser humano con la urbanización, como la destrucción, modificación

total o parcial del hábitat, introducción de especies de flora y hasta fauna exótica y

la contaminación solo ocasionan decrecimiento en el número de especies

emblemáticas, nativas y endémicas para el estado de Sinaloa. Para evaluar el

estado actual de la avifauna realice un estudio dentro de la mancha urbana en cinco

zonas verdes sobre la riqueza avifaunistica del Municipio de Culiacán, en Ernesto

Millán (E. M.), Las Riberas (R.) y conjunto de la Isla de Oraba (O.), Jardín Botánico

de Culiacán (J. B. C.) y Ciudad universitaria U. A. S. (C. U.), estas zonas se eligieron

por su arbolado y tamaño de cobertura vegetal, pero a su vez por encontrarse en el

centro de la mancha urbana, por lo que solamente pude identificar las especies de

aves que son capaces de soportar la perturbación de la actividad humana diaria.

Durante los meses de Abril del 2013 a octubre del mismo año se realizaron

muestreos matutinos (6: 00 am – 11: 30 am aprox.) por parque para evitar la

actividad humana, para observar las especies que llegan, los censos se realizaron

1 vez por semana por parque. En cada muestreo se registró y fotografió las especies

observadas, el estado de la flora donde se muestreo y el comportamiento de las

aves. Durante el trabajo se encontro un total de 31 especies pertenecientes a de

aves de las cuales el Gorrión doméstico (Passer domesticus), el Zanate mexicano

(Quiscalus mexicanus), y la paloma común (Columba livia), siendo las aves exóticas

(Passer domesticus y Columba livia) las más frecuentes en los 5 parques. El parque

con más riqueza fue el Riberas con 19 especies, esto se pudo deber a que el parque

presenta cuerpo de agua. Con resultados tan escasos seria adecuado que se

hicieran estudios más profundos a futuro para conocer más sobre la fluctuación de

las poblaciones y riqueza de aves a medida que las construcciones avanzan, y con

esto, realizar proyectos de educación ambiental para fomentar el interés de las

personas hacia los ecosistemas nativos de la región de Sinaloa, México.

NTRODUCCION

Las aves son organismos ampliamente estudiados en México, esto se debe a que

son organismos fáciles de identificar, y se encuentran en casi todos los ambientes,

aunado a que su monitoreo suele ser económicamente viable (Medina et. al. 2010).

Además estos organismos son buenos indicadores de los efectos de la

antropización ya que son sensibles a los cambios que sufre el ambiente conforme

avanza la urbanización (Nebel et. al 2002). El estado de Sinaloa alberga una gran

cantidad de especies de aves aproximadamente 1323 especies, las cuales cumplen

roles muy importantes dentro de los ecosistemas

Sinaloa se ubica entre dos grandes regiones biogeográficas (Neártica y

Neotropical), lo que le confiere una alta diversidad biológica, reflejada en los

bosques tropicales secos que se distribuyen desde la costa hasta la parte media de

la Sierra Madre Occidental, así como las comunidades templadas de bosques de

coníferas que se distribuyen en las partes más altas de la serranía (Rubio et al.,

2006).

El municipio de Culiacán se ubica al noroeste de la Republica Mexicana, en la región

centro de Sinaloa. Le corresponden las coordenadas: 24°48'15" N (latitud norte) y

107°25'52" O (Longitud oeste). La avifauna de esta región se compone

principalmente por las aves de origen neotropical, con algunos elementos de origen

neartico. Los pocos estudios realizados en Culiacán reportan un estimado de 383

especies de aves descritas desde la costa hasta la zona de pino encino (González

B., 2013). Sin embargo se desconoce el total de especies de aves que habitan y

utilizan los parques y jardines de la zona urbana del municipio de Culiacán.

En este trabajo se pretende realizar un estudio sobre la riqueza y frecuencia de las

aves que habitan y utilizan los asentamientos urbanos (parques y jardines), en cuya

hipótesis de inicio presupone que la riqueza y frecuencia de aves exóticas es mayor

que la de las aves nativas en las áreas verdes de la zona urbana estudiada y que

esto al mismo tiempo pueda ocasionar un desplazamiento de la avifauna nativa

hacia las periferias de la ciudad ocasionando una sustitución de especies y

posteriormente una mayor homogeneidad de avifauna dentro de la zona urbana. En

este trabajo se incluyen: Un listado avifaunistico ordenado en forma evolutiva de los

parques y jardines de la zona urbana de Culiacán, Sinaloa, México y La frecuencia

de observación para cada especie en áreas verdes.

ANTECEDENTES

Entre las primeras investigaciones y descripciones sobre el grupo de las aves se

encuentra la que Aristóteles llevo a cabo en la que se puede observar su interés por

el estudio de la naturaleza, caracterizando a los organismos en los que son

incorruptibles como los que son nobles y divinos, subsistiendo en la eternidad,

mientras que los seres corruptibles son las plantas y animales. De los cinco tratados

que este autor escribió sobre los animales y que actualmente se conocen, es el

denominado Historia animalium, escrito alrededor de los años 40 del siglo IV

a. de C, el más antiguo, extenso y sistematice. En dicho texto encontramos que las

aves son uno de los grupos faunísticos mejor definidos:

Si cada eidos puede, a su vez, actuar como genos en los estadios sucesivos de la

diairesis, ¿en qué momento preciso habremos de detener la división si con ella

aspiramos a definiciones esenciales? El límite —viene a decir a Aristóteles—

aparece determinado por la función: los caracteres animales que varían en grado

son esenciales siempre que lleven aparejada una función vital determinada. Así

sucede con las aves, que “presentan diferencias en los picos según su género de

vida. Unas lo tienen recto, otras curvo: recto las que lo usan para la alimentación,

curvo las carnívoras, pues un pico así es útil para dominar a sus víctimas, y les es

necesario para procurarse el alimento de animales vivos

Las aves tienen diferencia mutua lo cual reside en la abundancia o escasez de sus

partes y en relación al más o menos. Y así, unas tienen las patas largas, otras

cortas, y la lengua unas la tienen ancha, otras estrecha, y lo mismo también en lo

referente a las otras partes.

Las 204 aves que describió en su obra, representan el grupo mayoritario de los

conjuntos faunísticos que estudio, siendo un indicador de la diversidad que logro

abarcar asi como la importancia que les atribuía. Para este grupo, igual que para

los demás animales, estableció tres categorías para ordenarlos: por los lugares que

habitaban, por el temperamento de sus cuerpos y por los lugares donde conseguían

su alimento. Así clasifico a las aves como las que viven en tierra firme, en las orillas

de los ríos y lagunas, así como las que viven en las costas. Denomina palmípedas

a las que pasan la mayor parte de su vida en el agua y fisípedas, a las que viven en

el borde del agua. De acuerdo a sus hábitos alimentarios, considera que se pueden

dividir de acuerdo a su consumo de carne, de gusanos, de plantas espinosas, de

insectos, frutos y hierbas, así como las omnívoras (Jimenez, 2000).

Otro autor clave para el desarrollo de la historia natural fue Cayo Plinio Segundo,

cabe señalar que la información se encuentra dispersa y sin un orden interno en

cada libro, razón por la que algunos autores modernos han dicho que su obra es

abundante en información, pero también ligera y poco estricta, dado que tiene

incomprensión sobre lo que es la ciencia, naturaleza y observación (Gerbi, 1973).

El otro elemento que ha sido ampliamente tratado por otros autores, se refiere al

hecho de que gracias a las traducciones y al impulso en la difusión que dio la

imprenta permitieron el amplio conocimiento de los escritos de Aristóteles y Plinio,

tal fue el caso del último quien en el periodo que va de 1469 hasta 1799 se le

hicieron más de 190 ediciones (Jimenez, 2000).

William Turner, es uno de los primeros naturalistas ingleses, él publica sus

comentarios y adiciones a las obras clásicas en su Avium praecipuerum querum

apud plinimu et Aristotelis mentio est, brevis et succinla historia (1544), el cual puede

considerarse uno de los primeros libros que toma a las aves como objeto de estudio

particular (Crombie. 1959).

Otro autor que tránsito por un camino similar fue el francés Pierre Belon, quién

publicó L’historie de la nature des Oyseaux avec leurs descriptions et naif portraits

retirez du natural (1555), esta obra incluye el estudio de la anatomía de las aves,

comparando esta con el hombre, estableciendo diferencias y similitudes entre

ambos organismos (Guyénot, 1956).

De los viajes realizados por europeos a América en 1492, provienen las primeras

referencias a las aves americanas, así tenemos que el encuentro inicial de Colón

con la fauna fue con los papagayos, los que encontró en gran cantidad (Gerbi,

1973). Los escritos colombinos representan una fuente que proviene de la

experiencia vivida por el autor, aun cuando el mismo acepta que no es una autoridad

en el reconocimiento y descripción de la naturaleza, papel que viene a ser

desempeñado por el Dr. Diego Álvarez Chanca, en el segundo viaje hacia América.

De él se obtienen referencias, a los patos domésticos, a los gorriones, golondrinas

y nuevamente a los papagayos, dando a conocer sus datos en una carta – relación,

que permanece inédita hasta principios del siglo pasado (Gerbi, 1978).

Hacia 1526 el autor Gonzalo Fernández de Oviedo fue el primero en crear una

recopilación crítica y detallada de la información obtenida tanto de las entrevistas

que hacia Pedro Mártir de Anglería a los viajeros llegados de América, como de los

informes escritos que llegaban a la corte española y al Consejo de las Indias. El

sumario elaborado por Fernández de Oviedo, y publicado en 1526, es producto del

viaje del autor hacia las Indias Occidentales. Por su interés y conocimiento es

nombrado Oidor del Consejo de Indias, de tal forma que posteriormente enriqueció

los registros de la naturaleza americana con los datos de la conquista de México,

del Peru asi como de las exploraciones en tierra firme americana, haciendo una

ampliación de su trabajo Historia General de las indias lo que sería su obra magna

Historia general y natural de las Indias, la cual fue publicada totalmente hasta 1854

(Gerbi, 1978).

Así este trabajo se puede considerar como la primera obra de carácter naturalista

dedicada al nuevo mundo, donde las aves también ocupan un lugar preponderante,

encontrando importantes descripciones, de aves como las auras, los colibríes, las

guacamayas, el guajolote o gallina de Indias y el tucán (Gerbi, 1978). A partir del

descubrimiento del Nuevo Mundo comenzó un lento pero constante tráfico de

especies americanas y europeas, mismo que implicó tanto adaptaciones de estas

especies a sus nuevos ambientas como su aprovechamiento. En America, el caso

que más destaca es la introducción de la gallina, mientras que en Europa fue

importante el conocimiento de los papagayos, los colibríes, las águilas y gavilanes,

además de por supuesto la introducción del guajolote (Gerbi, 1973).

El conocimiento científico de la avifauna de México comenzó durante los siglos XVIII

y XIX, fueron enviadas a diversas partes del mundo expediciones importantes para

el reconocimiento de la avifauna del Neotrópico (Navarro 1994). Después de la

aparición de El Origen de las Especies, hubo cambios radicales en la concepción

que los estudiosos tenían de la historia natural, por lo que con renovados bríos se

desarrollaron expediciones científicas con el objeto de recopilar información y

obtener especímenes que servirían para hacer la descripción detallada de la riqueza

biológica del planeta desde el punto de vista evolutivo. Las expediciones mayores

a diferentes regiones del neotrópico continuaron realizándose por científicos

extranjeros como Osbert Salvin y Frederic DuCane Godman a México y

Centroamérica y E. W. Nelson y E. A. Goldman a México (Navarro 1994). Durante

el final del siglo XIX y la mayor parte del siglo XX, la actividad de reconocimiento

avifaunístico se llevó a cabo por recolectores profesionales como Daisy W. Smith,

Wilmot W. Brown y Chester Lamb en México. Varios nuevos taxones de aves

surgieron a raíz de estos trabajos (Rodríguez Yáñez et al. 1994).

La observación de aves como pasatiempo en EUA y Canadá recibió un enorme

impulso en 1934 con la publicación, por parte de Roger Tory Peterson, de “A field

guide to the birds” (Peterson 1934). Su importancia radica en haber popularizado la

identificación de aves silvestres sin tener que cazarlas primero (pero usando los

binoculares del cazador de antaño), lo que fue moldeando al observador de aves

moderno.

En 1940, Edward L. Chalif convenció a Roger Tory Peterson para que juntos

hicieran una guía de campo para las aves de México. Sin embargo, la Segunda

Guerra Mundial y otros factores retrasaron el trabajo sobre la guía (Peterson y Chalif

1973, p. vii). El retraso también estuvo relacionado con que en esas épocas todavía

estaba en su infancia el conocimiento sobre las aves en México y su distribución,

como observó Griscom (1945).

George Miksch Sutton, realizó sus primeros viajes a México en búsqueda de aves

en 1939, 1941, 1947 y 1948-49. Publicó unos de los primeros libros que incluían

ilustraciones de aves mexicanas que no se encuentran más al norte: “Mexican birds:

first impressions” (Sutton 1951), “At a bend in a Mexican river” (Sutton 1972) y

“Portraits of Mexican birds” (Sutton 1975).

En 1953, Emmet Reid Blake publicó la primera guía de identificación de aves

mexicanas, titulada “Birds of Mexico: a guide for field identification” (Blake 1953).

Simulando los libros pioneros de Pettingill (1951, 1953) que describían los mejores

sitios para observar aves en EUA, Ernest Preston Edwards publicó “Finding birds in

México” (Edwards 1955), en donde describía algunos de los mejores sitios para

observar aves. La edición de 1968 fue particularmente importante porque además

de describir muchos más sitios, incluía una sección que fungía como guía de campo

rudimentaria: ilustraba 212 especies que no se encontraban en EUA y se describían

brevemente las características distintivas de las especies restantes que no estaban

ilustradas en guías de campo de aves de "Norteamérica". Margaret Wheeler de la

Sociedad Audubon de México publicó, en 1967, “A bird watcher’s guide to México”

(Wheeler 1967), un librito muy pequeño que describía e ilustraba a color un número

selecto de especies. Peter Alden, en 1969, publicó el libro “Findingbirds in western

Mexico” que describía lugares para la observación de aves en el noroeste de México

e incluía ilustraciones de 100 especies de aves que no se encuentran en EUA (Alden

1969).

Phillips (1960) analizó la situación de la ornitología mexicana en el periodo de 1910

a 1960, explicando que se describieron como nuevas de cuatro a siete especies

válidas de entre las 25 descritas en total (actualmente se reconocen seis como

válidas). Atribuyó un mayor desarrollo de la ornitología en México al crecimiento de

la red carretera y a la actividad de los recolectores y estudiosos norteamericanos.

De hecho puede tener razón, los trabajos sistemáticos fueron realizados durante

gran parte de este siglo por norteamericanos o europeos, que contribuyeron al

reconocimiento y delimitación de muchos taxones, incluyendo, entre otros, a Robert

Ridgway, E.W. Nelson, Allan R. Phillips y Robert W. Dickerman, quienes por la gran

cantidad de trabajos producidos han colaborado enormemente a la sistemática de

las aves mexicanas (Escalante et al. 1993, Navarro 1994).

En marzo de 1961, Don Andrés M. Sada, un empresario de Monterrey, Nuevo León,

que durante años había practicado la cacería en su tiempo libre, Don Andrés

acompañaba a sus amigos en sus viajes de cacería y permanecía en los escondites,

pero no disparó un tiro. Fue en esos viajes que empezó a darse cuenta de todas las

demás aves que había en los alrededores. Poco después, en un viaje de negocios

en la Ciudad de México, vio en un aparador el libro de George Misksh Sutton

“Mexican birds: first impressions” y lo compró. El libro describía la avifauna de varios

lugares que Don Andrés había conocido desde niño o que había visitado en sus

viajes de cacería. Gracias a estas circunstancias, Don Andrés se convirtió en un

entusiasta observador de aves. Además de realizar viajes de observación de aves

por su cuenta, empezó a tomar tours con Victor Emanuel Nature Tours, el primero

en Texas en 1977, pero el segundo, ya en México, en 1980 (Emanuel 1989).

Después de numerosos viajes, Don Andrés se convirtió en la primera persona en

llegar a ver más de 900 especies de aves en México (American Birding Association

1991).

En 1989, Ernest P. Edwards publicó una nueva edición de su guía de campo de

aves de México (Edwards 1989). Ésta ilustra 870 especies de aves (Peterson y

Chalif 1973, ilustra 520 especies). Más recientemente, Steve Howell (geógrafo de

carrera) y Sophie Webb (pintora, aprendiz del mencionado Guy Tudor) publicaron

“A guide to the birds of Mexico and Northern Central America” (Howell y Webb 1995).

Tal trabajo ilustra casi 630 especies. Otra vez, en general omite ilustraciones de

especies ampliamente distribuidas en EUA, lo cual representa, en cierto sentido, un

retroceso. Sin embargo, la información incluida en esta guía es más actualizada, el

texto es mucho más extenso y completo y por primera vez, incluye mapas de

distribución de todas las especies. El que el libro tenga casi 980 páginas (incluyendo

láminas) puede verse como un defecto a la hora de llevarlo al campo. Más

recientemente, apareció otra guía de campo para las aves de México y Centro

América, la guía de van Perlo (2006). Esa guía ilustra todas las especies de México,

además de más de 500 especies que no hay en México (lo cual causa ciertas

complicaciones para su uso).

En 1981, se publicó una recopilación de los nombres locales de las aves de México

(Birkenstein y Tomlinson 1981), la cual frecuentemente incluyó muchos nombres

comunes para una misma especie y a veces, el mismo nombre común para varias

especies. En 1984, se publicó “Nombres en castellano para las aves mexicanas”

donde se pretendía escoger un nombre común estandarizado para cada especie de

ave mexicana (Sada et al. 1984).

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Como podemos ver existe una gran cantidad de estudios ornitológicos en el paso

del tiempo, sin embargo, son escasos los estudios de aves dentro de zonas urbanas

en comparación a los estudios realizados en áreas conservadas, Sin embargo

conforme avanzaron los estudios en aves y creció la población humana se dio un

interés mayor a los estudios de aves en áreas modificadas por el hombre, con el fin

de conservar especies de aves amenazadas y poder modificar la vegetación en

parques y jardines (Chace et. al, 2004).

Sin embargo se pueden mencionar algunos de los descubrimientos y estudios

avifaunisticos realizados en zonas urbanas como se muestra a continuación:

Lancaster en 1979 observo que la riqueza de aves en las zonas urbanas es

normalmente menor a la de los hábitats nativos periféricos (Lancaster, 1979).

Luniak en 1982 descubrió que la avifauna de los jardines muestra a veces

dependencia respecto al tamaño y perímetro de la zona verde, la importancia y

composición del estrato arbóreo, el estado de la vegetación arbustiva y herbácea,

la existencia de espacios para cría, las posibilidades de acceso al agua y la

presencia de poblaciones animales (Luniak, 1982).

Lancaster & Rees en 1979 descubrieron que la urbe tiende a favorecer a los gremios

de aves granívoras, omnívoras y a las que nidifican en cavidades. También a las

aves de mayor tamaño y a un aumento de la biomasa.

Cringan y colaboradores en 1989 observaron que la urbanización tiende favorecer

a los gremios de aves granívoras (semillas), omnívoras y a las que nidifican en

cavidades de construcciones, es decir, comúnmente especies que soportan el ruido

(Cringan et. al, 1989).

Blair (1999) y Launer (1997) observaron que en las ciudades las aves nativas

disminuyen y las exóticas invasoras llegan a representar más del 80 % del total de

especies

De 1997 a 1999, Urquiza D. y E. Mella, estudiaron la relación entre distintos atributos

de 9 parques en Santiago, Chile y la composición de la avifauna. Registraron un

total de 31 especies, encontrando 4 introducidas y 3 endémicas de la zona. Ellos no

encontraron una correlación entre la riqueza y diversidad de aves con la diversidad

estructural de la vegetación de los parques (Urquiza D. & E. Mella, 2002).

Chace y Walsh en el 2004 observaron que, la riqueza de aves en las zonas urbanas

es normalmente menor a la de los hábitats nativos periféricos (Chace & Walsh,

2004).

En el 2010 Romero y colaboradores descubrieron que algunas especies de aves

pueden afectar las interacciones ecológicas naturales y las actividades económicas

del hombre, llegando incluso a tener un comportamiento invasivo y de

desplazamiento de otras especies al dispersarse hacia áreas diferentes a los sitios

de introducción (Romero et al. 2008, Cam et. al, 2010).

Así la urbanización supone una fuerte amenaza al mantenimiento de la

biodiversidad, muchas de las poblaciones de especies de aves pueden verse

diezmadas e incluso eliminadas (McKinney, 2002).

De igual forma, se han realizado estudios con avifauna urbana en México, como es

el caso de Ramirez que documento la diversidad de aves en la Facultad de Estudios

Superiores Zaragoza campus II, Ciudad de México, entre 1998 y 2006. Se llevaron

a cabo registros visuales y auditivos de aves mediante el método de trayectos sin

estimar distancia. La riqueza avifaunística fue de 58 especies pertenecientes a 47

géneros y 25 familias. Del total de especies que registraron, 36 fueron residentes y

22 migratorias. Observaron que las áreas verdes en las zonas urbanas proporcionan

zonas de refugio, anidación, alimentación y descanso, tanto para las especies de

aves residentes como migratorias. Dedujeron que la generación de estudios

avifaunísticos en áreas urbanas es importante porque ayuda a comprender las

presiones generadas por las actividades antropogénicas sobre comunidades de

aves (Ramirez, 2008).

Posteriormente González y sus colaboradores en la ciudad de Puebla en el 2006

realizaron un estudio en los parques urbanos que demostró que las especies:

zanate mexicano, el pinzón mexicano y el gorrión doméstico mostraron la máxima

distribución regional ya que estuvieron presentes en todos los parques del estudio.

Sus resultados demostraron que las aves típicas de los parques urbanos no

presentan las mismas características que las especies “raras”, ni que la avifauna de

comunidades forestales naturales, por lo que concluyeron que si el crecimiento

urbano continua provocando la conversión de hábitats forestales naturales en

ambientes urbanos, muy probablemente las áreas verdes no puedan mantener

poblaciones viables de muchas especies de aves (González, et. Al, 2007).

Almazán y Hinterholzer estudiaron la dinámica temporal de las aves de la laguna de

San Baltasar en un parque urbano de la ciudad de Puebla, de febrero a diciembre

del 2008, registraron un total de 46 especies y 1, 308 individuos, donde encontraron

también que las especies: Columba livia, Passer domesticus y Quiscalus mexicanus

fueron las especies más abundantes dentro del estudio (Almazán et. al, 2010).

En la ciudad de Puebla y sus alrededores, Pineda-Maldonado y colaboradores en

el año 2008 reportaron la presencia de poco más de 186 especies de aves tanto

residentes como migratorias,7 las cuales constituyen el 38% de la ornitofauna

reportada por Rojas para el Estado de Puebla (481 especies) y el 17% con respecto

al país (1076 especies). Mencionaron que este hecho paso desapercibido debido al

acelerado ritmo de vida de las ciudades un medio alterad, en donde se pueden

observar algo más que gorriones, palomas y urracas (Jimenez et al., 2005, Rojas et

al., 1995, Navarro et al., 1993).

Febvre y Martínez en el 2010 documentaron la riqueza avifaunistica de un embalse

y su área ribereña de influencia en una zona de 30 ha. en la localidad de Mompani,

en la zona peri urbana de la ciudad de Querétaro, obteniendo como resultado 113

especies de aves de las cuales el 60% coincidían con las aves registradas para esa

región, conforme el estudio se adentró a la zona urbana fue notorio el descenso de

aves para la región (40%) (Pineda et al, 2010).

En el mismo año Pineda y Malagamba realizaron un trabajo avifaunístico en la

ciudad de Querétaro, México, obteniendo tres nuevos registros de aves exóticas

(Streptopelia decaocto, Myiopsitta monachus y Sturnus vulgaris) las cuales han

presentado un comportamiento altamente invasivo en otros países y tienen un gran

potencial de extender su distribución en México (Pineda et. al 2010, Tala et al. 2005,

Taylor et al. 2006).

Las aves han acompañado e impactado al hombre desde los orígenes de la

civilización, se han encontrado manifestaciones religiosas-artísticas como leyendas,

grabados, pinturas, poemas referidos al vuelo, descripciones científicas antiguas y

un sinfín de teorías acerca del origen de las aves, Sin embargo, hoy en día muchos

de estos organismos se encuentran amenazados y en riesgo de perder sus hábitats,

esto debido al crecimiento desmedido y no planeado de las áreas urbanas, las

cuales invaden bosques y cuerpos de agua, que con el tiempo son talados y

drenados para el bienestar de la comunidad no importando los beneficios ecológicos

que nos proveen. Contra lo que se podría pensar, las áreas urbanas con su

vegetación introducida actúan como un hábitat alterno y presentan una gran

diversidad de fauna. Los estudios de diversidad realizados sobre las aves en áreas

urbanas son pocos y relativamente recientes. En México los estudios avifaunisticos

están inclinados a las áreas naturales protegidas, sin embargo se puede encontrar

un número mínimo de estudios realizados en aves urbanas. Sin embargo son pocos

los interesados en darse tiempo para observar a nuestro alrededor, aun en nuestros

parques y jardines y sin percatarnos dejamos de lado las maravillas que nos ofrece

incluso un medio alterado como la ciudad, en donde se pueden observar algo más

que gorriones y palomas. A pesar del creciente interés en el conocimiento de los

recursos naturales, son pocos, por no decir nulos, los estudios realizados con las

aves urbanas

JUSTIFICACION

El estado de Sinaloa alberga una gran cantidad de especies de aves, las cuales

cumplen roles importantes en los ecosistemas, beneficiando indirectamente a las

personas, mantenido en equilibrio poblaciones de insectos, plantas, ciertas aves

controlan poblaciones de roedores y otras eliminan animales muertos y basura,

evitando la acumulación de desechos

La escases de trabajos sobre riqueza avifaunistica realizados en zonas urbanas de

Sinaloa nos plantea una incógnita sobre el estado actual de nuestra avifauna, tanto

que desconocemos si aun llegan aves nativas a nuestros parques y jardines, en qué

frecuencia y si estas son diezmadas por aves introducidas por el hombre, esto

genera un gran vacío sobre el estado actual de la avifauna nativa de Culiacán,

Sinaloa. Por lo cual los resultados de este trabajo proporcionarán el conocimiento

sobre el estado actual de la avifauna en zonas urbanas, esto permitirá establecer

acciones encaminadas al mejoramiento en el diseño y preservación de las áreas

verdes como verdaderos corredores biológicos.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Hasta la fecha han sido pocos los estudios en comunidades de aves en paisajes

urbanos, ya que las prioridades de investigación ornitológica se orientan hacia

ecosistemas conservados.

Por esta razón, el objetivo de este trabajo es determinar la riqueza de la avifauna

actual dentro de la zona urbana de Culiacán, con el fin de definir que tanto ha

afectado la urbanización en el número de especies en la zona urbana.

Para este estudio será necesario realizar muestreos libres (por avistamiento e

identificación auditiva) dos días a la semana por la mañana, en los manchones

verdes más grandes de la ciudad y con mayor vegetación arbórea.

HIPOTESIS

La frecuencia de aves exóticas es mayor a la de aves nativas

La riqueza de aves nativas es mayor a la de las exóticas

Es posible que la frecuencia de especies de aves exóticas puede llegar a ser mayor

que la de las aves nativas en las áreas verdes de la zona urbana estudiada y que

esto al mismo tiempo pueda ocasionar un desplazamiento de la avifauna nativa

ocasionando una sustitución de especies y posteriormente una mayor

homogeneidad de avifauna dentro de la zona urbana.

OBJETIVO

Determinar la riqueza de la avifauna en parques y jardines de la ciudad de Culiacán,

Sinaloa México.

Objetivos específicos.

1. Identificar las especies de aves en los parques y jardines de la ciudad de

Culiacán, y así formar un listado de la riqueza de aves que llegan a la zona

urbana.

2. Determinar cuáles de las especies son nativas o exóticas.

3. Observar la frecuencia de las aves en las áreas de muestreo

MATERIALES Y METODOS

Zona de estudio.- El municipio de Culiacán se ubica al noroeste de la Republica

Mexicana, en la región centro de Sinaloa. Le corresponden las coordenadas:

24°48'15" N (latitud norte) y 107°25'52" O (Longitud oeste), con una altitud de 54

metros sobre el nivel del mar. El relieve del municipio se encuentra bien definido por

una parte montañosa y la planicie costera; la región fisiográfica de los altos es una

porción relativamente grande que forma parte de la vertiente del Pacífico de la Sierra

Madre Occidental, que presenta alturas de 300 a 2,100 metros sobre el nivel del

mar. Las zonas verdes están ubicadas en diferentes zonas de la ciudad. De

acuerdo con la estación meteorológica de la Universidad autónoma de Sinaloa la

temperatura media anual en Culiacán se encuentra a 25.4 °C. La precipitación es

de 668 mm al año. El mes más seco es mayo, con 2 mm. 210 mm, mientras que la

caída media en agosto. El mes en el que tiene las mayores precipitaciones del año.

El mes más caluroso del año con un promedio de 30.1 °C de julio. El mes más frío

del año es de 19.7 °C en el medio de enero.

La diferencia en la precipitación entre el mes más seco y el mes más lluvioso es de

208 mm. Las temperaturas medias varían durante el año en un 10.4 °C.

Los lugares para el monitoreo de aves fueron elegidos de la lista de parques y

jardines proporcionada por el Ayuntamiento de Culiacán. Se eligieron los parques y

jardines con mayor vegetación arbórea y con accesibilidad a cualquier hora con el

fin de evitar la perturbación humana (Perepelizin, 2009).

El estudio se llevo a cabo en cuatro manchones verdes dentro de la ciudad de

Culiacán (Figura 1) Universidad Autónoma de Sinaloa U.A.S (Con perturbación del

ecosistema mayor), Parque Ernesto Millán E. (P. E. M. 87) (con perturbación del

ecosistema menor), Jardín botánico de Culiacán (J. B. C.) (perturbación del

ecosistema mayor ya que el dosel formado por flora nativa ah sido eliminado

completamente), Parque Las Riberas (P. R.) conjunto a la isla de Oraba (con

perturbación del ecosistema menor).

Fig. 1. Ciudad de Culiacán Sin., México. Parques y jardines (1: U. A. S., 2: Oraba,

3: J. B. C., 4: P. E. M. 87, 5: P. R.) que conforman las zonas de estudio (Imagen,

Google earth, 2013).

Fig. 2. Conjunto Parque las riveras (Flechas blancas) en conjunto con la isla de

Oraba (En contorno verde) y detalle de zona de vigilancia (En contorno blanco)

(Fuente: Google earth, 2013).

1

2

3

4

5

Fig. 3. A la izquierda el Jardín botánico de Culiacán y a la derecha la Universidad

autónoma de Sinaloa (Fuente: Google earth, 2013).

Fig. 4. Parque Ernesto Millán 87 indicado en sus 4 esquinas (Fuente: Google earth,

2013)

Muestreo de aves.- No se trazaron transectos o diámetros para muestrear las áreas

de estudio limitadas ya que de este modo estaría obligado a muestrear la especies

dentro del transecto y ninguna vista fuera de este, por esto se decidió realizar los

muestreos en forma de caminatas diurnas en trayectos sin estimar distancias

(Albores, 2008) (06: 00 a 11: 00 horas) 2 días a la semana de inicios de abril del

2013 hasta fines de octubre del mismo año (en cada parque) evitando días con

impedimentos climáticos, festivos o legales, por esto, no se eligieron días

específicos de la semana con el fin de programar un itinerario que no pueda ser

interrumpido. La observación de aves se realizo con binoculares, se tomaran fotos

y grabaron videos y sonidos emitidos por las aves, se analizo de cada especie

observada la forma, tamaño, color, alimentación y comportamiento.

Las aves fueron observadas con la ayuda de un par de binoculares 4X30, un

segundo par de binoculares 20x-180x100 y un telescopio de oculares cambiables

de 20x y 40x. La identificación se realizó en función a la forma, tamaño y coloración

del plumaje, se identifico a nivel especie con base a la Guía de Campo “Aves de

México” (Roger T. Peterson et al). Y a nivel orden y familia de acuerdo a la base de

datos avesmx.conabio.gob.mx

La vegetación presente en los parques seleccionados corresponde en su mayoría

a especies ornamentales introducidas y se llegan a encontrar pequeños remanentes

de selva baja caducifolia (vegetación nativa) en áreas esparcidas entre los

muestreos y dentro de estos mismos.

Análisis estadístico.-

Para observar el índice de remplazo de especies se utilizo el índice de Whittaker

.Β= S/ α – 1, donde (C. Martínez, 2013):

β= Beta

S= número de especies registradas en un conjunto de muestras (diversidad

gamma)

α = número promedio de especies en las muestras (alfa promedio)

RESULTADOS

Al término de los muestreos se obtuvieron un total de 9 órdenes, 18 familias y 30

especies diferentes.

Parque 1: Parque Ernesto Millán

Parque 2: jardín botánico Culiacán

Parque 3: ciudad universitaria

Parque 4: parque las riveras (conjunto)

Parque 5: Isla de oraba

Tabla. 1. Listado que muestra el número de especies identificadas en los cuatro parques acomodadas por orden filogenético,

avance de muestreo durante los meses de Abril – Septiembre 2013.

NOMBRE

CIENTIFICO

PARQUE

(frecuencia)

FAMILIA ORDEN EXOTICA

O

NATIVA

MIGRATORIA RESIDENCIA

Podilymbus

podiceps

1,4 Podicipedidae Podicipediformes Nativo En época

reproductiva

Migratorio

Columba livia 1,2,3,4,5 Columbidae Columbiformes Exótica No Introducida

Columbina

passerina

2,3 Columbidae Columbiformes Nativa No Todo el año

Columbina

talpacoti

2,3,4 Columbidae Columbiformes Nativa No Todo el año

Zenaida

macroura

2,3,4 Columbidae Columbiformes Nativa En época

reproductiva

Todo el año

excepto en

época de

reproducción

Heliomaster

constantii

1,4,5 Trochilidae Apodiformes Nativa No Todo el año

Cynanthus

latirostris

1,2,3 Trochilidae Apodiformes Nativa En época

reproductiva

Todo el año

excepto en

época de

reproducción

Amazilia

Violiceps

1,2,5 Trochilidae Apodiformes Nativa En época

reproductiva

Todo el año

excepto en

época de

reproducción

Amazilia

rutila

2,3,5 Trochilidae Apodiformes Nativa No Todo el año

Crotophaga

sulcirostris

2,3,4 Cuculidae Cuculiformes Nativa No Todo el año

Nycticorax

nycticorax

4,5 Ardeidae Ciconiformes Nativa En época

reproductiva

Todo el año

excepto en

época de

reproducción

Ardea alba 4,5 Ardeidae Ciconiformes Nativa En época

reproductiva

Todo el año

excepto en

época de

reproducción

Ardea

herodias

1,4 Ardeidae Ciconiformes Nativa En época

reproductiva

Todo el año,

excepto en

época de

reproducción

Cathartes

aura

1,3 Cathartidae Falconiformes Nativa En época

reproductiva

Todo el año

excepto en

época de

reproducción

Picoides

scalaris

1,2,4 Picidae Piciformes Nativa No todo el año

Melanerpes

uropygialis

2,3,5 Picidae Piciformes Nativa No Todo el año

Forpus

cyanopygius

3,4,5 Psittacidae Psittaciformes Nativa No Todo el año

Quiscalus

mexicanus

1,2,3,4,5 Icteridae Passeriformes Nativa No Todo el año

Icterus

walgleri

1,5 Icteridae Passeriformes Nativa En época no

reproductiva

Todo el año

Icterus

pustulatus

3,4,5 Icteridae Passeriformes Nativa No Todo el año

Passer

domesticus

1,2,3,4,5 Passeridae Passeriformes Exótica No Introducida

Pitangus

sulphuratus

1,2,3 Tyrannidae Passeriformes Nativa No Todo el año

Pyrocephalus

rubinus

3,5 Tyrannidae Passeriformes Nativa En época

reproductiva

Todo el año

excepto en

época de

reproducción

Wilsonia

pussilla

1,4 Parulidae Passeriformes Nativa En época no

reproductiva

Transitoria

Carpodacus

mexicanus

1,3 Fringilidae Passeriformes Nativa No Todo el año

Polioptila

caerulea

2,3,4 Polioptelidae Passeriformes Nativa En época no

reproductiva

Todo el año

Polioptila

nigriceps

3, 5 Polioptelidae Passeriformes Nativa No Todo el año

Aimophila

cassinii

1,2,5 Emberizidae Passeriformes Nativa En época

reproductiva

Todo el año

excepto en

época de

reproducción

Mimus

polyglottos

2,3,5 Mimidae Passeriformes Nativa No Todo el año

Cardinalis

cardinalis

3,4 Cardinalidae Passeriformes Nativa No Todo el año

El orden más representativo en este estudio fueron los paseriformes (13) seguidos

por los columbiformes (4) y los apodiformes (4).

Passeriformes (A), Columbiformes (B), Apodiformes (C), Ciconiformes (D), Piciformes (E),

Anseriformes (F) y cuculiformes, Podicipediformes, Falconiformes y psittaciformes (G).

En los cuatro muestreos se identifico un mayor número de especies nativas con 29, sin embargo,

en todos los muestreos se identificaron dos especies exóticas.

0

5

10

15

A B C D E F G

13

4 43

2 24

Nº de especies

Ordenes

NUMERO DE ESPECIES SEGUN EL ORDEN

90.60 % de especiesnativas

9.40% de especiesexoticas

Aplicando el índice de remplazo de especies de Whittaker (Β= S/ α – 1)

encontramos que el total de especies (30) entre el promedio de especies en las

muestras (18.4) menos uno nos arroga 0. 63043, es decir, que existe un bajo

índice de reemplazo de especies (C. Martínez, 2013).

DISCUSIÓN

De las 186 especies de aves descritas para la ciudad de Culiacán (M.A Gonzales,

2013 Com. Per.), avistamos un total de 32 especies pertenecientes a 17 familias y

10 órdenes, de las cuales 3 especies son introducidas o exóticas y 29 nativas.

Al realizar los muestreos matutinos en la zona centro del área urbana nos

enfrentamos al disturbio humano, lo cual ahuyenta al mayor número de especies de

aves a las periferias de la ciudad donde existe una mayor heterogeneidad de aves

(Chace et. al, 2004).

Por otra parte, el número de especies observadas pudo resultar inferior al número

real de especies presentes dentro de la zona urbana debido a la ausencia de

muestreos durante el periodo tarde-noche (Sberze et, al. 2010, Aragón et, al. 2002),

aunado a la época del año (Mendoza et, al. 1994, Wilson et. al 2007) y a la

homogenización de la flora que predomina en zonas urbanas, atrayendo solo a

ciertos grupos de aves (Faggi et. al 2006).

A diferencia de los estudios realizados en zonas urbanas de Querétaro, Puebla y

Durango, obtuvimos un mayor porcentaje de especies nativas identificadas, no

obstante la homogenización de especies fue notable ya que muchas especies se

identificaron en al menos dos de los cuatro parques y existió una predominancia del

orden Passeriformes.

Sin embargo, ciertas especies de aves como la paloma bravía y el gorrión

domestico, que fueron avistadas en los cuatro puntos de muestreo, son

consideradas especies invasoras de alto riesgo ya que pueden llegar a desplazar a

la avifauna nativa (CONABIO Web, 2013).

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