TERAPIA GÉNICA
Integrantes: máximo seguel
Constanza González
Curso: 4º medio A
¿EN QUE CONSISTE?
El concepto de terapia génica resulta de la observación de que
ciertas enfermedades resultan de daños genéticos específicos.
Las patologías causadas por defectos mono genéticos podrían
ser curadas mediante la inserción y expresión de una copia
normal del gen dañado.
La terapia génica persigue modificar el genoma de las células
somáticas transfiriendo copias normales de genes para que
produzcan cantidades adecuadas del producto génico normal,
cuya acción corregiría la enfermedad genética.
APLICACIONESMarcaje génico: El marcaje génico tiene como objetivo, no la curación del paciente,
sino hacer un seguimiento de las células, es decir, comprobar si en un determinado
sitios del cuerpo están presentas las células específicas que se han marcado. Un
ejemplo de ello sería la puesta a punto de vectores para ensayos clínicos, permitiendo,
por ejemplo, que en ocasiones en las que un paciente de cáncer (leucemia) callampa y
al que se le ha realizado un autotransplante recae se pueda saber de donde proceden
las células, si son de células trasplantadas o si son células que han sobrevivido al
tratamiento.
Terapia de enfermedades mono génicas hereditarias: Se usa en
aquellas enfermedades en las que no se puede realizar o no es eficiente la
administración de la proteína deficitaria. Se proporciona el gen defectivo o ausente.
Terapia de enfermedades adquiridas: Entre este tipo de enfermedades la más
destacada es el cáncer. Se usan distintas estrategias, como la inserción de
determinados genes suicidas en las células tumorales o la inserción
de antígenos tumorales para potenciar la respuesta inmune.
TIPOS DE TERAPIA GÉNICATerapia génica somática: se realiza sobre las células somáticas de un individuo, por
lo que las modificaciones que implique la terapia sólo tienen lugar en dicho paciente.
Terapia in vivo: la transformación celular tiene lugar dentro del paciente al que se le
administra la terapia. Consiste en administrarle al paciente un gen a través de un
vehículo (por ejemplo un virus), el cual debe localizar las células a infectar. El
problema que presenta esta técnica es que es muy difícil conseguir que un vector
localice a un único tipo de células diana.
Una segunda estrategia de terapia génica consiste en administrar el gen "corrector" al paciente in vivo. Con esta estrategia, sin embargo, no es posible controlar la eficacia de la transferencia del gen
Terapia ex vivo: la transformación celular se lleva a cabo a partir
de una biopsia del tejido del paciente y luego se le trasplantan las
células ya transformadas. Como ocurre fuera del cuerpo del
paciente, este tipo de terapia es mucho más fácil de llevar a cabo y
permite un control mayor de las células infectadas. Esta técnica
está casi completamente reducida a células hematopoyéticas pues
son células cultivables, constituyendo así un material trasplantable.Una de las estrategias de la terapia génica consiste en extraer células de un paciente, cultivarlas y modificarlas in vitro -generalmente utilizando un vector viral-.Luego se reimplantan esas células en el paciente. En este caso, el riesgo de rechazo del implante por parte del sistema inmunitario es mínimo. Esta estrategia se denomina ex vivo y es la más practicada hasta el momento.
Terapia génica germinal: se realizaría sobre las células
germinales del paciente, por lo que los cambios generados por los genes
terapéuticos serían hereditarios. No obstante, por cuestiones éticas y
jurídicas, ésta clase de terapia génica no se lleva a cabo hoy en día. está
dirigida a las células reproductoras (gametos) o a un embrión de no más
de treinta y dos células (estadio de indiferenciación funcional). En estos
casos toda alteración producida en los genes mediante la intervención
terapéutica es asimilada por el genoma del organismo como
modificación del patrimonio genético y transmitida a las generaciones
posteriores. Por ello, no son aplicadas al hombre pues las cuestiones
éticas involucradas aún no han hallado un pronunciamiento claro de la
sociedad.
procedimientoAunque se han utilizado enfoques muy distintos, en la mayoría de los estudios de
terapia génica, una copia del gen funcional se inserta en el genoma para
compensar el defectivo. Si ésta copia simplemente se introduce en el huésped, se
trata de terapia génica de adición. Si tratamos, por medio de la recombinación
homóloga, de eliminar la copia defectiva y cambiarla por la funcional, se trata de
terapia de sustitución.
Actualmente, el tipo más común de vectores utilizados son los virus, que pueden
ser genéticamente alterados para dejar de ser patógenos y portar genes de otros
organismos. No obstante, existen otros tipos de vectores de origen no vírico que
también han sido utilizados para ello.
Las células diana del paciente se infectan con el vector (en el caso de que se trate
de un virus) o se transforman con el ADN a introducir. Este ADN, una vez dentro
de la célula huésped, se transcribe y traduce a una proteína funcional, que va a
realizar su función, y, en teoría, a corregir el defecto que causaba la enfermedad.
virusTodos los virus son capaces de introducir su material genético en la
célula huésped como parte de su ciclo de replicación. Gracias a ello,
pueden producir más copias de sí mismos, e infectar a otras células.
Algunos tipos de virus insertan sus genes físicamente en
el genoma del huésped, otros pasan por varios orgánulos celulares en
su ciclo de infección y otros se replican directamente en el citoplasma,
por lo que en función de la terapia a realizar nos puede interesar uno u
otro.
Algo común a la mayoría de estrategias con virus es la necesidad de
usar líneas celulares "empaquetadoras" o virus helpers, que porten los
genes que les eliminamos a nuestros vectores y que permiten la
infección.
ENFERMEDADESCáncer
El trata no se sabe de donde salió el cáncer pero es una mutación de las
celular y se van reproduciendo sin control alguno génica en el cáncer son:
Aumento de la respuesta inmune celular antitumoral (terapia
inmunogénica). Está basada en la habilidad del sistema inmune atacar
contra el cáncer.
Introducción de genes activadores de drogas dentro de las células
tumorales o terapia de genes suicidas. Consiste en la introducción selectiva
de genes que codifican para la susceptibilidad a drogas que de otra manera
no serían tóxicas. Esto lleva a la producción de enzimas (como por ejemplo
la HSV-tk [Herpex simplex virus timidina kinasa]) que convierten prodrogas
(vg ganciclovir, 5-fluorocitocina) en metabolitos citotóxicos que destruyen a
las células tumorales en proliferación.
Normalización del ciclo celular. Consiste en la inactivación de oncogenes
mutados, como el ras, o en la reexpresión de antioncogenes o genes
supresores de tumor inactivos como el p53.
Manipulación de las células de la médula ósea. Es utilizada principalmente
en la terapia génica de desórdenes hematológicos, y consiste en transferir a
las células progenitoras hematopoyéticas genes de quimioprotección o de
quimiosensibilización, entre otros.
Uso de ribozimas y tecnología antisentido o "antisense". Las ribozimas son
ARN con actividad catalítica que actuarían incrementando la degradación
del ARN recién traducido, disminuyendo proteínas específicas no deseadas,
factor que a veces se asocia a alteraciones tumorales. La tecnología
antisentido se refiere a oligonucleótidos de ARN que no tienen actividad
catalítica, sino que son complementarios a una secuencia génica y que
pueden actuar bloqueando el procesamiento del RNA, impidiendo el
transporte del mRNA o bloqueando el inicio de la traducción.
Síndrome de Wiskott-Aldrich(WAS)
El síndrome de Wiskott-Aldrich (WAS) es una enfermedad recesiva ligada al cromosoma X
caracterizada por eczema, trombocitopenia, infecciones recurrentes, inmunodeficiencia así como
una gran tendencia a los linfomas y a las enfermedades autoinmunes. También hay una versión
más suave de esta enfermedad conocida como trombocitopenia ligada al cromosoma X o XLT
caracterizada por microtrombocitopenia congénita con plaquetas de pequeño tamaño. Ambas
enfermedades están producidas por mutaciones en el gen WAS que codifica para una proteína
multidominio que sólo se expresa en células hematopoyéticas, WASP. Por lo tanto, la mayoría de
los que padecen este síndrome sufren una muerte prematura debido a una infección,
hemorragia, cáncer o anemia grave autoinmune. Actualmente, se han realizado tratamientos
eficaces en pacientes con el síndrome de Wiskott-Aldrich por medio de trasplantes de médula
ósea o sangre del cordón umbilical de un donante HLA idéntico o compatible. En 2010 se publica
un estudio que muestra importante mejoras en dos niños diagnosticados con la enfermedad. La
terapia consistió en extraer las células madre hematopoyéticas y volvérselas a trasferir tras
integrarles el gen WAS en el genoma. Tras la terapia génica, detectaron niveles significativos de
la proteína WASP en las diferentes células del sistema inmune de los pacientes. El resultado fue
que los pacientes tuvieron varias mejoras significativas: uno de ellos se recuperó por completo
de la anemia autoinmune y el otro paciente redujo el eczema que sufría.
Problemas de la terapia génica y de sus aplicaciones
Un concepto muy importante del que radican algunos aspectos de la
seguridad de la terapia génica es el de la barrera Weismann. Se refiere al
hecho de que la información hereditaria sólo va de células germinales a
células somáticas, y no al revés.
La terapia génica en células germinales es mucho más controvertida
que en células somáticas, pero aún así, si la barrera Weismann fuera
permeable a algún intercambio de información, como algunos autores
señalan,19 incluso la terapia en células somáticas podría tener problemas
éticos y de seguridad que antes no habrían sido considerados.
La naturaleza de la propia terapia génica y sus vectores, implica
que en muchas ocasiones los pacientes deben repetir la terapia cada
cierto tiempo porque ésta no es estable y su expresión es temporal.
La respuesta inmune del organismo ante un agente extraño como un virus o
una secuencia de DNA exógena. Además, esta respuesta se refuerza en las
sucesivas aplicaciones de un mismo agente.
Problemas relacionados los vectores virales. Podrían contaminarse tanto por
sustancias químicas como por virus con capacidad de generar la enfermedad.
Implican también riesgos de respuesta inmune
Trastornos multigénicos: representan un reto muy grande para este tipo de
terapia, ya que se trata de enfermedades cuyo origen reside en mutaciones en
varios genes, y aplicar el tratamiento se encontraría con las dificultades clásicas
de la terapia multiplicadas por el número de genes a tratar.
Posibilidad de inducir un tumor por mutagénesis. Esto puede ocurrir si
el ADN se integra por ejemplo en un gen supresor tumoral. Se ha dado este
caso en los ensayos clínicos para SCID ligada al cromosoma X, en los cuales 3
de 20 pacientes desarrollaron leucemia.
Muchas gracias