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Volver a la tierra

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VOLVERA LA TIERRA

Léase, infórmese y divúlguese

Impreso en Enero de 2013

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En una mañana como cualquierotra, Luna se despertó y seencontró con la tajada de pan detodas las mañanas.

Cuando su madre la llevaba alcolegio, veía a muchas madreshaciendo lo mismo, a Luna legustaba mirar los buses llenos degente y como se intentabanmontar en estos.

Al llegar al colegio la profesoraClaudia les contó la historia deun perro que, persiguiendo uncarro, se perdió en un lugarverde y sin ruidos.

En clase de matemáticas, loscomputadores no funcionaron yel profesor los dejó salir al patio.

En Educación Física los pusierona dar vueltas a la cancha defútbol, felicitaban siempre al quelo hiciera más rápido.

En el recreo Andrea, una amigade Luna, hizo un escándaloporque le salió una papa negra enel paquete. Cuando Luna llegó aver, ya habían botado todas laspapas que quedaban a la basura.

Para clase de Biología habíancomprado diez pollitos iguales,los abrían para mirarlos pordentro y ya solo quedaban dos.

En el almuerzo, como erahabitual, Luna se comió el arroz,la papa y el pedazo de carne,dejando lo verde en el plato.

Al llegar a casa, su madre le teníalisto su plato de pasta. Al observara su padre viendo televisión sesentó a su lado y se durmió.

...Luna estaba cansada.

Su padre

comenzó a recordar

su infancia en el campo.

Pedro, el padre de Luna, seacordó de un día en el que sumamá lo levantó temprano conel desayuno: arepas, huevos, caféy calentao, un gran desayunocomo pretexto para ponerlo amoler maíz hasta la hora de salira la escuela.

Pedro se encontró con su vecinaAntonia para caminar hasta laescuela. En el camino hallaron unperro que estaba perdido y leinsistieron hasta que losacompañó a la escuela. Al llegar,los perros del lugar, no lo dejaronentrar y le ladraron hasta que elperro salió corriendo de miedo.

Pedro y Antonia, acordaron quele iban a buscar casa y decidieronno entrar a la escuela. Hablaroncon la señora de los dulces, con eldueño de la carnicería, con la tíade Antonia, y todos ellos senegaron a recibir al perro. Noconocían a muchos más en elpueblo y decidieron ir rumbo asus casas.

En el sembrado de Don Albertohabía dos conocidos entre lapapa, que estaban cosechando. Elperro no sabía por dónde pasar lacerca, y tuvieron que ayudarlo.Al caminar entre los surcos, elperro se veía asustado. Ningunoquiso al perro, pero losconvidaron a seleccionar papa; lagusaneada se apartaba de lacomible. Salieron de allí con elperro y una bolsa de papa.

Se dirigieron a donde doñaBárbara. Ella los recibió con uncafé y dos panes, pero negótambién al perro; les dijo que laacompañaran hasta dondeJacinta que estaba buscando uno.

El perro ya estaba cansado, amitad de camino les tocó arrearloporque ya no quería andar.Cuando llegaron Jacinta losregañó por no estar en la escuela,pero al ver la causa por la quehabían llegado hasta allí, decidiódejarlos tranquilos y darlesalmuerzo para que pudieranvolver tranquilamente a suslugares. Jacinta necesitaba unperro y se lo iba a quedar, perodijo que le iba a tocar duroporque ella vivía muy arriba y elperro era “fino y flojo”.

La misión de Pedro y Antoniahabía concluido, le dejaron lapapa a Jacinta, que se quedóhablando con Bárbara del perro.

Se despidieron de las abuelas ybajaron la montaña para ir a laescuela. Cuando llegaron yahabian acabado las clases;perdieron un día de escuela, perohabían pasado un gran día graciasal perro perdido.

Salieron de nuevo para sus casas.

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http://www.slideshare.net/villegacion/volver­a­la­tierra­29228016

Pedro entró a su casa, su papácasi no lo deja ni tomar unrespiro cuando se lo llevó aterminar de coger el maíz.Estuvieron cogiendo maíz hastaque anocheció y volvieron a casapara comer; ese día, Pedro estabarealmente cansado.

...También estaba cansado detrabajar en la ciudad, y sedurmió al lado de Luna.