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Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez
Curso de Nivelación Académica
Grupo: 15 Salón: E3
Lic. Obdulia Ríos Coutiño
Habilidad del Pensamiento
Antología
Alumno:
Vicente Ramírez Carlos Armando
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Julio 2013.
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Índice
Objetivo…………………………………………………………….. 3
Introducción…………………………………………….………..… 4
Historia 1: Matilda Cabtree……………………………………… 5
Historia 2: Mañana no me traigas Manzanas……………….….. 6
Historia 3: Un Huésped de Dios…………………………………. 8
Historia 4: El éxito está en ti………………………….………..… 9
Historia 5: Historia de Sofía………………………….…………… 10
Historia 6: La historia del joven Profesor……………..………… 12
Historia 7: La historia de la mujer sumisa…….…………..…….. 13
Historia 8: La historia de las piedras……………………….……. 14
Conclusión…………………………………………………..……… 15
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Objetivo
El objetivo de estas historias es que el lector conozca como los pensamientos
están vinculados con la inteligencia emocional, y que estos identifique como
interviene el pensamiento de cada persona, cuyos pensamientos son diferentes en
cada ser pensante.
No obstante las emociones son gran fundamento en estas relatos ya que juegan
un papel muy importante en cada individuo, desde un recuerdo de muy hermoso
hasta una experiencia desagradable.
Sin embargo cada persona debe aprender a controlar sus emociones, gestos,
expresiones a decir, etc… ya que estas pueden ayudar o perjudicar en su
autoestima.
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Introducción
En esta antología descubrirás 8 historias en las cuales cada una tiene
circunstancias diferentes, en momento y lugar. Sin embargo cuyo propósito es que
conozcas como el pensamiento y la inteligencia emocional está intrínsecamente
relacionada.
En cada historia conocerás aspectos como una simple travesuras hasta la
asertividad emocional, también como que querer es poder para así alcanzar tus
sueños y llegar al éxito, igualmente desde un recuentro de un amor hasta la
separación de una relación con una despedida sin rencores y remordimientos. En
cada uno te darás cuenta que intervino el pasamiento y la inteligencia emocional
de los diferentes relatos.
Con estas historias experimentarás a que no siempre es lo que parece que cada
individuo pinta su mundo con los colores que el cualesquiera, en donde el en su
vida es el pintor y el decide que colores utilizar no la situaciones de la vida.
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Historia No. 1
Matilda Cabtree
Fue una sucesión de errores trágicos. Matilda Crabtree, de catorce años, quiso
hacerle una broma a su padre: salió de un armario dando un salto y gritando
“¡Buuu!” mientras sus padres entraban en casa a la una de la mañana, después de
visitar a unos amigos.
Para Bobby Crabtree y su esposa pensaron que Matilde quedaba esa noche en
casa de unos amigos. Al oír ruidos mientras entraba en su casa, Crabtree buscó
una pistola calibre 357 y entró en el dormitorio de Matilda para investigar. Cuando
Matilda salió de un salto del armario, Crabtree le disparó al cuello. Matilda
Crabtree murió doce horas más tarde.
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Historia No. 2
Mañana no me traigas Manzanas
Mañana fría de 1942. En un campo de concentración, un joven mira a través de la
cerca de alambre con púas y ve a una muchacha, linda como la luz del sol. La
chica también lo ve, y su corazón salta como un cabrito perseguido por un
enjambre de avispas. Ella quiere expresar sus sentimientos y le arroja una
manzana roja a través de la cerca. La manzana le trae vida, esperanza y amor. El
muchacho la recoge y un rayo de luz ilumina su mundo de oscuridad. El joven no
duerme aquella noche. El rostro angelical y la sonrisa tímida de la joven vienen a
su recuerdo.
Al día siguiente tiene unas ganas locas de volverla a ver. Se aproxima otra vez a
la cerca y para sorpresa suya, ve de nuevo a la joven. Ella aguarda la llegada
misteriosa del joven que tocó su corazón. Allí está, con otra manzana roja en la
mano. Hace mucho frío, el viento helado sopla produciendo un lamento triste. A
pesar de eso, dos corazones son calentados por el amor mientras la manzana
atraviesa la cerca. El incidente se repite por varios días. Dos jóvenes en lados
opuestos de la cerca, se buscan uno al otro. Sólo por un momento. Apenas para
intercambiar miradas tiernas.
El encuentro es llama que flamea. El sentimiento inexplicable de ambos es el
combustible.
Cierto día, al fin de esos momentos dulces, el joven le dice con expresión triste:
Mañana no me traigas la manzana. No estaré más aquí; me están enviando a otro
campo de concentración. Aquella tarde el muchacho se va triste con el corazón
quebrado. Tal vez nunca más vulva a verla.
Desde ese día la imagen linda de la joven dulce aparece en su mente en
momentos de tristeza. Sus ojos, las pocas palabras, la manzana roja. Para él todo
es alegría en la tristeza. Su familia muere en la guerra. Su vida es casi destruida,
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pero en los momentos más difíciles la imagen de la chica de sonrisa tímida le trae
alegría, aliento y esperanza.
Los años pasan, los años pasan. Un día, en Estados Unidos, dos adultos se
conocen por casualidad en un restaurante. Conversan de la vida. Hablan de sus
encuentros y desencuentros.- Bueno, ¿dónde estuviste durante la guerra?
Pregunta la mujer.
Estuve en un campo de concentración en Alemania, responde el hombre.
Yo recuerdo que le arrojaba manzana a través de la cerca a un joven que también
estaba en un campo de concentración recuerda ella.
Con el corazón casi saliéndole por la boca, el hombre balbucea:
¿Y ese muchacho te dijo un día: “mañana no me traigas la manzana porque me
están llevando a otro campo de concentración?
Sí responde ella, presintiendo algo maravilloso, pero ¿Cómo puedes tú saber eso?
Él, la mira a los ojos, como se mira a una estrella, y le dice:
Yo era ese muchacho.
Silencio. Tantos recuerdos, tanta nostalgia, tanta esperanza, de volverla a ver. Las
palabras casi no le salen, pero continúa.
Me separaron de ti aquel día, pero nunca perdí la esperanza de volver a verte.
¿Quieres casarte conmigo?
Se abrazan bien fuerte, mientras ella susurra a sus oídos: Sí claro que sí, mil
veces sí.
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Historia No. 3
Un huésped de dios
En una ocasión tuve una relación sentimental de lo más hermosa, o al menos así
lo creía yo. Pero un día se acabó. He oído historias de personas que de repente
han abandonado a su familia y no han vuelto nunca más. Nadie se levanta un día
y se dice “se ha acabo” . Y decide terminar su relación sentimental; o al menos así
lo creía hasta que me ocurrió a mí.
Yo soy una de esas personas que necesita hablar… o al menos analizar una
situación, comprender, perdonar y ser perdonada.
Pero hay quien no puede soportar esa clase de charlas.
O quizá no quiere quedar demasiado expuesto al mantenerlas. Sea por la razón
que sea, esta clase de personas parecen preferir extirpar quirúrgicamente a su
pareja de su vida quemar el puente que los une, lanzar una bomba en el hermoso
jardín que podría haber sido una amistad que durara toda la vida.
Aquél hombre sin embargo, me hizo un regalo. Con el tuve la experiencia de un
amor que no entraba en conflicto con mi mayor sensación de tener una misión que
realizar en la vida. Por primera vez parecía no haber una competición, una
escisión, entre mi vida sentimental y mi carrera profesional. Podía decidir ser un
rehén de mi ego o un huésped de dios. Sé que no es posible dejar ir a una
persona – La clase de desprendimiento que la libera no solo a ella sino también a
ti – Sin desearle lo mejor de todo corazón. No bastaba con decir: “Te dejo ir”, sino
que también tenía que poder decirle: “Te dejo ir y le ruego a dios que los ángeles
te acompañen. Te dejo ir y espero que tus sueños se hagan realidad. Te dejo ir y
espero que seas feliz”.
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Historia No. 4
El éxito está en ti
Tengo una amiga que es una fantástica cantante que lleva años entusiasmando al
público con su voz. También es una mujer guapísima. Todo el mundo le ha dicho
siempre que estaba destinada a ser una estrella. Pero ¿alcanzó ella su gran
oportunidad a los veinte, a los treinta o incluso a los cuarenta?, No, porque como
nos ocurre a muchos, sus demonios se lo impidieron durante años. Era capaz de
perderse una reunión importante porque tenía una resaca o decía lo incorrecto a
un ejecutivo de una discográfica porque su estilo era inmaduro.
Saboteó sistemáticamente su propio éxito. Sólo fue al cumplir los cuarenta cuando
todas las piezas de su vida empezaron a encajar, por fin su talento y su
personalidad se habían alineado. Y lo que ella pudo ver en cuanto ocurrió es que
el largo y sinuoso viaje que había seguido su vida había hecho que su éxito fuera
más luminoso aún.
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Historia No 5
La historia de Sofía.
Sofía estaba casada con un hombre que la maltrataba psicológicamente. Su
motivo de su consulta era claro y específico: “Quiero hacerme respetar… me
siento muy mal conmigo misma… Cuando él me insulta o me hace a un lado me
quedo cayada como si yo mereciera el castigo… No se defenderme y además le
tengo miedo… Me cansé de agachar la cabeza… Quiero hacer algo al respecto”.
Sofía abría dado el primer paso. Cuando le expliqué los principios de la
asertividad y lo que perseguía el tratamiento, los ojos le brillaron: “¡Eso es lo que
necesito!”.
Le di a leer un folleto y le dije que tendríamos unas sesiones previas de
evaluación Para profundizar en otros aspectos de su vida. A la semana siguiente
regresó con una gran novedad: “Doctor, esta técnica es maravillosa. El sábado
por la noche llegamos de una fiesta y el empezó agredirme verbalmente como
siempre. Yo, de inmediato me acordé de lo que usted me había dicho sobre la
defensa de mis derechos. Entonces tomé un portarretratos y se lo tiré directo a
la cabeza… Él se asustó tanto que no hizo nada le corté un poco la frente…
Pero se lo merecía… ¡y todo gracias a usted, doctor!”. Me sentí como una boina
verde asesorando a un futuro mercenario. Ella estaba eufórica y no hacía más
que disfrutar de su “gran momento de asertividad”. A Sofía le ocurrió lo que a
muchas personas oprimidas: la acumulación tóxica hizo explosión. El
entrenamiento asertivo había servido de detonante y yo. Después de una larga
sesión pedagógica, ella volvió a la realidad: “Usted no fue asertiva, fue agresiva.
El objetivo de la asertividad no es lastimar a otros si no a defenderse,
autoafirmarse, sentar precedentes de inconformidad e intentar modificar un
comportamiento que viola nuestro territorio pero a veces, por más asertividad
que usemos, es imposible producir un cambio significativo en la otra persona.
Por ejemplo, si alguien pretende abusar sexualmente de usted, la asertividad no
le serviría de nada. No está diseñada para la violencia física, aunque pueda
ayudar. Frente al violador, el carate o la defensa personal serían sin duda una
mejor opción que la expresión honesta de sentimiento. Pero usted agredió
físicamente a una persona que sólo la agredía verbalmente, y eso hizo que su
posición perdiera fuerza y autoridad moral”. Su réplica no tardó en llegar: “¿y qué
propone usted? ¿Debería haberme que dado quieta y dejar que me insultara
como siempre?”. Le respondí evidentemente que no: “De ninguna manera. Usted
puede ser enfática expresar su ira de una forma adecuada y decidir que no está
dispuesta a seguir soportando ese trato. Independientemente de la respuesta de
su marido, usted habrá dicho lo que sentía con pudor”. Sofía estaba
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decepcionada de su terapeuta: “¡Valiente ayuda! ahí como si nada!”. Entonces le
respondí: “Usted lo ha dicho. Hay veces en que la vida nos pone entre la espada
y la pared y nos obliga a tomar una decisión crucial. Usted está en ese punto de
la encrucijada. La asertividad le permite abrir la válvula de presión para que ejerza
el derecho a la oposición, pero si su marido continúa con su conducta y se
niega a respetarla, puede hacer uso del derecho a irse, que es mucho más
concluyente que el derecho a la réplica. La asertividad le permite agotar
posibilidades a la vez que la convierte en participante activa y no pasiva de la
situación. Partirle un palo en la cabeza o encerrarlo en un clóset, pero su
liberación debe comenzar por lo psicológico.
WALTER RISO.
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Historia No 6
La historia del joven profesor.
Un joven profesor y abogado se sentía agradecido por sus estudiantes, quienes
se reían a su espalda, no le prestaban atención en clase y le mandaba notas
burlándose de su vestimenta, cabello y estatura. Algunos de ellos le hacían
preguntas jactanciosas y otros simplemente lo ignoraban. Tres veces por semana
su adrenalina llega al techo y su auto estima al subsuelo. Había comenzado a
tener alteraciones del sueño, ansiedad flotante, dolores musculares e irritabilidad
manifiesta. Cuando mi paciente descubrió la herramienta de la asertividad, sintió
un gran alivio: “no soy el único, al fin podré defenderme”. Dos semanas después
llegó a la consulta con paso firme y seguro. Se veía más alto y su barbilla
apuntaba al techo, su porte era arrogante, como los abogados que pertenecen
a bufetes importantes. Entonces dijo con orgullo. “¡la mayoría reprobó el
examen!”. No niego que a veces la venganza pueda hacernos cosquilla y
provocar en nosotros una risita malévola involuntaria, pero como ya dije, la
asertividad no pretende hacer una apología de la violencia. El auto respeto no se
logra destruyendo a los que nos molestan, sino desenmascarándolos con
valentía. El joven abogado en medida avanzó en su tratamiento, logró equilibrar y
reajustar las fluctuaciones de la asertividad hasta encontrar su propio estilo
personal. Finalmente, no sin esfuerzo. Pudo sobrevivir al grupo. La asertividad es
una herramienta de la comunicación que facilitan la expresión de emociones y
pensamientos, pero no es un arma destructiva como la utilizan los agresivos.
Está diseñada para defenderse inteligentemente. Cuando la ponemos al servicio
de fines nobles, la asertividad no solo se convierte en un instrumento de
salvaguardia personal. Si no que nos dignifica.
WALTER RISO.
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Historia No 7
La historia de la mujer sumisa.
Algunas veces, no ser asertivos puede ofertar negativamente la imagen de las personas. Una mujer retraída e inasertiva pensaba que siendo sumisa y complaciente con los hombres éstos iban a llevarse una mejor impresión de ella. Las estrategias de decir a todo “si”y no fijar posiciones no mostró un efecto bumerán: la mayoría de sus amigos terminan quejándose por su extrema pasividad. Paradójicamente, la imagen que terminó proyectando era la de una mujer insegura y necesitada de aceptación evitar la asertividad no mejoró su imagen.
Moraleja: la gente sumisa puede resultar muy querida al principio pero con el tiempo, produce hastío: necesitamos un poco de repudio algo de oposición constructiva para que los lazos afectivos se fortaleza.
Walter Riso
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Historia No 8
La historia de las piedras.
Dicen que todo se crea dos veces: primero a través del mundo de la imaginación y después a través del mundo de los hechos.
Un día entrevistaron a Miguel Ángel y le dijeron:
-¡Qué obra tan hermosa, señor! ¿Cómo pudo hacer algo tan brillante? ¡Usted es un genio!
Él contestó :
-Yo no soy ningún genio, fue muy sencillo lo que hice: sólo vi una piedra, le quité lo que le sobraba y de ahí salió esta efigie.
Créanme, los grandes emprendedores aprendieron a visualizar su futuro, a ser optimistas a la hora de realizar proyectos, a confiar en ellos, a soñar. Va a ser muy importante que les enseñemos estos principios a los nuestros, si queremos que el día de mañana sean excelentes directivos. Porque como ya lo dijimos, usted está creando al directivo ejecutivo, empleado u obrero del mañana, de acuerdo con la forma en que piensa.
* Un hombre encontró una piedra:
* El distraído tropezó con ella.
* El violento la utilizó como proyectil.
* El emprendedor construyó con ella.
* El campesino la utilizó de asiento.
* Para los niños fue un juguete.
* Drummond la poetizó.
* David mató a Goliat.
* Miguel Ángel creó la más bella escultura.
En todos los casos, la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre.
Use las piedras de su camino para aprender a vivir mejor: Enseñe a los demás a que logren maravillas con lo que se encuentran en su camino y que hagan de su destino una obra maravillosa.
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Conclusión
En cada individuo hay en su cabeza un mudo diferente, en los cuales están los
pensamientos buenos y malos y cada unas de sus emociones alegría, adrenalina,
tristezas, melancolía, etc… pero cada una de ellas refleja como se encuentra en
su autoestima y su forma de ver el mundo.
Cada persona tiene situaciones diferentes en lugares y tiempos, pero cada
persona debe aprender a lidiar con sus dificultades emocionales es ahí cuando la
inteligencia emocional la debemos aplicar, ya que si una persona piensa
negativamente todo se supone le saldrá mal, en cambio ha que esta persona
piense que ese día será diferente y que hará lo posible que su día sea mejor que
los otros.
De igual manera las situaciones de la vida debemos aprender a ser asertivos, a
detenerse a reflexionar, ha aprender que la vida es como el juego de la rueda de
la fortuna, algunas veces estas arriba otras abajo y que esta también es como un
bumerán que algo bueno o malo que hagas se te regresara y que cada persona es
especial ya que hay que amarse, valorarse tal y como es, ya que no existe alguien
igual a ti, a mi, a tu amigo, familiar o conocido, cada uno es único y vale por lo que
es.
Cada uno es propio de ver las cosas y situaciones como quiera, ya que puedes
utilizarlas a tu favor o simplemente a en contra tuya o de los que te rodean.