DATOS DE PRENSA

FUNDACION CENTRO NUESTRA ESPERANZAHAINA, SAN CRISTOBAL

NOTICIAS DEL PAIS.COMDESPACHO DE LA PRIMERA DAMA REALIZA OPERATIVOS DE MAMOGRAFÍAS GRATIS

DD 05/ 02/ 2014El Despacho de la Primera Dama Cándida Montilla de Medina anunció una serie de operativos, que incluyen mamografías gratis a mujeres desde los 40 años de edad y charlas sobre la necesidad de prevenir el cáncer de mamas mediante el diagnóstico precoz.

Los operativos comenzarán este miércoles en el municipio de Haina, en la Fundación Centro Nuestra Esperanza, ubicada en la calle Principal número 21, del proyecto San Josué, en Haina; seguirán el jueves, en el local del ayuntamiento de Cambita Garabito y el viernes, en la Asociación de Caficultores La Esperanza, en Los Cacaos, todos en la provincia San Cristóbal.

Las interesadas en recibir atenciones totalmente gratis en estos operativos pueden comunicarse en Haina, con la hermana Nieves, de la Fundación Nuestra Esperanza; en Cambita Garabito, con Fermín Brito, y en Los Cacaos, con María Balbuena y Rufino Herrera, quienes representan a las instituciones que colaboran en los operativos con el Despacho de la Primera Dama.

El Despacho de la Primera Dama mediante el programa Mujeres Saludables intenta crear conciencia con la prevención temprana y de esta forma reducir la incidencia de la morbilidad y mortalidad por cáncer de mamas y cérvico-uterino.Para practicarse las mamografías en hospitales públicos, desde cualquier parte del país, deben llamar al Despacho de la Primera Dama, a los números 809-200-3262 y 1-809-200-3262, desde donde se les hará la cita inmediatamente.

Estas jornadas se suman a las cientos de actividades desarrolladas por el programa Mujeres Saludables durante el pasado año, coordinadas con el Ministerio de Salud Pública, en apoyo a las políticas de prevención temprana del cáncer de mamas.

Mediante este programa, coordinado por el doctor Nelson Figueroa, el Despacho de la Primera Dama realiza mamografías gratuitas, tanto en hospitales públicos, como mediante operativos con mamógrafos móviles, en todo el país.

Montilla de Medina ha impulsado la instalación de 16 mamógrafos, en igual número de hospitales, entre ellos, el de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, el Luis Eduardo Aybar, la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia y la Fundación Oncológica St. Joseph’s.

También en la Unidad Médica del Plan Social de la Presidencia, en el hospital militar de la Fuerza Aérea Dominicana, doctor Ramón de Lara; en el Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina; en el Hospital General doctor Vinicio Calventi, en Los Alcarrizos y en el Regional Marcelino Vélez Santana, en Herrera, municipio Santo Domingo Oeste.

Otros mamógrafos  funcionan en los hospitales, Instituto Oncológico Regional del Cibao, en Santiago; en el hospital Teófilo Hernández, en El Seibo; el Luis Morillo King, en La Vega y en el Regional Docente doctor Alejandro Cabral, en San Juan.

Las mujeres acuden a estos centros hospitalarios a practicarse sus mamografías totalmente gratis, con solo llamar al Despacho de la Primera Dama, desde cualquier parte del país, sin pagar cargos adicionales, a los números indicados anteriormente.

El Programa “Mujeres Saludables” es un pilar del Despacho de la Primera Dama Cándida Montilla de Medina, en la lucha por reducir la incidencia de la morbilidad y mortalidad por cáncer de mamas y cérvico-uterino, así como por otras enfermedades de alto riesgo femenino, como la osteoporosis

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Proyecto capacita a mujeres para que dejen la prostitución

La coordinadora Angélica Segoviano afirma que los recursos con que se sustentan no son suficientes para continuar con esa labor.

Isabel Leticia LeclercHainaDespués que una mujer en su niñez o adultez es abusada sexualmente su vida no es la misma. La mayoría de quienes atraviesan por esta terrible situación se refugian o son obligadas a ejercer la prostitución.Con la intención y el compromiso de generar un cambio en las mujeres maltratadas y explotadas del municipio de Haina, provincia San Cristóbal, nace en el 2002 el Centro Nuestra Esperanza, ubicado en la calle principal, #21, Proyecto San José.Su labor se enmarca en ofrecer alternativas a las mujeres que están en contexto de prostitución en las comunidades que integran el referido municipio, diseñando una casa de acogida, que se encarga de disponer de un abanico de cursos técnicos, manualidades, además de acompañamiento y tratamiento psicológico para quienes lo requieran y una formación en valores y principios cristianos católicos, predicando el amor y el perdón de Dios. Guiadas por las religiosas Oblatas del Santísimo Redentor, las mujeres que congregan reciben una asistencia en alfabetización, educación básica (modalidad de adultos); capacitación técnica laboral en auxiliar de belleza, panadería, repostería, cocina, lencería, costura; auxiliar en farmacia, contabilidad; bisutería, decoración en flores, tapicería, secretariado ejecutivo y manejo de paquete de oficina, todos de manera gratuita.La coordinadora de proyectos y formación espiritual, Nieves Altagracia de la Cruz, explica que también programan charlas y clases sobre manejo del estrés, enfermedades de transmisión sexual y se encargan de ayudar a jóvenes en el hábito de estudios, ya que algunas tienen un bajo índice académico.En sus instalaciones de dos niveles, albergan la satisfacción de que las mujeres educadas y capacitadas se convierten en el sustento de sus familias, emprendiendo sus propios negocios o sirviendo sus conocimientos con un empleo digno.Piden ayudaLos recursos con que se sustenta dicho centro no son suficientes para continuar con esa labor de colaboración y entrega, que reúne a un personal mayor de 15 empleados. La coordinadora general del centro, Angélica Segoviano, cuenta que el presupuesto anual que registran supera los RD$5 millones, suma que completan con la ayuda que brindan algunas instituciones amigas, pero que actualmente les es difícil recaudar.Es por ello que apelan a la solidaridad de quienes puedan aportar para que el Centro Nuestra Esperanza siga su trayecto y con esto, muchas mujeres puedan salir de la

prostitución. Para mayores detalles pueden ponerse en contacto con la institución al teléfono 809-237-4219.

Fundación Centro Nuestra Esperanza de Haina14 de marzo de 2011 a las 19:39Santo Domingo.- Dalia Fernández, Miss República Dominicana Universo 2011, y Ximena Navarrete, Miss Universo 2010 visitaron la Fundación Centro Nuestra Esperanza de Haina, en donde compartieron con las mujeres de esa institución que se capacitan en diferentes cursos técnicos para ganarse el sustento de sus hogares.Ambas beldades se reunieron con las mujeres y las Religiosas Oblatas del Santísimo Redentor que  dirigen la organización, en compañía de Magali Febles, directora general de Franquicias del Concurso Miss República Dominicana Universo, y  Magdalena Ureña, Directora  Comercial de Antena Latina Beauty, empresa organizadora del evento.La Fundación Centro Nuestra Esperanza promueve y coordina respuestas eficaces a las realidades de explotación que viven las mujeres en contexto de prostitución, a través de un trabajo organizado y estratégico para que ellas mismas se transformen en agentes de cambio social.Magali Febles, expresó que ella ayuda a las monjas Oblatas desde Puerto Rico.Vengo haciendo un trabajo comunitario, por más de 20 años.En el centro, refiere a las mujeres se les enseña cocina, repostería, cosmetología, computadoras, costura, lencería, bisutería, decoración de flores, velas y velones y reciben servicios médicos para comprobar que no están contagiadas con el VIH y si lo están referirlas a otros tratamientos. También reciben apoyo moral, espiritual y físico.Exhortó al personal voluntario para que colaboren con recursos económicos a la Fundación Centro Nuestra Esperanza para que las monjas Oblatas ofrezcan mejores servicios y una mejor calidad de vida a las mujeres de Haina y todos sus alrededores.Las mujeres de la institución departieron con Dalia Fernández (Miss República Dominicana Universo 2011  y Ximena Navarrete Miss Universo 2010, con quienes se sintieron muy alegres. PIE DE FOTOMagdalena Ureña, Ximena Navarrete, Magali Febles, Dalia Fernández, junto con las damas de la Fundación

FE Y VIDA COMUNIDAD CATOLICA

 

EXPERIENCIA MARIVI – REP. DOMINICANA

Soy Mariví, este verano he estado un mes realizando un voluntariado

en República Dominicana, en un proyecto de Religiosas Oblatas del Santísimo

Redentor (ORD). Se trabaja en la comunidad de Haina y en Bienvenido para mejorar

las condiciones de vida de las mujeres de estas localidades, especialmente aquellas

que se encuentran en contextos de prostitución, explotación sexual o violencia de

género, ofreciendo recursos sociales, psicológicos, jurídicos y sanitarios. Todo

comenzó en primavera cuando “por casualidad” me encontré en un avión con una

compañera de trabajo y comenzamos a hablar de las vacaciones.

Al final terminé apuntándome al campo de trabajo

internacional que las Oblatas organizan (CTI). Acudí a dos fines de semana de

formación en los que, entre otras cosas, se decidió dónde ir y con quién. Yo, a

República Dominicana y con una chica de Barcelona (encantadora por cierto).

Cuento también esto porque para mí fue importante. He comprobado que el Señor

sabe cómo acompañarnos en cualquiera de nuestras circunstancias y, en mi caso,

esto es un ejemplo más. Me cuesta verlo, y aún más aceptarlo, pero yo necesitaba

creerme que otro mundo es posible (exterior e interiormente).

Además de ver que Dios siempre está a nuestro lado. Cuando llegué a República

Dominicana todo era nuevo, el país, la cultura, la gente con la que me iba relacionar,

… e ilusionante. En cada cosa que veía podía hacer una comparación “graciosa”, se

aprende muchísimo y me ayudó a mantener constantemente una actitud de

apertura, escucha, aceptación. A veces porque quieres y otras porque no te queda

otro remedio, por ejemplo, yo acepté dormir todas las noches escuchando la música

a todo volumen de los colmados con Zacarías Ferreira como amenizador.

De lunes a viernes trabajamos en lo que nos tocaba, teníamos un horario de trabajo

muy completo, clases de alfabetización, impartición de talleres, trabajo

administrativo, visitas a los negocios (de prostitución), y lo que iba surgiendo. Y los

fines de semana libres, esto también fue un regalo, el país es precioso, os la

recomiendo, playas paradisiacas, y un interior increíblemente hermoso, verde y con

montañas. Todo acompañado de un clima húmedo con el que yo no tuve ningún

problema.

Todo lo que voy a contar es mi experiencia personal, vivida en lugares concretos y

con gente concreta, no me atrevo a decir que toda República Dominicana es de una

forma ni que todos los dominicanos son o viven así. Nos levantábamos a las 6:30

am, íbamos a misa a las 7:00 am, desayunábamos a las 8:00 am y sobre las 9:00

am comenzaba el trabajo. Lunes, martes y miércoles por las mañanas en

Bienvenido, un batey (lugar donde sobre todo viven haitianos) que está a unos 20

minutos en coche de Haina.  Es sorprendente como

viven algunas personas.

Para mí, la situación de los haitianos es muy dolorosa. No tienen papeles, los

dominicanos no los quieren (me atrevo a decir esto porque por lo que yo pude ver

esto es generalizado, por supuesto, la gente dominicana con la que yo trabajaba, por

ejemplo, no opina esto pero también puede comprobar que otros los odian), algunos

no hablan bien español (su lengua es el kreol, parecido al francés), y sin saber leer y

escribir bien. 

Las mujeres con las que habitualmente nos relacionábamos tenían varios hijos y no

vivían con su pareja o, si vivían con ella, no tenía porque ser el padre de todos o

alguno de sus hijos. Lo que yo percibí es que una mujer tiene un marido con el que

tiene hijos, dos o tres, y luego él se va con otra, que puede que ya tenga hijos con

otro. En esta situación, mujer sola, con hijos, sin formación, sin posibilidades de

encontrar empleo y con la necesidad de comer tus hijos y tú,… la mujer ejerce

prostitución (que, sí hay demanda).

La consecuencia es que escasamente llega para comer, para educación o la salud y

las mujeres son realmente maltratadas, física y psicológicamente. Esto se agrava si

eres haitiana y creo que lo peor para mí es ver que va a costar mucho salir de esa

situación. Lo primero es conseguir su acta de nacimiento para obtener la célula y así

“existir”, pudiendo tener acceso a salud, educación, trabajo,…. si no tienes esto ni

siquiera puedes trabajar, así que mejorar las propias condiciones de vida es muy

difícil. Lo más importante es que nadie (salvo contadas excepciones) tiene intención

de ayudar a conseguir esas actas de nacimiento. Este es un tema candente en la

política dominicana. En las clases de alfabetización la persona más joven tenía 11

años y la mayor 39, académicamente sabían lo mismo, en el medio había alguna

persona que sabe leer y escribir (y más) sin problemas. Es difícil para mí ver que

una persona con 19 años no sabe sumar llevándose, o que alguien de 20 sólo sabe

contar si cuenta dinero, que tienes 14 años y vives en el negocio XXXX, que tienes

23 años y tres hijos, o…esto era lo habitual, no estoy contando casos excepcionales.

En las visitas a las mujeres en sus casas o en los negocios las ofrecíamos ir al

médico, dentista, ginecología (muy demandado), psicología (también muy

demandado) y alfabetización gratuitamente. Este es el primer punto de contacto y

después la ayuda es lo más integral posible. Sabía que hay mucha violencia, no

porque lo haya visto, ya que la gente es muy agradable y encantadora, sino porque

ves las cicatrices, los moratones, las quemaduras o que todas las semanas se moría

alguna mujer conocida de la casa. Lunes por la tarde estar en las clases del centro

Fundación Nuestra Esperanza, miércoles por la tarde impartición de taller (aunque

por un motivo u otro sólo lo hicimos un día), jueves y viernes era trabajo

administrativo (organización de las clases, justificación de ayudas económicas,

ayuda a la organización interna del proyecto). Esto era lo general, después hubo

variaciones. Junto a la casa donde vivíamos la Oblatas tienen el Centro Nuestra

Esperanza de Formación Integral para mujeres, desde la cual, ofrecen formación

reglada y capacitación laboral (clases de cultura, cursos de belleza, repostería,

cocina, costura, contabilidad, farmacia, etc…) a todas aquellas mujeres interesadas

en encontrar nuevas alternativas económicas y laborales.

Gracias a lo que compartieron con nosotras, entendí la importancia de la droga en

la prostitución, el sida (hay muchísimas mujeres portadoras de VIH), las acciones

políticas que se intentan tomar, las zonas rosas, la trata, el tráfico, etc. Nos contaron

experiencias personales de trata y explotación, me abrió los ojos a otras realidades

que ya sabía que existían, pero cuando tienes a la persona delante es diferente.

Podría contar muchas cosas más, un mes es mucho tiempo si todo es tan diferente

a mi vida habitual. El sentimiento con el que me quedo es de agradecimiento a Dios,

a las hermanas que nos acogieron tan bien, a las que están en España (mi primer

contacto, la formación y la evaluación), a mi compañera de viaje y l@s

dominican@s, sentimiento también de entusiasmo y de ilusión porque otro mundo es

posible (como decía antes, exterior e interiormente) y a todas las “casualidades” del

camino, por ejemplo, tener la oportunidad de acudir a una asamblea de la

comunidad Siervos de Cristo vivo.

PERIODICO 7 DIAS. COM . DO

Los proyectos que buscan "rescatar" a las trabajadoras sexuales, ¿funcionan?LERY LAURA PIÑASocial28 abr 2015, 09:28 AM

 ARTÍCULO

La Fundación Centro Nuestra Esperanza, en Haina, lleva 23 años ofreciendo oportunidades de desarrollo educativo a las trabajadoras sexuales.  SANTO DOMINGO (Rep. Dominicana).- ¿Sirven de algo los programas que procuran la reinserción laboral de las trabajadoras sexuales a partir de otros oficios? ¿Cuáles

son sus resultados? El tema está lleno de controversias y no hay respuestas simples ni absolutas. El valor que se le otorgue a estas iniciativas y los efectos que se les atribuyen pueden variar drásticamente, dependiendo de dónde exactamente se esté viendo el “problema”.Por un lado, los proyectos de “rescate” se consideran útiles en el sentido de que les ofrecen a las mujeres la oportunidad de avanzar en sus estudios primarios o aprender un oficio que amplíe su precario abanico de oportunidades. Esto es precisamente lo que han estado haciendo las hermanas Oblatas del Santísimo Redentor en el Centro Nuestra Esperanza, en Haina, desde hace 23 años: se acercan a las mujeres, las invitan a terminar sus estudios primarios y ofrecen cursos de formación técnica.

Si se le hace la pregunta inicial a la hermana Nieves Altagracia de la Cruz, la respuesta es simple: su labor no es una panacea, pero no porque sea una forma incorrecta de afrontar el tema de la prostitución, sino porque la creación de capacidades por sí sola no siempre supone la existencia de opciones verdaderas y sostenibles para esta la población.

“No puedes ir con las manos vacías a decirles que dejen la calle. Cuando les hablas de las opciones que hay,  ellas te dicen: hermana, yo me voy a trabajar a la zona franca y en quince días no me gano ni dos mil. En la prostitución, a pesar de lo difícil que es, me puedo ganar tres mil en una semana”, lamenta la religiosa.

Pese a reconocer esta debilidad y el propio hecho de que la mayoría de las mujeres que participan en su programa no dejan el trabajo sexual, está convencida de que obra correctamente.

“La prostitución no es un trabajo. Eso denigra a las personas. El trabajo dignifica, no

denigra”. Nieves Altagracia De la Cruz, directora del Cento Nuestra Esperanza.

Hay testimonios de éxito que la reconfortan. Solanyi, por ejemplo, que dejó el trabajo sexual hace cerca de 20 años. Sus memorias incluyen los pasajes dramáticos en los

que sufrió abusos y golpizas que afortunadamente quedaron sepultados por el tiempo; pero está coronada de momentos hermosos de la etapa que percibe como su “regeneración”. Ha dedicado las últimas dos décadas a educar a sus hijos y a su empleo en el sector público,  un proceso que vive con satisfacción, como su conquista de la dignidad.

“Solanyi, ponme ese nombre. Fue mi nombre de la calle. Me inicié aquí en Haina, cuando el

papá de los hijos míos me dejó sola, con el más pequeño interno. Tuvimos tres hijos y el menor

tenía siete meses que había nacido. Lloré mucho. Luego me adapté, anduve muchos sitios y

terminé de nuevo en Haina. Cuando las hermanas Oblatas llegaron a Haina, ahí las conocí. Cogí

talleres y empecé a trabajar. A partir de entonces, como dicen los tígueres, yo me quité… Duré

como cinco años en eso y le doy gracias a Dios que salí bien, porque muchas de mis

compañeras están muertas o cortadas… Hoy me dicen doña. Soy una doña. Donde quiera que

me mueva, todo el mundo me respeta. Les di educación a mis hijos, todos son profesionales…

Hay muchas cosas bellas que se pueden hacer sin vender tu cuerpo. Yo, hoy, me siento libre y

bien conmigo misma. Soy feliz, gracias a Dios. ¿Que si es difícil? No es fácil ni difícil. Es cuestión

decisión”.

Solangi, como las oblatas, entiende que la sociedad tiene razones morales e incondicionales para eliminar, completamente, el trabajo sexual. Y trabaja para ello, porque desde su punto de vista no es ni puede ser un trabajo decente.

Pero su historia es tan conmovedora como excepcional. Por múltiples factores, no la regla, dado que muchas de las mujeres que participan en los programas del centro u otros similares nunca dejan el trabajo sexual o, lo hacen, pero no de manera permanente.

Las Oblatas lo saben. Aunque intentan “que tengan otra opción de vida” y procuran cambios sustanciales en su medio de sustento, no hay garantías.

DIARIO . LIBRENOTICIAS

| 30 AGO 2012, 12:00 AM

Monjas piden donación de útiles escolares para niñas del Batey BienvenidoLa entrega de útiles y uniformes está prevista para efectuarse el próximo sábado

HAINA. Las religiosas Oblatas del Santísimo Redentor, que ayudan a trabajadoras sexuales y niñas en situación de riesgo, acuden a la solidaridad de muchos para que les donen útiles y uniformes para 28 menores que podrían perder el año escolar por esa carencia.

Las monjas entregarían las donaciones a niñas del Batey Bienvenido, en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste, un lugar de condiciones económicas muy precarias y de riesgo social para las adolescentes.

La campaña empezó en las redes sociales, cuando la hermana Wanda Pozo, pidió auxilio luego de que desapareciera un hombre que había prometido hacer el donativo.

La entrega de útiles y uniformes está prevista para efectuarse el próximo sábado y las monjas, aunque aún no han conseguido los útiles y uniformes, no les han dicho a las niñas que no los tienen, pues esperan que se produzca un milagro. Además, ya las niñas ilusionadas habían escrito cartas de agradecimiento para el "donante" que ahora no

aparece.

En la residencia de las monjas, en Haina, las religiosas han puesto la cotización en la capilla, al lado del Santísimo. Tienen fe y esperanza.

Los teléfonos para comunicarse con las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor son 237-4219 y 829-747-3831.

SERIE 93 HAINA.

13:14 | Publicado por César DoroteoLa Fundación Centro Nuestra Esperanza realiza graduación La Fundación Centro Nuestra Esperanza Inc, a cargo de su Directora Ejecutiva la Hermana Nieves Altagracia de la Cruz realizó el acto de Graduación del Tercer Ciclo (8vo. Modalidad de adultos), el miércoles 25 de junio la graduación en el centro de convenciones y eventos de la Fundación Centro Nuestra Esperanza.

Veinte y cinco (25) mujeres que superaron muchos obstáculos para lograr terminar la escuela básica fueron investidas en presencia de las autoridades de diferentes instituciones educativas y religiosas que convergen en el municipio de Haina, entre ellos, el licenciado Rosendo Almonte de INFOTEP, César Arias del Consejo Pastoral del proyecto San José, la licenciada Josefina Bodré Directora Escuela Básica proyecto San José, la maestra Francisca Castro, la profesora Ana Melenciano, la licenciada Maria Paula Echevarria, la Hermana Belkis Veracierta y la Encargada de eventos maestra Ángela Cepeda Castro. 

Desde hace 21 años, las religiosas oblatas del Santísimo Redentor junto a un grupo de colaboradores y colaboradoras escuchan, acompañan cada proceso que vive la mujer. Con un equipo multidisciplinario compuesto por psicólogos, médicos, odontólogos, abogados, profesoras, instructores y acompañamiento espiritual, hacen la diferencia en el proceso de aprendizaje para que las mujeres puedan terminar sus estudios.

De igual manera, realizan talleres técnicos vocacionales. Es decir, salen preparadas con una opción para la vida: sacar adelante a sus familias y continuar sus estudios, ya que la mayoría de ellas fungen como cabezas en sus hogares y son el sustento de los hijos.

"Hoy nos sentimos muy contentas de presentarles a la sociedad a 25 mujeres preparadas, que continuarán con sus estudios superiores con el acompañamiento de la institución que le dará seguimiento en todos los aspectos", resaltó la directora Nives de la Cruz.

Agradeció a las personas que apoyan el sueño de las mujeres tendiéndole una mano en momentos de muchas dificultades, ya sea a través de una orientación, creyendo en ellas o dándole su espacio para que puedan estudiar.

Dicho Centro acoge a las alumnas en situaciones de vulnerabilidad y junto al personal educativo y formativo, acompañan el proceso de cada una de las estudiantes que vienen buscando un espacio, un lugar de paz, acogida y terapia ocupacional, donde pueden encontrarse consigo misma y descubrir ese ser maravilloso que llevan dentro de ellas.- Por: César Doroteo - Artículo: La Fundación Centro Nuestra Esperanza realiza graduación.

Compartimos mesa, mantel y experiencias con las OblatasDeja una respuesta

Miguel Ángel Moreno, Ciempozuelos (Madrid)

Las Hermanas Oblatas con Justi (vicepresidenta AS)

La Asociación para la Solidaridad participó el 8 de abril en el Encuentro Internacional de las Oblatas del Santísimo Redentor en Ciempozuelos (Madrid), al que acudieron varios miembros de nuestra ONGd para compartir experiencias con las religiosas, responsables de muchos de losproyectos que ha apoyado y apoya actualmente AS.

Las Hermanas Oblatas tuvieron la gentileza de hacer un alto en el camino en su Encuentro Internacional para compartir un almuerzo con nosotros y contarnos el estado de los proyectos.

En una agradable mesa, las hermanas Nixa Nieto (que presta servicio en Ciudad Juárez, México), Rosa María Suárez (Guatemala), Lucia María dos Santos (Angola), Angélica Segoviano (República Dominicana), Carmen Ortega, Asun Bartolomé (ambas actualmente en el Proyecto Daniela en Las Palmas de Gran Canaria); acompañadas por la superiora general de la congregación, Lourdes

Perramón, compartieron con nosotros la situación que sufren las mujeres en los países en los que cuentan con proyectos. Por parte de AS acudieron Justa Sánchez, vicepresidenta de AS; Samuel Escudero, presidente de AS Madrid; y Miguel Ángel Moreno, miembro de la Comisión de Comunicación.

Durante la conversación pudimos conocer los avances que realizan las Oblatas en el Proyecto Daniela de Las Palmas de Gran Canaria en la colaboración policial y la sensibilización ante la trata de personas que sigue llegando de forma incesante a nuestro país a través de las costas canarias.

Lucia nos explicó como en Angola la prostitución es silenciaday las Oblatas son pioneras

Gracias al relato de Lucia, hermana oblata brasileña destinada en Lobito (Angola), pudimos descubrir cómo la labor que están haciendo en este país está siendo pionera, en una nación en la que la prostitución no solo es clandestina, sino que tampoco es percibida como un problema por parte de las autoridades angoleñas.

Nixa Nieto (Ciudad Juárez-México), firma convenio de colaboración con AS Madrid.

Rosa María nos trasladó el trabajo intercongregacional que están llevando a cabo en la frontera entre Guatemala y México, donde las distintas realidades de la vida religiosa y los agentes de pastoral están colaborando para desenmascarar el oscuro mundo de la trata de mujeres, que en esa zona del mundo se mezcla con la emigración y el narcotráfico.

Por su parte, Nixa iluminó con su optimismo el duro relato de las condiciones que se viven en la localidad mexicana de Ciudad Juárez, donde la prostitución, la violencia y la condición fronteriza provocan un verdadero peligro para la mujer; y donde las Oblatas están consiguiendo hacer realidad dos microempresas de dos mujeres (una peluquería y un centro de masajes) y ya planean un nuevo ‘sueño’: una casa de comidas.

Además, Angélica y sus compañeras en la localidad dominicana de Bajos de Haina explicaron la situación que viven allí las mujeres haitianas, donde son repudiadas por la población del país vecinopero reciben la acogida de las hermanas para poderse insertar en la sociedad y conseguir su documentación.

Tras la comida y el café, tuvimos un rato para charlar con algunas de ellas y grabar algunas palabras para los socios de AS que irán siendo públicas durante las próximas semanas. En todas las conversaciones, una palabra de agradecimiento para el apoyo económico que reciben desde “nuestros colaboradores de España”, como amablemente nos describen.

Estas mujeres hacen posible que otras puedan salir de la prostitución y la trata para encarar la vida de otra manera. A ello contribuye con orgullo AS

Fue un encuentro breve, pero cargado de experiencias que no estuvieron exentas de realismo y no restaron ápice de dureza a situaciones verdaderamente complicadas con las que las Oblatas se enfrentan día a día.

Con una sonrisa, estas mujeres hacen posible que otras puedan salir de la prostitución y la trata para encarar la vida de otra manera. Y en ello también contribuye con orgullo AS enAngola, Guatemala, Canarias, México o Dominicana.

APOYO DE MANOS UNIDAS

PROYECTO 3- República Dominicana - Centroamérica – Caribe. DIGNIFICACIÓN DE LA MUJER EN SITUACIÓN DE RIESGO Y MARGINACIÓN

IMPORTE TOTAL 61.345 EUROS

AL FRENTE DEL PROYECTO

Hermana Nieves Altagracia de la Cruz - Oblatas del Santisimo Redentor

BENEFICIARIOS DIRECTOS: 350 INDIRECTOS: 2.450

RESUMEN DEL PROYECTO

En la República Dominicana se calcula que el índice de pobreza es del 60%. Los salarios mínimos están alrededor de unos 70 euros mensuales, que no

alcanzan a cubrir ni la mitad del costo de la canasta básica. Así es la situación en el municipio de Haina, de la provincia de San Cristóbal, al sur del país, que tiene unos 100.000 habitantes. En él se sitúa el principal puerto del país, y sufre la lacra social de la prostitución (unos 200 prostíbulos en la zona), así como las actividades de comercio ilícito y redes de trata de blancas. Es obvio que en el crecimiento de la prostitución tienen mucho que ver las precariedades económicas y sociales. Encuestas recientes revelan que una nueva modalidad de la prostitución es el consumo de drogas; es decir, "intercambio de drogas por sexo", mayormente en adolescentes, sobre todo en barrios marginales donde los jóvenes no cuentan con medios educativos ni recreativos, que les alejen de los vicios.

En la zona trabaja la Congregación de las Oblatas del Santísimo Redentor, fundada en el año 1864 para trabajar con las mujeres en situación de prostitución. Las Religiosas solicitan el apoyo de Manos Unidas para llevar adelante un proyecto que busca promover el desarrollo humano integral de las mujeres que viven situaciones de marginación, exclusión social y prostitución. Se busca despertar en ellas una conciencia crítica de su condición marginal, para que descubran su identidad y recuperen su dignidad humana y su autoestima. Para ello, se desarrollarán acciones educativas, formativas y de capacitación, que les permitan desarrollar sus capacidades intelectuales, emocionales, de crecimiento personal y de adiestramiento ocupacional, y que de esa manera encuentren alternativas de superación y otras fuentes de trabajo para su subsistencia. Los fondos solicitados a Manos Unidas van destinados a capacitación, equipos y personal, y el aporte local se concreta en capacitación, funcionamiento, personal y administración.