Se la llama "La Azucena de Quito"

porque en una enfermedad le hicieron

una sangría y la muchacha de servicio echó en una matera la

sangre que le había sacado a Mariana, y en esa matera nació una

Azucena.

Fue la primera Santa Ecuatoriana, se la conoce como "Santa Marianita

de Jesús" 

Mariana de Jesús Paredes y Flores

(Santa) Nacida en Quito el 31 de

octubre de 1618

Hija del capitán español Jerónimo de Paredes y Flores y de la noble

Mariana Jaramillo.

Antes de cumplir los siete años se quedó

huérfana y pasó a

encargarse de su

educación una de sus

siete hermanas, Jerónima, esposa del

capitán Cosme de Miranda.

Pronto empezó a cultivar una

intensa piedad y mortificación y, bajo la dirección del Jesuita Juan Camacho, hizo

voto de virginidad perpetua.

Sin ingresar en ninguna Orden

religiosa se consagró a la oración y a la

penitencia en su propia casa hasta

límites insospechados.

Su afán apostólico y de caridad hacia

los demás le llevaron a intentar

ejercer de misionera entre

los indios mainas y a asistir a los

enfermos y desgraciados.

En 1645 hubo en Quito un gran

terremoto, que causó muchas muertes por

una terrible epidemia, que tenía

aterrorizada a la ciudad. Un Padre Jesuita dijo en un

sermón: "Dios mío: Yo te ofrezco mi vida

para que se acaben los terremotos". Pero

Mariana exclamó: "No, Señor. La vida

de este sacerdote es necesaria para salvar

muchas almas. En cambio yo no soy

necesaria... te ofrezco mi vida para

que cesen esos terremotos"

murió el 26 de Mayo de

1645.

Por eso el Congreso del Ecuador le dio en

1946 el título de

Fue beatificada por el Papa

Pío IX el 20 de noviembre de

1853 y canonizada

por Pío XII, el 4 de junio de

1950. Su festividad se

conmemora el 26 de Mayo.