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LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA.
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Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
CONFERENCIA
LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA
HISTORIA DE UN CUADRO
La persistencia de la memoria, 1931
Óleo sobre tela. 24,1 x 33 cm. The Museum of Modern Art, New York
La obra La persistencia de la memoria se ha convertido en una de
las obras más representativas y con más misterio pintada por
Salvador Dalí cuando sólo contaba con 27 años.
A pesar de que no sabemos con seguridad en qué lugar se
ejecuta la tela, sabemos que los primeros meses del año 1931,
momento en que se pinta La persistencia de la memoria, Dalí y
Gala los pasan en Portlligat. Relativamente poco antes,
concretamente en marzo de 1930, han comprado una barraca de
pescadores que van habilitando. Durante este período, Dalí
vive un proceso de transición muy importante tanto en el
terreno personal como en el plano creativo.
En el año 1929 Dalí entra plenamente en contacto con el
movimiento surrealista, rompe con la familia y en consecuencia
con el Cadaqués de su infancia y juventud. También es el
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
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momento en el cual el padre le expulsa por haber blasfemado
contra su madre muerta en 1921; y empieza una relación con
una mujer casada, Gala, de origen ruso, diez años mayor que él
y madre de Cécile, hija fruto del matrimonio con el poeta Paul
Éluard.
A pesar de esta expulsión del núcleo familiar, Dalí no quiere
abandonar el entorno de Cadaqués y se traslada a Portlligat,
situado más al norte en dirección al Cap de Creus, donde cuatro
barracas de pescadores constituyen un pequeño núcleo.
Durante el período 1929‐1932, justo cuando Dalí pinta La
persistencia de la memoria, las estancias en Portlligat se combinan
con temporadas en el piso que la pareja tiene en París y con
estancias en casa de amigos y conocidos, tanto en París como en
España. Es pues en este contexto de gran tensión y cambios que
Dalí pinta una de las obras más enigmáticas de su producción:
La persistencia de la memoria.
La vida y obra de Dalí en esta época se pueden contextualizar
recordando que es en 1930 cuando finaliza la dictadura de
Primo de Rivera instaurada en 1923 y que el 14 de abril de 1931
se instaura la II República en España. Artísticamente hablando,
los años que duró la República (1931‐1936), se pueden definir
como un período de grandes inquietudes, ansiedades e ilusión,
pero también resultó un momento demasiado breve para que
las iniciativas en marcha dieran sus frutos y se llevaran a cabo
proyectos nuevos.
Barcelona se convierte en el centro de manifestaciones artísticas
de vanguardia; aparecen grupos que revolucionan el panorama
cultural: GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos
Catalanes por el Progreso de la Arquitectura Contemporánea),
se constituye como asociación en 1930 y se definen como
arquitectos racionalistas que tienen como objetivo contribuir al
progreso de la nueva arquitectura para que se adapte a los
nuevos tiempos; es decir, defienden una modernización de la
arquitectura. También hay ADLAN (Amigos del Arte Nuevo),
asociación formada en 1932 con inquietudes espirituales y de
soporte al arte más de vanguardia. El grupo se disuelve al
principio de la Guerra Civil.
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
Salvador Dalí delante su casa de Portlligat, c. 1931
En este entorno artístico‐socio‐político‐cultural Salvador Dalí
crea La persistencia de la memoria.
Sobre la obra podemos decir con mucha certeza que el paisaje
que vemos es el de Portlligat y por extensión el de Cadaqués y
Cap de Creus. La fuerte unión y la vinculación de Dalí con el
entorno es una constante en su obra; ello se manifiesta a lo largo
de su trayectoria artística y conforma una de las continuidades
dalinianas. El artista siente admiración y respeto
incondicionales por Portlligat y lo plasma tanto pictóricamente
como también, en palabras propias:
“Me he hecho en estas piedras, aquí he forjado mi personalidad,
he descubierto mi amor, he pintado mi obra, he construido mi
casa. No me puedo separar de este cielo, de este mar, de estas
rocas, estoy unido para siempre a Portlligat donde he definido
todas mis verdades más sinceras y mis raíces. Sólo en este lugar
me siento como en casa; en cualquier otro estoy de paso. No es
únicamente un sentimiento, sinó una realidad psíquica,
biológica‐surrealista. Me siento atado por un verdadero cordón
umbilical a la totalidad que vive en esta tierra”. 1
1 DALÍ, S. (2003). Obra completa. Barcelona; [Figueres] : Ediciones Destino ; Fundació Gala‐
Salvador Dalí, Volumen I, Textos Autobiográficos 2, p. 462.
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
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En 1931, cuando Salvador Dalí pinta La persistencia de la
memoria, el tema del paisaje ya ha adquirido una importancia
capital en su obra. Los óleos entre los años 1930 y 1931
incorporan gradualmente horizontes elevados, rocas del Cap de
Creus y esta luz tan especial del Empordà.
La persistencia de la memoria se caracteriza pues por ser un
paisaje de horizonte alto coronado por el mar, con un cielo de
atardecer y acantilados agrestes en la parte derecha. Dalí ofrece
una visión simple y austera de la naturaleza, un paisaje con un
punto estático que transmite cierta esterilidad. La sensación de
inmortalidad queda reflejada por la inexistencia del mismo
tiempo y por una cierta congelación del instante.
La persistencia de la memoria, 1931
Óleo sobre tela. 24,1 x 33 cm. The Museum of Modern Art, New York
Este paisaje se ve interrumpido por tres relojes blandos y uno
rígido que dan múltiples significados a la obra. Uno de los
relojes blandos cuelga de una rama de olivo; otro, también
deformado, reposa sobre la figura amorfa, aparentemente
dormida, que ocupa el centro de la obra. El rostro podría muy
bien ser un autorretrato de Dalí, ya que evidencia un gran
parecido con otros rostros de esta misma época como el que
aparece en el óleo El gran masturbador (1929), donde Dalí se
auto‐representa y se identifica con las facciones de rocas del
Cap de Creus. El último reloj blando está recostado en el
mueble situado al lado izquierdo. Además, descansando sobre
su esfera encontramos una mosca que nos invita a juegos de
palabras como “el tiempo vuela”. Cada uno de estos relojes
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Dalinians
blandos marca una hora diferente (parece ser que entre las 6 y
las 7 de la tarde, hora del atardecer) insinuando la relatividad
del concepto tiempo. En contraste con los relojes blandos hay
un cuarto reloj rígido, que en lugar de mostrar la hora está
cubierto de hormigas y colocado boca abajo.
El gran masturbador, 1929
Óleo sobre tela, 110 x 150 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía,
Madrid. Legado Dalí
Es evidente que Dalí muestra aquí una de las preocupaciones
más artificiales y abstractas inventadas por el hombre: la
angustia de controlar el tiempo según las horas que marca el
reloj. El paso del tiempo, su relatividad y fluidez son conceptos
planteados y ampliamente interpretados por los autores que
han escrito sobre esta pintura. Dalí deforma los mismos
instrumentos que nos han de informar sobre el tiempo y anula
su función. Todos los relojes marcan una hora diferente, y el
único que mantiene su rigidez inicial está pintado boca abajo e
infestado de hormigas.
La inutilidad del tiempo se evidencia en el mismo momento en
que el símbolo, el reloj, queda destruido. Hay más interés en
conservar la memoria y a encallarse en el pasado que no en
avanzar hacia un presente y un futuro. Dalí reivindica la
ausencia de tiempo, sin el cual saboreamos mucho más su
presencia eterna. Contrapone, con elegancia, una escena tan
infinita como es el paisaje con unos objetos que nos recuerdan a
cada momento la fugacidad de los instantes y de las cosas; todo
es efímero y escurridizo. Esta voluntad de permanencia en el
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
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ayer y de recordar un pasado no controlado por el tiempo es el
que acaba por dar título a la obra: La persistencia de la memoria.
En La Vida Secreta de Salvador Dalí, el mismo artista nos explica
el momento de creación del cuadro:
Manuscrito original de La vida secreta de Salvador Dalí donde se explica el
momento en qué el pintor se inspira para crear el cuadro.
“Era una tarde que me sentía cansado y tenía un poco de dolor
de cabeza, cosa muy rara en mí. Teníamos que ir al cine con
unos amigos y en el último momento decidí quedarme. Gala
iría con ellos y yo me quedaría en casa para ir pronto a dormir.
Habíamos rematado nuestro almuerzo con un camembert muy
vigoroso y cuando hubo marchado todo el mundo permanecí
un buen rato sentado en la mesa meditando sobre los
problemas filosóficos de lo que era “superblando” en el queso
que se prestaba en mi espíritu. Me incorporé para ir a mi
estudio, donde encendí la luz para dar una última ojeada, como
tengo por costumbre, a la obra que estaba pintando. Esta
pintura representaba un paisaje cercano a Portlligat donde las
rocas estaban iluminadas por un atardecer transparente y
melancólico; en primer término, un olivo con las ramas cortadas
y sin hojas. Sabía que la atmósfera que había conseguido crear
con este paisaje había de servir de marco a alguna imagen
sorprendente; pero no sabía qué sería. Me disponía a apagar la
luz cuando instantáneamente “vi” la solución. Vi dos relojes
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
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blandos, uno de los cuales colgaba lastimosamente de la rama
de olivo. A pesar de que mi dolor de cabeza se había acentuado
mucho, preparé ávidamente la paleta y me puse manos a la
obra. Cuando Gala volvió del cine, dos horas más tarde, la
pintura, que habría de ser una de las más famosas, ya estaba a
punto. Le hice sentar delante, con los ojos cerrados: “A la una, a
las dos, a las tres, abre los ojos!”. Yo miraba fijamente el rostro
de Gala y vi en él la contracción inconfundible de la maravilla y
la sorpresa. Eso me convenció de la eficacia de mi nueva
imagen, porque Gala no se equivoca nunca en juzgar la
autenticidad de un enigma. Le pregunté: Crees que dentro de
tres años habrás olvidado esta imagen? Nadie podrá olvidarla
después de verla” 2
Las dimensiones de La persistencia de la memoria son 24 x 33 cm.;
estas dimensiones tan reducidas dan fe de la técnica tan
depurada y minuciosa utilizada por Dalí. Podemos decir que la
técnica pictórica es excelente y que existe una gran voluntad de
emular la destreza de los pintores clásicos tan admirados por
Dalí. En las obras de los años 30‐32 vemos pintados
repetidamente los elementos del mar, las rocas del Cap de
Creus, la piedrecita blanca con la sombra alargada, el cielo
ampurdanés, el paisaje árido y el uso de los colores tierra.
Todo ello plasmado también en La persistencia de la memoria.
Durante esta época Dalí usa principalmente telas de pequeño
formato que ya están preparadas industrialmente; es decir, las
adquiere montadas sobre un bastidor de madera con una capa
de preparación blanca sobre la cual aplica la pintura.
El proceso pictórico de Dalí a la hora de pintar La persistencia de
la memoria se podría resumir de la siguiente manera: empieza
ejecutando un dibujo preparatorio a lápiz sobre la capa blanca
para delimitar las formas y la composición. Encima, Dalí
extiende la primera capa de pintura del fondo, de manera fluida
y uniforme: el mar, el suelo, la mesa, etc. Después va pintando
sucesivamente los diversos objetos y elementos, a base de
2 DALÍ, S. (2003). Obra completa. Barcelona; [Figueres] : Ediciones Destino ; Fundació Gala‐
Salvador Dalí, Volumen I, Textos Autobiográficos 1, p. 760‐761.
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
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pinceladas pequeñas y finas configurando así los volúmenes y
las sombras. Al final, las últimas pinceladas son para los
detalles más pequeños como la mosca, las hormigas y las
pestañas de la cabeza blanda. La firma la realiza aplicando
pintura negra con un pincel finísimo. Cabe destacar que es una
de las primeras veces que escribe la palabra “Olive” en lugar de
Gala; antes incluso que su propio nombre. “Olive” es un
sobrenombre afectuoso que usa para nombrar a su musa y
esposa en clara referencia a su piel olivácea.
La composición de La persistencia de la memoria se puede definir
como una “ascendente en diagonal de izquierda a derecha”.
Esta organización proporciona un equilibrio perfecto entre la
zona de los relojes blandos y el foco de luz dorada de las rocas.
A pesar del peso de los elementos representados en el primer
plano izquierdo de la obra: relojes blandos, cabeza blanda,
mueble, olivo, la escena queda compensada con la luz dorada
de la rocas del fondo a la derecha. Además, las diagonales
ascendentes que forman la perspectiva de la mesa, nos ayudan
a conducir la mirada hacia aquél punto lejano iluminado por el
sol del atardecer. Probablemente la pintura todavía conserva su
marco original que consiste en una vitrina de madera con el
fondo en terciopelo verde y con protección de cristal; muy visto
en otras obras de Dalí de la época.
Composición de La persistencia de la memoria, 1931
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
En cuanto a la historia del cuadro, La persistencia de la memoria se
presenta por primera vez al público en París, en el marco de la
exposición individual organizada en la Galería Pierre Colle en
junio de 1931. El cuadro consigue despertar el interés no sólo
del público sino también de personalidades del mundo del arte.
Una de las personas relacionadas con el mundo del arte y que
reconoce inmediatamente la importancia de La persistencia de la
memoria es el galerista neoyorquino Julien Levy. Casualmente
visita París en verano de 1931 en el mismo momento en que se
celebra la exposición en la Galería Pierre Colle. Levy tiene la
intención de buscar artistas para mostrarlos en la nueva galería
de arte contemporáneo que en enero de 1932 quiere inaugurar
en Nueva York. La amistad entre Pierre Colle y Julien Levy
propicia el acuerdo siguiente: Levy será el responsable de
introducir y organizar una exposición de Dalí en los Estados
Unidos. Con este pacto, y de manera no oficial, Colle y Levy se
erigen como socios transatlánticos. Después de vender un par
de Dalís a dos coleccionistas americanos, Colle vende La
persistencia de la memoria a Levy por la cantidad de 250 dólares,
precio de mayorista nunca pagado por el galerista americano
anteriormente. En sus memorias, el nuevo propietario de los
relojes blandos narra la reacción familiar delante del cuadro y
explica de qué manera se predice el éxito que esta obra tendrá
en los Estados Unidos:
“[...] mi padre también estuvo contento cuando le dije que, si a
él le gustaba, “a América también”. Insistió, sin conseguirlo,
que cambiara el título de La persistencia de la memoria por el
de Relojes blandos. Mi padre, creo, fue el primero, pero no el
último, en caer en esta banalidad” 3
Levy emprende el viaje de retorno a los Estados Unidos
llevando “10 x 14 pulgadas de dinamita” daliniana bajo el
brazo. El mismo Dalí, recuerda en La vida secreta de Salvador Dalí
el momento en que Julien Levy compra el cuadro:
3 LEVY, J. (1977). Memoir of an Art Gallery. G. P. Putman’s Sons, New York. p. 71.
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
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Julien Levy, galerista y marchante de arte norteamericano..
“Al cabo de pocos días, un pájaro venido de América adquirió
mi pintura de los “relojes blandos”, a la cual di el título de La
persistencia de la memoria. Este pájaro tenía unas alas negras
tan grandes como las de los ángeles de El Greco y no se veían, y
vestía un traje de dril blanco y un sombrero de Jipijapa
perfectamente visibles. Era Julien Levy, que más adelante
habría de dar a conocer mi arte en los Estados Unidos. Me
confesó que consideraba muy extraordinaria mi obra, pero que
la compraba para usarla como propaganda y para exhibirla en
su misma casa, porque la consideraba inapta para el público e
invendible. Mas fue vendida y revendida, hasta que la colgaron,
al final, en las paredes del Museo de Arte Moderno, y fue sin
duda la pintura que tuvo “el éxito de público” más completo.
La vi recopiada unas cuantas veces en la provincias por
pintores aficionados que trabajaban sobre fotografías en blanco
y negro –y, por tanto, con los colores más caprichosos‐.
También fue utilizada para llamar la atención en los escaparates
de las droguerías y de las tiendas de muebles!” 4
Hay que mencionar que la llegada de La persistencia de la
memoria a los Estados Unidos se produce en el contexto
siguiente:
4 DALÍ, S. (2003). Obra completa. Barcelona; [Figueres] : Ediciones Destino ; Fundació Gala‐
Salvador Dalí, Volumen I, Textos Autobiográficos 1, p. 762‐763.
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
El 24 de octubre de 1929 se produce una espectacular caída de
la bolsa a causa de un aumento de la deuda y de un inflado
mercado de valores. Este período de los años 30 se conoce como
la Gran Depresión y la crisis económica que se desencadena
perdura hasta el inicio de la II Guerra Mundial. En noviembre
del mismo 1929 se inaugura el Museum of Modern Art de
Nueva York (MoMA).
En el terreno artístico, los años 30 son años de activismo social y
de pintura de corte “realista”. Es el momento álgido del
llamado Movimiento Regionalista que fue representado por
Grant Wood (1892‐1942), John Steuart Curry (1897‐1946) y
Thomas Hart Benton (1889‐1975). Sus pinturas reflejan una
cierta nostalgia del mundo rural y un amor hacia su tierra. De
hecho, el regionalismo fue una revuelta en contra de la
centralización que comportó la Revolución Industrial: fábricas
que centralizaban la producción a bajo precio provocando el
consumo de masas y reduciendo el papel del individuo en el
proceso de producción. En una sociedad todavía fuertemente
dominada por la agricultura, con pequeños focos industriales
como Chicago y Nueva York, el Regionalismo reivindica una
imagen autóctona y realista de América. Este Regionalismo
define una América conservadora enfrente de la Modernidad
europea que va llegando.
Grant Wood, American Gothic, 1930
Óleo sobre madera 74.3 x 62.4 cm. The Art Institute of Chicago
En este contexto poco vanguardista y poco “moderno”, el
galerista Julien Levy (1906‐1981) introduce tanto La persistencia
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
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de la memoria como al artista Salvador Dalí en los Estados
Unidos. Levy es considerado uno de los coleccionistas más
intrépidos y pioneros a la hora de introducir el arte moderno en
los Estados Unidos, sobre todo en un momento en que el
mercado artístico todavía está dominado por París y América se
mantiene anclada en el pasado. Sus propuestas son vistas como
atrevidas e innovadoras.
A pesar de que la llegada de La persistencia de la memoria a los
Estados Unidos se debe a Julien Levy, de hecho es A. Everett
(Chick) Austin Jr., Director del Wadsworth Atheneum Museum
of Art de Hartford Connecticut, quien expone el cuadro en
América por primera vez. La amistad entre Levy y Austin hace
que el galerista neoyorquino deje La persistencia de la memoria en
préstamo para la exposición que, durante el mes de noviembre
del mismo 1931 organiza en el Wadsworth Atheneum. El
surrealismo y Salvador Dalí se presentan en los Estados Unidos
precisamente con esta exposición.
Con la aparición pública de la obra, La persistencia de la memoria
no tarda en aparecer en la prensa local provocando un gran
revuelo acerca de su controvertida temática.
Los periódicos de la época se preguntan:
“[…] Por qué relojes blandos? [...] Cuando uno de estos relojes,
flácido y blando como un trapo de cocina mojado, se usa como
silla de montar sobre alguna cosa que podría ser un caballo, el
objetivo es que el espectador experimente una sensación de
poder y deje de sentirse coartado por la rigidez de las cosas
materiales. Qué universo tan seductor, éste, en el cual un reloj
puede hacer de silla de montar! Y después, armado con las
nuevas normas y con este nuevo poder, el observador pueda
vagar a su aire por la amplia llanura y explorar los acantilados
que se alzan al fondo. Hay uno, de acantilado, que es de oro. Se
tiene la libertad plena de satisfacer sus deseos más ocultos” 5
5 “Hay un método en la locura de los superrealistas franceses, las sorprendentes obras de los
cuales se exponen en nuestras instalaciones” The Hartford Courant, 22 de noviembre de 1931.
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
Artículo de un diario de Norwich, 23.04.1932
Con la exposición en el Wadsworth Atheneum, La persistencia de
la memoria inaugura su periplo por diversas ciudades
americanas. Levy, todavía propietario de la obra, deja que
recorra durante unos años Nueva York (1932), Cambridge
(1932), Norwich (1932), Hartford (1933), otra vez Nueva York
(1933) y, finalmente, Chicago (1934), ciudad donde todavía
aparece en el catálogo como obra “en venta”.
En 1934, Alfred H. Barr Jr., historiador del arte y primer
director del Museum of Modern Art de Nueva York
(inaugurado en 1929), ofrece 250 dólares a Levy por La
persistencia de la memoria. Levy sin embargo, pide 400. Barr, que
en este momento tiene un presupuesto de sólo 1.000 dólares
para comprar obra durante los seis primeros años de apertura
del museo, garantiza a Levy que encontrará a alguien dispuesto
a comprar el óleo y a hacer donación al museo. Y así sucede: en
agosto de 1934, Barr convence a Helen Resor, magnate de la
publicidad y futura patrona del MoMA, que asuma la compra
de La persistencia de la memoria y la done al Museum of Modern
Art. A pesar de que la cesión es anónima, en noviembre de 1934
el nombre de la Sra. de Stanley Resor ya sale documentado en
la prensa del momento como compradora del cuadro:
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
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Instalación de la exposición Literature and Poetry in painting since 1850,
celebrada en el Wadsworth Atheneum de Hartford (1933), Connecticut.
DIGITAL IMAGE ©2009, The Museum of Modern Art/Scala, Florence
“[…] La persistencia de la memoria, obra que recientemente fue
donada al Museum of Modern Art por la Sra. Stanley Resor y
que ha desconcertado a muchos de los atrevidos que han
subido dos tramos de la escalera del museo para estudiarlo” 6.
La presentación de La persistencia de la memoria como
adquisición reciente del MoMA coincide con la exposición
dedicada al quinto aniversario del museo. Este preciso
momento es muy importante para la historia del cuadro ya que
pasa de estar en manos de un coleccionista particular a formar
parte de la colección de un museo pionero como es el Museum
of Modern Art de Nueva York.
La persistencia de la memoria es acogida con gran interés
generando debates y tiras cómicas sobre el concepto del tiempo
y su flexibilidad. La prensa de la época se hace también eco de
la llegada de la pintura a los Estados Unidos y los relojes
blandos toman protagonismo en titulares e incluso se
interpretan psicológicamente:
«[...] La persistencia de la memoria, de Dalí, ha suscitado un gran
interés entre los psicoanalistas neoyorquinos, si bien no hay
unanimidad en las conclusiones. Uno de ellos consideró que la
textura blanda de los relojes expresaba impotencia. A otro le
pareció que era una representación excelente de la potencia, ya
que el tiempo, simbolizado por los relojes, significaba un poder
6 “El arte surrealista ha dejado de ser un rompecabezas”, New York Times, 10 de enero de
1935.
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
que se podía transformar en cualquier cosa, incluso en sillas de
montar sobre las cuales cabalgar hacia la victoria entre las
lejanas montañas.»7
Viñeta de Collin Allen a Click, 1942 Viñeta de John Art Sibley a Collier’s, 1946
Relación de los viajes de La persistencia de la memoria:
1931 PARIS, Francia
Galerie Pierre Colle
1931 HARTFORD, USA
Wadsworth Atheneum Museum of Art
1932 NEW YORK, USA
Julien Levy Gallery
1932 CAMBRIDGE, USA
Harvard Society for Contemporary Art
1932 NORWICH, USA
Converse Art Gallery at the Slater Memorial Museum
1933 HARTFORD, USA
Wadsworth Atheneum Museum of Art
1933 NOVA YORK, USA
Julien Levy Gallery
1934 CHICAGO, USA
Art Institute of Chicago
1934 NOVA YORK, USA
Museum of Modern Art
En este momento, el cuadro pasa a formar parte de la colección permanente del MoMA
1939 BUFFALO, USA
Albright Art Gallery
1955 POUGHKEEPSIE, USA
7 “La psicología freudiana hace su aparición en la primera exposición surrealista en América” The Art Digest, 15 de gener de 1932.
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
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Vassar College
1963‐1964 WASHINGTON, D.C., USA
National Gallery of Art
1977 PARIS, Francia
Musée National d’Art Moderne
1979‐1980 PARIS, França
Musée National d’Art Moderne
1980 LONDRES, Reino Unido
Tate Gallery
1994 NEW YORK, USA
The Metropolitan Museum of Art
2001‐2002 TOKYO, Japón
Ueno Royal Museum
2002 ST. PETERSBURG, USA
The Salvador Dalí Museum
2003‐2004 HOUSTON, USA
The Museum of Fine Arts
2004 BERLIN, Alemaña
Neue Nationalgalerie
2007‐2008 LONDRES, Reino Unido
Tate Modern
2008 LOS ANGELES, USA
Los Angeles County Museum of Art
2008 ST. PETERSBURG, USA
The Salvador Dalí Museum
2009 FIGUERES, Cataluña
Teatre‐Museu Dalí
Desintegración de la persistencia de la memoria, 1952‐1954
Óleo sobre tela, 25,4 x 33 cm. The Salvador Dalí Museum.
Veintiún años después de haber pintado La persistencia de la
memoria, Dalí crea otra obra en la que se inspira: La
desintegración de la persistencia de la memoria (1952‐1954),
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
actualmente propiedad del Salvador Dalí Museum de Florida.
El pintor se encuentra entonces plenamente inmerso en el
período místico‐nuclear de su trayectoria, y en la nueva obra
destacan la naturaleza corpuscular de la materia y los aspectos
metafísicos.
En palabras del propio Dalí;
“Los relojes blandos han sido muy discutidos, ya que siempre
me preguntan por qué son blandos y siempre respondo que: Un
reloj, sea blando o sea duro, no tiene mayor importancia, lo
importante es que señale la hora exacta. En este cuadro
empiezan a haber síntomas de cuernos de rinoceronte que se
destacan y aluden exactamente a la desmaterialización
constante de este elemento que en mí se transforma cada vez
más en un elemento claramente metafísico.”8
A pesar de que La persistencia de la memoria ha visitado el
continente europeo en diversas ocasiones, nunca ha hecho acto
de presencia en España. La visita de la obra en el Teatre‐Museu
Dalí este 2009 es una experiencia y una oportunidad únicas de
ver uno de los cuadros más famosos de un artista admirado y
reconocido mundialmente.
Espero pues que después de haber hecho este breve viaje por la
historia de “la persistencia”, un viaje físico que en cualquier
caso ha tenido lugar desde Nueva York a Figueres, de los
Estados Unidos de América a Catalunya, del MoMA al Teatre‐
Museu Dalí, disfruten en directa y primera persona del cuadro
y aprovechen su estancia entre nosotros, ya que hace 78 años
que marchó y ahora, momentáneamente se encuentra entre
nosotros.
Anna Otero
Centro de Estudios Dalinianos
De las obras de Salvador Dalí: © Salvador Dalí, Fundació Gala‐
Salvador Dalí, Figueres, 2009
8 DALÍ, S. (2003). Obra completa. Barcelona; [Figueres]: Ediciones Destino ; Fundació Gala‐
Salvador Dalí, Volumen VI, Ensayos 1, p. 679.
Historia de un cuadro: la Persistencia de la memoria ‐ Anna Otero ‐ Centre d’Estudis
Dalinians
18
De la obra de Salvador Dalí de la colección del Salvador Dalí
Museum: © Salvador Dalí, Fundació Gala‐Salvador Dalí, Figueres,
2009. En los USA: © Salvador Dalí Museum inc., St. Petersburg, Fl,
2009.
De los textos de Salvador Dalí: © Salvador Dalí, Fundació Gala‐
Salvador Dalí, Figueres, 2009
Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados. Fundació Gala‐
Salvador Dalí, 2009