¡Vamos al consultorio! - Boston Medical Center · 2017. 2. 2. · En el consultorio, toda la gente se siente orgullosa de mi valentía. Yo uso la balanza para mesurar mi estatura

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¡Vamos al consultorio!


A veces yo tengo que ir al consultorio.


A veces voy al consultorio cuando yo esté

enfermo, pero normalmente voy al

consultorio para que el médico verifique

que yo crezco grande y fuerte.


En el consultorio, toda la gente se siente

orgullosa de mi valentía. Yo uso la balanza

para mesurar mi estatura y peso. ¿Cuánto

he crecido yo? El médico me pide que yo

quite los zapatos antes de usar la balanza.


A veces es necesario recibir una inyección.

Las inyecciones no están divertidas y

pueden hacerme daño! Las inyecciones son

muy importantes para mantener un cuerpo

sano.


Yo puedo agarrar la mano de mi madre en el

momento de recibir la inyección. Puedo cerrar

los ojos y cantar una canción con mi madre, o

podemos contar chistes. La inyección dolerá

por pocos segundos. ¡El médico estará muy

orgulloso cuando vea mi valentía! ¡Está bien

dar un abrazo muy fuerte a mi madre después

de la inyección!


A veces el médico pone una luz en las orejas, en

el nariz y en los ojos. Hace esto para asegurar

que estoy sano y limpio. ¿Qué más puede

encontrar en estos lugares? El médico puede

dar un golpecito en las rodillas o en los pies.

¡Esto me hace saltar!


Normalmente el médico usa el estetoscopio

para escuchar el latido de mi corazón y las

respiraciones en los pulmones. ¡A veces me

permite escuchar también!


A veces el médico pone el manguito de presión

sanguínea en el brazo. Hace esto para asegurar

que estoy sano y fuerte. El manguito no está

tan ajustado. ¡El manguito da un abrazo al

brazo! Puedo ayudar al médico cuando

mantengo el brazo inmóvil.


Cuando el manguito da un abrazo al brazo,

puedo cerrar los ojos y contar. O puedo

cantar una canción. ¡El manguito no me

dolerá! ¡El manguito indica mi buena salud

al médico!


Puedo jugar como médico con mis juguetes.

La gente en el consultorio está muy

orgullosa cuando ve mi valentía. ¡La gente

está muy feliz cuando ve que crezco grande

y fuerte!


Cuando es la hora de salir del consultorio, a

veces recibo una sorpresa especial, ¡como

un libro o una pegatina! ¡También recibo un

abrazo muy fuerte de mi madre o mi padre

porque soy un paciente muy bueno!


¡A mí me gusta ir al consultorio porque

puedo mostrarle al médico que soy grande

y fuerte!

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