ensayo de la película lección de honor

Realizado por: Sonia Nieto

DESCRIPCIÓN BREVEHistoria que trata de la lección de honestidad que un maestro brinda a su alumno, el cual de manera deshonesta logra ingresar al concurso más esperado de la escuela donde ellos trabajan.

Universidad Central del

Ecuador

Sexto Semestre “C”

Carrera Parvularia

ENSAYO DE LA PELÍCULA LECCIÓN DE HONOR

William Hundert es un profesor muy experimentado, el imparte sus clases en un colegio masculino en el cual las reglas, la moral y el buen comportamiento son los ejes principales de la pedagogía que brindan. La enseñanza de la historia de la antigua Roma es la materia que a este maestro apasiona y la cual domina, al iniciar cada periodo de clases el maestro suele presentarse y pedir que sus nuevos alumnos lo hagan también; algo relevante es que pide que se lea una placa que está colocada sobre la puerta de su salón de clases.

La rutina diaria transcurre en la escuela hasta que un día llega a la clase del profesor Hundert un alumno muy singular Sedgewick Bell, quien es hijo de un senador por lo que el muchacho tiene una personalidad avasalladora e intransigente.

Este nuevo alumno es un caso excepcional para el maestro pero aun así él tiene muchas expectativas sobre las capacidades del muchacho; tal es así que al rendirse los exámenes para seleccionar a los participantes del concurso JULIO CÉSAR, (importante concurso de la institución) el maestro altera la nota del examen del muchacho para que este pueda ingresar al concurso; cometiendo una grave injusticia en contra del estudiante que legalmente merecía ese puesto.

El día del concurso contaban con la presencia de los padres de los concursantes; incluido el padre del muchacho, el senador que en una entrevista anterior le había dejado claro al maestro que no intente corregir a su hijo; que se limite a impartirle conocimientos; el mencionado concurso se desarrollaba de manera correcta hasta que el maestro nota que el hijo del senador miraba las respuestas en la palma de su mano; ante lo cual notifica a sus superiores, estos a su vez le piden ignorar la situación; cuestión que iba en contra de su ética, al ver que el joven ganaría de forma fraudulenta cambia la última pregunta y como resultado de esto el ganador es el otro finalista.

Transcurren los días y a los pocos meses el joven se gradúa con su grupo ante la impotencia de un maestro que no consideraba justo el logro de este título.

Con el paso de los años el maestro continuó impartiendo conocimientos en la misma institución hasta ser nombrado director; además de haber consolidado su romance con una persona que en el pasado había robado su corazón; todo parecía estar bien hasta que la junta de directivos del colegio lo remueven del cargo aduciendo que necesitan nuevas ideas para gestionar fondos para crear una biblioteca y mejorar el colegio; le ofrecen quedarse trabajando en la institución en su antiguo cargo como maestro; propuesta que en un inicio es rechazada y toma la decisión de abandonar la docencia para dedicarse a escribir un libro.

Paralelamente, ha sido convocado por su exalumno, hijo del senador a un lujoso hotel para una reunión de antiguos alumnos suyos, y para realizar la

revancha de aquel concurso en el que no pudo ganar. Los recuerdos invaden su memoria y acepta asistir a esta reunión en donde para sorpresa suya encuentra a todo el curso del cual había sido maestro y el escenario idéntico para llevar a cabo el concurso. Este maestro con su cabello canoso da inicio al concurso para el cual su exalumno había preparado de antemano la trampa con la cual ganaría; a pesar de la forma tan maquinada de engañar al maestro y al público el profesor que sabe usar recursos pedagógicos se da cuenta y una vez más altera las preguntas haciendo quedar en ridículo al anfitrión de la fiesta.

Sin más, la fiesta continúa, hasta que un encuentro en el baño hace que este alumno tramposo encare a su profesor cuando este le dice que en los dos concursos él sabía de las trampas que realizó; el alumno cuestiona el silencio del maestro preguntándole por qué no lo había delatado; el maestro brinda a su alumno la mejor lección de vida al decirle que la vida se encargará de enseñarle que esa no es la forma de llegar lejos; acto seguido sale del baño el hijo del alumno quien con decepción mira a su padre reprochándole con su mirada por lo deshonesto que había sido.

Como una forma de enmendar su error y al ver que el alumno al cual había perjudicado estaba allí, le confiesa que el debió ser uno de los participantes de aquel concurso; el alumno lo abraza y le hace ver que no tiene rencores en su contra.

Luego de esta experiencia el maestro reconsidera su decisión de abandonar la docencia y regresa a impartir sus clases en el colegio que lo apasionaba.

Ahora el maestro Hundert lo tiene claro: no sólo enseña una asignatura; ante él hay personas, jóvenes, con toda una vida por delante, así como cada maestro deja huella en el futuro de sus alumnos; los alumnos también nos pueden dejar huellas. Los maestros somos guías y ayudamos a moldear el carácter y a forjar su personalidad.

El profesor tuvo otra oportunidad de enmendar su error pues el hijo del alumno al que le había quitado su oportunidad llego a tomar clases con él.

Las lecciones que la vida nos enseña son las mejores cátedras que escucharemos, no hay escuela ni maestro que supere la excelencia de los conocimientos que por experiencia propia adquirimos con el paso del tiempo.