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I II

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VIVII

FONDOS PÚBLICOS DESVIADOS.- Los 6.5 millo-nes de pesos del fondo “del 2 al 5 al millar” debieron ser destinados para obras y no a una cuenta para “préstamos al personal”.

CHEQUES DE PUÑO Y LETRA.- Los cheques que fueron expedidos todos el mismo día fueron hechos a mano, de puño y letra, firmados todos por el tesorero Fernando Elizondo.

PRÉSTAMOS PRIVILEGIADOS.- Los beneficia-rios de los “préstamos al personal” fueron ocho funcionarios del más alto nivel que recibieron entre 119 mil y 433 mil pesos cada uno.

SIN RÉCORD DE DEVOLUCIÓN.- El balance de la cuenta de Banamex no registra cheques que comprueben que los altos funcionarios paga-ron las deudas de los “préstamos al personal.

URGENCIA DEL MISMO DIA.- Los ocho funciona-rios de alto nivel tuvieron la necesidad de pedir un préstamo el mismo día, el 7 de marzo del 2000. El tesorero se los autorizó.

DESVÍAN PARA TAPAR.- El 26 de diciembre sale de la Contraloría un cheque por 1.9 millones para tapar los “préstamos al personal”. Pero el saldo total, los 6.5 millones de pesos, es retira-do un día después.

SIN RENDICIÓN DE CUENTAS.- Cuatro años después la Contraloría investiga el destino del saldo. Le res-ponden que esa cuenta “no formó ni formaba parte de la contabilidad y registro de la Cuenta Pública del Gobierno”.

en febrero del 2000, cuando era tesorero de Nuevo León, Fernando elizondo, fue el estratega y operador de la oscura cuenta 086 1505 1234 que terminó por ocultar el destino de 6.5 millones de pesos.

Los siete pecados de La cUeNta

F ernando Elizondo tiene una cuenta pendien-te. Una suma de dinero público que manipuló a espaldas del Congreso y de los nuevoleoneses. Recursos que llegaron del gobierno federal y que esta-

ban etiquetados para la supervisión de obra pública. Pero que fueron utilizados a discreción en una cuenta bancaria fuera de los registros estatales. Como si se tratara de una cuenta perso-nal.

Consiste en una suma de apertura de 6.5 millones de pesos del rubro denominado “Del 2 al 5 al millar”. Es decir, del 2 al 5 pesos por cada mil de los recursos que llegan de la Federación hacia Nuevo León para hacer obra pública.

Es dinero que se reserva para gastos de supervisión y audi-torías durante la construcción de la infraestructura.

Pero Elizondo hizo lo que quiso con estos recursos públi-cos.

Incluso, préstamos a los funcionarios de primer nivel del gabinete. Y lo hizo con cheques firmados con su puño y letra.

Movió los 6.5 millones de pesos del gobierno a la cuenta No. 0861 505 1234 abierta en Banamex en febrero de 2000.

La orden para abrir la cuenta fue del entonces goberna-dor, Fernando Canales, quien firmó un oficio para crear un fondo de préstamos para el personal.

Parecía que todo tenía un fin noble. Pero Elizondo terminó manejando esos fondos públicos como una caja chica donde los movimientos sólo fueron conocidos por él. Y donde el dine-ro que se reintegró a la cuenta no coincide con los montos que salieron en préstamo.

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POR HUGO GUTIÉRREz

Dispuso de los recursos sin registrar la cuenta en la conta-bilidad pública. Sólo él y su secretario de la Contraloría, Rafael Serna Sánchez, estaban autorizados para manejar la cuenta.

Así, en febrero de 2000 abrió la cuenta con 1 peso. Pero el 7 de marzo depositó los 6.5 millones que habían sido etiqueta-dos para la supervisión de obra pública.

Y el dinero empezó a fluir. El hoy candidato panista al gobierno de Nuevo León abrió la chequera.

Pero no para prestarlo a los burócratas que apenas ganan para vivir dignamente.

Otorgó préstamos por sumas de entre 119 mil a 438 mil pesos. Y fueron sólo para los favoritos. Para funcionarios de primer nivel.

Todos los cheques fueron hechos de puño y letra de Elizon-do el 7 de marzo. El dinero salió durante la semana siguiente .

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OSCAR BULNES 555 MIL

Excepto uno adicional que se entregó el 17 de abril.El secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Óscar Bul-

nes Valero, sacó 436 mil pesos el 9 de marzo. Luego, le prestaron 119 mil pesos el 17 de abril. En total: 555 mil pesos.

El secretario de Gobierno y ex dirigente del PAN, Carlos Domín-guez Ahedo, obtuvo un préstamo por 438 mil pesos.

Misma cifra que le otorgaron al procurador José Santos Gonzá-lez Suárez y al secretario de Educación José Martínez González.

Pero también le prestaron dinero al secretario del Trabajo en aquel entonces, José Mario Garza Benavides. Fue un cheque por 286 mil pesos.

Y al secretario de Desarrollo Económico, Carlos Zambrano Plant, 284 mil pesos.

El director de Recursos Humanos, Adolfo Quijano, obtuvo 231 mil pesos en préstamo. Y al propio secretario de la Contraloría, al encargado de vigilar la aplicación de dinero público, 193 mil pesos. Quizás porque así no haría pública la cuenta secreta.

En total, el tesorero Elizondo prestó a sus favoritos del gabinete unos 2 millones 800 mil pesos. Todo en un solo mes. En marzo de 2000. Sólo a Bulnes le repitió el préstamo en abril de ese año.

Sí, al secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas que pre-cisamente en octubre de 2004 fue sancionado por la contralora interna del Estado, Nora Livas, con 10 años de inhabilitación en el

RAFAEL SERNA

193,719

JOSÉ SANTOS GONzáLEz

438,444

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servicio público.Todo, por el exceso de gasto público en la presa rompepicos en

el Cañón de la Huasteca.

NO COINCIDEN DEPÓSITOS

A esta famosa cuenta 0861 505 1234 de Banamex que nunca fue registrada de manera pública, Elizondo todavía le haría movimien-tos que nadie tuvo la oportunidad de revisar. Ni el Congreso del Estado ni la Contraloría interna estatal.

¿Y cómo iba a auditarlo el secretario de la Contraloría interna, Rafael Serna, si también recibió un préstamo de la cuenta secreta?

Después de los préstamos de marzo y abril a costa del dinero público para supervisión y auditorías de obra pública, Elizondo dejó descansar la cuenta por meses.

Entre mayo y agosto la ya prominente cuenta, pero entonces secreta, la número 0861 505 1234, no tuvo ningún movimiento.

Pero llegó septiembre y en esa cuenta depositaron 231 mil 287 pesos. La cifra no coincide con alguno de los préstamos hechos a los funcionarios de primer nivel.

Este depósito de septiembre se parece a la cifra que Elizondo sacó de la cuenta secreta para prestársela al director de Recursos Humanos del gobierno, Adolfo Quijano.

Sin embargo, es menor que el monto prestado por unos 200 pesos. Y es que a Quijano le facilitaron en marzo de 2000 exacta-mente 231 mil 414 pesos. Pero el depósito sólo fue por 231 mil 287 pesos.

Si significó el pago del préstamo, pues no sólo fue sin intereses. Fue hasta más barato al pagar unos 200 pesos menos de lo que le

prestó Elizondo del dinero público.Luego, los movimientos en esa cuenta secreta continuaron igual

de desconcertantes.En octubre depositaron 311 mil pesos. En noviembre, 218 mil y

en diciembre, 148 mil. Ninguna de estas cifras correspondió a los montos que fueron

retirados como préstamo para los funcionarios.Incluso, sumando estas cantidades depositadas entre septiem-

bre y diciembre de ese año, todavía no se completaban los 2 millo-

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nes 800 mil pesos que el tesorero sacó del erario para prestarlo a los favoritos del gabinete.

Los depósitos a la cuenta secreta apenas sumaban unos 908 mil pesos. Cerca de un millón, cuando en préstamos salieron los 2 millones 800 mil pesos. Faltaban cerca de 2 millones de pesos.

Pero como si fuera un as bajo la manga. Como un milagro de los dineros del erario. De repente depositaron a la cuenta la suma exacta para completar el saldo inicial de los 6.5 millones de pesos.

Así, como por arte de magia, otra vez en la cuenta 0861 505 1234 de Banamex había el monto inicial con que se abrió la cuenta.

Sí, como un milagro financiero. Cuando no coincidieron los depósitos con los préstamos. Cuando el dinero no fue suficiente para cubrir lo que el tesorero Elizondo prestó a los funcionarios de primer nivel. Vino la última carta. Pero, ¿de dónde salió el dinero?

Y es que Elizondo, en otro acto irregular sumado a esta serie de discrepancias financieras, le pidió a la propia Contraloría sacar 1.9

millones de pesos de su propio presupuesto.De la cuenta de Banorte 051 376 439, a nombre de la Secreta-

ría de la Contraloría del Estado, el tesorero y su empleado, Rafael Serna, sacaron lo que faltaba para completar los 6.5 millones de pesos. Para que no faltara nada luego de los préstamos.

Otra vez dinero etiquetado para un presupuesto estaba siendo usado en otro rubro y a discreción por Fernando Elizondo.

Así que aún cuando los depósitos no coincidieron con los prés-tamos, ni tampoco completaban la cantidad que salió de la cuenta secreta, había otra vez 6.5 millones de pesos como saldo.

Pero ese mismo mes de diciembre en que se completó la suma inicial, el dinero se esfumó.

Los 6.5 millones de pesos fueron retirados de caja de Banamex a las 17:26 horas del 27 de diciembre en la sucursal 0861 de San Pedro. Tan sólo cuatro días antes de que terminara el año.

Así, sin mayor explicación, el tesorero sacó el dinero de una

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cuenta que nunca estuvo registrada como pública. Aunque fue un retiro millonario, no hay rastro de este último movimiento.

Fue después de las 17:00 horas, que es el horario regular del banco. Y como no hay cheque, entonces, ¿salió en efectivo?...

Cuatro años después de aquellos extraños movimientos, ya con el cambio de administración, la Contraloría interna del Estado solicitó información sobre esa cuenta abierta con recursos públi-cos. Rastrearon los cheques y el 15 de marzo de 2004 pidieron una copia de éstos.

Empezaron a buscar el dinero para supervisión de obra públi-ca que fue “jineteado” por Elizondo en préstamos a funcionarios de primer nivel. Además de que el monto inicial desapareció sin

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rumbo fijo.La respuesta de la Tesorería estatal es que los recursos públicos

de esa cuenta en Banamex no formaron parte de la contabilidad pública.

Y que los 6.5 millones de pesos que en diciembre de 2000 vol-vieron a la cuenta y desaparecieron fueron retirados en caja. No se sabe más.

Elizondo tiene esta cuenta pendiente. Si usó dinero etiquetado para la supervisión de obra pública en otro gasto, debe una explicación.

Como utilizó dinero del erario en una cuenta secreta que sólo él y su contralor podían conocer, estaría incurriendo en un desvío de recursos.

Y si este candidato al gobierno de Nuevo León es el único que conoce si realmente los funcionarios pagaron los préstamos, debe denunciarlo.

Pero si no se sabe el destino final de esos 6.5 millones de pesos, no hay explicación ni denuncia que valga. Son muchos movimien-tos para seguirlos teniendo en secreto.

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de sU pUño y LetraREVISA CON LUPA LA FIRMA DE FERNANDO ELIzONDO. PUEDES REVISAR QUE ES LA AU-TORIzADA POR BANAMEx PARA USAR LA CUENTA 0861 505 1234. Y QUE TAMBIÉN ES LA

MISMA QUE SIGNÓ LOS CHEQUES PARA PRESTARLE ENTRE 119 MIL Y 434 MIL PESOS A FUN-CIONARIOS DE PRIMER NIVEL. AL MISMO TIEMPO, FUE AVALADA LA FIRMA DEL ENTONCES CONTRALOR, RAFAEL SERNA. ELLOS DOS FUERON LOS ÚNICOS CON AUTORIzACIÓN PARA

RETIRAR 6.5 MILLONES DE PESOS EL 27 DE DICIEMBRE DE 2000. LA CUENTA NO FUE REGIS-TRADA COMO PÚBLICA Y LA CONTRALORÍA INVESTIGA EL DESTINO DEL DINERO.

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