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Validación Empírica por Recreación Ética del Método Científico

Recuerdo que hemos recurrido a las Ciencias Físico-Naturales porque, a diferencia de las Ciencias Sociales (pseudo ciencias), nos brindan los parámetros del método científico, en tanto las hipótesis que componen una cuerpo teórico tiendan a ser comprensibles, unívocas, conectadas entre sí (armónicas) y articuladas rigurosamente con los efectos (claros) que se predicen (predicción): la inédita realidad a construir o posibilidades que se pretende develar: físico-naturales, biológicas, actividades y esencialmente humanas.

De modo que a partir del Cuerpo Teórico 1, cuando se plantea las hipótesis de cómo se gestan las ideas creativas, se inicia este camino hacia validar empíricamente. Agradeciendo la posibilidad que nos brinda el método científico de diferenciar las ‘ideas creativas’ de las ideas que no lo son (retórica, fantasías, lógica, azar, dogmas o certezas), con su noción de validación empírica, en camino a construir conocimiento científicamente válido.

Además de su dignidad al intentar trascender los absolutismos narcisistas implícitos en todo ‘conocimiento’ verdadero, absoluto y definitivo (dogmático) con la noción de probabilístico y transitorio, como por ejemplo con la lógica de la refutación. Y el intento de poner límites a una omnipotencia narcisista ligada a que los eventos de la realidad predichos no sean validados engañosa-tramposamente por las sugestiones, las profecías autocumplidas y la manipulación; especialmente patéticos en las Ciencias Humanas.

Sin embargo, en dicho CT1 ya se hace necesario plantear ciertas limitaciones estructurales de tales Ciencias Fundamentales, no obstante considerarlas lo más avanzado hasta el presente. Ya que en ellas la subjetividad humana (incluyendo las ideas creativas) básicamente es tenida en cuenta para limitar las influencias narcisistas de la ‘sugestión’ y ‘profecías auto-cumplidas’. Y, por extensión, se tiende a pensar que lo más conveniente es marginar la subjetividad.

Es decir que para las Ciencias Fundamentales el reconocer que se ignora el funcionamiento de las ideas o subjetividad creativa no implica necesariamente considerarlo un enigma a develar, sino que se lo tiende a ignorar como problema (acorde a la ‘ideología del avestruz’). Al tiempo que se sobrevaloran los productos finales de la creatividad (la obra se traga al autor), en desmedro del proceso de gestión creativa (lo esencial del espíritu científico), por considerar que no es objetivamente científico.

Problema que se complica porque dicha supuesta ‘realidad objetiva científica’ que plantean está inmersa en el contexto de una ‘realidad objetiva habitual’ que, según conjeturo, se caracteriza por una gran ambigüedad; por lo que el avance evolutivo de las Ciencias Fundamentales y el ‘método científico’ se tiende a obturar desde un insólito dogmatismo por los objetos de la realidad a validar: puros y neutros, o sea, despojados de subjetividad. Lo cual lleva, conjeturo, a un narcisismo muy poco científico.

Y a lo cual le subyace la siguiente hipótesis: dicha ‘realidad objetiva científica’ está inmersa en una ‘realidad objetiva habitual’ supeditada a los valores económicos, motivado por que la Ciencia Económica Capitalista se ha ido conformando en la ‘Ciencia Social implícita’ de mayor raigambre, cual madre absorbente de las demás disciplinas, actividades e ideologías.

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De modo que el muy valioso ‘método científico’ se va enajenando cada vez más en una ‘realidad objetiva científica’ despojada de subjetividad creadora, y supeditada a los ‘valores económicos’ en desmedro de los ‘valores humanos’.

Siendo además fundamental que no nos permite validar las complejidades de lo esencialmente humano, muy difíciles de sistematizar unívocamente y de conformar leyes que las articulen con las hipótesis, y que las predicen en la realidad.

Es por estas limitaciones estructurales que sólo será posible, en el Cuerpo Teórico 1 y bajo la versión de método científico actual, validar indirectamente el supraconsciente creativo ligado a las hipótesis inobservables A y B a partir de los efectos objetivos físico-biológico-naturales, no así de las actividades (supeditadas al ‘catecismo conceptual económico’), y menos aún de lo esencialmente humano (ese ignoto universo en expansión que somos).

Es por ello que se vuelve necesario, desde lo que se pretende validar en estos Cuerpos Teóricos, iniciar el camino de ‘re-crear éticamente’ el método científico, en aras de una versión de Ciencia Fundamental y de validación empírica más evolucionadas, donde jerarquizamos el sistematizar (tendiendo a la univocidad y armonía) lo esencialmente humano en el proceso de creación, trascendiendo la ‘mera creatividad lógico-tecnológica’ (que ignora las genuinas ‘ideas creativas’) y la ‘versión de ciencia de la lingüística estructural’ y su validación intra-discurso.

Recordando una cita de Einstein que nos insta a este camino de re-creación ética: “Podemos elegir entre los descubrimientos de individuos creadores y con una personalidad sensible de donde sale lo noble y lo sublime, o considerar al mundo experimentable como meta independiente de nuestra vida. El pensamiento puro (lógico) carece de medios para contestar esta pregunta. La decisión que se tome tendrá una influencia considerable en nuestro pensamiento, en nuestras obras y en nuestra vida”.

De modo que este “andar” (que se inicia en las hipótesis del CT 1) implicará el ir recreando éticamente el método científico y la validación empírica, en aras de ir jerarquizando los procesos esencialmente humanos indispensables desde una genuina Ciencia Social, dando lugar al Cuerpo Teórico 2. Aunque las hipótesis que allí se recrean son un modesto paso adelante en esta dirección.

Pues si bien este Cuerpo teórico 2 está centrado en la estructura de una ‘lógica-razón recreada’ (LRR) y una inteligencia sensitivo-corporal (ISC) más evolucionada, promoviendo inéditas perspectivas cualitativas de lo que es realidad (y humanidad), al seguir girando alrededor de una creatividad básicamente individual, no es realmente revolucionario.

Asimismo, tiende a ignorar que la ‘pura objetividad científica’ está inmersa en una ‘realidad habitual’ supeditada a los ‘valores económicos’ en desmedro de los ‘valores esencialmente humanos’ (donde se termina validando al Sistema Capitalista). Y, en tal perspectiva, sólo se limitan los ‘efectos sugestión’, ‘profecías autocumplidas’ y ‘manipulaciones’, al precio de una desvalorización de la subjetividad esencialmente creadora.

Sin embargo, es un importante preludio de lo que será el Cuerpo Teórico 3, porque en este CT2 comienzan a gestarse las inéditas nociones de ‘lógica razón recreada’ e ‘inteligencia sensitivo-corporal en reciprocidad’, pilares fundamentales de lo que será la re creación ética en reciprocidad de la validación empírica del método científico.

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A efectos de una mejor comprensión de lo que estamos precisando, presentamos el siguiente diagrama:

Esencialmente Humano

que nos trasciende

Creación misteriosa

100 mil millones de neuronas

S

U

P

R

A

C

O

N

S

C

I

E

N

T

E

ESTRUCTURA BASICA

ETICAMENTE

RECREADA (EBER)

C

O

N

S

C

I

E

N

C

I

A

1era LEY EBER - ISC-

“vibraciones al unísono-

resonancias corporales”

2da LEY EBER

3era LEY

4ta LEY EBER

Efectos y Producciones Socio Político, Educación, en el Arte y en el Amor

Fases ER

(Socio Político-

Educación)

Generoso

excedente

(Reconocer para

trascender la

lógica del

maquiavelismo)

Hipótesis No

Observables

Hipótesis

Observable

s

Destinos creativo-éticos en

reciprocidad con el prójimo (y la

naturaleza) como Objeto de

Validación

(observable empírico)

Predicción Ética

Se valida directamente el

Cuerpo Teórico Observable

(individual y en general) e indirectamente las

hipótesis no observables.

Pre

dicció

n

Ética P

redicció

n

Ética

LRER

LRER

LRER

LRER

LRER

C A D A

P A S O

I M P L I C A

U N A

R E C R E A C I O N E T I C A

L R E R

M E D I A N T E

No sólo se valida indirectamente, sino que se recrea éticamente todo el sistema

LRER

Lógica Razón

Éticamente

Recreada

(LRER)

LRER (común denominador)

LRER

Reciprocidad creativo-ética entre

supraconscientes que precede a los

supraconscientes individuales

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Es en tal perspectiva que vemos cómo abordar las complejidades de lo esencialmente humano para su validación empírica (éticamente recreada) desde el Cuerpo teórico 3, para precisar más adelante lo referente a las actividades humanas (inmersas en el ‘catecismo conceptual económico’) y, posteriormente, cómo trascender los efectos de la sugestión, profecías y de las manipulaciones (cuando nos adentremos las vetas evolutivas e involutivas de la Ciencia Social y Política).

Siendo oportuna una cita de Noam Chomsky: “Los misterios de la actividad cerebral, examinados objetivamente, no pueden explicar el contenido y la razón de nuestras decisiones. Ni el entender objetivamente la neurofisiología, permitirnos acceder al misterio de las actividades más corrientes […]”. “La ciencia tiene mucho por descubrir, pues se queda en la periferia de una profunda comprensión del mundo. No puede responder a las cuestiones esenciales de la vida […]: qué nos hace verdaderamente humanos, cómo podemos producir ideas y expresiones lingüísticas, nuestro sentido estético y musical, y todo aspecto de la conducta opaco a la razón”.

Recordando que un concepto decisivo para abordar la validación empírica en dichas complejidades esencialmente humanas es la inédita noción de lógica-razón éticamente recreada (LRER), desarrollada en este Cuerpo Teórico 3. Cual hilo conductor (común denominador al modo de la congruencia lógica del método científico) que posibilita la validación empírica.

Que se inicia con la hipótesis de un esencialmente humano que nos trasciende; producto de una conjetural creación misteriosa (genéticamente transmitida).

Que se continúa con la hipótesis de una reciprocidad creativo ética entre supraconscientes que precede a los supraconscientes individuales, acorde a la LRER.

Lo cual nos lleva a precisar la importancia de esa validación empírica que recrea la refutación y la predicción, que es la ‘predicción’ y ‘recreación ética’ (a partir de la cual, ya no es necesario encontrar errores o fallas en las teorías para refutarlas, sino que todo trabajo creativo en dignidad implica que siempre es posible un inédito conocimiento creativo-ético en reciprocidad por venir).

Por lo que, en lugar de las leyes o reglas lógico-deductivas del método hipotético deductivo, giraremos alrededor de la lógica razón éticamente recreada (LRER), también al servicio de conectar las hipótesis inobservables con los observables empíricos. De manera que, si validamos a éstos, se validarán indirectamente las hipótesis precedentes (transitoria y probabilísticamente).

Se devendrá, así, que la inédita perspectiva de lo que es realidad (que desarrollaremos con la 4ta ley de la estructura básica éticamente recreada, EBER) incluye la siguiente ‘clave’: los efectos en la práctica concreta están supeditados a los destinos creativo-éticos en reciprocidad del generoso excedente (de sabiduría, cultura, dignidad y energía de vida, sin excluir lo económico), que es acorde al sujeto humano como objeto de validación empírica.

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Siendo en tal perspectiva que haremos un breve recorrido por dicha noción de ‘lógica razón éticamente recreada’ (LRER) (ese común denominador) a través de su puesta en práctica por mediación de la estructura de una consciencia que va evolucionando, que se pone en juego desde de las 4 leyes de la estructura básica éticamente recreada (EBER).

Donde la 1ra ley de la EBER gira alrededor de una inteligencia sensitivo-corporal (ISC) que implica vibraciones al unísono y caja de resonancia (que metaforizo con la ‘caja de resonancia’ de un instrumento musical), en cuanto funciona en reciprocidad ética con la ISC del prójimo, que preludia la gestación de auténticas identidades creativo éticas, acorde a la LRER (ver 1era ley de la EBER en ‘Reciprocidad Creativo Ética’).

Continuando con la 2da ley de la EBER, que implica el atravesamiento de la precitada ISC en reciprocidad desde una consciencia que va evolucionando, en aras del re-descubrimiento o recreación de inéditas vetas de auténticas identidades individuales en reciprocidad ética, que preceden al re descubrimiento de auténticas identidades individuales, acorde a la LRER.

Donde jerarquizamos, para una mejor compresión de dicha LRER, la noción de ‘Fases’ que ahora recordamos. Nos centramos más en la 2da Ley de la EBER porque la 3era ley implica una consciencia más evolucionada por venir.

Fases que se presentan como estrategias para facilitar la puesta en práctica de estas leyes, en camino a hacia los efectos y producciones éticas en reciprocidad de la 4ta ley de la EBER, que desarrollaremos más adelante.

Destacando que cada Fase representa no menos de treinta pasos o estrategias, que no es el momento de explicar aquí, pero más adelante se desarrollará una guía para su puesta en práctica concreta en los más disímiles roles, disciplinas y actividades.

Proceso que se inicia en la 1ra Fase, cuando el líder con tendencia a la creatividad-ética pone en juego su inteligencia sensitivo-corporal (incluyendo vibraciones al unísono y caja de resonancia sensitivo-corporal) y los distintos aspectos de su auténtica identidad creativo-ética, con el objetivo de transmitirles la información teórico práctica, al tiempo que va despertando la inteligencia sensitivo-corporal creativo-ética de los liderados-participantes.

Promoviendo que los mismos sostengan los ‘espacios-tiempos de incertidumbre’, en camino de ir redescubriendo la información que el líder les transmite desde su auténtica identidad potencialmente creativo-ética (Fase 1). Mientras se les van despertando bocetos de auténtica identidad creativa.

Lo cual contextualiza y promueve la 2da Fase, donde la expectativa es que a los liderados se les vaya despertando su inteligencia sensitivo-corporal (cual caja de resonancia).

Paso que, recuerdo, implica un paulatino acceso al supraconsciente de los liderados, movilizado y despertado por el líder. Así se va conformando en ellos una consciencia más evolucionada que recrea contenidos conceptuales (que el líder les ha transmitido en la 1ra Fase). Y va dando lugar a una auténtica identidad creativa (inteligencia sensitivo-corporal incluida), que les permite redescubrir soluciones y posibilidades.

Reiterando que cada una de las Fases implica múltiples subfases o estrategias.

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De modo que los contenidos transmitidos (y la transmisión teórica) pasan a estar ‘supeditados’ a una reciprocidad ética entre líderes y liderados, por razones de sus orígenes (esencialmente humano). De resultas de lo cual, surgen ‘fecundas diferencias éticamente recreadas’ entre líderes y liderados.

Proceso que, al reiterarse (metáfora tañidos de campanas), da lugar al trabajo creativo en dignidad de la 3ra Fase, donde los liderados-participantes (prójimo, pueblo, ciudadanía) van logrando recrear (desde inéditas vetas de su inédita auténtica identidad creativa) la información recibida. Mientras reconocen la precedencia de la relación con la auténtica identidad creativa del emisor, o sea, de la relación de reciprocidad con el líder en tal proceso.

Es decir, que la consciencia de tales liderados (incluye prójimo, pueblo, ciudadanía y Humanidad) va comprendiendo que este proceso es comandado por la reciprocidad ética con los líderes, y se va haciendo cargo de ello.

Y más aún, que la consciencia más evolucionada de los liderados (y líderes) irá reconociendo la puesta en juego de una reciprocidad creativo-ética que precede incluso a líderes y liderados, en base a lo ‘esencialmente humano que nos trasciende’, clave de la LRER (decisivo en cuanto a una subjetividad humana en reciprocidad como objeto de la validación empírica, como veremos).

Se deviene entonces la Fase 4, donde es la expectativa (predicción) se vaya reiterando el precitado proceso (Fases 1 a 3), conformando liderados con tendencia a la creatividad ética en reciprocidad que vayan tendiendo a conformar nuevos líderes creativo éticos en reciprocidad. Que vayan facilitando una puesta en práctica ética que genere efectos y consecuencias (factibles de validación empírica) acordes a lo esencialmente humanos que somos.

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Cabe destacar, en este punto, que una 3era ley de la EBER implica una conciencia y una Humanidad más evolucionadas, que vayan viviendo inicialmente la reciprocidad creativo-ética entre auténticas identidades (del prójimo y de uno mismo, sexualización incluida) y de relaciones de liderazgo educativas, socio-políticas, etc. (Ver 3ra ley EBER en PDF 6, PDF 7 y PDF 8).

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Es momento, así, de la 4ta ley de la EBER, relacionada con los efectos y destinos de la puesta en práctica (observables empíricos) de las leyes de la EBER mencionadas, acorde a ese común denominador que es la LRER, que nuevamente desplegamos.

Para ello, iremos profundizando las inéditas versiones de identidad y, sobre todo, de inéditas perspectivas de lo que es realidad, que se devienen de la puesta en práctica concreta en reciprocidad ética con lo más genuino del prójimo que precede a líderes y liderados.

Donde ejemplificamos, en aras de una mejor compresión de la LRER, los efectos en la práctica concreta de las relaciones de liderazgo de una transmisión educativa creativo-ética en reciprocidad (ver ‘RLCER en la enseñanza-transmisión’).

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Comenzando por recordar los modos de relación de enseñanza-transmisión entre líderes y liderados cuando siguen los dictados del primitivo pensamiento mágico, mítico y religioso (sus vetas involutivas). Que sistematizo desde las soberbias creencias narcisistas dogmático-maniqueas (ver ‘Vetas involutivas de la Ciencia Social’).

Respecto a los cuales, un gran paso adelante son los modos de relación acordes al modelo positivista de educación (de actualidad), que, interpreto, es congruente con el pensamiento pedagógico moderno e ilustrado, en cuanto imprime al proceso de enseñanza-transmisión del conocimiento una orientación racional y científica.

No obstante, reiterando que, si bien preludia una ‘enseñanza-transmisión educativa creativo ética’, lo habitual es que, por falta de sistema para transmitir auténtica creatividad (los hasta ahora ignotos procesos mentales inconscientes), ‘sobrevalore’ la enseñanza de las ‘producciones creativas de otros’ (la obra se traga al autor) y una ‘creatividad puramente lógico-racional’ (engañosamente confundida con la genuina creatividad.

De modo que la transmisión entre líderes (educadores) y liderados (educandos) se centra en los ‘contenidos curriculares’: conocimientos, cultura, arte (frecuentes creaciones de otros), lógica-matemática, retórica, etc.; en desmedro de una transmisión de genuina creatividad que sea congruente con una ‘creatividad intuitiva’ que subyace en los ‘liderados’ (niños, adolescentes, etc.).

Lo cual motiva que se tienda a una ‘puesta en práctica’ entre líderes y liderados supeditada (sin saberlo) a lo que sistematizo como las soberbias creencias narcisistas burócrata y tecnócrata. Las cuales son acordes a un aprender-repetir de memoria el conocimiento adquirido y el saber consolidado (incluyendo las ‘producciones creativas de otros’, ignorando el auténtico proceso de creación), así como una versión puramente objetiva de la realidad ligada a una ‘perfecta comunicación’ y a una ‘creatividad puramente lógico-racional-mecánica-matemática’.

De lo que ha surgido la opción potencialmente creativa de los modelos educativos posmodernos, que promueven una enseñanza-transmisión educativa (entre líderes-educadores y liderados-educandos) que privilegia el tender hacia la creatividad intuitiva.

Pero cuyo intríngulis es lo ambiguo de su noción de creatividad y, sobre todo, la carencia de un sistema riguroso para enseñar-transmitir creatividad. Lo cual conlleva una puesta en práctica que tiende a un espontáneo o azaroso despliegue de ‘expresiones discursivas’ ligadas a ‘asociaciones imaginativas’ (retórico-poéticas) y a ideas meramente novedosas y cuestionadoras.

Lo cual hace que tiendan a lo que sistematizo como soberbia creencia narcisista hedonista retórica transgresora, frecuente en la cultura posmoderna, relativismos culturales, contraculturas y culturas marginales de las más variadas épocas.

Soberbia creencia retórica que implica un modo de enseñanza-transmisión que tiende a la imitación o identificación no consciente. Por la cual los liderados (educandos) asumen como propios (enajenándose en ellas) los rasgos, pautas y retórica de idealizados líderes (educadores). De ahí que lo denomine: ‘mascaradas de identidad y de creatividad’; aun creyéndose modelos de libertad y originalidad.

Es por lo expuesto que ambos modelos educativos (positivista y posmoderno) suelen ser pasto (cómplices no conscientes) de la tramposa manipulación en la sombras, cerrándose a una educación en reciprocidad creativo-ética con el prójimo.

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Siendo necesario reconocer estas falencias para poder recrearlas éticamente y trascenderlas, en camino hacia un modelo de transmisión educativo tendiente a la reciprocidad creativo-ética entre educadores y educandos.

Recordando la hipótesis de base: lo esencialmente humano que nos trasciende, por mediación de las relaciones de liderazgo educativas creativo-éticas supraconscientes (y su LRER), se pone en juego desde las relaciones de liderazgo educacionales creativo-éticas conscientes (leyes de la EBER y LRER), que incluyen el reconocer para trascender la ‘lógica del maquiavelismo’, predominante en los modelos educativos que acabamos de sintetizar.

Ahora bien, con relación a los efectos narcisistas de la validación (sugestión, profecías, etc.) veremos cómo la calidad ética de los cristales con que se mira (investigador) se irá acrecentando en cuanto se tiende a las ‘vetas evolutivas de la Ciencia Social’. Y se irá empobreciendo en cuanto se tiende a las ‘vetas involutivas de la CS’. Y, es más, éstas (‘vi CS’) tienen sus propios criterios de validación (a predominio narcisistas).

Criterios de validación que son acordes a sus propias expectativas (narcisistas, no explicitadas): ‘reduplicar el dogma, la creencia o la verdad’ (en la tipología dogmática maniquea); una ‘inteligencia repetitiva’ o ‘creatividad meramente lógico-racional (en las ‘burócrata’ y ‘tecnócrata’), y el ‘imitar o identificarse’ con las pautas o retórica (en la ‘hedonista retórica’).

Con el valor agregado de que, al ignorar que puedan estar supeditadas a la ‘complicidad inconsciente con la tipología manipuladora en las sombras’ y el tender a ser cómplices no conscientes de ésta, tiende a validar la ‘lógica del maquiavelismo’, al patético precio de ignorar y enajenar como criterio de validación: a lo esencialmente humano ligado a la identidad creativo-ética en reciprocidad con lo genuino del prójimo (en el amor).

Es la expectativa que en dichas relaciones entre educadores y educandos (y de ambos entre sí) se vaya recreando la calidad ética de tales cristales (tipologías) mientras vayamos desarrollando los pasos acerca de una ‘inteligencia creativo-ética más evolucionada’, tanto en lo relativo al proceso de construcción-creación educacional como a sus efectos: el destino ético en reciprocidad de lo construido-creado (y su LRER).

Relaciones de liderazgo educativas con tendencia hacia la creatividad-ética: RLECE (factibles de predicción y de re-creación éticas), que promueven conjeturales efectos y consecuencias, que implican no sólo nuevas vetas de la realidad sino inéditas perspectivas de lo que es realidad humana (factibles de predicción y recreación ética por mediación de ese común denominador que es la ‘lógica razón éticamente recreada’, como venimos viendo).

Dando lugar a una ‘enseñanza-transmisión educativa’ que promueva una espiral evolutiva entre información y formación; la cual gire alrededor de lo esencialmente humano que somos (o podríamos ser): auténtica identidad creativo-ética en reciprocidad con lo genuino del prójimo (en el amor). Y en los diferentes estamentos (entre maestros y alumnos, y de ambos entre sí); incluyendo el entorno familiar y socio-económico-cultural (educación a-sistemática).

Se deviene entonces la posibilidad de que, en vez de trabajar con recetas pre-digeridas, acorde a la esclavitud imperante en los habituales modos de enseñar-transmitir, se vaya trabajando con el despertar inéditas recetas creativo-éticas en reciprocidad inscriptas en nuestras profundidades. Recreando de tal modo nuestra auténtica identidad creativo-ética individual (acorde a las ‘Fases’ precitadas).

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Siendo una expectativa que las diferentes ‘identidades individuales’ (delimitadas, discriminadas y dinámicamente contenidas) tiendan hacia las fecundas diferencias éticamente recreables (a diferencia de igualdades masificantes).

Surge entonces la hipótesis de que un significativo porcentaje de los síntomas escolares está supeditado a modos de transmisión educativa y entre pares ‘aparentemente normales’ y, por ende, que lo decisivo es que sean tenidos como un grito de auxilio en aras del despertar nuestras potencialidades dormidas: ‘auténtica creatividad ética en reciprocidad con lo genuino del prójimo en el amor’ (en educadores y educandos).

Donde esa música sensitivo-corporal creativo-ética vaya promoviendo el surgimiento de auténticos afectos en reciprocidad (propios y del prójimo), como la pasión transformadora, el goce creador y una vital felicidad en espiral evolutiva que vaya de la mano de cuando lo individual ‘y’ lo social se van re-creando recíprocamente. Acorde al generoso excedente en cualquier tipo de transmisión educativa (sistemática y asistemática).

Lo cual vaya de la mano del promover y potenciar estados saludables superiores (ej.: ‘estreses creativo saludables’, en desmedro de ‘estrés insalubre’); en camino a activar ‘complejos sistemas neuronales’ habitualmente en desuso (utilizamos sólo un 10%); lo cual esté al servicio de despertar y poner en juego nuestra energía vital potencial (cualitativa y cuantitativa). En aras de más y mejores años de vida.

En camino hacia una reciprocidad educativa creativo-ética en el amor que nos brinde la esperanza, cuando la caída de los espejismos narcisistas (aparentemente normales) nos evidencia el desierto. Modulando esa música al infinito que hiberna en esos instrumentos musicales que son nuestros cuerpos. A la espera de que sus vitales acordes nos hagan sentir dignos partícipes de un misterioso y nada azaroso proyecto universal.

Resaltando que las mencionadas relaciones de liderazgo educativas creativo-éticas (RLECE) se devienen de lo esencialmente humano que nos trasciende, lo cual se plasma a través de una consciencia que así va evolucionando.

De modo que en base a lo esencialmente humano que nos trasciende, puesto en juego desde la relación de reciprocidad con el prójimo, se deviene el destino ético en reciprocidad (acorde a la LRER) del generoso excedente mencionado (de sabiduría, creatividad, cultura, dignidad y energía de vida, sin excluir lo económico), cuyos efectos sean una inédita perspectiva de lo que es identidad y realidad esencialmente humanas.

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Nos adentramos ahora a los efectos y destinos de la puesta en práctica de las 3 leyes de la EBER (1, 2 y 3) en las relaciones de liderazgo socio políticas, y la ejemplificamos para una mejor comprensión de la LRER.

La expectativa es que un ‘trabajo creativo en dignidad’ recree éticamente los contenidos socio-político-ideológicos, dando lugar a sorprendentes nociones de pueblo, ciudadanía, estado, nación y Humanidad recíprocamente recreables, en espiral evolutiva; en aras de lo cual hemos sido misteriosamente creados y que es genéticamente transmitido (y se mantiene en hibernación).

Contextualizando un paradigma socio-político en cualquier rol, disciplina o actividad (explícita o implícita) que tienda hacia una inédita versión de democracia que gire alrededor de una participación ciudadana centrada en la creatividad-ética en reciprocidad con lo genuino del prójimo en el Amor. En camino de plasmar eso esencialmente humano que nos trasciende.

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Y relativizando de la noción del capital como el generador-creador por excelencia, de bienes, de riqueza, de cultura y de todo lo demás; apoyado en el ‘dogmatismo’ de sus conceptos (catecismo conceptual económico) y por los sofismas que subyacen a las nociones de individualismo y libre competencia como los motores de la prosperidad social y el desarrollo humano. Ignorando activamente lo humano que lo construye.

Las cuales nos conducen a la hipótesis de un primitivismo humano (de toda época y cultura, en todo rol, disciplina o actividad) que usa al Capitalismo (como antes a los mitos y las religiones) de pantalla protectora para obturar el reconocimiento de las fuentes y mecanismos del poder (el ‘árbol tapa al bosque’): ligada a los líderes manipuladores en las sombras (con la complicidad de las ‘soberbias creencias narcisistas’).

De lo cual surge la hipótesis (validable) de una inédita versión de lo que es realidad ‘socio-política-cultural: la conciencia habitual de Capitalistas (empresarios, etc.), así como del pueblo y la ciudadanía, tienden a estar incluidas en el actual primitivismo humano, supeditado a la manipulación en las sombras y a la ‘lógica del maquiavelismo’. Sin ignorar la presencia en ambos de los esperanzadores líderes creativo-intuitivos.

Y que ambos tienden a presentarse alternativamente (acorde al predominio de sus respectivas ‘soberbias creencias narcisistas’) como los salvadores de la humanidad. Donde, conjeturo, predominan los dogmatismos, manipulaciones secundarias y tecnocracias en las clases altas; y los hedonismos retóricos, la burocracia y las manipulaciones terciarias, en las clases bajas (factible de validar, incluso acerca de sus correspondientes porcentajes).

Y donde recuerdo que el manipulador en las sombras, por mediación de sus ‘vetas camaleónicas’, les ‘dora la píldora’ a sus narcisismos para estimular sus respectivas soberbias creencias, promoviendo una ‘libre competencia’ entre ambos (que alternativamente ganan unos y otros, según sus dictados); pero donde los que verdaderamente ganan, en cuanto se mantienen en la cúspide de su silencioso y casi omnímodo poder, son tales manipuladores primarios.

Siendo la expectativa que el inédito paradigma socio-político mencionado tienda hacia relaciones de liderazgo socio-políticas creativo-éticas, que vayan dejando sin espacios a las ‘soberbias creencias narcisistas’ y a la ’lógica del maquiavelismo’, en aras de ejercicios del poder cada vez más saludables.

Y donde sea decisivo reconocer para recrear y así trascender la ‘lógica del maquiavelismo’, tendiendo a poner en juego lo ‘esencialmente humano’ que les subyace en sus casi inasibles profundidades, en camino de atravesar creativa y éticamente sus primitivos sado-masoquismos, desde y hacia una reciprocidad creativo-ética (aunque sin ingenuidades cómplices). Ver ‘La Creatividad Ética puede con la manipulación en las sombras’.

Lo cual incluye el reconocer para trascender a ‘líderes socio-políticos creativo-intuitivos’ (morales o utópicos) que, si bien consideran a los problemas, crisis y expectativas de los liderados: pueblo y ciudadanía como puntos de partida de inéditas soluciones, les excede el trabajar para despertar las potencialidades creativas de los mismos, por lo que no promueven cambios estructurales de fondo (reciprocidad creativo-ética).

Reconocer para trascender a ‘líderes socio-políticos dogmáticos’, que consideran al pueblo y a la ciudadanía en lo religioso, económico, educacional y político, al servicio de un sacrificial sometimiento masificante (de masa), cual espíritu de manada o de rebaño.

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Reconocer para trascender a ‘líderes socio-políticos burócratas’, que consideran al pueblo y a la ciudadanía ligados a su conservadora-normal versión de la vida, acorde al mantenerlos como están (statu quo), o sea, como masa burocráticamente organizada.

Reconocer para trascender a ‘líderes socio-políticos tecnócratas’, para quienes el pueblo y la ciudadanía deben estar supeditados al masificante ‘razonamiento perfecto’ y a lo ‘puramente lógico-mecánico-racional-tecnológico de la creatividad’, como supuesto camino seguro a la solución de todos sus problemas, crisis y posibilidades.

Reconocer para trascender a ‘líderes socio-políticos hedonistas retóricos’, que tienen a las crisis, síntomas, cuestionamientos y marginalidades de los liderados: pueblo y ciudadanía como esencialmente transgresores, liberadores y revolucionarios (no como un medio para potenciales logros). De modo que las precitadas versiones de ‘pueblo y ciudadanía’ son tenidas como reaccionarias, pero también la ‘reciprocidad creativo ética con el prójimo’.

Reconocer para trascender a ‘líderes socio-políticos manipuladores en las sombras’, que estimulan astutamente las posiciones narcisistas de los liderados: pueblo y ciudadanía ‘aparentemente normales’, para ser tenidos como sus grandes benefactores-salvadores, mientras disfrutan del humillante ‘sado-masoquismo’ que promueven. Siéndoles insoportable una ‘reciprocidad creativo-ética’ que tienda a generar genuinas opciones.

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Contexto donde, recuerdo, he precisado las innovadoras nociones de bien (evolutivas) y de mal (involutivas); los motivos de considerarlas así y cómo tender de las ‘unas’ hacia las ‘otras’, acorde a la LRER.

Ligado al poner en juego una ‘justicia social’ supeditada a ‘principios creativo-éticos en reciprocidad con el prójimo’; que incluye el responder acerca de ‘qué es el bien común’, la conformación de ‘comunidades armónicas’, el misterio del amor, del valor intrínseco de las personas, la genuina voluntad libre, una ética de las artes, el razonamiento científico, etc.

Que incluya el poner límites (interdicción recreadora ética) a: una manipulación social ligada a la explotación económica y a la esclavitud sociopolítica (congruente con la ‘lógica del maquiavelismo’), así como a las falacias de la noción de ‘democracia’ (metáfora de ‘los peces y el pescador’). Y a un ‘individualismo’ y una ‘libre competencia’ tenidos por el único motor de la prosperidad social.

En camino a instrumentar el arte de reconocer las engañosas-tramposas muletas narcisistas: propias y del prójimo, comprendiendo que tales ‘fascinantes muletas’ denigran al prójimo, al pueblo y a la ciudadanía; en camino hacia una ‘genuina identidad socio-política creativo-ética’ que nos subyace en hibernación (parte del casi infinito universo neuronal que aún no utilizamos) y está a la espera de su vital despertar.

En aras de pensar al ‘ser humano creativo-ético en reciprocidad’, acorde a la LRER, como el generador-creador por excelencia, de bienes, de sabiduría, de riqueza, de arte, de cultura, de posibilidades y de esperanza; lo cual sea dignamente complementado por el Capital, o sea, valores humanos complementados por los económicos. En camino hacia el generoso excedente.

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Lo que conduce a la hipótesis (validable) de que todo trabajo humano productivo implica un trabajo creativo en reciprocidad ética o trabajo creativo en dignidad que se ponga en juego en relaciones de liderazgo (y entre pares) creativo-éticas en reciprocidad en lo socio-político-educacional, en el amor, en la vida, etc., y en todo intercambio genuinamente humano, como una forma de vida más evolucionada.

Que vaya promoviendo el redescubrimiento, y por ende la puesta en juego, de una auténtica identidad creativa en reciprocidad (en porcentajes, que se irán desplegando). Desde la que recreen éticamente los contenidos socio-políticos que se enseñan-transmiten; como una genuina participación ciudadana creativo-ética, que dé lugar a innovadoras nociones de pueblo y ciudadanía.

Proceso que va conformando nuevos líderes, en lo que hasta ahora se llama pueblo y ciudadanía, que van recreándose entre sí, así como con los líderes precedentes y con nuevos liderados, en camino a una ‘espiral evolutiva’ que implique una nueva manera de hacer política-social, en cuanto se van redescubriendo éticamente los contenidos o plataformas políticas iniciales.

Y cuya puesta en práctica implique una decisiva participación ciudadana sociopolítica, que incluya lo económico (un Capitalismo supeditado a valores humanos), toda transmisión educativa (sistemática y asistemática), una ética en reciprocidad de las creaciones en las Ciencias y en las Artes e inéditas versiones de una Democracia por venir, con tendencia a una participación ciudadana que tienda a la creatividad-ética en reciprocidad.

Ello implica la hipótesis de que lo ‘decisivo’ son los sistemas de relaciones subyacentes entre líderes y liderados (acorde a la LRER), ahora referidos a la socio-política; proceso que implica el desarrollo de una auténtica identidad creativa y de una ética en reciprocidad en su reconstrucción y puesta en práctica (clave en cuanto a su validación empírica).

Facilitándonos pensar al prójimo, pueblo y ciudadanía como formando parte de lo ‘esencialmente humano que nos trasciende’, acorde a la LRER (en vez de centrarlos en los aspectos meramente económicos o tecnológicos, caldo de cultivo de la ‘lógica del maquiavelismo’). En camino hacia relaciones de liderazgo en general y socio-políticas en particular creativo-éticas, en aras de ejercicios del poder cada vez más saludables.

Siendo decisivo en tal contexto el lugar de potenciales líderes socio-políticos (individuos, agrupaciones e instituciones) que vislumbran la posibilidad de que en las ignotas profundidades del ser humano (que incluye las del pueblo y la ciudadanía) hibernan relaciones de ‘reciprocidad creativo-ética’ (aunque en diferentes niveles de acceso) como pilar fundante de una Política-Social ligada a un ser humano más evolucionado.

En camino hacia relaciones de liderazgo socio-políticas (y en general) creativo-éticas que impliquen trascender las ideas de que el poder (político) corrompe. A diferencia de las ignotas ‘soberbias creencias narcisistas’, que disfrutan del humillante sadomasoquismo promovido por la astuta antiética de los ‘líderes manipuladores en las sombras’ (y sus vetas ‘camaleónicas’).

Dando lugar a ‘fecundas diferencias éticamente recreables’ que sean el paradigma de todo proceso de transmisión política: sistemática y asistemática (familiar, educacional, empresarial, profesional, laboral, artística, social, cultural y con relación al entorno ‘no humano’ y la naturaleza); sostenidas por los ‘espacios-tiempo de misterio’, la ISC, los ‘estrés creativo-saludables’ y el ‘goce-pasión creador’, en camino a la vital reciprocidad en el Amor.

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Donde lo individual ‘y’ lo social se realimenten recíprocamente (en vez de considerarlos pares antinómicos), acorde a la LRER. En camino hacia relaciones de liderazgo socio-políticas (y en general) creativo-éticas; que impliquen trascender las ideas de que el poder (político) corrompe.

Donde líderes socio-políticos creativo-éticos reconozcan que sin la presencia (explícita e implícita) del ‘pueblo y la ciudadanía en reciprocidad’ no habría lugar a despertar sus propias potencialidades, en aras del apasionante y gozoso proceso de descubrir-crear y re-crearnos siguiendo parámetros éticos. Lo cual trascienda la plenitud narcisista de la perfección, inseparable del engañar-trampear y del engañarnos-trampearnos.

Lo cual conlleva el comenzar a sistematizar las ambiguas nociones de pueblo y ciudadanía imperantes, desde nuestra hipotética Ciencia Social y Política (factible de validar), que inicio con las relaciones de liderazgo socio-políticas creativo-éticas, componente fundamental de la ‘clase Creativo-Ética en Reciprocidad’ (cCER), cual paradigma de las vertientes evolutivas de dicha Ciencia.

Siendo la expectativa que líderes socio-políticos con tendencia a la creatividad-ética tiendan hacia relaciones de reciprocidad con sus ‘liderados’, incluyendo prójimo, pueblo y ciudadanía. Que incluye muy especialmente el promover relaciones de reciprocidad entre líderes y liderados (y de líderes y liderados entre sí) en lo que se denomina ‘pueblo’ y ‘ciudadanía’.

Relanzando este trabajo creativo en dignidad al infinito (operacional) o trabajo de vida, decisivo en todo proceso de ‘transmisión’ (sistemática y asistemática, que incluye cualquier rol, disciplina o actividad). Facilitando la toma de decisiones en reciprocidad ética en aras del generoso excedente (de sabiduría, creatividad, cultura, dignidad y energía de vida).

Ligado al poner en juego una ‘justicia social’, a responder ‘qué es el bien común’, las ‘comunidades armónicas’, el misterio del amor, el valor intrínseco de las personas, una ética de las artes y del razonamiento científico, etc.

Generoso excedente que crezca geométricamente en la medida que se permita definir al pueblo y a la ciudadanía como formando parte de lo ‘esencialmente humano que nos trasciende’ (en vez de centrarlos en los aspectos meramente económicos o tecnológicos), mientras las necesidades aumentan aritméticamente. Y se plasme a través de ‘relaciones de reciprocidad ética’ (inédita versión de lo social), que se ponen en juego en ‘líderes’ y ‘liderados’, y en ambos entre sí, congruente con la LRER.

Acorde a que lo ‘individual’ y lo ‘social’ se realimentan recíprocamente (aunque a predomino de lo social). Ello, a diferencia de tener al ‘pueblo’ y la ‘ciudadanía’ centrados en lo meramente individual ‘o’ en lo puramente social (masa), como tiende a ocurrir habitualmente. Y que he sistematizado desde las demás tipologías involutivas de la Ciencia Social, que se validan a sí mismas (proceso factible de validar).

Lo cual vaya de la mano del despertar esa música sensitivo-corporal profunda en reciprocidad ética que está en nosotros, en camino a promover auténticos afectos; como el goce-pasión creador en reciprocidad y una vital felicidad donde lo individual ‘y’ lo social se recreen mutuamente (promoviendo el pasaje de los ‘estreses insalubres’ en ‘estrés creativo-éticos saludables’).

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Siendo en tal contexto que el trabajo creativo en dignidad que se pone en juego en relaciones de liderazgo (y entre pares) creativo-éticas en reciprocidad en lo socio-político-educacional, en la vida, en el amor, implica ir construyendo una noción de Democracia con tendencia hacia la reciprocidad creativo-ética con el prójimo, en desmedro de la centrada en la ‘lógica del maquiavelismo’.

Articulado con un trabajo creativo en dignidad que recree éticamente las grandes producciones-creaciones de la Humanidad (de toda época y cultura): Históricas, Filosóficas, Religiosas, Artísticas, Sociales, Políticas, Científicas, Psicológicas, Antropológicas, Mitológicas, etc.; que estarían a la espera de sucesivas recreaciones éticas desde nuestro lugar de genuino prójimo en el Amor.

En camino hacia inéditas versiones de lo que es Historia que nos lleven a recrearla éticamente (individual, sociocultural, generacional y trascendental); trascendiendo las tendencias a los meros idolatrarla-repetirla y desvalorizarla-relativizarla; cual genuino motor evolutivo humano (en vez de los darwinismos en boga, los creacionismos mágicos, simples o mecánicos, y los azarosos indeterminismos).

Es la esperanza (predicción) que dicho proceso facilite a los científicos construir sus hipótesis teóricas (lo esencial del espíritu científico), y que los talentos intuitivos potencien su creatividad en los más variados roles, edades y actividades; incluyendo las Ciencias Sociales (educativas, psicologías, etc.), las Artes, ciertas experiencias místicas y nuestra valiosa cotidianeidad. Y donde una creatividad ética en reciprocidad les acompañe en su construcción y en sus efectos en la realidad.

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Siendo decisivo que los efectos en la práctica de dicho generoso excedente estén supeditados a los destinos creativo-éticos en reciprocidad, en aras de un sujeto humano creativo-ético en reciprocidad (encarnado en los individuos) como objeto de validación empírica (acorde a la LRER).

Permitiendo la predicción ética (que recrea la predicción), de lo cual surge que validando dicho insólito objeto se irá validando el Cuerpo teórico observacional que le subyace, que incluye el Cuerpo teórico no observable (probabilística y transitoriamente) y lo esencialmente humano que nos trasciende (y que tenemos tantas neuronas como galaxias y usamos una ínfima parte). Acorde a ese común denominador que es la LRER.

Y donde reitero que para transcender ese ‘cáncer’ en las Ciencias Humanas que son la sugestión, profecías autocumplidas y manipulación jerarquizamos la calidad ética de los cristales con que se mira (observador).

Lo cual implica que la calidad ética de los cristales con que se mira (observador) se irá acrecentando en cuanto se tiende a las ‘vetas evolutivas de la CS’. Y se irá empobreciendo en cuanto se tiende a las ‘vetas involutivas de la CS’. Y, es más, éstas (vi CS) tienen sus propios criterios de validación, que son acordes a sus propias expectativas (narcisistas, no explicitadas).

Criterios de validación que pueden ser reconocidos: ‘reduplicar el dogma, la creencia o la verdad’ (en la tipología ‘dogmático-maniquea’); una ‘inteligencia repetitiva’ o ‘creatividad meramente lógico-racional’ (en las ‘burócrata’ y ‘tecnócrata’), y el ‘imitar o identificarse’ con las pautas o retórica (en la ‘hedonista retórica’).

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Con el valor agregado de que, al ignorar estas tipologías que puedan estar supeditadas a la ‘complicidad inconsciente con la tipología manipuladora en las sombras’ y el tender a ser cómplices no conscientes de ésta, tienden a validar la ‘lógica del maquiavelismo’, al patético precio de ignorar y enajenar como criterio de validación: a lo esencialmente humano ligado a la identidad creativo-ética en reciprocidad con lo genuino del prójimo (en el Amor).

Recordando en este punto la recreación ética, en cuanto siempre es posible y necesaria una nueva ‘vuelta de tuerca evolutiva’ (sin necesidad de encontrar errores como en la refutación), en todos los momentos del proceso y de su puesta en práctica. Acorde a la LRER.

Que, reitero, se articula con la predicción ética (que recrea la ‘predicción’) en cuanto culmine en los ‘destinos éticos en reciprocidad’ (y su LRER) de las inéditas vetas de lo que es ‘realidad humana’ construida-creada (en política, educación, el arte, el amor, la vida, etc.) que implica un ponerlo en juego en reciprocidad ética con prójimo, pueblo, ciudadanía y la Humanidad (muy diferente a los destinos de las vetas involutivas de la CS).

Destinos éticos en reciprocidad que pueden incluir a las ‘vetas involutivas de la CS’ (‘lógica del maquiavelismo’), a condición de reconocerlas en aras de transcenderlas creativa y éticamente.

Siendo entonces la expectativa (predicción) que, en base a lo esencialmente humano que nos trasciende, puesto en juego desde un trabajo creativo en dignidad con el prójimo en el Amor que vaya dando lugar a un generoso excedente, surja el destino ético en reciprocidad con lo genuino del prójimo en el Amor. Clave en la versión de validación empírica que estamos desplegando y desde el cual se comience a gestar una Inédita Humanidad, digna de ser vivida.

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