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12 -18 DE DICIEMBRE | ISAÍAS 6 - 10 “Profecías que cumplió el Mesías Isa 9: 1,2. Se predijo que realizaría su ministerio público en Galilea (w11 15/8 página 10 párrafo 13; ip-1 páginas 124-126 párrafos 13-17).

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12 -18 DE DICIEMBRE | ISAÍAS 6 - 10

“Profecías que cumplió el Mesías

Isa 9: 1,2.

Se predijo que realizaría su ministerio público en Galilea (w11 15/8 página 10 párrafo 13; ip-1 páginas 124-126 párrafos 13-17).

Referencia: w11 15/8 página 10 párrafo 13. 13 Realizaría su ministerio público en Galilea. Refirién-dose a “Galilea de las naciones”, en “la tierra de Zabulón y [...] Neftalí”, Isaías dijo: “El pueblo que andaba en la os-curidad ha visto una gran luz. En cuanto a los que moran en la tierra de sombra profunda, la luz misma ha brillado sobre ellos” (Isaías 9: 1,2). Pues bien, ¿dónde comenzó Jesús su obra? Precisamente en el distrito de Galilea. De hecho, vivió en una de sus ciudades, Capernaum. De este modo, los residentes de Zabulón y Neftalí pudie-ron disfrutar de su iluminación espiritual (Mateo 4: 12-16). Además, fue en Galilea donde Cristo pronunció el Sermón del Monte, eligió a sus apóstoles y realizó su primer mila-gro. Y es muy probable que también fuera allí donde se apareció a más de quinientos discípulos después de resu-citar (Mateo 5: 1–7: 27; 28: 16-20; Marcos 3: 13,14; Juan 2: 8-11; Primera a los Corintios 15: 6). Como vemos, cum-plió las palabras de Isaías al predicar en “la tierra de Za-bulón y [...] Neftalí”. No obstante, llevó el mensaje del Reino por todo Israel. Referencia: ip-1 páginas 124-126 párrafos 13-17. 13 Isaías alude entonces a uno de los peores cataclis-mos que sobrevienen a los descendientes de Abrahán: “La lobreguez no será como cuando la tierra tuvo pre-mura, como en el tiempo anterior cuando uno trató con desprecio a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí y cuando en el tiempo posterior uno hizo que se le honrara... el camino junto al mar, en la región del Jordán, Galilea de las naciones” (Isaías 9: 1). Galilea es un territorio que pertenece al reino norteño, Israel. En su profecía, Isaías engloba en él “la tierra de Zabulón y [...] la tierra de Neftalí”, así como “el camino junto al mar”, una antigua calzada que bordeaba el mar de Galilea y llegaba hasta el Mediterráneo. En tiempos de Isaías, la región recibe el nombre de “Galilea de las naciones”, de-bido probablemente a que los habitantes de muchas de sus ciudades no son israelitas.* [Nota:] * Algunos biblistas han señalado que los habi-tantes de las veinte ciudades galileas que el rey Salomón ofreció a Hiram, rey de Tiro, probablemente no eran israe-litas (1 Reyes 9: 10-13). [Fin de Nota.] ¿Cómo se “trat[a] con desprecio” a esta tierra? Los pa-ganos asirios la conquistan, se llevan a los israelitas al exilio y repueblan toda la región con paganos que no son descendientes de Abrahán. De ese modo, la nación que constituye el reino norteño de diez tribus deja de existir como tal (2 Reyes 17: 5,6,18,23,24). 14 Judá también se enfrenta a la amenaza asiria. ¿Se hundirá en una perpetua “lobreguez”, como le sucedió al reino de diez tribus representado por Zabulón y Neftalí? No. En un “tiempo posterior”, Jehová derramará bendicio-nes sobre el territorio del reino meridional de Judá e inclu-so sobre el que una vez perteneció al reino del norte. ¿Cómo lo hará? 15 El apóstol Mateo responde a esta pregunta en su crónica inspirada del ministerio terrestre de Jesús. Al na-rrar los inicios de dicho ministerio, indica: “Después de salir de Nazaret, [Jesús] vino y se domicilió en Caper-naum, a la orilla del mar, en los distritos de Zabulón y Nef-talí, para que se cumpliera lo que se habló por medio de Isaías el profeta, que dijo: ‘¡Oh tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, por el camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de las naciones!, el pueblo sentado en oscuridad vio una gran luz, y en cuanto a los sentados en una re-gión de sombra como de muerte, la luz se levantó sobre ellos’” (Mateo 4: 13-16). 16 “El tiempo posterior” que Isaías predijo es, efectiva-mente, el período del ministerio terrestre de Jesús, quien pasó la mayor parte de su vida humana en Galilea. Fue en este distrito donde inició su ministerio y empezó a anunciar: “El reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4: 17). En Galilea pronunció su célebre Sermón del Monte, escogió a sus apóstoles, efectuó su primer milagro y, una vez resucitado, se apareció a unos quinientos discípulos (Mateo 5: 1–7: 27; 28: 16-20; Marcos 3: 13,14; Juan 2: 8-11; 1 Corintios 15: 6). Al honrar con tal distinción a “la tie-rra de Zabulón y a la tierra de Neftalí”, Jesús cumplió la profecía de Isaías. Pero no limitó su ministerio a los gali-leos. Predicó las buenas nuevas por todo el país, y así ‘hizo que se honrara’ a la entera nación de Israel, incluida Judá.

La “gran luz” 17 Ahora bien, ¿y la alusión de Mateo a la “gran luz” que aparecería en Galilea? Se trata de otra cita de la profecía de Isaías, quien escribió: “El pueblo que andaba en la oscuri-dad ha visto una gran luz. En cuanto a los que moran en la tierra de sombra profunda, la luz misma ha brillado sobre ellos” (Isaías 9: 2). Para el siglo primero, las falseda-des del paganismo habían eclipsado la luz de la verdad. Los guías religiosos judíos no hicieron sino agravar el problema, pues observaban tradiciones religiosas con las que “invalida[ban] la palabra de Dios” (Mateo 15: 6). Los humildes, bajo la dirección de “guías ciegos”, eran víctimas de la opresión y se sentían desconcertados (Mateo 23: 2-4,16). Cuando se pre-sentó Jesús el Mesías, los ojos de muchas personas mansas se abrieron de un modo maravilloso (Juan 1: 9,12). Con la expresión “una gran luz”, la profecía de Isaías se refiere ati-nadamente a la labor de Jesús mientras estuvo en la Tierra y a las bendiciones que origina su sacrificio (Juan 8: 12).

Isa 9: 6.

Asumiría distintas funciones (w14 15/2 página 12 párrafo 18; w07 15/5 página 6).

Referencia: w14 15/2 página 12 párrafo 18. 18 Durante su Reinado de Mil Años, Cristo llegará a ser padre de otras personas también. ¿Por qué? Porque todos los habitantes de la Tierra que reciban la vida eterna la ob-tendrán gracias a su fe en el sacrificio redentor de Jesús (Juan 3: 16). De ese modo, él se convertirá en su “Padre Eterno” (Isaías 9: 6,7). Referencia: w07 15/5 página 6. Un fundamento seguro para la esperanza Jesucristo dijo a sus seguidores: “Ustedes [...] tienen que orar de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu vo-luntad, como en el cielo, también sobre la tierra’” (Mateo 6: 9,10). Ese Reino celestial —un gobierno en manos de Jesu-cristo— es el medio por el que Dios ejerce su legítima sobe-ranía sobre la Tierra (Salmo 2: 7-12; Daniel 7: 13,14). La multitud de razones por las que la gente siente temor, y que afectan todo aspecto de la vida hoy día, demuestran que se requiere la intervención divina. Felizmente, esa inter-vención se aproxima. Dios ya ha coronado a Jesucristo co-mo Rey Mesiánico y le ha concedido autoridad para vindicar Su soberanía y santificar Su nombre (Mateo 28: 18). Pronto, el Reino eliminará de este planeta las causas de temor y ansiedad. Isaías 9: 6 menciona las credenciales de Jesús como un Gobernante digno de recibir tal responsabilidad y que puede librarnos de nuestros temores. Por ejemplo, se le llama “Padre Eterno”, “Maravilloso Consejero” y “Príncipe de Paz”. Analicemos la entrañable expresión “Padre Eterno”. Signi-fica que Jesús tiene el poder y la autoridad —así como el deseo— de dar a los seres humanos obedientes la posibili-dad de vivir para siempre en la Tierra gracias a su sacrificio redentor. De esta forma, por fin serán liberados del pecado y de la imperfección que heredaron del primer hombre peca-dor, Adán (Mateo 20: 28; Romanos 5: 12; 6: 23). Cristo tam-bién ejercerá la autoridad que Dios le ha otorgado para de-volver la vida a muchos que han muerto (Juan 11: 25,26). Cuando estuvo en la Tierra, Jesús demostró que era el “Maravilloso Consejero”. Gracias a su conocimiento de la Palabra de Dios y a su extraordinaria comprensión de la na-turaleza humana, sabía cómo resolver los problemas cotidia-nos. Desde que fue coronado rey en el cielo, Cristo ha se-guido siendo el “Maravilloso Consejero” y el medio principal por el cual Jehová se comunica con la humanidad. Los con-sejos de Jesús, que se hallan en la Biblia, siempre son sa-bios y acertados. Saber y creer esto redundará en una vida libre de incertidumbre y temor paralizante. Isaías 9: 6 también llama a Jesús el “Príncipe de Paz”. Como tal, Cristo pronto se valdrá de su poder para eliminar todo tipo de desigualdades: políticas, sociales y económicas. ¿Cómo? Al hacer que la humanidad viva bajo un solo go-bierno pacífico: el Reino mesiánico (Daniel 2: 44). Bajo el dominio del Reino, habrá paz eterna por toda la Tierra. ¿Por qué puede usted estar seguro de ello? La razón se expone en Isaías 11: 9, donde leemos: “[Los súbditos del Reino] no harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar”. Con el tiempo, todos los seres humanos tendrán conocimiento exacto de Dios y le obedecerán. ¿Le conmueve esa perspectiva? Si así es, adquiera sin demora el valioso “conocimiento de Jehová”. Usted puede recibir el fortalecedor y vivificante conoci-miento de Dios si examina lo que enseña realmente la Biblia sobre los sucesos de nuestros tiempos y sobre la promesa divina de un brillante futuro. Por eso, lo animamos a aprove-char el programa de clases bíblicas gratuitas que ofrecen los testigos de Jehová de su comunidad. De ese modo verá disi-pados sus temores y hallará verdadera esperanza en un mundo lleno de angustia.

Isa 9: 7.

Su gobernación traerá paz y justicia verdaderas (ip-1 página 132 párrafos 28, 29).

Referencia: ip-1 página 132 párrafos 28, 29. 28 Cuando llegue el momento que Dios ha designado para ello, Cristo instaurará en toda la Tierra una paz que será tanto estable como permanente (Hechos 1: 7). “De la abundancia del regir principesco y de la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino a fin de estable-cerlo firmemente y sustentarlo por medio del derecho y por medio de la justicia, desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido.” (Isaías 9: 7a.) Al ejercer su autoridad como Príncipe de Paz, Jesús no recurrirá a métodos tirá-nicos. No despojará a sus súbditos del libre albedrío ni los dominará por la fuerza. Bien al contrario, todo lo que logre será “por medio del derecho y por medio de la justicia”. ¡Qué cambio más alentador! 29 En vista de los maravillosos significados del nombre profético de Jesús, la forma en que Isaías concluye esta sección de sus profecías es, sin duda alguna, emocionan-te. Escribe: “El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9: 7b). En efecto, Jehová nunca actúa con falta de entusiasmo, sino con celo. Podemos estar seguros de que cumplirá a cabalidad todas sus prome-sas. Por consiguiente, cuantos anhelan disfrutar de paz eterna, sirvan a Jehová con corazón completo. Al igual que Jehová Dios y Jesús, el Príncipe de Paz, que todo siervo de Dios sea “celoso de obras excelentes” (Tito 2: 14).

Busquemos perlas escondidas

Isa 7: 3,4.

¿Por qué salvó Jehová al malvado rey Acaz? (w06 1/12 página 9 párrafo 3).

Referencia: w06 1/12 página 9 párrafo 3. Los reyes de Siria e Israel se proponían derrocar al rey Acaz de Judá y poner en su lugar un títere, al hijo de Ta-beel, que no era de la dinastía davídica. Esta diabólica trama atentaba contra el pacto del Reino celebrado con David. De manera que Jehová salvó a Acaz para preser-var la línea por la cual vendría el prometido “Príncipe de Paz” (Isaías 9: 6).

Isa 8: 1-4.

¿Cómo se cumplió esta profecía?

(it-1 página 1255; ip-1 páginas 111, 112 párrafos 23, 24).

Referencia: it-1 página 1255. La familia de Isaías. Isaías estaba casado. A su esposa se le llama “la profetisa” (Isaías 8: 3), lo que parece dar a entender algo más que solo la esposa de un profeta. Jehová debió usarla para profetizar, como el caso de Débora en el tiempo de los jueces y de Huldá durante el reinado de Josías. (Jueces 4: 4; Segundo de los Reyes 22: 14.) La Biblia menciona a dos hijos que se le dieron a Isaías co-mo “señales y como milagros en Israel”. (Isaías 8: 18.) Sear-jasub tenía la suficiente edad en los días de Acaz como para acompañar a su padre, Isaías, cuando este entregó un mensaje a ese rey. El nombre Sear-jasub significa: “Un Simple Resto (Los Que Queden) Volverá(n)”. Este nombre era de naturaleza profética en el sentido de que era tan seguro que a un hijo de Isaías se le había dado ese nombre como que el reino de Judá sería destruido y solo un resto regresaría después de un tiempo en el exilio. (Isaías 7: 3; 10: 20-23.) Este regreso de un pequeño resto tuvo lugar en 537 antes de la era común, cuando el rey Ciro de Persia emitió un decreto por el que se liberaba a los israelitas de Babilonia después de un exilio de setenta años. (Segundo de las Crónicas 36: 22,23; Esdras 1: 1; 2: 1,2.) A otro hijo de Isaías se le puso nombre antes de su concep-ción, y este nombre se escribió en una tablilla y varios testigos confiables lo atestiguaron. Al parecer, este hecho se mantuvo en secreto hasta después del nacimiento, momento en que los testigos podían presentarse y dar testimonio de la predicción que había hecho Isaías sobre este nacimiento, lo que demostra-ba su carácter profético. El nombre que por mandato de Dios se le dio al muchacho fue Maher-salal-has-baz, que significa “¡Apresúrate, oh [o: Apresurándose al] Despojo! Él Se Ha Apre-surado al Saqueo”. Se dijo que antes de que el hijo supiese cla-mar “¡Padre mío!” y “¡Madre mía!”, desaparecería la amenaza que existía contra Judá por la conspiración de Siria y del reino de diez tribus de Israel. (Isaías 8: 1-4.) La profecía indicaba que pronto le llegaría alivio a Judá; eso ocurrió cuando Asiria desbarató la campaña del rey Rezín de Siria y del rey Péqah de Israel contra Judá. Los asirios captura-ron Damasco y posteriormente, en el año 740 antes de la era común, despojaron y destruyeron el reino de Israel, cumpliendo plenamente el significado profético del nombre del niño. (Segundo de los Reyes 16: 5-9; 17: 1-6.) Sin embargo, en vez de confiar en Jehová, el rey Acaz había intentado detener la amenaza de Siria e Israel comprando la protección del rey de Asiria. Por este motivo, Jehová permitió que Asiria llegase a ser una gran amenaza para Judá e invadiera la tierra hasta la mis-ma Jerusalén, como Isaías había advertido. (Isaías 7: 17-20.) Isaías habló muchas veces de “señales” que Jehová daría, entre las que figuraban sus dos hijos y, en una ocasión, el pro-pio Isaías. Jehová le ordenó que anduviese “desnudo y descal-zo” durante tres años como señal y portento presagioso contra Egipto y contra Etiopía, dando a entender que el rey de Asiria los llevaría cautivos. (Isaías 20: 1-6; compárese con Isaías 7: 11,14; 19: 20; 37: 30; 38: 7,22; 55: 13; 66: 19.) Referencia: ip-1 páginas 111, 112 párrafos 23, 24. 23 Isaías vuelve ahora a referirse a la situación presente. La coalición siroisraelita aún asedia a Jerusalén cuando el profeta da este informe: “Jehová procedió a decirme: ‘Toma para ti una tabla grande y escribe sobre ella con estilo de hombre mortal: “Maher-salal-has-baz”. Y déjeseme tener atestación para mí mismo por testigos fieles, Urías el sacerdote y Zacarías el hijo de Jeberekías’” (Isaías 8: 1,2). El nombre Maher-salal-has-baz significa “¡Apresúrate, oh Despojo! Él Ha Venido Rápidamente al Saqueo”. Isaías solicita a dos hombres respetados de la co-munidad que sean testigos de que escribe ese nombre en una tabla grande, para que posteriormente puedan confirmar la au-tenticidad del documento. Esta señal, no obstante, se verá co-rroborada por otra, una segunda. 24 Dice Isaías: “Entonces me acerqué a la profetisa, y ella quedó encinta, y con el tiempo dio a luz un hijo. Jehová ahora me dijo: ‘Ponle por nombre Maher-salal-has-baz, porque antes que el muchacho sepa clamar: “¡Padre mío!”, y: “¡Madre mía!”, uno se llevará los recursos de Damasco y el despojo de Sama-ria delante del rey de Asiria’” (Isaías 8: 3,4). Tanto la tabla gran-de como el recién nacido serán señales de que Asiria pronto saqueará a Siria e Israel, los opresores de Judá. ¿Cuándo exactamente? Antes de que el pequeño sea capaz de pronun-ciar las primeras palabras que aprenden la mayoría de los ni-ños: “Padre” y “Madre”. Una predicción tan exacta debería forta-lecer la confianza del pueblo en Jehová. Pero también podría hacer que algunos individuos se burlaran de Isaías y sus hijos. Sea como fuere, las palabras proféticas de Isaías se cumplieron (2 Reyes 17: 1-6)

¿QUÉ ME ENSEÑA SOBRE JEHOVÁ LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA?

*** w14 15/8 págs. 19-20 párrs. 14-16 Jehová se acerca a nosotros *** 14 Piense también en lo que escribió Isaías. Al ver la gloria de Dios en una visión, se dio cuenta de lo imperfec-to que era y se sintió impulsado a decir: “¡Ay de mí! ¡Pues puedo darme como reducido a silencio, porque hombre inmundo de labios soy, y en medio de un pueblo inmundo de labios moro; pues mis ojos han visto al mismo Rey, Jehová de los ejércitos!” (Is. 6:5). ¿Qué ángel hubiera po-dido escribir esas palabras? Pero Isaías pudo escribirlas, y nosotros, que somos imperfectos como él, podemos entender lo que sintió. 16 Si meditamos en lo que dice la Biblia de cómo trató Jehová a sus siervos fieles en el pasado, aprenderemos muchísimas cosas sobre nuestro Dios, quien con pacien-cia y amor se acercó a aquellas personas imperfectas. Así llegaremos a conocerlo muy bien y a amarlo profun-damente. Como resultado, nos sentiremos más cerca de él (lea Salmo 25:14). *** bh cap. 1 pág. 11 párr. 10 ¿Cuál es la verdad acerca de Dios? *** 10 Además, Dios es santo (Isaías 6:3). Eso significa que es puro y limpio, que no tiene ninguna maldad. Por este motivo podemos confiar por completo en él, algo que no puede decirse de los seres humanos, que en ocasio-nes se vuelven corruptos. Ni siquiera el más honrado de los gobernantes tiene el poder de reparar el daño que provocan las personas malvadas. *** w13 15/8 pág. 11 párr. 8 Nunca se enoje con Jehová *** 8 Las penurias y dificultades nos pueden desani-mar (lea Isaías 8:21, 22). En tiempos de Isaías, la nación de Judá se encontró en una situación muy difícil. Estaban rodeados de enemigos. La comida escaseaba. Muchos pasaban hambre. Pero, aún peor, el pueblo de Dios pade-cía hambre espiritual (Amós 8:11). En vez de acudir a Jehová en medio de estas dificultades, comenzaron a “[invocar] el mal contra su rey y contra su Dios”. En efecto, culparon a Jehová de sus males. Si a nosotros nos sobreviniera una tragedia o pasáramos por algún pro-blema, podríamos caer en la misma trampa que ellos y decir en nuestro corazón: “¿Dónde estaba Jehová cuando yo lo necesitaba?”. *** g05 8/11 pág. 19 ¿Discrimina la Biblia a la mu-jer? *** En realidad, Dios detesta todo tipo de explotación y abuso (Éxodo 22:22; Deuteronomio 27:19; Isaías 10:1, 2). La Ley de Moisés condenaba la violación y la prostitución (Levítico 19:29; Deuteronomio 22:23-29), así como el adulterio, el cual sancionaba con la muerte a ambas par-tes (Levítico 20:10). Lejos de discriminar a la mujer, la elevaba y la protegía contra las vejaciones habituales en países vecinos. En efecto, la esposa hebrea capaz era muy respetada y valorada (Proverbios 31:10, 28-30). La culpa de que los israelitas no siguieran las leyes divi-nas y a veces denigraran a la población femenina la te-nían ellos, no Dios (Deuteronomio 32:5). Al final, él juzgó a la nación y la castigó por su flagrante desobediencia. *** w05 1/6 págs. 13-14 párr. 18 Jehová salvaguarda a los que confían en él *** 18 “El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo”, se nos advierte. ¿Por qué? Jehová responde: “El propio ensalzamiento y el or-gullo [...] he odiado” (Proverbios 8:13; 16:18). No es sor-prendente que Jehová se indignara tanto por “la insolen-cia del corazón del rey de Asiria y por el engreimiento de su altanería de ojos” (Isaías 10:12). Jehová le pidió cuen-tas. Pronto, el mundo de Satanás, con sus orgullosos y engreídos dirigentes —sean visibles o invisibles—, tam-bién deberá rendir cuentas. ¡Que nunca reflejemos la acti-tud obstinada de los adversarios de Jehová! *** w99 15/3 pág. 19 párr. 14 Enseñemos con pers-picacia y persuasión *** 14 Los profetas de Dios utilizaron muchas ilustraciones impactantes. Cuando los asirios, a quienes Dios había usado como instrumento para castigar a los israelitas, re-currieron a la crueldad sin sentido, Isaías expuso su pre-suntuosidad con esta ilustración: “¿Se dará realce a sí misma el hacha sobre el que corta con ella, o se engran-decerá la sierra sobre el que la mueve de acá para allá?” (Isaías 10:15). Jesús también utilizó muchas ilustra-ciones cuando enseñaba. Se dice que “sin ilustración no les hablaba” (Marcos 4:34). Las buenas ilustraciones son eficaces porque atraen tanto a la mente como al co-razón. Permiten que los oyentes absorban nueva informa-ción con rapidez comparándola con algo que les resulta familiar.

¿QUÉ IDEAS DE LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA PUEDEN SERVIRME EN LA PREDICACIÓN?

*** km 7/14 pág. 2 párr. 2 ¿Cómo me ve Jehová? ***

2 Utilice la Biblia como un espejo. Los relatos bíbli-cos acerca de siervos leales de Jehová nos ayudan a ver qué cualidades son hermosas a los ojos de él. Por ejem-plo, el rey David mostró celo por el nombre de Dios (1 Sam. 17:45, 46). El profeta Isaías se ofreció con valor para predicar en un territorio difícil (Is. 6:8, 9). El profundo amor de Jesús por su Padre celestial hizo que viera el ministerio como algo reanimador, una fuente de satisfac-ción, y no como una carga molesta (Juan 4:34). Los cris-tianos del siglo primero predicaron con fervor, confiaron en Jehová y se resolvieron a no darse por vencidos (Hech. 5:41, 42; 2 Cor. 4:1; 2 Tim. 4:17). Meditar en esos ejemplos nos ayuda a ver cómo somos, con la meta de mejorar la calidad de nuestro servicio sagrado. *** km 1/92 pág. 8 párrs. 2-4 Introducciones para captar la atención de los amos de casa *** ▪ “Buenos días. Me llamo ______. Me preocupa cuan-do leo acerca de personas que mueren de hambre o debi-do a guerras. ¿Cuál es su opinión al respecto?”. Otras preguntas útiles para comenzar una conversación son: “¿Cuál es la solución a los problemas del mundo?”, “¿cree usted que hay alguien que pueda eliminar de la Tierra los problemas de hoy?”, “¿qué hay si hubiera un gobernante con las capacidades que se mencionan en Isaías 9:6, 7? [lea y comente sobre este texto] ”. ▪ “¿Cómo cree que será la vida de usted y de su familia en diez años? Lo que la Biblia dice en cuanto al futuro es muy animador porque predice la venida de un gobernante que reinará de acuerdo con normas perfectas. Note lo que dice acerca de él Isaías 9:6, 7”. ▪ “¡Hola! Estamos considerando con la gente el asunto de la seguridad personal. Se cometen muchos delitos por todas partes, y eso afecta nuestra vida”. Luego, una pre-gunta como: “¿Qué solución hay?” o “¿cree usted que hay alguien que pueda eliminar de la Tierra estos proble-mas?” o “¿qué hay si hubiera un gobernante con la capa-cidad de hacer eso?” podría ayudar a entablar una con-versación. Entonces pudiera leer Isaías 9:6, 7. *** km 2/06 pág. 8 Cómo presentar las revistas *** “Si usted pudiera elegir a alguien para que gobernara el mundo, ¿a quién escogería? [Permita que responda.] Este número de La Atalaya examina las pruebas de que Jesús era el Mesías, el escogido por Dios para reinar so-bre la Tierra. También explica cómo su reinado beneficia-rá a la humanidad.” Lea Isaías 9:6, 7. *** km 12/04 pág. 8 Cómo presentar las revistas *** “En esta época del año, por todo el mundo se conme-mora de diversas maneras el nacimiento de Jesús. ¿Sabía que las profecías de la Biblia relacionan su naci-miento con la paz duradera? [Permita que responda. Lue-go lea Isaías 9:6, 7.] Esta revista explica cómo se alcan-zará esa paz.” *** km 10/02 pág. 8 Cómo presentar las revistas *** “¿Cree usted que las oraciones de los guías religiosos y de otras personas traerán la paz mundial? [Espere que responda.] La Biblia promete un período de paz global [lea Isaías 9:6, 7]. ¿Ha notado que se habla de un gober-nante especial que se encargaría de lograr dicha paz? Este número de ¡Despertad! señala quién es ese gober-nante y cómo conseguirá traer verdadera paz.” *** km 10/92 pág. 8 párr. 3 Utilice una introducción motivadora *** ▪ “Si usted pudiera escoger, ¿cuál sería el primer pro-blema que corregiría de todos los que el mundo afronta?”. Escuche con atención la respuesta del amo de casa y concuerde con él si es adecuado. Después pudiera decir algo como: “Fíjese en la solución que presenta la Biblia. [Lea Isaías 9:6, 7.] De modo que la verdadera solución a todos los problemas de la humanidad yace en el gobierno justo del Mesías, Jesucristo”. *** g 2/14 pág. 5 El espiritismo *** “¿Debe recurrirse a personas muertas en pro de personas vivas?” (Isaías 8:19)

LECTURA DE LA BIBLIA: ISAÍAS 7: 1-17