VVAA. Libro Verde 2010

8/7/2019 VVAA. Libro Verde 2010

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www.mcu.es

EditaSECRETARA GENERAL TCNICASubdireccin Generalde Publicaciones, Informacin y Documentacin

NIPO: 551-10-011-4Depsito legal: V-893-2010

MINISTERIO DE CULTURA

De los textos y fotografas: sus autores

NIPO: 551-10-019-8 (publicacin electrnica)


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MINISTERIODE CULTURA

ngeles Gonzlez SindeMinistra de Cultura

Mercedes E. del Palacio TascnSubsecretaria de Cultura

ngeles AlbertDirectora General de Bellas Artes y Bienes Culturales


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Libro Verde del Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio Cultural Subacutico Espaol

ARQUA: Museo Nacional de Arqueologa Subacutica.

CAS: Centro de Arqueologa Subacutica de Andaluca.

CASC: Centre dArqueologia Subaqutica de Catalunya.

CASCV: Centro de Arqueologa Subacutica de la Comunidad Valenciana.

CNIAS: Centro Nacional de Investigaciones Arqueolgicas Submarinas.

INSUB: Sociedad de Investigacin Submarina (Pas Vasco).

LIAS: Laboratorio de Investigaciones Arqueolgicas Submarinas (Santander).

PCS: Patrimonio Cultural Subacutico.

PNPPCS: Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio Cultural Subacutico.

SGPPH: Subdireccin General de Proteccin del Patrimonio Histrico, del Ministerio de Cultura.

TI: Taller de Imagen de la Universidad de Alicante.

UIMP: Universidad Internacional Menndez Pelayo.

UNESCO: Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura.


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Grupo de Trabajo del Comit de coordinacin Tcnica del Consejo del Patrimonio Histrico

Mariano J. Aznar Gmez

Raael Azuar Ruiz

Jos Luis Casado Soto

Roco Castillo Belinchn

Asuncin Fernndez Izquierdo

Carmen Garca Rivera

Manuel Martn-Bueno

Xavier Nieto Prieto

M ngeles Prez Bonet

Eugenio Rodrguez Puentes

Coordinacin de la Comisin

Raael Azuar Ruiz

Roco Castillo Belinchn

M ngeles Prez Bonet

Organizacin:

Pilar Corchado Pinilla

Coordinacin de la publicacin:

Carolina Notario Zubicoa

Marta Tudela Snchez

Diseo y maquetacin

Pressgroup Holdings Europe, SA

Portada

Lluc Bevi


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Presentacin

El 10 de octubre de 2007, el Consejo del Patrimonio Histrico rgano de coordinacin de las

acciones que se llevan a cabo en Espaa en el campo del Patrimonio Cultural y en el que fguran

representantes del Estado y de todas las Comunidades Autnomas acept el Plan Nacional de

Proteccin del Patrimonio Cultural Subacutico Espaol elaborado por el Ministerio de Cultura.

El 30 denoviembre de 2007 el Consejo de Ministros aprob dicho Plan.

El Consejo del Patrimonio, a travs de su Comit de Coordinacin Tcnica, decidi el 12 de diciembre de

2007 la creacin de un Grupo de Trabajo que redactara el documento de desarrollo de dicho Plan.

El grupo de trabajo, ormado por especialistas en arqueologa subacutica del Ministerio de Cultura, de

las Comunidades Autnomas, las universidades y los museos, fnaliz sus trabajos el 14 de mayo de 2009;

aprobndose el documento fnal por el Consejo de Patrimonio Histrico en su reunin de 16 de julio de

2009 en Mallorca.

Este documento, partiendo del declogo aprobado en el Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio Cultural

Subacutico Espaol propone, desde un anlisis de la situacin actual y en el marco de la Convencin

UNESCO de 2001, las acciones prioritarias que deben llevarse a cabo en Espaa para la tutela eectiva del

Patrimonio Cultural Subacutico.


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El Libro Verde es la maniestacin de la voluntad de todas las instituciones

espaolas de desarrollar y construir un espacio comn de actuacin que

permita el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional de Proteccin del

Patrimonio Cultural Subacutico Espaol.

Con este fn se cre el Grupo de Trabajo, nombrado por la Comisin Tcnica de

Coordinacin para el desarrollo del Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio

Cultural Subacutico que ue aprobada por el Consejo de Patrimonio Histrico. Este

grupo, integrado por los directores de los tres centros de Arqueologa Subacutica

de Andaluca, Catalua y Valencia, expertos de diversas Comunidades Autnomas,

Universidades, y por el Ministerio de Cultura a travs del Museo Nacional de

Arqueologa Subacutica (ARQUA), cont adems con la colaboracin y asesoramiento

de especialistas de la Armada y de los Cuerpos de Seguridad del Estado.

El Libro Verde es el resultado de dos aos de reuniones y debates del Grupo de

Trabajo, coordinado por los tcnicos del Museo Nacional de Arqueologa Subacutica

(ARQUA) y de la Subdireccin General de Proteccin del Patrimonio Histrico, con

el fn analizar la situacin real de la Arqueologa Subacutica Espaola, marcada por

un evidente desequilibrio en la investigacin, equipamientos y recursos humanos a

avor de la costa mediterrnea rente a la atlntica. El Libro Verde traza las l neas sobrelas que han de planifcarse las acciones uturas para el cumplimiento de los objetivos y

fnes del Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio Cultural Subacutico Espaol.

En este sentido, el Libro Verde es el compromiso consensuado de todas las instituciones

implicadas y de las Comunidades Autnomas para desarrollar programas de

documentacin, elaboracin de inventarios y levantamiento de cartas arqueolgicas que

mejoren y normalicen la gestin de nuestro rico y en gran parte desconocido patrimonio

sumergido. Todo ello requiere una normalizacin de las intervenciones arqueolgicas

y de conservacin, siguiendo lo establecido en el Anexo de la de la Convencin de

Patrimonio Cultural Subacutico de la UNESCO (Pars, 2 de noviembre de 2001)

ratifcada por Espaa el 6 de junio de 2005. As mismo, es necesaria la ormacin de

las generaciones uturas de arquelogos y especialistas que velarn por la proteccin

de este legado de nuestra memoria histrica que es nuestro Patrimonio Cultural

Subacutico, quiz el ms universal de nuestros patrimonios, por ser Espaa un pas

eminentemente martimo abierto a lo largo de su historia a todos los ocanos.

Ministerio de Cultura


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ndice

4.3.4 La aplicacin del rgimen del salvamento, del hallazgo y el tesoro al Patrimonio

Cultural Subacutico | 56

4.3.5 El establecimiento de un rgimen de vigilancia e inspeccin del Patrimonio

Cultural Subacutico | 58


Las intervenciones arqueolgicas | 61

5.1 Los proyectos de investigacin arqueolgica subacutica | 62

5.1.1 Cuestiones generales | 62


5.2 Intervenciones preventivas y de urgencia | 65

5.2.1 Defniciones | 65

5.2.2 Situacin actual | 65


5.3 Requisitos exigibles en todo proyecto de actuacin arqueolgica | 71

5.3.1 Requisitos exigibles al proyecto | 715.3.2 Requisitos exigibles al equipo humano de una intervencin arqueolgica subacutica | 71

La conservacin del patrimonio cultural subacutico | 73

6.1 Estado de la cuestin | 74

6.2 Especifcidad de los objetos arqueolgicos de procedencia subacutica | 74

6.2.1 La conservacin in situ| 76

6.2.2 La extraccin de los objetos | 77

6.3 La gestin de la conservacin | 79


La formacin de personal | 817.1 La ormacin cientfca superior | 82

7.2 La ormacin tcnica | 83


La difusin | 87

8.1 Situacin actual | 88

8.2 Defnicin de objetivos | 88


Propuestas de actuacin prioritaria en el Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio

Cultural Subacutico Espaol | 91Anexo: Convencin UNESCO sobre la proteccin del patrimonio cultural subacutico, de 2 de

noviembre de 2001 | 96

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9


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El patrimonio cultural subacutico en Espaa13

1El patrimonio culturasubacutico en Espaa


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14Libro Verde del Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio Cultural Subacutico Espaol

1.1 INTRODUCCIN GENERAL

Se entiende por Patrimonio Cultural Subacutico

Espaol aquel que, reuniendo las caractersticas del

Patrimonio Histrico Arqueolgico recogido en lalegislacin vigente, se encuentra en las aguas inte-

riores y continentales espaolas, incluidas las capas

reticas, y en las aguas marinas sobre las que Espa-

a ejerce soberana o jurisdiccin, extendiendo esta

consideracin a aquel Patrimonio de iguales carac-

tersticas sobre el que Espaa pueda ejercer alguna

reclamacin o invocar algn derecho por medio de

las leyes nacionales y el Derecho internacional.

La evolucin continuada del conocimiento cient-

ico y los altos niveles de competencia cientica y

tcnica alcanzados por nuestro pas, equiparable en

todo a los pases ms avanzados en materia de Patri-

monio Subacutico, as como la evolucin altamen-

te positiva en la consideracin de la sociedad hacia

el Patrimonio Histrico Arqueolgico en general y

al Patrimonio Subacutico en particular, motiv la

atencin de los poderes pblicos y la determinacin

del Consejo del Patrimonio, a encargar la redaccin

de un documento de principios que pueda utilizar-

se como base de actuacin poltica y administrativapor parte del Estado y de las Comunidades Autno-

mas en el mbito de sus respect ivas competencias.

El Patrimonio Cultural Subacutico, cuya aproxi-

macin cientica se realiza por medio de la Ar-

queologa, es hoy una parte muy relevante de nues-

tro Patrimonio. Es una parte de gran trascendencia

de nuestra historia, acentuada esta importancia por

la entrada en vigor, el 2 de enero de 2009, de la

Convencin UNESCO sobre la proteccin del patri-

monio cultural subacutico, de 2 de noviembre de

2001 (Convencin UNESCO de 2001, de ahora en

adelante).

Dicho Patrimonio y su explotacin con ines cient-

icos, educativos, culturales y sociales, pero nunca

econmicos, constituye en la actualidad un marco

Sede del antiguo CNIAS, Cartagena (Archivo ARQUA, 2

Sede del CASC, Girona (Archivo C

Sede del CASCV, Castelln (Archivo CA

Sede del CAS, Cdiz (Archivo


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de inters social que presta una atencin muy sig-

niicativa al mismo; equiparable a la que esa misma

sociedad presta al resto del acervo histrico y cul-

tural espaol, como signo de madurez de nuestra

sociedad y de los poderes pblicos que la rigen y lo

gestionan.

La sociedad espaola, en el contexto internacional,

pero de manera muy signiicativa en el nacional,

reclama hoy da una atencin preerente a este pa-

trimonio, sobre todo en los niveles de inormacin

pblica e incorporacin de los resultados de la in-

vestigacin a los circuitos culturales por medio de

su exhibicin en museos, exposiciones y diusin

general.

Espaa, territorio que encierra un potencial patri-

monial extraordinario por la extensin de sus cos-

tas y aguas interiores y continentales, as como por

los intereses sobre nuestro patrimonio disperso por

los mares y ocanos de los seis continentes (Antr-

tida incluida), siempre dentro de lo que ampare la

normativa internacional en la materia y los acuer-

dos bilaterales o multilaterales a que se pueda llegar

con otros pases, debe actuar de orma decidida en

deensa de este acervo cultural.

Tal y como se deine en los captulos correspon-

dientes a legislacin, investigacin y ormacin,

estamos en un momento de extraordinaria trascen-

dencia para actuar de orma decidida y coordinada

Caones del pecio Boucentaure, s. XIX (Archivo CAS, 1995).


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por medio de polticas comunes, o al menos com-

plementarias entre el Estado y las Comunidades

Autnomas. Cada uno en su mbito competencial

y dentro de las posibilidades que permite y puedeestablecer un rgano colegiado como es el Consejo

del Patrimonio Histrico Espaol deberan ela-

borar planes nacionales o regionales que aciliten la

tarea investigadora y la recuperacin patrimonial de

acuerdo con los ines y lmites establecidos en la

legislacin vigente.

En primer lugar se considera que es prioritaria una

actuacin conjunta y/o coordinada en varios ren-

tes, para la obtencin de unos objetivos prioritarios,

que permitan deinir con claridad una poltica de

mnimos aceptable por todas las Comunidades Au-

tnomas como base de la actuacin utura.

En segundo lugar, el anlisis de la realidad actual

el nico punto de partida posible indica con

claridad una disimilitud en el conocimiento de ese

rico patrimonio en los dierentes tramos de costa

correspondientes a las dierentes Comunidades Au-

tnomas, como consecuencia de polticas pasadas,

en las que las prioridades de actuacin no han sidosimilares. Ello se traduce en un nivel de conoci-

miento desigual, que acarrea inmediatamente una

proteccin poco eicaz, amn de claramente dismil

entre unos y otros territorios, as como un cono-

cimiento cientico dispar que como consecuencia

provoca un aprovechamiento, cientico, educativo,

cultural y social muy deiciente en trminos gene-

rales, si hablamos de la totalidad del territorio es-

paol.

1.2 CARTAS ARQUEOLGICAS

El conocimiento de la realidad patrimonial de nues-

tras costas debe llevarse a cabo a travs de la ela-

boracin de las Cartas Arqueolgicas, instrumentos

de inventario y catalogacin que se han mostrado

tiles en todos los pases tanto para el patrimonio

arqueolgico terrestre como para el subacutico. En

el caso espaol, esta especialidad est todav

un estado incipiente en relacin con el Patrim

Subacutico, salvo excepciones muy signifcat

y pese a que ya en 1984 se instituy por la entoDireccin General de Bellas Artes del Minist

de Cultura el primer Plan Nacional de Docum

tacin del Litoral Espaol. Plan que qued pr

camente inoperante a nivel global y solamente

continuado por algunas Comunidades Autno

en su mbito competencial y territorial.

Por lo antedicho, es ahora de vital importa

acometer sin tardanza la realizacin, con el i

completar y mantener en revisin constante lu

dicha Carta Arqueolgica Subacutica de Esp

como programa unitario o mejor, sin duda c

suma de los programas, con una base homolog

mnima de todas las Comunidades Autnomas

el Ministerio de Cultura y la colaboracin de o

organismos nacionales.

La realizacin de esta documentacin bsica ten

unos eectos inmediatos en materia de protecc

investigacin y planiicacin de cuantas actuaci

hayan de realizarse en nuestras costas y aguas iriores, bien sea por las administraciones pblic

por particulares. Adems permitira a nuestro

ponerse en los puestos de cabeza entre los pases

activaran una poltica eicaz en la materia, tal y c

recomienda la Convencin UNESCO de 2001.

Para la rpida puesta en marcha o continuacin

gn los casos, de este primer programa naciona

necesaria la cooperacin decidida de todas las

ministraciones implicadas, sin reservas ni caut

amn de las legalmente previstas, para que el

yecto cuente con la aportacin de los medios n

sarios, el empuje y la voluntad poltica precisa

eicacia inmediata.

Una vez alcanzado este objetivo prioritario

drn programarse de orma undada actuacio


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de envergadura en esta materia segn criterios na-

cionales e internacionales de idoneidad cientica y

oportunidad, al margen de las actuaciones urgentes

que requieren una accin inmediata.

1.3 RECURSOS DOCUMENTALES

Desde el Plan Nacional se deber impulsar la inves-

tigacin de toda clase de uentes documentales, la

mejor puesta en valor de las mismas y la programa-

cin sistemtica de proyectos sobre ellas, que sirvan

para acilitar programas de investigacin subacuti-

ca a corto, medio y largo plazo.

Espaa, por ortuna para el conjunto de nuestra

sociedad, cuenta con un acervo documental en

nuestros archivos de todo tipo, pero singularmente

aquellos nacionales de tipo general o especico,

como el Archivo de la Corona de Aragn, el Ar-

chivo Nacional de Simancas, el Archivo General de

la Armada, el Archivo General de Indias y otros

menores. Se entiende que los archivos dependientes

de las Comunidades Autnomas, y eventualmente

otros, deberan contar con una atencin similar

para esta aplicacin concreta. De manera privile-

giada, estos archivos ponen a disposicin de la in-

vestigacin un punto de partida excepcionalmente

rico, muy superior al de otros pases que surieron

prdidas lamentables o nunca dispusieron de tal r i-

queza. Ello ha de permitir disponer de una herra-

mienta utilsima, como ha venido demostrndose,

para emprender buena parte de la investigacin en

estos campos.

Puerto romano de Oiasso (Archivo Arkeolan, 1992). Cargamento de nforas del pecio Bou-Ferrer (Archivo CASCV-TI, 2001).


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Barco medieval Les Sorres X en el Delta del LLobregat (Archivo CASC, 1


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la ormacin en tcnicas de buceo recreativo por

parte de operadoras comerciales. Ello no beneicia

en absoluto su aplicacin para la inal idad cientica

y patrimonial que pretende el Plan Nacional.

Debe aceptarse, siguiendo los criterios internacio-

nales y en estricta aplicacin de la normativa esta-

tal, que el buceo cientico que se aplicara a los

proyectos de investigacin en materia de Patrimo-

nio Subacutico, para los cienticos participantes,

no para los simples operarios y algunos tcnicos

es una actividad que no debe estar sujeta a la nor-mativa del buceo proesional (comnmente buceo

comercial), como en la actualidad exigen algunas

Comunidades Autnomas.

Est reconocido como una actividad cientica para

la que debe ser suiciente la ormacin de base en

buceo, segn los estndares del buceo recreativo o

deportivo, complementado por cursos especicos

de ormacin en buceo cientico como existe en

el panorama internacional. En este sentido el Plan

Nacional deber proponer al Consejo del Patrimo-

nio, para su transmisin a las Comunidades Aut-

nomas, la homogeneizacin de la ormacin de los

buceadores, imprescindible para el desarrollo del

mismo, por la va de la ormacin en buceo cienti-

co a partir de las titulaciones de buceo deportivo o

recreativo, que deben ser las aplicables.

1.6 TRANSMISIN DEL CONOCIMIENT

LA SOCIEDAD

Es imprescindible y urgente, adems de cult

y socialmente deseable, que los recursos quapliquen al desarrollo del Plan Nacional tengan

correlato, en todos los tramos del recorrido, e

esuerzo necesario para hacer llegar a la socie

la realidad y necesidad del Plan Nacional y la e

me trascendencia que la proteccin, investigaci

diusin del patrimonio cultural subacutico t

para el desarrollo cultural del pas.

En los ltimos aos hemos podido apreciar cm

sociedad espaola e internacional ha aumentad

su sensibilidad y atencin a estos temas, sobre t

ligando su inters a los llamativos casos de expol

extracciones con ines comerciales, en clara con

vencin de lo postulado por la comunidad arque

gica internacional, de los principios recogidos e

Convencin UNESCO del 2001 y de los intere

legislaciones nacionales (en cada caso). Un pb

cada vez mas inormado, curioso y exigente, d

ver satisechas sus necesidades de inormacin r

rosa y tener la conviccin de que los poderes pb

el Estado y las Comunidades Autnomas en ntro caso, a los que deberan aadirse las entid

locales se preocupan por este patrimonio y ha

lo necesario para, aplicando los recursos cient

materiales y legales a su alcance, proteger y/o r

perar algo que signiica cada vez ms para el con

miento de nuestro pasado comn.

No obstante este inters creciente, el Plan Naci

hara un laco avor a la sociedad si no aprovec

esta plataorma que se nos brinda para promover c

paas de inormacin rigurosas por los mas dive

medios, a ser posible coordinadas con las Comun

des Autnomas y otros agentes implicados, para

los ciudadanos reciban los mensajes adecuados

caigan, ruto de la desinormacin, en interpreta

nes errneas, contradictorias u opuestas a los inter

generales que deben prevalecer en todo momento

Poblado neoltico de La Draga en el Lago de Banyoles (Archivo CASC).


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La situacin de la arqueologa subacutica espaola21

2La situacinde la arqueologa

subacutica espaola


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En el momento de plantear la elaboracin de un

Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio Cultu-

ral Subacutico Espaol es imprescindible realizar

un anlisis de la evolucin de la arqueologa suba-cutica espaola durante las ltimas dcadas con el

objetivo de detectar las acciones y las omisiones que

nos han conducido a la situacin actual.

2.1 ANTECEDENTES

Seguramente ue el III Congreso Internacional de

Arqueologa Submarina, celebrado en Barcelona en

septiembre de 1961, el que marc el inicio de una

nueva y ecunda etapa de la arqueologa subacutica

espaola.

Intentemos situar el congreso en su momento his-

trico. En 1961 Espaa se esorzaba por mejorar

su imagen en el extranjero y en este contexto una

reunin cientica internacional no poda dejar de

tener el soporte del aparato del Estado, que puso

los medios para asegurar tanto el xito de organi-

zacin como el cientico. Para ello, muchos meses

antes se potenciaron todos los trabajos en curso, se

sistematiz todo lo hecho, se celebraron reuniones,

se aglutinaron esuerzos y el resultado ue que de lasveinticinco personas que irmaron ponencias en las

actas del congreso, nueve eran espaolas.

Pero hay un dato signiicativo que no podemos olvi-

dar. De los nueve espaoles irmantes de ponencias

en el congreso, ninguno era arquelogo titulado,

todos eran submarinistas o estudiosos, algunos bri-

llantes, pero no proesionales de la arqueologa. A

pesar de que como presidentes, secretarios, vocales

o simples oyentes asistieron al congreso eminentes

doctores responsables de la arqueologa espaola,

como M. Almagro, J. Maluquer, A. Martn, L. Peri-

cot o E. Ripoll.

De este congreso cabe destacar tambin las reco-

mendaciones que se recogen en las conclusiones, de

las que resumiremos algunas:

1.- El Congreso considera del mayor inters

el Gobierno Espaol arme una nave de la Ma

Militar para las exploraciones arqueolgicas

marinas.

2.- Esa nave debe depender de un Centro E

rimental de Arqueologa Submarina.

3.- Dicho Centro Experimental debe depe

de los Ministerios de Marina y de Educacin

cional.

4.- Debe omentarse entre buceadores y arqu

logos el espritu de colaboracin.

5.- Es absolutamente necesario que toda ac

dad en yacimientos arqueolgicos est diri

por un arquelogo.

Extraccin de nforas en los aos setenta (Archivo C


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Analizado, casi cincuenta aos ms tarde, el congre-

so ue un xito para Espaa: Se anim y potenci

a las personas que empezaban a hacer arqueologa

subacutica y se les puso en contacto con las prcti-cas internacionales. Se transmiti a los estamentos

oiciales y acadmicos la existencia y la realidad de

la arqueologa subacutica. En resumen, se cre un

ambiente que posibilit o al menos acilit acciones

posteriores y entre ellas la creacin, aos ms tarde,

de los Patronatos de Arqueologa Submarina de Ba-

leares, Cartagena, Ceuta y Gerona.

El congreso ue relejo de la mentalidad y situacin

de la poca. La arqueologa subacutica era una ac-

tividad desarrollada por buceadores deportivos que,

encuadrados en clubes de inmersin, dedicaban a

ello sus das de descanso. Algunos arquelogos pro-

esionales desde las instituciones que dirigan dieron

un cierto soporte a esa actividad que consideraban

simptica. Al menos as lo pensaba el prestigioso

arquelogo que, en su condicin de catedrtico

de la Universidad de Madrid y director del Museo

Arqueolgico de Barcelona, pronunci el discurso

oicial de clausura del congreso sealando como essimptica esta rama de la arqueologa que vosotros

cultivis. La arqueologa submarina es deportiva,

nueva, joven, vigorosa, llena de uturo [].

Acabado el congreso los doctores y los catedrticos

volvieron a sus museos y a sus aulas y tuvo que pasar

mas de un decenio para que algn arquelogo espa-

ol empezara a acceder a los yacimientos subacuti-

cos. La arqueologa subacutica, considerada como

una actividad simptica y deportiva, permaneci

alejada del inters del aparato proesional de la ar-

queologa.

Cabe recordar que en aquellos mismos aos,

en otros pases europeos, las instituciones arqueo-

lgicas s que desarrollaron un papel activo en el

Campaa ARQUEOSUB II en San Vicente de la Barquera (Archivo LIAS,1987).


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Yacimiento escuela en San Ferreol, Murcia (Archivo ARQUA, 198


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campo de la arqueologa subacutica. En Italia exis-

ta el Centro Sperimentale di Archeologia Sottomari-

na que contaba con la nave Daino y posteriormente

la Cycnus y despus la Cycnulus; y todo ello con elsoporte del Ministero dei Beni Culturali. En Francia,

en 1967, se cre la Direction des Recherches Archo-

logiques Sous-Marines (DRASM), dependiente del

Ministerio de Cultura rancs, que dot al nuevo

organismo con una nave especialmente construida,

el Archonaute.

Creemos que en este congreso y sus actas se encuen-

tran esbozadas soluciones que todava hoy son vli-

das, pero tambin creemos que en l se encuentran

algunas de las claves para entender por qu aquellas

soluciones, propuestas hace casi cincuenta aos, to-

dava no han dado los resultados esperados.

2.2 LOS MEDIOS TCNICOS

La primera conclusin del Congreso de 1961 ad-

verta que [e]l Congreso considera[ba] del mayor

inters que el Gobierno Espaol arme una nave dela Marina Militar para las exploraciones arqueol-

gicas submarinas.

Sin caer en el tpico, por otra parte also, de que la

arqueologa subacutica necesita unos medios tc-

nicos enormemente complejos y considerablemente

costosos, s que es cierto que esta actividad requie-

re de unas inraestructuras especicas que, por no

existir en la arqueologa tradicional terrestre, de-

ben adquirirse en algn momento.

Los medios tcnicos podemos reunirlos en dos

grandes grupos: aqullos que hacen actible las

Embarcacin Thetis del CASC (Archivo CASC, 2008).


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Snar de barrido lateral (Archivo ARQUA, 20

ROV para comprobacin de anomalas arqueolgicas (Archivo ARQUA, 20


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Mangas de succin en Cala Sant Vicen (Archivo CASC, 2002).


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actuaciones en el mar y aqullos necesarios para

los trabajos posteriores, especialmente en lo que

hace reerencia a la conservacin y restauracin de

los materiales patrimoniales.

2.2.1 Los medios para la actuacin en el mar

En este apartado hemos de distinguir entre la em-

barcacin y su equipamiento. En el momento ac-

tual, nicamente Catalua dispone de una embar-

cacin adecuada para llevar a cabo algunos trabajos

de arqueologa subacutica. Andaluca, el Museo

Nacional de Cartagena (ARQUA), la Universidad

de Zaragoza y el Museo Martimo del Cantbrico

disponen de medios ligeros que limitan considera-

blemente su capacidad de actuacin.

En cuanto al equipamiento cabe distinguir e

los medios electrnicos de prospeccin arque

gica y los medios que posibilitan la excavacin

inmersin subacutica.

2.2.2 Los medios electrnicos de

prospeccin

La experiencia de los ltimos aos nos advierte,

una parte, de que determinados medios electr

cos sofsticados entre otros, ROVs, snar de b

do lateral, magnetmetros o sondas multihaz

demostrado ser en ciertos casos herramientas

en manos del arquelogo subacutico, pero no

suelven en modo alguno por s mismos toda

necesidades cientfcas y tcnicas que un proy

Laboratorios de conservacin y restauracin (Archivo CAS).


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arqueolgico subacutico precisa. Son simplemente

una herramienta auxil iar. Por otra parte, esa expe-

riencia nos indica asimismo que son medios costo-

sos; y, por otra, que esta tecnologa evoluciona a

tal velocidad que cualquiera de los aparatos corre

el riesgo de quedar obsoleto al poco tiempo de su

adquisicin. Por estas razones, entre otras, es acon-

sejable recurrir al a lquiler y no a la compra. Su ca-

rencia en los actuales centros de investigacin espa-

oles no constituye, pues, un problema prioritario.

2.2.3 Los medios de ecavacin e inmersin

Siempre son mejorables, pero los centros dispo-

nen en estos momentos de los medios de este t ipo,

adecuados a los trabajos que vienen realizando. Sin

duda debern aumentarse si existe un plan que po-

sibilite el incremento de actividad.

2.2.4 El espejismo de las compaas de

buscadores de tesoros

Es de extraordinaria importancia no caer en el

error de creer que los centros de arqueologa suba-

cutica deben dotarse de los medios, en ocasiones

espectaculares, que nos muestran los reportajes de

televisin como equipamiento de algunas compa-

as caza-tesoros. Hay que saber distinguir entre

lo que es una actividad que tiene por objetivo l-

timo la localizacin y recuperacin comercial de

barcos hundidos, incluso a centenares de metros de

profundidad, y otra muy diferente la arqueologa

Restauradoras trabajando en laboratorio (Archivo ARQUA, 2008).


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subacutica, que tiene por objetivo aportar cono-

cimiento histrico a la sociedad y que requiere me-

dios tcnicos especfcos.

Sera peligroso que la arqueologa subacutica espa-

ola cayera en el error de participar en una carrera

meditica por conseguir lo ms grande, lo ms anti-

guo y lo ms espectacular.

Las amenazas al Patrimonio Cultural Subacutico

son distintas segn se encuentre en aguas someras o

en aguas proundas. La arqueologa subacutica es-

paola debe saber dar respuesta a ambos retos con

las prioridades, los medios tcnicos y humanos y las

herramientas jurdicas apropiadas en cada caso.

2.3 LOS MEDIOS DE LABORATORIO

Si bien algunas Comunidades Autnomas carecen

de inraestructuras mnimas especializadas, proba-

blemente sea en este campo en el que la arqueolo-

ga subacutica espaola haya avanzado ms en los

ltimos aos, estando los centros de ARQUA, Ca-

talua, Andaluca, la Universidad de Zaragoza y el

Museo Martimo del Cantbrico, razonable aunque

desigualmente dotados para responder a las necesi-dades que generan sus actividades.

2.4 LOS ORGANISMOS DE GESTIN

En el Congreso de 1961 se conclua asimismo lo si-

guiente:

2.- Esa nave debe depender de un Centro Expe-

rimental de Arqueologa Submarina.

3.- Dicho Centro Experimental debe depender

de los Ministerios de Marina y de Educacin Na-

cional.

De estas recomendaciones de hace casi cincuenta

aos conviene resaltar que ya entonces se entenda

que la arqueologa subacutica debera ser realizada

por organismos especializados y dierentes de los

que en aquel momento y ahora actan sobre la

queologa terrestre.

As lo entendieron los gestores polticos que a pde los aos ochenta crearon los centros de arqueo

subacutica en Cartagena, Gerona, Burriana y C

Conviene relexionar sobre las circunstancias d

creacin.

El Centro Nacional de Arqueologa Submarina,

ARQUA, con sede en Cartagena y dependiente

Ministerio de Cultura se cre en los aos en que e

tado, como consecuencia de la Constitucin de 1

estaba desarrollando un nuevo marco compete

con el traspaso a las Comunidades Autnomas d

responsabilidades sobre la arqueologa. Es precisam

te como consecuencia de este proceso de asunci

competencias que diversas autonomas crearon

respectivos centros de arqueologa subacutica.

Este marco produjo algunos hechos signiicativos

marcaron y condicionaron la arqueologa subacu

espaola actual:

1. El Centro Nacional vio enormemente redusu mbito geogrico de actuacin.

2. En el panorama general de Espaa, por la s

de recursos aportados por las autonomas, se

dujo un incremento espectacular de los medios

nicos, humanos y econmicos, en comparacin

los que existan en los aos setenta. Lo cual s

actualmente a Espaa entre los pases ms ev

cionados de su entorno. Pero es cierto que e

medios se utilizan en cada autonoma con es

o nula relacin entre los diversos centros y equ

cienticos institucionales existentes.

3. Las diversas autonomas crearon sus cen

cuando ya estaban diseados sus respectivos o

nigramas para la arqueologa, los cuales se ha

centrado en la arqueologa terrestre mas inmed


29/116


En aquel momento no se encontr el emplazamien-

to correcto para la actividad recin llegada y des-

conocida a la que se continu considerando como

simptica, compleja y con ama de cara.

Lo cierto es que la mayora de los actuales centros de

arqueologa subacutica son en realidad organismos

consultivos y asesores, pero no creadores, decisorios

ni ejecutores de programas y proyectos relativos a la

gestin del Patrimonio Cultural Subacutico, dndose

la paradoja de que los inormes tcnicos ltimos sobre

este patrimonio son responsabilidad de tcnicos no es-

pecialistas en arqueologa subacutica.

2.5 LA DIFUSIN y PROTECCIN

Otra recomendacin del congreso de 1961 ue

que [deba] omentarse entre buceadores y

arquelogos el espr itu de colaboracin.

Primera reunin del Patronato del Museo Nacional de Arqueologa Subacutica (Archivo ARQUA, 2008).


30/116


En el momento de redaccin de esta recomenda-

cin, exista una ausencia absoluta de arquelogos

que hicieran inmersin subacutica, al tiempo que

eran los buceadores deportivos los principalescausantes de la destruccin del patrimonio, ge-

neralmente por desconocimiento. En este marco

es comprensible aquella recomendacin la cual, a

pesar del tiempo transcurrido y la modiicacin

del panorama general, sigue siendo vlida.

En los ltimos aos, probablemente como conse-

cuencia de que la mayora de los restos arqueo-

lgicos visibles ya han sido expoliados, son las

obras pblicas y privadas la principal causa de

la destruccin del Patrimonio Cultural Subacu-

tico.

Por otra parte y aceptando que todava quedan

submarinistas recalcitrantes, es cierto que la

mentalidad de ese sector deport ivo va cambiando

paulatina e inexorablemente hacia la conserva-

cin del medio ambiente en todos sus aspectos.

En este nuevo marco la recomendacin del con-

greso sigue siendo vlida en el sentido de hacerpartcipe de este patrimonio a la sociedad en

general y en especial a los grupos ms directa-

mente relacionados con el mar. La arqueologa

slo encuentra su justiicacin en la medida que

aporta un conocimiento y un beneicio social y

ser en la medida que la sociedad se sienta parti-

cipe, cuando colaborar, apoyar y proteger un

patrimonio que sienta como propio.

2.6 LA FORMACIN y LA ExISTENCIA DE

TCNICOS ESPECIALIzADOS

Entre sus conclusiones, el Congreso de 1961 des-

tacaba igualmente lo siguiente:

Es absolutamente necesario que toda actividad

en yacimientos arqueolgicos est dirigida por un

arquelogo.

Es evidente que esta recomendacin del cong

de 1961 permanece inclume en lo que se ref

a aspectos tcnicos y tambin en lo que se ref

a cuestiones cientficas. Cada vez ms la arquloga subacutica propicia la aparicin de cam

de investigacin que le son prximos y gen

nuevos enfoques para la investigacin histri

Aceptada esta necesidad, es paradjico que

existan cauces normalizados para la formaci

estos tcnicos especializados. La universidad

paola est centrada casi exclusivamente sob

arqueologa terrestre tanto en lo referente a c

tiones tcnicas y metodolgicas como cientf

Temas como la arquitectura naval, la organ

cin del transporte y el comercio naval y la

toria naval en general, estn casi ausentes de

programas docentes de nuestras universida

Lo cierto es que todava hoy nuestros arque

gos subacuticos han de formarse, en gran pa

de manera autodidacta, asistiendo a las esc

excavaciones que se llevan a cabo y soportand

elevado coste que supone la asistencia a pro

mas formativos en universidades extranjeras.

El problema es serio despus de ms de veinte

de existencia de centros de arqueologa suba

tica y las consecuencias se detectan, por ejem

en el escaso nmero de publicaciones cient

generadas, publicaciones de las que tendran

nutrirse los documentos de diusin, las exp

ciones y dems realizaciones que deberan apr

mar este patrimonio al pblico con un rigor c

tico adecuado.

Si a estas deiciencias en cuanto a la orma

aadimos el escaso nmero de arquelogos su

cuticos proesionales existentes en Espaa, a

ciamos ya y suriremos en los prximos ao

alta del elemento esencial, el humano, que p

bilitar la puesta en prctica de cualquier plan

proteccin del Patrimonio Cultural Subacuti


31/116


A pesar de lo dicho el cambio cuantitativo

ha sido espectacular y baste decir que a media-

dos de los aos setenta no exista en Espaa

casi ningn arquelogo que tuviera una for-macin en arqueologa subacutica mientras

que en la actualidad hay ms de doscientos que

han recibido, en mayor o menor grado, forma-

cin en esta materia. Desgraciadamente slo

un escaso nmero de ellos ha podido continuar su

actividad profesional en este campo.

2.7 UN MODELO INADECUADO DE

ORGANIzACIN y GESTIN

Resumiendo la situacin actual del Patrimonio

Cultural Subacutico y de la arqueologa subacu-

tica espaola hemos de reconocer que su evolucin

en los ltimos veinte aos ha sido espectacular.

En el campo legislativo se ha equiparado la protec-

cin de los yacimientos arqueolgicos subacuti-

cos a los terrestres, tanto en la legislacin estatal

como en las autonmicas. Adems, Espaa ha rati-

ficado la Convencin UNESCO de 2001, oblign-

dose por tanto a crear un nuevo marco legislativo

y reglamentario al respecto.

En el campo de la organizacin, Espaa se ha dota-

do de un centro nacional y tres autonmicos que

permiten asegurar una continuidad en las actua-

ciones y denotan un posicionamiento poltico es-

peranzador.

En cuanto a las infraestructuras se evidencia la ca-

rencia de embarcaciones adecuadas que posibili-

ten trabajos en el mar, pero sin embargo la dota-

cin en edificios, herramientas y laboratorios es,

con distintos niveles de desarrollo, aceptable para

proyectos pequeos y medianos.

En medios humanos la situacin es ms deicitaria,

tanto en lo reerente al nmero de proesionales en

el sector pblico o privado, como en lo relativo a las

posibilidades de ormacin de nuevos arquelogos

que garanticen la continuidad de la actividad con

garantas cienticas y patrimoniales.

La difusin y proteccin, a pesar de los avances rea-lizados siendo de destacar la inauguracin de

ARQUA como primer museo especicamente de-

dicado a la arqueologa subacutica siguen siendo

insuicientes; y ms en estos momentos en que a la

endmica destruccin del patrimonio se ha unido

la originada por el enorme volumen de obras pbli-

cas y privadas que se realizan en nuestras costas y a

la prolieracin de empresas y particulares, que se

beneician de la drstica disminucin del coste de

los aparatos electrnicos y mecnicos para la locali-

zacin y extraccin de objetos arqueolgicos.

A partir de este diagnostico de la situacin que no

por resumida deja de ser objetiva, tendramos que

deducir que se dan las circunstancias para que la

arqueologa subacutica espaola produzca unos

resultados aceptables, pero por desgracia esto no

sucede.

Las causas son mltiples y se concatenan cerrando

un crculo vicioso, que tiene su origen sin duda enel sistema de organizacin administrativa en que se

enmarca esta actividad:

1. Probablemente la primera causa est en el

error de considerar, como hace la legislacin

vigente, que todo aquello que es vlido para la

arqueologa terrestre lo es tambin para la suba-

cutica, olvidando la enorme dierencia tcnica

que supone trabajar en un medio u otro. Se ol-

vida asimismo que el corpus normativo aplicable

al mar, poco tienen que ver con las del suelo, los

planes parciales de los municipios o los condicio-

nantes urbansticos, as como son dierentes las

autoridades y responsables de uno y otro medio.

2. Partiendo de los errores anteriores y recordan-

do el escaso nmero de arquelogos subacuticos


32/116


existentes as como su escasa o nula presencia

en los organismos tcnicos de decisin adminis-

trativa, no es extrao que en estos momentos

las decisiones que aectan a la arqueologa suba-cutica espaola, sean tomadas por personas con

un escaso o nulo conocimiento de los problemas

reales de este patrimonio. Dicha situacin aca-

rrea que, con mayor recuencia de la deseada, se

tomen decisiones errneas o que ante el temor

originado por el desconocimiento, no se tomen

decisiones. En consecuencia, todo lo antedicho

se ha convertido en el principal reno para el de-

sarrollo de la arqueologa subacutica espaola.

3. De los dos puntos anteriores se deriva que a

pesar de la existencia de medios humanos y tc-

nicos, stos estn inrautilizados y no producen

los resultados que seran deseables.

4. La situacin llega a ser de tal gravedad que

los diversos centros de arqueologa subacuti-

ca, en menor o mayor grado, son bsicamente

meros organismos consultivos, y no siempre,

convirtiendo a los tcnicos no especializados en

arqueologa subacutica de las administracionespblicas en los actores decisorios de los diversos

planes de actuacin, incluso de las inspeccio-

nes tcnicas, de los trabajos subacuticos que se

realizan en la actualidad.

5. Una muestra de lo expuesto lo encontra-

mos en la concepcin y organizacin de las lla-

madas excavaciones preventivas, cuando stas

son realizadas con carcter exclusivo por em-

presas privadas. Para este tipo de actuaciones

en medio subacutico se han traspasado de or-

ma automtica las soluciones adoptadas para

la arqueologa terrestre, olvidando entre otras

cosas que los medios humanos y tcnicos nece-

sarios para actuar en el mar dicilmente estn

en posesin de las empresas privadas, tanto por

su coste econmico como por la inseguridad en

la continuidad en los trabajos, lo que hace

arriesgada la inversin importante en inr

tructuras.

La realidad es que ambas soluciones adopt

son inadecuadas y peligrosas. En unas ocasio

se opta por el alquiler de toda la inraestru

ra, lo cual encarece exponencialmente la ac

cin, que genera como consecuencia inmed

el recelo y oposicin de las empresas const

toras. En otras ocasiones son las propias em

sas de obra las que aportan los medios y ade

pagan a los arquelogos que de este modo q

dan sometidos a los intereses econmicos y

presin de las empresas constructoras, poc

nada conocedoras de los problemas cient

que acompaan inexcusablemente cualq

actividad de este tipo.

El problema es todava ms grave en los tr

jos posteriores a la excavacin, ya que requi

laboratorios complejos y procesos que pue

durar lustros, requisitos ambos que las empr

privadas de arqueologa subacutica en nin

caso pueden garantizar por la propia deinidel contrato de adjudicacin. El resultado

degradacin de los materiales arqueolgicos

medos y la inexistencia de estudios y pub

ciones sobre los trabajos realizados.

6. Es deseable la participacin de las em

sas privadas de arqueologa subacutica, p

siempre dentro de un marco legal y reglam

tario que contemple las peculiaridades y las

cesidades especicas del Patrimonio Cult

Subacutico.

En esta situacin y ante la puesta en marcha d

Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio

tural Subacutico se impone desarrollar un nu

modelo de organizacin y gest in de la arqueol

subacutica.


33/116

La documentacin del patrimonio cultural subacuatico espaol35

3La documentacindel patrimonio cultura

subacutico espao


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3.1 LA INVESTIGACIN DOCUMENTAL

Uno de los requisitos primordiales para la protec-

cin del Patrimonio Cultural Subacutico consiste

en el conocimiento de todo aquello que acilita sulocalizacin, datacin, interpretacin, estudio y

evaluacin. Conocimiento que, especialmente para

la historia ms reciente, es producto primordial de

la investigacin documental y de la encuesta et-

nogrca entre los colectivos relacionados con el

medio marino, por lo que tales actuaciones resul-

tan imprescindibles, tanto para la coneccin de la

Carta arqueolgica subacutica, como para la ela-

boracin de la necesaria planicacin, propuesta

de proyectos y gestin rigurosa. Todo ello permite

llevar a cabo cualquier intervencin cientca diri-

gida a este tipo de patrimonio, as como para proce-

der a su posterior estudio, interpretacin y puesta

en valor que posibiliten el logro de su consiguiente

rentabilidad social.

Aortunadamente, Espaa cuenta con una riqu

documental extraordinaria, susceptible de ser

plotada para este in. Es especialmente abund

desde las postrimeras de la Edad Media hastpresente y est repartida entre los archivos naci

les, autonmicos, provinciales, eclesisticos, loc

y privados. A toda esta documentacin habra

aadir el vaciado de la inormacin contenida en

trabajos al respecto publicados hasta hoy, tant

Espaa como sobre los pecios espaoles estudi

en el extranjero.

Los mbitos de conocimiento implicados van d

la historia de la navegacin tanto en los asp

tos de las pesqueras como en los del comerc

la guerra hasta la comprensin de las tecnolo

necesarias para llevar a eecto tales actividades

procedimientos de construccin naval, sistema

navegacin, armamento, logstica, etc., adem

Biblioteca del Museo Nacional de Arqueologa Subacutica (Archivo ARQUA, 2008).


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as como de las memorias de obras pblicas que

hayan aectado al Patrimonio Cultural Subacu-

tico y los estudios de dinmica de costa disponi-

bles.

5. Propiciar la coneccin de programas de va-

ciado exhaustivo de las uentes susceptibles de

contener inormacin sobre los aspectos resea-

dos en todas las Comunidades Autnomas.

6. Establecer una unidad de coordinacin en-

cargada de codiicar homogneamente y circular

la inormacin resultante entre todos los centros

espaoles dedicados a la arqueologa subacutica,

las universidades interesadas y otros centros de

investigacin, tanto nacionales como extranjeros.

7. Asumir la coneccin de una base de datos

nacional donde se integre el resultado de todas

las actuaciones anteriormente enunciadas, con

los mecanismos de permanente actualizacin

requeridos por un campo de conocimiento tan

abierto a las novedades como es este.

3.1.3 Actuaciones prioritariasEntre las actuaciones prioritarias que se proponen

caben ser destacadas las siguientes:

1. Reconstruccin documental de las lotas

hispanas e inraestructuras que las hicieron posi-

bles; e inventario exhaustivo de nauragios a par-

tir de los ondos documentales municipales de

las poblaciones costeras, los protocolos notaria-

les, los libros parroquiales de diuntos y las series

relacionadas con la actividad martima existen-

tes en los archivos autonmicos y nacionales.

2. Encuesta etnogrica entre los miembros de

mayor edad de las comunidades de pescadores,

buceadores, marinos, etc., antes de que el tiem-

po acabe de llevarse para siempre la memoria

que atesoran.

reas con informacin de archivo sobre losnaufragios de Trafalgar (Archivo CAS).

reas de prospeccin arqueogeofsica relacionadascon los naufragios de Trafalgar (Archivo CAS).


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3.2 LAS CARTAS ARQUEOLGICAS

El Plan Nacional para la Proteccin del Patrimonio

Arqueolgico Subacutico pretende hacer una re-

fexin general sobre las lneas bsicas que debenadoptarse con la nalidad de llevar a cabo una po-

ltica ecaz de proteccin de este patrimonio, con-

orme a lo establecido en la Convencin UNESCO

de 2001. Entre las medidas propuestas en dicho

Plan destaca la necesidad de elaborar o nalizar las

Cartas arqueolgicas subacuticas en Espaa.

3.2.1 Antecedentes

En este sentido, partiendo de la base de que no se

puede proteger aquello que se desconoce y tenien-

do presente que el patrimonio arqueolgico es un

bien de extrema ragi lidad, sometido a agentes na-

turales y antrpicos diversos que inciden sobre l

de orma negativa, es inevitable considerar que el

establecimiento de una correcta tutela sobre dicho

patrimonio pasa necesariamente por tener un co-

nocimiento global del mismo.

Esta necesidad de inventariar el patrimonio ar-

queolgico ha estado presente en los organismos

encargados de su proteccin a lo largo del SigloXX, si bien no ue hasta la Segunda Guerra Mun-

dial cuando los organismos internacionales, con la

creacin de la UNESCO, plantearon la necesidad

de Inventariar el Patrimonio con el objetivo de

contar con una herramienta eicaz que permitiera

su proteccin.

En el ao 1968, la UNESCO promulg en Pars

la Recomendacin sobre la conservacin de los Bie-

nes Culturales que la ejecucin de Obras Pblicas o

Privadas puedan poner en peligro, sealando en su

artculo 4 la necesidad de realizar inventarios para

la proteccin de los bienes culturales importantes,

registrados o no como tales. Cuando no existan

esos inventarios deber darse prioridad, al esta-

blecerlos, al examen detallado y completo de los

bienes culturales en las zonas en que tales bienes

estn en pel igro como consecuencia de la ejecucin

de obras pblicas o privadas.

Cuatro aos despus, en al ao 1972, la UNESCOvolvi sobre el tema en la Recomendacin sobre la

proteccin en el mbito nacional del patrimonio cul-

tural y natural, conocida como Carta de Pars. En

su art culo 29 se estableca que cada Estado Miem-

bro constituira, lo antes posible, un inventario para

la proteccin de su patrimonio cultural y natural,

incluidos los bienes que, sin tener una importan-

cia excepcional, sean inseparables del medio al que

contribuyen a dar carcter.

Sin embargo, en esta ocasin la UNESCO ue ms

all al sealar, en el artculo 30 de la Recomenda-

cin, que los resultados de la labor de inventario del

patrimonio cultural y natural deban ser reunidos

en orma adecuada y puestos al da peridicamente.

Siguiendo esta misma lnea, en el artculo 31 se es-

tableci que con el objetivo de lograr la integracin

activa del patrimonio cultural y natural en todos

los niveles de la planiicacin, los Estados Miem-

bros deban preparar mapas y una documentacin

lo ms completa posible en la que se mencionen losbienes culturales y naturales de que se trate.

Dichos aspectos ormulados con anterioridad y

ms detalladamente en la Carta Internacional para

la Proteccin y la Gestin del Patrimonio Cultural

Subacutico adoptada por ICOMOS en Soa en el

ao 1996 (la Carta de Soa), han sido plasmados

e intensiicados en la Convencin UNESCO sobre

la proteccin del patrimonio cultural subacutico

de 2001. As, en su artculo 22 se establece que,

a in de velar por la correcta puesta en prctica

de la Convencin, los Estados Partes establecern

autoridades competentes o, en su caso, reorzarn

las ya existentes para que puedan elaborar, man-

tener y actualizar un inventario del Patrimonio

Cultural Subacutico y garantizar eicazmente la

proteccin, la conservacin, la presentacin y la


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gestin de dicho patrimonio cultural subacutico,

as como su investigacin y diusin.

Sin embargo, aquellos aspectos que tradicionalmen-te haban sido la base de los inventarios arqueolgi-

cos como documentacin suiciente para la gestin

y tutela del patrimonio cultural subacutico (carac-

terizacin de yacimientos, localizacin y, a lo sumo,

delimitacin de sus mbitos), en la actualidad re-

sultan insuicientes y se requiere con urgencia el

diseo de una herramienta til para tales ines.

En el caso concreto de Espaa, el inicio de las Car-

tas arqueolgicas subacuticas se remonta a prin-

cipios de los aos 80 del Siglo XX, momento en

el que desde entidades provinciales o regionales y

desde el Ministerio de Cultura, mediante el Plan

Nacional de Documentacin del Litoral Espaol, se

intent con resultados muy irregulares obtener

la inormacin necesaria para conocer y proteger el

patrimonio cultural sumergido.

Hasta esa echa, la mayora de la inormacin de la

que se dispona proceda de hallazgos casuales des-

contextualizados piezas arqueolgicas localiza-das por azar entregadas por buceadores deport ivos

o pescadores, de tal orma que dichos elementos

arqueolgicos aportaban una relativa o en muchos

casos nula inormacin sobre el yacimiento del que

procedan al tratarse de una mera recuperacin de

objetos sin una metodologa arqueolgica. De ah

que, en la mayora de los casos, no haya quedado

constancia del lugar concreto de extraccin. Por

otro lado, estas actuaciones carentes de medidas

adecuadas de conservacin provocaron, en diversas

ocasiones, la destruccin de material arqueolgico

o el deterioro de su estado de conservacin con la

consiguiente prdida tanto de inormacin arqueo-

lgica como de condiciones expositivas.

Durante este perodo, los trabajos de inventario se

centraron especialmente en las costas del litoral

valenciano, de Ibiza, Gerona, Almera, Alm

car, as como de las Islas Canarias.

3.2.2 MetodologaLa necesidad de establecer una correcta tutela

patrimonio arqueolgico pasa inevitablemente

tener un conocimiento integral del mismo s

todo a travs del uso de tcnicas no destructiv

de reconocimientos y prospecciones que no sup

gan una intrusin en el yacimiento, tal y com

contempla en los principios undamentales rec

dos tanto en la Carta de Soa de 1996 como e

Convencin UNESCO de 2001.

Es imprescindible la realizacin de la Carta arqu

lgica subacutica espaola, entendida no com

in en s mismo sino como una herramienta

prescindible que permita disponer de la inor

cin suiciente para elaborar polticas correcta

gestin del Patrimonio Cultural Subacutico.

ello, la carta arqueolgica ha de perseguir lo

guientes objetivos bsicos:

(a) Localizar, identiicar y evaluar el patri

nio susceptible de ser investigado con metologa arqueolgica;

(b) Diagnosticar su estado de conservaci

los posibles riesgos para su conservacin; y

(c) Proponer actuaciones que permitan pr

ger, conservar, investigar y diundir este p

monio.

Para la consecucin de dichos objetivos, ser n

sario eectuar los siguientes estudios:

3.2.2.1 Fase de documentacin

Se eectuarn anlisis previos de documenta

grica, documentacin bibliogrica, docume

cin de archivos, y documentacin sobre obra

inraestructura litorales as como de interven

nes arqueolgicas eectuadas en la zona objet

estudio, tanto subacuticas como litorales. T


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Prospeccin arqueogeofsica en la Baha de Cartagena (Archivo ARQUA, 2008).

Documentacin con snar y perfilador de un pecio en profundidad (Archivo ARQUA, 2008).


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esta inormacin se procesar con el objeto de de-

inir las reas susceptibles de ser investigadas con

metodologa arqueolgica. Debe no olvidarse la re-copilacin de inormacin oral entre las personas

de la zona ms directamente relacionadas con el

mar.

3.2.2.2 Estudio arqueolgico de la zona

Debe eectuarse un estudio arqueolgico de la

zona delimitada en uncin de los datos aportados

en la primera ase. Para ello, son aconsejables acti-

vidades no intrusivas, contemplndose las tcnicas

no destructivas y la extraccin de muestras, con

preerencia a la excavacin.

Esta ase ir encaminada a la localizacin de los

yacimientos mediante la utilizacin de los sistemas

de prospeccin idneos y suicientes para la loca-

lizacin y cartograiado de los yacimientos que se

encuentren dentro del rea de estudio.

En caso de ser utilizadas tcnicas de prospec

geosica, y tras el correspondiente procesado,

lisis y estudio de los datos obtenidos, se debcomprobar las distintas anomalas con la realiza

de prospecciones visuales, con el objetivo de eva

la importancia de los restos y su estado de con

vacin a in de establecer las cautelas arqueolg

que garanticen la integridad del patrimonio.

Dichas comprobaciones se eectuarn por medi

arquelogos-buceadores. En aquellos casos en

que esto no sea posible, se utilizarn vehculos

mergibles de observacin remota (ROVs) equip

con cmaras de otograa y vdeo u otros me

tcnicos similares. De la misma orma, se requ

r el posicionamiento preciso del yacimiento

diante el uso de un Differential Global Positio

System; la toma de otograas de alta resoluci

coneccin de una planimetr a o croquis del lu

el reconocimiento del yacimiento de tal orma

Documentacin con ROV de un pecio romano en profundidad (Archivo ARQUA, 200


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reerente a la proteccin y conservacin como

relacin al diseo de estrategias de investigac

sentando las bases para el omento de la protec

jurdica y sica de los yacimientos arqueolgsubacuticos.

3.3 ACTUACIONES PRIORITARIAS

Ante la importancia de lo anteriormente seal

se considera indispensable el establecimiento de

serie de actuaciones prioritarias que acompae

puesta en marcha de las Cartas arqueolgicas s

cuticas dentro del Plan Nacional de Proteccin

Patrimonio Arqueolgico Subacutico. Entre

actuaciones prioritarias, se destacan las siguien

1. Concluir convenios de colaboracin con

distintas Comunidades Autnomas con la

lidad de omentar las Cartas arqueolgicas s

cuticas como mecanismos conjuntos de de

y de intercambio de inormacin.

2. Continuar las actividades de desarrollo d

Carta arqueolgica de conormidad con lo e

blecido en las Normas relativas a las activid

dirigidas al Patrimonio Cultural Subacuticcogidas en la Convencin UNESCO del 200

3. Establecer bases de datos inormticas

criterios y ormatos uniicados, de tal modo

sean compatibles y permitan su aprovechami

como mnimo en el Mediterrneo occidental

Atlntico oriental, incluido el Mar Cantb

En estas bases de datos se establecern dive

niveles de seguridad en cuanto a la accesibili

de tal modo que se garantice la seguridad de

yacimientos. Por ley deber regularse el ac

del pblico a dichas cartas, primndose c

se ha sealado la seguridad de los yacimien

4. Aplicar las iguras de proteccin existe

en nuestra legislacin conorme a los datos o

nidos en las Cartas arqueolgicas. Filmacin del pecio Aiguablava IV (Archivo CASC, 2007).


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La proteccin jurdica45

4La proteccin jurdica


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Como se ha venido sealando, la adopcin en 2008

del Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio

Cultural Subacutico Espaol, la entrada en vigor

para Espaa el 2 de enero de 2009 de la ConvencinUNESCO de 2001 y determinadas acciones recien-

tes contra nuestro patrimonio subacutico sitan

a Espaa en la encrucijada de revisar y mejorar el

entramado normativo e institucional que pretende

proteger y realzar ese Patrimonio en cumplimiento

del mandato constitucional contenido en el artculo

46 de nuestra Constitucin de 1978.

4.1 ESTADO ACTUAL DE LA CUESTIN

La legislacin estatal y autonmica que regula el

patrimonio cultural contiene una regulacin es-

pecfca del patrimonio arqueolgico, entre el que

se incluye el patrimonio arqueolgico subacutico.

Sin embargo, a pesar de este tratamiento especf-

co del patrimonio arqueolgico en las normas y lo

exhaustivo de los reglamentos sobre las actuaciones

arqueolgicas, por regla general, toda esa normativa

carece del detalle necesario para ejercer una protec-

cin efcaz del Patrimonio Cultural Subacutico.

Existe acuerdo generalizado entre los especialis-tas en la materia sobre la necesidad de crear igu-

ras especicas de proteccin de dicho Patrimonio.

Este ltimo, a dierencia del terrestre, no cuenta

con algunos de los instrumentos de proteccin de

la legislacin sectorial ms eicaces, como es el pla-

neamiento urbanstico, que permita una adecuada

regulacin de usos y de actuaciones permitidas.

Esta circunstancia, unida a que los reglamentos

de autorizaciones de las actividades arqueolgicas

apenas establecen dierencias entre una actividad

arqueolgica subacutica o terrestre, conlleva, por

regla general, deiciencias en el planteamiento de

objetivos de los proyectos de las intervenciones

subacuticas, e incluso carencias en la composicin

de los equipos, el plan de seguridad o en el de con-

servacin de los restos arqueolgicos.

Estas lagunas en la legislacin se suplen en la

yor parte de los casos por los criterios tcnicos

personal de la administracin que se encarg

gestionar estos proyectos, lo que obliga a quetos tcnicos tengan que poseer un conocimien

ormacin especica en esta materia, circunsta

que actualmente no es mayoritaria en las adm

traciones pblicas, careciendo en muchos caso

centros especicos donde gestionar este tipo

proyectos y por lo tanto de personal cualiicado

Esta carencia en el control adecuado de mucha

las acciones que pueden provocar la destruccin

patrimonio subacutico, y a la vez la alta de

tocolos de actuacin para evitar estas aeccio

dejan entrever las lagunas de la legislacin de p

monio cultural para establecer medidas preven

en este medio.

A todo ello se suma, de un lado, la diicultad

la proteccin sica de los restos arqueolgico

un medio con continuos cambios, que tanto de

descubierto restos ocultos como esconde los re

visibles; y, de otro, la diicultad de su vigilanc

inspeccin, que requiere el desarrollo de metcnicos especicos y una coordinacin eicaz

los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad estatal

autonmicos a la vez que disponer de tcnico

quelogos especializados en estas tareas.

4.2 VARIABLES PRESENTES

Es necesario recordar, adems y de modo prel

nar, algunas de las variables que deben ser tom

en consideracin a la hora de elaborar propue

de reorma normativa. Entre esas variables de

destacarse las siguientes:

(a) Las amenazas al Patrimonio Cultural S

cutico pueden ser ortuitas o no ortuitas.

supone que tanto actividades lcitas (pesca,

ceo, tendido de cables submarinos, etc.) com

tividades ilcitas (expolio, obras y levantamie


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topogricos sin autorizacin, etc.) pueden incidir

determinantemente en la conservacin del Patri-

monio Cultural Subacutico y, como consecuen-

cia, en la regulacin jurdica de la misma.

(b) La estructura descentralizada de nuestro

Estado reparte la competencia legislativa genri-

ca relativa a la proteccin del patrimonio cultural

entre el Estado y las Comunidades Autnomas,

sin olvidar ciertas competencias incidentales de

las entidades locales. Debe tenerse asimismo en

cuenta que la Convencin UNESCO prev en

su artculo 28 que [a]l ratiicar, aceptar, apro-

bar esta Convencin o adherirse a ella o en cual-

quier momento ulterior, todo Estado o territorio

podr declarar que las Normas se aplicarn a

sus aguas continentales que no sean de carcter

martimo. Deber evaluarse hasta qu punto

conviene a Espaa el aplicar las previsiones del

Anexo de la Convencin a sus aguas continen-

tales, teniendo en cuenta que, en principio, son

las Comunidades Autnomas las competentes aleecto. De no hacerse as, se estableceran dos

regmenes distintos: uno, gobernado por la Con-

vencin UNESCO y su legislacin de desarrollo,

para el patrimonio cultural submarino; y otro,

con sus caractersticas propias, y esencialmente

bajo gestin autonmica, estrictamente subacu-

tico continental. Razones de unidad de gestin

aconsejan que Espaa lleve a cabo la declaracin

prevista en el artculo 28 de la Convencin.

(c) A ello debe sumarse que la competencia

legislativa en otros mbitos de actuacin con re-

percusiones en el Patrimonio Cultural Subacu-

tico est igualmente repartida entre el Estado y

Conferencia sobre la proteccin jurdica del Patrimonio Cultural Subacutico (Archivo ARQUA, 2009).


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las Comunidades Autnomas (v.gr. pesca, medio

ambiente, poltica cientica, etc.).

(d) En cuarto lugar, como vimos, Espaa ratii-c el 6 de junio de 2005 la Convencin UNESCO

de 2001. En el momento de elaborar este Libro

Verde, la Convencin ya est en vigor entre 24 Es-

tados, incluida Espaa. Tras su publicacin oicial

en Espaa el 5 de marzo de 2009, la Convencin

UNESCO orma parte del ordenamiento interno

espaol, con rango superior a cualquier acto legis-

lativo (estatal o autonmico) promulgado hasta la

echa y desde esa echa (art. 96.1 de la Constitu-

cin).

(e) Adems, es previsible que en breve la Unin

Europea retome una iniciativa legislativa abando-

nada por el Consejo de Europa en 1985. Tras la

toma en consideracin del problema, en particu-

lar, de la presencia en aguas espaolas, italianas,

britnicas y rancesas de empresas buscadoras de

tesoros, puede esperarse alguna iniciativa comu-

nitaria a tenor de lo maniestado en el Consejo de

Ministros de Cultura de noviembre de 2007 o en

la Conerencia Ministerial Euro mediterrnea deCultura de mayo de 2008 en Atenas. Asimismo

debe destacarse la toma de posicin de los minis-

tros de cultura iberoamericanos reunidos en mayo

de 2008 a avor de la propuesta espaola (pro-

teccin y cooperacin) y ratiicada en la XVIII

Cumbre Iberoamericana de San Salvador (octu-

bre de 2008). Todo ello supone uturas posibles

uentes de obligacin jurdicas con repercusiones

domsticas.

Por todo lo expuesto, debe sealarse la necesidad de

promulgar una regulacin especica sobre la protec-

cin del Patrimonio Cultural Subacutico dentro de

la utura Ley del Patrimonio Cultural Espaol que:

tenga en cuenta las obligaciones internacional-

mente asumidas por Espaa;

establezca un sistema coordinado entre las

tintas administraciones pblicas implicadas;

sea capaz de prever la regulacin tanto de ac

dades ortuitas como no ortuitas con incideen el Patrimonio Cultural Subacutico por p

de actores pblicos y privados, nacionales y

tranjeros.

4.3 CUESTIONES PROBLEMTICAS

GENERALES

Las cuestiones problemticas que se han detec

son, entre otras, las siguientes:

1. La deinicin misma del Patrimonio Cu

ral Subacutico a los eectos de la utura le

lacin;

2. El problema derivado de las actividades

aectan ortuitamente al Patrimonio Cult

Subacutico y, en particular, la pesca de arra

y la investigacin cientica marina;

3. La necesidad de promover iguras adecu

de proteccin del Patrimonio Cultural Suba

tico;

4. La aplicacin del rgimen del salvame

de hallazgo y del tesoro al Patrimonio CultSubacutico; y

5. El establecimiento de un rgimen de vig

cia e inspeccin del Patrimonio Cultural S

cutico.

4.3.1 La defnicin del Patrimonio Cultur

Subacutico a los eectos de la utura

legislacin

No existe en Espaa una defnicin precisa de

trimonio Cultural Subacutico. Indicativame

el artculo 1.2 de la actual Ley 16/1985, del P

monio Histrico Espaol (LPHE), determina c

integrante del Patrimonio Histrico Espaol

los inmuebles y objetos muebles de int

artstico, histrico, paleontolgico, arqueo

co, etnogrico, cientico o tcnico. Tam


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orman parte del mismo el patrimonio docu-

mental y bibliogrico, los yacimientos y zonas

arqueolgicas, as como los sitios naturales, jar-

dines y parques, que tengan valor artstico, his-trico o antropolgico.

Por su parte, el artculo 40.1 LPHE incorpora al

patrimonio arqueolgico en el Patrimonio Hist-

rico Espaol, especiicando que orman parte del

mismo

los bienes muebles o inmuebles de carcter his-

trico, susceptibles de ser estudiados con meto-

dologa arqueolgica, hayan sido o no extrados

y tanto si se encuentran en la supericie o en el

subsuelo, en el mar territorial o en la plataor-

ma continental. Forma parte, asimismo de este

patrimonio los elementos geolgicos y paleonto-

lgicos relacionados con la historia del hombre y

sus orgenes y antecedentes.

La Ley 16/1985 establece, pues, como nico

dato relevante para la inclusin de un determi-

nado bien en el patrimonio arqueolgico su sus-

ceptibilidad para ser estudiado por metodologaarqueolgica. En el supuesto de los bienes ar-

queolgicos el legislador ha querido intensiicar

su proteccin, lo que justiica su demanializa-

cin (artculo 44 LPHE).

En general, toda la normativa autonmica sobre el

patrimonio cultural utiliza una similar caracteriza-

cin y anlogo expediente normativo a la hora de

determinar el patrimonio arqueolgico y su inclu-

sin en el patrimonio histrico o cultural de cada

Comunidad Autnoma. Es una deinicin muy am-

plia, metajurdica e indeterminada.

Sin embargo, en su artculo 1.1, la Convencin

UNESCO de 2001 lleva a cabo una deinicin ms

precisa de Patrimonio Cultural Subacutico al dei-

nirlo como sigue:

a) Por patrimonio cultura l subacutico se en-

tiende todos los rastros de existencia humana

que tengan un carcter cultural, histrico o

arqueolgico, que hayan estado bajo el agua,parcial o totalmente, de orma peridica o

continua, por lo menos durante 100 aos, tales

como:

i) los sitios, estructuras, ediicios, objetos y

restos humanos, junto con su contexto ar-

queolgico y natural ;

ii) los buques, aeronaves, otros medios de

transporte o cualquier parte de ellos, su

cargamento u otro contenido, junto con su

contexto arqueolgico y natural ; y

iii) los objetos de carcter prehistrico.

b) No se considerar patrimonio cultural suba-

cutico a los cables y tuberas tendidos en el

ondo del mar.

c) No se considerar patrimonio cultural suba-

cutico a las instalaciones distintas de los ca-

bles y tuberas colocadas en el ondo del mar y

todava en uso.

El texto de la Convencin UNESCO de 2001 su-

pone un lmite mnimo inranqueable, no as un

lmite superior; esto es, el nivel de proteccin de

la Convencin puede ser mejorado in foro domes-

tico as como mediante la conclusin de acuerdos

posteriores bilaterales o multilaterales (art. 6 de

la Convencin). Teniendo en cuenta todo ello, as

como la actual deinicin del patrimonio arqueo-

lgico recogida tanto en la Ley 16/1985 como en

la normativa autonmica correspondiente, debe

procederse a una nueva deinicin del Patrimonio

Cultural Subacutico en nuestro ordenamiento.

A tales eectos, debe resaltarse lo siguiente:

a) Que el Patrimonio Cultural Subacutico

deinindose inalmente como se deina


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debe ser parte integrante del Patrimonio arqueol-

gico espaol que, a su vez, orma parte integrante

del Patrimonio Histrico Espaol como bienes de

dominio pblico. La arqueologa no es sino un m-todo ms de investigacin en la explicacin de la

historia y, como tal, debe servir al continuum ex-

plicativo de nuestro pasado. De ah que, a pesar

de la especiicidad del Patrimonio Cultural Suba-

cutico, la regulacin del mismo deba insertarse

necesariamente en la regulacin del Patrimonio

Histrico en general.

b) Que el concepto amplio de Patrimonio Cul-

tural Subacutico (todo rastro de existencia hu-

mana) debe cohonestarse en nuestro ordena-

miento con la deinicin ms estricta de nuestra

legislacin estatal y autonmica actual que se

reiere normalmente a todos los objetos muebles

e inmuebles de carcter histrico susceptibles de

ser estudiados con metodologa arqueolgica.

c) Que, en todo caso, ese concepto de Patrimo-

nio Cultural Subacutico debe incluir, con las

modulaciones jurdicas necesarias, tanto a los

objetos extrados como los no extrados de losondos marinos.

d) Que la acotacin temporal que lleva a cabo

la Convencin (objetos que hayan estado bajo el

agua, parcial o totalmente, de forma peridica o

continua, por lo menos durante 100 aos) pue-

de soslayarse si, como lleva haciendo nuestra

legislacin desde 1933, se protegen los objetos

susceptibles de ser estudiados con metodologa

arqueolgica, hayan sido extrados o no, evi-

tando utilizar el actor tiempo como elemento

deinidor undamental del patrimonio. En todo

caso, cabe no olvidar que esos 100 aos no son

necesariamente los 100 ltimos aos.

e) Que cabra incluir indicativamente, tal y

como hace la Convencin UNESCO y a los

eectos clariicadores que se esperan de tod

gislacin, una serie de ejemplos de Patrim

Cultural Subacutico.

) Que es importante asumir, como as lo h

y propone el Grupo de trabajo, que nuestra

gislacin se extienda al patrimonio que se

cuentra en la supericie de los ondos acut

o en el subsuelo de dichos ondos en las ag

interiores y continentales, incluidas las c

reticas, el mar territorial o la plataorma ctinental espaolas. Ello supone en cierto m

aplicar extraterritorialmente nuestra legisla

puesto que, en la actualidad, el Derecho in

nacional slo reconoce claramente tal dere

en el mar terr itorial y la zona contigua, no a

la plataorma continental a pesar de una pr

ca creciente al respecto. Debe mantenerse e

tado actual de nuestra legislacin a expensa

la prctica subsiguiente del resto de Estado

g) Que, a pesar de lo dicho en el prrao (c

artculo 1.1, cabra proteger algunas inst

ciones distintas de los cables y tuberas coloca

en el fondo del mar y todava en uso, como

tas artes de pesca de nuestro litoral que sig

en uso a pesar de estar bajo el agua ms

100 aos.

Curso para la Guardia Civil sobre Proteccin del PatrimArqueolgico Subacutico (Archivo CA


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Finalmente, debe incluirse una reerencia precisa a

la posicin jurdica de Espaa en relacin con sus

buques y aeronaves de Estado, en lnea con lo recien-

temente declarado ante la Comunidad internacionaly los tribunales extranjeros ante los que Espaa ha

presentado diversas reclamaciones sobre su propio

Patrimonio Cultural Subacutico. Esta posicinsu-

pone que Espaa conserva intactos e indeinidamen-

te todos los derechos sobre sus buques y aeronaves

de Estado hundidos, de conormidad con las reglas

del derecho internacional, indistintamente del lugar

donde se hallen e indistintamente del tiempo trans-

currido desde su hundimiento. Los derechos sobre

tales buques y aeronaves pueden ser nicamente

transmitidos o abandonados por un acto expreso de

derecho pblico segn la legislacin espaola.

4.3.2 El problema derivado de las

actividades ortuitas

El artculo 5 de la Convencin UNESCO establece

como principio general que

[c]ada Estado Parte emplear los medios ms

viables de que disponga para evitar o atenuar

cualquier posible repercusin negativa de activi-dades bajo su jurisdiccin que aecten de manera

ortuita al patrimonio cultural subacutico.

Este artculo supone una obligacin genrica de

comportamiento a cargo de Espaa que irradia

toda la actividad que bajo su jurisdiccin o control

se desarrolle. Entre otra legislacin necesariamente

aectada (estatal y, en su caso, autonmica), y en

mayor o menor intensidad, cabe destacar la relat iva

al patrimonio y los museos, a los archivos del Es-

tado y de las Comunidades Autnomas, el mbito

penal y de contrabando, la legislacin comercial y

aduanera, la de deensa y seguridad, la regulacin

de la pesca, el buceo y las actividades deportivas,

la investigacin cientica marina, la poltica edu-

cativa y cientica, la normativa sobre puertos y la

navegacin, la regulacin de las obras pblicas y el

urbanismo, la normativa sobre medio ambiente, la

legislacin de hidrocarburos y energa, la de turis-

mo, la de sanidad, higiene en el trabajo y asisten-

cia social, el hallazgo y el tesoro, la de propiedadintelectual o la luvial y de aguas interiores, entre

otras muchas.

Ello implica una reorma legislativa importante, que

se estima debe acometerse con ocasin de la im-

plementacin general de la Convencin UNESCO

de 2001 a la legislacin espaola sobre la materia.

Debe tenerse en cuenta, por ejemplo, que desde la

concesin de una autorizacin de obra pblica, pa-

sando por el uso de determinadas artes de pesca,

por el tendido de un cable submarino, por el per-

miso de buceo en ciertas zonas o por la aprobacin

de un proyecto de investigacin cientica marina,

todas ellas actividades lcitas y previstas en nuestro

ordenamiento, el Patrimonio Cultural Subacutico

puede verse atalmente aectado. En todas aquellas

actividades en el medio marino en los que habitual-

mente nuestra legislacin exige un previo estudio

de impacto ambiental se olvida la necesidad de in-

cluir asimismo, de manera individualizada, la eva-

luacin del impacto arqueolgico. Ello se debe engran medida a que sta suele incluirse en aqul. Sin

embargo, el inorme de impacto cultural llevado

a cabo siempre bajo la supervisin de las adminis-

traciones pblicas debe tener siempre un carcter

previo, preceptivo, y vinculante para las mismas,

realizndose de orma independiente respecto del

inorme sobre impacto natural.

A ello hay que aadir que el Anexo de la Conven-

cin indica de orman muy detallada una serie de

protocolos generales que deben regir la conserva-

cin de este patrimonio y las actividades dirigidas

al mismo, as como la coniguracin del plan del

proyecto, objetivos, metodologa, inanciacin,

etc. de la actividad arqueolgica subacutica, y

la elaboracin de los inormes de la actuacin, su

archivo y diusin. Es pues un documento base


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Proteccin jurdica de yacimientos arqueolgicos subacuticos de Andaluca (Archivo CAS).

8/7/2019 VVAA. Libro V

Documents

VVAA. Libro Verde 2010