· Web viewEn esta condición de santa se presentó la Virgen de Guadalupe ante Juan Diego. Le dijo: “yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien

“Alégrate, llena de gracia”46 rosarios a Santa María de Guadalupe 2018

Guía para la reflexión y la oración

Diócesis de Ciudad Guzmán, Jal.

Octubre-Diciembre de 2018

“María […] vi-vió como nadie las bienaven-turanzas de Jesús. Ella es la que se estre-mecía de gozo en la presencia de Dios, la que conservaba todo en su co-razón y se dejó atravesar por la espada. Es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos en-seña el camino de la santidad y nos acompa-ña” (GE 176).

2

La Magnífica

Proclama mi alma la grandeza del Señor,se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humildad de su esclava.Desde ahora me felicitarán todas las generaciones

porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fielesde generación en generación.El hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordiacomo lo había prometido a nuestros padres

en favor de Abraham y su descendencia por siempre.Amén.

Misterios del Rosario

MISTERIOS GOZOSOS(Lunes y sábados)

1º La Anunciación.2º La Visitación.3º El Nacimiento del Niño Dios.4º La Presentación.5º El hallazgo del Niño Jesús.

MISTERIOS LUMINOSOS(Jueves)

1º El Bautismo de Jesús.2º Las bodas de Cana.3º El anuncio del Reino.4º La Transfiguración.5º La institución de la Eucaristía.

MISTERIOS DOLOROSOS(Martes y viernes)

1º La Oración en el huerto.2º La Flagelación.3º La Coronación de espinas.4º Jesús con la cruz a cuestas.5º Crucifixión y muerte de Jesús.

MISTERIOS GLORIOSOS(Miércoles y domingos)

1º La Resurrección.2º La Ascensión.3º La venida del Espíritu Santo.4º La Asunción de María.5º La Coronación de María.

3

Presentación

Hermanos y hermanas de las comunidades que se reúnen a lo largo y ancho de la Dióce-sis para rezar los 46 rosarios a la Virgen de Guadalupe:

Con gusto les ofrecemos la guía para la reflexión y la oración a Dios por el testimonio de la Virgen María, tanto en Nazaret como en nuestro País. Los temas para la oración y reflexión de cada día retoman la Exhortación Apostólica del Papa Francisco Alégrense y regocíjense, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual.

Las reflexiones están diseñadas para integrarlas a la dinámica del rosario. Para ello pensamos en un esquema común a todos los días:

a) La familia que recibe a la comunidad da la bienvenida.

b) Presentación del tema del día.

c) Platicar sobre un hecho de vida, ayudados de una o dos preguntas.

d) Lectura de un texto bíblico; será un versículo o dos. Se propone proclamarlo una, dos o hasta tres veces y guardar un momento de silencio, sin comentarlo.

e) Rezar el rosario, primero enunciando (p. 2) y luego ofreciendo cada misterio.

f) Terminar con el rezo de La Magnífica (p. 2).

Agradezcamos a Dios la colaboración de los alumnos de Teología de nuestro Semina-rio Diocesano en este servicio pastoral.

Esperamos que los encuentros comunitarios alrededor de La Guadalupana les ayuden en su proceso de vida comunitaria, fortalezcan su caminar de Iglesia en el barrio, colonia o rancho, y colaboren a tomar conciencia de que estamos llamados a la santidad y a asu-mir con mayor compromiso la misión al servicio del Reino.

Durante estos días “pidamos que el Espíritu Santo infunda en nosotros un intenso anhelo de ser santos para la mayor gloria de Dios y alentémonos unos a otros en este intento. Así compartiremos una felicidad que el mundo no nos podrá quitar” (GE 177).

j. lorenzo guzmán j., pbro.Vicario Episcopal de Pastoral

4

1. Dios nos quiere santos


b) Presentación del tema:

Hermanos y hermanas: Hoy iniciamos los 46 rosarios en honor a la Virgen de Guadalu-pe en nuestra comunidad. Este año vamos a estar reflexionando y orando, ayudados con la Exhortación Apostólica del Papa Francisco sobre El llamado a la santidad en el mundo actual. En esta condición de santa se presentó la Virgen de Guadalupe ante Juan Diego. Le dijo: “yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive”. Ella es, como dice el Papa, “santa entre los santos” por lo que la veneramos de un modo especial en la Iglesia y la tenemos como modelo de vida.

A lo largo de estos 46 encuentros comunitarios, hay que tomar conciencia de que, al igual que a María, Dios nos quiere santos y de que estamos llamados a la santidad por el Bautismo. Participemos con gusto en este primer día de rosario.

c) Platiquemos sobre nuestra vida:

¿Cuándo nos bautizaron? ¿Dónde fue nuestro Bautismo?

Demos gracias a Dios porque nos eligió para ser santos y ese día nos llamó a la vida comunitaria y a anunciar el Evangelio.

d) Texto bíblico: Ef 1, 3-4.

e) Rezo del rosario:

PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por nuestro barrio (colonia, rancho), para que estos 46 días de encuentro nos ayuden a fortalecer la vida comunitaria.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por la familia que nos ha recibido, para que sigan integrados activamente en la vida de la comuni-dad.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por las personas que han sido perseguidas o humilladas por causa de Jesús, para que les ayude a ex-perimentar la alegría de ser sus testigos.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por todas las fami-lias de nuestra comunidad, para que en cada una resuene el llamado de Dios a la santidad.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todos nosotros, para que no nos conformemos con una existencia mediocre, aguada y licuada.

LETANÍA.

5

f) Oración de La Magnífica.

2. Los santos nos alientan y acompañan



Hermanos y hermanas: Los santos y santas que ya llegaron a la presencia de Dios mantienen con nosotros lazos de amor y comunión, nos alientan a vivir bien, a no dete-nernos en el camino, a trabajar por el Reino de Dios. Entre ellos/as, como dice el Papa Francisco, pueden estar nuestra propia madre, una abuela u otras personas cercanas. La Virgen María y todos/as los/as santos/as os estimulan a seguir caminando hacia la meta, como decimos en el canto: “Juntos como hermanos, miembros de la Iglesia, va-mos caminando al encuentro del Señor”. Participemos con devoción en el rezo del ro-sario.

c) Platiquemos sobre la realidad de nuestro barrio (colonia, rancho):

¿Quién es el/la Santo/a Patrono/a de nuestro barrio (colonia, rancho)? ¿Cómo fue su vida? ¿Por qué lo/a nombraron Santo/a? De las personas que ya murieron en nuestra comunidad, ¿de quién podemos decir que es santo/a? ¿Por qué?

d) Texto bíblico: Hb 12, 1-2.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por las personas que se esfuerzan en vivir bien su vida, asumiendo las dificultades que trae el compro-miso en la comunidad, para que nos sigan dando ejemplo de vida cristiana.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las familias de nuestro barrio (colonia, rancho), para que en ellas se cultive el conocimiento, la de-voción y la imitación del ejemplo de San/Santa N., nuestro/a Patrono/a.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los papás y mamás de nuestra comunidad, para que den a sus hijos/as un buen ejemplo de entre-ga de la propia vida al servicio de los demás.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por las personas de nuestra comunidad que se esforzaron por agradar al Señor con su vida, para que ya estén contemplándolo y alabándolo junto con todos los santos y santas.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por los/as agentes de pastoral de nuestra Diócesis, para que su forma de vivir el servicio a su comunidad, sirva de estímulo a los demás bautizados/as, especialmente a los/as alejados/as.

LETANÍA.


6

3. Los santos de la puerta de al lado



Hermanos y hermanas: Hoy en nuestro tercer día de oración comunitaria a María de Guadalupe, queremos reflexionar sobre aquella santidad que vive cerca de nosotros y que es un reflejo de la presencia de Dios. Santos anónimos que, con sus buenas obras, bien intencionadas, pueden transformar su entorno, hacerlo más humano; pa-dres que crían y educan con amor a sus hijos, hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a sus casas, enfermos que viven con paciencia su enfermedad, religiosas ancianas que siguen sonriendo. Esa es muchas veces la santidad de la puerta de al lado.


¿Qué personas de nuestra comunidad (sin decir nombres) viven santamente? ¿Qué signos de santidad reflejamos como comunidad?

d) Texto bíblico: 2 Tim 1, 5.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por toda nuestra comunidad, para que conducida por el Espíritu Santo sepamos dar testimonio de santi-dad en las acciones más pequeñas que vamos realizando día a día.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todos aquellos hombres y mujeres que llevan el pan a su casa, para que sigan animando a pesar del cansancio la experiencia de encuentro con Dios en la comunidad.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todas las fami-lias que acogen la Palabra de Dios y dan testimonio de esta experiencia de encuentro con Dios desde la vivencia familiar-comunitaria, para que se mantengan en ese estilo de vida.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestros jóve-nes, para que en la diversidad de relaciones interpersonales también sepan relacionar-se con Dios en el encuentro con los demás.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestra Iglesia Diocesana, que se encuentra en evaluación del Cuarto Plan Diocesano, para que siga orientando su caminar hacia la escucha de la Palabra de Dios en los hermanos sufrien-tes.

LETANÍA.

7


4. El Señor llama a la santidad



Hermanos y hermanas: Hoy en nuestro cuarto día de oración comunitaria a María de Guadalupe, queremos reflexionar sobre aquella llamada que el Señor nos hace a cada uno de nosotros a ser santos: “Sean santos, porque yo soy santo”, animados por tantos testimonios de santidad. Así como hizo María de Nazaret, esta invitación debe ser aco-gida y vivida desde nuestro propio camino, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra comunidad, pero sobre todo desde nuestra persona misma. Esto debería entusiasmar-nos y alentarnos a cada uno de nosotros para darlo todo, para crecer hacia ese proyec-to de Dios único e irrepetible.


¿Somos conscientes de que Dios que nos invita ser santos? ¿Cómo respondemos a ese llamado que Dios nos hace?

d) Texto bíblico: Lv 11, 44-45.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todas aquellas personas que responden al llamado de Dios y lo manifiestan en ayuda, solidaridad y servicio hacia los demás, para que no se cansen de vivir así.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las familias de esta comunidad, para que sean testimonio de vida comunitaria por la vivencia del servicio por parte de Dios.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestros niños y niñas, para que en el testimonio de los adultos vayan descubriendo la experiencia de amor y entrega de Cristo.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por las personas mayores, para que en la alegría de la vejez sepan compartir con las nuevas generacio-nes la experiencia de amor y servicio como respuesta a la llamada de Dios a la santi-dad.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todas aquellas personas que entregan su vida en la vocación religiosa o sacerdotal, para que alimen-tándose de la de Palabra Dios y sean testigos fieles en sus comunidades.

LETANÍA.

8


5. Todos estamos llamados a ser santos



Hermanos y hermanas: El día de hoy, junto con el rezo del rosario a la Virgen de Gua-dalupe, reflexionaremos sobre el llamado que el Señor nos hace a la santidad. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada quien se encuentra.

La santidad es el fruto del Espíritu Santo en la propia vida. El Señor ha llenado de do-nes a la Iglesia con su Palabra, los sacramentos, la vida de las comunidades, el testi-monio de los Santos y una múltiple belleza que procede de su amor. Esta santidad a la que el Señor nos invita, irá creciendo con pequeños signos y gestos que reflejan el proyecto de salvación y el amor de la Virgen María, madre que pide por sus hijos y ve por ellos.


¿Quiénes pueden ser santos aquí en el barrio (colonia, rancho)? ¿Por qué? ¿Qué sig-nos de nuestra vida comunitaria manifiestan que somos fieles seguidores de Cristo?

d) Texto bíblico: 1 Pe 4, 8-10.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por las personas alejadas de la comunidad, para que el Señor los conduzca por los caminos que llevan a una conversión y una vida de santidad.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todos aquellos que de una forma u otra buscan vivir con santidad el diario acontecer de la vida, dejando a un lado las actitudes de egoísmo e individualismo y se sumergen en la vida comunitaria para buscar el bien común, para que se mantengan en ese esfuerzo.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por quienes hacen el mal, para que viviendo la conversión puedan encontrar el camino del Señor y experi-menten el amor que solo de Él podemos obtener y que nos lleva a vivir de una manera santa.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por todos nosotros, para que en estos rosarios podamos experimentar la gracia del Señor y asumamos con más claridad lo que implica el camino a la santidad.

9

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por la familia que nos recibe, para que el Señor los llene de su bendición y continúen trabajando por ha-cer presente en la comunidad el Reino de Dios.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.6. La misión, camino de santidad



Hermanos y hermanas: En este tema, junto con el rosario a María de Guadalupe, refle-xionaremos sobre la misión que cada uno tenemos, movidos por el Espíritu Santo que busca que no abandonemos el camino del amor y que estemos siempre abiertos a su acción la que nos conduce a la santidad. La misión tiene su sentido pleno en Cristo y sólo se entiende desde Él. El fondo de la santidad es vivir en unión con Él los misterios de su vida comunitaria, su cercanía a los últimos, su pobreza, su entrega por los de-más.


¿Cuál es la misión que tenemos como bautizados? ¿Qué estamos haciendo como co-munidad para vivir la misión? ¿Tenemos conciencia de que debemos caminar hacia la santidad por medio de la misión?

d) Texto bíblico: 1 Tes 4, 2-3.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todos aquellos que buscan vivir unidos a Jesús en su cercanía a los últimos, su pobreza, su entrega por los demás, para que no dejen este camino hacia la santidad.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nosotros, para que el Espíritu Santo sea la fuerza que nos ayude a modelar nuestra vida en la caridad, de acuerdo al mandato y ejemplo de Jesús.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todos aquellos que buscan la santidad en medio de esta sociedad llena de injusticia y desigualdad, para que contemplen su camino de la santificación en el conjunto de su vida.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por cada uno de los que entregan la vida en el cumplimiento de la misión, para que el Señor los fortalez-ca y los anime a seguir adelante.

10

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por la familia que nos recibe, para que el Señor cumpla en ellos el camino de amor que conduce a la misión.

LETANÍA.


7. Construir el Reino nos santifica



Hermanos y hermanas: En este séptimo día en que nos encontramos como comunidad para honrar a María de Guadalupe, queremos entender que ser santos significa anun-ciar, construir y hacer presente el Reino de Dios, trabajando por vivir el amor y por con-seguir una vida digna para todos y todas, siempre al lado de Cristo, que quiere vivirlo con nosotros en todos los esfuerzos o renuncias que implique; y también en las aleg-rías y en la fecundidad que nos ofrece. No nos santificaremos sin entregarnos en cuer-po y alma para dar lo mejor de nosotros en el trabajo a favor del Reino.


¿Cómo nos imaginamos que sería el Reino de Dios en nuestra comunidad? ¿Qué es-tamos haciendo para construirlo?

d) Texto bíblico: Mt 6, 33-34.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por nuestro barrio (colonia, rancho), para que los pequeños esfuerzos que vamos realizando en comuni-dad por instaurar el Reino de Dios, con el encuentro fraterno, la contemplación y la acción, nos mantengan en el camino de la santidad.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por quienes no olvidan que la propia vida es una misión, y se entregan al Espíritu Santo para ser fieles al Reino, para que sigan caminado por sendas de justicia y de paz.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por quienes se les ha apagado la alegría y se sienten insatisfechos por no saber para qué se vive, para que se dejen invadir por el Señor y encuentren en Él las grandes motivaciones que los impulsen a vivir a fondo las propias tareas.

11

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por quienes nos hemos reunido para el rosario a la Virgen, para que dejándonos conducir por el Espíritu de santidad, continuemos con la tarea evangelizadora en la comunidad y la sociedad.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestros pasto-res, para que se esfuercen cada vez más en la construcción del Reino en sus comuni-dades y se sientan apoyados por todos nosotros con los pequeños o grandes servicios que podamos prestar.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.8. No tener miedo a la santidad



Hermanos y hermanas: Estamos en el octavo día en este camino con Santa María de Guadalupe. Hoy nuestro Papa Francisco nos invita a no tener miedo de ser santos, porque la santidad “no te quitará fuerzas, vida o alegría. Sino todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó”. Atrevámonos, hermanas y her-manos, desde hoy a tener una santa ambición: “apuntar hacia lo más alto, dejándonos guiar por el Espíritu Santo que recibimos, porque en esta vida existe una sola tristeza, la de no ser santos.


¿Conocemos personas de nuestra comunidad que le van perdiendo el miedo a hacer el bien? ¿Qué podemos hacer nosotros para perderle el miedo a ser santos?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por quienes nos hemos reunido al rezo del rosario, para que, saliendo de nuestras inseguridades, nos atrevamos a ser santos dentro de nuestras realidades y nos veamos libres de todas nuestras esclavitudes y nos reconozcamos en nuestra dignidad.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por los miem-bros de nuestra comunidad, para que seamos sal y luz del mundo donde nos encontre-mos, para que seamos cristianos más fecundos en el amor y servicio a los hermanos.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por quienes, en medio de su vida, aún no temen dejarse guiar por Espíritu Santo, para que el Señor los fortalezca con su gracia en medio de sus debilidades y necesidades.

12

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por las personas de nuestro barrio (colonia, rancho), para que nos ayude a vivir en comunión con noso-tros mismos, con los hermanos, con nuestra Casa común y con el verdadero Señor de todo ser humano.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestras fami-lias, para que a ejemplo de la Sagrada Familia sean reflejo del amor que Dios le tiene a toda la vida humana.

LETANÍA.


9. Santidad es tocar la carne sufriente de Cristo



Hermanos y hermanas: El día de hoy, junto con el rosario a la Virgen de Guadalupe, reflexionaremos sobre la necesidad de tocar a Cristo, que sufre en los pobres, para vivir en la santidad. Valoramos a las personas que tocan el cuerpo de Cristo, sirviendo, acompañando y consolando a los hermanos enfermos y presos, a los jóvenes con pro-blemas de adicción, a los niños y niñas que se preparan para recibir un sacramento, a las mujeres abandonadas, golpeadas y humilladas; a las familias que han perdido un ser querido a causa de la violencia. El Papa Francisco nos recuerda que estamos lla-mados a ser santos por la capacidad que tengamos de tocar la carne sufriente de Cris-to en los pobres.


¿Cuáles personas son las que más sufren en nuestra comunidad, colonia, rancho o barrio prestan un servicio en favor de los demás? ¿Descubrimos en ellas a Cristo y lo tocamos? ¿Por qué?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por los jóvenes y adolescentes de nuestra comunidad, para que sepan tomar las mejores decisiones de sus vidas impulsados por el Espíritu Santo, pero que nosotros como Iglesia sepamos escucharlos y atenderlos.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las perso-nas adultas de nuestra comunidad, para que reconozcamos en ellos el rostro de Cristo e implementemos iniciativas que les favorezcan en su etapa de vida.

13

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestros her-manos y hermanas recluidos en prisiones, para que escuchen la voz de Dios en su sufrimiento, soledad, angustia y, con nuestra atención, experimenten el consuelo.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por los enfermos de nuestro barrio (colonia, rancho), para que, como comunidad, los atendamos en sus enfermedades: visitándolos, acompañándolos, curando sus heridas, siendo solidarios.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestro barrio (colonia, rancho), para que tomemos conciencia de la misión al servicio del Reino, y nos comprometamos a trabajar como comunidad por la vida, la justicia y el amor.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.10. Abrirse al misterio de Dios y de los demás



Hermanos y hermanas: El Papa Francisco nos ha insistido mucho en que seamos ca-paces no solo de dialogar con Dios en los templos, sino que ese diálogo se haga reali-dad en hechos concretos con todas las personas, sobre todo con los pobres, descarta-dos, sufrientes. Un verdadero cristiano se abre al misterio de Dios, así como lo hizo María, y eso implica que no podemos tener y encontrar respuestas a todo; si así fuera, dice el Papa Francisco, esa persona demostraría que no está en un sano camino y es posible que sea un falso profeta.


¿En qué o en quiénes descubrimos a Dios? ¿Qué lugar tienen demás, especialmente los pobres, en nuestro corazón? ¿De qué manera damos a conocer a los demás que Dios está entre nosotros?

d) Texto bíblico: Mc 9, 36-37.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por nuestra Iglesia, para que sepamos escuchar los gritos de dolor y sufrimiento de nuestros hermanos más excluidos y olvidados de nuestra sociedad y sepamos ofrecerles la luz del Evan-gelio.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestras familias, para que sean madres evangelizadoras de generaciones donde se procura el diálogo y la paz, donde se vive en esperanza y en compromiso con la comunidad.

14

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestros gober-nantes, para que, en su servicio a la comunidad, colaboren en el bien común, por me-dio de la justicia, la unidad, la paz y la verdad.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por los agentes de pastoral de nuestra comunidad, para que el Espíritu Santo los ilumine y los llene de fortaleza, valentía y sigan evangelizando y haciendo presente el Reino de Dios a todos los bautizados.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestras comu-nidades, para que ya no haya episodios de violencia desde las familias, ni en ningún espacio público y para que todas aquellas personas que provocan cualquier tipo de violencia, reconozcan sus faltas, escuchen el Evangelio y lo lleven a la práctica.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.11. Responder al amor de Dios superando nuestras diferencias



Hermanos y hermanas: En este día de rosario a la Virgen de Guadalupe, nuestra refle-xión girará en torno a la respuesta que damos como Iglesia al amor que Dios nos ofre-ce gratuitamente. Se trata de un don que no es solo nuestro, sino que lo compartimos con los hermanos que nos rodean, sí, con todos. Aquellos con los que coincidimos en la forma de pensar y también con los que no. Oremos juntos a María que buscó com-prender y aceptar el obrar de Dios en su vida, a pesar de no entenderlo del todo.


¿Recuerdan algún momento de la vida de la comunidad o vida familiar, en el que se han tenido que superar las formas distintas de pensar para llegar a un acuerdo o pro-yecto común? ¿Qué enseñanza nos dejó?

d) Texto bíblico: Flp 2, 2-4.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por los cristianos y personas de otras religiones, para que se logren el diálogo y la unidad en el trabajo por el Reino.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestra comunidad, para que se trabaje en unidad y de manera organizada en la misión.

15

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los países que se encuentran en guerra a causa de las diferencias políticas e ideológicas, para que se abran al diálogo, el respeto y el trabajo a favor del bienestar de los pueblos.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por las familias, para que se cultive el diálogo dentro entre esposos, entre padres e hijos y entre herma-nos.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todo el mundo, para que superando las diferencias nos unamos en el amor y en acciones de justicia y paz para todos.

LETANÍA.


12. Vivir humildemente en la presencia de Dios



Hermanos y hermanas: En este doceavo día de encuentro con María de Guadalupe, reflexionaremos la importancia de la humildad para superar el individualismo y dejar actuar a Dios en nuestras vidas. Así lo hizo Juan Diego, al reconocer sus incapacida-des ante la gran tarea encomendada por Dios. Él confía su misión en las manos de Dios y la compañía de la Virgen del Tepeyac, que hoy también es compañera e interce-sora en nuestro encuentro con Jesús y en la tarea evangelizadora. Sólo en el reconoci-miento de nuestra imperfección, seremos perfectos ante los ojos de Dios.


¿Qué importancia tiene la humildad en las tareas que se hacen en conjunto? Platique-mos algún acontecimiento en el cual nos hemos abandonado totalmente a Dios.



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por la Iglesia uni-versal, para que mostrándose humilde ante el mundo busque medios para superar la visión autorreferencial que tanto la enferma.

16

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por quienes nos hemos reunido al rezo del rosario, para que, a ejemplo de María, sepamos aban-donar nuestra vida y proyectos como barro suave en las manos de Dios.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nosotros, para que nos ayude a reconocer nuestras debilidades y superar la autosuficiencia, para po-der sentir la necesidad y presencia de Dios y de nuestros hermanos.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestras fami-lias, para que, en medio de la cultura del individualismo, nos sepamos necesitados de los demás y abramos espacios de encuentro fraterno.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por los servidores de nuestra comunidad, para que Dios les ayude a trabajar en la humildad, haciendo aquello que pueden hacer y sabiendo pedirle lo que no pueden hacer por ellos mismos.

LETANÍA.


13. Dios nos primerea con su gracia



Hermanos y hermanas: Nos reunimos nuevamente en comunidad para agradecer a Santa María de Guadalupe los favores recibidos durante la semana. Hoy se nos invita a reflexionar sobre el regalo de la Gracia que nos otorga Jesucristo, Gracia que no se obtiene por obra de nuestros méritos y esfuerzos, sino que es un regalo de Dios. Este regalo nos supera infinitamente, y no puede ser comprado por nosotros con nuestras obras ya que es signo de su iniciativa de amor de Padre.


¿Reconocemos que lo que tenemos en nuestra vida es por regalo de Dios? ¿Sabemos reconocer los beneficios recibidos por parte de Dios como comunidad?

d) Texto bíblico: 1 Cor 15, 9-10.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todos nosotros aquí reunidos, para que el don de la gracia nos impulse a ser cada día mejores cristia-nos, personalmente y como comunidad.

17

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por los habi-tantes de nuestro barrio (colonia, rancho), para que comprendamos que toda nuestra existencia terrena y nuestras capacidades naturales son un regalo que Dios nos da para ponerlos al servicio de los demás.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los adolescen-tes y jóvenes, para que agradezcan a Dios el regalo de la amistad, y que sea en ellos un estilo de vida que beba del corazón del Evangelio y la acepten con la mente y el corazón.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por todos aquellos que creen tener algo por sus propios méritos, para que comprendan, reconozcan y agradezcan que todo lo que han recibido y obtenido es regalo de Dios.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por la familia que nos recibe este día en su casa, para que el Señor los siga acompañando con bendicio-nes abundantes.

LETANÍA.


14. Acoger con humildad a Dios



Hermanos y hermanas: Hoy nuevamente nos reunimos en comunidad para seguir pi-diendo a María Santísima que siga intercediendo por nuestras necesidades. Hoy se nos invita a dejarnos llevar por el Espíritu en el camino del amor, de apasionarnos por comunicar el Evangelio y buscar en medio de todo a Cristo.


¿Cuántas veces en nuestra comunidad nos dejamos llevar por nuestras propias capa-cidades y fuerzas y no dejamos que actúe en nosotros el amor de Dios? ¿Entregamos nuestras capacidades, nuestros empeños y nuestras luchas a Dios?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por nuestro barrio (colonia, rancho), para que el impulso del Espíritu nos anime a seguir construyendo la comunidad.

18

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todas aquellas personas que se empeñan en seguir el camino de la fama, el poder y el presti-gio, para que el Señor los conduzca por el camino del amor y los lleve a comunicar la hermosura del Evangelio.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todas las perso-nas comprometidas en anunciar la alegría del Evangelio en nuestra comunidad, para que se esfuercen siempre por encontrar a Jesús en el rostro del que sufre.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por todos los que se empeñan en cumplir el mandamiento del amor con el próximo que más sufre, para que no desistan en su estilo de vida.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestra Iglesia Diocesana de Ciudad Guzmán, para que se mantenga siempre en la tarea de llevar el mensaje del Evangelio a todos los rincones del sur de Jalisco.

LETANÍA.


15. La caridad está en el centro



Hermanas y hermanos: nos reunimos para compartir el rezo del santo rosario y unir nuestras esperanzas y tristezas como pueblo fiel de Dios. El Papa Francisco nos re-cuerda que la caridad debe estar en el centro de nuestro corazón por ser seguidores de Jesús. Nos pide que no dejemos guiar nuestro corazón por otras espiritualidades, que no olvidemos la importancia del seguimiento en la construcción del Reino de Dios, que no olvidemos las dos riquezas que tenemos: el Señor y el prójimo.

Unamos nuestras oraciones en este rosario, para que ayude a nuestras comunidades a ser más vivas y no olvidar este don tan importante que nos regala Dios: el don del otro. Que la Virgen de Guadalupe guíe nuestros pasos por el camino hacia la santidad co-munitaria.


¿Es más importante el amor o la caridad? ¿Qué lugar tiene Dios en nuestra familia y comunidad? ¿Qué lugar tienen los pobres en nuestra familia y comunidad?

d) Texto bíblico: Rm 13, 8.

19


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todas las perso-nas de nuestra comunidad que desinteresadamente ayudan al prójimo, a los alejados, para que su ejemplo lo sigamos y compartamos la alegría de vivir en la santidad.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las familias de nuestra comunidad, para que sean formadoras en el amor, el compartir, la fe, la vida comunitaria y haya muchos frutos en la vida comunitaria.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por las personas anónimas de nuestra comunidad que dan signos de santidad viviendo en el amor, para que el Señor anime sus esfuerzos, trabajos y actividades que realizan en la vida diaria.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por cada uno de nosotros que nos convocamos en los rosarios comunitarios, para que el Señor nos ayude a mirar con ojos de fe a nuestros prójimos y vivamos el amor mutuo.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todas las perso-nas enfermas de nuestra comunidad y sus familiares, para que el Señor les reconforte con nuestra ayuda comunitaria.

LETANÍA.


16. Santidad es ser pobre en el corazón



Hermanos y hermanas: Este día de rosario en honor a la Virgen de Guadalupe se nos recuerda que la santidad es ser el pobre en el corazón, es decir, tener el corazón abier-to a la Palabra de Dios y a los hermanos, vivir en la austeridad y el compartir con los pobres. El ejemplo lo tenemos en María de Nazaret, que se reconoció humilde ante la Palabra de Dios y se hizo servidora de los que menos valen para la sociedad. Como comunidad estamos comprometidos a mirar a nuestros hermanos los más necesitados de nuestro barrio, colonia o rancho, y a no ser indiferentes ante el dolor de los demás, porque son la presencia de Jesús.


¿Estamos más apegados al dinero y la seguridad que nos da o abiertos a la acción de Dios? ¿Somos sensibles o indiferentes ante nuestros hermanos los más débiles?

d) Texto bíblico: 2 Cor 8, 9.

20


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por cada uno de nosotros, para que tengamos abierto nuestro corazón a la Palabra de Dios y a las ne-cesidades de los pobres.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las perso-nas que se esfuerzan por compartir los más pobres, para que su testimonio nos anime a vivir en la pobreza de corazón.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por las familias de nuestra comunidad, para que cultiven la austeridad, la apertura a la Palabra de Dios, la sensibilidad a las situaciones de los pobres y la solidaridad con ellos.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestro barrio (colonia, rancho), para que como comunidad nos configuremos con Jesús que siendo rico se hizo pobre para enriquecernos.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestra comuni-dad parroquial, para que en las comunidades que la integran logremos hacer de la soli-daridad con los pobres un estilo de vida.

LETANÍA.


17. Santidad es reaccionar con humilde mansedumbre



Hermanos y hermanas: Con gran alegría nos volvemos a reunir para dirigirnos como comunidad a nuestra Madre Santísima María de Guadalupe. El Papa Francisco nos recuerda el llamado que el Señor nos hace todos los días a la santidad. Hoy queremos caer en la cuenta de que la podemos alcanzar reaccionando con humilde “mansedum-bre” en nuestra vida diaria.


Queta y su familia vivían en una comunidad pequeña de la sierra, eran muy piadosos, demasiado pobres y apenas tenían para comer. Cuando bajaban por el mandado a la población vecina, sufrían por el desprecio y la burla de algunas personas, por el solo hecho de ser humildes y de rancho.

Un día Queta, al ver tantas humillaciones quiso darles un mensaje a todos ellos dicien-do: “Soy humilde y de rancho, y vivo muy feliz, no pido tener mucho dinero, pero sí lo necesario para sacar adelante a mi familia; en cambio ustedes se dicen tener dinero y educación, pero manifiestan lo contrario. No se enamoren de los bienes materiales, que ellos se quedan cuando Dios nos llame, enamórense de la vida, de su familia, de su trabajo, de sus amigos y de ustedes mismos, y serán muy felices como yo lo soy.

21

No los veo mal por humillarme, al contrario, los perdono y los quiero a pesar de cómo son, y le pido a Dios que los fortalezca y nunca los deje solos”.

Comentemos: ¿Qué lección de vida nos deja a nosotros la actitud de Queta?

Todos nos damos cuenta de la situación que se vive en nuestras comunidades y en todo el mundo. Lugares de enemistad, donde se riñe por doquier, donde por todos la-dos hay odio, donde constantemente clasificamos a los demás por sus ideas, por sus costumbres, y hasta por su forma de hablar o de vestir. En definitiva, es el reino del orgullo y de la vanidad, donde cada uno se cree con el derecho de alzarse por encima de los otros. Sin embargo, aunque parezca imposible, Jesús propone otro estilo: la mansedumbre, que es expresión de la pobreza interior, de quien deposita su confianza solo en Dios. Y los que esperan en el Señor poseerán la tierra y gozarán de inmensa paz.

d) Texto bíblico: Mt 11, 25. 28-30.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por nuestra comuni-dad, para que las situaciones de enemistad, violencia, odio, orgullo y vanidad que se viven en ella, se conviertan en armonía, paz y amor.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por el Papa Francisco, nuestro Obispo Óscar Armando, sacerdotes y agentes de pastoral laicos de nuestras comunidades, para que Dios y nuestra Madre Santísima les concedan manse-dumbre ante todos los problemas y obstáculos que se les presenten en su ministerio.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los jóvenes que sufren y están inmersos en los problemas de la sociedad, para que Dios les conceda fortaleza y sabiduría para discernir sobre lo que les hace bien y mal en sus vidas.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por quienes nos hemos reunido para rezar este santo rosario, para que el Señor nos conceda reaccio-nar con mansedumbre ante todas las situaciones de la vida.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por toda la humani-dad, para que se promuevan la justicia, la paz y sobre todo el amor.

LETANÍA.


18. Santidad es saber llorar con los demás



22

Hermanos y hermanas: Nuestra Madre Santísima de Guadalupe nos vuelve a convocar como comunidad, para compartir la vida y reflexionar sobre la santidad. Tengamos hoy presentes las siguientes palabras de Jesús: “Felices los que lloran, porque ellos serán consolados”, una bienaventuranza que nos compromete a estar con los que más su-fren y a llorar con ellos para alcanzar la santidad.


Antonio era un joven huérfano que se la pasaba la mayor parte del tiempo borracho y drogado. Diario se le veía ambular por las calles del pueblo de San Benito. La gente estaba acostumbrada a verlo y ya no les importaba si pasaba hambre o no, lo veían de manera ordinaria y ajena a sus familias.

Cierto día, Toño decidió llegar a casa del licenciado Portilla a pedir un taco de lo que fuera para comer. Este, al verlo, le pidió que se alejara y que lo dejara en paz. Al seguir su camino, se encontró a Doña Teo, una ancianita sola que se dedicaba a vender hue-vos de gallina de corral por las casas. Ella le preguntó: “¿Qué andarás haciendo Toñi-to? ¿Por qué vienes tan triste?” A lo cual le contestó: “Tengo hambre y me han negado un taco donde he llegado”.

Doña Teo dejó de vender sus blanquillos y lo llevó a su casa, donde le preparó los po-cos huevos que le quedaban, le preparó un vaso de agua fresca de jamaica, desayuna-ron contentos los dos y platicaron sobre la soledad que los dos compartían.

Comentemos: ¿Qué enseñanza nos deja doña Teo?

El Papa Francisco, en su Exhortación nos dice: “El mundo no quiere llorar: prefiere ignorar las situaciones dolorosas, cubrirlas, esconderlas. Se gastan muchas energías por escapar de las circunstancias donde se hace presente el sufrimiento, creyendo que es posible disimular la realidad, donde nunca, nunca, puede faltar la cruz.

La persona que ve las cosas como son realmente, se deja traspasar por el dolor y llora en su corazón, es capaz de tocar las profundidades de la vida y de ser auténticamente feliz. Esa persona es consolada, pero con el consuelo de Jesús y no con el del mundo. Así puede atreverse a compartir el sufrimiento ajeno y deja de huir de las situaciones dolorosas. De ese modo encuentra que la vida tiene sentido socorriendo al otro en su dolor, comprendiendo la angustia ajena, aliviando a los demás. Esa persona siente que el otro es carne de su carne, no teme acercarse hasta tocar su herida, se compadece hasta experimentar que las distancias se borran”.

d) Texto bíblico: Rm 12, 14-18.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por el Papa Fran-cisco, para que no deje de recordarnos la obligación y misión que tenemos como bauti-zados, de vivir el amor entre todos y fomentar la justicia y la paz.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por los gober-nantes de los pueblos y naciones, para que sepan guiar con rectitud al pueblo y sean promotores del respeto, la paz y el bien común.

23

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todas las perso-nas que están pasando por situaciones dolorosas y de sufrimiento, para que encuen-tren el consuelo y la tranquilidad en la solidaridad de los bautizados.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestra Iglesia Diocesana de Ciudad Guzmán, para que se mantenga en la misión evangelizadora y llegue siempre a los espacios olvidados y despreciados por la sociedad.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todos los que nos hemos reunido para rezar este rosario, para que logremos tener un corazón humil-de, comprensivo y solidario, a ejemplo de nuestra Madre María.

LETANÍA.


24

19. Santidad es buscar la justicia con hambre y sed



Hermanos y hermanas: Hoy nuestra madre de Guadalupe nos reúne nuevamente como comunidad para reflexionar, esta vez sobre el hambre y la sed de justicia que tiene nuestro pueblo. Jesús nos dice que quienes desean y buscan la justicia serán saciados. En este día nuestra madre nos anima a que, desde nuestra casa, barrio (co-lonia, rancho) y trabajo, busquemos la justicia con hambre y sed, pues hacer esto es caminar en la santidad.


¿Nos interesamos por la justicia siempre o cuando sentimos alguna injusticia contra nosotros? ¿Qué cosas comunes hacemos como comunidad a favor de la justicia? ¿Qué nos falta seguir haciendo de manera personal en la lucha por la justicia?

d) Texto bíblico: Is 1,17.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todas las perso-nas que desgastan su vida buscando ser sembradores de justicia, sin importarles lo difícil que sea para ellos esta tarea, para que su ejemplo alimente nuestro espíritu y nos inquiete a llevar a cabo esta misión.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las perso-nas que han sido víctimas de la injusticia que se vive día a día en nuestro País, para que su dolor nos duela también a nosotros para buscar como comunidad la justicia.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestra iglesia Diocesana, para que en cada uno de nosotros germine la semilla del Evangelio para sentirnos con hambre y sed de vivir en un mundo más justo.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestras fami-lias, para que eduquemos en la justicia desde nuestra casa, donde comienza a crecer y a florecer el futuro de nuestras comunidades y la sociedad.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por quienes nos hemos reunido al rezo del rosario, para que el Señor nos impulse con su Espíritu hasta llegar a ser una comunidad donde se viva la justicia a la luz del Evangelio.

LETANÍA.


25

20. Santidad es mirar y actuar con misericordia



Hermanos y hermanas: El tema que reflexionaremos junto con el rezo del rosario a la Virgen de Guadalupe, nos hace la invitación a reflexionar sobre lo importante que es hacer de la misericordia un estilo de vida. La misericordia tiene dos aspectos: uno es dar, ayudar, servir a los otros; el otro, perdonar, comprender. Dar y perdonar es inten-tar reproducir en nuestras vidas un pequeño reflejo de la perfección de Dios. Mirar y actuar con misericordia, es santidad. Esto lo reconoció de Dios María de Nazaret en su cántico.


¿Practicamos el perdón en nuestra familia, comunidad y trabajo? ¿Por qué? ¿Sabe-mos dar y perdonar a las personas con quienes nos relacionamos?

d) Texto bíblico: Lc 6, 36-38.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por nuestros her-manos que viven sufriendo los dolores que provoca nuestra indiferencia, para que el Señor nos haga sensibles de sus realidades y sepamos vivir la misericordia con ellos.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestra comunidad, para que aprendamos a mirar los sufrimientos de nuestros hermanos y actuemos transformando su realidad en vida digna.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todas las perso-nas que personalmente o desde alguna organización atienden a realidades que sufren nuestros hermanos, para que el Señor los anime a continuar con su misión y sepan contagiar a más gente de su espíritu de servicio.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestra Iglesia Diocesana, para que en este momento de evaluación en el que nos encontramos sepa-mos mirar y atender con misericordia las necesidades y sufrimientos de nuestro pueblo y actuemos siempre a favor de los más vulnerables.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestras fami-lias, para que sepan vivir la misericordia como Jesús nos enseña y la vayan asimilando los más pequeños de la casa.

LETANÍA.


26

21. Santidad es mantener el corazón limpio de todo lo que mancha el amor



Hermanos y hermanas: Hoy estamos invitados todos a tener un corazón sencillo y a tener presente que no hay amor sin obras. El Señor espera una entrega al hermano que brote del corazón, como ha hecho la Virgen de Guadalupe en México. Debemos ser conscientes de que es corazón donde se originan las intenciones, los deseos y las decisiones más profundas que realmente nos mueven. Cuando el corazón ama a Dios y al prójimo, ese corazón es puro y puede ver a Dios. Mantener el corazón limpio de todo lo que mancha el amor, esto es santidad.


Cuando tengo intención de hacer el bien en mi comunidad, ¿trato de hacerlo o dejo que me ganen los malos sentimientos y me quedo sólo con la intención?

d) Texto bíblico: 1 Cor 13, 3.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por las personas que viven el amor al prójimo y lo manifiestan en el servicio desinteresado a sus herma-nos, para que su entrega nos contagie y nos lleve también a nosotros a vivir el amor entregándonos completamente.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestra Iglesia Diocesana, para que en sus acciones refleje siempre la acción de Dios en el amor a todos, especialmente a los más necesitados.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestras fami-lias, para que sus acciones siempre estén guiadas por un corazón limpio y vivamos el amor como parte fundamental de nuestras relaciones.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestros niños y niñas, para que aprendan con nuestro ejemplo a vivir el amor a nuestra madre tierra cuidándola siempre.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todas las perso-nas que prestan algún servicio en nuestra comunidad, para que siempre tengan un corazón limpio y con su testimonio nos motiven a vivir en comunidad.

LETANÍA.


27

22. Santidad es sembrar paz a nuestro alrededor



Hermanos y hermanas: Hoy al reunirnos como comunidad para rezar a Santa María de Guadalupe, que es la llena de gracia, estamos invitados a trabajar por la paz, como comunidad, como familia y de manera personal. Como bautizados debemos ser agen-tes de paz y no de enfrentamientos, personas que construimos la paz desde la vida diaria evitando las habladurías y los malos entendidos, buscadores de la paz por medio de la justicia. Es cosa difícil construir la paz que no excluye a nadie y que integra a los extraños, a las personas difíciles y complicadas, es duro y requiere una gran amplitud de mente y corazón. Así pues, hoy reflexionaremos sobre la tarea de ser artesanos de la paz, porque construir la paz a nuestro alrededor es santidad.


En nuestra comunidad, cuando se escucha algo de alguien, ya sea un problema perso-nal, o una “metida de pata”, ¿de qué manera se actúa ante la situación, a nivel comuni-dad, familia y personalmente? ¿Buscamos o no la paz como comunidad?

d) Texto bíblico: St 3, 16-18.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todas aquellas personas que evitan malentendidos en nuestra comunidad, para que sigan siendo agentes de la paz y nos unamos a ellas, como testimonio de santidad.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por quienes estamos aquí reunidos, para que seamos gentes que buscan construir la paz en nues-tra familia, con nuestros vecinos y con toda la comunidad, sin excluir a nadie.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestras fami-lias, para que desde ellas, y unidas todas, se vaya construyendo una cultura de paz por la siembra de la justicia.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestra comu-nidad, para que se favorezcan espacios de encuentro con todos, pacíficos, en los que se experimenten la paz, la armonía y la amistad.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por las comunida-des del sur de Jalisco, para que la paz sea fruto de los esfuerzos por el bien común, defender la dignidad de las personas, superar los conflictos y respetar las diferencias.

LETANÍA.


28

23. Santidad es caminar con el Evangelio, aunque nos traiga problemas



Hermanos y hermanas: Hoy, junto con el rezo a la Virgen de Guadalupe, estamos invi-tados a reconocer que el camino que nos señaló Jesús, es un camino a contracorriente del mundo, que molesta e incomoda a algunos porque se busca y defiende la justicia, un camino que conlleva la persecución. Las persecuciones no son una realidad del pasado, sino de todos los tiempos; hoy también se sufren, sea de manera cruenta, como tantos mártires contemporáneos, o de un modo más sutil, a través de calumnias y falsedades.


En nuestra comunidad hay personas que se dedican a servir a los demás, que siempre preguntan por la salud de los enfermos, por el estado de las mamás, por lo que nos sucede, por las necesidades. También están aquellas que defienden los derechos hu-manos, la vida de la comunidad, que haya buenos servicios públicos en el barrio (colo-nia, rancho), que buscan que los apoyos lleguen a los pobres. ¿De qué manera estas personas están buscando vivir el Evangelio de Jesús y causan molestia con lo que hacen?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todos nosotros, para que no tengamos miedo de predicar el Evangelio hasta las últimas consecuen-cias, poniendo en esto toda nuestra vida.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestra comunidad, para que como bautizados salgamos a gritar el Evangelio completo a una sola voz y lo vivamos con gozo, a pesar de las dificultades.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por aquellos hom-bres y mujeres que, por haber sido fieles a la causa de Jesús y de la justicia, han sido calumniados y perseguidos, para que Dios les dé la santa audacia de perseverar.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestras fami-lias, para que ellas sean verdaderas escuelas de Evangelio, espacios de enseñar el amor a la justicia y la entrega por la causa de Jesús, de manera valiente.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por las personas, instituciones y comunidades que luchan por justicia para todos, para que, a pesar de las incomprensiones y persecuciones, sigan fieles a su compromiso a favor del Reino.

LETANÍA.

29

f) Oración de La Magnífica.24. Santidad es reconocer y servir a Jesús en los pobres y sufrientes



Hermanos y hermanas: Hoy reflexionaremos sobre el compromiso que tenemos de reconocer y proclamar a Jesús como nuestro Maestro. Ser fieles a Jesús es estar aten-tos a los gritos de sufrimiento que se escuchan en nuestra comunidad y atenderlos, ya que ser discípulo de Jesús es ser buena noticia para quienes sufren toda clase de atro-pellos: pobreza, violencia, injusticias… Este tema es un llamado a reconocer a Cristo en los pobres y sufrientes, pues en ellos se revela el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas. Participemos con devoción en el rosario de hoy con que honramos a la Virgen de Guadalupe.


¿Cuáles son los sufrimientos que tienen nuestras familias y nuestro barrio o comuni-dad? ¿Descubrimos en ellos el rostro de Jesús? ¿Cómo los hemos atendido?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por los miembros de esta comunidad, para que, fieles a las enseñanzas de Jesús, busquemos alternati-vas solidarias que ayuden a atender los gritos de los pobres, debido a los sufrimientos que padecen.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por los migran-tes, que dejan sus casas en búsqueda de mejores oportunidades de vida para sus fa-milias, para que como comunidad sepamos extenderles nuestras manos solidarias.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los enfermos de nuestra comunidad, para que estemos atentos a sus necesidades y sepamos ser con-suelo y fortaleza para ellos y sus familias.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por los encarcela-dos, para que el Señor escuche sus oraciones y que nosotros, sensibles a su soledad y sufrimiento, busquemos la manera de acercarnos a ellos y sus familias para ayudarlos.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestra Madre Tierra, que grita por el sufrimiento a que está siendo sometida, para que en nuestras familias y comunidad nos convirtamos en cuidadores y defensores suyos.

LETANÍA.


30

25. Santidad es defender y servir a los descartados



Hermanos y hermanas: El Papa Francisco en su Exhortación Alégrense y regocíjense es claro en su mensaje de compromiso cristiano: defender y servir a los descartados. Este es el tema que hoy meditaremos junto con el rosario a la Virgen de Guadalupe. El camino a la santidad nos hace pasar por el cuidado de todos los seres vivos, por la defensa de los descartados y excluidos por el sistema que mercantiliza, que vende y desquebraja todo lo que encuentra a su paso, desde seres humanos hasta la naturale-za misma. El Papa nos invita a no perder la mística luminosa que vivieron y manifesta-ron san Francisco de Asís, san Vicente de Paul, santa Teresa de Calcuta y muchos más.


¿Conocemos personas en nuestra comunidad a quienes se les hayan pisoteado sus derechos? Podemos platicar sobre algunos casos concretos.

d) Texto bíblico: Lv 19, 33-34.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todas las perso-nas que defienden los derechos de los pobres, para que el Señor fortalezca sus traba-jos y les dé la luz para continuar con ánimo su caminar en el cuidado de los margina-dos.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las perso-nas que han sufrido las consecuencias de este sistema opresor que descarta y mata, para que no pierdan la esperanza y encuentren consuelo y solidaridad en nosotros, discípulos y discípulas de Jesús.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los migrantes que buscan mejores oportunidades de vida para ellos y sus familias, para que en su caminar se encuentren quienes los acojan, hospeden, alimenten y consuelen al estilo de Jesús.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por las personas de buena voluntad que cuidan y defienden a la Madre Tierra y todos sus elementos, para que el Espíritu Santo siga alimentando su compromiso por el cuidado y defensa de la Casa Común.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestro barrio (colonia, rancho), para que, ayudados por el Espíritu de Dios, logremos ser testimonio vivo y comprometido en la defensa y atención a los descartados de este mundo.

31

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.26. Santidad es vivir las obras de misericordia



Hermanos y hermanas: El tema de este día de rosario a la Virgen de Guadalupe, nos presenta la manera de relacionarnos con Dios por medio de una verdadera oración. Como nos enseña María, la oración encamina a transformar nuestras obras, a discernir nuestro caminar en la santidad, a vivir siempre las obras de misericordia y a reflejar el anhelo de santificarnos por medio del desgaste y cansancio en el servicio a los demás. Viviendo así, daremos testimonio comunitario de que nos encontramos con el Evange-lio.


¿Qué obras de misericordia realizamos como comunidad? ¿Cómo estamos organiza-dos?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por la familia que nos recibe en su casa, para que el Señor los siga acompañando y animando en su caminar, les siga previendo de lo necesario y sean misericordiosos con los más necesi-tados.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todas aquellas personas de nuestra comunidad que van dando testimonio de ser hijos de Dios por medio de las obras de misericordia, para que valoremos e imitemos el des-gaste de su vida al servicio de los más olvidados.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los que nos encontramos aquí reunidos, para que el Señor nos siga abriendo los ojos y haciendo conscientes de la importancia de ser misericordiosos unos con otros, de modo que colaboremos a la construcción del Reino de Dios y caminemos en la santidad.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por todos los bauti-zados, para que reflejemos la misericordia del Padre, buscando ser santos como Él es Santo desde la realidad de nuestra vida cotidiana, entregándonos al servicio de los más pobres y vulnerables.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por la humanidad entera, para que sepamos vernos como hermanos y juntos luchemos por cambiar la estructura de la sociedad individualista y egoísta, llena de divisiones y desigualdades,

32

por una sociedad de amor, justicia y humidad, llegando a ser así un verdadero pueblo santo.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.27. Los santos se apoyan firmemente en Dios



Hermanos y hermanas: El tema que hoy acompaña el rosario en honor de La Guadalu-pana, nos muestra el camino que debemos recorrer para llegar a la santidad. El estilo de vida al que estamos llamados, tiene que apoyarse firmemente en Dios, a pesar de los riesgos y límites de la cultura postmoderna. Para alcanzar nuestra meta, el Papa Francisco nos pide tener en cuenta tres notas: aguante, paciencia y mansedumbre, con las cuales podremos vencer el mal que corrompe la vida humana.


Pensemos en el santo al que más devoción le tenemos (silencio). Después platique-mos: ¿Conocemos su vida y testimonio de fe? ¿En qué se apoyaba para vivir así? ¿Nosotros hacemos lo mismo?

d) Texto bíblico: Flp 2, 13-15.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por la familia que nos recibe en su casa, para que el Señor la siga llenando de bendiciones y ellos le res-pondan con la puesta en práctica de las bienaventuranzas, apoyados firmemente en Él.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por aquellas personas que viven la santidad desde el compromiso social, para que, apoyados en Dios, no renuncien a la lucha por defender la dignidad de los que más sufren, dando testimonio de radicalidad y fe, a pesar de los riesgos y problemas que se les vienen.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todos los cre-yentes en Jesús, para que tomemos en serio el testimonio de los santos que han se-guido su ejemplo y han entregado su vida al servicio de los demás y que desgastemos nuestra vida en lucha del bien común y la libertad del pueblo.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por quienes nos hemos reunido al rezo del rosario, para que en los santos veamos un ejemplo de vida muy humana, de mucha fe y entrega, y no sólo de milagros y favores.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestros sacer-dotes y agentes de pastoral laicos y laicas, para que su experiencia de servicio, entre-

33

ga y amor, la vivan apoyados en Dios, al estilo de Jesús, así como lo hicieron muchas personas que ya han alcanzado la santidad.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.28. Los santos son humildes



Hermanos y hermanas: Nuevamente nos reunimos como comunidad para rezar el san-to rosario a nuestra madre María de Guadalupe. Ella nos da un claro ejemplo de senci-llez y humildad de corazón. Es necesario ser personas humildes, no caer en la tenta-ción de mirar desde arriba, considerándonos buenos, justos y puros, y viendo a los demás como indignos, pecadores y sucios. Con sencillez reconozcamos que en oca-siones no manifestamos esta actitud de ser humildes y pidamos para que nos parezca-mos cada día más a María humilde, en nuestra comunidad y diario vivir.


¿Personalmente me considero humilde, con mi familia, en mi comunidad? ¿Alguna vez, hemos actuado y juzgado como jueces a los demás? ¿Qué imagen tendrán de nosotros, los demás miembros de la comunidad?

d) Texto bíblico: Jn 13, 1-15.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por los que nos hemos reunido para que con sencillez imitemos a María mujer humilde, que a través de nuestra manera de ser y actuar, manifestemos también a Jesús que es camino de hu-mildad y santidad.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todos los que humillan a los más pobres, a causa de la injusticia, el poder, el individualismo, bus-cando el bien para uno mismo y olvidándose del prójimo sufriente.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los que han sido humillados a causa de anunciar el Evangelio, por los que soportan chismes, habla-das, incluso la muerte por comunicar la verdad, en medio de tanta injusticia, corrupción y mentira.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por esta familia que nos ha recibido, para que busquen con entusiasmo el camino de la santidad, a través de la humildad en la vida diaria.

34

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestra comuni-dad, para que siga creciendo en humildad con los demás y nos comprometamos a transmitir el sueño de ser una iglesia humilde con puertas abiertas para todos.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.29. Los santos son alegres



Hermanos y hermanas: La misión de todo bautizado es anunciar el Evangelio de Je-sús, alegre y gustosamente, no de manera triste, obligatoria o por simple apariencia. El Santo es capaz de anunciar, vivir con alegría y sentido de humor, iluminar y contagiar a todos un espíritu positivo y lleno de esperanza. La Virgen María supo descubrir la no-vedad que Jesús traía, y cantaba diciendo: “Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador”. Hoy necesitamos trasmitir la alegría de ser hijos de Dios, a los que se encuentran tris-tes en nuestra familia, comunidad y sociedad actual.


¿Con qué gestos manifiesto la alegría de que Dios vive en mi persona? ¿Hemos trata-do mal a los demás y hemos sido signos de división, odio y rencor? ¿Vivimos con aleg-ría nuestro ser padre de familia, joven, profesionista o agente de pastoral?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todos los que se encuentran tristes, abandonados, desechados y solos, a causa de las enfermeda-des, los vicios, la pobreza, para que encuentren en Dios la alegría de salir adelante en la vida.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todos no-sotros, para que reconozcamos los regalos de Dios, principalmente el de ser sus hijos, y que no nos encerremos en nosotros mismos, en el consumo, los placeres y la flojera.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestras fami-lias, y por los que no pudieron asistir, para que alimentemos nuestra alegría de ser personas que buscan el bien, en medio de tanto mal que existe en nuestras comunida-des.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por los jóvenes de nuestra comunidad, para que no pierdan la alegría de encontrarse con Dios, de vivir con más ganas de superarse y para que nosotros los sepamos comprender con cari-dad.

35

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todos los res-ponsables de animar la fe y la vida cristiana en nuestra Diócesis de Ciudad Guzmán, por el Papa Francisco, nuestro Obispo Óscar Armando, sacerdotes, laicos, religiosos y religiosas, para que sigamos viviendo con alegría el servicio a los demás.

LETANÍA.


30. Los santos son audaces



Hermanos y hermanas: Nos reunimos nuevamente a celebrar a nuestra Madre de Gua-dalupe. Iluminados por las palabras del Papa Francisco, queremos en nuestras comu-nidades vivir con audacia el servicio para así ir caminando a la santidad. Frecuente-mente no damos un verdadero testimonio de cristianos, nos sentimos cansados y tris-tes, nos instalamos en los lugares seguros que brindan individualismo, encerramiento en mundos pequeños, dependencia, repetición de esquemas prefijados. Salgamos de allí y desplacémonos a la novedad de Dios, que nos empuja a ir hacia las periferias y las fronteras. Jesús nos envía a gastar nuestra vida en la misión, poniendo todos nues-tros dones y carismas al servicio de los otros (migrantes, pobres, enfermos, jóvenes, etc.).


¿Qué acciones realizamos en nuestra comunidad para salir a los más alejados? ¿O, más bien, nos quedamos encerrados en nuestras comodidades?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por la familia que nos recibe hoy, para que vivan siempre la apertura a la comunidad y el servicio a los alejados.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por los agen-tes de pastoral de nuestra comunidad, para que su servicio sea audaz, cercano a los que sufren y que siempre sea reflejo del Evangelio.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por aquellos que se quedan en sus falsas seguridades y no quieren brindar un servicio a la comunidad, para que tomen conciencia de que los bautizados somos servidores de los demás.

36

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por las familias de nuestra comunidad, para que el Evangelio llegue a todas ellas y las anime a dar un servicio a favor de los demás.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestros herma-nos de la comunidad que se encuentran enfermos, son migrantes o estudian, para que desde su situación concreta sean animosos transmisores del Evangelio.

LETANÍA.


31. Los santos son misioneros apasionados



Hermanos y hermanas: Con alegría nos reunimos un día más a celebrar a nuestra Ma-drecita de Guadalupe. Ella nos da testimonio de mujer misionera, ya que no le dio mie-do responder al proyecto que Dios tenía preparado para ella.Hoy se nos invita reconocer que debemos ser apasionados misioneros, hombres y mu-jeres que nos dediquemos a anunciar y a servir con gran alegría, arriesgando hasta la vida y las comodidades. Estamos invitados a devorarnos por el entusiasmo de comuni-car la verdadera vida. Con su testimonio de vida, los santos nos invitan a salir de la mediocridad y voltear la mirada a las situaciones que aquejan a nuestra comunidad y no le dan un verdadero sentido evangélico.


¿Nosotros somos misioneros apasionados por hacer presente el Reino de Dios en nuestra comunidad o estamos dormidos y amodorrados en la misión? ¿En qué se nota?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por cada una de las familias de nuestra comunidad que acogen la Palabra de Dios en sus casas, para que formen a sus miembros en la pasión por el Evangelio.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todos los agentes de pastoral de nuestra comunidad parroquial, para que con alegría y entusias-mo sigan compartiendo la Buena Nueva a toda la comunidad.

37

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los participantes en la evaluación del 4º Plan Diocesano de Pastoral, para que animados a reflexionar la realidad sigan animados a ser misioneros incansables en sus comunidades.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por el Papa Fran-cisco, para que nos siga animando a ser una Iglesia misionera, en salida a las perife-rias y comprometida con la realidad, los descartados y los alejados.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por la familia que nos recibe esta noche, para que con la ayuda de Dios y nuestra Madre de Guadalupe sean misioneros apasionados en la transmisión de la Palabra en nuestra comunidad.

LETANÍA.


32. Los santos viven en comunidad



Hermanos y hermanas: En el tema del día de hoy se nos recuerda que la santificación es un camino comunitario y la Virgen de Guadalupe, nuestra Madre, nos acompaña en este caminar. La comunidad de hermanos en Cristo va dando testimonio a través de pequeños gestos cotidianos de la vida; la comunidad preserva los pequeños detalles del amor, donde los miembros se cuidan unos a otros y constituyen un espacio abierto y evangelizador, es lugar de la presencia del Resucitado que la va santificando según el proyecto del Padre.


¿Cuáles son los signos que transparentan unidad y fraternidad en nuestro barrio (colo-nia, rancho)? ¿Estos signos manifiestan que somos una comunidad santa? ¿Por qué?

d) Texto bíblico: Jn 17, 21.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por nuestros pa-dres, madres, abuelas y abuelas que con su testimonio de vida alimentan la espirituali-dad de nuestras familias y comunidad, para que su ejemplo siga siendo fermento de santidad en medio de la realidad que vivimos.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por los agen-tes de pastoral de nuestra comunidad, para que sigan animando la vida de la comuni-dad con su testimonio y en el servicio vayan construyendo el Reino de Dios.

38

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los jóvenes de nuestra comunidad, para que sean ellos los continuadores del proyecto del Reino y en esa dinámica construyan una comunidad santa con el dinamismo y energía que los caracteriza.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por todos nosotros, para que llevemos la Buena Noticia a nuestros hermanos que se encuentran alejados de la vida comunitaria y los acojamos con una mirada misericordiosa y con amor fra-terno.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por la familia que hoy nos recibe en su casa, para que la Virgen de Guadalupe los anime a vivir en la santidad y sean luz para la comunidad.

LETANÍA.


33. Los santos viven con espíritu orante



Hermanos y hermanas: En el tema del día de hoy se nos invita a reflexionar sobre nuestra experiencia de oración. El ejemplo lo tenemos en la Virgen María. El Papa Francisco nos recuerda que el santo es una persona con espíritu orante, que necesita comunicarse con Dios. La oración confiada es una reacción del corazón que se abre a Dios frente a frente, donde se hacen callar todos los rumores para escuchar la suave voz del Señor que resuena en el silencio.


¿Cuál es nuestra experiencia de comunicación con Dios? ¿Cómo se promueve la vida de oración en nuestra comunidad?

d) Texto bíblico: 2 Mac 15, 14.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por nuestros her-manos migrantes, para que encuentren mejores condiciones de vida y a nosotros la oración nos impulse a ser solidarios con ellos.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por los enfer-mos de nuestra comunidad, para que sean aliviados con el óleo de la consolación que se muestra con nuestra solidaridad como comunidad.

39

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por las familias de nuestra comunidad, para que la vivencia de la oración las mantenga unidas y las forta-lezca en sus necesidades.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestro pueblo y comunidad, para que cesen la violencia, el miedo y la inseguridad y nuestras familias experimenten la paz.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por la familia que hoy nos recibe, para que por medio de esta oración comunitaria Dios los ayude en to-das sus necesidades y los colme de bendiciones.

LETANÍA.


34. Los santos resisten las tentaciones del maligno



Hermanos y hermanas: Iniciamos nuestro momento de encuentro y oración comunitaria en torno a Santa María de Guadalupe. Queremos seguir aprendiendo de ella e implorar a Dios su intercesión en la lucha contra el maligno. El Papa Francisco nos recuerda que la vida cristiana es un combate permanente, pues se requiere fuerza y valentía para resistir a las tentaciones del diablo y anunciar el Evangelio. Esto lo han hecho un estilo de vida los santos. Ellos han estado atentos y vigilantes a los signos del mal y lo han sabido vencer. Pidamos a Dios que nos ayude a resistir a las tentaciones de muer-te, violencia e injusticia, signos de la presencia del mal.


¿Cuáles son las tentaciones del maligno más frecuentes en nuestra vida diaria, en el hogar, trabajo, escuela? ¿Qué consecuencias trae no resistir estas tentaciones?

d) Texto bíblico: 1 Pe 5, 6-9.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por las familias de nuestra comunidad, para que siempre se mantengan atentas y vigilantes ante las tenta-ciones del maligno que busca la desunión y la violencia.

40

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestros jóvenes y adolescentes, para que sepan estar atentos a las tentaciones que buscan impedir sus sueños e ilusiones y logren realizar sus proyectos de vida.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los gobernantes de nuestro País, para que estén atentos a descubrir y luchar contra los signos del mal que causan muerte por la desigualdad, la corrupción y la injusticia.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por los que han bajado la guardia de frente a las tentaciones, para que sepamos acompañarlos como Iglesia y nos mantengamos firmes y fieles al Evangelio.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todos nosotros, para que el Señor nos libre del odio, la tristeza, la envidia y los vicios, que son signo de la presencia del maligno.

LETANÍA.


35. Los santos combaten la corrupción espiritual



Hermanos y hermanas: Continuamos nuestros momentos de oración y reflexión en torno a Santa María de Guadalupe, y aprovechamos esta oportunidad para reflexionar sobre el llamado a la santidad. El Papa Francisco nos advierte sobre la corrupción es-piritual como una ceguera cómoda y autosuficiente donde todo termina pareciendo lícito y normal, nos acostumbramos al mal. De igual manera, nos señala que la fe, la oración, la meditación de la Palara de Dios, la celebración de la Misa, la adoración eu-carística, la reconciliación sacramental, las obras de caridad, la vida comunitaria, el empeño misionero son algunos medios y herramientas para combatir la corrupción espiritual, como lo hacen los santos.


¿Qué signos de desidia para la vida comunitaria hay en nuestro barrio (colonia, ran-cho)? ¿Aprovechamos los espacios comunitarios de oración, celebración y servicio para fortalecer nuestra espiritualidad? ¿Por qué?

d) Texto bíblico: 1 Tes 5, 16-22.


41

PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todos nosotros, para que nunca demos por hecho la presencia del mal como un mito o símbolo, sino como una realidad que nos aparta de Dios.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todas las familias de nuestra comunidad, para que el Señor les conceda su Espíritu como fuente de paz y consuelo para los que sufren.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por las personas que animan los momentos de oración y vida comunitaria, para que el Señor las asista y fortalezca en su tarea de ofrecer herramientas para combatir la corrupción espiritual.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por quienes han caído en la corrupción espiritual, para que encuentren en la Iglesia medios y caminos de acompañamiento que los ayude en su camino hacia la santidad.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestra comuni-dad, para que sigan surgiendo en ella signos de santidad, con nuestras acciones y compromisos en favor del Reino.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.36. Los santos disciernen los espíritus



Hermanos y hermanas: El Papa Francisco menciona la importancia del discernimiento en la vida de los discípulos de Jesús. Se discierne para escuchar lo que el Espíritu Santo pide de nuestras vidas en todo momento, porque la vida actual ofrece enormes posibilidades de acción y de distracción, y el mundo las presenta como si fueran todas válidas y buenas. Sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de las tendencias del momento. Con la oración, la reflexión, la lectura y el buen consejo, hay que discernir, escuchar y atender la voz de Dios que nos llama al servicio y la entrega de los más necesitados, tal como hacía María de Nazaret.


¿Qué es lo que nos impide oír y discernir la voz de Dios? ¿Cómo podemos desarrollar, de manera personal y comunitaria, nuestra capacidad de discernimiento?

d) Texto bíblico: Tes 5, 17-22.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por cada uno de nosotros, para que vayamos desarrollando nuestra capacidad de discernimiento y es-

42

cucha de la voz de Dios, a través de la oración, la lectura de la Palabra y la reflexión personal y comunitaria.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestra comunidad y barrio, para que escuchemos la voz de Dios que nos llama a atender las necesidades de nuestra comunidad.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestra parro-quia, para que hagamos del discernimiento una herramienta de vida pastoral para así poder escuchar y atender los gritos y sufrimientos de los pobres de nuestra comunidad.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestra Dióce-sis en favor del cuidado y defensa de la Casa común, para que escuchemos los gemi-dos y clamores de la Madre Tierra y podamos consolarla y devolverle la salud.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por los esfuerzos realizados en los barrios, colonias y ranchos, parroquias y Diócesis, que tratan de res-ponder los gritos de muchos hermanos que han sufrido a causa de la violencia, para que sigan con dedicación en los ministerios del consuelo y la construcción de la paz.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.37. Los santos escuchan a Dios, a los demás y a la realidad



Hermanos y hermanas: Continuamos con el rezo de los 46 rosarios a María de Guada-lupe, animados una vez más por las palabras del Papa Francisco. Él nos recalca que las personas santas escuchan a Dios, a los demás y a la realidad para discernir qué es lo que deben y lo que no deben hacer. Esto nos ayuda a que no nos perdamos en nuestro egoísmo y a que nos dispongamos mejor a realizar lo que Dios quiere de noso-tros como bautizados y como comunidad.


¿Nos hemos encontrado con personas con las cuales no compartimos ideas y nos cuesta escucharlas? ¿Qué importancia tiene para el crecimiento comunitario que haya muchas formas de pensar?

d) Texto bíblico: Tb 4, 18-19.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todos aquellos que han entregado su vida a hacer el bien a sus comunidades, para que sigan escu-chándolas y sepan descubrir qué cosas hay que cambiar por el bien de la comunidad.

43

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por cada uno de nosotros, para que sabiendo escuchar a los demás: al vecino, al niño y al anciano, de cada una de nuestras comunidades, sepamos descubrir la voz de Dios que nos in-terpela a vivir la solidaridad.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestra socie-dad, para que nos comprometamos al cambio de las situaciones de injusticia, pobreza y violencia, por medio de una cultura de solidaridad, paz y justicia.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestro com-pañero o compañera de al lado, al que siempre nos encontramos, con el que ya se nos ha hecho hábito convivir, para que desde allí creemos una cultura del encuentro y diá-logo, que favorezca la organización y el trabajo por el bien común.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todos los que buscan servir a las comunidades desde la política, lo eclesial, lo cultural, para que sean cercanos a las personas, a sus realidades, y desde allí caminen en la santidad ayudan-do en las necesidades.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.38. Santa María de Guadalupe, llena de gracia



Hermanos y hermanas: Hoy iniciamos el novenario a nuestra Madre Santísima, María de Guadalupe. Vamos a dar gracias a Dios por su testimonio de vida, que le agradó a Él y la eligió para ser la Madre del Salvador, y le vamos a pedir que nosotros, aquí en nuestro barrio (colonia, rancho) demos ejemplo de una vida comunitaria. El Papa Fran-cisco nos dice que María es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos ense-ña el camino de la santidad y nos acompaña. Que su testimonio de abrirse a la gracia de Dios, de aceptar ser la Madre de Jesús y de mostrar y dar todo su amor, compa-sión, auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra mexicana, nos sensibilice en la comunidad para servir a los más pobres, desprotegidos y a cuidar nuestra Casa común.


¿En qué momentos hemos experimentado la cercanía de María de Guadalupe? ¿En qué nos ha ayudado como comunidad su presencia entre nosotros?



44

PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por la familia que nos recibe en nuestro barrio, para que sean testimonio de una vida agradable a Dios y alcancen la santidad.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todos los bautizados en Cristo Jesús, para que, a ejemplo de María de Guadalupe y con su com-pañía, vivamos el amor, la compasión, el auxilio y la defensa a los descartados por la sociedad.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por los enfermos de nuestra comunidad, para que el Señor los reconforte en sus debilidades, les dé el con-suelo y la esperanza, que la Virgen de Guadalupe le mostró a Juan Bernardino.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestra comu-nidad, para que asumamos con alegría y responsabilidad el compromiso de cuidar nuestra Casa común.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por nuestra Dióce-sis, para que, como pueblo creyente y lleno de la gracia de Dios, nos preocupemos por los pobres, viudas, huérfanos, presos, la Casa común, que están gritando de dolor a Dios.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.39. Santa María de Guadalupe, llena de Dios



Hermanos y hermanas: Al reunirnos en comunidad y con la presencia amorosa de nuestra Madre de Guadalupe, en este segundo día de novenario queremos agradecer a Dios que ella haya aceptado llevar en su vientre al Hijo de Dios y así, embarazada, se haya quedado en la tilma de Juan Diego. María, como lo narra san Lucas, fue salu-dada por el Arcángel Gabriel como la llena de gracia y saludada por Isabel como bendi-ta entre todas las mujeres por haber creído en Dios y llevar en su seno al Señor. Que al igual que María, nosotros y nuestra comunidad vivamos llenos de Dios y lo traduzca-mos en testimonio de amor con los pobres y descartados.


¿Cómo vive una persona que está llena de Dios? ¿Cómo vive una persona que está vacía de Dios?

d) Texto bíblico: Lc 1, 35.


45

PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por la familia que recibe a la Virgen de Guadalupe y al barrio, para que este encuentro les llene de la vida de Dios para la conviertan en amor y comunión.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestro barrio (colonia, rancho), para que juntos y organizados ayudemos a los hermanos y hermanas que sufren, para seguir creciendo como comunidad samaritana.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todos aquellos que no se acercan a la vida de Iglesia, para que el Espíritu Santo los anime e impulse a vivir la fe y la vida con su comunidad.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por el santo pueblo fiel de Dios, para que, dejándonos conducir por el Espíritu Santo, asumamos cada día con mayor responsabilidad la misión de Jesús al servicio del Reino.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por cada uno de nosotros, para que, llenos de Dios como María, sepamos dar testimonio de vida comu-nitaria y nos acerquemos a los alejados y descartados de la sociedad para atenderlos.

LETANÍA.


40. Santa María de Guadalupe escucha a Dios y al pobre



Hermanos y hermanas: En este tercer día del novenario a la Virgen de Guadalupe, vamos a hacer nuestro el grito que sale cada vez con más fuerza del hogar de tantas familias empobrecidas de nuestra Diócesis, a ejemplo de nuestra Madre María. Ella con su corazón de Madre, intercede por nosotros ante Dios y nos acoge con su ternu-ra, escucha nuestros lamentos y remedia todas nuestras miserias, penas y dolores.


¿En qué necesidades me he sentido escuchado y consolado por la Virgen María?



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todos los que hemos sido bautizados, para que, a ejemplo de la Virgen María, sepamos escuchar la voz de Dios y asumir su voluntad en nuestra vida.

46

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todos los trabajadores y trabajadoras que son víctimas de explotación laboral, para que reciban un salario justo y puedan asegurar una vida digna a sus familias.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todas las fami-lias que están pasando hambre, para que, escuchando a Dios en su situación, sepa-mos compartir con ellas lo que tenemos.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por las personas que se encuentran enfermas y no tienen recursos económicos para solventar sus gas-tos, para que la Virgen sea su fortaleza y a nosotros seamos solidarios con ellas.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por las personas que han tenido que migrar a nuestras comunidades, para que la Virgen María, que es Madre de todos, nos ayude a ser hospitalarios y acogerlas como hermanas.

LETANÍA.


41. Santa María de Guadalupe, mujer de discernimiento



Hermanos y hermanas: En este cuarto día de novenario en honor a la Virgen de Gua-dalupe, vamos a meditar, junto con el rosario, el testimonio de santidad de la Virgen María. Atenta a los acontecimientos de su tiempo, supo descubrir la voz de Dios en ellos y logró cumplir con la misión que se le encomendó; y, aunque no siempre enten-día lo que le pasaba, conservaba todo en su corazón. De este modo, María nos enseña a discernir nuestra misión, como le ayudó a Juan Diego a aclarar la suya.


¿Qué servicio he realizado porque descubrí y aclaré que Dios me llamó a vivirlo?



47

PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por todos nosotros, para que, a ejemplo de la Virgen María, estemos atentos a los acontecimientos y des-cubramos en ellos la misión que Dios nos tiene.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las familias de nuestra comunidad, para que en medio de sus dificultades la Palabra de Dios les ayude a discernir lo que mejor les ayude.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todas las muje-res, para que descubran en el testimonio de la Virgen María a una mujer valiente que tuvo que caminar contracorriente para hacer la voluntad de Dios.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por los jóvenes, para que la Virgen María los acompañe en un serio discernimiento vocacional que los lleve a la felicidad en una generosa entrega por los demás.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por los enfermos de nuestra comunidad, para que María los fortalezca y les ayude a encontrar el sentido de fe a sus sufrimientos.

LETANÍA.


42. Santa María de Guadalupe, mujer de las bienaventuranzas



Hermanos y hermanas: En este quinto día de novenario, con el rosario agradecemos a Dios la presencia de María de Guadalupe entre nosotros. Ella es bienaventurada por-que abrió su corazón al proyecto de Dios, fue fiel a Dios, vivió su Palabra y alcanzó en la entrega de sí la verdadera dicha. Vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús y nos acompaña en nuestro camino de santidad, como dice el Papa Francisco; por eso se le reconoce como dichosa.


¿A quiénes reconocemos como bienaventurados (dichosos) en nuestra comunidad? ¿Por qué? ¿Cómo vivimos las bienaventuranzas?



48

PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por la familia que abre las puertas de su hogar y de su corazón para recibir a la comunidad, para que la Palabra de Dios y el testimonio de María, los anime a seguir compartiendo lo que tie-nen.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las muje-res que, al igual que Santa María de Guadalupe, abren su corazón al proyecto del Reino, para que sigan luchando por la construcción de una sociedad nueva.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todas aquellas personas que entregan su vida en el servicio a los más pobres y excluidos, para que se mantengan como signo de esperanza para tantos hermanos y hermanas.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestra comu-nidad aquí reunida, para que mantengamos los esfuerzos por vivir las bienaventuran-zas, teniendo como ejemplo a Santa María de Guadalupe.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todas aquellas personas que viven la santidad con tanta sencillez y humildad, para que aprendamos de ellas a llevar una vida acorde con las bienaventuranzas.

LETANÍA.


43. Santa María de Guadalupe, atravesada por la espada



Hermanos y hermanas: En este sexto día de novenario en honor a Santa María de Guadalupe, agradecemos que ella aceptó con alegría y valentía el proyecto de Dios, aunque esto le llevó a experimentar los sinsabores. Escuchar la Palabra de Dios y guardarla en su corazón no le fue fácil, pero se estremeció de gozo en la presencia de Dios, conservó todo en su corazón y se dejó atravesar por la espada. Aunque no com-prendía con totalidad, no dudó en ser fiel, disponer su corazón y emprender el camino que la llevó a la cruz. Ahora, desde el Tepeyac, atravesada por la espada del sufri-miento de nuestro pueblo, consuela y auxilia a los pobres en sus lamentos, miserias, penas y dolores.


¿Conocemos a madres que luchan por salir adelante con sus hijos o de mujeres com-prometidas con la causa de los pobres? Comentemos cómo es su lucha.

49



PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por la familia que nos recibe hoy, para que, aceptando la Palabra de Dios en su hogar, la mediten y la guarden en su corazón y puedan, al igual que Santa María, emprender el camino del servicio.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por todas aquellas mujeres que luchan por sacar adelante a sus hijos, para que, aunque no lo-gren comprender todo ni tengan respuestas ante su situación, mediten la Palabra de Dios y la guarden en su corazón.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por todas aquellas personas que, en la lucha por la justicia, los derechos humanos y la paz, les es arreba-tada la vida, para que su ofrenda dé frutos abundantes en nuestra sociedad.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestra comu-nidad, para que entre caídas y levantadas siga anunciando y haciendo presente el Reino de Dios con alegría y valentía, al igual que Santa María de Guadalupe.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por los enfermos de nuestra comunidad, para que asuman con sentido el dolor y sufrimiento, y sepan en-contrar la presencia de Dios y su mensaje de salvación en medio de su situación que les atraviesa el alma.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.44. Santa María de Guadalupe lleva en sus brazos a los sufrientes



Hermanos y hermanas: En este séptimo día de novenario en honor a Santa María de Guadalupe, vamos a agradecerle que lleva en sus brazos a los sufrientes, como nos dice el Papa Francisco. Cuando Juan Diego, iba a buscar un sacerdote para que dispu-siera a su tío Juan Bernardino a bien morir, la Virgen le dijo: “¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester?”. Ella no acepta que nos quedemos caídos y a veces nos lleva en sus brazos sin juzgarnos. María nos invita como comunidad a comprometernos a crear comunidad entre nosotros, a responder a los sufrimientos de los empobrecidos, a buscar alternativas de integración social de los descartados, a cultivar una conciencia ecológica y cuidar nuestra Casa común, para trabajar siempre por el Reino de Dios.


50

¿Quiénes son las personas que más están sufriendo en nuestro barrio (colonia, ran-cho)? ¿Las estamos atendiendo como comunidad, como madre que carga a su hijo que sufre?

d) Texto bíblico: Jn 2, 1-3.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por nuestra comuni-dad, para que carguemos a quienes sufren alguna tribulación en su vida.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestra parroquia, para que seamos una comunidad samaritana que atiende a los sufrientes.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestra Dióce-sis, para que sigamos haciendo responsables del cuidado de nuestra Casa común, que sufre por los maltratos y abusos en contra de ella.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por los agentes de pastoral de nuestro barrio (colonia, rancho), para que continúen trabajando en la res-puesta organizada a las necesidades de nuestra comunidad.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por la familia que nos ha recibido este día, para que, a ejemplo de la Virgen, estén siempre atentos a los sufrimientos de los pobres y los atiendan como familia.

LETANÍA.


45. Santa María de Guadalupe, mujer que consuela



Hermanos y hermanas: En este octavo día de novenario en honor a la Guadalupana agradezcamos a Dios que ella es mujer que consuela: “¿No estoy yo aquí que soy tu madre?”. Ella es la madre que nos consuela en nuestras tribulaciones y siempre cami-na a nuestro lado. El Papa Francisco nos invita a conversar con ella porque nos con-suela, nos libera y nos santifica. Así como ella consuela al pueblo oprimido, hoy con-suela a quien sufre enfermedad, violencia, persecución o alguna otra tribulación, como hizo con Juan Diego, angustiado por la agonía de su tío: “No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: está seguro que ya sanó”.


51

¿En qué descubrimos que la Virgen de Guadalupe consuela al que sufre? ¿Qué nos falta para ser comunidad con rasgos maternos que consuela a los sufrientes?

d) Texto bíblico: Lc 1, 36. 39. 56.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por los que están sufriendo física o moralmente, para que nunca les falte la protección materna de la Virgen de Guadalupe y que les llegue por medio de nosotros.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por las perso-nas de este barrio (colonia, rancho) que están pasando alguna tribulación, para que en nuestra comunidad encuentren el consuelo que nos ha mostrado la Virgen de Guadalu-pe.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por las mujeres violentadas, para que, confiando en María de Guadalupe, que es la mujer que consuela nuestras aflicciones, sean valoradas, respetadas, atendidas y rehechas en su vida, de parte de la sociedad, la Iglesia y principalmente de los varones.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por todos los mi-grantes, para que, en nosotros, en la Sociedad civil y en los gobernantes, encuentren el consuelo de madre que ha prodigado la Virgen de Guadalupe.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por todas las perso-nas, asociaciones, instituciones, Iglesias, que luchan por consolar a los que sufren, para que con sus acciones hagan realidad la vida del Reino de Dios que Jesús nos trajo.

LETANÍA.

f) Oración de La Magnífica.46. La Virgen María de Guadalupe, santa entre los santos



Hermanos y hermanas: Hoy concluimos nuestros rosarios a la Virgen de Guadalupe, en los que hemos estado reflexionando sobre la santidad a que el Señor nos llamó.

En estos últimos días hemos reconocido y agradecido a Dios el estilo de vida de María, que le fue agradable no sólo antes de llamarla a ser la Madre del Salvador sino tam-bién en el seguimiento a Jesús y en la vida de la primera comunidad cristiana. Ella es reconocida y venerada como santa entre los santos, la más bendita porque vivió como nadie las bienaventuranzas. Ella nos enseña el camino a la santidad y nos acompaña en esta imagen, que quedó impresa en la tilma de Juan Diego.

52


¿De qué nos han servido las visitas de la imagen de la Virgen durante estos 46 días? ¿Nos comprometemos a vivir como hermanos en el barrio (colonia, rancho) y a escu-char y atender los gritos de Dios en los pobres, para mantenernos en una vida santa?

d) Texto bíblico: Ap 12, 1-2.


PRIMER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este primer misterio por las familias que nos recibieron durante 46 días, para que el Señor las bendiga y sigan participando en la vida comunitaria.

SEGUNDO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este segundo misterio por nuestro barrio (colonia, rancho), para que, animados por la Virgen de Guadalupe y tantos san-tos y santas, sigamos construyendo la vida comunitaria y viviendo la misión entre los alejados.

TERCER MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este tercer misterio por nuestra parro-quia, para que en todas sus comunidades caminemos en la santidad viviendo la misión en las periferias.

CUARTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este cuarto misterio por nuestra Dióce-sis, para que en el trabajo al servicio del Reino encontremos la santificación de todo el pueblo de Dios que peregrina en el sur de Jalisco.

QUINTO MISTERIO (Enunciarlo): Ofrezcamos este quinto misterio por el Papa Francis-co, para que continúe su ministerio animándonos a llevar una vida santa, agradable a Dios, a ejemplo de la Virgen María.

LETANÍA.


Documents

· Web viewEn esta condición de santa se presentó la Virgen de Guadalupe ante Juan Diego. Le dijo: “yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien