Asociación
Misioneros Laicos de
Yarumal
Por Antonio Cardona
Ex alumno mxy, Marinilla
Varios acontecimientos llenan de alegría y regocijo a los misioneros de Yarumal y por ende a este gran movimiento laical que es uno de sus hijos, y entonces se verifica el dicho
“Por sus frutos los conoceréis”.
Permítanme hacer una corta reseña de estos:
La beatificación de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo como gran acontecimiento de
renombre mundial lo cual muestra lo que es y construye el Instituto junto con la gran
obra evangelizadora de muchos sacerdotes y obispos ya fallecidos y los que se encuen-
tran en campos de misión.
El Año Jubilar del Instituto y los 90 años de haber nacido, en los cuales Dios ha hecho
cosas maravillosas en su obra evangelizadora por diversas partes del mundo, caminando
siempre con paso lento pero seguro y dejando una gran huella por donde pasa. Podemos
decir “ya el sueño MAB es una realidad creciente en el mundo”.
...Y serán mis testigos Medellín, No. 6 — Septiembre 2017
Beatificación Mons. Jesus Emilio Jaramillo mxy
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Con inusitado entusiasmo se ha iniciado una gran convivencia de hermandad de la
familia laical surgida de los tres Institutos fundados por Monseñor Miguel Ángel
Builes en un gran Encuentro de la Familia MAB como se le llamó, realizado en el mu-
nicipio de Santa Rosa de Osos en el mes de Agosto, donde se congregaron repre-
sentantes de cinco movimientos de laicos surgidos del corazón de Builes.
Por lo anterior ya se puede decir que la obra de Builes, el padre fundador, ya tiene
asegurada su continuidad a través del gran movimiento laical pues estamos llamados
también a la evangelización, a la oración, a la animación misionera y al testimonio
como buenos cristianos para la expansión de la fe católica en todo el mundo.
Reliquia del beato Jesús Emilio
Jaramillo, mxy.
Profeta y Mártir de la Paz
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MENSAJE DEL CONSEJO GENERAL IMEY
A todos y cada uno de nuestros obispos javerianos, presbíteros y asociados javeri-anos, hermanos javerianos, laicas y laicos, ex-alumnos, bienhechores y amigos. Tres acontecimientos estrujan nuestro corazón y nos hacen exultar de alegría y de santo orgullo. Los noventa años (3 de Julio) que continuamos celebrando con alborozo y júbilo espiritual, el centenario de nacimiento de nuestro obispo profeta GERARDO VALENCIA CANO (Agosto 26) y sobre todo como broche de oro la beatificación de JESUS EMILIO JARAMILLO (8 de Septiembre). De todas partes, de todos lados nos llueven felicitaciones, exclamaciones de alegría, de solidaridad. Un año pletórico de bendiciones! Es Dios que sigue haciendo cosas grandes a través de nuestra pequeñez. Ante estos acontecimientos invitamos a todos los destinatarios de este mensaje a AGRADECER. El papa Francisco invita a recordar con gratitud el pasado: “La memoria es una dimensión de nuestra fe que podríamos llamar deuteronómica en analogía con la memo-ria de Israel…Junto con Jesús, la memoria nos hace presente una verdadera nube de testi-gos (Heb. 12,1). Entre ellos, se destacan algunas personas que incidieron de manera espe-cial para hacer brotar nuestro gozo creyente… El creyente es fundamentalmente ‘memorioso´” (EG.13). Miguel Ángel Builes, Gerardo Valencia Cano, Jesús Emilio Jaramillo y otros muchos javerianos, santos “de bodega”, nos estimulan con su ejemplo y nos hacen ex-clamar con el salmo 125: “Dios ha sido grande con nosotros y estamos alegres!”. GRACIAS SEÑOR POR TANTOS BENEFICIOS, POR TANTAS BENDICIONES, POR TANTO AMOR! Pero no podemos quedarnos en el sentimiento de gratitud; hemos de mirar este pasado glo-rioso y estos momentos “cairóticos”, como una oportunidad. Por eso queremos invitarnos e invitarlos a todos a tomar muy en serio aquello que ha sido nuestro “sueño” y la invitación de la Asamblea General Extraordinaria para este sexenio: “Nacer de nuevo!” O, si es demasi-ado, al menos RENOVARNOS. Conscientes de que Jesucristo “siempre puede con novedad,
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su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y aunque atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece. Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina” (EG 11). Tanto nuestro Fundador, como Jesús Emilio Jara-millo, como Gerardo Valencia Cano, como muchos de nuestros noventa y más javerianos de la Iglesia triunfante, encontraron en la pasión por Jesucristo y por el pobre, el secreto de su continua renovación y de su santidad. El camino continúa siendo el mismo: “CRISTIFICAOS”! Pero el momento que vivimos es también de gran RESPONSABILIDAD. Nos invita a no ser inferiores al pasado, a asumir nuestro presente con entusiasmo, nuestro carisma con pasión, a recoger esta herencia sagrada, potenciarla, actualizarla y transmitirla a nuestras futuras generaciones. Y cómo hacerlo? Es el mismo papa Francisco quien nos revela el secreto: “Recobremos y acrecentemos el fervor, la dulce y confortadora alegría de evangelizar, in-cluso cuando hay que sembrar entre lágrimas. Y ojalá el mundo actual que –busca a veces con angustia, a veces con esperanza- pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”(EG 10). Una vez más, el papa Francisco nos invita a “renovar nuestro encuentro personal con Jesu-cristo o al menos a dejarnos encontrar por Él; es el momento para decirle a Jesucristo: “Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores” EG. no. 3. Estos acontecimientos son un llamado a aprender de nuestros antepasados, a rescatar su preciosa herencia. Monseñor Valencia y Monseñor Jaramillo, se han convertido para el IMEY en modelos de “celo ardiente hasta el sacrificio”. Esta “Nueva Etapa”, a partir de estos no-venta años y a partir del rescate de estos dos gigantes de la generosidad, del celo ardiente, de la entrega a los más pobres, nos debe hacer reflexionar a todos y nos debe poner en camino, en el camino de la misión, en salida hacia los más pobres.
La misión y ésta ad gentes, es una opción capaz de transformarlo todo y sobre todo a nosotros mismos (Cfr. EG 27).
Que este año jubilar, que este centenario del nacimiento de Gerardo Valencia Cano, que esta beatificación de Jesús Emilio Jaramillo, que todo lo que ha realizado nuestro IMEY, que todo lo que hemos hecho, lo que hacemos, lo que haremos y lo que soñamos, todo sea para
la honra y gloria de Dios: “SOLI DEO HONOR ET GLORIA”.
P. José del Rosario Jiménez Rangel mxy Consejo General
Yarumal, julio 24 de 2017
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Informe
Reunión Junta Nacional — Comité General
Por Lina Margarita Herrera M. Presidenta
Asociación Misioneros Laicos mxy
En el mes de agosto, en plena Feria de las Flores, nuestras fiestas de la ciudad de la eterna
primavera, nos encontramos en la Finca el Altico de Girardota de la Fundación José Fabio
Bernal, la Junta Nacional de Colombia y el Comité General de la Asociación de Misioneros
Laicos de Yarumal, con el acompañamiento de los sacerdotes Manuel Valencia Ramírez,
Carlos Mario Velásquez y Nicolás Alcides Ruiz Ríos mxy para evaluar, planear y proyectar
todos los trabajos que como asociación hemos venido realizando.
Fue un encuentro de mucha fraternidad antes que nada. Aunque teníamos una agenda or-
ganizada con temas específicos sobre nuestro caminar, el cual se desarrolló a cabalidad
gracias a la disposición y responsabilidad de todos y cada uno de los laicos y sacerdotes
participantes, lo cierto es que puedo rescatar el sentido de familia, de hermandad y de
cariño sincero que se vivió durante todos estos días.
Estudiamos, analizamos y estructuramos un programa de Formación de los Laicos mxy con la idea de que en el Encuentro de Bogotá, a celebrarse en el próximo mes de noviembre podamos socializar sus resultados con todos ustedes.
Cada Junta local rindió un Informe de gestión y con gran dolor debe-mos asumir que a al-gunos todavía nos cuesta entender que el propósito de la Aso-ciación es involucrar en ella a todas y cada una de aquellas per-sonas que de un modo u otro, han colaborado desde sus posibilidades a los Misioneros de Yarumal. Se hace necesario que laicos y
sacerdotes mxy estemos en sintonía, entendamos de que cuando fortalecemos lazos y tenemos propósitos communes, los resultados serán mejores.
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Gracias al Consejo General se nos ha cedido en comodato, y con unos fines específicos
claros, un apartamento a los Misioneros laicos de Yarumal, el cual la Junta local de Medel-
lín ha ido dotando y amoblando de tal manera que podamos tener un espacio para nosotros
y nuestros laicos de paso en esta ciudad.
También tuvimos la oportunidad de escuchar al Padre Manuel Valencia Ramírez quien con
su trayectoria y sabiduría nos compartió y nos puso en modo de reflexión sobre los tres
grandes acontecimientos que han sido de bendición para el IMEY durante el año 2017, esto
es, el Jubileo del Instituto por sus 90 años de fundación, el Centenario del nacimiento del
Profeta de los Pobres Gerardo Valencia Cano, y la beatificación de Monseñor Jesús Emilio
Jaramillo Monsalve, profeta y mártir de la paz. Todos estos tres acontecimientos acompa-
ñados a manera de Diosidencia con la llegada a nuestro país de S.S. Francisco. Para todos
nosotros los laicos, es una obligación moral conocer, aprender la vida y obra de estos dos
personajes de nuestro Instituto que no sólo dejaron huella en nuestro Instituto, sino en la
Iglesia. Cada uno en su época, en su momento, a su manera y con unos destinatarios
diferentes, trabajó codo a codo con los laicos en la misión evangelizadora.
Como los discípulos de Emaús, todos los que participamos de este encuentro en el Altico,
salimos a nuestros lugares de destino, con el corazón inflamado por el Espíritu Santo, con
deseos de seguir trabajando por la misión evangelizadora del Instituto, y por nuestra
Asociación.
PRIMER ENCUENTRO LAICOS FAMILIA MAB
Santa Rosa de Osos
Agosto de 2017
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Otro acontecimiento lleno de gracia y alegría para el Instituto, los Laicos mxy y
en general para la Familia MAB, fue la celebración del PRIMER ENCUENTRO DE LAICOS
MAB que llevamos a cabo en el municipio de Santa Rosa de Osos en la casa Madre de las
Misioneras de Santa Teresita, durante los días 19 y 20 de agosto de 2017.
100 Laicos aproximadamente de estas cinco comunidades, Misioneros Tere-
sianos, Laicos de la Misericordia, Auxiliadoras de Cristo Sacerdote,
Misioneros Contemplativos Javerianos ad gentes y Misioneros Laicos de
Yarumal, acompañados ademas de Sacerdotes mxy y hermanas Teresitas e Hijas de la
Misericordia, tuvimos la oportunidad de conocernos, compartir nuestros carismas funda-
cionales. Encuentros de oración y adoración, formación, dinámicas de conocimiento y de
observación, compartir fraterno y sobre todo tuvimos la oportunidad de sentirnos familia.
El Lema del encuentro “LAICOS MAB — UNIDAD EN LA DIVERSIDAD” fue el eje central del
encuentro. Con trabajos en grupo pudimos aprender y desaprender de nuestros hermanos
laicos. Cada movimiento de laicos, desde su carisma, aporta a la misión y visión del
Instituto al cual pertenece o con el que comparte y con ello expande la obra de nuestro
Siervo de Dios Miguel Ángel Builes Gómez.
Este fue el primero de muchos necesarios y gustosos Encuentros que seguramente
tendremos. Fue un encuentro de Iglesia, un encuentro de hermanos en la fe, un encuentro
de hijos, hijas, sobrinos y nietos de Miguel Ángel Builes Gómez.
Fuimos enviados al final del encuentro y en la celebración de la eucaristía, a través de un
rito especial de envío para que continuemos siendo misioneros desde nuestra propia
vocación laical y específica de cada instituto.
Lina Margarita Herrera Martínez
Primer Encuentro de Laicos MAB
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Con una eucaristía presidida por
el Arzobispo de Villavicencio y
Presidente de la Conferencia
Episcopal de Colombia, Monse-
ñor Oscar Urbina Ortega, la Igle-
sia de Arauca dio una acción de
gracias por la beatificación de
Monseñor Jesús Emilio Jaramil-
lo, primer pastor de esta Juris-
dicción.
Durante su homilía el arzobispo
calificó al nuevo Beato como el
apóstol de la Paz y habló de la fuerza de su amor y entrega a Dios y a esta tierra.
“En la Cruz hay dos caras: la cara oscura está detrás, donde está escondida la violencia, la maldad
que sobre aquel mártir del Gólgota se dio en la tarde del viernes santo. (…) Pero en la otra cara, la
que para nosotros cada día siempre es más visible, está el signo poderoso que no podrá ni siquiera
la muerte destruir, la fuerza del amor que se hace entrega, servicio, compañía, ternura, acompa-
ñamiento, escucha, dialogo, solidaridad, perdón, NO violencia y Paz”, afirmó el prelado.
Recordó que esta nación no
está condenada a la violen-
cia, ni a vivir con miedo, más
bien, a vivir con esperan-
za “porque Dios la enriqueció
como ninguna otra, con una
riqueza natural maravillosa
que se inicia aquí, en esta
tierra – continuó - Dios la
enriqueció con nosotros, una
raza capaz de poder construir
una nación fraterna, justa,
amable, como esta tierra y llena de paz".
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Monseñor Urbina Ortega finalizó su homilía afirmando que no hay paz plena sin reconciliación y pidió
la intercesión de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, de quien dijo “vivió con amor generoso y silenci-
oso, para que llegue la paz a esta tierra y a nuestra nación”.
El acto litúrgico se realizó en Santa Isabel, vereda donde hace 28 años fue el martirio de Monseñor
Jesús Emilio Jaramillo Monsalve. Asistieron 25 obispos, sacerdotes y religiosas de varias zonas del
país, fieles laicos. Además hicieron presencia los misioneros Javerianos del Yarumal y una delega-
ción del Municipio de Santo Domingo, Antioquia, lugar de nacimiento del Beato.
Por su parte el Nuncio Apostólico, monseñor Ettore Balestero, estuvo presente el día 02 de octubre
donde celebró una eucaristía en la Catedral Santa Bárbara, durante su homilía se refirió al Beato
Jesús Emilio Jaramillo, como un mártir que dio su vida por el mensaje de Jesucristo. “Su fortaleza
radicó en la perseverancia por llevar el mensaje del Hijos de Dios a lo más recóndito de estas tierras
araucanas”, aseveró.
La acción de gracias se realizó por primera vez en Arauca, el pasado 03 de octubre fecha litúrgica
que fue instituida por la Santa Sede para conmemorar la fiesta del Beato Jesús Emilio Jaramillo.
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Con la venida del Papa Francisco a Colombia revivió el fervor y la esperanza en mul-titud de gente. Su carisma sacó a los colombianos a las calles. En las diferentes ceremonias sus homilías y discursos, cargados de contenido político y religioso además del religioso, motivaron a jóvenes, a las víctimas, a católicos y hasta no
creyentes.
Su mensaje fue claro y directo: Se reunió con ex habitantes de la calle y ex droga-dictos, con militares impedidos e indígenas. Invito a los jóvenes a “soñar en
grande” y a todos los colombianos a abrir el corazón a la reconciliación.
El Papa llega en un momento en que el país adolece de un gran desánimo por tantos escándalos de corrupción, falta de credibilidad en las instituciones, la polarización de la política, el rio revuelto de las elecciones del 2018 y la implementación del acuerdo de paz. Francisco ha llegado y ha dado confianza y esperanza a los colom-
bianos.
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BOGOTÁ
Artesanos de la Paz
Y Promotores de la Vida
6 y 7 de septiembre de 2017
“Hay que construir un país que sea patria y casa para todos los colombianos”
Discurso durante la visita de Estado en la Casa de Nariño.
“El lema de este país dice: “Libertad y Orden”. En estas dos palabras se encierra
toda una enseñanza. Los ciudadanos debe ser valorados en su liberta y protegidos
por un orden estable”.
“Atrévanse a sonar en grande”
Saludo a los jóvenes y al pueblo colombiano desde el balcón del palacio Cardenalicio,
Plaza de Bolívar.
“¡Jóvenes, sueñen, muévanse, arriésguense, miren la vida con una sonrisa nueva,
vayan adelante, no tengan miedo! Solo así descubrirán el país detrás de las monta-
ñas”.
“Tenemos que server con pasión”
Discurso del santo padre en el encuentro con el Comité Directivo del Celam.
“La Iglesia no está en América Latina como si tuviera las maletas en la mano, lista pa-
ra partir después de haberla
saqueado, como han hecho
tantos a lo largo del tiempo”.
“Sin las mujeres la Iglesia del
continente perdería la fuerza d
renacer continuamente… Las
mujeres encienden y reen-
cienden la llama de la fe”.
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“No tengan miedo de arriesgar juntos”
Homilía del santo padreen la misa en el parque Simón Bolívar.
“A perder miedos que no viene de Dios, que nos inmovilizan y retardan la urgencia de
ser constructores de la paz, promotores de la vida”.
Palabras del papa Francisco a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, en
CATAM.
“Quiero agradecerles lo que han hecho y lo que hacen por la paz poniendo en juego la vida.
Y eso es lo que hizo Jesús: nos pacificó con el Padre, puso en juego su vida y la entrego”.
Asociación Misioneros Laicos de Yarumal
Mayor información:
Lina Margarita Herrera M. Tel: (4) 3137489744 –email: [email protected]
Mardary Franco G. Tel: (2) 3104107607 –email: [email protected]
Los Misioneros Laicos de Yarumal somos
una Asociación de cristianos católicos al
servicio de la evangelización de los más
pobres y marginados de Colombia y del
mundo, según el carisma del Instituto de
Misiones Extranjeras de Yarumal. Bus-
camos la perfección de la caridad por la
identificación con Cristo y la entrega al
servicio de las misiones.
Participamos en la Evangelización en
diferentes ciudades de Colombia, Ecua-
dor y Panamá.
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VILLAVICENCIO Reconciliémonos en Dios,
con los Colombianos y la Naturaleza
8 de septiembre de 2017
“Basta una persona buena para que haya esperanza”
Homilía del papa Francisco en la misa de Villavicencio.
“Todo esfuerzo de paz sin un compromiso sincero de reconciliación siempre serán un fracaso”.
“La reconciliación no es una palara que debemos considerar como abstracta; si fuera así, solo traería esterilidad, traería más distancia. Reconciliarse es abrir una puerta a todas y cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto”
“Todos somos víctimas”
Palabras del papa Francisco en el gran encuentro de oración por la reconciliación nacional.
“Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios y déjate reconciliar. No temas a la
verdad ni a la justicia”.
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MEDELLÍN La vida cristiana
como discipulado
9 de septiembre de 2017
“Ir a lo esencial, renovarse, involucrarse”
Homilía del Santo Padre en el aeropuerto Enrique Olaya Herrera.
“En Colombia hay tantas situaciones que reclaman de los discípulos el estilo de vida de Jesús, particularmente el amor convertido en hechos de no violencia, de reconcili-ación y de paz”.
“Jesús no abandona a nadie que sufre”
Saludo del papa Francisco en su encuentro en el Hogar San José.
“Quisiera recordarles dos realidades que no deben faltar porque son parte de la iden-tidad Cristiana: el amor que sabe ver a Jesús presente en los más pequeños y débiles y el deber sagrado de llevar a los niños a Jesús”.
“Callejear la fe, callejear la vida”
Palabras del papa Francisco en un encuentro con sacer-
dotes, religiosos, consagrados, seminaristas y sus familias.
“Nuestra alegría contagiosa tiene que ser el primer testimonio de la cercanía y del amor de Dios. Somos
verdaderos dispen-sadores de la gracia de Dios”.
“Los jóvenes son in-quietos, inquietud tantas veces enga-ñada, destruida por los sicarios de la droga. Medellín me recuerda tantas vidas truncadas, destruidas”.
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CARTAGENA Dignidad de la persona
y Derechos Humanos
10 de septiembre de 2017
“Demos el primer paso”
Homilía del papa en la misa de Cartagena.
“¡Cuantas veces se ‘normalizan’, se viven como normales procesos de violencia, ex-clusión social, sin que nuestra voz se alce!”.
“No es posible convivir en paz sin hacer nada con aquello que corrompe la vida y atenta contra ella”.
“Esclavos de la Paz, para siempre”
Palabras de despedida del Santo Padre en el área portuaria de Contecar.
“María de Chiquinquirá y Pedro Claver nos invitan a trabajar por la dignidad de
todos nuestro hermanos, en especial por los pobres y descartados de la sociedad, por
aquellos que son abandonados, por los emigrantes, por los que sufren la violencia y la
trata. Todos ellos tienen su dignidad y son imagen viva de Dios”.
Ángelus. Discurso dominical del Papa desde Cartagena.
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PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO EN LA NUNCIATURA
A SU REGRESO DE MEDELLÍN
Sábado 9 de septiembre de 2017
Cada uno de los que ha venido sintió que Jesús le decía algo, que Jesús le decía cuál era su nombre y
que lo quería en ese camino. Y cuando al principio los padrecitos cantaron lo que le dijo a Pedro: me
dije, que contento se habrá puesto Pedro cuando se lo dijeron, y yo creo que todos nosotros nos pusi-
mos contentos cuando Jesús nos dice: te quiero para tal lugar, para esto, para aquello, para este camino,
que vayas a hacerte monja, que te cases, que formes un hogar, que te hagas cura, etcétera.
Se me ocurre pensar que cuando Pedro sintió que Jesús le dijo: “Bueno, vos sos la piedra”, le dio el
nombre. El habrá pensado: “Esto me lo dijo cuando me conoció, me dijo que yo era Pedro”, y habrá
empezado a darse cuenta de que ese mismo nombre tenia diversas melodías, diversas músicas. Como
diversas músicas tiene el canto que ustedes cantaron. Y así siguió Pedro contento, envalentonado,
pero 15 minutos después Jesús le dijo lo contrario, le dijo: “Apártate que sos un satanás para mí”. Se
había equivocado.
Y después pienso las veces que Pedro habrá recordado lo que le dijo Jesús aquello noche del jueves
cuando tan seguro de sí mismo dijo: “A este no lo conozco”. Como habrá pensado en lo que le dijo, y
como habrá recordado lo que le dijo Jesús cuando lo vio salir del calabozo, lo miro y se puso a llorar.
O sea, lo que Jesús nos dice se vive a lo largo de la vida. La misma palabra, la misma vocación en di-
versas maneras. La vida nos va llevando a vivirla con alegría, con dolor, con pecado, con más gracia.
Que habrá hecho Pedro aquella noche del jueves llorando, se habrá escondido de vergüenza, habrá ido
a ver a la madre de Jesús a pedirle consejo, no sabemos.
Y después estaba allí encerrado con miedo, y después Jesús le pregunta tres veces si lo quiere, y se
acuerda y dice yo no entiendo nada, y es otra melodía de su mismo nombre. Yo quisiera que cada uno
de nosotros recordara el primer llamado, cuando Jesús nos puso un nombre; la primera vocación, el
primer amor, y lo conjugaran en esas diversas músicas de la vida. En la que nos lleva la vida, momen-
tos lindos, momentos penos, momentos de equivocación, momentos de pecado, momentos oscuros,
momentos de querer romper todo y empezar de nuevo con otra cosa. Pero el nombre no perderlo.
Jesús nos puso un nombre a cada uno y nos puso en un camino, en un camino de consagración: en la
vida de familia y en la familia consagrada. Un camino de entrega a Él y a los hermanos en nombre de
Él. Entonces cada vez hay que volver a conjugar ese nombre en las diversas situaciones que nos toca
vivir. Cuando Jesús nos llama y nos da el nombre, no nos da el seguro de vida, ese tenemos que de-
fender nosotros con la humildad, con la oración, y pedirle limosna al Señor. Dame fuerzas, Señor, para
que podamos seguir cada uno en lo que nos has llamado. Pero nadie tiene asegurada la perseverancia
en ese nombre, hay que pedirla. Y El la da, porque nos quiere mucho, y Él quiere que nos quedemos,
pero hay que mendigarlo. No se olviden, si quieren triunfar en la vida como Jesús quiere, mendigue,
porque el protagonista de la historia es el mendigo, el protagonista de la historia de la salvación es el
mendigo, ese que cada uno de nosotros llevamos dentro. Gracias por esto, y que este testimonio que
dan lo lleven adelante y que de muchos frutos.
Gracias.
Y ahora vamos a rezarle a la Virgen todos juntos, y a pedir unos por otros, vamos a perle a la Virgen que como
madre cuide el nombre que Jesús le dio al otro a los demás, y así nos unimos más.
Dios te salve, María…
Y por favor, no se olvide de rezar por mí.
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Formación del discípulo misionero,
un camino constante En la Reunión ordinaria del Comité General y Junta Nacional de la Asociación Misioneros Laicos de Yarumal, realizada en la sede de la Fundación José Fabio Bernal, en el Altico, Girardota, en agosto 2017, uno de los puntos tratados ampliamente fue el Programa de formación para los laicos de nuestra asociación, y en la
cual se determinaron cuatro ejes de estudio: Identidad y Carisma del IMEY, Vida Apostólica, Fundamenta-ción Teológica y Eclesial y Humanidad y Fraternidad, módulos que ya se están trabajando para presentarlos a
las respectivas Juntas.
Vivimos en un mundo cambiante en el que la Iglesia debe anunciar la propuesta del Evangelio. Y esto implica renovar el compromiso apostólico, expresar adec-
uadamente el mensaje, encontrar nuevos métodos según los distintos sectores.
Y esto solo es posible hacerlo con laicos debidamente formados.
A partir del Vaticano II se ha dado mucha participación a los laicos para que se
integren en la vida y misión de la Iglesia, y participen de las funciones de Cristo: sacerdote, profeta y rey. “Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el
pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo” (Cf. LG 31).
La Iglesia de América Latina está en pleno proceso de la nueva Evangelización:
“nueva en su ardor, en sus métodos y en sus expresiones”. Sin embargo, se que-ja el Arzobispo de Medellín, Ricardo Tobón Restrepo: “Constatamos con honda
preocupación la realidad de tantos bautizados que no salen de una gran ignoran-cia con relación a lo esencial de la vida cristiana, que mantienen una incompren-
sible pasividad y que encerrados en su aislamiento se afanan por integrarse a un proceso de evangelización”. Y concluye: “Esto no puede seguir así. Una tarea
urgente en la Iglesia es ayudar a todos los fieles a crecer en el sentido de res-ponsabilidad frente al seguimiento de Cristo y frente a la misión que de Él hemos
recibido”.
Una tarea fundamental en todo este cambio la tienen los laicos, que deben ser “testigos de Cristo y apoyo decidido de la vida parroquial, fermento de alegría y
de esperanza en sus familias y en sus barrios, constructores de un mundo nue-vo”.
Pero para cumplir su misión con responsabilidad personal, los laicos necesitan una sólida formación doctrinal, pastoral, espiritual y un adecuado acom-pañamiento para dar testimonio de Cristo y de los valores del Reino en el ámbi-to de la vida social, económica, política y cultural. (DA 212), que les permita ser competentes para anunciar el Evangelio en múltiples ambientes y campos pasto-rales y que les permita una participación más activa y responsable en la Iglesia.
Igual debemos tener muy presente que la formación del discípulo nunca se acaba, es permanente, enseñándole siempre algo nuevo, renovando la invitación
a la conversión, al encuentro con Cristo y recordando que “quien ha encontrado verdaderamente a Cristo no puede tenerlo sólo para sí, debe anunciarlo. Es nece-
sario un nuevo impulso apostólico que sea vivido, como compromiso cotidiano de las comunidades y de los grupos cristianos” (Juan Pablo II, Novo Millennio Ineun-
te 40).
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CHISPAS DE VIDA ETERNA
Solo posee la verdad el que da la vida por ella
Por Héctor Correa Yepes
Misionero laico, Yarumal
Ya tenemos un nuevo Beato en la Iglesia Católica de Colombia, se llama Jesús Emilio Jaramillo Monsalve.
Un santo que desde sus 13 años se formó aquí en Yarumal en el seminario de misiones, donde ejerció su
sacerdocio como formador y superior por muchos años.
Basado en el libro del Padre Manuel Agudelo "Semblanza de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo", tran-
scribiré un pequeño resumen de su martirio con el fin de que valoremos el compromiso que tuvo con su
Diócesis como Pastor, su valor como Mártir y su santidad como Obispo de la Iglesia.
El sábado 30 de septiembre de 1989 Monseñor Jaramillo se desplaza en un bus de Copetran desde Arauca
hasta la parroquia de Fortul, a realizar una visita pastoral en esta Parroquia de Fortul con su equipo de
colaboradores. El domingo primero realiza allí su visita pastoral.
El 2 de octubre, día de su martirio, se desplaza muy temprano hacia el caserío de Puerto Nidia donde lo
esperaba una gran feligresía preparada con anterioridad por el equipo de pastoral. Allí administró a mu-
chos fieles los sacramentos del bautismo, comunión, confirmación y matrimonio y celebro solemnemen-
te la Santa Misa.
Hacia las 2:30 p.m. partió nuevamente para Fortul, muy contento por el trabajo pastoral que se había
hecho. Iba acompañado de 3 sacerdotes, un seminarista y la secretaria del despacho parroquial de For-
tul. Habían caminado más o menos una hora y media cuando llegaron al caserío de Caranal Alto, cerca
del cual hay un puente de tabla largo; al pasar este puente, tres personas armadas y vestidas como cam-
pesinos, le hicieron señas para que pararan. Preguntaron en seguida quien era Jesús Emilio Jaramillo, a
lo que Monseñor contestó: Yo soy. Eran militantes del Ejército de Liberación Nacional.
Los invitaron a bajar todos del carro y volvieron a preguntar ¿Quién es Jesús Emilio Jaramillo? A lo que
volvió a responder: Yo soy. Entonces le dijeron que lo necesitaban para que llevara un comunicado al
Gobierno Nacional y al Intendente.
Dieron orden a los integrantes del equipo, menos a Monseñor y al padre Helmer que manejaba el carro,
a que se quedaran a orilla de la carretera, cogieran un carro y regresaran a Fortul.
Luego hicieron subir a Monseñor en la parte de atrás, en medio de dos de ellos, el otro se sentó a la
derecha del padre Helmer quien debía seguir manejando y continuaron la carretera en sentido contrario
al que traían.
Entrada la noche y en un lugar despoblado, los secuestradores hicieron bajar a Monseñor y al padre. Le
dijeron al padre que se retirara y regresara mañana a buscarlo por aquí mismo, que a Monseñor no le iba
a pasar nada. Como el padre se resistía a separarse de Monseñor, éste lo llama aparte y le dice:
"pongámonos padre en la presencia del Señor y que se haga su voluntad". Se absolvieron mutuamente y
agrega Monseñor: “Aléjese padre para que no se compliquen las cosas”.
Al día siguiente, 3 de octubre cuando aún no amanecía, salió el padre Helmer a buscar a su Obispo. A
eso de las 8 a.m. al lado derecho de la carretera lo encontró muerto. Estaba boca arriba, en forma de
cruz, hecho trizas, sin su anillo episcopal y con la cadena del pectoral destrozada, una mano quebrada y
un poco de masa encefálica a un lado de su cabeza…
Esta es la triste historia del asesinato de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, obispo de Arauca hoy nuestro
Beato y glorioso Mártir de la Paz.
Que Él interceda por nosotros para que no perdamos la alegría de ser hijos de Dios, y nos de valentía en
la dificultades.
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El Paso Siguiente
Volverse discípulo, renovarse, involucrarse para una iglesia que necesita abrirse a todos
En la misa campal celebrada en el aeropuerto Olaya Herrera, el Papa deja tres ítems que se pueden
convertir perfectamente en unas propuestas pastorales de la Arquidiócesis y desde luego en un pro-
grama de vida parroquial y comunitaria.
Por Luis Guillermo Sánchez, Pbro Tomado del periódico Misión, No. 64.
Arquidiócesis de Medellín
La visita del papa Francisco ha dejado una profunda renovación de la vida cristiana y de los discípulos que queremos transformar el mensaje del Evangelio de Jesús en realidades y experiencias espirituales de vida para concretarlas en las vivencias humanas de las comunidades que la conforman.
En la misa campal celebrada en el aeropuerto Olaya Herrera, el Papa deja tres ítems que se pueden convertir perfectamente en unas propuestas pastorales de la Arquidiócesis y desde luego en un pro-grama de vida parroquial y comunitaria.
Volverse Discípulo: en el documento de Aparecida los obispos de América Latina invitan a ser discípu-los de Jesús cuando dicen: “En el encuentro con Cristo queremos expresar la alegría de ser discípulos del Señor y de haber sido enviados con el tesoro del Evangelio. Ser cristiano no es una carga sino un don: Dios Padre nos ha bendecido en Jesucristo su Hijo, Salvador del mundo”. (Aparecida No. 28).
Para el papa Francisco este volverse discípulo está enmarcado cuando dice: “El discipulado no es algo estático, sino un continuo camino hacia Cristo, no es implemente el apego al explicitación de una doc-trina, sino la experiencia de la presencia amigable viva y operante del Señor” (Homilía misa campal Aeropuerto Olaya Herrera 9 de septiembre de 2017).
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Renovarse: signifca revisión espiritual, sacramental, pastoral, catequética doctrinal y eclesiológica, elementos que permiten una renovación en la fe por la acción del Espíritu de Cristo para el crecimien-to de la vida eclesial en las comunidades parroquiales. En el papa Francisco esta invitación es incesan-te, puesto que la Iglesia siempre está en continua renovación cuando afrma: “La renovación no nos debe dar miedo. La Iglesia siempre está en renovación. No se renueva a su antojo, sino que lo hace frme y bien fundada en la fe. La renovación supone sacrifcio valentía”.
Involucrarse: literalmente el concepto significa “tomar parte de, hacer parte de”. Desde este punto de vista, quiso el Papa Francisco, involucrar a todos los creyentes para que hagan parte de la Iglesia, para que se comprometan con el anuncio del Evangelio, con las prácticas de caridad cristiana y hacer parte de la misericordia que Dios ofrece. Al respecto dice Francisco: “La Iglesia no es una aduana, quiere las puertas abiertas, porque el corazón de Dios no sólo está abierto, sino traspasado por el amor que se hizo dolor. La Iglesia no es nuestra, hermanos, es de Dios; Él es el dueño del templo y del
sembrado; todos tienen cabida, todos son invitados a encontrar aquí y entre nosotros su alimento”.
Urge entonces que cada cristiano, cada creyente, cada consagrado, cada comunidad parroquial no deje “enfriar” la animosidad que el papa Francisco sembró en su visita apostólica a Colombia. La fe en Cristo debe renovarse para ser discípulos y misioneros que pregonen el Evangelio con tenacidad y ahínco, mostrando desde luego el rostro misericordioso de Dios, pero a la vez siendo humano en medio de los humanos tocando la piel de Dios.
Encuentro en el Hogar San José
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Santo Domingo
Yarumal Bingo Misionero, Medellín
Encuentro Misionero Laicos.
Cochabamba,Bolivia
ORACIÓN AL
CRISTO NEGRO DE BOJAYÁ
Oh Cristo negro de Bojayá,
que nos recuerdas tu pasión
y muerte; junto con tus brazos y
pies te han arrancado a tus hijos
que buscaron refugio en ti.
Oh Cristo negro de Bojayá,
que nos miras con ternura
y en tu rostro hay serenidad;
palpita también tu corazón
para acogernos en tu amor
Oh Cristo negro de Bojayá,
haz que nos comprometamos
a restaurar tu cuerpo.
Que seamos tus pies para salir
al encuentro del hermano necesitado;
tus brazos para abrazar
al que ha perdido la dignidad;
tus manos para bendecir y consolar
al que llora en soledad.
Haz que seamos testigos
de tu amor y de tu infinita misericordia.
“Id por todo el mundo y predicad el Evangelio”