VAYIKRA/ Y EL LLAMO - Sheepfold Gleaningssheepfoldgleanings.com/esp/15_VAYIKRA.pdf · puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Ezequiel 44:10-16

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VAYIKRA/ Y EL LLAMO

Levíticos 1:1- 6:7 Isaías 43: 21- 44:23

Hebreos 10:1-18 Romanos 8: 1-13

Introducción

El libro de Levíticos es un paréntesis en la narración entre los libros de Exodo y Números. Esto es, porque Exodo nos enseña cómo construir el Tabernáculo, el cual es solamente llevado a cabo por el sacerdocio, ya que la enseñanza acerca del sacerdocio tenía que seguir antes que la narración pudiera continuar. Pedro cita Exodo/Shemot 19:5-6 en 2 de Pedro 2:9, diciendo que los creyentes somos un real sacerdocio y una nación santa. Levíticos es la base para esta enseñanza acerca del sacerdocio; por tanto, es imperativo para los estudiantes poder estudiarlo. Este es nuestro libro. Los creyentes se llaman igualmente, la Novia de Yeshua (Apocalipsis 21:9-10). Pedro está diciendo que la Novia de Yeshua es el real sacerdocio. El Libro del Exodo es donde se le enseña a la Novia de Jesús/Yeshua acerca del real sacerdocio, y el libro de Levíticos revela cómo la Novia camina en este rol. Las preparaciones de la boda de la Novia se encuentran en el libro de Levíticos, juntamente con el poder del Espíritu Santo. Los sacerdotes son los maestros y los guardianes del tabernáculo, el lugar de la morada de Dios. En el libro de Exodo, Moisés realmente vio el tabernáculo celestial, y se le ordenó que lo reprodujera exactamente tal como le había sido mostrado en el Monte Sinaí. La razón por la cual el tabernáculo debía ser a la imagen exacta, fue para que el cielo fuera activado en la tierra. Yeshua enseñó a los creyentes cómo orar: “Venga Tu reino a la tierra tal como es en el cielo”.

El diseño exacto del tabernáculo (Su Reino), es que Yeshua enseñó a los creyentes a orar todos los días. “Danos el pan nuestro de cada día”, era parte igualmente de esta oración diaria. Es así, que los creyentes puedan ver al mundo para comprender el diseño, de manera que puedan conocerlo y caminar a su imagen exacta diariamente. Pablo enseñó a los creyentes que no había otra imagen o diseño al cual debían seguir los creyentes.

1 de Corintios 3:10-11 “Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima. Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo/Yeshua Ha Mashiach.

El tabernáculo es una figura o imagen de Yeshua y de Su carácter. Es por eso que los creyentes caminamos a Su Imagen. Su voluntad/Su pacto será cumplido sobre la tierra. Cuando la imagen de nuestros corazones se asemeja a la imagen del tabernáculo en los cielos, la gloria de Dios/Yahweh llena el tabernáculo – nuestro corazón (Exodo 40:33-36). Para caminar en la


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autoridad de Yeshua se necesita que los creyentes caminen en esta imagen. Toda esta preparación del sacerdocio se enseña en Exodo, y luego, el rol actual del sacerdocio es enseñado en Levíticos.

El tabernáculo no fue para las naciones sino para los creyentes. Sin embargo, todos son bienvenidos. El único camino al tabernáculo es a través de la persona de Jesucristo/Yeshua Ha

Mashiach (Exodo 19:5-6; 1 de Pedro 2:9). La corte externa que rodeaba el tabernáculo, juntamente con todo su mobiliario y actividades fueron colocados de tal manera, para enseñar al creyente a caminar en Su Reino. Así como la Novia es comparada al Sumo Sacerdote en las Escrituras, sus pensamientos, actitudes, hablar y andar no pueden ser comunes o carnales (mundanas) en naturaleza, sino que tienen que reflejar a Yeshua y a Su Reino. Es aquí en la corte externa/atrios, donde ella aprende a hablar, actuar y caminar, mientras Su Rey/Novio mientras la conduce a las cámaras del tabernáculo para morar con El. Todo en Yeshua ha sido dado por elección propia. Yeshua redimió a Su pueblo para darles la oportunidad de venir a Su lugar de morada. Cuando Yeshua se ofreció a Sí Mismo en pago por el pecado y las ofrendas de culpa, no quedó ningún otro impedimento en contra de la Novia. El día de hoy, todos los creyentes tienen acceso a Su Reino. Hasta este punto, las doce tribus podían entrar a la corte externa/los atrios, el área que rodea el tabernáculo, y solamente bajo la ayuda de un levita. Como plebeyos, ellos no podían pasar el altar de bronce o entrar al tabernáculo o al Lugar Santísimo. Esto estaba reservado únicamente para el sacerdocio o para el Sumo Sacerdote. Solo aquellos que ministraban al Rey/Yeshua podían entrar al tabernáculo/mishkan. La figura del tabernáculo da a conocer el estilo de vida del Novio para la Novia, comenzando con las instrucciones de la corte externa/atrios del tabernáculo/mishkan. Estas instrucciones revelan la naturaleza y travesía de la Novia, desde una posición en la corte externa/atrios (fuera del tabernáculo) a las cámaras internas de Su Casa para ella.

Ezequiel 43:10-12 “Y tú, hijo de hombre, describe el templo a la Casa de Israel, para que se avergüencen de sus iniquidades y tomen las medidas de su plano. Y si se avergüenzan de todo lo que han hecho, enséñales el diseño del templo, su estructura, sus salidas, sus entradas, todos sus diseños, todos sus estatutos y todas sus leyes. Y escribe esto ante sus ojos para que guarden todas sus leyes y todos sus estatutos y los cumplan. Esta es la ley del templo: todo su territorio sobre la cumbre del monte por todo alrededor será santísimo. He aquí la ley (la instrucción) del templo”.

Entender las instrucciones acerca del tabernáculo es un factor crítico de madurez en el caminar del creyente, ya que el tabernáculo/Su Reino es un asunto de santidad. Si los creyentes pierden este detalle vital, su caminar puede perder el cumplimiento de su herencia, tal como lo ha prometido Su Palabra. Se nos ha dado el mismo regalo del Evangelio que se les dio a los israelitas en el Monte Sinaí. Lamentablemente, solo unos cuantos eligen caminar por la senda angosta de santidad. No todo Israel es Israel. En otras palabras, no todos los creyentes eligen entrar (2 de Samuel 6; Mateo 22:14; Romanos 9:6-13; Gálatas 3:8).

Mateo 22:14 “Porque muchos son los llamados, pero poco (‘son’ no está en el original) los escogidos (elegidos)”.


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Mateo 7:13-14 “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.

Ezequiel 44:10-16 “Y los levitas que se alejaron de mí cuando Israel se descarriaba, que

se alejaron de Mí tras sus ídolos, llevarán el castigo por su iniquidad. Serán servidores en Mi santuario, encargados de las puertas del templo y servidores en el templo; ofrecerán el holocausto y el sacrificio para el pueblo, y estarán delante de ellos para servirles. Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron tropezadero de iniquidad para la Casa de Israel, por tanto he jurado contra ellos, declara Yahweh Elohim, que llevarán el castigo por su iniquidad. No se acercarán a Mí para servirme de sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, ni a las cosas santísimas, sino que cargarán su ignominia y las abominaciones que han cometido. Los pondré como guardas de las ordenanzas del templo, de todo su servicio y de todo lo que se ha de hacer en él. Pero los sacerdotes levitas, hijos de Sadoc, que se ocupaban de guardar Mi santuario cuando los Hijos de Israel se alejaron de mí, se acercarán a mí para servirme, y estarán delante de mí para ofrecerme la grosura y la sangre declara el Yahweh-Elohim. Ellos entrarán en Mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme y guardar Mis ordenanzas”.

Esta Escritura de Ezequiel es profética y habla acerca del futuro, por tanto, el día de hoy es aún aplicable a nuestras vidas. En el libro del Exodo Yahweh libertó a Su Novia y la llevó al Monte Sinaí. Aquí, El se comprometió formalmente, dándole a ella Su constitución/pacto de matrimonio, llamado el

Evangelio. El Evangelio contenía las instrucciones de cómo construir el tabernáculo terrenal/mishkan, una representación de la morada celestial de Yahweh, y sombra del tabernáculo preparado de antemano para Su Novia. Es aquí, en estas enseñanzas, que los israelitas fueron enseñados cómo separarse del reino de la impureza, primeramente de manera física, en sus pensamientos, actitudes, comportamientos y estilos de vidas. Las vestimentas sacerdotales describen así mismo la armadura de Yahweh. Estas son las vestiduras de bodas de Su Novia. Al seguir estas instrucciones, Yahweh separó a Su pueblo de su enemigo y los sacó de cautividad, preparándolo completamente como Su Novia, lista para poder entrar. (Hebreos 8:1-2; Efesios 6:10-20; Gálatas 3:8) En el tercer libro de Moisés, Levíticos/Vayikra, Yahweh instruye a aquellos que entran a Su Pacto/constitución, la manera cómo caminar en el estilo de vida de Su Reino, usando las cámaras internas del tabernáculo/mishkan, como testimonio para el nacimiento de un real sacerdocio y de una nación santa. Tal como fue mencionado anteriormente, solo a los sacerdotes se les permitía entrar al tabernáculo/mishkan; por tanto, es muy importante que los creyentes comprendan las funciones del tabernáculo/templo. Aprender a caminar en las cortes de Yeshua trae corrección y vida abundante, que eleva a la persona de una vida común, a una vida en las cortes reales de Su Reino. El libro de Levíticos es donde la Novia gana sabiduría y entendimiento del Rey a través de Su Vida en el Espíritu. Este conocimiento provee aceite para la lámpara de la Novia. (Exodo 19:5-6; 1 de Pedro 2:9; Ezequiel 43:10-12). El Libro de Levíticos contiene el fundamento sobre la cual está establecida la tierra. Es aquí donde los creyentes aprenden de Su sabiduría, conocimiento y entendimiento de los 613 principios morales - llamados mandamientos, que mantienen a todo el universo y a toda la creación en su lugar. Sin estas enseñanzas la vida dejaría de existir. Con estos principios se le da


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la oportunidad al creyente de preparar su corazón y vivir una vida adecuada para la llegada del Rey. Estas direcciones para el tabernáculo/mishkan de Yeshua y Su Reino (celestial y terrenal) están todavía en vigencia el día de hoy, y Su retorno es pronto (Hebreos 8:2). Recapitulación: El segundo libro de Moisés Exodo le da a la Novia el diseño del tabernáculo/ mishkan, comenzando con el anteproyecto, la recolección de todos los materiales, el proceso de construcción y la estructura finalizada; de manera que el Constructor (Yeshua) le pueda decir a la Novia, ¡Ahora te puedes mudar! El tercer Libro de Moisés, Levíticos es una mirada profética detallada de cómo entrar al Reino de Yeshua (al tabernáculo) y vivir en la Cámara Nupcial (el Lugar Santísimo), para tener vida eterna.

Mateo 7:24-27 “Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la roca, y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción”.

Isaías 66:1 “Así dice Yahweh: El cielo es Mi Trono y la tierra el estrado de Mis pies. ¿Dónde, pues, está la casa que podríais edificarme? ¿Dónde está el lugar de Mi reposo?”

Dentro de las instrucciones de amor de Yahweh están contenidos Sus principios inmutables establecidos para Sus tiempos señalados. El Mismo predestinó y los diseñó antes de la creación, para darle a los creyentes el máximo de vida con El en Su Casa/Su Reino. Seguir estas instrucciones trae bendiciones ilimitadas y vida abundante con El. Hay áreas en el tabernáculo/ mishkan que son de uso común (los atrios) y áreas que son santas (el Lugar Santo y el Lugar Santísimo), y ambas conducen a un estilo de vida redimida, si caminamos de la manera correcta. El Libro de Levíticos está escrito de tal manera, para enseñar paso a paso a los creyentes cómo desarrollar este estilo de vida. Levíticos está dirigido al sacerdocio, ya que ellos son los guardadores de la morada de Yahweh, de parte de las doce tribus de Israel y las naciones.

El Sacerdocio – El Primogénito Originalmente, el Sacerdocio era a través del primogénito. El es el hijo del Rey y heredero de Su Reino. Adán fue el hijo primogénito, de la misma manera lo fue Noé. Ellos representaban al Rey y actuaron de parte de El en Su Reino sobre la tierra.

Éxodo 13:2 “Conságrame todo primogénito, el primer nacido de toda matriz entre los hijos de Israel, tanto de hombre como de animal; me pertenece”.

Éxodo 4:23 “Israel es Mi hijo, Mi primogénito”.

El primogénito de estas tribus se convirtió en el sacerdocio de Yahweh. Sin embargo, muchos de los hijos de Israel adulteraron al adorar el becerro de oro en el Monte Sinaí, separándose así de su estado de primogénito por un tiempo, hasta el tiempo del Mesías. Yahweh levantó a una tribu en el Monte Sinaí, a los Levitas, para servirle delante de El como un sacerdocio perpetuo. Cuando Yeshua cumplió el sacrificio por nuestro pecado, El redimió al primogénito en El.


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Números 3:12-13 “Yo Mismo he tomado de los Levitas de entre los Hijos de Israel en lugar de todo primogénito que abre matriz entre los hijos de Israel. Por tanto, los Levitas pues serán Míos, pues todos los primogénitos son Míos. Porque mío es todo primogénito;

el día en que herí a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, consagré para mí a

todos los primogénitos en Israel, desde el hombre hasta el animal. Míos serán; Yo Soy

Yahweh”.

Actualmente el primogénito - los Hijos de Israel - ha sido redimido y restaurado a través de la muerte, entierro y resurrección de Yeshua, el Mesías. El diseño y las enseñanzas que se nos da en Levíticos son vitales para la restauración del sacerdocio. De acuerdo a las Escrituras, este sacerdocio operará en el Orden de Melquisedec una representación del Reino Celestial de Yahweh sobre la tierra. (Exodo 19:5-6; 1 Pedro 2:9; Apocalipsis 1:6; 5:10).

Exodo 19:5-6 “Ahora pues, si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; y vosotros seréis para mí un reino y una nación santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”.

Pedro se refería a esta cita de Exodo, sabiendo que él estaba hablando al sacerdocio (el elegido) en el Orden de Melquisedec, a las doce tribus de Israel.

1 de Pedro 2:9 “Ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo

adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de Aquél que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (Exodo 19:5-6; 1 de Pedro 2:9).

Apocalipsis 1:5-6, 5:9-10 “Y de Jesucristo/Yeshua Ha Mashiach, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, el Soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con Su sangre, e hizo de nosotros un reino y sacerdotes para su Dios y Padre, a El sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén. Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra. (NAS)

Estableciendo el Orden del Reino en nuestras Vidas

El Pacto Abrahamico establece la identidad del creyente como Israel. Esto es donde ellos reciben el regalo de la salvación, el cual contiene su redención. El Pacto Mosaico, las palabras dadas a Moisés en el Monte Sinaí es el manual del creyente, que describe la manera cómo caminar en su redención (el Pacto Abrahamico). El Libro de Levíticos es una parte del Pacto Mosaico, y es el manual de instrucción del creyente, de cómo vivir en el tabernáculo/Reino con Yahweh. Sin Levíticos (nuestro libro de instrucción), los creyentes no sabrían cómo vivir en la Cámara Nupcial, ya que éste es el manual de vida, llamado el Evangelio. Obedecer las instrucciones/ principios de Yahweh se encuentra en el reino de la vida, el cual conduce a abundantes bendiciones. Hacer lo que El nos pide que hagamos, se llama fe (santidad) (Hebreos 11). Su palabra contiene Su amor, Su voluntad y Su propósito para nuestras vidas (Juan 13:34-15:17).

Juan 5:46-47 (Yeshua dijo), “Porque si creyerais a Moisés, me creerías a Mí; porque de Mí escribió él. Pero si no creéis sus escritos (Pacto Mosaico), cómo creeréis Mis Palabras?


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Juan 14:15 (Yeshua dijo), “Si me amáis, guardad Mis Mandamientos (el Pacto

Mosaico)”.

Juan 14:21 “El que tiene Mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y Yo lo amaré y me manifestaré a él”.

Elige la Vida

Si los creyentes eligen no seguir las instrucciones de Yahweh para vida, incurrirán en la insensatez de sus elecciones, abriendo puertas a los ámbitos que llevan a la muerte. La elección es nuestra. A través de la historia, algunos han enseñado las instrucciones de amor de Yahweh, de una manera que han llevado al hombre al legalismo sobre Su pueblo. Vivir bajo esclavitud a la letra de la ley que trae muerte (Mateo 23:4). Los padres de la iglesia primitiva, tal como Marcio, comenzaron a enseñar el principio de dos deidades, declarando que Dios y el Antiguo Testamento (la Torah) no eran más válidos, ya que ahora la Iglesia estaba bajo el Nuevo Pacto de la Gracia en Yeshua. Ellos tradujeron la palabra Torah, bajo un término genérico griego, llamado nomos (ley). Al hacerlo, mezclaron la ley de la vida (la Torah), y la ley del pecado y de la muerte

con las leyes religiosas de los hombres, entremezclándolas toda en una sola palabra – nomos.

Esto fue muy difícil para que los creyentes pudieran discernir a qué ‘ley’ se estaban refiriendo los versículos de la biblia. De esa manera, las instrucciones de amor de Yahweh comenzaron a tomar un papel desfavorable entre los creyentes del Nuevo Testamento. Marcio enseñó que cualquier cosa que tenga que ver con la Ley de Dios del Antiguo Testamento era malo, y que la ley de Jesús en el Nuevo Testamento era como una ley ‘nueva’ y era buena. Pero en Romanos 3:31, Pablo dijo,

Romanos 3:31 “Anulamos la ley (la Torah) por medio de la fe? De ningún modo. Al

contrario, confirmamos la ley (la Torah – la enseñanza e instrucción de amor de

Yahweh)”.

Mateo 23:23 Yeshua dijo, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Que pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de

más peso de la ley (la Torah): (los cuales son) la justicia, la misericordia y la fidelidad”.

Al estar separado de las enseñanzas e instrucciones de Yahweh por generaciones, el pueblo comenzó a ver la Torah como cosa extraña, pero Yahweh dijo, que El nos traería de retorno a Sus enseñanzas e instrucciones de amor, y los restauraría en los últimos días (Oseas 8:12; Amos 8:11-13; Jeremías 31:31-34; Hebreos 8:8-12) (Strong’s #H8451 Hebreo para Torah. #G3551 en el Griego para nomos. (para mayor información sobre la palabra nomos, ver Devarim/Palabras: Deuteronomio 1 www.sheepfoldgleanings

¿Gracia o Redención?

Yeshua no le dijo a Su pueblo que se detuvieran en la cruz - en la gracia y el perdón. El milagro del andar de Yeshua sobre la tierra estaba en mostrar, que no solamente el pecador había sido perdonado de su pecado de deshonra, sino que ellos eran un pueblo redimido. Esto es de suma importancia, ya que actualmente pocos enseñan la redención/cómo caminar en un estilo de vida

redimido. Dar este entendimiento es lo que conduce a miles a Yeshua y no a los fariseos.


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Juan 6:68 “Pero Simón Pedro le respondió, Señor, a quién iré? Tú tienes palabras de vida eterna”.

Los creyentes han sido enseñados que Yeshua perdonó sus pecados en la cruz, pero, ¿que sucede si los creyentes pecan después de la experiencia de haber nacido de nuevo? En la cruz, Yeshua convino el perdón por todos los pecados pasados, presentes y futuros, pero eso no quiere decir, que si el creyente peca después de la cruz, ¿no han obedecido Sus instrucciones dadas hace

mucho tiempo en el Monte Sinaí? En Levíticos, los creyentes son enseñados acerca de lo que es el pecado, y cómo caminar en su santificación y redención, siguiendo las instrucciones prescritas para su restauración. Si no, ese ‘nuevo pecado’ se activará en contra de ellos, y los separará de su relación con Yeshua. Esta oferta del perdón ha sido gentilmente adecuada para los creyentes, a través de la muerte de Yeshua. A través del libro de Levíticos, los creyentes aprenden a reconocer su pecado delante de El, toman responsabilidad de éste a través del arrepentimiento, y aplican la acción debida para eso, apartándose completamente de repetir el mismo pecado una y otra vez. Los creyentes saben que su caminar es más que una buena emoción de sentimientos. El amor, si es aplicado a la manera cómo Yeshua nos enseñó, la gracia de Dios es la que causa un cambio de vida en el comportamiento de la vida de las personas. Lo que falta en el cuerpo de los creyentes no es un sistema de creencia, sino cómo caminar en nuestra redención.

En Lucas 19, Yeshua cenó con Saqueo y sus amigos. Ellos eran pecadores y permanecían en su pecado, ya que otros no habían tenido el cuidado especial de explicarles lo que significaba el pecado, y lo que ellos deberían hacer acerca de esto. Aún los fariseos permanecían fuera. Yeshua se tomó el tiempo de sentarse entre Saqueo y aquellos como ellos, describiéndoles acerca de la deshonra, de tal manera que no los hizo sentir incómodos o culpables, sino que los animó a tomar responsabilidad por su propio pecado. Yeshua les habría dado a las personas los principios de lo que era el pecado y la gracia para aprender cómo limpiarse de su pecado. Esto es lo que hizo la diferencia, y produjo milagros que cambiaron la vida de las personas. Los principios que Yeshua enseñó venían del Pacto Mosaico, que se encontraban en el libro de Levíticos. Ninguna persona en la cena de Saqueo había escuchado esto anteriormente. Yeshua les compartió acerca del alimento espiritual para la salvación de sus almas, y luego les compartió cómo tener vida eterna, eligiendo no pecar más (circuncidando el pecado de sus corazones). La redención no se trata de dejar a las personas en lo que es el perdón. Se trata de lavar el cuerpo de la culpa y del pecado (Efesios 25:26). Sin una aplicación redentora, la gracia y el perdón no tienen poder y se desinflan. Después que Yeshua sanaba a las personas, de tiempo en vez les decía nuevamente, ‘no peques más’. El podía decir esto solo si ellos habían sido enseñados lo que era el pecado y cómo lidiar con él. Esto le da a las personas el entendimiento y la disciplina propia a través del poder del Espíritu Santo para apartarse del pecado y no volver a ello nunca más. Si no hay una explicación de lo que es pecado, y cómo uno debe tomar la responsabilidad de limpiarse, entonces no hay un Mensaje del Evangelio (no hay gracia). Esto es ser religioso – tener una forma piadosa pero que niega su poder (2 de Timoteo 3:2-5). Yeshua enseñó a los creyentes a limpiarse de su pecado, y que lo dejen. Yeshua le estaba enseñando a Moisés (Levíticos), del cual los creyentes aprenden la importancia del Evangelio/el Mensaje de la

Redención, que lleva a la vida eterna. Esta es la meta de nuestra fe/salvación (Miqueas 6:8). Nadie puede venir a la presencia del Señor/Yahweh en un estado pecaminoso. Aunque tratemos, no funciona de esa manera.


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¿Qué es el pecado y cómo se aplica la santificación? Esto es lo que el creyente necesita cuestionarse. Necesitamos movernos de la cruz y dar al pecador algo con que trabajar, de manera que pueda comprender cómo limpiarse a sí mismo. Es por eso que el día de hoy el libro de Levíticos es sumamente crucial para los creyentes. Cuando Yeshua se encontró con Saqueo y sus amigos en aquél entonces, el primer mensaje fue acerca del pecado. El fue muy claro, enseñándoles en amor y dándoles las herramientas correctas para ayudarles a hacer restitución. De esto se trata el mensaje del Evangelio; de lo contrario estaríamos practicando un gracia falsa (una forma de religión/piedad, pero que niega su poder (2 de Timoteo 3:2-5). Yeshua, en la cena con los pecadores, no solamente les dio el principio del pecado de deshonra, sino que les añadió dirección, que si ellos la seguían, traería un cambio en las vidas de las personas, llamada vida

eterna. La vida eterna es la meta de un pueblo redimido, que camina en un estilo de vida redimido. La idea de que uno podía ser responsable por sus pecados fue algo revolucionario en los días de

Yeshua. Nadie había enseñado esto anteriormente. Literalmente Yeshua puso en las manos del pueblo la oportunidad de elegir la vida o elegir la muerte. Desde la fundación del mundo, Yeshua hizo el camino por nosotros, mediante el derramamiento de Su sangre, la ofrenda por nuestro pecado. Luego nos revistió con el poder de Su Espíritu para vencer la tentación (Apocalipsis 13:8). Después de la cruz, depende de las personas ser responsables por su propio

pecado, ya que se les ha dado el poder y la autoridad para resistir firmemente la tentación y el

pecado, obedeciendo a Su Palabra. Obedecer la instrucción (direcciones) traerá su libertad del lazo del pecado y entrar en la vida eterna. Al conocer esto Saqueo y las personas que estaban con él les dio gusto poder arrepentirse, ya que podemos verlo en su reacción. Aquí estaba un recolector de impuestos deshonesto. Cuando el entendió los principios de vida hablados en el Monte Sinaí a través de Moisés, y que el había pecado en contra de Dios y en contra de su prójimo, el quería saber si podía hacer algo al respecto; el gustosamente se arrepintió. Tomó la responsabilidad por sus pecados e hizo

restitución, pagando de retorno cuatro veces la cantidad, más un quinto por lo que el había robado mediante ganancia deshonesta. Saqueo tuvo una transformación de corazón, y a través de la gracia que le había sido mostrada su mundo cambió (Lucas 19:8). Lamentablemente, hoy en día no vemos muchas personas llorando o arrepintiéndose por su pecado, ya que muchos conocen lo que es el pecado, de acuerdo al libro de Levíticos. Tenemos la impresión que muchos esperan que la iglesia adopte y soporte su estilo de vida de pecado, a lo que se le conoce como tolerancia, diversidad, mente abierta, progreso, socialmente correcto y

semejanza o igualdad. ¿Cuán lejos está extendida la gracia, antes que al pecado se le llame pecado? El pueblo está buscando respuestas. ¿Qué es el pecado, y cómo nos hacemos responsables por

hacer lo correcto delante de Dios? Este es todo el mensaje del Evangelio de la gracia, del amor y del perdón que está escrito en la Torah, que guía a la vida eterna (Mateo 23:23). ¿Hemos olvidado o hemos diluido el mensaje del Evangelio tal como Yeshua lo citó a las siete iglesias de creyentes en el Libro de Apocalipsis? ¿Dónde está nuestro coraje para platicar con las personas a la manera de Yeshua, acerca de cómo les comunicaba acerca del pecado, para que la gente quiera reaccionar a la manera que lo hizo Saqueo? Muy a menudo nos preocupamos por nuestra imagen, o de ofender al pecador. A menudo los creyentes usan una cantidad exorbitante de gracia, lo cual pareciera detiene al pecador de arrepentirse y de tomar responsabilidad por su


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pecado. Mi esperanza y mi oración es que no usemos el amor carnal, sino realmente ‘amar’ a las personas de la manera que Yeshua los amó. Esto es lo que Yeshua dijo acerca de Su amor,

Juan 14:21 “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Y el

que me ama será amado por Mi Padre, y Yo lo amaré y me manifestaré a él”.

El Libro de Levíticos - Vayikra

Yeshua nos reveló los principios de Su Reino y cómo tener vida eterna a través del uso de figuras proféticas. Una de estas figuras es el tabernáculo. El tabernáculo anuncia la encarnación de la Torah Viviente, y revela la vida de Yeshua y el amor hacia Su pueblo. Es también donde nosotros encontramos la Vida en el Espíritu. Con esta figura en mente, entramos al Libro de Levíticos. El libro de Levíticos se abre con las cinco ofrendas llamadas korban en hebreo, que significa acercarse a Yahweh. Las ofrendas son: la ofrenda elevada/encendida, la ofrenda de alimento/ ofrenda de grano, la ofrenda de comunión/paz, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa.

Las Cinco Ofrendas – Korban Levíticos 1

¿Quiénes traían estas ofrendas? Los sabios dicen que la “efectividad de las ofrendas dependía

del alto carácter moral y espiritual de aquellos que vivían mediante la disciplina de Su Palabra

- la Torah”. El propósito de las ofrendas era llevar el estado inmundo del alma a un estado de pureza, y llevar a un pueblo redimido a un estilo de vida santo. Si examinamos las razones detrás de cada tipo de sacrificio no podemos dejar de notar que el servicio de sacrificios significaba claramente, que eran para servir a Yahweh junto a la corte externa del tabernáculo/mishkan. Las ofrendas eran para preparar al pueblo para encontrarse con El en el Santo Lugar.

Ofrenda Encendida: El Olah La Ofrenda Voluntaria

Levíticos 1:1-17

En hebreo, la ofrenda ascendente se le llama olah, que significa: provocar que la ofrenda ascienda a Yahweh como llama, humo ascendente al ser quemada. En griego, olah es holocausto, que concuerda su significado como ser completamente quemado. La ofrenda elevada se le llama igualmente ofrenda quemada. El olah es llevado en primer lugar como remisión de los pensamientos impuros y deshonestos. Estos pensamientos impuros pueden influir el cuerpo; aunque tienden a expandirse de manera emocional y/o física. Es por eso, que Yahweh designó el olah como una ofrenda voluntaria en el tabernáculo. La otra razón del olah es por haber fallado en llevar a cabo la instrucción requerida de Yahweh.

Romanos 7:23 “Pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.”

Esta primera ofrenda promueve al corazón y a la mente a ayudar a mantenerlos limpios, preservando así el tabernáculo. El olah era traído producto de un corazón generoso, de la misma manera que las ofrendas de material para el tabernáculo. “Tomad de entre vosotros una ofrenda


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para Yahweh; todo aquel que sea de corazón generoso, tráigala como ofrenda para Yahweh”. El olah no podía ser llevado con un corazón duro o bajo presión. Las ofrendas con condiciones no eran aceptables para Yahweh (Exodo 35:5, 21; Isaías 1:11-20). La ofrenda que la persona llevaría a la entrada del Tabernáculo de Reunión, sería de acuerdo a su estado financiero, un becerro macho, una cabra u oveja, una tórtola o palomino. Allí pondría sus manos sobre la cabeza del animal. Al hacerlo, el hombre que ofrecía la ofrenda olah podía transferir sus pecados al animal, y el animal moriría en su lugar, para ser expiación por su deshonra. Es interesante notar, que la mano era colocada sobre la cabeza del animal, ya que la mente es donde se encuentra el alma del hombre, y en la otra mano colocaría un cuchillo en el cuello del animal, cortando la arteria principal de la sangre que le daba la vida a ese animal. El hombre observaría luego que la vida de aquél animal se extinguía y moría delante de él. Si era un macho del rebaño, el sacerdote tomaría la sangre en una vasija y rociaría por todos los cuatro lados del altar de bronce, pero si era oveja o cabra, su sangre sería rociada al lado norte del altar. Las ofrendas olah de animales solo podían cubrir el pecado, mas no llevárselo para siempre. Hoy en día, es solamente a través de la sangre sin pecado de Yeshua, ofrecida por nosotros como olah, rociada en el altar en el tabernáculo celestial la que nos limpia. La sangre de Yeshua no solamente cubrió nuestro pecado sino que también se los llevó de una vez y para siempre. Ahora depende de los creyentes guardar sus corazones limpios delante de El (1 de Corintios 3:16).

Hebreos 7:27, 9:12 “Que no tiene (Yeshua) necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a Sí Mismo. Y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez y para siempre, habiendo obtenido redención eterna”.

Los Israelitas tenían la orden de colocar siempre dos troncos sobre el altar de bronce, tanto en la mañana como en la noche. El fuego representa la Palabra de Yahweh, ya que el altar es el que limpia el pecado junto a la ofrenda. Los animales representan a las personas en la Escritura. Su Palabra es fuego consumidor, caracterizado por las dos piezas de madera sobre el fuego, el cual simboliza el rollo de la Torah. Nuestro pecado es redimido y quitado mediante el sacrificio de Yeshua. Guardar y obedecer Su Palabra de día y de noche nos refina por el fuego. Los dos troncos pueden representar igualmente las Dos Casas de Israel, la Casa de Israel y la Casa de Judá, quienes son los portavoces/testigos de la Palabra de Yahweh. Si continuamos ofreciendo nuestras vidas sobre el altar, la naturaleza pecaminosa de nuestra alma se quemará, haciéndonos aptos para la vida en la Cámara Nupcial. (Hechos 10:9-29; Jeremías 23:29; Apocalipsis 6:9; Isaías 44:15-20).

Zacarías 13:9 “Y meteré la tercera parte en el fuego, los refinaré como se refina la plata, y los probaré como se prueba el oro. Invocará él Mi Nombre, y Yo le responderé; diré: "El es Mi pueblo, y él dirá: Yahweh es Mi Dios/Elohim”.

Lucas 3:16 “Juan respondió, diciendo a todos: Yo os bautizo/mikvah con agua; pero viene el que es más poderoso que yo; a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El os bautizará/mikvah con el Espíritu Santo/Ruach Ha Chodesh y fuego.”


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La ofrenda olah era lavada, pelada, cortada en piezas y colocada sobre el fuego del altar, para ser quemada completamente, causando el humo ascendente – aroma agradable para Yahweh (Levíticos 1:13-17)

¿Se aplica el Olah a los creyentes el día de hoy?

¡Por supuesto! La ofrenda ascendente es válida aún el día de hoy. Desde el momento en que los creyentes son representantes del tabernáculo, y sacerdotes ministradores delante de Yahweh, ¿cómo sería la ofrenda el día de hoy? El olah es la manera cómo los creyentes levantan a otros voluntariamente. Cuando Yahweh mora en medio de Su pueblo y ellos tienen comunión unos con otros, Yahweh mora en medio de ellos. De lo que se trata, es la manera cómo tratamos a nuestro prójimo. Cuando nos encontramos cara a cara con otras personas, ¿El carácter de quién representamos? ¿Ven ellos la presencia de Yeshua dentro de nosotros? La manera cómo tratamos a los demás revela la manera cómo nos acercamos a Yeshua. Tratar a los demás con un corazón puro es nuestra ofrenda elevada/olah delante de Yeshua.

Mateo 18:20 Yeshua dijo, “Porque donde están dos o tres reunidos en Mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos”.

Las ofrendas ascendentes vienen primeramente desde adentro, del corazón. Antes que los creyentes puedan amar y enaltecer a otros, necesitan primero amarse a sí mismos. Si ellos se respetan a sí mismos, también respetarán e inspirarán a otros a respetarse a sí mismos. La vida proviene de servir a los demás. Por ejemplo, si los creyente se encuentran enfrentando una depresión, servir a los demás, literalmente lo libertará de la muerte a la vida. Levantar e inspirar a las personas trae bendición a nuestras vidas, así como a las vidas de otros. Manipular a las personas mediante las emociones, hablando superficialmente, sarcásticamente, con dureza o con mala intención, provocará un proceso de muerte en nosotros mismos, así como en aquellos que tratamos de la misma manera. El alcanzar a las personas voluntariamente, tratándolas con amor, con respeto y estimulándolos más que a nosotros mismos - es el corazón de la ofrenda olah el día de hoy. Amar a tu prójimo como a ti mismo es obedecer los principios de Yahweh que gobiernan Su Reino. Aún si esa persona nos ha herido en el pasado, la elección de perdonar y amar incondicionalmente es aún nuestra. El Olah es el primer sacrificio voluntario en Su tabernáculo que hoy en día le da a los creyentes la opción: ¿Nos ofreceremos nosotros en primer lugar como un olah, ofrenda voluntaria Yahweh?

La Ofrenda de Cereal o Grano: El Minchah La Ofrenda Voluntaria.

Levíticos 2:1-16

La ofrenda de cereal, llamada minchah en Hebreo, era igualmente conocida como la ofrenda de grano. Esta es la presentación de un sacrificio voluntario, un regalo de gratitud delante de Yahweh. Esta era hecha de flor de harina, aceite e incienso. El minchah era un procedimiento muy laborioso, ya que la semilla era primeramente plantada en un campo preparado, cuidada hasta el tiempo de la cosecha, luego arada para remover la paja, triturada y cernida antes de ser presentada como aroma agradable delante de Yahweh. Esta ofrenda no podía ser presentada con levadura y miel.


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Leviticos 2:11 “Ninguna ofrenda de cereal que ofrezcáis a Yahweh será hecha con levadura, porque no quemaréis ninguna levadura ni ninguna miel como ofrenda encendida para Yahweh”.

El sacerdote tomaba un puñado de harina de la porción ofrecida y quemada sobre el altar. Esta pequeña porción (el diezmo) era llamada ofrenda memorial y representaba a Yeshua. El es el Pan de Vida y El es nuestra Ofrenda memorial. Lo que restaba de la ofrenda de cereal le pertenecía al sacerdocio y era llamada la porción más santa. Solamente aquellos que están consagrados pueden comer esta ofrenda.

Lucas 22:19 “Y El (Yeshua Ha Mashiach) habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio a ellos, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de Mí.”.

Habían diferentes formas que uno podía preparar el minchah. En primer lugar, la masa sin leudar podía ser horneada en el horno como una torta o un waffer. En segundo lugar, podía ser preparada sobre el fuego sobre una plancha caliente, luego partida en pedazos (representando el cuerpo de Yeshua molido por nosotros), y la tercera forma era cocinar el minchah en una sartén cubierta.

Isaías 53:5 “Mas El (el Mesías Yeshua) fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por Sus heridas hemos sido sanados.”

Solamente durante la Fiesta de Pentecostés/Shavuot la ofrenda de minchah era hecha con levadura y miel. A esto se le llamaba ofrenda de los primeros frutos. La ofrenda tenía que ser hecha con el fruto machacado del nuevo grano y tostado en fuego, juntamente con aceite e incienso. La porción del memorial era igualmente removida durante la presentación, y todos eran un simbolismo de Yeshua.

2 Corintios 9:10-11 “Y el que suministra semilla al sembrador y pan para su alimento, suplirá y multiplicará vuestra sementera y aumentará la siega de vuestra justicia; seréis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios”.

La Sal del Pacto

Levíticos 2:13 “"Además, toda ofrenda de cereal tuya sazonarás con sal, para que la sal

del pacto de tu Dios no falte de tu ofrenda de cereal; con todas tus ofrendas ofrecerás sal”.

Como hijos de Yahweh estamos unidos a El a través del Pacto de Sal (Números 18:19; 2 de Crónicas 13:5; Mateo 5:13). Las cualidades que se encuentran en la sal son las mismas cualidades que se encuentran en el carácter y actitud del sacerdocio, la Novia de Yeshua. La sal es un preservante natural que preserva y previene la descomposición y la corrupción. Es eterna, purifica, nunca cambia, es duradera y permanece por siempre. La sal es el símbolo mismo del carácter y veracidad de Yahweh – Su Fidelidad. El término Pacto de Sal es un indicativo de la naturaleza permanente de la relación de Pacto entre los Hijos de Sal y Su Creador Yahweh.


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Mateo 5:13 Yeshua dijo, “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres”.

Marcos 9:49-50 “Porque todos serán salados con fuego. La sal es buena; pero si la sal se

vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y estad en paz los unos con los otros”.

Colosenses 4:6 “Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con

sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona”. La enseñanza de la Sal nos recuerda que nunca debemos perder el sabor de Yeshua en nosotros. Los creyentes son los que preservan la Palabra de Yahweh. Si la Torah es estudiada o compartida sin el Espíritu de Vida, no hay vida en ella. Debemos adorar en Espíritu (Yeshua), y en Verdad (la Torah: Su Instrucción y Enseñanza). Las religiones del mundo en los días de Yeshua eran conocidas por ser doctrinas temporales y fluctuantes, y con un compromiso temporal del adorador a un dios particular que estaba de moda en aquellos días. El deseo de Yahweh es el ser sellado con nosotros en una relación de Pacto eterno sazonado con sal.

• La sal también simboliza hospitalidad. El pueblo de Yahweh debería ser el pueblo más hospitalario del mundo.

• La sal también sana. En el pasado, cuando uno entraba en disputa con su vecino, uno

invitaba a la persona a su casa para compartir un plato de sal. Cada uno mojaba su dedo con saliva, metía el dedo en la sal y luego comían la sal juntos. Esto era el símbolo de amistad que sanaba la contienda. Es por ello que las ofrendas que le hacemos a El son saladas, para sanar cualquier violación u ofensa inocente que hayamos hecho con Yahweh o con nuestro prójimo.

• La sal es pura, los gérmenes no pueden vivir en ella. Del mismo modo, los creyentes

tienen que ser puros. La sal purifica, y así mismo, los creyentes son llamados a ser la sal de la tierra (Mateo 5:13). Ellos purifican al mundo, no aceptando falsas filosofías, maneras deshonestas de hacer negocios, deseos egoístas, etc.

• La sal se añade para darle sabor, y la satisfacción de la comida representa cómo los

creyentes deben añadir interés espiritual, esperanza y pasión por la vida de otras personas. La sal produce sed. El creyente debería producir sed espiritual en aquellos que lo rodean.

• La falta de sal en la dieta conduce a una baja de energía. Un mes sin sal podría conducir a

la persona a una muerte de agonía lenta. ¡Considera pues la analogía (espiritual)¡ El sodio regula el pasaje de los nutrientes dentro de las células. Sin ella los nutrientes no pueden entrar en las células y se produce una malnutrición y un estado exhausto en la persona, sin importar cuan buena sea la dieta. Sin Yahweh estaríamos espiritualmente con hambre y moralmente exhaustos.

• La sal es Vida! Una de las mejores maneras de mantener la salud es abastecerla con los

elementos orgánicos naturales que contienen la sal verdadera del mar o la sal del

Himalaya, no así los sustitutos sintéticos. Sin sal se agotan los electrolitos, y sin


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electrolitos nuestras baterías se apagan. Solamente una pequeña cantidad diaria se necesitan para recargar las células y dar energía a la mente y al cuerpo.

• Baños de Sal: Los poderes de sanidad antisépticos e higiénicos de la sal de mar son

bastante conocidos desde la antigüedad hasta los tiempos modernos. Ellos son ricos en minerales y micro elementos, y tienen propiedades terapéuticas. Las propiedades de sanidad incluyen la rehabilitación de las condiciones de la piel, el sistema inmunológico, sistema circulatorio, respiratorio y muchos más. Las personas vuelan de todos los lugares del mundo para descansar y gozar de la terapia que viene del alto contenido de sal del Mar Muerto. Existe una compañía cosmética que vende el barro y las propiedades del Mar Muerto las cuales llevan propiedades curativas.

• En las bodas hebreas el Pacto de Sal es compartido entre el novio y la novia, en respuesta

al pacto que ellos hacen entre el uno y el otro sosteniéndolos en la eternidad con Yahweh.

¿Participamos hoy en día en la Ofrenda de Cereal? Sí. El minchah es la comunión entre Yahweh y los creyentes, y representa la relación de Pacto de la Novia que tenemos con Yeshua - el Pan de Vida. Llegar al Shabbat partiendo continuamente el pan sin levadura con El, nos recuerda el compromiso de esponsales y el Pacto hecho entre nosotros. Durante el Shabbat, la gente trae sus ofrendas de comida para compartirlas con otros. Ellos tienen mucho cuidado en la preparación de ellas, puesto que es una ofrenda para Yahweh. La ofrenda de cereal siempre va acompañada de la ofrenda ascendente, como un memorial de acción de gracias a Yahweh. El propósito el día de hoy es servirnos los unos a otros y bendecir a Yahweh.

Hechos 20:7 “Y el primer día de la semana, cuando estábamos reunidos para partir el pan, Pablo les hablaba, pensando partir al día siguiente, y prolongó su discurso hasta la medianoche.

La Ofrenda de Paz/Comunión: El Shelamim

La Ofrenda Voluntaria Levíticos 3:1-17

Shelamim es una palabra hebrea que viene de shalem o shalom, que significa paz, amistad, o comunión que es ofrecida a Yahweh. Esta era traída como una ofrenda voluntaria de acción de gracias por la paz, por la amistad y por la comunión que el pueblo experimentaba con Yahweh y Su Fidelidad para cumplir Su Pacto con ellos. Era una ofrenda voluntaria de alabanza y bendición a Yahweh. Esta ofrenda era un animal (macho o hembra del rebaño o de las cabras). Las vidas de los animales eran sustituidos por las vidas de los israelitas.

¿Hemos dado nuestra Ofrenda de Comunión el día de hoy?

Si! la ofrenda de comunión / de paz aún sigue vigente el día de hoy. Esta fue la última ordenanza para las generaciones venideras. Los creyentes están llamados a congregarse para acercarse a Su Presencia. Esta es una ofrenda voluntaria de corazón donde los hermanos se juntan como uno/ echad, para adorar, alabar y ofrecer gracias a Yahweh. Quedarse fuera la asamblea/ekklesia de Yahweh en Shabbat (sin comunión) no constituye guardar la ofrenda de comunión/paz.


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¿Cómo nosotros como creyentes nos acercamos a Yahweh diariamente en Sus Shabbats o en Sus Días Festivos? ¿Qué sucede con nuestro prójimo? ¿Toleramos un espíritu contencioso, con argumentos, con disputas o asuntos sin concluir, llamados falta de perdón? ¿Venimos con motivos egoístas o envidiosos, contra nuestro prójimo? ¿Nos entretenemos con pensamientos impuros negativos o de juicio hacia otros? ¿Hemos hablado duramente o de manera descortés a familiares o amigos en nombre de la justicia? Acercarse a Yahweh con una naturaleza pecaminosa contamina todo el campamento, incluidos nosotros mismos, ya que hemos tocado el reino de maldad que lleva a la muerte. Cuando los creyentes se acercan y adoran en este espíritu, ¿Que clase de ofrenda de comunión estamos ofreciendo, y será aceptable delante de un Dios Santo? Yahweh hace que llevemos la ofrenda de comunión para probar nuestros corazones antes de acercarnos a El. Estas son consideraciones con respecto al alma. Levíticos ha sido establecido para mostrarnos como acercarnos a un Dios Santo en Su Casa, y con otros de manera santa.

Mateo 5:23-24 “Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.

Sí, pueden surgir dificultades entre hermanos. Sin embargo, cuando los creyentes dejan de lado sus diferencias, se animan unos a otros y ponen en práctica lo aprendido a través de la ofrenda de cereal y la ofrenda elevada en sus comunicaciones y en su estilo de vida, esto traerá sanidad y salud a todo el cuerpo de Yeshua. La Escritura dice específicamente, que si nuestro hermano tiene algo contra nosotros tenemos que a ir a él para reconciliarnos. Muchos creyentes hoy en día están esperando que el ofensor vaya hacia ellos, pero esto no es bíblicamente correcto. Yeshua nos pide que busquemos al que ha sido herido por nosotros (ya sea bien o mal) y que se arregle la situación rápidamente a través del perdón, antes de que nosotros podamos llevar nuestra ofrenda delante de Él. Algunos creyentes se han acercado al ofendido con un corazón que busca reconciliación, pero si el herido no está dispuesto a perdonar o se niega a recibir la ofrenda de paz en ese momento, entonces el creyente ha cumplido con su obligación bíblica y puede proseguir para acercarse al altar con su ofrenda. Esta es nuestra ofrenda de paz, un sacrificio y ofrenda de adoración a Yahweh.

2 Corintios 5:18 “Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo/Yeshua Ha Mashiach, y nos dio el ministerio de la reconciliación”.

El cambio es un asunto del corazón. Amarse unos a otros puede ser contagioso. Un corazón duro trae ceguera. Para sanar, los creyentes deben practicar el amor entre ellos, comenzando en su propia casa. Cuando se añade amor, se pueden derribar los muros que separan y traer sanidad. Levantar a nuestro hermano, partir juntos el pan, y tener comunión en el Nombre de Yahweh, si se hace con el corazón recto de la Torah, es saludable y de bendición para todos. Esta es la ofrenda voluntaria que traemos delante de Yahweh. A nivel comunitario, la separación que existe entre las Dos Casas de Israel comienza a debilitarse. Aquellos que muestran un espíritu humilde y contrito hacia sus hermanos están derribando el muro de enemistad que ha existido por generaciones. El perdón, la sanidad y la restauración son el verdadero corazón del remanente, la Novia del Mesías. La novia se prepara a través de la reconciliación. Con esto, la Casa de Israel y la Casa de Judá se hacen una en el Mesías. Ellas se están uniendo bajo la instrucción del Espíritu Santo/Ruach Ha Kodesh y están


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recibiendo sanidad mediante el retorno a la enseñanza e instrucción de Yahweh. Juntas nuevamente en las manos del Padre, traerán a su vez sanidad para las Naciones (Efesios 2:14-22)

Ezekiel 37:15-19 “Y vino a mí la palabra de Yahweh diciendo: Y tú, hijo de hombre, toma una vara y escribe en ella: “Para Judá y para los hijos de Israel, sus compañeros.” Toma luego otra vara y escribe en ella: Para José, vara de Efraín, y para toda la casa de Israel, sus compañeros. Júntalas la una con la otra en una sola vara para que sean una sola en tu mano. Y cuando los hijos de tu pueblo te hablen, diciendo: ¿No nos explicarás qué quieres decir con esto?, diles: Así dice el Señor DIOS: He aquí, tomaré la vara de José, que está en la mano de Efraín, y las tribus de Israel, sus compañeros; las pondré con aquélla, con la vara de Judá, y las haré una sola vara, y serán una en Mi mano.”

Las primeras tres ofrendas son todas ofrendas voluntarias del corazón. Cuando un creyente bendice en palabra y en acción se convierte en el latido del corazón del tabernáculo. Cuando los creyentes dan voluntariamente, con un corazón puro limpio, la bendición se multiplica trayendo gloria a Yahweh. Esta es la clave detrás de las ofrendas y se convierten en sus verdaderos discípulos/Talmudim.

La Grosura y la Sangre

Levíticos 3:17 “Estatuto perpetuo será por todas vuestras generaciones, dondequiera que habitéis: ningún sebo ni ninguna sangre comeréis”.

Justo al final de la enseñanza de las tres ofrendas voluntarias, Yahweh nos ordena no comer nada con grasa o con sangre. El también añade que esto será un mandamiento para todas las generaciones, lo que significa que este principio sigue vigente el día de hoy. La muerte y resurrección de Yeshua no fueron un sinónimo de ‘abrogar la Torah y todos sus principios’. Necesitamos los principios que sostienen el universo de manera conjunta, y necesitamos los principios morales, así como necesitamos los principios que rigen y regulan el mantenimiento del templo, así como la comida y el vestido. Ni uno solo de estos mandamientos ha cambiado, ni han sido eliminados en el tiempo. El ser humano ha tratado de cambiar las instrucciones de Yahweh a través de teologías de hombre, pero Yahweh no ha cambiado ni han cambiado ninguna de Sus leyes. Si nosotros ingerimos sangre o grasa, yendo en contra de Sus instrucciones, nuestra conducta y actitudes van a cambiar hacia El. Esto puede traer potencialmente a los creyentes un endurecimiento de corazón. (Tzav: Levíticos 6).

Ofrenda por el Pecado: El Chatas La Ofrenda Requerida.

Levíticos 4:1-5:13

La ofrenda por el pecado o chatas en hebreo, era la primera de las dos ofrendas requeridas para llevarlas delante de Yahweh. El chatas era requerido para redimir el pecado no intencional,

resultado de falta de cuidado o negligencia, y tenía que ser aceptado como una responsabilidad personal por nuestra falta de juicio que profana el tabernáculo (nosotros incluidos). Esta ofrenda era ofrecida por los sacerdotes y la congregación, así como individualmente. Cuando el sacrificio era ofrecido por el sacerdote o por la congregación se degollaba un becerro. La sangre se aplicaba de tres maneras, primero se rociaba siete veces en el Santo Lugar hacia el velo delante del Lugar Santísimo. Segundo, la sangre era puesta sobre los cuernos del Altar del Incienso, y en tercer lugar, la sangre era derramada en el suelo al pie del altar de bronce, donde se quemaban la


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grosura y los riñones. Lo que quedaba del becerro era quemado fuera del campamento para completar la remisión del pecado no intencional. En la ofrenda por un líder, se requería un macho cabrío, y por un individuo cuando se ofrecía una oveja o ave, la sangre debía ser colocada sobre el altar de bronce. Esta era una ofrenda requerida, ya que nadie en Israel era libre de pecado.

Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron fueron destituidos de la gloria de Dios”.

La Ofrenda por la Culpa: El Asham La Ofrenda Requerida

Levíticos 5:14 – 6:7

Esta ofrenda de culpa se llamaba asham en hebreo, y hablaba de cubrir la culpa. El asham era una ofrenda requerida. Una persona que cometía malversación sin intención, para uso personal, la propiedad del santuario se haría responsable y sería visto como culpable, sin importar la intención de la persona. En segundo lugar, el asham era llevado cuando había una duda, si es que se había cometido o no pecado. Y en tercer lugar, el asham era por una infracción intencional en contra de Yahweh, al haber mentido bajo juramento, defraudado a su prójimo, engañando, robando, mintiendo, o no retornando la propiedad perdida a su prójimo. Al hacerlo él era culpable y su pecado estaba delante de Yahweh. Él ofrecía un becerro y hacía restitución por la cantidad completa, añadiendo un quinto como bendición. Básicamente, todos los casos de asham implicaban cierto grado inherente de destrucción, en lugar de un simple error.

¿Participamos hoy en día en las Ofrendas de Culpa y Pecado? Si. Yeshua se apropió de la ofrenda de culpa y pecado por nosotros el día de hoy, pero es nuestra labor activar su apropiación en nuestras vidas, al igual que los israelitas lo hicieron en los días del tabernáculo. A través de la muerte y resurrección de Yeshua el camino fue abierto completamente, para que los creyentes se acerquen a un Dios Santo. Si hemos pecado en contra de nuestro prójimo, lo hemos hecho igualmente en contra de Yahweh, y necesitamos arrepentirnos. Si hemos hecho un voto a Yahweh u otra persona, lo que hemos hablado se convierte en santo y pertenece al santuario. Si el que hizo el voto no lo cumple, o por lo menos no tiene la intención de cumplirlo, entonces lo que era santo se vuelo impuro. Nos contaminamos por medio de nuestros pensamientos o actitudes, no solo nosotros mismos, sino también en la interacción con nuestro prójimo, llevando contaminación al santuario. Esta es la razón por la que los votos y juramentos son muy serios en el Reino de Yahweh. Tenemos que tener mucho cuidado con lo prometemos, y cómo se cumple lo que hablamos unos con otros, ya que esto afecta inherentemente nuestro caminar y Su tabernáculo en un nivel físico y espiritual.

• Un ejemplo de la importancia de las palabras veraces en las Escrituras lo son Ananías y Safira, quienes vendieron una propiedad y prometieron o hicieron voto a Yahweh el monto que ellos recibirían. En el proceso ellos decidieron no darle la cantidad completa que habían prometido, sino que se quedaron con una porción para su uso personal. Una vez que se le ha dado a Yahweh, esto se convierte en santo. Ananías y Safira profanaron la ofrenda con sus pensamientos y hechos impuros, trayendo consigo muerte sobre sí mismos. (Hechos 5:1-11).

Nuestras palabras tienen poder en el universo, ya que Yeshua vive en nosotros. Lo que hablamos retornará a nosotros. Habla bendición y recibirás bendición. Esto permite prosperar el cuerpo,


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alma y espíritu. Habla maldición o palabras negativas y recibe fruto de pobreza y destrucción física, emocional y/o espiritual. Muchos están enfermos entre nosotros, enlazados por sus pensamientos y las palabras de sus bocas. Un corazón engañoso en el creyente no magnifica la verdad detrás de la imagen que ha fabricado, por lo cual, lo que se siembra se cosecha.

“Lo que el piensa en su corazón, así es el”. Proverbios 23:7 Llevar una ofrenda de manera indigna no es una ofrenda voluntaria. Hay consecuencias si lo hacemos, ya que estaríamos malversando la propiedad de Yahweh. Si nos llamamos creyentes y hablamos a espaldas de las personas o compartimos de manera negativa sobre nuestro prójimo, esto es un pecado de deshonra delante de Yahweh. Si los creyentes mienten un individuo o en transacciones comerciales, mediante manipulación de palabras, con lenguaje corporal o hechos incorrectos, todo esto es pecado para Yahweh. Si los creyentes hacen un voto para dar todo el diezmo y no lo hacen mienten y roban a Yahweh. Si los creyentes están en el Pacto, y son llamados a servirle como un sacerdocio real para ministrar la Casa de Yahweh, necesitan hacer distinción entre los pensamientos y prácticas puras e impuras. Si queremos que nuestras oraciones sean contestadas, te sugerimos dar una mirada muy cuidadosa a las prácticas de tu corazón a la luz de estas ofrendas.

Romanos 3:20-25 “porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de El; pues por medio de la Torah viene el conocimiento del pecado.”.

Hebreos 10:2-22 “Porque de otra manera, ¿no habrían cesado de ofrecerse, ya que los

adoradores, una vez purificados, no tendrían ya más conciencia de pecado? Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados. Pero en esos sacrificios hay un recordatorio de pecados año tras año. Por lo tanto, cuando Yeshua vino al mundo dijo: “Sacrificio y ofrenda de cereal no has deseado; has abierto mis oídos; holocausto y ofrenda por el pecado no has requerido. Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de Mí; me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío” (Salmo 40:6-8).

“Habiendo dicho arriba: sacrificios y ofrendas y holocaustos, y sacrificios por el pecado no has querido, ni en ellos te has complacido (a pesar de que la Torah requería se hicieran). Entonces dijo: He aquí, Yo he venido para hacer Tu voluntad. El quita lo primero para establecer lo segundo. Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo del Mesías una vez para siempre”.

“Y ciertamente todo sacerdote está de pie, día tras día, ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero cuando el Sacerdote (Yeshua) habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios, esperando de ahí en adelante hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de Sus pies. Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados”. “Y también el Espíritu Santo nos da testimonio; porque después de haber dicho: Este es el Pacto que haré con ellos: Después de aquellos días, dice Yahweh: pondré Mis leyes en su corazón, y en su mente las escribiré (Jeremías 31:33), y añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades (Jeremías 31:34) .Ahora bien, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado”.


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“Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Yeshua, por un camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, su carne, y puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Yahweh, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura”

Para concluir: Vivimos en un mundo y una sociedad deficiente en lo que se refiere a pureza y santidad. Este está lleno de una moral relajada, falta de compromiso, y viviendo fuera de la ley, una sociedad desprovista de Torah. Hoy en día los creyentes se muestran de una mejor manera a través del retorno a las Escrituras. Actualmente, nosotros somos esas doce piedras vivas que Moisés congregó en el desierto, coordinándolas todas juntas para formar el tabernáculo de Yahweh. Yahweh nos está llamando desde adentro del tabernáculo entre los querubines, para acercar más nuestro corazón hacia El. De la misma manera, somos llamados a estar en este mundo pero no somos de este mundo.

1 Pedro 2:5 “También vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Yahweh por medio de Yeshua”.

Romanos 8: 5-15 “Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas

de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz; ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Yahweh, porque no se sujeta a la Torah de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, y los que están en la carne no pueden agradar a Yahweh. Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Yahweh habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Yeshua, el tal no es de El. Y si el Mesías está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo a causa de la justicia. Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Yeshua de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Yeshua de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros.”

“Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne, porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Yahweh, los tales son hijos de Yahweh. Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”

Regresa, Oh Virgen de Israel, regresa.” (Jeremías 31:21)

Oración de Arrepentimiento, Redención y Vida Eterna

“Creo que el Mesías /Yeshua Ha Mashiach es el Hijo prometido de Yahweh, el Mesías de Israel. El fue crucificado por mis pecados, fue enterrado y resucitó al tercer día según las Escrituras. Creo que El ascendió a los cielos y todo poder le fue dado a El en el cielo y en la tierra. Creo


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que El ha prometido retornar, y todo aquél que cree en El está inmerso en Su Nombre y recibe perdón de pecados, recibe el regalo del Espíritu Santo/Ruach HaChodesh y la ciudadanía en el Israel de Yahweh (la tierra de nuestra herencia). Yo recibo y confieso en este día a Yeshua de Nazaret como mi Señor y Salvador personal”. Señor Dios de Abraham, de Isaac y Jacob, te pido ahora que perdones mi desobediencia, mis iniquidades y transgresiones. Te pido que perdones a mis antepasados por dar las espaldas a Tu Torah. Perdono a todo aquel que me ha herido física, espiritual y emocionalmente. Declaro que toda influencia maligna es atada y no le permito operar más en mi vida, de acuerdo a la Torah; y que Tu Santo Espíritu sea desatado para operar en mi vida de acuerdo a la Torah, para gobernar y regir mi vida y ayudarme a caminar en Tu Voluntad. Te lo pido en el Nombre de Mi Señor y Salvador, Yeshua Ha Mashiach (Yeshua el Mesías) Amen. Una vez que hayas orado esta oración, te sugiero un Mikvah, (inmersión en agua) como señal de cambio de estatus, del reino de lo inmundo al reino de lo puro.

Continuará…

Shabbat Shalom Julie Parker

Referencia: La Sal: Wikipedia A More Excellent Way por Henry W. Wright www.beinhealth.com Sheep Banner: Phil Haswell. Espanol translation: RosaMaria Anders

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VAYIKRA/ Y EL LLAMO - Sheepfold Gleaningssheepfoldgleanings.com/esp/15_VAYIKRA.pdf · puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Ezequiel 44:10-16