La educación ambiental: características y experiencias1

Por: Germán Edmundo Narváez Bravo2

Presentación.

El presente documento es el resultado de un proceso de análisis documental, de

interpretación propia y de aquella derivada de las sesiones de encuentro de estudiantes y docentes

de la maestría en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Universidad de Manizales en el

módulo de Educación Ambiental. De esta manera se presenta un aporte, de carácter individual,

acerca de lo que es la educación ambiental, su importancia y las propuestas de desarrollo de ésta.

1. ¿Qué es la educación ambiental?

Tal como lo señala la Universidad de Manizales (2016), citando a Torres Carrasco (1996) la

educación ambiental es “un proceso que le permite al individuo comprender las relaciones de

interdependencia con su entorno”. Entiéndase entonces, que si los seres humanos somos parte del

ambiente, la educación ambiental necesariamente aborda las interacciones entre sociedad y

naturaleza. De manera complementaria, la exministra de educación Vélez, C. (2005) considera que

la educación ambiental es “la vía más expedita para generar conciencia y fomentar

comportamientos responsables frente al manejo sostenible del ambiente”. Ya anteriormente, el

Ministerio de Educación Nacional (1998) había afirmado que la educación ambiental tiene en

cuenta aspectos como: concientización, conocimiento, valores, actitudes y comportamientos,

competencias y participación. Adicionalmente, la educación ambiental debe considerar el

encadenamiento de causas y efectos, la integración y la interdisciplinariedad, el sentido holístico y

la aproximación ecosistémica, la concertanción interinstitucional e intercultural y finalmente, la

construcción de una nueva ética.

De esta manera, la educación ambiental es un proceso complejo que requiere de la

interacción e integración de saberes, conocimientos y actitudes, con el propósito de “desarrollar

competencias para tratar los problemas ambientales” (Ministerio de Educación Nacional, 2005). En

este contexto, aunque en la década de los 90`s y comienzos del presente milenio, la política

educativa en el país asignaba la responsabilidad de la educación ambiental a los profesores del área

de ciencias naturales, recientemente se han empezado a observar cambios significativos. Prueba de

esto es el Programa Nacional de Educación Ambiental, liderado por los Ministerios de Educación y

Ambiente y Desarrollo Sostenible. A través de éste y de varias experiencias piloto que se han

1 Trabajo de la asignatura Educación Ambiental orientada por el profesor Luis Alberto Vargas Marín.2 Estudiante de la maestría en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, Cohorte XIII, Facultad de Ciencias Contables, Económicas y Administrativas de la Universidad de Manizales, 2015.

iniciado en diversos departamentos de Colombia, se busca que “los Proyectos Ambientales, trabajen

en la comprensión de la interacción de los diversos grupos humanos y sus impactos positivos o

negativos desde sus actividades económicas, políticas, tecnológicas por medio de las ciencias

sociales”. Igualmente se busca que las matemáticas y el lenguaje contribuya a enriquecer a los

estudiantes en cuanto al razonamiento lógico y las habilidades comunicativas. (Ministerio de

Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2015a y Ministerio de Educación Nacional, 2015)

2. ¿Cuál es la importancia de la educación ambiental y por qué se debe impulsar?

En el marco del actual cambio climático y cambio ambiental global, además de la

agudización de diversos problemas ambientales, en los que se ha evidenciado el conflicto entre la

demanda y la oferta de bienes y servicios ambientales, así como el crecimiento de la susceptibilidad

de los sistemas humanos frente a amenazas de origen natural; se hace necesario que las

generaciones actuales y futuras se acerquen al conocimiento de las conductas, estrategias y

tecnologías que podrían facilitar y prolongar unas adecuadas relaciones entre la sociedad y la

naturaleza.

De esta forma, la importancia de la educación ambiental radica en que ésta, adecuadamente

orientada, podría sentar las bases conceptuales, metodológicas y conductuales, para que las

comunidades visualicen, desde una perspectiva integradora, analítica y crítica, la diversas formas en

que la sociedad se relaciona con la naturaleza. Esto permitiría determinar, manejar y mitigar los

efectos ambientales de nuestras actividades, la susceptibilidad frente a fenómenos naturales, los

conflictos de uso de los recursos, y los condicionamientos naturales a las actividades y

asentamientos humanos, entre otros aspectos. Esto es suficiente para que la educación ambiental se

impulse no solo en el sistema formal de educación, sino también en el nivel informal.

Adicionalmente, es un aspecto que puede abordarse y solucionarse desde la eduacación ambiental

es el desconocimiento de los impactos que generan nuestras decisiones de uso de los recursos y del

medio natural. En el mismo sentido, también hay desconocimiento de las características de los

fenómenos naturales como condicionantes de las actividades y asentamientos humanos.

3. Las propuestas de educación ambiental (¿Cómo, donde, cuando, con que y con quien?)

Es claro, que las propuestas de educación ambiental deberían surgir desde dos tipos de

esuferzos: el gubernamental y el comunitario. No obstante, bien sabido es que en Colombia, estas

iniciativas surgen principalmente de esfuerzos gubernamentales. En tal sentido es de resaltar que los

principales mecanismos, que tradicionalmente se han utilizado para impartir la educación ambiental

en el país han sido los PRAE y posteriormente los PROCEDA. Recientemente con la firma del

Acuerdo Marco para la Educación Ambiental en el país, sucrito entre los Ministerios de Educación

y Ambiente, se ha planteado que un país formado desde la perspectiva ambiental debe incluir: 1) la

articulación intersectorial, 2) un proyecto matriz que consolide las estrategias educativo ambientales

y de participación (CIDEA, PRAE, PROCEDA, SINA, entre otras), 3) estímulos e incentivos a

docentes, estudiantes y comunidades, 4) cooperación e internacionalización de conocimiento, y 5)

comunicación e información (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2015b)

Así entonces los PRAE se deben desarrollar en las instituciones educativas de todo el pais

con la participación de docentes y estudiantes, mientras que los PROCEDA pueden implementarse

con comunidades interesadas a nivel local. Lo importante aquí es que, tal como lo sugiere el

Ministerio de Educación (2016) los PRAE deben articularse con el Proyecto Educativo Institucional

y con las necesidades y realidades locales. Algo que también se debe aplicar con los PROCEDA

especialmente en lo relacionado con las características sociales, productivas y ambientales locales.

Finalmente, es claro que, aunque buena parte de los recursos necesarios para la

implementación de las anteriores, y otras estrategias de educación ambiental, provienen del

presupuesto nacional aportado, hoy en día, tanto por el Ministerio de Educación como por el

Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; es importante destacar que este tipo de inciativas

no deben depender unicamente del financiamiento gubernamental, sino que las comunidades, el

sector académico y el sector productivo son responsables también del esfuerzo por lograr los

objetivos de la educación ambiental en Colombia.

4. Una experiencia de educación ambiental

En la I.E.M. Ciudadela de Pasto (Nariño), se lleva a cabo un PRAE denominado:

“Formemos ambientes sanos y acogedores” (IEM Ciudadela de Pasto, 2015). Éste tiene como

objetivo general el de desarrollar procesos de sensibilización y apropiación del entorno, da tal forma

que se propicie la participación de la comunidad educativa para la protección, conservación y

mejoramiento del ambiente escolar. Así entonces, además de ser un proyecto transversal, sobresalen

cinco procesos: 1) sensibilización, 2) reparación, diseño y elaboración de mensajes promocionales,

3) implementación de correctivos, 4) evolución de procesos y resultados, e 5) inclusión de

actividades o resultados en los planes de clase y como servicio social ambiental.

A partir de la indagación y la consulta documental, se evidenciaron varias fortalezas de esta

iniciativa de educación ambiental. Entre éstas se destacan dos: En primer lugar, el PRAE permitió

la articulación de sus acciones con cuatro proyectos del área de Ciencias Naturales, un proyecto del

área de ética y valores y un proyecto de aula. Esto facilita el diálogo de saberes y el conocimiento

de experiencias. Adicionalmente, dicha articulación favorece la optimización en el uso de recursos,

esfuerzos y tiempos de la comunidad escolar. En segunda instancia, se considera como fortaleza el

hecho de que profesores, estudiantes y las familias de éstos han sido favorablemente impactadas por

el desarrollo de este conjunto de proyectos, de tal manera que no solo se ha logrado conseguir los

objetivos, sino que se ha evidenciado un cambio cultural en la comunidad que rodea a la institución

educativa.

Por otro lado, en cuanto a los aspectos por mejorar, es importante señalar dos puntos: el

primero de ellos está relacionado con la falta de recursos económicos, lo cual es algo muy común en

las instituciones educativas, puesto que, frecuentemente estas iniciativas no tienen un

financiamiento propio y autónomo. Esto hace que muchos PRAE`s no logren completamente sus

objetivos o no tengan la continuidad temporal requerida. En segundo lugar, se observa, que si bien

se ha dado una transversalidad con otros proyectos institucionales, lo cierto es que la mayor

responsabilidad sigue recayendo en los profesores del área de Ciencias Naturales, lo cual termina

impactando negativamente las posibilidades de integración disciplinar del PRAE.

Bibliografía.

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