PROYECTO DEESCUELA PARA PADRES

“EL NIÑO FELIZ”

2015 – 2016

CAM ALMA EVELIA LLAMAS ARIAS.

COORDINADORES:

Psic. Ana Patricia Soto Martínez.

Psic. Mario de la Cruz Arreola.

Psic. Lorena Durazo Bazua.

1. TITULO DEL PROYECTO.

“El niño feliz”

11. INTRODUCCION. El número de personas que padecen trastornos psicológicos ha aumen- tado considerablemente las últimas décadas. Los episodios neuróticos se han transformado en una manera de vivir. Este alarmante fenómeno es un indicio acusador contra una desafortu- nada omisión de nuestra cultura: Los padres no están entrenados debida- mente para llevar a cabo la tarea que les toca. El hecho es que, mientras se invierten sumas inmensas en la enseñanza de conocimientos teóricos y pro- fesionales, el arte del progenitor capaz de formar a sus hijos queda librado al azar, o a unas pocas lecciones sueltas. Cuando se trata de vigilar el desa- rrollo físico e intelectual de los hijos, se les remite sin limitaciones a los servicios de médicos y educadores; en cambio para la orientación de los niños hacia la salud emocional el padre confía por completo en sus propias fuerzas. Nuestra sociedad se olvida de dar a los padres entrenamiento específico para su trabajo y parece fundarse en el supuesto de que todo ser humano ha de saber cómo se cría a un niño. En los hechos, el ser padre no se le do- ta a la persona ni de los conocimientos ni con las habilidades que se necesi- tan para formar jóvenes confiados en sí mismos, emocionalmente estables y capaces de vivir como personas que funcionan plenamente y desarrollan existencias significativas. En resumen, debemos llegar a la conclusión de que no prestamos a la prevención de la enfermedad la atención que merece La mayoría de los padres hacen todo lo que pueden; muchas veces, por desgracia, eso significa dar vueltas y vueltas sobre las mismas equivocacio- nes. Por otra parte, tanto ellos como sus hijos tienen que vivir con el pro- ducto de sus errores involuntarios, errores que tenderán a transmitirse a generaciones futuras. A menos que comprendan por completo la naturaleza del material hu- mano y trabajen con él, los padres se moverán a ciegas y acaso tengan que pagar un alto precio. Y en este sentido, ellos ansían disponer de una regla básica que los guíe en cuanto a qué hacer y qué no hacer, especialmente en los momentos de tensión y desconcierto.

Hoy en día, se tiene ya experiencia suficiente y comprobada para dar precisamente un paradigma de este tipo: el niño que posee autoestima elevada es el que mas probabilidad tiene de triunfar. ¿Qué es la autoestima? Es lo que cada persona siente por sí misma. Su juicio general acerca de sí mismo, la medida en que le agrada su propia per- sona en particular. La autoestima es un sentimiento que se expresa siem- pre con hechos. En un niño puede detectarse su autoestima por lo que ha- ce y por cómo lo hace. La autoestima elevada no consiste en un engreimiento ruidoso. Es, en cambio, un silencioso respeto por uno mismo, la sensación del propio va- lor. Cuando uno la siente en lo profundo de su ser, se alegra de ser quien es. El engreimiento no es más que una delgada capa que cubre la falta de autoestima. Aquél cuya autoestima es elevada no pierde el tiempo en im- presionar a los demás: sabe que tiene valor. El concepto que el niño tiene de sí mismo influye entre otras cosas, en la forma en que se lleva con los demás, afecta su creatividad, su integridad, su productividad y su estabilidad, determina la forma en que emplea sus aptitudes y habilidades. La actitud hacia sí mismo pesa en forma directa sobre la forma en que vivirá todas las etapas de su vida. El respeto sólido por uno mismo se funda en dos convicciones principa- les:

“Soy digno de que me amen” (“Importo y tengo valor porque existo”) y “Soy valioso” (“Puedo manejarme a mí mismo y manejar lo que me rodea, con eficiencia. Sé que tengo algo que ofrecer a los demás”)

Y esas necesidades no terminan con la infancia. Todos la tenemos, y nos acompañarán hasta la muerte. La prescripción no habla de que uno ame a su niño”, sino de que “el niño se sienta amado”. Y existe una enorme diferencia entre ser amado y sentirse amado. Lo mismo que ocurre con el amor se aplica al hecho de que el niño se sienta valioso. Debemos saber cómo llega a destino el mensaje que le transmitimos en cuanto a que él es eficiente y tiene algo para ofrecer a los demás. De esa manera, también ese sentimiento podrá transformarse en parte de la imagen de sí mismo. Ahora bien: ¿de dónde proviene esta autoestima que constituye el ingrediente decisivo de la salud mental? Estudios indican que este factor no se relaciona ni con la fortuna familiar, ni con la educación, ni con la

zona geográfica de residencia, ni con las clases sociales. Depende, en cambio de la calidad de las relaciones que existan entre el niño y aquéllos

que desempeñan papeles importantes en su vida. Por esto es fundamental el clima psicológico en que le toque vivir.

EL FENOMENO DE LOS ESPEJOS.

“Los espejos crean nuestras propias imágenes”. Para saber si el clima que rodea a los hijos los nutre o los marchita, debemos indagar y comprender:

1. En qué medida se induce la autoestima elevada;

2. En qué forma la visión de sí mismo por parte del niño afecta su comportamiento;

3. Cuál es el precio que el niño paga por vivir con una autoestima baja;

4. Qué podemos hacer para fomentar la autoestima elevada.

¿Alguna vez nos hemos imaginado a nosotros mismos como espejo? Pues sepamos que lo somos: un espejo psicológico que el niño emplea para construir su propia identidad, y que toda la vida de él ha de resultar afectada por las conclusiones que obtenga de la observación implícita. Los niños nacen sin sentido del yo. Tras haber sido uno con su madre durante nueve meses, no sabe dónde termina él y dónde empieza el resto del mundo. No sabe que él es una persona. Mucho antes de entender el significado de las palabras, el niño habrá reunido impresiones generales acerca de sí mismo (y el mundo), a través de la forma en que los demás lo traten. El es sensible al hecho de que lo levanten en brazos tiernamente o lo sacudan como si fuera una bolsa de papas. Advierte cuándo se respeta su apetito, y cuándo se lo ignora. Los niños se mantienen particularmente atentos a los estados emocio- nales de sus madres. Si está apurada, tensa, él se muestra exigente y poco dispuesto a colaborar en el cambio de pañales y en la comida. Cuando ella, en cambio, está tranquila, él se pone pacífico y apacible. Todo lo que el bebé hace es responder al lenguaje corporal de su madre que le informa si el tiempo psicológico es bueno o tormentoso. Las

primeras impresiones que tendrá de sí mismo dependerán de la calidad de los mensajes corpora- les de ella. Algunos experimentos con niños indican que el grado de correspon- dencia cálida que se le brinde a la criatura habrá de constituir los cimien- tos de la visión positiva de sí misma que dicha criatura tenga en el futuro.

Esta correspondencia está compuesta por los tipos de atención, sonrisas, abrazos, canciones y conversaciones que demos a los niños. Los padres que juegan con sus hijos pueden hacerlo de manera que refleje cálido respeto y deleite. Esos reflejos ponen al bebé en el camino hacia la autoestima eleva- da. Los padres que, por el contrario, nunca juegan con su hijo, o bien lo cuidan con frialdad, no le transmiten impresiones precoces de la impor- tancia que él tiene para ellos.

Los mensajes hablados. Cuando el niño comienza a comprender el significado de las palabras, se inaugura para él un nuevo medio de describirse a sí mismo. Cuando la madre lo describe como “malo”, “tonto”, y constantemente le devuelve reflejos negativos de sí mismo, el niño concluye que esa debe ser una de sus cualidades que posee: “Debo ser una persona insignificante”, “Si no le gusto a mis propios padres, ¿a quién más habría de gustarle?”. A lo largo de los años, el niño sólo oirá, entonces, expresiones de este cariz. De una cosa no caben dudas: las palabras tienen poder. Tanto pueden servir para erigir como para derrumbar el propio respeto. Pero las palabras deben acompañar a sentimientos verdaderos. La alta autoestima no proviene de la adulación.

El trato define la propia imagen. La autoestima elevada proviene, entonces, de las reflexiones positivas que se hagan en torno del niño. Pero los atributos externos de “logros” no son índice seguro de paz interior. La autoestima legítima, que es lo que nos interesa aquí y ahora, se refie- re a lo que uno piensa de sí mismo en privado, y no al hecho de poder pre- sentar una buena fachada. No basta con decir a un niño que él es un indivi- duo especial. Para sentirse completamente bien por dentro, los niños ne- cesitan experiencias vitales que prueben que ellos son valiosos y dignos de que se los ame. Lo que cuenta es la experiencia, que habla con más fuerza que las palabras.

“Todo niño se valora a sí mismo tal como haya sido valorado”.

También los demás son espejos. Por supuesto, el padre/madre no es el único espejo de la vida de su hijo. Toda persona que pase con él períodos prolongados influye sobre la autoimagen del niño. Es mucho lo que los maestros aportan a la visión de sí mismo por parte del niño.

Autoestima y discapacidad. Cuando en los padres se instalan creencias alrededor de la discapacidad de su hijo, su trato hacia él cambia, su relación cambia y se va estableciendo una vinculación característica, ya no pueden confiar en él, no pueden creer que puede desarrollar actividades por él mismo; entonces surge la

sobreprotección o el rechazo evidente, y no lo deja solo, no lo impulsa a que desarrolle sus propias posibilidades. Esta clase de vinculación alcanza a los demás miembros de la familia, produciéndose diversas reacciones que generan una dinámica familiar peculiar y específica. El padre, por lo general, no se ocupa demasiado de la educación de su hijo, es la madre la que lo debe hacer, así entonces, la madre empieza a dedicar todo su tiempo a la atención del niño. Analizando un poco esta situación, pareciera que el niño con discapaci- dad se mantuviera fuera de las reglas familiares; puede ser el preferido o el totalmente ignorado, pero en ambos casos queda fuera del rol de hijo debido a que no está sujeto a las mismas normas familiares que el resto de los miem- bros.

Dominio y realización. Cuando el niño que da sus primeros pasos advierte que se encuentra separado de los demás, trata de superar su desamparo mediante el dominio de sí mismo y de su entorno. Los éxitos y los fracasos que obtiene en esta tarea se reflejan en su actitud hacia sí mismo. Su capacidad le permite verse a sí mismo de manera distinta de lo que hace otro niño. El niño llega a conclusiones acerca de quién es él, de acuer- do con sus propias comparaciones de sí mismo con los demás, y de acuerdo también con las reacciones de los demás ante él. La profundidad para autoevaluarse y compararse va íntimamente relacionado con la capacidad intelectual, de tal manera que, a mayor capacidad cognitiva mayor posibi- lidad de autoevaluación y de tener una conciencia subjetiva de quién es él. Las actitudes de los demás hacia la capacidad del niño son más impor- tantes para él que la posesión de cualquier rasgo particular. El hecho es que cualquier incapacidad le resulta mucho menos vital que las reacciones que dicha incapacidad suscita en quienes lo rodean. Las actitudes de pie- dad y de desdén hacen que el niño se sienta infortunado, y mutilan la ima- gen de sí mismo en un terreno específico de su vida. Cuando se considera la importancia de “la habilidad” para la autoes- tima, se debe tener en cuenta que los éxitos pesan más cuando se producen en los terrenos que más interesan al niño. Toda actividad a la que se dedi- que proporciona al niño más información acerca de sí mismo.

La autoconfianza en un terreno no significa, necesariamente, confianza en todos los terrenos. Cuanto más amplia la autoestima del niño, tanto más plena y confiada será su acentuación en todos los campos de su vida.

“No importa quién es uno, sino quién cree uno que es”

LA TRAMPA DE LOS REFLEJOS NEGATIVOS. La autoestima no es inamovible, pero tampoco resulta fácil modificarla una vez que se ha forjado. La visión de sí mismo por parte del niño cam-bia, por lo general, a medida que éste crece y vive experiencias nuevas. El autorrespeto de Jaime, por ejemplo, sube un escalón cuando el crecimien- to físico le permite andar en bicicleta. El proceso de construcción de la autoimagen se desarrolla de la siguien- te manera: nuevos reflejos, nuevas experiencias o nuevas etapas del creci- miento llevan a nuevos éxitos o fracasos, que a su vez desembocan en enun- ciados nuevos o corregidos acerca del yo. De ese modo, el autoconcepto de casi toda persona evoluciona durante toda su vida.

Los autoconceptos rígidos. Pero, a veces, la actitud del niño respecto de sí mismo se hace rígida. Y ello prepara el camino para la aparición de problemas. ¿Cómo ocurre semejante cosa? Cuando el niño siente que no hay razones para que los demás lo quie-ran, las pruebas que pueda recoger de su propia capacidad y valor tal vez carezcan de significado para él. El niño convencido firmemente de no ser bueno ni querible, se polariza emocionalmente, por decirlo así, de tal modo que sólo recibe aquellos reflejos que confirmen su imagen negativa, impi- diendo ver todo mensaje en sentido contrario. Al no gustarse a sí mismo el niño ignora o rechaza los reflejos que no concuerdan con esta imagen de sí mismo. La razón de este fenómeno consiste en que todo ser humano debe resultar coherente para sí mismo. Una ventaja adicional del sentirse digno de ser amado reside en que la confianza en su propia persona permite al niño aceptar su falta de ciertas habilidades sin peligro para su autoestima. Puesto que gusta de sí mismo, el niño no se siente obligado a ser perfecto. Los defectos propios no repre- sentan para él pruebas de ineptitud personal, sino zonas de crecimiento. La baja autoestima del niño, en cambio, lo afecta en que él utiliza cada una de sus debilidades como arma contra sí mismo. Espera

alcanzar la perfec- ción en todo y, por consiguiente, nada de lo que hace le parece aceptable.

La baja autoestima se encuentra ligada con el planteo a uno mismo de exigencias imposibles de cumplir.

Una vez fraguada nuestra autoimagen, la necesidad de coherencia interna nos insta a protegerla y conservarla. Si quienes poseen baja autoestima admitiesen los reflejos positivos, tendrían que modificar sus conceptos fundamentales acerca de sus propias vidas. Y ello implicaría replantear su creencia básica acerca de sí mismo, en virtud de la cual se sienten indignos de que los quieran.

El tener que abandonar la única identidad que el niño conoció durante un considerable tiempo, es una empresa que lo desequilibra ampliamente, por insatisfactoria que fuere dicha identidad. La vida con lo conocido es mucho más segura; no importa lo desagradable que pueda ser. La persona que se aferra a una identidad negativa no hace sino protegerse contra grandes cambios. Y el cambio es algo que toda persona con baja autoestima ve con ojos de alarma y desconfianza. Aunque el niño haya tenido muchas experiencias negativas, su respuesta es casi siempre buena cuando se lo coloca en un clima iluminado por reflejos positivo. Los padres que modifican su actitud y comienzan a brindar reflejos nutricios a sus hijos observan en éstos, cambios sorpren- dentemente positivos en periodos relativamente breves. Por otra parte, es frecuente que, sin que se registren cambios en el entorno del hogar, los ni- ños con baja autoestima den importantes pasos hacia su elevación cuando entran en contacto con maestros, parientes o amigos que les proporcionan un clima adecuado. ¿A qué se debe el que ciertos niños desarrollen conceptos rígidos en cuanto a su propia incapacidad? Uno de los factores que determinan este fenómeno puede ser la heren-cia. En virtud de sus sistemas nerviosos, algunos niños son más sensibles que otros a todo lo que los rodea (comidas, luz, color, sonido, aprobación y desaprobación). Cada niño posee una conformación genética única, y reac- ciona de acuerdo a ella. Por otra parte, la rigidez de la baja autoestima dependerá de qué tan tempranos, frecuentes e intensos han sido los reflejos negativos recibidos, y de la cantidad de fuentes distintas que han producido tales reflejos. ¿A qué edad se establece la rigidez? Un niño de inteligencia promedio, ya tiene opinión formada acerca de sí mismo como persona hacia los cinco años de edad. Por lo demás, para que la rigidez tenga lugar es necesario que se conjuguen varios factores. Ningún factor aislado o experiencia única genera la rigidez por sí solo.

111. JUSTIFICACION. La autoestima, es pues, el punto de partida para el desarrollo positivo de las relaciones humanas, del aprendizaje, de la creatividad y de la res- ponsabilidad personal. Es el “aglutinante” que liga la personalidad del niño y conforma una estructura positiva, homogénea y eficaz. Siempre será la autoestima la que determine hasta qué punto podrá el niño utilizar sus recursos personales y las posibilidades con las que ha nacido, sea cual fuere la etapa de desarrollo en que se encuentre.

Los niños siempre tienen motivos para hacer lo que hacen. Nuestros esfuerzos por llevarlos por un camino positivo dependen, en gran medida, de nuestra capacidad de comprender las razones o los motivos de sus actos. Muchas veces, estos motivos están “ocultos”; provienen de sentimientos o

sensaciones que se encuentran “dentro” del niño y que éste no es capaz de describirnos.

Aunque ni padres ni educadores podemos controlar todo lo que le ocurre al niño, sí podemos influir en amplias áreas de sus actividades y responderle mejor cuando experimente angustia. Un niño se siente bien cuando tiene mucha autoestima. Lo contrario ocurre cuando tiene poca. La llave que pue- de abrirnos a la comprensión, con el fin de ayudar al niño a sentirse bien con mayor frecuencia, es observar cómo se comporta en diversas situaciones.

Hay ocasiones en que, por mucho que queramos que nuestros niños ten- gan autoestima, nuestros esfuerzos para dotarles de sentimientos positivos hacia ellos mismos parecen inútiles. Entonces nos sentimos confusos y preo- cupados.

Precisamente, para eliminar esta confusión hemos realizado este proyec- to. Todo lo que en él se dice está pensado para que los padres de familia pue- dan comprender mejor a sus hijos y para aclararles todos aquellos aspectos de su comportamiento que puedan parecerles confusos o incoherentes.

111. OBJETIVO GENERAL.-

Este curso/taller  “El niño feliz” tiene como objetivo fundamental o- frecer las herramientas y estrategias necesarias para que los padres pue- dan favorecer y aumentar la autoestima de sus hijos, así como reforzarla.

 1V. METODOLOGIA.-

El curso/taller se llevará a cabo mediante un proceso de aprendizaje empleando la combinación de breves explicaciones teóricas, así como de toma de conciencia a través de dinámicas y ejercicios prácticos individua- les y/o dinámicas grupales. 

V. ENCUADRE DEL PROGRAMA.- NUMERO DE SESIONES : 10

TEMAS POR SESION : 1ra. Sesión: “Creando un clima de confianza” (encuadre y rompehielos). 2da. Sesión: “¿Qué es la autoestima?”. 3ra. Sesión: “Mi poder creativo”. 4ta. Sesión: “Mi autoestima en acción”. 5ta. Sesión: “Reconociendo la parte oculta de mi relación con mi hijo”. 6ta. Sesión: “Los 4 aspectos de la autoestima”, “Vinculación”. 7ma. Sesión: “Modelos y pautas”. 8va. Sesión: “La unicidad”. 9na. Sesión: “El poder”. 10ma. Sesión: “Cierre del programa”

LUGAR DONDE SE LLEVARA A CABO : Sala de juntas del CAM.

TEMPORALIDAD : una vez por semana, los días jueves a partir del 1ro. de octubre de 8 a 10 a.m.

RECURSOS MATERIALES : Hojas blancas, lápices, colores, pintarrón, marcadores, cartulinas, masking-tape, stickers, proyector, cd’s de música, reproductor de cd’s, laptop, videos, fotocopias de lecturas cortas, fotocopiadora, diplomas. Para los gafetes: animales de madera.

EVIDENCIAS: listas de asistencia, fotografías, evaluación del taller por los padres.

VI. FUENTES DE CONSULTA: -Libro: “Cómo desarrollar la autoestima en los niños”. Harris Clemes y Reynold Bean. Editorial Debate, S.A. Cuarta edición, enero de 1998, España. -Libro: “El niño feliz”. Dorothy Corkille Briggs. Editorial Gedisa. 17 edición, febrero de 1998, Barcelona, España.

-Libro: “Conózcase a sí mismo”. Jane Sherrod Singer. Editorial Novaro, S.A. Cuarta edición,junio de 1975, México. -Libro: “Tu hijo, tu espejo”. Martha Alicia Chávez. Editorial Grijalvo. 15ª. Reimpresión, 2004. México. -Videos de Youtube.com

-Documentos de Google.

1ra. Sesión: Jueves 1ro. de octubre. “CREANDO UN CLIMA DE CONFIANZA”

“Eres lo que piensas. El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino”.

A) Bienvenida y objetivo del programa. B) Plática.-

La autoestima como destino.

La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser; parte de la creencia, de la opinión que tenemos hacia nosotros mismos, es nuestra "identidad hipotetizada", la cual vamos desarrollando a lo largo de muchos años. ¿Quién me digo que soy? ¿Cómo me veo? ¿Cómo creo que me ven los demás? Ese concepto modela nuestro destino; es decir, que la visión más pro- funda que tenemos de nosotros mismos influye sobre todas nuestras elec-

ciones y decisiones más significativas, modelando el tipo de vida que nos creamos. Esos juicios e interpretaciones son los que marcan nuestra mane- ra de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos, por lo que de- pendiendo de la imagen que tengamos de nosotros mismos, así nos tratare- mos, y será el grado de auto-respeto que nos daremos. Por lo tanto la auto- estima es una evaluación sobre nosotros mismos: físico, intelecto, habilida- des, emociones… etc. La autoestima colorea nuestra manera de ver el mundo y por ende in- fluye en nuestras decisiones. Los padres somos el modelo de adulto al cual se refieren en primer lu- gar nuestros hijos cuando toman sus primeras decisiones sobre cómo ser y cómo actuar en la vida. Nosotros somos también la primera fuente de información para nues- tros hijos sobre su propia valía e importancia, sobre lo que es bueno y es malo y sobre lo que pueden y no pueden ser y hacer. Según seamos y actue- mos nosotros, así aprenderán nuestros hijos a actuar y a reaccionar ya des- de la primera infancia e incluso desde el vientre materno. El camino del autocrecimiento es sencillo, pero no fácil; significa un trabajo sin límites. Es una tarea para toda la vida, pero los resultados bien merecen todo el esfuerzo que se le dedique. Es posible que cada dos pasos dados en el cami- no emprendido, retrocedamos uno, aunque no queramos. Tenemos que darnos cuenta que agobiarnos por ello no sirve de nada. Es mucho más efectivo apreciar nuestro avance, sea cual sea, pese a las posibles recaídas

en pensamientos, acciones y reacciones negativas y en los contextos ines- perados. Para poder criar hijos con unas determinadas actitudes positivas hacia sí mismos, hacia los demás y hacia la vida en general, los padres tenemos que motivarnos a reconocer y activar estas actitudes en nosotros mismos.El primer paso es preguntarnos ¿Puedo yo hacer algo para facilitar el desa- rrollo de la educación y de la formación de la personalidad de mi hijo, de forma que pueda ser una persona auto-realizada en su vida?, ¿Qué es lo que puedo hacer?, ¿Puedo conseguirlo si antes no entro yo en una dinámica de crecimiento y de cambio? Debemos hacer una declaración de fe en nosotros y en nuestros hijos, y generar un compromiso de acción. Entrar en una dinámica vivencial y de relación efectiva y motivadora. Tenemos que modificar nuestra propia pauta de comportamiento y de relación en familia y fuera de ella. Según decía Waldo Emerson, nuestro comportamiento hace tanto ruido que no nos deja oír las palabras que lo acompañan.

Es por esto, que las siguientes cuatro sesiones de trabajo (de la 2 a la 5) será con ustedes mismos para que se den cuenta cómo están, se sienten y en qué piensan, ya que esto es determinante en la manera en que están formando a sus hijos.

C) Encuadre del programa, establecimiento de reglas del grupo, rompehielos y toma de comisiones.

Encuadre del programa.-

1.- Fecha y tema de cada sesión. Se reparte a los padres el calendario de las sesiones.

2.- Hora de inicio y final de las sesiones: 8 am a 10 am.

3.- Lugar: aula de juntas.

4.- No niños.

5.- Evitar estar saliendo y entrando durante la sesión, salvo mucha necesidad.

6.- En días de lluvia sólo habrá suspensión por órdenes de las autoridades.

7.- Venirse con ropa cómoda.

8.- Firmar lista de asistencia y acreditación de diplomas.

9.- Oficio de solicitud de permiso a quienes requieran presentarlo en su trabajo.

Dinámica de presentación y rompehielos. Todos en círculo. Empezando de derecha a izquierda cada participante se va presentando:-Nombre.-Ocupación.-Cómo se compone mi familia.-Lo que mas me divierte es…

-Si yo fuera un animal, flor, árbol o fruta, yo sería…

Reglas para una mejor convivencia.-Puntualidad.-Confidencialidad.-Escuchar.-No criticar, respetar opiniones.-Ir al grano cuando se toma la palabra.-Celulares en vibrador.

Comisiones. Cafetería:

-Café (3 personas). -Vasos (3). -Agua (3). -Galletas (3). -Azúcar (2). -Servilletas y cucharas (2). Crema (2). -Té (2).

Portero. Encargado de gafetes. Encargado de lista de asistencia. Repartir hojas reflexión. Poner el café (2). Lavar la cafetera. Coordinación social (3): coordinar que se esté llevando bien la comi-

sión de cafetería, convivios, directorio telefónico).

D) Dinámica.- “Mis manos”. En una hoja tamaño oficio vas a dibujar cuidadosamente tus manos, dibu- jando con un lápiz el contorno de las mismas. Una vez que tengas el dibujo de ambas manos, vas a escribir en la izquier- da lo que tú esperas recibir de estas sesiones y del grupo. Y en la mano dere- cha vas a escribir lo que tú vas a aportar a este grupo. No pienses en cosas materiales, sino en valores, actitudes (amistad, respeto, alegría, etc.). Comentas tu dibujo en plenaria.

Objetivos:

A) Dar a los padres una idea general de los propósitos que se pretendenlograr con este curso/taller.

B) Definir qué es la autoestima y como determina la vida de todo ser humano.

C) Informar qué, cómo, cuándo y dónde se llevaran a cabo las sesiones. Que tanto los coordinadores como los participantes se conozcan, creando un clima de confianza. Establecer en conjunto los padres y los coordina- dores, las reglas de convivencia, y las comisiones y responsabilidades que cada quien se compromete.

D) Que los padres se den cuenta que no solo vienen a recibir algo, sino que lo que tengan para compartir y aportar enriquece la experiencia.

2da. Sesión: Jueves 8 de octubre.

“ ¿QUE ES LA AUTOESTIMA? ” “De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo”.

PROGRAMA:

A) Dinámica: “Autorretrato”

1.-Dibujar su autorretrato. 2.-Debajo de su dibujo responderá por escrito a ¿quién soy yo? Yo soy___________________________ (todo lo que se les venga a la mente). 3.- Todos caminan por el aula con su autorretrato para que los demás puedan verlo y leerlo. 4.- Pegan su autorretrato en la pared con tape, para que los participantes vuelvan a verlos y decidan con cual les gustaría quedarse, o les gusta- ría ser. 5.-Finalmente cada persona va compartiendo cuál autorretrato prefirió y por qué razón. En plenaria se compartirá si les fue fácil decir “quién soy yo”

B) Plática sobre: “¿QUE ES LA AUTOESTIMA?”.

Lo que cada quien acaba se revelar con estos ejercicios es su imagen sus creencias, sus ideas, lo que piensa acerca de sí mismo, es decir, su autocon -cepto. Muchas veces creemos que hay algo “mal” con nosotros mismos. Creemos que somos “diferentes”. Pero, ¿realmente eres quien crees que eres? La imagen que tienes de ti mismo es solo eso, una imagen, producto de todo lo que has aprendido y vivido durante toda tu vida desde que eras pe- queño, lo cual ha sido resultado de decisiones hechas por ti o por tus padres. La autoestima es el resultado del autoconcepto, que a diferencia del autoconcepto, tiene que ver con lo emocional, es decir, cómo me siento conmigo mismo, con la aceptación de mi mismo, la percepción de mi valía y cuán digno me siento como persona. Mi autoestima la manifiesto a través de mi comportamiento. Mi autoes- tima es mi autoconcepto en acción:

•Una persona con alta autoestima se conoce, generalmente está de buen ánimo, se responsabiliza por sus actos, es amable, tiene autoconfianza, es

paciente, tolerante; como está a gusto con lo que en esencia es, no necesita competir con nadie, toma riesgos bien pensados, busca su autodesarrollo. •Una persona de baja autoestima posee pobre conocimiento de si mismo y está plagada de etiquetas y creencias, por eso es insegura; critica a los

demás, pero es hipersensible a la crítica; alardea, pero se compara constantemente, por eso envidia lo que el otro tiene; se siente perseguido, la culpa la tienen siempre los demás, victimizándose; adopta poses que no son genuinas pues trata de esconder quien cree que realmente es por temor al rechazo, pero realmente se auto recrimina. Necesita controlar. Fuentes de la autoestima.- El autoconcepto y autoestima se aprende primero en el seno de la familia, ¿Cómo influyeron nuestros padres en la generación de nuestra autoestima? Con lo que nos decían y hacían, cómo nos trataban, como trataban a otros, la manera de enfrentar la vida, etc. Un padre miedoso y desconfiado enseñará a sus hijos a ser inseguro, a tener miedo y ser desconfiado. Una madre siempre preocupada de su figura establecerá un condicionamiento en sus hijos acerca de la imagen propia. Un padre amoroso, que le da atención a su hijo y que lo educa, contribuirá a la formación de una autoestima sana en su hijo. Posteriormente la autoestima se va generando por lo que te enseñaban tus maestros, lo que vivías en la escuela, el trato que tenías con los demás niños, etc. Mas adelante tu personalidad y carácter fueron formados por tu círculo de amigos, tus influencias, tus intereses, relaciones amorosas, éxitos, fracasos y demás. Todos esos momentos, esas experiencias y esos aprendizajes se reúnen hoy en un sólo momento dando como resultado lo que eres HOY. Así es, tu momento presente es resultado de todos los momentos anterio- res de tu vida El problema es que si esas experiencias son negativas para ti y en algún momento sufriste de algún rechazo, abuso, o desprecio (como el 99% de la población mundial), estos sentimientos y creencias que te has ido instalando internamente –si no se manejan adecuadamente- pueden llevarte a sentir que no eres suficientemente bueno, que no vales lo suficiente, que no mereces tener más o que simplemente no tienes la capacidad o habilidad que tienen otros, para relacionarte con la gente que te rodea. Esto es bastante peligroso para tu vida, porque cuando empiezas a pensar así dejas de soñar, dejas de vivir y empiezas a conformarte con lo que te “toca” vivir. Y vienen consecuencias que son difíciles de revertir sin la ayuda adecuada. Si bien es cierto que no podemos cambiar lo ya sucedido, existe una verdad aún más grande. Una verdad que solamente puede ser revelada cuando uno toma responsabilidad de su forma de ser y deja de culpar a causas externas de sus circunstancias. Sin excepción alguna, el 95% lo que creamos en esta vida es consecuencia de lo que llamamos decisiones.

Aquí es donde típicamente las personas se incomodan un poco y empiezan a enumerar todas las razones por las cuales sus circunstancias no son su culpa y cómo el mundo esta fuera de su control.

Y mientras que esto puede ser algo incómodo al principio, nos da un inmenso poder cuando salimos del otro lado. El poder de crear. Verás, si no reconocemos que hemos creado todo lo que tenemos hasta ahora, ¿como vamos a entender que podemos crear todo lo que viene? Así entonces, el niño va formando un autoconcepto por las experiencias externas que va teniendo, pero conforme se va convirtiendo en adulto, tiene que ir desarrollando una capacidad interna para depender menos del exterior y más de su interior en el sentido de sí mismo, es decir, deje de depender un mínimo en los elogios, apapachos, premios, reconocimientos, etc., para sentirse bien consigo mismo.

Edad 1 7 15 28 35… etc. ____________________________ Fuente externa Niñez Adultez Fuente interna ____________________________ Fuente externa: trato, cuidado, palabras, estímulos, vivencias, apoyos.Fuente interna: autoconocimiento, autorreflexión, autoaceptación, valores, perseverancia, disciplina, responsabilidad, postergación de la gratificación, acciones, logro de metas, propósito en la vida.

La trampa de la autoestima.-

Es una idea adquirida externamente principalmente y es una valoración muy relativa porque generalmente el autoconcepto está lleno de calificati- vos, es decir, de adjetivos, etiquetas: alegre, trabajadora, responsable, flojo, enojón, tenaz, honesto, etc. Nos hacemos una idea de lo que creemos que somos y actuamos conforme a esta idea, que es lo que llamamos autoestima. Si digo: Soy tonto ¿Comparado con quién? ¿quién dice?

Los adjetivos son una valoración, una estimación, no son necesariamente una verdad, son conceptos estáticos que generalizan que siempre se es así. El autoconcepto formado por adjetivos generalmente dan origen a una autoesti- ma falsa, débil, artificial, vulnerable, puede caerse en cualquier momento

pues adolece de la relatividad de estos adjetivos. A partir de los conceptos que tengo de mi me comparo con los demás.

La verdadera autoestima .

Una baja autoestima es producto del desconocimiento de quienes somos, de la falta de aceptación de nosotros mismos. Para tener una buena estima de mi mismo primero tengo que conocerme. ¿Cómo voy a realmente a conocerme? Un mejor camino para conocerme es a través de los verbos que me identifican, es decir, de las acciones, de lo que hago, de lo que quiero y no quiero, de lo que me gusta y prefiero, de lo que me disgusta, de a dónde voy Entonces, en lugar de decir:“Soy madrugador” “Me levanto o madrugo a las 6 a.m.”“Soy alegre” “Me alegro cuando…”“Soy enojón” “Me enojo cuando…”“Soy miedoso” “Me da miedo que…”

La lista de etiquetas de la izquierda es rígida y nos expresa que siempre y en toda circunstancia somos así, como un estado permanente del “ser”, y esto es falso. No todo el tiempo soy alegre, o tengo miedo, etc. Estos adjtivos autoimpuestos o puestos por otras personas nos llevan a actuar de esta manera debido a las expectativas que se generan. Dice el experto en relaciones humanas Dr. Wayne Dyer: “YO SOY, dos de las palabras más poderosas; lo que pongas después de ellas moldean tu reali- dad. La lista de la derecha en la que nombro mis acciones y reacciones se acerca más a lo que soy yo en este momento, pues puntualizo en qué momentos reacciono de cierta manera, lo que me gusta y no me gusta, y así me conozco más. Cuando sustento mi autoestima en las acciones que realizo, tengo más poder de cambiar las cosas, de hacer que las cosas sucedan o sean diferentes. Ejemplo, “ Me intimido cuando estoy frente a personas desconocidas” (en lugar de decir “Soy tímido”), entonces me da la posibilidad de plantearme qué y cómo le puedo hacer para reducir este estado, es decir, me da el poder de crear una nueva realidad para mi.

Ojetivos.- A) Que los participantes se den cuenta del concepto que tienen de sí mismos.

B) Definir lo que es autoconcepto y autoestima, y conocer cómo, cuándo y en dónde se van gestando. Diferenciar los sentimientos que se tienen en la auto- estima alta y en la autoestima baja.

3ra. Sesión: Jueves 15 de octubre.

“MI PODER CREATIVO” “Si no reconocemos que hemos creado todo lo que tenemos hasta ahora, ¿como vamos a en- tender que podemos crear todo lo que viene?”

PROGRAMA:

A) ♦ Ejercicio: “Creencias presentes dominantes” 1.- En una hoja de papel colocada hacia lo ancho dibuja 4 columnas.2.- En la primera columna escribe 3 situaciones adversas sociales que tengas hoy en tu vida. Esas cosas que juras que te pasan por mala suerte o por deficiencias personales porqué “así eres”. Puede ser que te traten mal en el trabajo, en la escuela, en tu casa, puede ser que no tengas suerte en el amor, puede ser que no parezcas “encajar” en los círculos de amigos que quieres, o incluso puede ser que no te sientas lo suficientemente bueno para hacer algo grande o importante en tu vida. 3.- Ahora escribe en la segunda columna por qué crees que cada una de estas situaciones te está pasando a ti. Explica por qué crees que no es tu culpa.4.- En la tercer columna escribe que habilidades consideras necesarias tener para superar estas situaciones. Qué conocimientos necesitarías tener para que esta realidad cambie o qué cualidades podrían compensar las deficiencias que mencionaste en la segunda columna?5.-En la última columna escribe los pasos que podrías tomar para desarrollar esta habilidad, conocimiento, atributo, etc. incluyendo un paso que podrías tomar HOY MISMO.

♦ Análisis y reflexión del ejercicio.

La primera columna.- Esto es lo que percibes como tu realidad. Es sólo eso, una percepción, no una realidad absoluta, pero por ahora simplemente

acéptalo. ¿Por qué? Porque así es tu mente HOY, la cual es factible de cambiar eventualmente.

La segunda columna.- Esta es la parte derrotista o “victimizante” de la mente. Es aquella voz en tu cabeza que te dice “no es tu culpa, así naciste” o

“es culpa de tus padres y de tus amigos”. Esta vocecita surge cuando buscas desviar responsabilidad (o sea echarle la culpa a algo o alguien mas). Nuestra mente es experta en encontrar culpables para quitarnos respon- sabilidad y dejarnos más “cómodos”. Y entonces piensas que si no es tu culpa, seguramente tampoco puedes hacer mucho al respecto, verdad ? Y es que así le gusta a tu mente, que todo se quede igual. Tu cerebro tiene un mecanismo de defensa que te manda alertas cuando algo está cambiando y hace lo posible por convencerte de que no salgas de esa zona de confort. Esto sucede porque la tarea #1 de tu cerebro es protegerte, mantenerte vivo, y cree que al no ha- ber cambios en tu entorno seguirás sobreviviendo. De tal forma que cuando uno se aventura a salir fuera de lo que uno conoce, el cerebro le manda seña- les de alerta para que se regrese a la “zona de confort”. Lamentablemente, para muchas personas su zona de confort se encuentra en el “pobrecito de mi, yo no tuve la culpa”. Y salir de ahí le cuesta todo el trabajo del mundo. Esta parte de tu mente es la que más usas cuando estás en modo “derrotado” o “perdedor”.

La tercera columna.- Es la parte proactiva de nuestra mente, es la que busca soluciones. Esta parte empieza a funcionar únicamente cuando se cree que existen soluciones. Cuando esto sucede, nuestra mente también puede ser experta en encontrarlas. El principio de una mentalidad triunfadora empie- za aquí. Tu subconsciente es increíblemente hábil para encontrar soluciones, el problema es que está sujeta a lo que le dice nuestra mente consciente. Lo que se le esté repitiendo una y otra vez es lo que va a tomar como punto de enfoque y buscará en tu entorno todo lo relacionado con eso que estás pen- sando. Si estás pensando constantemente en soluciones tu subconsciente se encargará de encontrar más soluciones en tu entorno. Y si lo que nuestro subconsciente está recibiendo son pensamientos de problemas, y sentimien- tos de insuficiencia, ¿en qué crees que se va a enfocar, en encontrar solucio- nes o en encontrar más problemas?

La cuarta columna.- Esta es la continuación de una mente proactiva. La ACCIÓN. Una persona triunfadora, que está a cargo de su vida, siempre está buscándole solución a los problemas y tomando acción para resolverlos lo mas pronto posible. Nunca es demasiado tarde para tomar acción y no hay mejor tiempo que HOY para hacerlo.

Lo que quise demostrarte con este ejercicio es que tanto tú como yo, como toda la gente en este mundo poseemos la capacidad mental para pensar de forma perdedora o ganadora, pero es cuestión de decisión cuál vamos a utilizar. Es común que por comodidad o temor a fracasar utilicemos la parte “víctima” de la mente, pero te aseguro 100% que eso no te llevará nunca a disfrutar de tu vida como sabes que puedes, jamás podrás utilizar todos tus recursos y fortaleza interior; el “miedo” te tiene dominado y paralizado.

B) ♦ Dinámica.- “Creencias dominantes instaladas en el pasado”

Invitar a los participantes a ponerse cómodos, a relajarse y que vayan entrando en sus sensaciones al recordar alguna ocasión de niños muy signi- ficativa en la cual que se sintieron importantes, valiosos, con éxito (autoes- tima alta); revivir sensaciones y sentimientos de esta vivencia, recordando que se decían a sí mismos, ¿qué pensamientos y sensaciones surgían?. Ahora recordar otra ocasión de niños que los haya marcado en la que se sintieron mal con otra persona o en la que se hayan sentido incapaces de resolver algún problema o no tuvieron éxito en algo que emprendieron y por lo que se hayan sentido mal consigo mismos (autoestima baja); revivir sensaciones y sentí- mientos, recordando qué se decían a sí mismos, ¿cuáles fueron sus pensamien- tos y emociones acerca de su persona?

♦ Análisis y reflexión del ejercicio.

•En una hoja escriben lo que se dijeron, lo que pensaron, lo que sintie- ron en la experiencia desagradable. Igualmente escriben lo que pensaron y sintieron en la experiencia agradable. Finalmente reflexionan y escriben cómo estas experiencias pasadas influyen en tu vida actualmente y qué tie- nen que ver con las situaciones adversas que mencionaste en el primer ejer- cicio.

•Con estas reflexiones escritas ir haciendo una lista en el pizarrón de características de la autoestima alta y otra de la baja, definiendo si éstas son adjetivos o verbos.

¿Con qué frecuencia se sienten con la autoestima alta y con la autoestima baja?

C) Reflexión final.

Es cierto que no podemos cambiar lo ya sucedido, pero existe una verdad aún más grande. Una verdad que solamente puede ser revelada cuando uno toma responsabilidad de su forma de ser y deja de culpar a causas externas de sus circunstancias. Sin excepción alguna, el 95% lo que creamos en esta vida es consecuencia de lo que llamamos decisiones. Y mientras que esto puede ser algo incómodo al principio, nos da un inmenso poder cuando salimos del otro lado. El poder de crear. Verás, si no reconocemos que hemos creado todo lo que tenemos hasta ahora, ¿como vamos a entender que podemos crear todo lo que viene?

La autoestima que forjaste de niño fue producto de las experiencias que viviste, pero la actual no se puede seguir basando en el pasado. Eres un adul- to ¿o no?, pues ahora te toca a ti ser el forjador de tu propia estima, del amor hacia ti mismo. Mucha gente justifica el no hacer cambios en su vida achacán- dolo a su baja autoestima. Responde ¿sientes autoestima antes o después de que tú te has comportado con valor, honestidad, respeto humildad o genero- sidad? La autoestima positiva va creciendo mediante tus acciones y el apren- dizaje que vas obteniendo de estas experiencias, y con este autoconocimiento vas encontrando tu propósito en la vida, lo cual le da sentido a tu vida; con esto vas definiendo las acciones que deseas tomar para el logro de metas. ¿Cuándo se siente bien consigo mismo el arquitecto, antes o después de ver concluido su edificio?, ¿cuándo se siente con alta autoestima el estudiante, antes o después de haber pasado el examen con éxito?, ¿cuándo siente auto- estima positiva una persona, antes o después de haber vencido su orgullo y perdonado la ofensa? La autoestima procede del tomar riesgos, del esfuerzo y de los logros, pues nos permite irnos dando cuenta de nuestros recursos y capacidades como son la creatividad, la paciencia, la tenacidad, etc. La auto- estima es el resultado del trabajo interno y de las acciones que ejercemos; no se define por los adjetivos que nos decimos sino por los hechos. La autoes- tima no es gratis, se gana, se merece. Se dice fácil, ¿ no? ¿Pero cómo se hace? Lo veremos en nuestra siguiente sesión.

4ta. Sesión: Jueves 22 de octubre.

“MI AUTOESTIMA EN ACCION”

“No importa quién es uno, sino quién cree uno que es.” “La autoestima no se adquiere gratis, se merece”.

PROGRAMA:

A) Retroalimentación sesión anterior.- Decía la sesión anterior que la autoestima es el resultado del trabajo interno y de las acciones que ejercemos; no se define por los adjetivos que nos decimos sino por los hechos. La autoestima no es gratis, se gana, se merece. ¿Quién quiere comentar algo al respecto? , opiniones, dudas.

B)Plática sobre el tema.-

“La autoestima en acción”

El elevar la autoestima requiere que cambiemos nuestros pensamientos, nos quitemos las etiquetas limitantes y aprendamos a

conocernos, ¿cómo? actuando hacia lo que queremos lograr. Recordemos que no es tener alta autoestima para poder actuar, sino tenemos que accionar para desarrollar- nos y aprender a estimarnos, Sabemos que muchas situaciones de nuestro pasado no fueron nada fácil y que como dicen, “no somos de palo” y nos afectan. Pero la vida tiene una forma muy particular de enseñarnos lecciones y nuestro primer paso es este:

Paso 1. “Aprende las lecciones que te dan las experiencias”. Decía Rafi, un pensador indú, que aprender siempre es un regalo, incluso cuando el dolor sea el maestro. Otro también pensaba “Tu mejor maestro es tu error más reciente”. Uno más expresaba que “Si pudiese borrar los erro- res de mi pasado estaría borrando toda la sabiduría de mi presente”.

Aprende a aceptar que todo lo difícil que te ha pasado son lecciones, don- de, si no aprendes la lección, seguirás tomando las mismas decisiones erró- neas, serás atraído por estas circunstancias que traen dolor y caos a tu vida. Esto es súper importante para empezar a desarrollar nuestra potencialidad, pues ahí te va un dato acerca de los vencedores de la vida y los derrotados por ella: Los vencedores tienen el valor para intentar, fracasar, aprender y volver a intentar a pesar de la adversidad, del miedo y de la opinión pública. Apren- den a vencer las circunstancias, y a no dejarse derrotar por ellas. Es mejor preguntarse: ¿para qué sirve esto que me pasa?, en lugar de: ¿por qué me pasa esto a mi? Cuando respondemos a la primera desarrollamos nuestra conciencia, y todo error, dolor o rechazo se transforma en oportuni- dad. Afirma Bert Hellinger que sufrir nos es más fácil que resolver, por eso repetimos destino.

Paso2. “El pensamiento es destino”. Cualquier cosa que repetidamente le digas a tu mente empieza a formar una creencia y esa creencia automáticamente empieza a desarrollar compor- tamientos y acciones que van de acuerdo a esa creencia, e invariablemente te llevan a una realidad coherente con esas creencias y esas emociones. ¿Crees que suena demasiado bueno o fácil para ser cierto? Piensa en esto: ¿Cómo crees que has creado tu existencia actual? Cada pensamiento que albergas se vuelven decretos o leyes, si son positivos se manifiestan en bien, si son negati- vos se manifiestan en mal. La fórmula de oro para manifestar cosas en tu vida es: creencias = resultados.

Donde enfoques tus pensamientos, ahí te llevará tu cuerpo. En pocas pala- bras, si estás pensando constantemente que no puedes, y que es difícil, y que no es para ti, y bla bla bla, adivina como va a ser el mundo que tu mente te va a dejar ver. Y por el contrario, para el que cree que todo se puede, y se cree merecedor de lo mejor del mundo, y piensa y actúas en acorde, ¿como crees que será el mundo para esa persona? Tu mente se enfoca como laser cuando sabes dirigir tus pensamientos y emociones. Es como cuando estás pensando en comprarte ese auto que querías o ese producto de belleza o ese teléfono nuevo y de la nada empiezan a aparecer en todos lados. Como magia. Y lo gra- cioso es que siempre han estado ahí, solo que hasta ese momento eran invisi- bles para ti, hasta que decidiste que era posible obtener uno. No atraes lo que quieres, atraes lo que piensas; no puedes pensar en una cosa y atraer otra. A todo lo que le prestas atención aparece y crece, así que ten cuidado a qué pensamientos les prestas atención porque ni tus propios enemigos pueden hacerte tanto daño como tus propios pensamientos. Una vez que te haya quedado claro que lo que piensas de ti mismo es tan solo una fabricación, una “imagen” mental de lo que eres y representas, basa- do en lo que has vivido y aprendido; tendemos a creer que todo lo que vemos y experimentamos es la realidad. Tu mente jamás te va a dejar ver más allá

de lo que tú crees que existe, porque simple y sencillamente no conoces otra cosa. En síntesis, el que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino, pues empieza a experimentar la vida desde otro ángulo. Cada cosa que pensamos está dándole forma a nuestro futuro.

Paso 3. “Toma acciones a pesar de tus miedos”. Está mas que comprobado. La mayor razón por la que la gente no hace más con sus vidas, la mayor causa de que no logren sus sueños y vivan en la mediocridad es el miedo. En una cabeza con miedos no hay espacio para los sueños porque nos recluimos en una zona de seguridad que nos da confort (aún cuando lo que estamos viviendo sea doloroso). Recuerda esto: Si quieres cambiar, la comodidad es tu enemiga. Evítala a toda costa y a- prende a sentirte cómodo con la incomodidad que te produce enfrentarte a tus miedos, crecer, anímate a hacer cosas diferentes. Esto es lo que hacen las personas más felices. Empieza a hacer cosas que no harías normalmente, co- sas que te den un poco de ansiedad como acercarte con la persona que te a- trae, o pedir un aumento en tu empleo, o de plano ir en busca de un empleo nuevo. Eres un adulto ¿o no? pues ahora te toca a ti ser el forjador de tu pro- pia estima, del amor hacia ti mismo. No culpes a tu baja autoestima. Recuer- da que conforme acciones y vayas conociendo tus

propios recursos y capaci- dades irás ganando confianza y seguridad en ti mismo.

¿Pero cómo se hace?, ¿por dónde empiezo?

Punto A: Ya lo mencionamos: acepta que la incomodidad que sientes ante cualquier situación es una reacción de tu cuerpo para tratar de protegerte, y date cuenta de que el 99% de las veces realmente no te encuentras en ningún tipo de peligro. La incomodidad que se siente al principio se pasa rápido.

Punto B: Considera cuáles son los posibles beneficios de proceder a pesar del miedo.

Punto C: Considera el peor resultado posible. ¿Que es lo peor que realmente podría suceder? Estamos hablando de un resultado catastrófico, el peor esce- nario que pudiera darse.

Punto D: Si realmente llegara a suceder ese escenario catastrófico, ¿qué po- drías hacer para recuperarte? ¿Cómo podrías hacer que ese resultado fuera obsoleto o sin importancia?

Punto E: Analiza los datos y date cuenta de que generalmente los beneficios y la probabilidad de que los obtengas son mayores que la posibilidad de que su- ceda tu peor escenario, que en la mayoría de los casos ese peor escenario real-

mente no es algo tan catastrófico como crees. La catástrofe que tanto te preo- cupa a menudo resulta menos horrible en la realidad de lo que fue en tu ima- ginación. Y si todo lo demás falla, considera esto: Si no lo haces HOY habrás dejado pasar otro día más sin sentir lo que es vivir, crecer y lograr. Y como consecuencia vivirás otro día más escuchando esa vocecita dentro de tu cabe- za decirte “mejor otro día”, “no es para mi”, o “no lo necesito”, o “seguro hu- biera pasado algo malo”. Esta vez no podrás echarle la culpa a alguien más. No vas a tener de otra mas que darte cuenta de que si estás donde estás es gracias a tu decisión de no hacer lo que tenías que hacer para crecer y cambiar. La vida no es lo que te o- curre, es lo que eliges. Tu futuro no lo determinan tus oportunidades, sino tus decisiones. Piénsalo un poco y analiza en retrospectiva cuántas cosas te has perdido hasta ahora por decidir en favor del miedo, de hacerle caso a las suposiciones catastróficas, por estar en favor de la comodidad de no hacer nada atrevido o extraordinario. Entonces te das palmaditas en la espalda y

te dices “mejor o- tro día”, o “esto no es para mí”, o “seguro hubiera pasado algo malo”.

Punto F: Supera el miedo a la crítica y al rechazo. A todos nos ha pasado alguna vez que nos detenemos de hacer algo por el “que dirán” o tal vez nos haya dado miedo acercarnos a una persona que nos atrae o simplemente no intentamos conseguir algo por la ansiedad quenos causa recibir un “no” o algún otro gesto de rechazo. Pero ¿como le hace la gente ganadora? Muy sencillo (y a la vez no tanto), ignoran la parte de su mente que les dice “no lo hagas”, “vas a fracasar”, “no vas a lograrlo” ¿Como? Aprendieron a ser inmunes a las opiniones ajenas. Cabe mencio- nar que en el mundo TODOS algunas veces tememos al rechazo, la diferencia está en que los vencedores proceden a pesar de él. Dice el escritor brasileño Paulo Coelho que la mejor manera de tener una vida miserable es prestando atención a lo que los demás dicen de ti.

Recuerda esto:Nada malo te va a pasar si te rechazan. De hecho, cada “NO” es un paso que te acerca al “SÍ” definitivo. Cada “NO” es una lección que te hace más sabio que el que no lo ha intentado aún. Si procedes con esta mentalidad sucede algo mágico. Empiezan a llegar mas “SÍ”s que “NO”s tan sólo por la seguridad con la que actúas. ¿Temor al rechazo? te voy a dar un par de datos curiosos para que apren- das a superar esto: Nadie está pensando en ti. Considera esto, cada persona tiene una vida que llevar, donde cada quien tiene sus propios problemas que superar, inse- guridades que tratar, cosas que lograr, etc. ¡La demás gente tiene demasiadas cosas qué hacer y en qué pensar como para estar preocupándose por lo que hagas o dejes de hacer!

Nadie va a morir por lo que pienses de ellos. De hecho probablemente ni te importe lo que el 99.9% de la gente esté haciendo. A ellos tampoco les im- porta lo que tú estés pensando o haciendo o lo que dejes de hacer.

C) Ejercicio.- En una hoja responde a la pregunta: ¿Por qué crees que tu autoestima puede repercutir en como tratas y educas a tu hijo?

Dinámicas y ejercicios opcionales:

5. Fantasía guiada. En relajación imaginar que hacen un viaje a la infancia y llegan a los 6 ó 7 años de edad. “Recuerda a todos los adultos con los que conviviste en esa época de tu vidas. Imagina que a todas estas personas las colocas en dos filas. A la derecha colocas a los que te hacían sentir bien y a la izquierda los que te hacían sentir mal. Toma conciencia por qué unos te hacían sentir bien y otros te hacían sentir mal. (Procesamiento).

6. Asuntos inconclusos. En el procesamiento del ejercicio anterior casi seguro que van a aparecer resentimientos con las figuras parentales que se pueden traducir a lo que llamamos “asuntos inconclusos” en la psicoterapia Gestalt. Lo adecuado es trabajar los asuntos inconclusos con silla vacía, teatralización o algún experimento según el caso.

7. Introyectos. A veces en estos ejercicios de fantasías guiadas puede aparecer algún introyecto. Hay que hacer conciencia de él y trabajarlo.

8. Se les encarga de tarea que durante diez minutos diarios piensen en recuerdos positivos de la infancia o en escenas ya corregidas para recuperar la parte positiva del niño. Cambiando las escenas traumáticas logra la persona transformar introyectos por creencias positivas de sí mismos.

5ta. Sesión: Jueves 29 de octubre.

“RECONOCIENDO LA PARTE OCULTA DE MI RELA- CION CON MI HIJO” “Nadie puede verse a sí mismo en forma directa; sólo lo hace en el reflejo de sí mismo que le devuelven los demás, sirviéndole éstos, de espejos y moldeando li- teralmente su autoimagen”.

“Cuando te disgusta tu hijo, aborreces algo de él que forma parte de ti mismo. Lo que no forma parte de nosotros no nos molesta”.

A) Retroalimentación sesión anterior.-

B) Plática sobre el tema.-

¿Cuándo sabemos que estamos en presencia de un niño feliz? Un niño feliz no es un niño que está siempre sonriendo, sino el que tiene la seguridad para hacer las cosas, para interactuar y disfrutar jugar solo y también con otros niños, el que cuando llora y se enoja puede expresarlo sabiendo que sus papás lo van a seguir amando y tiene el permiso para ser quien es. En toda clase de relaciones estamos proyectando cosas de nosotros mis- mos, sanas o insanas. Proyección significa ver en otro lo que me pertenece a mi. En la relación con nuestros hijos proyectamos muchísimas cosas no re- sueltas relacionadas con nuestra propia historia… sueños que nos quedamos con ganas de realizar, queremos que errores que cometimos ellos lo vengan a solucionar, que arreglen nuestras vidas, que cumplan nuestras expectativas, sin respetar lo que ellos realmente son. Muchas de nuestras expectativa son cosas del pasado que tomamos prestadas inconscientemente, de hecho, toma- mos como guías muchísimas de las expectativas que nuestros padres tuvieron hacia nosotros. Estas imágenes prestadas nos permiten actuar sin razonar, indagar ni experimentar los modos naturales de los niños:“Los niños no juegan con muñecas”, “Los niños deben quererse siempre y nunca pelear”, etc. Algunas de las expectativas que desarrollamos en torno de los niños tie- nen el fin oculto de satisfacer nuestros propios anhelos no cumplidos de la infancia. Pero las expectativas no son malas en sí, de hecho, todos tenemos expectativas hacia nuestros hijos, solo que las expectativas con mayor proba- bilidad de ser las correctas son aquellas que se fundamentan en el respeto a las pautas del desarrollo infantil y aquellas que se basan en fortalecerlo emo-

cional, moral, intelectual y físicamente. Además, ni siquiera el conocimiento de lo que el niño es o no capaz de hacer alcanza para dar realidad a nuestras expectativas. En efecto, nadie vive con el niño promedio. Cada niño imprime su propia distorsión especial a la pauta general de crecimiento. Y

debemos estar atentos a este hecho. Quien pretende aplicar a todos los niños un trato uniforme olvida el respeto que se debe a la individualidad. Si no somos conscientes de la proyección que tenemos hacia los hijos, ésta será causa de muchos conflictos. Cuando tomo conciencia de todo esto y asu- mo mi parte empiezo realmente a crecer en la experiencia de ser padre y a su- frir menos, comienzo a entender por qué ese hijo me cuesta trabajo, me deses- pera, por qué me esmero en cambiarlo, ¿qué tiene qué ver conmigo? A lo me-jor me da envidia que él/ella es sociable y yo no, a lo mejor no es del sexo de- seado o nació con una discapacidad. Sea como sea, el hijo que rechazamos es el hijo en que más proyecciones hacemos, ese es el maestro porque es el que nos pone a buscar, a investigar, nos mueve los esquemas, nos hace ir a terapia, y nos da la oportunidad de a- prender de nosotros mismos, de crecer.

Ante esto tenemos dos alternativas:1.- Sufrir.2.- Reconocer mis proyecciones y comprenderlas.

C) Contestar cuestionario escrito (Del libro: “Tu hijo, tu espejo”).-

• ¿Por qué me molesta tanto ese comportamiento de mi hijo o esta situación?

• ¿Me avergüenza ante otros?

• ¿Me preocupa que piensen que soy un buen padre de familia?

• ¿En lo que me desagrada ¿qué tiene que ver conmigo? ¿Justamente este rasgo es algo que me falta o es algo en lo que yo me parezco?

• ¿Creo injusto que él/ella sí puede o tiene lo que yo no tuve?

• ¿Estoy tratando de que él/ella sea o haga ahora lo que yo no pude en el pasado?

• ¿Quiero que él/ella cambie algo que yo no puedo cambiar?

D) Dinámica.-

Imagínate a tu hijo/a con quien existe más dificultad para relacionarte, y ponlo frente a ti. Haz un diálogo con él en el que vas compartiéndole cada una de las respuestas que acabas de con- testar, hazlo desde el corazón sabiendo que tu hijo no te juzgará ni te dejará de querer, y que es algo que aclarará y fortalecerá el vín- culo entre ustedes.

6ta. Sesión: Jueves 5 de noviembre.

“LOS CUATRO ASPECTOS DE LA AUTOESTIMA”

1.- “VINCULACION” “El ser humano no ha tejido la red de la vida… somos solo un hilo dentro de ella… cualquier cosa que hagamos a la red, nos lo hacemos a nosotros mismos. Todo está enlazado”. Jefe Seattle 1854 A) Retroalimentación de la sesión anterior.-

B) Plática sobre el tema.-

Todos preferimos evitar en lo posibles la conducta inapropiada de los niños. Sabemos ya que la conducta y la actitud se adapta a la autoimagen, de modo que nos resultará fácil comprender que una de las causas de la con- ducta inadecuada del niño estriba en el concepto negativo que tiene de sí mismo. El niño que cree que es malo conforma sus acciones a ese juicio. Desempeña el papel que le ha sido asignado. Por lo general, cuanto peor se comporta el niño, más se lo reprende, cas- tiga y rechaza. Así, su convicción interna de ser “malo” arraiga en él con más firmeza. Ejemplo de esto tenemos al niño que hace bulling, el niño que siem- pre desobedece las reglas, etc. Así, muchos adolescentes (y adultos) cuya conducta va en detrimento de sí mismos y de la sociedad: marginados, delincuentes y drogadictos, por ejem- plo, creen, dentro de sí, ser individuos desesperadamente ineptos y carentes de valor alguno, se sienten víctimas y vulnerables, llevan una consigna men- tal “Los ataco antes de que ellos me ataquen a mi”. El niño con alta autoestima rara vez es un niño problema. La seguridad interna irradia en casi todas sus acciones. Cuando llega a adulto es más capaz de trabajar constructivamente y en armonía con otros, así como de respetar y hacerse respetar. Un estudio destinado a señalar las diferencias entre la gente feliz y la infe- liz llegó a la conclusión de que los rasgos más notorios consistían en que las personas felices se hallaban exitosamente comprometidas con otras (respeto, honestidad, amistad, lealtad, tolerancia, aceptación) y las desdichadas no. Entonces, si primero tengo aceptación y tolerancia por lo que mi hijo es, ense- ñándole a ser respetuoso de las normas, a ser tolerante, etc., voy por buen camino.

Los niños son muy parecidos a las plantas. Dentro de la semilla se encuen- tra el código genético que determina lo que será; así, una semilla de naranjo nunca dará una manzana. Si la semilla y luego la planta joven reciben sol, a-gua y nutrientes adecuados se puede esperar, razonablemente, que la planta adulta que obtengamos sea una planta sana. Lo mismo ocurre con los niños. Cada niño es único y nace con un bagaje magnífico de posibilidades que se ha- rán realidad si se dan las condiciones adecuadas de desarrollo durante toda su infancia. Frente a cada carencia, las plantas desarrollan una anormalidad determinada: si no tienen suficiente agua, se marchitan; si no tienen suficien- te luz, producen menos hojas y flores; si les faltan nutrientes desarrollan ciertas imperfecciones. En los niños, el desarrollo de habilidades, de una personalidad sana, se produce cuando tienen lo que necesitan. Las desviaciones emocionales o so- ciales respecto al desarrollo previsto, generalmente tienen su origen en algo que les ha faltado durante su experiencia infantil. En esta sesión y las siguientes nos ocuparemos de las cuatro condiciones en las que hay que trabajar para nutrir la semilla de la autoestima de los niños. Lo que le falte a la vida del niño podrá encasillarse en uno o en varios de los siguientes condiciones : 1.-Vinculación, 2.- Pautas y modelos, 3.- Unicidad y 4.-Poder.

VINCULACION.-

Es la consecuencia de la satisfacción que obtiene el niño al sentirse rela- cionado con las personas que son importantes en su vida: padres, hermanos, parientes, amigos, maestros, etc. Y el grado de vinculación con estas perso- nas está en relación directa con la comodidad, el calor, la seguridad, la com- prensión y la buena voluntad que caracteriza a tales relaciones.SATISFACCION DE LAS NECESIDADES CONFIANZA SEGURIDAD VINCULACION BASICAS DEL NIÑO BASICA EN SI MISMO

La confianza básica del niño se empieza desarrollar en la atención a las ne- cesidades elementales que le surgen desde el nacimiento: alimento, cobijo, a- brazo, descanso, aseo. Esta atención a sus necesidades elementales le van dan- do a él un sentido de ser valioso, lo cual alimenta su seguridad, misma que se-rá el motor generador que lo motive a relacionarse y vincularse con el mun- do exterior. La serenidad de las madres es un aporte para la seguridad del niño. Algu- nos progenitores son un manojo de nervios andantes, y sus hijos lo sienten. Las tensiones entre los padres, verbalizadas o no, y aquellas otras

tensiones que nacen de la intranquilidad emocional son rápidamente captadas por los niños.

Cuando las relaciones con los demás se vuelven tensas o problemáticas, los niños suelen retraerse a sus vínculos con cosas, con lugares o consigo mis- mo (un juguete, su mascota, la t.v., su computadora, su recámara, la calle, la comida, sus genitales, etc.) y llegan a tener tanta importancia para ellos co- mo las conexiones humanas a las que reemplazan. Posteriormente estas co- sas, actividades o lugares sustitutos pueden ser las drogas, adicciones en ge- neral. Cuando el niño presenta problemas de vinculación se siente muy incómo- do entre mucha gente, se mantiene al margen sin participar, suele pasar mu- cho tiempo solo, incluso cuando se le plantea actividades aparentemente a-gradables. Hay resistencia a la comunicación, no sabe cómo relacionarse y esto hace sentir incómodos a los demás. Puede también tratar de llamar siempre la atención, de ser muy exigente o agresivo en extremos.

Cómo aumentar su grado de vinculación:

•Demuéstrale tu cariño a través del contacto físico. Claro que es necesario saber cómo y cuándo el niño quiere ser tocado, hay que hacerlo y observar su reacción. Quizá al niño guste ser apapachado cuando mamá ha estado ausente por varias horas, o a la hora antes de irse a dormir. Hay que estar atentos.

•Muéstrale un rostro amable. Cuando se trata de corregir una conducta inapropiada de tu hijo es in-congruente mostrar una cara amable y sonriente, pero las caras constantes de angustia, de enojo, de miedo, o de indiferencia no invitan al niño a acer- carse.

•Elógialo de manera concreta. Los niños necesitan saber qué es lo que los padres esperan o les gusta de él: “Me encantó cómo arreglaste tu recámara”, “Te ves muy bien con ese vestido”, “Gracias por ayudarme a lavar los platos”. Cuando las alabanzas son concretas son más creíbles, y ello ayuda a desarrollar más conciencia de sí mismo.

•Que el niño sepa cuándo su comportamiento positivo tiene un buen efecto sobre los demás. El niño necesita saber cuándo se está relacionando bien, y sobre todo, có- mo te afecta a ti. Los comentarios deben ser concretos: “Me gustó mucho lo que le dijiste a tu abuelita”, “Me gusta que me platiques cómo te

fue en la es- cuela”, “Al compartir tus juguetes con tus compañeros hacen que quieran jugar otra vez contigo”.

•Comparte tus sentimientos con tu hijo. Los niños necesitan comprender que ellos no siempre son responsables de los sentimientos de los adultos. Tú tienes días “buenos” y días “malos” y com- partir algunas de tus alegrías y algunas de tus tristezas, te hace a ti más hu- mano ante él. No se trata de compartirle información íntima que sólo corres- ponde al mundo de los adultos. Considerando la edad del hijo, el padre o la madre podría, decir: “Estoy muy preocupado porque tu hermano aún no ha llegado”, “Tu papá y yo tuvimos un desacuerdo y por eso estamos enojados, pero lo vamos a arreglar”, “Estoy contenta porque hoy veré a mis amigas”. Si el niño percibe que el adulto está enojado, triste, y no sabe por qué es probable que se adjudique la responsabilidad y sienta culpable además de angustiado. Ocultar los sentimientos provoca ansiedad.

•Escucha a tu niño sin juzgarlo continuamente. Hay que escuchar y dejar que hable el niño. No pienses que siempre hay que comentar, aconsejar cada vez que el niño dice algo. Se puede parafrasear lo que el niño dice haciéndolo sentir que se le está comprendiendo: “Así que te duele haber perdido tu pelota, me imagino cómo te sientes”, “Te encantó el video, a ver sígueme platicando”, “Le pegaste a tu hermana, qué ocurrió”.

•Haz algo especial para que el niño vea reconocidas sus necesidades. De repente hazle sus comidas predilectas, cómprale algo para que practi- que su afición favorita, cómprale una revista que aborde temas de su interés, llévalo a un lugar que él disfruta mucho, etc.

•Evita interrogar a los niños que sean muy tímidos. Modula tu tono de voz y muestra tacto, para que él se abra. Aborda la situación de tal manera como a ti te gustaría si estuvieras en la situación de tu hijo.

•Evita estar todo el tiempo sobre él. Dale su espacio y no seas tan demandante con él. El respeto por tus hijoses el fundamento del auto-respeto. La falta de confianza, los estándares per- feccionistas y la comparación abierta o sutil con otros invitan al fracaso y al desaliento.

•Evita las sorpresas súbitas y desagradables. Hazle saber a tu hijo cuándo y a dónde irás tú, y cuándo has de regresar.Cuando tu hijo deba visitar al dentista o al médico, explícale lo que debe es- perar de tales visitas. Prepáralo de antemano para la guardería y el prees- colar. No le prometas lo que no puedas cumplir.

C) DINAMICA.-

Opcionales:

1.- Fantasía guiada hacia mi niñez.

2.- “Selecciona 2 de los puntos anteriores que te sean fácil de hacer con tu hijo/a, y 2 puntos que te cuesten más trabajo”. O, “Selecciona aquellos puntos que te cuesta aún dificultad para realizar con tu hijo”.

3.- Reflexión: Que contesten en forma escrita:¿Cómo le demuesto a mi hijo que es valioso para mi? ¿Cómo le demuestro que confío en él?¿Cómo le demuestro que no confío en él?

Objetivos:

7ma. Sesión: Jueves 12 de noviembre.

“MODELOS Y PAUTAS”

“Gobierna tu casa y sabrás cuánto cuesta la leña. Cría a tus hijos y sabrás cuánto debes a tus padres”. “La forma en que hablamos a nuestros hijos se convier- te en su voz interior” A) Retroalimentación de la sesión anterior.-

B) Video de Youtube: “Los niños ven, los niños hacen”. Duración: 3’ 37”

C) Plática sobre el tema.-

Los modelos y las pautas (Modelos: demostración de cómo y para qué se hacen las cosas. Pautas: los valores; la disciplina, los hábitos) son aquellas referencias que se le van dando al niño como una guía o como si fuera un ma- pa que lo va ayudando a saber cómo conducirse, cómo hacer las cosas, qué es lo correcto, lo que se espera de él. Le proporcionan un sentido de dirección a sus acciones para llegar a una meta y darle sentido a la vida. ¿Cómo se comporta un niño que presenta un problema de modelos y pau-tas, y cómo puedes tú ayudarlo?

La confusión crónica es el síntoma más destacado que presenta el niño que tiene dificultades con sus modelos y pautas, y va desde una condición le- ve hasta un problema fuerte. El niño con una falta leve de modelos y pautas, se organizan fácilmente una vez que se le provee de éstos de manera clara y consistente. Los niños con un problema grave de modelos y pautas no saben cómo se hacen las cosas y lo que hacen lo hacen sin un objetivo. Estos niños parecen “perder” el tiempo en actividades sin finalidad o se desvían hacia actividades periféricas. Entonces se crea en ellos una auténtica confusión entre los obje- tivos que ellos mismos se han marcado (“tengo sed, voy por un vaso de agua”, “me voy a vestir”) o lo que tú les indicas (“recoge tus juguetes). Por muy o- cupado que parezca el niño con esta problemática, pasa de una actividad a

otra dejando las anteriores a medias (suele ser desaliñado en el vestir y aseo personal, suele dejar frascos abiertos sin tapar y los juguetes esparcidos). Esta ausencia de claridad con respecto a sus objetivos, también se nota en cómo explica lo que está haciendo, dando respuestas vagas e inexactas: le cuesta mucho dar una idea clara que explique para qué está haciendo algo, aún cuando ya se le haya dicho. No saben tomar decisiones pues carecen de organización y directrices.Es muy frecuente que estos niños se empeñen en que solo hay una manera de hacer las cosas; si su solución no les sirve, como suele ocurrir, abandonan en lugar de buscar otra alternativa. No les resulta fácil cambiar una vez que se le mete una idea en la cabeza. El cambio les genera ansiedad. Presentan poca tolerancia ante la ambigüedad, es decir, ante las cosas y situaciones poco claras, pues se vuelven ansiosos y desisten. Con frecuencia se obsesionan con el tiempo y no les resulta fácil cambiar de horarios. Suelen tener dificultad para comprender todo lo relacionado con la ética y la moral (verdad-mentira, bueno-malo) por eso suelen ser incongruentes entre lo que creen y lo que ha- cen. Es posible que se les tache de mentirosos, pero ellos no acabarán de en- tender por qué. A la confusión suelen asociarse angustias y hasta depresiones como con- secuencia de su desorganización y la presión que su ambiente imprime sobre ellos. Esta confusión no está de ninguna manera asociada a falta de inteligen- cia. Su origen puede deberse a uno o varios de los siguientes factores:-Trastorno congénito del desarrollo.-Disfunción neurológica.-Problemas en la dinámica familiar: inconsistencia en la forma de educar de un padre, mensajes contrarios entre los padres en la educación de sus hijos, trayendo como consecuencia confusión, ansiedad, y depresión en ellos.

Cómo dar al niño un mayor sentido de los modelos y las pautas.

•El niño debe saber el lugar que ocupa dentro de su sistema familiar. Para esto, es fundamental que los padres ocupen el suyo propio. •Ayuda al niño a establecer objetivos razonables y alcanzables. Por ejemplo: “Quita las sábanas sucias y después pones estas limpias”. Esto les ayuda mucho al pequeño a tener objetivos a corto plazo. En ocasiones es bueno que los padres le ayuden a clarificar lo que debe hacer: “¿Qué es lo que estás intentando hacer?”, “¿Cómo te vas a portar en casa de tu abuela?”

•Ayude al niño a comprender y a predecir las consecuencias de su compor- tamiento. Esto le permite irse autorregulando.

•Sé un buen modelo para el niño. Hay muchos padres que desean que sus hijos hagan “lo que yo digo, no lo que yo hago”. Ser un buen modelo no significa ser perfecto, sino demostrar cómo quiere usted que se hagan las cosas; demostrar es mejor que solo decir. Lavar los platos exigirá que tú los laves junto a él, varias veces, hasta que él pueda intentarlo por sí solo. Es esencial que le enseñes el proceso de cómo se hacen las cosas, antes de exigir resultados. Lo mismo va en cuestión de ense- ñarle cómo comportarse con los demás, o en diferentes lugares, señalando sus faltas y reafirmándole su buen comportamiento.

•Que el niño sepa lo que tú esperas de él, dejándole en claro el grado de excelencia que le exiges. Informa al niño cómo debe ser el nivel del resultado final que esperas. Ejemplo: “Hiciste bien tu cama, sólo acomoda así las almohadas”, “Guardaste muy bien tus juguetes, pero has dejado papeles tirados”, “Te faltó sacudir el estante”, “Vuelve a colorear el dibujo, lo haz hecho sin cuidado”. Cuando haga algo bien hay que hacérselo saber: “Has tendido muy bien tu cama”, “Me gustó mucho como cortaste el césped”.

•Comparte con tu hijo tus ideas y creencias. El niño es pequeño necesita puntos de referencias. Permite que en la me- dida que vaya creciendo él vaya tomando sus propias decisiones.

•Ayuda a tu hijo a ampliar su campo de experiencias.

Es muy importante ampliar la diversidad de experiencia con otras perso- nas así como de lugares, sobre todo si esas experiencias las comentas luego con él para ayudarlo a comprender las diferencias y las similitudes entre las personas. Son positivas las clases fura de la escuela, sobre todo si están a car- go de adultos “pacientes”. Permitir que el niño observe refuerza su sentido de los modelos y las pautas.

•Ayúdalo a postergar la gratificación. Que te vea a ti a ahorrar, por ejemplo, o comer el postre después de la co- mida, o sentarse a ver la T.V. una vez que se ha limpiado la cocina. El verte a ti como modelo, le permite a él afianzar este sano hábito del ahorro, de reali- zar primero las responsabilidades y posteriormente gozar de privilegios.

. Provéele un ambiente familiar ordenado. El orden es un estado mental que se transfiere a las actividades. Ser orde- nado no quiere decir que la familia no pueda ser espontánea o desordenada o- casionalmente; lo único que quiere decir es que el orden debe ser la constante en la vida diaria de la familia. Las tensiones disminuyen en un ambiente or-denado pues se pueden encontrar con mayor facilidad las cosas que se quie- ren. -Pon reglas claras y consecuencias lógicas. -Organización de las responsabilidades.

- Establecimiento de horarios y rutinas (de levantarse, de hacer la tarea, de comer, de jugar con la computadora, de irse a la cama, etc.). Los horarios rígidos, que no toman en cuenta excepciones no son convenientes, se puede ser flexible en situaciones que lo permitan.

D) Dinámica:

Opciones:

1.-“El lazarillo”.

En parejas. Uno con los ojos tapados(a) y el otro será el guía (b). Primer momento: se le instruye a (b) que sea paciente y comprensivo con (a), hablándole y respetando su ritmo, y permitiendo que se apoye en él/ella.

Segundo momento: se invierten los roles, solo que esta vez (a) que será el guía llevará con cierta impaciencia y rapidez a (b), mostrando poca sensibili- dad a lo que siente, “apúrate”, “cómo eres lento”, “me desesperas”, “¿por- qué tan torpe si ya sabes cómo se hace?

2.-¿Cuál es el comportamiento que encuentras más difícil de manejar con tu hijo?, ¿qué te faltó a ti hacer para evitar que tu hijo presentara esta conduc- ta? ¿qué estrategias estás implementado para combatir este comportamien- to?

Objetivos:

8va. Sesión: Jueves 19 de noviembre.

“LA UNICIDAD”

“¡Sé tú mismo, los demás puestos están ocupados!”. Oscar Wilde.

“El más grande desafío en la vida es descubrir quién eres tú… Y el segunda más grande es ser feliz con lo que hayas encontrado”.

A)Retroalimentación de la sesión anterior.

B) Videos de Youtube: “Soy persona única e irrepetible”. Duración: 4’ 19”

“Autoestima-Un árbol confundido”. Duración: 3’42”

C) Ejercicio: 1.- En plenaria, que los participantes digan todas las asociaciones que les sugieran la palabra “único”. 2.- Escribir en una hoja: ¿En qué eras diferente entre los miembros de tu familia? , ¿tenías un sobrenombre? , ¿Cómo te sentías?, Escribe los atributos que te hacen un ser distinto y único en el mundo. Hay familias que aprecian lo diferente, otras no.

D) Plática sobre el tema.-

El ser único o singular se refiere a que así como los seres humanos somos esencialmente iguales, cada uno de nosotros nacimos con características y a- tributos físicos, emocionales e intelectuales que nadie más tiene y en eso, ca- da individuo es especial y diferente. Es fundamental que los padres aprendan a aceptar a su hijo tal cual es. Sin embargo, esto no es suficiente cuando se trata de un ambiente familiar a- moroso. “Aceptar” puede entenderse como tolerar lo inevitable. Los niños sobreviven en la aceptación, pero no florecen en ella.

Necesitan algo más intenso, el aprecio. Tienen que sentirse valorados, preciosos y especiales por el mero hecho de existir. Solamente entonces po- drán gustarse íntimamente de ser quienes son. El aprecio no es algo que necesariamente haya que manifestar de dientes para afuera; más bien, se trata de un sentimiento que uno tiene hacia su hijo, es sentir su unicidad y quererla, y permanecer abierto a la maravilla que hay en él, pese a las irritaciones pasajeras. Las cosas materiales únicas y de gran rareza como los animales, las plan- tas y árboles, y las piezas de arte (pintura, escultura, arquitectura, música, etc.), son muy apreciadas y altamente valuadas económicamente. El tratamiento respetuoso es la manifestación del aprecio. Hagámonos la siguiente pregunta: “Si tratara yo a mis amigos como lo ha- go con mis hijos, ¿Cuántos amigos tendría?”

Es difícil que alguno de nosotros tuviese la idea de avergonzar o gritar a un amigo suyo en presencia de otros, de lanzarle fríos sarcasmos o golpearlos. Nuestro respeto a la dignidad de nuestros hijos se refleja en la forma en que lo levantamos, lo tenemos en brazos, lo bañamos, lo vestimos, lo alimen- tamos. Se manifiesta en cómo le hablamos, jugamos, y en cómo lo disciplina- mos. A veces el niño no siente nuestra estima debido a que nos concentramos más en lo que nos parece mal que en lo que está bien. El niño debe saber que no se le ama y respeta por su conducta, sino por el hecho de ser persona. Cuando el niño sabe que los errores de conducta no lo hacen menos digno de ser querido, se hace más tolerante con los errores de los demás. Puede valorar a los demás. Cuando los errores no se encuentran ligados al valor personal, resultan menos abrumadores. Los errores serán para él algo que se puede arrostrar y corregir. Santiago provenía de una familia que lo apreciaba de acuerdo a sus éxitos escolares. Por tanto, toda calificación que no fuera superior al promedio era para él algo que lo sacudía hasta las raíces. Verlo hacer examen era como ver la imagen de la tensión pura. Para él, el rendimiento era cuestión de vida o muerte; creía que su valor personal se jugaba en cada examen. Es cierto que los niños necesitan experimentar su competencia para es- tructurar su autorrespeto. Pero también es cierto que todo niño necesita sentir que su persona es respetada al margen de su competencia, esto nutre el sentimiento de ser amado. Los niños que son criticados y enjuiciados por ser distintos, por tener per- sonalidad diferente, mitigan la seguridad en sí mismos, restringen su imagi- nación y su creatividad, tienden a seguir a los demás y se adaptan a los deseos de otros pues no creen en ellos mismos.

Cómo mejorar su sentido de unicidad.

•Anima al niño a expresar sus ideas aunque sean raras”. No lo juzgues ni te burle de él.

•Transmite al niño aceptación, no lo compares. Aunque hay que poner ciertos límites, la aceptación y el reconocimiento deben expresarse en voz alta: “Comprendo por qué lo has hecho, pero eso no puede ser”. Reprobar su conducta no quiere decir que no se le deja de acep- tar.

•Señala al niño lo que tiene de especial o diferente.

“Está bien si prefieres clases de violín a las clases de futbol”. “Haces unos dibujos preciosos”, “Me encantan tus carcajadas”, “Bailas muy bien”, “Está bien que digas lo que piensas”.

•Permite, en lo posible, que el niño haga las cosas a su manera. Déjalo que tome algunas decisiones sobre qué ropa usar, cómo organizar sus juguetes, decorar su recamara, etc., siempre tomando en cuenta que estas decisiones, sean apropiadas, no perjudiquen u ofendan a nadie.

•Dale más oportunidades para que se exprese creativamente. Acércale lápices, pinturas, papel, trozos de madera, plastilina, instrumen- tos musicales, música, etc. Para él son importantes los juguetes sencillos que le permitan elaborar fantasías. Ayuda a tu hijo a aprender cómo y dónde puede expresarse para que no interfiera con los intereses de los demás.

•Dale mucho tiempo para que exprese sus intereses en forma creativa. Que no te preocupe que tu niño pase mucho tiempo en una actividad o que repita una y otra vez sus juegos, los intereses cambiarán con el tiempo.

•No ridiculices ni avergüences a tu hijo delante de la gente cuando lo disciplinas. Cuando lo reprendas para ponerle límites, explícale acerca de su com-portamiento inadecuado, pero jamás censures su persona, y nunca de los nunca lo avergüences delante de otros al corregirlo.

•Céntrate más en estimular el buen comportamiento que en castigar la mala conducta. Ayúdalo a comprender que su buen comportamiento será recompensado con privilegios que son de su interés (usar la computadora, ir a casa de su amigo, ir al cine, etc).

•Dale pequeñas tareas y actividades que sean posibles de que el niño las pueda aprender. El niño requiere fuertes dosis de éxito, éxito salido de su propio esfuerzo y mérito. El éxito es la piedra angular de la autoconfianza.

E) Ejercicio.-

Cada participante dibujará su genograma (únicamente su familia de origen), incluyendo hermanos fallecidos, abortados, medios hermanos.Esto con el objetivo de hacer orden familiar, de que se ubiquen en el lugar que les corresponde, y desde ahí sepan que son una persona especial y única. Estar fuera del lugar que les corresponde para arrogarse el lugar de otro los hace perder su verdadera identidad y fuerza. El genograma se guarda para volver a ser utilizado la siguiente sesión.

9na. Sesión: Jueves 26 de noviembre.

“EL PODER”

“El poder verdadero es el que reside en tu interior; inicia equilibrando dentro de ti a tu padre y a tu ma- dre. Independientemente de lo que sucedió entre ellos, para ti siempre serán la pareja perfecta, su u- nión dejó una hermosa consecuencia… tu presencia”. A) Retroalimentación de la sesión anterior.

B)Video en Youtube: “La rana sorda”.

C)Plática sobre el tema.-

Los tres anteriores elementos de la autoestima (la vinculación, los modelos y pautas, y la unicidad) son ingredientes necesarios que le darán al niño la fuerza necesaria para ser y estar en el mundo. Uno de los cimientos más importantes del niño es su sensación de poder, la cual le permite al niño tener fe en aquellas cosas que tiene que hacer. No se trata de que el niño controle ni manipule a los demás, sino que tenga la fuerza interna y la seguridad para decidir qué hacer con los recursos que cuenta, para aceptar las cosas que él no puede cambiar, para poner límites resguardando su dignidad e integridad así como respetando el de los demás. Los niños con escasa sensación de poder tratan de compensarlo intentan- do controlar a los demás, ya sea aparentando tener y ser lo que no son, o apa- rentando desvalidez pues obliga a los demás a hacer cosas por el desvalido. Por lo general, estos niños eluden aceptar responsabilidades y demues- tran poca iniciativa. Exhiben poco control emocional: arrebatos de ira o depresión.

¿Cuándo le quitas a tu hijo su sensación de poder? por ejemplo: -Cuando lo sobreproteges. -Cuando le das todo lo que quiere, haciéndolo poco sensible a las necesidades de los otros. -Cuando no lo escuchas y no tomas en cuenta lo que quiere. -Cuando lo sobrecargas de responsabilidades o cuando no le das ninguna. -Cuando todo lo que hace está mal. -Cuando la ‘disciplina” es impredecible. -Cuando le arrebatas un juguete de su propiedad sin su consentimiento para

prestárselo a otro niño.

Cómo aumentar la sensación de poder en el niño.

•Asegúrate de que el niño se enfrente con tareas o situaciones de su exclusi- va responsabilidad. Que el niño sea responsable significa que él sea consiente de que su com- portamiento ocasiona consecuencias que afecta positivamente o negativa- mente en los demás, y que no da lo mismo que haga una cosa u otra. Por e- jemplo, darle de comer al perro, poner la mesa, hacer su parte en una tarea de equipo en la escuela. •Dale distintas opciones entre las que pueda elegir. ¿A dónde prefieres ir?, ¿Prefieres el suéter verde o el azul? La toma de decisiones es una habilidad que se adquiere con la práctica y lo enseña a ir a- sumiendo responsabilidad por lo que decide.

•Que el niño sepa que él es el único responsable por lo que siente. Los niños suelen reaccionar, impulsivamente, emotivamente, y le echan la culpa a la gente por sus sentimientos. Esto sucede principalmente por- que escucha a los adultos hacerlo (“Tú me haces enojar”, “Por tu culpa es- toy llorando”, “Me vas a enfermar de tantas preocupaciones que me haces pasar”). Es importante enseñarle al niño que él es el único que tiene el poder so- bre lo que siente (“yo me enojo”, Yo me desespero”, Yo me alegro”, etc.).

•Enseña al niño cómo puede influir en los demás de manera positiva. Si un niño sabe cómo tratar a los demás, podrá conseguir lo que busca sin molestarlos. El niño no nace sabiendo cómo relacionarse, tiene que aprenderlo, y esto lo consigue observando cómo lo hacen los demás y cómo lo tratan a él. Lo más sencillo es empezar con “buenos días”, “adiós”, “por favor”, “gracias”, ¿puedo?, “con permiso”, “espérame un momento a que termine”.

•Enseña al niño mejores métodos de resolver los problemas. Los padres suelen caer en la trampa de ayudar mucho a sus hijos a la hora de enfrentarse a problemas (amarrarse agujetas, hacer sumas y restas, solucionarle dificultades con sus hermanos, pedir algo en la tienda, subirse al resbaladero, etc.), y terminan resolviéndolos por ellos, lo cual es muy co-

mún en padres sobreprotectores. Dile: “¿cómo resolverías esto?, “acuérdate, es parecido a lo que hiciste ayer”, “tú puedes solo, aquí estoy contigo”, “fíjate cómo lo hago yo”.

•Dale actividades o tareas de manera que el niño tenga oportunidades de tener éxito. Exponlo a tareas que le signifiquen un reto, pero no tan complicadas que lo lleven constantemente al fracaso. El niño necesita altas dosis de éxito que lo hagan sentirse capaz y poderoso.

•Ayude al niño a establecer límites para él y para los demás. La mejor manera de que aprenda esto es que nos observe poner límites: “No te daré lo que me pides si me hablas en ese tono”, “Ahora es el turno de tu hermana”, “Regresa el juguete de tu hermano que cogiste sin permiso”. Al establecer límites a un niño, éste aprenderá también a ponerlos, lo cual les da una sensación sana de poder.

•Ten confianza en tu hijo. Cambia las expectativas sobre tu hijo y ten confianza en la capacidad que tiene de alcanzar nuevos aprendizajes. La confianza que le transmites despierta la confianza en sí mismo.

D) Ritual para desarrollar una profunda fuerza.

La fuerza se toma de los propios padres. Los padres se toman tal y como son, pues ellos son los únicos y verdaderos. El ser padre o madre no es cuestión de moralidad, de “no eres mi padre/madre porque no me gustas o no tolero lo que haces”, sino por un acto físico-biológico; lo esencial que viene de los padres viene a través del engendramiento. Todo lo que sigue después es añadido y puede ser asumido por otra persona. Un hijo no puede estar en paz consigo mismo y encontrar su identidad, si está en paz con sus padres. Significa tomarlos tal y como son. Si uno de los padres queda excluido, solo se está a medias, se vive a medias, y se encuentra vacío, nota la falta, lo cual es la base de la depresión. La curación de la depresión consiste en integrar al padre o la madre excluidos y concederles su lugar y su dignidad. El tomar a la madre y al padre es un proceso independiente de las cualidades que puedan tener, del que nos agraden o no, y es un proceso curativo.

Los hijos, aunque hayan sido heridos por sus padres, siempre tienen la posibilidad de decir (cerrando sus ojos ven a sus padres frente a ellos y desde su corazón…):

“Papás, estoy de acuerdo en que sean mis padres, los tomo por igual, ni uno más ni uno menos, por igual. Los tomo con lo bueno y lo malo, pues ustedes son los verdaderos para mí. De ustedes me vino la vida y la tomo al precio que a ustedes les costó. Ustedes son los grandes y yo solo el pequeño, ustedes dan y yo tomo. Mamá, me alegro que hayas elegido a papá. Papá, me alegro que hayas elegido a ma- má. Ustedes son los únicos para mí. Les doy la honra.”

Cuando se honra con el alma, el amor fluye y la fuerza se recobra, y entonces se puede pasar a los hijos.

Dinámicas opcionales para las sesiones..-

1.-Dinámica: “La importancia de ponerle atención al niño”. En parejas. Primer momento: Uno es A y el otro es B. Se salen los A, y mientras los B que quedan en el aula. Se les indica a los A que piensen en alguna anécdota que le quieran platicar a su pareja B y que procuren llamar su atención y mantenerlo interesado. A los B se les indica que cuando A les platique algo no le hagan caso, no le muestren interés, volteará para otro lado, podrá bostezar, etc. Se cambian los papeles, ahora B relata algo a A y éste no le pondrá atención. Compartirá cómo se sintieron al no verse atendidos, qué pensaron de sí mismos, qué se dijeron a sí mismos, qué hicieron para llamar la atención de su pareja.Segundo momento: Lo mismo que lo anterior, pero ahora poniendo toda la atención a su pareja. Cómo se sintieron, que pensaron de sí mismos.

Reflexión: “Ahora imagínense lo que pasa en nuestros hijos cuando no les damos la atención”.

2.- Círculo mágico: “Lo que admiro de mi familia”.

3.- Para unicidad: Que cada quien traiga un limón (o un globo). Que vean su limón, sus colores, su olor, su forma, su temperatura y sensación táctil… etc.

10ma. Sesión: Jueves 3 de diciembre.

“CIERRE DEL PROGRAMA”

“Si tú estás bien… todo estará bien, pues todo lo que existe a tu alrededor es un reflejo de lo que tú eres… ¡Amate a ti mismo y llénate de amor!!!

A) Dinámica.-

B) Evaluación del programa en forma escrita por parte de los padres.

C) Palabras de cierre y entrega de diplomas.

D) Convivio de despedida.

Objetivos:

A)

B)Conocer la opinión de los participantes acerca del programa para tomarlas en cuenta en los siguientes proyectos de Escuela para padres. C) Que los padres con asistencia constante sean reconocidos con un diploma.

D) Disfrutar de un convivio.