Año 1. No. 48 3 junio 2018
Palabra Dominical
IX Domingo del Tiempo Ordinario
Antífona de entrada Cfr. Sal 24, 16. 18
Mírame, Señor, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido. Ve mi pequeñez y mis trabajos, y perdona todos mis
pecados, Dios mío.
Se dice Gloria.
Oración Colecta
Señor Dios, cuya providencia no se equivoca en sus designios, te rogamos humildemente que apartes de nosotros todo
lo que pueda causarnos algún daño y nos concedas lo que pueda sernos de provecho. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Recuerda que fuiste esclavo en Egipto.
Del libro del Deuteronomio 5,12-15.
Esto dice el Señor: “Santifica el día sábado, como el Señor, tu Dios, te lo manda. Tienes seis
días para trabajar y hacer tus quehaceres, pero el séptimo es día de descanso dedicado al Señor,
tu Dios. No harán trabajo alguno ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu
buey, ni tu asno, ni tu ganado ni el extranjero que hospedes en tu casa; tu esclavo y tu esclava,
descansarán igual que tú.
Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que te sacó de allá el Señor, tu Dios, con mano fuete y brazo poderoso. Por
eso te manda el Señor, tu Dios, guardar el día sábado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del Salmo 80
R. El Señor es nuestra fortaleza.
Entonemos un canto al son de las guitarras y del arpa. Que suene la trompeta en esta fiesta, que conmemora nuestra
alianza. R.
Porque ésta es una ley en Israel, un precepto que el Dios de Jacob estableció para su pueblo, cuando lo rescató de
Egipto. R.
Oyó Israel palabras nunca oídas: “He quitado la carga de tus hombros y el pesado canasto de tus manos”. Clamaste en
la aflicción, y te libré. R.
No tendrás otro Dios, fuera de mí, ni adoraras a dioses extranjeros. Pues yo, el Señor, soy el Dios tuyo, el que te sacó
de Egipto, tu destierro”. R.
La vida de Jesús se manifiesta en nuestra carne mortal.
De la segunda carta del apóstol San Pablo a los corintios 4,6-11
Hermanos: El mismo Dios que dijo: "Brille la luz en medio de las tinieblas", es el que ha hecho
brillar su luz en nuestros corazones, para dar a conocer el resplandor de la gloria de Dios, que se
manifiesta en el rostro de Cristo.
Pero llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza tan extraordinaria
proviene de Dios y no de nosotros mismos. Por eso sufrimos toda clase de pruebas, pero no nos angustiamos. Nos
abruman las preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos vemos perseguidos, pero no desamparados; derribados,
pero no vencidos.
Llevamos siempre y por todas partes la muerte de Jesús en nuestro cuerpo, para que en este mismo cuerpo se manifieste
también la vida de Jesús. Nuestra vida es un continuo estar expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que también
la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Aclamación Antes del Evangelio Jn 17, 17
R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad: santificamos en la verdad. R/. Aleluya, aleluya
El Hijo del hombre también es dueño del sábado.
+ Del santo Evangelio según san Marcos 2,23-3,6.
Un sábado, Jesús iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar.
Entonces los fariseos le preguntaron: “¿Por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido
hacer en sábado?".
Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo necesidad y padecían
hambre él y sus compañeros? Entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar,
comió de los panes sagrados que sólo podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus
compañeros.”
Luego añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. Y el Hijo
del hombre también es dueño del sábado".
Entró Jesús en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos
estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado, y poder acusarlo. Jesús le dijo al tullido:
“Levántate y ponte allí en medio”. Después les pregunto:” ¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el
mal?, ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?”
Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre:
"Extiende tu mano". La extendió y su mano quedó sana.
Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes, para matar a Jesús.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo
Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un
solo Señor, Jesucristo, Hijo Único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz Dios
verdadero de Dios verdadero engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres, y por ,nuestra salvación bajó del cielo (en las palabras que siguen, hasta se hizo
hombre; todos se inclinan) y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por
nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Plegaria Universal.
Suba nuestra oración a Dios, Padre todopoderoso, que quiere iluminar y salvar a todos los hombres.
Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Por nuestro Santo Padre el Papa Francisco, y por todos los obispos, para que guíen fielmente al pueblo de Dios. Oremos
Por los que rigen los destinos de los pueblos, para que protejan la libertad de los ciudadanos y gobiernen con rectitud
y justicia. Oremos
Por todos los que sufren opresión e injusticia, por los enfermos y afligidos, para que la gracia de Dios nos mueva a
remediar esos males. Oremos
Por todos los matrimonios, para que sean fortalecidos y estén abiertos al don de la nueva vida. Oremos
Por los que estamos aquí reunidos, para que vivamos en amor fraterno y formemos una comunidad verdadera en el
seno de la Iglesia. Oremos
Escucha, Dios todo poderoso, las suplicas de tu pueblo y concédenos lo que te pedimos, confiados en tu bondad.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Llenos de confianza en tu bondad, acudimos, Señor, ante tu santo altar trayéndote nuestros dones. A fin de que,
purificados por tu gracia, quedemos limpios por los mismos misterios que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de la Comunión Mc 11, 23. 24
Cualquier cosa que pidan en la oración, crean ustedes que ya se la han concedido, y la obtendrán, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Dirige, Señor, con tu Espíritu, a quienes nutres con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, para que, dando testimonio de ti,
no solo de palabra, sino con las obras y de verdad, merezcamos entrar en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Reflexión:
Guardarás el día del sábado para santificarlo, como te lo ha mandado Yavé tu Dios. Seis días trabajarás y harás todas tus tareas, pero el día séptimo es día de descanso para Yavé tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el forastero que vive en tus ciudades; de modo que puedan descansar, como tú, tu siervo, y tu sierva. Recuerda que fuiste esclavo en el país de Egipto y que Yavé tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso Yavé tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso Yavé tu Dios te ha mandado guardar el día del sábado (Dt 5, 12-15). Los pueblos antiguos tuvieron sus días festivos dedicados a sus divinidades, al descanso, al esparcimiento; pero no se encuentra entre ellos una institución regular del descanso sabático, tal como aparece en la legislación mosaica. El descanso es algo querido por Dios. Pero como dice un comentario oficioso judío para poder cumplir el precepto de descansar en el séptimo día, hay obligación de trabajar durante los seis días que preceden. Si una persona no tiene trabajo, debe buscarlo: si tiene una propiedad abandonada, que la repare; si tiene un campo mal cuidado, que lo cultive bien. Y la enseñanza tradicional judía ha enseñado que, durante los seis días de la semana, los israelitas son colaboradores de Dios en la creación, precisamente trabajando por mejorar y realzar lo que Dios ha creado. Y, de modo paralelo, en el séptimo día ellos descansan junto con Dios y proclaman que Él es el Señor. El domingo es el Día del Señor, día de fiesta para los
cristianos. La Iglesia, desde la época apostólica, celebra el domingo en lugar del sábado, recordando la Resurrección del Señor; y, a propósito del descanso dominical y de su sentido, enseña: La institución del Día del Señor contribuye a que todos disfruten del tiempo
de descanso y de solaz suficiente que les permita cultivar su vida familiar, cultural, social y religiosa (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2.184). El domingo libre del trabajo significa que la prioridad no la tiene lo económico sino lo humano, lo gratuito, las relaciones no comerciales sino familiares, amistosas y para los creyentes la relación con Dios y con la comunidad. Quizá ha llegado la hora de preguntarnos si trabajar el domingo constituye una verdadera libertad. Porque el Dios de las sorpresas es el Dios que sorprende y rompe los esquemas para que lleguemos a ser más libres: es el Dios de la libertad (Papa Francisco). El descanso no debe ser interpretado ni vivido como un simple no hacer nada -pérdida de tiempo- sino como la ocupación positiva en otras tareas. Por ejemplo, pasar más tiempo con la familia para atender a la educación de los hijos; cultivar una amistad, etc. Exigen este descanso: La gloria de Dios, pues en los demás días de la semana resulta más dificultoso, por razón de trabajo, hacer actos de culto a
Dios, obras de caridad…; El interés de la propia alma, para que pueda atender mejor al cultivo y desenvolvimiento de sus facultades superiores; La salud y el bienestar del cuerpo, pues sus fuerzas son limitadas, y sin el descanso semanal acabarían por agotarse; Hay causas que eximen del descanso dominical, entre otras: la necesidad, la caridad, la piedad y el bien público. Por necesidad se permiten trabajos de cocineros, panaderos, ferroviarios, etc. La caridad para con el prójimo autoriza trabajar por los enfermos y los pobres que se hallan en necesidad apremiante, etc. La piedad permite algunas obras anejas al esplendor del culto divino, por ejemplo, que se prepare lo necesario para una función religiosa próxima, etc. El bien público permite el trabajo de los bomberos, guardias y otros muchos servicios públicos que el bien común no admite que se aplacen. Entró (Jesús) en la sinagoga, donde se encontraba un hombre que tenía la mano seca. Le observaban (los fariseos) de cerca por si lo curaba en sábado, para acusarle (Mc 3, 1-2). Con estas palabras san Marcos nos hace contemplar una doble esclavitud: la del hombre con su mano paralizada,
esclavo de su enfermedad, y la de los fariseos, esclavos de sus actitudes rígidas, legalistas. Cristo hace que el hombre de la mano seca se ponga en un lugar bien visible. Y
dice a los fariseos: ¿Es lícito en sábado hacer el bien o hacer el mal, para salvar la vida de un hombre o quitársela? (Mc 3, 4). Esta pregunta está hecha con mala intención. Jesús momentos antes se ha presentado como señor del sábado. La respuesta de Cristo fue la curación del hombre que tenía la mano seca. Con este milagro rompe las cadenas de la doble esclavitud: hace ver a los rígidos que su casuística no es la vía de la libertad; y al hombre de la mano paralizada le libera de la enfermedad. El cristiano no debe ver los preceptos del Señor como algo que se preste a la casuística. El consejo de san Pablo es: No ir más allá de lo escrito (2 Co 4, 6). Con el milagro corrobora Jesús su enseñanza: Es lícito hacer el bien en sábado. Quiere decir el Señor que ninguna ley puede oponerse a la realización del bien; rechaza, por tanto, la interpretación falsa que hacen los fariseos, apegados a la letra, a costa del honor de Dios y del bien de los hombres. Hoy día se ha consolidado ampliamente la práctica del “fin de semana”, entendido como tiempo semanal de reposo, vivido a veces lejos de la vivienda habitual, y caracterizado a menudo por la participación en actividades culturales, políticas y deportivas, cuyo desarrollo coincide en general precisamente con los días festivos (San Juan Pablo II, Carta apostólica Dies Domini, n. 4). Existe el peligro real de que, para muchas personas, el domingo pierda el significado originario y se reduzca a un puro “fin de semana”, sin referencia alguna a su sentido cristiano. A los discípulos de
Cristo se pide de todos modos que no confundan la celebración del domingo, que debe ser una verdadera santificación del día del Señor, con el “fin de semana”, entendido fundamentalmente como tiempo de mero descanso o diversión (San Juan Pablo II, Carta apostólica Dies Domini, n. 4). Al ser la Eucaristía el verdadero centro del domingo, desde los primeros siglos la Iglesia no han dejado de recordar a los fieles cristianos la necesidad de participar en la Misa. Dejad todo en el día del Señor y corred con diligencia a vuestras asambleas, porque es vuestra alabanza a Dios. Pues, ¿qué disculpa tendrán ante Dios aquellos que no se reúnen en el día del Señor para escuchar la palabra de vida y nutrirse con el alimento divino que es eterno (Didascalia de los Apóstoles). En el domingo los fieles tienen obligación grave de cumplir con el precepto dominical, pues la Eucaristía fundamenta y ratifica toda práctica cristiana. La Ley de Dios manda santificar las fiestas. Por tanto, el domingo es un día para santificarlo y santificarnos, no para divertirnos solamente, y mucho menos pecar con pretexto
de diversión. Este tercer mandamiento del Decálogo se cumple participando en la Santa Misa y absteniéndose de realizar trabajos que impiden el culto a Dios o el debido descanso. Esta obligación está recogida en las leyes de la Iglesia. El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la Misa, y se abstendrán además de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del Señor o disfrutar del debido descanso de la mente y del cuerpo
(Código de Derecho Canónico, c. 1247). Imitemos a la Virgen María a escuchar y a guardar en el corazón la Palabra de Dios que
se proclama en la Misa dominical, y de Ella, que estuvo en la primera Misa -la del Calvario-, aprendamos a estar a los pies de la Cruz para ofrecer al Padre el sacrificio de Cristo.
Avisos parroquiales: El movimiento Familiar Cristiano invita a todos los matrimonios interesados en promover valores humanos
y cristianos en su familia, fomentando la Espiritualidad Conyugal y familiar. Platicas informativas sábado 9
junio, viernes 15 junio a las 7.30pm en el salón parroquial San Mateo. En Cruz de fuego, Lomas de Querétaro,
Las Plazas, Sagrada Familia todas las misas. En el área de avisos hay un cartel con toda la información.
El próximo 7 de julio tendremos confirmaciones aquí en la Parroquia, las inscripciones serán del 1º de mayo al
15 de junio de 2018. En la oficina y en el área de avisos se encuentra la convocatoria para que se inscriban.
Tu oración es muy importante para el buen desarrollo de la construcción de la capilla del Santísimo, sigamos
orando y ofreciendo nuestra Eucaristía para que se llegue a buen término.
En la oficina parroquial les ofrecemos misales mensuales (mes de junio y julio), cirios pascuales, veladoras a
la divina providencia, oración de los 5 minutos (del mes de junio), veladoras, vino para consagrar, Hostias
para consagrar para el servicio del altar.
¿Eres titular de una gaveta en el área de criptas de la Parroquia, conoces el reglamento del derecho de uso de
las gavetas que emitió el Sr. Obispo en el año 2006, tienes actualizados tus datos, sabes qué procedimiento debes
seguir si vas a hacer uso de una gaveta? Pasar a la oficina Parroquial con tu recibo de titular, para que recibas
toda esta información.
Cápsula litúrgica Sabías que …
¿Qué elementos principales hay en una iglesia? El Crucifijo ¿Dónde se sitúa el Crucifijo y qué significa? El Crucifijo se sitúa en el altar. También puede estar cerca de él o a modo de retablo, en la pared del fondo del presbiterio. Cristo en la cruz nos recuerda qué es la Misa: la renovación incruenta del Sacrificio del Calvario.
La lámpara del Sagrario ¿Cómo se sabe si en una iglesia está presente Jesús Sacramentado? Una lámpara encendida colocada en un lateral del Sagrario -no sobre el sagrario o delante del mismo- indica la presencia de Jesús Sacramentado en el Sagrario. Debe estar alimentada con aceite o con cera, no con otro combustible; y se prefiere la llama natural porque significa tanto ofrenda como luz, aunque el obispo, por motivos prácticos, puede autorizar el empleo de una lámpara eléctrica.
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