Proyecto insignia Productividad y sustentabilidad de la agricultura familiar para la seguridad alimentaria y economía rural
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
EL DIÁLOGO Y LA SINERGIA ENTRE AGRICULTURA FAMILIAR Y DESARROLLO TERRITORIAL
Fátima Almada
1. La Agricultura Familiar En muchos países de ALC se constata que es difícil tener un concepto; sin embargo, se confirmar que hay por lo menos un punto común respecto a la Agricultura Familiar: “es aquella que vive en el medio rural y trabaja la tierra y gestiona sus recursos predominantemente con mano de obra familiar”. Ante el reconocimiento de que cada país cuenta con marco conceptual que orienta su comprensión e intervención de la Agricultura Familiar, se marca el énfasis sobre atributos comunes que permiten identificar a esta categoría social: a. La familia es responsable directa de la producción y gestión de las actividades
agropecuarias en una unidad productiva;
b. Residen en un predio rural o cercano de él, cualquiera sea su régimen de tenencia;
c. La mano de obra ocupada es predominantemente familiar, sin perjuicio del uso de empleo ocasional, y se relaciona con la capacidad para aprovechar los recursos, en muchos casos escasos, de los que disponen;
d. El ingreso familiar es predominantemente originado de la actividad agropecuaria y puede o no ser complementado con ingresos de otras actividades no agrícolas;
e. Es por naturaleza territorial e incorpora aspectos multidimensionales, multifuncionales y multisectoriales.
Se reconoce que la AF no solo atañe a una forma de producción que representa una fuente importante en la producción de alimentos en nuestras sociedades y de optimización del trabajo familiar en medio rural, sino que además cuenta con
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potencial para dinamizar economías locales, contribuir a la gestión ambiental y de su biodiversidad, la ocupación territorial, es acervo de la dimensión cultural de cada pueblo de nuestra diversidad hemisférica y, en definitiva, representa un pilar fundamental del desarrollo integral y sostenible de los territorios rurales. Este reconocimiento ha ido ganando terreno en las esferas y espacios políticos, posicionando a la Agricultura Familiar como sujeto de políticas públicas cada vez más consolidadas.
2. La Agricultura Familiar, sus Políticas Públicas y su aterrizaje en los territorios rurales en América Latina
• Las Políticas Públicas para la Agricultura Familiar cobran fuerza en los últimos 20 años y empiezan a ser visibles en términos de trayectoria en los últimos años.
• Abordan diferentes perspectivas de la realidad o de las características de la AF pero en general se concentran preferente aunque no únicamente, en temas productivos sectoriales debido a que en buena parte de los países de AL la atención pública de esta categoría recae bajo la responsabilidad de los Ministerios de Agricultura y Ganadería.
• En los últimos años además, las estrategias de atención a la AF se vinculan fuertemente con temas como combate a la pobreza y seguridad alimentaria, ampliando el alcance institucional hacia ministerios responsables de temas sociales.
• Así, un mapeo rápido de las Políticas Públicas que se relacionan directamente a la AF dicen del mejoramiento de las condiciones productivas de las unidades familiares de producción y de acceso a servicios y de las que se vinculan a la superación de pobreza y mejoramiento de condiciones de vida.
• Diferentes países han apuntado fuertemente a la necesidad de focalizar a la AF reconociéndola como sujeto de políticas públicas de manera diferenciada a otras formas productivas (agroempresarial) y ya no solo de una manera generalista como “beneficiaria” de políticas sectoriales.
• Avances importantes se han tenido también en algunos países en la definición de tipologías dentro de la categoría de la agricultura familiar, siendo la más utilizada la tipología de subsistencia o descapitalizada, en transición o intermedia y consolidada o capitalizada, que permiten diferenciar la intervención pública según las características de cada tipo. Ejemplo de esta tipología para diferenciar políticas públicas, se da en el ámbito de la innovación tecnológica, créditos y extensión.
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• Un avance menos visible pero no por eso despreciable es el de diferenciar las políticas públicas de la Agricultura Familiar en función a sus características o especificidades dadas en función al territorio en el que se encuentran u ocupan.
3. Desafíos en términos de PPD para la AF
• Es en este último punto donde existe un importante desafío ya que si bien existe el reconocimiento de la heterogeniedad de los territorios rurales y de la importancia de la AF en muchos de nuestros territorios rurales en AL, el avance en discusión de la necesidad de que las políticas públicas que se caracterizan por ser generales, se puedan adaptar a la diversidad territorial es incipiente y limitado.
• Tal vez una de las limitaciones que debilitan esta territorialización de las políticas públicas de agricultura familiar se está dando en las propias estructuras de poder de los territorios rurales, en las que ni siempre la AF forma parte o está representada. Surge así la duda sobre las garantías o condiciones que existen para que la AF formen parte efectiva de las dinámicas sociales, económicas, políticas de un territorio (Relaciones de poder).
• Un tercer elemento dice a la correcta o al menos lectura próxima de las transformaciones territoriales de los últimos años, con énfasis en aquellos territorios donde el peso de la agricultura familiar es importante. Temas emergentes y algunos críticos que se dan en los territoriales rurales condicionan el alcance de las políticas públicas para la AF. Fenómenos como el despoblamiento de los teritorios rurales y el envejecimiento de la población – por citar algunos -‐ no son temas menores y no están consiguiendo ser efectivamente incorporados en las discusiones o espacios de diálogo político y de construcción de políticas públicas para la Agricultura Familiar.
• Estas realidades o contextos nos confirman que la Agricultura Familiar no es un tema sectorial y que no puede ser abordado únicamente desde la perspectiva del mejoramiento productivo de la AF. Implica un amplio diálogo intersectorial y accionar articulado interinstitucional, lo que ni siempre está garantizado entendiendo que la institucionalidad pública responde a una estructura, lógica y cultura institucional que ni siempre es flexible y abierta en ese sentido.
Estas lecturas de las políticas públicas y su aterrizaje focalizado a la Agricultura Familiar nos permiten ver las oportunidades y las limitaciones que tenemos para profundizar el abordaje conjunto de la AF y el DT desde un nivel macro.
4. AF y su inserción en el desarrollo territorial
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Avances importantes encontramos además en las experiencias de inserción y participación de la AF en procesos territoriales de dinamización económica y de innovación.
Existen experiencias exitosas de procesos de activación de la innovación desde lo territorial:
a. Los Sistemas Agroalimentarios Localizados:
Un SIAL está compuesto de pequeñas empresas (o actores) articulados alrededor de las unidades de procesamiento (agroindustrias). El sistema puede abarcar una o varias cadenas productivas o productos, y vincular espacios urbanos y rurales (Boucher, 2001)
“En el Enfoque SIAL se reconoce como elemento clave la interdependencia entre las actividades de producción, intercambio y distribución, y el territorio como construcción social” (IICA / CIRAD, 2013) La Agricultura Familiar cobra importancia en este concepto ya que el enfoque parte del reconocimiento de los recursos locales como posibilidad de generar valor agregado, insertarse articulada y organizadamente a mercados y dinámicas locales, con miras a favorecer el desarrollo en territorios específicos. Así, buscando activar procesos dinámicos y concentrados de aprovechamiento de potenciales territoriales la agricultura familiar cobra especial importancia como proveedora de productos primarios, transformadora de los mismos, responsable de otras etapas de los procesos vinculados al SIAL. Ejemplos: Sistemas Agroalimentarios Localizados SIAL, una nueva visión de gestión territorial en América Latina: Experiencias en Territorios de: Argentina, Costa Rica, Ecuador y México
b. Sistemas de Innovación Territorial:
Enfoques que reconocen la importancia de conocimiento tácito basado en la producción y en el aprovechamiento del aprender haciendo e interactuando para la innovación. Los Sistemas de Innovación Territorial se basan la organización y relacionamiento entre empresas, actores (Agricultura Familiar), autoridades gubernamentales y territoriales, universidades, centros de investigación, servicios de extensión rural, ONGs con miras a favorecer “procesos ganadores” o “territorios inteligentes” que
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aprovechan las ventajas de un territorio, invirtiendo conocimientos y recursos, para producir bienes, servicios y beneficios comunes. (Trabajo en red). Se encuentran casos aislados y en muchos casos fragmentados en términos de inserción nacional: Uruguay, El Salvador.
c. Circuitos cortos:
Los circuitos cortos, en su origen, estuvieron principalmente vinculados a la demanda de proximidad social. Los circuitos de proximidad o circuitos cortos se basan en la venta directa de productos agropecuarios frescos o de temporada por parte de los productores a consumidores que por lo general se encuentran próximos o cercanos, disminuyendo la intermediación y aumentando las ganancias. “Desde el punto de vista de las comunidades locales, los circuitos cortos son vistos como una forma de relocalización de las cadenas de valor que trata de mantener el valor en los territorios, generando empleos, capturando valor a partir de activos inmateriales (marca, anclaje territorial), mejorando la resiliencia de los territorios, valorizando el patrimonio y convirtiéndose, en fin, en un importante vector de dinamización y de atracción de los territorios” (CEPAL/ FAO/ IICA, 2014). Variedad de Circuitos cortos:
• Venta directa en la explotación • Venta directa en ferias locales • Venta en comercios y supermercados locales • Venta directa a consumidores • Venta directa a programas institucionales del sector público
En los últimos años, la venta a mercados institucionales ha sido impulsada desde las políticas públicas como mecanismos para dinamizar el relacionamiento entre diferentes actores de un territorio buscando garantizar la provisión de alimentos o productos requeridos por instituciones públicas.
5. Desafíos en términos de inserción de la Agricultura Familiar a procesos dinámicos de los territorios:
El potencial de un proceso territorial para el desarrollo de la AF permite no solo generar ganancias económicas, sino también sociales y políticas. Principios como
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solidaridad, participación, planificación compartida, co-‐responsabilidad son condiciones necesarias para sostener los procesos activados. Es necesario por ello, comprender que la acción territorial con la AF implica:
• Salir de la intervención al interior de la unidad familiar hacia la articulación entre actores y el trabajo articulado.
• Generar nuevas capacidades en los agentes de desarrollo • Apertura institucional para impulsar líneas de acción innovadoras. • Orientación de la intervención y acción pública hacia nuevas formas de
relacionarse con los actores, de gestionar el poder y las relaciones de poder y de los procesos de toma de decisiones.
• Marcos institucionales que permitan consolidar y sostener estos procesos.
6. La Cooperación Técnica y la Agricultura Familiar La cooperación internacional en los últimos años ha propiciado significativamente la discusión en torno a problemáticas relacionadas a la Agricultura Familiar y al Desarrollo Territorial, lo que ha posibilidad en muchos países su traducción en políticas públicas gestionadas en procesos consensuados. ES necesario profundizar esta línea de acción a fin de impulsar una nueva generación de políticas públicas diferenciadas para la agricultura familiar que incluyan el reconocimiento de su relación directa con el territorio y su desarrollo, y que además sean acompañadas por marcos institucionales acordes a los nuevos desafíos. Para ello, el rol de gestores en el intercambio de conocimientos relacionados a la agricultura familiar así como a los sistemas territoriales de la agricultura familiar es clave. Rol que paulatinamente debe ser potenciado hacia las instituciones nacionales e incluso regionales. Sumado a ello, la sinergia entre agricultura familiar y el desarrollo territorial requiere estar sustentada en la innovación entendida como la inversión de conocimiento en procesos y prácticas que busquen mejorar la generación de bienes y servicios sociales, económicos, ambientales en un territorio.