Salve, Madre Amada, Dulce Guatemala, Salve
Salve, madre amada, dulce Guatemala, salve.
Fuente, origen delicia de mi vida.
C ó m o alienta recordar, patria, tus dones:
Tus fuentes y tus calles, tus iglesias, tus casas
y templado clima
Y a m e parece distinguir tus ricos bosques,
tus campos siempre verdes por el don de perpetua primavera.
Y recuerdo los ríos que por tu suelo corren
y de árboles umbrosos cubiertas las riberas.
Ya las casas por dentro bellamente adornadas
y los muchos vergeles engalanados con ideales rosas.
¿A qué hablar de las lanas, teñidas con el múrice de Tiro
y a qué hablar de las sedas de lujo esplendoroso?
Todos estos recuerdos avivan mi amor patrio
y para mis nostalgias son el más dulce alivio.
Rafael Landívar Kusticatio Mexicana, 1781
Cataratas Guatemalenses
Traducción al español por:
Manuel José Arce y Valladares
con la colaboración del latinista
José Manuel Barba/és.
Guatemala, octubre de 1931
o
s V 3 Í / X^sff^ » !
Acto de Convocatoria
Conmemoración
BICENTENÁRIO de la
INDEPENDENCIA de GUATEMALA
MINISTERIO DI EDUCAUON MINISTERIO DE G U A T E M A L A CU1TURA Y DITORTF.S
Ministerio de Educación de Guatemala Lie. Dennis Alonzo Mazariegos Ministro de Educación
Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala Lie. Jerónimo Lancerio Ministro de Cultura y Deportes
Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura Dr. Edgar Montiel Director y Representante U N E S C O en Guatemala
índice
Programa del Acto de Convocatoria 4
Presentación 5
Resolución de la Conferencia General de la U N E S C O 7
Decisión 182 E X / 5 9 , aprobada en la 14a sesión plenária, el 21 de octubre de 2009.
Celebración del Bicentenário de los procesos de Independencia de los países de América Latina y el Caribe.
Ensayo: 1776-1824, La Revolución por la Independencia 9 y la Libertad
Su legado ante los desafíos globales de hoy.
Marimba Femenina de Concierto 30
Del Ministerio de Cultura y Deportes.
Programa especial de la Marimba Femenina de Concierto 31
Selección de Tesoros Musicales del Siglo X V I y XVIII.
3
Programa
8 ^ Bienvenida
E u Entonación del H i m n o Nacional de Guatemala
ÏO Presentación: Ideasj conceptos que inspiran la Conmemoración del bicentenário: IM Independencia de las Américas ante los desafíos globales de hoy. Dr. Edgar Montiel, Representante U N E S C O Guatemala
£ ^ Palabras a cargo del Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala, Dr. René Mauricio Valdês
& S Palabras del Ministro de Cultura y Deportes, Lie. Jerónimo Lancerio
S u Palabras del Ministro de Educación, Lie. Dennis Alonzo Mazariegos
E£> Selección de Tesoros musicales de Guatemala a cargo de La
Marimba Femenina de Conciertos del Ministerio de Cultura y
Deportes
E S Brindis de H o n o r : Ponche de la Independencia
4
Presentación
Bicentenário de la Independencia de Guatemala, una oportunidad para repensar la acción del Estado
y de la República
La conmemoración del bicentenário
de la Independencia en Guatemala es
una señalada oportunidad para abrir la
reflexión entre todos los ciudadanos en
torno al estado de la Nación. Al acer
carse el año memorable, el tema de
la Independencia estimula la discusión
entre los guatemaltecos. La creatividad
se anima y surgen las analogías, los sím
bolos y los reclamos sobre un Estado
que se forjó hace casi doscientos años
y aún no se consolida c o m o Institución
Rectora de la Nación. Frecuentemente
se evocan hechos del pasado a los cuales
se atribuyen graves problemas socio
económicos y culturales pendientes de
resolver. E n otros casos, la Indepen
dencia es tema de asignaturas escolares o
formación cívica; en éstos, se repite una
y otra vez la misma versión proveniente
de la historia predominante. Pero es
notorio que hasta ahora no conozcamos
una versión de la gesta independentista
que recupere a todos los actores sociales,
a intelectuales valiosos, a las lideresas o
los líderes que tuvieron un rol en nuestra
historia. Se trata de enaltecer al conjunto
de protagonistas sociales, intelectuales,
mujeres, jóvenes indígenas, afroguate-
maltecos, gestores todos del movimiento
independentista, de efectuar una relec
tura de la historia que nos diga, por fin, la
manera c ó m o el m u n d o se transformó a
raíz de la creación de las nuevas repúbli
cas independientes en América. Proceso
que comenzó en 1776 con la Indepen
dencia de las 13 Colonias de Norte
américa, siguió con la rebelión de Túpac
A m a r u en 1780 y concluyó en 1824 con
la Independencia de la América hispana,
sellada en la Batalla de Ayacucho. Saber
qué cambió en los paradigmas europeos,
incluidas las ideas y el impacto de la
Revolución Francesa, con el surgimiento
de nuevos conceptos generados por las
revoluciones de los americanos del norte
y del sur, c o m o fueron la Independencia
para las naciones y la Libertad para los
individuos, convertidos en ciudadanos.
Por mandato del Presidente de la
República, en 2010 el Ministerio de
Educación y la oficina de U N E S C O en
Guatemala efectuarán una convocatoria
abierta a toda la comunidad nacional,
las instituciones, autoridades, organiza
ciones empresariales y las organizacio
nes de la sociedad civil para elaborar
un programa de conmemoración de la
independencia de Guatemala. Se plan-
5
tea un amplio horizonte de diálogos, de
discusiones y encuentros entre todos los
sectores del país que estén inmersos en
la preocupación por renovar y fortalecer
las bases de la República. D e los secto
res que plantean que Guatemala es una
nación y de los que disienten de esa afir
mación con la propuesta de que este país
es un estado multinacional. Se trata de
discusiones, que si bien no se iniciaron
hace 200 años, son parte del continum
intelectual y político que sirven a la
construcción contemporánea del país.
E n esta década queremos darle un nuevo
y profundo impulso a dinámicas de
reflexión crítica y creativa que den paso
a nuevas conceptualizaciones que inau
guren una época de reforma del Estado,
de innovación política y de refundación
de la República.
Si en latín conmemorar es aprender, esta
etapa de conmemoración nos invita a
analizar, a reinterpretar y a recorrer la
historia de la época independiente de
Guatemala. Pero, no bastará con un
recorrido lineal o simple de esta historia.
Para que logremos comprender lo que
significó y significa la Independencia de
nuestro país, necesitamos una actitud
hermenéutica que nos permita proseguir
en las actuales circunstancias el mandato
venido desde la Independencia.
La Independencia de las coronas europeas
implicó la fundación de nuevas nacio
nes, nueva organización del territorio
americano, nuevas identidades, nuevos
paradigmas políticos. Cuando hoy, en el
siglo veintiuno, nos damos a la tarea de
repensar las Independencias de América,
lo hacemos con el convencimiento de
que hay muchísimas lecciones aprendi
das durante 200 años. Aprendizajes que
representan un cúmulo de conocimientos
propios americanos, que comprendidos
desde el propio espacio pueden contri
buir a renovar la imaginación del pasado
y del futuro del país. Hay que conocer el
pasado para mejorar el presente y con la
participación de todos sentar las bases de
una Guatemala próspera y equitativa en
el siglo X X I , gracias a los aportes de la
Educación, la Ciencia y la Tecnología. El
Ministerio de Educación de Guatemala,
el Ministerio de Cultura y Deportes de
Guatemala y U N E S C O Guatemala, con
ocasión de esta conmemoración, invitan
a las instituciones y en general a todos
los ciudadanos para que, de manera
individual y colectiva, participen en este
proceso de reflexiones y propuestas para
construir una nueva Guatemala. Recu
perar las experiencias vividas y los valio
sos aprendizajes de los últimos 200 años,
entre ellos los Acuerdos de Paz de 1996,
que pautan actualmente vida pública.
Estas experiencias constituyen el mejor
sustento para las propuestas ciudadanas
de refundación del Estado guatemalteco
y la generación de la esperanza para el
futuro de Guatemala.
6
Resolución
Conferencia General de la U N E S C O , Decisión 182 EX/59, aprobada en la 14§ sesión plenária,
el 21 de octubre de 2009
Celebración del Bicentenário de los procesos de Independencia de los países de América Latina y el Caribe1
Reconociendo que la celebración del
bicentenário de los procesos de Inde
pendencia de los países de América
Latina y el Caribe reviste una impor
tancia y trascendencia histórica, social y
cultural de los pueblos latinoamericanos
y caribeños, llevados a cabo por ilustres
libertadores de este continente, cuyo
pensamiento se inspiró en las ideas de
los sabios de la ilustración y de los pro
ceres de otras gestas emancipadoras,
Considerando que la U N E S C O consti
tuye, por excelencia, el foro ético y moral
del Sistema de las Naciones Unidas, al
promover la justicia social, la cultura de
paz y la solidaridad entre los pueblos,
1. Acoge con satisfacción las acciones
que se desarrollan en el ámbito nacio
nal con motivo de la celebración de
este bicentenário, por la trascenden
cia histórica que trajo consigo la
fundación de nuevas Repúblicas, la
abolición de la esclavitud en el con
tinente y la inclusión de las comuni
dades negras y pueblos indígenas en
las sociedades nacientes;
2. Invita al Director General a con
sultar con los Estados Miembros
de América Latina y el Caribe, con
miras a celebrar, en 2010, en el
seno de la U N E S C O , el bicen
tenário de los procesos de Indepen
dencia de los países de América
Latina y el Caribe.
Nota Explicativa:
1. América Latina y el Caribe se apres
tan a conmemorar el Bicentenário de
los procesos de sus Independencias,
hecho que representó la fundación
de nuevas Repúblicas, hoy Estados
Miembros de esta Organización.
2. Esta celebración marca un hito en
la historia de nuestros pueblos que
se construyen sobre la base de los
1 Adoptada por unanimidad a propuesta de: Argentina, Bolivia, Chile, Cuba, El Salvador, España, Guatemala, México, Perú y Venezuela.
7
ideales y valores democráticos de
paz, justicia, igualdad y solidaridad, y
se fundamentan en el respeto de los
derechos humanos, en las libertades
fundamentales y en el Estado de
derecho, reafirmando el principio
de soberanía y de no intervención,
reconociendo el sagrado anhelo del
derecho de cada pueblo a vivir en
paz y estabilidad con sus propios
sistemas políticos e instituciones,
consolidando sus propios valores,
respetando la diversidad cultural, el
' diálogo de civilizaciones y el mul -
tilingüismo, c o m o fundamentos
esenciales para alcanzar la cultura de
paz, la solidaridad y el entendimiento
entre las naciones.
Por tanto, los países de América Latina
y el Caribe invitan a la U N E S C O a
sumarse a este trascendental aconte
cimiento que nos convoca a la reflexión
y reafirmación de nuestro compromiso
como Estados soberanos a promover
el diálogo, la paz, la diversidad cultural,
la salvaguarda de nuestro patrimonio
cultural material e inmaterial, las lenguas
autóctonas, la preservación del medio
ambiente, el desarrollo sostenible, la
democracia participativa y el respecto a
los derechos humanos.
8
Ensayo
1776-1824: La Revolución por la Independencia y la Libertad. Su legado ante los desafíos globales de hoy
Dr. Edgar Montiel2
Invitación a una relectura
¿ C ó m o abordar nuestros procesos de
Independencia no solamente desde un
punto de vista histórico, sino también
desde uno cercano a la filosofía de la
historia y a la geopolítica de las nacio
nes? Solo así podríamos comprender
la compleja interacción de los c o m p o
nentes sociales, económicos, políticos
y territoriales, que han actuado en este
proceso. ¿Es válido hacer una lectura de
la Independencia desde una visión del
presente? Toda lectura tiene la impronta
de su época, de su circunstancia, y ésta
no es la excepción. N o para "rectificar"
el pasado, sino para comprender que
son procesos inconclusos. Vale la pena
recordar que el significado de conmemorar
en latín es equivalente a aprender, pues el
poder recordar con lucide2 los hechos
del pasado debe conducirnos a extraer
de estos aconteceres enseñanzas para
nuestro presente y futuro. Por consi
guiente, cuando hablamos de la conmemo
raron de la Independencia, queremos
expresar lo que hemos aprendido en estos
200 años, pero no individualmente, c o m o
el hombre que recuerda ciertos hechos
de su infancia, sino colectivamente c o m o
naciones. O quizás no podamos sacar
ninguna enseñanza de estas experiencias
compartidas si creemos que son cosas de
un pasado clausurado que no tienen nin
guna relación con el presente. Por esto,
para un buen ejercicio conmemorativo,
es necesaria una visión que vaya más
allá de la simple narración histórica. Es
decir, que podamos hacer una incursión
a ese pasado esencial para repensarlo
con los ojos del presente, pues estamos
seguros que en ese ejercicio vamos a
encontrar las líneas de continuidad y los
défiât interpretativos que han tenido las
lecturas, quiero decir las visiones de estos
hechos, efectuadas por ejemplo durante
el primer Centenario o las que se han
vuelto lugares comunes a lo largo de los
200 años. La misma actitud tendrán los
que nos lean en el próximo centenario...
Creación,recreaciónyexperimentación en la historia de las Américas
Toda la historia de las Américas hasta
antes de la conquista europea ha estado
2 Director y Representante U N E S C O Guatemala, Conferencia en el H Congreso Internacional Extraordinario de Filosofia, San Juan, Argntma, ]uío 2007.
9
pautada por una vida material y espiri- cas de sincretismo c o m o de resistencia, de
tual endógena, generada por la manera creación, de re-creaáón sumando los aportes),
c ó m o estas poblaciones se relaciona- A pesar de los intentos de imponer sus
ban con su propio medio geográfico, modelos y sus normas, la dominación
logrando 5 mil años antes de la era colonial se encontró con la oposición de
cristiana entrar en una edad cultural estructuras sociales y tecnologías endóge-
que les permitió formas originarias de nas. Por eso, en cuanto al cumplimiento
organización social, agricultura, saberes de leyes, la Autoridad local decía, "esta
medicinales, cosmogonías, técnicas de Real Orden se acata pero no se cumple",
recolección. Esta intensa vida hecha igual se decía en otros ámbitos,
de experimentación, de saber empírico,
los llevó a construir 3000 años antes de Estas dinámicas han marcado la vida
la cristiandad Ciudades Sagradas bien material y espiritual de los pueblos
trazadas c o m o Caral, contemporáneas americanos, una manera de acercarse a
de las ciudades mesopotámicas, China y la realidad cercana a la experimentaron,
Egipto. C o n esos saberes y técnicas que que ha dejado su impronta en el campo
se fueron acumulando los reinos Mayas político cuando se trató de luchar por la
construyeron dos mil años después de Libertad individual y la Independencia
Caral sus sofisticados palacios y en el de las naciones y cuando se comenzó
área andina se edificó esa esmerada red a construir la nueva institucionalidad
de caminos, que sumaron 7 mil kilóme- republicana. Por eso, la primera idea
tros, conocidas hoy c o m o los caminos que desearía desarrollar es la de experi-
del Inca (Qapac N a m ) . 3 mentalismo americano, que nos permitiría
comprender el proceso de construcción
C o n los procesos de Conquista, estos de los Estados—Nación tras la Indepen-
saberes colectivos se confrontaron con dencia. Para poder percibir su impor-
los que aportaron los europeos en todos tancia en la restructuración de las reali-
los campos: técnicas de agricultura, cons- dades sociales que surgieron y surgen en
trucción de casas, tratamientos médicos, nuestro continente, es necesario tomar
creación de instituciones, formas de culto en cuenta este concepto,
religioso, técnicas musicales, recetas gas
tronómicas, de m o d o que se instauró una La noción de experimento —como sabe-
dialéctica donde coexistieron tanto prácti- m o s - está relacionada con el surgimiento
3 U n vasto proyecto de conservación del Qapac N a m , propuesto por los países andinos, está en curso de evaluación por la U N E S C O para ser declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
10
de la ciencia moderna. La observación,
la manipulación de los fenómenos, la
utilización de instrumentos o incluso el
recurso de experimentos sociales forman
parte de la experimentación en Occidente.
U n rasgo característico en este proceso
de creación científica fue la preeminencia
de la teoría sobre la experimentación.
El uso de la experimentación en los pro
cedimientos científicos tema legitimidad
—al menos para una gran parte de la
comunidad de científicos— en tanto que
ella confirmaba la validez o no de una
teoría. La teoría guiaba en algunos casos
los procesos de experimentación, c o m o
es el caso de los experimentos mentales;
en otros, eran los procesos experimen
tales los que servían de hitos para rectifi
car o incluso dejar de lado una determi
nada teoría c o m o ocurre con las ciencias
físicas experimentales. E n suma, toda
teoría se presenta c o m o una descripción
formal de las estructuras de la realidad,
mientras que el experimento era con
templado c o m o un procedimiento para
dar un contenido empírico, verificable,
a una determinada construcción teórica.
Las ciencias sociales no han sido ajenas
a esta visión de la ciencia. Esta idea
está presente, incluso, en la base misma
de los trabajos de los padres de la
sociología occidental, Emile Durkheim y
M a x Weber .
4 E n la Etica a Nicómaco, por ejemplo, Aristóreles menciona 1117'10).
La preeminencia de la teoría sobre la
experimentación es la forma moderna de
un antiguo prejuicio: la preeminencia de la
teoría sobre la praxis. Presente en todos
los pensadores de la Antigüedad y del
Medioevo4, algunos autores como K . Marx
han querido romper este prejuicio, enun
ciando a partir de una teoría, la onceava
tesis de L . Feuerbach, la preeminencia de
la acción. C o n lo que Marx adhiere a la
antigua escuela materialista china.
A diferencia de los preceptos europeos
en torno de lo político y lo social, el
experimentalismo americano surge de lo
concreto, nace de la vida, la naturaleza
y la historia, siendo muchas veces una
práctica social sin discurso. N o es una
prédica nacida de alguna escuela, sino una
manera de sentir el m u n d o , una manera
de organizar las instituciones políticas y
sociales que se arraiga en la realidad. N o
es la teoría la que dirige la práctica. ¿Es
obligatorio epistemológicamente que
toda práctica se inscriba en una teoría?
Por esto es que, con frecuencia, a los
observadores de otras partes del m u n d o
les resulta difícil clasificar, según sus
propias categorías, las experiencias
políticas o sociales latinoamericanas.
Quizás la primera confrontación entre
el experimentalismo y el teoricismo se
"la vida teórica es la finalidad del hombre virtuoso" (X, 7,
produjo en el célebre debate de Vallado-
lid que opuso dos formas de humanismo:
el humanismo renacentista representado
por Juan Gines de Sepúlveda y el h u m a
nismo nuevo del dominico Bartolomé de
las Casas. Frente a un humanismo que
centra su mayor interés en la cultura y
el saber c o m o fuentes de transformación
del H o m b r e (mediante el estudio de los
textos y las lenguas clásicas), se puede
decir que el humanismo americano
avala lo esencial de esta actitud. Pero el
humanismo lascasiano es un humanismo
encarnado en la realidad, se fundamenta
en buena parte en el conocimiento de las
prácticas sociales y culturales, las formas
de vida concreta del hombre americano.
Durante el debate acerca de la humani
dad o no de los indios (1550), Las Casas
enfrentará al famoso humanista Gines
de Sepúlveda, el cual se apoyaba en la
autoridad de Aristóteles para afirmar la
desigualdad de los indios. Mientras que
Sepúlveda aplicaba la tesis aristotélica de
que el ordenamiento social reflejaba lo
que es prescrito por la naturaleza, orde
namiento que justificaba la existencia de
seres por naturaleza serviles, los h o m
bres americanos, Las Casas presentaba
como argumento el alto nivel alcanzado
por el hombre americano en aspectos de
cultura y de civilización (alcanzando
estándares comparables a los de las altas
civilizaciones), lo que demostraba
5 E. Mondei, El Humanismo Americano, Lima, FCE, 2000.
fuera de todo apriorismo su condición
humana y por tanto su condición de
hombre libre.
Es importante notar que la visión holística
y pragmática de Las Casas, orientada más
a rescatar lo esencial del humanismo que
a la creación de un discurso de prestigio,5
le permitirá fundar un verdadero univer
salismo, una experiencia de lo humano
que siendo americana puede ser extensi
ble a otras regiones del m u n d o . Por esta
razón, no detiene su defensa de la dig
nidad humana en el hombre americano
sino también realiza una vigorosa lucha
por el reconocimiento de la humanidad
del africano, del H o m b r e en su condición
histórica, lo que constituye un legado
plenamente vigente en la hora de los
movimientos por la Libertad y la Indepen
dencia. Estos ideales de antigua data en
la historia de la humanidad fueron asumi
dos en América como una demanda m u y
práctica: libertad para los vasallos de la
Corona y los esclavos, e Independencia
para las naciones colonizadas.
El movimiento por la Independencia y la Libertad en las Américas y Europa
(1776-1824)
La visión fragmentada que predomina
sobre este período revolucionario tanto
del lado europeo c o m o del americano,
12
llevado al extremo por las historias
nacionales, condujo a opacar y hacer casi
imperceptible el alcance mundial, geo
político, de este poderoso movimiento.
D o s fueron las ambiciones que motiva
ron la rebeldía en ambos lados del A d á n -
tico: Ubertad e lndependenáa. Libertad
para los individuos, a fin de que dejaran de
ser vasallos de un Señor, el monarca o sus
representantes. La Independencia en c a m
bio poseía un carácter colectivo, pues son
los pueblos que se liberan para construirse
c o m o naciones soberanas. N o obstante,
el vínculo entre Libertad e Independencia
fue indisociable en los procesos revolu
cionarios americanos, pues en un m i s m o
movimiento se buscaba satisfacer tanto
demandas individuales c o m o colectivas.
Así lo reconoce claramente la Declara
ción de Independencia de las 13 colo
nias unidas de América: That these United
Colonies are, and of right ought to be Free and
Independent (1776).
E n términos semejantes se habían mani
festado ya otros movimientos y líderes
intelectuales tanto en América del Norte
c o m o en el Sur, así c o m o en Europa. E n
el caso de Suramérica, en ese año de 1776,
Tupac A m a r u se niega a enviar la "cuota
de mitayos" de su cacicazgo destinados
a trabajar con salarios de muerte en las
minas de Potosí, lo que fue considerado un
grave acto de rebeldía. C o n esta decisión
inicia la preparación de su rebelión, que
estalla en 1780, adoptando c o m o una de
sus primeras medidas la abolición de las
mitas (es decir el trabajo no remunerado)
y la libertad de los esclavos.
L a estrategia discursiva de los indepen
dentistas americanos alentaba promesas
de una liberación de la fuerza de
trabajo servil en aras de un estatuto ciu
dadano que diera la igualdad a blancos
ricos y pobres, indígenas y negros.
Estos ideales tuvieron una gran resonan
cia en Europa donde la lucha se plan
teaba en términos de un cambio de régi
m e n : la caída de la monarquía liberaba
al H o m b r e de su condición de súbdito y
le permitía acceder, gracias a su trabajo
y sus méritos, a la igualdad de oportuni
dades. La ecuación buscada era libertad
con igualdad.
Para fomentar estos ideales en Europa,
sea en la literatura de savants c o m o en
la praxis, se avanzó por caminos m u y
prudentes. E n l'Encyclopédie de Diderot,
de tanta influencia, el término lndepen
denáa no tiene una significación propia
mente política. Existen varias referen
cias vinculadas a la noción de dependencia
de un infante de sus padres, o a la falta de
autonomía de una persona minusválida,
o a la clásica dependencia de un súb
dito frente a su Señor. Sin embargo, se
podría decir que la noción de dependen
cia/independencia política y social
estaba ya en el espíritu de la época. U n a
de las primeras críticas directas a la admi-
nistración monárquica, la encontramos
por ejemplo en la edición de 1781
de la Historia filosófica j moral de las dos
Indias, del Abate Raynal, cuya revisión
y ampliación se beneficia de la prosa
rebelde de Diderot. Allí los filósofos se
valieron de una estratagema para criticar
de manera abierta a la administración
absolutista, que se resume en: "la admi
nistración es corrompida y cruel pero el
Rey es impecable". Esta edición le valió
a Raynal un discreto exilio en Holanda y
a Diderot pasar a la clandestinidad.
E n "El viento de América, 1778-1782",
segundo volumen de la documentada
obra Les Claude Manceron resume el pano
rama entre Europa y las Américas de
este m o d o : "el gran affaire es la guerra en
América. Francia fracasa en su intento
de invadir Inglaterra, pero sus grandes
navios van a ayudar a la victoria de
Washington, de La Fayette y de R o c h a m -
beau. La fuerza del viento de América
levanta una tormenta sobre las rígidas
estructuras de Francia, donde Necker es
renunciado y Raynal exilado por el h o m
bre que sube al poder, Vergennes. ¿Qué
importa? María Antonieta, comienza a
"inclinarse" hacia el conde de Fersen
(oficial en América), y da a luz el Delfín
del reino, pero los parisinos parecen
estar m á s interesados en la canasta de
Mesmer . Pero las terribles maldiciones
de Diderot se hacen eco de la deve
lación sangrienta de la gran revuelta
en el Perú conducido por Tupac A m a r u "
(Robert Laffon edit, Paris 1974).
D o n d e la ecuación Libertad e Indepen
dencia se dio casi perfecta fue en Haití.
Desde 1790 se luchó tanto por la
abolición de la trata c o m o por la inde
pendencia del país. Era la colonia fran
cesa m á s rica, pero la Revolución les
recordó que la libertad y la igualdad eran
para los hombres de la metrópoli. Sólo
en 1804, luego de una cruenta lucha,
obtuvieron la libertad y la independen
cia. D o s años después Napoleón envío
una expedición de reconquista.
La influencia de la América independiente
en la Revolución Francesa es m u y cono
cida. La idea misma de "Independencia"
de un país frente a una potencia europea,
despertó mucho interés, y la capacidad
de creación y experimentación de los
americanos en materia social y económica
sorprendió a muchos. ¿Si las colonias se
independizan, por qué no los subditos
europeos? Versalles contribuyó con la
Independencia Americana, enviando una
expedición de 4 mil hombres. El Rey
mantuvo por eso una relación privilegiada
con los embajadores norteamericanos
(Franklin, Jefferson, Morris, A d a m s , etc),
los cuales no sólo aconsejaban a la Corona
en asuntos de Estado, sino que mantenían
una relación estrecha con muchos de los
líderes revolucionarios franceses, c o m o
Condorcet, Laffayette, Brissot, fervientes
seguidores de la revolución americana.
Esta complicidad se enfrió en el período
del Terror, cuando reinó la guillotina, y
se volvió antagónica cuando Napoleón
instauró un Imperio.
Queda claro que el movimiento social por
la Libertad y la Independencia constituyó
un proceso en extremo complejo, sólo
explicable si se toman debidamente en
cuenta tres componentes a veces dejados
de lado en las lecturas historiográficas:
SO El despegue de las fuerzas producti
vas en ese momen to , especialmente
en Norteamérica, y de actores
sociales emergentes, como eran las
burguesías de la metrópoli y las
colonias, que exigían: "libertad de
los mares, libertad de comercio".
SO Los factores de poder estatal que
tuvieron un gran peso en el juego
de las decisiones y estrategias: las
Casas Reales de España, Francia
e Inglaterra.
SO La participación activa, social y
productiva, de fuerzas sociales domi
nadas (esclavos negros, población
indígena, mujeres trabajadoras).
El encuentro excepcional en términos
históricos de estos tres componentes
configura el ciclo de la Independenáa y la
Libertad, que encuentra su punto culmi
nante entre 1776 con la Declaración de
Independencia de los Estados Unidos,
y 1824, con la Batalla de Ayacucho que
expulsa a España de Suramérica. Este
período se articula con otros grandes
acontecimientos, m u y interrelacionados
c o m o la Revolución Francesa (1789),
la Revolución abolicionista e indepen
dentista haitiana (1804), la abolición de
finitiva de la trata negrera en Inglaterra
(1886), la ocupación napoleónica de
España (1808) que dará lugar a las Cor
tes de Cádiz y legitima poderes autóno
m o s en Buenos Aires, Santiago de Chile,
México, Quito (1810), la Independencia
de Venezuela (1812), y la Independencia
del Perú (1821).
A semejanza del N u e v o H u m a n i s m o
representado por Las Casas, con las
gestas independentistas se da otra revo
lución de orden no sólo político-social,
sino epistemológico: ¿qué representó
sino para la Ciencia Política, para el
Derecho Internacional, para la His
toria de las naciones el proceso de
Independencia de los americanos? Éste
era un concepto tan de vanguardia
que los enciclopedistas no lo inclu
yeron en las entradas de sus célebres
volúmenes. Si revisamos la acepción
correspondiente, podemos encontrar
tres o cuatro nociones de independen
cia: la independencia del hijo frente a
su padre, del esclavo frente al a m o ,
pero ninguna se refiere a la dimensión
política y colectiva. La formación de del Sur reclutando mapuches, guaraníes,
estos conceptos se inserta en la singular aimaras, negros libertos y cimarrones,
realidad histórica americana: son pro- y recurrían tanto a las estrategias de las
cesos socio—históricos. E n el camino guerrillas, las montoneras, c o m o a la
se forjaron otros dos conceptos vecinos guerra formal6, lo que les permitió entrar
c o m o separatismo, disolución de obligaáones, en Lima sin disparar un sólo tiro.7
absolución de cargas, después emancipadón.
Y hasta que se plebiscitó el término E n las Cortes de Cádiz se preguntaban,
Independencia. Gracias a este concepto, ¿cómo organizar de m o d o institucional
se generó una revolución en el orden los 25 millones de kilómetros cuadrados
colonial instaurado por las potencias con que contaba la América hispana?,
europeas, de la que se sirvieron luego ¿cómo estructurar los nuevos estados?,
otros continentes c o m o África, Asia y ¿cómo elegir las autoridades? La gente
Europa central. Pero también la idea de Miranda decía: "no, para la América
posible de una sociedad mundial de del Sur es necesario un Inca". N o es que
Hombres Ubres, con hombres y mujeres buscaran un Inca del Cuzco, sino que se
tanto de las metrópolis c o m o de las crearía la institución de m a n d o supremo
ex-colonias. llamado Inca, encarnado en dos repre
sentantes, uno para la Capital y otro para
Este aporte al avance en la causa de la que recorra el Continente. T o d o esto fue
humanidad se olvida con frecuencia, un proceso de creación, experimentación
pues la versión historiográfica predomi- y propuestas. Se discutió también si la
nante insiste en la idea que: "Rousseau división administrativa de las unidades
fue el autor intelectual de la independen- territoriales serían las municipalidades,
cia. Los uniformes de los Libertadores los condados (siguiendo la tradición
eran napoleónicos". Efectivamente, se inglesa) o las prefecturas (siguiendo la
leyó m u c h o a los ilustrados, y los insur- división francesa). Era —claro está- un
gentes utilizaron a veces uniformes y tac- desafío enorme organizar política y
ticas que correspondían a los usos mili- socialmente tan inmenso territorio. Para
tares de la época, pero incluso en esto el sur de Suramérica surgió la propuesta
hubo m u c h a creatividad política y mili- de creación de una Confederación de
tar. San Martín constituyó su Ejército Provincias del Sur, luego configurada
6 Hugo Chumbita. Hijos de la Tierra, Buenos Aires, Emecé Editores, 2004. 295 pp. 7 Basil Hall, El Imparto de San Martí» en el Perú, Memorias del Jefe de escuadrón de la Real Armada en el Pacifico, Lima, U N E S C O ,
1998.
16
c o m o República Argentina. Visto desde
un período largo, el experimentalismo,
el hacer su propia experiencia, es una
tradición de este Continente. Así c o m o
se acuñó en su m o m e n t o el concepto
de independencia, una hermana de ésta
fue después la autodeterminación de
¿os pueblos, y en el siglo X X la Doctrina
Estrada que postula la no injerencia en
los asuntos internos de las naciones y de
los Estados. U n a contribución al m u n d o
en el plano jurídico—político que hay que
valorar debidamente.
Esta tradición de experimentación
política se manifiesta plenamente hasta
el presente. Desde la Revolución Mexi
cana —la primera revolución del siglo
X X - , el gobierno popular de Jacobo
Arbenz en Guatemala, la Revolución
Cubana, el Socialismo Democrático de
Allende, la Revolución de los militares
nacionalistas en Perú, Ecuador y Pa
namá, hasta la Revolución Sandinista,
todos ellos han sido proyectos políticos
nacionales que han perfilado sus propios
modelos m á s allá de las ortodoxias, con
lo que mostraban una notable plasticidad
para acomodarse con sus realidades. La
ciencia política convencional, guiada por
una epistemología occidental o centrista,
tiene dificultades para conceptuar las
experiencias que surgen en la región.
N o entiende la aparición de proyectos
alternativos o la existencia de la alteridad
en la política, c o m o si la práctica
política no tuviera identidad alguna. El
estribillo conocido es "es populista/es
heterodoxo". Hacen esfuerzos para
entender por qué el PRI gobernó 70 años
(más eficaces que el Partido Comunista
de la Unión Soviética, sin tratar de hacer
juicios de valor), ni tampoco se explican
por qué el Peronismo se mantiene desde
los años 40 del siglo pasado y gobierna
hoy en día. N o perciben con claridad el
papel de las clases medias y la necesidad
de las alianzas en un "bloque de poder".
Cuando algo escapa el canon establecido,
dicen: "no , eso es un Gobierno autori
tario y populista". U n Líder del Caribe
no tiene por qué actuar igual que un mi
nistro SUÍ20. Puede ser que se hable alto
y fuerte y se ponga camisas floreadas,
pero eso no tiene nada de autoritario. A
este m o d o de ser del hombre americano
de sur y del norte, se le llamaba en el ciclo
de las revoluciones, el Rusticatio americano.
U n difícil tango de cinco: América anglosajona, América hispana,
Inglaterra, España y Francia
Muchas historias nacionales se han es
forzado por narrar el proceso de Indepen
dencia, enfatizando los parámetros locales
de la acción y disminuyendo la importan
cia de los poderes fácticos exteriores, sean
de la región (expediciones libertadoras), el
continente (influencia de Estados Uni
dos) o internacionales (España, Francia,
Inglaterra). Es relevante tener claro el
escenario de poder real donde se movie
ron las fuerzas sociales por la Libertad y
la Independencia. Las grandes potencias
de la época disponían de ejércitos, poder
económico, influencia cultural, hacían
alianzas diplomáticas en unos casos y en
otros se declaraban la guerra. Sus políti
cas coloniales eran fuente de poderío,
prestigio y dominación. Los períodos
de máxima influencia de estas potencias
serían groso modo los siguientes:
i. España alcanzó su mayor poderío
entre 1500 y 1650, cuando dominaba
América, Flandes, Holanda, Nápoles.
ii. El siglo francés fue de 1650 a 1750
cuando prosperaba en Córcega, Haití,
Senegal, La Martinica, La Reunión.
iii. El poderío inglés duró siglo y medio,
de 1750 a 1900 cuando, además de
sus colonias en América y la India,
dominaba en casi todos los mares y
su comercio se expandía raudamente.
E n relación a los procesos de libe
ración de las colonias americanas, el
juego estratégico entre estos actores se
presenta del siguiente m o d o :
Su Para perjudicar a Inglaterra, Francia
apoya la guerra de independencia de
la América anglosajona con présta
m o s financieros y un ejército de 4
mil hombres.
£0 España, que tiene conflictos con Ingla
terra por la posesión de Gibraltar y La
Florida, apoya la Independencia de la
América inglesa, especialmente en la
guerra de 1781. E n Pensacola, siendo
capitán del ejército español, Miranda
luchó con las tropas independentistas
norteamericanas. Tres mil caribeños
luchan por la independencia de las
colonias norteamericanas.
£0 Francia se interesa por la inde
pendencia de la América hispana
durante la primera etapa de la Revo
lución Francesa (1789-1878). Existe
la corriente de los "brissotins", par
tidarios de Jacques—Pierre Brissot,
amigo de los norteamericanos. C o n
la instauración del Imperio napoleó
nico el interés no solo desaparece
sino que se hostiliza a los activistas
hispano-americanos.
SO A nombre de la "Libertad de co
mercio" y la "Libertad de los mares",
Inglaterra apoya la independencia de
la América Hispana a comienzos del
siglo X I X . Tienen tratos con Miranda
y Juan Pablo Viscardo y G u z m á n .
SO Estados Unidos reconoce la
Independencia de Haití (1804), esta
blece un comercio sostenido con esta
prospera isla y manifiesta su apoyo a
la independencia de la América his
pana. Es cuando ayudan en secreto a
la expedición de Miranda (1806), que pios procesos, y el papel de las poten-
termina, tras el fracaso de la expe- cias europeas. Entre los cinco hubo
dición, con la ejecución por horca de muchos cálculos estratégicos y lógicas
diez oficiales norteamericanos.8 económicas distintas, tanto que el esta
blecimiento de alianzas y antagonismos
EO Ante la invasión napoleónica a eran m u y volátiles.
España (1808), Inglaterra apoya
militarmente a España y reduce Puesto el escenario, veamos a los prota-
notoriamente su apoyo a la causa gonistas. La Declaración de Indepen-
independentista en América. C o n el dencia de Estados Unidos, elaborado por
descenso gradual del poderío espa- un escritor e intelectual c o m o Jefferson,
ñol en América por la ocupación fue una novedad mundial, pues hasta
de la península, Estados Unidos e entonces "declararse independiente" no
Inglaterra acentúan su comercio era una categoría jurídica reconocida:
con los países hispanoamericanos. ¿qué significa que una colonia se declare
independiente? El panorama histórico
EO Cuando en Buenos Aires, Santiago por tanto es éste: estamos en 1780 en el
y Lima se producen sus respectivas m o m e n t o en que Washington libra una
declaraciones de Independencia, en guerra decisiva contra Inglaterra para
sus puertos están acodados navios hacer efectiva su independencia, mientras
mercantes norteamericanos y buques que Túpac Amaru esta levantado en el
de la Armada inglesa.9 Sur, todo el Continente esta movilizado.
Es necesario profundizar el estudio de los
La incorporación de una visión geopolítica, vínculos entre el proceso de Independen-
con frecuencia ausente en la historio- cia de Estados Unidos, el de la América
grafía tradicional, permitiría superar las Hispana, y el del Caribe francés10. Cada
visiones fragmentarias que se tienen vez se conocen más archivos sobre este
de las conexiones que existieron entre período, c o m o los de Rufus King y el
procesos tan interdependientes, c o m o del Gobernador Morris, embajadores
fueron la Independencia Americana, la de Estados Unidos en Londres y Paris11.
Revolución Francesa y nuestros pro- Cada uno luchaba contra su propia
8 Edgardo Mondolfi, Testigos Norteamericanos de la expedición de Miranda, Caracas, Monte Ávila Editores, 1992. Contiene testimonios de tres participantes: John Sherman, Moses Smith y Henry Ingersol.
9 Besil Hall, El Impacto de San Martin en el Perú. Memorias del Jefe del escuadrón de la Real Armada Británica en el Pacifico, Lima, UNESCO, 1998.
19
metrópoli. Hay pistas valiosas, c o m o sentantes" puestos en boga en las Améri-
la seguida por la historiadora Carmen cas. Condorcet escribe un libro sobre el
Bohórquez para su estructura la "ideo- modus operandi de la revolución americana
logia criolla" de Francisco de Miranda12. y explica a sus ávidos lectores qué es la
Él combatió en Pensacola c o m o oficial libertad de imprenta. H a y que tener
del ejército español en apoyo a la causa presente que algunos connotados líderes
norteamericana. Luego mantuvo con franceses habían sido oficiales en la expe
dios una relación privilegiada, pues vivía dición que guerreó por la Independencia
en Filadélfia entre 1783 y 1784, después norteamericana. Los Diarios de Fran-
de abandonar el ejército español. E n ese klin, quien fue el primer Embajador de
período fragoroso, cuando se gestaban los Estados Unidos en Versalles, muestran
primeros movimientos de emancipación, la difusión de las nuevas ideas liberta-
las primeras acciones, hay participación rias. Jefferson, Embajador en la víspera
y acuerdos para que criollos caribeños y de la Revolución, fue un eficaz agitador
sudamericanos luchen en Estados Uni- de ideas en los Salones de París, donde
dos. H a y que tener presente esa parte de se presentaba escoltado de una hermosa
nuestra historia con los Estados Unidos. negra norteamericana, que era su mujer,
algo que causó escándalo en la cuna de la
Otro tanto sucedió con la Revolución "pureza de sangre". E n esa misma época
Francesa. La Revolución Francesa está desplegaban su activismo Francisco de
estrechamente vinculada a la Revolución Miranda, Pablo de Olavide, Vizcardo y
Americana. Diría, mejor, influendada por G u z m á n , quienes mantenían relaciones
la Revoludón Americana, porque siempre cercanas con los representantes norteame-
se cuenta la historia al revés. Se olvida ricanos en París y Londres,
de m o d o interesado el cambio de para
digma que significó para los líderes de la Catorce años transcurren desde el inicio
Revolución francesa el surgimiento del de la Revolución Americana (1776) hasta
concepto de "Independencia", "libertad el inicio de la Revolución en Francia
individual", "Constitución ciudadana", (1789), y tres años más para el cambio
"libertad de prensa", "congreso de repre- de régimen (1792): la abolición de la
10 Robert Freeman Smith. "The American Revolution and Latin America. A n Essay in Imagery, Perception and Ideological Influence", en Journal of Interamerican Studies and World Affairs. Vol. 20, n. 4, novo 1978. pp. 421—444.
11 Este "juego de influencias y de intereses" es bastante complejo y constituye el tema del volumen colectivo ha France et ¡es Amériques au temps de Jefferson et de Miranda, reunido por Marcel Dorigny y Marie-Jean Rossignol, Paris, Société des Etudes Robespierristes, 2001.
12 Carmen Bohórquez, Francisco de Miranda. Precursor de ¡as Independencias de la America Latina, Caracas, Fundación Editorial El perro y la rana, 2006.
20
monarquía. A l decir Revoludón Americana,
se entiende un proceso en curso en todo
el continente: Los agentes comerciales,
las cancillerías, los ejércitos, las armadas,
los hombres ilustrados sabían de los
movimientos revolucionarios que se pro
ducían en el sur, en particular el de Túpac
Amaru . Pero también había agitación en
México, en el Río de la Plata, en el Caribe.
Los historiadores ingleses, por ejemplo,
han estimado que no había día en que
no se produjera un conato de resistencia
en el Caribe. N o había en toda América
un esclavismo resignado, c o m o tampoco
hubo una pasividad ante la opresión de
los pueblos indígenas. Había más bien u n
estado de efervescencia. Y en los archi
vos diplomáticos c o m o en los archivos de
las antiguas prefecturas de Londres, París,
R o m a o CádÍ2 habría que investigar la
actividad de las logias y de los comités de
conspiradores "españoles-americanos"
que actuaban en estos países.
El Acta de París, concebida y suscrita
en aquella ciudad en diciembre de 1797,
patrocinada por el General Miranda,
contó además con el aval de los comités
de activistas e ideólogos de la indepen
dencia que estaban en París, Londres y el
resto de Europa. Entre ellos se cuentan
Juan Pablo Vizcardo y G u z m á n , Manuel
de Solar, Sucre, Pedro José Caro, Pablo
de Olavide y probablemente Antonio
Nariño, el precursor neogranadino. E n lo
referente a los apoyos externos propone:
Una alianza defensiva formada por
Inglaterra, los Estados Unidos de
América y América meridional, se
desprende fácilmente de la naturaleza
de las cosas, de la situaáón geográfica
de cada uno de los tres países f...]j del
carácter de las tres naciones, por lo que
es imposible que esta alianza no sea de
larga duraáón, sobre todo si tenemos
cuidado de consolidarla en su forma
mediante la analogía política de los
tres gobiernos, es decir, por el disfrute
de libertad civil sabiamente entendida.
Esta Acta fue enviada a los gobiernos de
Inglaterra y Estados Unidos , a través de
sus embajadores en París, que mantenían
una relación fluida c o n los principales
portavoces de los independentistas his
pano—americanos.
Nótese q u e en esta alianza n o se incluye
a Francia. E n 1 7 9 8 los revoluciona
rios franceses le p r o p o n e n al General
Mi randa ir a derrocar una insurrec
ción negra, g e r m e n de la Revolución
Haitiana. Él se o p o n e , a rgumentando:
" n o v o y a ser u n agente de la expansión
revolucionaria de Francia". Era claro,
se habría declarado la República, pero
n o la liberación de las colonias q u e
mantenían. Ellos eran republicanos
pero n o antiesclavistas o anticolonialis
tas. Así c o m e n z a b a el expansionismo
del proceso revolucionario que acabó
instalando el Imperio Napoleónico y
una ofensiva militarista, esclavista y
de conquista13. Tanto Inglaterra c o m o
Francia estaban m u y interesadas en los
procesos americanos por cuestiones
económicas y estratégicas. Lástima por
Rousseau, pues una de las embarcacio
nes m á s conocidas de la trata negrera
llevaba el nombre del ilustre pensador
en los años de Napoleón.
Los excluidos de la Independencia y la Libertad: los pobres -blancos,
indios, negros y mujeres-
Los primeros beneficiarios de este
proceso de liberación (parcial) fueron
los sectores emergentes de las burgue
sías locales y metropolitanas. E n el
caso de Estados Unidos es de extremo
interés ver que el desarrollo de las
fuerzas productivas fue encarnado, sin
ánimo metafórico, por hombres c o m o
George Washington, T h o m a s Jefferson,
John A d a m s , Madison Hamilton, es
decir, por los hombres m á s prósperos
del país, acaudalados propietarios de
grandes extensiones de tierras, de escla
vos e interesados por la mecanización
de la producción. Los agricultores
reclamaban que sus granos se vendieran
a muchos países y no sólo a Inglaterra,
que tenía capacidad para comprar sólo
una parte. Era raro que la institu-
cionalidad inglesa, con un m o n o p o ü o
comercial estricto, fuera una traba para
el robusto crecimiento de la economía
de las colonias americanas.
Era natural entonces que al frente de la
Independencia se pusieran entonces las
cabezas económicas del país. D e esta
realidad, se desprende una estrategia
política en todo el proceso de inde
pendencia: asociar la Independencia
de las colonias a la Libertad de los
individuos. Había que romper los
sistemas de trabajo serviles propios a
las monarquías para crear una fuerza
laboral numerosa en las ciudades,
especialmente en las zonas industriales
del noreste norteamericano: Filadélfia,
Nueva York, Boston, donde había un
crecimiento sostenido. Era necesario
pues integrar, con promesas, a los escla
vos y a los negros libertos a un proyecto
político libertario que implicaba una
lucha. E n el caso de los pueblos indíge
nas norteamericanos, que estaban ha
ciendo sus propias sublevaciones para
liberarse precisamente de los colonos
americanos que se apropiaban de sus
tierras, no solamente no fueron inclui
dos en los planes de Independencia y
Libertad sino que la propia Declaración
se refiere negativamente a ellos llamán
doles "indios salvajes", acusándoles de
estar manipulados por Inglaterra.
13 Yves Benot, La démence coloniale sous Napoleón, Paris, La Découverte, 2006.
22
El historiador Charles Beard, en su libro
Jin Economie Interpretation of the Constitu
tion, estudió el trasfondo económico
de las propuestas políticas de los 55
delegados que se reunieron en Filadélfia
en 1787 para redactar la Constitución,
vigente hasta hoy en día. La mayoría
de ellos eran abogados, ricos en cuanto
a tierras, esclavos, fábricas y comercio
marítimo. La mitad habían prestado
dinero a cambio de intereses, y cuarenta
de los 55 tenían bonos del gobierno.
Este estudio muestra que la "mayoría
de los redactores de la Constitución
tenían interés económico directo para
el establecimiento de un gobierno
federal pujante".
La Revolución Americana necesitaba
miles de hombres y mujeres a su servi
cio, los cuales se consiguieron mediante
la leva general de blancos pobres, inmi
grantes irlandeses, de negros libertos y
pardos. Se reclutaron también cocineras,
enfermeras y costureras para los cuar
teles. Muchísimos jóvenes murieron en
estas luchas, que se prolongaron hasta
mediados del siglo X I X con la conquista
del Oeste y las guerras para "trasladar" a
los pueblos indios de sus lugares origina
les hacia el interior del país. El costo en
vidas humanas fue enorme, sobre todo
en las poblaciones que eran víctimas de
mayor discriminación. E n las ciudades
14 Howard Zinn. La Otra Historia de los Estados Unidos, España,
floreció un numeroso proletariado indus
trial, compuesto por hombres y mujeres
que trabajaban 12 horas al día. La Inde
pendencia política se instaló rápidamente,
la Libertad individual se incorporó a las
leyes pero las oportunidades de progreso
no eran equitativas para todos.
Las promesas de abolición de la trata no
se cumplieron, a pesar de ser una ley apro
bada por Jefferson en 1804. La razón de
las contradicciones entre las promesas de
libertad y la realidad económica puede
ser resumida de la siguiente manera: "el
apoyo a la esclavitud estaba basado en
un hecho práctico incontestable: en 1790
el Sur producía mil toneladas anuales de
algodón; en 1860, la cifra había subido ya
a un millón de toneladas. E n ese mismo
período se pasó de 500 mil esclavos a 4
millones"14. C o n la política de los "trasla
dos" forzados, la población indígena fue
diezmada, expoliada, alcoholizada y una
masiva ocupación de sus tierras dio lugar
a nuevas fortunas del personal político.
Si bien es cierto que la Independencia de
los Estados soberanos, tanto en el norte
c o m o en el sur, se consolidó, en materia
de libertad integral y de igualdad no se
puede asegurar lo mismo. Procesos
semejantes ocurrieron con los nuevos
Estados de la América Hispana. Los
indios de la P a m p a argentina, de la Pata-
Ediciones las Otras Voces, 2005.
23
gonia chilena, de los Andes peruanos,
del Chaco paraguayo, de la sierra mexi
cana, de la Amazonia brasileña, de la
selva venezolana, fueron blanco de per
secución, expoliación y desagregación
de sus comunidades, instalándose un
proceso de colonización interna que no
ha concluido en nuestros días. También
estos métodos hemos compartido con la
otra América.
Para muchas mujeres, las luchas e ideales
independentistas representaron el campo
propicio para desplegar las habilidades y
destrezas que eran negadas por la estruc
tura social existente. Además , se desper
taron en muchas de ellas los primeros
sentimientos por una igualdad entre los
géneros. A diferencia del Norte, donde
tuvieron una participación anónima, en
el sur es conocido el rol protagónico
que tuvieron decenas de mujeres en ese
primer movimiento emancipador latino
americano de José Gabriel Condorcan-
qui, Túpac Amaru. E n primera línea, la
esposa del líder de la rebelión, Micaela
Bastidas. Ella exhortó a Túpac A m a r u ,
en una carta reveladora de su aguda
visión estratégica, la toma del Cuzco, lo
que hubiera representado un gran golpe
contra el ejército español. Seguirán otras
heroínas como Tomasa Tito, cacica de
Arcos y Acomayo, Micaela Castro, la
jefa de batallones indígenas y esposa de
Julián Túpac Catara, Bartolina Sisa, Gre-
goria Apaza, "La Virreina", entre otras.
Todas ellas tuvieron una cruel muerte
por parte del ejercito español.
Otras, c o m o la legendaria Manuelita
Sáenz Aizpuru, sufrieron la incom
prensión de la sociedad de entonces por
encarnar todo lo que la sociedad negaba
a las mujeres de su época: independencia
frente al dominio masculino, destreza
política, inteligencia vivaz. Promovió
las causas independentistas no sólo con
sus propios recursos personales sino
que participó en las acciones de la inde
pendencia activamente, contribuyendo
financieramente y participando en los
campos de batalla c o m o el de Ayacucho,
acción por la cual recibió el grado de
Coronela del Ejercito libertador.
E n Norteamérica, la Independencia
representó para muchas de ellas el des
pertar de la igualdad en los géneros. La
situación de las mujeres era de depen
dencia casi total de su entorno mascu
lino inmediato, además no les estaba
permitido tener propiedades, establecer
contrato alguno o recibir la misma edu
cación que el hombre. Esto se refleja en
una carta de Abigail A d a m s dirigida a su
esposo John A d a m s , quien fue Presidente
de la República: " N o es posible decir que
yo crea que tú eres m u y generoso con las
mujeres, pues mientras proclamas la paz
y buena fortuna para los hombres, al libe
rar todas las naciones, sigues insistiendo
en que los hombres mantengan un poder
absoluto sobre sus esposas" (7 de m a y o
de 1776)15.
Estas últimas líneas revelan la flagrante
contradicción de los protagonistas de la
Independencia: lucharon para liberar a
sus naciones de un poder foráneo, pero
no lo hicieron de igual m o d o para liberar
a sus mujeres, sus esclavos, sus sirvientes
y sus asalariados.
Conclusiones: ¿Con qué legado afrontar los desafíos actuales?
La revolución por la Independencia y la
Libertad constituye un momento estelar
en la mundialización del capitalismo
librecambista. Cabría preguntarse hoy
cuáles son los desafíos de la globali-
zación del mercado en la actualidad, es
decir, cuáles son los retos que tendrán
que enfrentar nuestras naciones en estos
tiempos de Bicentenários. La primera
novedad es el surgimiento de nuevos acto
res de la política mundial, un nuevo orden
global que incluye a China, India, Rusia,
Corea del Sur, Brasil. U n estudio pros
pectivo del Banco Mundial estima que,
en el 2020, estos cinco países integrarán
el Grupo de los Die^y otros declinarán. E n
este nuevo esquema, no hay que perder
de vista que el crecimiento sostenido
de China, India o Rusia; podrían resul
tar de interés para la región -nótese
el condicional- si se establece una
estrategia nacional y regional c o m ú n
para defender los precios de nuestras
materias primas, tan codiciadas por el
mercado global. ¿ Q u é políticas adop
taremos con nuestros recursos natura
les, especialmente el petróleo, el gas y el
agua?, ¿cómo vamos a manejarlos para
favorecer a nuestras naciones dentro del
ámbito del mercado global? Juntos los
países de nuestra región, resolviendo
juntos los problemas que tienen pen
dientes entre ellos, pueden alcanzar una
autosuficiencia energética regional, que
les permita vender sus excedentes a pre
cios competitivos en el mercado global.
Aquí hay, pues, opciones estratégicas a
escoger: o un manejo de los minerales y
energéticos que conduzcan a una pros
peridad compartida o un manejo, c o m o
hoy, caracterizado por crear riquezas
en el exterior y pobreza y deterioración
ecológica en el interior.
E n el escenario donde China cumpla un
rol relevante en el orden mundial, ¿cómo
serían nuestras relaciones con China y con
Estados Unidos? Si así fuera, ¿tendríamos,
entonces, un acercamiento distinto con
Estados Unidos? Veamos : al respecto, es
ilustrativo el libro Who are we?, de Samuel
Huntington16. U n capítulo está dedicado
a los "latinos". Es la percepción de un
agudo estudioso de la geopolítica sobre la
15 Ibid.
primera minoría en los Estados Unidos
(donde hay en este m o m e n t o 35 millones
de hispanos). E n él, afirma que el modelo
de vida de los latinos o hispánicos resulta
atrayente: tienen un espíritu gregario,
una gastronomía condimentada, bailan
salsa, tango, saben cantar, tienen sentido
de la familia, les interesa la cultura y la
política, son católicos y receptivos a la
interculturalidad, etc. (perdonen por los
estereotipos, pero así nos perciben). Se
produce así una mezcla entre culturas que
incluye un gran número de matrimonios
mixtos, lo que da origen a un fenómeno
de mutuas influencias. Y estos 35 millo
nes mueven 10 mil millones de dólares
semanales entre viajes, comidas, discos,
ropa, estilo de vida, etc. Es por esto que
Samuel Huntington, antiguo Consejero
del Departamento de Estado, considera
que Estados Unidos es hoy no solamente
angloamericana, sino también hispanoameri
cana y bilingüe. ¿Eso nos autoriza a decir
que Nuestra América ya forma parte de
Estados Unidos o que Estados Unidos
ya forma parte de Nuestra América? ¿El
Panamericanismo no fue un ideal de los
Padres de la Independencia del Sur y del
Norte?.
Otro desafío crucial es la reducción de
la pobreza. E n un continente marcado
por una brecha de desigualdad, la con-
flictividad social es m u y grande. Efecto
16 Samuel P. Huntington, Who are íve? The Challenge to America's
de ello es una institucionalidad deficiente
y volátil. Tenemos instituciones que no
duran m u c h o tiempo, gobiernos que
no concluyen sus mandatos. E n varios
países, el 4 0 % de la población sobrevive
en la franja de la "pobreza extrema". Así
no es seguro que lleguemos al 2030, en
razón de las conmociones sociales y de
violencia que se producirían. E n este
siglo han habido ya 4 crisis que han der
rocado gobiernos legales. N o apostar
por el cambio y la innovación sería una
negación al mensaje de libertad y equi
dad que nos dejaron pendientes, c o m o
metas a alcanzar, las gestas inconclusas
de la Independencia. Tenemos que efec
tuar cambios estructurales, crecimiento
con equidad, redistribución, fomento
de la participación social por medio de
la vida asociativa, movilizar las fuerzas
innovadoras y creativas de la sociedad.
Habría que rediseñar el modelo de desar
rollo económico, social y cultural.
U n reto de extrema importancia es
también la preservación de la biodiver-
sidad y el uso adecuado de los recursos
acuíferos. Se ha comprobado que no
hay suficiente agua en el m u n d o y que
los complejos ecosistemas de nuestro
planeta están al borde del colapso.
Las guerras futuras van a ser guerras
por el agua y por la apropiación de la
biodiversidad. Nuestra región tiene
National Identity, Nueva York, Simon & Schuster, 2oo4, 488 pp.
26
el 4 0 % de la biodiversidad planetaria:
están en el Chaco, la Amazonia, en
los pisos ecológicos de los países andi
nos, en los bosques de Costa Rica, de
México. Nuestra región forma parte del
exclusivo Grupo de los Doce, que son los
doce países con la mayor biodiversidad
planetaria. A pesar de esto, en la región
existen graves carencias en la gobernabi-
lidad del medio ambiente, en el manejo
adecuado de los recursos hídricos y el
desarrollo sostenible. E s necesario que
el Estado asuma un papel más activo
en la resolución de conflictos entre los
intereses privados y los bienes que por
su naturaleza pertenecen al conjunto de
la nación. E n este m i s m o m o m e n t o ,
en la Amazonia una especie de árbol
desaparece cada día debido a la tala
indiscriminada; los ríos en los Andes
son contaminados por relaves mineros;
y en las selvas de Costa Rica los campos
de cultivo industrial desplazan la flora
tradicional existente. Problemas c o m o
estos y el recalentamiento de la tierra
ciertamente que no estaban en la agenda
de la Independencia, pero los indios del
norte teman m u c h a razón cuando lucha
ban por el respeto y la preservación de
la naturaleza: el agua, el viento, la tierra.
Y a un jefe Sealth le dijo al presidente
Pierce: " ¿ C ó m o se puede comprar o
vender el cielo, el calor de la tierra? Esta
idea es extraña para nosotros".
Quisiera terminar señalando la importan
cia del diálogo entre nuestros pueblos, el
poder de la interculturalidad. La globali-
zación ha generado una reacción afirma
tiva de los pueblos en términos culturales,
que estimula una lectura cultural —que ha
estado ausente muchas veces— de la histo
ria y la política. Hay un reconocimiento a
la identidad plural, abierta a la diversidad
y a la afinidad. U n a lectura intercultural
de la Independencia se hace necesaria.
Interculturalidad que estuvo encarnada en
algunos de nuestros proceres. El histo
riador H u g o Chumbita realiza una lectura
de este tipo, a propósito de la identidad
étnico—social real de algunos líderes de la
independencia. Su investigación muestra,
documentos en m a n o , que José de San
Martín era hijo de una joven guaraní de
Yapeyú; Bernardo O'Higgings tenía por
madre una distinguida joven de origen
tehuelche (la familia Riquelme) y Simón
Bolívar, Bernardo Monteagudo, Micaela
Bastidas tenían orígenes afroamerica
nos. Esto ayudaría a explicar determi
nadas decisiones de estas personalidades
relacionado a los pueblos sometidos de
América17. U n a expresión de esta lucha
por una interculturalidad democrática se
encarna hoy en la figura de un Jefe de
Estado de origen aymara.
H a y otras señales interculturales alen
tadoras. La lengua española será
17 Chumbita, op. cit
hablada por 700 millones hacia el
2020. Brasil se ha propuesto para este
año ser un país bilingüe: hablar español
y portugués, y para eso preparan a m á s
de 25,000 profesores. Hay, pues, cam
bios geopolíticos en la región, con una
nueva generación de líderes políticos,
llevando adelante procesos innovadores,
tratando de consolidar la estabilidad
institucional. Se trata de encaminar, en
lo posible, una gestión política visionaria
y de largo plazo. Gobernar es saber.
Gobernar es prever.18
Ahora que se rompen muchos para
digmas de la Modernidad, que nuevas
propuestas epistemológicas se ofrecen
en el mercado del conocimiento, que
tradiciones ancladas en viejos hege-
monismos compiten con saberes y
técnicas venidas de otras tradiciones
civilizatorias, nuevas visiones surgen en
este terreno abonado para el cambio y la
innovación. Se rescatan saberes, c o m o
la sabiduría estratégica china, la sagesse
africana, el Arthasastra hindú19, que se
suman a teorías contemporáneas de la
complejidad (Edgar Morin) y el caos
(Ilya Prigogine), la moral en la economía
(Amartya Sen), entre muchos otros,
que nos pueden brindan una ocasión
de cotejar nuestras propias tradiciones
18 Edgar Monriel, Gobernar es Saber, Lima, F C E , 2005,103 pp 19 Kautilyan, Arthasastra. Traite de Politique, Editions du Félin, I
años antes de Cristo) Existe edición en español.
intelectuales, experimentales y creativas
en aras de repensar nuestro papel en el
m u n d o global y revisar nuestros propios
procesos regionales y nacionales. H o y
m i s m o , ante nosotros, se llevan ade
lante en diversos países proyectos que
tienen dimensiones estratégicas, que
son proyectos nacionales singulares que
difícilmente entran en las categorías so
ciológicas convencionales y que forman
parte de nuestra tradición experimental.
D e que en Chile una mujer asuma la
Presidencia y en Bolivia un aymara, es
también una significativa apertura en
tiempos interculturales.
¿Qué aprendizaje hemos hecho de dos
siglos? Y a sabemos que en este proceso
inconcluso quedan pendientes demandas
a satisfacer en los campos sociales, políti
cos, etno—culturales y de género, y que la
equidad y la justicia social siguen siendo
reclamos mayores de los movimientos
populares. También la historia registra
que la primera colonia en independizarse
ha logrado, en menos de 150 años, con
vertirse en la primera potencia mundial,
lo que es una novedad en la historia de la
humanidad. Y recordar siempre que en
la geopolítica de los poderes, la Indepen
dencia y la Autodeterminación de los
pueblos nunca se logran de una vez y
>, 1998,155 pp. H a n Fei, El Arte de Gobierno (escrito quinientos
28
para siempre, sino que es una tarea per
manente. Pero no hay que olvidar que
en la región estamos hoy en un proceso
de cambios, de autodeterminación y de
construcción creativa.
E n Nuestra América late siempre una
alteridad política, económica y cultural,
un campo abonado para la innovación y
la experimentación basada en su propia
realidad, tradición plenamente vigente
hoy en día si se observan con atención
los diversos procesos políticos que aflo
ran en la región: Venezuela, Bolivia, Bra
sil, Argentina, Nicaragua, Cuba, Chile,
Ecuador donde, en medio de tensiones
entre fuerzas políticas creativas y fuerzas
proclives a la repetición, surgen al igual
vías alternativas, propuestas societales
innovadoras, medidas económicas endó
genas, estrategias asimétricas, democra
cias abiertas a la diversidad étnica y de
género que buscan escapar a los modelos
hegemónicos impuestos y experimentar
caminos propios para alcanzar la justicia
social, la equidad económica y darle a la
democracia un contenido real20.
20 La riqueza y variedad de los planteos y movimientos alternativos lo han recogido H u g o E . Biagini y Arturo A . Roig en varios volúmenes dedicados al pensamiento alternativo publicados en Buenos Aires.
29
Marimba Femenina de Concierto del Ministerio de Cu/tura y Deportes
Con el objetivo de rescatar, promocio-
nar y difundir la música en marimba y
difundirla a nivel de concierto, así c o m o
resaltar la participación femenina en el
estudio e interpretación de la misma, la
Marimba Femenina de Concierto fue
creada en 1992 por la profesora A m p a r o
Arana Torres.
A los nueve años de su fundación se
denominó "Ixoquib'ajq'ojomab" por
el Ministerio de Cultura y Deportes a
través del Acuerdo Ministerial 131-2002
constituyéndose en un hecho histórico al
ser el Primer Grupo Femenino Oficial
de Marimba de Concierto.
Su repertorio abarca principalmente las
diferentes formas del son guatemalteco,
así c o m o la música popular, académica y
sinfónica. H a realizado la grabación de
tres discos compactos con música nacio
nal e internacional, así mismo la calidad
de su trabajo ha sido premiada con
diversos reconocimientos de Entidades
Culturales.
E n su trayectoria artística, esta Enti
dad Musical ha realizado eventos de
gran trascendencia, c o m o el Festival
Internacional de Marimbas Femeninas
"Ixoquib" (2004, 2006, 2008) con la
participación de Marimbas femeninas de
distintos lugares de la República de Gua
temala, así c o m o marimbas de México y
Estados Unidos de Norte América.
E n el año 2006 instituyó el galardón
"Armonía de Hormigo" el cual reco
noce el trabajo de personalidades que
han destacado en la promoción, fabri
cación, interpretación y todo lo relativo
a la Marimba guatemalteca.
La dirección de esta Entidad Musical
desde sus inicios, está a cargo del maes
tro Byron Eduardo Santizo.
Programa especial de la marimba
Celebración del Bicentenário de la Independencia de Guatemala
"Selección de Tesoros Musicales del Siglo X V I y XVIII"
ï» SON No. 1 JOSÉ EULALIO SAMAYOA (1781-1866)
(Son)
so SON No. 1 E N D O M A Y O R M A N U E L SOSA (1870)
(Son)
BO LA VIDA E N G U A T E M A L A LORENZO MORALES (1833-1896)
(Polka)
»o MI BELLA G U A T E M A L A G E R M A N ALCÁNTARA (1863-1910)
(Mazurca)
BO FIESTA D E PÁJAROS JESÚS CASTILLO (1877-1946)
(Vals capricho)
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© Ediciones UNESCO Guatemala Marzo 2010