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TOMO I
Línea editorial:
Hermeneia (Del griego: La interpretación) – La nueva maravilla de la Filosofía ha sido creada por estudiantes del curso del electivo humanista Teoría del conocimiento del Colegio Universitario El Salvador de las RR. Pasionistas, con la finalidad de establecer un medio de difusión y fomento de la investigación filosófica que incluya tanto a académicos del colegio o de otras instituciones, como de estudiantes de enseñanza media de nuestro establecimiento educacional. Esta inquietud nace por la consecución de tres pilares fundamentales, a saber: la publicación anual de números regulares, la búsqueda de instaurar la importancia de la misma interpretación filosófica e intelectual de nuestros estudiantes, mediante una crítica argumentativa de sus propias reflexiones, lo cual incluya el análisis y la aplicación de sus conocimientos; Finalmente, que nuestros estudiantes logren desarrollar paper investigativos, acordes a la reglamentación universitaria, como un medio de práctica para sus futuras carreras de pregrado.
Como línea editorial, Hermeneia tiene la intención de ser un campo reflexivo de conocimientos para alumbrar y fomentar, la exposición y el debate de ideas al interior de la comunidad educativa del CUS. A nuestro parecer, la filosofía se empeña en buscar la verdad del modo más universal e incondicionado posible, de modo que Hermeneia posee su pasión por el conocimiento y por la reflexión filosófica. Esta es nuestra mirada, para luego soñar con la vinculación de otras ramas de estudio humanístico y científico que deseen ser parte de nuestro proyecto intelectual.
Índice
Contenido
Índice..........................................................................................................................................3
"El conocimiento nos pertenece”................................................................................................4
Valentina Paz Allende Bravo
La razón y los sentidos: convivencia y complementación...........................................................12
Felipe Araya Pérez
Manifestaciones de la percepción en el aprendizaje..................................................................17
Benjamín Marcelo Arriagada Peric
El giro copernicano - Profundización y enfoque fundamental del sujeto kantiano en nuestro pensamiento.............................................................................................................................23
Gonzalo Ignacio Coydán Molina
Actitud nativa y actitud fenomenológica en Edmund Husserl: breve análisis descriptivo acerca de la posibilidad de una crítica seria del conocimiento...................................................................36
Agustín Lavoz Torres
El conocimiento nos pertenece”Valentina Paz Allende Bravo
Estudiante de IIIº Humanista
Colegio Universitario El Salvador
Av. Salvador 1696
Santiago de Chile
Resumen
El objetivo de este documento será principalmente demostrar y rechazar que
aquellas ideas estereotipadas que existen en nuestra sociedad sobre cómo se adquiere el
conocimiento, y viéndolo desde nuestra postura que no logran ser las más correctas, según
la postura de este escrito.
Partiendo nuestra exposición, existe un rechazo y una crítica completa de la presente
postura que toma el manuscrito, específicamente sobre la Teoría de la imagen-copia
planteada por Hirschberger, a pesar que plantee una teoría anexa a su trabajo. En segundo
lugar, deseamos corroborar mi aprobación al momento de afirmar que nuestros sentidos nos
engañan, idea que fue propuesta en las Meditaciones Metafísicas de René Descartes. Por
último, analizaremos el Dogmatismo impuesto en algunos ámbitos socio-culturales.
El dogma ha sido utilizado como herramienta en la educación de principiantes desde
tiempos milenarios con el fin de crear una idea cuadrada para no dar paso a revolucionarios
idealistas que rompan los esquemas que supuestamente nos ayudan a formar una sociedad
funcional. Es aquí cuando manifestamos la creencia que el dogmatismo ha quedado atrás,
que solo son historias o costumbres que utilizaban nuestros antepasados pero ¿qué pasa con
aquellas personas que no tienen la misma capacidad de aprendizaje que nosotros, un
aprendizaje más lento quizás a comparación de lo que se le considera un aprendizaje
común?¿son anormales porque no llevan en mismo ritmo que supuestamente es común?
¿ quién dijo que la manera en la que aprendemos es la correcta y la más normal?¿qué
pasaría si alguien, una persona x propone que lo que se considera un aprendizaje a ritmo
normal simplemente abarca lo general de una materia y demuestra que al ir aprendiendo
más lento generaremos un cambio positivo en la actividad cerebral y que realmente los
superdotados de nuestra sociedad son aquellos que llevan un ritmo de aprendizaje más lento
ya que son expertos a profundidad en las materias ya estudiadas y analizadas?
Palabras claves: dogmatismo, sentidos, imagen-copia, conocimiento, propio.
Introducción
¿Puede ser posible que como sociedad sigamos conservando ciertos esquemas que
fueron utilizados desde tiempos inmemorables? El conocimiento está ahí, simplemente está
esperando que lo encontremos y que seamos poseedores de él. Al utilizar esquemas
anticuados quedamos estancados en el camino de la adquisición del conocimiento, la
humanidad se considera una raza superior al resto de los habitantes de este planeta pero
realmente nos contradecimos al seguir empleando métodos antiguados que nos llevan a las
mismas respuestas de siempre las cuales las mayoría de las veces tienen como justificación
un porque sí como respuesta. Es en este instante cuando la pregunta planteada
anteriormente no es posible, no es aceptable mantener ideas anticuadas, lo cual
analizaremos en este escrito.
Debemos seguir progresando y salir de este sistema que ocupamos para el avance de
nuestro conocimiento. Por eso es importante leer este documento para percatarnos sobre lo
que estamos fallando hoy en día, que viene errando desde años pasados y nos hacen tener
bases erróneas, como que todo lo que nos dicen nuestros superiores es así porque ellos nos
lo dijeron y antes se los impusieron a ellos y así sucesivamente hacia atrás.
En el presente documento demostraré que la teoría de la imagen-copia no es útil ni
verdadera en todos los casos ya que esta teoría dice que el conocimiento consiste en copiar
y representar, de que todo se traslada a la imagen y de que hay una dualidad sujeto-objeto.
Mostraré que esta teoría no es aplicable a todos los casos utilizando los contenidos
entregados en las sesiones del plan diferenciado humanista tales como el esquema
numérico.
Aplicaré la teoría de Descartes en las Meditaciones Metafísicas o de una manera
más específica en la Duda Metódica cuando afirma que nuestros sentidos nos engañan para
demostrar que el conocimiento no es siempre los que nuestros ojos u odios captan y mucho
menos los que a veces nos hacen creer. Y tras ocurrida varias veces esta situación nos
quedamos con lo que nos dijeron y nos hicieron creer nuestros sentidos, sin cuestionarlo.
Y finalmente descartaré que el dogmatismo sea una opción para adquirir el
conocimiento ya que es impuesto, y uno como persona y novato se queda simplemente que
lo que nos dicen sin dudarlo ni investigar más allá. Por lo cual el conocimiento en este caso
es ciego tal como ocurre con las religiones, un ejemplo claro es la religión católica y
musulmana ya que no existe una comprobación de la existencia de su Dios por ende puede
haber una probabilidad de que las bases de sus creencias sean falsas.
Desarrollo
Para comenzar el desarrollo de este documento partiremos por lo esencial, aquella
idea que nos ayuda a formular una postura respecto a este tema, es decir la teoría de la
imagen-copia. Sabemos que al hablar de la teoría imagen-copia según Hirschberger nos
referimos a un punto específico subdivido en dos que supuestamente nos ayudan a
comprender y a describir en que consiste esta teoría.
Tenemos el punto número uno que nos dice: “el conocimiento consiste en copiar y
en representar” (Hirschberger, 2015) ¿Que entendemos por este fragmento? En lo
personal, si me piden analizar esta frase quizás podría decir que con tan solo copiar una
acción y representarla de la misma manera después adquiero el mismo conocimiento que
estoy copiando sin tener que averiguar más y conformarnos simplemente con lo que
estamos viendo, aceptando su información lo que nos lleva a un sub-punto de esta teoría:
“hay una dualidad sujeto-objeto” (Hirschberger, 2015) realmente esta cita no es poseedora
de un gran contenido, se puede interpretar de diversas maneras siempre dependiendo del
punto de vista en que la analicemos. Con el simple hecho de que Hirschberger no haya
planteado bien este punto ni mucho menos explicarlo o algo similar en su documento puedo
darme el lujo de decir que este subíndice de la teoría imagen-copia no se comprende
claramente dando paso a la destrucción por parte de cualquier individuo a esta teoría que se
transmite con explicaciones bastante débiles o mejor dicho con solo el pronunciamiento de
los puntos que la componen.
Pero para seguir demostrando que esta teoría es incompleta, porque entrega un
mínimo aporte a lo que hoy entendemos como adquisición del conocimiento analicemos
este enunciado ya mencionado.
Debemos ser sinceros al manifestar la existencia de una búsqueda de comprensión
ante el conocimiento de algo. Es decir sobre el objeto que nos da información de él mismo
tal cual se muestra como imagen, dando a conocer todas sus características visibles. De este
modo, se nos proporcionan una información a simple viste, lo cual genera una primera
impresión, y nosotros como receptores tenemos la labor de interpretar esa información
entregada por el objeto en nuestra primera impresión, para utilizar lo que necesitamos sin
modificar ningún punto. Esto nos lleva a un segundo momento, como es el hecho de que:
“todo se traslada a una imagen” (Hirschberger, 2015). Aquí se ve como una simple frase
tiene todo un trasfondo, sabemos que todo lo que vemos nos genera una impresión que
varía según la cantidad de veces que vemos el objeto, las conclusiones que podemos crear a
partir de la información entregada, lo que nos genera por sus colores o formas en fin
depende de cada persona. Ahora bien, utilicemos un ejemplo que nos ayude a entender
mejor la explicación:
Nuestro escenario es una clase de matemáticas la profesora a cargo está
enseñando a los alumnos ecuaciones de segundo grado, un alumno
llamado Sebastián al llegar a su casa prepara su prueba ejercitando con
las actividades del libro que no son los mismos ejercicios de la clase,
entonces aplica lo que aprendió o mejor dicho lo que vio, realizo los pasos
exactos que utilizo la profesora al momento de resolver su ecuación,
cuando termino el ejercicio se dio cuenta que obtuvo un resultado
diferente al que necesitaba pero era exactamente el mismo que la
profesora tuvo con su ejercicio hecho en la pizarra.
Del ejemplo anterior, ¿Qué podemos analizar? Nuestro estudiante, al seguir
exactamente los pasos hechos por la profesora; primera impresión de Sebastián; obtuvo el
desarrollo de la ecuación que esta realizó en la pizarra frente a todos los niños del salón,
entonces podemos inferir que los pasos a seguir ante la resolución del ejercicio de la
profesora no es útil para resolver el ejercicio de nuestro aprendiz. Quizás, el problema del
libro necesitaba otros pasos que no había hecho la profesora al momento de resolver el
ejercicio de la pizarra y nuestro individuo no los conoce porque no los ha visto en ningún
momento. Entonces, no puede replicarlos para aplicar la información en su ejercicio. Por
ende, no se puede quedar con la primera impresión creada en clases, debe llegar más allá
realizando una acción que invalida el fragmento ya mencionado.
Para seguir progresando en el desarrollo de este escrito hemos llegado al momento
donde hablaremos de nuestros sentidos. La capacidad de sentir e interpretar información
mediante nuestros cinco sentidos, a partir del mundo externo, es algo que está en nosotros
desde que nacemos. Es una capacidad inevitable de ignorar que está con nosotros
diariamente a cada instante y que nos ayuda a procesar información y lógicamente nuestro
cerebro se encarga de almacenarla.
Como mencionábamos anteriormente, almacenamos la información en nuestro
cerebro dependiendo de cómo nuestros sentidos lo capten, y así adquirimos la primera
impresión que cause cierta situación para nuestros sentidos. Sobre esto, “Las personas
necesitamos hacer evaluaciones instantáneas para tomar decisiones al momento. En cierto
modo esos análisis aparentemente rápidos, tienen mucha relación con nuestra
personalidad, con nuestros miedos y también con nuestras necesidades.”(Anónimo 2012-
2015) Esta cita apoya completamente nuestra idea anterior ya que aunque no estemos
consciente de como asimilamos la información, nuestro cerebro se encarga de eso
dependiendo de nuestras necesidades y percepciones, por ejemplo:
Cuando vamos en la calle, bajando de un bus, en un barrio no muy bueno,
donde usualmente no transitamos ya que cometimos un error de trayecto.
En ese instante nos encontramos con habitantes del sector que quizás tienen
costumbres culturales incomprensibles para nosotros, ya que no son
repetitivas en el círculo donde nos movemos habitualmente. En ese instante
apreciamos a personas que consideramos peligrosas y poco confiables
(primera impresión). Por ende, instantáneamente optamos por huir de ahí.
Según Descartes nuestros sentidos captaran todo lo que se relacione a sensaciones
sean reales o no ya que al fin y al cabo esa es la función del tacto, la audición, la visión, el
gusto y el olfato interpretar sensaciones que se nos presenten tanto en nuestros sueños,
pensamientos, recuerdos o mientras vivimos nuestra vida despiertos.
Por ende siempre puede existir una posibilidad de ser engañados por estos, si nos
ponemos en una situación determinada en este caso un sueño nocturno donde un ser de otro
planeta desconocido se comunica con uno y le informa que pronto vendrán todos sus
compañeros a destruir la Tierra, repentinamente despertamos sabiendo que existe una
posibilidad que destruyan nuestro planeta. En conclusión tenemos conocimiento de los
probables hechos que puedan ocurrir en un futuro, en el caso que los tomáramos como
verdaderos pero en el caso de que no aun así tenemos conocimiento pero que no es real.
Por eso Descartes plantea que los sentidos nos engañan ya que captan sensaciones
en donde dependiendo del estado de vigilia, pueden parecer bastante coherentes pero aun
así no son reales. Y es por esto que podemos descartar a los sentidos como forma de
adquirir conocimiento de manera fidedigna ya que este conocimiento puede depender
bastante de la realidad en la que nos encontramos.
Nunca hemos conocido al creador del dogmatismo, hemos conocido varios autores
que explican en sus escritos sobre el dogma, hacen ensayos o teorías en torno a este tema.
Analizando podríamos que decir que si el dogma no tiene un autor definido no debería
afectar en la importancia de la corriente ya que no tiene tanta relevancia. Si entramos en
profundidad de cómo se manifiesta este movimiento es porque la sociedad lo impone y lo
práctica.
Realmente esta corriente se hace presente en diversas situaciones del sistema de
vida actual como por ejemplo en la religión, una situación que evidencia lo ya mencionado
puede ser la religión islámica en donde se dice que: “El islam es una religión monoteísta
abrahámica cuyo dogma de fe se basa en el libro del Corán, el cual establece como
premisa fundamental para sus creyentes que «No hay más Dios que Alá y que Mahoma es
el último mensajero de Alá». (Marianela Heil, 17 de noviembre, 2014)
Se puede evidenciar en el ejemplo anterior que a los musulmanes fervientes no se
les da la oportunidad de dudar en su Dios y quien es el último mensajero de este. Se les dice
a los nuevos creyentes que no hay más dioses del que conocen y del cual se les enseña, no
se les comenta en la práctica de la religión que existen otras religiones como la budista
donde admiran a varios dioses pero si conocen de estos temas mediante a una enseñanza
anexa a la que da la religión.
En nuestro caso como alumnos de un colegio de hermanas pasionistas donde se nos
enseña de la religión cristiana católica, la cual conocemos en su gran mayoría ya que nos
relacionamos con ella en las oraciones de la mañana y en diversas actividades, pero no solo
nos quedamos con el conocimiento de esta religión en específico sino que gracias a la
mentalidad abierta de nuestros profesores tenemos la oportunidad de aprender de otras
religiones de las cuales no somos pertenecientes como lo son la región judía, islámica,
budista, la cristiana y sus diversas ramas.
Nosotros tenemos la ventaja de conocer diversas realidades religiosas ya que nuestra
realidad actual no esta tan adherida a lo que es religión como era hace siglos pasados,
donde se hablaba de una única religión y todo aquel que no la siguiera quedaba fuera de lo
que era considerado normal.
Pero si nos quedáramos en un mundo posible donde no hubiera libertad de
expresión ni medios de comunicación, si estuviéramos completamente aislados en nuestros
países, con las costumbres sociales y los diversos factores culturales que existían en la
época de la colonia ¿qué pasaría con nosotros? Lógicamente viviríamos en una sociedad
dogmática como era en la época de la colonia en nuestro país, realmente el sistema
dogmático de una religión trae con si una segregación cultural impresionante ya que aísla a
todo aquel que altere el sistema dejándolo apartado de la sociedad que pone en práctica y
sigue con entusiasmo esta corriente sin importar los conocimientos que puedan aportar
estos segregados a la sociedad.
Para concluir hemos mostrado a través de diversos ejemplos que las tres temáticas
ya mencionadas al inicio de este trabajo (Teoría imagen-copia, el engaño de los sentidos y
el dogmatismo) no son el camino más confiable para la adquisición del conocimiento ya
que los tres movimientos tienen bases completamente subjetivas, que pueden ser erróneas
dependiendo de la situación a las que se aplique por ende no son cien por ciento confiables.
Es difícil desconfiar de aquellos que creemos que nos dicen o nos muestran la
verdad, como puede ocurrir en el caso del dogmatismo ya que confiamos en esas personas
que nos insertan una idea cuadrada, sin contradicciones en nuestra mente y nos la muestran
de una manera bastante convincente o cómo puede suceder cuando trasladamos la acción de
una persona que consideramos autoritaria y ejemplar a nuestras para finalmente imitarla de
manera perfecta pero sin conseguir los resultados esperados debido a que no sabemos
aplicarla a diversas situaciones similares.
También es muy complejo desconfiar de nuestros sentidos, como lo plantea Rene
Descartes ya que sabemos que los sentidos son parte de cada uno de nosotros, son parte de
nuestro ser y son aquellos que forman nuestra personalidad ya que moldean nuestros gustos
e impresiones diversas.
Para reiterar antes de finalizar el documento, la manera en cómo llegamos a ser
poseedores del conocimiento debe ir actualizándose con el paso del tiempo dependiendo de
los nuevos descubrimientos que se vaya haciendo la sociedad mundial lo cual nos hace
tener un conocimiento más avanzado respecto a un tema determinado. El conocimiento nos
pertenece y no podemos dejarlo ir por no querer avanzar en nuevos movimientos que nos
ayuden a encontrarlo.
Bibliografía
Gonzalo Coydán, resumen de la Teoría imagen-copia propuesta por
Hirschberger, Santiago de Chile, 2015.
La mente es maravillosa, 2012.-2015, consulta [29.09.2015].
Historia y Biografia, Marianela Heil, El Islam, 17 de noviembre del 2014,
consulta 30.09.2015
Johannes Hirschberger, Historia de la Filosofía, tomo II, Ed. Herder,
Barcelona 1981.
La razón y los sentidos: convivencia y complementaciónFelipe Araya Pérez
Estudiante de IIIº Medio HumanistaColegio Universitario el Salvador
Santiago de ChileAvenida Salvador 1696
Resumen
El presente texto es, fundamentalmente, un breve análisis sobre los más discutidos
contrarios filosóficos –la razón y los sentidos-- y el modo en que su convivencia puede
justificarse. Se explica el funcionamiento de estas facultades humanas, así como su
fiabilidad y la relación entre el mecanismo mediante el cual funcionan y la fuente de
conocimiento que constituyen. El paper tiene como mayor fuente de información los textos
de Descartes, Locke, y Hume: los dos primeros como mayores representantes del
Racionalismo y el Empirismo, respectivamente (teorías que confrontan a la razón y los
sentidos); el tercero como unificador de ambas (aunque sea considerado empirista). A partir
de esta indagación se pretende convencer de que la mejor opción, como pensador de
mentalidad abierta, es adaptarse a las circunstancias usando el método gnoseológico que
corresponda.
Palabras claves: razón, sentidos, lógica, experiencia, complementación.
Introducción
Se habla en este documento acerca de las distintas formas de obtener conocimiento
(asumiendo en primer lugar que es posible obtenerlo), presentando la típica contraposición
entre la razón y los sentidos. Sin embargo, en vez de enfrentar las diferentes posturas
exhaustivamente e inclinarse por una, se quiere unificarlas en una visión íntegra y tolerante.
Al comienzo se aclara el significado de ciertos conceptos clave. Esto es seguido por
una distinción entre las relaciones de ideas y las cuestiones de hecho, procedimientos
planteados por Hume que permiten entender la diferencia del a priori y el a posteriori, y se
dan ejemplos. Más adelante se mencionarán las situaciones que requieren de la razón o los
sentidos, y el valor que adquiere cada uno en dependencia del caso. Finalmente se
explicará, en base a lo anterior, por qué sería una necedad rechazar terminantemente un
método u otro.
Desarrollo
Aclarando ahora la diferencia fundamental entre el uso de la razón y el de la
experiencia (usaremos ahora este concepto, casi sinonímico a sentidos), señalamos lo
esencial:
La razón es una propiedad inherente al ser humano. Consiste en la capacidad de
discernir y analizar ideas de toda procedencia, por lo que implica el uso de la lógica en el
reconocimiento de contradicciones, implicancias, condiciones y otros elementos del pensar.
Se nos permite el uso de la razón con solo tener un cerebro apenas funcional, aun
careciendo de los cinco sentidos.
La experiencia es, como se puede imaginar, el recurso a través del cual se capta
información con el paso del tiempo y la exposición del sujeto a la realidad. Esta adquisición
de información resulta imposible sin los sentidos, que reciben estímulos exteriores
posteriormente transmitidos al cerebro, que transforma, en el proceso, impresiones en ideas
(estas ideas pasan a ser analizadas o pensadas a posteriori, haciendo uso de la razón).
Se debe mencionar que este trabajo encuentra sus cimientos en las ideas del
renombrado David Hume, que presentó la dualidad de razón y experiencia en lo que llamó
relaciones de ideas y cuestiones de hecho. Las relaciones de ideas constituían verdades
alcanzadas por medio de la relación lógica entre distintas premisas, y por lo tanto no
requerían existencia (ni experiencia) para ser demostrables. Las cuestiones de hecho, por el
otro lado, son aproximaciones a la verdad, originadas de la experiencia y dependientes de la
probabilidad de determinado hecho, suceso o existencia.
A partir de lo recién dicho se puede concluir que son las relaciones de ideas el
verdadero medio para lograr la obtención de conocimiento cierto, tal como defendía René
Descartes en sus Meditaciones Metafísicas. Y esto sería, de cierto modo, la verdad.
Proponemos como ejemplo el siguiente:
1. Todos los seres humanos son seres vivos.
2. Pedro es un ser humano.
3. Por lo tanto, Pedro es un ser vivo.
Esto es lo que se entendería, desde la concepción humeana, como una relación de ideas.
Como se aprecia, obtenemos a partir de dos premisas una conclusión, igual de verdadera
que las premisas que se tienen como base (se utiliza la deducción como mecanismo
infalible, certero). Se asume que las dos premisas iniciales son verdaderas; de ser así,
podemos decir con seguridad que el tercer enunciado lo es también. Quizás el ejemplo más
famoso de relación de ideas es el planteamiento de Descartes: “cogito ergo sum (pienso,
luego existo)” (Descartes, 1637, p. 20). Descartes se dio cuenta, en medo de sus
meditaciones, de que pensaba, y si pensaba, debía existir.
En contraposición, las cuestiones de hecho se basan en la experimentación y la
observación, de la siguiente manera:
1. Se estudian 100 casos en que se les pide a los alumnos suicidarse.
2. De los 100 casos, en todos los alumnos se han manifestado reacios a cooperar.
3. Por lo tanto, se concluye que un alumno siempre rechazará el suicidio al recibir esta
petición.
La inducción, aquí utilizada, ha sido largamente criticada por diversidad de filósofos, y
el ejemplo recién dado permite entender por qué: aunque se puede apreciar con claridad, en
base a la realidad, que en todos los casos los alumnos se negaron al suicidio, se desconoce
si el alumno número 101 obedecería, y por lo tanto la conclusión (3) no sería
necesariamente verdadera aun luego de un millón de casos.
Los filósofos estrictamente racionalistas, Descartes como mayor ejemplo, desarrollaron
por esta razón un gran rechazo a la inducción y a los métodos sintéticos (de contrastación
empirista) asociados, que además traían consigo otros cuestionamientos, de aun mayor
magnitud: se planteó la posibilidad de que los sentidos nos engañaran, caso en el cuál
desconoceríamos incluso la decisión de los alumnos. Sobre la inducción y la demostración,
aquí una frase: “Aprendemos, o por inducción o por demostración. La demostración parte
de lo universal; la inducción de lo particular” (Aristóteles, 384 a. C.-322 a. C).
Ahora debemos enunciar las situaciones en que se requiere el uso de la razón o de los
sentidos. En resumen, la mayoría de los procesos de investigación debe basarse en una
cronología de operaciones, por así llamarla:
1. Observación y experimentación con el objeto de estudio. Esta es, evidentemente, la
fase empirista de la investigación. Se obtiene experiencia en el asunto, recopilando
los resultados.
2. Análisis y establecimiento de leyes. Aquí se buscan patrones y se realiza la
inducción, obteniendo reglas universales que dan sentido a los datos recopilados
(véase el ejemplo de cuestión de hecho).
Esta ordenación procedimental tiene una obvia relación con el método científico, que es
actualmente el más relevante medio de obtención de conocimiento, aunque éste plantea
varias fases adicionales, como la formulación y refutación de hipótesis o presentar la
observación y la experimentación separadamente. Se han omitido estas fases para señalar lo
que consideramos, en el contexto de este trabajo, estrictamente esencial: la
complementación de los sentidos o experiencia (1) con la razón (2).
De modo que llegamos así a la defensa del reconocido método científico, de raíz
empirista e inductiva. Este método nos permite obtener premisas que podrán usarse luego
en silogismos puramente deductivos, como la relación de ideas que presentamos. La
importancia de realizar la investigación científica antes de sacar nuevas conclusiones recae
en la seguridad relativa (porque la inducción, lamentablemente, no ofrece certeza) de que
nuestras premisas son ciertas. Que todos los seres humanos son seres vivos y que Pedro es
un ser humano son enunciados de contrastación empírica, y por lo tanto podemos confiar en
ellos.
Conclusión
Hemos visto las bases del Racionalismo y del Empirismo, y se han hecho evidentes las
razones de su relación antagónica. Pero hemos además descubierto la utilidad de combinar
la razón y los sentidos en la búsqueda de conocimiento.
Llegamos entonces a la demostración de nuestra tesis inicial: que la razón y los sentidos
pueden y deben complementarse, captando información de nuestro entorno para luego
asimilarla y analizarla mediante el uso de la razón, sacando así conclusiones coherentes y
válidas.
Bibliografía
Descartes, Discurso del método, Librodot, Heiden, 1637.
Aristóteles, Atenas, 384 a. C.-322 a. C., ver página.
Manifestaciones de la percepción en el aprendizaje
Benjamín Marcelo Arriagada PericEstudiante IVºA
Colegio Universitario el Salvador
Av. Salvador 1696
Santiago de Chile
Resumen.
A la hora de aprender, cada persona presenta una manera distinta de hacerlo, a pesar
de que se le este enseñando lo mismo que a otro. Esto se basa en la existencia de estilos de
aprendizaje, los cuales deben ser correctamente estimulados. De esta manera, la persona
descubrirá su área de interés, otro factor determinante en la percepción de conocimiento.
Palabras claves: percepción, aprendizaje, interés, estilos de aprendizaje, conocimiento.
Introducción.
Los seres humanos son distintos entre sí. Todos nos diferenciamos física o
mentalmente de alguna manera, ya sea por razones biológicas, psicológicas o culturales.
Esto implica distintas maneras de pensar, actuar y elegir. Pero también tiene como
consecuencia una situación clave estudiada por muchos pensadores. Todos percibimos el
entorno de manera diferente, a pesar de vivir en el mismo. Y si llevamos esta reflexión al
contexto del aprendizaje de un estudiante, surge la siguiente interrogante: Si todos
percibimos distinto, ¿Todos aprendemos diferente a pesar de que se nos esté enseñando
una misma materia? ¿O todos conocemos de igual manera?
Esta pregunta será abarcada tanto desde una mirada externa propuesta por personas
como Despins, Borchetta, Dunn y Ernesto Guevara. Y también desde una interpretación
propia producto de la investigación que tendrá como base una pregunta relacionada con el
tema, la cual se le hará a alumnos del IVºA del Colegio Universitario el Salvador.
La interpretación propia que se realizará, parte con la hipótesis de que en efecto el
aprendizaje es distinto en cada persona, factores como los intereses que tenga cada persona
inciden en que una aprenda un mismo tema distinto a como lo hace otra.
La importancia de este trabajo radica en que de confirmarse la hipótesis, significaría
la necesidad de replantearse la manera en la que se imparte la educación, ¿por qué impartir
la misma materia y de la misma manera a un conjunto de personas que la va a aprender
distinto? El objetivo de este trabajo es llevar aquella reflexión.
Para ello, lo primero será nombrar y citar autores que, interesados en el tema, han
planteado sus opiniones al respecto. Con ello nos haremos una primera idea. Luego, se dará
a conocer la pregunta realizada a los estudiantes del Colegio Universitario el Salvador y sus
respectivas respuestas, para así dar paso al análisis de los datos arrojados y la interpretación
que les doy. De esta manera y teniendo ya la respuesta a la pregunta planteada con
anterioridad, se presentará la conclusión del escrito.
Desarrollo.
Gran parte de los autores que han escrito acerca del tema, han llegado a la
conclusión de que existen “estilos de aprendizaje”, definidos como el “conjunto de
características pedagógicas y cognitivas que suelen expresarse conjuntamente cuando una
persona debe enfrentar una situación de aprendizaje”, en otras palabras, las distintas
maneras que tiene un estudiante de aprender.
Quien más ha abarcado los estilos de aprendizaje es Despins, quien los separa en
cuatro tipos: intuitivo, experimentador, analítico y práctico. El autor atribuye este
fenómeno a los hemisferios cerebrales. Donde cada cerebro tiene una preferencia
hemisférica a la hora de aprender.
Podemos ver cómo en según la teoría de Despins, se afirma con bases científicas
que cada persona tiene su propia manera de aprender.
Según una investigación realizada por Borchetta y Dunn en 2010, se afirma que
cada persona aprende de modo distinto. También recurren a los estilos de aprendizaje y
explican que a pesar de que personas sean de una misma familia, cada una desarrollara su
propio estilo. Su investigación incluso refutó la antigua tesis la cual planteaba que en una
familia un niño debía heredar el estilo de aprendizaje del padre mientras que el otro lo hacía
con el de la madre. No hay relación entre el parentesco y el estilo de aprendizaje que tenga
una persona. Aunque, la familia si influye en el estilo a la hora de dedicarse a estimularlo.
Esta mención es la diferencia que tienen las autoras con Despins. Su análisis se centra en
recalcar que hay que sacarle el mayor provecho posible a cada estilo. Para ello proponen
diversos puntos a tomar en cuenta cuando se escoge el ambiente donde se desarrollará el
aprendizaje (tranquilidad, luz, silencio, etc.).
Cabe destacar un elemento importante en los escritos de estas autoras. En reiteradas
oportunidades señalan la necesidad de que los docentes conozcan los estilos de aprendizaje
de sus alumnos, que se adapten a ellos y les brinden el ambiente necesario a cada uno para
que pueda adquirir el conocimiento de mejor manera.
El revolucionario Ernesto Guevara, buscaba en la educación promover el sentido de
colectividad en cada estudiante y de esta manera desarrollar una pedagogía social. Aún así,
reconocía las diferencias de cada estudiante a la hora de aprender, por lo que enfatizaba en
potenciar las habilidades individuales de cada alumno para que luego las aportara en la
comunidad. Aseguraba que antes de llegar al colectivismo “se debe fomentar el desarrollo
de las correspondientes fuerzas, capacidades y cualidades morales del individuo”.
Todos los autores nombrados anteriormente llegan a la misma conclusión. La forma
de conocer de una persona, la manera en la que ésta aprende algo, nunca va a ser igual a la
de otra.
Al plantearnos la interrogante propuesta anteriormente, hablamos de educación. Un
tema que de por sí es importante y que requiere la reflexión de todos, por lo cual para
validar la hipótesis, decidí llevar a cabo una investigación propia con los estudiantes del
IVºA del Colegio Universitario el Salvador, a quienes puse a prueba realizándoles la misma
pregunta, y de acuerdo a mi premisa, esperando una respuesta diferente.
Con lo primero que les viniera a mente, solicité que respondieran la pregunta “¿Qué
es la química?”. Una interrogante bastante amplia, que permite respuestas diversas, que en
este caso, se vieron condicionadas por el interés que tiene cada alumno respecto a la
química.
La pregunta se les realizó a 21 personas, de las cuales 11 pertenecen al electivo
biólogo-químico, es decir, presentan un mayor interés por la temática de la interrogante.
Las respuestas de los alumnos siguieron el patrón esperado. Nueve personas
respondieron definiendo “química” solo con una palabra asociada a ella. Por ejemplo “el
estudio de los átomos”, “el estudio de los elementos químicos” o “la descendencia de la
alquimia”. Cinco de los estudiantes que respondieron de esta manera pertenecen al electivo
humanista del colegio, mientras que los otros cuatro al físico-matemático.
Diez personas dieron una respuesta mucho más profunda y específica que el resto,
tales como “ciencia que estudia las reacciones orgánicas e inorgánicas efectuando un
cambio de la materia”, “ciencia que estudia los cambios producidos en la materia” “estudio
de la composición de la materia y sus cambios”. Nueve de estas personas pertenecen al
electivo biólogo-químico, exceptuando a un estudiante que manifestó que a pesar de estar
en otro electivo, la química es su área de interés. Es decir, el cien por ciento de los
estudiantes que dieron este tipo de respuesta manifiesta un interés especial por el ramo.
Llama la atención el otro tipo de respuesta entregado por dos estudiantes del mismo
electivo. “Estudio de todo”, “la ciencia que estudia todo”, fue la respuesta que dieron
inmediatamente. Existe un claro quiebre en la forma en como estos estudiantes perciben la
materia.
Todos los alumnos interrogados han recibido el concepto de química durante
alrededor de cuatro años que han estudiado el ramo, a todos se les enseñó de la misma
manera y bajo la misma línea educativa, ya que todos pertenecen al mismo curso. Por lo
tanto el resultado es claro. Cada estudiante percibe un mismo conocimiento entregado de
manera distinta, determinados por el interés que tienen sobre él.
Los alumnos que respondieron que la química estudiaba todo, perciben
notablemente distinto la química a como lo hace el resto de sus compañeros. Y esto no se
debe a que tengan más conocimientos que el resto, lo cual queda demostrado con el
estudiante que perteneciendo a otro electivo, dio una respuesta certera debido a que el ramo
es de su interés.
Tanto los autores nombrados como las respuestas de los estudiantes del IVºA,
confirman la hipótesis. El conocimiento se percibe distinto en cada persona.
Conclusión.
La pregunta original de este escrito era “¿Todos aprendemos diferente a pesar de
que se nos esté enseñando una misma materia?”. La respuesta que se obtuvo a esta
interrogante luego de la investigación que constituye este escrito corresponde a que
efectivamente, cada persona aprende distinto. Esto se debe a la existencia de estilos de
aprendizajes diferentes dependiendo de cada persona, y que en la mayoría de los casos
terminan por determinar el interés que tenga cada persona sobre una determinada área de
conocimiento.
Como se dijo en un principio, la importancia de este escrito radica en la reflexión
que debe generar. ¿Se está impartiendo la educación de manera correcta? Considero que es
una pregunta que necesita la meditación de todos. Mi posición concuerda con la de Ernesto
Guevara. Es completamente necesario que la educación se centre en potenciar a las
individualidades considerando a cada alumno como distinto. Creo inútil impartir la misma
materia y del mismo modo a todos como si fueran un igual. Es necesario que sea así en los
inicios de la educación de un niño, para que pueda descubrir su área de interés. Una vez que
ya la tiene, tanto los docentes como la familia deben enfocarse en potenciarla, para que
cada alumno pueda aportar a su manera a la sociedad en un futuro.
Por lo demás, si todos tienen un aprendizaje distinto, en muchos casos determinado
por las habilidades e intereses de la persona, ¿Por qué desvalorizar ciertas áreas del
conocimiento para beneficiar a otras? El caso más común es la situación de los ramos
artísticos. Pareciera que se pretende forzar a que todos los alumnos aprendan igual, tengan
los mismos conocimientos y los mismos intereses. Sobre esto, La investigación validó la
hipótesis y aportó datos concretos para su reflexión.
La limitación de este trabajo se encuentra en la metodología utilizada en la
investigación propia. En la que podría haberse considerado un mayor número de sujetos
encuestados.
Bibliografía
“Helping Parents Understand How Children Learn” Borchetta y Dunn
“Hemisferios cerebrales y estilos de aprendizaje según la perspectiva de Despins”
Catalina M. Alonso“El pensamiento pedagógico del Che” Lidia Turner Martí
El giro copernicanoProfundización y enfoque fundamental del sujeto kantiano en
nuestro pensamiento
Gonzalo Ignacio Coydán MolinaBachiller en humanidadesLicenciado en Educación
Profesor de Filosofía Colegio Universitario El Salvador
Av. Salvador 1696Santiago de Chile
Resumen.
En nuestra actualidad vivimos de una serie de enfoques para señalar diversos
acontecimientos u objetos que nos rodean. Sin embargo, nos cuesta hacernos la pregunta
acerca de cómo llegamos a manifestar tal objeto u cosa, e incluso, sobre cómo se desarrolla
una generalización de nuestro pensamiento en la sociedad, para que todos tengamos una
concordancia sobre lo que nos rodea. Es por esta razón, que la presente investigación tiene
como fin reflexionar acerca de cómo llegamos a un pensamiento en particular.
El objetivo central del presente papers será analizar la teoría del giro copernicano de
Immanuel Kant, como un horizonte de nuestro pensamiento contemporáneo, utilizando su
texto célebre, como fue la crítica de la razón pura (1788). Ahora bien, la idea central del
escrito será demostrar la prioridad de esta teoría para conocer un entendimiento y lo
segundo para comprobar la necesidad de este enfoque para pensar las cosas.
El siguiente escrito se dividirá en los siguientes apartados. a) el desapego del
pensamiento dogmático, influenciado por la ilustración, para reflexionar sobre nuestro
estilo de pensamiento; b) la profundización del giro copernicano, según el análisis kantiano
y finalmente, c) la relevancia del giro copernicano para llegar a un estilo de pensamiento
Palabras claves: enfoque, giro copernicano, pensamiento, sujeto kantiano.
Introducción.
En nuestra actualidad, a medida que utilizamos nuestros sentidos, emociones o
razonamientos, pensamos de una cierta manera en particular, que para muchos es básica y
común como puede ser que una persona, cuando ve una mesa de madera, piensa y dice: Es
una mesa de madera. No obstante, nunca nos preguntamos sobre cómo hemos llegado a
pensar que la mesa es de madera, o incluso, que aquél objeto o cosa es una mesa. En otras
palabras, todos tenemos un enfoque básico para pensar las cosas pero nunca nos hemos
hecho cargo de meditar y reflexionar sobre el enfoque que tenemos para pensar cuál es la
base de reflexión sobre un objeto.
Es importante mencionar que la palabra enfoque la vamos a entender como el dirigir
la atención, como si fuera un nuevo punto de vista para analizar en profundidad un
problema y resolverlo. Por lo tanto, apreciamos que nuestro conflicto, no sólo es el dirigir
nuestro pensamiento sobre un objeto, sino el tratar de resolver sobre la dirección del cómo
llegamos a reflexionar nuestro pensamiento de tal manera. En otras palabras, nos
preguntamos sobre la manera en que ha llegado este enfoque hacia nosotros para pensar.
En el presente papers, discutiremos sobre este conflicto que se nos presenta,
pensando en una teoría, que a nuestro juicio, ha modificado nuestra forma de reflexionar,
como fue el giro copernicano que desarrolló Immanuel Kant, buscando una profundización
y un enfoque fundamental del sujeto kantiano en nuestro pensamiento. Es aquí cuando
meditaremos sobre la manera en que influyó esta teoría en nuestra forma de racionalizar,
utilizando como ejemplo y texto base a la Crítica de la razón pura, al igual que otros
escritos, e intentaremos demostrar dos elementos que consideramos de suma importancia.
Lo primero es acerca de cómo puede existir una imposibilidad de la búsqueda de un saber
sin esta teoría y lo segundo es confirmar sobre la importancia del enfoque que presenta el
giro copernicano en nuestra forma de pensar las cosas que nos rodean, haciéndonos cargo
de un problema que no se discute en la actualidad y reflexionando sobre esta problemática,
que a simple vista parece ser básica.
En una primera parte del escrito, discutiremos sobre cómo se realizó un desapego
del pensamiento dogmático con ayuda de la ilustración, para luego reflexionar y
profundizar sobre el nuevo enfoque del giro copernicano, mediante un problema que ya
descubría Kant en su escrito, como es el camino incorrecto que desarrollaba la metafísica,
para meditar sobre la necesidad de esta teoría y finalmente, discutiremos sobre la relevancia
del giro copernicano, basándonos en otro problema que se nos plantea al momento de
trabajar esta teoría para llegar a un pensamiento en particular.
1.- La creación de un nuevo enfoque cultural
Es importante señalar que el contexto cultural de Kant se desarrolla en un momento
de cambio o mejor dicho de plena madurez por parte del mundo moderno. Es aquí cuando
inferimos que este cambio ayuda a dar en qué pensar a Kant sobre su proyecto filosófico,
como es la era de la Ilustración, en donde pensamos que el presente filósofo alemán realiza
un escrito en base a la liberación del hombre, que ayuda a romper con un esquema
dogmático que mencionaremos a futuro, como también se aprecia una independencia del
hombre para manifestarse con mayor libertad. Por tanto, apreciamos que en Kant surge un
optimismo al decir que ha llegado el momento de formular una respuesta sobre la filosofía
mediante su proyecto. Esto lo clarificamos cuando nos manifiesta, en el prólogo de la
primera edición que “Hubo un tiempo en que la metafísica recibía el nombre de reina de
todas las ciencias, […]. La moda actual, por el contrario, consiste en manifestar ante ella
todo su desprecio” (Kant, 2009, p.7). En otras palabras, Kant asume la responsabilidad de
buscar respuestas para la Filosofía y eso lo realiza preguntándose acerca de la manera en
que podemos encontrar nuestros conocimientos, instalándose en una nueva realidad como
es la modernidad. Esto ya lo manifiesta en su escrito llamado ¿Qué es la ilustración? donde
nos confirma que “la ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad”
(Kant,1979, p.25), en donde inferimos como existía una represión de nuestros pensamientos
para dejarnos llevar por los conocimientos dogmáticos. Esto es un tema interesante, porque
Kant confirma que debemos buscar el origen de un pensamiento y los fundamentos últimos
de un conocimiento, en donde percibimos la búsqueda de ver cómo el sujeto es capaz de
conocer, conceptualmente, aquello que podemos conocer, como lo explica en la Crítica de
la razón pura.
Ahora bien, es importante recalcar que el contexto cultural que desarrolló Kant fue
vital, como es el hecho de sentirse hijo de la Ilustración. Esto lo apreciamos porque la
misma Ilustración nos habla que dentro de la incapacidad que ya mencionábamos, se ve una
revolución que intenta superar nuestras opresiones, puesto que la incapacidad “es culpable
porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse
por sí mismo de ella […]” (Kant,1979,p.25). En otras palabras, como ya nos explica Kant,
debemos darnos cuenta que la inteligencia y la crítica de nuestros conocimientos siempre
han estado en nosotros, pero la sociedad se encargó de reprimirlos. Por lo tanto, se nos
invita a ampliar nuestros conocimientos mediante una libertad de nuestro saber para hacer
pública la razón que tenemos integralmente, como lo menciona en el escrito de ¿Qué es la
ilustración?, que intenta dar una reflexión en torno al contexto cultural de su época, del
cual somos todos nosotros herederos.
En definitiva, apreciamos que la base del pensamiento que Kant nos presentará está
desarrollada bajo:
[…] una ciencia <<libre de prejuicios>> que hace del hombre científico
<<sin prejuicios>> el hombre ideal, por encima de los espíritus vulgares
atados a determinados puntos de vista, que él somete implacable a la razón
[…] Un caso concreto a esa pretendida <<ausencia de prejuicios>>, divisa
ilustracionista, es la idea de que el Estado sin religión […] constituye el ideal
de la neutralidad, superior a todo partidismo, y de la tolerancia, […]
(Hirschberger, 1981, p.159).
Desde este punto, inferimos la existencia de una libertad que debemos utilizar para
ampliar nuestros propios conocimientos, dejando de lado las ofuscaciones que nos ciegan
de nuestras opiniones para que de esta manera podamos hacernos cargo de nuestra opinión
por medio de un método crítico.
Es importante señalar, antes de pasar al fundamento de este escrito, sobre la crítica
ante el dogmatismo. Sin embargo, debemos saber, previamente, sobre qué es lo que
entenderemos por método crítico. Ya en el texto base del ensayo, se nos explica que la
crítica será:
[…] la facultad de la razón en general, en relación con los conocimientos a
los que puede aspirar prescindiendo de toda experiencia. Se trata, pues, de
decidir la posibilidad o imposibilidad de una metafísica en general y de
señalar tanto las fuentes como la extensión y límites de la misma, todo ello a
partir de principios (Kant, 2009, p. 9).
Por tanto, desde la base de la Ilustración, inferimos que el método que Kant nos va a
señalar será el resultado de utilizar un método crítico trascendental, ósea, de buscar los
fundamentos últimos del conocimiento, oponiéndose a un método dogmático, para discernir
el conocimiento básico que tenemos, entregando razones de cada argumento que tengamos,
mediante la propia y autónoma búsqueda de conocer conceptualmente sobre aquello que se
quiere conocer. Esta es la base que debemos tener en cuenta, al momento de fundamentar
en el giro copernicano. Es ahora cuando nos falta un elemento más para comprender la
base de la teoría que profundizamos, como es el pensamiento dogmático.
Esto es evidente, ya que Kant intenta desvincularse de un pensamiento, que
gobernaba al conocimiento de aquél tiempo, como era el dogmatismo. Ernst Cassirer en su
escrito llamado Filosofía de la ilustración, nos ayuda visualizar el tema, diciéndonos que
existe un giro intelectual de la filosofía ya que:
En lugar de encerrar la filosofía en los límites de un edificio doctrinal firme,
en vez de vincularse a unos axiomas determinados, establecidos para
siempre, […], trata de desvelar la forma fundamental de la realidad, la forma
de todo ser natural y espiritual (Cassirer, 1950, p. 11).
En otras palabras, ya desde un principio se presupone la existencia de un
dogmatismo que reprimía nuestros conocimientos. No obstante, surge un tema que
debemos aclarar, como es el hecho de examinar el tema de la fe, como cambio de enfoque
en nuestro pensamiento.
Cuando se piensa en la represión que simboliza el dogmatismo, pensamos que “El
abandono de la fe, sea cualesquiera los motivos en que pretenda apoyarse, parece el único
medio apropiado para librar a los hombres del prejuicio […] y abrirles camino de su
verdadera felicidad” (Cassirer, 1950, p. 156), puesto que al liberarnos del dogmatismo, por lo
visto, uno logra tener una libertad al momento de opinar. Por tanto, y como lo expresa
Cassirer, al momento de dejar de lado a la fe uno puede abandonar el auxilio dogmático
para encontrar una verdad, pero esto no sería así, ya que el periodo de cambio cultural no se
puede pensar como antirreligioso. Es aquí cuando surge un enfoque con mayor precisión,
porque el tema no está en abandonar la fe, sino más bien en buscar una nueva manera de
ver a la fe. Es aquí cuando Cassirer nos aclara el problema sobre el dogmatismo religioso,
puesto que:
[…] la disputa no consiste ya a los dogmas particulares y a su exégesis, sino
al tipo de certeza religiosa; no a lo meramente creído, sino al modo y al
sentido, a la función de la fe en cuanto tal. Por eso, […] el empeño no se
concentra en la liquidación de la religión sino en su fundamentación
trascendental […] (Cassirer, 1950, p. 157).
En definitiva, apreciamos que la Ilustración marcó un momento importante en el
pensamiento de Kant, para crear y desarrollar el giro copernicano, puesto que “la
ilustración no recoge el ideal de este estilo de pensar en las enseñanzas filosóficas del
pasado, sino que lo forma ella misma según el modelo que le ofrece la ciencia natural de su
tiempo” (Cassirer, 1950, p. 21). Es ahora cuando podemos profundizar sobre el nuevo tipo de
enfoque, sabiendo las bases culturales que anteriormente hemos señalado.
2.- Profundización del enfoque en el giro filosófico copernicano
En la Crítica de la razón pura, Kant realiza una investigación sobre los principios
que nos pueden ayudar en fundar un conocimiento, planteándose la pregunta de ¿Qué es lo
que podemos conocer?, con ayuda de una crítica que se opone al método dogmático, para
ajustarse a la razón, como lo hemos visto previamente. Ahora, para llegar a la base de su
crítica, como es el giro copernicano, inferimos la ligación de dos elementos que son claves
para su formación como es la metafísica de Wolff y la física de Newton, que fueron vitales
al momento de vivir el periodo de la ilustración, porque:
[…] si se recuerda la importancia que tiene en toda la modernidad el método
para hacer ciencia, y que la metafísica wolffiana es producto de una
racionalidad que se despliega en el método matemático – cartesiano, y que la
física de Newton es producto del desarrollo del método físico experimental,
se entenderá que las controversias se concentren en torno a esta diversidad
de métodos (Salinas, 1985, p.17).
Estos formarán la profundidad del giro copernicano.
Cuando se reflexiona en torno a la razón, apreciamos que puede sobrepasar los
límites de la experiencia, como lo explica en el primer prólogo de la Crítica de la razón
pura y que estos temas son trabajados por la metafísica, en particular la metafísica de Wolff
que consistía en explicar la totalidad del universo y que:
[…] requiere edificarse a partir de ciertas verdades inmediatas, que cumplan
la función de principios de todo conocimiento racional. Estos principios son,
por una parte, el principio de no contradicción, que regula en su aspecto
formal todo proceso discursivo de la razón, y por otra, el principio de razón
suficiente, el que norma el contenido […] (Salinas, 1985, p.19).
Es aquí cuando nos explica Rolando Salinas que de esta base se crea un
razonamiento no contradictorio, para determinar la razón de lo conocido y que el mismo
conocimiento de la realidad será determinar racionalmente los contenidos de posibilidad.
No obstante, el conflicto se da porque esta base de pensamiento filosófico pensó que el
hombre podía desarrollar un conocimiento objetivo de lo metafísico sólo con la razón. En
otras palabras, como nos manifiesta Torretti en su texto Manuel Kant: Estudio sobre los
fundamentos de la filosofía crítica, tomo 1, Kant siempre hablará sobre el problema
metafísico para constituirla como ciencia, puesto que es parte de su base intelectual,
confirmándose con dos elementos esenciales que nos comenta el autor, a nuestro juicio. Lo
primero que Wolff impone un estilo filosófico que Descartes había inaugurado en la
sociedad intelectual, como también que dentro de los tipos de conocimiento, define a la
filosofía como una ciencia de lo posible, como nos lo manifiesta Roberto Torretti, creando
de esa manera una doctrina metafísica, en donde Wolff confirmará que:
[…] el conocimiento sensible no se distingue esencialmente del
conocimiento intelectual; los sentidos perciben oscura y confusamente lo
mismo que la inteligencia concibe en forma clara y distinta; el paso de uno a
otro modo de representación es gradual. (Torretti, 2005, p.58).
No obstante, Kant dirá que el conocimiento científico no puede ir más allá de la
experiencia y que la misma metafísica no se puede constituirse como una ciencia, ya que
sus objetos van más allá de la experiencia. Por ende, se aprecia un incierto camino hacia el
conocimiento, puesto que según el mismo Kant:
la metafísica, conocimiento especulativo de la razón, completamente aislado,
que se levanta enteramente por encima de lo que enseña la experiencia, […]
donde, por tanto, la razón ha de ser discípula de sí misma, no ha tenido hasta
ahora la suerte de poder tomar el camino seguro de la ciencia, (Kant, 2009,
p.13).
Por lo tanto, inferimos que Wolff no fue capaz de delimitar a la experiencia, lo cual
se convierte en un problema.
Otro tema, que ayuda en la creación de la base del giro copernicano es la física
newtoniana la cual nos explicará Rolando Salinas, como la creación de un método para
crear un conocimiento científico, el cual se desarrolla mediante:
[…] la propia experiencia, la observación atenta, la manipulación reiterada y
la familiaridad con los datos las que deben sugerir las primeras hipótesis
explicativas de los fenómenos. Estas hipótesis, orientan ulteriores
experiencias ordenadas que mejorarán las hipótesis, desplegándose de este
modo un movimiento pendular que sólo termina en un conocimiento seguro
y constante. (Salinas, 1985, p.21).
Esto nos confirma que la física de Newton ayudó a crear un nuevo enfoque, puesto
que busca la manera de anticiparse a las hipótesis, indagando las condiciones de posibilidad
de los juicios que llegamos a tener. En otras palabras, la física de Newton nos ayuda a
reflexionar sobre los juicios sintéticos a priori, en donde se realiza una síntesis entre el
objeto y el sujeto. Apreciamos como esta teoría ayuda a crear un camino, con la ayuda de la
experiencia, pero aparte de eso que sea necesario y universal, que por lo visto no viene de
la metafísica. Por lo tanto, esta teoría nos ayuda en la creación del giro copernicano para
comprender de donde proviene todo nuestro conocimiento.
Es en este instante cuando ingresamos a la profundidad del giro copernicano, en
donde inferimos como en el 2º prólogo de la Crítica de la razón pura, Kant nos habla de la
búsqueda del camino seguro de la ciencia, que ya lo hemos mencionado con la metafísica
de Wolff y la física de Newton, pero también se da cuenta que la metafísica crea un
problema porque ha errado en su camino. Por lo tanto, buscará la manera de encontrar una
solución al conflicto. Esto nos lo explica diciéndonos que:
[…] los ejemplos de la matemática y de la ciencia natural, las cuales se han
convertido en lo que son ahora gracias a la revolución repentinamente
producida, son lo suficientemente notables como para hacer reflexionar
sobre el aspecto esencial de un cambio de método que tan buenos resultados
ha proporcionado en ambas ciencias […]. (Kant, 2009, p.19).
En otras palabras, notamos como Kant comienza a referirse, en la solución del
problema metafísico, sobre el conocimiento de la razón, confirmando un problema, puesto
que “[…], todos los intentos realizados bajo tal supuesto con vistas a establecer a priori,
mediante conceptos, algo sobre dichos objetos, […] desembocaban en el fracaso” (Kant, 2009,
p.19). Es aquí cuando Kant nos plantea en pensar en un cambio de enfoque para buscar los
fundamentos de la experiencia.
Esto lo estimamos porque Kant manifiesta un cambio al decir que la razón va a
buscar las bases de los objetos de forma a priori, en donde se encuentre un conocimiento
que se establezca, antes de que sea dado en nuestro razonamiento, como se manifiesta en su
escrito. En otras palabras, apreciamos cómo Kant crea una solución sobre la metafísica,
mediante el giro copernicano, buscando un nuevo enfoque como lo hizo Copérnico que ya
no pensó desde las estrellas, sino que ahora veía desde el espectador a las estrellas mismas.
En otras palabras, con el giro copernicano, Kant nos explica que:
Si la intuición tuviera que regirse por la naturaleza de los objetos, no veo
cómo podría conocerse algo a priori sobre esa naturaleza. Si, en cambio, es
el objeto […] el que se rige por la naturaleza de nuestra facultad de intuición,
puedo representarme fácilmente tal posibilidad (Kant, 2009, p.19).
Esta nueva dirección que ha tomado Kant, ha ayudado a crear la base de un nuevo
enfoque, caracterizado en una nueva manera de formar nuestro camino verdadero del
conocimiento, el cual será la base de la Crítica de la razón pura. Esto mismo lo ratifica
Rolando Salinas cuando concluye que:
La revolución copernicana es una expresión que traduce metafóricamente la
inversión metodológica involucrada en esta búsqueda. Se trata de establecer
los elementos a priori que en el acto de conocer pone el sujeto cognoscente
[…]. En vez de buscar el fundamento en la experiencia, hay que buscarlo en
la propia espontaneidad de las facultades cognoscitivas. (Salinas, 1985, p.14).
Este es, quizás, el momento de recalcar que el nuevo enfoque que se aprecia es
cuando ahora se piensa que es un sujeto que analiza al objeto y que podemos saber
información sobre él antes que se nos aparezca.
Hasta aquí hemos profundizado en el giro copernicano, trabajando las bases de su
proyecto, el cual se creó para solucionar un problema de la metafísica wolffiana, creando
una nueva forma de mirar el conocimiento para solucionar el conflicto. No obstante, existe
otro problema que está escondido dentro del conflicto del pensamiento metafísico, como es
la forma en que llegamos a pensar. En otras palabras, sobre la objetividad y subjetividad del
pensamiento, que Kant va plantear con el giro copernicano y que resolverá a lo largo de
todo su escrito, el cual señalaremos a continuación.
3.- La relevancia del giro copernicano. El problema de la objetividad y subjetividad
del pensamiento
Luego de haber realizado una profundización del giro copernicano, en donde se nos
confirma que al enfocar nuestro pensamiento desde los objetos no llegábamos a conocer
nada sobre los objetos para el conocimiento. En cambio, distinguimos cómo se tenía que
enfocar a la metafísica para ver la posibilidad de un conocimiento a priori desde los
mismos objetos, pero ahora analizándolo desde el sujeto que piensa para fundar un
conocimiento. No obstante, aparece un conflicto sobre la forma de pensar. Esto nos lo
explica Cassirer con el texto Kant, vida y doctrina en donde nos percatamos de un
problema que llega a ser más profundo para la metafísica, como es el tema de la objetividad
y la subjetividad del pensamiento.
Según Cassirer surge un conflicto con la objetividad de la forma de pensar, que es la
denominada objetividad espacial de las cosas que analiza un pensamiento en base de una
construcción geométrica y la numeración, ya que:
Existe para nosotros una cohesión y un enlace sistemático entre las figuras
de los números, […] y no tenemos más remedio que concebir esta cohesión
como necesaria, en cuanto que no tomamos como base de ella más dato que
el método general […] (Cassirer, 1948, p. 180).
En otras palabras, la metafísica tiene el serio problema de conocer una manera de
conocer las cosas, como lo explica Cassirer. No obstante, nos confirmará que “[…] para el
sistema de la razón existen necesidades inmanentes puras y existen también, por tanto,
pretensiones objetivas de validez que, como tales, no pueden expresarse ya bajo la forma de
“existencia”, sino que pertenecen a un tipo nuevo […]”. (Cassirer, 1948, p. 181). Por lo tanto, el
giro se comprende no sólo por nuestro problema de no enfocar de manera correcta nuestra
manera de conocer, sino porque no comprendíamos que existían otras formas de
reflexionar, como es el conocimiento de la lógica trascendental, que ya no sólo estudia el
pensamiento de manera formal, sino que ve la existencia de algo a priori, independiente de
la experiencia, y si funciona como condición de posibilidad del conocimiento y desde allí
se puede ver un nuevo enfoque como es el atributo de la subjetividad.
Ernst Cassirer nos explica este nuevo enfoque que tiene la idea del giro copernicano
y busca el nuevo punto de partida que ya no es el objeto de estudio, sino más bien en buscar
los principios, ya que la subjetividad es capaz de fundamentar un método necesario y para
comprender como se puede llegar al conocimiento. En otras palabras, Cassirer nos confirma
su explicación al decirnos que lo objetivo llegan a ser las enseñanzas y no los principios de
las cosas, que corresponde a los subjetivo. Este es el problema que descubre el giro
copernicano, como es el percatarse que existe una nueva manera de pensar y de conocer
nuestros conocimientos, lo cual intentará resolver a medida que se desarrolle la Crítica de
la razón pura, lo cual no desarrollaremos porque si no nos desenfocaríamos de nuestra
investigación, como es el comprender la tarea del giro copernicano, que busca, como lo
menciona Torretti, un nuevo método metafísico que asegure el cultivo de la estabilidad de
un proceso científico, para caminar por un camino seguro, el cual se convertirá en la tarea
de la crítica de la razón pura.
Después de haber examinado los presentes argumentos, haciéndonos cargo de un
problema y examinar la importancia de la presente teoría, somos capaces de confirmar
nuestras hipótesis puesto que, hoy en día, es imposible buscar una forma de pensar las
cosas sin la base del giro copernicano, ya que el sujeto no es una persona pasiva en el
conocimiento, sino que ahora reflexiona, critica, cuestiona y juzga el conocimiento de los
saberes, convirtiéndose en un sujeto activo para la sociedad, porque si no nos quedaría en
un realismo trascendental, que se basa en una doctrina teocéntrica que no es capaz de
explicar a la sociedad sobre un conocimiento, como lo afirma Henry Allison en su texto El
idealismo trascendental de Kant: una interpretación y defensa, porque ahora somos
nosotros los que conformamos al objeto dentro de nuestro conocimiento, definiendo, desde
el sujeto, al objeto que conocemos, ya que ahora es el sujeto el que manda el pensamiento
del objeto. Además que para conocer y entender a la experiencia, no nos podemos quedar
con la simple mirada objetiva, sino que necesitamos conocimientos que no vengan de la
experiencia, para lograr inferir si antes de la experiencia uno puede conocer algo que se
aplique a esta experiencia, como son los juicios sintéticos a priori, que ya hemos
mencionado. Por lo tanto, vemos que no sólo Kant se encargará de descomponer y
componer un pensamiento, sino también de realizar un análisis profundo del conocimiento.
En otras palabras, comprobamos que el encuentro de la problemática metafísica es
esencial para el pensamiento y para el desarrollo de la obra kantiana, ya que el giro
copernicano es la base para desarrollar las condiciones de posibilidad del conocimiento a
priori, solucionando de esta manera los diversos conflictos que se pueden presentar en el
pensamiento. Por lo tanto, el giro copernicano es un enfoque fundamental que se da en el
sujeto kantiano, y queda como una notable herencia necesaria para posibilitar nuestra
manera de conocer nuestros conocimientos de las cosas.
Bibliografía:
Ernst Cassirer, Kant: vida y doctrina, trad. Wenceslao Roces, Ed. fondo de cultura económica, México – Buenos Aires, 1948.
Ernst Cassirer, La filosofía de la Ilustración, Ed. fondo de cultura económica, México – Buenos Aires, 1950.
Johannes Hirschberger, Historia de la filosofía, tomo II, Trad. Luis Martínez Gómez, Editorial Herder, Barcelona, 1981.
Immanuel Kant, Filosofía de la historia. México: FCE, 1979.
Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, prólogo, traducción, notas e índices por Pedro Ribas, Taurus, México. D.F, 2009.
Rolando Salinas, La constitución del problema crítico, en: Kant, en el bicentenario de la crítica, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1985.
Roberto Torretti, Manuel Kant: Estudio sobre los fundamentos de la filosofía crítica, tomo I, Editorial UDP, Santiago, 2005.
Actitud nativa y actitud fenomenológica en Edmund Husserl: breve análisis descriptivo
acerca de la posibilidad de una crítica seria del conocimiento.
Agustín Lavoz TorresMagíster en Filosofía
Universidad Alberto HurtadoSantiago de Chile
Resumen:
Este artículo examina, mediante un análisis descriptivo, las diferencias conceptuales
entre actitud nativa (o natural) y actitud fenomenológica en algunas obras de Edmund
Husserl. Su objetivo es aclarar de qué manera es posible adoptar la actitud fenomenológica
y de qué manera dicha adopción permite llevar a cabo una crítica seria acerca del
conocimiento. La clave para entender cómo es posible adoptar la actitud fenomenológica se
encuentra en el desarrollo teórico de la actitud nativa, es decir, la actitud científico-natural
que gracias a su motivación (curiosidad científica) permite en algún instante el
reconocimiento de la ingenuidad cotidiana, el papel de la tesis general y, por lo tanto, el
darse cuenta de dicha condición.
Palabras clave: Edmund Husserl – Fenomenología – actitud – conocimiento – crítica.
En 1907 Husserl definió la fenomenología como una crítica del conocimiento cuya
labor es cuestionar la posibilidad del conocimiento. Tarea que sólo puede lograrse con
seriedad desde una perspectiva distinta de la que estamos habituados. A estas perspectivas
las denomina como actitudes.
¿Qué significa el término actitud (Einstellung)? Según Rabanaque es un modo
habitual de comportamiento (Rabanaque, 2011, 149) Por lo tanto, una actitud constituye un
modo de estar. De esta manera hay que distinguir entre actitudes teóricas, valorativas y
prácticas1. Por ejemplo, un carpintero cuando se dedica a su trabajo, digamos, la
construcción de una mesa, está en actitud-de-carpintero: sus actos se vuelcan de manera
práctica al objeto. Sin embargo, estas tres actitudes son adquiridas, es decir, no son innatas:
no nacemos actuando teórica, valorativa o prácticamente. Por ello, son actitudes cuyo suelo
es una actitud nativa, que es pre-teórica y, por lo tanto, pre-científica, pre-filosófica y
también pre-valorativa y pre-práctica. Desde ella surgen variantes como la actitud teórica o
la actitud científico-natural.
Este artículo pretende, por una parte, describir y analizar la actitud nativa y la actitud
fenomenológica según sus características y diferencias y, por otra parte, determinar qué es
lo que permite el tránsito desde la primera hacia la segunda. A mi juicio, lo que permite
dicho tránsito es la motivación científica surgida ya en los actos perceptivos de la actitud
nativa.
1. Descripción y análisis de la actitud nativa y la actitud fenomenológica.
1.1 Actitud nativa.
La actitud nativa2 es la instalación en el mundo que no es científica, reflexiva,
práctica ni valórica. Consiste en una manera de estar cuyo correlato es el mundo de la
experiencia perceptiva. “Mediante […] los diversos modos de la percepción sensible están
las cosas corpóreas, en una u otra distribución espacial, para mí simplemente ahí, ‘ahí
delante’ […]” (Hua III/1, 56). Este es un mundo espacio-temporalmente experimentado en
los diversos modos de la percepción y hacia el cual se refieren mis actos.
1 “Obviamente, hablar de actitudes remite al sujeto respectivo, y conforme a ello hablamos de SUJETO TEÓRICO O TAMBIÉN COGNOSCENTE, del SUJETO VALORATIVO y PRÁCTICO.” (Hua IV, 2)2 Natürliche Einstellung es el término que utiliza mayoritariamente Husserl y la tradición fenomenológica. No obstante, he preferido el término ‘actitud nativa originaria’ o ‘innata’ (geborenen) para manifestar la diferencia de su característica basal (o de suelo) respecto de la actitud científico-natural. El término lo recojo del §61 de Ideen I. No obstante, al momento de citar los textos de Husserl he mantenido la terminología tradicional.
Esta actitud no sólo refiere actos al mundo natural de la experiencia perceptiva, sino
que también toma posición respecto lo que ve, lo que constituye la tesis general: en ella “La
‘realidad’ la encuentro –es lo que quiere decir ya la palabra- como estando ahí delante y la
tomo tal como se me da, también como estando ahí.” (Hua III/1, 61) La tesis general de la
actitud nativa es la base sobre la que se mueve toda la vida natural (Cfr. Hua XXXIV, 52),
que se vive en actitud nativa originaria. El que la actitud nativa se mueva sobre el fondo de
la tesis general significa que ésta es insustituible e inalterable: “Ningún dudar de datos del
mundo natural, ni ningún rechazarlos, altera en nada la tesis general de la actitud natural.”
(Hua III/1, 61) Del mismo modo que la tesis general es inalterable lo es también la actitud
nativa (Cfr. Hua III/1, 59-60).
Que el mundo experimentado por la percepción se torne un mundo práctico, significa
que el modo de instalación ha cambiado, aunque no de modo radical o total sino sólo de un
cambio de interés o de enfoque. Así encontramos fundados sobre la actitud nativa modos
secundarios de orientación hacia el mundo: la actitud teórica, la actitud valorativa y la
actitud práctica. Estos modos secundarios son especializaciones de la actitud nativa, donde
cambia la manera de orientarse en el mundo. Por ejemplo, en actitud teórica mis vivencias
se ejecutan en la función ‘conocimiento’: experimento el cielo azul y expreso el juicio veo
el cielo azul; en la actitud valorativa o axiológica, en cambio, experimento el cielo azul y lo
considero bello. A juicio de Husserl, hay fluctuación entre las distintas especializaciones de
la actitud nativa aunque sin abandonarla. De esta manera, una objetividad de la actitud
valorativa puede tornarse teórica.3 Así, puedo contemplar un cuadro en el agrado estético
disfrutándolo en actitud valorativa; pero luego puedo juzgarlo, como un crítico de arte,
como un cuadro bello: este ‘juzgarlo’ lo hago en actitud teórica.
El cambio de actitud implica un cambio de interés: puedo pasar del interés teórico
hacia el interés práctico o al valorativo, lo que significa que una actitud está siempre
motivada por intereses4. Husserl manifiesta que la posibilidad del cambio de actitud es una
3 “ESTE PECULIAR CAMBIO DE ACTITUD PERTENECE COMO POSIBILIDAD IDEAL A TODOS LOS ACTOS […] Es decir, todos los actos que no son desde un principio teóricos, pueden convertirse en actos teóricos […]” (Hua IV, 8)4 Según Rabanaque (2011).
decisión libre5, pero ¿decidimos estar en actitud nativa primaria? El haber caracterizado
como innata a la actitud nativa no es menor: nacemos en ella. Como sostiene Husserl “[…]
a todas las actitudes precede y yace en el fondo la ‘actitud natural’ [primaria] que no ha
sido instituida por ninguna decisión voluntaria.” (Hua XXXIV, 49 nota 1) En actitud innata
no estamos por voluntad propia, por lo cual tampoco podemos abandonarla.
1.2 Actitud fenomenológica
En Ideen I6 se observa la diferencia entre actitudes dogmáticas y críticas. Según
Husserl, todas las ciencias sucumbidas bajo la reducción se califican como dogmáticas al
fundarse en actitud nativa.7 Para Husserl una ciencia dogmática no puede criticar sus
propios principios porque es a-problemática. La fenomenología, en cambio, está fundada en
una actitud crítica que por sí misma critica a las demás y a ella misma (Cfr. Hua III/1, 133).
Sobre esta actitud nativa se erige la actitud teórica y la actitud científico-natural: examina la
realidad intentando conocer y resolver los problemas motivados por la curiosidad científica
de lo que está ahí delante:
Conocerlo más completa, más segura, en todo respecto más perfectamente de lo
que puede hacerlo la experiencia ingenua, resolver todos los problemas del
conocimiento científico que se presentan sobre su suelo, tal es la meta de las ciencias
de la actitud natural. (Hua III/1, 61)
Estas ciencias están fundadas sobre la actitud nativa: son una orientación específica
en consideración teórica cuyo tema es la naturaleza naturalmente experimentada. Su
pretensión es conocer con la mayor perfección posible; luego, cuando esta perfección se
alcance dicha ciencia se convierte en un saber definitivo.
5 “El intento de duda universal pertenece al reino de nuestra absoluta libertad […] Este cambio de valor es cosa de nuestra absoluta libertad […]” (Hua III/1, 62-63)6 §627 Esta diferencia ya puede encontrarse en Kant. “La crítica no se opone al procedimiento dogmático de la razón en el conocimiento puro […] sino al dogmatismo, es decir, a la pretensión de avanzar con puros conocimientos conceptuales (los filosóficos) conformes a unos principios […] sin haber examinado el modo ni el derecho con que llega a ellos.” (Kant, KrV, B XXXV)
No obstante, Husserl considera que la ciencia fundada sobre la actitud nativa no
puede ser un saber definitivo porque está fundamentada en principios dogmáticos.8 Para la
ciencia natural, el mundo no es problema. Justamente el ‘dar por hecho’ la existencia de lo
que está ahí delante y de su conocimiento, es para Husserl el principal problema de las
ciencias fundadas en actitud nativa. “Lo consabido para el pensamiento natural es la
posibilidad del conocimiento […] no tiene motivo alguno para plantear la pregunta por la
posibilidad del conocimiento en general.” (Hua II, 19) Conocer es para el pensamiento
natural algo obvio, para el que sólo puede ser problemático si este es referido como objeto
de una investigación natural, como un factum (Cfr. Hua II, 19)9 Pero este factum
considerado como obvio es, precisamente, visto desde una perspectiva justamente crítica, el
principal problema para una teoría del conocimiento.
Pero “[…] ¿cómo puede el conocimiento estar cierto de su adecuación a los objetos
conocidos? ¿Cómo puede trascender y alcanzar fidedignamente los objetos?” (Hua II, 20)
Para Husserl esta tarea es doble: por un lado (tarea negativa), quiere refutar al escepticismo
que niega la posibilidad del conocimiento; por otro lado (tarea positiva), quiere resolver los
problemas del conocimiento.
Esta tarea se realiza en otra perspectiva: “[…] es necesaria una nueva forma de
actitud completamente distinta de las actitudes de la experiencia y el pensamiento
naturales.” (Hua III/1, 9) Para Husserl la fenomenología designa “[…] un método y una
actitud intelectual: la actitud intelectual específicamente filosófica; el método
específicamente filosófico.” (Hua II, 23) Por ello sostiene la necesidad de un cambio
radical (Cfr. Hua III/1, 61)10
Si esta nueva actitud constituye el método y actitud filosóficos, ¿qué puedo ver desde
esta perspectiva que no era visible en actitud nativa? El modo en que el sujeto así orientado
procede es doble: en primer lugar, procede por ‘poner entre paréntesis’ (epojé) y, en
segundo lugar, realiza una ‘reconducción’ hacia la fuente originaria del conocimiento. El 8 “En la actitud espiritual natural estamos vueltos, intuitiva e intelectualmente, a las cosas que en cada caso nos están dadas (y que nos estén dadas […] es algo que pasa por cosa obvia).” (Hua II, 17)9 Por psicológico se entiende en el sentido de la ciencia natural ‘psicología natural’.10 Si este cambio es posible o no y si lo es, de qué manera se da, es lo que resolveré en la siguiente sección.
primer punto es que si en actitud nativa se cimentaba el conocimiento sobre principios a-
problemáticos, en actitud fenomenológica, en cambio, “[…] hay, pues, que adjudicar el
índice de <<problemático>> al mundo entero, a la naturaleza –tanto física como psíquica-
y, en fin, también al propio yo humano […]” (Hua II, 29) La adjudicación de problemático
al mundo entero constituye la ‘puesta entre paréntesis’ o epojé. Nada de lo que antes se
consideraba como obvio sin cuestionamiento alguno tiene ahora legalidad epistemológica.
De esta manera hay que buscar algún conocimiento lícito. Siguiendo a Descartes,
buscamos qué no sucumbe a la puesta entre paréntesis o que es aún legítimo. En CM,
siguiendo por tanto la vía cartesiana11, Husserl sostiene que “[…] lo que yo, el que medita,
me apropio por tal medio, es mi propia vida pura con todas sus vivencias puras y la
totalidad de sus menciones puras […]” (Hua I, 60) Esto, de modo cartesiano, se denomina
como cogito. Si la crítica, en cuanto cuestiona la posibilidad del conocimiento, pretende dar
solución al enigma del conocimiento, debe, según Husserl, establecer un conocimiento
legítimo que no sucumba a la epojé. De esta manera el sentido fenomenológico de
inmanencia que Husserl establece en Die Idee, es decir, el ámbito de lo dado
absolutamente, se transforma en el lugar hacia el cual la fenomenología debe dirigirse para
fundamentar el conocimiento. En ella se da primordialmente el cogito y sus cogitationes:
“El ser de la cogitatio, dicho con más precisión, el fenómeno de conocimiento mismo está
fuera de cuestión y libre del enigma de la trascendencia.” (Hua II, 43)
La novedad de la fenomenología radica en el cómo ver. En este cómo yace la
diferencia entre la actitud nativa y la actitud fenomenológica. El cambio de actitud es un
cambio de visión, donde la actitud fenomenológica re-dirige la visión desde la
trascendencia hacia la inmanencia de la conciencia o lo dado absolutamente.12
11 En Edmund Husserl se reconocen generalmente tres vías para realizar la reducción fenomenológica. La primera en plantearse es denominada como vía cartesiana; posteriormente se desarrolla una vía psicológica y finalmente una vía mundano-vital. Desde otra perspectiva, es posible sostener que dichas vías constituyen una sola respuesta al mismo problema.12 Si en aquella primera actitud, la natural, <<experiencia>> es un título que lleva a darse objetividades de la actitud natural y, por tanto, un título para cualquier conciencia donante de la actitud natural, la visión o contemplación fenomenológicas pueden ser, por su parte, el título que comprenda los actos donantes de la actitud fenomenológica. (Grundproblemevorlessung, 149)
Este nuevo ‘ver’ se a la esfera de la pura evidencia (Cfr. Hua II, 60-61) La actitud
fenomenológica redirige el ver hacia la evidencia donde ésta es la “[…] conciencia que
efectivamente ve, que capta su objeto mismo directa y adecuadamente; que evidencia no
significa sino el darse una cosa misma adecuadamente.” (Hua II, 59) De este modo, cuando
se determinar la correcta actitud se obtendrán firmes resultados. (Cfr. Hua III/1, 201)
2. ¿Es posible el cambio de actitud y realizar una crítica seria a la posibilidad del
conocimiento?
Aun no se ha reparado en el hecho de que viviendo en actitud nativa o en cualquiera
de sus especializaciones como, por ejemplo, la actitud científico-natural, no es posible ser
conscientes de la perspectiva adoptada, es decir, de las actitudes secundarias.
2.1.1 La conciencia de la actitud nativa y la motivación científica de su
abandono.
¿Es posible hablar de actitud nativa estando en ella?, ¿es posible ser conscientes de la
actitud nativa desde ella misma? La fenomenología viene a descubrir o hacer-ver un campo
antes no visto, un campo que sólo es visible cuando estamos en una perspectiva distinta a la
que estamos habituados.13
Este campo permanece desconocido y sólo se abre mediante la actitud
fenomenológica. Pero Fink14 afirmaba que la noción misma de actitud nativa era ya una
noción trascendental o filosófica; esto implica que sólo puede ser tematizada cuando se la
ha superado y se ha adoptado una actitud totalmente distinta. El título mismo de nativa que
posee la actitud nativa, le es atribuido porque estar en ella no es otra cosa que no darse
cuenta de que se está en ella (cfr. Luft, 1998).
13 Mientras no se descubrió la posibilidad de la actitud fenomenológica, ni se desarrolló el método para aprehender originariamente las objetividades que brotan de ella, tenía que permanecer el mundo fenomenológico siendo un mundo desconocido, incluso apenas sospechado. (Hua III/1, 68)14 En (Hua Dok II/2, 104).
Dicha actitud primaria y también sus respectivas especializaciones, tienen como
característica el permanecer ocultas a sí mismas. De modo que la única manera de hacerla
visible o de nosotros ser conscientes de ella, es superándola. La cuestión es: ¿qué nos lleva,
primero, a darnos cuenta de nuestra ingenuidad natural, y segundo, a querer explicitarla y
superarla por una actitud no ingenua?
Esta motivación es la que, según Husserl, establece la distinción entre el sujeto de la
actitud nativa y el sujeto que vive y se motiva con intereses científicos más exigentes15
como un biólogo. A su juicio hay, por lo menos, dos diferencias entre el sujeto
científicamente motivado del que no lo está: en la medida en que un sujeto no motivado
científicamente emite un juicio acerca de lo que se le presenta ahí delante, creyendo en la
realidad de dicho objeto (cfr. Hua XVII, 126) ya que en general, no está críticamente
motivado, “[…] ‘va a ver’ si efectivamente es así, y si lo ve queda contento.” (Hua XVII,
130) Esto, en primera instancia, le da evidencia a su juicio: si juzga ‘esta lámpara está aquí
y es negra’, va a ver (o comprobar mediante la percepción visual) si efectivamente la
lámpara mencionada está ahí y es negra y, si es así, se contenta al tener evidencia de ello y
no se cuestiona nada más. En cambio, el sujeto que sí está científicamente motivado, es
decir, que de alguna manera al menos sospecha que pueda ser engañado por sus sentidos,
tal como sostiene en Lógica Formal y Trascendental.16
Y es que la motivación científica del sujeto es “[…] no conceder validez de resultado
científico a ningún juicio, salvo a aquellos que hayan comprobado su ‘corrección’, su
‘verdad’, por adecuación a las cosas mismas […]” (Hua XVII, 129) Si el sujeto no
motivado científicamente se contentaba con la evidencia visual, el sujeto motivado
científicamente no considera a su juicio científicamente válido hasta que pueda probarlo por
la evidencia más perfecta posible.
15 Aún sin distinguir entre la actitud científico-natural de la actitud crítico-fenomenológica.16 […] ya sabe desde hace tiempo que la evidencia no sólo tiene sus grados de claridad, sino que también puede ser engañosa […] Sus juicios deben ser verificados por una evidencia auténtica [; juzga] por así decir en zig-zag, que primero va derecho hacia el darse de las cosas mismas y luego, a modo de crítica, regresa a los resultados provisionales ya obtenidos […] (Hua XVII, 130)
Una vez percatado de que tal modo de conocer científico no resuelve la posibilidad
misma del conocimiento, es que adopta una nueva perspectiva, no fenomenológica aún,
pero sí crítica. En actitud nativa y, ciertamente, en su especialización científico-teórica, el
sujeto está vuelto hacia las cosas que experimenta en los diversos modos de la percepción:
la diferencia entre el sujeto no motivado científicamente del que sí lo está es que el primero
se contenta con una adecuación de su juicio a la realidad en una evidencia superficial y el
segundo, en cambio, sabe que hay diversos grados de evidencia e indaga con mayor
profundidad sobre el asunto. La motivación esencial, entonces, es el querer conocer cómo
las cosas son en realidad (cfr. Luft, 1998).
Los juicios desde la actitud nativa expresan aquello ofrecido por la experiencia
directa: las cosas que están ahí delante. ¿Está acaso el conocimiento fundado en aquellas
cosas que la experiencia natural ofrece? Si bien con estas exigencias impuestas por la
motivación científica para conocer cómo las cosas son en realidad se inaugura la actitud
científica, ésta sigue fundada sobre la actitud nativa. Sigue siendo ella para sí misma
invisible e incapaz de ver la posibilidad de adopción de otra perspectiva. Sigue conociendo
las cosas que están ahí delante considerándolas como estando ahí sólo por estar ahí.
2.1.2 La radical diferencia de la actitud fenomenológica.
Si bien la actitud científico-natural como actitud teórica es, a mi juicio, la actitud
motivante para la actitud fenomenológica, aún no está claro cómo esta última puede ser
totalmente distinta respecto de la primera. Fink sostuvo que la noción misma de actitud
nativa es ya una noción trascendental que sólo aparece como tal cuando adoptamos una
actitud fenomenológico-trascendental, de modo que estando en aquella innata instalación
ingenua no es posible ser conscientes de ella misma.
Cuando el sujeto científicamente motivado alcanza niveles de conocimiento tales y se
percata que no puede dar cuenta de la posibilidad del conocimiento sólo con buscar alguna
evidencia superficial, comienza a adoptar una actitud crítica. La consideración naturalista
del conocimiento como factum de la naturaleza causado por tal y tal mecanismo cerebral,
sólo puede dudar escépticamente de la posibilidad natural del conocimiento. Pero en la
orientación reflexiva el sujeto científicamente motivado no se cuestiona acerca de la
posibilidad causal del conocimiento ni por la posibilidad de llevar a cabo actos del
conocimiento, sino por la posibilidad de un conocimiento efectivo donde la mención ‘sé
que x es verde’ se cumple.17
La actitud fenomenológica se diferencia de las especializaciones de la actitud nativa
en que suspende la tesis general. Sin embargo, igualmente está fundada sobre la actitud
nativa, ya que ésta sigue siendo el suelo para todo modo de orientación, pero al mismo
tiempo, y esto constituye la radical diferencia, se aleja de ella sin negarla ni suprimirla, sino
deponiéndola18. La actitud nativa y su tesis siguen existiendo, pero en esta nueva actitud
crítica carecen de validez.
Conclusión.
Descritas las actitudes fundadas ingenuamente respecto de la actitud fenomenológica,
conviene afirmar la posibilidad del cambio de actitud. Ya en Ideen II sostiene Husserl que
cambiar de actitud es una cuestión que le pertenece a los actos de la conciencia. Mutamos
cotidianamente entre orientaciones profesionales-prácticas, teóricas y valorativas. Pasamos
de la consideración valórica a la teórica mediante cambios de intereses.
Es cuestión de nuestra voluntad, señala Husserl en Ideen I, pasar desde la actitud
nativa a la fenomenológica. Pero sólo podemos acceder a ésta última una vez que somos
conscientes de nuestra nativa instalación en el mundo y su respectiva ingenuidad.
Ciertamente debe existir un interés específico que permita la conciencia de la actitud
nativa; ésta es, a mi juicio, la motivación científica surgida de la actitud nativa y que
17 Sólo la reflexión gnoseológica produce la separación de ciencia natural y filosofía. Sólo por ella se hace patente que las ciencias naturales del ser no son ciencias definitivas del ser. Es necesaria una ciencia del ser en sentido absoluto. (Hua II, 22-23)
18 Con deponer quiero decir que la actitud nativa no es ni negada ni olvidada ni suprimida, sino que es, de alguna u otra forma, bajada de su preeminencia orientadora.
origina la actitud científico-natural, consistente en una búsqueda constante de evidencias
cada vez más perfectas que satisfagan la pretensión de conocer.
Pero este cambio de actitud no es del mismo tipo que se da cuando cambiamos desde
una actitud profesional, como ser zapatero, a una consideración valorativa del objeto-
zapato. Como sostiene en Die Krisis19 consiste en una mutación personal a la que refiere
Husserl en el último período de su trabajo y que pretende re-orientar al sujeto positivamente
orientado hacia una perspectiva absoluta y, sobre todo, humana, consiste en el des-
ocultamiento del sentido del mundo para establecer una ciencia absoluta del modo de ser
del mundo.
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