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Noviembre 2012 homo erectus Ante la falta de respuestas, la comunalidad se presenta como una vía para la construcción de una convivencia más amable. Los pueblos originarios de América y en especial los de Oaxaca, han convivido de manera cordial entre ellos y con la naturaleza durante cientos de años. Lo anterior pareciera ser una paradoja en un mundo dominado por el mercado, en el que todo cobra sentido a través de la ganancia y el poder intelectual y cultural como agentes transformadores parecen perder fuerza. La conciencia individual como determinante de la historia, deja de ser. El sujeto sometido a los procesos de enajenación se enfrenta cotidianamente con su insatisfacción, la falta de opciones niega su propia humanidad, la duda sobre si mismo está nuevamente como en los tiempos de guerra y depresión, encontrando como único gozo el consumo que jamás lo deja satisfecho ya que nunca podrá adquirir todo lo que desea. En los procesos de cosificación a los que se encuentra sometido los deseos superan en gran medida la capacidad adquisitiva del sujeto, aun en las clases más elevadas, en la medida que los deseos son objetos del mundo material cuyas satisfacciones resultan efímeras. En los tiempos de crisis, es sabido surge la utopía, hoy las utopías apuntan a la vida comunitaria. No tenía razón Fukuyama, no es el final de la historia, hoy la utopía se renueva y apunta a la comunidad. La esperanza surge de la posibilidad humana, es creer en él, en su experiencia y su actividad posterior, el reconocimiento del presente como la vía para alcanzar un futuro anhelado. Existir es una posibilidad, pero la acción direccionada conlleva a lo ansiado. La utopía es realizable en tanto es realizable como posibilidad. Una posibilidad que no reside, como en Sartre, en el hombre, sino que está en la materia, y en el hombre, en el interior y en lo exterior. Lo interior es la esperanza, lo exterior nos permite evaluar cuáles son la posibilidades que se nos presentan hacia una mejora determinante en la vida humana. ¿Por qué la necesidad de explotar de esta manera, la posibilidad dirigida a un mundo mejor?, pues para Bloch está claro, porque la característica central del ser humano es el anhelar una vida mejor, el “soñar despierto”, y estas ansias se realizan a través de la modificación de las condiciones sociales. “Pensar significa traspasar” esta afirmación resume el ejercicio filosófico de Bloch y resume su concepción de todo filosofar. Editorial

Homo erectus 2, año 1

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  1. 1. Noviembre2012 homo erectus Ante la falta de respuestas, la comunalidad se presenta como una va para la construccin de una convivencia ms amable. Los pueblos originarios de Amrica y en especial los de Oaxaca, han convivido de manera cordial entre ellos y con la naturaleza durante cientos de aos. Lo anterior pareciera ser una paradoja en un mundo dominado por el mercado, en el que todo cobra sentido a travs de la ganancia y el poder intelectual y cultural como agentes transformadores parecen perder fuerza. La conciencia individual como determinante de la historia, deja de ser. El sujeto sometido a los procesos de enajenacin se enfrenta cotidianamente con su insatisfaccin, la falta de opciones niega su propia humanidad, la duda sobre si mismo est nuevamente como en los tiempos de guerra y depresin, encontrando como nico gozo el consumo que jams lo deja satisfecho ya que nunca podr adquirir todo lo que desea. En los procesos de cosificacin a los que se encuentra sometido los deseos superan en gran medida la capacidad adquisitiva del sujeto, aun en las clases ms elevadas, en la medida que los deseos son objetos del mundo material cuyas satisfacciones resultan efmeras. En los tiempos de crisis, es sabido surge la utopa, hoy las utopas apuntan a la vida comunitaria. No tena razn Fukuyama, no es el final de la historia, hoy la utopa se renueva y apunta a la comunidad. La esperanza surge de la posibilidad humana, es creer en l, en su experiencia y su actividad posterior, el reconocimiento del presente como la va para alcanzar un futuro anhelado. Existir es una posibilidad, pero la accin direccionada conlleva a lo ansiado. La utopa es realizable en tanto es realizable como posibilidad. Una posibilidad que no reside, como en Sartre, en el hombre, sino que est en la materia, y en el hombre, en el interior y en lo exterior. Lo interior es la esperanza, lo exterior nos permite evaluar cules son la posibilidades que se nos presentan hacia una mejora determinante en la vida humana. Por qu la necesidad de explotar de esta manera, la posibilidad dirigida a un mundo mejor?, pues para Bloch est claro, porque la caracterstica central del ser humano es el anhelar una vida mejor, el soar despierto, y estas ansias se realizan a travs de la modificacin de las condiciones sociales. Pensar significa traspasar esta afirmacin resume el ejercicio filosfico de Bloch y resume su concepcin de todo filosofar. Editorial
  2. 2. La relacin del Estado mexicano con las actuales minoras tnicas, que son los pueblos que habitaron originalmente este territorio, es una relacin colonial de dominacin. La comunalidad que caracteriza a los pueblos originarios, ha sido ella misma la base de la resistencia contra la agresin colonial, por lo que se trata de una experiencia histrica de gran valor etnopoltico. La comunalidad es el modo de vida de los pueblos originarios en Oaxaca,1 compartido por los pueblos pertenecientes a la matriz civilizatoria mesoamericana. Este concepto no se refiere a un mbito sino a una caracterstica dentro de ese mbito, es decir, no se refiere a la vida en el mbito local, en la comunidad, sino a la forma como se vive y organiza la vida en las comunidades. El hecho de que esta comunalidad se exprese en el mbito comunitario no significa que est estrictamente reducida a l, pues la perspectiva de la autonoma de los pueblos indios basada en su reconstitucin indica la necesidad de que la vida comunal se proyecte del territorio local al regional, del espacio comunitario al tnico. La comunalidad est constituida por tres elementos: una estructura, una forma de organizacin social y una mentalidad. Esta mentalidad colectivista es el elemento a partir del cual las diferentes sociedades originarias han dado forma a su estructura y organizacin en los distintos momentos de su historia. Y esa mentalidad comunal es confrontada actualmente por el individualismo. Entonces, entendemos al individualismo como una mentalidad que tambin define estructuras sociales y formas de organizacin Percibimos a las comunidades indias como una casa cuyos slidos cimientos estn constituidos por el apretado tejido social que se conforma por las relaciones de parentesco y por la reciprocidad interfamiliar,2 mientras que la casa es la vida comunal. As, la comunidad india es entendida como un conjunto de familias que sobre la base de un tejido social intenso viven la vida comunal, al tiempo que la comunalidad es entendida como un modo de vida que se Comunalidad de los pueblos originarios de Oaxaca Benjamn Maldonado Alvarado Colegio Superior para la Educacin Integral Intercultural de Oaxaca 4 1 En el caso de Oaxaca se trata de una propuesta terica para entender a las culturas originarias y fue formulada por dos antroplogos indios. Para mayor informacin al respecto, consultar Maldonado (2002: 91-100), tambin disponible en la biblioteca del sitio www.antorcha.net 2 Miguel Bartolom (2003) ha estudiado recientemente los sistemas de parentesco de los pueblos oaxaqueos y Alicia Barabas (2003) estudi los sistemas de reciprocidad. Noviembre2012Noviembre2012 homo erectus
  3. 3. desarrolla en un contexto organizativo especfico, que es el tejido social comunitario. La comunalidad fuera de un tejido social comunitario no tiene, por tanto, muchas posibilidades de reproduccin (Maldonado, 2002: 101-115). El cimiento Las relaciones que se establecen mediante matrimonio no se reducen a relaciones entre la pareja contrayente sino que es tambin y de manera importante una relacin entre las familias de los nuevos esposos. En algunos casos se trata de una relacin interfamiliar que tiene un proceso de conformacin que puede durar aos, en los cuales se formaliza la relacin entre estas familias, como en el caso de los mixtecos (Julin, 2004). Adems de esta relacin parental, existe el parentesco ritual, comnmente conocido como compadrazgo en el que se elige a una pareja o una persona para que acompae a la familia en algn rito para alguno de sus miembros (ritos sacramentales o civiles, como las graduaciones escolares), aceptando la responsabilidad de sustituir a la cabeza de familia, cuando llegue a morir, en la atencin al miembro para el que se practic el rito. El compadrazgo establece formalmente a travs del rito una relacin especial entre los compadres y tambin entre el ahijado y su padrino. Mientras que a travs del matrimonio las familias no pueden elegir con cual familia emparentar, porque eso lo deciden los contrayentes, en el compadrazgo s es cada familia la que hace la eleccin. Estos dos tipos de parentesco amplan la parentela de cada familia y el compadrazgo lo hace de una manera exponencial, pues se puede tener decenas de compadres: por cada hijo se tiene un compadre por cada sacramento (bautizo, primera comunin, confirmacin, matrimonio e incluso muerte) y tambin por la graduacin en cada nivel escolar (kinder, primaria, secundaria, preparatoria y universidad); adems, la familia puede tener compadres sin mediacin de los hijos, por ejemplo para vestir al Nio Dios en la fiesta de la Candelaria, o padrinos de imagen para llevar a bendecir en alguna peregrinacin, o padrinos de bendicin de casa, etctera. El tejido social resultante de las relaciones de parentesco se muestra ya fuerte, pero adems, las familias establecen relaciones con otras con las que no han emparentado ni emparentarn. Esto se realiza a travs de una prctica social generalizada que es la reciprocidad, la cual ha sido considerada como la tica de la vida comunal (Barabas, 2003). Consiste en la actitud permanente y no selectiva de dar para recibir, 2 Miguel Bartolom (2003) ha estudiado recientemente los sistemas de parentesco de los pueblos oaxaqueos y Alicia Barabas (2003) estudi los sistemas de reciprocidad. 2 Miguel Bartolom (2003) ha estudiado recientemente los sistemas de parentesco de los pueblos oaxaqueos y Alicia Barabas (2003) estudi los sistemas de reciprocidad. 55 Noviembre2012Noviembre2012 homo erectushomo erectus
  4. 4. de compartir lo que se tiene para recibir lo mismo en un futuro, y se trata de una fuerte obligacin moral: todo el que recibe algo est obligado a devolver lo mismo, ya sea trabajo, dinero o alimentos. As, por voluntad, se comparte con los dems cuando se tiene algo de sobra, pero tambin se apoya cuando hay algn evento en el que se debe participar con algn don. Por ejemplo, cuando se asiste a una fiesta, cada familia sea o no pariente de la familia organizadora acostumbra llevar algn apoyo como kilos de tortillas, cajas de cerveza, litros de mezcal, bolsas de pan, dinero; la familia organizadora recibe los bienes y anota o registra la aportacin de cada familia para que en un futuro, cuando asista a una fiesta a la casa de esa familia, le lleve exactamente lo mismo que le llevaron; esto sucede incluso en los velorios. La ruptura de este intercambio es considerada una inmoralidad grave y una forma de incapacidad o de falta de deseo para ser parte de la comunidad. A tal grado es fundamental esta reciprocidad, que si se recibe un don de alguna familia indeseable o con la que se tenga algn pleito, an as se tiene que ser recproco. Obviamente, una prctica tan extendida tiene fundamentos profundos, es decir, fundamentos mticos.3 De esta manera, las relaciones de parentesco y la prctica de la reciprocidad conforman un apretado tejido social que adems se reconstituye constantemente, pues las relaciones interfamiliares y de reciprocidad son cotidianas y se reiteran en eventos como las fiestas comunitarias, que se celebran varias en el ao. La casa Teniendo como base o cimientos este tejido social comunitario, se levanta la vida comunal. La comunalidad (Rendn, 2004) tiene cuatro elementos fundamentales y distintivos: el poder comunal, el trabajo comunal, la fiesta comunal y el territorio comunal. El poder comunal: Consiste en el ejercicio local del poder y se realiza mediante dos instituciones comunales: la asamblea general de ciudadanos y el sistema de cargos, La asamblea es el mximo rgano de gobierno en el territorio comunitario, lo que significa que las autoridades comunitarias no estn por encima de ella sino que son solamente 3 En la comunidad zapoteca de San Antonino el Alto se recogi recientemente esta explicacin mtica: Despus de que Adn pec, le dijo Dios: Adn, t te vas a trabajar la tierra. Adn se fue y cuando empez a trabajarla, no se dej; el terreno temblaba y bramaba. Le dijo Adn a Dios: no quiere la tierra que la trabaje. Le pregunt Dios: qu le ofreciste a la tierra?. Nada, le contest Adn. Dijo Dios: ofrcete t mismo. Dile: deja que yo viva; hoy que estoy vivo t me mantienes, y cuando yo muera yo te mantengo a ti con mi cuerpo. Adn se fue a la tierra y le dijo lo que le haba dicho Dios. Y la tierra se dej trabajar. All comenz la costumbre de ofertar contina To Pablito pero como no le pagamos mientras vivimos, le damos, en carcter de agradecimiento, una ofrenda en el terreno antes y despus de cada cosecha. A la tierra se le brinda la ofrenda como promesa de la ofrenda ltima despus de la muerte (Prieto, 2000:90). 66 Noviembre2012 homo erectus
  5. 5. los ejecutantes de los acuerdos explcitos de la asamblea o de su voluntad implcita. La autoridad convoca a la asamblea cada vez que tiene dudas acerca de las decisiones que debe tomar o cuando los asuntos a tratar requieren del respaldo de la asamblea (Martnez, 1995; Daz, 1989). Las discusiones en las asambleas son generalmente en la lengua originaria, que es una lengua oral. Esto permite que todos los asamblestas participen y entiendan los asuntos que se tratan.4 El sistema de cargos es el sistema de puestos de gobierno comunitario.5 Todos los ciudadanos tienen la obligacin interna (no es una obligacin constitucional) de servir gratuitamente a su comunidad durante varios aos de su vida (en promedio ms de diez aos) en los diversos cargos, desde los jvenes que empiezan desempendose un ao como topiles o policas hasta los adultos y ancianos que sirven como presidentes municipales durante tres aos.6 No se trata slo de cargos civiles sino tambin religiosos y agrarios, dando por resultado que el nmero de personas que sirven en una comunidad de mil 500 habitantes, llegue a ser de 200 (Morales y Camarena, 2005). Durante su tiempo de servicio, el carguero tiene adems que hacer gastos como organizar comidas rituales y, en el caso del mayordomo, organizar y patrocinar alguna fiesta comunal. El carcter obligatorio del cumplimiento de estos cargos es estricto y todos deben cumplir con ellos cuando son electos. Incluyendo a los migrantes, quienes a veces pueden poner a un sustituto dependiendo del cargo para el que se les eligi pero que en ocasiones tienen que dejar su trabajo en los Estados Unidos o en alguna ciudad de nuestro pas, para regresar a su comunidad a ser autoridad durante un ao o tres, dependiendo del cargo. Tenemos entonces que los indios son personas acostumbradas a ejercer el poder, dado que durante varios aos son autoridades de diverso rango en la comunidad y permanentemente son parte del mximo rgano de poder, que es la asamblea. El trabajo comunal: Son dos las formas del trabajo comunal: el tequio y la ayuda mutua. El tequio es el trabajo gratuito 4 Un aspecto trascendental de la asamblea comunal es que construye a un sujeto social (la comunidad) y este sujeto real tiene por lo tanto representantes legtimos (sus autoridades) cuando han sido elegidos por este sujeto. En esta perspectiva, la ausencia de una asamblea por cada distrito electoral hace que no exista un sujeto social que pueda ser legtimamente representado por un diputado dentro del poder legislativo de la nacin; o el hecho de que los grupos etnolingsticos no estn articulados como pueblo a travs de una asamblea, impide que haya representantes de cada grupo y es la base para mostrar la ilegitimidad de quienes se ostenten como representantes de los indios o de algn pueblo originario. No se trata slo del tipo de eleccin sino de la construccin del sujeto a travs de una asamblea real y activa. 5 Un profundo estudio etnohistrico de este sistema en Oaxaca fue realizado por John Chance y William Taylor (1987). 6 Cristina Velsquez (2000) ubica 7 tipos de cargos: los de administracin de justicia (Alcalde y suplentes, secretarios), los de Ayuntamiento (Presidente municipal, agentes, Secretario, sndico, regidores, comandante de polica, topiles), los agrarios (Presidente del Comisariado de Bienes Comunales o del ejido, presidente del Consejo de Vigilancia, encargados de unidades de aprovechamiento forestal, etc.), los religiosos (Mayordomos, fiscales, sacristanes, Mayor de Iglesia, topiles, madrinas, etc.), los de gestin para el desarrollo (comits de salud, de las escuelas, de la tienda comunitaria, de agua potable, etc.), los de intermediacin (Tiquitlato, embajador, etc.) y los de festividades (Junta patritica, de festejos, etc.). Adems estn los consejos de ancianos, principales o caracterizados. Como servicio exento de cargo estn los msicos de la banda. 7 Noviembre2012 homo erectus
  6. 6. que todos los ciudadanos tienen obligacin de dar para realizar obras de beneficio comunitario. Cuando las autoridades municipales convocan a realizar tequio para reparar el camino de acceso, acarrear material de construccin, hacer zanjas o pintar algn edificio pblico, los ciudadanos deben asistir durante todo el da con sus instrumentos de trabajo. Algunas comunidades tienen das fijos para hacer tequio sin necesidad de convocatoria, por ejemplo todos los domingos, y en otros casos la autoridad convoca mediante aviso con los topiles o repicando la campana de la iglesia o tocando el cuerno de toro o el caracol. Si alguna persona no asiste debe justificar su falta y generalmente pagar una multa o compensar su inasistencia, pero si alguien se niega a asistir al tequio puede llegar a ser encarcelado. Cuando el trabajo gratuito y moralmente obligatorio no es para obras de beneficio comunitario sino para beneficio familiar, se llama ayuda mutua y tiene diversos nombres en las lenguas originarias, siendo el ms conocido el de guelaguetza.7 Cuando alguien va a construir por ejemplo una casa, llama a varios familiares y vecinos para que le ayuden gratuitamente. Durante la obra les debe dar de comer y tomar, y cuando alguno de ellos requiera su apoyo, tiene la obligacin moral de acudir. En estas obras no hay ni puede haber pago alguno, porque por un lado se recurre al trabajo gratuito recproco precisamente por carencia de dinero, y por otro lado porque la mediacin del dinero rompera la reciprocidad: una relacin pagada no tiene por qu ser recproca. Prcticamente son incontables las horas que durante su vida trabaja una persona haciendo obras de beneficio para su comunidad o para familias, y al igual que en el ejercicio del poder, este trabajo se dona con gusto, por gusto, de manera que en los tequios y obras familiares la alegra est siempre presente, generalmente concluyendo con comer platillos preparados por las mujeres y tomando cerveza o mezcal. Es muy comn que los nios asistan a las asambleas por momentos as como a los tequios, compartiendo y aprendiendo as el gozo y el peso de ser comunidad. El cumplimiento de las obligaciones est ntimamente ligado al otorgamiento de derechos: una persona que no cumple con sus obligaciones, no tiene derechos. Quien se aleja de la comunalidad se asla de la comunidad, es decir que quien se niega a expresar constantemente su deseo de ser parte de la comunidad a travs de la participacin en la vida comunal, est expresando su deseo de no ser parte integral de esa comunidad, por lo que es rechazado y puede llegar a ser desposedo de sus terrenos e incluso expulsado de la comunidad. Es el fondo individualista del conflicto, ms que su apariencia religiosa, lo que ha provocado expulsiones en comunidades de Oaxaca. 7 Como un espectculo turstico creado en 1932, se llama Guelaguetza a una fiesta gubernamental organizada cada ao el tercer y cuatro lunes de julio, consistente en presentar danzas y bailes de diversas regiones. Se le dio ese nombre porque los grupos de baile llevan productos regionales que reparten entre el pblico al final de su actuacin (Lizama, 2002). Pero la guelaguetza (llamada tambin guesa, gozona o mano vuelta) es una antigua prctica de ayuda mutua interfamiliar, que no tiene una fecha nica de realizacin. 8 Noviembre2012 homo erectus
  7. 7. En las comunidades se vigila celosamente que todos cumplan con sus obligaciones no solamente para constatar la reiteracin del deseo de ser comunidad, sino adems porque es un mecanismo de igualacin simblica: no existe ninguna comunidad de iguales y la desigualdad puede romper la unidad cuando no es controlada, por lo que el cumplimiento general de obligaciones iguala a los desiguales de manera simblica. No importa que se trate de un campesino pobre o del dueo de una tienda, todos tienen obligacin de cumplir con el poder y el trabajo comunales, y ese cumplimiento los hace suficientemente iguales para ser comunidad. Por ello es que la comunidad vigila que no haya quien evada sus obligaciones, porque ese hecho desnuda a la desigualdad, muestra que alguien tiene privilegios que ninguno debe tener. La fiesta comunal: Las fiestas en las comunidades (no las ceremonias cvicas sino las festividades patronales y religiosas) son comunales por varios motivos: uno es que se organizan siempre en un contexto de comunalidad, es decir de ayuda mutua y reciprocidad, y otro es que aunque se trate de fiestas familiares como bodas o bautizos, las puertas de la casa estn abiertas a recibir a todo el que quiera asistir y no son selectivas. En el modo de vida comunal las fiestas juegan un papel trascendental porque tambin son los momentos en que se vive la expresin de la identidad en varios aspectos reunidos, como la msica, danza, vestido, gastronoma, lengua y comunalidad. Y estos momentos duran varios das cada uno y son bastante frecuentes, pues debemos considerar que si bien son varias las fiestas comunitarias y familiares que se organizan anualmente en cada comunidad, no son las nicas en las que se participa, pues la gente de cada comunidad asiste a fiestas de las comunidades vecinas. Esta relacin festiva intercomunitaria es la que, junto con la relacin de intercambio comercial, han constituido la base principal en la construccin social de las regiones intertnicas. El territorio comunal: Finalmente, el cuarto elemento fundamental de la comunalidad es el territorio. Es comunal porque generalmente no est dado por el gobierno mexicano en propiedad individual a cada habitante de la comunidad sino que est dado como terreno comunal e indivisible a la comunidad, representada por sus autoridades agrarias. Cada comunidad otorga terrenos y reconoce como poseedores legtimos a cada familia, pero cuando sta incumple sus deberes puede desposeer a la familia, recuperando el terreno del que es propietaria reconocida. Pero el terreno comunitario y regional, en general el territorio tnico, no slo es comunal por su tipo de propiedad agraria sino tambin por la expresin de lo sobrenatural que hay en l. Todas las comunidades tienen en su territorio distintas formas de presencia sagrada y sobrenatural (Barabas, 2003a). Las cosmovisiones originarias estn basadas 9 Noviembre2012 homo erectus
  8. 8. precisamente en la idea de que la vida se hace no por una relacin binaria Hombre Naturaleza en la que el humano domina a lo natural, sino que se hace por una relacin tripartita entre humanos naturaleza sobrenaturales, y stos no pueden ser dominados por los humanos, de manera que la relacin entre las tres partes debe ser de convivencia y mutuo conocimiento (Maldonado, 2004). Lo sobrenatural ocupa el territorio natural y para convivir con ellos debemos los humanos de pedirles permiso y tratarlos con respeto, lo que se hace a travs de rituales mediante los cuales se establece tambin una relacin de reciprocidad: al dueo del rayo se le dan ofrendas para que en reciprocidad haga llover cuando es necesario. Los cuatro elementos caractersticos del modo de vida comunal completan el tejido social conformado por la estructura comunitaria y en conjunto constituyen la forma de ser comunal en las comunidades originarias. Como hemos podido ver, la caracterstica ms frecuente de la comunalidad es la donacin de trabajo: se trabaja gratuitamente siendo autoridad en algn cargo, tambin dando tequios y apoyos recprocos en obras y en fiestas. Esta donacin constante de trabajo es sumamente pesada pero siempre se hace con gusto. El gusto es una categora de anlisis indispensable para entender la vida comunal, pues las pesadas obligaciones se hacen con gusto, e incluso por gusto se gasta ms o se trabaja ms para compartir con la parentela o con la comunidad. Cuando se patrocina una fiesta comunitaria, la familia gasta a veces su presupuesto de varios aos, pero lo hace con gusto, lo que significa no solamente que lo hace con alegra sino con voluntad. Es frecuente que familias de escasos recursos no esperen a ser electos para patrocinar una fiesta y lo pidan, habiendo casos de comunidades en que ya se han anotado patrocinadores de la fiesta grande para los prximos 10 20 aos. De una manera esquemtica podemos decir que mientras la cultura de los pueblos originarios es comunal, el modo de vida de los no-indios es individual, lo que permite identificar a los indios en Oaxaca: ms all de la continuidad o prdida de la lengua originaria como primera lengua, identificamos a los indios por su ser comunal, por la estructura comunal de su sociedad y sobre todo por la participacin personal y familiar en la construccin y reconstruccin de esa estructura comunal. La prdida lingstica resultante de dcadas de dominacin etnocida afecta profundamente la reproduccin cultural, pero a estas transformaciones culturales puede subsistir la estructura social comunal. Un ejemplo es el sistema de eleccin de autoridades municipales: desde 1995 el gobierno oaxaqueo acept legalmente que en 418 de los 570 municipios que conforman el estado de Oaxaca dicha eleccin no se haga por el sistema de partidos polticos sino conforme a su prctica tradicional, llamada de usos y costumbres que consiste en poder elegir a sus autoridades sin necesidad de urnas ni de partidos polticos sino en asamblea comunal y de acuerdo a las reglas del sistema de cargos. Esto significa que 418 municipios estn organizados de acuerdo a la tradicin comunal, pero no 10 Noviembre2012 homo erectus
  9. 9. son 418 sino 250 los municipios en los que ms de la mitad de su poblacin fue registrada como hablante de alguna lengua indgena en el censo gubernamental del ao 2000. Resulta entonces que en 168 municipios de tradicin comunal la lengua originaria se ha ido abandonando. El individualismo desarraiga con ms fuerza que la prdida lingstica a los miembros de los pueblos originarios de su ser indio, pues implica una forma y un concepto de vida incompatible e intraducible con respecto a la pesada vida comunal La comunidad es el mbito natural de la vida comunal. Fuera de ella no existen las condiciones estructurales para que se reproduzca (Maldonado, 2002). Esas condiciones adversas son las que se encontraron los migrantes oaxaqueos y son las que revirtieron de diversas maneras. La comunidad oaxaquea fue rota por el desarrollo capitalista y su restitucin est cimentada en la vida comunal. Bibliografa Barabas, Alicia 2003 La tica del don en Oaxaca. Los sistemas indgenas de reciprocidad, en: La comunidad sin lmites, S.Milln y J.Valle (Coords.), INAH, Mxico. 2003a Etnoterritorialidad sagrada en Oaxaca, en: Dilogos con el territorio. Simbolizaciones sobre el espacio en las culturas indgenas de Mxico, A.Barabas (Coord.), Vol. I, INAH, Mxico. Bartolom, Miguel 2003 Sistemas y lgicas parentales en las culturas de Oaxaca, en: La Comunidad sin Lmites. Estructura social y organizacin comunitaria en las regiones indgenas de Mxico vol.I, S.Milln y J.Valle (Coords.), Mxico: INAH. Chance, John y William Taylor 1987 Cofradas y cargos: una perspectiva histrica de la jerarqua cvico-religiosa mesoamericana. Suplemento de Antropologa, boletn del INAH Nm.14, mayo-junio. Daz, Floriberto 1989 Principios comunitarios y derechos indios, en: La visin india. Tierra, cultura, lengua y derechos humanos. Leiden, Holanda: Musiro. Julian Caballero, Juan 2004 El Sampalil (alianza matrimonial Mixteca), en: Los Pueblos Indgenas de Oaxaca, Atlas etnogrfico, A.Barabas, M.Bartolom y B.Maldonado (Coords.), Mxico: INAH-FCE-SAI Lizama, Jess 2002 La mxima fiesta de los oaxaqueos. Algunas consideraciones sobre la Guelaguetza de los Lunes del Cerro, en: Cuadernos del Sur nm.17, Oaxaca. Maldonado, Benjamn 2002 Autonoma y comunalidad india. Enfoques y propuestas desde Oaxaca. INAH-Oaxaca / Secretara de Asuntos Indgenas del gobierno del estado / Coalicin de Maestros y Promotores Indgenas de Oaxaca / Centro de Encuentros y Dilogos Interculturales. Oaxaca. 2004 Lo sobrenatural en el territorio comunal. Propuestas para el estudio de la geografa simblica en la educacin intercultural de Oaxaca. Oaxaca: Fondo editorial del Instituto Estatal de Educacin Pblica de Oaxaca, Col. Palabras Mnimas. Martnez Luna, Jaime 1995 Es la comunidad nuestra identidad?, en: Ojarasca No. 42-43, marzo abril, La Jornada, Mxico. Morales, Teresa y Cuauhtmoc Camarena 2005 Negociando el futuro: los cambios en el sistema de cargos de Santa Ana del Valle, Oaxaca, en: Humanidades nm.3, Revista del Instituto de Investigaciones en Humanidades de la Universidad Autnoma Benito Jurez de Oaxaca. Prieto, Ana Mara 2000 Vivimos para morir, morimos para vivir. Vida-muerte-vida, realidad indisoluble para los zapotecas de San Antonino el Alto, Oaxaca. Chihuahua: Instituto Chihuahuense de la Cultura - Instituto Oaxaqueo de las Culturas, Col. Solar, Serie Horizontes. Rendn, Juan Jos 2004 La comunalidad o modo de vida comunal de los pueblos indios. tomo I. Mxico: Direccin General de Culturas Populares e Indgenas. Velsquez, Cristina 2000 El nombramiento. Las elecciones por usos y costumbres en Oaxaca. Oaxaca: Instituto Estatal Electoral. 11 Noviembre2012 homo erectus
  10. 10. Es posible transformar la escuela? Contribucin al Foro sobre la educacin intercultural. Elsie Rockwell Las races de la Coalicin de Maestros y Promotores Indgenas (CMPIO) de alguna manera coinciden con mis races en el campo educativo, particularmente en la educacin indgena. Yo trabaj en el IIISEO , en 1970. En aquellos aos se comenzaban a gestar algunas ideas a contracorriente de lo que era la poltica de la castellanizacin de este tiempo. Hoy, regreso con otra mirada, con un nuevo intento de rescate de esa experiencia, despus de algunos aos de investigacin. Los portadores: un punto de partida para repensar la educacin. Deseo primero recordar un aspecto especfico de la experiencia del IIISEO que es para m un punto de partida necesario para reorientar la educacin, para fortalecer el movimiento pedaggico , y para lograr las propuestas que han planteado en esta mesa los otros conferencistas. Me refiero a lo que yo aprend de los jvenes que estuvieron en esa institucin en ese momento, a quienes llamaban portadores. Eran jvenes monolinges de comunidades indgenas, trados a la capital para formar un grupo piloto en el desarrollo mtodo de castellanizacin. Estuvieron internados en el instituto por varios meses. Con ellos trabaj y tuve una intensa interaccin. Ellos estaban en proceso de aprender el espaol y, sin embargo, fueron ellos quienes ms me ensearon de la vida y cultura indgena. Recuerdo uno de ellos, Benigno, que hoy lo he vuelto a ver despus de treinta aos. A l quisiera dedicarle estas palabras, en agradecimiento de lo que me ense en ese tiempo. Benigno era pastor; tendra unos 16 aos haba dejado sus cien palabras encargadas en su pueblo para poder ir a la escuela ir al IIISEO; fue una decisin muy difcil. De l escuch por primera vez la frase: Mi escuela, el campo. Fue el primero que me mostr cun sensible puede ser la percepcin, la vista, el odo, el tacto, para quienes han aprendido en esa escuela del campo. Caminbamos un da por las vas del tren, por ejemplo, y me dijo: viene un tren El ferrocarril tard unos quince minutos en llegar; yo no lo haba percibido pero l s, con esa agudeza de sensibilidad que tiene solamente una persona que ha aprendido a escuchar y sentir todos los sonidos del campo. Benigno fue tambin el primero en mostrarme que lo significativo para un nio del campo, un nio indgena, no son solamente la milpa y las cabras, el mundo que fsicamente lo rodea, sino tambin aquel mundo simblico que incluye una gran cantidad de saberes sobre lo que queda 12 Centro de Investigacin y de Estudios Avanzados del I.P.N.
  11. 11. ms all de la comunidad. Benigno tena mucha informacin sobre la Ciudad de Mxico (de donde yo provena). Estaba enterado de que ah haba un mercado enorme, La Merced, y saba que ah se construan casas encima de otras casas. Las dibujaba y me preguntaba cmo poda ser eso. Mucho de lo que me comunic lo plasmaba en dibujos y en acciones, con una inteligencia especial propia de un joven adolescente en busca de un saber que le fuera til. Al cabo de nueve meses, Benigno hizo una evaluacin de la escuela que se le ofreca y decidi no continuar. Regres a su pueblo, donde ya encontr slo una veintena de cabras. Regres a la escuela del campo donde haba aprendido de sus tos y abuelos cmo leer las nubes, cmo leer el cielo, cmo leer los sonidos y los pjaros, cmo escuchar lo que decan los animales que cuidaba y los animales que los amenazaban, cmo sobrevivir en ese mundo. La escuela que le ofrecamos no le serva. Recuerdo otra de las portadoras . Se llamaba Mara Ins y tendra 13 aos. La decisin de que fuera a la escuela del IIISEO fue tomada colectivamente en su familia. Hablaron largamente con los padrinos, y una monja que les aconsejaba que el lugar a donde iba a llegar era un lugar seguro, en donde ella poda aprender. En su cara era evidente el deseo de aprender y el compromiso con la desicin que tomaba su familia. Sin embargo una vez en la capital oaxaquea, ella tambin se percat de la situacin de discriminacin y enajenacin imperante. Vivi slo dos meses en el Instituto, con un profundo sentido de dignidad ante lo que vea y lo que pasaba. Un da lleg su pap por ella y la llevo de regreso a su pueblo, un pueblo mixteco bellsimo, aislado, que luchaba por el derecho sobre sus tierras en esa poca. Unos meses ms tarde, Ins me envi una carta le haba dictado a alguno de la comunidad que saba escribir. En la carta, me peda un Cdigo agrario. El suyo era un pueblo en que la capacidad de leer y escribir se haba apropiado colectivamente. Se recurra a ello cuando era necesario, pero no se tena la nocin de que todo el mundo tiene forzosamente que aprender a leer y a escribir. En cambio, la libertad y la dignidad eran irrenunciables. Tambin su ejemplo nos da mucho en qu reflexionar. Haba muchos otros portadores, cada uno con su historia. Voy a mencionar slo el caso de una nia, cuyo nombre no recuerdo, que representa otra estrategia de apropiacin necesaria para sobrevivir como indgena en ste pas. Esta nia tena una increble capacidad, cuando lleg, de ocultar el hecho de que entenda y hablaba el espaol. Como su familia saba que el requisito para quedar en la escuela era ser monolinge, pero le interesaba la posibilidad de estudiar, le haban aconsejado no mostrar que hablaba el espaol. Tambin es posible aprender algo, y aprender al mismo tiempo a ocultarlo. Esta nia hubiera querido quedarse, pero, cuando se descubri que si entenda el espaol, y con ello, que no cubra el perfil para el desarrollo del mtodo del IIISEO, ya no la aceptaron. Hace treinta aos, cremos que todo este mundo iba a desaparecer: la lengua, los indios, el trabajo en el campo. Adems del gobierno, la 13
  12. 12. izquierda tambin pensaba que los campesinos estaban en plena va de proletarizacin. Sin embargo, no ha ocurrido; la terca dignidad indgena sigue an viva, sigue an en lucha, ahora ms que nunca. Pero, si cabe preguntarnos: Qu escuela les ofrecemos? Qu significa la escuela en nuestra sociedad para nosotros, y qu significa para estos muchachos y muchachas? Considero que ste debe ser el punto de partida para orientar nuestro pensamiento en torno a la educacin que les ofrecemos. Primero, hay que recordar que la educacin escolar no es la nica educacin en la comunidad indgena. Incluso, al entrar en contacto con el mundo hispanohablante, los nios han estado aprendiendo lo necesario para sobrevivir en un mundo que ha sido terriblemente injusto con ellos. Ante ellos, Cmo debemos entender su experiencia en la escuela? Por tratarse de una enseanza en lengua ajena, sabemos que lo que ocurre muchas veces con los nios y nias indgenas en la escuela es una especie de simulacin de aprendizaje. Varios jvenes adultos han escrito testimonios acerca de cmo aprendieron a leer, o ms bien, a vocalizar, palabras escritas, sin comprender para nada lo que decan. O bien, cmo aprendieron a hacer cuentas siguiendo una receta, sin saber para qu serva ese conocimiento, ni cul era el sentido de esa operacin. Pero no solamente esto, exige algo ms grave. A veces las escuelas se convierten en lugares que detienen el aprendizaje porque para algunos el mensaje soterrado es: aprendan que no tienen capacidad de aprender, aprendan que lo que saben no tiene valor. En otro sentido, las escuelas impiden que los nios aprendan lo que podran aprender en otros lugares, de no ir a la escuela, es decir, el tiempo destinado a las clases se le resta al tiempo en el campo, en la milpa o en el trabajo, donde los nios aprenden de los abuelos, de los padres, de los tos, los saberes necesarios para vivir en comunidad. Pensemos en estos jvenes que dejan la escuela por una decisin propia que tiene que ver con una evaluacin profunda de la pertinencia de lo que les ofrece la escuela, o bien porque rechazan la violencia que la escuela puede significar en su propia formacin. Ello nos hara plantearnos serias dudas en torno a la escuela que estamos ofreciendo. Nosotros seguimos creyendo, por haber sido formados en el sistema escolarizado, que la escuela es un bien en s mismo. Sin embargo, debemos tener mucho cuidado. Puede fabricarse un nuevo engao, ofreciendo una escuela que ni entrega el conocimiento acadmico, ni da la posibilidad de construir otros conocimientos propios. No se trata solamente de discutir qu contenidos est manejando esta escuela (que desde luego es una discusin importante). Tambin es necesario cuestionar las formas pedaggicas que se desarrollaron en su interior, en contraste con las maneras en que los nios aprenden cosas en otros contextos. Sabemos que todos los nios y jvenes sufren esta disyuntiva entre los aprendizajes significativos que construyen, por ejemplo, con sus amigos, y lo que se supone que deben aprender en la escuela. Esto nos lleva a repensar esa caja negra que contiene a las propuestas educativas. Qu estamos haciendo en ese espacio? Qu es la escuela? 14 Noviembre2012 homo erectus
  13. 13. De dnde sali? Por qu tiene la forma que tiene? Por qu tiene los grados que tiene? Por qu la escuela primaria tiene esa estructura piramidal que excluye a tantos a lo largo de su trayectoria? Por qu ahora, la escuela secundaria, al hacerse obligatoria , sigue excluyendo a muchos? Por qu tiene la escuela esa funcin de exclusin obligada? De qu manera podemos repensar esta escuela? Es necesario regresar a construir historia de la escuela y tratar de llegar a entender cmo llego a ser lo que ahora es. Porque esta escuela no siempre ha sido la misma, tiene unos cien aos de existir de la manera que la conocemos nosotros. Sabemos bien, los que revisamos la historia, que las sociedades cambian, se transforman. La escuela como institucin tambin est actualmente en proceso de una transformacin, invisible pero radical. Tal vez por desgracia, es una transformacin que no va en el sentido que nosotros quisiramos que fuera. Algunas transformaciones actuales de la escuela. El problema es que otros tambin estn empezando a transformar a las escuelas. Por ejemplo, el tema de la privatizacin. Existen muchas maneras de privatizar las escuelas. Probablemente el gobierno no va a ser tan torpe como de pronto ofrecer todo el sistema escolar al mejor postor. Quin la comprara? Sin embargo, hay maneras ms sutiles de privatizar, algunas muy dolorosas. Por ejemplo, al no ser suficiente el sueldo de los maestros se les obliga a privatizar una parte de su tiempo en la escuela para vender otras mercancas. Esta tendencia se ha iniciado, y probablemente permanezca, an si se aumentaran los sueldos. Es una versin local de la tendencia que se observa tambin en los Estados Unidos, sobre todo en las escuelas de los barrios ms pobres. Hay escuelas en las que las grandes empresas donan redes de televisin cerradas. En cada aula hay un monitor, lo cual puede parecer como un avance hacia la tecnologa moderna. Sin embargo, la condicin que ponen los proveedores es que en esas redes se puedan presentar continuamente los comerciales. Ello les permite aumentar las ventas a un auditorio consumidor cautivo. Tambin ofrecen sus productos como bonos y premios que los maestros pueden dar a los mejores estudiantes. sa es otra manera de privatizar, y no crean que este fenmeno est muy lejos de aparecer en nuestras escuelas. Otras agencias tambin estn proponiendo cambios y proyectos para las escuelas. Las instituciones internacionales, por ejemplo, el Banco Mundial, ya no estn pensando de la misma manera que antes. Todas estn muy interesadas en proporcionar recursos para la educacin de los pobres, particularmente en el caso de los indgenas, y las nias y mujeres. Nos preguntamos acerca de este inters. Al leer sus informes, uno empieza a entender, pues sus investigaciones han mostrado que mientras ms educacin reciban las mujeres humildes menos hijos procrean. En consecuencia, habr menos bocas para alimentar, menos problemas de salud, menos problemas de delincuencia. Por lo tanto, habra menos demanda de gasto social global. Las cuentas son claras. Resulta ms barato escolarizar que poner hospitales o sostener crceles; ms barato escolarizar que realmente atender las necesidades bsicas de toda una poblacin. En realidad, cuando estas instituciones hablan de escolarizar poco les importa qu es lo que aprenden los nios, porque lo que se entiende por escolarizar es otra cosa. Se trata de dar otro modelo de vida distinto al que tienen los campesinos e indgenas, fomentar otros hbitos y otras pautas 15 Noviembre2012 homo erectus
  14. 14. de consumo, y, sobre todo, impedir que los nios sigan emprendiendo en la escuela del campo. Es importante conocer bien estas polticas internacionales porque corremos el riesgo de luchar contra un fantasma. Por ejemplo, el discurso homogenizador ya no existe, ahora est en boga un discurso de la diversificacin de la oferta educativa. Las instituciones internacionales y nacionales estn buscando todos los medios para ofrecer educacin bsica. Sin embargo, la poltica educativa actual es distinta a la de hace unas dcadas. La consigna de una enseanza homognea para todos ya no se aplica. La poltica ahora apoya la diferenciacin. Se ha legitimado la bsqueda de diferentes opciones para atender a la poblacin (programas, materiales, organizacin de gestin). Estas polticas son acordadas a nivel internacional y las asumen las autoridades mexicanas. Entre otras cosas, los tratados internacionales recientes proponen una mayor la participacin de los particulares y de las organizaciones no gubernamentales, al margen de las instituciones educativas pblicas tradicionales. Para algunos, parecera ser el cambio que se ha esperado, despus de muchos aos en que se ha negado la diversidad cultural del pas. Sin embargo, esta diferenciacin tambin puede generar una desigualdad en la calidad de la educacin. Citar slo un ejemplo, el de muchos padres indgenas que se quejan cuando sus hijos reciben los certificados de sexto, sin saber nada. Mxico en tanto que pas tiene que acreditarse espacios internacionales, ofreciendo estadsticas del incremento anual en las tasas de eficiencia terminal. No importa mucho si ese certificado es una farsa. En este siglo el discurso oficial en el mbito educativo ya no es de homogenizacin, entre otras cosas, porque la homogenizacin tiene ahora otras vas, por ejemplo, la televisin, la obligada emigracin a los Estados Unidos para poder sobrevivir, la vigilancia del ejrcito; las economas del narcotrfico, o el trfico de armas y seres humanos. La poltica educativa puede tener otras consecuencias. Puede distinguir y diferenciar, para seguir excluyendo, de otra manera. Los debates sobre educacin en la mesa de San Andrs Los acuerdos de San Andrs son un documento que se ha presentado como la avenencia entre el EZLN y gobierno federal. En realidad, eso fue lo menos importante del proceso de Dilogo que se dio en San Andrs. El EZLN reuni a cientos de delegados de organizaciones indgenas y de la sociedad civil provenientes de todo el pas, para a ponerse de acuerdo en torno a los temas planteados en el dilogo. Lo que sucedi en San Andrs fue, ante todo, un acuerdo entre grupos indgenas en torno a estos temas, que despus pasaron a ser negociados con el gobierno. Los funcionarios del gobierno hicieron sus propias propuestas, y desde luego record las propuestas de la otra parte. Sin embargo, quedaron los documentos acordados entre los dirigentes de los pueblos indgenas. En Cuanto al tema de educacin, primero, los invitados aclararon que era importante reconocer los propios procesos de educacin de los pueblos, los tiempos y lugares en que se transmiten saberes y valores culturales propios. No rechazaron la escuela, al contrario, sta segua siendo una demanda legtima, pero bajo nuevos criterios, tres cosas destacaron en los documentos presentados por los grupos indgenas invitados a la mesa por el EZLN. Proponan educacin intercultural, s, pero para todos, es decir, a diferencia de la opcin vigente, somos los no-indgenas lo que tenemos que aprender acerca de la cultura y las lenguas indgenas. Toda otra opcin sealara una discriminacin. Propona una participacin real de los pueblos indios en la determinacin de los contenidos y 16 Noviembre2012 homo erectus
  15. 15. las modalidades educativas, al nivel de las comunidades y los pueblos, no slo de los profesionales indgenas. Los asistentes plantearon que no se debera decidir en esa mesa cmo sera la educacin, sino acordar que seran los pueblos indios los que deben decidir cmo hacer la educacin. Buscaban una posibilidad real de que los ancianos, las mujeres, los jvenes, en las asambleas comunitarias, todo lo que pueda constituirse en un pueblo, pudieran deliberar, pensar, y llegar a consensos acerca de la educacin. Pedan tambin tener mayor control local sobre los maestros, mediante la posibilidad de ratificar o en su caso destituir a los maestros desde las comunidades. Esta era una demanda reiterada de las comunidades, y de hecho, ya la ejercen muchas. Levantan actas sobre los motivos para rechazar la permanencia de un maestro. Abundan las razones que los respaldan en su decisin: ausentismo constante, mala docencia, castigos corporales, falta de respeto, alcoholismo, violacin, injerencia en asuntos locales, manipulacin de la gestin de proyectos, cooptacin de votos, ligas por fuerzas paramilitares, entre otras. La frecuencia de estas denuncias hace pensar en problemas que rebasan el de la tica personal, y no llevar al terreno de lo estructural. La estructura centralizada y vertical de gestin, tanto administrativa como sindical, hace inevitable la recurrencia de este tipo de quejas. Estos planteamientos quedaron muy matizados en los Acuerdos de San Andrs, donde se cortaron y se mezclaron con las ofertas gubernamentales. Desde luego, en los recientes cambios constitucionales, que no respetaron ni los Acuerdos ni la llamada Ley Cocopa, no aparece el consenso que se logr. Ahora depender de la consolidacin de las autonomas reales la posibilidad de que los pueblos indios tengan voz en la poltica y la prctica de la educacin. Sin duda las autoridades no tomaran en serio los tres puntos anteriores. Sin embargo no debe ser as desde la sociedad civil, o bien desde un movimiento autnomo que pueda vencer muchos obstculos en este camino que se comienza a construir. Frente a este nuevo discurso oficial, tenemos el reto de construir un nuevo lenguaje, una nueva manera de pensar. No es posible organizar un movimiento nuevo con los antiguos argumentos, ni con los antiguos mtodos de lucha. Sobre todo, no es posible circunscribir la accin a las esferas institucionales. El problema est exigiendo otra cosa, desde el reclamo hacia la pertinencia de lo que se aprende y se ensea a los nios, hasta la posibilidad de hacer real la participacin, (hasta ahora circunscrita a las consultas) en la determinacin, la defensa y la evaluacin de los servicios educativos por parte de los propios pueblos indios. Examinando la poltica cultural del rgimen actual Lo que puedo aportar en esta ocasin se limita a este punto. Creo que es necesario tener mayor informacin sobre lo que se est tramando en otras partes en torno a la educacin de los pueblos indgenas. Un documento que 17 Noviembre2012 homo erectus
  16. 16. ejemplifica las ideas que subyacen a la poltica educativa del pas es la propuesta elaborada el ao pasado por las que llamaron comisiones de transicin del equipo de Vicente Fox. Recordemos que antes de tomar el poder, el ahora presidente tena un equipo elaborando polticas en cada uno de los sectores; una de esas polticas era la educativa. Una parte del escrito que elabor se titula Educacin Intercultural. Veamos en qu coincide con y en qu difiere de las preocupaciones expuestas aqu. El documento ya no expone la doctrina tradicional de la integracin indgena. Claramente, fue redactado por quienes han ledo y conocido el debate y los avances en educacin indgena en todos los pases latinoamericanos, as como los pronunciamientos internacionales a favor de la diversidad y la flexibilidad de opciones educativa y de la pertinencia y el valor del bilingismo. Este documento: -Reconoce la deficiente calidad y eficiencia de la educacin a los pueblos indgenas, incluyendo la falta de pertinencia en los contenidos que se ensean, la falta de preparacin del personal de la DGEI y la marginacin de la DGEI, y la falta de participacin de las comunidades en la definicin de las polticas y los programas. -Reconoce que el predominio de la cultura occidental y del espaol en la educacin para los indgenas ocasiona una identidad conflictiva y problemas lingsticos y cognoscitivos y creativos de los educandos indgenas. -Enfatiza como meta el desarrollo de la competencia para leer y escribir las lenguas indgenas. -Seala, aunque sea implcitamente, la desigualdad de gnero en la educacin indgena. -Reconoce que uno de los retos ms importantes de la educacin intercultural es que la poblacin nacional, en todos los niveles escolares, tenga una formacin tendiente a valorar la diversidad tnica, cultural y lingstica como uno de los pilares de la identidad de un Estado-nacin multicultural, democrtico, equitativo y soberano. -Propone como meta para la poblacin indgena, el logro de competencias para la vida personal y familiar, la vida comunitaria, la ciudadana activa y el trabajo productivo. Ve como eje de la educacin intercultural el criterio de la pertinencia de los conocimientos. -Aspira a fomentar el uso de los nuevos medios de informacin y comunicacin y la capacidad de aprender a aprender. Reconoce la necesidad de conocer mayor autonoma a los centros escolares, los municipios, y los estados, respetando las relaciones intra-tnicas e intertnicas de los pueblos indgenas. -Establece metas cuantitativas en relacin con la formacin intercultural, la calidad y la equidad, tanto para los nios, nias y jvenes indgenas como la poblacin nacional, para el ao 2025. -Propone integrar al esfuerzo en esta direccin a todas las instancias oficiales, todos los niveles de gobierno, adems de la participacin social, incluyendo padres de familia, universidades y normales y organizaciones no gubernamentales. Esta fue la declaracin de intenciones en lo referente a la de educacin intercultural y es evidente que el discurso de la homogeneidad y la integracin nacional que encontrbamos en otros tiempos ya no se sostiene por este gobierno. Por ejemplo, ya no se plantea la 18 Noviembre2012 homo erectus
  17. 17. necesidad de respetar un solo currculo nacional. Ahora bien, examinemos bien lo que no dice el documento de transicin, porque eso es lo que va a marcar el lugar del movimiento pedaggico que se ha propuesto, que debiera rebasar, y no avalar, lo que plantean las autoridades. El documento: -No habla de los pueblos indios como tales, ni de su derecho de auto-determinacin, como sujetos que debern tener una participacin fundamental en la definicin de las polticas y los programas educativos destinados a los nios indgenas. -No da una definicin clara de lo que se entiende como educacin intercultural, y en qu se distingue de la educacin bicultural seguida hasta ahora. -No menciona explcitamente las prcticas y las actitudes sociales que obstaculizan el logro de una educacin intercultural, particularmente el racismo, la discriminacin, el desconocimiento y desprecio hacia las lenguas y las costumbres, la diglosia, la desigualdad en el poder, la desigualdad econmica, en suma todo eso que rodea la educacin y que tambin hace muy difcil una relacin par, intercultural, entre los pueblos indios y los dems. -No menciona ni valora las formas propias de educacin y transmisin de la cultura entre los pueblos indios, como parte esencial de una poltica de educacin intercultural. -No menciona la necesidad, planteada por San Andrs, de mayor participacin local en la seleccin y ratificacin de maestros, por parte de las comunidades indgenas para garantizar una actitud de respeto hacia las culturas y los pueblos. -No plantea otras polticas, no educativas, para fortalecer y valorar socialmente las lenguas indgenas: la declaracin de su estatuto oficial, por lo menos a nivel regional, el fomento al estudio, la literatura, y la publicacin en lenguas indgenas, la traduccin y la elaboracin de diccionarios y textos para las lenguas indgenas. (Considero que la va escolar no es suficiente para hacer valer las lenguas indgenas y que mientras no se hagan valer fuera de la escuela va a ser muy difcil que se asuman dentro). -No hay mencin de las necesidades educativas para adultos de la comunidad, que es necesario si se espera fortalecer la educacin intercultural de los nios y jvenes. -Implcitamente, mantiene muchas de las tendencias que han operado en contra de la baja calidad y falta de pertinencia en las escuelas indgenas: el centralismo en la definicin del currculum y de los materiales, la insistencia en profesionalizacin, sobre todo universitaria, de los docentes, la evaluacin vertical y desde arriba, en lugar de buscar maneras de evaluacin que involucren a las comunidades. -No plantea nada respecto a la equidad presupuestal ni a la reorganizacin administrativa sindical del sector. La versin de educacin intercultural que propone el rgimen tambin est rezagada frente al pensamiento latinoamericano. Veamos, por ejemplo, lo que Lus Enrique Lpez ha recogido como consenso alrededor de los escenarios deseables para la educacin latinoamericana. En su planteamiento, la tendencia sera dar mayor fuerza al deseo de interculturalidad para todos, y a la revaloracin de la conciencia histrica de los sujetos implicados. En resumen, dice lo siguiente: 19 Noviembre2012 homo erectus
  18. 18. Primero. Consolidar la educacin intercultural y bilinge para los pueblos indios, para recuperar sus historias, conocimientos y saberes, y para permitir una aprobacin selectiva y crtica de productos de otras culturas, incluyendo la escritura en sus lenguas. Reforzar lazos de integracin de los pueblos en lo regional, incluyendo lo rural y lo urbano, y lo transnacional. Segundo: operativizar la nocin de intercultural- idad para todos, para propiciar un cambio de mentalidad para los no-indgenas, no slo de tolerancia a la diversidad, sino de recurso a la diversidad para la formacin de la propia identi- dad cultural. Tercero: pensar en la nocin de interculturalidad como manera de reforzar las sociedades latinoamericanas, con la negociacin de senti- dos y significados, en preparacin para una situacin de creciente contacto e interrelacin con otras realidades culturales y lingsticas . El camino hacia otra educacin. En sntesis, nos queda todo un amplio espectro para trabajar y repensar la cuestin intercultural. Con ello, es necesario tratar de darle otro contenido, otro sentido. Sabemos que esto no es posible con los antiguos argumentos. Considero tambin que se tiene que rebasar lo institucional, tiene que haber una real participacin comunitaria. Es obvio que no puede ser una transformacin que venga desde arriba, ni desde afuera, sino que se debe construir desde abajo y desde adentro. Para ello, es necesario apoyar la resistencia y la lucha por la autonoma de los pueblos indios. Esta opcion no garantizan cambios educativos, pero abren la posibilidad para su construccin. En este sentido, puede contar mucho la suma de experiencias locales bien logradas. Cuando imaginamos un movimiento en el sentido aqu expresado, hay que pensar y esto es una diferencia a proponer una alternativa nica al proyecto estatal-, en el proceso que ya se ha ido construyendo, por ejemplo por la propia CMPIO. Si miramos ms atrs en la historia, puede ser que nos encontremos con sorpresas, porque los pueblos indios buscaban formas de educacin mucho antes de la Revolucin mexicana. Es una historia en gran medida desconocida, ya que no sabemos qu proponan en ese tiempo. Tambin hay que realizar un anlisis crtico de este proceso pasado y, sobre todo, de las instituciones y prcticas que coartan las iniciativas que se plantean. Tambin es necesario reorientar esta accin hacia nuevas formas de hablar y pensar lo educativo, y formas ms democrticas de actuar. El reto en realidad es muy difcil. No se trata como se pensaba antes, solamente de usar las lenguas indgenas (aunque ello es importante), sino de profundizar en torno a las formas de ensear y de aprender, entender cmo el pensamiento se liga a las lenguas, cmo enriquecer con las lenguas indgenas la enseanza, no de empobrecerla. Es abrir todo una nueva posibilidad de conservar y de construir conocimientos propios de los pueblos indios. Todo este camino en donde cambiar la manera en que actuemos, el proceso mismo, ya sera un logro fundamental. Puede ser que nosotros no vivamos para ver los resultados, pero la manera en que se trabaje para hacer un mundo donde quepan muchos mundos es lo fundamental 20 Noviembre2012 homo erectus una real participacin comunitaria. Es obvio que no puede ser una transformacin que venga desde arriba, ni desde formas de ensear y de aprender, entender cmo el pensamiento se liga a las lenguas, cmo enriquecer con las lenguas indgenas la enseanza, no de empobrecerla. Es abrir todo una nueva posibilidad de conservar y de construir conocimientos propios de los pueblos indios. Todo este camino en donde cambiar la manera en que actuemos, el resultados, pero la manera en que se trabaje para hacer un mundo donde quepan muchos mundos es lo fundamental
  19. 19. 21 Indios somos con orgullo Nos quitaron robo fue tierra, nombre y religin; furia nos llena el corazn; la vergenza se acab. Carlos Lenkersdorf educacin Autonoma y Contribuciones de los pueblos originarios a la educacin de Mxico del siglo XXI Hugo Aboites. Universidad Autnoma Metropolitana A los amigos y compaeros que perdimos, Martin Linares, Patricia Ehrlich grandes corrientes histricas que han construido la educacin en Mxico no son parte de un pasado remoto y ajeno. La experiencia educativa de los pueblos originarios, la que luego se genera en la Colonia, as como las que corresponden a la Repblica Liberar y la Revolucin, todas estn hacindose hoy presentes con mltiples expresiones. Un periodo de crisis de fondo como el que hoy atraviesa la conduccin del pas ( y de la educacin) explica que estas corrientes emerjan con una fuerza inusitada , buscando colocarse como referentes del futuro de la educacin del pas. De ah que clamores casi coloniales como el fin de la educacin laica y el regreso a la inspiracin eclesistica se combinen hoy armnicamente con las exigencias de una escuela empresarializada y mercantil para el siglo veintiuno y que juntos se lance en contra de la nocin de educacin general por la Repblica y la Revolucin: mbito pblico, derecho humano fundamental y obligacin del Estado. Un ejemplo de las batallas que est trayendo consigo esta confrontacin histrica es lo que al alba de los aos noventa ya planteaba como agenda el sector empresarial. Peda al gobierno de Salinas de Gortari que en la educacin deba desterrar de programas y textos los prejuicios . . . liberndolos de la carga ideolgica que induce a los educandos a una estril lucha de clases, ideologismos y dogmatismos. Apuntaba a que la educacin deba mas bien orientarse a la restauracin del orden moral y la regeneracin de las costumbres... aprovechar la autenticidad y raigambre que implica la moralidad trascendente y los principios religiosos que la iglesia y otras confesiones inculcan a sus fieles (Instituto, 1989:140,146). La batalla por la educacin, que comenz desde finales de los aos ochenta y que contina hasta nuestros das, ha visto surgir a un nuevo e inesperado protagonista de la educacin. A partir del final de los aos noventa y como parte de la lucha por la autonoma de los pueblos indgenas, se consolida en el horizonte de la educacin mexicana una idea y practica completamente distintas. Estas pginas intentan hacer una primera y muy provisional exploracin del significado que tiene esta irrupcin y como est marcando hoy con una impronta muy especial el horizonte de los materiales disponibles para construir un futuro educativo distinto del neoliberal en Mxico. Las
  20. 20. 22 El antecedente de una larga historia. La propuesta de educacin de los pueblos originarios est profundamente enraizada en varios procesos histricos que se sobreponen y combinan constantemente: por una parte, la experiencia ms visible de los imperios y dinastas aztecas y maya, donde se mezclan prcticas orientadas a la preservacin y mantenimiento de los grandes reinos, con corrientes comunitarias anteriores muy profundas; por otro lado, la experiencia de la Conquista y, sobre todo, de la resistencia ante una agresiva subordinacin cultural que busca despojar de sus referentes fundamentales a las comunidades; y, finalmente, el procesos ms visible y reciente de lucha por la autonoma y el surgimiento de expresiones concretas de educacin como expresin de una etapa radicalmente distinta y nueva de la presencia de los pueblos indgenas en Mxico. Precisamente por estas experiencias fundacionales, contra la subordinacin y por la autonoma, la educacin que de ah est emergiendo constituye un acervo sumamente importante, un punto de referencia que tiene el potencial de convocar a todos los otros grupos explotados y sometidos. Mas importante aun es una corriente histrica educativa que ofrece la posibilidad de revitalizar y sacar del actual cerco neoliberal a las ideas, prcticas y marcos jurdicos que en el pas y las instituciones gener la corriente de la educacin del liberalismo y de la revolucin de 1910. Para comenzar, hay que decir que en la expresin educativa de las grandes civilizaciones del territorio americano se entreveraba una educacin estratificada al servicio de las necesidades polticas, rituales y militares de estos imperios con un pensamiento cohesionador muy profundo, fincado en la necesidad de la vida colectiva.1 As, la educacin se traduca en escuela para los nobles (calmecac), otras para la clase media y para el pueblo en general, en el caso de los aztecas. Haba en ellas instrucciones y trabajos obligatorios distintos tambin una clara diferenciacin en la educacin para hombres y mujeres. Asistan a escuelas separadas y reciban una instruccin distinta. 1 La presentacin de los documentos del Padre Sahagn, por ejemplo, da cuenta de la cultura y educacin indgena (Lpez Austin, 1985, Escalante, 1985, Daz Infante, 1981, Mena y Jenkins, 1981) un importante inters que continua hasta el presente (Souza de Fernndez, 2002). Noviembre2012 homo erectus
  21. 21. 23 Esta educacin se distingua por ser sumamente exigente e integral, pues se consideraba no solo la adquisicin de conocimientos, si no la formacin del carcter, y se normaban incluso las relaciones ntimas. La instruccin inclua cuestiones militares religiosas, pero tambin la enseanza de las ciencias, particularmente astronoma y letras. La pintura se ejercitaba en la elaboracin de mapas y la msica jugaba un papel importante como manera de relatar historias (Mena y Jenkis, 1981: 15-18; vase tambin Soustelle, 1986: 86-87). Finalmente, otro rasgo sobresaliente, como cuentas los espaoles, era el especial inters en que se administrase con rectitud aquel genero de justicia que llegaron a conocer, bastante a deshacer agravios, y a mantener la sociedad entre los suyos... , como cuentan los espaoles (Mena y Jenkis, 1981: 17). En el caso de los mayas, hay semejanzas con los mexicas, como la separacin entre hombres y mujeres en la educacin; la existencia de lugares especficos para la instruccin de los ocho hasta los veinte aos, es decir, la institucionalizacin de la escuela; la rigidez aunque no represin, del proceso educativo; el hecho de que la mujer no era mal tratada costumbre que se atribuye al ejemplo de los conquistadores-; la rigurosa aplicacin de la leyes. Entre los mayas, los jvenes varones habitaban en las escuelas que eran llamadas casas de jvenes donde jugaban, aprendan, dorman y llevaban una intensa vida colectiva (Souza de Fernndez, 2002: 117-118). Uno de los valores ms importantes concluye otra autora despus de revisar los textos de las casa de los jvenes- fue el colectivismo. Haba que anteponerse siempre a los valores personales los de la comunidad, es decir, que toda actuacin deba estar guiada por una conciencia social colectiva y desarrollarse dentro de ella. Se inculcaba al nio un profundo sentimiento de que el ideal moral ms elevado era responder a los intereses y necesidades propios de la colectividad... solidaridad comunitaria, obediencia (a los mayores) y piedad eran las virtudes bsicas que conducan la vida de nios, jvenes y adultos, ya fueran hombres o mujeres. En el pensamiento maya, todas ellas eran concomitantes. Individualismo, impiedad, soberbia, codicia y envidia eran actitudes que constantemente aparecen reprobadas en los textos mayas como miseria causante de la ruina de los pueblos (Izquierdo, 1983:27). Otros autores confirman que entre los pueblos de Mesoamrica aztecas y mayas, sobre todo- haba muchas similitudes en lo que a educacin de los nios y jvenes se refiere. Son pueblos son historia y culturas muy semejantes e incluso contactos constantes e importantes entre s; de ah que, a la distancia, es posible pensar en trminos de una herencia educativa comn. Escalante (1985:19) seala que los nios reciban educacin de los padres y de ellos aprendan los oficios. Una vez llegada a cierta edad, acudan a una escuela. Enfatiza que, terminada la etapa escolar, estas sociedades tenan mecanismos que servan para prolongar el proceso educativo. Mediante ceremonias, fiestas y discursos, se insista en los grandes lineamientos que deban normar la conducta de los individuos y las comunidades. Otro de los rasgos propios de estas civilizaciones, segn el mismo Escalante, era la insistencia en el auto Noviembre2012 homo erectus
  22. 22. 24 sacrificio, prctica est ntimamente ligada a la idea del equilibrio, toral de la cosmovisin de estos pueblos y factor de cohesin social. Cuando un hombre se auto sacrifica equilibra la balanza que tiene en el otro plato los placeres cotidianos... y se favorece el equilibrio general del cosmos al retribuir a los dioses el esfuerzo (el sacrificio) con el que han dado y dan vida al mundo.2 En esta visin, quienes tienen un origen y posicin privilegiada son los que estn obligados a las disciplinas ms severas: los sacerdotes y los nobles en general (Escalante, 1985:19); de ah que en el respeto a la autoridad y la obediencia que les deban estaba reforzada por el ejemplo que ofrecan con una vida de sacrificios mayores a los de cualquiera otro, esto contribua a fundar liderazgos sociales muy legitimados. Llegada de los conquistadores y resistencia La conquista marc de manera profunda la cultura indgena, pero no slo por el trauma del avasallamiento, sino tambin por el surgimiento de la cultura y prctica de la resistencia frente al intruso. As, en 1525, apenas cuatro aos despus de la cada de Tenochtitln, ya los pobladores de la ciudad estaban a punto de revelarse contra los invasores. Mxico estaba cada da para alzarse, deca Bernal Daz de Castillo. Finalmente, la rebelin no se materializo, pero en su alivio otro cronista refleja la zozobra de los conquistadores en ese momento: fue maravilla que no se alzasen los indios entonces pues tenan aparejo para ello, y aun armas, aunque no dieron muestra de hacerlo; mas esperaron que Cuahutimoccn se lo enviase a decir cuando l hubiese matado a Corts. Yo los vi a todos unidos y ligados uno con otros y tan apercibidos de guerra, que tena por muy cierto salir con la victoria, comenzando las cosas; y as fuera de hecho, si no que Dios maravillosamente los ceg y embaraz, y tambin fue mucha parte lo que los frailes hicieron (Montell, J., 2005:202). Es una historia que se repite una y otra vez. Palmo a palmo del territorio por el que avanzaban los espaoles, los pueblos originarios constantemente oponan resistencia armada (y sta se prolonga en el norte de Mxico todava hasta fines del siglo diecinueve). Cedan, ofrecan regalos a los conquistadores, pero luego volvan a huir de sus caseros a prepararse para guerra. Era una resistencia que tena su ms importante fuente en el trato desptico que reciban de los espaoles. Nos cristianizaron, 2 Len Portilla narra cmo los dioses se reunieron en Teotihuacn y con el sacrificio de uno de ellos crearon el Sol y la Luna. Pero ni el sol ni la luna se movan. Los dioses entonces hablaron as: `Cmo habremos de vivir?/no se mueve el sol!/ Cmo en verdad haremos vivir a la gente? /Que por nuestro medio se robustezca el sol!/ Sacrifiqumonos, muramos todos. Libremente aceptaron la muerte los dioses, sacrificndose para que el Sol se moviera y fuera posible as la vida de los hombres. Movindose al fin el Sol, comenzaron una vez ms los das y las noches. Los hombres haban merecido la vida gracias al auto sacrificio de los dioses. Por esto, los seres humanos habran de llamarse en adelante macehuales, que quiere decir `merecidos (Len Portilla, 2000:27). Noviembre2012 homo erectus
  23. 23. 25 pero nos hacen pasar de unos a otros como animales, decan los pobladores de Yucatn. As los mayas resentan profundamente al perdida de su libertad y el pesado yugo que los blancos les imponan a travs de las encomiendas. Deban prestar servicio y pagar tributo a sus nuevos amos. Su naturaleza independiente y belicosa estaba lista para rebelarse en cuanto vislumbraban alguna oportunidad de triunfo. Un sacerdote llamado Chilam Anbal, que afirmaba ser hijo de Dios, predicaba una guerra santa contra los espaoles (Montell, 2005:279). La arrogancia de los conquistadores impuso la subordinacin, pero tambin dio lugar a una resistencia que luego contribuy, con ejrcitos indgenas, a la Independencia, la lucha por la Repblica y contra el Segundo Imperio. A tal punto fue profunda esta doble impronta de conquista y rebelin que, todava en 2005, las voces que vienen del mundo indgena para explicar el sentido de la Sexta declaracin de la Selva Lacandona retoma la analoga de la irrupcin y conquista violenta y no violenta contra comunidades y culturas. La conquista sigue siendo el punto de referencia para interpretar lo que ocurre en el presente. Entonces los capitalistas globalizados se meten a todos lados, o sea, a todos los pases, para hacer sus grandes negocios o sea sus grandes explotaciones y entonces no respetan nada y se meten como quiera, o sea, que como que hacen una conquista de otros pases. Por eso los zapatistas decimos que la globalizacin neoliberal es una guerra de conquista de todo el mundo y entonces esa conquista a veces es con ejrcitos que invaden un pas pero a veces es con la economa, o sea que los grandes capitalistas meten su dinero en otro pas o le prestan dinero, pero con la condicin de que obedezcan lo que ellos dicen. Y tambin se meten con sus ideas o sea con la cultura capitalista que es la cultura de la mercanca, de la ganancia, del mercado. Entonces el que hace la conquista, el capitalismo, hace como quiere, o sea que destruye y cambia lo que no le gusta destruye lo que hay en esos pases, destruye su cultura, su idioma, su sistema econmico, su sistema poltico, y tambin destruye los modos en que se relacionan los que viven en ese pas (EZL, 20516). Pero prcticamente en el mismo aliento que describe la subordinacin, parece la resistencia. Sin embargo, no es tan fcil para la globalizacin neoliberal, porque los explotados de 25 en que se relacionan los que viven en ese pas (EZL, 20516). Pero prcticamente en el mismo aliento que describe la subordinacin, parece la resistencia. Sin embargo, no es tan fcil para la globalizacin neoliberal, porque los explotados de Noviembre2012 homo erectus
  24. 24. 26 cada pas, pues no se conforman y no dicen que ya no modo, sino que se rebelan; y los que sobran y estorban pues se resisten y no se dejan ser eliminados. Y entonces por eso vemos que en todo el mundo los que estn jodidos se hacen resistencias para no dejarse y no solo en un pas, si no que donde quiera abundan, o sea que, as como hay una globalizacin neoliberal, hay una globalizacin de la rebelda (EZLN, 2005:16). La autonoma El binomio conquista-resistencia encuentra una de sus ms claras expresiones en la autonoma, no de inmediato, sino a travs de una construccin de siglos cuya larga historia todava est hoy por contarse. Un estudio muy interesante de Gudrum Lenkersdorf sobre gobiernos concejiles, permite atisbar como se dio ese proceso. La autora recuerda que el rgimen colonial procur establecer un sistema que se caracteriz por un pronunciado centralismo, un orden estrictamente monrquico, monotesta y monogmico. Adems introdujo monopolios comerciales, el monolingismo oficial y finalmente los monocultivos se pretendi consolidar un sistema de control estatal, que fomentaba costumbres exclusivas e intolerantes, estructuras verticales y prctica de subordinacin, todo inscrito en movimientos unidireccionales en el tiempo lineal. El contraste con los mayas no poda ser mayor, puesto que su sistema de convivencia se basaba, en aquel momento en el equilibrio ecolgico, la pluralidad, reciprocidad, diversidad complementaria que propiciaba prcticas inclusivas, ajustadas, segn la concepcin circular del tiempo (Lenkersdorf, G., 2002:144). Narra, adems, la manera cmo los espaoles ensayaron y no dejaron de ensayar varios esquemas para sujetar a las comunidades indgenas, de los caciques (indgenas reclutados), pasaron al sistema de los fiscales de doctrina, tambin seleccionados dentro de la misma comunidad; de ah a los gobernadores, que eran una forma ms moderna de caciques; y finalmente a los cabildos integrados por algunas personas electas por la misma comunidad (pero que deban ser confirmadas por la Audiencia Real). Eran una especie de repblicas de indios a la manera de municipio, pero que deba ser supervisado y subordinado a las autoridades coloniales. El esquema, sin embargo, no funcion cabalmente. Sobre todo en la regiones mayas, por diversas razones, el Estado tuvo una presencia muy dbil (no haba, por ejemplo, corregidores encargados de vigilar el funcionamiento de los cabildos) y sto trajo consigo que estos comenzaran a evolucionar hacia modelos de creciente autonoma. As, los diversos grupos indgenas elegan a quienes queran (y no a los que a travs de papelitos le sugeran los frailes), tomaban decisiones por su cuenta y, cosa inaudita, abran las sesiones a otros (particularmente los mayores del pueblo) aunque no fueran parte del cabildo. Con sto, se sentaba el antecedente del carcter pblico de las reuniones y se incorporaba la tradicin indgena del papel destacado que tienen los ancianos. Todo este proceso trajo como consecuencia que no se estableciera la prctica de autoridades unipersonales, sino direcciones colectivas, a tal Noviembre2012 homo erectus
  25. 25. 27 punto que, desesperados, los pocos espaoles que tenan contacto con estas comunidades se sentan marginados de procesos que ni entendan y en los que tampoco eran admitidos. Informaban por eso a sus superiores que por lo que toca a los indgenas todo entre ellos eran juntas, plticas, consejos y misterios, y todo dudas para los nuestros. Eran, para decir algo que rayaban en el colmo, indios que vivan sin superior cabeza a quien obedecer. De esta manera, los pueblos mayas (Yucatn, Chiapas, Guatemala) oponan una resistencia activa frente a los conquistadores y para ello retomaban una tradicin de siglos, el sistema multepal, con este, dice Gudrum Lenkersdorf, se super el antiguo estilo de gobierno unipersonal y por derecho hereditario. Despus del derrumbe dinstico al final de la poca clsica, se extendi la forma compartida de gobernar, confederaciones o gobiernos concejiles, colectivo, grupales, llamado el sistema multepal. Los cabildos del rgimen colonial fueron una institucin lo suficientemente flexible para ser transformada segn las propias tradiciones mayas Esta autonoma finaliza la autora- termin en el siglo XIX por ello la revolucin de 1910 luch por el municipio libre y la disputa contina en el tercer milenio (Lenkersdorf, G., 2002: 154-155). Una de las huellas ms importantes de ese largo proceso es visible hoy no slo en las acendradas prcticas comunitarias, sino tambin en el lenguaje. Este muestra, adems, la manera como esa concepcin y lucha por la autonoma entraba la idea de educacin. As, se seala que la concepcin de la educacin responde de manera importante al papel predominante que tiene la comunidad, pero en forma tal que no olvida a la persona concreta. Educar en tzeltal, dice Antonio Paoli, significa hacer que otro se convierta en nico germinal, que significa que la capacidad de una persona existe en la medida en que es nica e irrepetible en su creatividad, nadie puede ser hbil sin serlo de un modo personal, pero sto, aade, supone integracin, habilidad para llegar a consensos dentro del marco de la comunidad. Supone integrar dos opuestos: la iniciativa personal y la articulacin colectiva; traer novedad sin dejar la tradicin (Paoli, 2001:54-55), es decir, una educacin personal hacia la creatividad y destreza en la construccin de comunidad. Es este largo y profundo proceso lo que explica que la rebelin indgena de 1994 inmediatamente evolucionara a la idea de los territorios y gobiernos autnomos y, como veremos un poco ms adelante, a una concepcin muy propia de cmo debe ser la educacin. Este modo de gobierno autnomo no es inventado as noms por el EZLN, si no que viene de varios siglos de resistencia indgena y de la propia experiencia zapatista, y es como el autogobierno de las comunidades (EZLN, 2005.9). Con est, en pleno tercer milenio las Juntas del Buen Gobierno, la autonoma (y, desde ella, la educacin) materializan la resistencia y la autonoma producto de una historia de siglos. Es una organizacin social que, adems de la autonoma, recoge claramente algunas de las ideas y prcticas del pasado indgena y les da una nueva dimensin: el colectivismo de los antiguos mayas; el autosacrificio por los dems (todo para todos, nada para nosotros); la Noviembre2012 homo erectus
  26. 26. 28 obediencia a los que mandan, pero la autoridad sujeta a designio de la comunidad (mandar obedeciendo o, como reporta Paoli (2001) en su anlisis del lenguaje, quien manda al obedecer el mandato de la comunidad). La lucha por la autonoma-educacin es un arma contra la dominacin de la Conquista que, en juego de espejos y ecos que cobran vida propia y que muestran su vitalidad, fue mucho ms all de las comunidades indgenas, no solo por los alientos de liberacin que dieron a las batallas por la Independencia, sino, todava en el siglo veinte, como parte de la luchas universitarias. Los jvenes argentinos que se rebelan en 1918 plantean abiertamente la autonoma para desplazar de la educacin superior el poder colonial espaol que todava en esta poca arrojaba a las comunidades universitarias. Acabamos de romper la ltima cadena que en pleno siglo veinte nos ligaba a la dominacin monrquica y eclesistica, proclamaban los jvenes estudiantes en su manifiesto. 3 En el siglo veintiuno, para las instituciones educativas la autonomaaunque ahora casi desmantelada 4 - sigue siendo estratgica. A diferencia de la autonoma que impulsa el neoliberalismo (autosuficiencia financiera, flexibilidad ante demandas empresariales), la autonoma que viene de la resistencia aparece indisolublemente unida a la idea de devolver y servir a la comunidad. Por eso, ms que una tradicin, la vinculacin con los sectores populares es un mecanismo eficaz de supervivencia para enfrentarse a los poderes de la opresin. El de la autonoma-servicio es adems, un concepto que en la prctica autonoma que viene de la resistencia aparece indisolublemente unida a la idea de devolver y servir a la comunidad. Por eso, ms que una tradicin, la vinculacin con los sectores populares es un mecanismo eficaz de supervivencia para enfrentarse a los poderes de la opresin. El de la autonoma-servicio es adems, un concepto que en la prctica 3 En Venezuela, como en otros pases, todava en plena mitad del siglo diecinueve era el obispo local quien nombraba a los profesores universitarios. Por eso, la rebelin de los estudiantes proclamaban al pueblo argentino: hombres de una repblica libre, acabamos de romper la ultima cadena que en pleno siglo veinte nos ligaba a la dominacin monrquica y eclesistica. Agregaban que los dolores que tenemos son las libertades que nos faltan. No dudaban en resaltar la importancia que tena el lograr la independencia de la universidad: creemos no equivocarnos, la resonancias del corazn no lo advierten: estamos pisando una revolucin, estamos viviendo una hora americana (citado por Trindade, 2001). Curiosamente, casi un siglo ms tarde, en 1999, la lucha por la autonoma indgena y la lucha por la autonoma universitaria convergen en lo esencial en el conflicto de la UNAM iniciado ese ao, y donde las libertades de Crdoba son defendidas por los estudiantes: gratuidad, participacin estudiantil (congreso), autonoma de los procesos de seleccin y evaluacin de alumnos por las universidad. No es slo una coincidencia cronolgica; la revitalizacin de la lucha estudiantil posterior a 1994 se debe en parte importante al impacto que entre las comunidades estudiantiles tiene la rebelin zapatista (Aboites, H., 2001) 4 La evolucin de la autonoma universitaria a partir de los aos noventa, sobre todo, acab convirtiendo a las instituciones de educacin superior en dependencias de educacin superior (DES) como establece el Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), sujetas a un financiamiento con criterios arbitrarios y a una constante supervisin centralizada y privada (acreditacin y medicin de aspirantes, estudiantes y egresados). Lo ms importante es que todo esto, creado en nombre de la responsabilidad y transparencia de las universidades ante la sociedad, rompi el vinculo (ya antes sumamente burocrtico) con las poblaciones concretas y se perdi la nocin de la existencia de la universidad como respuesta a las necesidades de conocimiento de las poblaciones y grandes sectores de la poblacin. En su lugar, las necesidades de grandes corporaciones, CEMEX, Banca Serfin Santander, y de las dependencias gubernamentales ocupan un lugar privilegiado. Noviembre2012 homo erectus
  27. 27. 29 aparece por doquier y cada vez, con mayor frecuencia ya entrado el siglo veintiuno. No slo los mayas, cholos, tzeltales y otros que en Chiapas incorpora una tradicin de centenares de aos quienes expresan en su sustancia la vitalidad y modernidad el marco de la autonoma-resistencia; tambin otros muchos pueblos no indgenas la recuperan como una manera de presentar y defender los intereses de grandes sectores de la poblacin. As, en el segundo Encuentro de Mujeres Indgenas y Organizaciones del Sistema de Naciones Unidas que se realiz en la Ciudad de Mxico en junio de 2005, llama la atencin la manera como la visin neoliberal y gubernamental, lderes del movimiento de Chihuahua, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz, Michoacn, Morelos, San Luis Potos y Guerrero oponen la idea de la autodeterminacin. Dice el reporte que los ejes (de la reunin) abarcan con sencillez y fuerza transformadora principios para un nuevo pacto social: 1) autodeterminacin: queremos decidir lo que queremos hacer con nuestros territorios, que no nos vengan a decir, lo que debemos hacer; 2) defendemos nuestro territorio y los recursos naturales, porque en nuestros asentamientos est la mayor riqueza natural; 3) la globalizacin comenz con la colonizacin y desde ah los programas gubernamentales se alejaron de la realidad de nuestros pueblos; 4) el abandono de la educacin intercultural ha contribuido a que se vayan borrando la identidad, la cultura y la lengua, y que grupos indgenas y no indgenas pierdan este potencial cultural y sagrado (Rodrguez, G., 2005:29). El avance de la autonoma como concepto clave aparece tambin en otros pueblos indgenas lejos de Chiapas. En los propios lmites de la Zona metropolitana de la Ciudad de Mxico, la megaurbe de la modernidad catica del neoliberalismo, la comunidad indgena de Santa Catarina del Monte establece un modesto pero nuevo orden al ganar una lucha contra los monopolios del transporte que maltratan a los indgenas y les hacen altos cobros. En abierta rebelin, deciden impedir el paso al transporte privado y crean su propio servicio, aunque los vehculos son de inmediato incautados por las autoridades, por estar fuera de la norma. Los habitantes entonces se dirigen al palacio municipal de Texcoco acompaados de miembros de otras comunidades (entres otros los de Atenco), invaden el edificio, retienen a funcionarios y cierran carreteras. El gobierno cede, les devuelve las unidades y la comunidad en asamblea constituye una cooperativa cuya base ser siempre que el transporte deber ser utilizado en bien de la comunidad y sin lucro (Salinas, 2004:29). Un proceso semejante de recuperacin de la identidad indgena y comunitaria tiene lugar en San Jernimo Amanalco en la montaa de Texcoco. la comunidad ha defendido el uso del nhuatl, se ha organizado para tener su propia lnea de transporte Noviembre2012 homo erectus
  28. 28. 30 y para vigilar sus calles y cuenta con comits para cuidar los bosques y el agua y organiza a los vecinos cuando se trata de faenas para beneficio comn (Fernndez Romn, 2004:C5). Autonoma y educacin Todos los llamados a la autonoma, a recuperar la cultura, la lengua, los territorios, para las comunidades ancestrales tarde o temprano pasan inevitablemente por la educacin. Desaparecidas las aristocracias indgenas, la escuela se volvi arma y centro de cultura de los plebeyos, aunque sto tomo varios siglos. Por eso, no es casualidad que, con la rebelin zapatista, la educacin es colocada de inmediato en primer plano. La educacin es una de las demandas del EZLN -explican dos miembros de la coordinadora del Sistema Educativo Rebelde zapatista- y por eso desde 1994 se busc la manera de organizarla en nuestro pueblos (Moos Ramrez, 23004:vi). Cuentan como fu el proceso ms sistemtico de construccin de la educacin zapatista autnoma. Al comienzo, se invit a participar a maestros de las escuelas oficiales: llegaron ms de cien pero se vio difcil organizar el trabajo con ellos, no porque no quisieran participar con nosotros, si no porque estn acostumbrados a recibir paga. Otros testimonios hablan de diferencias con la pedagoga oficial5 . Ms de fondo, hay concepciones radicalmente distintas de lo que es la educacin en la versin oficial y la comunitaria. El testimonio de Carlos Lenkersdorf (2002) ilustra esta distancia en el tema de las evaluaciones individualizadas que, desde la perspectiva comunitaria, resultan absurdas 6 . 5 Dice uno de estos testimonios que los maestros de la SEP no enseaban bien y no le importa si aprendieron o no los nios y te ponen a hacer muchas tareas o a leer textos sin que le pregunten a los nios que fue lo que entendieron y no permiten hablar en la lengua materna. Los maestros castigaban a los nios si no entregaban sus trabajos, obligaban a comprar uniformes y tambin los pasaban al pizarrn. Si alguno no saba, lo hincaban en corcholatas. Ya no queremos que los nios sigan maltratados, queremos que tangan espacio de pensar y actual y que sean respetados sus propias culturas tradicionales. En algunos casos, incluso ocurri que se expulsaron a los maestros oficiales porque decan, le pegaban al trago, a los nios y algunos de ellos eran orejas de Gobernacin (citado por Linares) (Como en otros testimonios, se respeta la ortografa y redaccin originales). Felipe Cataln ofrece una visin sistemtica de la inoperancia de la relacin entre escuela oficial y comunidad en Altos de Chiapas (2001). 6 Lenkersdorf narra que un grupo de sus estudiantes insisti en que se les aplicar un examen como el de las escuelas oficiales. Esto no se haca en las escuelas de las comunidades por que normalmente a fuerza de discutir en grupo todos los conceptos e informaciones, todos sabamos lo que cada uno sabia y todos ramos conscientes de que haba mucho que ignorbamos an, ni siquiera existe en tojolobal una palabra que lo represente. Al presentarse el problema a resolver, automticamente los jvenes de la comunidad se agruparon en un crculo y comenzaron un intenso debate sobre la manera de resolverlo y despus de un rato presentaron la solucin. Cuando inquirieron sobre s as eran los exmenes en las escuelas oficiales, no les caba en la cabeza que cada alumno tuviera que responder de manera individual. aqu somos veinticinco cabezas que, por supuesto, pensamos mejor que una sola. As tambin tenemos cincuenta ojos que ven mejor que solo dos (Lenkersdorf, 2006: 67-69). La idea de la reunin y del consenso es, por otro lado, fundamental en culturas como la tzeltal: el consenso supone que la palabra dada en asamblea es un compromiso de honor el consenso se alcanza cuando todos dan su palabra y coinciden en una resolucin (Paoli, A., 2002: 55) Noviembre2012
  29. 29. 31 Cualquiera que sea la razn predominante, finalmente se opt por invitar a jvenes y jovenas de la zona, ellos eran estudiantes y no tenan todava la costumbre de ganar (dinero). Los participantes cuentan sus primeras impresiones: En cada comunidad, se hicieron reuniones para formar una nueva educacin y que los promotores fueran de la misma comunidad, algunos fueron elegidos y otros por su propia voluntad. Y no se saba qu tipo de proyecto ni como se iba a realizar. Al salir de nuestras comunidades, nos sentimos muy alegres y a la vez con miedo porque pensbamos que era difcil y al llegar en el centro de formacin nos dio mucho gusto de conocer la comunidad y otros compaeros que es lo ms importante la amistad y el compaerismo. Ahora sabemos que la escuela es autnoma y tener una escuela digna donde los nios pueden aprender muchas cosas sobre la cultura y tanto en la sociedad y en cada comunidad se sienten muy orgullosos de sus promotores por que estn en resistencia, la educacin si es preciso es para toda la vida (citado por Linares, 2000). Durante dos aos, se capacit una veintena de jvenes que habran de