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LA NOVELA DE POSGUERRA Década de los 40: realismo exist encial. Década de los 50: realismo socia l. Década de los 60: novela experim ental

La novela española de posguerra (40-70)

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Principales autores y obras de la novela española de la posguerra. Incluye algunos textos de ejemplo. Para alumnos de 4º de ESO

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LA NOVELA DE POSGUERRA

•Década de los 40: realismo existencial.

•Década de los 50: realismo social.•Década de los 60: novela experimental

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DÉCADA DE LOS 40: REALISMO EXISTENCIAL• Ausencia de modelos:

Baroja, realismo tradicional (Zunzunegui).

• Realismo existencial:– Pesimismo.– Temas: soledad,

inadaptación, muerte…

• Aparecen: Camilo José Cela, Miguel Delibes, Carmen Laforet.

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CAMILO JOSÉ CELA (1916-2002)• La familia de Pascual

Duarte (1942): relato autobiográfico de un condenado a muerte.

• Tremendismo:– Hechos desagradables e

incluso repulsivos.– Protagonistas: criminales,

tarados físicos o psíquicos, prostitutas, etc.

– Lenguaje desgarrado y crudo.

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CAMILO JOSÉ CELA

• Viaje a la Alcarria (1948): libro de viajes.

• La colmena (1951): inaugura el realismo social.

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Yo señor no soy malo aunque me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda por el camino de los cardos y de las chumberas. Aquellos gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara del inocente; estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el cipo como las alimañas por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar ya.

Nací hace ya muchos años- lo menos cincuenta y cinco- en un pueblo perdido por la provincia de Badajoz; el pueblo estaba a unas dos leguas de Almendralejo, agachado sobre una carretera lisa y larga como un día sin pan, lisa y larga como los días- de una lisura y una largura como usted para su bien no puede ni figurarse- de un condenado a muerte.

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CARMEN LAFORET (1921-2004)• Nada (1945):Premio

Nadal. Una muchacha, Andrea, pasa en Barcelona su primer año de la Universidad, en un ambiente familiar sórdido y mezquino. Un año frustrante, cargado de vacío y relatado con un tono de tristeza.

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Luego me pareció todo una pesadilla. Lo que estaba delante de mí era un recibidor alumbrado por la única y débil bombilla que quedaba sujeta a uno de los brazos de la lámpara, magnífica y sucia de telarañas, que colgaba del techo. Un fondo oscuro de muebles colocados unos sobre otros como en las mudanzas. Y en primer término la mancha blanquinegra de una viejecilla decrépita, en camisón, con una toquilla echada sobre los hombros. Quise pensar que me había equivocado de piso, pero aquella infeliz viejecilla conservaba una sonrisa de bondad tan dulce, que tuve la seguridad de que era mi abuela.

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[…] La anciana seguía sin comprender gran cosa, cuando de una de las puertas del recibidor salió en pijama un tipo descarnado y alto que se hizo cargo de la situación. Era uno de mis tíos, Juan. Tenía la cara llena de concavidades, como una calavera a la luz de la única bombilla de la lámpara. En cuanto él me dio unos golpecitos en el hombro y me llamó sobrina, la abuelita me echó los brazos al cuello con los ojos claros llenos de lágrimas y dijo “`pobrecita” muchas veces… En toda aquella escena había algo angustioso, y en el piso un calor sofocante como si el aire estuviera estancado y podrido. Al levantar los ojos vi que habían aparecido varias mujeres fantasmales. Casi sentí erizarse mi piel al vislumbrar a una de ellas, vestida con un traje negro que tenía trazas de camisón de dormir. Todo en aquella mujer parecía horrible y desastrado, hasta la verdosa dentadura que me sonreía. La seguía un perro, que bostezaba ruidosamente, negro también el animal, como una prolongación de su luto. Luego me dijeron que era la criada, pero nunca otra criatura me ha producido impresión más desagradable.

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MIGUEL DELIBES (1920-2010)

• La sombra del ciprés es alargada (1947): Cargada también de tristezas y frustraciones aunque suavizadas por una honda religiosidad.

• El camino (1950): Defensa del hombre y la naturaleza frente al progreso y la superficialidad.

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Cambié de postura y me quedé mirando a Jane con impertinencia.-Es usted muy buena conmigo.Se encendieron sus mejillas un momento. Esperó a que desapareciese su rubor para contestarme:-No lo crea usted; en esto, como en todo, obro por egoísmo.Sonreí.-Hay pocas posibilidades de saber por qué se obra en la vida. Son muy complejos los móviles que informan nuestras conductas. El mismo egoísmo es muy difícil de determinar, ¿no cree?-A veces.-¿Sólo a veces? Yo estimo que en casi todos los casos se busca la propia satisfacción. Lo que ocurre regularmente es que el egoísmo tiene, como todo, sus grados y sus matices.Se sonrió en silencio. Probablemente guardaría su respuesta para sí. Era, desde luego, menos arriesgado y casi tan práctico.Rompió, alocada, una ola a nuestros pies. Jane arrojó la colilla de su cigarrillo sobre el abanico de espuma y se levantó.-Vamos; debe de ser ya hora de almorzar.

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OTROS AUTORES

• Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964): El bosque animado.

• Ignacio Agustí (1913-1974): Mariona Rebull.

• Juan Antonio Zunzunegui : La úlcera (1900-1982).

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NOVELA DE LOS 50: REALISMO SOCIAL• Las novelas ponen de

manifiesto la dureza de la vida: del mundo rural, pero también de las ciudades o el mundo del trabajo.

• Se critica la hipocresía de la burguesía y las injusticias.

• Los problemas individuales dejan paso ahora a los colectivos.

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NOVELA DE LOS 50: Cela y Delibes• Cela, La colmena (1951):

– Protagonista colectivo: ciento sesenta personajes.

– Madrid de posguerra: hambre, sexo y miedo.

– Rechazada por la censura. Se publicó en Buenos Aires.

• Delibes, El camino (1950) y Mi idolatrado hijo Sisí (1953).

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Doña Rosa va y viene por entre las mesas del café, tropezando a los clientes con su enorme trasero. Doña Rosa dice con frecuencia leñe y nos ha merengao. Para doña Rosa, el mundo es su café, y alrededor de su café, todo lo demás. Hay quien dice que a doña Rosa le brillan los ojillos cuando viene la primavera y las muchachas empiezan a andar de manga corta. Yo creo que todo eso son habladurías: doña Rosa no hubiera soltado jamás un buen amadeo de plata por nada de este mundo. Ni con primavera ni sin ella. A doña Rosa lo que le gusta es arrastrar sus arrobas, sin más ni más, por entre las mesas. Fuma tabaco de noventa, cuando está a solas, y bebe ojén, buenas copas de ojén, desde que se levanta hasta que se acuesta. Después tose y sonríe. Cuando está de buenas, se sienta en la cocina, en una banqueta baja, y lee novelas y folletines, cuanto más sangrientos, mejor: todo alimenta. Entonces le gasta bromas a la gente y les cuenta el crimen de la calle de Bordadores o el del expreso de Andalucía.

Cela, La colmena

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Comprendía Daniel, el Mochuelo, que ya no le sería fácil dormirse. Su cabeza, desbocada hacia los recuerdos, en una febril excitación, era un hervidero apasionado, sin un momento de reposo. Y lo malo era que al día siguiente habría de madrugar para tomar el rápido que le condujese a la ciudad. Pero no podía evitarlo. No era Daniel, el Mochuelo, quien llamaba a las cosas y al valle, sino las cosas quienes se le imponían, envolviéndole en sus rumores vitales, en sus afanes ímprobos, en los nimios y múltiples detalles de cada día.Por la ventana abierta, frente a su camastro quejumbroso, divisaba la Cresta del Pico Rando, hincándose en la panza estrellada del cielo. El Pico Rando asumía de noche una tonalidad mate y tenebrosa. Mandaba en el valle esta noche como había mandado en él a lo largo de sus once años, como mandaba en Daniel, el Mochuelo, y Germán, el Tiñoso, su amigo Roque, el Moñigo. La pequeña historia del valle se reconstruía ante su mirada interna, ante los ojos de su alma, y los silbidos distantes de los trenes, los soñolientos mugidos de las vacas, los gritos lúgubres de los sapos bajo las piedras, los aromas húmedos y difusos de la tierra avivaban su nostalgia, ponían en sus recuerdos una nota de palpitante realidad.

Miguel Delibes, El camino

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NOVELA DE LOS 50: Rafael Sánchez Ferlosio (1927- )

• Industrias y andanzas de Alfanhuí (1951), insólito, por su carácter lírico y fantástico.

• El Jarama (1955): Técnica objetivista. Describe un día de unos jóvenes en las orillas del Jarama. A través de los diálogos de los jóvenes en el río y de los adultos en la venta (los dos polos sobre los que discurre la novela), se pone de manifiesto el vacío y la vulgaridad de sus vidas.

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De un gallo de veleta que cazó unos lagartos y lo que con ellos hizo un niño  El gallo de la veleta, recortado en una chapa de hierro que se cantea al viento sin moverse y que tiene un ojo solo que se ve por las dos partes, pero es un solo ojo, se bajó una noche de la casa y se fue a las piedras a cazar lagartos. Hacía luna, y a picotazos de hierro los mataba. Los colgó al tresbolillo en la blanca pared de levante que no tiene ventanas, prendidos de muchos clavos. Los más grandes puso arriba y cuanto más chicos, más abajo. Cuando los lagartos estaban frescos todavía, pasaban vergüenza, aunque muertos, porque no se les había aún secado la glandulita que segrega el rubor, que en los lagartos se llama "amarillor", pues tienen una vergüenza amarilla y fría.

Rafael Sánchez Ferlosio, Alfanhuí

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El sol arriba se embebía en las copas de los árboles trasluciendo un follaje multiverde. Guiñaba de ultrametálicos destellos en las rendijas de las hojas y hería diagonalmente el ámbito del seto, en saetas de polvo encendido, que tocaban el suelo y entrelucían en la sombra, como escamas de luz. Moteaba de redondos lunares, monedas de oro, las espaldas de Alici y de Meli, la camisa de Miguel y andaba rebrillando por el centro del corro en los vidrios, los cubiertos de alpaca, el aluminio de las tarteras, la cacerola roja, la jarra de sangría, todo allí encima de blancas, cuadrazules servilletas extendidas sobre el polvo.

Rafael Sánchez Ferlosio, El Jarama

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-El Santos, ¡cómo le da! ¡Vaya un saque que tiene el sujeto! Qué forma de meter.-Hay que hacer por la vida, chico. Pues tú tampoco te portas malamente.-Ni la mitad que tú. Tú es que no paras, te empleas a fondo.-Se disfruta de verlo comer -dijo Carmen.-¿Ah, sí? Mira ésta, ¿te has dado cuenta el detalle? Y que disfruta viéndolo comer. Eso se llama una novia, ¿ves tú?-Ya lo creo. Luego este igual no la sabe apreciar. Eso seguro.-Pues no se encuentra todos los días una muchacha así. Desde luego, es un chollo. Tiene más suerte de la que se merece.-Pues se merece eso y mucho más, ya está -protestó Carmen-. Tampoco me lo hagáis ahora de menos, por ensalzarme a mí. Pobrecito mío.-¡Huyuyuy!, ¿cómo está la cosa! -se reía Sebastián-. ¿No te lo digo?-Todos miraban riendo hacia Santos y Carmen. Dijo Santos:-¡Bueno, hombre!

Rafael Sánchez Ferlosio, El Jarama

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NOVELA DE LOS 50: Luis Romero e Ignacio Aldecoa• Luis Romero, La noria

(1951): Protagonista colectivo. Barcelona.

• Ignacio Aldecoa (1925-1969), El fulgor y la sangre (1954): cinco mujeres, esposas de guardias civiles, esperan el regreso de sus maridos, angustiadas porque uno de ellos, no se sabe cuál, ha muerto.

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NOVELA DE LOS 50: Juan Goytisolo (1931- )• Juegos de manos

(1954): una visión despiadada de la juventud burguesa.

• Duelo en el paraíso (1955): sobre unos niños que, contagiados por el ambiente bélico, "juegan a la guerra".

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NOVELA DE LOS 50: otros autores• En esta década empiezan

también a publicar:– José Mª Gironella– Ana Mª Matute– Carmen Martín Gaite.

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NOVELA DE LOS 60: NOVELA EXPERIMENTAL• En los años 60 hay

cambios importantes en España:– un mayor desarrollo

económico;– más contactos con el

exterior;– la Ley de Prensa (1966)

flexibiliza la censura.

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NOVELA DE LOS 60: NOVELA EXPERIMENTAL• La novela del realismo

social resulta repetitiva.• Renovación viene de la

mano de escritores europeos: Marcel Proust y James Joyce.

• 1962: Tiempo de Silencio, de Luis Martín Santos y La Ciudad y los perros, de Mario Vargas-Llosa.

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NOVELA DE LOS 60: NOVELA EXPERIMENTAL. Características• Intención crítica, compromiso

social y actitud de denuncia.• Innovación en los aspectos

formales, el estilo y la estructura.

• Nuevas técnicas:– Monólogo interior.– Perspectivismo.– Contrapunto.– Desorden temporal, etc.

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NOVELA DE LOS 60: NOVELA EXPERIMENTAL. Autores

• Luis Martín Santos (1924-1964):– Tiempo de Silencio (1962): Un

investigador cuya carrera se ve frustrada al verse complicado en un caso de aborto en el que muere la mujer. La novela incluye una fuerte carga de crítica social (el mundo superficial de las clases altas, la ambición sin moral de las clases medias y la bajeza casi animalizada de los chabolistas).

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Solo aquí, qué bien, me parece que estoy encima de todo. No me puede pasar nada. Yo soy el que paso. Vivo. Vivo. Fuera de tantas preocupaciones, fuera del dinero que tenía que ganar, fuera de la mujer con la que me tenía que casar, fuera de la clientela que tenía que conquistar, fuera de los amigos que me tenían que estimar, fuera del placer que tenía que perseguir, fuera del alcohol que tenía que beber. Si estuvieras así. Manténte ahí. Ahí tienes que estar. Tengo que estar aquí, en esta altura, viendo cómo estoy solo, pero así, en lo alto, mejor que antes, más tranquilo, mucho más tranquilo. No caigas. No tengo que caer. Estoy así bien, tranquilo, no me puede pasar nada, porque lo más que me puede para es seguir así, estando donde quiero estar, tranquilo, viendo todo, tranquilo, estoy bien, estoy bien, estoy muy bien así, no tengo nada que desear.

Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo la maté. ¿Por qué? ¿Por qué? Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no fui.

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No pensar. No pensar. No pienses. No pienses en nada. Tranquilo, estoy tranquilo. No me pasa nada. Estoy tranquilo así. Me quedo así quieto. Estoy esperando. No tengo que pensar. No me pasa nada. Estoy tranquilo, el tiempo pasa y yo estoy tranquilo porque no pienso en nada. Es cuestión de aprender a no pensar en nada, de fijar la mirada en la pared, de hacer que tú quieras hacer porque tu libertad sigue existiendo también ahora. Eres un ser libre para dibujar cualquier dibujo o bien para hacer una raya cada día que vaya pasando como han hecho otros, y cada siete días una raya más larga, porque eres libre de hacer las rayas todo lo largas que quieras y nadie te lo puede impedir.

Luis Martín Santos, Tiempo de silencio

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NOVELA DE LOS 60: NOVELA EXPERIMENTAL. Autores• Miguel Delibes:

– Cinco horas con Mario (1966): largo monólogo interior. Carmen, la protagonista, evoca desordenadamente la historia de su matrimonio ante el cadáver de su marido, un hombre de ideas progresistas al que nunca comprendió.

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[…] gustando como gusto, me sabe mal tu indiferencia, para que te enteres. Y todavía ahora, pase, pero ¡mira que de novios!, la manita y ya era mucho, claro que no te digo besarme, que eso ni por ti ni por nadie, pero un poquito más de ardor, calamidad, aunque te contuvieras, que sólo faltaría, pero a las chicas, por si lo quieres saber, nos gusta sentiros impacientes cuando estáis con nosotras, no lo mismo que si estuvierais al lado de un bombero. Pero tú, ya, ya, mucho "mi vida", mucho "cariño", pero tan terne, como si nada, como un avefría, que acaba una por no saber lo que es control y lo que es indiferencia [...]. Y no es que yo pida imposibles, entiéndeme, que a veces pienso si en este aspecto seré una ansiosa pero procuro ser objetiva (cap. XX)

Miguel Delibes, Cinco horas con Mario

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NOVELA DE LOS 60: NOVELA EXPERIMENTAL. Autores• Juan Goytisolo:

– Señas de identidad (1966): Su estructura es muy compleja: cambios de punto de vista, monólogos interiores, textos periodísticos, folletos turísticos, informes policiales, frases en francés, alemán o inglés, páginas enteras sin signos de puntuación, entrecruzamientos de planos temporales distintos...

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Merced a los documentos y pruebas atesorados en las carpetas podías desempolvar de tu memoria sucesos e incidentes que tiempo atrás hubieras dado por perdidos y que rescatados del olvido por medio de aquellos permitían iluminar no sólo tu biografía sino también facetas oscuras y reveladoras de la vida en España (juntamente personales y colectivos, públicos y privados, conjugando de modo armonioso la búsqueda interior y el testimonio objetivo, la comprensión íntima de ti mismo y el desenvolvimiento de la conciencia civil en los reinos de Taifas.

Juan Goytisolo, Señas de identidad

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NOVELA DE LOS 60: NOVELA EXPERIMENTAL. Autores• Camilo José Cela:

– San Camilo, 1936 (1969): Un sórdido monólogo interior en segunda persona, situado en Madrid en los días de inicio de la Guerra Civil.

– Oficio de tinieblas 5 (1973):Más experimental todavía.