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Pe 1ro-ap4 a-los-idiomas_del_aprendiente

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y 8e marchó.El pueblo, después de superar ]a decE~pci6ny comprobar

qUE;el Doctor se iha ha,ci<mdo eada vez mllS famoso, insistióen invitado, pm'o esta VE~ZSl~preparó para r(:ispond(~r.

Asl en e¡;:tatercera ocasión, el Doctor reit€\ra la consabidapregunta:

¿Saben de qué voy 8.hablar hoy?y la mitad d~l auditorio, tal <:ualhabían combinado entre

enos, respondf:: «Sí» y la otra mitad responde,: «No».

i::onlo que él cor.WC(:ó\mi emtra,s Emseña y qUE~nos COJ:lvoqmm.Elnosotros a d<:iscubri:r:cuánto de saber guarda nuestrodesco:r1Oci.:miento,2así '~omo cuánto del sabor del saber E,epienj¡:~ (~uando creemos que ya tenemos todo el sabE~r¡sabido.

:Fracuso escola!"

--Entonces -eonclu:vó el catedr¡itico-- los que sabnn van aenseña,rle a los que no sabon y yo nuevamente no necesito darla conterencia.

Optamos por una psicopedagogt'r¡, que permite alsujeto que 11;0aprende hacerse (;a¡'gode su margi-nación y aprender desde ella, t¡'ansf()rmándQ:~epam integrarse a la sociedad, pero en la perspec-tiva de lanecesari,'J trans,formac,¡ón de é.9ta.

Sara Paln (1982)

y se marchó.La historia que me contaron1 finaliza allí. Encmmtra su

gracia a pa,rtir de doserrof€~s, qUE!lam€!ntablemente abun-dan y de un acierto. Los eITores:

La psicopedagogÍli adaptatiua, preocupada porrobustecer los procesos sintéticos-del yo y facilitlxrel desarrou,o de las funciones cognitivas, pretendecolocar al Sj'.tjetoen ellugo:r que el sistema le tieneasignado.

a) un maestro prisionero de sus conocimilentos que noconsigue enseñar, la certeza no lE~permite UflarIOE!conoci-mientos;

b) una idea del sa.ber como algo monolítico y acaba.do.:Elimportante acierto, que lamentablemente se usa pocoI:¡S:c)no se puede aprender si no reconocemos aLgode nuestro

saber. Ta.mpocose puode a:prender si no damos espaCioalno saber.

Sara Paín (1982)

:~~cl1"afJYI:J~:~s1(:)13prqf~,sionales9,elaed'ucaciÓ~ sompEIfe:a.,ponsa~les, (J~..,"I.1Xl«gri]n~n»si~pE~r.al de confundir. a unrd~~p'l~ridq cqp. un an()Jr~J{;i~osóloporql1J;:ambo.!)est,án rmÜ,alime:o.tado:5. Un desnutriQ.p Ilo~on;~e, unJlnoré:"hyo ta~mpoc(),pero las c:at,sasque Ilevar()Ila U:n<lYa otro a :tlo.comerson,completamEmtedifE:)r~nt(:}s,pi)r10t,anto, Jlassoluciones tanl-'biéndleberíifln.serlo.

El c:onocimient'o(mejor aun, la informaci6n)'"es el alimen-to qUE!ellirl.JL,jetoa.prendiente necesita incorpm"ar, tI'ansfor-mar I Jnetabolizar.

Nadie diría de un desnutr¡[doque no Ii!ealim.enta porque

Jugando con la historia relatada, podría.mos no invitarmás a ~lqUE~lconferencista y sugl:1rirleal pueblo que busquemejores profesores. Actitud justificada, ci~)I'tamente. Sinembargo, existen otras opciones, por ejE!mplo"pensar juntoa aquel pueblo otras respuestas posibl€isElla pregunta delconferencista.

Respuestas que lo conviden Elenseñar, a encontrarse2 ~¡;'!l1nciónpositiva de la ignora,ncia», ('emitirse a IOi~librl)s, dl~Sa:ra

Pa:ín: Eistrru:turas inconscientes di!lpensamiento volumen 1y n, EditorialNueva Visión, BueMs Aires, 1989.

3 En mi librl) Poner en.;uegQel saber, NUl:waVisión, Buenos Aires, 2000,explico las diferencias entre «información», «r..onocimÜmto»,«sabeD>y«aprender".1 Agradezco a I~lra Rodríguez Avelar, pSicopedagoga brasile:fia, autóc-

00118,de Minas Gerajs, el relato de la historia.

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tiene un probleI1Cla(m,elaparato digf.~stivo,aún no detedadopor las radiografías, o porque padece dl:~disritmia digestivao de desat,enciÓnestomacal (D.D.EJ. Sin emhargo, muchasveces «el especialista» dice que un fracaso escotar pu,e:dedeberse a una distractibilidad, ~Idisrihnia» o hipl~r]o!:inEisia(A.D.D. o A.D.H.D.) situando en el organismo del alum.no,las <.disritmias», «hiperkinesias" y «desatencione8" del sis..tema edueativo"

Jt~::;cierto que muchas veces el «fracaso,escolar»puedeintervenir como factor des{:mcadEmantode un <problemade I

aprendizaje» que, de otro modo, no hubiera aparecido. E:sta!situación, que hace más complEjoy dificil el dieLgnóstico,'exige una mayor regponsabilidad y precisión teórica porparte de la psicopedagogía.

A fuerza de haber Bidoprivado del alimento al (:ua1tienederE~choy cuyo eumplimiento esrespollsabilidad d,ela socie-dad, ~l dE~snutridots,mbién puede «olvidarse» de registrarlas señales del hambre, como UIladefensa necesaria. Peroeste «olvido»no podría ser confundido con anorexia. Así comopara resollverel problema del apagamionto dl~las s.~ñaleEidelhambre en el d,ssnutJridodebemos intE~rveniren el cont.~xtQque lo priva de los aliJnE:mtos,para resolver el fracaso esc'Dlardel alumno debemos intervenir en el contexto que lopriva d~unespacito de fl.utona. de pensamiento. Es dadl"j debemosintE!I'Veniren el sist..Eimaenseñante,

:Eafracasoes:colar afecta al sujeto en.su totalidad.:EnniñCrque lopadece sufirepor la subestimación que si.mta

al no poder respondE!ra las expE~ctativasde padrE~sy p1'ofe~sorles.Asu vez, la identidad noes algoque se ¡adquil~rade unavez y para siempre, :;¡inoque es producto de!construccion.esidentificEltorial3en las que cump]lenun papeJ[prepl)ndér¡~ntelos modos en que los demiis nos signHican.

Para la niña y el niño, el gru.po escolar y sus maes,trossUEjlenbmer €!llugar de prueba y ri::!conodmientode sus,apt;itude:~a partir d.~los resultados obtenidos.

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¿li'r:Elcas(JieSicolar?

¿pQr qué el PoXitoescolar ocupa un lu.gar tangrande en la. vida de mtestl'O.s co.nteinj1W'úlíl(i)O$,nhíos, p,:tdres, edÚc(¡:.donJs, goberncmtes? ¿Qué1I1'Q)lectl:m,qué j(~nt'I'¡lmas recalJren ~',i¡t(l.aspira..ciÓn f.tl é;cito?

Anny Cordié

Entiendo al objeto de toda intervendón psicopi~dagógicacomo abril' espacios objetivos .Ysubjetivos de autol'ía depensamiento. :E~lpsieoped~lgogoapue¡:ltaa que el deseo d€!conocer, de saber, pUédasostenerse a pesar de las carenciasen las condiciones econónUcas,ol'gáni<:as,ed.ucativas, d~~lasin.ju~ticil:Jls,d~ los déficits ()de las lasiones hiológicas.

La pro'blemá.ticadel aprendizaje éSuna roalidad. alienan~te E~in:rric,vilizadoraque puede presentarse tanto jlndividualcomo grupalffiisnte.Ensu producci6n intervienen factoresqUE~hacen a lo socioeconómico,a lo educacional, a lo emclcio~na1, intelectual, orgánico y corporal. Por' lo tanto, para suterapéutica y. prevEmCÍón,.se impone eloncuen.tro eintredifierentes áretls de Etspecializacitón:p$icopedagogLa,psicolo~gía.,psicoanálisis, pEdagogía, pediatria, sociología, etcétera.

JLade!mutric:ióna,lime:o.tarlaYafe(~tiva,el fraeaso de losen¡,eiiantes Y de la institudó:o. ed\;i,cativ~lo 1a.8lesionel3cerebral,es, no dan cU~)ntapor si mismos de la existencia delproblema de a.prendizajéen un sujeti()indi'vidu,at

'Lapsicopedagogí:aclínica cOI1i1prueb~qu,~,sibien e$1tleCe~sa:cio trab¡;}.jary estudiar los determinaJ!1:tesEmuncilados(orgánicoEl,so(~iales,politicoa, e1;c.),la capaddad de penStlr yaprendEr (condicioIleshumanas que nos p~rmiten la IQrigi-na.1idad:,la diferencia y el posiciona:miento como autores denuestl'a historia) puedelJ.subsi$tir ~lun eJl las i~ituacionesed.ucativas, socialeB,económicóiSy orgánieas más de¡:~favo-l'ables.

La liberaci6n de la inteligendaatrapadB\ sólo podrá darse '\a 1~ravés,del encuentro con el placer d(~aprender perdido. Por \tal raz6n, creemos que nuestra principal tarea en relacióncon los pacíen.tes (a los cuales hoy denomino "aprendiseñan-

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tes") es "ayudarlos a recuperar el p18,cerde aprender"; y, deigual modo,pretendemos para nosotros mismos r,ecuperar elplacer de trabajar aprendiendo y de aprender trabajando.

Nuestra tarea se Ülscribeen una bÚsqued.ade cambio para1aHprestaciones en salud mental en generaL BÚHquedaqueint€mta articular los diferentes aportes profesionales y losimportantes recursos humanos con los escasos recursoseconómicos, in.stitucionales, para satisfacm' la amplia de~manda de asistencia y la urgente necE}sidadde promoci6n desalud en aprendizaje.

La psicopedagog:fa viene a ¡3xplicar también que 13nlafabricación dE!!problema dea,prendizaje como .'$íntoma,4intervienen cuestiones quehaceJ:l,a la significaci6n in{!ons~ci€:ntedel conocery el apr(mder, y al posicionami(:mtoante loes(~ondido. .

Y' por último, y no menos importante, lapsic()ped~gogíaclínica viene a decir también qUE~enla fabricación del fracasoe8(:01ar})articipan cuestiones que hac:enal posicionamientode los «enseñantes maestros», pero ta.mbién a los "ensEiñan-tefl médicos" y al poder médico que, ,exhibiendo a veces unconjunto de informaciones hegemónic:ay monopólicamente,supone al aprendiente cOlmoun "sistema nervioso centralcaminando". Paradqja: a la escuela van a aprend.er cabezassin cuerpo y cuando no aprenden se las manda al hospitaldonde son consideradas organismos sin inteligencia nideseo.

Todo lugar de saber es un lugar de poder y los psicopeda-gogos que prletendemos conocer sobre el conocer, Ed 110conocer y sobre los que no pueden aprender, con facilidadpodemos caer imaginariamente en una posición de certeza,muchas veces también solicitada 1'01'nuestros consultantes"

LaPrE!gl,J,ntaque mayor:i.tariamente se n08dirige es : "¿soyinteligente?". Cuando se da una respuesta negativa, ésta

"l,apsi.r;opt~dag()gía dínica sm'ge como rEi~¡lnwstaante el fr¡;-I¡caslJ<de lapostura reedu(~at¡va, qUEiintE!nta ~mprimir las nmnifi¡stadoues dlJIsínto.l1la sin aÜmder la.sus cam~as, ¡'~I síntoma Problema de Aprendizajesiempre enuncia..renUl~c¡ia~denlJncia algo silenciado,

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suele acepta,rse comourl oráculo al que no.es p08iblecuestio~nar. Además, la sola suposic:¡ón~deuna :t'espw3staacertivapara tal pregunta -sin tomar en cuenta que 18.inteligenciaBeconstruye y que se pro(ll.1l~een la interacción sodal, deacuerdo con prO(!esosidentificatorios- supone un abusode poder que torna temible nuestra palabra.

Nuestra teoría es frágil, pero nuestro soporte es una.actitud clara y compartida, y un prÍndpio casi piagetiano: enla base de toda cogniciÓnestá la acción, ;primeromaterial yluego posibJlede ser inte:riorizada.

Cuestionando la étic:a del éxito

El t,'acaso opuesto al éxito ini.piica un juicio devalor, y est~1IJalo,.es función de un ideal, El sujetose construye persiguiendo las ideas que se lep1'O-ponen a lo largQd,? su e;x;istencia,Deesta maneraes el producto de ,esas id,mtificaciones sucesiuasque fQrman la tl'o:ma'de su yo, Esos ideales sonesencialmente los de su e,Üorno 8,:;¡cioculturalj' losde su familia, ella misma marcada por los valo¡'esde la sociedad ala que pertenece.

Anoy Cordié

~

~~Teperdonamos todo menos el fracaso»)paret~eser el lemaque desde algunas familias y escuelas se dirige a 10sjóvenHs,Fracaso es 10 opuesto al éxito. ¿No será que para evitar, otratar de disminuir, el fracaso escolar necesitamos revertiresta ética del éxito?

Yaun, ¿no tendríamos que repensar el UI~Ode la denomi-naci6n fracaso escolar? Tal1cér-minosurge como parte de uncuestionamiento necesario a la postura que colocaba elprobJiemaen el niño, llamando problema de aprend¡:zajea loque era un problema de enseiíanza.

Pero, ¿nohabremos ca:ídotambién (yme induyo porque yomismautilizo/utilizaba la expresi6n fracaso escolar) en Jasl'edei3de la ética del éxito al nombrar" cmnofracaso <1'e8ulla..

"Estoy hadencloreferenciaal m.oelode nombrar,denclminnr,Aveces

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do opuesto all'€sultc¡do éxito) algo que estamos intentandoanalizar comoproce8o?

jumy Cordié señala que ((,..laevolueión d~ela sociedad diolugar a llna nlJ,evapatología: el fraca~loescolar (...) se tratadel rápid.o cambio del mundo del trabajo €;nuna socÜ:~dadcada vez nuia j;ecni:fica.da.A las nuevas exigehcÜu:¡de estasoc:ledadse agregan los estragos: provocados por la explota~c1ónde 1<)Stests de nivel...».6

Ea uso que SE!hace de lOliltestaen 1al;escuelas e:gcada vezmás discdrninatorio. En el Apé:ndicea este capítulo, trans~Clibiré fri~g1l'lent,osdt~una ~~onfe1'endaen la ¡qUeabordo lestacue¡;;tióny, a S11vez, en el capítulo II de mi libro Poner enjuego elsaber7 desarrollo las cuestiones que hacen al nec,esa~rio :posici!:mamientodí:nicCi,

Para aduar sobro las causas qUE!genEm:mEllfracasoescolar, se hac!f.necesario que la psicopedagogía sall{a delconfmltorioy al dirigirse a otros á.mbitos,comola escuela, nointehte trasladar el cionsuHorion la el;cuela, ni m.enos a(mproponerse (~omouna pedagogíasuperior, que E~xcluy.aodesvir~túe a la pBdagogía,Ln intervenci<íl1psÜ:opedElgógicanecesitaactuar interdisciplínariamente con otras disci:plínas,en parti-cular con Ia pedagogía, sin intentarcop:iarla ni sustituirla.

La psicopedagoga o el pE:icopedagog'Dque trabaje en unaesc1;lela,I'equerirá d(~una formación psicoo.nalit;ica quizámás aun que euandiCIatiende €nsu consultorio. Ya quedebE~rádar cuet:ltade los fenómenos transferencialés en susdiversas maniféstaciones, A su Vfez,deberá conoce:rcuestio-nesque hacen a «logrupa!» y a lo institucional.

-------$ucede que los cOl1l~eptosnuevos mantimlen lals palabras viejas, OGrasv~ooscoriség'ilimosl~omen2;ara cuestionar nuestras pOEituraslentamEmteysietf)p~'e",¡¡¡tilosa ir mant,eniendo por un tiemp(lI~., rémoras dEdpasado,AIUdizlJIl' quelltiJizamos y cÓmolas utilizamos, puede ser un

«le dét,Em:rtillismos, NCIpropOJtlg~),(:ambiar de palabras

no existen,Ntll:,va Visión, 13l.lImosAims,

7Aliicia Ii'€,má:nd(.lj~,Pone nm.iuli'o el saber, l'hwva Visión, Buenos Aires,2000,

"

Para enseñ~ar mE~jor,aprender m.ejor

Como (~lfraeaso €Iscolar es una rE~Spuef)tareactivs: a lasituaciÓn escolar, la psicopedagogía necesi1~atrabajar conlasp;rofesorasy profesores, las ma.estral; y los nlaes1~ros.Si bienellos también sufre,n,y pueden ser vJlcti1118,Sde la iatrc>geniadl31ainstitución, son, sin lugar a dudas, la cara visiblE~de laeBcuela para el niñ.o.

Desde su práctica en In (~forr:aaciónde fon:nadores»,Ja.ckyBeillerot señala:

... La fm'madón [del maestro] ti.~:I'!eque ver COl1toda lapersona; BUScapacidades (:o:t'!.8ci.entes,así comosu afcc;tIvi.dad, su imaginario y BUinconsciente total. Es decir, fantas-In8lS,r(~SistElncia$,inhibiGiotíes,etc:...8

La psicopedagoga argentina Silvia IannantUlimi es.cribe:

... la escuela eomo ínstitu'c1ón tiende al sometimil~:ntoa~ determinJ!.das pautas enve:~de p1'OmOV€irel hElchoartístico

yla autorÍade lap1"od'licción,noteBulta sorprendente que nocw~nte con la posibilidad de cueEltionarsea sí rnisl1t\a.Laré8puesta a q\1le"los chico!>no lE!el'!.1I',"no les gusta leer","hacen siempre las mi:3rnasoraciones", "tienen lnuchas faltasde ortografía", lete.siEnnpree,ncuentra linealmBute sus cau-sal! fuera. del entorno escolalr.No suele servir ¡para cl.lestio-narse d()sdedeJatro...... ¿cómo puecle la E!scuela propiciar el surgimiento desujetos escrito:res, voceros dE~sUE:ideas, gestores de actoscrE!ativoH?Tal vez nI) sólo enundándolo formalmente enobjetivos y/o expectativas de logro: Quizás posibil:itandoque los docentE!Spuedan J1lOstrar:;¡ecomo modelos de auto-ría. de pensamien.to y de palabra,como 8ujeto~ique puedandesplegs.r sus "duendes y sus princesa$", porque ¿c6mopuede pretend!~1'Seql:u~el al1.:m::uwque ya a h¡,eS(:liEilaseasujeto eúllstruetor di:!BUSprOpiOf.iaprendizajl~s si no se le

8 Jad~y BldUmJt, La fonncwiÓn de fémrwdore$, E:didQnes NovedadesF;dlu:ativlls, Buenos Aires, 1996.

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otorga al docente que como ensei'iante se encUEm1;recon suautorJa'? ...fI

Los maE~stros muehas veCE~Sreciben cursos dondE:se dicencosa;:!interesantes aCHrcade cómo ensefíar, pero que son dE~hecho como una <'(representaci6n dramática», dE!CÓU10noenseñar. Tal contradieción, común en muc1ms ámbitos edu~cativos, SE!da porqu€! las maestras y maestros, más quecursos, pn!cisan espacios de f()I'.mación y «la form.ación esclíni<~a,po:rque toma lugar Emla historia individuaJ: porqueune necesariamente saberes y saber, el pasado y el fhturo delsujeto.>,lO

Refiriéndose a la experiencia de los cnrsos de capacitac:lóndocente, la psicopedagoga argentina Soledad Lugones es-cribe:

... Tomamos apuntes en silencio, con la mirada centrada en elprofesor y nuestro cuerpo quieto, adhel.ido a la silla.,. una solavoz, u:[1solo :rostro...(...) Ei;ta es una escena que SHrepite invariablemente ennuestra historia como «alumnos,>, Esa M::!Ltrizencarnadaen nU4~strocqerpo omite el Saber y la Potencja.de nuestro seraprendiente::;,Para sLutorizarnosaEnseñar, debamo¡s hacel'llos autOres <...)creemos. MiI'ar el valor que tiene lo que-qa<:emos,~p¡;opjarwnos de la singularid.adqUEI poseemos (...) HaCI¡rnOsa,utoreB denuestros pel1lsami(mtos,Hoy en día> Hehabla mucho sobre la necesidad de Capacita-ción Docente, Sin e:mbargo, muy poco se habla y se l'ei1exionaaeerOR de cómo Docente!:; e Instituciones se capacitan y decómo ¡;on SUBespa(:ios de formación,,"1J

Una niña brasileña, María, rospondiendo al pledido dedibujar «una persona aprendiendQ», diseña una nena lleva-

, Silvia Ianna.ntuoni, «Buscando duendes y prinee:ms en el país desusasl11alamasl:i», Revista R.Psi,BA, N° 5, Buenos Airl~s, 1991;.

10J'acky Beillerot, La formación de formadores, Ed. Novedades EdtiCa-Uvas, Buenos Aires, 1996. ['~\'/'

u SoI(¡dad Lugoncs, Santiago Luna, "Cómo aprendemos los docentlas",Revisi'.a El Arbol, Buenos .AirI'Js,HI99.

2ft

da por la policía y dice que la niña no eBM aprendi,endoporquE~laesbán ~<prendiendo». J~n portugués prendiendo esuna 4;!Xpt"E~sidnque Be usa para dE~cir«siendo llevado por lapolida». Si bi(Hl (~l sonido df:~ palahras prendiendo yapi~endiendo (:8 muy similar, María reconoce la diferenda,ya que cuando explka de qué se trata su dihujo, lo exphcita.

No aprender en la escuela supone un acto de violencia dela escuela hacia el nif1o.12

María, la niña en cuestión, pl:?rtenE!cea una regi6n carel1~ciada y su familia no puede satisfacer las necesidadesbásicas. Asu vez>en la escuela la niña se haUa maJ~ginadadelre:;to, «por venir sucia a dasey>,según'),decia la maestra.

Si en otro eontexto escolar un nif.loprodujesE~la mismafraSE!y un dibujo similar! podrfamos interpret~u' la equiva~lencÍa simbólica entre aprendi'!ry aprisionar ("prender»),

12 Esta:rn.os realizando una investigación que Uamamos SituaciónPersona Aprendi endo, de la que publicaremos sus conclusiones en un librocon autoría del E!quipo de investigadores qUI;}nuclea a profesionales decinco PHÍSOS.

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rCiducidapor su prc!piadramática ineonsciente, y poro, trabajaría1lJ,Qsp~!raayudarlo a re8ignificar el sen~

e aprender, pues. tal deslizamiento de significación

l'~:~pertUrb~rel~~prendizaje. Por E!lcontrario, en cuantoos junto a MlH;'Íani9cesitamos reconocer (le) que su

..'..as~!y ~iUdibujo muestran una verdad silenciada. "Hasdibujado y pe:tJ,sado.algoque POi~OSobservan. Es HSÍMaría:cuando a uno lo están persiguiendo no puede aprender. Yocreo que habría que decirle eiSto a tu maestra; ¿qué teparelt':e?»Ante una intervención como la anterior, María(,~onsegui:ráconlenzar a clm1bia¡~de posición y rElconocersepensantE~.

11n propósito del trabajp.del psicop,edagogoen la escuelaconsiste 1mconseguir que I~l«fracaso €:scolar»no sea denun~cia que :r,enunciaa denUl1C!iar.Construir espacio8 para quelas maeS1~ra[;,11:>8malestros se encue.nt:rencon sus auto:das yasí sientan la pasión por p:todtlCÍrlomismo para con susalumnas y alumnos.

Diferendas entre :fracaso eSf~olary probh!ima de aprendbaje

;,. Un análisis socio.ecclnómico de las Iwperestruc-turas ed.',tcativas nos permite comprenderpo/'quése enajena al sujeto en la ignorancia, pero nece.<;i.tamos ver qué estructura es la que posibilita ladisfunciÓn de la inteligencia:1 c6mo lo hace...

Sara Paín

Xa en 1987, en La Inteligencia atrapcuia decía que el &'fra~caso escolar», rE!sponde a dos órdenes dl~causas qUEise hallanj~~IJ;ipad()sen la historia de un sujt~topropios dela estructuraf'a.:miliarE~individual del que fracasa e)!1aprEinderly propiosalsi$Len,j,J;;Iiescolar,siendo lestosÚltimos los determinantes.Decía..tam.bién que <~SprE~ciso;['lOconfundir los fracasosescc,lcttes(¡<desn:utricióndel(~mll)dmientos,,)con los proble~mat: de ap1'endizaje «<ano:texia~bu1imjadel conocimiento»)

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para poder intervenir antes de que se produzcan, puesmuchas veces de uno se puede derivar a otro.

A nivel del éliagn6stico un fracaso escolar puede diferen~ciarae de un problema de aprendizaJe anali2:ando la modali-dad de aprendizaje13del aprendiente en su relación con lamodalidad enseñan¡tede la escuela. En lq.8situaciones defrar:asoescolar, la modalidad de aprendizaje del sujeto no sepatologi2:a,cUl:mdoalecOQ.stituye:un pl'oblemade aprendiza-je (inhibición clognitivao sfntoma), la modabdad de aprE\ndi~zaje se altera.

...Para prevenir el fraca.Boescolar, n!3cesita,m()strabajar en ycon la escuela (tendera que el maestro pueda conectarse con I

su ~ropia autoría y pOI'lo tanto su ¡alumno pueda apr(mder \con :placer:,denunciar la violencia encubierta y abiertl~ insta~ /lada en el sistema edüéativo).Pero, umLvez ~~enerado el'fl'ac:aso y SIE!gÚllel tiempo de sllperman.encla, el p'sicopedago-go también deberá intervenir para que el fracaso del enseñan~te, encontr'ando un terrE!no fértil en d niño yenSU famillrt, nose constituya en síntonla neur6tico...14

C'Uandose trata de resolver el prclblema de aprendizajeque proviene prioritariamente de causas que hacen a laes1iructuraindividual y familiar del nifío(problema de apren~dh:aje~síntOl'J1ao inhibiciétn), se va a requerir una interven~ci6n pskopediagógic:a más pUl1ltuali2:ada.De a<:uerdo concada situación, se podrá optar por: .a)tratamiento indivi~duap5 y familiar psicopedagógico, b) grupo de tratamientops:¡copedlagógícodel niño, c)grupo q.eorientación ¡paralelodemadres, d) talleres de a.rl19,artE!rapiá,recrE~aCÍóncon objeti,.VOiSterapéuticos, et(:.,e) entrevistas fumiliares psicopedagó~gi(:as, etcétera.

gn un porcentaje menOJrde niños, elfracaso puede reBpOll~

13 Conc'epto de modalidad de apr{mdizaj(): véanse (:apítulos IV y V de lapn~sente obra,

fotAliciH ]<'emá.ndez, La. InteÜgencia Atrapada, Nueva Vi:sibn, BuenosAires, 191:17.

lo pf(~fjer() hablar de trat.amiento bi-pers'onal, ya que ningÚn trata.miento es individual.

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de un modode pensamiento derivado dj:J:fiáestructura psicótica, y en 'tInaaÚnmucho menor propor~

ción puede debers(~a factores de déficit orgánico. En ambassituaciones, en general, aunque por difE~rentescausas, elniño no puede establecEfruna comunicación c()mpnmsibl(~C>O11la realidad, es decir que podrá tener dificultades paraaprender.

Estamos diferenciando las diversas respuestas que lo!;nii108asumen par.a exprj~sardiferentes problemática!! en suaprendizaje.

En el aprendizaje escolar se refleja toda la dinárnica socialy familiar. Será nuestra labor:,saber escu(:har y mirar, máElaUáy más acá de lo que se muestra.

Estoy dife:renciando E:squernátics.mentIBsituaciom~s qUE!S(~muestran como no-aprendi:~aje, respondiendo a diYersa~ico,usas:

. Fracaso escolar .

. Problemas de aprendizaje: del orden del síntoma

. Inhibición cognitiva

. Oligotimia, basada Hobreuna estructura pBicótica

La graveda.dde la problemática se correElpond(~de maneracreCÍen1;econ el ord.enenunciado. SiJtlembargo la exte:nsiónde la problemática se corresponde decrecientemente con elorden enunciado.

(,El problema de aprendizaje reactivo», fracaso escolar,atecta al aprender del sujeto en sus manifestacione¡;¡, sinllegar a atrapar a la inteligencia: generalmente surge apartir del choque entre el aprendiente y la institucióneducativa qm~func:iona expulsivameute. Para entend,erlo yabordado, de:bemos apelar a la situación promotora delbloqueo.

El niüo queS(~f:mcuent:raen esta situaciÓn no requÜ:~re,lamayoría de 18:3veces, trata.miento psi'::opE:Klagógko,La fnter~v€~ncióndel psicopedagogo se necesita, pero se dirigiráfundamentalmente a la institudón educativa (rmrtodolo,gía-idHología",lenguaje.,víncuJo).

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, La inti:lrvend6n terapéutica psicopedagógica resulta in~'apropiada para abordar la oligotimia sociaZl6que muehasyeces puede funcionar como rE~asegurodd sistema si el,psil:::opedagogo:,al equivocarse en el diagnóstico, se hace. é6mplice ingenuamente dE:esta l3ituación.Los tra::;tornos de>~pI'endizajere.a()tívosexigen de h\ psil:::oped;agogíac1:ínÜ~aelqis,eñode nuevas y más eD,cacespropuestas de abordajE:,así

.'<:01110imponen la necesidad de perfilar estrategias preven~tivas.

" A partir de ()bservar só:lola rn.anif€~staciÓnde los proble-Jn~s, sin anah:¡;r:lrla modalidad de Elprendizaje, la)Il€:nta-.blementE~muchos fracasos escola;resson diagnostic:adosoqui-YPc:adamentey trat.ados por diferentes especialistas (:omofir:qble.meui.de aprendizaje.

quandose diagnostica a partir de IDque se observa como~~s.ultado,se trabaj a.conuna modalidad de pensamiento que~onfund(da consecuencia con las causas múltiples..i,,1Haefe(~tode tal confusión redunda en maI'ginación,e~cpul-

... ~j~nyculpabilización del npren(liente, eximiendo al &is1;ema,~<:iucativoy a lainstituciÓn enseñante (de ]laque como pro-Iesienales deJa salud formamos parte.) de s(~rinte,rpelados yde interpelarE¡e por su participación en la producción y/omantenimiento de EtSefra.caso Emel EJtprendizaje.

Además, también se mal diagnostk!ancomo (,deficienciasmentales» muchas .;,deficiencia.í»>en el conocimil:mtod.elosdifLgnOs¡~icadore$.

A su vez, se ma.l diagnosti.can con eXj~esivaliviandad«dislexias», "diséalc:ulias», «d:isgrafías», «hiperkine8ias»,«ADDs»::de esta forma queda ex:cluidapara los maestros laposibilidad dH responsabilizarse de su enseña]:" para lospadres el preguntarse por su implicación y, 1l0que es aún másgrave, los niños son ¡[:olocadoscomool:detosde manipulación.

Muchos de esos niños y adolescen1~esprodujeron un pro-b}¡;~made apnmdizaje como mensaje incons{~ie~It:eq'l.liere..

11, Oligotimia sodal: PUE~deampli!u'Beesteconeepto en Sara Paín,Diagnóstico :~,tratamiento de /(18pr()ble¡nas de apremli~~aje, Nm~va Visión,I-h;¡r,¡D.os Aires, lH8~~.

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Page 9: Pe 1ro-ap4 a-los-idiomas_del_aprendiente

quieJreser I:!scuchado.gs en E~saes<:uchadonde debe :inc1uiJrseel psicopedagogo.

Al rotular, se acalla toda posibilidad. Los :C'ótulosfuncio-nan -como:3ofisticadosmétodos dE~control.

Tanto e11elfracasoj~scolar como en eJlproblemade apnm-dizaJe,el alumno mue,r;traque no(¡prende,peroen EÜprimercaso la patolog¡ra está instalada en las modalidades deense:tianza de la escuela, ya que ése es .:¡llugnr sobre el queprioritariamente debE:intervenime.

Por otra parte, también el,prec;¡sotornar en cuenta situa-cionE~squeno llE~gan~lconformar un fracaso escolar, ni unprobJlemade aprendizaje.

DEintrode este orden, la psicop(~dagogabra.sileña GrádaMaría Fenelón,17en una investigación rea1iz,ada en GOÍi!lS,estado de Brasil, relata una Berlediealt~m:'lcioJlesCOlrlstan1;esen la escritura y lecttlra de los j6venes que aprenden, y lodescribe como «problE!masde aprendh:aje normal». En lacomunidad, estudiada por F,enelón,la población ind.ígena esimportant(~ y SE~haYia marginalizada. Un joven, al leeridioma, lee indioma, sin reConocerque ha leído algo diferEm-te. Si el maestro seña.lase EIIcambio como error, quedaríaabortada una vez más la emergencia d(~lsabl~r.

Sería diferente si el maestro pudiera d.ecirlealjoven: «Hasdicho algo muy interl~santE!,has creado -quizá sin da.rtecuenta- una palabra que merecería existir, I:ndioma,pa.rapoder dar cuenta de ese idioma indígEmaoprimid.o por elidioma portugués oficial».

Como nos enseña el psicoanáUsis, la pred.isposj(:ióndellecto)C'a aIt'arar el texto al leer, corresponde en muchos Cal:iOSa «Stts esperanzas pOJrpensamientos ajenos reivindicado-res».

ConcluYtaGráeia María F,enelón:

a partir de Freud se puede comprender que lo!;engaíios anteseonsiderados dificultades de aprl~ndiz~je (omiisione¡;:,agreHa~

17Véase G,M. Fene16n, «:Revela!iaOe de:núncia ou a!cEm::ado indioma»,Revista E.Psi.B.A., N"I, Buenos Aires, 1995.

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dos, cambios dE~letras" y por lo tanto asoc:iados al deterioro dE~la:, funciones yoicas, de la atEmción por ejemplo) ;ahOJ:apuedenincluirse en un análisis más amplio del pE!Dsamiento de aquelqu,e lee CIescribe. lB

Ann:yCordié seí1ala:

... El fral~aso eHcolar ¡:lSuna patología reciente. Recién pudoaparecer con la instaurar;ión de la escolaridad obligsltoria afines del siglo X.IXy Eldquirióuna importancia considerabll~entre las preocupaciones de nuestr-oscontempodneos debidoal cambio radi<:alde la sociE,dad.1'ambiÉineIl este caEIOno el,solamente la eJcigenciade la.sociedad moderna la que engen-dra los problemas, como SE!piens.a con frecuencia, sino unsujeto que expresa su malestar en ellengllaje dE!una épocaenla que el dinero y el éxito social son los valores predominan-te;:; 19

Tanl~o el problc~made aprendi2;aje que constitu.ye un«síntoma» como el que fbrma una «inhibieión» Heinstala entm individuo, afectando la dinámica de articulación entrl~l¡Dé"nivt:!lesd(~inteligencia, el deseo, el organismo y el cuerpo,redundando en un atra:pe de la inteligencia y la corporeidadpor parte de la estructura simbólica inconsciente.

Para entender la significación del problema de apre.ndiza-j¡edebe/remo/;descubrir :lafundonalidad del síntoma dentrode la e8tructura fa.miliar y aCHrcarnosa la historia singulardel sujeto y al análisiH de los niveles que operan. Paraprocurar la remisión de esta problemática, deberemos ape-lar a un tratamiento psicopedagóg:lcoclínico que apunte adesatm,par a la inteligencia y movilizar la circulación pato-lógica del conocimiento en su grupo familiar.

18Ibídem.19ArmyCordié, Los nitrusado.'1no exi;,ten,Nueva Vil3ión,Buenos

Aires, 1994.

3:3

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¿Intervenir o interherir?

Interveni.r (venir entre).Interferir (íiarirEmtre),"ferir»,herir en castelJlanoantiguo y en portugués.

Si bien a veces necesitamos intervenir, tenderemos a quenuestra intervE~ncíónsea del orden de un~l inter-versión(incluir otra versión) sin ahogar las otras posibles.

Si el psicopedagogo o la psicopedagoga va a la escuelallevando el con;:;ultorioa cuestas, no podrá tltEmder a losniños ni a los maestros ni Elsí m¡[smo.

Muchas.veceElla es.cuela reclama del psicopedagogo o delpsicÓlogoI~scolar,una tareu. no posible: qu.ereali{~eun t:ra-tam;iento il1dividual a los niños que fracasan o que los diag-nostique y derive a profesionales que lo atiendan fuera dl~laescuela. Esta función no s610es inaba:rcable, sino tambiénimpotenti:z:adoradel lugar psicopedagógicoya que la presen-cia de un psicopedagogo nunca podría «atEmder" de estemodoa la eantidad de ;losalumnos señalados comoproblema.Entonces 10!1psicopedslgogo,sobrecargado con una demandaimposible, se siEmtefracasado y la escuela así se le>endi1ga.Nos encontramos así (:ones(:uelas que acumulan «ex:puls¡;¡.n»cantidad Oleniños con «fracaso escolar» y con diversos orien-tadores educacionales, también expulsados p()r«fracaso pro-fesiQinal».Ni en uno ni en otro caso puede hablarse de unfracaso personal, ya sea del niño o del profesional.

N,acesitamos preg~mtarnos cuál es la posición que elpsicopedagogodebe aSiumiren una escuela. ¿Quién¡3sson losque demandan? ¿Cómoescucha la demanda obturada de losniños en la seudlodemanda del maestrj)? ¿CÓmoescucha lademanda jO!scondidadel ma,estro janla queja que explícita?

Si el psicopedagogo o la psicopedagoga aCE!ptancolocarseen (:11lug2lr de poder resolver todo «lo que le solicitan»,esta:rán aceptando impotentizar su lugar. Ac-eptarque pue-den lo que no pueden~ derívt~r~ien desconocer lo que sípueden: desmoralizarse y abandonar.

El psicopedagogoo:la psimpE3dagogaen la escuela necEIsÍ-

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r los conocimÍEmtosy la actitud clínica para.otro lugar diferente al que tienen en el consulto-

rienda del consultorio puede servirle mu~hí~imo3ed,elantEide maestros, alumnos:v ante si nllsmaomo alguien que propicia espacios de ;;tutoríade

fto.

pedagoga o el psicopedagogo es alguien que con-a rl9f1exionars'Obresu quehacer, a reconocer-se

'es, a disfrutar dl~lo qu.etienen pa:ra dar. Alguiena.descubrir al sujeto que piEmsa,aunqueperma-

uy sepultado, en el fondo de cada alumno:v de cada. A]guic~nque permite al mMstro, a la maestra,'SE!cuando era niño o ni:iia, Alguien que perm.ita abit ante d(~lal~scuela sentir la alegría de aprender,

~1'1ád.elus exigencias d(~currículasy notas.

.~venl~ión .psico]peda,~ógicaá.escuela

PeWlary atender laDiversid~i y la L'iferenciacomo criterios de Promociónde Salud en Institu.ciones Educativas es un desafío.

Beatri:: Rama MonteJdo

psicopeda.gogiase dirige a la rt~laciónentre la modalidadeiíante de la escuc:!Jay la modalidad de aprendizaje de

,(laalumno, y a éste como aprendiente y enseñante en suupo de pares..

.El sujeto autor se constituye cuando el sujeto enseñant'8 y!~prendÍente en cada persona pueden entrar en diálogo.¿Cuándo entra en diálogo este sujeto enseñante? Cuando seautoriza a sí'mismo (y se 10permite) mostrar/mostrarse en

...10'lUlO!aprende. IntE~ractuarcon el otro, mostrad e al otro loque s,5Ibe,A vecl?s sepuede conocer lo qUE~se sahe sólo a partird{~rnostrársE:}loa otro.

psicóloga urugua,ya y terapeuta del aprondiuLiE\I:3E:a.-triz Hama Mon.taldo dice:

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...Pensamos que nUE~stroaecionaJrinstit.ucional tendría comopremisa insoslayable CREARlas eBtrate~:iasde intervencióu anivel dd ense:fíante.aprendiente -en la trama vincular intra-subjetiva, intersubjetiva y trans,ubjetiva- falcilitadlorasd.elproceso de crecimiento y de un desarrol1o arm6nico. A(~cionar€:nlo singular, en lo plural, en lo grupal......tendremos que pensar en crear las condiciones para que"ese ambientra facilitador» (D. Winniccrtt) se transforme ranpotencializador de lo sano. ¿Cómoes posible pensar 'encre,arlas condicioIll~spara que la patología no se inBtale °, una vezinstalada, posibilitar que lo sano pued(\ «ser mostrable~, y"poner:loa andar»?Nos reupondEIUos:Será un desaHo accEtderanuevaEiestra1~e.gias que estimulen" desa:t'rollen, posibiliten las condicionespata que se instale la salud...2O

La intervenci6n psicopeélagógica en las f~scuelas debedirigir su .m.irada simultáneamente a sl~is inEltancias:

I

-Al sujeto aprendiente que sustenta a cada alumno.- Al sujeto enseñante que habita y nutre a cada .alumno.- A la particular relación del profesor con su grupo y sus

afumnos.-A la modalidad de aprendizaj/:! del profesor y, en conse-

cuenda, a su modalidad de enseñanza.. AJ grupo de pares real e imaginario al que pertenece el

maestro.- AJ sistl~maeducatJlVOcomo un todo.

y en est.as seis instancias debE!enfoear Ul11amirada a lasingular circulación dEtlconocimiento qUf~se estableció entrelos diversos personajes y el conocimiento,

20 :f.~eatrizRama Montaldo, «Mirar y escuchar desde la diversidad»,Revista E.Psi.B.A., WI0, Buenos Aires, :WOQ,

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'lntervenci6n psicopedagógica,(:on pJt"Ofesores E!nuna eSClIlela

.Escena 1La profesora Mar:fadic(~a la psicopedago[~aTHresa que su2d\tmnoJuan tiene un problema.

aestra María: «Tengo un chico que te:nés que ver porqueal~~"pI'oblema tendrá» (María SE!muestra angustiada).Pfric~edagoga Teresa:..,

. ])ej¡¡Lremo:a eSf;::enainconclusa para pensar e:nla posición¿le la psicope oga.

¿cwn ser:i u losici<mamiento21 adecuado donde 'reresapueda situar p( a cr,:!ar:una esc!l1chapsicopedag6gica y,con.secuencia, u intervención ,eficaz'?

Trataré dl3pensar n ustedes no tanto 10que la psicope-9lagoga deba. decir, sin en q¡:tépOfJ:il.~iónnecesita co¡:ocar8r~para poder pensar. Desde llí podrá construir una interven-~ión adecuada, libre y auto a..

"Propongoque realicemos u 'a lectura psicodramáti(:a de lasituación. .

La prime:r~ puesta E~neseen tiene por lo menos trespersonajes: a) Profesoral;b) Psico !dagoga;e) Alumno.

Cuando 11:11prof€!soradice: ~(Tengo n alumno con proble.mas», 'reresa se ubicaría en una po.sic"n que n.opermitiríatlna le:etura psicopedagógica, si come :~ara a preguntarsobre Jruan desde 131primer momento. Es ~ cir, si omitiese ElMaría, con su angustia, sus posibilidades y 'ficultades, consu responsabilidad de enseñ.ar.

A veces los psicopedagogos"o los psicólogos e las escue-l.as, aprisionados también pOJrla exigencia efici tÜ,ta, in-tentando «ayudar" al alumno Emcuestión, olvidan a ,aestroy entonces responden: ~(¿Cómose llama tu alumno. Voy ElverIo y estudiado>,.

En lugar de plantearse: «Juan tiene un problema qu

21 Dig'o"poskionamiento" y no "lugar", ya que me refiero a una actitw.so.b.i.etiva.que puede ser independiente del "lugar".

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