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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE TAMAULIPAS UNIDAD ACADÉMICA MULTIDISCIPLINARIA DE CIENCIAS, EDUCACIÓN Y HUMANIDADES DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN DOCTORADO EN EDUCACIÓN DISEÑO Y EVALUACIÓN DE LAS PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS DE LA ESCALA DE ESTRATEGIAS DOCENTES PARA APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS TESIS COMO REQUISITO PARCIAL PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR PRESENTA: LUZ MARINA MÉNDEZ HINOJOSA MONTERREY, N. L., MÉXICO, A OCTUBRE DE 2011

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE TAMAULIPAS

UNIDAD ACADÉMICA MULTIDISCIPLINARIA DE CIENCIAS,

EDUCACIÓN Y HUMANIDADES

DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN

DOCTORADO EN EDUCACIÓN

DISEÑO Y EVALUACIÓN DE LAS PROPIEDADES

PSICOMÉTRICAS DE LA ESCALA DE ESTRATEGIAS DOCENTES

PARA APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS

TESIS

COMO REQUISITO PARCIAL

PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR

PRESENTA:

LUZ MARINA MÉNDEZ HINOJOSA

MONTERREY, N. L., MÉXICO, A OCTUBRE DE 2011

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE TAMAULIPAS

UNIDAD ACADÉMICA MULTIDISCIPLINARIA DE CIENCIAS,

EDUCACIÓN Y HUMANIDADES

DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN

DOCTORADO EN EDUCACIÓN

DISEÑO Y EVALUACIÓN DE LAS PROPIEDADES

PSICOMÉTRICAS DE LA ESCALA DE ESTRATEGIAS DOCENTES

PARA APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS

TESIS

COMO REQUISITO PARCIAL

PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR

PRESENTA:

LUZ MARINA MÉNDEZ HINOJOSA

DIRECTOR DE TESIS:

DRA. EVELIA RESENDIZ BALEDERAS

CO-DIRECTOR DE TESIS:

DRA. MONICA TERESA GONZALEZ RAMIREZ

Facultad de Psicología

Universidad Autónoma de Nuevo León

MONTERREY, N. L., MÉXICO, A OCTUBRE DE 2011

Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, diría lo siguiente: el

factor aislado más importante que influye en el aprendizaje, es aquello que el aprendiz ya

sabe. Averígüese ésto y enséñese de acuerdo con ello.

David Paul Ausubel

DEDICATORIA

A Dios,

A mi esposo, Alonso

A mis hijas, Luz Alejandra y Karol Esmeralda

A mis padres, Asunción y Ma. del Socorro

A mis hermanos, Claudia y Pepe

AGRADECIMIENTOS

Agradezco enormemente a Dios, primeramente por la vida, mía y de mi familia, y en

segundo lugar por permitirme llegar a este momento y poder concluir esta tesis.

Gracias, al programa doctoral de la UAMCEH por darme la oportunidad de estudiar en una

modalidad que permitió seguir con mis proyectos profesionales y personales a la vez que se

cursaba el doctorado.

Gracias al Mtro. José Armando Peña, director de la Facultad de Psicología de la UANL, por

su apoyo económico en la realización de mi doctorado.

Gracias, a la Dra. Evelia Resendiz Balderas y a la Dra. Mónica Teresa González por

guiarme e instruirme en este camino largo que recorrí para lograr mi sueño de diseñar mi

propio instrumento de medición.

Gracias, a la Dra. Alma Ma. del Amparo Salinas Quintanilla y a la Dra. Rosalinda Salinas

Treviño por sus puntuales revisiones y aportaciones, que me permitieron mejorar la calidad

de mi trabajo.

Gracias, a mi esposo, por apoyarme económicamente para que yo haga lo que realmente me

gusta, que es enseñar y estudiar.

Gracias a mis hijas, por el tiempo que me prestaron para poder escribir una a una las

palabras de esta tesis.

Gracias a mi padre por el sin fin de ediciones que hizo a este texto y a mi madre, por las

lecturas y sus correcciones precisas.

Gracias a César Tovar, Alejandra Luna, Laura Ramírez, Juan José Galván, Mónica Castillo,

Lupita Villarreal y Mayra Luna por su ayuda permanente en las distintas fases de esta tesis.

Gracias a Blanca Mota y Jorge Cumpeán por ser un puente determinante en mi avance.

Y gracias a todos los alumnos que me ayudaron con un gran corazón en las aplicaciones de

la Escala de Estrategias Docentes para Aprendizajes Significativos.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 1

Antecedentes 3

Conductismo vs Constructivismo 4

Constructivismo 6

Estrategias docentes con enfoque constructivista 9

Análisis del uso de estrategias docentes en el aula 10

Análisis del efecto de la aplicación de estrategias específicas 12

Estrategias que fomentan aprendizajes significativos: cuerpo de estudio de esta

investigación

12

Evaluación Docente 17

Planteamiento del problema 19

Objetivo general 20

Objetivos específicos 20

Justificación 20

Limitaciones y Delimitaciones 24

MARCO TEÓRICO 25

Psicología educativa 25

Teorías del aprendizaje 28

Teorías Conductuales del Aprendizaje 31

Papel del maestro 32

Papel del alumno 34

Teorías Cognitivas del Aprendizaje 34

Papel del maestro 35

Papel del alumno 35

Teorías Constructivistas del Aprendizaje 35

Teoría Psicogenética 39

Papel del maestro. 39

Papel del alumno. 41

Teoría del Aprendizaje Significativo o Teoría de la Asimilación 41

Papel del maestro. 42

Papel del alumno. 43

Teoría del Aprendizaje Estratégico 43

Papel del maestro. 45

Papel del alumno. 46

Teoría Histórico Cultural 46

Papel del maestro. 49

Papel del alumno. 50

Aprendizaje significativo 51

La teoría de Ausubel 53

Condiciones para el aprendizaje 54

El aprendizaje por recepción con el aprendizaje por descubrimiento 55

Significado lógico y significado psicológico del material a aprender 56

Tipos de Aprendizaje por recepción 58

Procesos que suceden en el aprendizaje significativo 61

Afianzamiento de la información 61

Inclusión 62

Aprendizaje supraordinado y combinatorio 63

Teoría de la asimilación 65

Evaluación y / o evidencia del aprendizaje significativo 65

La Teoría de la educación de Novak 67

El modelo de Gowin 71

Enseñar para un aprendizaje significativo: Richard E. Mayer 73

Estrategias docentes 77

Conceptualizaciones del término estrategia 77

Clasificación de las estrategias docentes 79

Estrategias de enseñanza 79

Estrategias para activar y usar los conocimientos previos, y generar expectativas

en los alumnos.

80

Estrategias para orientar y guiar a los aprendices sobre los aspectos. 81

Estrategias para mejorar la codificación. 82

Estrategias para organizar la información previa a aprender. 83

Estrategias para promover el enlace entre los conocimientos previos y la nueva

información que se va a aprender.

85

Estrategias de aprendizaje 86

MÉTODO 88

Enfoque 88

Diseño 88

Hipótesis 88

Muestra 89

Sujetos participantes 89

Instrumentos 92

Técnicas de análisis 93

Etapa: Evaluación de expertos: validez de contenido 93

Etapa: Análisis de confiabilidad y validez 93

Procedimiento 94

Etapa: Delimitación conceptual del constructo a evaluar 94

Etapa: Construcción de los ítems 94

Etapa: Evaluación de expertos: validez de contenido 95

Etapa: Aplicación del instrumento 96

Etapa: Análisis de confiabilidad y validez 97

RESULTADOS 99

Etapa: Evaluación de expertos: validez de contenido 99

Etapa: Análisis de confiabilidad y validez 103

Confiabilidad inter-ítem: Alpha de Cronbach 103

Validez de constructo: Análisis Factorial Exploratorio 105

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES 116

BIBLIOGRAFÍA 124

APÉNDICES 145

APENDICE A. Escala de Estrategias Docentes Para Aprendizajes Significativos

(piloto).

146

APENDICE B. Matriz de estrategias docentes para aprendizajes significativos. 156

APENDICE C. Trámite de permisos para la investigación. 170

APENDICE D. Escala de Estrategias Docentes Para Aprendizajes Significativos

(final).

177

ÍNDICE DE TABLAS Y FIGURAS

TABLAS

Tabla 1. Formas de aprendizaje significativo según la teoría de la asimilación

65

Tabla 2. Una clasificación de las estrategias de aprendizaje

86

Tabla 3. Edad por intervalos

90

Tabla 4. Años de experiencia docente por intervalos

90

Tabla 5. Facultad a la que pertenece

91

Tabla 6. Modalidad en la que imparte clase

91

Tabla 7. Categoría

91

Tabla 8. Grado académico

91

Tabla 9. Manera en la cual recibió la capacitación

92

Tabla 10. Codificación de las categorías de respuesta de EEDAP

97

Tabla 11. Análisis de contenido de las sugerencias, registro de frecuencias y

confiabilidad

99

Tabla 12. Evaluación de expertos. Actividad Generadora de Información Previa

100

Tabla 13. Evaluación de expertos. Actividad Focal Introductoria

100

Tabla 14. Evaluación de expertos. Positivo, Negativo e Interesante

100

Tabla 15. Evaluación de expertos. Discusión Guiada

100

Tabla 16. Evaluación de expertos. Objetivos e intenciones

101

Tabla 17. Evaluación de expertos. Diagrama de Llaves

101

Tabla 18. Evaluación de expertos. Mapas Conceptuales

101

Tabla 19. Evaluación de expertos. Resumen 101

Tabla 20. Evaluación de expertos. Respuesta anterior-Pregunta-Respuesta Posterior

(Ra-P-Rp)

102

Tabla 21. Evaluación de expertos. Lo que Sé, Lo que Quiero saber, Lo que Aprendí

(SQA)

102

Tabla 22. Evaluación de expertos. Cuadro Sinóptico

102

Tabla 23. Evaluación de expertos. Analogías / Conocimiento como Diseño

102

Tabla 24. Índices de confiabilidad de Hernández Sampieri et al y Holsti

103

Tabla 25. Análisis de la confiabilidad inter-ítem: Alpha de Cronbach

104

Tabla 26. Alpha de Cronbach producto de la primera eliminación de ítems

104

Tabla 27. Alpha de Cronbach producto de la segunda eliminación de ítems

105

Tabla 28. Medidas de adecuación muestral Kaiser-Meyer-Olkin y Pruebas de

esfericidad de Barlett

106

Tabla 29. Porcentaje de la varianza y cargas factoriales

112

Tabla 30. KMO y Barlett al eliminar ítems por pesos factoriales menores a .40

113

Tabla 31. Porcentaje de la varianza y cargas factoriales al eliminar ítems por pesos

factoriales menores a .40

114

FIGURAS

Figura 1. Los aprendizajes por recepción y por descubrimiento se hallan en un

continuo separado del aprendizaje por repetición y el aprendizaje significativo.

56

Figura 2. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Actividad Generadora de

Información Previa

107

Figura 3. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Actividad Focal Introductoria

108

Figura 4. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Positivo, Negativo e

Interesante

108

Figura 5. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Discusión Guiada

108

Figura 6. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Objetivos e Intenciones

109

Figura 7. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Diagrama de Llaves

109

Figura 8. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Mapas Conceptuales

109

Figura 9. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Respuesta Anterior-Pregunta-

Respuesta Posterior

110

Figura 10. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Lo que sé, Lo que quiero

saber, Lo que aprendí

110

Figura 11. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Cuadro Sinóptico

110

Figura 12. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Conocimiento como Diseño/

Analogías

111

Figura 13. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Resumen

111

Figura 14. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Actividad Generadora de

Información Previa, al eliminar el ítem LL3

113

Figura 15. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Positivo, Negativo e

Interesante, al eliminar el ítem LL3

114

Figura 16. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Discusión Guiada, al eliminar

el ítem DG1

114

RESUMEN

En América Latina, ha surgido el interés explícito de cambiar las formas de enseñanza en la

mayoría de las instituciones de educación, tanto pública como privada, desde la educación

básica hasta la educación superior. Ya que la forma de entender el aprendizaje durante gran

parte del siglo XX estaba sustentada en el paradigma conductista, el cual coincide con la

vieja tradición transmisionista en educación. En ésta, el proceso de enseñanza y

aprendizaje, respondiendo a un momento histórico determinado, se considera como un acto

de transmisión–reproducción de los contenidos a enseñar que requería la memorización de

los estudiantes del conocimiento científico; por esa razón, los alumnos eran simples

receptores de información (Segura, 2005). En México, desde el gobierno del Presidente

Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), ya se esbozaba en los programas nacionales la meta

de cambiar el papel pasivo de los alumnos, provenientes de una metodología conductista, a

un papel crítico y activo en el proceso de enseñanza-aprendizaje (Ornelas, 1995). Sin

embargo, es hasta el tiempo actual cuando los documentos oficiales de las instituciones

educativas del país incluyen en sus estrategias acciones que modifiquen la relación

maestro-alumno. Tal es el caso de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL),

institución en la cual se llevó a cabo la presente investigación, que en su Modelo

Académico de Licenciatura, manifiesta que el enfoque del trabajo docente debe ahora

privilegiar el aprendizaje de los estudiantes sobre la enseñanza, e insiste que el estudiante

debe contar con las condiciones adecuadas para adquirir la competencia de aprender a

aprender y el profesor debe enseñar a los estudiantes a aprender y a pensar (UANL, 2008).

Dichos cambios están fuertemente cimentados en diversos autores que han señalado que en

el aula se debe pasar de una enseñanza tradicional a una enseñanza donde se privilegie el

aprendizaje significativo, es decir, que el alumno pueda relacionar sus conocimientos

nuevos con experiencias anteriores y que, a su vez, los pueda transferir a otros contextos

(Mayer, 2000). Para lograr ese salto de la enseñanza tradicional o mecánica al aprendizaje

significativo es necesario modificar las formas de enseñar, ya que según la forma de

enseñar o de facilitar el aprendizaje en el aula será el tipo de conocimiento que se obtenga.

En relación a ello, hay múltiples concepciones que incluyen en su definición aquellas

acciones que realiza el docente que tienen un efecto en el aprendizaje del alumno. Algunos

las han conceptualizado como estrategias didácticas (Burón, 1997, Castañeda, 2004),

modalidades (Glazman y Figueroa, 1996) y estrategias docentes (Díaz Barriga y Hernández

Rojas, 2010) por citar algunos. La presente investigación surgió del interés de profundizar

en el estudio de la aplicación de las estrategias docentes en el aula. Y después de

exhaustivas revisiones de artículos científicos, se encontró que aquellos que analizan el uso

de las estrategias lo han hecho con diseños etnográficos, con riqueza en sus datos, pero con

la limitante de no poder hacer generalizaciones, ya que sus instrumentos no proporcionan

información de su fiabilidad y validez. Por lo anterior, el propósito de este estudio fue

aplicar la metodología existente sobre el desarrollo de instrumentos (Carretero-Dios y

Pérez, 2005) y la estadística multivariante al diseño de una escala tipo Likert válida y

confiable que evalúe la frecuencia de uso en el aula de las distintas estrategias docentes. Por

lo tanto, este estudio, de enfoque cuantitativo, con diseño no experimental, de corte

transversal, tuvo como objetivo general: Construir y validar factorialmente un instrumento

que mida la frecuencia de uso de estrategias docentes que promueven aprendizajes

significativos en el aula. Las metas a lograr para poder alcanzar el objetivo general quedan

enmarcadas en los siguientes objetivos específicos: 1) elaborar y construir un conjunto de

subescalas tipo Likert donde cada una evalúe la frecuencia de uso de una estrategia

docente; 2) determinar la validez de contenido de cada subescala mediante juicio de

expertos; 3) determinar la confiabilidad de las subescalas del instrumento mediante el

Alpha de Cronbach; y 4) determinar la validez de constructo de cada subescala mediante

análisis factorial exploratorio. Para alcanzar las metas planteadas, se creó la Escala de

Estrategias Docentes para Aprendizajes Significativos (EEDAS), tomando como modelo

teórico de referencia a David Ausubel (Ausubel, 1961, 1962, 1963, 1968, 1978; Ausubel et

al. 1978, 1983) y la aplicación de éste por medio de estrategias docentes hecha por Díaz

Barriga y Hernández Rojas (2002, 2010). La EEDAS está compuesta por 12 subescalas:

Actividad Generadora de Información Previa; Actividad Focal Introductoria; Positivo,

Negativo e Interesante; Discusión Guiada; Objetivos e Intenciones; Diagrama de Llaves;

Mapas Conceptuales; Respuesta Anterior-Pregunta-Respuesta Posterior; Lo que Sé, Lo que

Quiero Saber, Lo que Aprendí; Cuadro Sinóptico; Analogías, y Resumen. Surgiendo las

siguientes hipótesis: Las hipótesis, en concordancia con los objetivos fueron: H1: Cada una

de las subescalas que conforman la Escala de Estrategias Docentes para Aprendizajes

Significativos presenta un Alpha de Cronbach igual o superior a .75 y H2: Las subescalas de

la Escala de Estrategias Docentes para Aprendizajes Significativos son unifactoriales. Las

subescalas se sometieron a juicio de experto para evaluar la validez de contenido de sus

ítems, dando como resultado la eliminación de un ítem y arrojando una confiabilidad inter-

jueces muy buena. Con el objetivo de analizar la confiabilidad inter-ítem y determinar su

estructura factorial se realizó un muestreo incidental en 7 facultades de la UANL, y se

aplicó el instrumento a 205 docentes, pero se eliminaron 5 por tener más del 10% de

valores perdidos. Producto de los análisis se eliminaron 3 ítems; asimismo, el rango de los

valores del Alpha de Cronbach osciló entre .794 y .975, lo que refleja una adecuada

consistencia interna; de igual manera el análisis factorial exploratorio evidencia la

estructura unifactorial de cada subescala y la adecuada saturación de los ítems en su factor

correspondiente. En síntesis, los objetivos planteados se fueron cumpliendo a lo largo del

estudio y los resultados obtenidos aportan certeza de que la EEDAS es un instrumento que

cuenta con las propiedades psicométricas adecuadas para contribuir en investigaciones

futuras relacionadas con el tema, realizadas en ambientes y condiciones similares. Con lo

anterior se vislumbra la primera aportación del estudio: dotar de un instrumento confiable y

válido a los investigadores de la Psicología Educativa, en especial a aquellos interesados en

indagar las formas en las que los docentes imparten su cátedra.

Palabras clave: docentes, estrategias docentes, aprendizaje significativo, evaluación,

confiabilidad, validez

INTRODUCCIÓN

Durante gran parte del siglo XX las corrientes psicológicas conductistas y su

concepción del conocimiento y el aprendizaje sirvieron de apoyo a la viejas formas de

enseñar centradas en el profesor (Hernández Rojas, 2006). En este tiempo los estudios en el

campo educativo se centraron, principalmente, en áreas como la programación y

evaluación, la dinámica de grupo, la orientación y el desarrollo de la personalidad,

quedando casi completamente abandonado el estudio del aprendizaje en el aula. Detrás de

esta minusvaloración del estudio del aprendizaje escolar estaba una concepción

reduccionista por la que el aprendizaje humano podía ser adecuadamente comprendido y

explicado a partir de las leyes establecidas en el estudio del aprendizaje animal o, en

cualquier caso, mediante investigaciones realizadas con tareas simples en el laboratorio

(García Madruga, 1990; Watson, 1924).

La forma de entender el aprendizaje sustentada en el paradigma conductista también

coincidió con la vieja tradición transmisionista en educación e incluso le dio un fuerte

respaldo. Como se sabe, en ésta, el proceso de enseñanza y aprendizaje se considera como

un acto de transmisión–reproducción de los contenidos a enseñar. El conductismo, de este

punto, responde a un momento histórico determinado que requería la memorización de los

estudiantes del conocimiento científico; por esa razón, los estudiantes eran simples

receptores de información (Segura, 2005). Dicha tradición se fundamenta en un

magistrocentrismo y considera que el profesor es el depositario único del conocimiento, el

cual se imparte a los alumnos por medio de un verbalismo exacerbado del que se hace gala.

A su vez, y en forma correlativa, los alumnos son considerados como meros recipientes que

aprenden en forma pasiva a partir de las largas explicaciones autoritarias y jerarquizadas

del profesor. En este sentido, el único modo de saber si los alumnos han aprendido o no se

basa en la habilidad que éstos demuestran para reproducir el conocimiento expuesto por el

enseñante mediante distintas situaciones artificiales de evaluación. Esa concepción

autoritaria y jerárquica de la enseñanza con un maestro que detenta y transmite el

conocimiento y alumnos que pasivamente lo reciben, ha quedado en desuso (Hernández

Rojas, 2006).

Después de la era de glaciación conductista y su anti constructivismo extremo, en la

disciplina comenzaron a transitarse nuevos derroteros del quehacer científico e innovadoras

formas de abordar las distintas problemáticas en que lo psicológico se manifiesta.

Curiosamente, los argumentos que empezaron a dar forma a las perspectivas

constructivistas en psicología precisamente devinieron, en gran medida, de las severas

críticas dirigidas a tal postura científica (Hernández Rojas, 2006). Con el paso de los años,

se conformó la oleada constructivista en la psicología, con Piaget a la cabeza y, detrás de él,

un grupo cada vez más nutrido de autores provenientes de varios frentes, hasta constituirse

en un supuesto consenso constructivista que prevaleció hacia finales de la década de los

ochenta en esta disciplina.

A finales de los ochenta comenzaron a prevalecer los diferentes constructivismos,

cada cual con su particular mirada y su manera de explicar las complejidades de la

educación. En contraste con el conductismo, estos apuestan por un alumno activo, creador

de sentidos dentro del aula, constructor de sí mismo, reconstructor y co-constructor de los

saberes que la sociedad y la cultura le aportan. El papel del profesor no es por ello menor:

él apoya a los alumnos, colabora con ellos y potencia su actividad constructiva (Hernández

Rojas, 2006).

En América Latina, ha surgido el interés explícito de cambiar las formas de

enseñanza en la mayoría de las instituciones de educación, tanto pública como privada,

desde la educación básica hasta la educación superior. En México, desde el gobierno del

Presidente Luis Echeverría Alvarez (1970-1976), ya se esbozaba en los programas

nacionales la meta de cambiar el papel pasivo de los alumnos, provenientes de una

metodología conductista, a un papel crítico y activo en el proceso de enseñanza-aprendizaje

(Ornelas, 1995). Sin embargo, es hasta el tiempo actual cuando los documentos oficiales de

las instituciones educativas del país incluyen en sus estrategias acciones que modifiquen la

relación maestro-alumno en la manera en que ya se ha mencionado. Tal es el caso de la

Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), institución en la cual se lleva a cabo la

investigación, que en su Modelo Académico de Licenciatura, manifiesta que el enfoque del

trabajo docente debe ahora privilegiar el aprendizaje de los estudiantes, sobre la enseñanza

e insiste que el estudiante debe contar con las condiciones adecuadas para adquirir la

competencia de aprender a aprender y el profesor debe enseñar a los estudiantes a aprender

y a pensar (UANL, 2008).

Dichos cambios están fuertemente cimentados en diversos autores que han señalado

que en el aula se debe pasar de una enseñanza tradicional a una enseñanza donde se

privilegie el aprendizaje significativo, es decir, que el alumno pueda relacionar sus

conocimientos nuevos con experiencias anteriores y que a su vez, los pueda transferir a

otros contextos.

Para lograr ese salto de la enseñanza tradicional, o mecánica, al aprendizaje

significativo es necesario modificar las formas de enseñar, es decir las estrategias de

docentes. Ya que según la estrategia de docente que se aplique en el aula, es el tipo de

conocimiento que se está formando y tal como afirma Porlán (2000) en esta sociedad del

conocimiento la acción del docente debe de ser mediadora en el aula y generadora de

aprendizajes significativos, mediante enfoques constructivistas. Igualmente se puede

afirmar en muchas ocasiones que el aprendizaje que le queda al alumno es memorístico y

no significativo porque el alumno se prepara para sus exámenes con técnicas de repaso de

mantenimiento como subrayar, destacar, y repetición de la información y rara vez realiza

elaboraciones conceptuales (Pozo, 1989, 1990), propias del constructivismo y del

aprendizaje significativo.

Con el interés de colaborar en investigaciones relacionados con la promoción de

aprendizajes significativos se tuvo como foco principal de esta investigación las estrategias

docentes que generan dichos aprendizajes y en específico la medición de su aplicación en el

aula. Para desarrollarla, en un primer momento, se localizó un gran número de estudios

relacionados, lo cual llevó a la detección de la falta de un instrumento que evalúe su

frecuencia en el salón de clases. Lo que a su vez sirvió de justificación de la presente y

fungió como directriz del planteamiento del problema, que incluye la pregunta de

investigación y los objetivos, los que a groso modo expresan como meta el diseño de

instrumento que examine las estrategias docentes. Asimismo, se establecieron los alcances

de la misma y sus posibles limitaciones. Formando parte, todo lo anterior, de esta sección

introductoria.

Para la comprensión de cada uno de los constructos que involucra el desarrollo del

instrumento se elaboró un marco teórico suficiente y adecuadamente sustentado en la teoría

del aprendizaje significativo, el cual se presenta en el apartado siguiente.

En un tercer apartado se plantea detalladamente el método que se siguió para

construir y validar factorialmente una escala tipo Likert que midiera la frecuencia de uso de

estrategias docentes que promueven aprendizajes significativos en el aula.

En cuarto apartado se muestran los resultados de los análisis estadísticos hechos al

instrumento para dar evidencia de su validez y confiabilidad. La cual se discute y analiza en

un quinto y último apartado.

Antecedentes

En relación a el enfoque constructivista y a la aplicación de estrategias docentes (es

decir, tanto estrategias de enseñanza como estrategias de aprendizaje) que fomentan

aprendizajes significativos en el aula se han encontrado diversos estudios que se mencionan

a continuación, a modo de sustento de la importancia de la aplicación de dichas estrategias

y como guía de posibles investigaciones futuras en el tema.

Las estrategias docentes que aquí interesan han quedado enmarcadas en la teoría del

aprendizaje significativo, la cual ha sido categorizada como una teoría constructivista,

como se ha venido refiriendo.

En los últimos años un gran número de investigadores han abordado dichos

constructos desde diferentes perspectivas, entre las que se encuentran: investigaciones

cuantitativas y cualitativas; diseños experimentales y no experimentales; docentes y/o

alumnos fungiendo como participantes; evaluaciones del enfoque teórico de las estrategias

docentes usadas en el aula; clasificaciones de los enfoques en constructivistas, humanistas o

conductistas; análisis del efecto del enfoque constructivista en aspectos emocionales;

análisis del efecto específico de una estrategia en el aprovechamiento académico; diseño de

instrumentos de evaluación docente e investigaciones documentales.

Lo que lleva a afirmar que de un tiempo a la fecha el interés hacia el

constructivismo y las estrategias docentes con dicho enfoque, ha sido notorio. Esto lo

evidencia Hernández Rojas (2008) en su artículo Los constructivismos y sus implicaciones

para la educación ya que indica que en la base de datos PSYCINFO (la cual incluye la

mayor parte de la información proveniente de revistas de investigación psicológica en el

ámbito mundial) en el periodo comprendido hasta 1995, se habían identificado un total de

519 trabajos alusivos a la temática del constructivismo, mientras que en el lapso de 1996

hasta finales de 2008 se reportaron un total de 2,600 referencias bajo el mismo rubro. Es

decir, la cantidad de artículos sobre el tema de constructivismo en esos doce años

prácticamente se quintuplicó.

Los estudios que aquí se presentan inician con investigaciones que comparan la

eficacia de los enfoques conductismo y constructivismo. Posteriormente se describen

estudios enmarcados solamente en la teoría constructivista y en el uso de estrategias

docentes con dicho enfoque. A continuación se relatan artículos científicos pertenecientes a

la investigación cualitativa que analizan el uso de estrategias docentes en el aula. Después

se presentan investigaciones experimentales y cuasi experimentales que analizan el efecto

de la aplicación de ciertas estrategias específicas y relacionado con ello, se presentan

estudios del mismo tipo que analizan el efecto de estrategias que fomentan aprendizajes

significativos. Por último se enmarca el constructo de estrategias docentes como parte de la

evaluación docente y se narran estudios relacionados.

Conductismo vs Constructivismo

Dentro de las revisiones conceptuales se localiza Kohler (2005), de la Universidad

de San Martín de Porres, de Lima Perú, con su artículo Importancia de las estrategias de

enseñanza y el plan curricular donde menciona que muchos educadores aún siguen

anclados a viejos paradigmas psicológicos y educativos como el conductismo y la escuela

clásica lo cual conlleva a una interpretación asociativa del aprendizaje donde el papel del

estudiante es el de ser un ente pasivo dedicado a la acumulación mecánica de datos en

forma de respuestas y el papel del profesor es el de modelar dicha conducta por medio de

refuerzos y castigos siendo el foco instruccional el método de práctica y repetición, dejando

muy poco espacio para mejorar la efectividad del proceso académico. También afirma que

dada la comprobada insatisfacción de éste modelo y la inercia en el cambio del enfoque

curricular y, sobre todo, en la metodología de enseñanza surge el modelo constructivista

centrándose en los procesos internos del estudiante, concibiéndolo como un participante

activo y empleando metodologías activas de enseñanza para preparar alumnos autónomos,

creativos, con capacidad crítica, de resolver problemas, de autorregularse y, sobre todo, de

aprender a aprender.

Igualmente, Isaza (2005), de la Universidad de los Andes, en Colombia, presenta en

su artículo Clases magistrales versus actividades participativas en el pregrado de

medicina: de la teoría a la evidencia una revisión bibliográfica con el objetivo de sustentar

la importancia de privilegiar la construcción de un conocimiento más significativo y

flexible y una formación más integral que la simple memorización de contenidos a partir de

la fundamentación pedagógica. En éste examina las concepciones teóricas que subyacen a

las prácticas pedagógicas tradicionales y las concepciones teóricas fundamentales del

constructivismo y su aplicación al diseño de procesos de enseñanza y aprendizaje. Además

analiza el rol del maestro, los contenidos, y las prácticas, y describe brevemente algunas

estrategias consistentes con el constructivismo, como el aprendizaje basado en problemas.

Finalmente cita algunos trabajos que aportan evidencia empírica de las ventajas de estas

prácticas en los resultados educativos.

Relacionado con los autores anteriores, pero con un diseño experimental, Alsup

(2005), de Black Hills State University, en Estados Unidos, en su artículo A comparison of

constructivist and traditional instruction in Mathematics, comparó la enseñanza

constructivista y la enseñanza tradicional de los cursos Conceptos matemáticos I y

Conceptos matemáticos II con un diseño de pre prueba y post prueba y grupo de control en

estudiantes para profesores de primaria. En su investigación examinó las creencias de

autoeficacia de los estudiantes sobre enseñar matemáticas, la ansiedad hacia las

matemáticas y la percepción de su autonomía. Para la pre prueba y la post prueba utilizó An

Abbreviated Version of the Mathematics Anxiety Rating Scale (Alexander y Martray, 1989),

The Mathematics Teaching Efficacy Beliefs Instrument (Enochs et al., 2000), así como una

encuesta de autonomía no validada previamente. Los resultados mostraron que en los

estudiantes con el enfoque constructivista el nivel de ansiedad disminuyó en la post prueba

y tanto las creencias de autoeficacia enseñando matemáticas y la autonomía de los

estudiantes se incrementaron. Sólo que en comparación con el grupo de control, a pesar de

que la ansiedad fue menor, y la percepción de autoeficacia y autonomía fueron mayores, no

hubo diferencias significativas.

En la misma línea, Álvarez, Guerreiro y Sánchez (2005) pertenecientes a la

Universidad de Zulia, en Venezuela, llevaron a cabo una investigación no experimental con

método cualitativo cuyo objetivo fue determinar si las estrategias de enseñanza que

utilizan los profesores de Inglés con fines específicos de la Facultad Experimental de

Ciencias están enmarcados dentro de los principios constructivistas o conductistas; para

ello utilizaron la entrevista y las observaciones de clases como técnicas para la recolección

de datos y la encuesta para la evaluación de programas y guías. Los resultados de la

investigación mostraron la existencia de una tendencia ecléctica en las estrategias utilizadas

por los profesores, es decir se dieron cuenta de que los docentes utilizan tanto estrategias

con enfoques constructivistas como conductistas.

Constructivismo

Referente a publicaciones de artículos o ensayos teóricos sobre el constructivismo,

sin utilizar como punto de comparación al conductismo, Serrano y Pons (2008), de la

Universidad de Murcia, España, tras efectuar un breve análisis histórico de los procesos de

enseñanza y de aprendizaje optaron por la explicación dada por el paradigma

constructivista y realizaron una interpretación de la unidad de análisis de estos procesos en

el seno de este paradigma. La cual, según los autores, modifica los vértices del triángulo

con el fin de dar respuesta a la propia praxis docente que marca la utilización de tres tipos

de diseños instruccionales: centrado en los alumnos, centrado en los objetivos y centrados

en los contenidos; con los que el profesor se encuentra en el centro del triángulo que

configura la unidad de análisis del constructivismo.

Siguiendo la línea de investigaciones teóricas y también en España, Rodríguez

(2004), del Centro de Educación a Distancia Santa Cruz de Tenerife, hizo una revisión de la

teoría del aprendizaje significativo, realizando en primer lugar su caracterización,

delimitando sus conceptos clave, analizando el significado del constructo aprendizaje

significativo, tanto desde la perspectiva ausubeliana, como atendiendo a distintas

contribuciones que han enriquecido su sentido teórico y su aplicabilidad; así mismo, repasa

algunos de los aspectos más confusos relativos a su uso en el aula. Y concluye que la teoría

del aprendizaje significativo es aún hoy un referente explicativo de gran potencialidad y

vigencia que da cuenta del desarrollo cognitivo generado en el aula.

Relacionado con el constructivismo, y a su aplicación en los programas de la

Secretaría de Educación Pública (SEP), y de la Secretaría de Educación de Tamaulipas

(SET), Medina (2004) llevó a cabo un análisis de contenido de las guías didácticas del

Programa de Enseñanza Vivencial de las Ciencias en Educación Básica (PEVC) aplicado a

los niveles de preescolar y primaria en Tamaulipas a partir del año 2001 y a los programas

de la SEP sobre el medio y las ciencias naturales para educación primaria con el fin de

determinar el enfoque teórico en el cual estaban enmarcados. Encontrando que están

fundamentados en la filosofía humanista, la psicología cognoscitivista y la pedagogía

constructivista, y que se orientan a formar un alumno integral, a partir del desarrollo de sus

potencialidades. Empero, este estudio reveló que sólo el PEVC proporciona una

explicación amplia y clara de las estrategias y formas de enseñanza a seguir; así como

también lleva al maestro paso a paso durante el proceso de enseñanza desde la planeación

hasta la evaluación de los contenidos curriculares.

Referente a la aplicación del constructivismo en el aula, Valeiras (2006), de la

Universidad de Burgos, formuló un modelo teórico denominado Modelo constructivista

para la enseñanza de las ciencias en línea, en su tesis doctoral Las tecnologías de la

información y la comunicación integradas en un modelo constructivista para la enseñanza

de las ciencias, que integra las tecnologías de la información y comunicación con la

perspectiva socio-cultual de Lev Vygotsky, el aprendizaje significativo de Ausubel y el

enfoque de la enseñanza para la comprensión, apoyado en la teoría de las inteligencias

múltiples de Howard Gardner. A partir de este modelo se diseñó y desarrolló un e-módulo

sobre Residuos sólidos urbanos. Asimismo llevó a cabo dos investigaciones diagnósticas

con la finalidad de determinar el contexto específico en el que se implementó el modelo. En

un tercer estudio, puso a prueba el e-módulo en un curso en línea para la formación

permanente de docentes de Ciencias. Los resultados obtenidos indicaron que el modelo

didáctico propuesto favorece un aprendizaje significativo, la comprensión de temáticas

científicas y la comunicación.

En la Universidad Autónoma de Puebla, Cerezo y Hernández Álvarez (2008)

llevaron a cabo un estudio con el objetivo de identificar los resultados en aprovechamiento

al aplicar el diseño de aprendizaje constructivista de Mayer en un grupo de profesores.

Para ello aplicaron un diseño pre prueba y post prueba sin grupo de control y encontraron

que existe un incremento en el conocimiento reflejado en la post prueba. Por lo que los

autores sugieren que el diseño educativo para el aprendizaje constructivista de Mayer

permitió el incremento en los porcentajes de aprovechamiento del grupo de participantes.

Otra artículo relacionado, lo es The Effects of a Constructivist Teaching Approach

on Student Academic Achievement, Self-concept, and Learning Strategies presentado por

Suk (2005), investigador de la Chungnam National University de Corea del Sur, donde el

autor analizó los efectos del enfoque constructivista en el aprovechamiento académico, en

el autoconcepto y el uso de estrategias de aprendizaje. Suk utilizó un diseño con post

prueba únicamente y grupo de control y para la recolección de datos aplicó los exámenes

hechos por el profesor, un inventario de autoconcepto y The Learning Strategies Inventory

de Weinstein et al. (1986). En sus resultados Suk reporta que en cuanto a aprovechamiento

académico éste fue más alto en el grupo experimental que en el de control; en lo que se

refiere al autoconcepto y al uso de estrategias de aprendizaje se presentaron puntajes

mayores en el grupo de control. Sin embargo hubo menor ansiedad y más motivación en el

grupo experimental.

Estrategias docentes con enfoque constructivista

Es difícil hablar del constructivismo sin hablar de las estrategias con enfoque

constructivista, que son la aplicación de dicha teoría, tal es el caso de Martínez y Zea

(2004) de la Universidad de Carabobo en Venezuela, quienes publicaron su artículo

Estrategias de enseñanza basadas en el enfoque constructivista, el cual es una

investigación de carácter documental que presenta un amplio panorama del

constructivismo, sus principales conceptos y estrategias que se aplican en el aula.

También, Delgado y Solano (2009), de la Universidad Nacional de Costa Rica y de

Universidad de Costa Rica, respectivamente, describieron una recopilación de distintas

estrategias didácticas constructivistas que pueden ser aplicadas en los cursos que se

implementan en entornos virtuales de aprendizaje. Las estrategias que presentan las

categorizan en tres tipos: a) centradas en la individualización de la enseñanza, b) para la

enseñanza en grupo, centradas en la presentación de información y la colaboración y c)

centradas en el trabajo colaborativo.

Otro estudio relacionado es el de Maytín (2007), de la Universidad Nacional

Experimental de Guayana, en Chile, quien propone estrategias constructivistas para el

aprendizaje de la Geografía. Para ello identificó y analizó los problemas asociados al

conocimiento previo de los estudiantes en relación al contenido del programa de Geografía.

Maytín desarrolló una propuesta para la construcción participativa, la cual sugiere dialogar

con los estudiantes sobre el concepto de geografía, la naturaleza sistémica de objeto de

estudio y el espacio geográfico, para que a partir de ésto los alumnos desplieguen modelos

de este espacio y los expresen como un producto de relaciones entre componentes físicos-

naturales y humanos. Así los estudiantes procederían a identificar, progresivamente

objetivos y contenidos congruentes con problemas geográficos planteados por ellos.

Análisis del uso de estrategias docentes en el aula

Existen estudios con enfoque cualitativo que han analizado el uso de las distintas

estrategias docentes en el aula, tal como se constata a continuación.

En primera instancia, Albarrán (2003), de la Universidad de Costa Rica, realizó una

investigación que tuvo como objetivo indagar las estrategias empleadas por las

educadoras al enseñar la asignatura de Estudios sociales. Albarrán optó por el método

cualitativo, utilizando un diseño etnográfico y para la recolección de datos llevó a cabo

observaciones participantes, entrevistas en profundidad y encuestas; además de análisis de

los programas de estudio. En sus resultados la autora reporta el empleo de diversas

estrategias y coherencia con lo planteado en los programas, pero hace referencia a la falta

del uso de estrategias que lleven al aprendizaje significativo.

Gonzaga (2005), de la Universidad de Costa de Rica, llevó a cabo un estudio

cualitativo, cuyo interrogante principal fue: ¿cuáles son las estrategias didácticas en la

enseñanza del área pedagógica, aplicadas en la formación inicial de docentes para la

Educación primaria en la Sede de occidente de la Universidad de Costa Rica? Para

responderla analizó el contenido del plan de estudio y los programas de los cursos; así

como también desarrolló talleres con los profesores y grupos de enfoque con los alumnos.

La investigación demostró que el plan de estudio considera como referencia pedagógica un

enfoque humanista; mientras que los programas de los cursos y la práctica docente no

logran desligarse de la didáctica tradicional, con tendencia a incorporar aspectos del

constructivismo y de la pedagogía crítica.

En el mismo año, Vera (2005), de la Universidad Nacional Experimental Rafael

María Baralt, en Venezuela, llevó a cabo una investigación descriptiva, donde el objetivo

fue determinar el efecto del uso estrategias docentes con enfoque constructivista por parte

de los profesores en el aprovechamiento de la asignatura geografía de Venezuela. Para la

recolección de datos utilizó la observación y el cuestionario. En los resultados evidenció un

alto rendimiento en cursos de profesores con tendencia constructivista, medio y bajo en

profesores con tendencia conductista.

Asimismo, Sansevero, Lúquez y Fernández (2005), de la Universidad del Zulia, en

Venezuela, identificaron las estrategias de aprendizaje significativo que propician la

interiorización de valores de la identidad nacional en la praxis pedagógica de Educación

básica en una investigación documental analítica, descriptiva y explicativa, siendo su

técnica de recolección de datos la observación no participante y como instrumento

desarrollaron un registro de observación. Las autoras, a partir de análisis de contenido de

los datos escritos concluyeron que detectaron la ausencia de estrategias cognitivas,

metacognitivas, heurísticas y socio culturales.

Como se puede observar en los estudios presentados, se distinguen las bondades

principales del enfoque cualitativo, tales como la profundidad en los datos, la riqueza

interpretativa y sobre todo su contextualización dentro del ambiente observado. Sin

embargo debido a las características de las técnicas e instrumentos de recolección de datos

propios de la investigación cualitativa, en este tipo de investigación es difícil generalizar los

resultados más ampliamente (Hernández Sampieri, Fernández-Collado y Baptista, 2006);

además al utilizar el diseño etnográfico para analizar lo que sucede en el aula es

indispensable que el sujeto esté inmerso en el campo por tiempos prolongados (Cazden,

1991; Rodríguez et al., 1999).

De igual manera, en ninguno de los estudios planteados en esta sección se detecta la

utilización de algún instrumento específico para la medición del uso de estrategias docentes

en el aula. Sin embargo, es importante hacer notar que en la mayoría de las investigaciones

mencionadas se encuentra presente el trabajo de Díaz Barriga y Hernández Rojas (2002,

2010) como guía de las interpretaciones de los datos obtenidos; ambos son profesores de

tiempo completo en el Departamento de Psicología educativa de la Facultad de Psicología

de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembros del Sistema Nacional de

Investigadores.

Análisis del efecto de la aplicación de estrategias específicas

Anteriormente se han mostrado investigaciones donde se analizó el efecto de los

principios constructivistas en diferentes variables. Empero, también se han desarrollado

investigaciones experimentales que examinan el efecto en específico de las estrategia

constructivista al aplicarlas en el aula.

Al respecto, Tortella-Felliú, Servera y Llabrés (2007), del Instituto Universitario de

Investigaciones en Ciencias de la Salud de la Universitat de les Illes Balears de España,

realizaron un estudio pre experimental para analizar la eficacia de una metodología basada

en seminarios con una evaluación continua, en comparación con una basada en clases

magisteriales con única evaluación final, siendo su técnica de recolección de datos la

evaluación del alumnado mediante una prueba al final del cuatrimestre. Además de evaluar

los conocimientos teóricos también evaluó el tiempo de dedicación personal a la

preparación de los contenidos de la asignatura, mediante autoregistros de las actividades

realizadas en relación con la asignatura. Los resultados de la investigación mostraron una

diferencia significativa en cuanto al rendimiento académico y tiempo de dedicado al estudio

de ambos grupos, siendo la metodología basada en seminarios la que dio mejores

resultados.

El Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), ha sido una

de las primeras instituciones de nivel superior de México que planteó la necesidad de

rediseñar sus procesos de enseñanza-aprendizaje y explícitamente solicitó a sus profesores

rediseñar sus cursos haciendo uso de cuatro estrategias: método de casos, aprendizaje

basado en problemas, aprendizaje colaborativo cooperativo y proyectos (ITESM, 2004,

2005a, 2005b). Dos docentes de dicha institución, del campus Estado de México, Powell y

García Álvarez (2006) investigaron si existía diferencia significativa en el desempeño de

los alumnos al aplicar las estrategias aprendizaje basado en problemas y método de casos,

ambas combinadas con el aprendizaje colaborativo. De la comparación de los resultados

presentados en los grupos se determinó que no existía diferencia significativa en la

aplicación de una u otra estrategia.

Estrategias que fomentan aprendizajes significativos: cuerpo de estudio de esta

investigación

El presente trabajo doctoral está enfocado específicamente en estrategias que

fomentan aprendizajes significativos, en relación a éstas se localizaron estudios

experimentales afines. Pero antes de presentarlos es grato proporcionar la fuente primaria

del trabajo de Ogle (1986), quien desarrolló la estrategia What I Know, What I Want to

Know, What I Learned (Lo que sé, lo que quiero saber y lo que aprendí) y la presentó en su

artículo K-W-L: A teaching model that develops active reading of expository text haciendo

énfasis que este simple procedimiento ayuda a los maestros a ser más sensibles a los

conocimientos de los estudiantes y a interesarlos cuando tienen que exponer el material; así

como también indicó que este modelo ayuda a los estudiantes a activar su pensamiento

involucrándolos en los contenidos de los textos.

Como se observa K-W-L es una estrategia particularmente actual, a diferencia del

Resumen, el cual es una de las estrategias docentes más utilizadas y conocidas.

Concerniente a éste, se han realizado investigaciones que evalúan la forma en la cual se

lleva a cabo como estrategia de aprendizaje, bajo la instrucción del profesor, como es el

caso de Brown y Day (1983), de la Universidad de Illinois y de la Universidad de Notre

Dame, respectivamente, quienes en su artículo The development of memory: knowing,

knowing about knowing, and knowing how to know examinaron el desarrollo de la

capacidad de utilizar macrorreglas de textos expositivos en tres estudios haciendo análisis

de contenido a resúmenes de estudiantes de distintos niveles académicos y de profesores

universitarios. El primer estudio lo hicieron con estudiantes de quinto, séptimo y décimo

grado, a quienes se les dieron textos expositivos y se les dio la indicación de que los

resumieran, así mismo se les permitió hacer algo que les ayudara a escribir buenos

resúmenes, incluyendo tomar notas, subrayar el texto, escribir borradores, y mantener sus

notas y borradores a mano, mientras tenían que resumir. Los estudiantes de décimo fueron

capaces de utilizar las reglas de la condensación, tales como la invención y la integración,

en contraste con los alumnos de quinto y séptimo, quienes simplemente copiaron y

eliminaron información. El segundo estudio se realizó con profesores universitarios,

quienes completaron una tarea similar. Además de resumir el material, se les pidió explicar

sus métodos para completar la tarea y sobre la forma en que enseñan a sus estudiantes a

resumir. En este caso se les comparó con estudiantes de primer año de universidad y los

resultados mostraron que los profesores superaron a los estudiantes en su capacidad para

combinar la información a través de los párrafos y en su propensión a dar un resumen en

sus propias palabras. En el tercer estudio compararon los resultados obtenidos con los

alumnos de quinto y séptimo con niños de los primeros años de primaria, observándose una

marcada tendencia a usar más las macrorreglas por parte de los estudiantes más maduros.

Igualmente, Beke y Bruno de Castelli (2000), de la Universidad Central de

Venezuela, con un diseño cuasi experimental de pre prueba y post prueba determinaron el

efecto que produce un entrenamiento en el uso de estrategias de representaciones gráficas

y macrorreglas en la elaboración de resúmenes de texto. La calidad de los resúmenes se

analizó sobre la base de los aspectos globales, la estructura retórica y las estrategias

utilizadas. Los resultados indicaron una mejora en la selección de las ideas más importantes

que se deben incluir en un resumen, una mayor conciencia de la demanda de la tarea y el

uso de la copia y la eliminación como estrategias predominantes, lo cual afecta la estructura

retórica de los textos producidos.

Las mismas autores, cinco años más tarde para evaluar dicha estrategia utilizaron el

análisis de contenido y examinaron los resúmenes escritos producidos por docentes en

servicio y compararon los resultados de este estudio con los que fueron arrojados en un

trabajo anterior con un grupo de bachilleres aspirantes a ser admitidos a la universidad con

el fin de responder a las siguientes interrogantes: ¿mejoran los resúmenes en cuanto al

contenido y a la estructura retórica de los resúmenes después de un entrenamiento en

comprensión de la lectura?, ¿qué estrategias utilizan los sujetos para producir una versión

nueva y reducida del texto original? y ¿existen diferencias entre ambos grupos? Los

resultados indicaron una mejora importante en lo que respecta al contenido y la presencia

de la macroproposición. Sin embargo, ambos grupos demostraron dificultad en mantener el

tono apropiado y la condición pragmática. Así mismo se observó que los docentes tienden a

utilizar la paráfrasis, la eliminación y la construcción, mientras que los estudiantes aplican

más la eliminación y la copia (Beke y Bruno de Castelli, 2005).

Otra estrategia docente seleccionada en el presente estudio es la actividad focal

introductoria. León (1996), de la Universidad Autónoma de Madrid, en una investigación

cuasi experimental aplicó las características de ésta a 125 alumnos de la materia de Diseño

de Investigaciones en nivel licenciatura para incrementar su motivación hacia la resolución

de problemas usando el método científico. La forma en la que León adaptó la estrategia

mencionada fue incitando a los alumnos a descubrir un truco de magia usando el método

científico. El resultado más importante obtenido fue la atención de los alumnos y la

identificación por parte de éstos de los 22 conceptos más importantes del curso.

Como se verá más adelante, existen dos estrategias máximas para desarrollar el

aprendizaje significativo: V de Gowin y mapas conceptuales. De las cuales, la segunda se

incluye como parte de esta investigación. Al respecto, Morales (1998) de la Universidad de

Carabobo, Venezuela analizó el efecto de una didáctica centrada en la resolución de

problemas empleando la técnica heurística V de Gowin y los mapas conceptuales en el

razonamiento matemático en una investigación cuasi experimental con pre prueba y post

prueba y grupo de control con sujetos asignados. En el grupo experimental impartió la

enseñanza basada en las dos estrategias ya mencionadas y en el de control utilizó la

enseñanza tradicional. Como instrumentos de recolección de datos se utilizaron pruebas

escritas para ambos grupos y para el experimental en específico, guías didácticas,

cuestionarios, grabaciones de video, diagramas V de Gowin, mapas conceptuales y tareas.

En los resultados la autora manifiesta que el grupo experimental, en cuanto a rendimiento

académico, fue significativamente superior al grupo de control.

Respecto, al uso de los cuadros sinópticos, otra estrategia que fomenta el

aprendizaje significativo y que constituye una representación gráfica, Vargas (2005) de la

Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia, presenta, en su artículo

Herramientas de la pedagogía conceptual en el uso de la Biología, a los cuadros sinópticos

como herramientas para apropiar conceptos y organizar información en la biología celular.

En su estudio encontró que los alumnos que no utilizaban organizadores gráficos no

resolvieron la evaluación, mientras que el 57% de los que sí los utilizaban lo resolvieron

correctamente.

Cuando el maestro dialoga con los alumnos en la clase y hace que éstos estén más

motivados es probable que active sus conocimientos previos y favorezca el aprendizaje

significativo. Dicha estrategia docente ha sido conceptualizada como discusión guida,

pregunta e indagación y es estudiada y aplicada desde nivel preescolar hasta posgrado.

Como lo es el caso de Polanco (2004) en su artículo La pregunta pedagógica en el nivel

inicial quien plantea que dicha estrategia es un instrumento valioso para favorecer el

desarrollo de las estructuras mentales en los niños, así como estimular los procesos de

autonomía y autodescubrimiento y presenta una revisión teórica suficiente donde detalla la

forma de aplicarla y cómo actuar ante las interrogantes de los alumnos.

Igualmente, pero en el marco de un diseño etnográfico, en un estudio llevado a cabo

por Camacho, Casilla y Finol (2008) de la Universidad del Zulia se analizó, mediante la

observación directa y el análisis de verbalizaciones de los participantes, la indagación como

una estrategia innovadora para el aprendizaje de los procesos de investigación. Dichos

autores encontraron que la indagación como una experiencia de aprendizaje en

investigación permite generar debate en el aula, cambios conceptuales y argumentativos.

Las analogías como estrategia docente han sido fuertemente conceptualizadas en

distintas investigaciones. Fernández, González, y Moreno (2004) de la Universidad

Autónoma de Baja California de México analizaron los libros de texto de nivel secundaria

del país con el fin de detectar y clasificar las analogías presentes en sus contenidos. En sus

conclusiones mencionan que la presentación es de forma verbal en su mayoría y que la

totalidad de las analogías presentadas hacen que el contenido teórico aparentemente difícil

se muestre sencillo y práctico con el elemento análogo concreto. Sin embargo, indican que

el uso de analogías en el país es menor en comparación con otros países.

Del mismo modo, Oliva de la Universidad de Cádiz de España, en el 2007, en su

artículo Qué conocimientos profesionales deberíamos tener los profesores de ciencias

sobre el uso de analogías, hace un análisis del conocimiento indispensable para poder

aplicar dicha estrategia, así como su gran importancia en la enseñanza de esta disciplina.

Para finalizar la revisión de los artículos referentes a estudios de estrategias

docentes específicas se enuncia a Harris (2008) con su artículo Positive, Negative, and

Interesting: A Strategy to Teach Thinking and Promote Advocacy quien utilizó la estrategia

positivo, negativo e interesante para enseñar a estudiantes de nivel medio superior como

analizar las políticas de salud reales e hipotéticas, indicándoles que mencionaran tanto los

aspectos positivos, como los negativos e interesantes de contenidos específicos de las

políticas de salud. Obteniendo resultados favorables al aplicar la técnica.

Como se observa se ha hecho un largo recorrido por los antecedentes que enmarcan

el constructo de este trabajo, ha sido una labor ardua, pero es imposible concebir la

aplicación del aprendizaje significativo, sin encuadrarlo en el constructivismo. Asimismo es

también difícil hablar de una postura constructivista en el aula, sin retomar aquellas

estrategias específicas que permiten lograr que el alumno construya su propio

conocimiento. En este momento puede ser para el lector, demasiada información, algo

complicada de digerir, pero en el apartado de marco teórico, hay suficiente contenido

teórico que lo ubicará en tal contexto.

Evaluación docente

No obstante, es preciso aclarar que el principal interés en la presente investigación

es la evaluación de la aplicación de las estrategias docentes, por lo que se abre otro

constructo más tomar en cuenta: la evaluación docente. En este sentido, García, Loredo,

Luna y Rueda (2008) presentaron el Modelo de evaluación de competencias docentes para

la educación media y superior y en éste incluyen como descripción de la competencia

docente Llevar a cabo una interacción en el aula, lo siguiente: Comprende la puesta en

práctica de estrategias de enseñanza y de aprendizaje para el logro de las metas, incluye

modalidades de interacción para la apropiación de los contenidos, uso apropiado de los

materiales y herramientas didácticos, estilos de comunicación y generación de un clima

social apropiado para el aprendizaje, así como los procesos de evaluación formativa.

Notándose de manera explícita la importancia de la aplicación de las estrategias de

enseñanza y de aprendizaje en el aula, e indica que la evaluación de éstas, son parte

primordial de la evaluación de las competencias docentes. Cabe señalar que no es objetivo

de esta investigación profundizar en el constructo competencias docentes y que sólo se

menciona lo anterior para constatar, como ya se dijo, el valor de la evaluación de las

estrategias docentes en el aula, dentro de la evaluación docente.

Al respecto, Muñiz, García y Virgos (1991) diseñaron la Escala de la Universidad

de Oviedo para la evaluación del profesorado, compuesta de 15 ítems tipo Likert con 5

opciones de respuesta cada uno. La que fue aplicada a 14,600 alumnos para evaluar a 1,174

profesores. Las propiedades psicométricas de la escala resultaron adecuadas y los

resultados, de forma general muestran una evaluación favorable del profesorado.

Igualmente, Castro y Herrera (1999) confrontaron la percepción que tienen los

alumnos de los profesores y de los profesores por ellos mismos y examinaron si los

docentes deberían ajustar y valorar su actividad formativa permanente en función de sus

carencias y del tipo de alumnado que tienen. Para lo cual diseñaron 2 modelos de

cuestionarios con ítems tipo Likert para una muestra de 19 profesores y 78 alumnos de

Psicopedagogía de la Universidad de Valladolid, España. Los resultados señalaron una

carencia de habilidades didácticas en el profesorado que debe de ser subsanada a través de

una formación permanente que atienda esos aspectos.

Muñoz, Ríos y Abalde (2002) presentaron una revisión sobre los instrumentos y

dimensiones que utilizan las distintas universidades españolas para evaluar a los profesores

a partir, fundamentalmente, de encuestas a los alumnos. A partir de los ítems que se

repetían en las pruebas utilizadas en cuatro o más universidades, crearon un nuevo

instrumento que fue validado con 334 alumnos de la Universidad de La Coruña.

Aparicio, Castejón, Sentana, González, Gras y Torregosa (s.f.), de la Universidad de

Alicante, preocupados por la situación actual de la evaluación de los profesores se dieron a

la tarea de realizar una investigación que sirviese para mejorar las encuestas existentes en

su propia Universidad de Alicante, y llevaron a cabo una investigación que se centró en

desarrollar y elaborar un cuestionario formativo nuevo de autoevaluación para el docente.

El cuestionario diseñado está basado en un modelo institucional de su sistema educativo y

se fundamentó y se desarrolló sobre tres preguntas: ¿cómo aprende el estudiante?, ¿cómo es

la idiosincrasia del profesor? y ¿cómo es y cómo se imparte el contenido?

Zavala y Madueño (s.f.), del Instituto Tecnológico de Sonora, definieron el perfil

del docente de su instituto bajo el enfoque por competencias y elaboraron un instrumento

de evaluación del desempeño docente acorde al nuevo enfoque que prevalece en los planes

y programas de estudio. El instrumento del desempeño docente mide los siguientes

aspectos: mediación pedagógica, estrategias de aprendizaje, estrategias de evaluación,

evaluación del aprendizaje y actitudes docentes.

Fernández, Tuset, De la Paz, Leyva y Alvídrez (2010) desarrollaron un instrumento

de análisis de las prácticas educativas en clases de ciencias cuyo marco de referencia fue el

enfoque constructivista de educación y constó de dos dimensiones, la primera es qué

enseñan los profesores y la segunda cómo enseñan los profesores. Dicho instrumento tiene

el objetivo de identificar determinadas estrategias didácticas constructivistas. Se sometió a

análisis de experto y se calculó la confiablidad inter-jueces utilizando correlaciones de

Pearson, obteniendo un coeficiente de .868 para el total de actividades de transmisión y

recepción y .760 para el total de actividades educativas prácticas.

Está por demás reiterar que se han relatado estudios que indican el diseño de

diversos instrumentos de evaluación docente y no, instrumentos que evalúen el uso de

estrategias docentes, porque respecto a éstos últimos, no se encontró instrumento alguno.

Como se observó a lo largo del recorrido de los antecedentes, si bien es cierto que se

han llevado a cabo numerosas investigaciones respecto a los constructos constructivismo,

aprendizaje significativo, estrategias docentes y evaluación docente no existe ningún

cuestionario o escala que mida de una forma válida y confiable la aplicación de las

estrategias en el aula.

Planteamiento del problema

Como ya se mencionó, en lo que respecta a investigaciones relacionadas con el uso

de las estrategias docentes en el aula se ha encontrado que la forma en la cual se evalúan es

en su mayoría de tipo cualitativo (Albarrán, 2003; Alvarez et. al, 2005; Gonzaga, 2005;

Sansevero et. al, 2006; Vera, 2005) y los instrumentos utilizados para recoger la

información no reportan datos sobre su validez y su confiabilidad.

De igual modo, en comunicación personal vía electrónica, con Díaz Barriga (20 de

octubre del 2008) afirmó que no hay un solo instrumento que evalúe un conjunto de

estrategias, ya que cada una de ellas responde a su lógica propia.

En la misma línea pero ahora enmarcando el constructo de evaluación de las

estrategias de enseñanza dentro uno más general, la evaluación docente se llevó a cabo de

forma personal un análisis cualitativo de lo que medían instrumentos de Evaluación

Docente tanto administrados a los docentes, como a los alumnos, y se encontró que aunque

sí incluyen en sus ítems indicadores del uso de estrategias de docentes, éstos se reducen a

un número máximo de siete ítems por instrumento, lo que equivale a examinar la aplicación

de siete estrategias máximo, presentando un ítem por estrategia. (Muñoz et al., 2002; Castro

y Herrero, 1999; Padrón, 1997; Muñiz et al., 1991). Lo cual es comprensible debido a que

la evaluación docente incluye distintas dimensiones, no sólo estrategias docentes. Razón

por la cual se precisa aún más el desarrollo de un instrumento con estas características. En

consecuencia, surge la siguiente pregunta de investigación:

¿Cómo determinar la frecuencia de uso de estrategias docentes?

Asimismo, durante el desarrollo del instrumento nacieron los siguientes

cuestionamientos, algo más específicos: ¿qué estrategias son las que fomentan aprendizajes

significativos que son factibles de medir con una escala Likert? y ¿cuáles son los

indicadores que muestran que se está aplicando la estrategia? Una vez resueltos estos

puntos y desarrolladas cada una de las estrategias seleccionadas en subescalas aparecieron

nuevas interrogantes sobre las propiedades psicométricas del instrumento, tales como ¿cuál

es el la confiabilidad de cada subescala?, ¿cuáles ítems será necesario eliminar para mejorar

la confiabilidad cada subescala? y ¿qué forma adoptará la distribución factorial de la

escala?

Objetivo General

Para resolver las interrogantes anteriores se planteó el siguiente objetivo general:

Construir y validar factorialmente un instrumento que mida la frecuencia de uso de

estrategias docentes que promueven aprendizajes significativos en el aula.

Objetivos específicos

Las metas a lograr para poder alcanzar el objetivo general quedan enmarcadas en los

siguientes objetivos específicos:

1. Elaborar y construir un conjunto de subescalas tipo Likert donde cada una evalúe la

frecuencia de uso de una estrategia docente.

2. Determinar la validez de contenido de cada subescala mediante el juicio de

expertos.

3. Determinar la confiabilidad de las subescalas del instrumento mediante el Alpha de

Cronbach.

4. Determinar la validez de constructo de cada subescala mediante el análisis factorial

exploratorio.

Justificación

El principal motivo para llevar a cabo esta investigación es el de aportar a los

investigadores de la psicología educativa, en específico a aquellos interesados en el área de

las estrategias docentes, una escala tipo Likert con las propiedades psicométricas necesarias

que permitan medir la frecuencia del uso de estrategias docentes para aprendizajes

significativos de una forma válida y confiable, con la posibilidad de hacer generalizaciones.

Ya que como se dijo anteriormente no se localizó instrumento alguno que mida, en

concreto, dicho constructo.

La razón de incluir en el instrumento sólo estrategias docentes que propician

aprendizajes significativos es porque, a juicio propio (formado a partir de numerosas

revisiones bibliográficas sobre el tema) y según Mayer (2000), el aprendizaje significativo

es el único que permite que se de la transferencia del aprendizaje a otros contextos. Lo cual

es la razón de ser de cualquier currículum de pregrado y posgrado.

La investigación se sitúa en siete facultades de la UANL, cuyas licenciaturas están

orientadas al servicio de la comunidad, las cuales son: Facultad de Psicología; Facultad de

Nutrición y Salud Pública; Facultad de Enfermería; Facultad de Odontología; Facultad de

Medicina; Facultad de Filosofía y Letras; y Facultad de Trabajo Social y Desarrollo

Humano.

La escala está dirigida a los docentes e identificará la frecuencia, por parte de estos,

del uso de estrategias de enseñanza que favorecen aprendizajes significativos; así mismo

medirá la frecuencia con la cual el docente, fungiendo como facilitador y conocedor de la

estrategia, propicia en el alumno la utilización en el aula de algunas estrategias de

aprendizaje que lleven al alumno a aprender significativamente. Cabe aclarar, que no es

necesario que el docente conozca al cien por ciento la ejecución de la estrategia o que

identifique su nombre, ya que los ítems contienen comportamientos que indican que se está

utilizando la estrategia y el docente sólo tendría que contestar la frecuencia con la cual

realiza dicho comportamiento. Se integra el constructo de estrategias de aprendizaje y no

sólo de enseñanza porque se considera que el trabajo de guiar al alumno en su propio

aprendizaje es primordialmente del maestro. Ya que como quedó establecido en el Modelo

Académico de Licenciatura de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL, 2008,

p.12):

El Modelo Educativo de la UANL destaca la importancia del aprendizaje

significativo, así como la transformación real de las prácticas institucionales. Los

primeros involucrados deben ser los profesores, los que tienen la responsabilidad de

facilitar que el aprendizaje efectivamente se dé, en el entorno y las características en

las que se desarrolla el plan de estudios, cualquiera que sea el tipo o nivel de

educación formal en que se encuentren inmersos. Dado que el Modelo Educativo de la

UANL privilegia el auto aprendizaje en los estudiantes, el desarrollo de competencias

generales y específicas de la profesión, éste se centra en el aprendizaje. Es importante

que el profesor ayude a los estudiantes a descubrir y utilizar las estrategias de

aprendizaje con la finalidad de ajustar su comportamiento a las exigencias de las

tareas encomendadas y a las circunstancias en que se produce. Las estrategias de

aprendizaje son diversas, pueden aplicarse en diferentes contextos y para diferentes

propósitos. Cada estudiante podrá desarrollar aquéllas que se adapten mejor a su

propio estilo de aprendizaje, o a las características del trabajo que realiza en un

momento determinado de su formación. Por lo tanto, los profesores deben conocerlas

y dominarlas, porque así estarán en condiciones de incorporar las estrategias de

aprendizaje más adecuadas a su tarea educativa diaria.

En esta última frase se evidencia también la importancia de que el docente aplique

en el aula estrategias que propicien aprendizajes significativos y las modele en el salón de

clases para que el alumno las incorpore como suyas. Si se enmarca el uso de las estrategias

docentes dentro de un concepto más supraordinado, es decir que lo incluya se localiza el de

competencias docentes, el cual es la base fundamental de dicho modelo.

En relación a esto, pueden identificarse algunas áreas generales de competencia

docente, congruentes con la idea de que el profesor apoya al alumno a construir el

conocimiento, a crecer como persona y a ubicarse como actor crítico de su entorno (Díaz

Barriga y Hernández Rojas, 2002):

1. Conocimiento teórico suficiente profundo y pertinente acerca del aprendizaje, el

desarrollo y comportamiento humano.

2. Despliegue de valores y actitudes que fomenten el aprendizaje y las relaciones

humanas genuinas.

3. Dominio de los contenidos o materias que enseña.

4. Control de estrategias de enseñanza que faciliten el aprendizaje del alumno y lo

hagan motivante.

5. Conocimiento personal práctico sobre la enseñanza.

En las áreas aquí expuestas se reafirma la importancia de las estrategias en las

competencias de un profesor; y ya habiendo mencionado lo expresado en el Modelo

Académico de Licenciatura es posible afirmar que se observa un beneficio secundario del

diseño de la escala tipo Likert y de evaluar sus propiedades psicométricas: colaborar con el

nuevo modelo que regirá el proceso de enseñanza aprendizaje de la UANL. Ya que, a nivel

institucional podría ser utilizado como instrumento de detección de las necesidades de

formación docente, en cuanto a las estrategias que usan los maestros al impartir su cátedra.

Debido a que el instrumento es autoadministrado, al docente contestarlo puede serle

útil como parte de una autoevaluación reflexiva sobre el qué hacer en el aula, además se

puede percatar de qué acciones realiza en el salón de clases con el objetivo de transmitir el

conocimiento. Así mismo podría identificar si las estrategias que usa para dar clase son sólo

del sentido común u obedecen a principios intelectuales, ya que como lo menciona

Espíndola (2000), la didáctica es el arte de saber enseñar que lleva al perfeccionamiento

de la naturaleza e involucra principios intelectuales y científicos y como tal manifiesta que

es necesario hacer uso de los trabajos de investigación científica existente sobre las formas

de enseñar y sus efectos en el aprendizaje de los alumnos, así como de fuentes

bibliográficas y reconocidas al momento de diseñar el curso.

Al momento de ir contestando el instrumento, el docente tendrá noción de que

existen otras formas de enseñar que probablemente no conoce; además a causa de que en

los ítems no se va a expresar claramente la estrategia, sino que lo que se va a mostrar son

indicadores de los pasos para realizarla, él podría hacer un autoanálisis de las omisiones o

errores en los que incurre al momento de llevarla a cabo.

De igual modo, como parte del agradecimiento al docente por contestar el

instrumento, se le ofrecerá retroalimentación, una vez evaluadas sus propiedades

psicométricas, sobre cuáles son las estrategias que usa y las que no usa; las referencias

donde puede encontrar información sobre dichas estrategias; así como también se le dirá

donde puede obtener los resultados de la investigación.

Es necesario hacer notar que en las Instituciones de Educación Superior, según

Rueda y Luna (2008), predomina la evaluación del desempeño docente mediante la opinión

de los estudiantes recuperada a través de cuestionarios y excepcionalmente se complementa

con otros recursos como pueden ser la opinión del jefe inmediato o autoevaluaciones.

Retomando el hecho de que la forma de aplicar el instrumento es autoadministrada, y

partiendo de que la mayoría de las certificaciones tienen su raíz en el ámbito

organizacional, la escala que aquí e presenta puede funcionar también como parte de un

sistema de evaluación de 360º.

A modo de conclusión y acorde con la situación actual respecto a la investigación

en estrategias docentes se considera pertinente el estudio que aquí se realiza. Y gracias al

rediseño curricular que vive la UANL además de ser pertinente es viable; ya que se cuenta

con los apoyos de los directivos de las facultades y con los recursos humanos y financieros

suficientes para concluirlo.

Limitaciones y Delimitaciones

La investigación estará enmarcada en la perspectiva teórica del aprendizaje

significativo por lo que no se contemplarán otros abordajes que también han realizado

aportes sobre el aprendizaje. Y las estrategias docentes a medir son sólo las que entran en

este constructo, según las posturas teóricas analizadas.

Los instrumentos de recolección de datos son de autoreporte, por lo que la

información recabada está sujeta a las limitaciones de este tipo de herramientas, ya que los

participantes pueden responder en términos de deseabilidad social.

El presente trabajo se realizó con la participación voluntaria de docentes, por lo que

no ha sido posible controlar algunos factores como la selección aleatoria de los mismos

participantes; cabe aclarar que esta limitación es propia de las investigaciones no

experimentales que se desarrollan en ambientes escolares.

MARCO TEÓRICO

La revisión bibliográfica que aquí se presenta trata de englobar los conceptos

principales en los cuales quedan enmarcadas las estrategias docentes y su medición como

parte de la evaluación de la docencia. Sin embargo para llegar a los constructos principales

es necesario hacer un recorrido teórico, conceptual y profundo más no extensivo que dé una

visión clara y concreta del papel tan importante que juegan las estrategias docentes en el

aprendizaje que tiene lugar en la interacción maestro-alumno en el aula.

Psicología educativa

Saber algo ya no es suficiente; es preciso también saber enseñar

Maurice Tardif, 2004

El hombre, a lo largo de los tiempos, ha demostrado su curiosidad por aprender, y

más aún por saber cómo aprende. Desde los tiempos antiguos, al menos algunos de los

miembros de cada sociedad civilizada han desarrollado y probado, hasta cierto punto, ideas

sobre la naturaleza del proceso de aprendizaje (Bigge, 1975). Asimismo psicólogos de

distintos enfoques teóricos han tratado de explicarse las bases psicológicas del aprendizaje,

y han utilizado métodos de la psicología para entender el proceso educativo (Clifford,

1984), y en el transcurso de este siglo se ha encontrado una y otra vez, períodos

caracterizados por la convicción de que la psicología va a permitir fundamentar

científicamente a la educación, de que el conocimiento psicológico está en función de

proporcionar una base científica para abordar y solucionar los problemas educativos (Coll,

2007), dicha labor se ha llamado psicología educativa.

La psicología educativa, según Coll (1998), se ha ido configurando progresivamente

como resultado de un esfuerzo ininterrumpido de aplicación y utilización de los principios,

explicaciones, y métodos de la psicología científica en los renovados intentos por mejorar

las prácticas educativas en general, y la educación escolar en particular, asimismo por

elaborar las explicaciones adecuadas y útiles para la planificación y desarrollo de estas

prácticas.

Sin embargo, este desarrollo ha sido difícil tanto conceptual como

metodológicamente, ya que engloba dos disciplinas en su definición: psicología y

educación. La psicología educativa se encuentra situada en un espacio intermedio entre las

distintas especialidades de la investigación psicológica, y las diferentes áreas que estudian

los fenómenos educativos; lo que hace que la psicología educativa participe de ambos tipos

de disciplina, sin asimilarse por completo a ninguna de ellas.

Para Coll (1996) las actividades profesionales de los psicólogos de la educación

aparecen circunscritas fundamentalmente en tres ámbitos de trabajo: la formación del

profesorado, la investigación psicológica aplicada a la educación, y la psicología clínica

infantil.

En la misma línea Ausubel, Novak y Hanesian (1983) afirman que la función de la

psicología educativa en la educación de los profesores se basa en la premisa de que existen

principios generales del aprendizaje significativo en el salón de clases, que se pueden

derivar de una teoría razonable acerca de tal aprendizaje. Estos principios pueden ser

validados empíricamente y comunicados con eficacia a los aspirantes a profesores. Ellos

proporcionan los fundamentos psicológicos para que los profesores descubran por sí

mismos los métodos de enseñanza más eficaces y para que puedan seleccionar con

inteligencia los nuevos métodos de enseñanza que constantemente se les obliga a aceptar.

Las teorías y métodos de enseñanza válidos deben estar relacionados con la naturaleza del

proceso de aprendizaje en el salón de clases y con los factores cognoscitivos, afectivos y

sociales que lo influyen.

En consecuencia, a menudo se define a los psicólogos educativos como expertos

que aplican los principios de la psicología a la educación y que dedican su vida profesional

a entender a los aprendices, el proceso de enseñanza y las estrategias instruccionales que lo

facilitan (Henson y Eller, 2000).

En la misma línea Ausubel et al. (1983), establece que la investigación

psicoeducativa tiende a estudiar los siguientes tipos de problemas de aprendizaje:

1. Descubrir la naturaleza de aquellos aspectos del proceso de aprendizaje que

afecten la adquisición y retención a largo plazo de cuerpos organizados de conocimiento.

2. El amplio mejoramiento de las capacidades para aprender y resolver problemas.

3. Averiguar cuáles características cognoscitivas y de personalidad del alumno, y

qué aspectos interpersonales y sociales del ambiente de aprendizaje, afectan los resultados

del aprendizaje de una determinada materia de estudio, la motivación para aprender y las

maneras características de asimilar el material.

4. Determinar las maneras adecuadas y de máxima eficacia de organizar y presentar

materiales de aprendizaje y de motivar y dirigir deliberadamente el mismo hacia metas

concretas.

Se podría afirmar, según Ausubel et al. (1983) que son los aspectos generales del

aprendizaje los que interesan al psicólogo, mientras que el aprendizaje en el salón de

clases, o el aprendizaje deliberadamente conducido de una materia de estudio, dentro de un

contexto social, es el campo especial del psicólogo educativo. Por lo tanto, la materia de

estudio de la psicología educativa puede inferirse directamente de los problemas a que se

enfrenta el profesor en el salón de clases. Este último debe generar el interés por la materia

de estudio, inspirar el empeño por aprender, motivar a los alumnos y ayudarlos a inducir

aspiraciones realistas de logro educativo. Los profesores deben decidir lo que es importante

que los alumnos aprendan, averiguar qué es lo que están listos para aprender, conducir la

enseñanza a un ritmo apropiado y decidir la magnitud y el nivel de dificultad propios de las

tareas de aprendizaje. De ellos se espera que organicen minuciosamente la materia de

estudio, que presenten con claridad los materiales, que simplifiquen las tareas de

aprendizaje en sus etapas iniciales, y que integren los aprendizajes actual y pasado. Tienen

la responsabilidad de preparar programas y revisiones prácticos, confirmar, aclarar y

corregir, plantear preguntas críticas, proporcionar recompensas apropiadas, evaluar el

aprendizaje y el desarrollo, y siempre que sea posible, fomentar el aprendizaje por

descubrimiento y la capacidad para solucionar problemas. Finalmente, ya que les incumbe

enseñar a grupos de estudiantes dentro de ambientes sociales, deben enfrentarse a los

problemas de la instrucción en grupo, la individualización, la comunicación y la disciplina.

Así pues (Ausubel et al., 1983), los alcances de la psicología educativa como

ciencia aplicada son extremadamente amplios, y las recompensas potenciales que ofrece en

términos del valor social de facilitarles a los alumnos el aprendizaje de las distintas

materias, son proporcionalmente grandes.

Tomando como base las proposiciones expresadas por los autores ya mencionados,

se extrae como una función importante de la psicología educativa la formación del

profesorado con el objetivo de que mejore sus prácticas educativas mediante la aplicación

de nuevos métodos de enseñanza que tienen su base en los fundamentos psicológicos del

aprendizaje.

Ahora bien el siguiente paso es ahondar un poco en esos fundamentos psicológicos

del aprendizaje, que no son otra cosa más que las teorías del aprendizaje.

Teorías del aprendizaje

Es con base en una teoría del aprendizaje como se pueden establecer nociones defendibles de la manera

como los factores decisivos de la situación de aprendizaje-enseñanza pueden manipularse efectivamente.

Ausubel et al., 1983

Como lo mencionan Díaz Barriga y Hernández Rojas (2010), la función de la

psicología educativa en la educación de los profesores se basa en la premisa de que existen

principios generales del aprendizaje significativo en el salón de clases, que se pueden

derivar de una teoría razonable acerca de tal aprendizaje. Estos principios pueden ser

validados empíricamente y comunicados con eficacia a los aspirantes a profesores.

Una teoría es un conjunto científicamente aceptable de principios que explican un

fenómeno. Las teorías ofrecen marcos de trabajo para interpretar las observaciones

ambientales y sirven como puentes entre la investigación y la educación (Suppes, 1974).

Los hallazgos de la investigación se organizan y vinculan sistemáticamente con las teorías;

sin éstas, aquéllos serían colecciones desordenadas de datos, pues los investigadores y

profesionales carecerían de un armazón superior en el cual afianzarse.

Las teorías psicológicas del aprendizaje son múltiples y variadas, pero tienen en

común la concepción básica de que los procesos de aprendizaje juegan un papel central en

el desarrollo del ser humano (Del Río, 1990). Antes de desmenuzar, en específico, el

concepto de teorías del aprendizaje, se hará un recorrido sobre lo que es el aprendizaje, ya

que el aprendizaje es un componente previo, un requisito indispensable para cualquier

elaboración teórica sobre la enseñanza (Gimeno y Pérez, 1995).

Aprender comprende la adquisición y modificación de conocimientos, habilidades,

estrategias, creencias, actitudes y conductas. El aprendizaje es un hecho cotidiano que lleva

a pensar que, azarosa y asistemáticamente, se aprende una nueva habilidad o un nuevo

concepto; sin embargo, si se observan cuidadosamente las situaciones en que se aprende, se

apreciará que el aprendizaje no es tan fortuito como parece (Castañeda, 2004). Es

prácticamente imposible encontrar una definición de aprendizaje que sea aceptada por

todos los psicólogos; sin embargo, se puede afirmar que los que estudian el aprendizaje se

interesan por procesos de cambio que ocurren como resultado de la experiencia (Mazur,

1986). Por lo cual la definición más comúnmente encontrada de aprendizaje, en los textos,

enuncia que es un cambio perdurable de la conducta o en la capacidad de conducirse de

manera dada como resultado de la práctica o de otras formas de experiencia (Shuell,

1986; Castañeda, 2004). Si se examina a fondo esta definición se encuentra que un criterio

para definir el aprendizaje es el cambio conductual o cambio en la capacidad de

comportarse. Se emplea el término aprendizaje cuando alguien se vuelve capaz de hacer

algo que no hacía antes. Aprender requiere el desarrollo de nuevas acciones o la

modificación de las presentes. El segundo criterio inherente a esta definición es que el

cambio conductual (o la capacidad de cambiar) perdura. En este aspecto se excluyen los

cambios conductuales temporales; y son temporales porque, cuando se suspende la causa, el

comportamiento vuelve al estado previo a la incidencia del factor. A la vez, los cambios

conductuales no tienen que durar largo tiempo para poder clasificarlos como aprendizaje

puesto que existe el olvido. Es materia de polémica qué tanto han de persistir los cambios

para ser tomados por aprendidos, pero casi todos los estudiosos aceptan que, con toda

probabilidad, los cambios que duran apenas unos segundos no suponen aprendizaje. El

tercer criterio es que el aprendizaje ocurre por práctica u otras formas de experiencia (como

al observar a los demás). Este criterio excluye los cambios conductuales que parecen

determinados por la constitución genética; por ejemplo, las transformaciones madurativas

de los niños como gatear, pararse o caminar.

Mayer (2004), en su libro Enseñar para un aprendizaje significativo, retoma y

modifica mínimamente este concepto y lo precisa como un cambio relativamente estable en

el conocimiento de alguien como consecuencia de la experiencia de esa persona. La

diferencia radica en que el cambio pasa de ser perdurable a relativamente estable y de ser

un cambio en la conducta, habla el autor, que es un cambio en el conocimiento. Como se

puede observar, ninguna definición de aprendizaje es aceptada por todos los teóricos,

investigadores y profesionales de la educación; y las que hay son numerosas y variadas,

pues existen desacuerdos acerca de la naturaleza exacta del aprendizaje (Schunk, 1997).

Ahora bien, una teoría del aprendizaje trata de ser una explicación racional,

coherente, científica y filosóficamente fundamentada acerca de lo que debe entenderse por

aprendizaje, las condiciones en que se manifiesta éste y las formas que adopta (Castañeda,

2004).

Existen distintas teorías del aprendizaje, cada una regida por los conocimientos y

pre concepciones que tienen sobre el tema los distintos autores al momento de describirlas.

De igual modo, estudiosos del aprendizaje las han ido clasificando acorde a sus propiedades

comunes y diferenciales. Por ejemplo, Bigge (2001) las clasifica en: teorías de disciplina

mental de la familia mentalista, teorías de condicionamiento e-r (estímulo respuesta) y

teorías cognoscitivas de la familia del campo de la gestatl. De igual manera, la clasificación

de Pozo (2006), va desde teorías que favorecen un aprendizaje por asociación a teorías que

llevan a un aprendizaje por reestructuración.

Por su parte Schunk (1997) y Castañeda (2004) las dividen en teorías conductistas y

teorías cognitivas. Álvarez et al. (2005), en su investigación El uso de estrategias

constructivistas por docentes de inglés con fines específicos, para determinar qué

estrategias de enseñanza utilizan los profesores tomaron en cuenta sólo principios

conductistas y constructivistas. De igual manera Vera (2005), en el mismo año, analizó el

rendimiento de los alumnos clasificando las tendencias teóricas de los profesores en

conductista y constructivista.

En la misma línea, Mayer (2000), afirma que durante el siglo XX, respecto a los

procesos de enseñanza-aprendizaje han existido tres paradigmas de investigación. El

primero de estos paradigmas, que se desarrolló en la primera mitad, es el aprendizaje como

consolidación de respuestas, que postula que el rol del estudiante es el de recibir refuerzos y

el del profesor de administrarlos. El segundo paradigma considera al aprendizaje como la

adquisición de conocimientos, y se desarrolló en el tercer cuarto del siglo XX; en éste se

postula que el estudiante adquiere información de manera pasiva, y el trabajo del profesor

consiste en presentar la información de manera adecuada para su procesamiento. En el

tercer y último paradigma que se desarrolló en las dos últimas décadas del siglo XX se

concibe al aprendizaje como la elaboración de conocimientos, y los profesores orientan de

manera cognitiva a los alumnos, quienes a su vez comprenden la información participando

de forma directa en la construcción de representaciones cognitivas de la realidad.

De igual manera Ertmer y Newbay (1993) comparan de una forma crítica el diseño

de la instrucciòn tomando en cuenta tres posturas: la conductista, la cognoscitivista y la

constructivista.

Como se puede observar las distintas clasificaciones obedecen principalmente a la

postura de cada autor. Para fines prácticos y acorde con las revisiones bibliográficas se

tomará la clasificación de Mayer (2000) como idónea para el desarrollo de esta sección y se

usarán los constructos de teorías conductuales del aprendizaje, teorías cognitivas del

aprendizaje y teorías constructivistas del aprendizaje, para el primero, el segundo y el tercer

paradigma, respectivamente.

Aquí se expondrán las posturas teóricas más importantes que según distintos autores

quedan enmarcadas en los principios conductistas, cognoscitivistas o constructivistas de la

educación. En algunas de éstas no se utilizará la palabra teoría, ya que las referencias

incluidas no lo hacen al presentar sus fundamentos. Empero, acorde a sus características se

puede afirmar que sí se trata de una teoría del aprendizaje.

También es necesario hacer otra aclaración, debido a que el diseño de la Escala de

Estrategias Docentes para Aprendizajes Significativos versa sólo sobre estrategias que

promueven el aprendizaje significativo en los alumnos, al exponer la teoría del aprendizaje

significativo se hará una revisión más extensa que en las demás teorías ya que es el sustento

teórico de dicho diseño.

Teorías conductuales del aprendizaje

El conductismo fue desarrollado por Burrhus Frederick Skinner y supone que el

proceso de aprendizaje se lleva a cabo a través del condicionamiento (Nath, 2005). Según

Schunk (1997) las teorías conductuales consideran que el aprendizaje es un cambio de la

tasa, la frecuencia de aparición o la forma del comportamiento (respuesta), sobre todo como

función de cambios ambientales. Los psicólogos conductistas afirman que aprender

consiste en la formación de asociaciones entre estímulos y respuestas. En opinión de

Skinner (1953) es más probable que se dé una respuesta a un estímulo en función de las

consecuencias de responder; ya que las consecuencias reforzantes hacen más probable que

ocurra de nuevo, mientras que las consecuencias aversivas lo vuelven menos plausible. Por

lo cual sus técnicas se han utilizado en la educación por un largo tiempo para fomentar

comportamientos deseables y para desalentar las conductas que no son deseables (Nath,

2005).

El conductismo tuvo una fuerza considerable en la psicología de la primera mitad

del siglo, de modo que muchas posturas históricas representan teorías conductuales que

explican el aprendizaje en términos de fenómenos observables. Los teóricos de esta

corriente sostienen que la explicación del aprendizaje no necesita incluir pensamientos y

sentimientos, no porque esos estados internos no existan (puesto que en efecto existen),

sino porque tal explicación se encuentra en el medio y en la historia de cada quien (Araujo

y Chadwick, 1993; Garza y Leventhal, 2000). De hecho se puede aseverar que la definición

de aprendizaje, ya presentada y desmenuzada en sus raíces teóricas es conductista.

Estos conceptos sobre el aprendizaje tienen considerables implicaciones para la

práctica educativa. Las teorías conductuales implican que los maestros deben disponer el

ambiente de modo que los alumnos respondan apropiadamente a los estímulos. La

instrucción basada en este paradigma utiliza una serie de criterios que permiten llevar un

registro de las conductas adoptadas por los estudiantes a medida que participen en un

proceso educativo. (Garza y Leventhal, 2000)

Papel del maestro

La principal función del profesor, en el proceso de instrucción es disponer las

contingencias de refuerzo a fin de posibilitar o aumentar la probabilidad de la ocurrencia de

la respuesta que se debe aprender. Skinner recalca que lo importante para un profesor no es

procurar o encontrar refuerzos distintos de los que ya existen en la situación diaria, sino

disponer mejor de las contingencias de esos refuerzos con relación a las respuestas

deseadas (Araujo y Chadwick, 1993).

Para que se dé el aprendizaje en los estudiantes, dentro del esquema conductista, es

importante que el diseño de objetivos esté orientado a ello. El conductismo retoma para la

elaboración de sus objetivos los puntos expresados por Mager (1997, 2002) que indican que

al redactar un objetivo instruccional deben de incluirse los siguientes aspectos:

Qué es lo que quiere enseñar

En qué nivel se quiere que el alumno aprenda

Cuáles son las condiciones (materiales, procedimientos y estímulos) en los

que el alumno debe responder

A lo largo de sus trabajos, Skinner (1953, 1957) dio a conocer algunos lineamientos

generales para mejorar la enseñanza basada en principios conductuales:

Ser claro acerca de lo que se va a enseñar.

Enseñar primero lo primero.

Propiciar que los estudiantes avancen a su propio ritmo.

Programar los temas.

Estructurar adecuadamente el contenido, ya que la factibilidad de

aprendizaje no depende de su grado de complejidad o abstracción, sino más bien de la

forma en cómo se presenta en una cadena E-R-C.

Proveer al alumno de reforzadores al momento de dar una respuesta.

Ponerle al alumno metas realistas; ya que muy grandes lo pueden desmotivar

y las pequeñas aburrir.

De igual manera, el docente debe ser consciente de la importancia de los estímulos

en el aprendizaje, y reconocerse a sí mismo como un estímulo más, ya que dentro del

conductismo se habla del aprendizaje observacional, el cual tiene su base en el aprendizaje

a través de la imitación de conductas presentadas inicialmente por una persona que se

constituye como modelo (Garza y Leventhal, 2000).

En el conductismo el modelo puede ser el mismo maestro o alguno de los

condiscípulos del estudiante del que se espera que aprenda. Woolfolk (2010) ofrece una

serie de recomendaciones a tomar en cuenta para que este tipo de aprendizaje se haga

efectivo, tales como servir como modelo de las conductas que desea que los estudiantes

aprendan; tratar de hacer paso por paso y de manera explícita aquello que se espera que los

estudiantes hagan, ya sea que se busque el aprendizaje de destrezas o actitudes; emplear a

compañeros alumnos como modelos; fomentar el trabajo en equipos y asegurarse de tener

en cada uno de ellos a un estudiante que por lo general logra lo que se espera, y además,

que sea estimado por sus compañeros; asegurarse de que los estudiantes vean que las

conductas positivas de otros conllevan consecuencias positivas, ofreciendo reforzamientos

justos; y pedir la colaboración de los estudiantes estimados para que sirvan de modelos de

conducta ante el grupo completo.

Papel del alumno

El papel del alumno en el conductismo es pasivo, sin embargo contempla la

posibilidad de que el estudiante aprenda a aprender por su propia cuenta con su estrategia

instrucción programada. Lo que debe hacer dentro de una instrucción programada es seguir

una serie de pasos que se les denomina cuadros. Woolfolk (2010) menciona los principios

fundamentales establecidos por O´Day, Kulhavy, Anderson y Maleczynski, que se deben

tomar en cuenta en el diseño de dichos materiales, entre los que se encuentran:

especificación del objetivo que deberá alcanzarse; una cuidadosa prueba piloto del material;

establecimiento propio de la velocidad de avance para permitir que el estudiante repase su

material al ritmo con que desea avanzar; la necesidad de respuestas definitivas de quien

aprende; retroalimentación inmediata, de manera que se sepa si da la respuesta correcta; y

división del material en pequeños pasos.

Teorías cognitivas del aprendizaje

Por su parte, las teorías cognitivas subrayan la adquisición de conocimientos y

estructuras mentales y son conocidas como las perspectivas del procesamiento de la

información, ya que hacen una homologación del cerebro humano con la computadora

(Garza y Leventhal, 2000).

Un tema capital de estas teorías es el procesamiento mental de información ya que

enfatizan el hecho de que la información se codifica en la memoria sensorial, donde la

percepción y la atención determinarán que se conservará en la memoria de trabajo para su

uso posterior. En la memoria de trabajo, la información nueva se vincula con el

conocimiento de la memoria de largo plazo y podría activarse para regresar a la memoria de

trabajo (Woolfolk, 2010).

Papel del maestro

El papel del profesor consiste en dotar al alumno de los elementos necesarios para

que se produzcan los procesos anteriormente mencionados, de una forma eficaz, y que la

recuperación de la información se dé de forma exitosa. Asimismo debe ser consciente del

papel de las emociones en la memoria y sus implicaciones al momento de tratar que la

información pase de la memoria de trabajo a la memoria de largo plazo. De igual manera,

tiene que tomar en cuenta las características de la tarea a aprender para decidir si el repaso

de la información se hace de forma mecánica y con reglas mnemotécnicas o si es necesario

que haga elaboraciones conceptuales (Sprinthall, 1996).

Papel del alumno

El alumno, no sólo recibe, en algunos momentos, pasivamente la influencia de los

sucesos ambientales, sino que activamente elige, practica, pone atención, ignora, reflexiona

y toma decisiones mientras persigue sus metas (Woolfolk, 1999).

Teorías constructivistas del aprendizaje

En sus orígenes, el constructivismo surge como una corriente epistemológica,

preocupada por discernir los problemas de la formación del conocimiento en el ser humano.

Según Delval (2001), se encuentran algunos elementos del constructivismo en el

pensamiento de autores como Vico, Kant, Marx o Darwin. En estos autores, así como en

los actuales exponentes del constructivismo, en sus múltiples variantes, existe la convicción

de que los seres humanos son producto de su capacidad para adquirir conocimientos y para

reflexionar sobre sí mismos, lo que les permite anticipar, explicar y controlar

propositivamente la naturaleza, y construir la cultura. De igual manera, plantean sus

teóricos que los seres humanos construyen activamente su conocimiento, basados en lo que

saben y en una relación también activa con los otros con los que interactúan (Pimienta,

2007). Por su parte, Mario Carretero (1993, 2009) afirma que según la posición

constructivista, el conocimiento no es una copia fiel de la realidad, sino una construcción

del ser humano y que dicha construcción la realiza fundamentalmente con los esquemas

que ya posee, es decir, con lo que ya construyó en su relación con el medio que le rodea.

Coll (1990) menciona que la concepción constructivista se organiza en torno a tres

ideas fundamentales. En primer lugar el alumno es el responsable último de su propio

proceso de aprendizaje. Es él quien construye el conocimiento y nadie puede sustituirlo en

esa tarea (o más bien reconstruye). En segundo lugar, la actividad mental constructiva del

alumno se aplica a contenidos que poseen ya un grado considerable de elaboración. Esto

quiere decir que el alumno no tiene en todo momento que descubrir o inventar en un

sentido literal todo el conocimiento escolar. Debido a que el conocimiento que se enseña en

las instituciones escolares es en realidad el resultado de un proceso de construcción a nivel

social, los alumnos y profesores encontrarán ya elaborados y definidos una buena parte de

los contenidos curriculares (Díaz Barriga y Hernández, 2002). En tercer lugar la función del

docente es engarzar los procesos de construcción del alumno con el saber colectivo

culturalmente organizado. Esto implica que la función del profesor no se limita a crear

condiciones óptimas para que el alumno despliegue una actividad mental constructiva, sino

que deba orientar y guiar explícita y deliberadamente dicha actividad.

Para concluir sobre lo que es el constructivismo cabe agregar que Woolfolk (1999)

menciona que todos los autores coinciden en que el constructivismo supone un cambio

notable en el interés de la enseñanza al colocar en el centro de la empresa educativa los

esfuerzos del estudiante por entender.

En relación a esto, Morales (1998), plantea que para que el aprendizaje escolar

cumpla la función de ser utilizado en cualquier contexto, es necesario que el individuo no

sólo adquiera un conocimiento determinado, si no la posibilidad de reconstruirlo en

situaciones diversas, por lo cual es necesario que el individuo aprenda a construir el

conocimiento por sí mismo; en ese sentido, el profesor asume un rol de facilitador del

conocimiento, es decir que orienta e incentiva a los alumnos en el proceso de aprendizaje,

para que ellos logren construir sus propias estructuras de conocimiento, lo cual hará más

fácil la reconstrucción de este conocimiento en distintas situaciones.

Según Cubero (2005), la importancia y el protagonismo del término constructivismo

ha provocado que se multipliquen los usos de dicho término. Asimismo, Díaz Barriga y

Hernández Rojas (2002) afirman que coinciden con la opinión de Coll (1996), quien afirma

que la postura constructivista en la educación se alimenta de las aportaciones de diversas

corrientes psicológicas, entre las cuales se encuentran: el enfoque psicogenético piagetiano,

la teoría de los esquemas cognitivos, la teoría ausubeliana de la asimilación y el aprendizaje

significativo, la psicología sociocultural vigotskiana, así como algunas teorías

instruccionales, entre otras. Y que a pesar de que los autores de éstas se sitúan en encuadres

teóricos distintos, comparten el principio de la importancia de la actividad constructiva del

alumno en la realización de los aprendizajes escolares. Por ello en la psicología de la

educación actualmente se reconoce que hablar de un solo tipo de constructivismo es una

vana ilusión; es necesario, reconocer la existencia de varios constructivismos que ejercen su

influencia dentro de la disciplina y, al interior de ellos, de las varias posibilidades de

establecer las miradas y planteamientos constructivistas para tratar de entender y explicar

las enormes complejidades de la educación escolar y extraescolar. Además, se ha

constatado que un supuesto consenso sobre el constructivismo podría resultar peligroso

hasta cierto punto, dado que se podría caer en una situación de confusión y generalización,

al postularse todos o casi todos como constructivistas. Como ya se indicó, por lo general,

los constructivismos en educación hacen una apuesta a favor de un alumno activo como

constructor de sí mismo y como re-constructor y co-constructor, a la vez, de los saberes que

la sociedad y la cultura le aportan. Se considera que el alumno es un constructor de

significados, y un intérprete y creador de sentidos dentro del aula. Igualmente, se apuesta

por un profesor que desempeña un papel importante en el acto educativo al apoyar,

colaborar y potenciar dicha actividad constructivista, sin cuya participación simple y

llanamente ésta no progresaría o no tendría lugar.

En general, en todas las propuestas constructivistas parece prevalecer, con ciertas

diferencias y énfasis distintos, la idea de que cuando el sujeto cognoscente (o bien, para el

caso que nos interesa, el alumno) realiza un acto de conocimiento de aprendizaje, no copia

la realidad circundante, sino que construye una serie de representaciones o interpretaciones

sobre la misma. El hecho de que se señale como una construcción personal que ocurre de

forma interna dentro del sujeto que conoce, no implica necesariamente que sea realizada en

solitario, porque puede hacerlo en conjunción con otros, aunque la construcción, al final,

tenga siempre un matiz propio como consecuencia de sus características personales. En la

construcción aparece algo novedoso que, como tal, no parece estar ya prefigurado ni en el

objeto que se conoce ni en el propio sujeto conocedor. Lo construido se ve, ciertamente

influido por interacciones entre lo uno (el objeto a ser conocido) y lo otro (e.g., los

conocimientos previos que posee el sujeto), pero cualitativamente es una novedad: una

reorganización, una reestructuración o una interpretación alternativa, que no se encuentra

en su forma acabada en ninguna de las partes antes mencionadas y que, en gran medida,

aparece como consecuencia de la aplicación de la actividad constructiva del o de los sujetos

cognoscentes, como consecuencia de una actividad autoorganizativa (Hernández Rojas,

2006). Llovera (1998) plantea los siguientes principios del constructivismo:

El aprendizaje es un proceso constructivo interno, autoestructurante.

El grado de aprendizaje depende del nivel de desarrollo cognitivo.

El punto de partida de todo aprendizaje es el conocimiento previo.

El aprendizaje es un proceso de reconstrucción de saberes culturales.

El aprendizaje se facilita a partir de la mediación e interacción con otros.

El aprendizaje implica un proceso de reorganización interna de esquemas.

El aprendizaje se produce cuando entra en conflicto lo que el alumno ya sabe con lo

que quería saber.

Hernández Rojas (2006, 2008) ha realizado aportaciones adecuadas y con un

sustento teórico considerable sobre el tema y ha clasificado los aportes de los distintos

teóricos en cuatro y siete corrientes, respectivamente en cada obra. En esta sección se

incluyen sólo los cuatro constructivismos desarrollados en su libro, ya que son en los que

más ha profundizado y que él mismo considera como los que más influencia han tenido en

la psicología de la educación.

Teoría psicogenética

Desde el enfoque psicogenético, según DeVries y Kohlberg (1987), la educación

debe ser entendida como un contexto apropiado para ayudar a potenciar el desarrollo del

alumno y promover su autonomía moral e intelectual. El propio Piaget (citado por Kamii,

1982) escribió lo siguiente en torno al problema de los objetivos de la educación: El

principal objetivo de la educación es crear hombres que sean capaces de hacer cosas

nuevas, no simplemente de repetir lo que han hecho otras generaciones; hombres que sean

creativos, inventivos y descubridores. El segundo objetivo de la educación es formar

mentes que puedan criticar, que puedan verificar y no aceptar todo lo que se les ofrezca.

Es decir, el fin último de la educación es asegurar que los educandos logren un

pensamiento racional y una autonomía moral e intelectual. La autonomía significa ser

gobernado por sí mismo y por los criterios que se derivan del pensamiento racional cuando

se interactúa con los demás, mientras que la heteronimia consiste en ser regido por otros

cuando no existe ninguna razón válida para ello. La relevancia de cultivar este aspecto

estriba, de acuerdo con Kamii (1982), en que generalmente las personas se encuentran

dentro de un mundo social en el que prevalece la heteronomía, y en el que muchas veces se

aprende a obedecer en forma ciega y se asume un estatuto de conformidad no racional

(conformidad sin aparente convicción).

Papel del maestro.

Desde la perspectiva piagetiana, la función principal del maestro reside en facilitar y

guiar al educando para que éste construya activamente su propio conocimiento.

Definitivamente, Piaget siempre estuvo en desacuerdo con la idea de la transmisión de

conocimientos ya elaborados que se depositan en el alumno, así como con el empleo del

verbalismo excesivo como recurso pedagógico (Piaget 1999). Según la aproximación

psicogenética, el maestro debe ser entendido como un facilitador o promotor del desarrollo

y de la autonomía de los educandos. Sin duda, debe ser alguien que cuente con una sólida

formación sobre los problemas, procesos y características del aprendizaje escolar (y del

operatorio) de los alumnos, sobre los rasgos definitorios de las etapas del desarrollo

cognoscitivo general y sobre los mecanismos básicos de los diversos procesos involucrados

en la equilibración cognitiva (asimilación, acomodación, abstracción reflexiva, conflictos

cognitivos, etc., cuya conceptualización, no es objetivo de esta sección).

Así, los papeles fundamentales del maestro según Hernández Rojas (2006),

consisten en:

Promover una atmósfera de reciprocidad, respeto y autoconfianza en el aula.

Darle al alumno oportunidades para que desarrolle un aprendizaje auto-

iniciado, principalmente a través de la enseñanza indirecta (aprendizaje por descubrimiento

y exploratorio) y del planteamiento de problemas, actividades y situaciones didácticas

relevantes, así como promover conflictos cognitivos y sociocognitivos en sus alumnos.

Tratar de crear situaciones y experiencias cognitivamente válidas para el

alumno.

Reducir su nivel de autoridad, en la medida de lo posible, para que el alumno

no se sienta supeditado a lo que él dice cuando intente aprender o conocer algún contenido

escolar y no se fomenten en él la dependencia ciega y la heteronomía moral e intelectual.

Presentarse ante los alumnos ya no como la fuente exclusiva del saber, sino

como un cuestionador y fuente alternativa de conocimientos.

Proporcionar informaciones, no imponer la verdad y animar a los alumnos a

plantearse preguntas importantes.

Respetar y hacer respetar los errores y estrategias de conocimiento propias

de los alumnos, y no exigirles la emisión simple de la respuesta correcta.

Evitar el uso ingenuo de la recompensa y el castigo (las llamadas sanciones

expiatorias o coactivas) y, en su lugar, promover que los educandos vayan construyendo

sus propios valores morales.

En la misma línea, Parrat-Dayán y Tryphon (1999) insisten en que es necesario que

el docente ayude o guíe a los alumnos a llegar a soluciones posibles si es que éste no

encuentra soluciones valiosas.

Papel del alumno.

En el constructivismo psicogenético, si se desea formar individuos activos, no es

posible hacerlo mediante procedimientos que fomenten la pasividad. ¿Esto qué significa?

significa que si se quiere alumnos creadores e inventivos se debe permitir que se ejerciten

en la acción y en la reflexión. Es decir, hay que darles la oportunidad de formular sus

propias explicaciones e hipótesis sobre los objetos naturales y sociales a los que se

enfrentan y tratan de comprender. Aunque en un momento dado pueda considerarse que sus

explicaciones son erróneas, hay que evitar darles de inmediato la respuesta correcta y, en su

lugar, plantearles la situación pedagógica de modo tal (actividades, problemas, pequeñas

investigaciones, discusiones grupales) que ellos mismos puedan darse cuenta de la

insuficiencia explicativa de sus hipótesis y concepciones. Proporcionarles la respuesta

correcta de forma inmediata o resolverles los problemas planteados ante sus ojos

promovería, en cierto modo, un sentimiento de desconfianza en ellos mismos,

impidiéndoles pensar activamente en situaciones futuras. Por eso, las propuestas

piagetianas enfatizan que el alumno debe actuar (física y mentalmente) en todo momento

en el aula escolar y, a partir de esas acciones, derivar los procesos de construcción. Por

tanto, en esta perspectiva se debe considerar al alumno como un constructor activo de su

propio conocimiento. De manera particular, se considera que las actividades que

preferentemente deben promoverse en los alumnos son aquellas del tipo autoiniciadas (que

emergen de los intereses y motivaciones del propio alumno), las cuales en la mayoría de las

ocasiones pueden resultar de naturaleza autoestructurante y se supone que producen

consecuencias estructuradoras en sus esquemas a corto o largo plazo. En caso de que las

actividades sean programadas por el docente y las tengan que realizar los alumnos, es

altamente deseable permitir que estos las exploren por sus propios medios antes de exigirles

una respuesta correcta o de proporcionarles el saber formalizado (Hernández Rojas, 2006).

Teoría del aprendizaje significativo o teoría de la asimilación

Sin lugar a dudas, la meta educativa central, propuesta por la teoría de la

asimilación, es que el alumno logre construir aprendizajes significativos a partir de los

contenidos curriculares de cualquier nivel educativo. Para Díaz Barriga y Hernández Rojas

(2002) el aprendizaje significativo ocurre cuando la información nueva por aprender se

relaciona con la información previa ya existente en la estructura del alumno, de forma no

arbitraria, ni al pie de la letra, para llevarlo debe existir una disposición favorable del

aprendiz, así como significación lógica en los contenidos o materiales. El aprendizaje

significativo de los alumnos debe erigirse como el elemento central al cual tienen que estar

dirigidas las distintas acciones pedagógicas y de evaluación en las aulas. Novak menciona

que el propósito fundamental de la educación es capacitar a los aprendices para hacerse

cargo de su propia construcción de significados. Construir significados implica pensar,

sentir y actuar, aspectos todos ellos, que hay que integrar para conseguir un aprendizaje

significativo diferente y, sobre todo, para crear nuevos conocimientos. En todas las

situaciones educativas ocurre una compartición de acciones, así como un intercambio de

significados (y sentidos) entre el profesor y los alumnos (Novak, 1998b). El intercambio es

intelectualmente constructivo y emocionalmente efectivo cuando, como producto de ello, se

da una mejora en la comprensión del aprendiz acerca de una porción de conocimiento.

Dicho de otra forma, cuando los dos agentes del hecho educativo, profesor y aprendices,

logran compartir o negociar exitosamente el o los significados relativos a un contenido

curricular determinado (un bloque o núcleo significativo de conocimientos), entonces se

produce un aprendizaje significativo (Novak, 1998a).

Ausubel et al. (1983) considera que los alumnos se enfrentan a grandes cuerpos de

conocimiento estables y jerárquicamente organizados (en las distintas disciplinas, materias,

módulos, etc.) que tienen que ser aprendidos, puesto que uno de los objetivos centrales de

la educación escolar es el de transmitir la herencia cultural acumulada (el conocimiento

socialmente valorado) a las nuevas generaciones. En tal sentido, es necesario asegurar que

dichos aprendizajes sean adquiridos en forma significativa para que tales cuerpos de

conocimiento sean ampliamente dominados.

Papel del maestro.

Obviamente, en la propuesta de la teoría de la asimilación, el papel del profesor es

el de un agente que trata de fomentar el aprendizaje significativo de sus alumnos. Debe

saber reconocer cuándo y en qué momento puede ser válido seguir una estrategia en la que

se promueva la construcción de significados por parte del alumno. El docente debe poner el

foco en el alumno y en las posibilidades de construcción de significados valiosos que éste

haga a partir de los contenidos curriculares (Hernández Rojas, 2006).

Moreira (2005) menciona que no es suficiente que el alumno logre un aprendizaje

significativo, si no que es necesario que el profesor estimule dicho aprendizaje como una

actividad crítica, es decir, un aprendizaje crítico, dentro del cual se logre una perspectiva

que permita al sujeto formar parte de su cultura y, al mismo tiempo, estar fuera de ella.

Dentro de este tipo de aprendizaje el que aprende debe tener la capacidad de ser critico con

su proceso cognitivo, y tener la flexibilidad de analizar las diferentes perspectivas dentro de

una situación de aprendizaje.

Papel del alumno.

Desde la óptica de la teoría de la asimilación, el alumno despliega un importante

papel en la construcción de sus aprendizajes significativos. Por esta razón, se le debe

conceptualizar, desde esta perspectiva, como un agente constructor de significados y, al

mismo tiempo, como una persona que puede compartir y negociar con otros los

significados aprendidos (Novak, 1998a). Como consecuencia de la interacción sustantiva

entre la información nueva y los conocimientos previos, propia de los aprendizajes

significativos, ocurre un enriquecimiento, modificación o reestructuración de las ideas

previas y, por ende, una nueva construcción personal, por simple que ésta sea. Al

interactuar la información nueva con los conocimientos previos en lo sustantivo o

semántico, aun en su forma más simple, ocurre ya una nueva construcción ideacional

dentro de la estructura cognitiva, recordando que la significatividad es un continuo que va

de lo más superficial a lo más profundo (Hernández Rojas, 2006).

En este sentido, los aspectos endógenos más relevantes que intervienen en este

proceso de construcción de significados por parte del alumno, son su estructura cognitiva

(los conocimientos previos jerarquizados en relaciones de subsunción) y su disposición

para aprender.

Teoría del aprendizaje estratégico

Sin duda, una de las metas más ampliamente valoradas y buscadas dentro de la

educación a lo largo de los siglos ha sido la de promover que los alumnos aprendan a

aprender. Según Waeytens, Lens y Vanderberghe (2002), recientemente esta meta está

alcanzando un considerable interés y, aunque los expertos parecen estar de acuerdo en que

las instituciones educativas deben contemplarla, ha costado mucho trabajo de investigación

seria para llegar a conceptualizarla y operativizarla.

En la meta de aprender a aprender está implicada la idea de que los alumnos se

vuelvan estratégicos, autorregulados y reflexivos (Ertmer y Newby 1996), capaces de lidiar

frente a numerosas situaciones de aprendizaje que se promueven actualmente en la nueva

sociedad de la información y del conocimiento. Hay por lo menos cinco grandes retos que

la nueva sociedad de la información plantea a la educación futura (Monereo y Pozo 2001):

a) El predominio de la información simbólica en el sector productivo. En este

mundo, cada vez cobra mayor importancia la producción de símbolos y sistemas que

permiten manipular y gestionar los bienes materiales (e.g., las tecnologías de la

información). La principal materia prima de la actividad profesional humana se compone

de informaciones que deben comunicarse, y ser intercambiadas, asimiladas y transformadas

en conocimiento individual y compartido.

b) La caducidad de la información. Aproximadamente cada diez años, el

conocimiento se renueva en buena medida. El conocimiento del mundo tiene historicidad,

al ser producido un nuevo conocimiento supera a otro que fue nuevo antes y envejeció y

dispone a ser sobrepasado mañana por otro (Freire, 2004). Se quiera o no, las personas

están convirtiéndose en aprendices permanentes, condenados a actualizarse en forma

constante (aunque, por supuesto, no todos los saberes, estrategias y actitudes son tan

perecederos como otros).

c) La inabarcabilidad e incertidumbre de la información. El problema no será poseer

la información, sino más bien saber cómo seleccionarla y cómo utilizarla en forma

apropiada.

d) El riesgo de sustituir el conocimiento por la información. La simplificación de los

mensajes, en pos de asegurar la rapidez, la economía y la inteligibilidad de las

transmisiones, puede conllevar a la banalización de los sucesos y a la superficialidad de las

interacciones. No basta con saber acceder a la información; se requiere de un trabajo

cognitivo que permita su transformación en auténtico conocimiento y en el desarrollo de

recursos cognitivos potentes que permitan a su vez la reflexión, asimilación crítica y

creación de nuevas informaciones.

e) La relatividad de la información. Es necesario que los educandos sepan cómo

identificar y seleccionar los puntos de vista más potentes que expliquen con mayor

profundidad un fenómeno o una problemática determinada, que sean capaces de contrastar

perspectivas dispares y de analizar sus argumentos, así como de justificar racionalmente sus

propios puntos de vista.

La escuela, además de enseñar los saberes propios de cada disciplina (de tipo

conceptual, procedimental y actitudinal/valoral) reconocidos o valorados

socioculturalmente, debería promover el desarrollo de estrategias cognitivas y

autorreguladoras, el conocimiento reflexivo/metacognitivo y patrones motivacionales

adaptativos que doten a los alumnos de un instrumental valioso para constituirse en

aprendices más eficaces y reflexivos. Esto, a su vez, les permitirá acceder en forma

inteligente, selectiva y crítica a dichos saberes, pudiendo incluso ir más allá de los

contextos escolares, como aprendices permanentes en esta nueva sociedad de la

información: La institución escolar debe promover una cultura académica en la que el

alumno se vuelva esencialmente un aprendiz estratégico, autorregulado, reflexivo y crítico,

y aprenda, simultáneamente, a querer seguir aprendiendo por sus propios medios

(Hernández Rojas, 2006).

Entre las competencias estratégicas más significativas que la escuela debería

promover y que tendrían que estar de algún modo presentes como ejes

estratégicos/transversales dentro de los programas escolares de los distintos ciclos, estarían

las siguientes (Monereo y Pozo 2001): 1) saber buscar información en forma selectiva-

crítica, 2) analizar los problemas para opinar de una manera fundamentada, 3) escuchar

para dialogar, 4) hablar para convencer, 5) leer para comprender, 6) escribir para

argumentar, 7) saber cooperar para trabajar, 8) saber empatizar para compartir, 9) fijar

metas razonables para aprender.

Papel del maestro.

En principio no hay que olvidar que debe prevalecer como idea central que el

enseñante desempeñe un papel importante de mediador entre las estrategias que se desea

enseñar y los alumnos que las van a aprender.

Otra premisa central desde esta perspectiva es considerar que es posible enseñar a

los alumnos para que estos desarrollen conductas estratégicas, y apoyarlos para que

aprendan a tomar decisiones sobre qué y cómo aprender (Pérez Cabaní ,1997). En este

sentido, el profesor deberá favorecer en el estudiante la conciencia y la reflexión sobre las

decisiones que ejecuta, de manera que se promueva el desarrollo de los procesos

metacognitivos, autorreguladores y reflexivos que le permitan al alumno convertirse en un

aprendiz autónomo y autorregulado.

El enseñante de estrategias deberá contar con todo un conjunto de conocimientos y

estrategias que le proporcionen instrumentos apropiados para crear, interpretar y analizar

situaciones ad hoc al aprendizaje estratégico que intentará promover. El docente también

buscará promover la adquisición de las estrategias cognitivas en sus alumnos,

particularizando en las áreas de conocimiento o materias curriculares que enseña

(Hernández Rojas, 2006).

Papel del alumno.

El alumno en esta teoría es entendido como un agente activo, reflexivo y

autorregulado (Ertmer y Newby, 1996) que debe saber como acceder, cómo seleccionar y

qué hacer con la información a aprender. En este sentido habrá de estar capacitado con un

amplio repertorio de estrategias para saber cómo hacer un uso inteligente de las mismas.

Igualmente, debe aprender a desarrollar una mayor conciencia de sí mismo como aprendiz

en relación con determinadas tareas, contenidos y áreas de conocimiento a las que se

enfrenta cotidianamente dentro y fuera del aula (Hernández Rojas, 2006).

Teoría histórico - cultural

En síntesis, en la propuesta vigotskiana para la educación el énfasis está puesto en lo

social como co-construido por el sujeto y por los otros y, en tal sentido, distribuido

socialmente. Las líneas de desarrollo cultural son multidireccionales y plásticas, y pueden

reorientarse como consecuencia de las prácticas culturales y educativas en las que los

aprendices participan y se desarrollan. Si bien el enseñante en el fondo es el que guía los

procesos de reconstrucción y co-construcción, no necesariamente determina de modo

exclusivo las rutas de aprendizaje por las que pueden transitar los aprendices: estos también

aportan de modo significativo.

El discurso pedagógico utilizado en la situación educativa es el elemento central a

través del cual se construye conjuntamente el conocimiento y se crean nuevas formas de

pensamiento intermental, además de posibilitar formas de acceso a comunidades culturales

y disciplinares (Hernández Rojas, 2006).

La educación es un hecho consustancial al desarrollo humano. Es a través de esta

práctica sociocultural que se transmiten los conocimientos acumulados y culturalmente

organizados por generaciones y se entretejen los procesos de desarrollo social con los de

desarrollo personal, los cuales se autogeneran mutuamente. Para Vigotsky, los procesos de

desarrollo no son autónomos de los procesos educativos (culturales), si no que ambos están

vinculados desde el primer día de vida del niño, en tanto que éste es participante de un

contexto sociocultural y existen los otros (los padres, los compañeros, la escuela, etc.),

quienes interactúan con él para coparticiparle la cultura y los artefactos o instrumentos

culturales (Hernández Rojas, 2006).

Así, desde esta perspectiva, no se puede hablar de desarrollo personal (cognitivo,

afectivo, etc.) sin un proceso de enculturación que ocurre dentro de un contexto histórico-

cultural determinado.

Al respecto, Díaz Barriga (2003) menciona que el aprendizaje escolar es, ante todo,

un proceso de enculturación en el cual los estudiantes se integran gradualmente a una

comunidad o cultura de prácticas sociales. Si no se da esta condición de aplicabilidad,

posiblemente el estudiante no encuentre relevante la información que se le transmite, por lo

que es importante evitar transmitir, en un contexto escolar, conocimientos

descontextualizados, inertes, poco útiles, escasamente motivantes, y de relevancia social

limitada. Lo ideal dentro de un marco escolar, sería dotar al alumno de experiencias

relevantes de aprendizaje directo en escenarios reales, tales como: comunitarios, laborales,

o institucionales, que permiten al alumno enfrentarse a problemáticas de la vida real, y

aplicar y transferir ese conocimiento. De esta manera se estarán desarrollando en el alumno

habilidades útiles, que le brindaran las competencias necesarias para adaptarse como

profesional dentro de una sociedad.

A través de las distintas prácticas culturales, la cultura proporciona a sus miembros

los instrumentos necesarios para vivir en su entorno físico y social. De paso hay que

mencionar que esos instrumentos o artefactos tienen un origen social y pueden ser

básicamente de dos tipos: materiales y simbólicos. Los instrumentos materiales (e. g., un

reloj, papel para escribir, computadoras, etc.) están orientados externamente porque nos

permiten adaptarnos o transformar la realidad circundante, mientras que los instrumentos

simbólicos (dentro de los que destaca el lenguaje como mediador semiótico, aunque

también pueden incluirse aquí los sistemas para contar, la escritura, las estrategias

cognitivas, etc.) mediatizan las interacciones sociales y transforman nuestras funciones

psicológicas naturales heredadas biológicamente para convertirlas en funciones

psicológicas superiores.

A partir de estas consideraciones, Hernández Rojas (2006) indica que Wells planteó

lo que serían las dos metas centrales de la educación desde una perspectiva como la que

estamos tratando. Una primera meta debe dirigirse a promover que los alumnos se apropien

de los artefactos culturales (materiales y psicológicos) participando en actividades sociales

definidas por la cultura. Una vez aprendidos dichos artefactos, los alumnos pueden llegar

incluso a mejorar o a transformar dichas prácticas sociales y el conocimiento involucrado

en ellas. Obviamente esta apropiación de artefactos les permitirá desarrollarse y capacitarse

en el plano de lo individual (desarrollar funciones psicológicas superiores, etc.). Pero, al

mismo tiempo que dicha apropiación de los artefactos permite un desarrollo personal de los

aprendices, también los convierte en entes inculturados capaces de enfrentar creativamente

los distintos problemas que su propio contexto cultural les plantea. Una segunda meta

relevante de la educación se dirigiría a garantizar la continuidad cultural (y su posible

desarrollo) mediante la transmisión generacional de los instrumentos y saberes culturales

que son la herencia del pasado.

Desde este enfoque, resulta entonces pertinente considerar las metas educativas en

función de aquello que la cultura en particular determina como valioso y relevante para

aprender por sus miembros más jóvenes. Debe tenerse claro que dichos procesos educativos

no son posibles sin el apoyo de otros más capaces, cuya ayuda y participación es

imprescindible puesto que, en su ausencia, se haría muy difícil la apropiación de los

instrumentos y los saberes que el medio sociocultural ofrece. Además, tal apropiación por

parte de los alumnos no es una actividad pasiva, sino esencialmente creativa, innovadora y

original; eso permite que, tarde o temprano, los artefactos y saberes aprendidos sean

enriquecidos por el nuevo influjo generacional, alterando sensiblemente el proceso de

acumulación socio-histórica hasta entonces conseguida (Hernández Rojas, 2006).

Papel del maestro.

Siguiendo a los escritos vigotskianos, podría decirse que el maestro es un agente

que guía y ofrece un papel mediador a los alumnos para que efectúen su aproximación a los

artefactos, saberes y prácticas socioculturales. Esta mediación docente es indispensable en

todo acto cultural pedagógico, porque sin la aportación y ayuda del profesor, los alumnos

tendrían serias dificultades al interaccionar. El docente debe compartir los significados que

él conoce como agente educativo acerca de los artefactos y saberes; así como también debe

guiar al alumno a conseguir una interpretación de dichos artefactos, saberes y prácticas en

el sentido socialmente esperado o valorado (Hernández Rojas, 2006).

La negociación o compartición entre profesores y alumnos debe verse como una

construcción conjunta, y se despliega en forma progresiva gracias a una serie de ayudas y

dispositivos lingüístico pedagógicos organizados estratégicamente, con la finalidad de que

los alumnos terminen apropiándose de los artefactos y saberes culturales, y logren

desarrollar una interpretación interna (reconstrucción) de los mismos. Dicho en forma

sintética, el profesor debe saber cómo acoplar los saberes socioculturales expresados en el

currículum o en el programa, con los procesos de internalización subyacentes a la

adquisición de tales conocimientos por parte del alumno (Coll 2001a, 2001b).

También puede decirse que en su enseñanza, el profesor deberá intentar la creación

y construcción conjunta de zonas de desarrollo próximo con los alumnos, vía la

estructuración de sistemas de andamiaje flexibles y estratégicos. Pero no hay que olvidar

que, si bien las zonas pueden encaminarse principalmente a promover el cambio cognitivo

en una cierta dirección (la de las intenciones curriculares), también pueden ser consideradas

como ámbitos de construcción conjunta, dado que la participación de los alumnos puede

influir -y de hecho influye- en la estructuración de las actividades, al grado en que éstas

pueden llegar a asumir características diferentes a las previstas. Ya sea en un caso o en otro,

al final dichas actividades deberán ser guiadas, orientadas y supervisadas por el profesor

hacia cierta dirección deseada o al menos aceptada (Hernández Rojas, 2006).

Papel del alumno.

El alumno es un ente social, protagonista y producto de las múltiples interacciones

sociales y prácticas socioculturales en las que se ve involucrado a lo largo de su vida

escolar y extraescolar. Las funciones psicológicas superiores, de hecho, son producto de

estas interacciones sociales, con las cuales además mantienen propiedades organizacionales

en común. Gracias a los procesos educacionales sustentados en procesos sociales de

interactividad, el alumno consigue inculturarse y socializarse al tiempo que se individualiza

y autorrealiza. Es, en ese sentido, una persona que se apropia del saber cultural en el más

amplio sentido (conocimientos, habilidades, artefactos, prácticas culturales y lingüísticas).

Dicho saber cultural, inicialmente, se encontrará inmerso en la dimensión interindividual y,

posteriormente, gracias a la aplicación de mecanismos de internalización, pasará a formar

parte del plano intraindividual, para luego nuevamente exteriorizarse en el plano

interindividual -cuando así se requiera- dentro de determinadas prácticas culturales

(Hernández Rojas, 2006).

Para finalizar esta corta presentación de las teorías del aprendizaje es conveniente

retomar lo afirmado por Coll (1996), quien menciona que elegir una única teoría del

aprendizaje como marco de referencia para analizar, explicar y comprender los procesos

escolares de enseñanza y aprendizaje supone renunciar de entrada a utilizar otras teorías

alternativas que pueden ayudar igualmente a comprender determinados aspectos de estos

procesos no suficientemente estudiados y explicados por la teoría elegida. El estado actual

de elaboración de las diferentes teorías del desarrollo y del aprendizaje, incluso de las que

están más fundamentadas y tienen un mayor potencial explicativo, así como su parcialidad

y la controversia y falta de consenso que las envuelve, hace que el riesgo asumido al elegir

una de ellas en menoscabo de las demás sea ciertamente elevado.

En la misma línea Ausubel et al. (1983) indican que una teoría adecuada del

aprendizaje no es, desde luego, condición suficiente para mejorar la enseñanza. Los

principios válidos de ésta se basan necesariamente en principios sustanciales del

aprendizaje pero, como se mencionó antes, no constituyen aplicaciones simples y directas

de tales principios. Las leyes del aprendizaje del salón de clases no hacen otra cosa que

conferirle dirección general al descubrimiento de los principios de la enseñanza eficaz; pero

no indican lo que son tales principios.

Aprendizaje significativo

El aprendizaje significativo constituye el principal medio para aumentar la acumulación de conocimientos

del estudiante tanto dentro del aula como fuera de ella.

Ausubel, 2002

El fundador y creador indiscutible de la teoría de la asimilación es David Paul

Ausubel. De origen judío e hijo de emigrantes de Europa Central, Ausubel nació el 25 de

octubre de 1918 en Brooklyn, Nueva York. Estudió medicina y psicología en la

Universidad de Pennsylvania y Middlesex. Fue cirujano asistente y psiquiatra residente del

Servicio Público de Salud de los Estados Unidos e inmediatamente después de la segunda

guerra mundial, con las Naciones Unidas trabajó en Alemania en el tratamiento médico de

personas desplazadas. Trabajó en la Universidad de Illinois entre 1950-1966, donde publicó

extensivamente sobre psicología cognitiva. Se desempeñó como profesor de Psicología de

la educación y Educación médica en la Universidad de Toronto entre 1966-68. Luego se

trasladó a la Universidad de la Ciudad de Nueva York, donde presidió el programa de

doctorado en Psicología de la Educación en la Universidad de Columbia. Aceptó posiciones

como profesor visitante en el Ontario Institute of Studies in Education y en universidades

europeas como Berne, la Universidad Salesiana de Roma y en Munich. Fue Director del

Departamento de Psicología educacional para postgrados en la Universidad de New York,

donde trabajó hasta jubilarse en 1975. En 1976 fue premiado por la Asociación Americana

de Psicología por su contribución distinguida a la psicología de la educación.

Posteriormente volvió a su práctica como psiquiatra en el Rockland Children’s Psychiatric

Center. Falleció la mañana del 9 de julio del 2008 a los 90 años (Fatih, 2008).

Sus escritos más relevantes respecto al aprendizaje significativo aparecieron a

inicios de la década de los sesenta. En 1961 en la revista Educational Theory, el artículo, In

defense of verbal learning; en 1962, presentó un artículo fundacional titulado A

subsumption theory of meaningful verbal learning and retention (publicado en el Journal of

General Psychology) y en 1963, dio a conocer su importante texto The Psychology of

Meaningful Verbal Learning, en ambos documentos fue presentada por primera vez su

teoría del aprendizaje significativo (Hernández Rojas, 2006).

Es elemental aclarar que durante mucho tiempo Ausubel no se dedicó, por lo menos

aparentemente, al desarrollo y aplicación de su teoría. Este trabajo había sido realizado,

desde los años setenta, por Joseph Donald Novak, catedrático de la Universidad de Cornell.

Realmente sólo la primera edición de su obra, Educational Psychology: a cognitive view,

de 1968 fue realizada sólo por él, ya que en la segunda edición, editada en el año de 1978,

tiene a Joseph Novak y a Helen Hanesian como coautores. Moreira (2000), enuncia que

prácticamente, desde la edición en inglés de 1978, Joseph D. Novak ha interpretado,

refinado y utilizado la teoría de David Ausubel como referente para la investigación

educativa y para la organización de la enseñanza. Novak ha realizado un trabajo de

continuación especialmente fructífero en el campo del diseño curricular y de la enseñanza

de las ciencias naturales. Son especialmente valiosas sus investigaciones sobre mapas

conceptuales y su trabajo de teorización, que ha desembocado en la propuesta conocida

como constructivismo humano y que sería justo, por lo tanto, hoy por hoy, hablar de una

teoría de Ausubel y Novak. Asimismo, es preciso indicar que en el 2002 Ausubel retoma

nuevamente sus planteamientos, pero sin cambios significativos, en su texto Adquisición y

retención del conocimiento: Una perspectiva cognitiva.

Empero y sin lugar a dudas, existen otros continuadores también destacados del

trabajo de Ausubel: D. Bob Gowin y Richard E. Mayer. El primero, al igual que Joseph

Novak ha desarrollado importantes trabajos sobre sus ideas durante varios años en la

Universidad de Cornell (Moreira, 2000). D. B. Gowin también ha realizado trascendentales

investigaciones en el ámbito de la enseñanza de las ciencias y es famoso por la propuesta de

su heurístico instruccional V, desarrollado para adquirir y analizar el conocimiento de

teorías científicas. Por su parte, R. E. Mayer ha conducido interesantes estudios sobre la

base de varias ideas ausubelianas (e.g., los organizadores previos, las analogías, etc.) en el

campo del diseño instruccional y de materiales educativos. Además, su propuesta del

modelo SOI (selección, organización e integración como procesos cognitivos) para explicar

la adquisición del conocimiento sin duda tiene marcadas influencias de algunas ideas

propuestas por Ausubel (Hernández Rojas, 2006).

De igual manera existe un tenaz investigador quien durante años, aproximadamente

30, ha estudiado los planteamientos iniciales de Ausubel, ha colaborado en investigaciones

con Novak, y ha realizado numerosas aportaciones científicas sobre el Aprendizaje

Significativo. Este científico ha plasmado en su libro, La teoría del aprendizaje

significativo: teoría y práctica, los principales postulados de Ausubel, Novak y Gowin, de

una forma un poco más digerible al lector inexperto en el tema. El autor mencionado es

Marco Antonio Moreira, profesor de tiempo completo del Instituto de Física de la

Universidade Federal do Rio Grande do Sul en Porto Alegre, RS, Brasil.

Se tratará por lo tanto en esta sección de revisar tanto las perspectivas de Ausubel

sobre el aprendizaje significativo, como la de sus seguidores ya mencionados. Quedando

claro que se dará mayor importancia a la fuente primaria: David P. Ausubel; a continuación

de éste, se profundizará un poco en las perspectivas de Joseph Novak y D. Bob Gowin y se

concluirá dando sólo un esbozo de las investigaciones de Richard Mayer.

Para la mayoría de las referencias aquí presentadas se utilizó como base la segunda

edición en español, en 1983, de la obra Educational Psychology: a cognitive view, así como

el texto de Moreira (2000), entre muchas otras fuentes.

La teoría de Ausubel

Probablemente la idea más importante de la teoría de Ausubel y sus posibles

implicaciones para la enseñanza y para el aprendizaje pueden ser resumidas en la siguiente

proposición: Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, diría

lo siguiente: el factor aislado más importante que influye en el aprendizaje, es aquello que

el aprendiz ya sabe. Averígüese esto y enséñese de acuerdo con ello (Ausubel, 1978). Esta

frase habla principalmente del hecho de indagar los conocimientos previos de los alumnos

y relacionarlos con lo nuevo que se le enseñará; esto es lo que Ausubel ha definido como

aprendizaje significativo.

La idea parece ser simple, pero la explicación de cómo y por qué esta idea es

defendible, ciertamente no lo es. Ya que, al hablar de aquello que el aprendiz ya sabe

Ausubel se está refiriendo a la estructura cognitiva, o sea, al contenido total y a la

organización de sus ideas en un área particular de conocimientos. Además, para que la

estructura cognitiva preexistente influya y facilite el aprendizaje subsecuente es preciso que

su contenido haya sido aprendido de forma significativa, es decir, de manera no arbitraria y

no literal. Otro aspecto que debe, desde este momento, ser aclarado es que la idea de que

aquello que el aprendiz ya sabe no es simplemente la idea de pre-requisito. Averígüese esto

tampoco es una tarea sencilla, pues significa desvelar la estructura cognitiva preexistente, o

sea, los conceptos, ideas, proposiciones disponibles en la mente del individuo y sus

interrelaciones, su organización. Significa, en el fondo, hacer casi un mapeamiento de la

estructura cognitiva, algo que difícilmente se consigue realizar a través de tests

convencionales que, por regla general, enfatizan el conocimiento factual y estimulan la

memorización. Finalmente, enséñese de acuerdo con ello también es una idea con

implicaciones nada fáciles, dado que significa basar la instrucción en aquello que el

aprendiz ya sabe, identificar los conceptos organizadores básicos de lo que se va a enseñar

y utilizar recursos y principios que faciliten el aprendizaje de manera significativa

(Moreira, 2000).

Díaz Barriga y Hernández Rojas (2002), retomando a Ausubel, también afirman que

el aprendizaje significativo ocurre cuando la información nueva por aprender se relaciona

con la información previa ya existente en la estructura del alumno, de forma no arbitraria,

ni al pie de la letra, pero añaden los dos aspectos importantes para que se dé el aprendizaje

significativo: que debe de existir una disposición favorable del aprendiz, así como una

significación lógica en los contenidos o materiales. Estos aspectos no son aportaciones de

los autores ya mencionados, sino que se tratan de las condiciones para que se dé el

aprendizaje significativo ya mencionadas por Ausubel et al. (1983), que a continuación se

presentan como introducción a los fundamentos que enmarcan la comprensión de dicho

constructo.

Condiciones para el aprendizaje significativo

La esencia del proceso del aprendizaje significativo reside en que ideas expresadas

simbólicamente son relacionadas de modo no arbitrario y sustancial (no al pie de la letra)

con lo que el alumno ya sabe. Por relación sustancial y no arbitraria Ausubel et al. (1983)

quieren decir que las ideas se relacionan con algún aspecto existente específicamente

relevante de la estructura cognoscitiva del alumno, como una imagen, un símbolo ya

significativo, un concepto o una proposición. El aprendizaje significativo por recepción

involucra la adquisición de significados nuevos y para que se dé, necesita de 2 condiciones

primordialmente:

1. Que el alumno manifieste una actitud de aprendizaje significativo; es decir,

una disposición para relacionar sustancial y no arbitrariamente el nuevo material con su

estructura cognoscitiva. Esta condición implica que, independientemente de cuán

potencialmente significativo pueda ser el material que se va a aprender, si la intención del

aprendiz fuera, simplemente, la de memorizar arbitraria y literalmente, tanto el proceso de

aprendizaje como su producto serán mecánicos o automáticos (Moreira, 2000).

2. Que el material que se aprende sea potencialmente significativo para él, es

decir, relacionable con su estructura de conocimiento sobre una base no arbitraria y no al

pie de la letra (Ausubel et al., 1983). Y, recíprocamente, independientemente de cuán

dispuesto a aprender esté el individuo, ni el proceso ni el producto del aprendizaje serán

significativos si el material no fuese potencialmente significativo, si no fuese relacionable

con la estructura cognitiva, de manera no literal y no arbitraria (Moreira, 2000).

La última condición, en cambio, presupone las siguientes dos condiciones en sí

misma:

1. Que el material de aprendizaje en sí puede estar relacionado de manera no

arbitraria (plausible, sensible y no azarosamente) y sustancial (no al pie de la letra) con

cualquier estructura cognoscitiva apropiada (que posea significado lógico), y

2. Que la estructura cognoscitiva del alumno particular contenga ideas de

afianzamiento relevantes (subsumidores) con las que el nuevo material puede guardar

relación.

El aprendizaje por recepción con el aprendizaje por descubrimiento

Según, Ausubel et al. (1983) todo el aprendizaje en el salón de clases puede ser

situado a lo largo de dos dimensiones independientes: la dimensión repetición-aprendizaje

significativo, y la dimensión recepción-descubrimiento, ya que afirma que en el pasado se

generó mucha confusión al considerar axiomáticamente a todo el aprendizaje por recepción

(es decir, basado en la enseñanza explicativa) como repetición, y a todo el aprendizaje por

descubrimiento como significativo. En realidad, los dos tipos de aprendizaje pueden ser

significativos, 1) si el estudiante emplea una actitud de aprendizaje significativo (una

disposición para relacionar de manera significativa el nuevo material de aprendizaje con su

estructura existente de conocimiento), y 2) si la tarea de aprendizaje en sí es potencialmente

significativa (si consiste en sí de un material razonable o sensible y si puede relacionarse de

manera sustancial y no arbitraria con la estructura cognoscitiva del estudiante particular).

En el aprendizaje por recepción, el contenido principal de la tarea de aprendizaje

simplemente se le presenta al alumno; él únicamente necesita relacionarlo activa y

significativamente con los aspectos relevantes de su estructura cognoscitiva, y retenerlo

para el recuerdo o reconocimiento posterior, o como una base para el aprendizaje del nuevo

material relacionado. En el aprendizaje por descubrimiento, el contenido principal de lo que

ha de aprenderse se debe descubrir de manera independiente, antes de que se pueda asimilar

dentro de la estructura cognoscitiva. Como se muestra en la Figura 1, ni el aprendizaje

significativo ni el aprendizaje por descubrimiento son absolutos. Más bien, cada uno de

ellos se puede situar en un continuo repetición-significativo y recepción-descubrimiento.

Aprendizaje

significativo Clarificación

de las relaciones

entre los conceptos

Enseñanza

audio tutelar

bien diseñada

Investigación

científica (música

o arquitectura nueva)

Conferencias o

presentaciones de la

mayor parte de los

libros de texto

Trabajo escolar

en el laboratorio

“Investigación”

más rutinaria

o producción intelectual

Aprendizaje

por repetición Tablas de

multiplicar

Aplicación de fórmulas para

resolver problemas

Soluciones a rompecabezas

por ensayo y error

Aprendizaje Aprendizaje por Aprendizaje por

por recepción descubrimiento guiado descubrimiento autónomo

Figura 1. Los aprendizajes por recepción y por descubrimiento se hallan en un continuo separado del aprendizaje

por repetición y el aprendizaje significativo.

Por razones lógicas, la mayor parte del aprendizaje en el salón de clases,

especialmente el de los alumnos de mayor edad, es aprendizaje por recepción significativo.

Sin embargo, para ciertos tipos de aprendizaje, y en los alumnos menores, cierta proporción

de aprendizaje por repetición y por descubrimiento puede ser conveniente (Ausubel et al.,

1983).

Significado lógico y significado psicológico del material a aprender

Cabe aquí abrir un paréntesis para distinguir entre significado lógico y psicológico

(Ausubel et al., 1983); el significado lógico depende solamente de la naturaleza del

material y es uno de los dos prerrequisitos que, juntos, determinan si el material es

potencialmente significativo para un determinado aprendiz; el otro es la disponibilidad de

contenido relevante adecuado en la estructura cognitiva de ese aprendiz.

Por tanto, el significado lógico se refiere al significado inherente a ciertos tipos de

materiales simbólicos, en virtud de la propia naturaleza de esos materiales. La evidencia del

significado lógico está en la posibilidad de relación, de manera sustantiva y no arbitraria,

entre material e ideas, correspondientemente significativas, situadas en el dominio de la

capacidad intelectual humana. El contenido de las disciplinas enseñadas en la escuela es,

casi por definición, lógicamente significativo, así es que raramente las tareas de aprendizaje

escolares carecen de significado lógico (Moreira, 2000).

El significado psicológico (real o fenomenológico), por otra parte, es la experiencia

cognoscitiva totalmente idiosincrática. El contenido de la materia de estudio puede poseer,

cuando mucho, significado lógico. Pero es la relacionabilidad intencionada y sustancial de

las proposiciones lógicamente significativas con la estructura cognoscitiva de un alumno en

particular lo que las hace potencialmente significativas para éste; y así se origina la

posibilidad de transformar el significado lógico en psicológico en el transcurso del

aprendizaje significativo. Así, el surgimiento del significado psicológico no depende

únicamente de que se le presenten al alumno materiales con significado lógico, sino

también de que tal alumno posea el contenido de ideas necesarias (Ausubel et al., 1983).

El significado psicológico, a su vez, es una experiencia enteramente idiosincrática.

Se refiere a la relación sustantiva y no arbitraria de material lógicamente significativo con

la estructura cognitiva del aprendiz individualmente. Esto significa que la materia que se va

a enseñar puede, en la mejor de las hipótesis, tener significado lógico, pero es su relación,

sustantiva y no arbitraria, con la estructura cognitiva de un aprendiz en particular lo que la

vuelve potencialmente significativa y, así, crea la posibilidad de transformar significado

lógico en psicológico, durante el aprendizaje significativo. De esta forma, la emergencia del

significado psicológico depende, no sólo de la presentación al aprendiz de un material

lógicamente significativo, sino, también, de la disponibilidad, por parte del aprendiz, del

contenido de ideas necesario. La interacción entre los significados potencialmente nuevos y

las ideas pertinentes de la estructura cognoscitiva del alumno da lugar a los significados

reales o psicológicos. Debido a que la estructura cognoscitiva de cada alumno es única,

todos los significados nuevos que se adquieren son únicos en sí mismos (Ausubel et al.,

1983).

Aprendizaje significativo no es sinónimo del aprendizaje de material significativo.

En primer lugar, el material de aprendizaje es sólo potencialmente significativo. En

segundo término, debe estar presente una actitud de aprendizaje significativo. El material

de aprendizaje puede constar de componentes ya significativos (como los adjetivos

apareados), pero la tarea de aprendizaje como un todo (el aprendizaje de una lista de

palabras significativas arbitrariamente vinculadas) no es lógicamente significativa. Y hasta

el material lógicamente significativo puede aprenderse por repetición si la actitud de

aprendizaje del alumno no es significativa.

Tipos de aprendizaje significativo por recepción

El aprendizaje significativo por recepción es importante en la educación porque es

el mecanismo humano por excelencia que se utiliza para adquirir y almacenar la vasta

cantidad de ideas e información representada por cualquier campo del conocimiento. La

adquisición y retención de grandes cuerpos de conocimientos realmente constituyen un

fenómeno muy impresionante, considerando que los seres humanos, en primer lugar y a

diferencia de las computadoras, pueden aprender, e inmediatamente recordar, únicamente

unos pocos ítems discretos de información que se presentan en un solo momento, y en

segundo lugar, que la memoria para las listas aprendidas por repetición, que reciben

presentaciones múltiples, es notoriamente limitada por el tiempo y con respecto a la

longitud de la lista, a menos que se reproduzcan con frecuencia y se vuelvan a aprender una

y otra vez. La tremenda eficacia del aprendizaje significativo se debe a sus dos

características principales: su sustancialidad y su falta de arbitrariedad; además es

progresivo, es decir, los significados van siendo captados e internalizados y en este proceso

el lenguaje y la interacción personal son muy importantes (Moreira et al., 2004).

Se pueden distinguir tres tipos de aprendizaje significativo por recepción, según

Ausubel et al. (1983):

1. El aprendizaje de representaciones (como el nombrar), es el más cercano al

aprendizaje por repetición. Ocurre cuando se igualan en significado símbolos arbitrarios

con sus referentes (objetos, eventos, conceptos) y significan para el alumno cualquier

significado al que sus referentes aludan. El aprendizaje de representaciones es significativo

porque tales proposiciones de equivalencia representacional pueden ser relacionadas de

manera no arbitraria, como ejemplares de una generalización presente en todas las

estructuras cognoscitivas de la gente aproximadamente en el quinto año de vida: que todo

tiene un nombre y éste significa lo que su referente implica para el alumno en particular.

2. Otro tipo de aprendizaje significativo de importancia en la adquisición de la

materia de estudio lo es el aprendizaje de conceptos. Los conceptos (ideas unitarias

genéricas o categóricas) también son representados por símbolos solos, de la misma manera

que otros referentes unitarios lo son. Excepto en los alumnos muy pequeños, las palabras

individuales que generalmente se combinan en forma de oración para constituir

proposiciones, realmente representan conceptos y no objetos o situaciones, y de ahí que el

aprendizaje de proposiciones involucre primicialmente el aprendizaje del significado de una

idea compuesta, generada mediante la combinación de las palabras solas en una única

oración, cada una de las cuales representa un concepto.

3. En el aprendizaje de proposiciones, la tarea de aprendizaje significativo no

consiste en hacerse de lo que representan las palabras, solas o en combinación, sino más

bien en captar el significado de nuevas ideas expresadas en forma de proposiciones. En

otras palabras, en el aprendizaje verdadero de proposiciones el objeto no estriba en

aprender proposiciones de equivalencia representativa, sino el significado de proposiciones

verbales que expresen ideas diferentes a las de equivalencia representativa. Esto es, el

significado de la proposición no es simplemente la suma de los significados de las palabras

componentes.

En el verdadero aprendizaje de proposiciones verbales, la persona aprende el

significado de una nueva idea compuesta en el sentido de que: a) se genera la proposición

combinando o relacionando unas con otras muchas palabras individuales, cada una de las

cuales representa un referente unitario, y b) las palabras individuales se combinan de tal

manera (generalmente en forma de oración) que la idea resultante es más que la suma de los

significados de las palabras componentes individuales. Es obvio que antes de que alguien

pueda aprender los significados de proposiciones verbales debe conocer primero los

significados de sus términos componentes, o lo que estos representen. Así pues, el

aprendizaje de representaciones es básico, o condición necesaria, para el verdadero

aprendizaje de proposiciones cuando éstas se expresan verbalmente (Ausubel et al., 1983).

En este punto, debemos indicar la manera como el aprendizaje de conceptos se

relaciona con el aprendizaje de representaciones. Dado que los conceptos, lo mismo que los

objetos y los acontecimientos, se representan con palabras o nombres, aprender lo que

significan las palabras conceptos (aprender que el concepto está representado por una

nueva palabra concepto dada, o aprender que la nueva palabra concepto es de significado

equivalente al del concepto mismo) es un tipo mayor de aprendizaje de representaciones.

Casi siempre sigue el aprendizaje de conceptos, pues es muy conveniente saber representar

el nuevo concepto aprendido con una sola palabra de significado equivalente a éste. Pero

aprender lo que significa el concepto mismo, que en efecto consiste en aprender cuáles son

sus atributos de criterio (los que sirven para distinguirlo o identificarlo), implica un tipo

muy diferente de aprendizaje significativo que, como el de proposiciones, es de naturaleza

e intención sustancial en lugar de nominalista o representativa. Ambos tipos de aprendizaje

significativo (el de conceptos y el de proposiciones) difieren en que en el primero los

atributos de criterio de un concepto nuevo se relacionan con la estructura cognoscitiva para

producir un significado genérico nuevo pero unitario, mientras que en el segundo la

proposición nueva (o idea compuesta) se relaciona con la estructura cognoscitiva para

producir un nuevo significado compuesto. Ambos son muy diferentes del aprendizaje de

representaciones aunque al de conceptos siga, característicamente, una forma de

aprendizaje de representaciones en que el nuevo concepto aprendido se iguala en

significado a la palabra concepto que representa. En términos del continuo aprendizaje

repetitivo -+ significativo (véase Figura 1), el aprendizaje de representaciones normalmente

estaría más próximo a la forma repetitiva, y los aprendizajes de conceptos y de

proposiciones pueden extenderse a las formas más elevadas (más complejas) del

aprendizaje significativo (Ausubel et al., 1983).

Es importante reconocer que el aprendizaje significativo (independientemente del

tipo) no quiere decir que la nueva información forma simplemente una especie de ligazón

con elementos preexistentes en la estructura cognitiva. Al contrario, es solamente en el

aprendizaje mecánico en el que una ligazón, arbitraria y no sustantiva, se produce con la

estructura cognitiva preexistente. En el aprendizaje significativo, el proceso de adquisición

de informaciones resulta de un cambio, tanto de la nueva información adquirida como del

aspecto específicamente relevante de la estructura cognitiva en la cual ésta se relaciona

(Ausubel et al., 1983).

Procesos que suceden en el aprendizaje significativo

Para entender mejor el aprendizaje significativo se presenta un bosquejo de sus

procesos más importantes, según Ausubel et al. (1983).

Afianzamiento de la información nueva con las ideas existentes

Es importante reconocer que el aprendizaje significativo no significa que la

información nueva constituya un tipo de vínculo simple con los elementos preexistentes de

la estructura cognoscitiva. Por lo contrario, únicamente en el aprendizaje por repetición

existe un vínculo no sustancial y arbitrario sencillo con la estructura cognoscitiva

preexistente. En el aprendizaje significativo, según Ausubel et al. (1983) el mismo proceso

de adquirir información produce una modificación tanto de la información recién adquirida

como del aspecto específicamente pertinente de la estructura cognoscitiva con el que

aquélla está vinculada. En algunos casos, la información nueva se relaciona con un

concepto o proposición relevantes. Por conveniencia, aquí se refiere a los conceptos o a las

proposiciones como ideas pertinentes de la estructura cognoscitiva. Para connotar que el

aprendizaje significativo involucra una interacción entre la información nueva y las ideas

preexistentes de la estructura cognoscitiva, se empleará el término afianzamiento para

sugerir la función de la idea preexistente. Por ejemplo, en la inclusión, las ideas

preexistentes proporcionan afianzamiento para el aprendizaje significativo de información

nueva.

Inclusión

Tanto en el aprendizaje de conceptos como en el de proposiciones, la información

nueva frecuentemente se vincula o afianza con los aspectos pertinentes de la estructura

cognoscitiva existente en un individuo. A este proceso de vinculación de la información

nueva con los segmentos preexistentes de la estructura cognoscitiva se le llama inclusión.

Como la estructura cognoscitiva tiende a estar organizada jerárquicamente con respecto al

nivel de abstracción, generalidad e inclusividad de las ideas, el surgimiento de nuevos

significados proposicionales refleja más comúnmente una relación subordinada del

material nuevo con la estructura cognoscitiva. Esto implica la inclusión de proposiciones

potencialmente significativas en ideas más amplias y generales de la estructura

cognoscitiva existente, y esto, a su vez, produce la organización jerárquica de la estructura

cognoscitiva. La eficacia del aprendizaje inclusivo, probablemente, se pueda atribuir al

hecho de que una vez que las ideas inclusivas se establecen adecuadamente en la estructura

cognoscitiva, tienen pertinencia directa para las ulteriores tareas de aprendizaje y poseen

suficiente poder explicatorio para interpretar detalles factuales que de otro modo serían

arbitrarios pero que son potencialmente significativos; además dichas ideas tienen la

estabilidad intrínseca suficiente como para proporcionar el tipo más firme de afianzamiento

para los significados detallados recién aprendidos; así como también organizan nuevos

hechos relacionados en torno de un tema común, con lo que se integran los elementos

componentes del conocimiento nuevo tanto recíprocamente como con el conocimiento

existente. Es necesario distinguir dos tipos, básicamente diferentes, de inclusión que

ocurren en el transcurso del aprendizaje significativo y la retención. La inclusión derivativa

tiene lugar cuando el material de aprendizaje es comprendido como un ejemplo específico

de un concepto establecido en la estructura cognoscitiva o como un apoyo o ilustración de

una proposición general previamente aprendida. En cualquier caso, el material nuevo que se

va a aprender es derivable directa y obviamente de un concepto o proposición más

inclusivo y ya establecido en la estructura cognoscitiva. En estas circunstancias, el

significado del material derivativo surge rápidamente y con relativa facilidad (Ausubel et

al., 1983).

De modo más general, sin embargo, la nueva materia de estudio se aprende

mediante un proceso de inclusión correlativa. En este caso, el nuevo material de

aprendizaje es una extensión, elaboración, modificación o limitación de las proposiciones

previamente aprendidas. Está incorporado a, e interactúa con, incluidores pertinentes y más

inclusivos, pero su significado no está implícito en, y no puede ser adecuadamente

representado por estos últimos incluidores (Ausubel et al., 1983).

Aprendizajes supraordinado y combinatorio

El nuevo aprendizaje guarda una relación supraordinada con la estructura

cognoscitiva cuando alguien aprende una nueva proposición inclusiva que puede abarcar

varias ideas ya establecidas. El aprendizaje supraordinado tiene lugar en el curso del

razonamiento inductivo, o cuando el material expuesto es organizado inductivamente o

implica la síntesis de ideas componentes. La adquisición de significados supraordinados

ocurre más comúnmente en el aprendizaje conceptual que en el de proposiciones (Ausubel

et al., 1983).

El aprendizaje significativo de proposiciones nuevas que no guarda relaciones, ni

subordinadas ni supraordinadas, con ideas pertinentes particulares de la estructura

cognoscitiva (que no pueden ser incluidas en proposiciones particulares), da lugar a los

significados combinatorios. El aprendizaje de muchas proposiciones nuevas, así como de

conceptos, produce esta categoría del significado. Son potencialmente significativas porque

constan de combinaciones perceptibles de ideas anteriormente aprendidas que pueden

relacionarse de manera intencional con antecedentes amplios de contenidos generales.

pertinentes de la estructura cognoscitiva, en virtud de su congruencia general con el

contenido en conjunto. A diferencia de las proposiciones subordinadas o supraordinadas,

estas no son relacionables con ideas pertinentes particulares de la estructura cognoscitiva; y

esta existencia de contenidos solamente generales y no específicos en cuanto a pertinencia

en la estructura cognoscitiva sirve presumiblemente para que se formen proposiciones

combinatorias menos relacionables con conocimientos adquiridos previamente; de ahí que,

por lo menos al principio, sean más difíciles de aprender y recordar que las proposiciones

subordinadas o supraordinadas. Esta inferencia se extrae de manera directa de las

condiciones descritas, previamente, del aprendizaje significativo y de los testimonios

indicadores de que la presencia de contenidos pertinentes adecuados en la estructura

cognoscitiva constituye una variable decisiva del aprendizaje significativo (Ausubel et al.,

1983).

La mayoría de las generalizaciones nuevas que los estudiantes aprenden en ciencias,

matemáticas, estudios sociales y humanidades son ejemplos de aprendizajes combinatorios.

Aunque adquiridas con mayor dificultad que las proposiciones subordinadas o

supraordinadas, éstas manifiestan, adecuadamente establecidas, la misma estabilidad

inherente de las ideas supraordinadas (inclusive) en la estructura cognoscitiva. La mayor

elaboración de estas ideas produce comúnmente inclusión derivativa o correlativa (análisis,

diferenciación) y menos comúnmente aprendizaje supraordinado (generalización, síntesis).

Toda vez que, supuestamente, las proposiciones pueden aprenderse y retenerse más

fácilmente cuando son incluibles en ideas pertinentes específicas de la estructura

cognoscitiva, y como la organización jerárquica de esta última ilustra el principio de

inclusión, parece razonable sugerir que el modo inclusivo de aprendizaje significativo se

utilice siempre que sea posible (Ausubel et al., 1983).

Parte del aprendizaje escolar, denominado frecuentemente aprendizaje por

repetición (y que en muchas circunstancias es puramente repetitivo) en realidad pretende

ser una forma simple de aprendizaje significativo de proposiciones; como lo son, ciertos

aspectos del aprendizaje de la suma y la multiplicación. Es indudable que puede alentarse

cierta cantidad de este tipo de aprendizaje como medio de aumentar las velocidades para

responder y para calcular; pero en la mayoría de las escuelas modernas la tabla de

multiplicar, por ejemplo, se aprende después de entendidas claramente ciertas ideas y

relaciones numéricas. Como este tipo de aprendizaje -relacionar pares de números con sus

productos- puede relacionarse intencionada y sustancialmente con conceptos existentes de

relaciones numéricas que se hallan en la estructura cognoscitiva, apenas sí se parece al

aprendizaje por repetición de pares asociados de sílabas sin sentido. Es mucho más

comparable a la manera como el actor memoriza al pie de la letra su papel después de haber

penetrado en la sustancia del mismo. Aprender conjuntos, por consiguiente, no tiene que ser

un acto puramente mecánico o puramente significativo. Los alumnos pueden preferir,

simultánea o sucesivamente, aprender significativa o repetitivamente (Ausubel et al., 1983)

Teoría de la asimilación

Hasta este punto se ha tratado de esclarecer las diferencias entre el aprendizaje

significativo y el aprendizaje por repetición. Se ha hecho hincapié en que la adquisición de

información nueva depende en alto grado de las ideas pertinentes que ya existen en la

estructura cognoscitiva y que el aprendizaje significativo de los seres humanos ocurre a

través de una interacción de la nueva información con las ideas pertinentes que existen en

la estructura cognoscitiva. El resultado de la interacción que tiene lugar entre el nuevo

material que se va a aprender y la estructura cognoscitiva existente constituye una

asimilación de significados nuevos y antiguos para formar una estructura cognoscitiva más

altamente diferenciada. La información aquí presentada, no es otra cosa más que los

fundamentos de la teoría de la asimilación presentada por Ausubel por primera vez en

1963, en The Psychology of Meaningful Verbal Learning, los cuales, han sido utilizados

por muchas personas interesadas en la aplicación de la teoría del aprendizaje al ámbito

escolar.

Para finalizar, es un poco sorprendente, que los libros acerca de las teorías del

aprendizaje durante un buen tiempo no hayan hecho mención de la teoría aquí presentada.

Sin embargo, como lo menciona Hernández Rojas (2008) la oleada constructivista ha

llegado, y lejos de declinar ha venido en franco ascenso hasta nuestros días. En la Tabla 1,

presentada por Ausubel et al. (1983), se integran de forma gráfica los conceptos ya

mencionados para su fácil comprensión.

Tabla 1. Formas de aprendizaje significativo según la teoría de la asimilación

1. Aprendizaje subordinado: Idea establecida

A. Inclusión derivativa A

Nueva a5 a1 a2 a3 a4

En la inclusión derivativa, la nueva información a, es vinculada a la idea superordinaria A y representa otro caso o extensión

de A. No se cambian los atributos de criterio del concepto A, pero se reconocen nuevos ejemplos como relevantes.

B. Inclusión correlativa Idea establecida

X

Nueva y u v w

En la inclusión correlativa, la nueva información y es vinculada a la idea X, pero es una extensión, modificación o

limitación de X. Los atributos de criterio del concepto incluido pueden ser extendidos o modificados con la nueva inclusión

correlativa.

2. Aprendizaje superordinado:

Idea nueva A A

Ideas establecidas a1 a2

a3

En el aprendizaje superordinado, las ideas establecidas a1, a2 y a3 se reconocen como ejemplos más específicos de la idea

nueva A y se vinculan a A. La idea superordinada A se define mediante un conjunto nuevo de atributos de criterio que

abarcan las ideas subordinadas.

3. Aprendizaje combinatorio: Idea nueva A B - C - D

Ideas establecidas

En el mensaje combinatorio, la idea nueva A es vista en relación con las ideas existentes B, C y D. En este caso, se

considera que la idea nueva A tiene algunos atributos de criterio en común con las ideas preexistentes.

Teoría de la asimilación:

La nueva información es vinculada a los aspectos relevantes y preexistentes en la estructura cognoscitiva y en el proceso se

modifican la información recientemente adquirida y la estructura preexistente. Todas las formas anteriores de aprendizaje

son ejemplos de asimilación. En esencia, la mayor parte del aprendizaje significativo consiste en la asimilación de nueva

información.

Evaluación y/o evidencia del aprendizaje significativo

La adquisición de significados, como ya se ha comentado, es un producto del

aprendizaje significativo. Es decir, el significado real para el individuo (significado

psicológico) emerge cuando el significado potencial (significado lógico) del material de

aprendizaje se convierte en contenido cognitivo diferenciado e idiosincrático por haber sido

relacionado, de manera substantiva y no arbitraria, e interactuado con ideas relevantes

existentes en la estructura cognitiva del individuo.

Es esa interacción, ya mencionada repetidas veces, lo que caracteriza el aprendizaje

significativo, pero, hasta ahora, nada se ha dicho acerca de cómo se pueden tener

evidencias de que se produzca (Moreira, 2000). Según Ausubel (1978), la comprensión

genuina de un concepto o proposición implica la posesión de significados claros, precisos,

diferenciados y transferibles. Pero, al evaluar esa comprensión, simplemente pidiendo al

estudiante que diga cuáles son los atributos criteriales de un concepto, o los elementos

esenciales de una proposición, se pueden obtener apenas respuestas memorizadas

mecánicamente.

En consecuencia, según Ausubel (1978), las pruebas de comprensión debieran, por

lo menos redactarse en lenguaje distinto de aquellos en los que se encontró originalmente el

material de aprendizaje ya que una larga experiencia en realizar exámenes hace que los

alumnos se habitúen a memorizar, no solamente proposiciones y fórmulas, sino también

causas, ejemplos, explicaciones y maneras de resolver problemas típicos. Propone entonces

que, al buscar evidencias de comprensión significativa, la mejor manera de evitar la

simulación del aprendizaje significativo es formular cuestiones y problemas de manera

nueva y no familiar que requieran máxima transformación del conocimiento adquirido.

Las evaluaciones de comprensión deben, por lo menos, escribirse de manera

diferente y presentarse en un contexto, en cierta forma, diferente de aquello que se

encuentra originalmente en el material instruccional. La solución de problemas, sin duda, es

un método válido y práctico para buscar evidencias de aprendizaje significativo. Tal vez

sea, según Ausubel (1978), la única manera de evaluar, en ciertas situaciones, si los

alumnos realmente comprendieron de manera significativa las ideas que son capaces de

verbalizar. Él mismo, sin embargo, llama la atención sobre el hecho de que si el aprendiz

no fuese capaz de resolver un problema, eso no significa, necesariamente, que tenga apenas

memorizado los principios y conceptos relevantes para la solución del problema, pues ésta

supone, también, el uso de otras habilidades, además de la comprensión. Otra posibilidad es

solicitar a los estudiantes que diferencien ideas relacionadas, pero no idénticas, o que

identifiquen los elementos de un concepto o proposición de una lista, conteniendo, también,

elementos de otros conceptos y proposiciones similares. Además de éstas, otra alternativa

para verificar que se produce aprendizaje significativo es la de proponer al aprendiz una

tarea de aprendizaje, secuencialmente dependiente de la otra, que no pueda ejecutarse sin

una genuina comprensión de la precedente (Moreira, 2000).

La teoría de la educación de Novak

I will describe briefly two tools we have developed at Cornell University which are proving be powerful for

characterizing both disciplinary and individual knowledge structures and also for augmenting the

construction of new knowledge by individuals and by scholars in disciplines. We call these tools concept maps

and V diagrams.

Novak, 1990

La colaboración entre Joseph Novak y David Ausubel es muy antigua; no obstante,

como ya se mencionó, durante varios años que todo el trabajo de refinamiento y

contrastación de la teoría ha sido realizado por Novak y sus colaboradores.

Novak, partiendo de la idea de que la educación es el conjunto de experiencias

(cognitivas, afectivas y psicomotoras) que contribuyen al engrandecimiento del individuo

para enfrentar la vida diaria, llega a lo que él llama una teoría de educación (Moreira,

2000).

La premisa básica de la teoría de Novak es que los seres humanos hacen tres cosas:

piensan, sienten y actúan (hacen). Una teoría de educación, debe considerar cada uno de

estos elementos y ayudar a explicar cómo se pueden mejorar las maneras a través de las

cuales los seres humanos piensan, sienten y actúan (hacen). Cualquier evento educativo es,

de acuerdo con Novak, una acción para intercambiar significados (pensar) y sentimientos

entre el aprendiz y el profesor (Novak, 1977). Lo anterior lo afirmó tras revisar los

postulados de Schwab, citado por Moreira (2000), quien decía que cualquier fenómeno

educativo implica, directa o indirectamente, cuatro elementos que él llama lugares

comunes: aprendiz (aprendizaje), profesor (enseñanza), materia de enseñanza (currículum)

y matriz social (medio, contexto). Lo que se quiere decir es que en un fenómeno educativo,

de alguna manera, alguien (aprendiz) aprende algo (adquiere conocimiento) interactuando

(intercambiando significados) con alguien (profesor) o con alguna cosa (un libro o un

programa de ordenador) en un cierto contexto (e.g. en una escuela, una sociedad, una

cultura, un régimen político). A estos cuatro elementos -aprendiz, profesor, materia de

enseñanza y contexto- Novak agregó un elemento más, siempre presente (o que debería

estar siempre presente) en los eventos educativos: la evaluación. Además, prefirió el

término conocimiento en lugar de materia de enseñanza y elemento en vez de lugar común.

Los cinco elementos de Novak son, entonces: aprendiz, profesor, conocimiento, contexto y

evaluación. Estos son los constituyentes básicos de un número infinito de eventos

educativos. De alguna manera, en un evento educativo un ser humano adquiere un

conocimiento, en un cierto contexto, interactuando con un profesor (o con algo que lo

sustituya). La evaluación encaja ahí porque mucho de lo que ocurre en el proceso de

enseñanza-aprendizaje-conocimiento-contexto depende de la evaluación o, como propone

Novak, mucho de lo que ocurre en la vida de las personas depende de la evaluación

(Moreira, 2000).

Teniendo en cuenta los elementos ya mencionados Novak (2002) propone, como

algo fundamental en su teoría, la idea de que cualquier evento educativo implica una acción

para intercambiar significados y sentimientos entre el profesor y el alumno.

El objetivo de ese intercambio es el aprendizaje significativo de un nuevo

conocimiento con textualmente aceptado. Los significados son contextuales; aprendizaje

significativo implica dar significados a nuevo conocimiento por interacciones con

significados claros, estables y diferenciados previamente existentes en la estructura

cognitiva del aprendiz. Al enseñar, el profesor presenta al alumno significados que son

aceptados como válidos en un cierto contexto, que son compartidos por una cierta

comunidad de usuarios. El alumno, de alguna manera, externaliza los significados que está

captando. Este proceso continúa hasta que profesor y alumno comparten significados, o, en

otras palabras, hasta que el alumno pasa a compartir significados ya compartidos por una

comunidad de usuarios.

Es preciso dejar claro, sin embargo, que aprendizaje significativo no es sinónimo de

aprendizaje correcto. Un alumno puede aprender de manera significativa pero errada, esto

es, puede dar a los conceptos significados que para él implican aprendizaje significativo

pero que para el profesor son erróneos porque no son compartidos por la comunidad de

usuarios. Tales significados, comúnmente presentes en la estructura cognitiva de los

alumnos y frecuentemente detectados en las investigaciones relativas al conocimiento

previo de los mismos, podrían llamarse contextualmente erróneos. La interacción entre el

nuevo conocimiento y el conocimiento previo a través de la cual el nuevo conocimiento

adquiere significados y el previo se torna más diferenciado, más rico, más elaborado, es la

que caracteriza al aprendizaje significativo, y no el hecho de que tales significados sean

correctos desde el punto de vista científico (Novak, 1988).

Novak también, habla de un intercambio de sentimientos, es decir que un evento

educativo está también acompañado de una experiencia afectiva. Más aún, una de las

condiciones para el aprendizaje significativo, según Ausubel et al. (1983), es que el

aprendiz presente una predisposición para aprender (la otra es que el material de

aprendizaje sea potencialmente significativo). Esa predisposición está íntimamente

relacionada con la experiencia afectiva que el aprendiz tiene en el evento educativo. La

hipótesis de Novak es que la experiencia afectiva es positiva e intelectualmente

constructiva cuando el aprendiz tiene ganancias en comprensión; recíprocamente, la

sensación afectiva es negativa y genera sentimientos de inadecuación cuando el aprendiz no

siente que está aprendiendo el nuevo conocimiento o la nueva experiencia de aprendizaje.

La predisposición para aprender y el aprendizaje significativo guardan entre sí una relación

prácticamente circular: el aprendizaje significativo requiere predisposición para aprender y,

al mismo tiempo, genera esa experiencia afectiva (Moreira, 2000).

A continuación, se resumen algunos principios (proposiciones direccionales)

considerados consistentes con la teoría de Novak (Moreira, 2000, 2002):

1. Todo evento educativo implica cinco elementos: aprendiz, profesor,

conocimiento, contexto y evaluación.

2. Pensamientos, sentimientos y acciones están interrelacionados, positiva o

negativamente.

3. El aprendizaje significativo requiere: a) disposición para aprender, b)

materiales potencialmente significativos y e) algún conocimiento relevante.

4. Actitudes y sentimientos positivos en relación con la experiencia educativa

tienen sus raíces en el aprendizaje significativo y, a su vez, lo facilitan.

5. El conocimiento humano es construido; el aprendizaje significativo subyace

a esa construcción.

6. El conocimiento previo del aprendiz tiene gran influencia sobre el

aprendizaje significativo de nuevos conocimientos.

7. Los significados son contextuales; aprendizaje significativo no implica

adquisición de significados correctos.

8. Los conocimientos adquiridos por aprendizaje significativo son muy

resistentes al cambio.

9. La enseñanza debe ser planificada de modo que facilite el aprendizaje

significativo y propicie experiencias afectivas positivas.

10. La evaluación del aprendizaje debe buscar evidencias de aprendizaje

significativo.

11. La enseñanza, el currículum y el contexto también deben ser evaluados.

12. Los mapas conceptuales pueden ser representaciones válidas de la estructura

conceptual/proposicional del conocimiento de un individuo; pueden ser

instrumentos de meta-aprendizaje.

13. La V epistemológica puede ser útil para comprender la estructura del

conocimiento y de la producción del conocimiento; puede ser un instrumento

de meta-conocimiento.

14. Los mapas conceptuales y los diagramas V pueden ser instrumentos

efectivos de evaluación del aprendizaje.

Por lo anterior se puede deducir que la idea central de la teoría de la educación de

Novak es que el aprendizaje significativo subyace a la integración constructiva entre

pensamiento, sentimiento y acción que conduce al engrandecimiento humano.

Aprendizaje significativo es, entonces, un concepto clave de la teoría de Novak. Por

eso mismo, él propone su teoría como una construcción más amplia que la teoría del

aprendizaje significativo, como ya se señaló.

El modelo de Gowin

La enseñanza se consuma cuando el significado del material que el alumno capta es el significado

que el profesor pretende que ese material tenga para el alumno

D. B. Gowin, 1981

D. Bob Gowin es también profesor (emérito) de la Universidad de Cornell, en los

Estados Unidos. Su campo de trabajo es el de los fundamentos de la educación, de la

filosofía de la educación y de la estructura del conocimiento. En esta última área Gowin es

bastante conocido por la V epistemológica o V de Gowin (Novak y Gowin, 1984, 1988;

Moreira y Buchweitz, 1993). La V, entre tanto, es sólo un instrumento heurístico, propuesto

por Gowin, para analizar la estructura del proceso de producción del conocimiento o para

sacar a luz conocimientos documentados (e.g., en artículos de investigación). Su teoría de

educación la presenta en la obra Educating (Gowin, 1981); aquí sólo se explorará a groso

modo lo que se puede llamar, según Moreira (2000), modelo de Gowin.

Gowin en su modelo ve una relación tríadica entre profesor, materiales educativos y

alumno. Para él, una situación de enseñanza-aprendizaje se caracteriza por compartir

significados entre alumno y profesor, con respecto a los conocimientos que se desprenden

de los materiales educativos del currículum. Cada una de estas relaciones puede ser

educativa o degenerativa. Las primeras corresponden a las que son establecidas de modo

que tengan un lugar en la relación tríadica. Las relaciones degenerativas son aquellas que se

tornan tan auto-contenidas que interfieren en la concreción de la relación tríadica (Moreira,

2000).

El producto de la relación entre profesor, materiales educativos y alumno, es la

compartición de significados, ya que “la enseñanza se consuma cuando el significado del

material que el alumno capta es el significado que el profesor pretende que ese material

tenga para el alumno” (Gowin, 1981, p.81).

El modelo tríadico de Gowin puede describirse de la siguiente manera: un episodio

de enseñanza ocurre cuando profesor y alumno logran compartir significados y buscan su

congruencia. En una situación de enseñanza, el profesor actúa de manera intencional para

cambiar significados de la experiencia del alumno, utilizando materiales educativos del

currículum. Si el alumno manifiesta una disposición para el aprendizaje significativo, él

actúa intencionalmente para captar el significado de los materiales educativos, siendo el

objetivo siempre compartir significados. Lo cual se da de la siguiente forma: el profesor

presenta al alumno los significados ya compartidos por la comunidad respecto de los

materiales educativos del currículum. El alumno, a su vez, devuelve al profesor los

significados que captó. Si no se alcanza a compartir significados, el profesor debe, otra vez,

presentar, de otro modo, los significados aceptados en el contexto de la materia de

enseñanza y el alumno, de alguna manera, exterioriza, nuevamente, los significados que

captó (Gowin, 1981). El proceso puede ser más o menos largo, pero el objetivo es siempre

compartir significados, pero profesor y alumno tienen responsabilidades distintas en ese

proceso. El profesor es responsable de verificar si los significados que el alumno capta son

aquellos compartidos por la comunidad de usuarios y el alumno es responsable de verificar

si los significados que captó son aquellos que el profesor pretendía que captase, por

ejemplo, los significados compartidos en el contexto de la materia de enseñanza. Si se

alcanza a compartir significados, el alumno está en condiciones de decidir si quiere o no

aprender significativamente.

La enseñanza requiere reciprocidad de responsabilidades, sin embargo, aprender

significativamente es una responsabilidad del alumno, que no puede ser compartida con el

profesor. Para aprender significativamente, el alumno tiene que manifestar una disposición

para relacionar, de manera no arbitraria y no literal, a su estructura cognitiva, los

significados que capta de los materiales educativos, potencialmente significativos, del

currículum (Ausubel et al., 1983).

Moreira (2000) hace la observación de que Gowin introduce la idea de captar el

significado como anterior al aprendizaje significativo y que Novak y Ausubel no

mencionan, explícitamente, esta etapa del aprendizaje significativo.

Enseñar para un aprendizaje significativo: Richard E. Mayer

Un objetivo educativo importante en toda institución educativa es fomentar el aprendizaje que

conduce a la generalización.

Mayer, 2004

Mayer (2004), en su texto Psicología de la educación: enseñar para un aprendizaje

significativo enuncia que enseñar para un aprendizaje significativo significa ayudar a los

alumnos a aprender de manera que luego sean capaces de aplicar (transferir) lo que han

aprendido a nuevas situaciones. Para él, el aprendizaje significativo es el que conduce a la

transferencia y promover la transferencia es un objetivo fundamental para la educación.

Mayer (2004) menciona que con frecuencia se quiere que los estudiantes sean

capaces de utilizar lo que han aprendido en nuevas situaciones; es decir, se quiere que

entiendan más que memoricen y que la única vía para llegar a la generalización es: el

aprendizaje significativo.

Para justificar su aseveración Mayer y Wittrock (1996) indican que la transferencia

es el efecto del aprendizaje previo sobre uno nuevo o sobre la resolución de un problema.

Esta definición da lugar a dos tipos de transferencia: la transferencia de aprendizaje y la

transferencia de resolución de problemas. La transferencia de aprendizaje es el efecto del

aprendizaje previo sobre un nuevo aprendizaje. Se produce exitosamente cuando una

persona usa el conocimiento de una experiencia previa para facilitarse al aprendizaje de

algo nuevo. La transferencia o generalización de resolución de problemas es el efecto de un

aprendizaje previo sobre la resolución de un nuevo problema. Esta transferencia de

resolución de problemas se produce con éxito cuando una persona emplea el conocimiento

(adquirido) de una experiencia previa para dar con la solución de un nuevo problema.

Enseñar para un aprendizaje significativo significa proporcionar experiencias de

aprendizaje que permitan al aprendiz utilizar eficazmente lo que ha aprendido cuando

afronte un nuevo problema. En la enseñanza para un aprendizaje significativo, los docentes

crean entornos instruccionales en los que los alumnos entienden lo que están aprendiendo

(Mayer, 2004).

Las personas aprenden mediante un procesamiento cognitivo del material, que se

inicia con el prestar atención a lo más importante, continúa con su organización en una

representación mental coherente y concluye con la integración en aquello que ya conocen.

Por lo tanto, la enseñanza para el aprendizaje significativo debe ser un proceso activo, en el

que se exhorta a los aprendices a iniciar adecuadamente cada uno de esos procesos que se

producen durante el aprendizaje. Por ello Mayer (2004) menciona que hay tres procesos

cognitivos básicos para el aprendizaje significativo: la selección, la organización y la

integración.

Selección

El primer paso en el aprendizaje significativo es la selección del material relevante

de lo que se representa. Enseñar para un aprendizaje significativo implica guiar la atención

del aprendiz hacia los aspectos importantes de la situación instruccional. El material

seleccionado se transforma en elementos de la memoria de trabajo del aprendiz.

Organización

El segundo paso en el aprendizaje significativo es la organización del material

seleccionado en representaciones coherentes con sentido para el aprendiz. La enseñanza

para el aprendizaje significativo supone, por parte del aprendiz, la organización del material

dentro de la memoria de trabajo en estructuras mentales coherentes.

Integración

El tercer paso en el aprendizaje significativo es la integración del conocimiento

organizado dentro de la memoria de trabajo con el conocimiento existente en la memoria a

largo plazo. Enseñar para un aprendizaje significativo implica guiar la integración, que

lleva a cabo el aprendiz, del nuevo conocimiento y el ya existente. Este proceso de

integración tiene lugar en la memoria de trabajo, y da lugar a una representación cognitiva

enriquecida.

Los pasos de selección, organización e integración no tienen por qué ocurrir en este

mismo orden. El aprendiz puede empezar un poco de cada proceso repetidamente, durante

cualquier momento del aprendizaje. Por último, el conocimiento se almacena en la memoria

a largo plazo como apunta la flecha que va de la memoria de trabajo a la de largo plazo. Si

ese conocimiento se ha aprendido de forma significativa podrá volver a utilizarse en nuevos

problemas.

Resulta importante distinguir entre actividad cognitiva y actividad conductual. El

aprendizaje significativo depende de la actividad cognitiva, -como el uso adecuado de los

procesos de selección, organización e integración-, que ocurra en la mente del individuo

durante el aprendizaje. El aprendizaje cognitivo activo se da aunque parezca que la

situación de aprendizaje es pasiva, como cuando el aprendiz lee un libro o escucha una

clase. Por el contrario, la actividad conductual –como una clase con preguntas y respuestas

a mano alzada- no garantiza un aprendizaje cognitivo activo. El objetivo de la enseñanza

para la transferencia no es la actividad conductual en sí misma, sino una adecuada actividad

cognitiva (Mayer, 2004).

Según Moreira (2000) y a modo de resumen, los supuestos teóricos de Ausubel,

Novak y Gowin forman un cuerpo teórico coherente sobre aprendizaje y enseñanza,

particularmente adecuado como referente teórico para el día a día del aula. Ya que Ausubel

enfatiza la construcción cognitiva a través del aprendizaje significativo, Novak asume que

el aprendizaje significativo subyace a la integración constructiva de pensamientos,

sentimientos y acciones; esta integración conduce al engrandecimiento (empowerment)

humano y Gowin propone una relación tríadica entre alumno, materiales educativos y

profesor, cuyo objetivo es compartir significados y que cuando éste se alcanza, el alumno

está en condiciones de decidir si quiere o no aprender significativamente. Adicional a ésto

Mayer pone énfasis en la forma en la cual ese conocimiento adquirido logra transferirse a

otras situaciones. Todo este cuerpo de conocimientos ofrece perspectivas nuevas,

estimulantes y, sobre todo, viables para la organización de la enseñanza en el aula.

Y es aquí donde se une el constructo teoría del aprendizaje con el de estrategias de

docentes, ya que parafraseando a Castañeda (2004) dada la relación tan estrecha entre

aprender y enseñar, no se puede separar un proceso de otro: toda estrategia de enseñanza

que se idee debe partir del conocimiento de cómo aprende el sujeto y cuáles son las

variables que se deben manipular en el contexto educativo para favorecer ese aprendizaje;

por ende, las estrategias de enseñanza surgen de las teorías del aprendizaje. Como por

ejemplo, quien no está de acuerdo que la clase magistral obedece a principios conductistas

donde el docente es el poseedor de los conocimientos y que los transmite a los alumnos de

una forma pasiva, de lo simple a lo complejo, convirtiéndose en el dueño y señor del

conocimiento. Tal como lo expresa Susana Avolio (1987) en el conductismo, las estrategias

de enseñanza que el docente emplea, están referidos a todos los recursos del lenguaje

didáctico adecuado, organizado; presenta, analiza y aplica determinado contenido de

manera verbal o escrita. Asimismo, menciona Ausubel et al. (1983) aunque una teoría

válida del aprendizaje no pueda instruir sobre la manera de enseñar (dicho esto en sentido

prescriptivo), sí ofrece el punto de partida más factible para descubrir los principios

generales de la enseñanza, que puedan formularse en términos de los procesos psicológicos

que intervienen y de las relaciones de causa y efecto. Es con base en una teoría del

aprendizaje como se pueden establecer nociones defendibles de la manera como los

factores decisivos de la situación de aprendizaje-enseñanza pueden manipularse

efectivamente.

Estrategias docentes

No habrá alumnos estratégicos sin profesores estratégicos. Ceder buena parte de la

responsabilidad del aprendizaje a los propios alumnos requiere de nosotros, como profesores, no sólo

dotarnos de recursos técnicos y competencias estratégicas para gestionar esa autonomía de los alumnos sin

que nuestra función social se diluya, sino más allá de ello, cambiar nuestras concepciones implícitas o

explícitas sobre en qué consiste el aprendizaje.

J.I. Pozo, 2008

Los principios básicos de la enseñanza y del aprendizaje, previamente presentados,

han sido necesarios para superar las dificultades prácticas o metodológicas, y van surgiendo

debido a la aparición de nuevas variables en la tarea de enseñar (Ausubel et al., 1983).

Conceptualizaciones del término estrategia

Hay múltiples concepciones que incluyen en su definición aquellas acciones que

realiza el docente que tienen un efecto en el aprendizaje del alumno.

Algunos las han conceptualizado como estrategias didácticas (Burón, 1997,

Castañeda, 2004), modalidades (Glazman y Figueroa, 1996) y estrategias docentes (Díaz

Barriga y Hernández Rojas, 2010) por citar algunos.

Pero la mayoría coinciden en la raíz del concepto estrategia, la cual hace referencia

al significado que el término tenía en su ámbito original, es decir el contexto militar.

Estrategia entre los militares griegos, tenía un significado preciso: se refería a la

actividad del estratega, es decir, del general del ejército. El estratega proyectaba, ordenaba

y orientaba las operaciones militares, y se esperaba que lo hiciese con la habilidad

suficiente como para llevar a sus tropas a cumplir sus objetivos. De forma general una

estrategia es, primeramente, una guía de acción, en el sentido de que la orienta en la

obtención de ciertos resultados. La estrategia da sentido y coordinación a todo lo que se

hace para llegar a la meta. Mientras se pone en práctica la estrategia, todas las acciones

tienen un sentido, una orientación. La estrategia debe estar fundamentada en un método. La

estrategia es un sistema de planificación aplicado a un conjunto articulado de acciones,

permite conseguir un objetivo, sirve para obtener determinados resultados. De manera que

no se puede hablar de que se usan estrategias cuando no hay una meta hacia donde se

orienten las acciones. A diferencia del método, la estrategia es flexible y puede tomar forma

con base en las metas a donde se quiere llegar. Una estrategia es, en un sentido estricto, un

procedimiento organizado, formalizado y orientado a la obtención de una meta claramente

establecida. Su aplicación en la práctica diaria requiere del perfeccionamiento de

procedimientos y de técnicas cuya elección detallada y diseño son responsabilidad del

docente (ITESM, 2010).

Para Castañeda (2004) “las estrategias didácticas son un plan educacional de acción

que organiza y diseña el proceso de aprendizaje de tal manera que pueda influir y guiar a un

individuo a aprender” (p.130). De igual manera Burón (1997) las define como una forma de

trabajar que se supone mejora el rendimiento y evita el fracaso. Glazman y Figueroa (1996)

indican que son formas de trabajo docente-alumno.

En el caso Díaz Barriga y Hernández Rojas (2010), en su texto Estrategias docentes

para un aprendizaje significativo: una interpretación constructivista, mencionan que las

estrategias docentes incluyen aquellas actividades que realiza el docente, solo o en

conjunción con el alumno, que tienen como finalidad tener un impacto en el aprendizaje de

este último. En este constructo, dichos autores, ubican tanto las estrategias de enseñanza

como las estrategias de aprendizaje, la diferencia entre ambas la marca el actor fundamental

para el desarrollo de la estrategia; en la de enseñanza es el maestro, y en las de aprendizaje

el alumno. Y definen a las estrategias de enseñanza como procedimientos y arreglos que los

agentes de enseñanza utilizan de forma flexible y estratégica para promover la mayor

cantidad y calidad de aprendizajes significativos en los alumnos; por otra parte, definen a

las estrategias de aprendizaje como los procedimientos que el alumno utiliza de forma

deliberada, flexible y adaptativa para mejorar sus procesos de aprendizaje significativo de

la información.

Como ya se mencionó estos procedimientos o conjunto de acciones que lleva el

maestro en el aula, no surgen de una forma aislada o sin fundamento teórico que lo soporte,

al contrario, la raíz de las estrategias, tanto de enseñanza, como de aprendizaje está

asentada en teorías psicológicas que han tratado de explicar lo que sucede en el aprendiz

(Araujo y Chadwick, 1988). Por esta razón se observa claramente la postura teórica que

marca las concepciones de Díaz Barriga y Hernández Rojas, donde se evidencia su postura

constructivista apoyada en la teoría del aprendizaje significativo.

En este trabajo de investigación se tomará como base la postura de Díaz Barriga y

Hernández Rojas (2002, 2010) en cuanto a la definición y conceptualización de las

estrategias docentes.

Clasificación de las estrategias docentes

Así como hay diferentes formas para denominar lo que aquí se entiende por

estrategias docentes, y hay distintas formas de definirlas, según la postura teórica del autor,

también hay diferentes clasificaciones de éstas, y cada categoría obedece a un criterio

distinto. Por ejemplo, Glazman y Figueroa (1996) las dividen en modalidades individuales

y en modalidades grupales, según la relación que hay con el profesor, ya sea que se trate de

una relación maestro-alumno o maestro-grupo; Margarita Castañeda (2004) identifica dos

grupos grandes de estrategias didácticas: las que llevan a un aprendizaje por exposición y

las que guían a un aprendizaje por descubrimiento; por otro lado, Espíndola (2000)

menciona que los métodos de enseñanza pueden estar centrados, ya sea en el profesor, en el

profesor y el alumno, y en el alumno. Otros más las categorizan según el momento de la

instrucción en que se presente y hablan de estrategias pre-instruccionales, co-

instruccionales y post-instruccionales (Díaz Barriga y Hernández Rojas, 2002, 2010).

Como ya se señaló en esta investigación se utilizarán los postulados de Díaz Barriga

y Hernández (2002, 2010) quienes en un primer término las clasifican en estrategias de

enseñanza y en estrategias de aprendizaje.

Asimismo, como todo obedece a posturas puede ser que el lector identifique las

características de cierta estrategia de enseñanza ya conocida, pero que aquí es presentada

con otra etiqueta. Lo cual está de más decir que se respetó tal cual los planteamientos de los

autores revisados, y que las diferencias encontradas no son causa probable de que un

planteamiento sea o no mejor que otro, sino que se trata de la postura teórica y de los

conocimientos previos que tuvo el autor al conceptualizarla.

Estrategias de enseñanza

Una clasificación valiosa de las estrategias de enseñanza que obedece al proceso

cognitivo que activa la estrategia (Cooper, 1990; Díaz Barriga, 1993) y la clasificación que

aquí se presenta obedece a dicho criterio.

Estrategias para activar y usar los conocimientos previos, y para generar

expectativas apropiadas en los alumnos.

Actividad focal introductoria. Se entiende por esto aquellas estrategias que buscan

atraer la atención de los alumnos, activar los conocimientos previos o incluso crear una

apropiada situación de motivación al inicio. Los tipos de actividad focal introductoria (Díaz

Barriga y Hernández Rojas, 2002, 2010) más efectivos son aquellos que presentan

situaciones sorprendentes, incongruentes o discrepantes con los conocimientos previos de

los alumnos. Las funciones centrales de esta estrategia serían las siguientes:

a. Actuar como situaciones que activan los conocimientos previos de los

alumnos. Especialmente cuando la presentación de la estrategia se acompaña de

participaciones de los alumnos para exponer razones, hipótesis, etcétera.

b. Servir como foco de atención o referente para discusiones posteriores.

c. Influir de manera poderosa en la atención y motivación de los alumnos.

Discusión guiada / Preguntas. Es un procesamiento interactivo a partir del cual el

profesor y alumnos hablan acerca de un tema determinado. En la aplicación de esta

estrategia, desde el inicio, los alumnos activan sus conocimientos previos, y gracias a los

intercambios en la discusión con el profesor pueden ir desarrollando y compartiendo con

los otros información previa que pudieron no poseer (o al menos no del mismo modo) antes

de que la estrategia fuese iniciada (Díaz Barriga y Hernández Rojas, 2002, 2010; Glazman

y Figueroa, 1996). Ya que, como lo afirmaron Postman y Weingartner (1969), “El

conocimiento no está en los libros esperando para que alguien venga a aprenderlo; el

conocimiento es producido en respuesta a preguntas; todo nuevo conocimiento resulta de

nuevas preguntas, muchas veces nuevas preguntas sobre viejas preguntas” (p. 23).

Actividad generadora de información previa. Esta estrategia, de la autoría de Alex

Faickney Osborn, comienza cuando el maestro hace una pregunta central sobre un tema y

pide a sus alumnos que expresen ante el grupo las ideas o conocimientos que posean acerca

del mismo, mientras propicia la evaluación conjunta de tales ideas por parte del grupo, con

el objetivo de que, fungiendo él como moderador, se pueda llegar colectivamente a una

conclusión, relacionando todo lo expresado con el tema a revisar (Delgado y Solano, 2009;

Díaz Barriga y Hernández Rojas, 2002, 2010; Osborn, 1953; Pimienta, 2007; Wray y

Lewis, 2000).

Objetivos e intenciones. Son enunciados que describen con claridad las actividades

de aprendizaje y los efectos que se pretenden conseguir en el aprendizaje de los alumnos al

finalizar una experiencia, sesión, episodio o ciclo escolar (Castañeda 2004, Díaz Barriga y

Hernández 2002, Díaz Barriga y Hernández 2010).

Estrategias para orientar y guiar a los aprendices sobre aspectos relevantes de los

contenidos del aprendizaje.

Las señalizaciones se refieren a toda clase de claves o avisos estratégicos que se

emplean a lo largo del discurso, para enfatizar u organizar ciertos contenidos que se desean

compartir con los aprendices. De este modo su función central consiste en orientar al

aprendiz para que éste reconozca qué es lo importante y qué no, a cuáles aspectos del

material de aprendizaje hay que dedicarle un mayor esfuerzo constructivo. Existen dos

tipos de señalizaciones, las señalizaciones en los textos y las señalizaciones en el discurso.

En lo que respecta a las señalizaciones en los textos, Díaz Barriga y Hernández Rojas

(2002) las clasifican en: señalizaciones intratextuales (son aquellos recursos lingüísticos

que usa el autor o diseñador de un texto, dentro de las posibilidades que le permite un

discurso escrito, para destacar aspectos importantes de un contenido temático) y

señalizaciones extratextuales (son los recursos de edición que se adjuntan al discurso y que

pueden ser empleados por el autor o el diseñador para destacar ideas o conceptos que se

juzgan como relevantes). Sobre las señalizaciones en el discurso es importante indicar que

desde hace dos décadas han tomado fuerza las investigaciones cualitativas en las aulas, que

usan como diseño de investigación la etnografía y gracias a los análisis que presentan que

han hecho sobre el discurso en las aulas, ha sido posible identificar una serie de estrategias

discursivas que los profesores utilizan para orientar, dirigir y guiar el aprendizaje de los

alumnos en el contexto de la situación escolar (Díaz Barriga y Hernández Rojas, 2002). En

este trabajo, no se ahondará sobre éstas ya que sería complicado lograr ejemplificarlas pero

la forma en la cual se llevan a acabo estas investigaciones etnográficas se pueden localizar

en los libros de mayor valía para los estudiosos del tema, entre los que destacan los trabajos

de Candela (1996, 1999, 2001), Cazden (1991), Edwards y Mercer (1987), Mercer (1997) y

Woods (1987). Los cuales detallan los diálogos de lo que sucede en el aula y las

categorizaciones que surgen a partir de dichos discursos. La información presentada en

estos es rica en contenido, característica primordial de la etnografía, y más de lo que se

pudiera analizar en un artículo científico relacionado al tema.

Estrategias para mejorar la codificación (elaborativa de la información a

aprender).

Las ilustraciones son fotografías, dibujos, o pinturas que constituyen uno de los

tipos de información gráfica más ampliamente empleados en los diversos contextos

de enseñanza (clases, textos, programas por computadora, etc.). Son recursos

utilizados para expresar una relación espacial esencialmente de tipo reproductivo

(Clark y Mayer, 2007, Díaz Barriga y Hernández, 2002, 2010, Postigo y Pozo,

1999). De los tipos de ilustraciones más usuales que pueden emplearse con fines

educativos, se proponen las siguientes: descriptiva, expresiva, construccional,

funcional, algorítmica, relacional e interpretativa. La tipología está planeada en

términos de la función o utilidad de enseñanza de una ilustración determinada.

Obviamente, una misma ilustración puede caer no sólo en una, sino en varias de las

siguientes clases (Díaz Barriga y Hernández, 2002):

.

Descriptiva. Este tipo de ilustraciones muestran cómo es un objeto físicamente. Nos

dan una impresión holística del mismo, sobre todo cuando es difícil describirlo o

comprenderlo en términos verbales. Lo importante es conseguir que el alumno

identifique visualmente las características centrales o definitorias del objeto.

Expresiva. A diferencia de las anteriores, las ilustraciones expresivas buscan lograr

un impacto en el aprendiz o lector considerando aspectos actitudinales o emotivos.

Lo esencial es que la ilustración evoque ciertas reacciones actitudinales o

valorativas que interesa enseñar o discutir con los alumnos.

Funcional. A diferencia de la anterior, que constituye una representación donde se

enfatizan los aspectos estructurales de un objeto o proceso, en las ilustraciones

funcionales interesa, más bien, describir visualmente las distintas interrelaciones o

funciones existentes entre las partes de un objeto o sistema, para que éste entre en

operación. Así, en estas ilustraciones se muestra al aprendiz cómo se realiza un

proceso o la organización de un sistema, y lo relevante es que aprenda y analice sus

funciones locales y globales.

Algorítmica. Este tipo de ilustraciones esencialmente sirven para describir

procedimientos. Incluye diagramas donde se plantean posibilidades de acción, rutas

críticas, pasos de una actividad, demostración de reglas o normas, etcétera.

Relacional. Se trata de recursos que expresan relaciones de tipo numérico o

cuantitativo entre dos o más factores o variables, por medio de líneas, sectores,

barras, etcétera.

Interpretativa. Son ilustraciones que permiten acotar y comprender los fenómenos o

eventos intangibles o de difícil observación.

Construccional. Estas ilustraciones resultan muy útiles cuando se busca explicar los

componentes o elementos de una totalidad ya sea un objeto, un aparato o un

sistema. Hay que reconocer que entre las ilustraciones constructivas y los mapas

hay un continuo, y constituyen toda una veta amplia de información gráfica, que

bien podría considerarse aparte. Lo importante en el uso de tales ilustraciones es que

los alumnos aprendan los aspectos estructurales que interesa resaltar del objeto o

sistema representado (Postigo y Pozo, 1999).

Esto quiere decir que en las ilustraciones el énfasis se ubica en reproducir o

representar objetos, procedimientos o procesos cuando no se tiene la oportunidad de

tenerlos en su forma real o tal y como ocurren

Estrategias para organizar la información nueva a aprender.

Resumen. Es una versión breve del contenido que habrá de aprenderse, donde se

enfatizan los puntos más importantes de la información. El maestro les presenta a los

alumnos información sintetizada de los contenidos, ya sea de forma oral o escrita. O bien

solicita a los alumnos que lleven a cabo la estrategia. Esto lo puede hacer antes o al

finalizar la clase, la información debe cumplir con los requisitos ideales para la estructura

de un resumen: supresión, generalización e integración.

Diagrama de llaves. Representación gráfica donde la información se organiza de

forma lógica y jerárquica estableciendo relaciones de inclusión entre los conceptos o ideas.

(Díaz Barriga y Hernández Rojas, 2002, 2010; Pimienta, 2007).

Mapa conceptual. Los mapas conceptuales son estrategias docentes que ayudan a

que se encuentre sentido a lo que se aprende (Tobón, 2006). Forman parte de ayudas que

pueden enseñarse al estudiante para que procese con mayor efectividad la información a ser

aprendida y por lo tanto construya nuevos significados, están los mapas conceptuales que

tienen por objeto representar relaciones significativas entre conceptos en forma de

proposiciones (Novak, 1998b; Novak y Gowin, 1988; Novak y Cañas, 2008; Ontoria, 1994,

2002). Es una representación gráfica de segmentos de información o conocimiento

conceptual. Es una estrategia a través de la cual los diferentes conceptos y sus relaciones

pueden representarse fácilmente. Los conceptos guardan entre sí un orden jerárquico y

están unidos por líneas identificadas por palabras (de enlace) que establecen la relación que

hay entre ellas (Díaz Barriga y Hernández Rojas, 2002, 2010; Pimienta 2007).

Red conceptual. Las redes conceptuales o semánticas también son representaciones

entre conceptos, pero a diferencia de los mapas conceptuales no necesariamente se

organizan por niveles jerárquicos. La configuración más típica en las redes conceptuales es

la denominada araña (un concepto central y varias ramificaciones radiales que expresan

proposiciones), aunque también pueden darse estructuras en cadena (conceptos que se

enlazan encadenados unidireccionalmente, e.g., de izquierda a derecha) o híbridas (con

características de araña y cadena) (Díaz Barriga y Hernández, 2002 y 2010).

Qué sé, qué quiero saber, que aprendí (SQA/CQA). Es una estrategia creada por

Ogle (1986) que permite verificar el conocimiento que tiene el alumno o el grupo sobre un

tema a partir de los siguientes puntos: lo que sabe, es decir, los organizadores previos,

información que conoce (S ó C); lo que quiere saber, son las dudas o incógnitas que se

tienen sobre el tema (Q) y lo que aprendió, lo que permite verificar el aprendizaje

significativo alcanzado. La estrategia se realiza durante todo el proceso de instrucción. En

un primer momento se le pide que trace una tabla con 3 columnas (S, Q, A) y 2 filas, al

inicio se llenan las dos primeras para activar los conocimientos previos y durante el proceso

de instrucción se llena la tercera (Díaz Barriga y Hernández Rojas, 2002, 2010; Pimienta

2007).

Respuesta anterior-Pregunta-Respuesta Posterior (Ra-P-Rp). Es una estrategia que

permite construir significados en tres momentos basados en una pregunta, una respuesta

anterior anticipada y una respuesta posterior. Para aplicarla se inicia con preguntas

medulares del tema; posteriormente se responden las preguntas con base en los

conocimientos previos (lo conocido del tema) y acto seguido se procede a leer un texto u

observar un objeto de estudio, se procede a contestar las preguntas con base en el texto u

objeto observado (Pimienta, 2007).

Cuadro Sinóptico. Proporciona una estructura coherente global de una temática y

sus múltiples relaciones. Organiza la información sobre uno varios temas centrales que

forman parte del tema que se interesa enseñar. Sirven para diseñar la instrucción o como

estrategia de enseñanza para textos o su empleo en clase. También los alumnos pueden

aprender a elaborarlos para ser utilizados como estrategias (Pimienta, 2007).

Estrategias para promover el enlace entre los conocimientos previos y la nueva

información que se va a aprender.

Organizadores previos. Un organizador previo es un recurso instruccional

inductorio, compuesto por un conjunto de conceptos y proposiciones de la nueva

información que se va a aprender. Su función principal consiste en proponer un contexto

conceptual que se activa para apoyar la asimilación de significados, que realizan los

estudiantes sobre los contenidos curriculares (Ausubel et al., 1978, 2002; García Madruga,

1990; Mayer 2004)

Analogías / Conocimiento como diseño. Son una estrategia de razonamiento que

permite relacionar elementos o situaciones, cuyas características guardan semejanza, es

conocida también por el nombre de Conocimiento como Diseño. Se estructura de cuatro

elementos: 1) el tópico o concepto blanco que se va a aprender, que por lo general es

abstracto y complejo; 2) el concepto vehículo (o análogo) con el que se establecerá la

analogía, es decir el ejemplo que mejor ilustra el concepto; 3) los términos conectivos que

vinculan el tópico con el vehículo, es el análisis de la teoría a través del ejemplo; 4) la

explicación que pone en relación de correspondencia las semejanzas entre el tópico y el

vehículo, y da oportunidad al análisis de los argumentos por parte de los alumnos (Curtis y

Reigelth, 1984; Glynn, 1990; Perkins, 1986; Pimienta, 2007).

Positivo, Negativo e Interesante. Es una estrategia útil para lograr un equilibrio en

los juicios valorativos, y por lo tanto, para tomar decisiones fundamentales. Fue diseñada

por Edward de Bono y permite esbozar el mayor número posible de ideas sobre un evento,

acontecimiento o algo que se observa (Espíndola, 2000; Pimienta 2007). Sus pasos son:

plantear una serie de ideas sobre un tema, considerando aspectos negativos y positivos, así

como plantear dudas, preguntas y aspectos curiosos.

Estrategias de aprendizaje

El estudio de las estrategias de aprendizaje y su enseñanza, constituyen uno de los

aportes más significativos de la psicología educativa al campo educativo en los últimos

tiempos (Navarro, 1999). Ordoñez (2004) indica que las estrategias de aprendizaje

constructivistas, buscan más participación, interactividad, significado de la información

para el estudiante, y están enfocadas en él como artífice de su propio conocimiento, dentro

del concepto de proceso de aprendizaje. En cambio las demás estrategias, consideran al

alumno, únicamente, como un receptor de información. Es decir que la información es

transmitida, por parte del docente, en forma vertical hacia unos alumnos cuyo papel es el de

receptores pasivos, aislados y distantes y la concepción de aprendizaje en esta práctica está

basada en la memoria.

Las estrategias de aprendizaje pueden clasificarse en función de qué tan generales o

específicas son, del dominio del conocimiento al que se aplican, del tipo de aprendizaje al

que favorecen, de su finalidad, del tipo particulares de técnicas que se conjuntan (Díaz

Barriga y Hernández, 2002, 2010).

Para no hacer más extensivo esta sección se retoma sólo a Pozo (1990), autor

contemporáneo del aprendizaje estratégico quien presenta en la Tabla 2 una clasificación de

las estrategias según el proceso cognitivo y finalidad perseguidos.

Sin embargo, a pesar de todo lo expuesto en este apartado, se deja a la reflexión del

lector, el hecho de que enseñar y aprender no son coextensivos, pues enseñar es tan sólo

una de las condiciones que pueden influir en el aprendizaje

Tabla 2. Una clasificación de las estrategias de aprendizaje

Proceso Tipo de estrategia Finalidad u objetivo Técnica o habilidad

Aprendizaje memorístico Recirculación

de la Información

Repaso simple *Repetición simple

y acumulativa

Apoyo al repaso

(seleccionar)

*Subrayar

*Destacar

*Copiar

Aprendizaje

Significativo

Elaboración Procesamiento

Simple

*Palabra clave

*Rimas

*Imágenes mentales

*Parafraseo

Procesamiento

complejo

*Elaboración de

Inferencias

*Resumir

*Analogías

*Elaboración conceptual

Organización Clasificación *Uso de categorías

de la información

Jerarquización y

organización de la

información

*Redes semánticas

*Mapas conceptuales

*Uso de estructuras

Textuales

Basada en Pozo, 1990.

Y para concluir se exponen dos citas de dos autores constructivistas destacados:

David P. Ausubel, ya tan ampliamente explicado con su aprendizaje significativo y Juan

Ignacio Pozo Municio, impulsador del aprendizaje estratégico; las cuales hacen reflexionar

que para tener un efecto en lo que pasa en el aula no basta tener la formación adecuada en

estrategias de enseñanza y de aprendizaje, sino que son indispensables a par otros factores.

Los alumnos pueden aprender sin ser enseñados, es decir, enseñándose a sí mismos; y ni siquiera cuando la

competencia del maestro está fuera de duda se logrará forzosamente el aprendizaje, si los alumnos son

desatentos, carecen de motivación o están cognoscitivamente impreparados

Ausubel et al., 1983

El aprendizaje sin enseñanza es una actividad usual en nuestras vidas y, lo que es peor, también lo es la

enseñanza, sin aprendizaje.

Pozo, 1996

MÉTODO

Enfoque y estrategia

El presente estudio es de enfoque cuantitativo. Para abordar el tema de la medición

de la aplicación de estrategias docentes que fomentan aprendizajes significativos en el aula,

se utilizó como enfoque la metodología cuantitativa, es decir el positivismo. Para lo que se

construyó un instrumento contextualizado en las aulas de siete facultades de la Universidad

Autónoma de Nuevo León.

Como tal y acorde con Hernández Sampieri et al. (2006) se generaron hipótesis

antes de la recolección de datos, la cual se fundamentó en la medición del uso de las

estrategias en la vida real, por medio de un instrumento que fue sometido a procedimientos

estandarizados aceptados por la comunidad científica. Gracias a que a que la recolección de

datos se representó mediante números, se hicieron análisis estadísticos, con el objetivo de

cumplir con los factores esenciales de la investigación cuantitativa como lo son la

confiabilidad, la validez y la objetividad. Debido a que se cumple con los criterios del

enfoque cuantitativo al aplicarse a una muestra es probable de establecer patrones de

comportamiento.

Diseño

El diseño de esta investigación es no experimental, y transversal, pues no se

manipularon variables y se recolectaron los datos en un solo momento, en una medición única

(Hernández Sampieri et al., 2006) y tiempo único, para describir las variables y analizar su

incidencia e interrelación en un momento dado.

Hipótesis

H1: Cada una de las subescalas que conforman la Escala de Estrategias Docentes

para Aprendizajes Significativos presenta un Alpha de Cronbach igual o superior a .75.

H2: Las subescalas de la Escala de Estrategias Docentes para Aprendizajes

Significativos son unifactoriales.

Muestra

La muestra fue no probabilística, ya que se realizaron muestreos intencionales o de

conveniencia.

Sujetos participantes

Participaron 205 catedráticos de licenciatura de las facultades de Medicina, Salud

Pública y Nutrición, Odontología, Enfermería, Psicología, Filosofía y Letras, y Trabajo

Social y Desarrollo Humano, de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Para la

inclusión en la investigación el sexo, la edad, los años de antigüedad y la categoría son

indistintos; asimismo se excluyeron aquellos docentes que imparten clase en modalidad en

línea, o que imparten en modalidad presencial o semipresencial cursos de inglés. La

muestra de los docentes por facultad no fue proporcional y su selección no se realizó de

forma aleatoria, sino que se trató de un muestreo incidental y la decisión de los

participantes de participar en el estudio fue voluntaria. En total se aplicaron 205

instrumentos, de los cuales se descartaron 5 por contar con más del 10% de valores

perdidos. La cantidad de sujetos de la muestra obedeció al hecho de que no se recomienda

realizar un análisis factorial cuando el tamaño de la muestra es inferior a 50 casos y que

además se recomienda que el número de casos sea 5 veces el de variables como mínimo,

pero que lo deseable es que sea 10 veces.

Respecto a la muestra el 53.5% son docentes del sexo femenino, el 43.5% del

masculino y el 3% no contestó. En cuanto a la edad de los participantes la media es de

41.13, la mediana de 41 y se presenta una distribución multimodal en la muestra en los

valores 25 y 51; el valor mínimo en edad es 20 y el máximo de 76, lo que da como

resultado un rango de 56. Asimismo, relativo a los años de experiencia docente la media es

de 13.77, la mediana de 11 y la moda se observa en los valores 1 y 10; el valor mínimo en

años de antigüedad es 1 y el máximo 45, con un rango de 44 años. Para la variable edad se

presenta una desviación estándar de 11.755 y para la variable años de experiencia docente

de 10.610.

En lo referente a la edad de los participantes y a los años de experiencia docente

expresados en intervalos se obtuvieron las frecuencias y porcentajes de las tablas 3 y 4.

Tabla 3. Edad por intervalos

Intervalo Frecuencia Porcentaje

No contestó 1 .5

21 a 30 años 47 23.5

31 a 40 años 50 25.0

41 a 50 años 53 26.5

51 a 60 años 41 20.5

61 a 70 años 6 3.0

71 a 80 años 2 1.0

Total 200 100.0

Tabla 4. Años de experiencia docente por intervalos

Intervalo Frecuencia Porcentaje

No contestó 5 2.5

1 a 5 años 54 27.0

6 a 10 años 41 20.5

11 a 15 años 27 13.5

16 a 20 años 22 11.0

21 a 25 años 17 8.5

26 a 30 años 20 10.0

31 a 35 años 8 4.0

36 a 40 años 5 2.5

40 a 45 años 1 .5

Total 200 100

En los datos de identificación de la muestra, se solicitó información (además del

sexo, edad y años de experiencia ya presentados) sobre la facultad a la cual pertenece el

docente, modalidad en la que imparte clase, categoría y grado académico. Dicha

información se presenta en las tablas 5, 6, 7 y 8.

Tabla 5. Facultad a la que pertenece

Facultad Frecuencia Porcentaje

Facultad de Psicología 47 23.5

Facultad de Salud Pública y Nutrición 31 15.5

Facultad de Enfermería 25 12.5

Facultad de Odontología 25 12.5

Facultad de Medicina 33 16.5

Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano 13 6.5

Facultad de Filosofía y Letras 26 13.0

Total 200 100.0

Tabla 6. Modalidad en la que imparte clase

Modalidad Frecuencia Porcentaje

No contestó 9 4.5

Presencial 175 87.5

Semi presencial 11 5.5

Ambas modalidades 5 2.5

Total 200 100.0

Tabla 7. Categoría

Categoría Frecuencia Porcentaje

No contestó 2 1.0

Maestro por horas 79 39.5

Maestro con horas propias 16 8.0

Maestro de Medio Tiempo 10 5.0

Maestro de Tiempo Completo 93 46.5

Categoría Frecuencia Porcentaje

No contestó 2 1.0

Maestro por horas 79 39.5

Maestro con horas propias 16 8.0

Maestro de Medio Tiempo 10 5.0

Maestro de Tiempo Completo 93 46.5

Total 200 100.0

Tabla 8. Grado académico

Grado Frecuencia Porcentaje

No contestó 4 2.0

Licenciatura 54 27.0

Maestría 110 55.0

Doctorado 32 16.0

Total 200 100.0

Se cuestionó a los participantes sobre si habían recibido anteriormente formación en

estrategias docentes y la manera en la cual habían recibido dicha capacitación. A lo cual el

88.5% contestó afirmativamente, el 10% negativamente y el 1.5% no contestó dicha

pregunta. Los resultados sobre la forma en la cual recibieron la formación en estrategias los

que contestaron afirmativamente se pueden observar en la Tabla 9.

Tabla 9. Manera en la cual recibió la capacitación acerca de estrategias docentes

Manera Frecuencia Porcentaje

No contestó

2 1.1

Curso Teórico 27 15.3

Curso Teórico Práctico 32 18.1

Diplomado 38 21.5

Licenciatura 6 3.4

Especialización 2 1.1

Maestría 13 7.3

Doctorado 1 0.6

Otro 1 0.6

De 2 formas 37 20.9

De 3 formas 12 6.8

De 4 formas 4 2.3

De 5 formas 1 .6

De 6 formas 1 .6

Total 177 100.0

Instrumentos

Para la realización de este estudio se diseñó la Escala de Estrategias Docentes para

Aprendizajes Significativos (EEDAS), localizada en el Apéndice A, la cual está formada por

12 subescalas; donde cada subescala contienen indicadores de la aplicación de una

estrategia docente que promueve el aprendizaje significativo, acordes a la teoría de David

P. Ausubel (Ausubel, 1961, 1962, 1963, 1968, 1978; Ausubel et al. 1978, 1983) y a la

aplicación de ésta en estrategias docentes por Díaz Barriga y Hernández Rojas (2002,

2010).

Dichas subescalas son las siguientes: Actividad Generadora de Información Previa /

Lluvia de Ideas la cual consta de 14 ítems; Actividad Focal Introductoria de 13, Positivo,

Negativo e Interesante de 14; Discusión Guiada de 16; Objetivos e intenciones de 6;

Diagrama de Llaves de 3; Mapas Conceptuales de 24; Respuesta Anterior-Pregunta-

Respuesta Posterior de 7; Lo que Sé, Lo que Quiero Saber, Lo que Aprendí de 6; Cuadro

Sinóptico de 5; Analogías / Conocimiento como Diseño de 10 y Resumen de 18.

Las opciones de respuesta de los 136 reactivos tipo Likert son Siempre, Muchas

veces, A veces, Pocas veces y Nunca, cuyo puntaje va de 5 a 1 debido a que se trata sólo de

ítems positivos. El recorrido de cada subescala va de la siguiente manera: Actividad

Generadora de Información Previa / Lluvia de Ideas de 14 a 70; Actividad focal

introductoria de 13 a 65; Positivo, Negativo e Interesante de 14 a 70; Discusión guiada de

16 a 80; Objetivos e intenciones de 6 a 30; Diagrama de llaves de 3 a 15; Mapa

Conceptuales 24 a 120; Respuesta anterior-Pregunta-Respuesta Posterior de 7 a 35; Lo que

Sé, Lo que Quiero Saber, Lo que Aprendí de 6 a 30; Cuadro Sinóptico de 5 a 2; Analogías /

Conocimiento como diseño de 10 a 50 y Resumen de 18 a 90.

Técnicas de análisis

Etapa: Evaluación de expertos: análisis de contenido

Para obtener la confiabilidad del análisis de contenido hecho por los expertos, se

calculó la confiabilidad inter-jueces con el índice de confiabilidad presentado por

Hernández Sampieri et al. (2006) y el índice de confiabilidad de Holsti (Alen et al., 2007;

Rourke et al., 2001; Wimmer y Dominick, 2011).

Etapa: Análisis de confiabilidad y validez

Para analizar la confiabilidad de los ítems, una vez aplicado el instrumento, se

obtuvo el índice de consistencia interna Alpha de Cronbach. Asimismo, para la validez de

constructo, se realizó un análisis factorial exploratorio, usando como método de extracción

en Análisis de los Componentes Principales (PCA).

Procedimiento

En el procedimiento del diseño y evaluación del instrumento se utilizó como guía lo

expresado por Carretero-Dios y Pérez (2005), de la Universidad de Granada España, en su

documento Normas para el desarrollo y revisión de estudios instrumentales.

Etapa: Delimitación conceptual del constructo a evaluar

En un primer momento, se realizó una extensa revisión bibliográfica sobre el

constructo aprendizaje significativo y sus exponentes clásicos y contemporáneos. A partir

de esto se seleccionó como modelo teórico de referencia las posturas de Díaz Barriga y

Hernández Rojas (2002, 2010). A continuación se profundizó en los constructos: técnicas

didácticas, estrategias didácticas, estrategias docentes, estrategias de enseñanza y

estrategias de aprendizaje y se seleccionó el constructo estrategias docentes para el

desarrollo del instrumento, el cual incluye en sí mismo a los constructos estrategias de

enseñanza y estrategias de aprendizaje. Se delimitaron las estrategias de enseñanza y las

estrategias de aprendizaje a aquellas que promueven aprendizajes significativos, es decir,

aquellas que concordaban con el modelo teórico de referencia elegido. Una vez

seleccionadas las estrategias se definieron conceptual y operacionalmente. A partir de las

definiciones operacionales se dedujeron indicadores que señalaran la presencia de la

estrategia. La información anterior se concentró en una matriz que incluía: nombre de la

estrategia, definición conceptual, definición operacional e indicadores.

Etapa: Construcción de los ítems

Se redactaron ítems tipo Likert para cada uno de los indicadores tomando como

base el objetivo planteado y los criterios para la redacción de los ítems enunciados por

Edwards (citado por Padua, 2004) y ejemplificados por Méndez y Peña (2006). De forma

general se informa que los ítems están redactados en primera persona y el lenguaje que

utilizado en su diseño es acorde a la población a la cual se aplicó el instrumento, razón por

la cual se eligieron facultades que tuvieran algo en común, y que, a su vez, las

características de sus licenciaturas fueran fácil de apreciar por la autora. Los ítems se

incluyeron en la matriz previamente mencionada, dando como resultado la Matriz de

Estrategias Docentes para Aprendizajes Significativos. Tomando en cuenta la finalidad

para la cual está diseñado el instrumento (medir la frecuencia de uso de las estrategias

docentes que promueven aprendizajes significativos en el aula) se designó como categoría

de respuestas aquellas que denotan frecuencia de eventos: Siempre, Muchas veces, A veces,

Pocas veces y Nunca. El número de opciones de respuesta obedeció al hecho de que el

nivel mínimo de los docentes es licenciatura y que la cantidad de opciones de respuesta se

elige en función de la capacidad discriminativa del sujeto, para elegir entre las distintas

categorías, la cual está relacionada con el nivel educativo (Hernández Sampieri et al.,

2006).

Etapa: Evaluación de expertos: análisis de contenido

La Matriz de Estrategias Docentes para Aprendizajes Significativos se les presentó a

2 jueces, con experiencia en el diseño de escalas y que conocen el tema de investigación,

para que indicaran si los ítems estaban redactados adecuadamente, si medían lo que se

enunciaba en los indicadores; y si, a su vez, esos indicadores representaban lo expresado en

la definición operacional. De igual manera, se les proporcionó información sobre las

opciones de respuesta que se utilizarían y la justificación de ello y se les dio la libertad de

hacer comentarios de cualquier tipo. Los comentarios de los jueces se clasificaron en 13

categorías y se llevaron a cabo registros de frecuencias para cada juez, en cada una y se

procedió a obtener la confiabilidad inter-jueces. Acorde con los resultados y los tipos de

comentarios se hicieron adecuaciones a los ítems.

Igualmente, en relación con la validez de contenido de los ítems, se presentó la

Matriz de Estrategias Docentes para Aprendizajes Significativos (Apéndice B), ya

modificada, a 3 expertos en el tema y se les dio la consigna de indicar de la siguiente

forma: 1: si el ítem medía el indicador de la estrategia al cual pertenecía y 0: si el ítem no

medía el indicador de la estrategia al cual pertenecía.

De igual manera se obtuvo la confiabilidad entre codificadores. La cual entre

codificadores suele medirse a través de índices propuestos por diversos autores como es el

caso de Hernández Sampieri et al. (2006), quienes proporcionan una fórmula para calcular

la confiabilidad inter-codificadores e indican que ésta se realiza por parejas y que para

obtenerla es necesario primero que cada juez codifique el material individualmente y luego

se aplique la siguiente fórmula: confiabilidad = número total de acuerdos / número total de

unidades de análisis codificadas. De igual manera diversos autores (Alen, Fraiz, y Mazaira,

2007; Rourke, Anderson, Garrison, y Archer, 2001; Wimmer y Dominick, 2011)

mencionan otra fórmula proporcionada por Holsti en 1969 en la que la confiabilidad = 2

(acuerdos entre los dos codificadores) / (decisiones del primer codificador + decisiones del

segundo codificador). Sin embargo, aunque se trata de fórmulas distintas los índices que

arrojan son iguales.

Etapa: Aplicación del instrumento

Para hacer el análisis estadístico de los ítems, se aplicó la Escala de Estrategias

Docentes para Aprendizajes Significativos (EEDAS) a una muestra total de 205 docentes

con las características ya indicadas en la sección de participantes, descartándose 5

aplicaciones como ya se indicó.

Antes de iniciar se les dio capacitación a los aplicadores sobre los criterios de

inclusión y exclusión de los participantes, así como la forma en la cual se llevaría a cabo

este procedimiento, cuya característica principal fue la decisión totalmente voluntaria de

participar en la investigación por parte de los encuestados. Asimismo se les indicó que sería

indispensable informar a todos los participantes del objetivo de la investigación (el cual es

diseñar y evaluar las propiedades psicométricas de la escala y no medir el uso de las

estrategias por parte de los docentes); además de asegurarles que los datos se tratarían con

confidencialidad y que podrían decidir en cualquier momento no continuar contestando el

instrumento sin que por ello hubiera algún tipo de repercusión.

Al tiempo que se capacitaba a los aplicadores se solicitó permiso a los directivos de

cada una de las facultades seleccionadas (Apéndice C) para aplicar el instrumento y, en los

que casos que así se requirió, se indicó el nombre de los aplicadores.

La aplicación fue autoadministrada y las indicaciones específicas que se les dieron a

los participantes fueron las siguientes:

El presente instrumento es una escala tipo Likert diseñada para examinar la

presencia de indicadores del uso de estrategias docentes que fomentan aprendizajes

significativos en el aula.

A continuación se le presentan 12 series de ítems que indican comportamientos que

pudiera usted presentar en el aula, así como las siguientes opciones de respuesta: Siempre,

Muchas veces, Algunas veces, Pocas veces y Nunca.

Indique por favor marcando con una X en la columna la alternativa que más se

acerque a la frecuencia con la cual durante el desarrollo de las unidades de aprendizaje

(temas o sesiones) del último mes su comportamiento cumple con las características

presentadas en el ítem, de acuerdo a la siguiente tabla:

Categoría de respuesta % de veces en que se realiza el comportamiento en el

mes

Siempre 100%

Muchas veces 75%

Algunas veces 50%

Pocas veces 25%

Nunca 0%

Intente usar poco la categoría de respuesta Algunas veces, a menos que realmente

así sea su caso. Trate de responder lo más rápido y honestamente posible. Los resultados

obtenidos serán utilizados con fines educativos y la información será tratada de manera

confidencial.

Etapa: Análisis de confiabilidad y validez

Una vez aplicadas las escalas, se codificaron obedeciendo a los siguientes códigos

para cada categoría de respuesta.

Tabla 10. Codificación de las categorías de respuesta

Categoría de respuesta Código

Siempre 5

Muchas veces 4

A veces 3

Pocas veces 2

Nunca 1

No contestó 0

Para evaluar la confiabilidad del instrumento se realizó un análisis de la

confiabilidad inter-ítem con la prueba Alpha de Cronbach (Cronbach, 1951). De Vellis

(citado por García Cadena, 2009), menciona que por debajo de 0.60 la confiabilidad es

inaceptable, de 0.60 a 0.65 es indeseable, entre 0.65 y 0.70 mínimamente aceptable, de

0.70 a 0.80 respetable y de 0.80 a 0.90 muy buena; de igual forma, hace énfasis en que no

existe un acuerdo entre los investigadores con respecto a cuáles son los valores mínimos

aceptables del coeficiente Alpha de Cronbach, sin embargo hay un consenso respecto a que

valores más cercanos a 1 indican mayor confiabilidad.

Para la evaluación de la validez de constructo se llevó a cabo un análisis factorial

exploratorio, utilizando como método de extracción el de Análisis de los Componentes

Principales (PCA). Los objetivos principales del análisis factorial son el resumen y la

reducción de datos; obteniendo factores que describen los datos de manera más reducida

que las variables originales (Hair et al., 1999). La meta es encontrar grupos de variables con

significado común y conseguir de esta manera reducir el número de dimensiones necesarias

para explicar las respuestas de los sujetos. En el análisis factorial exploratorio se parte de la

matriz inicial de datos sin imponer restricciones acerca de la estructura de los mismos. Ello

no significa que no se tenga alguna hipótesis previa que guíe la recogida de los datos, sin

embargo el análisis matemático no parte imponiendo una estructura previa a los mismos,

sino que trata de obtener la mejor estructura que da cuenta de las interrelaciones entre las

variables (ítems).

Las razones por las cuales se utilizó el PCA es porque es el método más utilizado y

apropiado cuando la meta es la reducción de datos (Fabrigar et al., 1999); así mismo ha sido

diseñado con el propósito de servir en una primera fase exploratoria al análisis factorial

(Landero y González, 2006); además de ser el que por defecto propone el Statistical

Package for the Social Sciences (SPSS), paquete estadístico con el cual se realizaron los

análisis.

Ambos análisis fueron por subescalas, ya que si se tuviera interés de medir las

propiedades psicométricas de la escala en su totalidad, debido a la cantidad de ítems, se

requeriría una cantidad de sujetos que no es factible evaluar; por eso se tomó la decisión de

considerar cada subescala como un instrumento independiente y verificar sus propiedades

psicométricas por separado.

RESULTADOS

Etapa: Evaluación de expertos: análisis de contenido

Los comentarios respecto a los ítems, hechos por los dos jueces con conocimientos

sobre el diseño de ítems tipo Likert y con nociones sobre le tema de investigación, se

clasificaron en 13 categorías, y se obtuvo la distribución de las frecuencias por juez.

Una vez obtenidas las distribuciones de frecuencias se calcularon los índices de

confiabilidad ya indicados y toda la información se concentró en la Tabla 11.

Tabla 11. Análisis de contenido de las sugerencias, registro de frecuencias y confiabilidad inter-jueces

Categoría del Comentario

J1

f

J2

f

Índice

Corrección de ortografía 20 26 .769

Corrección de gramática 5 9 .555

Corrección respecto al uso de sinónimos 2 10 .2

Corrección y sugerencia de eliminación de palabras que representan juicios

valorativos 3 1 .333

Corrección y sugerencia de eliminación de palabras que representan creencias 2 1 .5

Corrección y sugerencia de eliminación de palabras que representan motivos para

usar la estrategia y no, simplemente indicadores del uso de éstas 2 1 .5

Sugerencia de eliminar debido a la cantidad 2 1 .5

Sugerencia de eliminar ítems por encontrarse ítems que medían lo mismo 4 3 .750

Sugerencias sobre la forma de la presentación de los ítems a los jueces 2 1 .5

Sugerencias sobre el contenido de las instrucciones presentadas a los jueces 1 1 1

Sugerencia sobre la inclusión de ítems 3 3 1

Sugerencia sobre modificar el orden de los ítems 1 1 1

Eliminación de una subescala en su totalidad por no considerarse estrategia docente 1 1 1

Como se observa en la tabla anterior, las sugerencias con mayor frecuencia se

relacionaron con la ortografía, la gramática y con el uso de sinónimos. Seguida de estas

recomendaciones las más presentadas fueron aquellas que indican que se eliminaran ítems

que medían lo mismo y que se incluyeran ítems. Respecto a confiabilidad se observa, según

Hernández Sampieri et al. (2006), sólo es aceptable en 4 categorías, ya que se obtuvo un

puntaje mayor a .85.

Asimismo, los resultados de las valoraciones de los tres expertos que codificaron

con 1 si el ítem medía lo que se pretendía que midiera y con 0 si no medía lo que debería se

muestran en las siguientes tablas estrategia por estrategia. La letra C significa codificador,

C-1 corresponde a la codificadora número uno (juez uno), C-2 a la número dos (juez 2) y

C-3 a la codificadora número tres (juez 3).

Tabla 12. Evaluación de expertos. Actividad Generadora de Información Previa

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

LL1 1 1 1 LL6 1 1 1

LL2 1 1 1 LL9 1 1 1

LL3 1 1 1 LL10 1 0 1

LL4 1 1 1 LL11 1 1 1

LL5 1 1 1 LL12 1 1 1

LL6 1 1 1 LL13 1 1 1

LL7 1 1 1 LL14 1 0 1

Número de unidades a

analizar: 14

Acuerdos C-1 y C-2: 12

Acuerdos C-1 y C-3: 14 Acuerdos C-2 y C-3: 12

Tabla 13. Evaluación de expertos. Actividad Focal Introductoria

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

AF1 1 1 1 AF8 1 1 1

AF2 1 1 1 AF9 1 0 1

AF3 1 1 1 AF10 1 1 1

AF4 1 1 1 AF11 1 1 1

AF5 1 1 1 AF12 1 1 1

AF6 1 1 1 AF13 1 1 1

AF7 1 1 1

Número de unidades a

analizar: 13

Acuerdos C-1 y C-2: 12 Acuerdos C-1 y C-3: 13 Acuerdos C-2 y C-3: 12

Tabla 14. Evaluación de expertos. Positivo, Negativo e Interesante

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

PN1 1 1 1 PNI9 1 1 1

PNI2 1 1 1 PNI10 1 1 1

PNI3 1 1 1 PNI11 1 1 1

PNI4 1 1 1 PNI12 1 1 1

PNI5 1 1 1 PNI13 1 1 1

PNI6 1 0 0 PNI14 1 1 1

PNI7 1 1 1 PNI15 1 0 1

PNI8 1 1 1

Número de unidades a

analizar: 15

Acuerdos C-1 y C-2: 13 Acuerdos C-1 y C-3: 14 Acuerdos C-2 y C-3: 14

Tabla 15. Evaluación de expertos. Discusión Guiada

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

DG1 1 1 1 DG9 1 1 1

DG2 1 1 1 DG10 1 1 1

DG3 1 1 1 DG11 1 1 1

DG4 1 1 1 DG12 1 1 1

DG5 1 0 1 DG13 1 1 1

DG6 1 0 1 DG14 1 1 1

DG7 1 1 1 DG15 1 1 1

DG8 1 1 1 DG16 1 1 1

Número de unidades a

analizar: 16

Acuerdos C-1 y C-2: 14 Acuerdos C-1 y C-3: 16 Acuerdos C-2 y C-3: 14

Tabla 16. Evaluación de expertos. Objetivos e intenciones

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

OI1 1 1 1 OI4 1 1 1

OI2 1 1 1 OI5 1 1 1

OI3 1 1 1 OI6 1 1 1

Número de unidades a

analizar: 6

Acuerdos C-1 y C-2: 6 Acuerdos C-1 y C-3: 6 Acuerdos C-2 y C-3: 6

Tabla 17. Evaluación de expertos. Diagrama de Llaves

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

DLL1 1 1 1 DLL3 1 1 1

DLL2 1 1 1

Número de unidades a

analizar: 3

Acuerdos C-1 y C-2: 3 Acuerdos C-1 y C-3: 3 Acuerdos C-2 y C-3: 3

Tabla 18. Evaluación de expertos. Mapas Conceptuales

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

MC1 1 1 1 MC13 1 0 1

MC2 1 0 1 MC14 1 1 1

MC3 1 1 1 MC15 1 1 1

MC4 1 1 1 MC16 1 1 1

MC5 1 0 1 MC17 1 0 1

MC6 1 1 1 MC18 1 1 1

MC7 1 1 1 MC19 1 1 1

MC8 1 1 1 MC20 1 1 1

MC9 1 1 1 MC21 1 1 1

MC10 1 1 1 MC22 1 1 1

MC11 1 1 1 MC23 1 1 1

MC12 1 1 1 MC24 1 0 1

Número de unidades a

analizar: 24

Acuerdos C-1 y C-2: 19 Acuerdos C-1 y C-3: 23 Acuerdos C-2 y C-3: 18

Tabla 19. Evaluación de expertos. Resumen

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

RE1 1 1 1 RE10 1 1 1

RE2 1 1 1 RE11 1 1 1

RE3 1 1 1 RE12 1 1 1

RE4 1 1 1 RE13 1 0 1

RE5 1 1 1 RE14 1 1 1

RE6 1 1 1 RE15 1 1 1

RE7 1 1 1 RE16 1 1 1

RE8 1 1 1 RE17 1 1 1

RE9 1 1 1 RE18 1 0 1

Número de unidades a

analizar: 18

Acuerdos C-1 y C-2: 16 Acuerdos C-1 y C-3: 18 Acuerdos C-2 y C-3: 18

Tabla 20. Evaluación de expertos. Respuesta anterior-Pregunta-Respuesta Posterior (Ra-P-Rp)

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

APP1 1 1 1 APP5 1 1 1

APP2 1 0 1 APP6 1 1 1

APP3 1 1 1 APP7 1 1 1

APP4 1 1 1

Número de unidades a

analizar: 7

Acuerdos C-1 y C-2: 6 Acuerdos C-1 y C-3: 7 Acuerdos C-2 y C-3: 6

Tabla 21. Evaluación de expertos. Lo que Sé, Lo que Quiero saber, Lo que Aprendí (SQA)

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

SQA1 1 1 1 SQA4 1 1 1

SQA2 1 1 1 SQA5 1 1 1

SQA3 1 1 1 SQA6 1 1 1

Número de unidades a

analizar: 6

Acuerdos C-1 y C-2: 6 Acuerdos C-1 y C-3: 6 Acuerdos C-2 y C-3: 6

Tabla 22. Evaluación de expertos. Cuadro Sinóptico

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

SQA1 1 1 1 SQA4 1 1 1

SQA2 1 1 1 SQA5 1 1 1

SQA3 1 1 1

Número de unidades a

analizar: 5

Acuerdos C-1 y C-2: 4 Acuerdos C-1 y C-3: 5 Acuerdos C-2 y C-3: 4

Tabla 23. Evaluación de expertos. Conocimiento como Diseño / Analogías

Ítem

C-1

C-2

C-3

Ítem

C-1

C-2

C-3

ACD1 1 1 1 ACD6 0 1 1

ACD2 1 1 1 ACD7 1 1 1

ACD3 1 1 1 ACD8 1 1 1

ACD4 1 1 1 ACD9 1 1 1

ACD5 1 0 1 ACD10 1 1 1

Número de unidades a

analizar: 10

Acuerdos C-1 y C-2: 8 Acuerdos C-1 y C-3: 9 Acuerdos C-2 y C-3: 9

Producto de las codificaciones realizadas a los ítems, se detecta que el ítem PNI6

(ver Apéndice B) de la estrategia positivo, negativo e interesante hay 2 expertos en el tema

que están en desacuerdo con la validez de contenido de dicho ítem, por lo cual se decide

eliminarlo y no se integrará en la escala.

A partir de las codificaciones se calcularon los índices de confiabilidad ya

mencionados, estrategia por estrategia y se formaron 3 parejas de codificadores: C1y2, C1y3 y

C2y3; asimismo se obtuvo la confiabilidad total producto de la suma de las confiabilidades

de las tres parejas divida entre 3. Los resultados se muestran en la Tabla 24.

Tabla 24. Índices de confiabilidad de Hernández Sampieri et al. y Holsti

Estrategia C1y2 C1y3 C2y3 CTOTAL

Actividad Generadora de Información Previa .857 1 .857 .904

Actividad Focal Introductoria .923 1 .923 .949

Positivo, Negativo e Interesante .867 .933 .933 .911

Discusión Guiada .875 1 .875 .916

Objetivos e Intenciones 1 1 1 1

Diagrama de Llaves 1 1 1 1

Mapas Conceptuales .792 .960 .750 .870

Respuesta anterior-Pregunta-Respuesta Posterior .857 1 .857 .905

Lo que sé, Lo que Quiero saber, Lo que Aprendí 1 1 1 1

Cuadro Sinóptico .8 1 .8 .867

Analogía / Conocimiento como Diseño .8 .9 .9 .866

Resumen .889 1 .889 .926

Como se indica en la tabla anterior la confiabilidad total entre las parejas es

aceptable ya que supera el puntaje de .85.

Etapa: Análisis de confiabilidad y validez

Confiabilidad inter-ítem: Alpha de Cronbach

Los resultados del coeficiente de consistencia interna, Alpha de Cronbach (1951),

obtenido de los análisis realizados a las escalas contestadas por los 200 participantes se

muestran en la Tabla 25. En dicha tabla se muestra un valor máximo obtenido en la

confiabilidad es de .975 y el mínimo de .794, sin embargo al hacer el análisis de la

confiabilidad con el paquete estadístico SPSS, se observa cual sería la confiabilidad de cada

subescala si se eliminaran ciertos ítems. En el caso de las subescalas de Actividad

Generadora de Información Previa, Positivo, Negativo e Interesante, Discusión Guiada y

Cuadro Sinóptico el coeficiente de confiabilidad aumentaría al eliminar sus ítems LL3,

PNI14, DG1 y CS1, respectivamente.

Asimismo, en la Tabla 26 se muestran los nuevos coeficientes de confiabilidad.

Como se puede ver en el caso de la subescala Cuadro Sinóptico si se procede a eliminar el

ítem CS4 la confiabilidad puede incrementar nuevamente. El valor obtenido en la segunda

eliminación de ítems se muestra en la Tabla 27.

Los ítems mencionados en este apartado se ubican en el Apéndice A, en la subescala

a la que corresponden.

Tabla 25. Análisis de la confiabilidad inter-ítem: Alpha de Cronbach

Subescala

Número

de ítems

Confiabilidad

Correlación inter-ítem

Alpha de Cronbach

Actividad Generadora de Información Previa 14 .847*

Actividad Focal Introductoria 13 .865

Positivo, Negativo e Interesante 14 .907*

Discusión Guiada 15 .903*

Objetivos e Intenciones 6 .848

Diagrama de Llaves 3 .794

Mapas Conceptuales 24 .975

Respuesta Anterior-Pregunta-Respuesta Posterior 7 .909

Lo que Sé, Lo que Quiero Saber, Lo que Aprendí 6 .953

Cuadro Sinóptico 5 .913*

Analogía / Conocimiento como Diseño 10 .877

Resumen 18 .917

*Coeficiente de confiabilidad que puede incrementar al eliminar ítems

Tabla 26. Alpha de Cronbach producto de la primera eliminación de ítems

Subescala

Ítem

a eliminar

Confiabilidad

Correlación inter-ítem

Alpha de Cronbach

Actividad Generadora de Información Previa 3 .850

Positivo, Negativo e Interesante 14 .910

Discusión Guiada 1 .907

Cuadro Sinóptico 1 .921*

*Coeficiente de confiabilidad que puede incrementar al eliminar ítems

Tabla 27. Alpha de Cronbach producto de la segunda eliminación de ítems

Subescala

Ítem

a eliminar

Confiabilidad

Correlación inter-ítem

Alpha de Cronbach

Cuadro Sinóptico 4 .932

Tomando en cuenta lo presentado en la sección de procedimiento, y como lo

expresa De Villes (citado por García cadena, 2009) es muy buena la confiabilidad de todas

las subescalas, excepto Diagrama de Llaves la que se califica como respetable.

Validez de constructo: Análisis Factorial Exploratorio

Para identificar la agrupación de los ítems de cada subescala de la EEDAS se aplicó

como método de extracción el de Análisis de los Componentes Principales (PCA). Como

parte del análisis factorial exploratorio, en un primer momento se aseguró que la matriz de

correlaciones de cada subescala fuera significativa (p<.05) para poder rechazar la hipótesis

de independencia de las variables. De igual manera se obtuvieron, por subescalas, las

medidas de adecuación muestral Kaiser-Meyer-Olkin (KMO). Los valores obtenidos, tanto

en el índice KMO y en la prueba de Barlett se muestran a en la Tabla 28.

El estadístico KMO varía entre 0 y 1. Los valores pequeños indican que el análisis

factorial puede no ser una buena idea, dado que las correlaciones entre los pares de

variables no pueden ser explicadas por otras variables.

Para Kaiser en 1974 (Visauta, 1998) los resultados del modelo factorial son buenos

si el índice KMO es mayor de .80; si los valores están comprendidos entre .50 y .70 son

aceptables; y si son menores de .50 son inaceptables. Es decir, que para ser aceptable de

forma general debe ser mayor a 0.5 (Kaiser, citado por Hofmann, 2008). En lo que respecta

a los datos obtenidos en las medidas de adecuación muestral KMO de las doce subescalas

se observa la viabilidad del análisis factorial.

En síntesis, ambos valores, KMO y Barlett, justifican plenamente la aplicación del

análisis factorial exploratorio.

Tabla 28. Medidas de adecuación muestral Kaiser-Meyer-Olkin y Pruebas de esfericidad de Barlett

Subescala

KMO

Prueba de esfericidad de

Barlett

Actividad Generadora de Información Previa .864 X 2= 889.202; gl= 91

p=.000

Actividad Focal Introductoria .840 X 2= 1021.775; gl= 78;

p=.000

Positivo, Negativo e Interesante .908 X 2= 1356.663; gl= 91

p=.000

Discusión Guiada .896 X 2= 1505.025 gl= 120

p=.000

Objetivos e Intenciones .832 X 2= 502.339; gl= 15;

p=.000

Diagrama de Llaves .711 X 2= 181.585; gl= 3;

p=.000

Mapas Conceptuales .951 X 2= 5346.680; gl= 276;

p=.000

Respuesta Anterior-Pregunta-Respuesta Posterior .872 X 2= 849.858; gl= 21;

p=.000

Lo que Sé, Lo que Quiero Saber, Lo que Aprendí .874 X 2= 1311.682; gl= 15;

p=.000

Cuadro Sinóptico .862 X 2= 749.325; gl= 10;

p=.000

Conocimiento como Diseño / Analogías .874 X 2= 1161.451; gl= 45;

p=.000

Resumen .886 X 2= 2201.503; gl= 153;

p=.000

Al llevar a cabo el análisis factorial exploratorio y seleccionar el número de

factores, se utilizó como base la regla K1: regla de Kaiser-Guttman de extracción de los

autovalores superiores a 1 (Guttman, 1954; Kaiser, 1960). Ya que el método más conocido

para seleccionar el número de factores es el criterio de Kaiser, que consiste en calcular los

autovalores de la matriz de correlación para determinar cuántos de esos autovalores son

mayores a 1, y serían precisamente esos factores (cuyos autovalores son mayores a la

unidad) los recomendados para conservarse (Fabrigar et al., 1999; Ruiz y San Martín,

1992).

Relacionado también con la selección del número de factores se obtuvo la

visualización del gráfico de sedimentación de Cattell; ya que según Cattell (1966), el

gráfico designa el número de factores en el punto anterior a aquel en que la pendiente se

hace casi cero y se puede considerar residual; asimismo en el gráfico se identifica el último

salto substancial en la magnitud de los autovalores, y a partir de esto se determina el

número óptimo de factores que debe incluir la solución factorial, recomendándose un

número a partir del cual el

gráfico se estabilice. Los

gráficos de sedimentación

(scree plot) obtenidos por

cada subescala se localizan en las

figuras 2 a 13. Donde

eigenvalue es el autovalor y component number es el número de componentes. En este

estudio se busca comprobar la estructura unifactorial de cada subescala y el criterio de

valoración del número de factores de cada subescala fue el gráfico de sedimentación. Como

se observa en cada gráfico de sedimentación, el número sugerido de factores por el criterio

de autovalor mayor a 1 (regla K1), es de un factor, ya que claramente después del primer

factor la pendiente se estabiliza. En algunos gráficos se puede observar la presencia de más

de un factor con autovalor mayor a 1, pero la pendiente está demasiado marcada, por lo que

se decide no tomar en cuento dichos autovalores. Es necesario señalar que, debido a que

cada subescala mide una estrategia docente en particular, el factor obtenido en cada análisis

es precisamente la estrategia a la cual corresponden los ítems. En este estudio se busca

comprobar la estructura unifactorial de cada subescala y el criterio de valoración del

número de factores de cada subescala fue el gráfico de sedimentación.

Figura 2. Gráfico de

Sedimentación de la Subescala

Actividad Generadora de

Información Previa

Figura 3. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Actividad Focal Introductoria

Figura 4. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Positivo, Negativo e Interesante

Figura 5. Gráfico de Sedimentación

de la Subescala Discusión

Guiada

Figura 6. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Objetivos e Intenciones

Figura 7. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Diagrama de Llaves

Figura 8. Gráfico de Sedimentación

de la Subescala Mapas

Conceptuales

Figura 9. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Respuesta Anterior-Pregunta-Respuesta Posterior

Figura 10. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Lo que sé, Lo que quiero saber y Lo que aprendí

Figura 11. Gráfico de

Sedimentación de la Subescala

Cuadro Sinóptico

Figura 12. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Conocimiento como Diseño / Analogías

Figura 13. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Resumen

Como se observa en cada gráfico de sedimentación, el número sugerido de factores

por el criterio de autovalor mayor a 1 (regla K1), es de un factor, ya que claramente

después del primer factor la pendiente se estabiliza. En algunos gráficos se puede observar

la presencia de más de un factor con autovalor mayor a 1, pero la pendiente está demasiado

marcada, por lo que se decide no tomar en cuento dichos autovalores. Es necesario señalar

que, debido a que cada subescala mide una estrategia docente en particular, el factor

obtenido en cada análisis es precisamente la estrategia a la cual corresponden los ítems.

Ahora bien, el porcentaje de la varianza que es explicada por cada factor, así como

los cargas factoriales de cada ítem se muestran en la Tabla 29. Las cargas (pesos)

factoriales o saturación del factor indican la contribución de la variable al factor. Los

factores con valores altos en los ítems son factores relacionados estrechamente con dicha

ítem.

Tabla 29. Porcentaje de la varianza y cargas factoriales

Subescala

Porcentaje de la

Varianza explicada

por un factor

Rango de cargas

factoriales

(valores absolutos)

Actividad Generadora de Información Previa 35.134% .308* a .751

Actividad Focal Introductoria 38.909% .521 a .695

Positivo, Negativo e Interesante 45.846% .314* a .778

Discusión Guiada 43.018% .381* a .774

Objetivos e Intenciones 57.632% .665 a .836

Diagrama de Llaves 71.209% .838 a .848

Mapas Conceptuales 63.868% .653 a .875

Respuesta anterior-Pregunta-Respuesta Posterior 64.625% .768 a .861

Lo que sé, Lo que Quiero saber, Lo que Aprendí 81.570% .881 a .927

Cuadro Sinóptico 74.408% .747 a .927

Conocimiento como Diseño / Analogías 50.877% .574 a .848

Resumen 42.414% .437 a .806

* Carga factorial de ítem que no cumple con el criterio de inclusión al factor

Para el análisis de cada factor, sólo se consideraron aquellos ítems cuya saturación

fue mayor a 0.40, ya que el criterio de inclusión de un ítem a determinado factor es cuando

este ítem muestra un peso factorial mayor o igual a .40 (Hair et al., 1999). Acorde a esto en

la Tabla 30 se indican con un asterisco (*) los ítems cuyas cargas factoriales muestran que

es imposible incluir dicho ítem en el factor. Por lo tanto en las subescalas con ítems de

cargas factoriales inadecuadas se procedió a eliminar dichos ítems y a hacer nuevamente el

análisis factorial exploratorio, con el método de extracción ya mencionado.

En el caso de la subescala Actividad Generadora de Información Previa, el ítem a

eliminar fue el LL3, en la subescala Positivo, Negativo e Interesante fue el PNI14 y en lo

que respecta a la subescala Discusión Guiada se eliminó el ítem DG1. Los resultados

obtenidos en los nuevos análisis se muestran a continuación.

Tabla 30. KMO y Barlett al eliminar ítems por pesos factoriales menores a .40

Subescala

KMO

Prueba de esfericidad de

Barlett

Actividad Generadora de Información Previa .869 X 2= 864.25; gl= 78;

p=.000

Positivo, Negativo e Interesante .910 X 2= 1324.442; gl= 78;

p=.000

Discusión Guiada .898 X 2= 1448.297; gl= 105;

p=.000

Como se observa en la tabla anterior, y como se esperaba, es viable el análisis

factorial exploratorio, ya que los valores de KMO son buenos y la prueba de esfericidad de

Barlett es significativa.

Los gráficos de sedimentación producto de la eliminación de ítems que continúan

recomendando un factor para cada subescala se muestran en las figuras 14 a 16.

Figura 14. Gráfico de Sedimentación

de la Subescala Actividad

Generadora de Información

Previa al eliminar el ítem LL3

Figura 15. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Positivo, Negativo e Interesante al eliminar el

ítem PNI14

Figura 16. Gráfico de Sedimentación de la Subescala Discusión Guiada al eliminar el ítem DG1

Asimismo se presenta el porcentaje de la varianza que es explicada por el factor y

los rangos nuevos de las cargas factoriales de los ítems de las subescalas, los cuales superan

el valor de .40, que funge como criterio de inclusión del ítem al factor.

Tabla 31.

Porcentaje de la varianza y cargas factoriales al eliminar ítems por pesos factoriales menores a .40

Subescala

Porcentaje de la

Varianza explicada

por un factor

Rango de cargas

factoriales

(valores absolutos)

Actividad Generadora de Información Previa 37.245% .432 a .750

Positivo, Negativo e Interesante 48.725% .537 a .777

Discusión Guiada 45.043% .499 a .775

Por último, es importante mencionar que, debido a que los pesos factoriales en cada

factor de cada subescala fueron adecuados, resultó innecesario rotar las soluciones.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Esta investigación surgió del interés de profundizar en el estudio de la aplicación de

las estrategias docentes en el aula. Dada la importancia que tiene actualmente el

constructivismo, en especial el aprendizaje significativo, diversos autores han analizado lo

que sucede en el aula con distintos enfoques y diseños de investigación. Sin embargo,

debido a las características de estas investigaciones, no se han localizado instrumentos con

reportes de fiabilidad y validez que midan la frecuencia de uso en el aula de las distintas

estrategias docentes; por lo que el propósito del presente estudio fue aplicar la metodología

existente sobre el desarrollo de instrumentos (Carretero-Dios y Pérez, 2005) y la estadística

multivariante al diseño de una escala tipo Likert válida y confiable, para el fin ya

comentado.

En camino al cumplimiento del objetivo Elaborar y construir un conjunto de

subescalas tipo Likert donde cada una evalúe la frecuencia de uso de una estrategia

docente, después de realizar la revisión teórica y de estudios empíricos, se tuvo especial

cuidado en la elección de las estrategias docentes a considerar, pues se trató de asegurar que

éstas realmente tuvieran indicadores factibles de redactarse por medio de ítems

operacionales que dieran prueba de que se podría fomentar el aprendizaje significativo al

aplicarlas. Asimismo, una vez creados los ítems se presentaron a dos grupos de expertos.

Referente al objetivo que versa sobre Determinar la validez de contenido de la

escala mediante juicio de expertos se encontró que, producto de la evaluación de contenido

de los ítems por parte de dos jueces con conocimientos sobre diseño de instrumentos y

estrategias docentes, la confiabilidad las categorías de sugerencias dada por éstos, osciló

entre .2 y 1; según Hernández Sampieri et al. (2006) se considera aceptable la confiabilidad

cuando el puntaje sea de .85 o más, por lo que se deduce que la confiabilidad entre los

análisis de contenido hechos por los jueces es aceptable sólo en 4 categorías. Y respecto a

ello, se eliminó la subescala Ilustraciones, se corrigió ortografía y gramática de los ítems, se

utilizaron los sinónimos recomendados y se realizaron adiciones y eliminaciones de ítems o

parte de éstos. Lo anterior, avalado con la experiencia en el tema y en el diseño de ítems de

la autora.

En relación a la evaluación de la validez de contenido de los ítems por parte de tres

expertos, la confiabilidad de cada una de las estrategias osciló entre .87 y 1; lo que según

Hernández Sampieri et al. (2006) se considera aceptable pues supera el puntaje de .85, por

lo tanto se deduce que el análisis cuantitativo de contenido realizado por los jueces fue

adecuado.

Posteriormente de la evaluación de la confiabilidad, la escala ya hecha se aplicó a

una muestra para la evaluación de sus propiedades psicométricas y así alcanzar el tercer

objetivo. Los resultados relacionados con la confiabilidad inter-ítem se analizaron mediante

el Alpha de Cronbach. Acorde con De Villes (citado por García Cadena, 2009), y como se

distingue en el apartado anterior, se califica como muy buena la confiabilidad de todas las

subescalas, excepto Diagrama de Llaves que obtuvo una confiabilidad respetable; lo que

lleva a aceptar la H1.

Siguiendo en la misma línea, otra propiedad psicométrica que se evaluó fue la

validez de constructo, respecto a la cual se afirma que los gráficos de sedimentación de

cada subescala (figuras 2 a 16) y la regla K1 del análisis factorial indican que un factor es el

recomendado para cada una; lo que es congruente ya que cada una mide la frecuencia de

uso de una sola estrategia docente que fomenta el aprendizaje significativo; por lo que la H2

se acepta también. Igualmente, como ya se indicó (tablas 29 y 31), las cargas factoriales de

los ítems son adecuadas para cada factor de las subescalas que componen la EEDAS.

Según los resultados del Alpha de Cronbach, al eliminar los ítems LL3, PNI14,

DG1, CS1 y CS4 se incrementa la confiabilidad de sus respectivas subescalas. Sin embargo,

el análisis factorial exploratorio sólo indica la eliminación de los ítems LL3, DG1 y PNI14

porque su carga factorial es menor a .40; pero finalmente se decidió conservar los ítems

CS1 y CS4. Se recomienda ver el Apéndice A para ver los ítems que se de los que ha

prescindido.

La razón de la decisión anterior, se debió en primer lugar a que la saturación de los

ítems CS1 y CS4 es adecuada; en segundo lugar, a que la confiabilidad de la subescala

Cuadro Sinóptico con la totalidad de sus ítems es de .91 y al eliminar estos dos incrementa

a .93; y si se observa ambas confiabilidades son muy buenas (es decir, al eliminar los ítems

no se beneficiaría sustancialmente el instrumento) y en tercer lugar, dichos ítems

representan visualmente dos formas en las cuales se puede hacer un cuadro sinóptico. Por

lo cual se prefiere renunciar al beneficio estadístico que otorgaría la eliminación de los

ítems y conservar el beneficio teórico que se da gracias a la representación visual de la

estrategia.

El instrumento final se muestra en el Apéndice D, con las adecuaciones producto de

la evaluación de las propiedades psicométricas de la Escala de Estrategias Docentes para

Aprendizajes Significativos (EEDAS) aplicada originalmente.

En síntesis, los objetivos planteados se fueron cumpliendo a lo largo del estudio y

los resultados obtenidos aportan evidencia de que la EEDAS es un instrumento que cuenta

con las propiedades psicométricas adecuadas para contribuir en investigaciones futuras

relacionadas con el tema, realizadas en ambientes y condiciones similares.

Analizando los resultados en el contexto teórico de referencia (Ausubel 1978;

Ausubel, Novak y Hanesian, 1978, 1983; Díaz Barriga y Hernández Rojas 2002, 2010) y en

específico basándose en la definición de aprendizaje significativo, cuya esencia es

relacionar la información nueva con la información anterior activando los conocimientos

previos de los alumnos y enlazándolos con los nuevos conocimientos, se puede afirmar que

cada subescala contiene en sus ítems indicadores de las distintas formas en las cuales

pueden ejecutarse las diferentes estrategias contribuyendo al aprendizaje significativo. A

continuación se presenta un recorrido por cada subescala para analizar desde el constructo

aprendizaje significativo como se encuentra éste inmerso en sus ítems. Por lo que se

considera necesario checar a la par que se hace esta revisión leer la escala final localizada

en el Apéndice B.

En lo que respecta a la subescala Actividad Generadora de Información Previa los

ítems LL3, LL4 y LL5 contienen acciones que llevan a la activación de conocimientos

previos y en los ítems LL12 y LL13 se favorece el enlace de los conocimientos previos con

la nueva información.

En la subescala Actividad Focal Introductoria de los primeros ítems presentan

situaciones que llaman la atención del alumno con actividades novedosas y en los últimos

se enlaza la actividad nueva con los conocimientos previos.

En la subescala Positivo, Negativo e Interesante se presentan distintas situaciones

que puede promover el profesor para activar los conocimientos previos de los alumnos

tomando en cuenta varios aspectos de una situación y ampliando su campo perceptual.

Referente a la subescala Discusión Guiada, se pone como indicador comprobar la

lectura previa para que el alumno tenga un conocimiento anterior, igualmente de los ítems

DG2 a DG14 se incluyen distintas formas en que los docentes pueden preguntar a los

alumnos sobre sus nociones sobre el tema o viceversa y en el ítem DG15 se hace el cierre

del conocimiento anterior con el nuevo.

El uso de los objetivos como estrategia docente se plasma en la subescala Objetivos

e Intenciones y sus ítems muestran distintos modos de asegurarse de que los alumnos sepan

y comprendan que se espera de ellos, por lo que al conocerlos estarán tratando durante la

clase de relacionar lo expuesto por el profesor con la meta ya planteada.

Las estrategias diagramas de llaves y mapas conceptuales por su forma jerárquica de

estructurar la información colaboran a que alumno ubique exactamente que concepto

general incluye al concepto particular y enlace ambos conceptos; y al tener el alumno esa

estructura organizada el aprendizaje significativo simplemente se privilegia. Dichas

características se ubican a los largo de sus respectivas subescalas

En la subescala Respuesta Anterior-Pregunta-Respuesta Posterior se indican

comportamientos donde se puede evaluar si el docente emite una o varias preguntas

centrales sobre el tema a sus alumnos y hace que en primer momento, activen sus

conocimientos previos al contestarla sin leer el texto y más adelante provoca el enlace con

lo nuevo al solicitar que la contesten ya habiendo tenido la experiencia de aprendizaje. De

forma similar funciona la subescala Lo que Sé, Lo que Quiero Saber y lo que Aprendí.

En la subescala Cuadro Sinóptico el enlace de los conocimientos se evalúa por

medio de comparaciones de distintos aspectos de los distintos temas a realizar.

En relación, con la subescala Conocimiento como Diseño, se identifica la activación

del conocimiento previo en los ítems que incluyen conductas sobre la presentación de un

caso relacionado con el tema y se favorece el enlace del conocimiento anterior con el nuevo

en los ítems que ponen de manifiesto la discusión y cierre con los alumnos.

Por último, la subescala Resumen examina la presencia de conductas que hacen que

el alumno utilice sus conocimientos ya existentes al evaluar el uso de las reglas para

llevarlo a cabo como son la supresión, la generalización y la construcción, ya que se

necesita de conocimientos previos para poder realizarlas.

Como ya se comentó cada subescala está acorde con marco teórico de referencia y

con todo lo anterior relacionado con los análisis estadísticos se vislumbra la primera

aportación del estudio: dotar de un instrumento confiable y válido a los investigadores de la

psicología educativa, en especial a aquellos interesados en indagar las formas en las que los

docentes imparten su cátedra.

La EEDAS no sólo favorecerá al desarrollo de investigaciones con enfoque

cuantitativo, sino que será de gran de ayuda en los estudios con enfoque mixto como

instrumento de recolección de datos coadyuvante en la triangulación de los datos, la cual es

una forma de examinar la confiabilidad de los resultados de la parte cualitativa de éstos.

Las contribuciones de la EEDAS no están delimitadas a la metodología de la

investigación, sino que es probable que su difusión colabore en aumentar aún más el

alcance que hasta el momento ha tenido la aplicación de la Teoría del Aprendizaje

Significativo, pues se considera que la redacción de sus ítems pudiera colaborar a una

mejor comprensión de ésta y de la forma en que sus principios se pueden aplicar mediante

las estrategias docentes adecuadas. Además a quien esté interesado en el tema le será más

fácil acceder a él por medio de la escala.

Dado que la EEDAS mide uno a uno los componentes, momentos y pasos a seguir

de las estrategias que la integran, puede resultar también útil para detectar la correcta

aplicación de la técnica en pleno y corregir o complementar la forma en que se había estado

aplicando hasta el momento. Asimismo, por esta misma característica, la EEDAS puede

resultar útil para averiguar los posibles efectos de adecuaciones particulares que se le

puedan dar a las estrategias y mejorarlas o complementarlas.

Los distintos puntajes de cada una de las subescalas de la EEDAS pueden resultar

un buen indicador de la manera en que el enfoque constructivista ha sido integrado a la

práctica docente en las distintas instituciones educativas, así como para describir la

situación en la que se encuentran tales instituciones respecto a la correspondencia entre la

manera de impartir las cátedras por parte de sus docentes y lo establecido como objetivo en

sus programas académicos, modelos educativos y visiones institucionales, tal como lo

hicieron Albarrán (2003) y Gonzaga (2005) en sus respectivas investigaciones pero con

usando técnicas del enfoque cualitativo.

Se recomienda la adaptación de la EEDAS para poder aplicarla en las distintas

facultades de la UANL y demás instituciones educativas de otros estados y países que

cuenten con licenciaturas, ingenierías y otros grados académicos de educación superior y

media superior de características diferentes a las de la muestra del presente estudio. Sin

embargo, se exhorta a tener especial cuidado con la estrategia Diagrama de Llaves pues al

plantearla no se tomaron en cuenta las variantes de esta estrategia en el idioma inglés, y los

ítems que la integran no describen todas las variantes en que se puede presentar su

homóloga en tal idioma (Tree Diagram).

Asimismo se considera factible la adaptación de cada una de las subescalas de la

EEDAS para desarrollar un instrumento cuya población objetivo sean los estudiantes y de

esta manera, poder medir la frecuencia de uso de estas mismas estrategias que fomentan el

aprendizaje significativo por parte de los alumnos en particular, como indicador de la

apropiación de las mismas a sus métodos de estudio y así tener una perspectiva más

integradora de las ventajas que implica tomar un modelo educativo con la Teoría del

Aprendizaje Significativo como eje de partida.

Debido a que la EEDAS contiene sólo estrategias que fomentan aprendizajes

significativos y deja fuera a aquellas actividades que hace el docente con la finalidad de que

el alumno aprenda más relacionadas con el aprendizaje memorístico, se considera que sería

favorable el diseño de instrumentos con dichas características, y más aún, la aplicación

conjunta de ambos para poder hacer comparaciones entre estos distintos tipos de

aprendizaje, observar las bondades de cada uno y como es que en la práctica pueden llegar

a complementarse.

Es indispensable enfatizar el hecho de que si bien es cierto que las estrategias

docentes son parte fundamental en el aprendizaje del alumno, existen otras variables que

están implicadas en el producto final del proceso de enseñanza-aprendizaje. Algunas de

ellos son la asistencia a clase, el seguimiento correcto del programa de la materia o unidad

de aprendizaje, las características de su evaluación, el compromiso y la actitud del profesor,

así como los recursos didácticos que use en su cátedra, entre otras (Muñoz et al., 2002).

Entre los factores que afectan el proceso de enseñanza-aprendizaje también están

implícitos aquellos que tienen que ver, en su mayoría, con las características personales de

cada uno de los estudiantes, como lo son sus procesos cognoscitivos básicos, sus creencias,

sus conocimientos previos acerca de las contenidos teóricos y prácticos de las materias que

cursa, su conocimiento metacognitivo y la capacidad de controlar su propia conducta

(Beltrán, 1998; Brown, 1975; Dembo y Eaton, 2000; Flavell y Wellman, 1977;

Zimmerman, 1995).

Adicional a ello, hay otro agente que interviene y condiciona el aprendizaje en el

aula: la motivación. Respecto al uso de las estrategias docentes en el aula, la motivación del

estudiante es un determinante en el éxito o fracaso en la aplicación de ciertas estrategias

docentes. A este respecto, debe señalarse que el 5% de los sujetos participantes

manifestaron, de forma espontánea, no poder aplicar las distintas estrategias docentes que

conocen debido a la falta de motivación de sus estudiantes.

Dado que no se encontró un instrumento en particular que se correspondiera o fuera

medianamente similar con el objetivo y la naturaleza que la EEDAS posee, no fue posible

medir la validez de criterio de la misma mediante la comparación de sus resultados con los

resultados de otro instrumento. Por lo anterior habrá que estar atentos de la aparición de

otro instrumento que cumpla con tales características y de esta manera complementar la

revisión de las propiedades psicométricas aquí presentada, no porque estas últimas hayan

sido insuficientes, sino porque es conveniente hacer un análisis exhaustivo y comprobar por

medio de todos los recursos posibles la validez y confiabilidad del instrumento.

Finalmente, conviene destacar que las respuestas de los participantes pudieran estar

influenciadas por alguno de los factores mencionados anteriormente. Asimismo el tipo de

muestreo empleado conlleva una limitante metodológica, debido a que no es posible

asegurarse de las condiciones en las que los sujetos contestaron el instrumento. El carácter

de auto-reporte que conlleva la aplicación de la EEDAS, igual que cualquier otro

instrumento de este tipo, posee la limitante de que el participante conteste el instrumento

basándose en la deseabilidad social más que en la realidad de su práctica diaria.

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APÉNDICES

APÉNDICE A

EEDAS: Escala de Estrategias Docentes para Aprendizajes Significativos

El presente instrumento es una escala tipo Likert diseñada para examinar la presencia de indicadores del uso de 12 estrategias docentes que fomentan aprendizajes significativos en el aula.

Instrucciones: A continuación se le presentan 12 series de ítems sobre comportamientos que pudiera usted presentar en el aula, así como las siguientes opciones de respuesta: Siempre, Muchas veces, Algunas veces, Pocas veces y Nunca. Indique por favor marcando con una X en la columna la alternativa que más se acerque a la frecuencia con la cual durante el desarrollo de las unidades de aprendizaje (temas, sesiones o clases) del último mes su comportamiento cumple con las características

presentadas en el ítem, de acuerdo a la siguiente tabla:

Categoría de respuesta % de veces en que se realiza el comportamiento en el mes

Siempre 100% Muchas veces 75% Algunas veces 50% Pocas veces 25%

Nunca 0% Intente usar poco la categoría de respuesta Algunas veces, a menos que realmente así sea su caso. I. Subescala Actividad Generadora de Información Previa / Lluvia de Ideas

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

LL1. Propongo a mis alumnos algún tema para discutirlo en grupo. LL2. Escojo, en conjunción con mis alumnos, un tema para discutirlo en el grupo. LL3. Indico a mis alumnos el tema que se discutirá tomando como base el programa de la clase.

Sobre un tema ya propuesto les doy a mis alumnos un tiempo limitado para que… LL4. Piensen en ideas concernientes con éste. LL5. Escriban en sus libretas ideas relacionadas. LL6. Dialoguen con sus compañeros sobre todas las concepciones que tienen sobre el mismo.

Una vez que los alumnos han listado sus ideas sobre un tema propuesto les solicito que… LL7. Las enuncien frente al grupo verbalmente. LL8. Las escriban en el pizarrón o en algún medio de instrucción similar para poder presentarlas a sus compañeros.

A partir de las ideas de mis alumnos… LL9. Propicio una breve discusión sobre las mismas. LL10. Inicio la evaluación de éstas incitando al grupo a participar. LL11. Destaco aquellas cuya información es pertinente al tema. LL12. Señalo la información errónea. A partir de la información pertinente expresada grupalmente… LL13. Solicito a los alumnos que la relacionen libremente con el material que será aprendido.

LL14. Dirijo a los alumnos mediante instrucciones a que la relacionen con la información que se revisará en clase.

II. Actividad Focal Introductoria

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Antes de iniciar el tema, la clase o la unidad… AF1. Muestro a mis alumnos alguna situación sorprendente en dibujos o imágenes relacionada con el tema.

AF2. Presento a los estudiantes fracciones cortas de series, películas, caricaturas o videos de actualidad que pudieran ser de interés.

AF3. Pido a mis alumnos que lleven a cabo alguna acción novedosa dentro del aula. AF4. Asigno al grupo alguna actividad llamativa a realizar fuera del aula. AF5. Relato a mis alumnos situaciones ficticias relacionadas con el tema. AF6. Expongo a mis alumnos narraciones inimaginables pero reales acorde al tema que se expondrá.

AF7. Llamo la atención de mis alumnos con actividades curiosas relacionadas con el tema.

AF8. Narro a mis alumnos chistes relacionados con el tema para que estén atentos durante la clase.

AF9. Comento a mis alumnos sobre los beneficios (profesionales, personales y económicos) que existen al dominar la información a tratar.

Una vez llamada la atención de mis alumnos con alguna situación sorprendente les pido que… AF10. Piensen la relación de la actividad con el tema. AF11. Relacionen la actividad con sus conocimientos anteriores. AF12. Expliquen el tema incluyendo las características de la actividad y sus concepciones anteriores sobre éste.

AF13. Realicen una comparación de lo que la actividad les enseñó con lo que creían conocer del tema antes de la actividad.

III. Positivo, Negativo e Interesante

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Para que mis alumnos tengan una perspectiva global de una postura teórica, un contenido, o un procedimiento… PNI1. Menciono sus aspectos favorables.

PNI2. Les indico que busquen en diversas fuentes otros aspectos favorables, aparte de los ya mencionados.

PNI3. Formo equipos para que a través de la discusión generen ideas de las razones por las cuales son adecuados sus planteamientos.

PNI4. Solicito que de manera grupal mencionen todos sus beneficios. PNI5. Indico las dificultades de su aplicación. PNI6. Les pido que hablen sobre sus aspectos negativos. PNI7. Les sugiero que discutan sus desventajas. PNI8. Les pido que enuncien sus puntos en “contra”. PNI9. Les manifiesto sus aspectos curiosos. PNI10. Les pido que investiguen si hay algún dato relevante del tema que puedan aportar a la clase.

PNI11. Les solicito que en su libreta anoten por qué podría ser atractivo. PNI12. Les sugiero que descubran por qué podría ser interesante. PNI13. Les requiero que establezcan las razones de por qué resulta importante usar dichos contenidos.

PNI14. Les indico que me cuestionen sobre sus dudas.

IV. Discusión Guiada

Conductas que puede presentar en el aula

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Antes de iniciar la explicación de un tema… DG1. Solicito lectura previa. DG2. Propongo la realización de alguna actividad de aprendizaje que compruebe la lectura previa del tema.

Durante el desarrollo del tema… DG3. Cuestiono a mis alumnos para saber cuáles son las ideas que ellos han elaborado a partir de la lectura asignada.

DG4. Realizo a mis alumnos preguntas intercaladas durante la exposición de la clase. DG5. Fomento en el aula la participación activa de los alumnos por medio de comentarios que motiven al alumno a contestar.

DG6. Hago a mis alumnos preguntas que conllevan respuestas que incluyen la mayoría de las ideas expresadas en el texto.

DG7. Cuestiono críticamente a los alumnos sobre las concepciones de los autores revisados en la clase.

DG8. Cuando cuestiono a un alumno y éste se equivoca, lo guío a buscar otras alternativas a su respuesta.

DG9. Me aseguro de que el material haya sido asimilado correctamente mediante interrogaciones.

DG10. Hago que mis alumnos apliquen lo aprendido en clase mediante la narración de sus propias experiencias previas con situaciones similares a las revisadas en clase.

DG11. Realizo preguntas a mis alumnos del tema que están relacionadas con conocimientos adquiridos en sesiones anteriores.

DG12. Indico a mis alumnos que es necesario que me cuestionen durante la exposición de la clase.

DG13. Propicio el diálogo abierto en el grupo. DG14. Dirijo a mis alumnos a expresar sus inferencias con respecto al tema. DG15. Propicio un ambiente de confianza en el que los alumnos se sientan libres de expresar sus percepciones del tema.

DG16. Hago cierres uniendo las ideas de mis alumnos, las mías y lo expresado en el texto.

V. Objetivos e Intenciones

Conductas que puede presentar en el aula

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Antes de iniciar un tema…. OI1. Comparto a mis alumnos los objetivos para que juntos planteemos una idea en común hacia donde se dirige la clase.

OI2. Enuncio a mis alumnos las metas a lograr. OI3. Me aseguro de que mis alumnos estén al tanto de lo que se espera de ellos. OI4. Propicio en el grupo la lectura de los objetivos (o metas) correspondientes a la hora clase.

Los objetivos (o metas) que les presento a mis alumnos… OI5. Están redactados de forma clara. OI6. Tienen un vocabulario apropiado al alumno.

VI. Diagrama de Llaves

Conductas que puede presentar en el aula

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Al exponer un tema... DLL1. Utilizo llaves para organizar la información que les presento a los alumnos. DLL2. Presento a mis alumnos la información jerarquizada de lo general a lo particular.

DLL3. Jerarquizo la información de izquierda a derecha.

VII. Mapas Conceptuales

Conductas que puede presentar en el aula

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MC1. Explico la clase mediante mapas conceptuales. MC2. Muestro a mis alumnos un mapa conceptual que ilustre las partes clave del tema para que tengan un claro ejemplo de cómo se hace.

MC3. Requiero que mis alumnos realicen mapas conceptuales. Al elaborar un mapa conceptual… MC4. Realizo una lista de los conceptos comprendidos en el tema. MC5. Clasifico los conceptos incluidos en el tema en base a las relaciones existentes entre ellos.

MC6. Establezco niveles de inclusión entre los conceptos. MC7. Hago notar el concepto nuclear ubicándolo en la parte superior si es que se trata del de mayor generalidad.

MC8. Resalto el concepto nuclear del tema con un formato diferente al del resto cuando éste es un concepto que se incluye en otro concepto.

MC9. Elaboro un borrador de éste para futuras correcciones. MC10. Escribo palabras enlace en las líneas entre los conceptos. MC11. Incluyo enlaces cruzados. MC12. Encierro en un círculo o un recuadro los conceptos. MC13. Agrego ejemplos. MC14. Para identificar relaciones no previstas entre los conceptos implicados lo reelaboro al menos una vez.

MC15. Al presentarlo al grupo doy una explicación acerca de los conceptos y sus relaciones.

Al revisar el mapa conceptual de mis alumnos verifico que éste… MC16. Contenga los conceptos comprendidos en el tema. MC17. Clasifique los conceptos incluidos en el tema en base a las relaciones existentes entre ellos.

MC18. Establezca niveles de inclusión entre los conceptos. MC19. Haga notar el concepto nuclear ubicándolo en la parte superior si es que se trata del de mayor generalidad.

MC20. Resalte el concepto nuclear del tema con un formato diferente al del resto cuando éste es un concepto que se incluye en otro concepto.

MC21. Contenga palabras enlace en las líneas entre los conceptos. MC22. Incluya enlaces cruzados. MC23. Encierre en un círculo o un recuadro los conceptos. MC24. Tenga ejemplos.

VIII. Respuesta anterior-Pregunta-Respuesta Posterior (Ra-P-Rp)

Conductas que puede presentar en el aula

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Antes de que mis alumnos conozcan un contenido teórico o práctico… APP1. Redacto en algún medio de instrucción las preguntas medulares del tema para que sean contestadas de forma individual.

APP2. Les solicito a mis alumnos que contesten en su libreta una serie de preguntas sobre sus conceptos centrales.

APP3. Formo equipos de trabajo para que contesten en un medio de instrucción preguntas medulares del tema.

APP4. Los cuestiono grupalmente sobre sus aspectos esenciales tomando nota de sus respuestas en algún medio de instrucción.

Posterior al desarrollo del tema… APP5. Retomo las preguntas iniciales y les pido a los alumnos que las vuelvan a responder en sus libretas individualmente.

APP6. Les indico a mis alumnos que se reintegren en los equipos formados al inicio de la clase y contesten otra vez las preguntas.

APP7. Cuestiono nuevamente a mis alumnos sobre los aspectos medulares del tema de una forma grupal, anotando sus respuestas en el mismo medio de instrucción que al iniciar la clase.

IX. Lo que Sé, Lo que Quiero saber, Lo que Aprendí (SQA)

Conductas que puede presentar en el aula

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Antes de iniciar el tema, la clase o la unidad les muestro a mis alumnos, en algún medio de instrucción, esta tabla

S

(Sé)

Q

(Quiero saber)

A

(Aprendí)

y les solicito que… SQA1. La copien en sus libretas para que, en relación al tema, contesten las primeras dos columnas.

SQA2. Que en equipos de trabajo la tracen y contesten qué es lo que saben del tema y qué es lo que quieren saber.

SQA3. Grupalmente me enuncien lo que conocen del tema y lo que desean saber de

éste, al tiempo que anoto sus respuestas. Posterior al desarrollo del tema… SQA4. Les indico a mis alumnos que completen en sus libretas la tabla completando la última columna.

SQA5. Les indico que retornen a sus equipos y contesten con los nuevos conocimientos aquiridos.

SQA6. Les pregunto de una forma verbal que es lo qué aprendieron y lo registro en mi medio de instrucción.

X. Cuadro Sinóptico

Conductas que puede presentar en el aula

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CS1. Pido a mis alumnos que tracen una tabla como la siguiente Tema (s) Aspecto A Aspecto B

para que desarrollen los mismos aspectos de distintos temas.

CS2. Trato de que mis alumnos hagan comparaciones de los contenidos mediante una tabla.

CS3. Al explicar los mismos aspectos pero de temas diferentes uso cuadros comparativos.

CS4. Uso tablas para que los alumnos contrasten información contraria de un tema como la siguiente:

Tema (s) Causas Consecuencias

CS5. Ante la presencia de aspectos antagónicos de un mismo tema les indico a mis alumnos que realicen una tabla de doble columna para que ahí desarrollen el tema.

XI. Conocimiento como diseño / Analogías

Conductas que puede presentar en el aula

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Cuando decido explicarles a mis alumnos el tema con un ejemplo concreto… ACD1. Les menciono un caso concreto (ejemplo) relacionado al tema.

ACD2. Trato de que el caso mencionado a los alumnos sea un ejemplo familiar o cotidiano.

ACD3. Hago comparaciones entre el tema y el caso concreto o un ejemplo. ACD4. Señalo en el ejemplo las partes características que se relacionan con el tema. ACD5. Utilizo palabras como “es semejante a”, “se parecen en” , “lo mismo sucede con” o algún sinónimo para establecer conexiones del tema con el ejemplo.

ACD6. Cierro el tema propiciando en los alumnos el diálogo para que concluyan su aprendizaje.

ACD7. Finalizo el tema con la participación de los alumnos en la elaboración de una síntesis de lo aprendido.

ACD8. Recalco ante los alumnos las posibles situaciones en las cuales el ejemplo puede no ser 100% aplicable al contenido.

ACD9. Les indico a los alumnos las diferencias que pudieran existir entre el tema y el ejemplo.

ACD10. Pido a mis alumnos que ejemplifiquen de manera breve en qué situaciones NO aplicaría algún ejemplo dado.

XII. Resumen

Conductas que puede presentar en el aula

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Antes de la exposición del tema… RE1. Dedico pocos minutos para sintetizarles a mis alumnos el contenido de lo que se aprenderá en dicha sesión.

RE2. Pido a mis alumnos que lean la parte introductoria al tema presentada en el texto. RE3. Solicito a mis alumnos que extraigan del texto las ideas principales a modo de resumen escrito.

RE4. Pido que introduzcan al grupo al tema de una forma oral resumiendo los aspectos principales a revisar en la clase.

Al finalizar el tema… RE5. Entrego a mis alumnos un escrito que contenga de forma abreviada lo revisado en la clase.

RE6. Presento a mis alumnos una recapitulación del tema de forma oral. RE7. Solicito a mis alumnos que den una lectura al resumen incluido al finalizar en el tema en su libro de texto.

RE8. Pido a mis alumnos que recapitulen los conceptos principales del texto de forma escrita.

RE9. Hago que los alumnos de forma oral sinteticen al grupo los conocimientos adquiridos sobre el tema.

Al presentarles a mis alumnos un resumen del contenido trato de… RE10. Omitir información de importancia secundaria. RE11. Suprimir información repetitiva.

RE12. Englobar los conceptos parecidos entre sí en ideas supraordinadas (de mayor nivel de generalidad).

RE13. Reemplazar proposiciones presentadas en uno o más párrafos por proposiciones nuevas producto de actividad inferencial constructiva.

Al hacer elaborar a mis alumnos su resumen verifico que… RE14. Incluyan las ideas principales. RE15. Omitan información de importancia secundaria. RE16. Supriman información repetitiva. RE17. Engloben los conceptos parecidos entre sí en ideas supraordinadas (de mayor nivel de generalidad).

RE18. Reemplacen proposiciones presentadas en uno o más párrafos por proposiciones nuevas producto de actividad inferencial constructiva.

APÉNDICE B

MATRIZ ESTRATEGIAS DOCENTES PARA APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS

Estrategia Definición

Conceptual

Definición

Operacional

Indicadores Ítems

Actividad

generadora

de

información

previa

Lluvia de

ideas

Es una

estrategia que

permite a los

alumnos

reflexionar y

compartir los

conocimientos

previos sobre

un tema

determinado.

Algunos

autores se

refieren a

éstas como

lluvia de ideas

o tormenta de

ideas.

El maestro

propone un

tema y hace

una pregunta

central del

tema a los

alumnos; a

continuación

pide a sus

alumnos que

expresen un

número

determinado

de ideas

sobre dicho

tema, ya sea

de forma oral

o escrita, en

individual o

en equipo.

Una vez

expresadas

las ideas, se

presentan al

grupo y el

maestro las

valora y

propicia la

evaluación de

éstas por

parte de los

alumnos. Y

para hacer el

cierre de la

estrategia,

relaciona los

pensamientos

expresados

por los

alumnos con

el tema a

revisar.

Proponer el

tema.

LL1. Propongo a mis alumnos algún tema

para discutirlo en grupo.

LL2. Escojo, en conjunción con mis

alumnos, un tema para discutirlo en el grupo

LL3. Indico a mis alumnos el tema que se

discutirá tomando como base el programa

de la clase

Listar ideas.

Sobre un tema ya propuesto les doy a mis

alumnos un tiempo limitado para que….

LL4. Piensen en ideas concernientes con

éste

LL5. Escriban en sus libretas ideas

relacionadas

LL6. Dialoguen con sus compañeros sobre

todas las concepciones que tienen sobre el

mismo

Expresar las

ideas.

Una vez que los alumnos han listado sus

ideas sobre un tema propuesto les solicito

que…

LL7. Las enuncien frente al grupo

verbalmente

LL8. Las escriban en el pizarrón o en algún

medio de instrucción similar para poder

presentarlas a sus compañeros

Evaluar el

contenido de

ideas.

A partir de las ideas de mis alumnos…

LL9. Propicio una breve discusión sobre las

mismas.

LL10. Inicio la evaluación de éstas

incitando al grupo a participar.

LL11. Destaco aquellas cuya información

es pertinente al tema

LL12. Señalo la información errónea

Propiciar el

aprendizaje

significativo.

A partir de la información pertinente

expresada grupalmente…

LL13. Solicito a los alumnos que la

relacionen libremente con el material que

será aprendido

LL14. Dirijo a los alumnos mediante

instrucciones a que la relacionen con la

información que se revisará en clase.

Continúa matriz de estrategias docentes...

Estrategia Definición

Conceptual

Definición

Operacional

Indicadores Ítems

Actividad

focal

introductoria

Se entiende

por esto

aquellas

estrategias que

buscan atraer

la atención de

los alumnos,

activar los

conocimientos

previos e

incluso crear

una apropiada

situación de

motivación al

inicio. Los

tipos de

actividad focal

introductoria

más efectivos

son aquellos

que presentan

situaciones

sorprendentes,

incongruentes

o discrepantes

con los

conocimientos

previos de los

alumnos. Las

funciones

centrales de

esta estrategia

serían las

siguientes:

a. Actuar

como

situaciones

que activan los

conocimientos

previos de los

alumnos.

Especialmente

cuando la

presentación

de la estrategia

se acompaña

de

participaciones

de los alumnos

para exponer

El maestro

llama la

atención de

los alumnos

presentándoles

situaciones

sorprendentes.

Llamar la

atención de

los alumnos

con algo

sorprendente.

Antes de iniciar el tema, la clase o la

unidad…. AF1. Muestro a mis alumnos alguna

situación sorprendente en dibujos o

imágenes relacionada con el tema.

AF2. Presento a los estudiantes

fracciones cortas de series, películas,

caricaturas ó videos de actualidad que

pudieran ser de interés.

AF3. Pido a mis alumnos que lleven a

cabo alguna acción novedosa dentro del

aula.

AF4. Asigno al grupo alguna actividad

llamativa a realizar fuera del aula.

AF5. Relato a mis alumnos situaciones

ficticias relacionadas con el tema.

AF6. Expongo a mis alumnos

narraciones inimaginables pero reales

acorde al tema que se expondrá.

AF7. Llamo la atención de mis alumnos

con actividades curiosas relacionadas

con el tema.

AF8. Narro a mis alumnos chistes

relacionados con el tema para que estén

atentos durante la clase.

AF9. Comento a mis alumnos sobre los

beneficios (profesionales, personales y

económicos) que existen al dominar la

información a tratar.

Relacionar la

actividad

sorprendente

con los

conocimientos

previos.

Una vez llamada la atención de mis

alumnos con alguna situación

sorprendente les pido que… AF10. Piensen la relación de la

actividad, con el tema.

AF11. Relacionen la actividad con sus

conocimientos anteriores

AF12. Expliquen el tema incluyendo las

características de la actividad y sus

concepciones anteriores sobre éste.

AF13. Realicen una comparación de lo

que la actividad enseñó contra lo que

creían conocer del tema antes de la

actividad.

razones,

hipótesis,

etcétera.

b. Servir como

foco de

atención o

referente para

discusiones

posteriores.

c. Influir de

manera

poderosa en la

atención y

motivación de

los alumnos.

Continúa matriz de estrategias docentes…

Estrategia Definición

Conceptual

Definición

Operacional

Indicadores Ítems

Discusión

guiada

Preguntas

Es un

procesamiento

interactivo a

partir del cual,

el profesor y

los alumnos,

hablan acerca

de un tema

determinado.

En la

aplicación de

esta

estrategia,

desde el

inicio, los

alumnos

activan sus

conocimientos

previos, y

gracias a los

intercambios

en la

discusión con

el profesor

pueden ir

desarrollando

y

compartiendo

con los otros

información

previa que

pudieron no

poseer (o al

menos no del

mismo modo)

antes de que

El maestro

realiza la

exposición de la

clase, a la vez

que va

exponiendo hace

preguntas a sus

alumnos sobre

los contenidos

teóricos de ésta y

del tema o

experiencias de

los alumnos.

Al tiempo que

realiza esto,

incita a los

alumnos a que

ellos también

realicen

cuestionamientos

sobre tema. Es

necesario que el

maestro solicite,

antes de iniciar

la estrategia, la

lectura previa del

material para que

ésta pueda ser

efectiva.

Solicitar a

los alumnos

lectura

previa del

material.

Antes de iniciar la explicación de un

tema… DG1. Solicito lectura previa.

DG2. Propongo la realización de alguna

lectura de aprendizaje que compruebe la

lectura previa del tema.

Hacer

preguntas

relacionadas

al tema.

Durante el desarrollo del tema…. DG3. Cuestiono a mis alumnos durante la

clase para observar cuales son las ideas que

ellos han elaborado a partir de la lectura

asignada.

DG4. Realizo a mis alumnos preguntas

intercaladas durante la exposición de la

clase.

DG5. Fomento en el aula la participación

activa de los alumnos por medio de

comentarios que motiven al alumno a

contestar.

DG6. Hago a mis alumnos preguntas que

conllevan respuestas que incluyen la

mayoría de las ideas expresadas en el texto.

DG7.Cuestiono críticamente a los alumnos

sobre las concepciones de los autores

revisados en la clase.

DG8. Cuando cuestiono a un alumno, y éste

se equivoca, lo guío a buscar otras

alternativas a su respuesta.

DG9. Me aseguro de que el material haya

sido asimilado correctamente mediante

interrogaciones.

DG10. Hago que mis alumnos apliquen lo

aprendido en clase mediante la narración de

sus propias experiencias previas con

situaciones similares a las revisadas en

clase.

DG11. Realizo a mis alumnos preguntas del

tema que están relacionadas con

la estrategia

fuese iniciada.

conocimientos adquiridos en sesiones

anteriores.

Propiciar

que el

alumno

pregunte

sobre el

tema o

sobre

aspectos

relacionados

a éste.

DG12. Indico a mis alumnos que es

necesario que me cuestionen durante la

exposición de la clase.

DG13. Propicio el diálogo abierto en el

grupo.

DG14. Dirijo a mis alumnos a expresar sus

inferencias con respecto al tema.

DG15. Propicio un ambiente de confianza

en el que los alumnos se sientan libres de

expresar sus percepciones del tema.

Realizar un

cierre.

DG16. Hago cierres uniendo las ideas de

mis alumnos, las mías y lo expresado en el

texto.

Continúa matriz de estrategias docentes…

Estrategia Definición

Conceptual

Definición

Operacional

Indicadores Ítems

Objetivos e

intenciones

Son

enunciados

que describen

con claridad

las actividades

de aprendizaje

y los efectos

que se

pretenden

conseguir en el

aprendizaje de

los alumnos al

finalizar una

experiencia,

sesión,

episodio o

ciclo escolar.

El maestro hace

que los alumnos

conozcan las

metas a lograr

en la clase antes

de ésta. Dicha

actividad la

puede realizar de

manera verbal,

pidiendo a los

alumnos que

lean el

programa,

presentándoselos

de una forma

visual en un

medio de

instrucción o en

una

combinación de

formas.

Dar a

conocer los

objetivos de

la clase.

Antes de iniciar un tema…. OI1. Comparto a mis alumnos los

objetivos para que juntos planteemos una

idea en común hacia donde se dirige la

clase.

OI2. Enuncio a mis alumnos las metas a

lograr.

OI3. Me aseguro de que mis alumnos

estén al tanto de lo que se espera de ellos.

OI4. Propicio en el grupo la lectura de los

objetivos (o metas) correspondientes a

la hora clase.

Presentar a

los alumnos

objetivos

redactados

de forma

clara, y

entendible.

Los objetivos que les relato a mis

alumnos….

OI5. Están redactados de forma clara.

OI6. Tienen un vocabulario apropiado al

alumno.

PNI

Positivo,

Negativo e

Interesante

Es una

estrategia que

permite

plantear el

mayor número

posible de

ideas sobre un

evento,

acontecimiento

El maestro les

pregunta a los

alumnos sobre

los aspectos

positivos y

negativos sobre

un tema, y a

continuación, les

pide que le

Conocer los

aspectos

positivos de

un tema.

Sobre una postura teórica, un contenido,

un procedimiento… PNI1. Menciono sus aspectos favorables

PNI2. Solicito a mis alumnos que

busquen, en diversas fuentes, otros

aspectos favorables, aparte de los ya

mencionados.

PNI3. Formo equipos para que, a través

de la discusión con sus compañeros,

generen ideas de las razones por las

o algo que se

observa.

Características:

Plantear una

serie de ideas

sobre un tema,

considerando

aspectos

negativos y

positivos.

Plantear dudas,

preguntas y

aspectos

curiosos.

Es útil para

lograr un

equilibrio en

nuestros

juicios

valorativos, y

por lo tanto,

para tomar

decisiones

fundamentales.

indiquen sus

dudas, preguntas

y aspectos

curiosos de éste.

cuales son adecuados sus planteamientos.

PNI4. Solicito de manera grupal que

mencionen todos sus beneficios.

PNI5. Indico las dificultades de su

aplicación al grupo.

Identificar

aspectos

negativos de

un tema.

Pido a mis alumnos que se documenten

sobre autores que se opongan al tema.

PNI6. Pido a mis alumnos que anoten

ideas sobre lo negativo de éste.

PNI7. Sugiero a los estudiantes que

discutan sus desventajas.

PNI8. Pido que me enuncien sus puntos

en “contra”.

PNI9. Manifiesto sus aspectos curiosos.

Identificar

los aspectos

interesantes

o curiosos

de un tema.

PNI10. Pido que investiguen si hay algún

dato relevante del tema, que puedan

aportar a la clase.

PNI11. Solicito que en su libreta anoten

por qué podría ser atractivo.

PNI12. Demando que descubran por qué

podría ser interesante.

PNI13. Requiero que establezcan las

razones de por qué resulta importante usar

dichos contenidos.

PNI14. Indico que me cuestionen sobre

sus dudas.

Estrategia Definición Definición Indicadores Items

Conceptual Operacional

Resumen

Es una

versión

breve del

contenido

que habrá de

aprenderse,

donde se

enfatizan los

puntos más

importantes

de la

información.

El maestro les

presenta a los

alumnos

información

sintetizada de

los contenidos,

ya sea de forma

oral o escrita. O

bien solicita a

los alumnos que

lleven a cabo la

estrategia. Esto

lo puede hacer

antes o al

finalizar la

clase. La

información

debe cumplir

con los

requisitos

ideales para la

estructura de un

resumen:

supresión,

generalización

e integración.

Presentarles a

los alumnos la

información

sintetizada

antes de la

clase.

Antes de la exposición del tema…. RE1. Dedico pocos minutos para sintetizarles

a mis alumnos el contenido de lo que se

aprenderá en dicha sesión.

RE2. Les pido a mis alumnos que lean la parte

introductoria al tema, presentada en el texto.

Solicitar a los

alumnos que

realicen una

síntesis del

tema antes de

la clase.

RE3. Solicito a mis alumnos que extraigan del

texto las ideas principales a modo de resumen

escrito.

RE4. Pido que introduzcan al grupo al tema de

una forma oral, resumiendo los aspectos

principales a revisar en la clase.

Solicitar a los

alumnos que

realicen una

síntesis del

tema al

finalizar la

clase.

Al finalizar el tema… RE5. Entrego a mis alumnos un escrito que

contenga de forma abreviada lo revisado en la

clase.

RE6. Presento a mis alumnos una

recapitulación del tema de forma oral.

RE7. Solicito a mis alumnos que den una

lectura al resumen incluido al finalizar el tema

en su libro de texto.

RE8. Pido a mis alumnos que recapitulen los

conceptos principales del texto de forma

escrita.

RE9. Hago que los alumnos, de forma oral,

sinteticen al grupo los conocimientos

adquiridos sobre el tema.

Utilizar las

reglas para la

elaboración

del resumen:

supresión u

omisión;

generalización

y

construcción

o integración.

Al presentarles a mis alumnos un resumen

del contenido trato de…. RE1O. Omitir información de importancia

secundaria.

RE11. Suprimir información repetitiva.

RE12. Englobar los conceptos parecidos entre

sí en ideas supra ordinadas (de mayor nivel de

generalidad).

RE13. Reemplazar proposiciones presentadas

en uno o más párrafos por proposiciones

nuevas producto de actividad inferencial

constructiva.

Verificar el

uso de las

reglas para la

elaboración

del resumen

por parte de

los alumnos.

Al hacer elaborar mis alumnos su resumen

verifico que…. RE14. Incluyan las ideas principales.

RE15. Omitan información de importancia

secundaria.

RE16. Supriman información repetitiva.

RE17. Engloben los conceptos parecidos entre

sí en ideas supra ordinadas (de mayor nivel de

generalidad).

RE18. Reemplacen proposiciones presentadas

en uno o más párrafos por proposiciones

nuevas producto de actividad inferencial

constructiva.

Continúa matriz de estrategias docentes…

Estrategia Definición

Conceptual

Definición

Operacional

Indicadores Ítems

Analogías

Conocimiento

como diseño

Es una

estrategia de

razonamiento

que permite

relacionar

elementos o

situaciones

cuyas

características

guardan

semejanza. Se

estructura de

cuatro

elementos:

Tópico o

concepto blanco

que se va a

aprender, que

por lo general

es abstracto y

complejo.

Concepto

vehículo (o

también

llamado

análogo) con el

que se

establecerá la

analogía.

Términos

conectivos que

vinculan el

tópico con el

vehículo.

Explicación que

pone en

relación de

correspondencia

las semejanzas

entre el tópico y

el vehículo.

El maestro le

dice a los

alumnos el

tema que se

aprenderá en la

sesión (tópico);

a continuación

les menciona

un objeto, o

situación

concreta que

les sea

familiar; a

partir de esto

hace

comparaciones

entre el tópico

y el vehículo,

señalando las

partes o

características

estructurales o

funcionales

que se le

asemejan,

haciendo uso

de los

conectivos: “es

semejante

a…”, “se

parecen en…”,

“lo mismo

sucede con..”

Tanto esta

actividad como

en las

siguiente, el

maestro

incluye a los

alumnos en las

discusiones;

para finalizar,

actúa como

facilitador en

la derivación

de

conclusiones

sobre el

Mencionar un

objeto, o

situación

concreta que

les sea

familiar.

Cuando decido explicarles a mis

alumnos el tema con un ejemplo

concreto… ACD1. Les menciono un caso

concreto (ejemplo) relacionado al

tema.

A partir del

objeto o

situación

concreta,

familiar para

los alumnos, el

maestro hace

comparaciones

entre el tópico

y el vehículo,

señalando las

partes o

características

estructurales o

funcionales

que se le

asemejan,

haciendo uso

de los

conectivos: “es

semejante

a…”, “se

parecen en…”,

“lo mismo

sucede con..,”

ACD2. Trato de que el caso

mencionado a los alumnos sea un

ejemplo familiar o cotidiano.

ACD3. Hago comparaciones entre el

tema y el caso concreto o un

ejemplo.

ACD4. Señalo en el ejemplo las

partes características que se

relacionan con el tema.

ACD5. Utilizo en mi habla palabras

como “es semejante a”, “se parecen

en” , “lo mismo sucede con” o algún

sinónimo para establecer conexiones

del tema con el ejemplo.

Cerrar el tema

guiando en los

alumnos la

derivación de

conclusiones

sobre el

aprendizaje

logrado en la

clase con la

estrategia.

ACD6. Cierro el tema propiciando

en los alumnos el diálogo para que

concluyan su aprendizaje.

ACD7. Finalizo el tema con la

participación de los alumnos en la

elaboración de una síntesis de lo

aprendido.

Definir los

límites de la

analogía con el

tópico y en el

reconocimiento

de que lo más

importante es

aprender el

ACD8. Recalco ante los alumnos las

posibles situaciones en las cuales el

ejemplo puede no ser 100%

aplicable al contenido.

ACD9. Les indico a los alumnos las

diferencias que pudieran existir entre

el tema y el ejemplo.

ACD10. Pido a mis alumnos que

aprendizaje

logrado en la

clase con la

estrategia, en

la definición de

los límites de

la analogía con

el tópico y en

el

reconocimiento

de que lo más

importante es

aprender el

tema.

Para la

realización de

las analogías y

facilitar su

comprensión,

se pueden

utilizar,

además de la

palabra

hablada, otros

recursos

instruccionales

como las

ilustraciones

(dibujos,

fotografías,

etc.), además,

para facilitar la

comparación.

tema. ejemplifiquen de manera breve en

que situaciones NO aplicaría algún

ejemplo dado

Continúa matriz de estrategias docentes…

Estrategia Definición

Conceptual

Definición

Operacional

Indicadores Ítems

Diagrama

de Llaves

Representación

gráfica donde la

información se

organiza de

forma lógica y

jerárquica,

estableciendo

relaciones de

inclusión entre

los conceptos o

ideas

En el diagrama

de llaves, el

maestro muestra

a los alumnos

los contenidos

del tema,

jerarquizados

mediante llaves,

organizados de

lo general a lo

particular, y de

izquierda a

derecha.

El diagrama de

llaves se puede

presentar a los

alumnos en

cualquier medio

de instrucción:

pintarrón,

pizarrón,

rotafolio, papel

craft o

diapositivas

Presentar a

los alumnos

la

información

jerarquizada

mediante

llaves, de lo

general a lo

particular.

Al exponer un tema…

DLL1. Utilizo llaves para

organizar la información que les

presento a los alumnos.

DLL2. Presento a mis alumnos la

información jerarquizada de lo general

a lo particular.

DLL3. Jerarquizo la información de

izquierda a derecha.

Mapa

Conceptual

Son

representaciones

gráficas de

segmentos de

información o

conocimiento

conceptual.

Es una

estrategia a

través de la cual

los diferentes

conceptos y sus

relaciones

pueden

representarse

fácilmente. Los

conceptos

guardan entre sí

El maestro

explica el tema

con mapas

conceptuales, o

solicita a sus

alumnos que

realicen uno.

Al elaborarlo

hace primero

una lista de

todos los

conceptos del

tema, después

los clasifica

según su nivel

de inclusividad

de otros

conceptos. Así

Hacer uso de

los mapas

conceptuales.

MC1. Explico la clase mediante mapas

conceptuales.

MC2. Muestro a mis alumnos un mapa

conceptual que ilustre las partes clave

del tema para que tengan un claro

ejemplo de cómo hacerlo.

MC3. Requiero que mis alumnos

realicen mapas conceptuales.

Hacer una

lista-

inventario de

los conceptos

involucrados.

Al elaborar el mapa conceptual… MC4. Realizo una lista de los

conceptos comprendidos en el tema.

Clasificar los

conceptos por

niveles de

abstracción e

inclusividad.

MC5. Clasifico los conceptos incluidos

en el tema en base a las relaciones

existentes entre ellos.

Identificar las MC6. Establezco niveles de inclusión

un orden

jerárquico y

están unidos por

líneas

identificadas

por palabras (de

enlace) que

establecen la

relación que hay

entre ellas.

mismo

identifica las

relaciones de

supraordinación,

coordinación y

subordinación, y

remarca de

algún modo el

concepto

nuclear.

Los conceptos

los debe

encerrar en un

círculo o

recuadro e

incluir palabras

enlace. Puede

incluir enlaces

cruzados y

poner ejemplos.

El maestro debe

construir un

primer mapa

como borrador y

corregirlo para

poder

presentarlo al

grupo con una

exposición oral.

El mapa

conceptual se

puede presentar

a los alumnos en

cualquier medio

de instrucción:

pintarrón,

pizarrón,

rotafolio, papel

craft o

diapositivas.

Al hacer los

alumnos su

mapa

conceptual,

debe revisar que

contenga los

elementos ya

mencionados.

relaciones de

supra, co, o

subordinación

existentes

entre los

conceptos.

entre los conceptos.

Identificar el

concepto

nuclear. Si es

de mayor

inclusividad

que los otros.

Se ubica en la

parte superior

del mapa

conceptual, si

no lo es, se

destaca en

color

especial.

MC7. Hago notar el concepto nuclear,

ubicándolo en la parte superior del

mapa, si es que se trata del de mayor

generalidad.

MC8. Resalto el concepto nuclear del

tema con un formato diferente al del

resto, cuando éste es un concepto que

se incluye en otro concepto.

Construir el

primer mapa

conceptual.

MC9. Elaboro un borrador de éste para

futuras correcciones.

Incluir

palabras

enlace.

MC10. Escribo en el mapa palabras

enlace en las líneas entre los conceptos.

Uso de

enlaces

cruzados.

MC11. Incluyo enlaces cruzados

Utilizar

círculos

(nodos) y

cuadrados.

MC12. Encierro en un círculo o un

recuadro los conceptos.

Uso de

ejemplos.

MC13. Agrego ejemplos.

Reelaborar el

mapa, cuando

menos una

vez mas, para

permitir

identificar

relaciones no

previstas

entre los

conceptos

implicados.

MC14. Para identificar relaciones no

previstas entre los conceptos

implicados reelaboro, cuando menos

una vez, el mapa conceptual.

Acompañar la

presentación

o el uso del

mapa con una

explicación.

MC15. Al presentar el mapa conceptual

al grupo, doy una explicación acerca de

los conceptos y sus relaciones.

Hacer una

lista-

inventario de

los conceptos

involucrados.

Al revisar el mapa conceptual de mis

alumnos verifico que éste: MC16. Contenga los conceptos

comprendidos en el tema.

Clasificar los

conceptos por

niveles de

abstracción e

inclusividad.

MC17. Clasifique los conceptos

incluidos en el tema en base a las

relaciones existentes entre ellos.

Identificar las

relaciones de

supra, co, o

subordinación

existentes

entre los

conceptos.

MC18. Establezca niveles de inclusión

entre los conceptos.

Identificar el

concepto

nuclear. Si es

de mayor

inclusividad

que los otros,

se ubica en la

parte superior

del mapa

conceptual, si

no lo es, se

destaca en

color

especial.

MC19. Haga notar el concepto nuclear

MC20. Resalte el concepto nuclear del

tema con un formato diferente al del

resto cuando éste es un concepto que se

incluye en otro concepto.

Incluir

palabras

enlace.

MC21. Contenga palabras enlace en las

líneas entre los conceptos.

Uso de

enlaces

cruzados.

MC22. Incluya enlaces cruzados.

Utilizar

círculos

(nodos) y

cuadrados.

MC23. Encierre un círculo o un

recuadro lo conceptos.

Uso de

ejemplos

MC24. Tenga ejemplos.

Continúa matriz de estrategias docentes…

Estrat

egia

Definición

Conceptual

Definición

Operacional

Indicad

ores

Ítems

SQA

CQA

Qué

sé, qué

quiero

saber,

qué

Estrategia que

permite

verificar el

conocimiento

que tiene el

alumno o el

grupo sobre un

tema a partir de

El maestro les dice

a los alumnos que

tracen una tabla con

3 columnas y dos

filas, como se

indica abajo. Al

inicio el maestro les

pide que en la

Indicar a

los

alumnos

que

tracen la

tabla

“SQA”

antes de

Antes de iniciar el tema, la clase o la unidad,

les muestro a mis alumnos, en algún medio

de instrucción, esta tabla

S

(Sé)

Q

(Quiero saber)

A

(Aprendí)

y les solicito que:

aprend

í

los siguientes

puntos.

Características:

a. Lo que sé:

Son los

organizadores

previos, es la

información

que el alumno

conoce.

b. Lo que quiero

saber: Son las

dudas o

incógnitas que

se tienen sobre

el tema.

c. Lo que

aprendí: Permite

verificar el

aprendizaje

significativo

alcanzado.

primera columna

escriban lo que

saben acerca del

tema y en la

segunda lo que

deseen saber acerca

de éste.

A continuación se

desarrolla la clase

de modo habitual.

Al concluir el

desarrollo del tema

les pide que

escriban en la

tercera columna los

conocimientos que

adquirieron con el

tema.

Se puede presentar

a los alumnos en

cualquier medio de

instrucción:

pintarrón, pizarrón,

rotafolio, papel

craft o diapositivas.

S

(Sé)

Q

(Quiero

saber)

A

(Aprendí)

iniciar la

clase y

que

conteste

n las

primeras

dos

columna

s.

SQA1.La copien en sus libretas para que, en

relación al tema, contesten las primeras dos

columnas.

SQA2. Que en equipos de trabajo la tracen y

contesten qué es lo que saben del tema y qué

es lo que quieren saber.

SQA3. Grupalmente me enuncien lo que

conocen del tema y lo que desean saber de

éste, al tiempo que anoto sus respuestas.

Indicar a

los

alumnos

que

conteste

n la

última

pregunta

de la

tabla a

partir de

los

conocim

ientos

adquirid

os en la

clase.

Posterior al desarrollo del tema… SQA4. Les indico a mis alumnos que

completen en sus libretas la tabla

completando la última columna.

SQA5. Les indico que retornen a sus equipos

y conestestan con los nuevos conocimientos

aquiridos.

SQA6. Les pregunto de una forma verbal qué

es lo que aprendieron y lo registro en mi

medio de instrucción.

Continúa matriz de estrategias docentes…

Estrategia Definición

Conceptual

Definición

Operacional

Indicadores Ítems

Ra-P-Rp

Es la estrategia

que nos permite

construir

significados en

tres momentos,

basados en una

pregunta, una

respuesta anterior

anticipada, y una

respuesta

En esta

estrategia el

maestro hace

preguntas a

los alumnos

sobre

aspectos

centrales del

tema antes de

qué éstos lo

Preguntar a

los alumnos

sobre los

puntos

importantes

del tema y

registrar sus

respuestas

antes de la

exposición

Antes de que mis alumnos conozcan un

contenido teórico o práctico….

APP1. Redacto en algún medio de

instrucción las preguntas medulares del

tema para que sean contestadas de forma

individual.

APP2. Les solicito a mis alumnos que

contesten, en su libreta, una serie de

preguntas sobre sus conceptos centrales.

APP3. Formo equipos de trabajo para

posterior.

Características:

Se inicia con

preguntas

medulares del

tema.

Posteriormente

se responden

las preguntas

con base en

los

conocimientos

previos (lo

conocido del

tema).

Acto seguido

se procede a

leer un texto u

observar un

objeto de

estudio.

Se procede a

contestar las

preguntas con base

en el texto u objeto

observado.

hayan

revisado de

manera

práctica o

teórica en el

aula. A

continuación

se imparte la

clase en el

modo

acostumbrado

y se revisa el

contenido del

texto, y para

finalizar se

les pide a los

alumnos que

contesten las

preguntas

nuevamente.

Se puede

presentar a

los alumnos

en cualquier

medio de

instrucción:

pintarrón,

pizarrón,

rotafolio,

papel craft o

diapositivas.

de este.

que contesten, en un medio de

instrucción, preguntas medulares del

tema.

APP4. Los cuestiono grupalmente sobre

sus aspectos esenciales, tomando nota de

sus respuestas en algún medio de

instrucción.

Preguntar

sobre los

puntos

importantes

del tema y

registrar las

respuestas

posteriores

a la

exposición

de éste.

Posterior al desarrollo del tema…

APP5. Retomo las preguntas iniciales y

les pido a los alumnos que las vuelvan a

responder en sus libretas

individualmente.

APP6. Les indico a mis alumnos que se

reintegren en los equipos, formados al

inicio de la clase, y contesten otra vez las

preguntas.

APP7. Cuestiono nuevamente a mis

alumnos sobres los aspectos medulares

del tema, de una forma grupal, anotando

sus respuestas en el mismo medio de

instrucción que al iniciar la clase.

Continúa matriz de estrategias docentes…

Estrategia Definición

Conceptual

Definición

Operacional

Indicadores Ítems

Cuadro

Sinóptico

Proporciona

una

estructura

coherente

global de una

temática y

sus múltiples

El maestro

presenta a los

alumnos tablas

de contenidos

para explicar

aspectos

similares de

Hacer tablas

de

contenidos

para

explicar

aspectos

similares de

CS1. Pido a mis alumnos que tracen una

tabla como la siguiente

para que desarrollen los mismos aspectos de

distintos temas

Temas Aspecto A Aspecto B

X

Y

Z

relaciones.

Organiza la

información

sobre uno o

varios temas

centrales que

forman parte

del tema que

interesa

enseñar.

Sirven para

diseñar la

instrucción o

como

estrategia de

enseñanza

para textos o

su empleo en

clase.

También los

alumnos

pueden

aprender a

elaborarlos

para ser

utilizados

como

estrategias.

distintos temas o

para explicar

aspectos

contrarios de un

mismo tema. De

igual manera,

solicita a los

alumnos que la

realicen.

distintos

temas.

CS2. Trato de que mis alumnos hagan

comparaciones de los contenidos mediante

una tabla.

CS3. Al explicar los mismos aspectos pero

de temas diferentes uso cuadros

comparativos.

Utilizar

tablas de

contenidos

para

explicar

aspectos

contrarios

de un

mismo

tema.

CS4. Uso tablas para que los alumnos

contrasten información contraria de un tema

como la siguiente:

Tema Causas Consecuencias

CS5. Ante la presencia de aspectos

antagónicos de un mismo tema les indico a

mis alumnos que realicen una tabla de doble

columna para que ahí desarrollen el tema.

APÉNDICE C

APÉNDICE D

EEDAS: Escala de Estrategias Docentes para Aprendizajes Significativos

El presente instrumento es una escala tipo Likert diseñada para examinar la presencia de indicadores del uso de 12 estrategias docentes que fomentan aprendizajes significativos en el aula.

Instrucciones: A continuación se le presentan 12 series de ítems sobre comportamientos que pudiera usted presentar en el aula, así como las siguientes opciones de respuesta: Siempre, Muchas veces, Algunas veces, Pocas veces y Nunca. Indique por favor marcando con una X en la columna la alternativa que más se acerque a la frecuencia con la cual durante el desarrollo de las unidades de aprendizaje (temas, sesiones o clases) del último mes su comportamiento cumple con las características presentadas en el ítem, de acuerdo a la siguiente tabla:

Categoría de respuesta % de veces en que se realiza el comportamiento en el mes

Siempre 100% Muchas veces 75% Algunas veces 50% Pocas veces 25%

Nunca 0% Intente usar poco la categoría de respuesta Algunas veces, a menos que realmente así sea su caso. I. Subescala Actividad Generadora de Información Previa / Lluvia de Ideas

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

LL1. Propongo a mis alumnos algún tema para discutirlo en grupo. LL2. Escojo, en conjunción con mis alumnos, un tema para discutirlo en el grupo. Sobre un tema ya propuesto les doy a mis alumnos un tiempo limitado para que… LL3. Piensen en ideas concernientes con éste. LL4. Escriban en sus libretas ideas relacionadas. LL5. Dialoguen con sus compañeros sobre todas las concepciones que tienen sobre el mismo.

Una vez que los alumnos han listado sus ideas sobre un tema propuesto les solicito que… LL6. Las enuncien frente al grupo verbalmente. LL7. Las escriban en el pizarrón o en algún medio de instrucción similar para poder presentarlas a sus compañeros.

A partir de las ideas de mis alumnos… LL8. Propicio una breve discusión sobre las mismas.

LL9. Inicio la evaluación de éstas incitando al grupo a participar. LL10. Destaco aquellas cuya información es pertinente al tema. LL11. Señalo la información errónea. A partir de la información pertinente expresada grupalmente… LL12. Solicito a los alumnos que la relacionen libremente con el material que será aprendido.

LL13. Dirijo a los alumnos mediante instrucciones a que la relacionen con la información que se revisará en clase.

II. Actividad Focal Introductoria

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Antes de iniciar el tema, la clase o la unidad… AF1. Muestro a mis alumnos alguna situación sorprendente en dibujos o imágenes relacionada con el tema.

AF2. Presento a los estudiantes fracciones cortas de series, películas, caricaturas o videos de actualidad que pudieran ser de interés.

AF3. Pido a mis alumnos que lleven a cabo alguna acción novedosa dentro del aula. AF4. Asigno al grupo alguna actividad llamativa a realizar fuera del aula. AF5. Relato a mis alumnos situaciones ficticias relacionadas con el tema. AF6. Expongo a mis alumnos narraciones inimaginables pero reales acorde al tema que se expondrá.

AF7. Llamo la atención de mis alumnos con actividades curiosas relacionadas con el tema.

AF8. Narro a mis alumnos chistes relacionados con el tema para que estén atentos durante la clase.

AF9. Comento a mis alumnos sobre los beneficios (profesionales, personales y económicos) que existen al dominar la información a tratar.

Una vez llamada la atención de mis alumnos con alguna situación sorprendente les pido que… AF10. Piensen la relación de la actividad con el tema. AF11. Relacionen la actividad con sus conocimientos anteriores. AF12. Expliquen el tema incluyendo las características de la actividad y sus concepciones anteriores sobre éste.

AF13. Realicen una comparación de lo que la actividad les enseñó con lo que creían conocer del tema antes de la actividad.

III. Positivo, Negativo e Interesante

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Para que mis alumnos tengan una perspectiva global de una postura teórica, un contenido, o un procedimiento… PNI1. Menciono sus aspectos favorables. PNI2. Les indico que busquen en diversas fuentes otros aspectos favorables, aparte de los ya mencionados.

PNI3. Formo equipos para que a través de la discusión generen ideas de las razones por las cuales son adecuados sus planteamientos.

PNI4. Solicito que de manera grupal mencionen todos sus beneficios. PNI5. Indico las dificultades de su aplicación. PNI6. Les pido que hablen sobre sus aspectos negativos. PNI7. Les sugiero que discutan sus desventajas. PNI8. Les pido que enuncien sus puntos en “contra”. PNI9. Les manifiesto sus aspectos curiosos. PNI10. Les pido que investiguen si hay algún dato relevante del tema que puedan aportar a la clase.

PNI11. Les solicito que en su libreta anoten por qué podría ser atractivo. PNI12. Les sugiero que descubran por qué podría ser interesante. PNI13. Les requiero que establezcan las razones de por qué resulta importante usar dichos contenidos.

IV. Discusión Guiada

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Antes de iniciar la explicación de un tema… DG1. Propongo la realización de alguna actividad de aprendizaje que compruebe la lectura previa del tema.

Durante el desarrollo del tema… DG2. Cuestiono a mis alumnos para saber cuáles son las ideas que ellos han elaborado a partir de la lectura asignada.

DG3. Realizo a mis alumnos preguntas intercaladas durante la exposición de la clase. DG4. Fomento en el aula la participación activa de los alumnos por medio de

comentarios que motiven al alumno a contestar. DG5. Hago a mis alumnos preguntas que conllevan respuestas que incluyen la mayoría de las ideas expresadas en el texto.

DG6. Cuestiono críticamente a los alumnos sobre las concepciones de los autores revisados en la clase.

DG7. Cuando cuestiono a un alumno y éste se equivoca, lo guío a buscar otras alternativas a su respuesta.

DG8. Me aseguro de que el material haya sido asimilado correctamente mediante interrogaciones.

DG9. Hago que mis alumnos apliquen lo aprendido en clase mediante la narración de sus propias experiencias previas con situaciones similares a las revisadas en clase.

DG10. Realizo preguntas a mis alumnos del tema que están relacionadas con conocimientos adquiridos en sesiones anteriores.

DG11. Indico a mis alumnos que es necesario que me cuestionen durante la exposición de la clase.

DG12. Propicio el diálogo abierto en el grupo. DG13. Dirijo a mis alumnos a expresar sus inferencias con respecto al tema. DG14. Propicio un ambiente de confianza en el que los alumnos se sientan libres de expresar sus percepciones del tema.

DG15. Hago cierres uniendo las ideas de mis alumnos, las mías y lo expresado en el texto.

V. Objetivos e Intenciones

Conductas que puede presentar en el aula

S

iem

pre

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Antes de iniciar un tema… OI1. Comparto a mis alumnos los objetivos para que juntos planteemos una idea en común hacia donde se dirige la clase.

OI2. Enuncio a mis alumnos las metas a lograr. OI3. Me aseguro de que mis alumnos estén al tanto de lo que se espera de ellos. OI4. Propicio en el grupo la lectura de los objetivos (o metas) correspondientes a la hora clase.

Los objetivos (o metas) que les presento a mis alumnos… OI5. Están redactados de forma clara. OI6. Tienen un vocabulario apropiado al alumno.

VI. Diagrama de Llaves

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Al exponer un tema... DLL1. Utilizo llaves para organizar la información que les presento a los alumnos. DLL2. Presento a mis alumnos la información jerarquizada de lo general a lo particular. DLL3. Jerarquizo la información de izquierda a derecha.

VII. Mapas Conceptuales

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

MC1. Explico la clase mediante mapas conceptuales. MC2. Muestro a mis alumnos un mapa conceptual que ilustre las partes clave del tema para que tengan un claro ejemplo de cómo se hace.

MC3. Requiero que mis alumnos realicen mapas conceptuales. Al elaborar un mapa conceptual… MC4. Realizo una lista de los conceptos comprendidos en el tema. MC5. Clasifico los conceptos incluidos en el tema en base a las relaciones existentes entre ellos.

MC6. Establezco niveles de inclusión entre los conceptos. MC7. Hago notar el concepto nuclear ubicándolo en la parte superior si es que se trata del de mayor generalidad.

MC8. Resalto el concepto nuclear del tema con un formato diferente al del resto cuando éste es un concepto que se incluye en otro concepto.

MC9. Elaboro un borrador de éste para futuras correcciones. MC10. Escribo palabras enlace en las líneas entre los conceptos. MC11. Incluyo enlaces cruzados. MC12. Encierro en un círculo o un recuadro los conceptos. MC13. Agrego ejemplos. MC14. Para identificar relaciones no previstas entre los conceptos implicados lo reelaboro al menos una vez.

MC15. Al presentarlo al grupo doy una explicación acerca de los conceptos y sus relaciones.

Al revisar el mapa conceptual de mis alumnos verifico que éste… MC16. Contenga los conceptos comprendidos en el tema.

MC17. Clasifique los conceptos incluidos en el tema en base a las relaciones existentes entre ellos.

MC18. Establezca niveles de inclusión entre los conceptos. MC19. Haga notar el concepto nuclear ubicándolo en la parte superior si es que se trata del de mayor generalidad.

MC20. Resalte el concepto nuclear del tema con un formato diferente al del resto cuando éste es un concepto que se incluye en otro concepto.

MC21. Contenga palabras enlace en las líneas entre los conceptos. MC22. Incluya enlaces cruzados. MC23. Encierre en un círculo o un recuadro los conceptos. MC24. Tenga ejemplos.

VIII. Respuesta anterior-Pregunta-Respuesta Posterior (Ra-P-Rp)

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Antes de que mis alumnos conozcan un contenido teórico o práctico… APP1. Redacto en algún medio de instrucción las preguntas medulares del tema para que sean contestadas de forma individual.

APP2. Les solicito a mis alumnos que contesten en su libreta una serie de preguntas sobre sus conceptos centrales.

APP3. Formo equipos de trabajo para que contesten en un medio de instrucción preguntas medulares del tema.

APP4. Los cuestiono grupalmente sobre sus aspectos esenciales tomando nota de sus respuestas en algún medio de instrucción.

Posterior al desarrollo del tema… APP5. Retomo las preguntas iniciales y les pido a los alumnos que las vuelvan a responder en sus libretas individualmente.

APP6. Les indico a mis alumnos que se reintegren en los equipos formados al inicio de la clase y contesten otra vez las preguntas.

APP7. Cuestiono nuevamente a mis alumnos sobre los aspectos medulares del tema de una forma grupal, anotando sus respuestas en el mismo medio de instrucción que al iniciar la clase.

IX. Lo que Sé, Lo que Quiero saber, Lo que Aprendí (SQA)

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Antes de iniciar el tema, la clase o la unidad les muestro a mis alumnos, en algún medio de instrucción, esta tabla

S

(Sé)

Q

(Quiero saber)

A

(Aprendí)

y les solicito que… SQA1. La copien en sus libretas para que, en relación al tema, contesten las primeras dos columnas.

SQA2. Que en equipos de trabajo la tracen y contesten qué es lo que saben del tema y qué es lo que quieren saber.

SQA3. Grupalmente me enuncien lo que conocen del tema y lo que desean saber de éste, al tiempo que anoto sus respuestas.

Posterior al desarrollo del tema… SQA4. Les indico a mis alumnos que completen en sus libretas la tabla completando la última columna.

SQA5. Les indico que retornen a sus equipos y contesten con los nuevos conocimientos aquiridos.

SQA6. Les pregunto de una forma verbal que es lo qué aprendieron y lo registro en mi medio de instrucción.

X. Cuadro Sinóptico

Conductas que puede presentar en el aula

S

iem

pre

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

CS1. Pido a mis alumnos que tracen una tabla como la siguiente Tema (s) Aspecto A Aspecto B

para que desarrollen los mismos aspectos de distintos temas.

CS2. Trato de que mis alumnos hagan comparaciones de los contenidos mediante una tabla.

CS3. Al explicar los mismos aspectos pero de temas diferentes uso cuadros comparativos.

CS4. Uso tablas para que los alumnos contrasten información contraria de un tema como la siguiente:

Tema (s) Causas Consecuencias

CS5. Ante la presencia de aspectos antagónicos de un mismo tema les indico a mis alumnos que realicen una tabla de doble columna para que ahí desarrollen el tema.

XI. Conocimiento como diseño / Analogías

Conductas que puede presentar en el aula

Sie

mp

re

Mu

cha

s v

eces

A

ve

ces

Po

cas v

eces

Nu

nca

Cuando decido explicarles a mis alumnos el tema con un ejemplo concreto… ACD1. Les menciono un caso concreto (ejemplo) relacionado al tema. ACD2. Trato de que el caso mencionado a los alumnos sea un ejemplo familiar o cotidiano.

ACD3. Hago comparaciones entre el tema y el caso concreto o un ejemplo. ACD4. Señalo en el ejemplo las partes características que se relacionan con el tema. ACD5. Utilizo palabras como “es semejante a”, “se parecen en” , “lo mismo sucede con” o algún sinónimo para establecer conexiones del tema con el ejemplo.

ACD6. Cierro el tema propiciando en los alumnos el diálogo para que concluyan su aprendizaje.

ACD7. Finalizo el tema con la participación de los alumnos en la elaboración de una síntesis de lo aprendido.

ACD8. Recalco ante los alumnos las posibles situaciones en las cuales el ejemplo puede no ser 100% aplicable al contenido.

ACD9. Les indico a los alumnos las diferencias que pudieran existir entre el tema y el ejemplo.

ACD10. Pido a mis alumnos que ejemplifiquen de manera breve en qué situaciones NO aplicaría algún ejemplo dado.

XII. Resumen

Conductas que puede presentar en el aula

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Antes de la exposición del tema… RE1. Dedico pocos minutos para sintetizarles a mis alumnos el contenido de lo que se aprenderá en dicha sesión.

RE2. Pido a mis alumnos que lean la parte introductoria al tema presentada en el texto. RE3. Solicito a mis alumnos que extraigan del texto las ideas principales a modo de resumen escrito.

RE4. Pido que introduzcan al grupo al tema de una forma oral resumiendo los aspectos

principales a revisar en la clase. Al finalizar el tema… RE5. Entrego a mis alumnos un escrito que contenga de forma abreviada lo revisado en la clase.

RE6. Presento a mis alumnos una recapitulación del tema de forma oral. RE7. Solicito a mis alumnos que den una lectura al resumen incluido al finalizar en el tema en su libro de texto.

RE8. Pido a mis alumnos que recapitulen los conceptos principales del texto de forma escrita.

RE9. Hago que los alumnos de forma oral sinteticen al grupo los conocimientos adquiridos sobre el tema.

Al presentarles a mis alumnos un resumen del contenido trato de… RE10. Omitir información de importancia secundaria. RE11. Suprimir información repetitiva. RE12. Englobar los conceptos parecidos entre sí en ideas supraordinadas (de mayor nivel de generalidad).

RE13. Reemplazar proposiciones presentadas en uno o más párrafos por proposiciones nuevas producto de actividad inferencial constructiva.

Al hacer elaborar a mis alumnos su resumen verifico que… RE14. Incluyan las ideas principales. RE15. Omitan información de importancia secundaria. RE16. Supriman información repetitiva. RE17. Engloben los conceptos parecidos entre sí en ideas supraordinadas (de mayor nivel de generalidad).

RE18. Reemplacen proposiciones presentadas en uno o más párrafos por proposiciones nuevas producto de actividad inferencial constructiva.