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Periódico gratuito de información local para Barañáin y Echavacoiz Norte / Difusión: 8.500 ejemplares mensuales / Depósito Legal: NA 2039/1991 / Edita:T.C. Saioa S.L.

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Xabier quiere abrirse camino en el campo de la literatura y ultima la que será su primera novela

XABIER VILLANUEVA AMADOZ ESCRITOR NOVEL

■>> T.B.

Bruselas se ha convertido en elrefugio elegido por Xabier Vi-llanueva para tratar de hacerrealidad un sueño que ya tienenombre: “El péndulo de hielo”.Éste es el título de la novela en laque este joven berinianense de28 años invierte sus horas de es-critor novel “en busca de unaoportunidad”. Informático deprofesión, ha dejado atrás losordenadores para apostar por laque es su verdadera pasión trasun periplo “a la aventura” portierras neozelandesas.Comentas en tu web (www.xa-biervillanueva.com) que undespido hizo que abrieras tumente y te lanzaras a la aventu-ra de ir a Nueva Zelanda. ¿Porqué este cambio?Es muy sencillo. Después demás de dos años trabajando pa-ra la misma empresa, un medio-día de un jueves, te dicen que ellunes no vas a poder volver por-que no se pueden permitir man-tenerte en plantilla. La crisis lla-mó a mi puerta con la hospitali-dad de cualquier catástrofe: sinavisar, sin la decencia, al menos,de explicar cómo veían la situa-ción para haber buscado algoantes de verme de patitas en lacalle. Lo cierto es que me hicie-ron un favor.¿Buscabas algo en concreto atantos kilómetros de distan-cia?Yo no estaba en armonía con mivida y no me daba o no queríadarme cuenta. Tenía los ojos ce-rrados. Tras el varapalo de sen-tirme como un mero número yno una persona, me encontrabasin reservas de afecto para com-partir y entonces surgió NuevaZelanda. ¿Por qué no? Simple-mente me dejé llevar. La vidame dio un portazo y encontré lasalida en una ventana que esta-ba abierta, una ventana que meharía cruzar Europa, Asia y elPacífico en busca de un abrazode alguien que no sabía si vol-vería a ver. Un amigo, el herma-no que nunca he tenido, me es-peraba allá con la sonrisa abier-ta de par en par. No habíaobjetivos ni expectativas, ni ho-rarios ni alarmas. Me aguarda-ba la incertidumbre; con eso mebastaba.¿Qué peso han adquirido en tuvida esos 6 meses recorriendoeste país?Desconozco cuál es mi peso ac-tualmente, no tengo ningunabáscula a mano. Lo que sí pue-do decir es que mis vivencias enNueva Zelanda no caben enella. Siempre habrá un antes yun después y debo estar eterna-mente agradecido a la isla por laoportunidad que me brindó deconocerme.¿Tuviste momentos de flaque-za? ¿Cómo es convivir con lasoledad en un viaje así?Sinceramente, creo que la sole-dad es una palabra inventada.Existen momentos en los quequieres compartir las cosas y nopuedes, pero esa misma caren-cia te une a otras personas, porazar o por necesidad, rellenan-do tu depósito de optimismohasta arriba. Cuando mi parejavino a visitarme, me formuló lamisma pregunta. Esperé a estaren lo alto de un acantilado, conel sol aposentado en un hori-zonte repleto de nubes blancasy esponjosas, exento de ojos aje-

nos o ruidos molestos. Desdeahí se divisaba la infinidad delmar, tan azul y tan verde que tehacía sentir insignificante.Cuando el sol nos dio las bue-nas noches con su pijama rojizo,antes de acostarse y dejarnos asolas bajo las estrellas, le res-pondí con una pregunta: ¿Tesentirías sola si disfrutaras deesto cada día?¿Has acumulado muchos re-cuerdos que calificarías de im-borrables?Demasiados. La primera vezque me recogieron en autostop,el primer abrazo con mi amigoen la orilla de Wanaka, mi en-cuentro con la familia de Geral-

dine, la convivencia con una fa-milia maorí, la primera monta-ña que subí, las largas noches decavilaciones en el diván que sehabía convertido mi furgoneta,Queenstown… no podría pararde hablar, ni de las maravillasnaturales ni de las personales. Yaquí sólo hablo de los seis mesesen Nueva Zelanda, porque elaño ha dado para visitarSydney, fundirme en un achu-chón con mi hermana en Méxi-co, que se alargó un mes, e in-cluso descubrir la vieja Europarecorriendo los canales de Ams-terdam y de Bélgica.¿Cómo acabaste en Bruselas?¿Era algo que tenías pensadoya con anterioridad?La geografía nos había separa-do demasiado tiempo a mi pa-

reja y a mí y, dado que le ofrecie-ron trabajar en Bruselas, no du-dé en unirme a ella. Llevabamucho tiempo fuera y las male-tas estaban hechas. Es una esca-la en el camino, una muescamás en el árbol que te hace cre-cer como persona e, intuyo, co-mo escritor.Te defines como un joven es-critor que busca su oportuni-dad en un mundo cada vez másvisual. ¿Desde cuándo tienesesa inquietud por la escritura?La escritura ha sido una pasiónque ha aguardado, criogeniza-da y sin hacer apenas ruido, elresquicio por el cual agrietar elhormigón de hielo que la man-tenía presa. De muy pequeñome encantaba escribir y supon-go que al ponerme a darle pata-das al balón se me olvidó. Cuan-do mi vida, anímicamente ha-blando, carecía de sentido allevantarme cada mañana parair a trabajar, volvió a florecer.Tuve la fortuna de guardar unassemillas, plantarlas en tierrafértil y regarlas hasta convertir-se en una novela que dará susfrutos en primavera. Estaréatento, deberé guardarme sussemillas para próximos proyec-tos.¿Colaboras, además, con va-rios medios?Cuando sentía que mi vida pro-fesional había perdido el rumbouní dos de mis pasiones: el ciney la escritura. Estuve colaboran-do altruistamente con la revistaonline Tomacine durante másde un año, hecho que me llevó arealizar críticas de películas pa-ra los Golem, hasta que mi viajea Nueva Zelanda me impidióseguir haciéndolo. Entonces escuando abrí el blog de “Cómoser un Kiwi” para satisfacer misinquietudes literarias, como en-trenamiento para el libro que

“En ‘El péndulo de hielo’ ofrezco alos lectores mi alma y mi corazón”

Xabier estudió en el colegio Alaitz y, aunque desde marzo de 2010 no visita Barañáin,confiesa la suerte de contar con la fortaleza necesaria para seguir adelante que laproporciona su novia, sus padres, su hermana y sus amigos./CEDIDA.

Contemplando una maravillosa vista en Nueva Zelanda. Uno de los objetivos deXabier es “llevar a buen puerto un guión cinematográfico” y colaborar con algunarevista o periódico./CEDIDA.

vendría después. Con esfuerzosaqué adelante mi propia pági-na web y parece que empiezan allegar los frutos en forma de unaoferta para ser editor en un blogde viajes.Y ahora estás con tu novela “Elpéndulo de hielo”. ¿Cómo hasido el proceso creativo quehas seguido hasta darle forma?Tenía una idea en la cabeza quecon el tiempo se ha ido transfor-mando, mutando en una criatu-ra con vida propia, sin un futuroclaro ni para su propio progeni-tor. Los lugares y personas quehe conocido en este trayectohan aportado su granito de are-na, introduciendo variables enla trama que desconocía.

¿En qué momento está la nove-la?Te diría que estoy a punto de fi-nalizarla, pero cuando piensoque ya la tengo a punto, encuen-tro infinidad de aspectos a me-jorar. Se puede decir que la his-toria está terminada pero no asílas uniones entre los capítulos.Los he leído por separado cien-tos de veces aunque todavía nolo he hecho de tirón, y sé que leshace falta una buena pasada.No obstante, pronto habrá noti-cias: cuando consiga 150 segui-dores en la página de Facebook,se podrá leer el primero de to-dos.¿Qué ofreces en esta obra?En “El péndulo de hielo” ofrez-co mi alma y mi corazón a loslectores, y lo que es más impor-tante, los principios que me hi-cieron dar un paso al frente ycambiar la dirección de mi vida.Hay cabida para las mentiras,para los giros argumentales quenos llevarán de un mundo dis-tópico a uno que parece ser utó-pico. El drama y el amor se abra-zan como lo hacen la violencia yel sexo y seremos oyentes privi-legiados del nacimiento deNueva Zelanda como país a tra-

vés de las leyendas maoríes.Si tuvieras una balanza, ¿en laescritura de esta novela está te-niendo más peso el sufrimien-to o el disfrute?Levantarte a las cuatro de la ma-drugada porque tu cerebro esincapaz de desconectar de lahistoria, con un personaje, esrealmente doloroso. Vives ator-mentado, cosido a balazos enun callejón sin salida por el qué,por el quién, por el dónde y porel cuándo. Hay días en los quete levantas hecho mierda por-que no eres capaz de concatenardos palabras y otras en las queéstas salen solas y das grima detanta felicidad que llevas sola-pada en tu cara. Eso sí, ver fina-lizada una obra con tanto es-fuerzo a tu espalda no tiene pre-cio y cualquier sufrimiento escompensado.¿Tienes miedo a que la novelano vea la luz físicamente? ¿Hassoñado con verla en las estan-terías de las librerías?Miedo puedo tenerle a la muer-te, no a un hecho tan banal. Ade-más, autopublicarse es muysencillo y dada la colaboracióncon la empresa Naparbier pue-de que alguna otra se animetambién a patrocinarme. El pro-blema radica en conseguir cru-zar la frontera que separa unaafición de una profesión. Poreso mismo estoy pidiendo ayu-da en las redes sociales para po-der ver mi obra no sólo en la es-tantería de la librería de mi pla-za, sino a poder ser en laestantería de todas las librerías.Soñar sueñan los vagos; yo soymás de echarme la mochila a laespalda y pasar a la acción paralograr mis metas.Vuelcas tus reflexiones en tusblog, en las redes sociales…¿Te ha costado vencer el pudora desnudarte tanto o hacerlo esuna necesidad vital para ti?La vergüenza a desnudarme an-te el público es una debilidadque, por suerte, desconozco. Es-cribir sale de dentro y sin dartecuenta vas plasmando tu bio-grafía y forma de pensar sobreel papel. No es que quieras ha-cerlo, pero las reflexiones seadelantan a un estudio racionalde lo que estás contando. Antela hambruna de la necesidad, notienes escapatoria.

“LA ESCRITURA ESUNA PASIÓN QUEHA AGUARDADO SINHACER APENASRUIDO

“SOY DE ECHARMELA MOCHILA A LAESPALDA Y PASARA LA ACCIÓN PARALOGRAR MIS METAS