Vasco Núñez de Balboa_ Una Visión Desde El Siglo Xxi

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VASCO NEZ DE BALBOA: UNA VISIN DESDE EL SIGLO XXI... http://estebanmiracaballos.blogia.com/2013/092601-vasco-nunez-de-bal...

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"http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO">Este obra est bajo una Licencia Creative Commons Atribucin-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

Publicado: 26/09/2013 17:09 por Temas de Historia y actualidad en Historia de Amrica

Cuando se cumplen exactamente quinientos aos del descubrimiento del Mar del Sur seimpone una mirada crtica desde nuestro tiempo. Como dijo Fernan Braudel, toda historia es hija desu poca y pretende dar respuestas a los problemas del tiempo en que fue escrita. Por tanto, urgeplantear una nueva interpretacin de la conquista en general y del descubrimiento de Vasco Nezen particular. En realidad, la historia es una visin del pasado pero realizada desde el presente, lo


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que provoca que cada autor narre los hechos desde lo sucedido despus. El historiador trabaja, endefinitiva, como quera Reinhart Koselleck, con un futuro del pasado y reinterpreta ste en base asus propias experiencias e inquietudes1.

Eric Hobsbawm, historiador recientemente fallecido, deca con toda la razn que vivamosuna poca neo-descriptiva, donde volva a hacerse hueco la historia mitolgica. Esto estprovocando una grave crisis en la ciencia histrica, pues ya pocos confan en su utilidad social2. Porello creo que es necesario que los historiadores recuperemos el compromiso social y nosimpliquemos en el anlisis del pasado, para evitar esa falsa historia mitolgica de hroes y santosque nos han contado. No se trata ms que de aprender del pasado por duro que ste sea- con elobjetivo de buscar un presente y un futuro mejor para todos.

1.-UNA HISTORIA SAGRADA DE LA CONQUISTADesde los orgenes de la Civilizacin, ha existido una visin de la historia nica y adems

excluyente. Las cosas ocurrieron de una forma determinada y cualquier visin alternativa eraopuesta a la verdad. Y esta verdad indiscutible siempre se ha impuesto desde el poder. Y es quetodos los regmenes polticos han disfrutado de una historia oficial, encargada de justificar susistema. El Imperio Romano tuvo sus historiadores oficiales al igual que los imperios modernos y,por supuesto el actual capitalismo neoliberal. Todos los imperios crearon una estructura terica parajustificar la expansin ante sus ciudadanos. Llama la atencin que ya en el siglo I d. C., CornelioTcito en su obra Historias afirmara que todos los pueblos que haban sometido a otros, lo habanhecho bajo el pretexto de llevarles la libertad. Quince siglos despus, Gins de Seplveda alab laexpansin romana en Hispania pues, aunque en su opinin, gener algunos abusos, no fueroncomparables a las ventajas, especialmente el haber trado a la Pennsula Ibrica el latn. Eigualmente justa y necesaria fue la expansin de la civilizacin occidental por el Nuevo Mundo en elsiglo XVI.

En el siglo XIX hubo grandes defensores del imperialismo que lo enaltecan aludiendo altriunfo definitivo de la civilizacin sobre la barbarie. Incluso, el trabajo cientfico de Charles Darwiny su evolucin de las especies fue usado por muchos para justificar la sumisin de unos hombres aotros. Pero lo cierto es que, aunque Darwin en su famosa obra no se refiri especficamente a laespecie humana, muchos interpretaron que los grupos ms civilizados terminaran exterminando oasimilando a las razas salvajes del mundo. El citado cientfico s lleg a escribir que la seleccin delas especies en el caso humano podra debilitarse debido precisamente a la civilizacin.

Lamentablemente, en el siglo XX esta lnea de pensamiento que justificaba el predominio delhombre blanco se ha mantenido con ms vigor que nunca. En relacin a la conquista de Amrica, haprevalecido siempre una historia gubernamental. Una etapa considerada sagrada e intocable, uno de


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los signos de identidad de la patria hispana. La historia patria se fundament en esa historia pseudo-mtica cuyos pilares fundamentales fueron algunas de las figuras ms preeminentes de las Indiascomo Cristbal Coln, Vasco Nez, Hernn Corts, Francisco Pizarro y Hernando de Soto. Porejemplo, en 1923, el historiador jesuita Constantino Bayle vea en Balboa a poco menos que unelegido por Dios para extender por el Pacfico la civilizacin cristiana y espaola3. Estainterpretacin de los hechos, puede entenderse en el marco en la que fue escrita pero no en nuestrosdas. Dado que este tipo de historia ya no se la cree nadie, urge replantearse nuestrosposicionamientos para hacerlos verosmiles. Extremadura se ha prodigado en obras clsicas sobre suvinculacin con Amrica, sobre la conquista y sobre los conquistadores. Trabajos como los de Rubioy Muoz-Bocanegra, Publio Hurtado, el Conde de Canilleros o Vicente Navarro del Castillo formanhoy parte de la ms clsica literatura de la conquista. Y entre ellos hay ttulos tan significativos quemarcaron una poca en la historiografa, como La epopeya de la raza extremea en Indias o Latierra donde nacan los dioses. Aunque, en realidad, por ms que los nativos lo creyesen, no erandioses sino hidalgos venidos a menos y personas empobrecidas que se vieron obligados a abandonarsu terruo para buscarse un futuro mejor a miles de kilmetros de la tierra que les vio nacer. Unarealidad no tan lejana en el tiempo, pues desgraciadamente se volvi a repetir en el siglo XX,cuando casi un milln de extremeos!, apremiados por el paro y la pobreza, tuvieron que abandonarsu tierra y marchar a distintos puntos de Espaa, Europa y Amrica. Y lo peor de todo es que nopodemos descartar que vuelva a ocurrir en pleno siglo XXI.

Vasco Nez, como hicieron otros guerreros, aventureros, conquistadores y caudillos a lolargo de la historia, destruy un mundo. El mundo indgena que poblaba las tierras del actual estadode Panam. Estos nativos vivan en la Edad de Piedra, y su potencial militar era insuficiente parafrenar el avance de la invasin europea por pocos que fuesen sus efectivos. Pero, pese a su retrasocivilizatorio, posean su estructura social, sus costumbres, sus religiones y vivan adaptados a sumedio natural. No eran exactamente salvajes, aunque al igual que los propios espaoles- tuviesennumerosas costumbres brbaras. El grupo privilegiado gozaba de un cierto nivel de bienestar, puesde hecho la vivienda del cacique Comogre, aunque distaba de ser un palacete europeo, dispona deciertas comodidades:

Era de ciento y cincuenta pasos de largo y de ochenta de ancho, estaba fundada sobre muygruesos postes, cercada de muros de piedra, entretejida (de) madera en lo alto como zaquizam, portan hermosa arte labrada, que los castellanos quedaron espantados de verla y no saban dar aentender su artificio y hermosura; tena muchas cmaras y apartamiento, y una que era comodespensa, estaba llena de bastimentos de la tierra, de pan y carne de venados y puercos y otrasmuchas cosas. Haba otra gran pieza como bodega, llena de vasos de barro, con diversos vinosblancos y tintos, hechos de maz y races de frutas Haba una gran sala o pieza muy secreta, conmuchos cuerpos de hombres muertos, secos, colgados con unos cordeles de algodn, vestidos ycubiertos con mantas ricas de lo mismo, entretejidas con joyas de oro y ciertas perlas y piedras queellos tenan por hermosas, y estos eran sus padres y abuelos y deudos, a quien Comogre tena en


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suma reverencia y por sus dioses, y aquellos cuerpos los secaban al fuego para hacerlos perpetuos,sin corrupcin4.

Est claro que las sociedades que aniquilaron los conquistadores estaban en un nivelcivilizatorios ms atrasado que el europeo y posean algunas costumbres muy brbaras como elcanibalismo ritual- pero no ms que otras que traan los propios hispanos, como la quema en lahoguera de infieles, paganos y herejes, es decir, potencialmente de todo el que no pareciesecristiano.

2.-EL PROBLEMA DE LAS FUENTESPara reconstruir la vida de Vasco Nez encontramos un problema casi insalvable: la falta de

documentacin. Su caso no es muy frecuente entre los conquistadores ya que no han quedadoapenas documentos sobre su descubrimiento, sobre su praxis conquistadora ni sobre su vida. Dehecho, la investigadora Bethany Aram, que estuvo varios aos buscando papeles sobre l, dice quecada vez que lo intentaba salan nuevos testamentos, codicilos y documentos varios de PedrariasDvila y de otros conquistadores, pero nunca de Vasco Nez5. Y ello a pesar de que el jerezanoredact de su puo y letra cinco extensas cartas de relacin, similares a las de Hernn Corts, de lasque slo se han conservado dos. Balboa nunca fue un escritor depurado pero s bastante prolijo.Asimismo, encarg al escribano de la expedicin, Andrs de Valderrbanos, que levantara un diariode la jornada. El libro existi pero el ltimo que lo tuvo en sus manos fue Gonzalo Fernndez deOviedo en tiempos del adelantado y nunca ms ha aparecido.

Cabra preguntarse: a qu se debe esta ausencia de documentacin? La respuesta es clara;sus enemigos, fundamentalmente Pedrarias Dvila, que le sobrevivi bastantes aos, se encargaronde eliminar toda aquella documentacin que pensaban que podra ser comprometedora para ellos6.

La carencia de fuentes es tal, que todava hoy, siguen siendo las crnicas la mejor forma y enocasiones la nica- de acercarnos a su vida y a sus hechos. De entre ellas, la de Gonzalo Fernndezde Oviedo es la ms valiosa ya que dispuso de los papeles de Valderrbanos y, por tanto, suinformacin es muy fiable. Tambin son de cierto inters los textos de Pedro Mrtir de Anglera,Pascual de Andagoya, fray Bartolom de Las Casas y Francisco Lpez de Gmara, aunquedispusieron de muchas menos fuentes primarias.

Por no saber no sabemos cuando naci, ni cundo pas a las Indias, ni siquiera el da exactoen el que fue ejecutado en Acla, all por enero de 1519. Si propia fecha de nacimiento se suele situaren 1475 porque, en 1510, el padre Las Casas dijo que tendra unos 35 aos o pocos aos ms. Perohuelga decir que todos los datos relacionados con su biografa hay que tomarlos con la precaucin


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que la falta de documentacin impone. En cuanto a su vinculacin con las Indias, es posible quesiendo paje del seor de Moguer, se desplazase con frecuencia o viviese en esta localidad muyvinculada al Descubrimiento7. All, siendo un adolescente debi observar como muchos seembarcaban en una aventura a lo desconocido, tentaciones a las que no pudo sustraerse.

De entre las biografas sobre el jerezano, hemos de empezar hablando de la de ngel deAltolaguirre y Duvale, publicada en Madrid en 1914 y que sigue sin estar superada. El autorrecopil todo lo que se saba del adelantado as como la poca documentacin alusiva a su obra yhechos. Desde entonces, han aparecido numerosas biografas pero es importante recalcar que no hanaportado datos nuevos de significacin, simplemente porque no ha aparecido material diferente quecambie lo que ya sabamos. De entre las decenas de biografas destacaremos algunas que han estadobien redactadas o que han tenido un cierto impacto entre los lectores, como las clsicas deConstantino Bayle S. J. (1923), L. G Anderson (1944) y Kathleen Romoli (1955). Entre los trabajosms recientes debemos destacar las sntesis de Omar V. Garrison (1977), J. R. Martnez Rivas(1987) y, sobre todo, de Manuel Lucena Salmoral (1988), as como el excelente estudio comparadode Pedrarias y Balboa, firmado por Aram Bethany (2008). En relacin al entorno en Tierra Firme, enlos aos del descubrimiento del Mar del Sur, resulta imprescindible el estudio de Mara del CarmenMena (2011) sobre el oro del Darin. Y en lo concerniente a sus relaciones con Francisco Pizarroson de obligada consulta los trabajos de Jos Antonio del Busto Duthurburu.

Queda claro que si no aparece algn acervo documental nuevo, cosa que no parece muyprobable, es imposible aportar datos nuevos sobre la temtica. Solamente es posible y deseable-ofrecer nuevas interpretaciones o puntos de vista sobre la base de lo que ya sabamos.

3.-EL CONQUISTADOR PACFICOVasco Nez, nacido en Jerez de los Caballeros, hacia 1475, en el seno de una familia hidalga

de orgenes gallegos, se convirti en breve tiempo en uno de los mitos de la conquista, junto aHernn Corts, Francisco Pizarro y Hernando de Soto. Aunque las crnicas no lo dejan endemasiado buen lugar la literatura romntica inici su encumbramiento como hroe, enalteciendo lafigura de una persona que de la nada descubre un ocano y es ejecutado por la envidia de su propiosuegro. Los primeros que lo elevaron a los altares fueron Washington Irving y Manuel JosQuintana, quienes hablaron de esa persona humilde que lleg al Darin con lo puesto y que seconvirti en uno de los grandes descubridores del Nuevo Mundo. Y a lo largo de buena parte delsiglo XX, sus distintos bigrafos agotaron los calificativos heroicos, para un personaje que se habaconvertido, como dira Antonio de Larragoiti, en el Ulises espaol8. El fugitivo convertido en unhroe a la usanza de la antigedad. Con posterioridad, la historiografa lo convirti en el arquetipode hroe del pueblo, frente a Pedrarias que Carmen Mena lo califica de hroe cortesano. Este perfilheroico que ha tenido durante siglos dificulta el acceso a la persona.


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El jerezano tiene un amplio reconocimiento en Espaa donde tiene calles, plazas, jardines ymonumentos dedicados a su persona. Tambin en Panam goza de todo tipo de reconocimientos:monumentos, calles, plazas, uno de los puertos del Canal de Panam y hasta la propia monedapanamea usa su nombre en su honor. Incluso la mxima distincin que otorga el gobiernopanameo se llama la Orden de Vasco Nez de Balboa. Y est bien que tenga un hueco en lahistoria por lo que represent para la expansin de Occidente y por su importancia en la conconstruccin del mito de la patria hispana. Yo no estoy en contra de eso, ni a favor de que se quitenmonumentos, ni nada parecido. Las estatuas de Balboa, como las de Hernando de Soto, HernnCorts, Simn Bolvar, San Martn o Carlos III, son testimonios del pasado y en mi opinin debenseguir ah.

En lo que s estoy en contra es que en pleno siglo XXI sigamos dndole el tratamiento dehroe, o en que se intenten ocultar las atrocidades que en el marco de la guerra de la conquistacometi para dar una imagen ms benigna de l. La historia no la podemos falsear y ya es hora deafrontar la verdad histrica, por dura que sta sea. En este mismo ao 2013 se siguen escribiendolibros, tratndolo como si de un hroe de caballera se tratase. En una noticia aparecida en la prensanacional e internacional se citaba la presentacin de un libro sobre Balboa, y en el subtitulo se deca:la publicacin muestra que el descubridor del ocano Pacfico fue un conquistador ms pacfico queotros (nemotecnia incluida)9. A ello habra que aadir un par de objeciones:

Una, la tesis de que Balboa fue ms humanitario que otros conquistadores no es nueva, puestiene sus orgenes incluso en la historiografa decimonnica. sta defiende que el jerezano nuncaelimin ni maltrat a los caciques y que siempre pretendi preservar la paz. Esta idea expresada enestos trminos es insostenible, entre otras cosas porque el propio Balboa se jactaba de haberajusticiado a ms de una treintena de caciques. Llevaba consigo a Leoncico, el hijo del famosoBecerrillo, adiestrado para despedazar naturales en un santiamn, y que uso cada vez que lo creyconveniente10.

En su juicio de residencia, ordenado por Pedrarias Dvila y efectuado por el licenciadoGaspar de Espinosa, sali libre de la responsabilidad en la muerte de Diego de Nicuesa y losagravios al bachiller Martn Fernndez de Enciso, en atencin a sus servicios, pero segn Bartolomde Las Casas, nadie aleg los robos, matanzas y cautiverios de indgenas porque eso nunca se tuvoen estas Indias por crimen11. Histricamente se contrapuso la crueldad del hroe cortesano PedrariasDvila frente a la bondad del hroe popular Nez de Balboa. Sin embargo, no es ms que un mito,pues es difcil o imposible- encontrar conquistadores bondadosos. Segn fray Bartolom de LasCasas, escribi al rey informndole que se haba visto obligado a ahorcar a una treintena de caciquespor el poco nmero que haba de espaoles, para as disuadirlos de una eventual insurreccin12. Porlo dems, Balboa fue muy dado a azuzar los canes a los nativos, para que destripasen algunos deellos y los dems se sometieran13.


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En una reciente monografa sobre el Darin, Carmen Mena escribi en relacin a estasupuesta humanidad de Balboa, lo siguiente:

En cierta ocasin alguien atribuy el xito de Balboa en sus correras por el Istmo a lapoltica de atraccin y tolerancia desarrollada con los cacicazgos indgenas que invadi. Estaopinin arraig por mimetismo y con tal fuerza en la historiografa convencional que terminforjando la leyenda glorificadora del hroe Balboa y sirvi para contraponerla hbilmente con lade su rival el maligno Pedrarias. Desde luego a Balboa no le faltaban cualidades, pero entre stasno se encontraban la tolerancia ni la compasin hacia el indgena. A cualquiera que se documenteen los textos escritos en aquellos das le resultara muy difcil compartir semejante criterio14.

Pero por si acaso alguien piensa que Carmen Mena es partidista, podemos tomar referenciasde cualquier otro de los especialistas, como Manuel Lucena Salmoral, Bethany Aram, o incluso suhagigrafa Kathleen Romoli, y afirman ms o menos lo mismo. Veamos las palabras de BethanyAram:

A diferencia de Pedrarias, Balboa encarna al hroe popular. Las calles y estatuas erigidas ensu honra, son testigos de la constante importancia popular de su leyenda Pero por otra parte, ladocumentacin acerca de Balboa tampoco se corresponde con ningn ideal de paz, altruismo oinocencia15.

Mucho ms contundente se muestra Kathleen Romoli, una de las grandes enamoradas de lagesta del jerezano y que incluso compar su descubrimiento con el realizado por el mismo CristbalColn. Sus simpatas por Vasco Nez estn fuera de toda duda, lo que otorga un valor aadido a suopinin sobre el supuesto pacifismo del gobernador del Darin:

Vasco Nez de Balboa no era un tipo serfico, ni siquiera excesivamente idealista. Esimposible ser simultneamente un conquistador y un santo pacifista Cuando el empleo de lafuerza era necesario para sus fines la utilizaba sin vacilar, y aprobaba la esclavitud de los canbalesu otras tribus, recalcitrantes y, desde luego, la de los negros africanos16

Y otra, no creo que el debate deba centrarse en defender cul conquistador era ms violento ycul menos. Yo no sabra decir si Balboa fue ms o menos sanguinario que Hernn Corts oFrancisco Pizarro. Tampoco creo que sea relevante. Eran conquistadores, eran guerreros, nada ms ynada menos que eso. Y ser conquistador implicaba conquistar y saquear territorios a sangre y fuego.El jerezano aplic los mismos mtodos usados en la guerra de su tiempo y, por supuesto, en la


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guerra contra los nativos. Quizs la nica innovacin propia, fue el uso sistemtico de los perros quecolocaba siempre en primera lnea, causando la desbandada entre sus oponentes que eran as msfcilmente perseguidos y derrotados17. No se trata de calibrar la mayor maldad o bondad de losconquistadores, sino de modificar las categoras con las que trabajamos. Vasco Nez de Balboaajustici, aperre, mutil y descuartiz a cuantos se le opusieron. Especial crueldad mostr frente alos sodomitas que algunos caciques acostumbraban a tener en su entorno. Pero aunque puedanparecernos actuaciones brutales, no hay que olvidar, como escribi A. A. Kirkpatrick en el siglopasado, que eran castigos corrientes no solo en la Amrica de la Conquista sino en tambin en lacivilizada Europa18.

4.-LA HUESTEAunque Panquiaco le haba advertido que para cumplimentar su empresa necesitaran al

menos un millar de hombres, el jerezano se conform con seleccionar 190, con los que parti desdela villa de Santa Mara del Darin, recorriendo el espacio comprendido entre la costa atlntica y lapacfica. Gonzalo Fernndez de Oviedo, que tuvo delante el diario de Andrs de Valderrbanos,debi copiar del original el listado de las 67 personas que contemplaron por primera vez el Mar delSur y de los que estuvieron en la primera toma efectiva del nuevo ocano en el golfo de San Miguel,el 29 de septiembre de 1513, y justo un mes despus, el de la segunda toma de posesin, en este casoen el golfo que bautiz como de San Lucas19.Cuadro ILos hombres de Vasco Nez en el

descubrimiento del ocano Pacfico20

NOMBRE NATURALEZA AVISTAMIENTO(25-IX-1513)

PRIMERATOMA DEPOSESIN(29-IX-1513)

SEGUNDATOMADE POSESIN(29-X-1513)

Vasco Nezde Balboa

Jerez de losCaballeros(Badajoz)

Si Si Si


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Diego deAlbtez

Si Si Si

Francisco deArias

Si No No

Francisco devila

Si No No

Antonio uOrtuo deBaracaldo21

Si Si No

EstebanBarrantes

No No Si

Juan de BeasLoro

Si Si No

lvaro deBolaos

Si Si Si

DiegoCaballero

No No Si

Juan Camacho Si No No

Bernardino deCienfuegos

Asturiano Si Si No

Francisco de laCosa

No No Si

Miguel Crespo Si No No

Cristbal Daza Si Si Si


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HernandoDaz

Si No Si

BenitoDurn22

Si No No

Pedro deEscobar

Si No No

Juan deEspinosa

Si Si No

PedroFernndez deAroche

Si No No

Juan Ferrol Si No No

Juan Gallego Si No No

Juan Garca,marinero

Si No No

Martn Garca Si No No

Andrs Garcade Jan

Si No No

Juan Garca deJan

Si No No

FranciscoGonzlez deGuadalcanal

Si Si Si

Sebastin de Si Si No


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Grijalva

Alonso deGuadalupe

Si No No

Luis Gutirrez Si No No

Juan Gutirrezde Toledo

Si Si No

Hernando oFernandoHidalgo

Si Si Si

BartolomHurtado,alguacil mayor

No No Si

Francisco deLentn

Siciliano Si No No

Cristbal deLen, platero

Si No No

Mateo Lozano Si No No

Francisco deLucena

Si Si Si

Alonso Martn Don Benito(Badajoz)

No No Si

Alonso Martn Asturiano Si No No

FranciscoMartn

Si Si No


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Pedro Martnde Palos

Si No No

Juan Martnez Si No No

Juan Mateos Si No No

Juan deMedelln

Si No No

Francisco deMiranda

No No Si

Andrs deMolina

Si No No

Diego deMontehermoso

Si No No

Bernardino deMorales

Si Si No

HernandoMuoz

Si Si Si

Nufro deOlano, decolor negro

Si No No

Pedro deOrdua

Si No No

Fabin Prez Si Si No

FranciscoPesado deMalpartida

Malpartida(Cceres)

Si Si Si


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Balboa saba que necesitaba presentar una gran hazaa y enviar un buen puado de pesos deoro para que la Corona lo reconociese como gobernador de los nuevos territorios. Por ello, en cuantopudo, inform a las autoridades reales de su gesta. El problema fue que, cuando se tuvo noticia de sudescubrimiento, ya haban nombrado por gobernador al segoviano Pedrarias Dvila, debindoseconformar el jerezano con el ttulo de adelantado de la Mar del Sur y de gobernador de Panam yCoiba, pero sometido siempre a la autoridad suprema de Pedrarias24. Desde el primer momento,muchos supieron -y as lo sealan los cronistas- que el choque de colosos llegara antes o despus yque slo uno de ellos sobrevivira.

5.-LUCES Y SOMBRAS DE SU EMPRESA DESCUBRIDORAVasco Nez lleg al Darin de polizn en el barco del bachiller Enciso, teniente de Alonso

de Ojeda, estando presente en la fundacin de la villa de Santa Mara de la Antigua. Consiguiquitarse de encima con rapidez a Diego de Nicuesa y al bachiller Enciso, que se haba mostradocomo una persona poco carismtica. Tras una rebelin apresaron y reembarcaron hacia Espaa a esteltimo, que ostentaba la alcaida mayor y era la mxima autoridad legtima, delegada por Alonso deOjeda. Descabezada la lite poltica, era el momento de alzarse con el poder, por lo que consiguique el cabildo de la villa lo nombrase alcalde ordinario, junto a Martn de Zamudio. Poco despus,convenci a ste para que fuese a Castilla a dar cuenta de lo realizado, consiguiendo de esta formaquitarse de encima a todos los posibles rivales. Los emisarios, encabezados por Zamudio, pasaronpor Santo Domingo y aprovecharon la ocasin para hablar con el almirante y gobernador DiegoColn, quien nombr a Balboa gobernador interino y lugarteniente en Tierra Firme a la espera de laconfirmacin real25. Una vez, conseguido lo primero, no fue difcil que la Corona, basndose en loshechos consumados, le reconociese, por cdula del 23 de diciembre de 1511, como gobernador ycapitn interino del Darin26. Entre 1511 y 1514, el jerezano vivi su mejor poca, descubriendo enese perodo el ocano Pacfico y siendo reconocido con el ttulo de gobernador y adelantado del Mardel Sur27.

Antes del descubrimiento, realiz tres expediciones previas que le sirvieron para adquirirexperiencia en el modo de guerrear de los naturales, sellando de paso alianzas con algunos de loscaciques. Una de ellas fue la famosa expedicin al Dabaibe, en marzo de 1512, en busca de unaespecie de dorado panameo28. Se trataba de una mera invencin de los nativos, lo cual fue unatctica comnmente usada por ellos en su desesperado intento por que los espaoles abandonasen sutierra. Una y otra vez conseguan engaar a las huestes, cegadas por el afn de conseguir oro. Fue enuna entrada por el interior del golfo de Urab, en tierras del cacique de Abibaibe, cuando ste, paradeshacerse de ellos, les dijo que all no haba oro pero que podra llevarlos al Dabaibe, donde


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abundaba el codiciado metal amarillo. Poco despus el cacique se escap y se confeder con otrospara rebelarse contra los hispanos29. Pese a la evidencia del engao, el jerezano siempre mantuvovivo su inters por encontrar este reino ureo. Apenas consigui reunir, despus de muchossufrimientos, 7.000 pesos de oro, que para colmo de males se hundieron en una canoa que lostransportaban por el golfo de Urab30. Un verdadero desastre en trminos de vidas humanas y derentabilidad econmica, aunque desde un punto de vista geogrfico supuso un avance ya que porprimera vez pudo divisar las estribaciones de la inmensa cordillera de los Andes31.

A primero de septiembre de 1513, zarp de Santa Mara de la Antigua a bordo de un galen ynueve canoas, con un total de 190 espaoles y unos 600 nativos32. Desembarcaron en Acla, dondefueron bien recibidos por el cacique Careta, ya sometido previamente por el gobernador del Darin.De ah marcharon por tierra rumbo al sur, culminando la jornada el 29 de septiembre con la toma deposesin del Mar del Sur. Luego regresaron por otra ruta, estando de vuelta en Santa Mara de laAntigua en enero de 1514. Dadas las noticias que traan y, sobre todo, el importante botn, hubo ungran regocijo entre los hispanos estantes en la villa, olvidndose todas las rencillas existentes hastaese momento. Sin embargo, esta jornada ha sido mitificada, siendo ensalzada y comparada, inclusocon la hazaa descubridora de Cristbal Coln y con la primera vuelta al mundo de Magallanes-Elcano33. Y es cierto que el descubrimiento tuvo su trascendencia para Occidente, pero convieneque hagamos una crtica objetiva para alejarnos de la leyenda y acercarnos a la historia:

Primero, la historiografa clsica ha ponderado la hazaa, calificndola de heroica y terriblecaminata a travs del istmo de Panam34. Otros incluso imaginaron grandes cadenas montaosas,comparables a los Andes, que se interponan en el camino al Mar del Sur, constituyendo un puro yperenne obstculo35. Simple imaginacin para presentar al jerezano como un hroe digno de lostextos de Homero36. En realidad, el trayecto desde el Atlntico al Pacfico tena apenas 60 millas deanchura, unos 108 kilmetros e, incluso, menos si hubiera sido posible recorrerlos en lnea recta37.Lo poda haber realizado tranquilamente, sin apresurarse demasiado, en tan slo quince das38.Asimismo, el camino de vuelta lo poda haber realizado por la misma brecha trazada en la ida, peroprefiri hacer una gran gira por diversos cacicazgos para aumentar el botn39. Adems, aunque laselva virgen era muy tupida, no haba barreras orogrficas insalvables ms all de algunas sierras,una vegetacin densa y algunas zonas pantanosas. Si tardaron ms de cuatro meses fue porqueestuvieron robando oro, perlas, esclavos y alimentos por todos los cacicazgos y pueblos por los quepasaban. De hecho, partieron del Darin a primeros de septiembre de 1513 y regresaron el 19 deenero del ao siguiente, con un botn considerable40. Es obvio que tanto la distancia como lascondiciones ambientales fueron mucho ms asequibles que las que encontraron Diego de Almagroen Chile, Francisco de Orellana en el Amazonas o Alvar Nez Cabeza de Vaca en Norteamrica,por citar solo algunos ejemplos. La jornada fue tan llevadera que no muri ni uno solo de los 190que le acompaaron a lo largo de toda la jornada41. El propio jerezano se jact de ello en las cartas


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que escribi a principios de marzo de 1514, pocas semanas despus de regresar de su jornadadescubridora42. El padre Las Casas, siempre crtico con los conquistadores, ofreci otra versin delmotivo por el que no hubo ningn percance entre las huestes:

No eran grandes hazaas las que haca venciendo, como pelase con gallinas, que son todoslos indios desnudos mayormente llevando las escopetas que nunca haban visto ni odo, ni gentetan extraa y feroz como los nuestros son, comparados a aquellos que por armas tienen susbarrigas y pellejos desnudos43

Ni un solo pueblo de la zona se rebel contra l, pues previamente tuvo la precaucin decometer algunos actos de barbarie de manera que los amedrentados nativos en vez de plantar cara alos extranjeros, huyeron a la selva, desamparando sus pueblos44. Poco antes de tomar posesin delMar del Sur, el cacique Chiape mostr su hostilidad, negndose a proveerlos de alimentos y aofrecerles su amistad45. Sin embargo, fue fcil hacerle cambiar de actitud; bastaron varias andanadasde arcabuces para que los naturales, que obviamente desconocan la plvora, temblaranaterrorizados en medio de la huida generalizada46. Lo cierto es que el jefe indgena se lo pensmejor y, tras ofrecerles garantas de la conservacin de su propia vida, se ofreci como leal vasallode la corona de Castilla47. Por lo dems, el adelantado como buen baquiano saba bien que laamenaza no era tanto la belicosidad indgena como el hambre. Por ello, se preocup de estar siemprebien abastecido durante el trayecto, robando sistemticamente las reservas de todos los pueblos porlos que pasaba48. Por todo ello, concluye Carmen Mena que, dado el corto espacio recorrido y laescasa resistencia indgena, dicha empresa fue mucho ms fcil de lo que tradicionalmente se hasostenido49.

Segundo, el descubrimiento tuvo ciertos aspectos cmicos, con esa teatralidad y parafernaliatan propia de la poca. Corriendo un martes 25 de septiembre de 1513, sobre las diez de la maana,los nativos advirtieron a Balboa que desde la prxima cima se poda divisar el nuevo mar. steorden inmediatamente a sus hombres que se detuvieran para ser l, el primero en divisar el citadoocano, consciente de la importancia de su descubrimiento. Una vez ms se verifica la percepcinque ellos mismos tenan de la importancia y de la trascendencia de los hechos de armas que estabanprotagonizando. La literatura ha comparado sus sensaciones al contemplar el nuevo mar con las deAnbal cuando, orgulloso, mostr a sus hombres desde la cima de los Alpes el territorio romano quepretenda conquistar50. Tras todo un ritual de aspavientos, alzamiento de manos y arrodillamientomand llamar a sus hombres para que compartiesen el hallazgo, al tiempo que se arrodillaban y elclrigo de la expedicin, Andrs de Vera, entonaba un emocionante Te Deum Laudamus51. Elentonces gobernador del Darin los areng, agradecindoles su fe en l, y destacando los serviciosrealizados a Dios y al rey as como la posibilidad de que todos ellos, con el favor de Cristo, seconvirtiesen en los ms ricos espaoles que haban pisado las Indias52. Iniciaron el descenso y


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pasaron por el poblado del cacique Chiape que atemorizado por las noticias de los Tib los recibibien y les entreg el oro que tena. El 29 de septiembre el jerezano decidi tomar posesin del nuevomar: seleccion a 26 de sus hombres, todos vestidos con las mejores galas, y junto a su perroLeoncico, y al cacique Chiape tom posesin oficial del citado ocano. Bajaron a la costa, Balboa ysus hombres vadearon el nuevo Ocano hasta la rodilla, y blandiendo en alto su espada con la manoizquierda y con la derecha el invicto pendn de Castilla, tom posesin solemne de aquel mar, ennombre de la corona de Castilla53. Dado que dicho da coincidi con la onomstica del arcngel SanMiguel, le puso al golfo este nombre. Pero, tan gratificante acto era digno de ser vivido dos veces,por ello, justo un mes despus, el 29 de octubre, el jerezano volvi a tomar posesin del nuevoocano, en esta ocasin en la playa de la isla de las Perlas54. Se haban acercado all en busca de otrobotn, el de las perlas que los nativos no valoraban en exceso, pues cogan las ostras simplementepara comer, acumulando las perlas que encontraban, aunque sin darles un valor suntuario55. Tras unamplio recorrido de regreso, sometiendo y robando a otros caciques, el 18 de enero de 1514 estabande vuelta en Santa Mara del Darin con un amplio botn de guerra y con noticias prometedoras delo descubierto.

Tercero, conviene insistir que el jerezano no lo haca tanto por un afn descubridor como porencontrar oro. El cronista Gonzalo Fernndez de Oviedo lo dijo con una claridad meridiana:

El principal intento de Balboa era conseguir oro, e indios e indias de que se sirviesen56.Fue el hijo de Comagre, Panquiaco, el que indignado por las disputas de los hispanos por

repartirse el oro robado a su propio padre, les indic que ms al sur, en el otro mar, haba un pueblomuy rico que usaba vajillas de oro para comer y que tenan ms metal dorado que Espaa cobre57.Dado que deban viajar durante seis das por la Mar del Sur y que deban enfrentarse a grandesreyes, parece claro que se refera al Imperio de los Incas, del que haba odo hablar. En realidad, setrataba de la vieja estrategia de despertar la ambicin de los hispanos, en particular de Balboa yPizarro, para conseguir que se fueran de su territorio para as librarse de su yugo. Sin embargo, enesta ocasin no era exactamente un mito, tena conocimiento indirecto del gran reino de los incas ylo us con ese objetivo, aunque no pudo conseguir su objetivo de librarse de los hispanos que muy alcontrario haban arribado a Castilla del Oro para quedarse. De hecho, al regreso, como el ocanoPacfico no produca oro que era lo que quera el jerezano, realiz una amplia caminata por otrospueblos, situados ms al noroeste, robando los cacicazgos de Teoca, Pacra, Bugue, Bononaima yChiorizo para ampliar su botn. Los naturales solan entregar pectorales de oro que usaban losguerreros; Oviedo dice que un indio principal entreg quinces. Por cierto, que por ese afn deasimilacin con lo que conocan, ellos llamaban a estos pectorales circulares patenas58.

Contaba irnicamente Oviedo que l ley las actas del viaje levantadas por el escribanooficial Andrs de Valderrbanos y no se consignaron pero muchas hubo, y muchos indios hizoatormentar y a otros aperrear en este camino para que le diesen oro. Y a unos se tomaban las


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mujeres y a otros las hijas; y como Vasco Nez haca lo mismo, por su ejemplo o dechado, susmlites se ocupaban en la misma labor, imitndole59. De hecho, cuando el cacique de Pacra le dijoque no saba dnde se encontraban las minas lo tortur hasta la muerte, sin conseguir que dijese unsitio que seguramente no conoca60.

Cuando regresaron a Santa Mara de la Antigua, el 19 de enero de 1514, traan consigo 2.000pesos de oro, adems de perlas, prendas de algodn y unos 800 naboras en colleras. Balboa, adiferencia de otros descubridores, como Hernn Corts o el propio Cristbal Coln que pretendieronencontrar el Mar del Sur para ampliar el comercio, no pens tanto en eso como en la posibilidad deencontrar nuevos pueblos con mucho oro61. Si haba otro ocano, habra otros pueblos, segn decanlos nativos muy ricos, y por tanto habra ms riquezas que robar o rescatar. Quede claro que aunqueavistara o descubriera el Pacfico, Balboa no fue ni de accin ni de vocacin un descubridor sino unconquistador.

Cuarto, por obvio que resulte no podemos olvidar que eso de descubrir el ocano Pacfico erams que relativo. Los nativos de Centroamrica y de Sudamrica lo tenan ms que descubierto y,por supuesto, las milenarias civilizaciones orientales. Pero es ms, los portugueses haca aos quenavegaban por l, comerciando con las islas de la Especieras, conocidas como las Molucas. Enrealidad, el avance geogrfico se limit al descubrimiento para Europa del Pacfico americanoporque el Pacfico asitico estaba ms que descubierto.

Quinto, el descubrimiento y la posterior fundacin de la ciudad de Panam fue tan positivopara Occidente como nefasto para las altas civilizaciones andinas. Supuso la apertura de la puerta alTahuantinsuyu. El propio Balboa fue el primero que ensambl los primeros barcos en el Pacficoamericano, construyendo dos bergantines para explorar la isla de las Perlas y bajar hacia el sur. Elgran imperio de los Incas tena los das contados.Dicho todo esto, qu mritos caben atribuirle al jerezano? Hay que reconocerle algunos, a saber:

Uno, pretendi siempre establecer enclaves estables, estando presente en la fundacin de lavilla de Santa Mara de la Antigua, que jugara un papel destacado en el proceso descubridorcentroamericano62. La influencia de este establecimiento es slo comparable a la ejercida porVeracruz en la costa Atlntica de Nueva Espaa. En ese momento se abri un nuevo ciclo en lahistoria americana que culminara con el descubrimiento del Mar del Sur.

Dos, consigui verificar por primera vez la existencia de un ocano al otro lado, algo buscadoe intuido incesantemente por Cristbal Coln y otros marinos pero solo conseguido por el jerezano.Y adems lo recorri por una de las partes ms estrechas de todo el continente americano, muy cercade donde actualmente discurre el clebre canal de Panam. Gonzalo Fernndez de Oviedo lo dijocon gran claridad:


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Pero este servicio deste descubrimiento de la mar del Sur, y ser el primero de los cristianosque la vido, y con grandsima diligencia que la busc y hall, a slo Vasco Nez se debe estetrofeo63

Bien es cierto que los espaoles en realidad lo que buscaban era un estrecho que,desgraciadamente para ellos, nunca apareci. Perdida toda esperanza, aprovecharon la estrechez delistmo para plantear numerosos proyectos para comunicar la costa atlntica y la pacfica, peroninguno de ellos se llev a efecto64. Sin embargo, el avistamiento del Pacfico y en una zona tanestrecha como la actual Panam tuvo una importancia vital en la expansin de la frontera occidental.El corto recorrido que haba entre los dos mares en el actual estado de Panam, demostrado porBalboa, supuso el nacimiento de un extraordinario comercio entre el Atlntico y el Pacfico que sehaca en recuas de mulas entre Nombre de Dios o Portobelo y Panam y actualmente a travs delestratgico canal de Panam. El hallazgo de Vasco Nez cambi para siempre la historia de lanavegacin, del transporte y de la comunicacin mundial. De hecho pocos meses despus, parti laexpedicin de Magallanes-Elcano con el objetivo de dar la vuelta al mundo y descubrir la isla de laEspeciera, el sueo que el jerezano nunca pudo realizar65. Lo cierto es que para cualquierpanameo, Balboa es y ser siempre, guste o no, uno de los fundadores de su patria.

Tres, no slo descubri el Pacfico americano sino que, inmediatamente despus, construyunos bergantines y viaj a la isla de las Perlas. Aunque su objetivo fue econmico, es cierto tambinque fue el primer occidental que surc las aguas del Pacfico americano, iniciando un trficocomercial que no ha cesado de aumentar hasta nuestros das.

Cuatro, fue uno de los ms genuinos conquistadores, nada ms y nada menos que eso; unapersona que estaba dispuesta a matar y a morir por conseguir honra y fortuna. Y as lo hizo. GonzaloFernndez de Oviedo, no ocultaba su simpata hacia l, al decir, que aunque no le faltaba codicia, erauna persona muy valerosa en el combate66. Anglera, tambin lo elogi, aludiendo a su mpetudescubridor porque un alma grande no sabe estarse quieta67.

Y cinco, fue un personaje querido por su gente, por los suyos, y ello porque curaba y ayudabaa sus hombres como a hijo o hermano suyo, y siempre los recompensaba con generosidad68. Estaidea fue destacada por los cronistas de su tiempo y la ha recalcado y quizs exagerado lahistoriografa posterior69. As, por ejemplo, cuando regres de su expedicin descubridora, sac elquinto real y reparti el botn entre sus hombres, incluyendo a su perro Leoncillo, cuya parte, 500castellanos, se embols obviamente l70. Por tanto, esta claro que fue leal con las personas queconfiaron en l, aunque por desgracia pocos de sus hombres le fueron recprocos.


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6.-FUE UN TRAIDOR?Vasco Nez, como buen conquistador, pag con su vida las codicias propias y las ajenas. En

sus ambiciones expansionistas se cruz pronto otro noble castellano, el segoviano Pedrarias Dvila,nombrado nuevo gobernador de Tierra Firme, llamada ahora Castilla de Oro. Balboa quedara enuna incmoda segunda posicin, supeditado al segoviano. El enfrentamiento entre los dos caudillosestaba servido, ante la atenta mirada de Francisco Pizarro que, de momento, permaneca en lasombra a la espera de su oportunidad. La tensin entre ambos contendientes no ces de aumentar,pese al compromiso de boda del jerezano con Mara de Pealosa, una hija del gobernador. Estefuturo enlace fue auspiciado por fray Juan de Quevedo, obispo de Tierra Firme, con el objetivo delimar diferencias entre uno y otro71. Era un viejo recurso, usado tradicionalmente por la propiamonarqua para mantener la paz con los estados de su entorno. En teora ganaban los dos, Balboaconsegua el apoyo del gobernador en sus planes expansivos y Pedrarias la lealtad de su futuroyerno72. El prelado siempre pens que eso sera suficiente para evitar el enfrentamiento entre los dostitanes. Pero no fue as, march a Espaa, y mientras tanto, poco despus se produjo el apresamientoy posterior ajusticiamiento del jerezano73.

En 1516 Pedrarias Dvila le autoriz a proseguir sus descubrimientos en el Mar del Sur porespacio de dos aos. El adelantado se demor porque debi transportar desde Acla las maderas y lajarcia para construir varios bergantines. De forma absurda, Pedrarias Dvila, a travs de Gaspar deEspinosa, le acuso de traicin por no haber regresado al punto de partida tras vencerle la licencia74.Pero es ms, cuando supo del nombramiento del nuevo gobernador, Lope de Sosa, envi unosemisarios para informarse pues en caso de ser cierto pretenda acabar unos bergantines y proseguirsus descubrimientos fuera del alcance de la nueva autoridad75. sta era toda la traicin que tena enmente, es decir, nada de rebelarse contra la Corona de Castilla sino una simple estrategia para ganartiempo en sus planes expansivos. Como veremos a continuacin, en realidad l no fue el traidor sinoel traicionado; vemoslo:

Andrs Garabito, uno de sus ms cercanos colaboradores, estaba enamorado de Anayansi, unajoven india hija del cacique Careta que ste entreg al jerezano y con la que ste mantuvo unarelacin. Incluso, en una ocasin, aprovechando la ausencia de Balboa, intent sin xito forzarla76.Cuando lo supo el jerezano le recrimin duramente su actitud77. ste, que aparentemente mostr suarrepentimiento, se sinti despechado por lo que escribi a Pedrarias Dvila que el adelantado sehaba alzado en la zona del rio de la Balsa, contra su autoridad y la de su Majestad. El segoviano,que en el fondo siempre recel del jerezano, crey o fingi creer el testimonio de Garabito y ordensu apresamiento78. As, estando de regreso en la ciudad de Antigua fue apresado, bajo la acusacinde tramar una rebelin. Entre los que participaron personalmente en el arresto estaba su antiguoamigo y colaborador Francisco Pizarro. En ese justo momento, Balboa intent disuadir a su antiguocapitn, dicindole: no solais vos antes salir as a recibirme, pero Pizarro se limit a responder que


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cumpla rdenes del gobernador79. Fue encadenado y encerrado en la casa ms segura de la villa deAcla, la de Juan de Castaeda. Probablemente, el apresamiento se produjo por la defeccin depersonas cercanas a l, las mismas que le juraron lealtad hasta la muerte, cuando tomaban posesindel ocano Pacfico80. Ya los cronistas se extraaron por el hecho de que nadie advirtiese al jerezanode las verdaderas intenciones de los enviados de Pedrarias Dvila. Segn Antonio de Herreraninguno lo hizo por miedo a la posible represalia del segoviano81. Pero es ms, incluso despus desu ejecucin no se produjeron ni tan siquiera protestas de los hombres que haban hecho historia conl durante varios aos82. Tuvo que ser su hermano Gonzalo Nez de Balboa el que, varios aosdespus, reivindicara su memoria para as recuperar algunas de sus posesiones, en especial suenjundiosa encomienda83.

Fue trasladado a Acla donde se le instruy un juicio sumarsimo, plagado de testigoscomprados que testificaron en su contra. En enero de 1519 fue condenado a morir decapitado junto aotros cuatro de sus incondicionales, a saber: Fernando de Argello, Luis Botello, Hernn Muoz yAndrs de Valderrbanos84. Los cargos fueron los mismos de siempre: la muerte de Diego deNicuesa, la expulsin del bachiller Enciso, el fracaso en el Dabaibe y el haber sobrepasado en nueveo diez meses el plazo que tena de exploracin en el mar del Sur85. Sin embargo, de los dos primeroscasos ya haba sido absuelto, y los otros dos cargos no tenan peso suficiente ni para encausarlo. Eljerezano protest y aleg con fundamento que jams pens en la rebelin contra la corona deCastilla, pues de haber sido as jams se hubiese dejado apresar. Y no le faltaba razn, en elmomento de su arresto dispona de 300 hombres bien armados y adiestrados y cuatro navos,suficientes para resistir a cualquier hueste que se hubiese enfrentado a ellos.

Segn algunos cronistas, Gaspar de Espinosa, consciente de la injusticia que se estabacometiendo, cedi, pues aunque mantuvo su acusacin de traicin, aadi que por sus muchosmritos mereca evitar la pena capital, sugiriendo su envo a Espaa. Pero, Pedrarias Dvila,haciendo gala a su apelativo de furor domini, insisti: Pues si pec, muera por ello86.Efectivamente, Espinosa cumpli la orden, dndole tiempo eso s, a confesar y a comulgar; de nadasirvi su defensa, pues, como dijo Girolamo Benzoni, donde reina la fuerza de nada vale defendersecon la razn87 No menos claro lo dijo Fernndez Oviedo para quien nadie crea en la traicin deljerezano pero la ejecucin la permiti Dios como pago por la muerte de Diego de Nicuesa88.

En enero de 1519, fue conducido al cadalso mientras un pregonero voceaba: sta es la justiciaque manda hacer el Rey nuestro seor y don Pedrarias Dvila, su lugarteniente, por traidor yusurpador de las tierras sujetas a su real corona89. Muri jurando que todo era mentira y que nisiquiera pens que se pudiera imaginar de l esa posibilidad90. Y era cierto porque pudo huir y no lohizo, pues nunca sospech lo que le esperaba. Pero, daba igual, el viejo Pedrarias se quitaba unincmodo rival de encima al igual que Francisco Pizarro, que tuvo desde entonces el camino


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despejado hacia el Tahuantinsuyu.Su ejecucin en Acla, cuando deba tener unos 44 aos de edad, fue absolutamente injusta

porque no hubo rebelin contra la autoridad vigente, ni hizo nada diferente de lo que hacanhabitualmente el resto de sus compatriotas91. El autor moral, Pedrarias Dvila, no era menoscodicioso ni tena menos muertes a sus espaldas, mientras que el licenciado Espinosa, el ejecutormaterial, caus tantos estragos en tierras del cacique Quema que, segn Las Casas, dej 40.000nimas en los infiernos plantadas92.

Ahora bien, quien a hierro mata a hierro muere, y eso exactamente fue lo que le ocurri alguerrero extremeo. De hecho, Balboa conden a una muerte segura a Diego de Nicuesa, cuando leoblig a zarpar rumbo a la Espaola en un bergantn en mal estado, el 1 de marzo de 1511. Y ello apesar de que incluso suplic que le permitiesen quedarse como un soldado ms93. Lo cierto es quenunca ms se supo de l ni de los 16 files que le quisieron acompaar, por lo que se supuso, cuentaAnglera, que se fueron todos a pique con el mismo barco94. Los cronistas justificaban por norma lasejecuciones como un castigo divino por los pecados cometidos en vida. El padre Las Casas quedenunci los robos y atropellos de Balboa y sus hombres, como los de otros conquistadores, seconsolaba diciendo que la mayora de ellos no pudo disfrutar del botn porque tuvo un mal final,muriendo en breve plazo95. En cambio, Fernndez de Oviedo tambin crea en la inocencia deljerezano, pero su ejecucin la permiti Dios como castigo por la muerte de Nicuesa96.

El extremeo se la jug en varias ocasiones, a sabiendas de que podra salirle mal como dehecho le sali. En el mismo ao de 1510, cuando viaj de polizn en la nao del bachiller Enciso,estuvo a punto de ser abandonado en una isleta y se salv milagrosamente. No llevaba ms que lopuesto, adems de su espada y de su perro Leoncico; ah pudo haber acabado todo, cuando an eraun desconocido97. Pero en ese momento tuvo la suerte que le falt en otros momentos. Bien es ciertoque las traiciones en la conquista fueron una constante, igual que Balboa conden a Nicuesa,Pedrarias Dvila a Balboa, Sebastin de Belalczar a Jorge Robledo, Hernn Corts a Cristbal deOlid, Hernando Pizarro a Diego de Almagro el Viejo, y Diego de Almagro el Joven a FranciscoPizarro, etc. Como podemos observar, la conquista no slo implic la desaparicin del mundo de losvencidos sino tambin un sinfn de traiciones y asesinatos entre los vencedores. En una ocasin,sali Balboa a hacer una de sus expediciones descubridoras y dej la villa de Acla al mando deDiego Albtez. Pues bien, cuando regres se encontr que ste haba ido a la Espaola a solicitarautorizacin de los padres jernimos para poblar una villa en Nombre de Dios y continuar losdescubrimientos en el Mar del Sur98. Queda bien claro, que durante la Conquista se sucedan lastraiciones de unos a otros sin el ms mnimo miramiento, pues todos aspiraban a tener su propiagobernacin y no ser segundones de nadie.

Por qu fracas? pues por distintos motivos, el primero de ellos por la falta de protectores en


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la Corte y en las propias Indias, y en cambio por los muchos enemigos que su rpidoencumbramiento le granje99. Sin embargo, la principal causa fue simplemente una cuestin detiempo; su descubrimiento lleg tarde por unos meses o quizs un ao. Pedrarias fue nombradocapitn general y gobernador de Castilla del Oro el 27 de julio de 1513, mientras que eldescubrimiento del Mar del Sur se produjo en septiembre y no se conoci en la Corte hasta mayo de1514100. Es decir, si el descubrimiento del Mar del Sur se hubiese producido un ao antes, la historiapara Balboa habra cambiado radicalmente, pues nunca se hubiese nombrado por gobernador alsegoviano. El jerezano conoca el problema, de hecho a finales en 1512, cuando ya intua laexistencia de otro mar en la otra orilla, envi a Colmenares y a Caicedo, informando de su posibleexistencia101. En mayo del ao siguiente estaban ante el rey, causando una grata impresin, aunqueno lo suficiente como para cambiar la mala fama que el jerezano tena en los medios cortesanos102.En enero de 1513 volvi a escribir a la Corona, solicitando bastimentos para abastecer a la villa deSanta Mara de la Antigua, aunque tampoco tuvo demasiada repercusin103. Y poco despus envicon poderes al gallego Sebastin de Ocampo, con tan mala fortuna que enferm en Sevilla y murien julio de 1514104.

Desgraciadamente, no les prestaron mucha atencin porque a esas alturas la Corona ya nocrea en promesas sino que quera realidades. De nuevo, una vez que regres de su descubrimiento,en enero de 1514, envi delegaciones a Santo Domingo, donde entreg un buen presente al poderosotesorero Miguel de Pasamonte, y a Espaa, llevando al rey su quinto real y un buen presente deperlas. Para tal cometido comision al bilbano Pedro de Arbolancha un hombre de su ms absolutaconfianza que lo haba acompaado en toda la jornada y, por tanto, conoca de primera mano todo losucedido105. La alegra en la Corte fue considerable y decidieron nombrarle adelantado de la Mar delSur, olvidando las traiciones a Nicuesa y Enciso. Sin embargo, haba un problema, haca un ao quese haba despachado al segoviano Pedrarias Dvila, como gobernador de Castilla del Oro. Y elmotivo de su envi haba sido precisamente la mala fama del jerezano, difundida por enemigosacrrimos como el bachiller Enciso, que haban calado hondo en la Corte106. El descubrimiento delMar del Sur y el rico presente cambi la actitud de la Corona pero era demasiado tarde, la suerteestaba echada; era cuestin de tiempo que estallase un conflicto entre ambos, como haba ocurridocada vez que se haba establecido una bicefalia en el mando. Si el descubrimiento del Mar del Surhubiese ocurrido un ao antes es posible que la gobernacin hubiese recado directamente sobre eljerezano y, por tanto, la gran armada de Pedrarias Dvila nunca hubiese sido concebida nidespachada107.

CONCLUSIONESEl jerezano fue un hombre de su tiempo que se comport de la manera que todos esperaban


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que se comportase. Un conquistador, nada ms y nada menos que eso, a medio camino entre elrefinamiento de Hernn Corts y el analfabetismo de Francisco Pizarro. Pero comparta con ellos loesencial, era un hombre de accin, dispuesto a todo tipo de transgresiones con tal de lograr suobjetivo de engrandecimiento social y econmico, de pas que serva a los intereses reales y divinos.

Fue leal a las personas que confiaron en l. Y por ello, en el contexto de su poca, debemosvalorarlo. Eso no impide que podamos juzgar e incluso denunciar formas de actuar del pasado, comoel uso reincidente y recurrente de la guerra o la tolerancia con la esclavitud. Precisamente, si en algopuede ayudar la historia a la sociedad actual es en destapar los errores del pasado para intentarconstruir un mundo ms justo y humano. Sin este componente transformador del presente la historiano tiene demasiado sentido. El hecho de que la guerra o la esclavitud estuviesen plenamenteaceptadas en la poca no nos exime de nuestra obligacin de denunciar esas actitudes del pasadopara evitar que se sigan repitiendo mimticamente en el presente y en el futuro. Ello es lo que dasentido a nuestro trabajo como historiador.

Su descubrimiento del Mar del Sur fue un hito ms en el proceso de expansin de Occidente,es decir, la llegada a las puertas del Tahuantinsuyu, que a corto o medio plazo termin provocandosu dramtico derrumbe. Un captulo ms en la historia de la humanidad, donde el ms fuerte siemprese impuso al ms dbil. No es que no se pueda celebrar la efemride pero, al menos debancumplirse dos condiciones:

Una, saber exactamente lo que conmemoramos y otra, aprovechar la ocasin para trazarpuentes entre Europa y Amrica, fomentando la cooperacin y aprendiendo juntos de lasexperiencias traumticas del pasado. Tampoco estara mal, de paso, recuperar la memoria histrica,rescatando del olvido a los perdedores, a las miles de vctimas que murieron luchando contra unosextranjeros que terminaron destruyendo su mundo. Conocemos bien a los vencedores pero no a losvencidos: reyezuelos como Pocorosa, Panquiaco o Chiape y miles de pobres nativos que perecieronesclavizados en las minas o en las colleras donde iban porteando los vveres y el oro que los propioshispanos les haban robado previamente. Este recuerdo del pasado, con todo su dramatismointrnseco, nos podra animar en nuestro empeo por crear un mundo mejor y ms justo para todos.ste es el perfil que a mi juicio debera tener este V Centenario.

Probablemente el adelantado Vasco Nez no fue ms que otra vctima de la vorgine de laconquista que se llev por delante no slo a millones de nativos, sino tambin a cientos deconquistadores, adelantados, descubridores, ambiciosos y visionarios. Tanta mala fortuna que decairnicamente Fernndez de Oviedo, que nadie en sus cabales querra llevar el ttulo deadelantado108 Toda una generacin de guerreros, cegados por el ansia de honra y fortuna, queterminaron sus das de manera tan dramtica como los amerindios a los que sometieron con lacoartada de la civilizacin.

Restituyamos al mito al terreno de la Historia, Nez de Balboa fue un conquistador, con todo


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lo que esa palabra indica. No intentemos ver en l aspectos bondadosos o humanitarios de los que lmismo se ruborizara.

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LAS CASAS, Fray Bartolom de: Historia de las Indias, T. III. Madrid, Fondo de CulturaEconmica, 1951.

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LUCENA SALMORAL, Manuel: Vasco Nez de Balboa, descubridor de la Mar del Sur. Mxico,Editorial Anata, 1991.

LUMMIS, Carlos F.: Los exploradores espaoles del siglo XVI. Vindicacin de la accincolonizadora espaola en Amrica. Madrid, Espasa Calpe, 1968.

MENA GARCA, Mara del Carmen: El oro del Darin. Entradas y cabalgadas en la conquista deTierra Firme (1509-1526). Sevilla, Consejera de la Presidencia, 2011.

MNDEZ PEREIRA, Octavio: Nez de Balboa. El tesoro del Dabaibe. Madrid, Espasa-Calpe,1975.

MIRA CABALLOS, Esteban: Conquista y destruccin de las Indias. Sevilla, Muoz Moya, 2009.

MORALES PADRN, Francisco: Historia del descubrimiento y conquista de Amrica. Madrid,Editorial Gredos, 1990.

ORTUO SNCHEZ-PEDREO, Jos Mara: El triste final del adelantado de la Mar del Sur,Vasco Nez de Balboa, Anales de Derecho N 19, Murcia, 2001.


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PEREIRA IGLESIAS, Jos Luis: Vasco Nez de Balboa y el descubrimiento del ocanoPacfico, en Extremadura y Amrica, Vol. II. Badajoz, 1988.

QUINTANA, Manuel Jos: Vasco Nez de Balboa. Madrid, Ediciones Ambos Mundos, s/f.

ROJAS, Jos Mara: La estrategia del terror en la guerra de conquista, 1492-1552. Medelln,Hombre Nuevo Ediciones, 2011.

ROMOLI, Kathleen: Vasco Nez de Balboa, descubridor del Pacfico. Madrid, Espasa Calpe,1967.

RUIZ DE OBREGN Y RETORTILLO, ngel: Vasco Nez de Balboa. Historia deldescubrimiento del Ocano Pacfico, escrita con motivo del Cuarto Centenario de su fecha.Barcelona, Casa Editorial Maucci, 1913.

VIGN, Jorge: El ejrcito de los Reyes Catlicos. Madrid, Editora Nacional, 1968.

CRONOLOGA

FECHA EFEMRIDE

1475 Nacimiento en Jerez de los Caballeros. Era hijo de lvaroNez y fue el segundo de cuatro hermanos: Gonzalo, Juan ylvaro.

1500 Se enrola en la expedicin del trianero Rodrigo de Bastidas

1502 Est en la Espaola cuando participa en su pacificacin; fuefundador y vecino de Salvatierra de la Sabana. Del periodo enla isla, apenas hay datos fiables.

1510 Zarpa como polizn en la flota del bachiller Martn de Enciso.Participa en la fundacin de Santa Mara del Darin, de dondees alcalde ordinario.


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1511 Participa en la rebelin contra Enciso y es nombradogobernador interino. Hace expediciones a Cueva (CaciqueCareta), Ponca y Comogre; el hijo de ste, Ponquiaco, cuandosu padre iba a firmar la paz con Balboa (gran Tib) dio ungolpe en la mesa y le dijo a los espaoles que si quera orotenan que ir a tierras de Tubanam, a seis das de all en la otramar, que tena mucho oro, y que comerciaban con un pueblomucho ms rico que estaba al sur recibiendo noticias de laproximidad del mar del Sur. El cacique de Tubanam amplilas noticias sobre la existencia del Per.

1512 Expedicin fracasada al Dabaibe y sofoca algunos alzamientosindgenas.

15-VIII-1513 Parte de Santa Mara del Darin y se dirige a la zona de Acla,habitada por el cacique Careta. Des all iniciar la jornadaterrestre.

25-IX-1513 Cuarenta das despus descubre el Mar del Sur.

29-IX-1513 Toma posesin por primera vez del mar del Sur en un golfoque bautiza con el nombre de San Miguel.

29-X-1513 Toma posesin por segunda vez del Mar del Sur en otro golfoms al sur que bautiza con el nombre de San Lucas.

1514 Pedrarias Dvila llega a Tierra Firme como gobernador,mientras que a Balboa con fecha del 23 de septiembre de 1514se le nombra adelantado del mar del Sur. El enfrentamientoestaba servido.

1515 Enfrentamiento directo entre Pedrarias y Balboa. Nuevaexpedicin fracasada al Dabaibe.

1516 Pacta sus esponsales con Mara Pealosa, hija mayor dePedrarias y hermana de la esposa de Hernando de Soto


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1517-1518 Construye varios barcos y navega por la costa pacfica.

13 al 21 deenero de1519

Es ajusticiado en la villa de Acla, junto a otros compaeros dela Compaa de la Mar del Sur.

1 KOSELLECK, Reinhart: Futuro pasado. Contribucin semntica de los tiempos histricos.Barcelona, 1993, pp. 19-20.2 Sobre el estancamiento de la historia y las nuevas propuestas de anlisis histrico puede verse elreciente libro de BOLDIZZONI, Francesco: La pobreza de Clo. Crisis y renovacin en el estudio dela historia. Barcelona, Crtica, 2013.

3 BAYLE, Constantino S.J.: Vasco Nez de Balboa. Madrid, Administracin de Razn y Fe, 1923,p. 108.4HERRERA, Antonio de: Historia General de los hechos de los castellanos en las Islas y TierraFirme del Mar Ocano, T. I. Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1991, p. 556.5 BETHANY, Aram: Leyenda negra y leyendas doradas en la conquista de Amrica. Pedrarias yBalboa. Madrid, Marcial Pons, 2008, p. 33 y 228.6 LUCENA SALMORAL, Manuel: Vasco Nez de Balboa, descubridor de la Mar del Sur.Mxico, Editorial Anata, 1991, p. 5.7 CABAL, Juan: Balboa, descubridor del Pacfico. Barcelona, Editorial Juventud, 1958, pp. 14-15.8 LARRAGOITI, Antonio S. de: Vasco Nez de Balboa. Madrid, Talleres Grficos Victoria, 1958,p. 121.9 El libro en cuestin era el de BLAS ARITIO, Luis: Vasco Nez de Balboa y los cronistas deIndias. Panam, 2013.10 El uso de perros adiestrados para el combate contra animales o contra otros seres humanos tenauna larga tradicin que como mnimo se remontaba a la antigedad. Estos perros de la conquistahaban sido adiestrado para despedazar indios, como indic fray Bartolom de Las Casas y otroscronistas. Sobre los aperreamientos de indios vase los trabajos de MIRA CABALLOS, Esteban:Conquista y destruccin de las Indias. Sevilla, Muoz Moya, 2009, pp. 208-209 y de ROJAS, JosMara: La estrategia del terror en la guerra de conquista, 1492-1552. Medelln, Hombre NuevoEdiciones, 2011, pp. 75-81.11 LAS CASAS, Fray Bartolom de: Historia de las Indias, T. III. Madrid, Fondo de Cultura


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Econmica, 1951, p. 36. El 18 de julio de 1513 Pedrarias recibi una real cdula por la que se leordenaba que instruyese un juicio de residencia al jerezano por el tiempo que fue alcalde mayor delDarin. Publicada en ALTOLAGUIRRE Y DUVALE, ngel de: Vasco Nez de Balboa. Madrid,Imprenta del Patronato de Hurfanos de Intendencia e Intervencin Militares, 1914, pp. 35-36.12 LAS CASAS: Ob. Cit., T. II, p. 576.13 LAS CASAS: Ob. Cit., T. II, p. 595.14 MENA GARCA, Mara del Carmen: El oro del Darin. Entradas y cabalgadas en la conquistade Tierra Firme (1509-1526). Sevilla, Consejera de la Presidencia, 2011, p. 155.15 BETHANY: Ob. Cit., p. 249.16ROMOLI, Kathleen: Vasco Nez de Balboa, descubridor del Pacfico. Madrid, Espasa Calpe,1967, p. 369.17 Pedro Mrtir de Anglera afirma que colocaba los escuadrones de perros, que guardaban en lapelea la primera lnea, y jams rehusaban pelear. ANGLERA, Pedro Mrtir de: Dcadas delNuevo Mundo. Madrid, Editorial Polifemo, 1989, p. 165.18 KIRKPATRICK, F. A.: Los conquistadores espaoles. Madrid, Espasa Calpe, 1986, pp. 42-43.19 FERNNDEZ DE OVIEDO; Gonzalo: Historia General y Natural de las Indias, T. III. Madrid,Atlas, 1992, p. 217.20 Ibdem, T. III, pp. 213-217. Subrayamos en negrita los que seleccion para tomar posesin delmar del Sur.21 En este nombre el cronista se contradice y pone en la lista de los 67, Antonio de Baracaldo y enla de los 27 pone Ortuo de Baracaldo. Ibdem, T. III, pp. 213-215.22 El cronista pone Burn, pero interpretamos que es un error de transcripcin o de copia de Durn.Ibdem, T. III, pp. 213-215.23 No parece que se trate de la misma persona que fue paje de Hernn Corts en la conquista deMxico. Pues ste haba nacido en 1501 y por tanto en 1513 tena 12 aos.24 El ttulo de adelantado de un mar, en este caso el del Sur, tena algunos precedentes en la Castillabajomedieval,. Por ejemplo, en 1260 el rey nombro adelantado mayor de la mar a Juan Garca.ORTUO SNCHEZ-PEDREO, Jos Mara: El triste final del adelantado de la Mar del Sur,Vasco Nez de Balboa, Anales de Derecho N 19, Murcia, 2001, p. 176.25 HERRERA: Ob. Cit., T. I, p. 553. Este hecho lo citan con pocas variantes casi todos susbigrafos. Vase, por ejemplo a BAYLE: Ob. Cit., p. 28.26 ALTOLAGUIRRE: Ob. Cit., p. 9.27 En las Partidas de Alfonso X se deca que un Adelantado era un hombre metido adelante en


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algn hecho sealado, por mandado del rey. En la Castilla bajomedieval vena a ser una persona queostentaba el mando en una zona fronteriza o recin conquistada y que tena poderes civiles ymilitares. VIGN, Jorge: El ejrcito de los Reyes Catlicos. Madrid, Editora Nacional, 1968, p. 151.En Amrica, los Adelantados solan firmar una capitulacin con el rey por la que se comprometa adescubrir o conquistar un determinado territorio a cambio de varias prerrogativas, entre ellas lasinherentes al propio ttulo. El caso de Balboa era singular ya que se le hizo adelantado no de unterritorio sino de un mar.28Dabaibe era la madre del dios creador y, segn la leyenda, tena un tempo de oro macizo donde serealizaban sacrificios humanos. Los nativos lo ubicaban a unas 40 leguas de la villa de Santa Marade la Antigua. MNDEZ PEREIRA, Octavio: Nez de Balboa. El tesoro del Dabaibe. Madrid,Espasa-Calpe, 1975, pp. 51-52. MARTNEZ RIVAS, J. R.: Vasco Nez de Balboa. Madrid,Quorum, 1987, pp. 39 y ss.29 LUCENA SALMORAL: Ob. Cit., pp. 62-69.30 MARTNEZ RIVAS: Ob. Cit., p. 40.31PEREIRA IGLESIAS, Jos Luis: Vasco Nez de Balboa y el descubrimiento del ocanoPacfico, en Extremadura y Amrica, Vol. II. Badajoz, 1988, p. 197.32 ALTOLAGUIRRE: Ob. Cit., p. LXXXVIII.33 Por ejemplo, la historiadora norteamericana Kathleen Romoli sita al mismo nivel eldescubrimiento del Pacfico con el de Amrica y con la primera vuelta al mundo. ROMOLI: Ob.Cit., p. 183.34 Vase, por ejemplo, a LUMMIS, Carlos F.: Los exploradores espaoles del siglo XVI.Vindicacin de la accin colonizadora espaola en Amrica. Madrid, Espasa Calpe, 1968, p. 48.35 RUIZ DE OBREGN Y RETORTILLO, ngel: Vasco Nez de Balboa. Historia deldescubrimiento del Ocano Pacfico, escrita con motivo del Cuarto Centenario de su fecha.Barcelona, Casa Editorial Maucci, 1913, p. 67.36 Ibdem, p. 68.37 KIRKPATRICK: Ob. Cit., p. 43.38 LUCENA SALMORAL: Ob. Cit., p. 76.39 Octavio Mndez afirma que hizo otra ruta de regreso para tener un ms amplio conocimiento delistmo, sin embargo, el gran botn obtenido en oro, ropa y esclavos, indican que su objetivo erabastante ms crematstico. MNDEZ PEREIRA: Ob. Cit., p. 84.40 LAS CASAS: Ob. Cit., T. III, p. 10.41 En la campaa del Dabaibe s que perdi a algunos de sus hombres y l mismo resulto herido.LAS CASAS: Ob. Cit., T. III, pp. 46-47. No obstante, l siempre socorra a los compaeros heridos,pues estimaba que era poca reputacin para con los indios perder ningn vivo. HERRERA: Ob.


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Cit., T. I, p. 554.42 ANGLERA: Ob. Cit., p. 184.43 LAS CASAS: Ob. Cit., p. 11.44 HERRERA: Ob. Cit., T. I, p. 555. Tambin en MENA: El oro del Darin, p.p. 186-187.45 LPEZ DE GMARA, Francisco: Historia General de las Indias, T. I. Madrid, Orbis, 1985, p.105.46 GARRISON, Omar V: Balboa el conquistador. La odisea de Vasco Nez descubridor delPacfico. Barcelona, Ediciones Grijalbo, 1977, p. 215.47 Ibdem.48 El propio Balboa a su regreso del descubrimiento del pacfico, en enero de 1514 escribi que aveces pasaron tal hambre que preferan una cesta de maz que otra de oro. Cit. en La conquista deAmrica. Antologa del pensamiento de Indias (ed. de Ricardo Piqueras). Barcelona, Pennsula,2001, p. 129.49 MENA: El oro del Darin, p. 177.50 ANGLERA: Ob. Cit., p. 166.51 LAS CASAS: Ob. Cit., T. II, p. 594. La emocin de este momento ha sido recreado por laliteratura. Vase por ejemplo a GARRISON: Ob. Cit., pp. 212-213.52 MNDEZ PEREIRA: Ob. Cit., p. 76. MARTNEZ RIVAS: Ob. Cit., pp. 66-67.53 Con ligeras variantes se ha reproducido en decenas de obras el ceremonial de a toma de posesin.Vase, por ejemplo, a GARRISON: Ob. Cit., p. 217-218.54 MORALES PADRN, Francisco: Historia del descubrimiento y conquista de Amrica. Madrid,Editorial Gredos, 1990, p. 208.55 LUCENA SALMORAL: Ob. Cit., pp. 88-89.56 FERNNDEZ DE OVIEDO: Ob. Cit., T. III, p. 219.57 Al parecer, cuando pesaban el oro arrebatado a su padre, dio un golpe en la mesa donde estabanlas balanzas y dijo que si por tan poca cosa discutan, que l les mostrara una tierra al sur dondehaba oro suficiente para calmar su codicia. LAS CASAS: Ob. Cit., T. II, p. 573.HERRERA: Ob.Cit., T. I, p. 556.Tambin citado en KIRKPATRICK: Ob. Cit., p. 43.58 La patena era el platillo circular dorado que se usa para colocar la Hostia consagrada en lacelebracin de la misa.


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59 FERNNDEZ DE OVIEDO: Ob. Cit., T. III, p. 219.60 LUCENA SALMORAL: Ob. Cit., p. 90.61 Manuel Jos Quintana, prestigioso historiador decimonnico, en su afn por ensalzar su hazaaaument el botn con el que regres hasta los 40.000 pesos de oro, cifra exagerada y sin fundamentodocumental. QUINTANA, Manuel Jos: Vasco Nez de Balboa. Madrid, Ediciones AmbosMundos, s/f., p. 69.62 PEREIRA IGLESIAS: Ob. Cit., Vol. II, p. 194.63 FERNNDEZ DE OVIEDO: Ob. Cit., T. III, p. 221.64 Finalmente, en 1915, se abrira al trfico naval el canal, cuatrocientos dos aos despus deldescubrimiento del jerezano. CABAL: Ob. Cit., p. 184.65 LUCENA SALMORAL: Ob. Cit., p. 124,66 FERNNDEZ DE OVIEDO: Ob. Cit., T. III, p. 209.67 ANGLERA: Ob. Cit., p. 1163.68 FERNNDEZ DE OVIEDO: Ob. Cit., T. III, p. 209.69 Bayle hacindose eco de los textos de Oviedo afirma que con sus soldados era como un padre,aspecto en el que ningn otro conquistador le igual. BAYLE: Ob. Cit., p. 31.70 LPEZ DE GMARA: Ob. Cit., T. I, p. 110.71 Obviamente el enlace nunca se lleg a celebrar por lo que aos despus lo hizo con Rodrigo deContreras, sucesor de su suegro en la gobernacin de Nicaragua.72 BETHANY: Ob. Cit., p. 118.73 Fernndez de Oviedo afirma que si el obispo hubiese permanecido en Castilla del Oro, laejecucin del jerezano nunca se habra producido. FERNNDEZ DE OVIEDO: Ob. Cit., T. III, pp.252-253. Una versin parecida defiende LAS CASAS: Ob. Cit., T. III, pp. 77-78.74 ORTUO: Ob. Cit., pp. 176-177.75 GARRISON: Ob. Cit., pp. 271-274.76 Al parecer, la intent convencer de que sera pronto repudiada por el jerezano dado que habaaceptado los esponsales con la hija mayor de Pedrarias. Sin embargo, la india, pese al disgusto de lanoticia, rechaz a su pretendiente, provocando el conflicto. ROMOLI: Ob. Cit., p. 364.77 MNDEZ PEREIRA: Ob. Cit., p. 128.78 LAS CASAS: Ob. Cit., T. III, p. 84.


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79 QUINTANA: Ob. Cit., p. 97. MNDEZ PEREIRA Ob. Cit., p. 132; BAYLE: Ob. Cit., pp.103-104. GARRISON: Ob. Cit., p. 276.80 CABAL: Ob. Cit., p. 106.81 HERRERA: Ob. Cit., T. I, p. 715.82 LUCENA SALMORAL: Ob. Cit., p. 124. BETHANY: Ob. Cit., p. 138.83 BETHANY: Ob. Cit., p. 230.84 FERNNDEZ DE OVIEDO: Ob. Cit., T. III, p. 256. Tambin en BETHANY: Ob. Cit., p. 124.85 BETHANY: Ob. Cit., p. 134.86 Esta postura dubitativa de Espinosa la recogi el padre Las Casas y siguindole a l, Antonio deHerrera y una buena parte de la historiografa moderna y contempornea. LAS CASAS: Ob. Cit., T.III; p. 86. HERRERA: Ob. Cit., T. I, p. 716. GARRISON: Ob. Cit., pp. 278-279. Sin embargo, esteepisodio lo omite Gonzalo Fernndez de Oviedo, que interpreta que Espinosa, como enemigo capitaldel jerezano, no dud a la hora de dictar la pena capital. Cit. en BAYLE: Ob. Cit., p. 105.87 BENZONI, Girolamo: Historia del Nuevo Mundo. Madrid, Alianza Editorial, 1989, p. 142.88 FERNNDEZ DE OVIEDO: Ob. Cit., T. III, p. 256.89 ORTUO: Ob. Cit., p. 179.90 MARTNEZ RIVAS: Ob. Cit., p. 153.91 Aram Bethany intenta demostrar que la traicin no se produjo contra Pedrarias sino contra el queiba a ser su sucesor en la gobernacin de Castilla del Oro. BETHANY: Ob. Cit., p. 140. Balboanunca lo admiti, ni las fuentes son suficientes como para sostener tal hiptesis.92 LAS CASAS: Ob. Cit., T. III, p. 76.93 MNDEZ PEREIRA: Ob. Cit., p. 32.94 ANGLERA: Ob. Cit., p. 114.95 LAS CASAS: Ob. Cit., T. III, p. 10.96 Cit. en BETHANY: Ob. Cit., pp. 227-228.97 ROMOLI: Ob. Cit., p. 71.98 LAS CASAS: Ob. Cit., T. III, p. 78.99 ALTOLAGUIRRE: Ob. Cit., p. XXXVIII.


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100 El citado nombramiento est publicado en ALTOLAGUIRRE: Ob. Cit., pp. 31-35.101 PEREIRA IGLESIAS: Ob. Cit., Vol. II, p. 198.102 MNDEZ PEREIRA: Ob. Cit., p. 63.103 La Citada misiva fue publicada por Martn Fernndez de Navarrete, y aparece reproducida enPEREIRA IGLESIAS: Ob. Cit., Vol. II, pp. 198-199.104 Poco antes, el 26 de junio de 1514, estando enferm, adems de otorgar su codicilo traspas supoder en su primo Alonso de Noya, adelantndole cincuenta ducados de oro. Fondo Otte, Carp. 26.Lo cierto es que entre una cosa y otra, las gestiones se demoraron.105 HERRERA: Ob. Cit., T. I, p. 611.106 BETHANY: Ob. Cit., p. 87.107 MORALES PADRN: Ob. Cit., p. 210.108 MIRA CABALLOS: Ob. Cit., p. 260.ESTEBAN MIRA CABALLOS(Conferencia inaugural de los XLII Coloquios Histricos de Extremadura, ofrecida el 23 deseptiembre de 2013. Saldr publicada en las actas de los Coloquios que aparececern en el aos2014).

Autor: Fernando Cerrato

Amigo Esteban, como siempre un texto magnfico que aclara mucho sobre lo que fue el descubrimiento de VascoNez.Fecha: 26/09/2013 17:38.

Autor: Fran Gonzlvez

Esteban,es la mejor interpretacin de la obra descubridora de Balboa que he ledo.La voy a usar en un trabajoque estoy haciendo sobre descubridores y te citar, aunque est en prensa. Saludos.Fecha: 27/09/2013 12:39.


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Vasco Núñez de Balboa_ Una Visión Desde El Siglo Xxi