ÍNDICE
Trabajo Fin de Grado
ANÁLISIS DEL RIESGO
FINANCIERO DE LA
ENTIDAD BBVA EN EL
PERIODO 2014-2018
CON EL MÉTODO
CAMEL
Fa
cultad d
e C
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s S
ocia
les y
Jurí
dic
as
Alumno: Jennifer Cruz Bustos
1 | P á g i n a
1. RESUMEN/ABSTRACT……………………………………………….………….2
2. INTRODUCCIÓN………………………………….………………………………3
3. RIESGOS EN LAS ENTIDADES DE CRÉDITO………………………………..4
3.1. Importancia de la gestión de riesgo para las entidades de crédito………………4
3.1.1. Basilea I…………………………………………………………………..5
3.1.2. Basilea II…………………………………………………………………6
3.1.3. Basilea III………………………………………………………………...8
3.2. Riesgos asociados a la actividad de las entidades crédito …………………...…11
3.3. Evolución del riesgo en las entidades de crédito en España (entre 2014 y 2018).14
4. ANÁLISIS DEL RIESGO FINANCIERO DE LA ENTIDAD “BBVA” EN EL
PERIODO DE 2014 A 2018……………………………………………………….28
4.1. Presentación de la Entidad…………………………………………………..…28
4.2. Evaluación del riesgo financiero en las entidades de crédito: Método CAMEL..32
4.3. Adecuación de capital:……………………………………………………...….33
4.3.1. Core Capital...…………………………………………………………..33
4.3.2. Tier 1…...………………………………………………………….........34
4.3.3. Ratio Bis………...………………………………………………...…….34
4.4. Calidad de los activos:…………………………………………………………36
4.4.1. Ratio de insolvencias………...………………………………………….37
4.4.2. Ratio de cobertura…………………………...………………………….38
4.4.3. Ratio de morosidad…………………………………………………...…38
4.5. Rentabilidad……………………………………………………………………39
4.5.1. Ratio de eficiencia………………………...…………………………….40
4.5.2. Ratio de rentabilidad………………………………………...………….41
4.6. Liquidez………………………………………………………………………..43
4.7. Perfil global del riesgo…………………………………………………………46
5. CONCLUSIONES……………………………………………………………..….47
6. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………….…50
7. ANEXOS…………………………………………………………………………..51
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1. RESUMEN
El presente trabajo centra su atención en los riesgos financieros. En el pasado la
actividad bancaria se basaba en la concesión de créditos, lo que explica que hasta entonces
las entidades se limitaran a gestionar el riesgo de crédito.
Sin embargo, el surgimiento de la globalización, la desregulación de los mercados
y la aparición de nuevos productos financieros hizo que las entidades realizaran otro tipo
de operaciones dando lugar a nuevos riesgos, de tal forma que las entidades han tenido
que aprender a gestionarlos, incluyendo esta gestión como una actividad más.
Partiendo de este nuevo escenario, este trabajo se centra en identificar los
principales riesgos a los que se enfrenta el sector bancario en general, analizar a través
del método CAMEL los riesgos que afectan a BBVA y exponer las diversas medidas de
supervisión bancaria puestas en marcha por las autoridades para mitigar los efectos de la
crisis.
Estas medidas principalmente se centran en que los bancos cuenten con más y
mejor capital, y en aras de aumentar ese capital la gestión de riesgos adquiere un papel
fundamental. Por tanto, el riesgo no es algo que deba erradicarse, sino una variable de
suma importancia que debe gestionarse de forma adecuada.
ABSTRACT
This paper focuses its attention on financial risks. In the past, banking activity is
based on the granting of credits, which explains that until then the entities are limited to
managing credit risk.
However, the emergence of globalization, deregulation of markets and the
emergence of new financial products caused entities to carry out other types of operations
giving rise to new risks, so that entities have had to learn to manage them, including This
management as one more activity.
Based on this new scenario, this work focuses on identifying the main risks faced
by the banking sector in general, analyzing through CAMEL method the risks that affect
BBVA and exposing the various banking supervision measures implemented by the
authorities to mitigate the effects of the crisis.
These measures mainly focus on banks having more and better capital, and in
order to increase that capital, risk management acquires a fundamental role. Therefore,
risk is not something that should be eradicated, but a very important variable that must be
managed properly.
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2. INTRODUCCIÓN
La grave crisis económica y financiera iniciada a mediados de 2007 generó graves
problemas de estabilidad y solvencia en el sector bancario español, y en general, en los
sectores bancarios de todo el mundo. El origen de la crisis financiera se sitúa en los
impagos producidos por la concesión de préstamos a personas con un elevado riesgo de
impago para la compra de viviendas en EEUU, las denominadas hipotecas subprime.
Entre los principales factores desencadenantes de esta crisis podemos citar, entre
otros: el excesivo apalancamiento del sistema bancario, la escasa regulación, la aparición
de productos financieros relativamente opacos, la sobrevalorización de productos, la
amenaza de una recesión en todo el mundo, así como una crisis crediticia-hipotecaria y
de confianza en los mercados. Esto ha generado cambios sustanciales en la estructura de
los sistemas financieros más afectados por la misma, en los que hemos asistido a procesos
de consolidación y a reformas legislativas para su adaptación al nuevo contexto, con el
objetivo de evitar situaciones similares en el futuro.
Muchas de estas medidas son de control y supervisión, con el propósito de que la
banca europea cumpla unos estándares mínimos en cuanto a liquidez, solvencia y análisis
de riesgos. Todo este conjunto de requerimientos viene englobado en la normativa de
Basilea III.
En el objetivo de que los bancos cuenten con más y mejor capital, en esa necesidad
de aumentar el capital, la gestión de los riesgos se convierte en una variable importante a
considerar dentro de las entidades financieras, no solo por los requerimientos establecidos
en Basilea sobre la base del riesgo operativo, de liquidez, mercado y crediticio, sino por
la búsqueda de mejores resultados financieros para los accionistas de la empresa.
Así, la gestión de riesgo en las entidades bancarias se ha transformado desde el
estallido de la crisis. En la actualidad, los bancos entienden con mayor claridad las
amenazas que se ciernen sobre el sector financiero, constantemente deben evitar
numerosas fuentes de riesgo; desde amenazas de seguridad y un estricto control
regulatorio hasta la volatilidad del mercado. Un manejo inadecuado de estos factores,
puede afectar la reputación y la salud financiera de un banco. Debido a esto, la gestión
del riesgo se ha convertido en un aspecto de vital importancia para las instituciones
financieras.
Cada vez más entidades financieras entienden la importancia de gestionar los
riesgos, y esta tendencia seguirá en aumento.
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El análisis del riesgo financiero en las entidades bancarias puede no ser un tema
al uso entre la ciudadanía, pero sin duda, es un tema de especial relevancia al que hay que
concederle la importancia que merece, dado que la información que proporciona puede
ser útil tanto para los propios trabajadores de la banca, como para posibles inversores,
analistas financieros, así como para las entidades supervisoras del sistema bancario.
Por tanto, la finalidad de este TFG es comprender la importancia que tiene el
análisis del riesgo financiero, así como conocer los diferentes tipos de riesgos a los que
pueden enfrentarse las entidades. En concreto, hemos elegido la entidad bancaria BBVA
para identificar y analizar los principales riesgos financieros a los que ha estado sometida
desde 2014 hasta 2018 (ambos inclusive) a través del método CAMEL.
En la estructura de este trabajo se hará referencia la importancia de los riesgos
financieros, así como a las normativas en materia de regulación bancaria. También se
definirán los riesgos financieros más habituales, además, a través del método CAMEL se
analizará el riesgo financiero de BBVA durante el periodo que abarca de 2014 a 2018
utilizando para ello diversos ratios.
3. RIESGOS EN LAS ENTIDADES DE CRÉDITO
En el contexto de las finanzas, cuando hablamos de riesgo, nos estamos refiriendo
a la posibilidad de pérdidas causadas por variaciones de los factores que afectan el valor
de un activo. Por esa razón, es importante que se identifiquen, se midan, se controlen, y
se vigilen continuamente los diversos tipos de riesgo a los que están expuestas las
entidades en el devenir cotidiano de sus actividades.
El objetivo prioritario de los bancos es el control de los riesgos financieros a los
que se enfrentan. Dado que la única forma de evitar, por completo, el riesgo es que no
exista, la necesidad de administrarlo es tácita. Por lo tanto, en primer lugar, deben
identificarse todos los factores que pueden ocasionar la obtención de rendimientos
distintos a los esperados: es decir, los factores de riesgo.
3.1. Importancia de la gestión de riesgo para las entidades de crédito
Las operaciones propias del ámbito empresarial se realizan, normalmente, en un
entorno incierto, en el que la incertidumbre se convierte en uno de los factores clave para
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determinar la supervivencia y el éxito de cualquier organización. Tener en cuenta el riesgo
como un componente propio de la actividad empresarial implica que el éxito o fracaso de
una empresa dependa de su correcta gestión y control. Así, la base del negocio bancario
radica en la gestión eficiente de dicho riesgo.
Tradicionalmente se ha tratado de minimizarlo o incluso eliminarlo, lo que resulta
totalmente incoherente si partimos de la base de que el negocio de las entidades
financieras se basa precisamente en la asunción de riesgos para obtener así rentabilidad.
Si a esto le añadimos que los mercados financieros poseen un carácter dinámico y
que han sufrido profundas transformaciones evolucionando de forma compleja,
aumentando e intensificando la competencia entre entidades, la correcta gestión y control
del riesgo se puede convertir en una ventaja competitiva útil para que la entidad se
diferencie de sus competidores, es una función que agrega valor a la entidad.
Tal es la importancia de este tema, que las autoridades supervisoras de todo el
mundo llevan décadas trabajando para establecer recomendaciones y cumplir con unos
mínimos en cuanto a liquidez, solvencia y análisis de riesgos para la banca a nivel
internacional. En este proceso destaca el papel del Comité de Supervisión Bancaria de
Basilea como referencia internacional en materia de regulación bancaria y los Acuerdos
sobre la regulación de capitales mínimos conocidos como Basilea I, Basilea II y Basilea
III.
Estos estándares no tienen poder vinculante, pero se han convertido en la
normativa internacional que ha de ser cumplida por los bancos internacionalmente
activos. Tanto la Unión Europea, los Estados Unidos como la gran mayoría de los países,
incluida China, han aprobado legislación interna para hacer efectivas estas
recomendaciones.
3.1.1. Basilea I
Se hizo público en 1988, siendo el primer acuerdo de supervisión bancaria. En él
se establecía, por un lado, el nivel mínimo de capital que cada banco debía tener en
función del riesgo al que estaba expuesto, fijándose en el 8% del total de sus activos
afectados por el riesgo y, por otro lado, trataba de minorar la desigualdad competitiva
entre entidades de diferentes países. Esto se hizo estandarizando el nivel de reservas que
los bancos debían asumir.
6 | P á g i n a
Basilea I coloca al capital como pilar principal de la regulación prudencial en la
actividad bancaria, lo cual significa que considera a éste como la base en que descansa la
solvencia de un banco por su capacidad para absorber pérdidas.
Estas medidas significaron un cambio en la gestión del riesgo, pero Basilea I resultó
ineficaz ante un entorno económico y financiero en constante desarrollo. El Comité
analizó la situación y años más tarde surgiría un nuevo acuerdo, conocido como Basilea
II.
3.1.2. Basilea II
El segundo acuerdo se publicó en junio de 2004. En él se intenta mejorar la
seguridad y solvencia del sistema financiero, para ello se mejora la medición del riesgo y
se adicionan dos pilares para reforzar al requerimiento de capital mediante supervisión y
divulgación de información.
Constituía la base para la regulación del capital, la supervisión y la disciplina de
mercado, además de incorporar la correcta gestión del riesgo individual en cada entidad
y, en general para la estabilidad financiera global.
Su principal novedad era su estructura, basada en tres pilares fundamentales, tal y
como ilustra la figura 1.
FIGURA 1: Estructura de Basilea II
Pilar I
Requerimientos
mínimos de
capital
Pilar II
Revisión
supervisora
Activos ponderados por
riesgo
Riesgo de mercado
Riesgo de crédito
Riesgo operacional
Método estándar
Método estándar
Modelo IRB
Método estándar
Método de
indicador
básico
Método de
medición
avanzada
Modelos internos
Pilar III
Disciplina de
mercado
Definición de capital
(similar a Basilea I)
Basilea II
7 | P á g i n a
Fuente: elaboración propia
Pilar 1: requerimientos mínimos de capital
Es el núcleo del acuerdo, establece los requerimientos de capital en función de los
riesgos de mercado, de crédito y operacional. Para estos dos últimos tipos de riesgo,
brinda distintas alternativas de cálculo, desde enfoques estandarizados sencillos hasta
modelos internos estimados por las propias entidades.
Desarrollaba de manera más extensa el cálculo de los activos ponderados por
riesgo y permitía que las entidades bancarias aplicaran calificaciones de riesgo basadas
en sus modelos internos, siempre que estuviesen previamente aprobadas por el supervisor.
Este acuerdo incorporaba, por lo tanto, nuevas tendencias en la medición y el
seguimiento de las distintas clases de riesgo. Se hizo énfasis en metodologías internas,
revisión de la supervisión y disciplina de mercado.
En síntesis, Basilea II no presenta modificaciones en cuanto a regulaciones de
capital para riesgo de mercado entendiendo que está adecuadamente cubierto con el
Acuerdo anterior, pero sí que presenta importantes modificaciones para el riesgo
crediticio e incorpora la gestión de riesgos operacionales.
Pilar II: revisión supervisora
Persigue un doble objetivo: que la supervisión y evaluación de los requerimientos
de capital de cada entidad realizada por las autoridades se apoyen en las directrices de
este pilar y, por parte, profesionalizar la administración bancaria.
Pilar III: disciplina de mercado
Fomenta una mejora respecto a la información que las entidades brindan al
mercado, asegurando su corrección y transparencia.
Establece requisitos para la divulgación de información y da recomendaciones
sobre los aspectos que debe incluir como la composición y estructura de capital, nivel de
exposición al riesgo, los métodos de evaluación de riesgos, entre otros. El Pilar III
establece la necesidad de contar con una política formal de divulgación de la información
que permitirá a los usuarios tener un mayor conocimiento sobre la situación del sistema
bancario. Además, la entidad debe contar con un proceso de evaluación permanente de
dicha política.
8 | P á g i n a
3.1.3. Basilea III
Para hacer frente a la crisis de 2007 y con el objetivo de fortalecer la solvencia del
sistema bancario, el Comité de Basilea desarrolló un conjunto de reformas conocido como
Basilea III, publicado en 2010. Estas nuevas medidas se enmarcan dentro de un proceso
de reformas más amplio, que se derivan del plan de acción que el G-20 acordó en la
cumbre de Washington en noviembre de 2008.
Basilea III, sobre la base de Basilea II, incorpora dos enfoques interrelacionados
y que deben gestionarse de manera conjunta, por un lado, un nuevo escenario en el que
se incluyen cambios de carácter microprudencial con el objetivo de exigir más y mejor
capital y, por otro lado, una dimensión macroprudencial con la finalidad de evitar riesgos
procíclicos y evitar el riesgo sistémico. Esto hace que se concreten las siguientes medidas:
Mejorar la calidad y requerimientos mínimos de capital, más capital y de
mayor calidad.
Recordemos que Basilea II había mantenido la definición de capital del Acuerdo
de 1988 (Basilea I). Las nuevas medidas hacen más estricta la forma de calcular el capital
ordinario, además, este aspecto obliga indirectamente a las entidades financieras a
aumentar el capital ordinario (componente de mayor calidad dentro del capital de cada
banco), lo que redunda en una mayor solvencia. El objetivo es asegurar que el sistema
bancario esté en mejores condiciones de absorber las pérdidas.
Este capital está compuesto por la suma de:
Capital de Nivel 1 o Tier 1 (capital de funcionamiento, going-concern capital), se
aumentó del 4% al 6%, formado por el capital ordinario de nivel 1, que lo forman
principalmente acciones ordinarias, primas de emisión, beneficios no distribuidos y
reservas (se ha acordado aumentar este capital ordinario del 2% al 4,5%), más un capital
adicional formado por los pasivos perpetuos con retribución discrecional, es decir, por
instrumentos híbridos como las acciones preferentes convertibles.
Capital de Nivel 2 o Tier 2 (capital de liquidación, gone-concern capital), que
absorberá las pérdidas en caso de que la entidad no sea viable.
La suma de Tier 1 y Tier 2 nos da el capital regulatorio mínimo que forma el
coeficiente de solvencia y que permanece en el mínimo de 8 %. En la figura 2 se muestran
los requerimientos y diferencias de capital entre Basilea II y Basilea III.
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FIGURA 2: Requerimientos y diferencias de capital entre Basilea II y Basilea III
Fuente: elaboración propia
Creación de colchones de capital
Las entidades deberán incorporar un colchón de conservación de capital y un
colchón anticíclico que permitan acumular capital en momentos de crecimiento
económico para poder hacer uso de él en etapas de recesión económica. Si no se cumple,
se imponen límites a la distribución de beneficios.
El colchón de conservación de capital se fijó en un 2,5% para enero de 2019 y está
compuesto de capital ordinario. Se puede utilizar en momentos de tensiones para absorber
pérdidas, pero esta utilización podría suponer restricciones a la entidad a la hora de
distribuir beneficios o a la hora de pagar retribuciones variables a los directivos. Se
empezó a aplicar gradualmente desde 2016.
Este colchón de conservación puede complementarse con un colchón anticíclico,
también compuesto por capital ordinario u otro tipo de capital que permita la absorción
de pérdidas y será de aplicación en aquellos momentos en los que el crecimiento del
crédito se considere excesivo. Comenzó a utilizarse en 2018, permitiendo a cada país
establecer el colchón anticíclico que considere oportuno en función de su ciclo crediticio,
oscilando desde el 0% al 2,5% del capital ponderado por el riesgo.
0,00%
5,00%
10,00%
Capital regulatoriomín
Tier I Capital ordinario
Requerimientos de Capital y diferencias entre
Basilea II y Basilea III
Basilea II Basilea III
Capital regulatorio
TIER 1
Capital Ordinario (CET 1)
TIER 1 adicional (AT 1)TIER 2
Mín 8% Mín 6% Mín 4,5%
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Introducción de un coeficiente de apalancamiento
Es accesorio al coeficiente de capital, sirve de ayuda a la contención del riesgo
sistémico cuando se produce un crecimiento acelerado del apalancamiento. En 2013 el
coeficiente de apalancamiento mínimo era del 3%, es decir, que las entidades deben tener
como mínimo un Tier 1 del 3 % sobre su activo total.
Establecimiento de normas de liquidez mínimas
Con esto se intenta dar solución a los desajustes de liquidez a largo plazo en los
balances de las entidades financieras a través de dos coeficientes:
El coeficiente de cobertura de liquidez (LCR), para promover la resistencia en el
corto plazo del riesgo de liquidez de los bancos. Exige a las entidades tener suficientes
activos de alta calidad para hacer frente en un horizonte temporal de 30 días a posibles
desajustes. El LCR se introdujo el 1 de enero de 2015, empezando con un requerimiento
mínimo del 60% que irá aumentado de forma anual, hasta alcanzar el 100% el 1 de enero
de 2019.
El coeficiente de financiación estable neta (CSFR) o ratio estructural, para aportar
una mayor resistencia a los bancos en el largo plazo. El objetivo es que los activos no
líquidos en el plazo de un año, sean financiados con pasivos de largo plazo o con capital.
Se estableció como estándar mínimo el 1 de enero de 2018.
Otras medidas vinculadas a la gestión y captación de riesgos, supervisión y
disciplina de mercado
Algunas de estas medidas son: mejorar la calidad del capital, perfeccionar la
identificación y gestión de riesgos, mejorar el tratamiento del riesgo sistémico, penalizar
la excesiva dependencia de la financiación a corto plazo.
Estas nuevas medidas suponen un esfuerzo importante para las entidades dado el
mayor grado de exigencia y compromiso, por ello se acordó establecer un período
transitorio de implantación lo suficientemente amplio que abarca desde el 1 de enero de
2013 hasta el 1 de enero de 2019 (figura 3), fecha en la cual la nueva normativa ha de
estar totalmente implantada. El objetivo es asegurar que las entidades vayan
progresivamente aumentando su capital, mientras continúan realizando su función de
intermediación financiera y concediendo crédito a la economía.
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FIGURA 3: Disposiciones transitorias Basilea III
Fuente: Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (2010)
3.2. Riesgos asociados a la actividad de las entidades crédito
Los tipos de riesgos financieros se clasifican atendiendo a los factores de riesgo a
los que la entidad estará expuesta en el desarrollo de su actividad, esto es, teniendo en
cuenta las variables internas o externas cuya variación sirva para explicar los resultados
económicos de la entidad, de modo que no existe una única clasificación, ya que depende
de los riesgos que cada entidad identifique. A modo general pueden distinguirse cinco
clases de riesgos más habituales como refleja la figura 4.
FIGURA 4: Clasificación de los riesgos financieros
Riesgo Origen de la pérdida
Riesgo de mercado Variaciones de los precios o tipos negociados en los mercados
financieros
Riesgo de crédito Incumplimiento del contrato por una variación en las
condiciones o características de la contrapartida.
Riesgo de liquidez Desequilibrio entre las exigibilidades a corto plazo y las
disponibilidades.
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Riesgo operativo Factores relacionados con el control interno de la empresa, como
errores humanos o de medios de producción o gestión.
Riesgo legal Incapacidad legal para ejercer derechos o incumplimiento de la
ley.
Fuente: Gómez y Partal (2011)
Riesgo de mercado
Hace referencia a las posibles pérdidas que pueda sufrir una entidad como
consecuencia de fluctuaciones que se produzcan en el mercado.
Cuando se habla de riesgo de mercado, se habla de un concepto general que engloba a
otros, así estos riesgos podemos definirlos del siguiente modo tal y como hace San Martín
(2015):
1. Riesgo de tipo de cambio: riesgo vinculado a la alteración en el tipo de cambio de
cotización entre dos monedas. De esta forma, la entidad que realice operaciones
en moneda extranjera podrá sufrir pérdidas en caso de que dicha moneda se
deprecie frente a la moneda local, y viceversa.
2. Riesgo de tipo de interés: se produce por mantener activos y pasivos con
vencimientos distintos, creando exposición a los cambios en los niveles de los
tipos de interés para los distintos plazos.
3. Riesgo de precio: derivado del efecto que tengan los cambios en el valor de un
activo. una entidad puede sufrir este riesgo si, por ejemplo, se reduce el valor de
sus acciones, esta reducción beneficiará al futuro comprador, pero perjudica a la
entidad, y viceversa.
4. Riesgo de volatilidad: Hace referencia a los activos que incorporan determinadas
opciones y cuyo precio depende de factores que puedan influir en el valor de las
opciones incorporadas.
5. Riesgo base: aparece por las diferencias entre el precio de contado de un
instrumente y el precio que se espera obtener en un futuro.
Riesgo de crédito
Riesgo de pérdida financiera producida por el incumplimiento o deterioro de la
calidad crediticia de un cliente o un tercero, al cual se ha financiado o por el cual se ha
asumido una obligación contractual.
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El riesgo de crédito se divide en:
Riesgo de incumplimiento o impago (default): hace referencia a la perdida
producida cuando la parte contraria no paga.
Riesgo de pérdida de solvencia: tiene lugar cuando una operación pierde valor a
raíz de las modificaciones en las agencias de calificación de riesgos o una
variación en la percepción del mercado sobre la solvencia futura.
Riesgo de liquidez
Probabilidad de que un banco sufra perdidas al verse obligado a vender activos o
contraer pasivos en condiciones desfavorables para hacer frente a una retirada de
depósitos o demanda de préstamos.
Este riesgo puede estudiarse desde dos enfoques diferenciados:
Riesgo de liquidez de fondos (funding liquidity risk): riesgo de que la entidad no
tuviera o no pudiera tener de forma inmediata los fondos necesarios para afrontar
sus compromisos, tanto esperados como inesperados.
Riesgo de liquidez de mercado (market liquidity risk): riesgo de que la entidad
no pueda romper posiciones sin afectar a los precios de mercado.
Riesgo operativo
Riesgo de sufrir pérdidas debido a la inadecuación o a fallos de los procesos, el
personal y los sistemas internos o bien a causa de acontecimientos externos.
El riesgo operacional es inherente a todos los productos, actividades, procesos y
sistemas, y se genera en todas las áreas de negocio y de soporte, siendo por esta razón
responsabilidad de todos los empleados la gestión y control de los riesgos generados en
su ámbito de actuación.
Riesgo legal
Posibilidad de que una entidad financiera sufra perdidas por la existencia de
lagunas legales que afecten a la seguridad jurídica de las transacciones.
El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea lo define como “la posibilidad de
ser sancionado, multado u obligado a pagar daños punitivos como resultado de acciones
supervisoras o de acuerdos privados entre las partes”.
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3.3. Evolución del riesgo en las entidades de crédito en España
El fundamento para el adecuado funcionamiento de los bancos se basa en la
confianza, si ésta se rompe se producirían consecuencias negativas, puesto que el negocio
dejaría de funcionar adecuadamente, los ahorradores reclamarían su dinero a la vez y el
banco tendría que hacer frente a problemas que podrían desembocar en graves situaciones
de inestabilidad financiera.
Esta inestabilidad se puede dar en una sola entidad, pero es fácil que contagie al
resto del sistema bancario, lo que se conoce como riesgo sistémico, es decir, el riesgo de
que se derrumbe el sistema al enlazarse un conjunto de quiebras de los bancos.
La prevención de esta inestabilidad es una tarea complicada que requiere la
implicación de todos los agentes del sistema.
Alcanzar la estabilidad financiera, aquella situación en la que el sistema monetario
y financiero funciona fluida y eficientemente, es de suma importancia para el correcto
funcionamiento de la economía.
Los riesgos financieros descritos anteriormente son factores que entorpecen el
logro de la estabilidad financiera, por ello, en este apartado vamos a analizar la evolución
del riesgo en las entidades de crédito españolas en los últimos cinco años, entre 2014 y
2018 (ambos inclusive) a través de los informes de Estabilidad Financiera del Banco de
España, centrándonos en tres aspectos básicos: los riesgos del sistema financiero español,
la rentabilidad y, por último, la solvencia de las entidades de crédito.
Comenzando en primer lugar por los riesgos bancarios, podemos observar como
el activo total consolidado de las entidades españolas, que incluye, tanto los negocios de
las entidades en España como los negocios en el extranjero que estas llevan a cabo a
través de filiales y sucursales, muestra una tendencia creciente iniciada a finales de 2014
hasta 2016, consecuencia principalmente del aumento de la actividad en el extranjero que
se vio favorecida por la evolución de los tipos de cambio.
Sin embargo, esta tendencia se invierte a mediados del 2017 a causa del descenso
de la actividad bancaria española, descenso propiciado por la apreciación del euro frente
a las divisas de los países con los que actuaban por aquél entonces las entidades españolas.
La financiación al sector privado, que incluye el crédito y los valores
representativos de deuda, reflejan una caída en 2014, consecuencia tanto de la caída del
crédito al sector privado como de la renta fija, recuperándose tímidamente entre 2015 y
2016.
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En 2015 registró un crecimiento superior al 3% debido sobre todo al importante
crecimiento, cercano al 20%, de la actividad de las entidades españolas en el exterior.
Por el contrario, en 2017 se produce un descenso que se mantuvo hasta 2018, a
consecuencia de la menor actividad tanto en España como en el extranjero, influida esta
última por la evolución desfavorable de los tipos de cambio, ya que se produjo una
apreciación generalizada del euro frente al resto de divisas. En concreto, frente a las
divisas de los principales países emergentes en los que operan las entidades de depósito
españolas (México, Brasil y Turquía).
Apreciación que se intensificó durante el tercer trimestre de 2018, sobre todo a
raíz de la crisis acaecida en Turquía en el mes de agosto que provocó un aumento
importante de la volatilidad en los mercados de divisas, situación que queda reflejada en
la figura 5.
FIGURA 5: Exposición internacional. Préstamos. Tasa de variación interanual (€)
Fuente: Banco de España. IEF (2018)
Desde que comenzó la crisis, la financiación a las AAPP ganó importancia en
términos de activo total, aumentando en el periodo estudiado, mientras lo perdía la
financiación al sector privado.
Por su parte, los activos dudosos disminuyen en todos los años analizados,
produciéndose el descenso más acusado en 2018, que a nivel consolidado se redujeron un
21,6 % en tasa interanual. Este continuo descenso de los activos dudosos tuvo su impacto
en la ratio de morosidad total, reducción que se observa de manera generalizada para los
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diferentes sectores de actividad, tanto en el crédito a las familias como para el conjunto
de las empresas no financieras.
Es destacable en este sentido que la ratio de exposiciones en situación de impago1
en los países donde las entidades españolas tenían más presencia se sitúa por debajo de la
media de los países considerados, tal y como podemos ver en la figura 6.
FIGURA 6: Relación entre la ratio de exposiciones en situación de impago (eje Y) y
exposiciones totales (eje X)
Fuente: Banco de España. IEF (2016)
Los activos dudosos del crédito al sector privado residente en España continuaron
con el descenso. Por finalidad del crédito, en los hogares los dudosos se redujeron tanto
en el crédito destinado a adquirir una vivienda como en el utilizado para otros propósitos.
En las empresas no financieras, se observó un descenso de los activos dudosos
tanto en el crédito concedido a construcción como en el resto de sectores.
En 2017, a pesar de la disminución continuada de los activos dudosos, la ratio de
préstamos dudosos en España se encontraba ligeramente por encima de la media europea
de acuerdo con los datos proporcionados por la Autoridad Bancaria Europea (ABE).
Como fruto de la crisis financiera, la cantidad de activos dudosos de las entidades
de depósito se multiplicó por diez respecto al máximo histórico registrado en la crisis de
1993, tal cantidad de activos dudosos ocasionó un sobresaliente aumento en las ratios de
morosidad.
1 Cociente entre las exposiciones en situación de impago y las exposiciones totales, considerando el valor
de exposición como aquel que se utiliza a efectos del cálculo de los activos ponderados por riesgo según
las definiciones de COREP
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Por otro lado, los datos publicados por el Banco Central Europeo (BCE) con
información de las entidades de crédito que analiza la distribución de préstamos dudosos
entre países, nos permite identificar que, en el periodo que nos ocupa, Italia se situaba a
la cabeza de la UE con un volumen de préstamos dudosos que alcanzaba casi los 300 mm,
seguidamente se encontraba Francia (150 mm de €) y España (136 mm de €). Un hecho
destacable en este punto es que España, a pesar de ser uno de los países que encabezaban
la lista de los países con más cantidad de préstamos dudosos, es también uno de los que
más redujo su volumen de dudosos.
Además de la reducción en el volumen de créditos dudosos, la mejora en la
evolución del crédito es otra pieza importante en la disminución continuada de las ratios
de morosidad.
En 2018, los activos dudosos totales se rebajaron en más del 20%, esta rebaja hizo
que la ratio de morosidad también disminuyera, en concreto 97 pb respecto a la registrada
en 2017 (4,5%), situándose pues en un 3,6%.
En cuanto a la exposición doméstica, en líneas generales, los hechos que
caracterizaron la actividad doméstica en años previos permanecieron estables: la caída
controlada del crédito, así como la significativa reducción de los activos problemáticos,
siendo la evolución de los referidos activos la que explica la disminución del crédito.
De este modo el crédito al sector privado contuvo su descenso en 2014, tanto para
las empresas no financieras como para las familias, tal y como se puede contrastar en la
figura 7.
FIGURA 7: Crédito al sector privado
Fuente: Banco de España. IEF (2014)
18 | P á g i n a
El referido crédito cayó en 2015. La tasa de aceptación de las operaciones de
crédito que las empresas no financieras solicitaban a las entidades con las que no habían
tenido vinculación alguna se estabilizó.
En relación con el crédito nuevo con garantía hipotecaria para adquisición de
vivienda, alcanzó su máximo en 2006 y fue cayendo hasta 2013. En 2014 mostró una
tímida recuperación, tal y como se puede observar en la figura 8.
FIGURA 8: Evolución del crédito hipotecario
Fuente: Banco de España. IEF (2015)
En 2016, por tamaño de empresas, la caída del crédito a las Pymes se agudizó y
el destinado a grandes empresas se aplacó. Por otro lado, la caída del crédito a familias
se ralentizó gracias a la moderación en la caída del crédito concedido para la compra de
viviendas.
En este año fue destacable, respecto al crédito a hogares para la adquisición de
vivienda, el análisis de la evolución de la ratio LVT, así tanto el porcentaje de crédito
hipotecario cuyo LTV es más alto como el LTV medio permanecieron relativamente
estables.
En 2017, el crédito al sector privado residente mantuvo la caída que arrastraba de
2016, aunque a tasas inferiores, por lo que la inclinación hacia una normalización en las
tasas de variación del crédito de los años precedentes, continúa. Este comedimiento ha
sido generalizado por sectores institucionales y de actividad.
En los hogares, se observa como el crédito a vivienda y el destinado a otros fines
sigue un comportamiento heterogéneo, mientras que el primero decreció, el segundo
creció, sobretodo el destinado al consumo. Por tamaño de empresas, el crédito a las Pymes
aumentó, mientras que las medianas empresas presentaron un descenso interanual.
19 | P á g i n a
Desde otro ángulo, en la primera mitad de 2017 el crédito nuevo otorgado en
España fue ligeramente superior al de 2015 y 2016. En contraste, la tasa de aceptación de
las operaciones de crédito se situó 2 pp por debajo a los valores registrados en el mismo
periodo de 2016, conservando así la propensión a la baja iniciada en 2015.
En el último periodo analizado, 2018, continuó la caída controlada del crédito, así
como la significativa reducción de los activos problemáticos, siendo la evolución de los
referidos activos la que explica la disminución del crédito.
De este modo, el crédito al sector privado residente descendió, aunque de una
manera controlada, por otra parte, el crédito otorgado a los hogares contuvo el descenso
en comparación a años anteriores, contrastando con el crédito a empresas no financieras
en los que dicha reducción se apresuró.
Lo que se refiere al crédito concedido a hogares, existe una loable diferencia entre
la evolución del dedicado a adquisición de vivienda, que se redujo, y el otorgado para
otros propósitos, especialmente el crédito al consumo, que a diferencia del anterior
aumentó.
En lo que respecta al crédito otorgado a las empresas no financieras mostró
también una conducta desigual en función del sector de actividad al que se dedique el
crédito, destacando la reducción del crédito a construcción y actividades inmobiliarias.
En cuanto al crédito por tamaño de empresa se redujo más en el caso de las pymes, dentro
de éstas aumentó el peso de las medianas empresas y microempresas, en perjuicio de las
pequeñas empresas como podemos observar en la figura 9.
FIGURA 9: Crédito por tamaño de empresa
Fuente: Banco de España. IEF (2018)
El crédito nuevo concedido en los seis primeros meses de 2018 fue mayor al del
mismo periodo de 2017, tanto en hogares como en sociedades no financieras, donde la
20 | P á g i n a
mejora se produjo en todos los intervalos de tamaño de empresa, asimismo el crédito
hipotecario para la adquisición de vivienda también creció.
La tasa de aceptación de solicitudes de crédito bajó levemente debido a la
evolución de las peticiones concedidas.
Tanto en 2014 como en 2015 los fondos de insolvencias y riesgo país
disminuyeron con respecto a 2013, esta evolución se puede atribuir a diversas causas que
ha sido desigual entre entidades.
En 2014 se distinguen tres razones que ayudan a explicar la disminución
interanual de los fondos de insolvencias. En primer lugar, los traspasos a fallidos. En
segundo lugar, las incorporaciones de dudosos hipotecarios de la cartera minorista que se
originaron como resultado de la revisión de las operaciones de refinanciación y de
restructuración y que, por su tipología, incorporan, de acuerdo a la normativa, provisiones
inferiores al resto de la cartera. Por último, las reclasificaciones a dudosos de la cartera
de promotores a la que se le han reasignado los fondos genéricos constituidos a raíz de
los RDL 2/2012 y 18/2012.
En 2015, los fondos para insolvencias y riesgo país se redujeron, debido en parte
a la caída de los dudosos, como se muestra en la figura 10.
FIGURA 10: Evolución ratio de dudosos
Fuente: Banco de España. IEF (2015)
21 | P á g i n a
Para concluir el análisis del riesgo, en 2018, los riesgos aumentaron,
circunstancias como el aumento de la incertidumbre política y económica en Italia, la
falta de acuerdo en el Brexit, la problemática situación de Cataluña en España, etc.
contribuyeron al citado aumento No obstante, a pesar de esto la economía española
continuó con su fase expansiva, aunque con una moderación del crecimiento, además, la
situación patrimonial de las empresas y familias continuó mejorando reduciendo así sus
niveles de endeudamiento.
En lo que concierne a los depósitos, podemos decir que en 2014 los depósitos de
los bancos centrales se redujeron en más del 30% como resultado de la disminución de la
liquidez de las entidades recibida del Eurosistema, al igual que los de las entidades de
crédito que siguieron el mismo comportamiento, al contrario de lo que sucedió con los
depósitos del sector privado que crecieron moderadamente.
En 2015, el análisis de la financiación de los bancos, a nivel consolidado evidencia
que los depósitos del sector privado y de bancos centrales aumentaron, descendiendo en
términos netos la apelación de las entidades financieras españolas a la financiación
procedente del Eurosistema, el porcentaje de préstamo del Eurosistema a entidades
españolas se redujo, aumentando ligeramente la financiación procedente de las AAPP.
El comportamiento de las entidades españolas se mantuvo en línea con el resto de
los bancos europeo.
En 2016, este crecimiento se invirtió produciéndose un descenso de los depósitos
de los bancos centrales, entidades de crédito y AAPP, creciendo solamente los depósitos
privados, principalmente por la evolución favorable del negocio de las entidades en el
extranjero.
Por último, en 2018 se redujeron los depósitos de bancos centrales y entidades de
crédito, al contrario de los depósitos de las AAPP y del sector privado que aumentaron.
En cuanto a la evolución de los mercados financieros en España, a comienzos de
2014 era más favorable que años anteriores, pero continuaba predominando una situación
de estabilidad, lo cual, se evidenció en el mantenimiento en niveles bajos del indicador
de riesgo sistémico en España tras los máximos alcanzados a mediados de 2012, como
podemos observar en la figura 11.
Esta estabilidad era generalizada en todos los mercados incluidos en el riesgo
sistémico, es decir, los mercados de deuda pública, de dinero, de valores y de financiación
bancaria.
22 | P á g i n a
En 2015, pese al incremento de la inestabilidad en los mercados financieros
internacionales, los niveles del IRS en España se mantuvieron prácticamente invariables,
es en 2016 cuando se rompe esta estabilidad, la mayor incertidumbre en los mercados
provocó el aumento del IRS, aumento causado principalmente por dos episodios, el
primero de ellos tuvo lugar a comienzos de año, las bajas previsiones de crecimiento, la
baja rentabilidad del negocio bancario, el aumento de los requisitos regulatorios, etc., se
tradujo en un aumento en el valor del IRS.
El segundo episodio fue más inesperado y con una causa más concreta, como
consecuencia del Referéndum celebrado en Reino Unido sobre el Brexit, a finales de junio
y principios de julio, los niveles del IRS aumentaron, pero a mediados de julio los niveles
de IRS se redujeron, tal y como se refleja en la figura 11.
FIGURA 11: Indicador de Riesgo Sistémico (IRS)
Fuente: Banco de España. IEF (2016)
La evolución de los mercados financieros españoles se encontraba en la línea del
resto de mercados de la UEM, pero en 2017 presentaron unas condiciones menos
favorables.
El Indicador de Riesgo Sistémico se mantuvo en niveles reducidos, aunque
experimentó un repunte en octubre a consecuencia de la incertidumbre política en
Cataluña.
La actividad en los mercados interbancarios continuó siendo muy limitada a
consecuencia del exceso de liquidez resultante de las amplias medidas de política
monetaria del Eurosistema, que se instrumentan a través de diversos programas de compra
de activos y operaciones de refinanciación.
23 | P á g i n a
Por último, en 2018, el IRS que sintetiza en un solo índice el nivel de estrés
existente en los mercados financieros, reflejó dos subidas restringidas en el tiempo, como
se puede observar en la figura 12.
En la primera semana de febrero sufrió un leve repunte, motivado por las violentas
correcciones de precios y al aumento de la volatilidad de la bolsa de EE.UU. y su contagio
al mercado español. La segunda subida, superior a la anterior pero igualmente reducida,
se produjo a finales de mayo, como consecuencia, de la incertidumbre política en Italia.
A partir de entonces el IRS se ha mantenido en niveles reducidos.
FIGURA 12: Evolución del Indicador de Riesgo Sistémico (IRS)
Fuente: Banco de España. IEF (2018)
Respecto a los tipos de interés se han mantenido en niveles significativamente
bajos durante los 5 años estudiados, situación que ha influido de manera negativa a los
depósitos perdiendo atractivo. Este entorno de bajos tipos de interés contribuyó a la
estabilización y mejora de la actividad económica y empresarial.
Los tipos de interés de las nuevas operaciones de crédito mantuvieron el descenso
que comenzó en 2014. Esta disminución fue análoga a la disminución de la prima de
riesgo del bono soberano y de la financiación bancaria, de forma que la mejora en las
condiciones de financiación de la economía española en los mercados internacionales se
trasladó también al sector privado.
En síntesis, los tipos de interés se mantuvieron estables a excepción de 2018,
cuando los tipos a empresas de mayor tamaño mostraron un ligero repunte.
En el periodo analizado la política monetaria expansiva de la zona euro hizo que
los tipos de interés fuesen muy bajos e incluso negativos en ciertas ocasiones. La
prolongación de un escenario con tipos de interés reducidos supone una presión sobre el
24 | P á g i n a
margen de intereses de las entidades, aunque la parte positiva es que ayuda a aliviar la
carga financiera de los prestatarios.
Por consiguiente, es importante conocer cuánto esfuerzo les supone a las entidades
conseguir sus márgenes. Cuanto más eficiente sea la gestión de los recursos para generar
resultados, más probable es corregir parte del deterioro (originado a partir de situaciones
de bajos tipos de interés) en sus márgenes. En este sentido, El sistema bancario españoles
más eficiente que el de los principales países europeos y que la media europea.
La actividad de los mercados interbancarios ha sido débil durante todo el periodo
de estudio, manteniendo su tendencia de reducida actividad. Esta debilidad se debe
fundamentalmente al exceso de liquidez existente en el sistema, exceso también
provocado por la política de provisión de liquidez por parte del Eurosistema, articulada
mediante diversos programas de compra de activos y operaciones de refinanciación.
La baja actividad de los mercados interbancarios ha llevado a cambiar en octubre
de 2019 el índice Eonia por el ESTER.
El reducido volumen de contratación del Eonia implica que dejará de cumplir los
criterios del Reglamento (UE) 2016/1011, 8 de junio de 2016, sobre Índices de
Referencia, de modo que a partir del 1 de enero de 2020 no podrá utilizarse como índice
de referencia en instrumentos financieros que vayan a negociarse, contratos de préstamos
o hipotecas, o para cuantificar la rentabilidad de fondos de inversión.
Por este motivo, el BCE publicó octubre de 2019 un tipo de interés alternativo
denominado ESTER (euro short-term rate,por sus siglas en inglés) que es el tipo a corto
plazo del euro.
Los dos índices se basan en operaciones sin garantía, pero se diferencian en
elementos esenciales.
Así, el ESTER se calcula utilizando operaciones individuales en el mercado
monetario europeo sin garantía de depósitos a un día que 52 entidades deben reportar al
BCE en base al reglamento de información estadística sobre los mercados monetarios
mientras que el Eonia se calcula como el tipo promedio ponderado de las contribuciones
voluntarias presentadas por un panel de bancos de sus transacciones en el mercado
interbancario a un día sin garantía.
En lo que respecta a la rentabilidad, los beneficios de las entidades mejoraron, esto
fue debido tanto a la mejora de los intereses como por el descenso de las provisiones para
el deterioro del valor de los activos del balance.
25 | P á g i n a
Los gastos de explotación crecieron a consecuencia principalmente de las
actividades en el extranjero, pero en menor medida que el margen bruto, mejorando pues
la ratio de eficiencia2 de las entidades.
En 2015, lo concerniente a la rentabilidad, los resultados consolidados totales de
las entidades de depósito españolas continuaron la mejora que se inició en 2013. A pesar
de esto, la actividad bursátil de las entidades cotizadas españolas ha sido menos positiva
que la de sus homólogas europeas.
En 2016 el resultado consolidado de las entidades se redujo casi un 30% en
comparación a 2015. La mayor parte de esta caída es debido a las diferencias de cambio,
sobre todo a la devaluación de la libra esterlina provocada por el referéndum sobre la
permanencia del Reino Unido en la UE.
Resumidamente, en 2016 la rentabilidad del sector bancario español continuó
supeditado a ciertos componentes de presión, de forma que la situación de los bajos tipos
de interés redujo la rentabilidad del sector bancario, no solo en España, sino que se
propagó al resto de países del entorno.
En cuanto a la rentabilidad de las entidades españolas tuvo un resultado negativo
en la primera mitad de 2017 debido a las pérdidas en el Banco Popular Español después
de su resolución.
En relación con otros sistemas bancarios de la UE, la rentabilidad de los bancos
españoles se sitúa por encima de la media europea, son más eficientes. La fusión entre
Bankia y BMN, pertenecientes al FROB, junto con la resolución del Banco Popular,
contribuyó a la mejora de la eficiencia del sistema bancario español. Para seguir
mejorando esta eficiencia las entidades podían realizar actividades corporativas para
reducir el exceso de capacidad, así disminuyeron los costes de explotación gracias al
ajuste llevado a cabo tanto en empleados como en oficinas.
En 2017 se identifica un aumento de los beneficios, lo que permitió que las
entidades españolas experimentaran una evolución favorable en la bolsa hasta octubre.
Las entidades españolas y, en particular, las domiciliadas en Cataluña, agravaron
la inestabilidad, lo que provocó que las entidades domiciliadas en Cataluña cambiaran su
sede.
2 Cociente entre los gastos de explotación y el margen bruto
26 | P á g i n a
En 2018 el conjunto de entidades de depósito españolas presentó una rentabilidad
un 12,5% superior al año anterior, el principal determinante de este aumento fue la
reducción de las perdidas por deterioro.
Por último, respecto a la solvencia, en 2015 la ratio de capital de mayor calidad
(CET1) aumentó más de 80 puntos básicos respecto a 2014 como podemos observar en
la figura 13. Por su parte, la ratio de capital total experimentó un incremento similar al de
la ratio del CET1.
FIGURA 13: Comparación ratios de capital 2014-2015
Fuente: Banco de España. IEF (2015)
En 2016, la ratio de capital de mayor calidad (CET1) se mantuvo constante,
constituyendo la mayor parte de los fondos propios de los bancos españoles como se
advierte en la figura 14.
FIGURA 14: Composición de los fondos propios
Fuente: Banco de España. IEF (2016)
27 | P á g i n a
La ratio CET1 del sector bancario español se sitúa por debajo del resto de países europeos
mientras que la ratio Texas3 se encuentra dentro de la media.
En 2017, en términos de solvencia, la ratio de capital ordinario de nivel 1 (CET1)
se redujo levemente, posicionándose en un 11,9 %, debido, en gran medida, a las pérdidas
registradas por el Banco Popular que fueron superiores a 3.800 millones de euros.
Para concluir este apartado, ya en 2018, la ratio CET1 se situó en el 11,9 %, el
mismo nivel que en el año anterior, tal y como muestra la figura 15.
FIGURA 15: Ratios de capital
Fuente: Banco de España. IEF (2018)
A pesar de que la ratio no cambió, sí lo hicieron su numerador, el capital ordinario
de nivel 1, y su denominador, los activos ponderados por riesgo (APRs), que se redujeron
en la misma proporción, un 5,5 %, como refleja la figura 16.
FIGURA 16: Niveles de capital y exposición al riesgo
Fuente: Banco de España. IEF (2018)
3 Es otra medida de la solvencia de las entidades, que muestra cómo los activos problemáticos pueden
afectar a su solvencia. Se calcula a partir de los datos del ejercicio de estrés, dividiendo los activos dudosos
entre la suma del capital (incluyendo los instrumentos de capital elegibles como CET1 y las reservas) y las
provisiones.
28 | P á g i n a
La disminución en el CET1 fue causada en buena medida a la reducción de los
ajustes transitorios que se redujeron casi un 60 % entre junio de 2017 y junio de 2018 al
acercarse el período de implantación plena de Basilea 3. Los principales ajustes
transitorios eran las deducciones de activos intangibles, que se eliminaron ya en 2018.
Los ajustes transitorios más importantes que quedan referidos a Basilea 3 son las
deducciones de activos fiscales diferidos basados en un futuro rendimiento (3,2 mm de
euros). Además, en 2018 se introdujeron los ajustes transitorios derivados del mecanismo
de adecuación progresiva del impacto de la norma NIIF 9 sobre las ratios de capital.
4. ANÁLISIS DEL RIESGO FINANCIERO DE LA ENTIDAD “BBVA” EN EL
PERIODO DE 2014 A 2018
4.1. Presentación de la Entidad: Descripción de la entidad con breve referencia
histórica y el posicionamiento dentro del Sector financiero español.
El Banco BBVA cuenta con más de 150 años de historia, sus raíces se remontan
al año 1857 en Bilbao, cuando la Junta de Comercio impulsó la creación del Banco de
Bilbao como banco de emisión y descuento. Hasta la última década del S. XIX, la entidad
actuó en régimen casi de monopolio, actuando casi en solitario.
En 1878 perdió la potestad de emitir billetes propios y se reorganiza como banco
de préstamos y descuento.
Por otro lado, en 1901 surge el Banco de Vizcaya delimitando su actividad en
Bilbao, aunque poco a poco se extendió por todo el país.
En 1920 erigió el Banco de Crédito Industrial (BCI), fundado por un consorcio de
banqueros e industriales, con el objetivo de fomentar la instalación y consolidación
industrial. El Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya eran integrantes de este consorcio.
En la década de 1960, una etapa de expansión económica, el Banco de Bilbao
aumentó su dimensión integrando otros bancos y comienza a formar un grupo financiero,
mientras que el Banco Vizcaya continuó su crecimiento consolidándose como un banco
universal moderno.
En los 80, el Banco de Bilbao basó su estratégica en alcanzar una dimensión mayor
mientras que el Banco de Vizcaya colaboró de forma importante en el reflotamiento de
los bancos afectados por la crisis surgida en 1973, desarrollando, al mismo tiempo, una
política de fuerte crecimiento por adquisiciones, que le lleva a formar un gran grupo
29 | P á g i n a
bancario. En 1984 se produce la operación más importante: la compra de Banca Catalana.
En 1988 Banco de Bilbao y Banco de Vizcaya se fusionan formando el BBV.
En 1991, se crea la banca pública Argentaria integrada por los bancos públicos
españoles, años más tarde perdió su carácter público al ser privatizada.
Fue en 1999 cuando surge lo que hoy conocemos como BBVA (Banco Bilbao
Vizcaya Argentaria) tras el anuncio de la fusión entre BBV y Argentaria, como podemos
apreciar en la figura 17.
FIGURA 17: Evolución imagen corporativa
Fuente: Elaboración propia
Diversas publicaciones financieras de gran prestigio eligieron a BBVA como el
mejor banco del mundo (Forbes) y de España (The Banker) en el año 2000 y en el 2001
el mejor banco de América Latina (Forbes) y mejor banco europeo (Lafferty).
En el periodo comprendido entre 2012 y 2016 BBVA aprovechó la
reestructuración del sistema financiero español para incrementar su cuota de mercado,
sobre todo en Cataluña, adquiriendo los grupos financieros Unnim Banc y Catalunya
Banc. En el 2016 tras un proceso de fusión Catalunya Banc se integró en BBVA, que
también englobaría a Unoe y Banco Depositario.
En la actualidad BBVA es un grupo global, con presencia en más de 30 países, en
la figura 18 podemos identificar los países en los que está presente, tiene una sólida
posición en España siendo la segunda mayor red de oficinas de la banca española, es la
primera entidad financiera de México, cuenta con franquicias líder en América del Sur y
la región del sunbelt en Estados Unidos, y es el primer accionista del banco turco Garant,
contando con casi 75 millones de clientes.
30 | P á g i n a
FIGURA 18: Presencia de BBVA en el mundo
Fuente: web oficial BBVA
En cuanto al negocio de BBVA en España podemos extraer la siguiente
información (a cierre de 2018):
Activos: 697.600 millones
Clientes: 76 millones
Oficinas: 7.823
Cajeros: 32.621
Empleados: 126.017
En España las entidades que dominan el negocio de la banca popular son Santander
y BBVA, con el 37% del mercado. BBVA es líder de banca personal en España, junto a
Caixabank, entre los dos controlan el 40% del mercado.
Según datos de la consultora Dealogic, BBVA junto con el Banco Santander y
Bankia lideraron la firma de préstamos sindicados en España entre enero y septiembre de
este mismo año. Al cierre de 2018, con una cuota del 9,3%, BBVA incrementó un 1,5%
el importe concedido, hasta 4.047,8 millones de euros.
El método del test de estrés de la UE considera a BBVA el tercer mejor banco de
España en 2019 según el nivel de solvencia (ver figura 19). Este test analiza la solvencia
de 48 bancos, de los cuales 4 son españoles. Hace una estimación de 2017 a 2020 del
CET1, que es el porcentaje de capital que tendrá un banco en relación a sus activos con
riesgo, pero sometiéndolo a un posible escenario adverso de crisis económica. A mayor
porcentaje de capital, mayor solvencia.
31 | P á g i n a
FIGURA 19: Test de estrés de la UE según el nivel de solvencia
Fuente: Autoridad Bancaria Europea-EBA (2018)
El ejercicio de transparencia de la UE que mide el 'CET1- fully loaded', el
porcentaje de capital actual que tiene un banco en relación a sus activos con riesgo (a
mayor porcentaje de capital propio, mayor solvencia), posiciona a BBVA, según el nivel
de solvencia, en décima posición (información en figura 20).
FIGURA 20: Ejercicio de transparencia de la UE según el nivel de solvencia
Fuente: Autoridad Bancaria Europea-EBA (junio 2018)
Según la tasa de morosidad, el ejercicio de transparencia de la UE posiciona a
BBVA como el cuarto mejor banco español (ver figura 21).
FIGURA 21: Ejercicio de transparencia de la UE según la tasa de morosidad
Fuente: Autoridad Bancaria Europea-EBA (2018)
32 | P á g i n a
4.2. Evaluación del riesgo financiero en las entidades de crédito: Método
CAMEL: Descripción del Método
La metodología CAMEL es uno de los procedimientos para medir el riesgo de las
instituciones financieras más utilizados a nivel global por el sector bancario y las
instituciones supervisoras por su simplicidad y fácil ejecución.
Este método fue adoptado en la década de los 70 por tres organismos de
supervisión y regulación de la banca norteamericana: el Sistema de Reserva Federal
(FED), la Oficina de Control de la Moneda (OCC) y la Corporación Federal de Seguro
de Depósito (FDIC).
Es una técnica de alarma anticipada que se apoya en el análisis de ratios para
identificar entidades que puedan sufrir riesgos corporativos.
Este método es denominado así por sus siglas en inglés, C: Capital adequacy, A: Asset
quality, M: Management quality, E: Earning, L: Liquidity:
C: adecuación de capital (Capital adequacy): mide la solvencia de una entidad
financiera, esto se hace mediante la determinación del nivel de capital que debe
mantener una entidad en función de los riesgos que asuma.
A: calidad de los activos (Asset quality): evalúa la calidad de los activos
presentes en el balance dividiéndolos en tres componentes: calidad de la cartera,
sistema de clasificación de cartera, y activos fijos.
M: calidad de gestión (Management quality): capacidad de los gestores de una
entidad para que los procesos se realicen de forma segura y eficiente.
E: rentabilidad (Earning): está relacionada con la capacidad de una entidad para
obtener ingresos, beneficios y rentabilidad.
L: liquidez (Liquidity): evalúa la solidez de las diversas fuentes de liquidez de la
entidad bancaria, analiza la capacidad de la entidad de generar tesorería, es decir,
de convertir sus activos en liquidez a corto plazo tanto desde el punto de vista de
los activos como de los pasivos.
En 1996, en un esfuerzo por lograr que el sistema de calificación se enfocara más
a riesgos, se agregó a la calificación CAMEL un sexto componente relacionado con la
Sensibilidad (Sensitivity) al riesgo del mercado lo que dio como resultado la nueva
metodología CAMELS, aunque en este trabajo se empleará el método tradicional
CAMEL.
33 | P á g i n a
Para poder realizar una evaluación con el método CAMEL es necesaria
información proveniente de:
Estados financieros
Presupuestos y proyecciones de flujo de efectivo
Tablas de amortización de cartera
Fuentes de financiamiento
Información relativa a la junta de directores
Operaciones/patrones de personal
Información macro-económica
Apoyándose en los resultados ajustados de los estados financieros debidamente
ajustados, y las entrevistas con el personal ejecutivo y operativo de las empresas CAMEL
asigna una calificación comprendida del uno al cinco, siendo el cinco el equivalente a la
excelencia, para cada uno de los 21 índices identificados por CAMEL, los cuales se
ponderan convenientemente.
4.3. Adecuación de capital: Evaluación de la adecuación de capital o solvencia a
través de las siguientes ratios: Core Capital, Tier 1, Ratio Bis.
La ratio de solvencia o capital puede ser calculada de modos distintos dependiendo
de cómo se calcule el numerador y denominador del cociente entre los recursos propios
computables y el activo total ponderado por riesgo, de este modo, siguiendo las pautas
establecidas en el informe de recomendaciones de Basilea III, el cual fomenta el aumento
de la calidad del capital regulatorio junto a una mayor transparencia y coherencia a escala
internacional, el capital regulatorio4 será la suma de los siguientes elementos:
4.3.1. Common Equity o Core Capital (CET 1)
Constituye los recursos propios de máxima calidad, Es el porcentaje que una
entidad tiene de capital y reservas sobre su activo. A mayor ratio Core Capital habrá
menos deuda, es decir, menos riesgo financiero, en situaciones equivalentes. Se calcula
como la suma entre el capital social (aportaciones de los accionistas) y las reservas
4 El capital regulatorio es considerado recursos propios a efectos de Basilea III
34 | P á g i n a
(beneficios no distribuidos). Esta ratio debe alzarse hasta el 4,5% de los activos
ponderados por riesgo.
4.3.2. TIER 15
Es una ratio que se utiliza para medir la fortaleza financiera, se obtiene sumando
al Core Capital (principalmente las acciones ordinarias y reservas), las participaciones
preferentes perpetuas6 y los instrumentos híbridos, es por tanto la relación entre el capital
social de un banco y todos sus activos ponderados por el riesgo. Su propósito es absorber
las pérdidas de una entidad cuando está en funcionamiento.
El TIER 1 de un banco se puede aumentar de dos modos: aumentando el capital
(con el inconveniente de que disminuye el beneficio y dividendo por acción) o emitiendo
participaciones preferentes (genera desconfianza entre los usuarios).
Basilea III obligaba a las entidades a incrementar sus reservas de capital para estar
protegidos frente posibles caídas, además exigía una mayor capacidad para absorber
pérdidas a través de los instrumentos de capital, para ello estableció que el TIER 1 debe
alcanzar una tasa del 6% de los activos ponderados por riesgo.
4.3.3. Capital Regulatorio o Ratio BIS
A efectos de Basilea III resulta de la suma del TIER 1 más el TIER 2, sabiendo
que este último es la suma de las reservas de revalorización de activos, la provisión
genérica, los instrumentos híbridos que no son TIER 1, la deuda perpetua y la deuda
subordinada con vencimiento superior a cinco años. El requerimiento mínimo de capital
regulatorio establecido por Basilea III es del 8% (figura 22).
En lo que respecta al denominador de las anteriores ratios, el Activo Total
Ponderado (Risk Weighted Asset-RWA), representa el volumen total de activos, ponderado
por el nivel de riesgo agregado a los diferentes elementos.
A fin de cuentas, si a los requerimientos mínimos antes mencionados se le añade
el 2,5% correspondiente al colchón de conservación de capital7, el porcentaje total exigido
de capital regulatorio se alza al 7% (Core Capital), 8,5% (TIER 1) y 10% (Capital
Regulatorio).
5 Tier 1= Recursos Propios /Activos ponderados por el riesgo 6 Se conocen como “elementos adicionales del TIER 1” 7 Se ha comenzado a requerir en 2019 cumpliendo el calendario de implantación de Basilea III
35 | P á g i n a
FIGURA 22
Fuente: elaboración propia
FIGURA 23: RATIOS DE ADECUACIÓN DE CAPITAL
(en términos fully-loaded8)
2014 2015 2016 2017 2018
Core Capital 10,4% 10,34% 10,9% 11,04% 11,3%
TIER 1 11,9% 11,61% 12,46% 12,76% 12,9%
TIER 2 3,1% 2,78% 2,25% 2,38% 2,6%
Capital Regulatorio 15% 14,39% 14,71% 15,14% 15,5%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de informes de relevancia prudencial del
Banco BBVA 2014-2018
8 Denominación que hace referencia al cumplimiento completo de las exigencias de solvencia de Basilea
III (de obligado cumplimiento en 2019). Incorpora todas las exigencias del regulador de cara a 2019 aunque
con los datos actuales
1,50% 1,50% 1,50% 1,50% 1,50% 1,50%
2% 2% 2% 2% 2% 2%
0,25% 0,50% 0,75% 1%0,63%1,25%
1,88%2,50%4,50% 4,50%
4,50%4,50%
4,50%4,50%
0,00%1,00%2,00%3,00%4,00%5,00%6,00%7,00%8,00%9,00%
10,00%11,00%12,00%13,00%
2014 2015 2016 2017 2018 2019
CALENDARIO DE ADAPTACIÓN GRADUAL A CRD IV
TIER 1 TIER 2 Colchón por riesgo sistémico Colchón de conservación Core
9,25%10,63%
11,5%
8% 8% 8,63%
36 | P á g i n a
FIGURA 24: RATIOS DE ADECUACIÓN DE CAPITAL (phased-in9)
2014 2015 2016 2017 2018
Core Capital 11,9% 12,1% 12,18% 11,67% 11,6%
TIER 1 11,9% 12,1% 12,88% 12,95% 13,2%
TIER 2 3,1% 2,9% 2,26% 2,42% 2,5%
Capital Regulatorio 15% 15,0% 15,14% 15,37% 15,7%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de informes de relevancia prudencial del
Banco BBVA 2014-2018
A la vista de los datos presentados en las figuras anteriores figura 23 y 24), desde
el año 2014 hasta finales del año 2018, el Grupo BBVA cumple todos los requerimientos
mínimos de capital exigidos por Basilea III. En este sentido, la ratio CET1 (Core Capital)
se sitúa en todos los periodos estudiados, muy por encima del mínimo CET1 que se exige
actualmente en 2019 (4,5%), evidenciando la holgada posición de capital del Grupo, esto
significa que la entidad cuenta con una evidente solidez asumir riesgos, está
perfectamente preparada para afrontar posibles contingencias.
La TIER 1 se comporta al igual que la CET 1, es superior al 6% requerido por la
normativa en todos los años estudiados, el avance ascendente de este índice muestra un
aumento de la capacidad para absorber posibles pérdidas por parte de la entidad en
funcionamiento, le da una nota alta en cuanto a solvencia.
La TIER 2 también supera el 2% establecido, existen suficientes elementos que
absorberán las pérdidas cuando la entidad no sea viable.
Por último, el capital regulatorio sigue la misma tendencia que los ratios
anteriores, sobrepasando el 8% exigido.
4.4. Calidad de los activos: Evaluación de la calidad de la cartera crediticia a
través de las siguientes ratios: Ratio de insolvencias, Ratio de cobertura y
Ratio de morosidad.
La razón de ser de las entidades bancarias, como mencionábamos al inicio de este
trabajo, es la actividad crediticia, y en este sentido, el banco no tiene la garantía de que
9 Denominación que hace referencia al cumplimiento de las exigencias de solvencia actuales, teniendo en
cuenta el calendario de transición para el cumplimiento de Basilea III. Incorpora únicamente aquello que el
regulador considera obligatorio en cada momento concreto del tiempo.
37 | P á g i n a
todos los préstamos que concede le sean devueltos, existe un riesgo de que a aquellos a
los que se le concede financiación no cumplan con sus obligaciones o se retrasen en el
pago de las mismas, es lo que se conoce como riesgo de crédito. Para poder cuantificar
este riesgo de crédito las entidades se apoyan en tres ratios básicos, como son: la ratio de
insolvencias, la ratio de cobertura y la ratio de morosidad, los cuales tienen como
referencia la morosidad de la cartera crediticia de la entidad que se trate.
Éstos deben analizarse desde dos ópticas distintas, tanto desde la perspectiva de
que la entidad pueda o no tener morosos, como desde la perspectiva de que en el caso de
que existan impagados, la entidad sea capaz de afrontar ese riesgo.
4.4.1. Ratio de insolvencias
FIGURA 25: RATIO DE INSOLVENCIAS
Millones de € 2014 2015 2016 2017 2018
Provisión insolvencias 238 263 658 272 238
Activo total 403.841 397.303 418.447 400.083 399.940
Ratio Insolvencias (%) 0´06% 0,07% 0,16% 0,07% 0,06%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de cuentas anuales BBVA 2014-2018.
Resulta de la división de la provisión de insolvencias entre el activo total. Cuanto
mayor sea el resultado de este ratio, la entidad puede hacer frente a más impagados, o lo
que es lo mismo, el banco podrá reconocer un mayor porcentaje de impagados sin que
influya negativamente en su resultado. El impago siempre es negativo, pero esta ratio
procura disminuir desfavorable efecto del mismo sobre el rendimiento de la entidad.
Como podemos observar en la figura 25, los valores de este ratio suelen ser bajos,
a excepción de 2016 que experimenta cierto incremento, debido a la inclusión de una
provisión por las llamadas “clausulas suelo” para cubrir la contingencia de futuras
reclamaciones de los clientes ligadas a la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea (TJUE) acerca de las mismas, incluidas en los préstamos hipotecarios suscritos
por consumidores.
38 | P á g i n a
4.4.2. Ratio de cobertura
Resulta de la división de las provisiones de insolvencias entre el volumen de
activos dudosos, o lo que es lo mismo, el volumen de fondos de provisión entre el
volumen de créditos dudosos10.
El ratio de cobertura indica el grado de protección que poseen las entidades
financieras ante los créditos impagados que tienen en sus respectivas carteras. En
concreto, hace referencia al porcentaje de créditos morosos que están cubiertos por las
provisiones que efectúan los bancos. Esto significa que cuanto mayor sea esta tasa la
entidad gozará de mayor protección a la hora de hacer frente a un impago definitivo.
Siempre debe de ser superior a 1, dado que si fuera menor significaría que los
créditos dudosos que posee la entidad son mayores que su provisión para liquidarlos y,
en el supuesto de transformarse en un impago definitivo, se produciría un resultado
negativo o una pérdida económica.
4.4.3. Ratio de morosidad
Es un indicador del nivel de riesgo de que los deudores de las entidades no
cumplan con sus obligaciones de pago. Puede calcularse de dos formas distintas: créditos
dudosos /inversión crediticia, o bien créditos dudosos / (total cartera crediticia + avales +
resto de riesgos de firma).
Esta tasa relaciona las operaciones consideradas como dudosas y el total de riesgo.
Cuanto mayor sea este ratio, peores serán las consecuencias para la entidad dado que
revelaría un grado elevado de morosidad. Las entidades poseen distintas medidas para
reducir este índice, como, por ejemplo, la exigencia de avales en los préstamos para que
cumplan las obligaciones de pago en caso de que el deudor principal no cumpla.
10 Los créditos dudosos son aquellos saldos vencidos hace 3 meses o más y no cobrados junto a los saldos
vencidos o no sobre los que existen dudas razonables de que acaben siendo fallidos.
39 | P á g i n a
FIGURA 26: Evolución ratios calidad crédito
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de cuentas anuales BBVA 2014-2018.
Tal y como puede observarse en la figura 26, en el ejercicio de 2015 mejoraron
los principales indicadores de riesgo, con un crecimiento de la tasa de cobertura hasta el
74% y una reducción de la tasa de mora hasta el 5,4%.
Durante 2016 también mejoraron los principales indicadores de riesgo del Grupo,
la tasa de cobertura se mantuvo en niveles elevados, aunque se aprecia una reducción de
un 4% motivada por el descenso en los fondos de cobertura, mientras que la tasa de mora
volvió a descender hasta el 4,9% debido a la reducción de los créditos dudosos. En 2017
se produce un descenso del 5% en la ratio de cobertura consecuencia del retroceso en los
fondos de cobertura.
A modo de resumen, la ratio de morosidad mantiene una tendencia descendente
durante los ejercicios analizados, debido a la mejora de las condiciones del sistema
bancario en España, por su parte, la ratio de cobertura mantiene unos niveles elevados
apreciándose solo dos puntos de retroceso.
4.5. Rentabilidad: Evaluación conjunta de la rentabilidad y eficiencia de la
entidad con la ratio de eficiencia y ratios de rentabilidad
Rentabilidad y eficiencia son dos conceptos íntimamente relacionados en el
ámbito bancario, puede observarse que existen sistemas bancarios más rentables que otros
lo que nos obliga a formular la siguiente cuestión: de qué depende la rentabilidad, en este
sentido, la eficiencia es la base de la rentabilidad. De esta forma, un banco es eficiente si
consigue producir al menor coste, o si es capaz de vender sus productos con un margen
mayor, así cuanto mejor sea la eficiencia de una entidad más favorable será la rentabilidad
de la misma.
64%74% 70% 65%
73%
5,8% 5,4% 4,9% 4,4% 3,9%
0%
20%
40%
60%
80%
2014 2015 2016 2017 2018
Ratio de Cobertura Ratio de morosidad
40 | P á g i n a
4.5.1. Ratio de eficiencia
Este índice relaciona los ingresos obtenidos por una entidad con los costes de explotación
necesarios para su obtención. Es un índice importante de rentabilidad.
La disminución de este ratio apunta, bien una reducción de los costes de explotación, bien
un aumento de los ingresos, o bien ambas cosas a la vez. De este modo, cuando decimos
que una entidad tiene un ratio de eficiencia del 60%, significa que para conseguir un
ingreso de 100 euros, necesita gastarse 60 euros, así pues, una entidad será más eficiente
cuanto menor sea este índice. Normalmente un ratio de 50% o menos se considera bueno.
FIGURA 27: RATIO DE EFICIENCIA
2014 2015 2016 2017 2018
Ratio de eficiencia
(%)
51,3 52 51,9 49,5 49,3
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de cuentas anuales BBVA 2014-2018
En 2015, a pesar de que la ratio muestra un resultado menos favorable que en
2014, como se puede apreciar en la figura 27, la eficiencia de BBVA está por encima de
la media del peer group11 que se alza al 63,8%. A partir de este año, la tasa muestra una
evolución positiva.
En un entorno en el que el sector financiero tiene una menor rentabilidad, la
eficiencia se convierte en una prioridad fundamental en el plan de transformación de
BBVA. Dicha prioridad se basa en construir un nuevo modelo de organización que sea lo
más ágil, sencillo y automatizado posible.
En el 2018, el ratio de eficiencia fue de un 49,3%, nivel inferior al existente en el
ejercicio previo (49,5%). El aumento de la base de clientes digitales y móviles del Grupo
y de las ventas digitales en todas las geografías donde opera BBVA, tuvo una repercusión
positiva en la eficiencia. En 2018 también se redujo el número de empleados y oficinas
lo que supuso una reducción de los gastos con la consecuente mejoría de la eficiencia
11 El peer group o grupo de entidades comparables en España lo conforma: Santander España, Caixabank,
Popular, Sabadell y Bankinter.
41 | P á g i n a
4.5.2. Ratios de rentabilidad
En la actualidad, el desafío más importante que tienen que afrontar los bancos es
recuperar los niveles de rentabilidad anteriores a la crisis, esto no es una tarea fácil puesto
que los tipos de interés continúan siendo bajos, y a la vez, la presión de las instituciones
reguladoras e inversores es cada vez mayor, por consiguiente, las entidades tienen que ser
cautelosas y centrar su actividad en los negocios más rentables teniendo en cuenta el
capital invertido y el riesgo asumido.
La mejor forma de calcular la rentabilidad bancaria es mediante la utilización de
una serie de ratios. Siguiendo la metodología CAMEL, los ratios de rentabilidad
esenciales son:
ROA (return on assets) = Bº Neto/ Activos Totales Medios12
Expresa la rentabilidad económica, es un indicador que mide la rentabilidad del
total de activos de la empresa. El valor de este ratio debe ser superior al 5% para que la
entidad sea valorada positivamente respecto a su rentabilidad.
ROE (return on equity) = Bº Atribuido/ Fondos Propios Medios
Expresa la rentabilidad financiera, mide la capacidad que tiene la entidad para
retribuir a sus accionistas. Es un indicador muy frecuente para comparar a empresas del
mismo sector, en nuestro caso, entidades financieras.
RORWA (Return of Risk-weighted Assets) = Bº Neto/ Activos Totales Medios
ponderados por riesgo
Es una variación del ROA, la diferencia más importante es que los activos totales
medios en este caso se ponderan por riesgo, ya que incorporan un factor de corrección en
función del riesgo que asume la entidad.
ROTE (Return of Tangible Equity) = Bº Atribuido/ Fondos Propios Medios sin
fondo de comercio
Al igual que el anterior, es una variación del ROE, se diferencia de éste en que
excluye del capital elementos intangibles como el fondo de comercio.
12 En algunas publicaciones se denomina Balance Total Medio
42 | P á g i n a
ROF (Resultado de Operaciones Financieras)
En la práctica no puede considerarse como un ratio puesto que no se expresa en
porcentajes, sino en valores absolutos.
FIGURA 28: RATIOS DE RENTABILIDAD
2014 2015 2016 2017 2018
ROA (%) 0,5 0,46 0,64 0,68 0,91
ROE13 (%) 5,5 5,2 6,7 6,4 10,1
RORWA (%) 0,91 0,87 1,19 1,27 1,74
ROTE (%) 6,7 6,4 8,2 7,7 12
ROF (mill.€) 2.135 2.009 2.132 1968 1223
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de los informes anuales y notas de prensa
de BBVA
FIGURA 29: Evolución Ratios de Rentabilidad
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de los informes anuales (2014-2018) y
notas de prensa de BBVA
Al analizar el valor de los ratios de rentabilidad (ver figuras 28 y 29), comenzamos
en primer lugar con el ROA, observamos que es positivo en todo el espacio que abarca
13 Los ratios ROE y ROTE incluyen en el denominador los fondos propios medios del Grupo y no tienen
en cuenta otra partida del patrimonio neto denominada “Otro resultado global acumulado”. De haberse
tenido en cuenta dicha partida el ROE se situaría en 11,6% en el 2018, 7,4% en el 2017 y 7,3% en el
2016; y el ROTE en el 14,1%, 9,1% y 9,2%, respectivamente.
0,50% 0,46% 0,64% 0,68%0,91%
5,50% 5,20%
6,70% 6,40%
10,10%
0,91% 0,87%1,19% 1,27% 1,74%
6,70% 6,40%
8,20%7,70%
12%
0,00%
2,00%
4,00%
6,00%
8,00%
10,00%
12,00%
14,00%
2014 2015 2016 2017 2018
ROA ROE RORWA ROTE
43 | P á g i n a
desde 2014 hasta 2018, lo que significa que el grupo BBVA ha sabido aprovechar bien
sus activos generando con ello beneficios y gozando de una afianzada capacidad para
remunerar a sus accionistas, si bien, no de una forma homogénea, como se aprecia en
2015 donde se produce una desaceleración.
Al valorar la rentabilidad, el ROA por sí mismo no es suficiente ya que solo sería
válido en el caso de que no existieran deudas, lo cual en la práctica habitual es casi
imposible, por ello se debe emplear también el ROE, que en este caso presenta una
tendencia mayoritariamente creciente durante todo el periodo, excepto 2015 y 2017,
destacando su notable crecimiento en 2018, lo que significa que la rentabilidad para los
accionistas del grupo ha ido en aumento.
Por su parte, el RORWA, al ser una evolución del ROA como anteriormente he
mencionado, sigue una tendencia idéntica a este último. Con el ROTE se nos presenta la
misma situación que con el RORWA, ya que es una evolución del ROE, aunque es
importante destacar que éste último siempre será menor que el ROTE puesto que incluye
el patrimonio intangible en el cálculo, y de este modo el denominador siempre será mayor.
Como hemos podido observar en las cuentas anuales, la cuenta de resultados de
BBVA ha prosperado a lo largo de los 5 años de estudio, un margen de intereses más
eficiente, un mayor margen de comisiones y un mayor Resultado de Operaciones
Financieras hasta 2017, en 2018 se aprecia una leve bajada. El ROF, apreciamos como
comienza a disminuir en 2018, ya que el negocio principal de la entidad no es invertir en
deuda.
4.6. Liquidez: Ratios más utilizados en la literatura a partir de la información
contable o bien la ratio de liquidez que publique la entidad.
La liquidez en una entidad financiera se refiere a su capacidad para hacer frente a
las peticiones de fondos líquidos, esto es a las características de los activos para ser
convertidos en dinero en efectivo de forma inmediata, y además mantener las reservas
mínimas que exige el Banco de España.
Mantener un nivel adecuado de liquidez es imprescindible en el sector financiero
porque cuando una entidad no pueda satisfacer las demandas de reembolso de sus clientes,
porque no tenga fondos líquidos suficientes, existe la posibilidad de que el riesgo de
impago se propague afectando a todo el sistema.
44 | P á g i n a
Los ratios más habituales para determinar la liquidez en el negocio bancario son
los siguientes:
Caja y depósitos en Bancos Centrales/ Activo total
FIGURA 30
Mill.€ 2014 2015 2016 2017 2018
Caja y depósitos en
Bancos Centrales
31.430 43.467 40.039 42.680 58.196
Activo total 631.942
749.855 731.856 690.059 676.689
RATIO 4,97% 5,80% 5,47% 6,18% 8,60%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de los informes anuales de BBVA (2014-
2018)
Los datos extraídos de los estados financieros muestran que tanto la partida Cajas
y depósitos de Bancos Centrales como el activo total han tenido una evolución positiva
en los años considerados. Analizando este ratio en el periodo 2014-2018, se aprecia que
desde 2014 ha experimentado un aumento de un 3,63%, debido al aumento tanto de los
activos totales en mayor proporción que la partida Cajas y depósitos de Bancos Centrales,
tal y como refleja la figura 30.
Activos financieros a valor razonable con cambios en PyG/ Activo total
FIGURA 31
Mill.€ 2014 2015 2016 2017 2018
Activos financieros a valor
razonable con cambios en PyG
2.761 2.311 2.062 2.709 1.313
Activo total 631.942
749.855 731.856 690.059 676.689
RATIO 0,44% 0,31% 0,28% 0,39% 0,19%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de los informes anuales de BBVA (2014-
2018)
45 | P á g i n a
Es destacable en este caso el descenso continuado de este ratio (figura 31), lo que
nos indica que el porcentaje del activo total en activos realizables en el corto plazo ha ido
disminuyendo a lo largo del estudio.
Prestamos/ Activo total
FIGURA 32
Mill.€ 2014 2015 2016 2017 2018
Préstamos 376.086 471.828 465.977 431.521 419.660
Activo total 631.942
749.855 731.856 690.059 676.689
RATIO 59,51% 62,92% 63,67% 62,53% 62,02%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de los informes anuales de BBVA (2014-
2018)
Observamos que los préstamos han ido en aumento hasta 2016 al igual que sucede
con el activo, a pesar de que desde el año indicado ambas partidas han ido en descenso,
el resultado de este ratio dentro del periodo estudiado es que ha aumentado en un 2,51%,
como se desprende de los datos reflejados en la figura 32, lo que nos indica que la liquidez
de BBVA entre 2014 y 2018 ha empeorado, puesto que cuanto más elevado sea este ratio
menor liquidez posee la entidad.
Prestamos/ Depósitos
Conocido comúnmente como ratio LTD ó LtSCD, mide el porcentaje de créditos
financiados con depósitos. Si el resultado bastante inferior al 100%, la entidad podría no
estar consiguiendo una rentabilidad apropiada, ya que tendría la oportunidad de conceder
más préstamos en relación con la cantidad de depósitos de los que dispone. Si, por el
contrario, supera holgadamente el 100%, la entidad requiere financiación externa para
poder seguir concediendo créditos y, llevado al límite, puede indicar una de falta de
liquidez para hacer frente a posibles impagos.
FIGURA 33
2014 2015 2016 2017 2018
RATIO LtSCD 124% 116% 113% 110% 106%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de los informes anuales de BBVA
46 | P á g i n a
El ratio LtSCD ha mantenido una tendencia decreciente hasta el 2018, tal y como
se aprecia en la figura 33. En éste último periodo BBVA ha mantenido una estructura de
financiación fuerte y variada y una naturaleza esencialmente minorista, donde los
recursos de clientes son pilares principales de financiación.
A parte de estas ratios, Basilea III con el objetivo de asegurar que las entidades
cuenten con la liquidez suficiente para hacer frente a sus obligaciones tanto a corto como
largo plazo creó dos nuevos ratios de liquidez: LCR (Coeficiente de Cobertura de
Liquidez), que entró en vigor a nivel europeo en octubre de 2015 y NSFR (Coeficiente
de Financiación Estable Neta), entró en vigor en 2018, estableciéndose como una norma
mínima y de aplicación inmediata.
Son dos nuevos requerimientos para los bancos orientados a disminuir el riesgo
en caso de inestabilidad financiera. Fueron aprobados en 2013 y 2014 respectivamente,
ambos tienen objetivos distintos pero complementarios, así el objetivo del LCR es
fomentar la resistencia en un plazo inferior a 30 días del perfil de riesgo de liquidez de
una entidad, mientras que el objetivo del NSFR minimizar el riesgo de financiación a más
largo plazo.
Analizando los resultados del último trimestre de 2018, el LCR es de un 127%,
significativamente por encima del requerimiento de 100%.
4.7. Perfil global del riesgo
La importancia de la gestión de riesgos en las entidades se ha incrementado
considerablemente como consecuencia de la crisis financiera mundial y los cambios
regulatorios orientados a reforzar la estabilidad financiera y evitar crisis futuras. En
concreto, los requerimientos de Basilea III se centraron en aumentar el nivel y calidad de
los recursos propios, asegurar la liquidez y reducir el apalancamiento, BBVA es una de
las entidades que mejor se ha adaptado a estos requerimientos de capital debido a su
presencia internacional y la diversificación de su cartera.
Los cambios que están realizando las entidades para cumplir con los
requerimientos de los organismos supervisores están orientados a mejorar la gobernanza,
las infraestructuras, los procesos de identificación, medición, seguimiento y reporting, y
con todo ello, la cultura de riesgos de la entidad.
En este sentido, durante los años comprendidos en este estudio, gracias a la
reestructuración bancaria y las medidas de Basilea se comienza a notar la recuperación
47 | P á g i n a
de la economía española, revertiendo gradualmente los nefastos efectos de la crisis.
Muestra de ello se evidencia en el TIER 1 (o CET 1) que ha mantenido un
constante crecimiento, lo que revela la fortaleza financiera de BBVA, ya que entre 2017
y 2018 la ratio de capital ordinario de nivel 1 (CET1) a nivel nacional se redujo levemente,
posicionándose en un 11,9 %, debido, en parte, a las pérdidas registradas por el Banco
Popular que fueron superiores a 3.800 millones de euros, además, en 2018, la ratio CET1
no varío, mientras que BBVA, como hemos mencionado anteriormente, ha mantenido el
valor de esta ratio en un crecimiento continuo.
También mejoraron los principales indicadores de riesgo gracias a la mejora del
sistema bancario español, pues se redujeron los activos dudosos y con ello la ratio de
morosidad, mejora que queda plasmada en el IRS estudiado en el apartado 3.3 del
presente trabajo.
En cuanto a la rentabilidad, los resultados de BBVA han ido mejorando a lo largo
de los 5 años de estudio, gracias al crecimiento económico que comenzó en 2015 a partir
del cual, la recuperación de los tres últimos años ha sido más moderada de lo que se
esperaba.
Principalmente, la rentabilidad de las entidades españolas tuvo un resultado
negativo en la primera mitad de 2017 debido a las pérdidas en el Banco Popular Español
después de su resolución, pero BBVA supo cómo actuar ante tal contexto no presentando
una rentabilidad negativa, pero si bien un resultado bastante más moderado.
En relación con otros sistemas bancarios de la UE, la rentabilidad de los bancos
españoles se sitúa por encima de la media europea, son más eficientes. Así para seguir
mejorando esta eficiencia BBVA llevó a cabo actividades corporativas para reducir el
exceso de capacidad, como reducir los costes de explotación gracias al ajuste llevado a
cabo tanto en empleados como en oficinas.
En cuanto a la liquidez se observan altibajos, concediendo más préstamos que
activos posee la entidad, sin embargo, el LCR es notablemente superior al exigido por
Basilea.
5. CONCLUSIONES
La crisis económica es resultado de una cadena de errores dentro de los sistemas
financieros: en primer lugar, existió un evidente aumento a la exposición al riesgo
48 | P á g i n a
asumida por las entidades al complacer la desmesura de todos los participantes del
sistema, donde los particulares, a modo de ejemplo, pedían una hipoteca para adquirir una
vivienda añadiendo unos cuantos miles de euros más para estrenar también coche,
créditos que las entidades concedían sin realizar un exhaustivo estudio de sus clientes en
cuanto a su capacidad adquisitiva para hacer frente al pago de sus obligaciones, se
concedían créditos sin tener la seguridad de que los prestatarios pudiesen devolverlos.
No obstante, la ratio CET1 de BBVA se sitúa en todos los periodos estudiados,
muy por encima del mínimo CET1 que se exige actualmente en 2019 (4,5%), lo que
implica que la entidad posee una evidente solidez para asumir riesgos, está perfectamente
preparada para afrontar posibles contingencias como las antes mencionadas en caso de
que los prestatarios no pudiesen devolver sus créditos.
Por otro lado, se encuentran fallos en la regulación y supervisión del sistema, la
crisis también es resultado de años de exceso de liquidez en épocas de opulencia,
consecuencia de una política monetaria bastante laxa. De igual modo, la complejidad de
los instrumentos financieros hacía muy difícil el análisis y la gestión del riesgo, al tiempo
que se asignó una probabilidad demasiado baja a los escenarios extremamente negativos,
como los que se han materializado, es decir, se infravaloró el riesgo sistémico al
ampararse en la creencia de que nunca ocurriría.
Esta recesión puso de manifiesto la debilidad del sistema bancario español y su
poca capacidad para predecir y actuar ante contratiempos de índole financiera.
Una de las conclusiones que obtengo de este trabajo es que la gestión del riesgo
es fundamental para las entidades bancarias y, para todo el sistema financiero en general,
puesto que ayuda a detectar indicios de crisis antes de que se produzca y sea irreversible
como ocurrió en 2008.
Las entidades bancarias siempre se han centrado en reducir o eliminar los riesgos
ya que lo consideraban como algo negativo, sin ser conscientes de que dicho riesgo es la
base de su actividad, hoy día esto ha experimentado un cambio radical, surgiendo un
nuevo enfoque al incorporar el riesgo en las tomas de decisiones lo que implica conocer,
medir y gestionar los riesgos de la actividad bancaria.
Lamentable es que no nos demos cuenta de las cosas hasta que ocurren y no tienen
solución, como dice el refrán “de los errores se aprende”, pues este es un claro ejemplo
de ello, hasta que no estalló la crisis las autoridades supervisoras no pusieron en marcha
medidas para fortalecer el sistema bancario, motor de la sociedad, establecer unos niveles
mínimos de capital, etc. Pero como de toda situación negativa es posible extraer aspectos
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positivos, así en la actualidad las entidades financieras son más solventes y rentables,
además la morosidad se ha reducido como consecuencia de la revitalización de la
economía y de unos estudios de la clientela más exhaustivos antes de conceder créditos,
se han reducido los activos dudosos, se concede un mayor número de préstamos y, en
general, el sistema bancario español es más sólido y fuerte.
Centrándonos exclusivamente en los resultados de BBVA, tras el análisis CAMEL
de la entidad podemos concluir, tras analizar los resultados, que nos encontramos ante
una entidad solvente, encontrándose preparada para asumir eventuales riesgos y no verse
afectada de forma significativa, además la TIER 1 muestra un avance ascendente lo que
significa que la entidad tiene cada vez más capacidad para absorber posibles pérdidas.
La entidad también cuenta con una ratio de cobertura alta permitiéndole cubrir
con sus provisiones más del 70% de los créditos morosos en caso de impagos definitivos.
En consonancia con el resto de entidades españolas, BBVA ha reducido su ratio
de morosidad casi un 2% en los 5 años estudiados. Así, podemos concluir que BBVA es
una de las entidades españolas más eficientes y rentables, posicionándose por encima de
la media del peer group y a la cabeza en términos de rentabilidad.
50 | P á g i n a
6. BIBLIOGRAFIA
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ANEXOS FIGURAS
Figura 1: estructura de Basilea II ..........................................................................pág 6
Figura 2: Requerimientos y diferencias de capital entre Basilea II y Basilea III ..pág 9
Figura 3: Disposiciones transitorias Basilea III …………………...…………...pág 11
Figura 4: Clasificación de los riesgos financieros ……………….…………..…pág 11
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Figura 5: Exposición internacional. Préstamos…………………………………pág 15
Figura 6: Relación entre la ratio de exposiciones en situación de impago (eje Y) y
exposiciones totales (eje X)..……………..…………………………………….pág 16
Figura 7: Crédito al sector privado……………………………………………...pág 17
Figura 8: Evolución del crédito hipotecario ……………..…………………..…pág 18
Figura 9: Crédito por tamaño de empresa…………...…………………...……..pág 19
Figura 10: Evolución ratio de dudosos………………. …………………...……pág 20
Figura 11: Indicador de riesgo sistémico ………………..……..………………pág 22
Figura 12: Evolución del Indicador de Riesgo Sistémico (IRS)….….…………pág 23
Figura 13: Comparación ratios de capital 2014-2015…..……………...……….pág 26
Figura 14: Composición de los fondos propios ………….……………….…….pág 26
Figura 15: Ratios de capital………………...………………..………………….pág 27
Figura 16: Niveles de capital y exposición al riesgo……………………………pág 27
Figura 17: Evolución imagen corporativa ……………….……………………..pág 29
Figura 18: Presencia de BBVA en el mundo ……………………………….….pág 30
Figura 19: Test de estrés de la UE según el nivel de solvencia…………..….…pág 31
Figura 20: Ejercicio de transparencia de la UE según el nivel de solvencia……pág 31
Figura 21: Ejercicio de transparencia de la UE según la tasa de morosidad …...pág 31
Figura 22: Calendario de adaptación gradual a CRD IV ………………………pág 35
Figura 23: Ratios de adecuación de capital (en términos fully-loaded) ..………pág 35
Figura 24: Ratios de adecuación de capital (phased-in ) ….……………………pág 36
Figura 25: Ratio de insolvencias ……………………………………………….pág 37
Figura 26: Evolución ratios calidad crédito ……………………………………pág 39
Figura 27: Ratio de eficiencia ………………………………………………….pág 40
Figura 28: Ratios de rentabilidad ………...………………………………….…pág 42
Figura 29: Evolución Ratios de Rentabilidad ………….............................……pág 42
Figura 30: Caja y depósitos en Bancos Centrales/ Activo total ………………..pág 44
Figura 31: Activos financieros a valor razonable con cambios en PyG/ Activo
total……………………………………………………………………………...pág 44
Figura 32: Prestamos/ Activo total…………………...…………………………pág 45
Figura 33: Ratio LtSCD …………………………………..………….…...……pág 45