boletín 5-6
Boletín del Jubileo de Juan Calvino 2009 Núm. 5-6 | México, D.F.-Barcelona, España | marzo-abril de 2009
¿Calvino en español?: sí, aunque parezca contradictorio, la obra del reformador también se ha expresado en la
lengua de Cervantes. A contracorriente, a pesar de muchos obstáculos y barreras, su herencia reformadora, siempre polémica, ha alimentado, y lo seguirá haciendo, a creyentes de habla española, pues sus aportaciones merecen ser conocidas en este idioma. Ciertamente la oferta de textos es reducida, pero aun así es posible que este impulso transformador, dentro y fuera de las iglesias, siga teniendo eco en España y América Latina, como
desde hace casi cinco siglos.
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Calvino
en
español
La contribución de Juan Calvino al surgimiento de la democracia moderna en occidente Conferencia del doctor Mariano Ávila Arteaga
Comunidad Teológica de México, 25 de febrero de 2009
Agradezco mucho la oportunidad de estar con ustedes en este día, y
compartir algunas reflexiones en este año tan significativo, en los 500 años
de nacimiento de Juan Calvino, y lo mucho que eso representa para la
tradición reformada, en la que personalmente soy parte, es un evento
extraordinario. En todas partes del mundo ha habido muchos preparativos
desde el año pasado, y ahora, finalmente comienzan a darse algunas
celebraciones alrededor de este evento tan importante.
Al pensar en Calvino y su aportación a la construcción de las
democracias modernas, sin duda, nos enfrentamos a una realidad que en
muchos sentidos, es tanta su riqueza, la contribución del pensamiento de
Calvino en varios aspectos de la vida, incluyendo el campo de la política,
que realmente cuesta trabajo resumirlo a nivel solamente de cierta línea,
porque muchas de sus grandes contribuciones, y voy a mencionar algunas.
En realidad tienen por decirlo así, dos facetas: tanto la faceta un tanto
gloriosa, significativa, positiva de una gran contribución a la formación del
mundo moderno como lo vivimos hoy. Pero también, tiene su ambivalencia en el sentido de que muchas de
sus ideas, como sucede con cualquiera de los grandes pensadores de la antigüedad. Muchas de sus ideas
también han sido tomadas en direcciones, no siempre de lo más agradables o de lo más elogiosas.
Me parece que una de las formas de hacer justicia al pensamiento de este reformador, es mostrar y
poder hacer la distinción en lo que es propiamente su pensamiento y su práctica, que también tiene ciertas
ambigüedades como persona, como pastor, como teólogo. Pero, me parece que es importante hacer la
distinción entre lo que es su propia práctica y pensamiento que son germinales y que en muchos sentidos van
sembrando semillas que generaciones posteriores recogen y que lo que llamamos la tradición calvinista que
es también multifacética, y no sería justo resumirla toda a una expresión porque hay múltiples expresiones
teológicas, doctrinales, eclesiológicas. Y en el caso, como decía, en el pensamiento político también hay
repercusiones que se van por diferentes lados y que de alguna manera trataré de tomar en el camino.
Digamos, una idea más a manera de introducción, es el hecho que cuando hoy día, en el siglo XXI,
2009, como mexicanos calvinistas, herederos de una tradición eclesiástica; miramos 500 años hacia atrás o
450 a la realidad de la contribución de Calvino, de alguna manera lo hacemos, o al menos yo lo hago y pongo
así mis cartas sobre la mesa; porque lo hago con una actitud de discernimiento y de apropiación, de distinguir
y discriminar aquellas cosas que a mi juicio muy subjetivo, son positivas y contribuyen y requerimos quienes
somos parte de esa herencia, rescatar y recontextualizar a la realidad nuestra. Como hay elementos que en
muchos sentidos, en mi experiencia personal y la de muchos, sin dejar de reconocerlos me parece que tiene
que poner a un lado porque no nos aportan lo que nos urge a partir de nuestras realidades contemporáneas
como mexicanos latinoamericanos.
Entonces hago esta lectura que les voy a compartir a ustedes, con esa actitud crítica, de apropiación,
de discernir, de tomar aquellos elementos que me parecen que son fundamentales y pueden activar procesos
muy positivos para la iglesia y para la sociedad de nuestros días. Y otros los mencionaré simplemente como
elementos que por su efecto histórico que han tenido en generaciones siguientes, al menos debían ser un
llamado de atención para nosotros.
Dicho esto, quisiera iniciar llamando la atención a lo que es el contexto histórico del siglo XVI porque
Calvino no es solamente una idea, un pensamiento, una teología, o un pensamiento político, que es lo que
queremos explorar hoy. Sino que es una persona encarnada en la realidad de una situación histórica muy
concreta y que esa situación histórica, si le hacemos una exégesis justa a Calvino, determina y condiciona
muchos de sus énfasis teológicos. La teología al fin y al cabo, siempre es un pensamiento situado en un
contexto histórico determinado. Calvino, obviamente como ninguno de nosotros, escapa a esos
condicionamientos y a esas realidades históricas, que van formando y desarrollando su propio pensamiento.
En un primer momento quiero hacer alusión a la experiencia misma de Calvino y cómo sus
circunstancias históricas lo van guiando a desarrollar ciertas ideas germinales, otras ideas que cuadran en su
propia historia personal y que de alguna manera van contribuyendo a la formación de una manera de pensar
la política, no solamente en el contexto eclesiástico, sino también en lo social. En un siguiente paso, quiero
mencionar al menos a grandes ancadas, algunos de los momentos en que la tradición calvinista de ciertos
locaciones históricas, empiezan a tomar ese pensamiento y lo aplican a sus circunstancias personales.
Voy a hacer alusión particularmente a los puritanos de finales del siglo XVI y principios del XVII, que es
una primera generación que toma pensamientos, en nuestro caso queremos explorar lo político, y los aplican
a su propia condición; y han despertado mucho el interés y la imaginación de pensadores y politólogos
contemporáneos. En un segundo momento, doy un brinco muy largo por las limitaciones de tiempo que
tenemos, a la experiencia holandesa, a uno de los grandes pilares del pensamiento calvinista: Abraham
Kuyper, que asume, se apropia, toma mucho del pensamiento calvinista, lo aplica en un momento dado a su
propio contexto como pastor, como filósofo, teólogo, pensador. Es un caso interesante, que en cierto
momento determinado logra ser el primer ministro de Holanda a finales del siglo XIX, principios del XX; y haría
yo una experiencia de apropiación del pensamiento calvinista.
Menciono estos dos casos europeos y luego daré un brinco más cercano a nosotros, a tomar algunos
de los calvinistas, que de alguna manera han traído ese pensamiento a nuestras tierras, particularmente me
referiré a Juan A. Mackay, que es como uno de los ―santos‖ o ―gurús‖ del pensamiento reformado
latinoamericano que ha trascendido más allá de los reformados y presbiterianos para dejar una influencia muy
significativa en el mundo del pensamiento teológico latinoamericano. De hecho ha sido más la tradición
anabaptista quienes han retomado mucho de Mackay, lo han popularizado. Me referiré también dentro de
esos hitos de la historia al caso de Jean-Pierre Bastian, no tanto porque sea de la tradición reformada, pero
porque él ha explorado la experiencia y la práctica política de los evangélicos mexicanos, particularmente me
referiré a su libro Los disidentes, como un hito en la época de la revolución mexicana, que nos aporta ciertos
elementos que bien se pueden trazar hasta esa experiencia de la herencia de la reforma, y digamos ya de allí,
quiero hacer alusión a uno de los presbiterianos notables que ha contribuido también a la Iglesia Nacional
Presbiteriana que es la que conozco mejor, y que ha ofrecido una crítica en cuanto a la manera en que la
Iglesia Presbiteriana de México, qué ha pasado con esa herencia reformada. Finalmente ofreceré algunas
sugerencias de donde yo veo que hay elementos en donde nos podremos apropiar, una introducción un poco
larga para darles el mapa de ese recorrido.
Empezando con el contexto de la Europa del siglo XVI, en términos del pensamiento político, y esto es
un dato interesante, que en realidad la historia del pensamiento político occidental es en muchos sentidos el
pensamiento teológico de la iglesia. Uno toma cualquier libro del desarrollo de las ideas políticas, Skinner u
otros de los grandes sistematizadores del pensamiento político occidental y prácticamente uno estudia la
historia del pensamiento cristiano. Porque se van a los grandes teólogos de la antigüedad, a los grandes
pensadores que aportaron elementos muy significativos y digamos que en esa historia, en ese largo
peregrinar de la iglesia cristiana. Y hago una esquematización o una caricatura, que en sus términos
generales que en sus términos generales, creo que es fiel a la realidad aunque hay mucho que tejer e hilar al
detalle, pero en términos generales para el propósito de nuestro tema se da el caso de que en la historia del
pensamiento cristiano, los primeros tres siglos prácticamente de la iglesia cristiana, la iglesia es una iglesia
marginal, una iglesia perseguida que quizá más, tiene el carácter de un movimiento que de una institución. Y
en realidad no ve uno instituciones cristianas en los primeros tres siglos, y la iglesia tiene que vivir bajo el
imperio romano que le es hostil, en muchos sentidos, periódicamente no es una cosa continua, pero se da esa
hostilidad.
Mucho de la teología de los primeros tres siglos de la iglesia, es una teología muy apologética; de
hecho en la clasificación de los grandes pensadores se nos habla de los apologistas del silgo II que tienen
que reivindicar la fe cristiana ante una sociedad, una cultura, un imperio que la oprime, la persigue, la
desconoce, la malinterpreta y constantemente tienen que estar diciendo: ―no somos terroristas‖, usando
términos actuales, ―no somos caníbales, nada de esto, somos gente buena, leal al imperio, no somos
sediciosos, etcétera, etcétera...‖. Pero hay toda esta teología de resistencia, de defensa, de decir ―queremos
seguir adelante y tenemos derecho a nuestra fe y a nuestra existencia‖. Es una iglesia perseguida, una iglesia
marginal y marginada y vive esa realidad y mucho de su pensamiento teológico se da en ese contexto de
definición, de ir encontrando su camino.
Con Constantino, que es otro de los grandes hitos de la historia y donde la iglesia empieza a enfrentar
el poder, pero de una forma muy distinta, con el reconocimiento primero de su legalidad y de su tolerancia
como una religión más en el imperio. Y después con Teodosio, la adopción del cristianismo como religión
oficial, se da todo un cambio de paradigmas en que mucho de las críticas teológicas que se dieron en los
primeros siglos, suavecita porque no habría porque provocar a la bestia, pero se da cierta crítica, a veces
fuerte; quizás con Crisóstomo, es uno de mis pastores favoritos en esa época. Pero con el cambio de
paradigma, de relación con el Estado, la Iglesia entra en una nueva etapa que realmente no sabe qué hacer,
y al menos lo que nosotros tenemos de los grandes teólogos de allí, podemos mencionar a Agustín, se
empieza a dar un pensamiento teológico en el que dice: ―bueno vivimos la ciudad de Dios y la ciudad de los
hombres‖, la gran obra de San Agustín.
Y se empieza a pensar la realidad política ya no como a la defensiva o como resistencia, sino cómo
nos acomodamos ahora con ellos. Surge en el contexto del imperio romano y de la adopción del cristianismo
lo que los politólogos han llamado cesaropapismo. César domina la iglesia, es la instancia política la que
nombra obispos, decide toda la vida interna de la iglesia; las grandes controversias teológicas: trinitarias,
cristológicas, se dan en el contexto del Imperio. Cosas que a veces no vemos con el ojo que debiéramos, creo
yo, es que muchas de las grandes doctrinas de la Iglesia, de la ortodoxia cristiana, se definen realmente a
partir de intereses políticos del Imperio y no necesariamente con una tarea muy concienzuda del estudio
bíblico, aunque se da allí; pero el papel que juega el interés político y al fin y al cabo quien es el mejor que
puede lograr la simpatía del rey, del príncipe o del emperador es para donde se va la nota de la ortodoxia. No
me quiero meter mucho en eso, pero es parte de lo que significa cesaropapismo.
Son varios siglos en que la iglesia que antes había sido crítica del imperio, ahora se da en los escritos
de los grandes pensadores de la iglesia, los más grandes elogios al emperador, y se da toda esa imagen de
santificar, canonizar, sacralizar al poder político como al poder protector. Claro, porque ―nos han cobijado,
nos han legalizado y ahora de repente el pastor que era perseguido, ahora es el señor obispo que tiene todos
los privilegios y todo los disfrutes; se da toda una formación teológica que responde a toda esa acomodación
al imperio.
Por los siglos VIII y
IX, viene la modalidad de
la teocracia con la
disminución del poder del
imperio romano, al fin
como Imperio desaparece
y queda más bien dando
patadas de ahogado. La
Iglesia por el otro lado es
un poderío no solamente numérico, sino político, económico y social, y de repente se voltea la tortilla, y se da
también la experiencia de lo que se ha llamado una teocracia cristiana, en lo que ahora los papas y los
dignatarios de la Iglesia son los que determinan incluso quien va a ser rey y quién no, definen políticas de
Estado en nombre de la Iglesia. Digamos que en rasgos muy generales es el modelo teocrático en el que la
iglesia controla políticamente, se convierte en un poderío político, económico y social, obviamente religioso,
que llegamos a los días de la Reforma.
Hay cierta negociación política y en ese contexto, es que la Iglesia concede la realidad, dicen ellos ―el
derecho divino de los reyes para gobernar‖. Es decir, dicen: ―yo soy el rey‖, el papa, pero vamos a reconocer
que los reyes, Romanos 13 allí juega un papel fundamental, son los ciervos de Dios, ministros de Dios que
gobiernan en su nombre para mantener el orden; el rey gobierna en el nombre de Dios. Y ese es el modelo,
claro el rey está sujeto a la iglesia, la iglesia es la que va a dictaminar al final si el ciudadano común y
corriente puede o no serle leal al rey, y si la iglesia dice que no se debe obediencia a algún rey por alguna
razón política no reconoce a la iglesia, o no cumple con sus ofendas o diezmos, lo que sea. El Papa con su
palabra que es la ley puede levantar una rebelión, una resistencia civil en contra del poder político, entones
los reyes tiene que someterse a esa realidad. Este es el mundo en el que se da la reforma protestante, la
Iglesia gobierna sobre el occidente y tiene ese poder incluso por encima de los reyes, pero ya se empieza a
resquebrajar en esos días, y por un lado se da la experiencia de Lutero que sólo menciono de pasadita, que
toma la doctrina de Agustín de los dos reinos, la ciudad de Dios y la ciudad del hombre, desarrolla ese
pensamiento agustiniano. Y por su propia experiencia histórica que también es muy interesante la protección
que los príncipes sajones ofrecen en el momento en que Roma le quiere cortar la cabeza, y dicen no, ―en
nuestro territorio nadie toca a Martín‖, lo esconden, ustedes saben la historia.
Entonces, la misma experiencia histórica de Lutero lo lleva a desarrollar la idea en la que prácticamente
la autoridad en esta relación Iglesia-Estado, la autoridad es del poder político. Y la iglesia en el pensamiento
de Lutero está sometida al rey que tiene ese derecho divino de gobernar y ellos son, los que de alguna
manera tienen la última palabra sobre la iglesia. Hay grados de autonomía y cuestiones así, pero
fundamentalmente se da ese modelo. Yendo ya con Calvino, él empieza su experiencia en el campo de la
persecución. Él anda huyendo de la inquisición, de la persecución de Roma por sus escritos, por su
pensamiento, que finalmente se asila en Ginebra donde tiene su primera experiencia pastoral, donde produce
por ejemplo su primera edición de la Institución de la Religión Cristiana y empieza a plantear sus primeras
ideas teológicas.
Calvino en sus escritos, si se podría decir el primer Calvino, mucho de sus pensamientos es todavía en
esa nota paralela a los apologistas de los primeros siglos, dedica su Institución de la Religión Cristiana, sus
primeras epístolas comentadas como la de Romanos, que será fundamental para su idea de poder político.
Todavía mantiene la idea del rey que tiene el poder divino para gobernar, empieza por lo menos en esa línea.
Está en Ginebra, una ciudad que ya tiene un modelo democrático de gobierno antes de que Calvino llegara.
Ya hay allí una asamblea que se encarga de los asuntos de la ciudad, porque a veces se piensa que es
Calvino quien inicia esto, pero en realidad él ya llega a un modelo democrático en la ciudad de Ginebra.
Pero empieza aun con un espíritu luterano, mucho de su primer pensamiento se da en este campo
medieval, reconociendo algunas realidades, habiendo volteado otra vez por su lucha con Roma y dice ―no, es
el poder civil, ellos son los que tienen la autoridad, no la iglesia‖, están pelando duramente y están en un largo
proceso de redefinición de la iglesia. Ustedes saben que muchas de las grandes preguntas de los
reformadores es ¿qué es la verdadera iglesia? Ya que Roma los acusa de ser sectas, de ser grupos que se
han apartado de la madre de todos los creyentes, ellos tienen que redefinir mucho de la eclesiología y primero
Calvino, en sus primeros…
Pues ellos tienen que redefinir mucho de la eclesiología. Y primero Calvino, en sus primeros escritos,
define a la iglesia a partir de dos marcas fundamentales: la predicación de la palabra y la administración recta
de los sacramentos, que ya han reducido a dos en contraste con roma que habían tenido en algún momento
una lista larga y al fin han llegado a siete. Pero empieza con esa línea. La experiencia de Calvino en Ginebra,
la primera experiencia cuando se intenta disciplinar civilmente a gente que lleva una vida reprobable y que él
desde su experiencia como pastor dice, cómo van a participar del sacramento de la cena si viven una vida
disipada, liberal, licenciosa y entonces Calvino intenta disciplinarlos como iglesia, pero el gobierno de la
ciudad le dice, tranquilo, tu acá no te metes, tu no te puedes meter con los magistrados, la iglesia tiene su
área, su definición. Están todavía en un proceso de definición pero al menos le ponen el alto, y llega al punto
de que lo expulsan de Ginebra. Y su primera experiencia pastoral en Ginebra es que tiene que salir de la
ciudad porque ha transgredido límites políticos, se va a refugiar a Estrasburgo, a su propio país, a pastorear
una iglesia francesa, aprende mucho de Beza, uno de sus compañeros, de sus interlocutores, y cuando
después de algunos años vuelve a Ginebra, porque el gobierno de la ciudad, que antes se oponía al
pensamiento más riguroso de Calvino, ahora son muchos de sus amigos y logran la votación mayoritaria, y
dicen Calvino, regrésate y pastoréanos.
Al regresar Calvino, pues regresa con esa ventaja política, de que está bien, regreso pero debe haber
una negociación. Interesantemente, en 1559, cuando escribe su última edición de la Institución de la Religión
Cristiana, Calvino añade a las marcas de la iglesia la disciplina eclesiástica, y dice sí, lo que define la
verdadera iglesia es la predicación fiel de la palabra, la recta administración de los sacramentos y la disciplina
eclesiástica. Pero en esa negociación que podría verse como un asunto eclesiástico, claro, está bien, ustedes
ejercen su disciplina, empieza a Calvino a negociar y a trabajar intencionalmente por lograr que el gobierno
civil no se entrometa con Calvino y que él pueda disciplinar a aquellos que pecan contra el señor, no
solamente con una disciplina eclesiástica interna, sino con castigos civiles, diríamos nosotros. Es decir, que la
ley de Ginebra se les aplique a ellos en diferentes áreas y desarrollan ellos toda una casuística de qué se
hace, y por ejemplo en las reuniones de consistorio, los lunes, que se reúnen todos los pastores de la región
para hacer sus estudios de teología con Calvino, aquellos que no llegan a la reunión, les van a tocar dos días
de cárcel. Entonces ya se imaginarán que son fieles a la reunión de consistorio, porque tiene ahora Calvino el
poder del estado a su lado, al menos la cuidad-estado de lo que era Ginebra, y empieza a darse esta situación
y aquel que comete pecados de adulterio, de lo que fuera, ya es no solamente la ley eclesiástica sino también
están muy ligados el poder civil, el gobierno es el que va a aplicar las penas que la iglesia impuso. Y es ese,
diría yo, el segundo Calvino, que vemos el desarrollo de pensar de otra forma la relación con el estado y ya
Calvino no lo piensa tanto en el estilo de Romanos 13, como había dado en un principio, sino empieza a decir
ahora, bueno, la iglesia puede disentir, debe disentir con el estado y en realidad él vuelve un poco, muchos de
sus críticos lo han dicho así, a instalar en Ginebra una teocracia ginebrina o calviniana en la que ahora él tiene
la sartén por el mango, y efectivamente, tiene una influencia fuerte sobre el poder civil político, y sin duda el
caso de Miguel Servet, es uno de los casos más escandalosos pero que muestran efectivamente como la
disidencia, la heterodoxia teológica pues le cuesta la vida a Miguel Servet.
Entonces viene a esa experiencia, digamos que eso es lo que marca el final la vida de Calvino, una
ambivalencia que un tanto, que por un lado promueve y refuerza en ese sentido a nivel interno de la iglesia, y
refuerza el modelo democrático en Ginebra, la idea del gobierno de ancianos. No hay un jefe de la iglesia ni
tampoco del estado, sino que realmente se reafirma la idea del gobierno democrático representativo, dicho en
términos bonitos, otros dicen, es una aristocracia realmente la que crea Calvino porque sucede que aquellos
que son nombrados y elegidos legítimamente por el pueblo, después se hace un pequeño grupito que son los
que gobiernan y dominan la situación. Muere Calvino, e interesantemente se empiezan a dar, por las
experiencias históricas en Ginebra, por ejemplo el primer catecismo ginebrino que debe mucho de la
inspiración de Calvino, desarrolla por primera vez, al menos en esa época, como principio doctrinal, la idea de
la resistencia al tirano. Es deber moral de todo cristiano, resistir a aquellos que gobiernan políticamente y que
gobiernan tiránicamente el país, contrario, claro, todo esto revestido del lenguaje teológico contrario a la
voluntad y a la ley de Dios, a los principios del evangelio de la moralidad cristiana, pero es en ese primer
catecismo ginebrino que se plantea el modelo de la resistencia civil, de la resistencia al tirano e incluso el
deber moral de usar las armas para derribar a aquel que esta oprimiendo al pueblo. Interesantemente, en la
primera escuela digamos, los mismos miembros del consistorio de Calvino, los, y brinco rápidamente a los
puritanos ingleses de Escocia e Inglaterra, que ya a finales del Siglo XVI, también, primera generación de
estudiantes de la Academia con Calvino, como John Knox y otros, que traen no solamente la teología
calvinista sino el pensamiento calvinista y que pero primera vez , cosa que ni Calvino había hecho, son los
puritanos de estos siglos , de finales de siglo XVI y principios del siglo XVII, a partir del modelo democrático de
iglesia, el consistorio, que empiezan a cuestionar el derecho divino del rey a gobernar y crean
verdaderamente una revolución.
Hay un libro de un politólogo que recientemente se tradujo al castellano,
Michael Waltzer, que se titula La revolución de los santos, él es un politólogo, no es
teólogo calvinista, de hecho él es de origen judío, de la religión judía también, pero
como politólogo rescata ese momento de la experiencia de los puritanos calvinistas
que en la Europa medieval pos reforma, que todavía esta aferrada al pensamiento
de que el rey gobierne en nombre de Dios, son estos puritanos, siguiente
generación de Calvino, quienes a partir de su experiencia eclesiástica de gobierno
democrático, dice, no es cierto, el modelo monárquico no es el único modelo posible
de organización política y son ellos precisamente los que inician lo que en realidad
viene a ser la transformación de Europa, esa es parte de la tesis de Waltzer, que es
este movimiento puritano quienes transforman y prácticamente dan al traste con
todas las monarquías europeas y empiezan así como un efecto domino empezando en Inglaterra y Escocia a
caer una tras de otra. Les cito unas palabras muy interesantes de Michael Waltzer que capturan esta herencia
calvinista en estos puritanos, dice así: Los santos, hablando de los puritanos, eran responsables por su
mundo, en contraste con los hombres medievales que no lo eran y sobre todo eran los responsables de
reformarlo continuamente, la iglesia reformada siempre se reforma. Su actividad entusiasta e intencionada era
parte de su actividad y vida religiosa y no algo distinto o separado de ellos, porque efectivamente la reforma
protestante luterana y calvinista rompen con esa rígida separación entre laicos y clero, y se da el sacerdocio
universal de los santos t empiezan a entender los herederos de esta reforma que se vive y se sirve a Dios no
solamente en la iglesia, sino en todas las aéreas de la vida, muy propio del pensamiento calvinista, y sigue
diciendo Michael Waltzer: a partir de una comprensión del mundo y la realidad social derivados de la biblia, los
antiguos puritanos entendieron que eran responsables por la estructura del mundo social en el que vivan.
Fíjense qué palabras tan desafiantes, eran responsables por la estructura del mundo social en que vivían, tal
estructura no era simplemente una parte del orden de la naturaleza, como a menudo percibimos, parece que a
los modelos políticos han estado ahí siempre y son como la doxología que han sido, son y serán por los siglos
de los siglos. Dice: ―Los calvinistas de principios del siglos XVII, no ven la realidad así, entienden que es parte,
que no es parte del orden de la naturaleza, por el contrario, era el resultado de decisiones humanas y podía
ser alterada por medio de un esfuerzo concentrado, de hecho, y subraya él, debía
ser alterada por ser una estructura caída y necesitad de reforma‖. Ahí termina la
cita.
Esa visión representó en su momento, y creo representa para nosotros hoy
una postura radical ya que se dio en el contexto de un mundo medieval, con su
comprensión de la realidad como una estructura jerárquica que empezaba en los
cielos que descendía hasta la tierra. Dios en el cielo, el obispo en su silla, el señor
en su castillo. Y para el hombre y la mujer medievales eso era parte de la
naturaleza y del orden mínimo de las cosas. Y es en ese contexto que esta
herencia calvinista crea una ruptura con toda una modalidad de pensamiento de
siglos, yo creo que ahí radica su elogio, digamos. En el pensamiento de Lutero, por
ejemplo, cualquier cambio político dependía del príncipe y en término de mejora de cualquier carácter social,
son los de arriba los que deben tomar esa tarea, los súbditos, así era la estructura del pensamiento medieval,
estaban condenados a la pasividad política. Cito una vez más a Michael Waltzer, y él dice: ―La idea de que
grupos humanos organizados pudieran jugar una parte negativa en el mundo político, destruyendo el orden
establecido y reconstruyendo la sociedad de acuerdo a la palabra de Dios o a los planes de sus compañeros,
jamás apareció en el pensamiento de Maquiavelo, Lutero o Godin, en cuanto al establecimiento del estado,
estos tres hombres, Maquiavelo, Lutero y Godin, dependían exclusivamente del príncipe, la obra clásica de
Maquiavelo, El príncipe. El resto de los hombres permanecían sujetos y condenados a la pasividad política‖. Y
dice esta línea que rescato de Waltzer: ―Fueron primero los calvinistas quienes cambiaron el énfasis del
pensamiento político, trasladando lo que era considerado prerrogativa del príncipe, para ponerlo en manos de
los santos, diríamos nosotros de los ciudadanos, para después construir una justificación teórica para la
acción política independiente. Seguramente este es el resultado más significativo de la teoría calvinista de la
actividad del creyente en el mundo‖. Y ahí cierra la cita. Interesante. Yo creo que como gente que se apropia
de una herencia calvinista, ahí hay una nota significativa que por lo menos en ese siglo, esos puritanos
rescatan. Habría que leer, para no quedarse en una glorificación de esta etapa, habría que leer los siguientes
capítulos de Waltzer, porque él dice claramente que después, cuando estos puritanos llegan al poder, y
empezaron a controlar los poderes políticos con las insipientes democracias de entonces, se constituyen en
regímenes sumamente autoritarios y castrantes, y es cierto. Se da entonces todo el modelo de los estados
confesionales, de que según la religión del rey es la religión del pueblo, y los calvinistas son inquisidores y
perseguidores como lo había sido la iglesia católica o lo era, y como lo son los diferentes estados. Mucho de
esos mismos calvinistas que llegan al llamado nuevo mundo, al norte de nuestro país, cuando se instalan las
primeras colonias y los Estados Unidos establecen como una nación, digamos, al principio unas cuantas
colonias, uno de los primeros puntos que establecen gente como Guillermo Pen, por ejemplo, es el hecho de
que la religión oficial es la protestante la reformada, y que judíos, católicos, herejes, pues deben ser pasados
a cuchillo por el Estado, y nace la nación en un sentido, con ese maridaje, que nace cuando hacen su
constitución, marcan ahí también la separación de iglesia y estado.
Déjenme mencionarles rápidamente a Abraham Kuyper, otro momento de
apropiación del pensamiento calvinista, y una de las notas que rescato de Abraham
Kuyper, de lo mucho que tiene de rico su pensamiento, es su articulación de una
teología que no solamente contempla la relación con Dios como fundamental para la
vida del individuo, sino que también dice es igualmente fundamental una debida
relación con nuestros semejantes y también una misión, ver el mundo como campo
de misión de todos los creyentes. Quiero mencionar un aspecto de su articulación
teológica de su antropología, por decirlo así, para mostrar por un lado, el lado
bonito, sin duda, elocuente, muy bien articulado, de su concepción del ser humano.
Cito de una de sus conferencias estas palabras, y dice él, repropiándose del pensamiento calvinista o
calviniano digamos de Calvino. Dice Abraham Kuyper: ―El calvinismo ha derivado de su relación fundamental
con Dios una peculiar interpretación de la relación del hombre con el hombre, quizá diríamos nosotros del ser
humano con el ser humano, pero así hablaban, verdad‖. Dice, y esta interpretación de cómo se han de
relacionar los seres humanos ha ennoblecido la vida social.
Dice él, y esta interpretación de cómo se han de relacionar los seres humanos ha ennoblecido la vida
social. Uno descubre ese idioma un tanto glorificante, que muchas veces se da en el pensamiento teológico,
pero así lo expresa, dice él: ―si el calvinismo coloca la totalidad de nuestra vida humana inmediatamente
delante de Dios, entonces se sigue que todos los hombres o mujeres, ricos o pobres, débiles o fuertes, tontos
o talentosos, como criaturas de Dios, como pecadores perdidos, no tienen ningún derecho a dominar unos
sobre otros, ya que ante Dios somos iguales.‖ Uno diría amén, una buena teología que rescata la imagen de
Dios en el ser humano y que no hace distinciones. Sigue con esta cita: ―por ello –doce Abraham Kuyper- el
calvinismo condena no meramente toda esclavitud abierta, y los sistemas de castas, sino toda forma de
esclavitud encubierta como la de la mujer y la del pobre‖, parece una teología latinoamericana a partir de los
60‘s.
Condena toda forma de esclavitud encubierta, como la que se ejerce en mujer y en el pobre. ―Se opone
a toda jerarquía entre los hombres, no tolera las aristocracias‖, y miren que las iglesias calvinistas eran muy
aristocráticas y concluye diciendo: ―así el calvinismo estaba obligado a encontrar su expresión en una
interpretación democrática de la vida, a proclamar la libertad de las naciones y a no descansar hasta que
política y socialmente cada ser humano, simplemente por serlo será reconocido, respetado y tratado como
una criatura echa a la imagen de Dios.‖ Yo escribiría eso es calvinismo puro.
Si ustedes leen la segunda parte de su conferencia cuando él se va a la compresión histórica, es la
cosa mas horripilante lo que uno puede leer del pensamiento de Abraham Kuyper, en la misma conferencia,
fueron conferencias que pronunció en el Seminario de Princeton a principios del Siglo XX. Básicamente les
resumo porque quizás algunos ni la quieran leer, más que les puede hacer daño en el estómago, o en los
nervios, o en donde sea; pero él prácticamente hace una reseña de las grandes civilizaciones, de las grandes
culturas: los chinos, los hindús, los aztecas, los incas, y dice todos estos pueblos retrasados, civilizaciones de
gente inferior, y usa una terminología que nos dice ―oye que pasó con ese parrafito tan bonito que escribiste‖,
y prácticamente la esencia de ese análisis histórico, sociológico, altamente ideológico; es que dice ―Dios le ha
dado a las naciones calvinistas –no europeas, el está pensando en los países bajos, Dios le ha dado a las
naciones calvinistas, que son los bastiones del calvinismo de nuestros días, usa así un lengua muy elocuente,
no usa la palabra, pero prácticamente él dice eso: el destino manifiesto de traer civilización, salvación, luz a
todos esos pueblos sumidos en la ignorancia, en la barbarie. Espantoso, espantoso, y uno dice allí.
Cómo pongo junto esta teología, palabras tan bellas como las que dice, por un lado, y después cuando
mira al resto del mundo, dice son los bárbaros. Y mucho del pensamiento misionero que surge en esos días,
en aquellas naciones, lo que muchos llaman los grandes avivamientos, el nacimiento de todo el movimiento
misionero con Carey, surge con una mentalidad del destino manifiesto: evangelización y
civilización, son dos lados de la misma moneda. Les hablo por ejemplo de Melinda
Rankin, la misionera, la primera mujer que vino a rescatar ese punto, porque luchó
mucho con el machismo norteamericano, pero que finalmente viene como misionera y
es de las pioneras del presbiterianismo mexicano. Las cartas que envía Melinda Rankin
a su junta de misiones en Estados Unidos, ―pues estos indios mexicanos tienen alma,
siguen sosteniendo porque son más o menos humanos y vale la pena civilizarlos‖, yo
estoy un poquito exagerando su nota, pero nota uno esta mentalidad del mundo
europeo, cristiano, misionero, que bueno quieren venir a civilizar a los bárbaros.
Juan A. Mackay, rápidamente, un historiador escribió un libro muy bonito que dice Un escocés con
alma latina. Mackay representa ese misionero que se encarna en la realidad latinoamericana, que se hace
parte del mundo latinoamericano, conoce su cultura, sus grandes pensadores, raro en un misionero, pero
conoce el pensamiento, dialoga con los grandes intelectuales de la época. Gente como Mondragón, Carlos
Martínez nos han dado mucho de esta relectura de Mackay. Mondragón en su libro Leudar la masa nos deja
ver mucho de la aportación de esta línea de los misioneros. Interesante, en su Otro Cristo español, después
de aquella reseña fuertemente anticatólica de la barbarie del misionero, cuando empieza a hablar de la
llegada del otro Cristo español a nuestras tierras traído por los misioneros como él y los del norte del país,
habla con una elocuencia extraordinario porque era un gran escritor, y dice: ―pero ahora han llegado vientos
frescos de primavera que anuncian la llegada de una nueva era‖. Habla en términos gloriosos, casi canónicos
digamos, sacraliza el evangelio protestante que llegó a nuestras tierras y ha traído el bien a la humanidad.
Calvino
en
español
Sobre los pasos de Calvino en Navarra Pablo García Rubio A través del mundo, 75 millones de reformados, de 107
países diferentes, herederos de Calvino están siendo llamados a celebrar su 500 aniversario de su nacimiento en
este año del 2009. Al mismo tiempo, este año del 2009, se celebra también el 450 aniversario del primer Sínodo protestante, que se reunió clandestinamente en Paris, y al que asistieron pastores y laicos, confeccionando la confesión de fe, conocida como La Confesión de La Rochelle, además de una Disciplina eclesiástica sinodal.
Siendo todo esto tan importante, sin embargo no lo es menos la relación de la reina Margarita de Navarra y de Anguleme y de Juan Calvino, en tierras navarras, hecho poco conocido en nuestro país. Hace años recibí una botella de vino tinto de la provincia de Navarra con la efigie de Juan Calvino en su carátula. Por más que he intentado averiguar de qué bodega se trataba y si el propietario era un protestante o no, no lo he conseguido debido a que no guardé la botella como dato curioso. Pero al mismo tiempo existen otras coincidencias curiosas que nos hablan de un calvinismo muy temprano en todo aquello que era considerado en aquel entonces el Reino de Navarra, que abarcaba desde el Bearn, País Vasco y la Navarra española y francesa.
Existía en Navarra, hasta hace unos 30 años, en un edificio conocido por ―Los Liberatitos‖ en la calle Bidekurutzeta, 3 de Vergara, en su fachada principal un ―armarri‖, es decir, un escudo de piedra, que tenía esculpida una Cruz Hugonote. Esta casa ha sido derribada para construir un edificio nuevo. Con ella ha desaparecido esta Cruz Hugonote. Ni en bibliotecas ni archivos se ha podido encontrar ninguna pista para tener más información sobre esta Cruz
Este escudo nos venía a mostrar que el Evangelio, la predicación del Evangelio, ya existía en el País Vasco desde el comienzo de la Reforma.
El nombre de la calle, en la que se encontraba el edificio con la Cruz Hugonote, era ―Bidekurutzeta‖, que en castellano significa ―Camino de la Cruz‖. Posiblemente este nombre esté relacionado con la Cruz Hugonote.
Lo cierto es que en Guipúzcoa, desde un principio, se aceptó la Reforma, gracias a la labor de los Reyes de Navarra, a la divulgación de la Bíblia y a las predicaciones de los pastores vascos. Esto, como sin quererlo, nos lleva a ir tirando del hilo para encontrar el camino que siguió el calvinismo, que desgraciadamente, con el paso del tiempo, la ―Santa Inquisición‖ se encargó de borrar del mapa.
Investigando nos encontramos que a la muerte de los reyes Juan III de Albert-Labrit y Catalina I de Navarra, en 1516, les sucedió en el trono de Navarra, como heredero de todos sus derechos sobre Navarra y como heredero legítimo, su hijo Enrique III de Albert- Labrit, quien era favorable a la Reforma protestante. En el año 1527, siendo declarado entusiasta de la Reforma luterana, se casa con Dª Margarita de Anguleme, hermana mayor de Francisco I de Francia.
Margarita, habiéndose quedado viuda, se casó en segundas nupcias, el 24 de enero de 1527, con el rey de Navarra, Enrique II de Albert-Labrit. Esto fue muy mal visto por los católicos, ya que antes ya había demostrado sus simpatías por los protestantes. Siendo ya reina favoreció cuanto pudo y acogió a muchos protestantes. El desarrollo que obtuvo el calvinismo en Francia se debe a ella, y a que Francisco I de Francia, con mucha frecuencia, apareciese como fluctuante entre el protestantismo y el catolicismo.
Toda persona sospechosa de protestantismo recibía protección de Margarita, de acuerdo con su esposo, en la Baja Navarra, Benarra, y en el Bearn. En su palacio se celebraban reuniones semiclandestinas, en las que se hablaba y murmuraba contra ciertos clérigos, religiosos y papas; asimismo se celebraba con
toda solemnidad la Cena del Señor. El mismo rey Enrique II de Navarra participaba en la Santa Cena. En 1530 se asocia oficialmente y por primera vez con la Reforma Protestante, promovida por Lutero.
Margarita de Navarra conoció el Evangelio por medio de Santiago Lefèvre d´Etaples. Su esposo Enrique II de Navarra, junto con el Príncipe Condé, ya en 1519 presentó al rey y regente de Francia a Teodoro de Beza. Presentación que se realizó en el refectorio de las monjas de Poissy, de donde podemos deducir que era protestante.
Margarita no rompió oficialmente con el catolicismo, pero implantó prácticas que los obispos miraron como muy avanzadas, y bajo su influencia, el ducado de Alençon abrazó el Protestantismo. Procuró en vano, ser un puente que uniese a católicos y protestantes. Por ello no siempre agradó a los protestantes y por otro lado, los católicos la miraban como persona peligrosa, infectada de herejía .Pudiéramos considerarla como una primera ecumenista.
En 1534, Juan Calvino, perseguido por la Sorbona, estuvo refugiado en Navarra, bajo la protección de la reina Margarita, compartiendo estancia y estudios con Santiago Lefèvre d´Etaples, en el Castillo de Nérac, (en el departamento de Lot y Garona) que todavía hoy se conserva. Allí Juan Calvino comienza verdaderamente a intervenir públicamente en la Reforma protestante.
Resulta difícil buscar y establecer si Margarita de Navarra fue protestante o no. Sabemos que era ante todo una auténtica cristiana. Su influencia no fue siempre como los protestantes hubieran deseado y esperado en ese período del inicio de la Reforma. Pero un cuarto de siglo más tarde, correspondería a su hija, Juana de Albert, conducir a la emancipación religiosa de todos sus estados: vascos, bearneses y navarros, que habían en visto en su madre Margarita una precursora de la Reforma y una defensora de la libertad de conciencia.
Podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que el protestantismo en nuestro país encontró un suelo fecundo donde arraigar. En el Norte, desde el País vasco hasta Cataluña el calvinismo tuvo su desarrollo, como en Castilla y Andalucía lo tuvo el luteranismo. La inquina de la Inquisición, desgraciadamente, acabó con estos brotes, hundiendo a nuestro país en el mayor oscurantismo de toda Europa. Bibliografía Albert-Marie Schmidt, Jean Calvin et la tradition calvinienne. París, Éditions du Seuil. 1957 A. Lecerf. Études calvinistes. Neuchâtel, Delachaux et Nestlé, 1949 Émile G. Leonard. Historia general del protestantismo. Madrid, Península, 1967 T.M. Lindsay. Historia de la Reforma. Buenos Aires, La Aurora, 1954 www.lupaprotestante.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1570 ***
Epistolario de Juan Calvino Pablo García Rubio Desgraciadamente Calvino es más famoso que conocido .Su nombre es repetido con frecuencia, pero su persona y su obra son ignoradas o mal comprendidas. Esto es así incluso en las Iglesias reformadas que tanto han recibido, por medio de tan fiel obrero. Se le considera como un teólogo austero, casi rayando en un personaje antipático y alejado de la realidad de sus coetáneos. Lejos de ello, Calvino es un hombre cordial, preocupado por el día a día, es el, aparte de gran teólogo y organizador de la Iglesia, pastor preocupado por los problemas, a veces nimios, de sus feligreses, incluso de personas que viven lejos de él, y con quienes mantiene una extensa correspondencia. Es el hombre que cuida los más mínimo detalles en todo aquello que le atañe de cerca o de lejos. Su correspondencia es digna de ser conocida, ya que nos descubre una nueva faceta de este gran siervo de Dios.
Calvino escribe a la señorita de Falez, una dama que padece una enfermedad que no sabemos a ciencia cierta de que se trata, y que le produce auténticos malestares hasta el punto de desconfiar del amor de Dios. Calvino le responde como un auténtico pastor para confortar a esta mujer en la fe y pidiéndole que ponga toda su confianza en Dios, ya que las pruebas sirven para acercarle a ese Jesús que viene a nuestro encuentro.
La correspondencia de Calvino abarca un gran abanico. Se extiende desde la persona sencilla que le necesita, hasta aquellas personas que ocupan altos cargos como reyes o príncipes de Europa a quienes orienta y aconseja con sabiduría magistral.
Entre su numerosa correspondencia se encuentra la que escribe a Guillermo Farel y a Pedro Viret, de quienes dice que ―son excelentes servidores de Cristo‖, ―sus hermanos amados y compañeros en la obra de nuestro Señor‖(Ginebra, 29 de noviembre de 1549).
Cuando Calvino es expulsado de Ginebra por una revolución y es llamado por Bucero (Septiembre de 1538)
para ir a Estrasburgo como pastor de la Iglesia francesa y como profesor de teología, no puede olvidar la Iglesia de Ginebra, de la que él se seguía sintiendo pastor, y escribe una extensa carta llena de consuelo exhortándoles a continuar siendo fieles a Dios frente a ―esas reliquias de la disipación‖ (Archivo de Ginebra, 1540).
Interesantísima, a más no poder, es la carta que escribe a la reina Margarita de Navarra, hermana de Francisco I, rey de Francia, defendiéndose de las calumnias, hacia su persona, de Los Libertinos, quienes acusaban a Calvino de estar en contra de la Reina. Calvino había escrito un tratado intitulado: Contra la secta fantástica y furiosa de los Libertinos que se dicen espirituales (1544). Esta secta, extendida principalmente en los Países Bajos, negaba la autoridad de la palabra escrita, y por un falso espiritualismo negaba toda la verdad cristiana. Dos de sus principales jefes, Quintín y Pocquet, se habían introducido en la casa de la Reina de Navarra, creando ciertas dudas en la forma de actuar de Calvino. Nuestro Reformador, persona agradecida a la Reina por haberle acogido cuando era perseguido por la Universidad de la Sorbona, rebate todos puntos de estos Libertinos, dejando su buen nombre limpio de cualquier calumnia.
La carta a los prisioneros de Paris (Septiembre 1557. Historia de los mártires, Tomo 7, p. 430), a quienes intenta confortar en esos momentos terribles,en los que han sido hechos prisioneros por los esbirros de Châtelet, cuando estaban reunidos en una asamblea. Entre estos se encontraban varias damas de distinguido rango. Al decir del Reformador Beza:‖ sufrieron toda clase de injurias, maltratadas a golpes. Sus vestidos fueron destrozados, apaleadas sobre sus cabezas sus cabellos arrancado sus rostros mancillados, cubierto de basura y barro‖ (Hist. Ecl. t. I, pág .110). A estas mujeres perseguidas y a punto de sufrir el martirio, es a quienes el Reformador dirige su carta.
Otras muchas cartas escribió Calvino que nos son imposible detallar por mor de la brevedad de este artículo. Sin embargo, no queremos dejar de reseñar a la vista tanto de sus escritos teológicos, exegéticos, filosóficos, pastorales, como de sus numerosos escritos el estilo de Calvino Está considerado como uno de los grandes estilístas del siglo XVI . Según el bibliófilo Jacob (Paul Lacroix) en : Avertissement aux oeuvres fr. de Calvin, Paris,1842, el estilo de Calvino es ―sencillo, elegante, claro, ingenioso, animado, variado de formas, él comenzó a fijar la lengua francesa en prosa‖. Calvino no sólo perfecciona al enriquecer la lengua en general, sino que además creó una lengua particular…la lengua de la polémica. Es el estilo de la discusión seria, profunda, que tiende con fuerza a convencer más que agradar.
Al conmemorar este quinto aniversario del nacimiento del Reformador francés, sirva a todos para conocer más en profundidad las doctrinas reformadas de las que somos herederos y continuadores en este siglo XXI. Traducción al castellano: “A LA SEÑORITA DE FALEZ” (21 de Junio de 1546?) Biblioteca de Ginebra, Volumen 194
Señorita, cuánto me han entristecido sus muchas cartas; sin embargo, aun cuando ya había sido advertido de ello, esto nos servirá para inducirnos a orar a Dios con todo el corazón, ya que el peligro está en la desconfianza. Y en realidad yo ya había sabido algo por el Señor Dallein, y por el maestro Pierre Viret quien me lo confirmó. Es necesario que oremos a Dios, ya que Él nos mira con piedad en este asunto, mientras esperamos pacientemente la salida que a Él le plazca enviar. Cualquier cosa que Él disponga, estamos preparados para aceptarlo, de tal manera que se perciba que le somos obedientes. Pensad, incluso, que por esta larga enfermedad y por tantas recaídas, nuestro Señor os amonesta para fortificaros, a fin de que no os sorprenda cuando Él venga…. Y es posible que incluso podáis desearlo. No obstante, no dejo de esperar noticias más alentadoras.
Aparte de esto, Señorita, después de recomendarme humildemente a vuestra buena gracia, suplico a nuestro buen Dios que siempre ponga su mirada sobre usted, y os haga sentir por experiencia su consuelo, enriqueciéndoos en todos los bienes en los que sus hijos deben ser ricos.
Ginebra 21 de Junio. Vuestro humilde hermano, servidor y sincero amigo Juan Calvino Mi esposa os presenta sus humildes respetos.‖
www.lupaprotestante.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1603
Jornadas Juan Calvino en Barcelona, España
2009 es un año señalado para el protestantismo mundial. Se celebra el 500 aniversario del nacimiento del
reformador francés Juan Calvino. Motivados por dicha celebración estamos organizando un jornada académica de reflexión sobre el pensamiento e influencia del pensamiento del reformador...
++Conferencistas en la Jornada Juan Calvino
Dra. Marta García Alonso
Dr. Antonio González Fernández
+ ++
Dra. Doris Moreno Martínez
Pastor Carles Capó Inglada
Organizan: Ateneo Teológico, Consell Pastoral de l'Església Evangèlica de Catalunya
y Lupa Protestante
www.lupaprotestante.com/calvino.html
Calvino
en
español Sitio sobre Calvino y serie de conferencias en la Iglesia Presbiteriana Chilena
Objetivo general Despertar el interés por el estudio más profundo y
menos prejuiciado de Calvino en particular y del pensamiento calvinista en general en las iglesias presbiterianas y en los medios académicos, a través de una difusión de la cosmovisión reformada y de la historia de su influencia positiva en el desarrollo de Occidente. Objetivos específicos 1. Motivar, a través de recursos diversos —página web, materiales de estudio, una eventual publicación, etcétera— el estudio del pensamiento, vida y obra de Juan Calvino y del pensamiento calvinista a lo largo de la historia. 2. Promover y organizar una serie de eventos y actividades que busquen hacer conocida una visión menos prejuiciada de la figura de Juan Calvino y del calvinismo en las iglesias evangélicas, en los medios académicos y en la sociedad chilena en general. Este sitio, coordinado por el Rev. Jonathan Muñoz, cuenta también con una magnífica serie de recursos (artículos, ligas de interés, videos, blog). Se trata, quizá, del esfuerzo más notable en América Latina para la difusión del Jubileo del reformador francés. Además, la Iglesia Presbiteriana de Chile está anunciando la celebración de una serie de conferencias especiales para los días 30-31 de octubre y 1 de noviembre en las ciudades de Concepción, Santiago y Valparaíso. Los conferenciantes invitados son los Revs. Hermisten Costa y Lutero de Paiva Pereira. www.calvino500.cl Para establecer contacto dirigirse a: [email protected].
"El calvinismo cree que todos somos iguales": entrevista a la teóloga y pastora Isabelle Graesslé Rodrigo Carrizo Couto
Al cumplirse 500 años del nacimiento de Juan Calvino, Ginebra
recuerda la figura del gran reformador con una serie de actividades. El
Museo Internacional de la Reforma de Ginebra acaba de inaugurar la
exposición interactiva ―Un día en la vida de Calvino‖. Su directora, la
teóloga y pastora francesa Isabelle Graesslé (Estrasburgo, 1959),
explica la importancia del fundador de la ―Roma Protestante‖.
Calvino ha tenido una importancia capital en la historia europea.
¿Quién fue Juan Calvino?
Es un teólogo francés que surge como reacción a una visión de lo religioso basada en la superstición, lo pueril
y lo mágico. Pero para comprender su obra antes hay que comprender a Martín Lutero, quien el 31 de octubre
de 1517 hizo públicas las hoy célebres ―95 Tesis‖ con las que se enfrentaba a la Iglesia Católica. En esa
época, el Vaticano necesitaba enormes capitales para terminar las obras de la basílica de San Pedro y se
decidió que la salvación no sólo se alcanzaba por las buenas obras, sino con dinero. Los pecadores pagaban
importantes sumas para limpiarse del pecado. Es lo que se llamó ―la venta de indulgencias‖.
¿Cómo explica usted lo que significaron Lutero y Calvino?
Representan una vuelta a los valores fundamentales de la fe, basada en la lectura individual de la Biblia y en
una profunda simplificación de la religión. Martín Lutero es el elemento esencial de la Reforma, el teórico.
Pero Calvino fue el estratega y el político. Esta ―segunda ola‖ de humanistas tradujo la Biblia a las principales
lenguas nacionales, lo que supuso un paso importante. A los 27 años, en 1536, Calvino publicó su obra
capital, Institución de la Religión Cristiana. El libro fue un best-seller entre los intelectuales de la época,
aunque sólo el 1% de la población sabía leer entonces. Era un reformador brillante, de una inteligencia única y
un gran orador. El tipo de personaje que se da dos o tres veces en un siglo.
¿Cuáles son las principales similitudes y diferencias entre la Iglesia Católica Romana y ustedes?
La diferencia fundamental es que no hay ningún intermediario entre Dios y el ser humano. Según el teólogo
Olivier Fatio, "Calvino limpió el Cielo, al eliminar santos, ángeles, papas, sacerdotes y vírgenes". La estructura
de la Iglesia Católica es piramidal, con el Papa en la cima, obispos, sacerdotes y el pueblo. Nosotros creemos
que todos somos iguales, y funcionamos como una especie de asamblea. Nos parecemos bastante a una
democracia parlamentaria. Y aparte ordenamos a las mujeres, como es mi caso (risas). Los calvinistas
creemos que la única autoridad emana de la Biblia, de la Palabra.
¿Y en cuanto a los sacramentos?
La Iglesia Católica reconoce siete, nosotros sólo dos. Son el Bautismo y la Eucaristía. Para explicarlo de
manera muy simplificada, creemos que son los dos momentos capitales en la vida de Jesús: su comienzo y su
fin. Creemos en la confesión, pero no es un sacramento y se hace de forma pública ante la asamblea.
Tampoco creemos en el Purgatorio ni en la bendición de reliquias u objetos.
¿Y qué hay de la virginidad de María?
Para nosotros es irrelevante y anecdótica. Ni la negamos ni la afirmamos. De hecho, según los Evangelios
griegos originales, María es definida como partenós, que quiere decir ―doncella‖ o ―muchacha‖. De eso no se
deduce que fuera virgen. Lo central en el protestantismo es que María no participa del hecho de la salvación,
ni es una intercesora entre nosotros y Dios.
¿Qué queda del legado de Calvino 500 años más tarde?
Somos algo más de 50 millones hoy en día. Si sumamos a la Iglesia Anglicana y a ciertos movimientos
evangélicos de los Estados Unidos somos muchos más.
¿En qué consiste la célebre “ética protestante”?
Nosotros creemos que no 'merecemos' la salvación, pero ello no justifica que nos quedemos de brazos
cruzados. Hay una noción de esfuerzo y trabajo, sumado a un agudo sentido de la responsabilidad, que son
muy propios del protestantismo. De hecho, Calvino puede ser considerado 'el padre de la economía moderna'
al permitir los préstamos, algo que hasta entonces sólo podían hacer los judíos. Según Calvino, el dinero no
podía estar inactivo y debía servir a la sociedad. Para tal fin, podía ser prestado, siempre que los intereses
fueran ―razonables‖.
¿Podemos profundizar en el pensamiento político de Calvino?
Cree firmemente en una separación estricta entre el poder temporal y el poder divino, entre Iglesia y Estado.
Un pensamiento muy moderno para su época. A menudo se dice equivocadamente que en la época de
Calvino, Ginebra era una teocracia. Pero la ciudad se regía de forma democrática gracias a un Parlamento.
¿Es cierto que para los protestantes la riqueza es signo de la gracia?
Es uno de tantos mitos. Pero es verdad que hay ciertas ramas, como los puritanos americanos que ven en la
fortuna una señal de la posible gracia divina. Piensan algo así como: 'si los negocios me van bien, significa
que Dios me quiere y me voy a salvar'. Esa no es la religión en la que yo creo y que me conmueve.
Parece que Calvino fue una persona sumamente estricta y que despierta pocas simpatías...
Es cierto. Es un personaje poco simpático, incluso para nosotros. Pero me gustaría matizar que no es que
Calvino fuera rígido y austero, sino que lo era la época en que le tocó vivir.
Los movimientos evangélicos conocen una enorme expansión en América Latina, y a través de la
inmigración comienza a ser un fenómeno conocido en España. ¿Se reconoce usted en esas iglesias?
Es una pregunta compleja. Los sociólogos de la religión tienen serias dudas respecto a que esas iglesias sean
protestantes. Personalmente, no me reconozco en esas iglesias mercantilistas, que creen en los milagros y el
espectáculo. Yo veo a esos movimientos que arrasan en América Latina como una revuelta interior del propio
catolicismo. Una forma de reencontrar una supuesta pureza. Por otro lado, las iglesias evangélicas negras de
Estados Unidos me parecen más próximas y puedo reconocerme en ellas en tanto que calvinista. Están
cercanas a la tradición original.
¿Cómo se llevan los protestantes con la Iglesia Católica hoy en día?
Son tiempos muy duros. Vivimos la edad de hielo del ecumenismo. En tiempos del Concilio Vaticano II y del
Papa Juan XXIII se vivió su edad de oro, y abundaban las bodas mixtas. Pero la jerarquía actual ha roto de
manera radical con esa tradición de tolerancia. No hay que olvidar que el Papa Ratzinger era Prefecto para la
Doctrina de la Fe en tiempos de Juan Pablo II.
¿Alguna reflexión personal para terminar?
Entre nosotros, el lugar del 'hombre fuerte' está vacío, lo que de hecho es una forma muy suiza de pensar.
(Risas)
www.swissinfo.com, 26 de abril de 2009
Algunas obras de Calvino publicadas por la Fundación Editorial de Literatura Reformada (Felire) Holanda, www.felire.com
Libros Desafío, Grand Rapids, Michigan www.librosdesafio.org
Juan Calvino ha sido reconocido como el exegeta indiscutible de la Reforma Protestante del siglo XVI. En 1559, Calvino fundó la Academia de Ginebra, motivado por la convicción de que una de las necesidades más grandes de la Reforma era establecer una institución educativa que no sólo preparase predicadores del Evangelio, sino hombres que
pudieran aplicar los principios de la Reforma en todas las áreas de la vida. Calvino llegó a ocupar la cátedra de teología. Fue a lo largo de su carrera pastoral y docente que Calvino llegó a producir uno de los más completos y sólidos comentarios a la Biblia. Las palabras de Calvino siguen hablando con vigor al mundo del siglo 21 debido a que poseía la convicción de que la Biblia es pertinente a todas las áreas de la vida. Debido a ello, podemos escuchar en sus comentarios la voz de profeta, pastor, reformador social y evangelista. Libros Desafío se complace en publicar este comentario con la esperanza de que siga siendo de bendición a la iglesia y al mundo.
Comentario a Jonás, San José, Confraternidad Latinoamericana de Iglesias Reformadas Con el deseo de ayudar a compensar la falta de recursos sólidos sobre el Antiguo Testamento, CLIR y Editorial Sola Scriptura unen manos para publicar este comentario clásico de Juan Calvino. El lector se deleitará con el estilo directo y bíblico del gran maestro Calvino.
Sermones sobre el libro de Job: www.iglesiareformada.com/Calvino_Job_1.html Sermones sobre la obra redentora de Cristo: www.iglesiareformada.com/Sermones.html
www.iglesiareformada.com/Calvino_pasion_primer.html
Calvino y el origen del capitalismo Indro Montanelli
Calvino, por Tiziano Milán. Hace unos meses atribuí en un artículo la fundación del capitalismo a la reforma protestante de Calvino. Lo publiqué a raíz del ensayo de Luciano Pellicani "Sobre la génesis del capitalismo". Prometí leerlo con atención y exponer mis conclusiones. Ahora, un lector, miembro de la Iglesia valdense, me recuerda mi compromiso.
Cuando tuve en mis manos el ensayo, me di cuenta en seguida de que no era un libro para leer en un fin de semana. Por eso retrasé la lectura hasta las vacaciones estivales, en las que todavía estoy inmerso. El capítulo que más me interesaba, sobre "el mito weberiano del calvinismo", no sólo lo he leído, sino también meditado en mis
solitarios y largos paseos por la montaña y he de confesar que me ha convencido. Weber, o mejor, el primer Weber, realmente forzó la interpretación del calvinismo como padre e
inspirador del capitalismo, que yo acepté de una forma acrítica, aunque conocía también el pensamiento de Sombart y de Ranke sobre este punto. No insisto en esto y no entro en detalles para no darme un aire de experto, que, desde luego, no soy. Y vengo a las conclusiones. Modelo severo y austero Pellicani tiene razón cuando dice que en toda la predicación de Calvino no se encuentra un solo pasaje que confirme las afirmaciones del primer Weber (que después las reformó), según las cuales fue Calvino quien dio un fundamento ético y religioso a la revolución capitalista. Pero yo sigo convencido de que fue él, incluso sin quererlo, quien la provocó, proponiendo y también ordenando a sus seguidores un modelo de vida severo y austero, que fatalmente conducía a la acumulación del ahorro, y de este punto al capitalismo, aunque estuviera todavía muy lejos de convertirse en categoría económica y social.
El católico que se hacía rico con la banca y el comercio (los Médicis, por ejemplo), ¿cómo invertía su dinero? En su palacio, en el mecenazgo, en los títulos nobiliarios y en la conquista de los más altos cargos, sobre todo los eclesiásticos, incluido el mismo papado. El calvinista que se hacía rico, en cambio, seguía viviendo en una casa segura y cómoda, pero carente de adornos suntuosos, sin pinturas de Rafael o de Tiziano en las paredes. Este calvinista, además, frecuentaba unas capillas igualmente austeras, en las que oficiaban unos "pastores" sin jerarquías que escalar a base de pompas y de ritos fastuosos. ¿No es éste el clima en que nace y en que se desarrolla la nueva clase social de la burguesía capitalista, la de los Fugger y de los Buddenbrok, por ejemplo? Bajo su signo Creo que Pellicani tiene razón cuando dice en su obra que Calvino no había previsto ni deseado este desarrollo. Pero que este desarrollo se produce bajo el signo de Calvino y como consecuencia, aunque sea involuntaria, de su ética, me parece una afirmación indudable. No lo digo por defender una tesis mía, que además no es mía, sino que, como es sabido, pertenece a Max Weber.
Yo procuro estar siempre dispuesto a reconocer mis errores. Y también esta vez admito haber cometido uno haciendo descender el capitalismo directamente de Calvino. Pero me parece que una relación de causa y efecto, aunque sea indirecta, sí que la hubo. Y todavía querría añadir, para ser totalmente sincero, una cosa que al lector que me ha escrito sobre este punto, como miembro de la comunidad reformada valdense, quizá no le gustará. Yo, que me considero un católico rebelde, digo todo esto sin nutrir ninguna simpatía, en el plano humano, hacia la figura de Calvino (siento mucha más simpatía por la de Lutero).
Lamento que Italia no haya tenido en su historia un Calvino. Habría acabado, con toda seguridad, en la hoguera. Pero si hubiera podido escapar de ella, estoy seguro de que mi país habría sido diferente.
La Nación, Buenos Aires, 27 de septiembre de 1998
Según Harold Bloom, el calvinismo no pertenece a la religión americana Alberto F. Roldán
Acaba de publicarse en Buenos Aires el libro de Harold Bloom La
religión americana. (Trad. Damián Alou, Buenos Aires, Taurus, 2009).
Se trata de una obra cuya primera edición en inglés data de 1992,
razón por la cual en muchos tramos de su contenido hay referencias al
―fin de siglo‖ o ―fin del milenio‖ y que fue reeditada en el año 2006.
Aparece ahora en castellano y nos parece importante elaborar un
comentario a su contenido, especialmente en lo que tiene que ver con
el calvinismo, espectro al cual el famoso literato hace algunas
referencias tangenciales pero significativas.
El intento de Bloom consiste en desarrollar lo que denomina
―crítica de la religión‖ y no una específica ―crítica literaria‖ que es su
verdadero métier. En la génesis de la religión americana, Bloom
destaca las figuras de Emerson y William James, entre otros,
mencionando el estudio sociológico que de esa religión elaboró Robert
Bellah en Hábitos del corazón. Contrasta esa obra con el enfoque del
presbiteriano Philip J. Lee Against the Protestant Gnostics, en la que
afirma, críticamente, que hay un gnosticismo predominante en el
protestantismo americano. Dice Bloom: ―Él ve lo mismo que yo, la
Religión Americana, pero lo que a mí me fascina, a él le llena de ira y temor cuando se lo encuentra entre
protestantes liberales o fundamentalistas.‖ (p. 23). Coincide con Lee en su reprensión al protestantismo
americano por su tendencia a exaltar al yo elitista en detrimento de la comunidad, lo cual armoniza con la
interpretación de Bellah en el sentido de que ―la sociedad se sacrifica en aras del individualismo de la vida
espiritual americana.‖ (p. 24). Para Bloom, la religión americana se enmascara de cristianismo protestante
pero, según su observación, ni siquiera es cristiana. Dice sin ambages: ―No creo que conservemos nada del
Dios cristiano, a pesar de que constantemente lo invoquen nuestros líderes, y nuestro presidente en particular,
siempre con la banderita en la mano, con especial fervor en el contexto de la guerra.‖ (p. 29). Este es, en
breve, el marco teórico a partir del cual Bloom estructura su obra.
Para el autor, la religión americana se expresa a través de Billy Graham, los mormones, la ciencia
cristiana, el adventismo del séptimo día, los testigos de Jehová, el pentecostalismo (con ―Swaggart destruido
en el Espíritu‖), la nueva era, los baptistas del sur (conservamos aquí la grafía baptistas tal como aparece en
la obra) y la religión afroamericana. No es posible en esta breve reseña hacer referencias a cada una de esas
expresiones religiosas. Baste algunas a modo de ―botones de muestra‖ para analizar, luego, lo que Bloom
dice sobre el calvinismo. En el capítulo 3: ―Cane Ridge a través de Billy Graham‖, el autor compara el primer
Woodstock del verano de 1969 con un evento similar acontecido el 6 de agosto de 1801 en Cane Ridge,
Kentucky, en el que unas 25.000 personas experimentaron éxtasis comparables con el Woodstock que reunió
a medio millón de asistentes. En aquel encuentro multitudinario de 1801, los presbiterianos, baptistas y
metodistas se convirtieron a la religión americana superando diferencias y experimentando éxtasis
espirituales. Bloom cita a Barton Stone, entonces ministro presbiteriano, que ―salió de Cane Ridge como
incipiente restauracionista, en busca de nuevo de la Iglesia primitiva.‖ (p. 59). Stone –según interpreta Bloom–
predicó allí no como un líder de futuras confesiones tales como los discípulos de Cristo o las iglesias de Cristo
sino ―como fugitivo del calvinismo‖. Citando un relato sobre Cane Ridge elaborado por Rhodes Thompson
(Voices from Cane Ridge), ―El calvinismo se halla entre los obstáculos más poderosos que se oponen al
cristianismo en el mundo. Es una oscura montaña entre el cielo y la tierra, y es uno de los estorbos más
desalentadores para los pecadores que buscan el reino de Dios, y para los santos engendra sometimiento y
tristeza.‖ (p. 60). Bloom describe las experiencias extáticas y los ejercicios
espasmódicos del Espíritu que irrumpieron como viento tempestuoso en Cane
Ridge. Pero hay otro dato que quizás es más importante: su descripción de la
cristología americana que consiste en un Jesús americano que nació en Cane
Ridge, Nashville y Salt Lake City, en Nueva Orleans e East Harlem. Un Jesús
apenas crucificado, cuyos cuarenta días de resurrección en la tierra nunca
terminaron, que ascendió a los cielos, regresó y está siempre regresando cada
vez que derrama su Espíritu. De ese Jesús americano se deriva la conversión,
entendida como un paso de la muerte a la vida, pero puramente emocional y estrictamente individual, ya que
la conversión –dentro de esas coordenadas de cristología y soteriología– excluía siempre la dimensión social.
Al final del capítulo, Bloom compara a Billy Graham con sus antecesores Dwight Moody y Charles Finney,
considerando a Graham como una especie de ícono nacional que refinó los métodos de Moody sobre
organización, anuncios, relaciones públicas, campañas publicitarias y la presencia de un cantante central en el
culto, en cuyo escenario el lugar de Ira Sankey es ocupado luego por George Beverly Shea. En cuanto a los
contenidos del discurso, Bloom considera que los de Moody y Finney ―parecen más sustanciosos que el
retórico Graham.‖ (p. 76).
Del mormonismo, luego de rastrear su historia, Bloom destaca la imaginación creadora de su fundador
Joseph Smith, augurándole un gran crecimiento numérico en el futuro con una incidencia significativa en el
ámbito político. La ironía con que comienza el capítulo destinado a la ciencia cristiana es imposible de
silenciar: ―De todos nuestros dualistas americanos, la señora Eddy fue la más confundida, por lo que presentó
su ciencia como monismo.‖ (p. 135). En su descripción del adventismo del séptimo día, Bloom considera que
ese movimiento supera a los testigos de Jehová porque ninguno ―tiene una teología tan enrevesada como la
del adventismo del Séptimo Día.‖ (p. 156). Los testigos de Jehová, a diferencia de las otras expresiones,
representan para Bloom la contrapartida de la religión americana, ya que están en contra de ella por su
rigorismo y su propuesta, dice Bloom, de ―un fascismo teocrático‖. (p. 166).
En su descripción del pentecostalismo americano, Bloom traza su historia a partir de sus lejanos
orígenes en la teología de John Wesley, los movimientos de santidad y, luego, las asambleas de Dios que son
conocidas por las figuras y los masivos ministerios de J. Swaggart y T. Bakker. A preguntarse qué tiene de
americano el pentecostalismo de Estados Unidos, concluye: ―De todas las versiones de la Religión Americana,
el pentecostalismo es, como experiencia, el más atrevido, pues transgrede muchos tabúes.‖ (p. 186).
¿Qué dice Bloom acerca del calvinismo? La respuesta hay que encontrarla, especialmente, en el
capítulo dedicado a los baptistas. En una aguda observación, dice Bloom que los baptistas, particularmente
los sureños, ―carecen de un Calvino o de un Lutero, de un George Fox o de un John Wesley, de alguien
imponente y original en sus comienzos.‖ (p. 200). Los baptistas tienen poco que ver ―con los anabaptistas
alemanes del siglo XVI, cuya escabrosa crónica asusta a los baptistas sureños contemporáneos.‖ (p. 201).
Remotamente proceden de grupos ingleses: bautistas generales y bautistas particulares, estos últimos,
aferrados a la predestinación en su vertiente calvinista. Entre ellos, como se recuerda, descolló Charles
Spurgeon, quien no es mencionado por Bloom. Pero, aunque los baptistas no tienen un Calvino o un Lutero,
Edgar Young Mullins vendría a ser el refundador de su doctrina, ―un pensador religioso infinitamente sutil y
original, el más olvidado de los grandes teólogos americanos.‖ (p. 207). La ponderación de Mullins alcanza su
clímax cuando Bloom lo encuentra superior aún a los teólogos Jonathan Edwards, Horace Bushnell y los
hermanos Niebuhr (Reinold y Richard). A la pregunta sobre el por qué de su importancia, Bloom responde que
se encuentra en el concepto de la religión como una cuestión personal entre el alma y Dios. Tan medular es la
experiencia interior, individual y profunda entre el alma y Dios que: ―La experiencia baptista de conocer a
Jesús, en un encuentro solitario y renovable, tiene prioridad por encima del culto, la doctrina o los actos de
caridad.‖ (p. 214). Cita a Mullins que no duda en exaltar a niveles insospechados la contribución baptista a la
cultura: ―Los baptistas han proporcionado a la civilización americana la interpretación más espiritual del
cristianismo que el mundo ha conocido‖ (The Axioms of Religion, p. 262, cit. por Bloom en p. 223)
Comenta Bloom: ―una declaración tan audaz que le hace preguntarse a uno de nuevo hasta qué punto
sabía Mullins lo serenamente escandaloso que era.‖ (Ibid). Es oportuno destacar el cuidado con que Bloom
distingue a los baptistas del sur con otros baptistas, como los american baptists (los del Norte). Los sureños,
describe Bloom, son manifiestamente fundamentalistas. Citando un trabajo de Ellen Rosenberg: The Southern
Baptists: A Subculture in Transition, Bloom señala que para ellos la Biblia debe ser menos leída que predicada
―menos interpretada que esgrimida.‖ (p. 231) lo cual termina convirtiendo al libro mismo en un talismán. En
ese escenario se destaca la figura de W. A. Criswell, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Dallas que, plena
y conscientemente inscripto dentro del fundamentalismo, afirma la infalibilidad de la Biblia y su ―inerrancia‖ no
sólo en aspectos teológicos sino también científicos. Con lo cual, dice Bloom, su idea ―de la Biblia como
Palabra de Dios no es tan cristiana como musulmana, pues se aplica más al Corán que a la Biblia.‖ (p. 232).
En lo que juzga como una de las grandes ironías de la historia, Bloom señala que la historia protestante del
siglo XVII que exaltó las Escrituras permitiendo a baptistas y otros protestantes a liberarse de las limitaciones
institucionales para leerla con autonomía espiritual y el ejercicio de la libertad para interpretarla según la luz
interior, ahora se niega abiertamente. Lo cual deriva en pocas palabras en la siguiente situación: ―Te
ahorrabas la carga de tener que leer la Biblia por ti mismo. Criswell lo haría por ti, y te aseguraría que su
significado esencial era la infalibilidad. Esto no exigía ninguna interpretación, sólo asentimiento, un
asentimiento sin gramática, comprensión y ni siquiera coherencia.‖ (p. 241).
Es dentro de este marco referencial de los baptistas sureños, donde Bloom destaca, a manera de
contrafigura, la obra de J. Gresham Machen, a quien describe como ―un extraordinario estudioso presbiteriano
del Nuevo Testamento en Princeton, que publicó una vehemente defensa del cristianismo tradicional en 1923
con el agresivo título de Christianity and Liberalism.‖ (p. 239). Dice Bloom: ―Acabo de leerlo de cabo a rabo,
con incomodidad y desagrado, pero con reserva y creciente admiración hacia la inteligencia de Machen.‖
(Ibid). El nexo entre Mullins y Machen radica en que este último hace una referencia puntual a Mullins
elaborando un poderoso ataque empírico contra su personalismo y misticismo. Al comparar ambas
perspectivas, Bloom concluye que mientras Machen es estudioso inteligente que, con justicia puede ser
denominado fundamentalista, Mullins, Criswell y sus seguidores deben recibir otro nombre que, para Bloom es
los ―No Sé Nada‖. Convengamos que se trata de una nomenclatura irónica y ofensiva pero realista, ya que
una tendencia literalista como la descrita termina por desalentar la lectura y la interpretación siempre fresca de
la Biblia, ya que para la mayoría de quienes pertenecen a esa estirpe de evangélicos ―el verdadero significado
de infalible ahora es «no leída».‖ (p. 242, cursivas originales).
En otra de las escasas referencias al calvinismo, Bloom dice que tanto la idea de lo divino según Juan
Calvino y su concepción de la deidad que los puritanos trajeron a América (del Norte, of course), ―tiene
poquísimo en común con las versiones de Dios que ahora abraza lo que en Estados Unidos se denomina a sí
mismo protestantismo.‖ (p. 272). Lo cual muestra, una vez más, cómo en el curso de la historia y de la cultura
religiosa aquello que Juan Luis Segundo denominaba Nuestra idea de Dios va mutando en el tiempo para
adquirir facetas diferentes a la imagen primigenia. En su última referencia al calvinismo y, a modo de
sentencia rotunda, dice Bloom: ―Agustín se mostraba compatible con Juan Calvino y con los que lo han
seguido desde entonces, pero, como hemos visto, la Religión Americana no es calvinista.‖ (p. 276).
En síntesis: la religión americana que describe Harold Bloom tiene entre sus expresiones más visibles:
el mormonismo, la ciencia cristiana, el adventismo, los testigos de Jehová, el pentecostalismo, la nueva era,
los baptistas sureños y la religión afroamericana. En lo que concierne a la tradición reformada que se expresa,
entre otras denominaciones, en el presbiterianismo heredero de Juan Calvino, el análisis de Bloom resulta
ineludible como una especie de ―reacción Manteaux‖ que nos permita diagnosticar hasta qué punto nuestra
teología y nuestro estilo de vida presbiteriano tienen las defensas necesarias para resistir a los embates de
toda forma de fundamentalismo que desprecia la teología y desalienta la lectura abierta de la Sagrada
Escritura, la cual ningún sistema puede encerrar. La alternativa es clara: clausura de sentido de la Biblia a
través de sistemas de pensamiento elevados a categoría de ―palabra infalible‖ o Biblia abierta para ser leída
en comunidad. Una comunidad que, con mentalidad teológica y el poder del Espíritu, predica el Evangelio no
como una oferta de salvación individualista sino como la reconciliación de todas las cosas en Cristo.
Alberto F. Roldán es doctor en teología por el Instituto Universitario Isedet y la Escola Superior de Teologia de
São Leopoldo (Brasil). Recientemente fue investigador invitado en el Meeter Center de Grand Rapids,
Michigan. Es pastor de la Iglesia Presbiteriana San Andrés, en Buenos Aires, Argentina.
Alemania organiza la mayor exposición retrospectiva sobre Calvino y el calvinismo
Berlín. La conmemoración del Jubileo de Calvino no sólo está llevando a
homenajes en Ginebra, su ciudad adoptiva, sino también en otros lugares
donde sus ideas han tenido una gran repercusión. Quinientos años
después de su nacimiento, el Museo Histórico Alemán le dedica una
exposición en Berlín, en la que se pueden ver más de 360 documentos
históricos, obras de arte y objetos litúrgicos relacionados con el reformador.
La exposición que se presenta en Berlín es la más grande dedicada a
Calvino en Europa. Se ha montado al cumplirse cinco siglos del nacimiento,
el 10 de julio 1509, de una de las figuras más importantes de la Reforma.
La exhibición se centra en Calvino como persona y en su influencia en
Europa. La exposición también hace énfasis en las ideas del reformador
que fueron esenciales a la hora de modelar la democracia moderna y el
capitalismo.
Otros temas que trata la exposición son los destierros, la migración y
las minorías, asuntos que han sido problemáticos para Europa en diversas
épocas. Calvino mismo fue forzado a huir de Francia a Suiza en 1535,
cuando tensiones religiosas derivaron en insurrecciones violentas contra los protestantes. Era la época en la que
Europa estaba dominada por monarcas, y la Iglesia Católica tenía, pese a la Reforma emergente, una alta
influencia en la política y la sociedad civil. Sólo dos décadas antes, Martín Lutero había clavado sus 95 tesis en la
puerta de la Iglesia del Palacio de Wittenberg, defendiendo la salvación por medio de la fe, e iniciando así la
reforma protestante.
Calvino fue uno de las principales figuras que desarrolló el protestantismo. Su propia visión teológica se
conoce hoy como calvinismo, y de ella han surgido muchos movimientos, entre los cuales está la reciente corriente
―neocalvinista‖ [www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?n=13008].
Ideas para construir las nuevas sociedades
―El calvinismo fue extraordinariamente influyente en modelar la forma moderna de vivir‖, indica el teólogo cristiano y
profesor retirado Arnold Angenendt a la emisora alemana Deutsche Welle. Angenend destaca del calvinismo la
capacidad de promover la laboriosidad, la confiabilidad y el perfeccionismo. ―La ética de Calvino engendró el
servidor público responsable y profesional,‖ añade Angenendt. ―Esto representó el ascenso del Estado europeo.‖
―Un funcionario que se comporta según la ética calvinista, probablemente no se involucre en la corrupción.
Los países de Europa Occidental con mayor influencia de Calvino tienen menos corrupción que sus vecinos
orientales‖, dice el experto.
Libertad y responsabilidad
―Las Iglesias calvinistas se caracterizan no sólo por su ética del
trabajo duro sino también por su organización sin jerarquía‖,
indica Achim Detmers, un líder evangélico alemán. Esa igualdad
―democrática‖ -como dice-, no sólo conlleva libertad, sino también
responsabilidad. Por ello, las ideas del Calvinismo acerca de la
reducción de influencia política de la Iglesia y el acento en el
papel del individuo, tienen más en común con la democracia
europea moderna que con las monarquías medievales.
Detmers considera que los creyentes han de volver, según
el Calvinismo, a leer la Biblia para hacer interpretaciones relevantes cuando se ven confrontados con nuevas
situaciones históricas, como el ascenso del nacionalsocialismo en Alemania en los años 30 del siglo pasado, o
cuando hay tiempos de desigualdad económica. ―Calvino recomendó una aristo-democracia‖, dice Detmers. Y
subraya que ―apoyó la separación organizativa de Iglesia y Estado, aunque quería asegurarse de que la sociedad
se basara en principios cristianos, como los diez mandamientos‖.
Por tanto, la aportación de Calvino y de los reformadores en general, fue importante para construir las bases
de una nueva democracia: ―Particularmente en comparación con otras confesiones, que están organizadas de
modo más jerárquico y dan menos importancia a la educación y participación de los creyentes, el calvinismo ofrece
un gran potencial de innovación y reflexión a las sociedades ‗modernas‘‖, afirma Detmers.
¿Moral calvinista en el mercado?
El experto evangélico previene, sin embargo, de hacer una conexión demasiado fuerte entre Calvino y el desarrollo
de la democracia y el capitalismo moderno, porque, según él, hubo muchos otros factores también decisivos en la
construcción de las sociedades europeas actuales. El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, fue una de
las personalidades que participó en la inauguración de la exposición. Allí indicó que la ética del trabajo duro, que
forma parte importante de la teología de Calvino, ―esta integrada en un marco moral‖. A su juicio, ante a la actual
crisis económica, sería ―una cosa buena si los mercados financieros fueron regulados de manera más intensa por
este principio‖.
La exposición se puede visitar en el sitio: www.dhm.de/ausstellungen/calvinismus/en/index.html
ACPress.net, 7 de abril de 2009
Cristianos reformados invaden Ginebra para celebrar a Calvino Alianza Reformada Mundial, 19 de mayo de 2009
Creyentes reformados de todo el mundo están
llegando a Ginebra para celebrar el nacimiento
del reformador eclesiástico pionero, Juan Calvino.
Fue desde esa ciudad que en el siglo XVI el
humanista y teólogo extendió las ideas de la
reforma social bíblicamente inspirada que siguió
la pauta reformada original.
Como parte de las celebraciones en
marcha, la Alianza Reformada Mundial (ARM)
está hospedando a un grupo de 70 personas
provenientes de 15 países. El grupo se reunirá en
Ginebra desde el 29 de mayo al 3 de junio para
llevar a cabo un programa de estudios y visitas a
los lugares asociados al ministerio de Calvino.
―Esta es una maravillosa oportunidad para
reunir a miembros de la familia reformada y celebrar los dones notables de este gran reformador,
compartiéndolos al mundo‖, dijo Clifton Kirkpatrick, presidente de la ARM. Los arreglos para el viaje de estudio
del Jubileo están siendo coordinados con el apoyo de la oficina para mujeres de la Iglesia Presbiteriana de
Estados Unidos (PCUSA).
Los eventos más importantes incluyen la participación en un culto de celebración el día de Pentecostés
(31 de mayo) en la catedral de San Pedro, adonde Calvino predicó con frecuencia. Muchos de esos sermones
se han publicado y estudiado durante años. El sábado 30 de mayo, los participantes se reunirán con
ejecutivos de la ARM y del Concilio reformado Ecuménico (REC) para discutir la influencia de Calvino sobre la
misión de la iglesia y el mundo secular actual. Esta actividad se llevará a cabo en el Auditorio de Calvino,
donde éste enseñó teología y ética social. Se explorará la relevancia de la teología calvinista mediante
expositores de Corea, Cuba y Estados Unidos.
Setri Nyomi, ghanés, secretario general de la ARM, expondrá los desafíos para el movimiento
reformado en la actualidad. La responsable del viaje, Katahrine Reeves, se pregunta qué pensaría Calvino de
todo esto pues, a causa de su modestia, insistió en que no se conociera el lugar de su tumba. ―¿Se
imaginaría hasta dónde su manera de pensar sobre Dios llegaría a inspirar e impactar las vidas de más de
600 millones de personas 500 años después?‖, dijo. La agenda para esta actividad está disponible.
Contacto: Kristine Greenaway, responsible de la oficina de comunicaciones de la ARM, tel. +41.22 791
6243, cellular: +41.79 508 2043, correo-e: [email protected]. http://warc.jalb.de/warcajsp/side.jsp?news_id=1882&part_id=0&navi=6
México Se anuncian actividades para celebrar el Jubileo
Debido a que para la directiva de la
Asamblea General de la Iglesia Nacional
Presbiteriana de México existen otras
prioridades y a la falta de recursos
económicos, determinó suspender las
actividades programadas y desparecer la
comisión nombrada para coordinar los
festejos por el Jubileo de Calvino. Luego
de algunas reuniones preparatorias, se
recibió una comunicación en la que se
informaba lo anterior, a pesar de que
estaban en curso las invitaciones para
especialistas que vendrían del exterior.
Tres presbiterios retomaron el
espíritu de la celebración y han lanzado el
anuncio de las actividades especiales para
los días 10 al 12 de julio en la Ciudad de
México. El programa está disponible en el
sitio:
http://jubileodecalvino2009.wordpress.com
4-6 de septiembre: ciclo de conferencias en Toluca, México
El Presbiterio del Estado de México invita al ciclo de conferencias que con el tema
general: "El pensamiento reformado en el contexto cultural actual", se llevará a
cabo en la ciudad de Toluca.
El invitado principal es el Dr. Zwinglio M. Dias, pastor de la Iglesia
Presbiteriana Unida de Brasil y coordinador del área de Ciencias Religiosas de la
Universidad Federal de Juiz de Fora. El doctor Dias dirigió la revista Cristianismo
y Sociedad y fue pastor en Uruguay. Es autor del libro Discursión sobre la Iglesia,
entre otras publicaciones. Actualmente dirige la revista Tempo e Presença.
El programa tentativo es como sigue:
Viernes 4, 10-14 hrs.
"Desafíos de la pastoral reformada", Dr. Zwinglio M. Dias
Viernes 4, 16-18 hrs.
―Calvino, teólogo del Espíritu Santo", Dr. Zwinglio M. Dias
Sábado 5, 10-11.30 hrs.
"Cultivo, cultura y culto", Pbro. Emmanuel Flores-Rojas
Sábado 5, 12-14 hrs.
"Calvino desconocido", Dr. Zwinglio M. Dias
Sábado 5, 16-18 hrs.
"Rostros de la Reforma reformada, perspectivas para el México actual", Mtro. Leopoldo Cervantes-O.
Sábado 5, 18-20 hrs.
Acto de develación de la placa o busto de Juan Calvino en algún punto de la ciudad aún por
determinar
Domingo 6, 17-20 hrs.
Culto magno