Upload
buinhi
View
237
Download
3
Embed Size (px)
Citation preview
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO
FACULTAD DE FILOSOFÍA
LICENCIATURA EN ANTROPOLOGÍA
La casa vernácula en tiempos de sustentabilidad: Un estudio cruzado entre la Zona Centro y la Sierra Gorda de Querétaro.
TESIS
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADO EN ANTROPOLOGÍA
PRESENTA
JOSÉ CARLOS DORANTES CASTRO
DIRIGIDA POR
MTRA. EN ARQ. ANGÉLICA ÁLVAREZ QUIÑONES
FACULTAD DE FILOSOFÍA
SANTIAGO DE QUERÉTARO, QUERÉTARO 2012
2
Universidad Autónoma De Querétaro
Facultad De Filosofía.
Licenciatura en Antropología
La casa vernácula en tiempos de sustentabilidad: Un estudio cruzado entre la Zona Centro y la Sierra Gorda de Querétaro.
TESIS
Que para obtener el grado de licenciado en Antropología
PRESENTA
José Carlos Dorantes Castro
DIRIGIDA POR
Mtra. En Arq. Angélica Álvarez Quiñones
SINODALES
Mtra. En Arq. Angélica Álvarez Quiñones Presidente Dr. David Alejandro Vázquez Estrada Secretario Mtro. En Arq. Omar Enrique Toscano Bárcenas Vocal Antrop. Ricardo López Ugalde Suplente Arq. Amadeo Guillermo Puente Novell Suplente
Dra. Blanca Estela Gutiérrez Grageda Directora de la Facultad de Filosofía
Santiago de Querétaro, Querétaro 2012
3
Índice.
Introducción…………………………………………………………………………….6
Capítulo I. Redefiniendo conceptos: Del análisis del espacio al estudio de la casa vernácula.
1.2 Un breve recorrido por el concepto Espacio…………………………………..16
1.2.1 Territorio, lugar y cultura…………………………………………………………………...24
1.2.2 El espacio domestico vernáculo…………………………………………………………...30
1.3 Entre tradición y sustentabilidad o “¿nunca fuimos modernos?”.…………..36
1.3.1 El corte epistemológico………………………………………………………………........38
1.3.2 Conocimiento local y sustentabilidad………………………………………………………40
Capítulo II.- Sustentabilidad ancestral: Las casas vernáculas de la Sierra Gorda Queretana.
2.2 Marginaciones técnico-culturales……………………………………………….46
2.2.1 Las casas de madera………………………………………………………………..47
2.2.2 Al interior……………………………………………………………………………………52
2.2.3 El lugar de lo doméstico…………………………………………………………………….58
2.3 Complejidad Hídrica………………………………………………………………62
2.3.1 El Pitayo…………………………………………………………………………………….64
2.3.2 Escenarios de la sustentabilidad ancestral…………………………………………………72
2.4 Puerto de Ánimas…………………………………………………………………78
2.4.1 La construcción: una experiencia cultural………………………………………………….79
2.4.2 La transición cotidiana……………………………………………………………………..84
2.5 Sustentos locales para propuestas integrales…………………………………90
4
Capítulo III.- Márgenes arquitectónicos: Diversidad doméstica en la ciudad de Querétaro.
3.2 Procesos y productos vernáculos en la auto-construcción: La colonia Reforma Agraria……………………………………………………………92
3.2.1 Antonio Rivera de la Torre…………………………………………………………………...97
3.2.2 El Baño……………………………………………………………………………………..102
3.3 Territorialidad domestica: El barrio de San Francisquito…………………….104
3.3.1 El cinturón comercial……………………………………………………………………...............109
3.3.2 El barrio y el entorno doméstico……………………………………………………………113
3.4 Acaparamiento urbano: Una aproximación al estudio de los fraccionamientos y las casas de interés social. …………………………..120
Capítulo IV.- Conclusiones parciales.
4.2 El cruce epistemológico………………………………………………………….128
4.3 La casa vernácula en tiempos de sustentabilidad……………………………..131
Bibliografía……………………………………………………………………..135
5
El etnógrafo ha sido delegado para estudiar formas sociales que han sido previamente condenadas
a muerte y para convertirse, de paso, en un autentico ‘símbolo de expiación’, encarnación de la
mala conciencia de una cultura homicida de todas las otras. En su papel de Pepito Grillo del propio
mundo del que procede, con quien tantas veces habrá de mantener una relación a medio camino
entre la dependencia y el resentimiento, el investigador de las modalidades exóticas de la
humanidad se verá abocado a practicar una asombrosa forma de ciencia, crónicamente
determinada por la muerte ineluctable de su objeto, lo que le convierte en una suerte de ave
crepuscular que aparece en el momento en que las sociedades otras agonizan, precisamente para
fiscalizar y levantar acta de sus últimos extertores. Testimonio privilegiado de cómo naufragan las
culturas, quizás el etnólogo entienda, con esa incómoda conciencia, la dimensión de su suerte y su
miseria: la de ser uno de los últimos en ver y palpar ese tesoro inmenso que es la diferencia, un
tesoro que no supo merecer Occidente, esa playa, no menos triste, a donde llegan a morir los
dioses. La antropología no es sólo una ciencia: es también un estado de ánimo.
Manuel Delgado Ruiz. En la introducción a los Tristes Trópicos de Lévi-Strauss.
6
Introducción.
La investigación que se presenta a continuación forma parte del proyecto: “Guía de diseño
y edificación de vivienda económica sustentable para las cuatro regiones del estado de
Querétaro (Serrana, Semidesierto, Sur y Centro)”; dirigido por la Red de Investigación e
Innovación en Vivienda Sustentable de Bajo Costo (RIIVSBC). Esta red, en base al
trabajo conjunto de más de diez instituciones dedicadas a la investigación y docencia,
busca alternativas en términos de materiales, técnicas, prácticas locales y distribución de
espacios domésticos para la construcción de viviendas sostenibles en todas sus
dimensiones y de bajo costo. Esta tesis, tiene como fin contribuir con alternativas,
interrogantes y propuestas derivadas de su proceso de investigación, a los esfuerzos
generados por todos los que formamos parte de este equipo de trabajo.
Además, y la luz de las discusiones actuales sobre la interdisciplina y sus implicaciones,
las propuestas metodológicas y teóricas de este trabajo giran en torno al abordaje de las
nociones de arquitectura vernácula y sustentabilidad. Considerando a la casa, en
cualquiera de sus acepciones, como un producto cultural situado en un lugar y tiempo
especifico en constante transformación. En este sentido, la casa se convierte en el
concentrador de distintos conocimientos y prácticas, que influyen tanto en el proceso
constructivo como en la distribución de los espacios que delimitan el entorno domestico;
además, en cada una de sus representaciones, la casa es el reflejo de una forma
particular de relacionarse con el entorno natural y sus elementos. Estas prácticas y
conocimientos, tanto locales como externos se conjugan, sobreponen y descartan
dependiendo de situaciones y contextos específicos.
Estas ideas y propuestas no solo tenían que quedar a nivel del discurso, sino que la
construcción de instrumentos de trabajo que conjuran las dos visiones era indispensable.
A partir de sesiones de trabajo se planteo la utilizaciones de cedulas concentradores de
información, en donde se concentraría y cruzarían saberes, conocimientos y prácticas con
referentes del espacio edificado; objetos fijos, semifijos y las personas.
7
Por otro lado, el trabajo de campo se propuso en términos de estancias de campo cortas
en casos específicos dentro de las regiones seleccionadas. Las limitantes en cuanto a los
recursos económicos para la investigación, el cruce de calendarios de trabajo y estudio, y
el valioso tiempo de las personas y casos seleccionados hicieron que durante la etapa de
campo1 se aprovechara la información de la mejor manera sin dejar fuera cuestiones
importantes como la micro-historia de las localidades y la vida cotidiana de los habitantes.
A lo largo del estado de Querétaro es posible encontrar una gran variedad de alternativas,
propuestas y técnicas constructivas locales vinculadas de forma importante con el entorno
natural en el que se encuentran. Las condiciones climáticas, geográficas y culturales que
ofrece cada una de las regiones hacen que las variaciones tomen forma en términos de
distintas estrategias de adaptación por parte de quienes habitan estos lugares.
Es por ello, que el cruce propuesto desde el inicio de esta investigación no solo se
construye en términos metodológicos y teóricos, sino que a partir de la descripción y
análisis de los casos presentados se encontraran temas transversales tanto para la Sierra
Gorda como para la ciudad de Querétaro. Entre ellos se encuentran los procesos y
productos constructivos y su vinculación con la vida diaria de las personas que la habitan.
El manejo, las formas y las concepciones sobre la naturaleza. Y las perspectivas de hacia
dónde se dirige esta dicotomía que pareciera insalvable hoy en día entre lo tradicional y lo
moderno.
La Sierra Gorda y la ciudad de Querétaro parecen estar fragmentadas de manera tajante
por los más de doscientos kilómetros de carretera que los separan. Es posible que esta
distancia se vea reducida a su mínima expresión cuando los flujos migratorios continuos
establezcan puentes para el intercambio de elementos culturales que al final influyen de
manera importante en la conformación de cualquiera de estas dos regiones.
Además de constituir un gran tesoro en términos naturales, la Sierra Gorda queretana
engloba un sin número de expresiones culturales arraigadas en sus miles de años de
existencia. A lo largo de su historia han sido muchas las generaciones que han pasado 1 La etapa de trabajo de campo para este proyecto abarco de los meses de Agosto a Diciembre del año 2011. Durante este tiempo se realizaron estudios socioeconómicos en las cabeceras municipales de los municipios de Arroyo Seco, Jalpan de Serra y Pinal de Amoles. Además del trabajo de campo realizado por la división integrada por antropólogos y arquitectos hubo especialistas en materiales de construcción, resistencia de los mismos y su comportamiento en distintas condiciones climáticas; procedentes de la Universidad Politécnica de San Juan del Río, UTEQ y el CICATA.
8
por sus caminos y habitado sus comunidades; reproduciendo y en ocasiones olvidando
cuentos, cantos, rezos, personas y lugares. A casi tres mil metros sobre el nivel del mar,
Xi’ói, Teneek, Ñhanho y Náhuatl son las etnias que intentan defender el territorio ante la
aplastante inercia del proyecto moderno y sus implicaciones. Pero más allá de los grupos
étnicos, la comunidad serrana en términos generales aún se encuentra anclada a la
naturaleza y a los beneficios o carencias que de ella puedan esperarse.
Entre bosques de Pino y Encino de repente uno puede observar alguno que otro ladrillo,
loza sobre loza de concreto, pisos firmes y antenas de TV por cable2; el contraste es
evidente y es de todos los días y en todos los lugares. Al adentrarse en la sierra, en sus
comunidades y parajes, es bastante común observar anuncios por parte del gobierno en
turno luciendo el gran número de apoyos de vivienda que se han hecho durante la
administración, los miles de pisos firmes que se han puesto3, los cientos de kilómetros de
tubería de agua potable que se han llevado hasta lo más recóndito de la serranía4. Entre
los municipios de Landa de Matamoros, Jalpan de Serra y Arroyo Seco hay una población
de 58,389; distribuidos en alrededor de 14,633 viviendas, esto según datos del INEGI
para el año 2010. Pareciera que el gobierno tiene la intención de que cualquier visitante
entendiera que no importa lo lejos que uno viva; los apoyos, los servicios, los programas
llegarán. Aunque en realidad lo que se quiera sea escapar lo más lejos posible de los
caóticos fantasmas de una ciudad. Los casos que se presentaran a lo largo de la
investigación son los siguientes:
La comunidad de Puerto de Ánimas se encuentra a unos 6 kilómetros de la cabecera
municipal de Jalpan. En esta comunidad se encuentra la casa del señor Epifanio,
construida aún de varas y techo palma, a pie de carretera. La casa colinda con una de las
muchas curvas que uno encuentra sobre la carretera 120, y aunque el patrón de la
comunidad sigue siendo disperso está relativamente cerca de su respectivo centro
urbano. La ubicación de la casa resulta un tanto estratégica, ya que desde ahí puede
observarse claramente la cabecera municipal y sus alrededores. Esto explica un poco que 2 Para los municipios de Landa de Matamoros, Jalpan de Serra y Arroyo Seco; seco datos del INEGI en el 2010, son alrededor de 11,009 hogares que cuentan con televisión. Dato que no se encuentra muy alejado de la realidad al observarse en el paisaje serrano un gran número de estas antenas.
3 El INEGI no maneja una variable como tal referente al piso firme, vinculado con el programa de gobierno. El indicador es “piso diferente de tierra”, que sumado entre los tres municipios da un total de 13,857.
4 La red pública de agua potable abarca un total de 10,610 viviendas con este servicio para los tres municipios mencionados anteriormente.
9
dentro de su propiedad, don Epifanio tiene una construcción que se dice es de origen
prehispánico; hecha de piedra laja y muy bien trabajada, esta construcción desentona con
el patrón constructivo de la zona, por lo que los habitantes creen que no corresponde, por
lo menos, temporalmente.
En principio el nombre de esta localidad era Puerto de Canoas, pero según don Epifanio
la gente cuenta que cuando aún existía el camino viejo, la gente veía bajar por la colina
una procesión de gentes vestidas de blanco, y de ahí cambiaron canoas por ánimas. Él es
originario de este lugar al igual que su padre pero su madre era de Tolimán. Quizá esto
explique que al recorrer la casa de don Epifanio se pueden observar algunas ollas con
una forma característica del Semidesierto queretano; él dice que su abuela y también su
madre las utilizaban para almacenar agua.
Agua de la Peña es un paraje que forma parte del micro-región de Agua Zarca, en el
municipio de Landa de Matamoros. Para llegar desde la cabecera municipal del municipio
de Jalpan se toma la carretera 120 (Jalpan-Xilitla); al llegar a la comunidad de El Lobo se
toma la desviación que se dirige a hacia Agua Zarca. Sobre la carretera no se encuentra
ningún señalamiento que indique la posible proximidad o distancia hacia el lugar, por lo
que como referencia debe tomarse la desviación hacia la comunidad de El Naranjo, que
se encuentra a 5 km de distancia del entronque entre la 120 y la carretera hacia Agua
Zarca. En un principio esté lugar era considerado como parte de de una comunidad
cercana llamada Puerto de Guadalupe, a 1km de distancia, incluso no existía como Agua
de la Peña. Al encontrar su compañía en este lugar y por invitación de su suegra, don
Pedro llego a vivir aquí y tiempo después compro la propiedad.
La zona donde se encuentra esté paraje es una de las más altas de la región, por lo que
generalmente el clima es frío y la neblina es abundante durante el año; a pesar de esto,
el contexto natural y las variaciones en la altura hace que en algunos territorios se
generen microclimas bastante diversos, en los cuales se puede pasar de un clima frío a
un calor húmedo, o de un bosque de pino al cultivo de plátano y caña de azúcar. Éste es
el caso de Agua de la Peña, donde existen varios especímenes tropicales en armonía con
algunos otros originarios de esta región un tanto más fría. Cuenta don Pedro, que
anteriormente en esta región se cultivaba mucho la caña para la elaboración del Pilón o
Piloncillo; incluso dentro de su terreno tiene un trapiche con muchos años sin ser utilizado.
Ahora se sigue cultivando la caña, pero para dar alimento al ganado, que dicho sea de
10
paso ha venido a modificar de manera considerable el entorno mediante la tala de bosque
para su pastoreo.
El simple hecho de andar el camino para llegar a El Pitayo ya es parte de la experiencia
que es visitar esta comunidad. Después de abandonar el auto en El Pino, hay que
caminar a través del monte por alrededor de 45 min como se menciono anteriormente.
Cosa normal es encontrar a las vacas en medio del camino, por lo que hay que lidiar con
ellas para que, sin ningún aspaviento permitan el paso. Hay que subir y bajar por la
vereda respetando las ondulaciones de los cerros, ya que pareciera El Pitayo estar cerca,
pero conforme sigue caminando se da cuenta que no es así; las entradas y salidas de la
vereda hace que el camino parezca incluso interminable. Es importante mencionar que
durante la caminata hay que cruzar alrededor de cinco puertas improvisadas con madera;
varas y algunos tubos que posiblemente se ocupaban para el corral de las vacas; puertas
que posiblemente estén marcado el inicio o final de varias propiedades. Don Francisco,
quién vive en El pitayo, junto con su esposa la señora Francisca, dice que en esta región
todo tiene dueño, no hay pedazo de cerro que esté libre, ya todo es de alguien.
Según cuenta don Francisco, en este lugar llego a haber alrededor de 30 viviendas, pero
con el paso del tiempo mucha gente decidió migrar a otros lugares como El Pino, Concá o
incluso Jalpan; otros que decidieron quedarse más tiempo han decidido irse al fin o
muerto en cada lugar. Todavía sobre el camino para llegar al Pitayo se puede encontrar
viviendas abandonadas pero aún en pie. La familia de don Francisco es la única que
queda habitando esta comunidad. Algunas de las personas que se fueron decidieron
vender sus propiedades, dejando las casas intactas, aunque después fueran destruidas;
don Francisco trabaja con un señor que compro uno de estos terrenos, él le ayuda a
cuidar algunas milpas y ganado en las cercanías de su propiedad.
Sin el afán de idealizarlas como la cumbre de la sustentabilidad o de una relación perfecta
con la naturaleza, la intención de mostrar estos casos es entablar un dialogo pertinente en
términos de saberes ancestrales en términos de la construcción de una casa y sus
implicaciones culturales, así cómo analizar las posibilidades de mantener una relación de
explotación responsable con la naturaleza. Porque ante la ola de apoyos, capacitaciones
y proyectos encaminados a la instrucción de los habitantes de la sierra en términos de
una sustentabilidad domestica, quienes deberíamos de repensar nuestras acciones y
concepciones sobre la naturaleza y qué papel jugamos en el planeta somos nosotros, ‘los
otros’.
11
Por otro lado, desde hace mucho tiempo la ciudad de Querétaro se ha caracterizado por
su ubicación estratégica, con respecto a algunas de principales vías de comunicación en
el país, tanto carreteras como vías ferroviarias. Santiago de Querétaro se encuentra
dentro de la zona conocida como el Bajío, en el centro del país. Dicha zona se distingue
por tener una importante actividad comercial debido a que es paso obligado desde el sur y
centro del país hacia el norte u occidente del mismo. Esto ha influido de manera
considerable a que la ciudad de Querétaro se convierta en un importante polo de
atracción tanto para industrias y corporativos, así como para gente que busca una mejor
calidad de vida en términos seguridad y empleo.
Para Arvizu García “en los años de 1943 a 1961… la ciudad y el estado parecían ya estar
en posibilidades de ser incluidos en las políticas de desarrollo nacional; su ubicación,
estratégica durante el virreinato, volvía a cobrar vigencia ante la nueva realidad del país”
(García Arvizu, 2005, p. 95)
Durante este periodo comenzaron a llegar importantes empresas a la ciudad, entre estas
estaban Textiles la Concordia, Molinos el Fénix, Productos Lácteos y Carnation;
constituyendo lo que se conoce como zonas industriales, las cuales requerían
urgentemente mano de obra para comenzar con sus producciones, esto sin duda fue un
aliciente significativo para que población de distintos lugares del municipio, estado y del
país comenzaran a trasladarse a la ciudad para conseguir empleo. Como consecuencia,
se construyeron conjuntos habitaciones cerca de los lugares donde se instalaron algunas
empresas, es el caso de la zonas conocidas como Ciudad Satélite, El Tintero, Desarrollo
San Pablo; esto en primera instancia y entre otras.
Actualmente la capital del estado se está enfrentando al crecimiento desmedido y
desordenado de la ciudad, intensificando femémonos como la contaminación ambiental y
el trafico provocado por el gran número de automóviles. Además, la aparición de un sin
número de fraccionamientos y zonas habitacionales que tratan de cooptar la gran
cantidad de personas que llegan a la ciudad. Ubicadas en su mayoría en las periferias de
la ciudad han tratado de solucionar de manera fallida esta problemática. Además de la
atracción que genera la ciudad de Querétaro en términos de empleo y mejor calidad de
12
vida, la seguridad es otro de los motivos por los que mucha gente decide llegar a la
entidad. La ola de violencia que azota a la mayoría parte del país ha hecho que muchas
personas se trasladen a otros estados como Querétaro y el Distrito Federal (que ha
reducido de manera importante sus índices de violencia e inseguridad) buscando un mejor
lugar para ellas y sus familias. A pesar de que los estados colindantes con Querétaro
(Hidalgo, Michoacán, San Luis Potosí, Guanajuato y el Estado de México) sufren graves
problemas de inseguridad y violencia, Querétaro se ha mantenido como un estado
seguro, y en particular, como una ciudad segura. Razón que ha orillado también a que
mucha gente se mude a la ciudad.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), para el
año 2010 la ciudad de Querétaro contaba con aproximadamente 801 940 habitantes. Es
posible que la cifra siga aumentando año con año de manera considerable si tomamos en
cuenta el impulso que por parte del gobierno estatal se le está dando a la industria; y no
sólo a la industria de manufactura, sino también a la industrial inmobiliaria, que según
estudios recientes sobre fraccionamientos, ha comenzado a acaparar el sector de la
población que antes por falta de recursos decidía comprar un terreno y construir poco a
poco; ahora, quienes ganan el salario mínimo también tiene acceso a un crédito para la
vivienda.
Siguiendo esta tónica, para el censo del 2010 el INEGI conto alrededor de 454, 224
viviendas habitadas en todo el estado. Algunos de los indicadores del instituto tienen que
ver con la estructura y el equipamiento de las viviendas; piso, agua entubada, drenaje y
luz; hasta televisión, computadora y refrigerador5. Pero no se hace la distinción del lugar
donde estas se encuentran. A pesar de esto es evidente el crecimiento de los
fraccionamientos habitacionales a nivel estatal pero principalmente en el municipio de
Querétaro.
Más allá de la creciente tendencia a la construcción de conjuntos habitaciones,
fraccionamientos y condominios, la emergente dinámica urbana de la ciudad de Querétaro
también ha generado la aparición de otro tipo de asentamientos donde la carencia de
servicios, inestabilidad económica, y practicas rurales configuraron espacios que
permitieron a sus habitantes la “libre” elección de su forma de vida. En este contexto es
5 INEGI, 2010.
13
donde se enmarcan las denominadas colonias populares, caracterizadas por la venta de
lotes para la construcción de viviendas que tiempo atrás fueron utilizadas principalmente
para prácticas agrícolas y campesinas; así como también la apropiación de terrenos sin
dueño por parte de personas sin un lugar para vivir, el paracaidismo por ejemplo.
Este es el caso de la colonia Reforma Agraria, ubicada al oriente de la ciudad de
Querétaro. A partir de la información que se recabo durante el trabajo de campo se puede
afirmar que el fenómeno de la autoproducción de la vivienda en dicha colonia puede
enmarcarse dentro de una dinámica de transición entre lo rural y lo urbano, tanto en
términos de experiencia y conocimientos como en la práctica. Con esto no solo nos
referimos al sistema constructivo de la casa como lo definen algunos autores: “constituye
el modo natural y tradicional en que las comunidades han producido su propio hábitat.
Forman parte de un procesos continuo que incluye cambios necesarios y una continua
adaptación como respuesta a los requerimientos sociales y ambientales”6; sino que
intentamos entenderlo de forma integral y procesual, donde a partir de alcances
económicos, gustos personales, inercias occidentales, prácticas tradicionales,
intencionalidades, cambios generacionales, entre otros, una vivienda puede ser diseñada
y construida desde los cimientos.
Por otro lado, El barrio de San Francisquito7, ubicado en el Centro Histórico de la
ciudad, es uno de los barrios más antiguos de Querétaro; se tiene registrado que entre
1531 y 1538 se instauro una congregación de indios en el cerro del Sangremal junto a la
ermita de la Santa Cruz, conocido en aquellos tiempos como “El Barrio de la Loma”, hoy
parte de SF (Moreno: 1994). Por sus características, algunos de los grupos de Concheros
más antiguos de la ciudad son originarios de dicho barrio; de igual manera dentro de San
Francisquito se encuentra el templo de la Divina Pastora, que tiene su origen alrededor de
1785.
Así como otros barrios y colonias antiguas de la ciudad, SF se ha incorporado a la
dinámica urbana y moderna que impera en la ciudad. No por esto ha abandonado sus
raíces y prácticas antiguas vinculadas con la construcción de la casa y de la comunidad. 6 Arboleda, G. 2006. ¿Qué es la arquitectura vernácula? (Definición larga). Berkeley, CA. http://www.etnoarquitectura.com/web/articulos/articulo/06V29-02arts
7 Para fines de economía en términos de la escritura desde esta parte del texto en adelante se abreviará San Francisquito con las siglas SF.
14
Aunque es imposible que este barrio pierda su carácter tradicional en muchos aspectos,
es obvio que ha tenido que incorporar nuevas prácticas. No necesariamente lo tradicional
se impone a lo moderno o viceversa; lo que si ocurre es una mezcla entre elementos
tradicionales y modernos que cada vez han hecho más complejas la relaciones sociales
entre las personas, en este caso los habitantes de San Francisquito. A lo largo de los
testimonios se muestra cómo es que entre algunos de sus habitantes más longevos
todavía existen prácticas vinculadas con la construcción con adobe, el cuidado del agua y
la naturaleza.
La autoconstrucción y autogestión, modelos constructivos característicos de los casos
presentados, son cada vez más escasos en la ciudad, el encarecimiento de los materiales
para la construcción de casas, el alza de precios en los predios y el acaparamiento por
parte de los fraccionamientos habitacionales han desplazado a este modelo constructivo;
que, a diferencia de las casas de interés social, no se encuentra regida por los estándares
modernos que tienden a generalizar las prácticas y compartimentar los espacios. Al
mismo tiempo, nociones como orden e higiene han modificado el equipamiento y la
distribución de las casas. Todos los artículos, materiales y electrodomésticos que se
utilizan para equipar una vivienda son concebidos y construidos bajo este tipo de
nociones, por lo que de una u otra o forma, han tenido que ser asumidos o descartados
por los habitantes.
Junto con los dos ejemplos anteriores, en la ciudad también encontramos las viviendas
por fraccionamientos o las llamadas casas de interés social, que en el contexto
contemporáneo se vuelven una opción importante al momento de elegir la forma en que
se quiere vivir. Más allá de lo homogeneizante que pueda resultar el caso de este tipo de
viviendas, también es interesante analizar cómo estos ideales modernos materializados
en las construcción entran en juego con formas distintas de concebir una casa. De ahí
que, si no es por una prohibición explícita, pocos fraccionamientos mantengan la
uniformidad con la que fueron construidos; segundos pisos, modificaciones estructurales,
portones, fachadas y un sinfín de artilugios inundan comúnmente este tipo de conjuntos
habitacionales.
De alguna u otra manera, la elección, compra, renta o construcción de una casa se vuelve
una de las decisiones más importantes o necesarias de la vida de cada individuo. En qué
zona de una determinada ciudad, si será de dos plantas, de una, con jardín, con cochera,
15
etcétera. Pareciere que la elección es libre y autónoma, que cada quien puede elegir
como y donde vivir; dentro de lo permitido así parece.
Los estándares están hechos. Por un lado responden a ideales que tiene que ver con
estatus económico y social, zonas de exclusividad que garantizan “todos” los servicios, la
mayor “seguridad”. Por otro, y apelando a una cierta concepción de la naturaleza;
alejadas de la contaminación, del tráfico y del constante ajetreo de la ciudad. ¿A qué
necesidades intentan las responder las ofertas de viviendas? Creadas, propias o
impuestas lo cierto es que son parte importante de los fenómenos que se derivan de la
creciente industria inmobiliaria y de la dinámica de una ciudad que poco a poco se va
posicionando como una de las más “prosperas” del país.
Es así como dentro de este ir y venir de prácticas modernas y tradicionales se insertan
estos casos. Veremos que apelando a su complejidad permiten se enmarcados como
posibilidades vernáculas en términos de la vivienda y alternativas sustentables para “vivir”
la ciudad.
16
Capítulo I. Redefiniendo conceptos: del análisis del
espacio al estudio de la casa vernácula.
No teman. No les voy a contar toda la historia de mis casas, sino que a partir de aquellas en que
me pasaron cosas importantes (o, como dijo el poeta, en un arranque de genial cursilería, “cosas
chicas para el mundo / pero grandes para mí”.
Mario Benedetti
1.2 Un breve recorrido por el concepto Espacio.
El espacio es un tema que a lo largo de la historia ha inquietado al hombre. Desde los
primeros pasos de la humanidad hasta nuestros días, la conciencia de donde nos
encontramos y la contemplación de lo que nos rodea despierta la curiosidad: “Lleno de
estupor y de ferocidad, obligado por el frío y la lluvia, siguiendo el ejemplo de los animales
u obedeciendo a un impulso en el que se mezclan confusamente el instinto y la razón,
nuestro hombre (de la edad de piedra) se cobija en un repliegue, en un hoyo al pie de una
montaña, en una caverna” (Ecco, 1968, p. 245). Así es como Umberto Eco describe el
momento en el que el hombre en sus primeros años busca refugio antes las inclemencias
de una naturaleza todavía en libertad.
El proceso de descubrimientos ha sido largo, con éxitos, fracasos, y consecuencias que
aún no terminamos de asumir, pero más allá de esto y de su incesante estudio desde
distintas perspectivas, ha traído más preguntas que certezas. ¿Qué es el espacio para el
hombre? Es una pregunta que muchos han intentado responder, y quizá lo han hecho;
pero algo tan poco concreto y a veces intangible puede tener muchas acepciones
dependiendo desde que punto de vista se quiera abordar y hacia que nuevas
interrogantes nos lleven las posibles respuestas.
Sin querer establecer una nueva definición del espacio, interesa apoyarse en quienes ya
han reflexionado sobre esto para discutir alternativas hacia las implicaciones de su
estudio interdisciplinar hasta ahora poco tomado en cuenta.
17
Para uno de los exponentes contemporáneos más importantes de la fenomenología,
Martin Heidegger, no hay espacio y hombre por separado. “Cuando se habla de hombre y
espacio, oímos esto como si el hombre estuviera en un lado y el espacio en otro. Pero el
espacio no es un enfrente del hombre, no es ni un objeto exterior ni una vivencia interior.
No hay los hombres y además espacio” (Heidegger, 1975, p. 7).
Heidegger retoma de antiguas lenguas europeas palabras referentes a la actividad
constructiva del hombre. En ellas descubre y defiende las implicaciones ideológicas,
culturales y sociales de palabras como “buan”; vocablo del antiguo alemán que significaba
construir, pero que también era relacionada con “habitar”. Para Heidegger y para los
antiguos alemanes existe algo llamado cuaternidad, que es la forma en que los hombres
coexisten en y con la tierra, el cielo, y las divinidades. De ahí que todo se relacione con
todo y no puede existir de manera independiente a los elementos que forman esta
cuaternidad. Mediante un rastreo lingüístico en el antiguo alemán pueden establecerse
estas ideas, y aunque este tipo de cosmovisiones puede encontrarse en distintas culturas
alrededor del mundo, poca atención se les brinda por considerarlas fuera de lo racional. El
sometimiento de sabidurías ancestrales es más que evidente, pero también sobre eso
hablaré más adelante. Una de las partes centrales del argumento hermenéutico de
Heidegger es la alteración del espacio, en este caso la edificación llevada a cabo por el
hombre. Tiene que ver con el contacto que se ejerce en y con el entorno, al modificarlo de
manera que los elementos de la cuaternidad estén presentes, solo así se llega al habitar.
Un concepto complejo que tiene que ver con un equilibro entre el hombre, su entorno y
sus divinidades.
Es interesante la aproximación de Heidegger en el sentido de la multidimensionalidad que
le da al espacio al no separarlo del hombre; Ya que además de su acepción constructiva
o de hábitat, el espacio significa por y para el hombre. No es visto solo como un
receptáculo donde “suceden” las cosas, sino es el espacio como construcción física, pero
a la vez de sentido y significado; Incluso para otros fenomenólogos como Gastón
Bachelard: el espacio habitado trasciende el espacio geométrico. (Bachelard, 1957, p. 36)
El espacio en sus diferentes acepciones existe por el hombre. Lo interviene, lo modifica, lo
contempla, lo representa y lo significa. Es así como: “El espacio físico es, para el ser
humano, espacio apropiado –territorio- y espacio dispuesto y habitado –lugar-. En este
sentido, el espacio es una construcción social y el espacio escolar (o cualquier otro
18
espacio definido por el hombre) es una de las modalidades de su conversión en territorio y
lugar.” (Viñao Frago, 1990, p. 19)
Rosana Reguillo argumenta que a partir de la relación hombre-espacio se puede distinguir
una triple lógica a partir de la cual operan las relaciones sociales en una cultura
específica.
a) El espacio tópico: que alude al territorio propio y reconocido, es el lugar “seguro”
pero al mismo tiempo amenazado.
b) El espacio heterotópico: que alude al territorio de los “otros” y que representa esa
geografía atemorizante en la que se asume que “suceden cosas”.
c) El espacio utópico: que habla de un territorio que apela a un orden que se asume
no solo como deseable, sino que funciona como un dispositivo orientador en la
comprensión del espacio tópico en sus relaciones con el espacio heterotópico.
(Reguillo, 2003, p. 3)
Con este argumento se ejemplifica como es que el espacio no solo significa de una
manera, sino que dependiendo de distintas variables individuales, regionales, culturales,
históricas y sociales el espacio es asumido y contemplado de distintas formas. Así,
podemos tener referencia de un lugar lejano (no solo en términos de distancia) que nos
parezca peligroso o agradable, hasta que incluso dentro de nuestra propia casa nos
sintamos ajenos. Esta perspectiva deja atrás por completo aquellas nociones que
consideraban al espacio en un sentido genérico como un receptáculo pasivo e inerte.
En este mismo sentido, Pierre Bourdieu trata de conceptualizar al espacio en su acepción
física y social, pero a pesar de la distinción estos conceptos nunca dejan de ser
complementarios. El espacio físico…”Es el punto en el espacio físico en que están
situados, tienen lugar, existen, un agente o una cosa. Vale decir ya sea como localización,
ya, desde un punto de vista relacional, como posición, rango en un orden. El sitio ocupado
puede definirse como la extensión, la superficie y el volumen que un individuo o una cosa
ocupan en el espacio físico, sus dimensiones o, mejor, su volumen exterior” (Bourdieu,
1999, p. 2)
19
Para Bourdieu no basta decir que un hombre ocupa un lugar específico en el espacio, y
que a partir de este es como se establecen las relaciones sociales. Es cierto que el
espacio físico significa y adquiere un valor, en el sentido genérico del término. Pero con la
perspectiva de este autor se integra la discusión de las implicaciones que conlleva estar
situado en un lugar; localizado, posición o rango. ¿Pero en base a qué? Bourdieu integra
la categoría de espacio social para definir las implicaciones de una determinada posición
en el espacio físico.
Para él: “El espacio social es un sistema de posiciones sociales que se definen las unas
en relación con las otras. El valor de una posición se mide por la distancia social que la
separa de otras inferiores o superiores, lo que equivale a decir que el espacio social es,
en definitiva, un sistema de diferencias sociales jerarquizadas en función de un sistema
de legitimidades socialmente establecidas y reconocidas en un momento determinado”.
(Bourdieu, 1999, p. 9)
Podríamos decir que en Bourdieu el espacio es algo así como un tablero de ajedrez,
donde los hombres están situados en una posición y no en otra dependiendo de factores
históricos, sociales, culturales y de distinción8. La vida y sus posibilidades están
determinadas por una posición jerárquica y de un momento a otro, (también lo dice)
dependiendo de algunos factores puede modificarse.
En lo que respecta a la antropología, hasta fechas más o menos recientes se ha
abordador el tema desde una perspectiva más profunda; dejando de lado el espacio y el
entorno como esos lugares donde “ocurren” las cosas, además de verlo solamente como
un escenario se ha tratado de teorizar a partir de las implicaciones culturales que tiene la
construcción física, social y simbólica de un espacio. En este sentido, Mari José Amerlinck
y Fernando Bontempo afirman que:
“El desinterés antropológico en el entorno construido se ha hecho más evidente en el
desarrollo dominante de la disciplina y en la influencia que ha ejercido durante el siglo XX,
ya que algunos teóricos y etnógrafos en el siglo XIX y principios del XX, que contribuyeron
a su despegue inicial (Maine, Spencer, Morgan, Durkheim y Mauss) sí buscaron
comprender las relaciones sociales y la cultura en su contexto espacial… En un intento
8 La distinción, en términos de la sociología de Pierre Bourdieu, es un sistema de diferencias sociales jerarquizadas en función de un sistema de legitimidades socialmente establecidas y reconocidas en un momento determinado (Giménez, 1997)
20
por explicar el abandono de estos intereses hemos encontrado al menos tres posibles
causas relacionadas entre sí, que se enumeran y desarrollan a continuación: la primera es
el abandono de la interdisciplinariedad; la segunda la decadencia del evolucionismo; la
tercera, el predominio de cierto enfoque cultural.” (Amerlinck, 1994, p. 24)
Desde su nacimiento, la antropología se ha dedicado a estudiar aquellas culturas
consideradas como diferentes de la occidental, incluso algunos teóricos la denominaron
como una “sociología comparada”, debido a su capacidad de intercalar las dos visiones
del mundo. El interés por lo exótico, lo desconocido y diferentes inclino a muchos
científicos ya inscritos en otras disciplinas a forjar la empresa antropológica, que en el
inicio aún estaba permeada por las inercias científicas de la época. Por ejemplo, Henry
Morgan, quien es considerado por muchos como uno de los precursores de la disciplina
en la mayoría de sus trabajos se intereso por intentar comprender cuál era relación entre
la construcción de casas, la organización social y el sistema productivo de algunas
culturas originarias de Norte América. Abogado de formación, siempre fue consciente de
la importancia de esta relación, aunque poca atención se ha puesto a este tema en sus
trabajos. Uno de los más significativos es Houses and house life9 aún sin traducción al
español.
En su momento el evolucionismo fue una corriente muy fuerte dentro de la antropología,
pero esto no solo paso ahí, sino que el pensamiento científico en general estaba
fuertemente influenciado por la secularización del conocimiento y la fiebre de El origen de
las especies de Darwin. Aún así, a lo largo de su historia, en la antropología han existido
tendencias teóricas, paradigmas hegemónicos que de una u otra forma permean la
disciplina al grado de marginar la diversidad de enfoques posibles.
Actualmente, y después de un largo periodo de investigación y producción sobre temas
relacionados con el simbolismo y la posmodernidad10; la antropología ha volteado de
nuevo hacia la práctica interdisciplinaria y ampliar el horizonte. A través de la práctica
9 Houses and house-life of the American Aborigenes, Chicago, University of Chicago Press, 1965.
10 “El surgimiento de la antropología posmoderna es, en sentido estricto, un proceso de transformación experimentado por una de las tantas corrientes internas de la disciplina, la llamada antropología interpretativa. Tras una fase tibia de ‘antropología simbólica’ en las décadas de 1960 y 1970, y luego de una falso arranque bajo las banderas de la fenomenología (demasiado escolásticas, trascendentales y solemnes para los tiempos que corren), los interpretativos hallaron en un posmodernismo que algunos reputarán predigerido y fragmentado su marco de referencia más afín”. (Reynoso, 2008, p. 36)
21
interdisciplinaria ha retomado la importancia que por muchos años se le arrebató debido a
las exageraciones de una academia postrada en cubículos y poco comprometida con los
problemas emergentes tanto de su sociedad como de las que se dedicaba a estudiar.
Así, propuestas como la de Amerlinck y Bontempo, basándose en los trabajos y
conceptos de Amos Rapoport tratan de encontrar un puente tanto teórico como práctico
entre la antropología y la arquitectura; en pro de una comprensión integral del fenómeno
constructivo en el ser humano (Amerlinck, 1994). O por otro lado, lo que más
recientemente se está haciendo por medio de los trabajos sobre naturaleza y cultura,
como por ejemplo los de Phillipe Descola, abren las posibilidades hacia una ciencia
antropológica más compleja pero también más comprometida con los problemas actuales,
tanto ambientales como sociales (Descola, 1996). En este sentido, y desde la perspectiva
del post-desarrollo, Arturo Escobar propone la reconceptualización de “el lugar”; que visto
desde una perspectiva local se convierte en un factor de empoderamiento del
conocimiento frente a una globalización que intenta homogeneizar cualquier expresión
alterna. Esto por medio de la toma de conciencia de los habitantes locales de que es lo
que se encuentra al alcance y que se puede hacer con ello.
“En años recientes, el concepto de ‘lugar’ ha sido nuevamente abordado desde varios
puntos de vista, desde su relación con el entendimiento básico de ser y conocer, hasta su
destino bajo la globalización económica y la medida en la que sigue siendo una ayuda o
un impedimento para pensar la cultura. Este cuestionamiento no es, por supuesto, una
coincidencia: para algunos, la ausencia de lugar ‘una condición generalizada de
desarraigo’, como algunos la denominan, se ha convertido en el factor esencial de la
condición moderna, una condición muy aguda y dolorosa en muchos casos, como en el
de los exiliados y refugiados” (Escobar, 2005, p. 113).
Podríamos decir que las propuestas de Escobar y Bourdieu no concuerdan, sin embargo
tienen mucho que ver en el sentido de que las dos asumen al lugar como un espacio
apropiado, ya significado. Quizá uno desde una perspectiva más general e interpretativa y
otro con una postura más práctica y local del término. Mientras que para Bourdieu el lugar
es tal desde el momento en el que es ocupado, ya sea por una persona y objeto, para
Escobar toma tintes más territoriales; donde una localidad especifica construye “su” lugar
a partir de sus incidencias actuales y una cosmovisión ancestral que lo conecta con casi
todas las esferas de la vida cotidiana.
22
Partiendo del estudio del espacio, en el presente trabajo se pretende llevar el énfasis
hacia uno de estos ámbitos de la vida cotidiana; uno de los lugares que más se da por
sentado y pocas veces se habla sobre la complejidad de sus implicaciones, la casa. La
casa a lo largo de la historia, como producto de la actividad constructiva del hombre y la
relación que guarda con el entorno, ha sido objeto de muchas modificaciones; aunque no
podemos hablar de manera singular de “la casa”, ni rastrear sus orígenes, podemos decir
que adquiere características especificas dependiendo del lugar y tiempo donde se
encuentre o construya.
Según Lawrence-Zúñiga, en un trabajo sobre la Historia de la Familia Europea, menciona
que las ideas que regían las nuevas formas domesticas (ideas modernas) no eran
originarias de los ocupantes (de las casas), sino que habían sido desarrolladas por
investigadores, diseñadores, fabricantes y políticos, no solo con la intención de
representar de forma material su propia concepción de la vida familiar ideal, sino también
de cambiar realmente la conducta domestica (Lawrence-Zúñiga, 2004). Aunque en este
libro se habla específicamente de la vida familiar en Europa, realmente no esta tan lejos
de lo que se puede encontrar en distintas partes del mundo, incluido México; donde de
alguna u otra manera, tarde o temprano, los efectos de esas tendencias de la modernidad
llegaron a muchos rincones.
La actividad constructiva del hombre en términos domésticos ha dejado experiencias
interesantes a lo largo de la historia, y aunque muchas de ellas se han perdido en el
tiempo es importante tomar en cuenta el intento de estas autoras por reconstruir una
interpretación de la vida familiar europea. Muchas de estas experiencias o tradiciones
constructivas han sido desplazadas poco a poco por el embate de tendencias modernas
que intentan homogeneizar en pro de un progreso que parece ilusorio. El resultado ha
sido una mezcolanza de conocimientos, prácticas e interpretaciones de las tradiciones
locales y de lo que se intenta implantar como manifestaciones materiales de la
modernidad. Para Paul Ricoeur la encrucijada se presenta de la siguiente manera:
“Al fin de llegar a la ruta que conduce a la ruta de la modernización. ¿Es necesario
desechar el viejo pasado cultural que ha sido la razón de ser de una nación? De aquí la
paradoja: por un lado tiene que arraigar en el suelo de su pasado, forjar un espíritu
nacional y desplegar esta reivindicación espiritual y cultural ante la personalidad
colonialista. Pero a fin de formar parte en la civilización moderna es necesario al mismo
23
tiempo tomar parte en la racionalidad científica técnica y política, algo que muy a menudo
requiere el puro y simple abandono de todo un pasado cultural.” (Ricoeur, 2003, p. 87)
En el caso especifico de las ciudades mexicanas, la diversidad de formas constructivas es
bastante rica, aunque actualmente por medio de los fraccionamientos que promueven
modelos constructivos homogéneas se intenta igualar el paisaje cultural de las ciudades.
El fenómeno que resulta de estos esfuerzos es interesante, imágenes coloridas de
modificaciones físicas inundan los fraccionamientos; bardas, ampliaciones y segundos
pisos; no son solo la señal de que las viviendas no respondieron a las necesidades
individuales y colectivas de los habitantes, sino tampoco a las prácticas culturales ni
sociales de ellos mismos. Siguiendo esta misma tónica, aunque términos más generales,
para García Canclini dentro de una ciudad pueden existir varias ciudades, o sea diversas
formas de representar la ciudad por parte de sus habitantes. De ahí que no exista una
ciudad homogénea, sí no hay ciudad homogénea tampoco existirán colonias
homogéneas, barrios homogéneos y por consecuencia casas diversas. “Vivimos entre
tradiciones que todavía no se van (tradiciones barriales, de formas de organización y
estilos de comunicación urbana) y una modernidad (el proyecto homogéneo en sí, aun sin
ser interpretado) que no acaba de llegar a los piases latinoamericanos, cuya precariedad
no impide, que también lo posmoderno ya este entre nosotros “(García Canclini, 2005, p.
87).
Es así como el espacio, el entorno, o el lugar adquieren características distintas a partir de
perspectivas diferentes. La incursión de lo local en la discusión hace aun más complejo el
formar una definición del espacio. Es importante entender y tomar en cuenta estas
perspectivas porque abren el panorama en la medida en que se va operativizando más el
concepto. Me refiero, no es lo mismo concebirlo de una forma totalmente teórica o
abstracta a implementarlo en la planeación o implementación de algún proyecto donde
cualquier decisión puede tener consecuencias. Más allá de una definición ontológica del
espacio, los argumentos anteriores se pone el énfasis en la forma en que el espacio
adquiere implicaciones distintas a partir de su nombramiento y clasificación. Es por ello
que para entender el fenómeno de la casa vernácula es importante mencionar algunas de
ellas.
24
1.2.1 Territorio, lugar y cultura.
Un día, quizá, vendrá un signo de otro planeta. Y, por un efecto de solidaridad cuyos mecanismos
ha estudiado el etnólogo en pequeña escala, el conjunto del espacio terrestre se convertirá en un
lugar. Ser terrestre significará algo.
Marc Augé.
En cualquiera de sus acepciones es claro que el espacio es una creación del ser humano,
y a nivel colectivo una construcción social. Desde la elaboración de mapas de cualquier
temática hasta el nombramiento de algún cerro o paraje en alguna localidad el espacio es
cargado de significados que guardan conocimientos acumulados y transmitidos a través
del tiempo. Dentro de una perspectiva disciplinar como la de la antropología es bien
sabido que cualquier espacio tiene características de significación o códigos compartidos
por un grupo específico de personas. Para Gupta y Ferguson la idea de que un lugar se le
dota de significados es algo que los antropólogos conocen muy bien. De hecho, hay muy
pocas verdades antropológicas que sean de más vieja data que esté más sólidamente
establecida.(Gupta, 2008)
La afirmación es cierta, y no solo para el espacio sino para todas las creaciones
humanas, es importante dejar claro el sentido en el que serán utilizadas nociones como
espacio, territorio, lugar y sus derivaciones que no por este hecho dejan de tener
implicaciones muy particulares, tanto en términos conceptuales como prácticos. Para
Martín Heidegger una frontera no es aquello donde termina algo, sino donde comienza
(Heidegger, 1975). ¿Cómo y a partir de qué definimos en este caso el territorio y el lugar?
Actualmente muchas tendencias teóricas dentro de las ciencias sociales consideran que
se vive en una época donde la cultura se encuentra “deslocalizada” y
“desterritorializada”11; se ha perdido cualquier tipo de sentido de pertenencia a algún sitio
en especifico, ya sea localidad, estado o incluso nación.
11 Por ejemplo, Gilberto Giménez considera que “la cultura posmoderna sería casi por definición, una cultura desterritorializada y desespecializada, debido a los fenómenos de globalización, al crecimiento exponencial de la migración internacional y a la deslocalización de las redes modernas de comunicación. (Giménez, 1996, p. 9)
25
Todos estos factores han influido de manera importante para que la manera en la que nos
relacionábamos haya cambiado. Por ejemplo, el fenómeno de la migración desde muchos
lugares de México hacia estados unido no es para nada reciente; muchos pensaríamos
que en la actualidad aquellos compatriotas se habrían integrado completamente a la
sociedad estadounidense dejando atrás cualquier rastro de sus comunidades de origen.
Pero el resultado ha sido otro ya que a pesar del cambio de localización muchos grupos
procedentes de distintos lugares han reforzado sus sentimientos de pertenencia hacia
sus terruños o incluso han elaborado complejas mezcolanzas con elementos de la
“cultura” estadounidense; como los chicanos o algunas etnias como los mixtecos
residentes en California (Castro, 2009). Es así como partiendo de un tiempo y espacio
específicos cada grupo humano construye sus propios territorios; cultural, histórico y
socialmente específicos.
Un acercamiento a la noción de territorio fue elaborado por Gilberto Giménez, donde
argumenta que “el termino territorio remite a cualquier extensión de la superficie terrestre
habitada por grupos humanos y delimitada en diferentes escalas; local, municipal,
regional, nacional o supranacional”(Giménez, 1996, p. 10). Como una definición clásica
del término se vuelve pertinente, todos partimos de la idea de la proximidad hacia el
espacio; en “nuestro” territorio nos sentimos protegidos y seguros pero siempre ha
diferentes escalas y en diferentes espacios. Como puede ser nuestra casa, nuestra
colonia, escuela, estado, y así sucesivamente; sentimiento que se manifiesta ante la
alteridad no siempre agresiva pero incisiva en la diferencia.
Este tipo de fenómenos incluso traspasan las llamadas fronteras nacionales, ya Gupta Y
Ferguson adelantaban algo sobre esto: “la idea de que cada país encarna una cultura y
una sociedad que le son propios y distintivas se encuentra tan difundida, y se asume tan
naturalmente, que los términos cultura y sociedad suelen anexarse sin más a los nombres
de los estados nación”(Gupta, 2008, p. 235). Y esto es más que claro que también
atraviesa ámbitos como el del espacio y en este caso la definición de un territorio; que
siempre se tiene, aunque no sea cerca.
“La dicotomía entre formas objetivas y subjetivas de la cultura resulta capital para
entender que la ‘desterritorializacion física’ no implica desterritorializacion en términos
simbólicos y subjetivos. Se puede abandonar físicamente un territorio, sin perder la
referencia simbólica y subjetiva” (Giménez, 1996, p. 15). Si duda fenómenos de este tipo
26
actualmente estudiados por las ciencias sociales han venido a complejizar la noción de
territorio y las aproximaciones sobre su construcción.
Un ejemplo de esto son las aproximaciones desde la antropología hacia los territorios de
las comunidades indígenas de México. Alicia Barabas y Miguel Bartolomé han dedicado
varios años a tratar de comprender como es que a partir de esquemas distintos a los de
occidente se construyen nociones como espacio sagrado y etnoterritorialidad. “La
consideración teórica del territorio como un proceso producto de relaciones sociales en
permanente cambio es atractiva y más cuando nos referimos a los territorios simbólicos,
aquellos que vemos marcados por la cosmovisión, la mitología y las practicas rituales”
(Barabas, 2003, p. 18)
En este caso es un proceso de relaciones siempre vinculantes con su entorno, la
naturaleza es vista como un ente con volición propia y en constante dialogo con los
habitantes; algo así como la Cuaternidad de Heidegger, mencionada anteriormente.
Incluso algunos teóricos de la arquitectura, como Kenneth Frampton, al referirse a las
formas alternas de construir y concebir el territorio; reconoce que: “hay colectividades
cuyos individuos viven reunidos con su medio, sin distinguir al sujeto del objeto”.
Podemos ver que el territorio puede ser asumido de distintas maneras, aunque siempre la
dimensión simbólica brinda la posibilidad de transformación a partir de referencias
especificas. Puede redefinirse, ampliarse o reducirse; incluso cuando los habitantes se
encuentren distantes espacial y temporalmente. Es así como se define al territorio como
una construcción simbólica en constante cambio, anclado a referencias que tienen que
ver con una historia, un tiempo y un espacio particulares.
Actualmente uno de los trabajos más representativos que abordan este tema es el de
“Los no lugares”, del etnólogo francés Marc Augé. Para él, en la época contemporánea se
está experimentando una pérdida de referencia a los lugares con historia, nodos de una
identidad colectiva, aquellas construcciones físicas y simbólicas muchas veces
representadas por monumentos, sucesos, fechas o incluso personas.
“Si un lugar puede definirse como un lugar de identidad, relacional e histórico, un
espacio que no puede definirse no como espacio de identidad ni como relaciona ni como
histórico, definiría un no lugar. La hipótesis aquí defendida es que la sobremodernidad es
productora de no lugares, es decir, de espacios que no son en sí lugares antropológicos y
que, contrariamente a la modernidad baudeleriana, no integran los lugares antiguos:
27
éstos, catalogados, clasificados y promovidos a la categoría de ‘lugares de memoria’,
ocupan allí un lugar circunscripto y específico.” (Augé, 1992, p. 83)
Aquí nos encontramos ante una similitud en las definiciones, entre el territorio de Giménez
y el lugar de Augé. Los dos coinciden en un principio sobre la exegesis geométrica:
cualquier extensión terrestre habitada por un grupo humano, diría Giménez. Mientras que
para Augé, la geometría del lugar estaría definida por tres elementos: itinerarios,
encrucijadas y centros. Puntos de encuentro y desencuentro, fronteras y caminos por los
que transita la cotidianidad de cualquier grupo humano localizado.
Aunque los dos se encuentran en un nivel interpretativo de los conceptos, lo que puede
hacer la diferencia es la dimensión individual que Augé le da al lugar, incluso habla sobre
el lugar de nacimiento, como constitutivo de la identidad individual. No solo lo menciona
con referencia al individuo, que en este caso nace en el “lugar”, sino que introduce a su
argumento una doble posibilidad de interpretación. Además de volverse para quien
pertenece a la lugar un espacio de reconocimiento, también es generador de
conocimiento. “Justamente porque toda la antropología es antropología de la antropología
de los otros, en otros términos, que el lugar, el lugar antropológico, es al mismo tiempo
principio de sentido para aquellos que lo habitan y principio de inteligibilidad para aquel
que lo observa”(Augé, 1992, p. 58).
A partir de esto, entender al territorio como la superficie terrestre delimitada a partir de
referencias culturales, históricas, ambientales y geográficas por parte de un grupo
humano localizado. Sin el afán de anteponer una diferenciación en cuanto a extensión de
una u otra noción, también entenderé a lugar como un espacio socialmente construido y
particularmente delimitado donde confluyen tanto referencias individuales como colectivas
(la casa, la escuela, la calle, el barrio, la comunidad, etc.)
Aunque la línea de distinción sigue siendo muy delgada, en el lenguaje y el sentido en la
pronunciación de las palabras podemos encontrar su diferencia. Por lo regular cuando nos
referimos a un territorio asumimos que es “nuestro” territorio, pero al mismo tiempo
también damos por hecho que ese mismo surgió a partir de la socialización dentro de ese
espacio, la construcción de ese mismo no solo ha sido por parte de nosotros, sino que
compartimos los créditos con un grupo de personas con las cuales nos identificamos. En
el caso del lugar casi siempre hace referencia a un espacio apropiado pero con una
connotación mas individual; como cuando nos referimos a un lugar en la mesa o a nuestro
28
lugar, que puede ser la recamara. Esto no significa la ausencia de una referencia
colectiva, aunque en términos más pequeños que el territorio; como una localidad.
Este es el caso, por ejemplo, de Arturo Escobar (2005). Él propone que el lugar debe ser
considerado como la experiencia de una localidad especifica con algún grado de
enraizamiento, linderos y conexiones con la vida diaria, aunque su identidad sea
construida y nunca fija. En el texto “el lugar de la naturaleza y la naturaleza del lugar:
¿globalización o postdesarrollo?, Escobar concuerda con Augé y Gilberto Giménez en
que en la época actual se está viviendo una condición generalizada de desarraigo donde
se ha vuelto poco importante tomar en cuenta las formas alternas de ver e incluso de
utilizar el lugar. Es importante hacer mención de esta propuesta porque intenta retomar la
noción del territorio y hacer que conjugue en la dimensión individual. Para escobar es
necesario retomar el lugar en el sentido de un proyecto político construido por los mismo
habitantes, principalmente encaminado hacia la generación de procesos reivindicativos en
términos culturales, medioambientales, económicos, sociales y de desarrollo. ‘¿cómo
hacer entonces que la empresa reivindicativa se vuelva territorio en el lugar? ¿Es posible
generar un corpus de experiencias y expectativas colectivas e individuales dentro de una
comunidad?12 Si partimos de la idea de que para la generación de un territorio por parte
de los habitantes de una comunidad, son varios los elementos (colectivos e individuales)
compartidos que entran en juego, entonces la idea de generar lugar en el territorio no
suena tan descabellada.
Hasta aquí y a partir de los argumentos de distintos autores hemos insistido en la idea de
que la sociedad actual atraviesa por un momento de desarraigo sobre el entorno. Esto no
solamente en términos culturales y sociales, sino que la crisis ambiental actual esta
enraíza en argumentos sobre la dominación de la naturaleza por el hombre. Sin duda el
entramado de significados mediante los cuales una cultura se comunica de manera
orgánica tiene vínculos fuertes con el espacio donde se localiza, muchos tendría su origen
ahí; y si por medio de fenómenos actuales como la migración y la saturación de
información gracias a los medios de comunicación masiva se está perdiendo cualquier
tipo de valoración local, estamos ante la disyuntiva de solo interpretarlo o encontrar
alternativas viables y prácticas ante fenómenos cada día más complejos. Si bien es cierto
que, como se mencionó anteriormente, el hecho de que al espacio se le dota de 12 Aunque estas preguntas desbordan el propósito de esta investigación me parece que no está de más mencionarlas como interrogantes posteriores.
29
significado es algo bien conocido dentro de la antropología, ¿Por qué no se le ha tomado
en cuenta ya no solo en sus estudios, sino en la clarificación de los conceptos? La cultura
es una selva de símbolos, como diría Turner, que trabajan en función de códigos
específicos construidos por las personas pertenecientes a dicha cultura. También a partir
de referencias cosmológicas se construyen las reglas del juego social, rituales religiosos y
seculares, roles y posiciones jerárquicas, la organización del trabajo y los procesos por los
cuales cada individuo tiene que pasar. Incluso la producción de objetos, la vestimenta y la
comida tienen un anclaje simbólico en el entramado de significaciones de cada cultura.
Las manifestaciones culturales descritas anteriormente siempre son una pista hacia la
interpretación de significados no siempre tan evidentes.
El espacio, como una de las percepciones primigenias de la existencia humana brinda la
posibilidad de encontrar nuevas betas de investigación sobre lo cultural, no en el sentido
de encontrar hasta la última esencia de cualquier cultura, su última interpretación, sino
que a partir de una comprensión menos supersticiosa, encontrar caminos hacia una
dialogo de conocimientos que nos permita primero entender que no hay mejor ni peor,
sino realidades distintas a partir de culturas distintas. Y el antropólogo no puede
escabullirse de este compromiso, como bien lo dicen Gupta y Ferguson: “la relación
antropológica no se establece apenas con gente que es diferente, sino con una ‘sociedad
distinta’, una ‘cultura distinta’, y es por lo tanto una relación entre ‘aquí’ y ‘allá’. En esta
relación los términos de oposición se asumen como dados; así lo que se nos plantea a los
antropólogos es como usar los encuentros que tenemos ‘allá’ con ‘ellos’ para elaborar
‘aquí’ una crítica de nuestra propia sociedad” (Gupta, 2008, p. 244).
30
1.2.2 El espacio doméstico vernáculo.
La casa es un elemento de fijación.
Michelle Perrot
Habiendo planteado un breve recorrido por distintas posturas acerca del espacio, y la
distinción entro los conceptos de territorio y lugar, ahora corresponde entrar de lleno a la
discusión sobre el tema central del presente trabajo, la casa. Cotidianamente los términos
de hogar, casa, vivienda y espacio domestico suelen emplearse de una manera
indiferenciada; con esto me refiero a que dentro de la vida diaria no es necesario quizá
hacer una distinción conceptual en pro de un mejor entendimiento, ya que claramente se
sabe a qué se refiere cualquiera de ellos. Pero para los propósitos de esta investigación
es importan dejar clara la distinción conceptual y argumentar sobre la elección de alguno
de ellos.
Para Rossana Reguillo: “En la bibliografía especializada no hay sin embargo una
discusión que aborde intencionadamente la diferencia en el uso de ambas palabras (casa
y hogar). Se da por hecho que casa, o más comúnmente, vivienda, se refiere al hecho
material: mientras que hogar referiría al conjunto de relaciones familiares que se dan en la
casa. Lo mismo sucede en ingles con las palabras home y house” (Reguillo, 2005, p. 12)
Incluso en el caso de los censos realizados por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI), se toman como referencia los términos de vivienda y hogar por
separado; el primero se refiere a la construcción física identificada por el número seriado
de la vivienda, y el segundo a la familia o familias que habitan en dicha construcción. Ya
que puede haber más de una familia habitando en una sola vivienda.
El cualquiera de los casos el termino hogar hace referencia a las relaciones sociales que
se dan “dentro” de la vivienda. “El concepto hogar viene de la costumbre (romana) de
tener una hoguera en el interior de las casas para que nunca faltara el fuego, y así rendir
culto a los antepasados y dar calor al recinto; también, de allí provienen los nichos
religiosos que en algunas casas se disponen en lugares estratégicos para protección de la
casa misma y con algún icono religioso” (Algarabía, 2012, p. 48).
31
En términos conceptuales la distinción parce ser clara; es por ello que me he inclinado por
utilizar la noción de casa. Porque en cuestiones de la vida diaria es el que más se utiliza y
la convención que establecida; en la cotidianeidad al hablar de casa se asumen tanto las
implicaciones sociales como las físicas.
También queda claro que como estos existen un sin número de términos locales como
“chan”, “chante” o “cantón”, entre otros; y que no por localismos pierden el significado.
Además, en los lugares visitados y elegidos para la presente investigación el término casa
es el más utilizado, no solo para referirse a la construcción física, sino a toda una
propiedad.
Desde la fenomenología podemos encontrar aproximaciones muy vivenciales, aquellas
que consideran a la casa como el primer universo, aquel rincón de la intimidad enfrentado
a la agresividad de lo desconocido. “Cuando se sueña en la casa natal, en la profundidad
extrema del ensueño, se participa de este calor primero, de esta materia bien templada
del paraíso material” (Bachelard, 1957, p. 47). La vida queda marcada por el primer lugar,
una extensión física de la maternidad donde abunda la tranquilidad; es aquel espacio
asumido que solo a su ausencia vuelve al pensamiento, a lo lejos se le extraña.
Por ejemplo, entre muchas de las dimensiones que se le atribuyen a la casa, Michelle
Perrot destaca su faceta de conflicto en torno a las experiencias y expectativas de los
habitantes de la misma. Si para Kant la casa organiza su propio orden, el conflicto le da
sentido. “La casa es escenario de luchas internas, microcosmos atravesado por las
sinuosidades de las fronteras donde se enfrentan lo público y los privado, hombres y
mujeres, padres e hijos, amos y criados, familia e individuos. Distribución y uso de las
habitaciones, escaleras y pasillos de circulación de personas y cosas, lugares de
retraimiento, de los cuidados y los placeres del cuerpo y del alma; todo ello obedece a las
estrategias de encuentro y de evasión que atraviesan el deseo y la inquietud de uno
mismo.” (Perrot, 1988, p. 15)
Es innegable la complejidad que se asoma al abordar la casa más allá de sus
implicaciones físicas, aunque también estas implicaciones juegan un papel importante
dentro de la dinámica de la casa, pero sobre ellas hablare más adelante. Mientras tanto
es importante destacar que las relaciones que describen Perrot y el mismo Kant han ido
cambiando a lo largo del tiempo y que principalmente difieren de un lugar a otro. No es lo
mismo hablar de una casa europea del siglo XVII a las que podemos encontrar hoy en día
32
en alguna ciudad de Italia, por ejemplo. En la actualidad fenómenos como la migración y
la globalización han hecho que algunas nociones locales referentes a la casa se
modifiquen. Las relaciones entre los habitantes cambian, nuevos objetos, disposiciones
espaciales y materiales para la construcción son adoptados mientras que otros, por lo
regular de carácter local, son desechados. Es innegable que el conocimiento sobre la
casa se está perdiendo, principalmente de las casas que han sido construidas en base a
conocimientos y practicas ancestrales; a pesar de esto el camino no se encuentra sobre
un retroceso y abandono de lo que actualmente hay, sino abrir el dialogo hacia la
pertinencia de que es lo que se queda, y que es lo que se va.
Si como bien dice Iván Illich: “Las moradas tradicionales nunca están terminadas. Las
cosas crecen constantemente: solo los templos y los palacios pueden estar
terminados”(Castilla Vallejo, 2009, p. 48) Estamos lejos de concretar la casa como algo
terminado, a saber, como un producto. Es por ello que a la par de las discusiones
actuales sobre el fenómeno de la arquitectura vernácula intentaré definir en términos tanto
físicos como sociales el espacio domestico vernáculo. Aquí es pertinente adoptar la
definición de Sanín sobre el entorno domestico: “El entorno doméstico puede
considerarse también como una entidad doble en la que se conjugan un medio físico y un
conjunto de interacciones. Por un lado se refiere al espacio tiempo domestico, no solo a la
casa, sino también a la fachada, su periferia y al barrio, espacios de gran importancia para
la vida doméstica. Por otro a las relaciones que tienen los individuos que lo habitan las
cuales pueden ser familiares, vecinales o barriales. Lo doméstico, de manera resumida,
se constituye a partir del vínculo que generan las relaciones que existen entre el
espacios/tiempo y los individuos que lo habitan”(Sanín Santamaría, 2008, p. 34). Aunque
la casa es parte medular de la vida domestica, muchos otros lugares entran en juego al
definir las relaciones de los propio y lo ajeno o de lo público y lo privado, por ejemplo.
El sentido de hogar, que Santamaría define como las interacciones sociales que se
arraigan en el espacio domestico, no se mantiene o genera solo al habitar o vivir en el
lugar. La empresa de generar un espacio habitacional para compartir la vida con personas
cercanas comienza desde el momento en el que dicho proyecto se piensa y se materializa
en la construcción. Elegir el terreno, los materiales, la distribución, tamaño, colores y
medidas son actividades que necesitan de conocimientos y convenios a cerca del
entorno; aunque con sus diferencias, tanto en la ciudad como en el ámbito rural se
concibe de esta manera.
33
La arquitectura vernácula, como fenómeno alterno a la disciplina fuertemente académica y
hegemónica plantea la toma de conciencia sobre todas las actividades constructivas del
hombre. El conocimiento ancestral y la fuerte relación (muchas veces equilibrada) de las
personas con su entorno natural, esto ha generado buenos ejemplos sobre cómo construir
de forma responsable ante el inminente deterioro y depredación de la naturaleza.
La Carta del Patrimonio Vernáculo Construido (1999) menciona que esta actividad (la
arquitectura vernácula) es la expresión fundamental de la identidad de una comunidad, de
sus relaciones con el territorio y al mismo tiempo, la expresión de la diversidad cultural del
mundo. A partir de cosmovisiones que se basan en la relación sagrada con elementos de
la naturaleza muchas sociedades se rigen por usos y costumbres que no tienen la
intención de explotar o liquidar el entorno natural que los rodea. Incluso, mas adelante en
la misma carta se le concibe en términos patrimoniales, donde “el patrimonio
arquitectónico vernáculo es aquel que comprende a la vivienda y otras edificaciones
producto de la participación comunitaria, que mantiene sistemas productivos resultado de
sus recursos disponibles y que utiliza tecnologías producto del conocimiento colectivo”.
En este sentido, Amos Rapoport considera que “la actividad de construcción vernácula
como arquitectura está libre de la pretensión de teorizar sobre el porqué y el cómo de la
conformación de las construcciones, está libre de la simulación de una tendencia
estética… es una arquitectura que existe y toma forma dependiendo del lugar de
emplazamiento, los recursos disponibles y el microclima, es respetuosa del entorno
construido, además de ser coherente con la realidad social de los individuos”. (Rapoport,
1969, p. 55)
Uno de los elementos clave para esta aproximación a la noción del diseño vernáculo es el
conocimiento ‘experto’. La ciencia convencional tiende a desprestigiar y exterminar los
conocimientos y prácticas que no son compatibles con sus concepciones teóricas y
planteamientos metodológicos. Lo definido como arquitectura vernácula no es que esté
libre de ideales estéticos, ni que no tenga una intencionalidad o pretensión teórica sobre
sí misma, ya que a lo largo de mucho tiempo los conocimientos aplicados hoy en día
fueron por mucho tiempo puestos a prueba de distintas maneras por antepasados de las
personas que hoy los practican, sino que responde a “otros” ideales estéticos concebidos
dentro de una comunidad especifica, supeditada a su cosmovisión y procesos locales de
identidad. El mismo Rapoport, ya en otro trabajo, menciona que: “Los entornos diseñados,
en la medida en que son símbolos, reflejan y abstraen la estructura y los ideales de una
34
sociedad y una cultura. Podemos considerarlos artefactos que ofrecen una información
convencionalizada acerca del estatus, el territorio y otros aspectos similares” (Rapoport,
2003, p. 26)
Ante esto, teóricos importantes dentro de la arquitectura como Nold Egenter ha
encontrado tres limitaciones principales dentro de la arquitectura: “La primera es que
existen objetos construidos, fenómenos constructivos, que la ‘teoría arquitectónica’ no
considera; la segunda es que la arquitectura no desarrolla investigación científica; la
tercera, que sus esquemas se basan en la historia del arte” (Amerlinck, 1994, p. 22)Por
otro lado, Mete Turan mencionan que: “La dicotomía de la arquitectura frente a las
‘construcciones’ que no son obra de arquitectos no merecen la etiqueta de arquitectura,
no es necesario incluirla en la educación de los ‘profesionales’. Estas mismas
construcciones, las obras de los no profesionales, han resistido la prueba del tiempo,
incluso por siglos.” (Turan, 1990). Ya es un aporte importante que desde la academia se
cuestionen estos conceptos que parecían inamovibles en función de atenuar las
relaciones de desigualdad que se presentan entre quienes detentan el conocimiento
experto y los saberes locales sometidos de quienes a lo largo del tiempo los han puesto a
prueba.
Dichas aproximaciones solo comprueban la posibilidad de éxito que generan los
conocimientos vinculados a la arquitectura vernácula en determinados lugares. Incluso
autores como Zarate la conciben en términos de sustentabilidad: “Así se han generado a
lo largo del tiempo soluciones constructivas probadas y heredadas generacionalmente,
que han permitido, no acabar con los recursos naturales y que ofrecen una solución
pragmática y sencilla. Aspecto que en la arquitectura contemporánea, pareciera ir en
sentido contrario… las formas sencillas, las techumbres y colores, constituyen un lenguaje
que se integra y propicia conjuntos en armonía. Los conjuntos tradicionales se integran al
medio natural de manera exacta, y por ende generan un contexto edificado genuino y que
no rompe con su medio” (Zarate Torres, 2007, p. 11).
Es importante rescatar las aproximaciones anteriores por que además de caracterizar
alternativas dentro de la disciplina arquitectónica, también intentan mostrar la complejidad
del proceso social y cultural que es construir una vivienda. Los referentes tanto
tradicionales como modernos, la relación con el contexto, la dimensión temporal que se
refleja en las modificaciones generacionales, así como las distintas intencionalidades y
35
significados que los habitantes confieren a los materiales, distribuciones espaciales y
objetos.
Así mismo, considero adecuada la definición que Sanín hace del entorno domestico:
“como una entidad doble en la que se conjugan un medio físico y un conjunto de
interacciones. Por un lado se refiere al espacio y al tiempo domestico, no solo a la casa,
sino también a la fachada, su periferia y al barrio (o colonia), espacios de gran importancia
para la vida domestica.
Por otro las relaciones que tienen los individuos que lo habitan las cuales pueden ser
familiares, vecinales o barriales. Lo doméstico, de manera resumida, se constituye a partir
del vinculo que generan las relaciones existentes entre el espacio/tiempo y los individuos
que lo habitan”(Sanín Santamaría, 2008, p. 34). La pertinencia de esta definición hace
que la conceptualización del espacio domestico no solo se integre en la casa y su interior,
sino que también entran en juego espacios con una propiedad compartida a nivel local. En
este sentido creo que la noción de entorno domestico puede adecuarse a distintos
contextos, procesos y productos resultantes de la integración de los habitantes con su
entorno. No solo en el sentido estático del término, sino que también el proyecto estaría
integrado por conocimientos y prácticas que se han perpetuado de generación en
generación y que en la actualidad cumplen una función importante en las formas de vida
de los habitantes. La relación con el entorno estaría presente, la tensión entre los
elementos tradiciones y los modernos, entre conocimientos “científicos” (arquitectura) y
locales (arquitectura vernácula); que al final de cuentas se vuelve una relación de poder
donde, como bien dice Castilla Vallejo, “si el conocimiento local no entra en juego lo que
queda es imperialismo, un ojo evaluando el mundo y tomando decisiones”(Castilla Vallejo,
2009, p. 46).
36
1.3 Entre tradición y sustentabilidad o ¿nunca fuimos modernos?
Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin
recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad
propia es tan ardua y sangrienta como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con
esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres,
cada vez más solitarios.
Gabriel García Márquez.
¿Qué es la modernidad? Pregunta interesante, que dicho sea de paso aun no se
ha podido responder del todo; no tanto por el hecho de que no se sepa que eso de la
modernidad o como la podríamos definir, no en términos abstractos o teóricos sino en la
práctica, ¿donde podríamos encontrar a la modernidad?
Es tarea difícil encontrar en la historia un suceso único y abarcador que marque el inicio
del proyecto moderno. Dependiendo de la disciplina desde donde se quiere abordar el
fenómeno se pueden encontrar puntos de vista divergentes. Una de ellas dice que “la
modernidad se inicia con la toma de Constantinopla por los turcos en el año 1453; (al
mismo tiempo) se puede decir que inicia con la invención de los libros de contabilidad,
que a todo le pusieron precio; o con la fundación de los museos que mezclan objetos de
todo tipo, con el alineamiento de las calles para que pasen los carruajes, porque el poder
no sabe andar a pie” (Fernández, 2004, p. 19)
Más allá de lo imprecisa que pueda resultar esta cita, lo que el autor nos intentar ilustrar
es precisamente lo difícil que es hablar de una fecha, un suceso o un lugar exacto donde
haya comenzado el proyecto moderno. En este sentido, Jurgen Habermas menciona que,
“el descubrimiento del ‘nuevo mundo’, así como el renacimiento y la reforma -
acontecimientos que se producen en torno a 1500- constituyen la divisoria entre la Edad
Moderna y la Edad Media” (Habermas, 1989, p. 21)
37
Estos acontecimientos marcados por Habermas sirven de antecedente a lo que se
considera como el clímax de este proceso de ruptura; la Revolución Francesa, y a la
etapa de su consolidación, La Ilustración. A lo largo del siglo XVIII un gran número de
acontecimientos marcaron una situación histórica que no solo afecto a Francia sino a
muchos paisas que pasaban también por procesos de transformación ideológica, política,
social y cultural.
“A todo esto (los acontecimientos en Francia y Europa) por supuesto debe
sumarse la descolonización de América. Sin duda ello no se debió (sólo) a la Revolución
Francesa, pues la guerra de independencia estadounidense antecedió a la revolución,
pero sus orígenes se encuentran en la misma reestructuración de la geopolítica del
sistema-mundo después de 1763, e hizo llamados a las mismas doctrinas de la Ilustración
para legitimarse, tal y como lo hizo la Revolución Francesa” (Wallerstein, 2003, p. 17).
Incluso Boaventura de Souza Santos, inscrito en la teoría postcolonial y epistemología del
sur sostiene que uno de los primeros designios modernos fue la división del mundo por
parte de algunos imperios europeos ante el descubrimiento de América (o Europa). “la
primera línea global moderna fue probablemente el tratado de Tordesillas entre Portugal y
España, pero las verdaderas líneas abismales emergieron a mediados del siglo XVI con
las líneas de amistad.”(De Sousa Santos, 2010, p. 15) Precisamente esa fue la intención,
evitar conflictos entre distintos poderes ante el descubrimiento y apropiación de nuevos
tesoros. Esto origino conflictos en todos los niveles por opiniones encontradas sobre qué
papel debía asumirse ante lo recién encontrado, ¿de quién es?, ¿Qué son?, ¿qué
posición debemos tener ante ellos, y ellos ante nosotros? En secuencia cronológica y bien
documentadas conocemos cuales fueron las acciones y consecuencias ante dichas
cuestiones. En ese mismo trabajo, y siguiendo la línea global moderna, Boaventura dice
que: “al otro lado de la línea no hay conocimiento real; hay creencias, opiniones, magia,
idolatría, comprensiones intuitivas o subjetivas, las cuales, en la mayoría de los casos,
podrían convertirse en objetos o materias primas para investigaciones científicas” o
coloniales se refiere.(De Sousa Santos, 2010, p. 14).
A lo largo de la historia y en todas las esferas de la vida existe esta imperiosa necesidad
de asumir la diferencia en términos de dominación; muros, cercos, rejas, e incluso
océanos han servido de fronteras geográficas hegemónicas. El debate siempre estará en
38
torno a estos sucesos históricos y al papel de ciertos personajes sobre salientes, nunca
habrá un acuerdo en torno a cuál debe ser su representante. La cuestión está en lo
ambiguo que puede resultar la utilización del concepto de modernidad, no existe una
modernidad. Como tal, sus componentes no han sido asimilados de la misma forma en
todos los lugares donde han llegado algunos de sus elementos, ya sea sociales,
culturales, materiales o ideológicos. Es importante partir de la idea de que la modernidad
es un concepto que casi siempre se utiliza a gran escala, y al mismo tiempo se vuelve
sinónimo de nociones como progreso, bienestar y mejorar, entre otros. Como si todo lo
que quedara fuera este proyecto fuera inservible, malo y atrasado. Este tipo de
equiparación a nivel conceptual y etnocentrismo solo han provocado encrudecer las
relaciones de desigualdad entre formas distintas de pensar el mundo. La modernidad para
unos engloba todo y para otros nada. El hecho es que hoy en día difícilmente los
podemos observar de manera nítida, pero los muros ahí siguen; un ejemplo de ello son
las formas de acceder al conocimiento, y para ser más exacto el conocimiento científico
que con su ‘corte epistemológico’, como lo llamaría Bruno Latour, ha velado formas
distintas de acercarse a la realidad y la naturaleza.
1.3.1 El corte epistemológico.
Bruno Latour en un interesante ensayo sobre la modernidad menciona lo
siguiente: “La modernidad tiene tantos sentidos como pensadores o periodistas hay. No
obstante, todas las definiciones designan de una u otra forma el paso del tiempo…
‘moderno’, por lo tanto, es asimétrico dos veces; designa un quiebre en el pasaje regular
del tiempo, y un combate en el que hay vencedores y vencidos” (Latour, 2007, p. 27). En
este trabajo Bruno Latour propone la antropología simétrica como una forma alternativa
de analizar el mundo ante las visiones sesgadas y homogeneizadoras del proyecto
moderno y su consecuente pensamiento científico. Dirige su crítica hacia las dos grandes
divisiones de la realidad en el pensamiento moderno, una externa (humanos/no humanos)
y una interna (naturaleza/cultura); divisiones que hasta la actualidad ha mantenido
permeada la forma en que nos relacionamos con la naturaleza y con otras formas de
pensamiento.
39
Sin el afán de restarle complejidad (sin duda la tiene) a la propuesta de Latour, en
términos disciplinares se resume en la siguiente cita: “En cuanto ponemos nuestra
atención a la vez sobre el trabajo de purificación (humanos/no humanos) y el de
hibridación (naturaleza/cultura) de inmediato dejamos de ser totalmente modernos,
nuestro porvenir comienza a cambiar. En el mismo momento dejamos de haber sido
modernos, en pretérito perfecto, dado que retrospectivamente tomamos conciencia de
que los dos conjuntos de prácticas siempre estuvieron ya en obra en el periodo histórico
que culmina. Nuestro pasado comienza a cambiar” (Latour, 2007, p. 140).
Para Latour, la antropología es una disciplina ‘sin costura’ que puede realizar análisis en
sociedades donde no existen las grandes divisiones del pensamiento occidental, tanto la
interna como la externa. El problema viene cuando la antropología tiene que olvidarse de
los privilegios que le daba el exotismo y ante la inminente extinción del ‘pensamiento
salvaje’ tiene que volver a casa con las manos vacías; ahora a intentar competir con sus
disciplinas afines y abordar los fenómenos contemporáneos de su propia sociedad. La
desaparición de las grandes divisiones por medio de una antropología simétrica es lo que
Latour propone ante la emergencia de nuevas problemáticas que, no solo interesan en el
proyecto moderno, sino también a los que se encontraban al otro lado de la línea.13
“(La antropología) cree que no puede aplicar sus métodos sino cuando los
occidentales confunden los signos, y las cosas a la manera del pensamiento salvaje. Por
lo tanto, buscará lo que más se parece a sus terrenos tradicionales tal y como lo había
definido la gran división exterior. Por cierto, tiene que sacrificar el exotismo, pero el precio
que debe pagar es aceptable, por que mantiene su distancia crítica no estudiando más
que los márgenes, las fracturas, y el más allá de la racionalidad.”(Latour, 2007, p. 154).
Con esto nos queda claro que la antropología ya no puede aferrarse al exotismo que
alguna vez le dio fama y seguridad antes otras disciplinas afines. La antropología es
capaz de generar las herramientas tanto teóricas como metodológicas para asumir el
compromiso y la encomienda de Latour; pero también debe ser consciente de que no
puede hacerlo por sí sola, y aunque este autor no lo menciona de manera clara, la
interdisciplina se asoma como una de las posibilidades para la descentralización del 13 Esto con referencia al trabajo de Boaventura de Souza Santos sobre el pensamiento abismal, tanto él como Latour coinciden en varios puntos al elaborar sus critica del proyecto moderno.
40
conocimiento. La interdisciplinariedad aparece como alternativa ante la complejidad cada
vez más densa de los fenómenos actuales. La ruptura es epistemológica y habrá que
subsanarla de manera que no se vuelva a colar la hegemonía y desigualdad planteadas
por el conocimiento científico convencional.
1.3.2 Sustentabilidad y conocimiento local.
Desde hace algunos años, pareciera que el interés por el rescate del medio
ambiente se ha vuelto una prioridad, por lo menos en términos del mercado. Cada vez es
más común observar productos, comerciales y discursos que tienden al cuidado y
preservación de la naturaleza. Han aparecido versiones orgánicas de muchos productos
para el consumo, artefactos ahorradores de agua, luz y gas por ejemplo. A diferencia de
lo que mucha gente puede pensar, los discursos y practicas sobre la sustentabilidad tiene
más de treinta años que ocupan un lugar en la agenda política de los países
desarrollados, solo que hasta estos momentos las esferas mas intimas de la vida
cotidiana y los países considerados como menos proclives al desarrollo se muestran
receptores y en ocasiones interesados en las cuestiones sustentables. Alrededor de los años sesenta comenzó la preocupación sobre la posible degradación
irreversible del medio ambiente; los países industrializados se dieron cuenta de que el
sistema capitalista no estaba, con forme avanzaba, generado un equilibrio y recuperación
de los recursos naturales expropiados. Ante esto, se comenzaron a tomar cartas en el
asunto, aunque con pocas posibilidades de hacerlo practico, por lo menos en el discurso
ya estaba presente ya preocupación.
El desarrollo y el progreso, aquellas promesas del proyecto moderno, lejos de alcanzar su
meta y perfección, comenzaban a generar contradicciones principalmente en ámbitos
marginales dentro de la tendencia economicista. “La crisis ambiental ha irrumpido en los
últimos 40 años en el mundo como una crítica a la degradación ambiental generada por el
crecimiento económico-y en forma más generalizada por la racionalidad de la
modernidad-, abriendo en el campo de la prospectiva social el imperativo de la
construcción de un futuro sustentable. Sin embargo, el propósito de internalizar los costos
ambientales y los principios de la sustentabilidad en los paradigmas de la economía, ha
41
generado un campo discursivo disperso y no ha logrado establecer un dominio científico
homogéneo. No hay una visión única para abordar el maridaje entre ecología y economía.
Esto ha dado lugar a diferentes escuelas de pensamiento y a distintas estrategias de
poder en la teoría en el las practicas de la gestión ambiental (Leff, 2008, p. 17).
Ante la problemática ambiental varias ha sido las posturas, Guillermo Folladori dice que a
principios del siglo XX ya era posible identifica tres posiciones:
- Los catastrofistas: para quienes la continuación del crecimiento población
llevaría en el siglo XXI a una catástrofe humana y ecológica
- Los tecnócratas optimistas: Pensaba que los avances científicos venideros
proporcionarían las soluciones de los problemas ambientales.
- Los cornucopianos: Que defendían la inagotable fuente de la naturaleza y
eficaz mecanismo del mercado como regulador de los recursos.
- Los ecologistas a ultranza: que frente a la crisis de la sociedad industrial
abogaban por una vuelta al pasado como una reivindicación romántica de la
vida rural en pequeñas comunidades autosustentables. (Folladori, 2000, p. 15)
Actualmente todavía existen grupos intelectuales que afirman la supremacía de la ciencia
y en ella encontrar las soluciones a las problemáticas contemporáneas. Como lo plantea
de forma superficial el ya conocido ‘triangulo de la sustentabilidad’ la cuestión ambiental
no solo tiene que ver con avances tecnológicos que modifiquen, aumentos o reduzcan las
potencialidades de la naturaleza, sino que se trata de una problemática multidimensional
donde todos los elementos se encuentran interrelacionados de manera que es imposible
fragmentarlo. Las cuestiones sobre problemas ambientales tienen un trasfondo social y
cultural, arraigado en la distribución desigual del acceso y aprovechamiento de los
recursos naturales. Problemas de erosión del suelo, agotamiento de manantiales y
fuentes primarias agua, la desforestación, entre otros, no son otra cosa que
consecuencias de un proyecto moderno fallido que no se ha terminado de dar cuenta de
todos los problemas que ha dejado a su paso. “ Me atrevo a afirmar que la crisis
ambiental no es otro cosa que la crisis de ese procesos histórico que fundó un
42
pensamiento que ha construido al mundo a través de teorías que, más que reflejar una
realidad fáctica, modelan al mundo, lo construyen a su imagen y semejanza” (Leff, 2008)
Una sociedad construida sobre una distinción hombre/naturaleza. El corte epistemológico
diría Latour, ‘una naturaleza exterior’ definida por Folladori, o uno de los elementos del
pensamiento abismal, según Boaventura de Souza Santos. Estamos ante el diagnostico
de pensadores, en distintos niveles analíticos, y provenientes de distintas disciplinas, pero
todos coinciden en que la naturaleza, dentro del pensamiento moderno, occidental,
racional y científico instrumental, es un ente ajeno al hombre, algo dado y disponible para
explotarlo hasta el cansancio. El propósito no es desprestigiar el pensamiento científico ni
restarle crédito al sin numero de aportes que han generado a lo largo de la historia, pero
sin duda las problemáticas actuales son una advertencia, un llamado a repensar el
triangulo de la sustentabilidad en términos sociales, a la modificación de conocimientos y
prácticas que sostienen la inercia economicista que hoy en día rige nuestra sociedad.
“Los ecólogos saben bien que la ecología es productiva, que los ecosistemas
producen biomasa, que registran una productividad primaria efecto del procesos
fotosintético; más aún, todas las sociedades tradicionales generaron una economía
produciendo a partir de la productividad de la naturaleza. Si bien podemos volver a las
teorías fisiocráticas que antecedieron a la economía clásica y a las prácticas tradicionales
de los pueblos originarios, es necesario reconocer y reincorporar a la economía la
productividad de la naturaleza y la creatividad de la cultura… La modernidad ha
implantado en nuestras conciencias el fundamentalismo del mercado, la transparencia de
lo real a través del conocimiento que ofrecen las ciencias y las creencias en el progreso
sin límites. Ante la crisis ambiental debemos atrevernos a cuestionar esas certidumbres
que ya no nos sostienen, para construir un mundo sustentable y abrir un futuro viable para
la humanidad fundados en una racionalidad ambiental (Leff, 2008, p. 26)
Ante el contexto poco alentador en el que nos encontramos han surgido distintas
propuestas encaminadas a multiplicar las miradas en torno a la problemática ambiental.
Muchas disciplinas han optado por salir de la academia y abrir las posibilidades hacia una
interdisciplinariedad que brinda un panorama más integral de la realidad que se estudia.
La ciencias sociales también necesitaron descolonizarse en términos disciplinares, y
asumir que sus aportaciones se vuelven todavía más enriquecedoras si se asumen las
investigación científicas mas como un diálogo de saberes que como una competencia de
43
quien se vuelve más importante. Así mismo, cada vez son más las disciplinas científicas
que mas allá de detentar una certeza en sus investigaciones han optado por tomar en
cuenta los conocimientos tradicionales de las personas con las que trabajan y con
quienes realizan sus proyectos. Esto se convierte en una forma de poner en duda la
supuesta supremacía de la razón occidental operativizada por la ciencia. Los
conocimientos locales o tradicionales se han convertido en una válvula de escape para
una ciencias quizá ya algo caduca, dichos conocimientos han abierto nuevas perspectivas
antes fenómenos de los que ya se pensaba se había dicho todo y se tenía la verdad. “es
difícil escapar a la sensación de que su principal mensaje es que los problemas de la
ciencia residen fundamentalmente en la manera en que la ciencia es utilizada, mal
utilizada y, sobre todo, subutilizada, pero que el modelo de la ciencia y su práctica están
bien tal como están… No sostenemos que toda la ciencia que toda la ciencia necesite un
cambio, pero sí pensamos que es necesario analizar hasta que punto (y en que
situaciones) los problemas con la ciencia son producto de la no aplicación de las reglas de
investigación existentes, y hasta qué punto las propias reglas científicas tiene que ser
modificadas, o incluso reemplazadas.” (Castilla Vallejo, 2009, p. 36)
Es en este contexto donde surgen propuestas como la Etnoecología, encaminadas al
estudio y rescate de conocimientos tradicionales como alternativas hacia una mejor
relación entre el hombre y la naturaleza. “La Etnoecología ha sido definida como el
estudio interdisciplinar de los sistemas de conocimientos, prácticas y creencias de los
diferentes grupos humanos sobre su ambiente” (Reyes-García, 2007, p. 2) Es importante
notar cómo es que desde la misma definición no existe la distinción entre un nosotros y un
ellos, al igual que cualquier comunidad rural o indígena, el proyecto moderno tiene una
forma particular de relacionarse con su ambiente, aunque la gran diferencia está en el
grado de depredación que detenta cada sociedad. La participación de ecólogos,
antropólogos, agrónomos, biólogos, arquitectos, ingenieros, entre otros, en proyectos
dentro de la perspectiva Etnoecología ha permitido generar procesos de reivindicación de
conocimientos tradicionales sometidos por la inercia homogeneizadora de la modernidad;
el diálogo entre habitantes locales y científicos externos es la piedra angular del proyecto
etnoecológico, esto con el fin de encontrar nuevos caminos de relación no solo entre el
hombre y la naturaleza, sino entre las mismas personas.
44
“En resumen, el conocimiento ecológico local, construido en base a las interacciones
cotidianas de los grupos humanos con su medio ambiente, puede contribuir al diseño y
obtención de modos de vida sostenibles. En éstos, la conservación de la diversidad
cultural constituiría un factor clave de adaptación al medio ambiente.” (Reyes-García,
2007, p. 8)
Con este breve recorrido sobre algunas aproximaciones de la problemática ambiental
podemos ver que la sustentabilidad y sus similares tienen un trasfondo que va más allá de
la simple defensa a ultranza de las áreas protegidas o las especies en extinción. El
conocimiento local y las tecnologías tradicionales han demostrado, no solo a lo largo de
ciento incluso miles de años, que la productividad no está peleada con una explotación
responsable de los recursos naturales. Sin duda nuevos caminos se abrirán y mas que
certezas surgirán más preguntas y problemáticas diferentes, esto exige no solo un diálogo
más profundo entre los saberes, sino también un mayor compromiso humano con
nosotros mismos y con la naturaleza.
El tema de la sustentabilidad tiene múltiples dimensiones, además y sin la intención de
fragmentarlos, el agua, los deshechos, la producción agrícola y los combustibles, el tema
de la casa es central. Funciona como un concentrador de las implicaciones sociales,
ambientales y económicas de la vida domestica; desde su concepción en términos
ideales, pasando por su construcción y distribución con distintas expectativas y
materiales, ya sea locales o externos, hasta la dinámica familiar que se lleva a cabo en su
interior. Los ejemplos mostrados a continuación son un ejemplo de que es posible
construir una vivienda en términos armónicos con el entorno natural, llevando a cabo una
explotación responsable y calculada en términos de reciprocidad y regeneración de los
recursos naturales.
Sería completamente irresponsable asegurar que la solución ante los problemas
ambientales, sociales y económicos actuales se encamina en el regreso a los estilos de
vida tradicionales; es inevitable tomar en cuenta elementos de modernidad que de una u
otra forma han alcanzado a los lugares de los que se hablan en esta investigación. Al final
de cuentas, tanto en la Sierra Gorda queretana como en la capital urbana del estado, la
hibridación de materiales constructivos, distribuciones espaciales, prácticas tradicionales,
expectativitas sociales y económicas, así como conocimientos locales y modernos
45
permean los modelos constructivos de los que se hablara más adelante. Un amasijo
técnico-cultural que realizamos todos los individuos en términos de la construcción de una
casa, amasijo que intentamos desarmar y comprender en ésta investigación. A
continuación, dos casos localizados en distintos municipios de la Sierra Gorda queretana
intentaran dejar un poco más claras las aseveraciones anteriores.
46
Capítulo II: Sustentabilidad ancestral: Las casas
vernáculas de la Sierra Gorda.
A lo que yo hago voy calculando el lugar, que quepa una cama, que quepa un roperito, una
mesita… calculando que sobre un espacio que sea pequeño, como el que tengo ahí adentro,
como para una familia chica… uno no sabe matemáticas pero saca las medidas.
Don Epifanio, 2011, Jalpan de Serra.
2.1 Marginaciones técnico-culturales.
En términos empíricos, es evidente que la empresa constructiva de una casa tiene
que partir principalmente de algo aprendido. Ya sea por propia mano o en términos del
contrato con algún experto en la materia, la experiencia juega un papel central. Dicho de
otra manera, no se aprende hasta que se hace. Una de las principales características de
las casas serranas, es que tienen su origen en un corpus de conocimientos y practicas
ancestrales, en lo que a su proceso constructivo refiere. Por otro lado, también incluye un
conocimiento especializado de los lugares, materiales pertinentes y disponibles
dependiendo el contexto natural.
Sin duda los intentos debieron ser muchos, el paisaje de la serranía poco uniforme hace
que se busquen distintas alternativas para la elección de un buen lugar para la
construcción de una casa. “Es un paisaje muy accidentado formado por un sistema
serrano que presenta variaciones en las altitudes que van desde los 200 a los 2860msnm,
dando como resultado un panorama constituido tanto por cañones como por grandes
sierras de laderas convexas y abruptas” (Tinoco Navarro, 2010). Este es el caso de la
comunidad de agua de la peña, que al estar ubicada en una pendiente ha tenido que
elaborar distintas estrategias tanta para la construcción y modificaciones de sus casa
como para las actividades que sus habitantes llevan a cabo.
47
2.1.1 Las casas de madera.
Hace alrededor de 50 años que Don Pedro, junto con su cuñado construyó su
primera casa, que es donde actualmente tiene su cocina. Aunque ya una vez le cambio el
tejado por el desgaste natural, no tiene ningún problema con las lluvias; según él, no se
filtra nada de agua. El conocimiento y la técnica para la construcción de las casas han
pasado de generación en generación, principalmente de padres a hijos o entre los
familiares cercanos. Y es evidente que con el paso del tiempo muchos de estos
conocimientos y técnicas han desaparecido ya sea por olvido, o que ya no son prácticos
en algún momento. Esto es compensado con la integración de ideas principalmente
provenientes de contextos ajenos. Situaciones como la migración regional, nacional o
internacional tienden a contribuir con nuevos ideales y formas en cuanto a la construcción
de una casa se refiere. Dando como resultado un amasijo de saberes que sustentan las
complejas constituciones de las casa actuales.
En el caso de Agua de la Peña, fue el padre de don Pedro quien le transmitió los
conocimientos necesarios para hacer su propia casa, y él, por su parte los ha transmitido
a su hijo Pablo, quien a pesar de que ya está intentando construir con materiales como
cemento, arena y tabique, todavía sabe y puede hacer una casa de pura madera. En los
alrededores de la localidad ya no es muy común encontrar casas habitadas como las de
don Pedro. Además de la migración y los consiguientes cambios en los ideales y
expectativas de las personas, la degradación del bosque ha provocado que algunas de
las maderas que tradicionalmente se utilizaban para la construcción hayan ido
desapareciendo, incluso las que aún perviven se encuentran protegidas por parte del
gobierno. Esto no permite que la gente siga construyendo con madera, a pesar de que las
técnicas sigan presentes.
“Ahorita ya está muy complicado eso (cortar madera), ya casi no dejan… pues eso
de la ecología. Allá en aquella loma que se ve muy allá. Allí, un señor de Rio Verdito tiene
una propiedad que le dejo el papá, y hace como cuatro años fuimos a hacerle los linderos,
creo tiene un contrato de cuatro o cinco años… ahorita no tiene que cortar nada, lo que
pasa es que están creciendo, engruesando. Fue un señor como con un celular y cuando
íbamos caminando él iba marcando de un lindero a otro… cuanto tiene de largo, cuanto
48
de ancho, y así supimos que dentro de cinco años no tiene que cortar ni un árbol, ese
señor ya ni se puede meter.” (Don Luis, 2011)
Plantíos de caña y plátano en Agua de la Peña. Landa de Matamoros, 2011.
Dada la complejidad y riqueza de la Sierra Gorda en términos ambientales, muchas zonas
se encuentran en constante vigilancia ya que albergan especies amenazadas o que
requieren una regeneración de varios años. También es claro que los habitantes de estos
lugares tienen un conocimiento importante acerca de los tipos de madera y los posibles
usos que se les puede dar. En términos de las maderas para la construcción de casas no
todas sirven, incluso existen una diferencia entre los tipos de madera que pueden ser
utilizados para las tabletas de los techos, los troncos de los muros, los polines de la
estructura, y las que son utilizadas para la fabricación de muebles y objetos como los
guingaros, sillas, mesas y escaleras. Algunas de estas maderas son: El Somerio para la
fabricación de muebles, Nebro, Cedro Blanco, El Encino para las tabletas del tejado y los
muros, y Paraíso. Mientras que las más protegidas son: Escrito, utilizada para la
fabricación de los muebles; y el Cedro para los horcones que sostienen la estructura de la
casa.
Es así como en términos ambientales, “la región se caracteriza por su gran riqueza
biológica, teniendo gran variedad de especies de flora que conforman estas comunidades
49
vegetales así como las especies de fauna que se desarrollan en ellas. Por ello, la región
se encuentran dentro de una de las Áreas Naturales Protegidas más importantes del
Estado de Querétaro: la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda.” (Tinoco Navarro, 2010)
Dice don Pedro que para armar un tejado de este tipo se lleva alrededor de 1 mes y un
poco menos si hay alguien que ayude, ya que es un trabajo bastante laborioso el estar
cortando y acomodando las tejas una por una, porque si no llegan a quedar “bien
parejitas” pasa como en el tejado que compro ya armado, se filtra el agua después de
poco tiempo.
Para Don Pablo el primer paso para la construcción de la casa es seleccionar el terreno y
emparejarlo para que la casa quede lo mas derecha que se pueda. Mediante una base de
tierra arcillosa compactada se crea una especie de plataforma delimitada por un contorno
de piedras, esto para evitar que la tierra de deslave con el agua. Ya que se tiene la base,
hay que seleccionar los “palos” que darán forma a los horcones. “La horconada”, como
ellos la nombran, es la estructura interior de la casa, algo así como el esqueleto de
madera donde se soportaran tanto los muros como el tejado. Según don Pedro los
horcones pueden ser de distintas medidas, pero depende de que tan alta se quiera la
casa y si llevara tapanco o no. Los troncos que normalmente son de madera de Cedro, se
entierran alrededor de medio metro dentro de la plataforma de tierra compactada
formando la figura que llevara la casa. En el caso de las de agua de la peña la forma es
rectangular. El número de horcones depende del tamaño que se le dará a la casa, pero
normalmente se hacen con cuatro o seis. Para amarrar los horcones tradicionalmente se
utilizaba la cascara de Nogal, tiras de la corteza de este árbol que pueden llegar a
aguanta hasta cuarenta años.
Paso siguiente se colocan los tablones de madera para formar los muros de la casa, es
importante mencionar que pueden ser colocadas ya sea de manera horizontal o vertical.
En el caso de Agua de la ´Peña dos casas tienen los tablones de forma vertical y dos de
forma horizontal. En el caso de los muros con tablones de forma vertical se les coloca una
especie de refuerzo con varas puestas de forma horizontal, cosa que no sucede en los
muros con tablones horizontales donde solamente se encuentran sujetados con amarres y
con clavos.
50
Muro de la cocina de don Pablo. Landa de Matamoros, 2011.
Al colocar los muros la casa queda completamente cerrada, por lo menos en la parte
inferior. Tanto don Pedro como don pablo dicen que tradicionalmente estas casas no
llevan ventanas, pero que si tienen la oportunidad de terminar de renovar sus casa le
pondrán algunas. Es interesante destacar que el espacio en el interior no quedar
compartimentado por ningún tipo de frontera física, ya que en algunas ocasiones la misma
cocina se vuelve un espacio con funciones múltiples, ya sea para cocinar, comedor,
recamara o almacén, la cocina adquiere un papel central en la configuración espacio de la
casa.
Esto no es motivo para aseverar que la casa queda totalmente aislada del exterior en
cuanto a ventilación e iluminación, ya que los horcones, los tablones y tabletas no son
completamente uniformes y rectos, quedan algunos huecos entre cada uno de ellos. Esto
permite tener ventilación e iluminación, principalmente a la hora de prender la hornilla
para cocinar. En la parte superior de la casa, donde se une en el lado más angosto el
tejado con los muros existen huecos al estilo de pequeñas chimeneas que durante la
mayor parte del día se encuentran humeando. Estos orificios de forma cuadrangular son
51
indispensables para la circulación del aire de la hornilla, por lo que casi siempre están
ubicadas arriba, o en alguna posición cercan a ella.
Al igual que con los muros, al hacer el tejado primero se cruzan los horcones de forma
que en la parte más alta al cruzarse se puede hacer el amarre correspondientes de cada
uno, se ocupan en promedio veinte troncos de madera, de un diámetro más delgado que
los horcones que sirven de base a los muros y a estos. Sobre estos troncos se colocan
tiras de madera, un poco más delgadas que las tejas para asegurar la estructura y que se
llegue a vencer el tejado.
Tejado en el dormitorio de don Pedro. Landa de Matamoros, 2011.
Es interesante observar que en el fondo, la construcción de estas casas de madera utiliza
un principio de red. Tanto en los muros como en el tejado los piezas de madera se
encuentran ya sea entrecruzadas o sobre puestas de forma que el peso y la fuerza al
existir movimiento quede repartida en las dos capas. En el caso de los muros el tejido
queda a la vista por que las tiras o varas de madera van por la parte exterior de la casa,
quedando sobre los horcones y tablones. En el caso del techo este tejido se encuentran
por debajo de las tejas, entre estas y los morillos que las sostienen hay una tiras de
52
madera que sirven tanto de soporte a los morrillos y tampoco permiten que las tejas
caigan al interior de la casa.
El tapanco es un espacio muy importante en términos de la estructura de la casa, ya que
asemeja un segundo piso. El techo y a la vez piso de tampoco está hecho con varas
puesta de forma consecutiva y a lo largo de la casa, de esta forma quedan en dirección
contraria a los horcones haciendo de nuevo otra red. Además de funcionar como
almacén, el tapanco es ocupado como un techo más próximo que el de las tejas para
poder colgar objetos o incluso pequeñas plataformas para almacenar los utensilios para
cocinar en la hornilla. Cuando la cosecha era abundante y se trabajaba todavía con el
piloncillo, según don pablo, el tapanco estaba lleno. Maíz, frijol, calabaza y la caña
mantenían al tope este espacio de la casa.
2.2.2 Al interior.
Como lo mencionamos anteriormente, la cocina funciona como un espacio múltiple
donde confluyen distintas actividades vinculadas con la vida cotidiana de los habitantes,
en este caso de agua de la peña. A pesar de que pertenecen a la misma familia cada
quien tiene su propia cocina y su propio dormitorio. El hecho de que don pablo se haya
casado y ahora tenga su propia familia posiblemente origino la división de los espacios.
Esto es bastante evidente porque al hablar con don Pedro, por ejemplo, le preguntaba
sobre los animales y algunas objetos que se encontraban en el solar, a lo cual respondía
que eran propiedad de su hijo, y las respuestas a las preguntas se dirigían solamente a lo
que de alguna manera le pertenecía a él. Esto no quiere decir que no convivan o tenga
que haber alguna frontera física que divida lo que es de él y de su hijo, simplemente era
necesario dejarlo claro. Esto es importante mencionarlo ya que en este lugar se
encuentran dos cocinas, una donde se encuentran don Pedro con su hija Cándida, y la
otra que es donde cocina la esposa de don pablo, la señora Zeferina. Todo es de todos,
pero dentro de ese todo también existen cosas que hay que diferenciar, principalmente
ante quienes vienen de fuera.
En la casa de don Pablo, el espacio destinado para la cocina está lleno de objetos no
precisamente referentes a la preparación de alimentos, a la entrada de este lugar
53
podemos encontrar una cama que es donde actualmente duerme una de sus hijas; el
dormitorio de don pablo es la casa que está en peores condiciones por lo que dentro de
poco tiempo piensa tirarla al construir una de material. Es por ello que su hija, a falta de
más espacio en el dormitorio se está quedando en la cocina. Una pequeña mesa pegada
a la pared con cuatro sillas divide la hornilla de la cama de su hija. Al lado de la mesas
hay una mueble con cinco entrepaños y una alacena de madera donde la señora Zeferina
guarda algunas de sus semillas, especias, trastes y distintos objetos más que utiliza para
preparar los alimentos. En los muros se pueden observar ollas de barro, pocillos de peltre,
sartenes de varios tamaños y uno que otro huaje; ordenados la mayoría por tamaño. Y
esto no solo sucede por la parte interior, también por la parte de afuera es muy común
colgar todo tipo de objetos, en este caso cuerdas, guingaros, machetes, cuchillas,
alambre recocido y huajes; todos estos indispensables para las actividades constructivos
y del campo.
La cocina de don Pedro. Landa de Matamoros, 2011.
El hecho de que la casa sea de madera permite que los muros estén llenos de clavos por
todas partes; en los tablones, en los morillos y horcones hay una gran cantidad de clavos
y ganchos de metal destinados para colgar utensilios de cocina, bolsas y cucharas. “La
54
casa, y su interior, podrían definirse como mono-espacial no en el sentido estético que la
arquitectura contemporánea le podría entender ya que se asemeja más a aquella vivienda
medieval descrita por varios autores en la que toda la vida doméstica y todas las rutinas y
rituales que la constituyen se realizaban en un mismo espacio, en el que las funciones y
los usos se confundían, y donde la intimidad no existía… en ocasiones se generan
divisiones con plásticos, maderas o elementos textiles como cortinas o cobijas, pero la
precariedad de las técnicas que les dan forma no garantiza la seguridad o la privacidad
que promete en el interior doméstico” (Sanín Santamaría, 2008, p. 40)
La cocina mide alrededor de seis metros de largo por dos y medio de ancho, y está
ubicada justo frente al dormitorio de don pablo. Al igual que las casa de su padre, la de
don pablo también está sobre una base de tierra compactada limitada por una línea de
piedras. El piso, que tradicionalmente era de la misma tierra que se usaba para la base de
la casa, hoy en día es de concreto; y al igual que la hornilla tiene dos años de haber sido
cambiado.
“¿Qué tal el piso doña Zeferina?
¿No es muy frío?
-A veces has muy frío, pero me gusta más por que el de tierra es difícil para limpiar, en
cambio este rápido lo limpia uno. Además en el de tierra siempre se hacían surcos, cómo
hoyos, de tanto que uno pasaba y pasaba. Era muy trabajoso.” (Doña Zeferina, 2011)
El caso de la hornilla y el piso de cemento, o piso firme como se le conoce comúnmente
es interesante en el sentido de la imagen positiva que causa en las personas de contextos
distintos que los utilizan o se los proporcionan. Me parece que no necesariamente tendría
que ver con una sustitución en términos de efectividad ya sea de la hornilla hecha de
tierra, madera y piedras o el piso de tierra, sino que el simple hecho de dotarlos como un
apoyo de gobierno para “una vida mejor” ha hecho que los habitantes hayan decidido
cambiarlo.
“Este en parte calienta mas oiga (la hornilla de cemento), y no se anda descuchinando
como cuando usa uno hormiguita de lodo oiga…ya que se quema la tierra se desgrana y
tons se cai y ésta ahorita de eso no batallamos” (Doña Cándida, 2011)
Esto se vuelve más complejo cuando se tiende a romper con el equilibrio que guardan
tanto las técnicas constructivas, los materiales, las prácticas culturales y los usos.
55
Pensemos que los materiales con los que están construidas estas casas son en cierto
sentido “orgánicos” ya que la madera, y la tierra tienden regresar al medio sin
contaminarlo o modificarlo, caso contrario de los objetos plásticos, de peltre o el mismo
piso de concreto o la hornilla. Las nuevas ideas traídas por los promotores del progreso y
el bienestar han modificado sin duda muchas de las percepciones que la gente tenía
hacia sus propias casas.
“En la arquitectura vernácula, los materiales empleados al ser regionales, son
manejados de manera tradicional. Con ello el uso de los mismos evita caer en el abuso o
explotación indiscriminada, lo cual ayuda a que una vez terminada su vida útil se
reintegren al medio natural; generando así una arquitectura sustentable. Siempre hay una
relación de respeto hacia la naturaleza que se traduce en el mantenimiento y
conservación de los recursos naturales. Cuando es necesario sustituir alguna parte de la
casa, las materiales repuesto, pueden tener una nueva función o pasar a forman parte del
ecosistema de donde fueron tomados, sin alterarlo y sobre todo sin agotarlo” (Zarate
Torres, 2007, p. 2)
Aunque en los últimos años las fuertes sequias han mermado las cosechas y aumentado
los precios del grano, uno de los principales alimentos para esta familia sigue siendo el
maíz. A un costado de la hornilla, y sobre una base de madera, la señora Zeferina tiene
un molino de mano color rojo donde todos los días hace la masa para las tortillas. Hace
dos años como parte de un apoyo del gobierno le hicieron la hornilla; antes la tenía en la
parte de afuera, a un costado de la casa pero ahora ella la pidió adentro porque se le
hace más fácil cocinar, según la señora Zeferina sus cosas las tiene cerquita y no tiene
que andar saliendo. Es por el humo de todos los días que sale y se acumula dentro de la
casa que los horcones y morillos pareciera que fueron bañados con aceite, o chapopote
como dirían ellos. El humo ha causado ese efecto en la madera.
A pesar de no utilizar gas tienen un pequeño tanque de diez litros que les sirve para
prender una lámpara por las noches, ya que tampoco tiene luz eléctrica. Hace algunos
años el gobierno les instalo unas celdas solares como parte de un apoyo, pero dice don
Pablo que solo duraron poco tiempo y se les acabo la batería; él ha tenido que comprar
los repuestos de la batería que tienen un precio de dos mil pesos cada una
aproximadamente. En Agua de la peña hay dos celdas solares como está, una de don
Pedro y otra de don Pablo.
56
El tapanco, cubierto de chapopote producto del humo de la hornilla actualmente se
encuentra casi vacío. Ya no hay costales con semillas, ni caña almacenada para elaborar
el piloncillo; ya solo se pueden ver algunos tambos y ollas de barro vacías que se
encuentran a la espera der ser utilizados.
El tapanco. Landa de Matamoros, 2011.
A diferencia de una casa urbana o moderna, en esta localidad no encontramos una
fragmentación tan marcada dependiendo de las actividades que realiza la familia. Se
realizan las mismas actividades pero la distinción de los espacios cambia. Se reciben
visitas, después de la respectiva presentación los visitantes y anfitriones se sientan a
platicar en bancos o sillas de madera justamente fuera de alguna de las cocinas, que
funciona como el espacio integrador de varias de las actividades domesticas. No hay un
baño como tal, por que como bien dice don Pedro, aquí hay mucho monte donde ir y
nadie te ve. Los cuartos, a pesar de que la construcción esta al vista, la mayor parte del
tiempo se mantiene las puerta cerradas de los mismo, a diferencia de la cocina que
siempre está abierta a quien quiera pasar.
El caso del dormitorio es interesante, ya que son las construcciones que más pronto se
tiene pensado echar abajo y hacerlos de ‘material’. El de don Pedro, como ya se
57
menciono anteriormente, tiene un tejado que no fue hecho por él, sino que lo compro y lo
trajo arrastrado hasta su lugar. Esta edificación tiene un aspecto menos firme que las
cocinas, los muros están hechos con tablones de pino acomodados de forma horizontal.
Don Pedro dice que ya hace algún tiempo se filtra el agua cuando llueve y el frio ya es
difícil aguantarlo con tanto viento que entra por las rendijas. Hace más o menos como dos
años el gobierno lo doto de lámina galvanizada, y algunos tabiques para que pudiera
renovar su dormitorio dadas las condiciones en las que se encuentra. Por distintos
motivos don Pedro no ha tenido tiempo de renovar su dormitorio y ya ha recibido
prácticamente amenazas por parte de las autoridades para que se apresure o se le
retirara el apoyo. Es por ello que don Pedro a apretado el paso y ya tiene algún tiempo
que está limpiando alrededor de su dormitorio y aplanando el terreno para poder
comenzar a cambiar los materiales de su casa.
“Estoy en renovarla, hacerla de nuevo… es que hay el presidente me dio una hoja, una
lámina y ora le voy a echar lámina, porque ya la tengo ahí pero según que dicen que si no
la ocupamos que se le van a llevar para dársela a otro que la necesite, y yo también la
estoy necesitando porque ya hasta tengo hay la madera, ahí la tengo por fuerita… ayer y
antier anduvimos ahí rebajando la tierra.” (Don Pedro, 2011)
En el caso de don pablo el ya tiene los cimientos listos los cimientos de piedra de su
próxima casa. Él cuenta que su dormitorio ya está muy desgastado, se le filtra el agua,
mucho aire, además de que ya el espacio es muy poco para su esposa y tres hijas. El
plan de don pablo es, construir una dormitorio ya de cemento y block y aun costado
instalar un pequeña cocina. Esto para que sus dos hijas más grandes puedan ocupar el
espacio donde actualmente duerme una de ellas y además es la cocina. Es de esperarse
que con forme sus hijos vallan creciendo van a necesitar de más espacio para realizar sus
actividades, principalmente las relacionadas con la escuela; ya que sus tres hijas
estudian, dos en la primaria y una en la secundaria.
Una de las principales razones por las que estas familias no han podido renovar sus
casas es por la situación económica que atraviesan. Tanto don pablo como don Pedro no
cuentan con un trabajo estable, a saber, alguno al cual asistan todos los días. Viven de lo
que les deja la venta de algunos animales como las reces y los cochinos, así como de los
trabajos eventuales que consiguen con los vecinos en limpiar el monte o cortar la caña de
azúcar. Además de esto reciben un apoyo económico por parte del programa federal
Oportunidades, quien da dinero tanto a ellos como a las hijas de don Pedro por
58
mantenerse estudiando. El alto costo de los materiales de construcción, la falta de un
empleo permanente, la restricción en cuanto a los recursos madereros y la falta de
proyectos productivos en términos locales han hecho que a estas casas les quede poco
tiempo de vida, ya que a pesar de tener el recurso a la mano, como lo es la madera, para
ellos ya no es una opción viable en este momento volver a construir de manera
tradicional. Con la introducción de materiales procesados, la cría de ganado y prácticas
encaminadas a conservar los recursos maderables por encima de los conocimientos
ancestrales en cuanto a su manejo y explotación, hacen que de un momento a otro estos
ejemplos de una sustentabilidad antes de la sustentabilidad desaparezcan por completo.
“Hace como diez años que nos dieron unas casitas, un mejoramiento de vivienda,
nos las dieron así de material, de laminita. Pero están muy débiles, mire, hicieron unos
armesitos que tiene como dos pulgadas de anchitas y de tres alambritos, y a mí me toco
una casa de esas… yo quisiera amacizarla más, reforzarla, hacerle unos castillos de
varilla, ya de diez por diez o diez por doce y colárselas.” (Don Luis, 2011)
2.2.3 El lugar de lo doméstico
El análisis de la casa vernácula en términos de su sistema de conocimientos
constructivos ofrece betas interesantes hacia la revaloración por parte de sus mismos
habitantes. Sin embargo, la casa solo es uno de elementos que envuelven la cotidianidad
de las personas; en este sentido el espacio domestico trasciende las fronteras de los
muros y las cercas. Es aquí donde cabe volver a retomar el lugar, como una referencia
espacial de localización, pero también como una noción que permita revalorar en términos
locales conocimientos y practicas locales ante los intentos integradores del proyecto
moderno. En este sentido, “el procesos de uso y significación del entorno doméstico no se
limita a la apropiación del espacio arquitectónico y sus estructuras envolventes, sino que
en éste los objetos se convierten en los medios que permiten configurar, funcional y
estéticamente, los escenarios de la vida doméstica y poner en escena las rutinas y
rituales que la constituyen. El hogar se refleja en la cultura material doméstica y se
materializa en el uso y significación del conjunto de objetos que componen el entorno y
que reflejan los modos en que es habitado” (Sanín Santamaría, 2008, p. 35)
59
Sin duda los objetos juegan un papel importante en cuanto a la configuración del espacio
y las prácticas que en él se realizan, pero también habría que incluir aquellas
edificaciones diferenciadas de la casa. En la vida occidental o urbana estaríamos
acostumbrados, por las disposiciones espaciales que se nos imponen, a definir la
edificación domestica como la casa; a saber, igualarla. Pero en el caso de agua de la
peña existen espacios y objetos que integran de manera interesante una forma diferencial
de lo doméstico.
Ni don Pedro ni don Pablo conocen las medidas exactas de su propiedad, pero lo que sí
es evidente es que para tener caballos, reces, puercos, gallinas, borregos, sembradíos de
caña, maíz y algunos frutales el terreno debe ser amplio y suficiente. Además de las
cuatro casas, en agua de la peña podemos encontrar otros espacios y construcciones que
bajo un patrón de dispersión integran la cotidianidad de sus habitantes.
El Trapiche14, a pesar de encontrarse ya en desuso actualmente, formo parte importante
de la cotidianidad de agua de la peña. En algún momento el Pilón, como ellos le llaman,
fue un producto rentable en cuanto a su fabricación y venta, pero actualmente ya hay muy
poca gente que lo compre y por consiguiente también pocas personas se dedican a su
elaboración. Está ubicado cerca de la entrada al paraje, a un costado de uno de los
sembradíos de caña, en algún momento, cuenta don Pedro, fue colocado en ese lugar
para hacer más fácil la transportación de la caña y molerla sin problemas… “se ocupa
mucha gente para hacer ese trabajo oiga, y resulta muy poca utilidad de la producción, de
la cosecha. Si no tiene uno lo suficiente de cosas que ocupa uno ahí hay que
conseguirlas, y de eso que consigue… fíjese, usted trabaja en terreno ajeno, que le rentan
un pedazo, luego consigue el Trapiche ya son dos rentas ahí, el cajón, las bestias, ya son
cuatro rentas. Entre esas cuatro rentas ya casi son dueñas de la producción de ese
punto.”
El piloncillo, producto que se obtiene de la molienda y posterior cocción de la caña de
azúcar se utiliza como un endulzante en los alimentos; para el café, los tamales y algunos
otros platillos. De alguna forma, la introducción de endulzantes industrializados como la
azúcar empaquetada, y también su bajo costo a comparación de lo que se gasta para la
elaboración del piloncillo, han mermado esta actividad. La cual, bien llevada puede
14 En sí, se le llama Trapiche al cajón de madera donde se muele la caña de azúcar. Pero este no tiene utilidad sino se cuenta, como dice don Pablo, con las bestias, el terreno para coserlo y la mano de obra.
60
resultar en algún proyecto productivo local con la participación de los habitantes y sus
conocimientos para su fabricación.
El trapiche abandonado. Landa de Matamoros, 2011.
Por otro lado, una de las actividades que mantienen a los habitantes de Agua de la Peña
es la cría de ganado. Como bien lo dice don Pedro, de las vaquitas son de las que se
mantienen, normalmente compran algunos animales de engorda para criarlos y luego
venderlos, como es el caso tanto de los cochino como de las vacas. El lugar donde se
encuentran estos animales está completamente limpio de arboles, por lo que se ha
convertido en un pastizal donde las vacas y el potrillo de don pablo pastan la mayor parte
del día. También aquí tenía un corral hecho de madera y estaba acondicionado para
formar a los animales, subirlos a su camioneta y transportarlos. Hace alrededor de un año
el gobierno le otorgo apoyo con material de construcción para que renovara su corral. Le
dieron cemento, tabiques, láminas y tubos de acero para que él mismo lo fuera levantado.
Normalmente los animales no se encuentran dentro del corral, sino que andan sueltos por
todo el terreno. Debido a su condición agreste, don Pablo ha optado por cercar los límites
de su propiedad, esto porque muchas veces sus animales se iban mas lejos de lo que
debían y además, por lo agreste del terreno, varios se han caído y muerto en los
barrancos.
61
Tanto en la parte de arriba, que limita con la carretera que de El Lobo-Agua Zarca, como
en la de abajo, que colinda con la terracería que se dirige al Naranjo, Don Pablo y Don
Pedro tienen sembradíos de caña de azúcar, que como vimos anteriormente ya no tiene
mucha utilidad en términos de la elaboración del Pilón, aquí es donde se mantienen
ocupados la mayor parte del tiempo limpiando, sacando animales y cortando para
mantener a su único sustento fijo15, el ganado. Que dicho sea de paso ha venido a
modificar de manera importante el entorno natural, principalmente en lo que se refiere a la
tala del bosque para su crianza.
Don Pedro y su hijo Pablo. Landa de Matamoros, 2011.
15 Como se menciono anteriormente, otro ingreso que esta familia tiene fijo, además de la venta y manejo del ganado, son los apoyos económicos por parte del gobierno, principalmente del programa oportunidades. Nadie menciono alguna otra actividad económica que realizaran para obtener recursos.
62
2.3 Complejidad Hídrica.
En la actualidad, uno de los principales problemas que enfrente el estado de
Querétaro es el abastecimiento del agua. Tanto el gobierno como los mismos habitantes
han comenzado a implementar medidas para el manejo, distribución y cuidado de este
vital líquido, cada uno de ellos con resultados diferenciales. Hace algunos años, el
proyecto llamado Acueducto II se jactaba de resolver el problema del abastecimiento del
agua, por lo menos para la capital del estado, pero hemos visto que mas allá de generar
soluciones ha ocasionado problemáticas principalmente en los poblados aledaños donde
se construyo, en este caso habitantes de algunas localidades del municipio de Cadereyta
de Montes. Además, se han generado un sin número de rumores en cuanto a la
procedencia y calidad del liquido que este “acueducto” provee a la población de la ciudad
de Querétaro. La inversión económica fue tremenda y los resultados no se han visto del
todo. Hoy día, poco se habla de este proyecto y todo lo que se ha generado a su
alrededor.
Después de toda la polémica y los conflictos que se han suscitado alrededor de los
combustibles fósiles, principalmente el petróleo, el siguiente “elemento” en disputa ya no
será éste, sino el agua. Esta problemática es a nivel mundial, con diferentes
consecuencias en distintos lugares del planeta y en algunos de estos ha alcanzado la
categoría de emergencia nacional.
“Actualmente el panorama no parece nada halagüeño, pues entre todos los espectros que
amenazan a la humanidad del siglo XXI, la escasez de agua es quizá la más
amenazadora: ni los terremotos o el calentamiento global, la destrucción de los bosques o
la pesca excesiva (que son parte de lo mismo), entre otros, inquietan tanto a los gobiernos
de los países en vías de desarrollo como la falta de agua.” (Butze, 2005, p. 18)
Sin irnos tan lejos, hace apenas algunos meses, debido a la tremenda sequia que azota
al estado de Zacatecas, los gobiernos locales decidieron “bombardear” las nubes con
plata y mediante la reacción química hacer llover. Llevar a cabo este proyecto costó
alrededor de 9.5 millones de pesos y se vieron beneficiadas aproximadamente 800 mil
63
hectáreas de esta entidad.16 La medida es totalmente emergente ante la inminente
perdida de la mayoría de los cultivos con posible aprovechamiento. Sin embargo, más allá
de que por este año quizá la cosecha se salve, es definitivamente incosteable hacerlo
periódicamente, por lo que es urgente implementar alternativas en cuanto al manejo del
recurso y los cultivos en términos locales. Ya que con el dinero que costó el bombardear
las nubes con plata se pueden abrir posibilidades con los agricultores el próximo año. En
Durango, también no hace mucho tiempo, una niña de ocho años murió de un disparo en
la espalda al extraer agua de un pozo que se encuentra en disputa desde hace algunos
años por dos familias de la región indígena de El Mezquital.17 Puede ser que los
incidentes descritos sean aislados, pero tampoco podemos tomarlos a la ligera ya que los
pronósticos de hastío para el siguiente año no lucen nada halagadores.
“Hoy en día, 1200 millones de seres humanos carecen del vital liquido; asimismo, 2500
millones no tienen servicios sanitarios básicos o drenajes adecuados y en consecuencia,
casi 80% de las enfermedades están relacionadas con la mala calidad del agua, situación
que provoca alrededor de una tercera parte de las muertes evitables. Se calcula que para
el año 2025, aproximadamente 2700 millones de personas no tendrán acceso al agua
potable”(Butze, 2005, p. 18)
La problemática es real, evidencias y ejemplos podemos encontrar en muchos lugares. Ya
desde hace algún tiempo se comenzó a promover el cuidado del agua mediante
campañas mediáticas, enfatizando en que a un corto y mediano plazo se comenzaría a
sufrir por la falta de abastecimiento de agua hacia la población.18 Es en el ámbito de los
domestico donde habría que comenzar con estas medidas ya no preventivas, sino de una
verdadera emergencia. La vida urbana requiere de una gran cantidad de agua para seguir
su curso, y muchas veces no se aprovecha de la mejor forma. En la ciudad de Querétaro
16 El periódico La Jornada ha estado documentando muy de cerca desde hace ya algún tiempo los conflictos y problemáticas que han surgido por las intensas sequias principalmente en el norte del país. http://www.jornada.unam.mx/2012/06/08/estados/039n1est
17 http://www.sinembargo.mx/08-06-2012/258469
18 Hace algún tiempo comenzaron a circular algunas estampas y carteles por parte del Consejo Consultivo del Agua, donde se hacía énfasis en el cuidado de la misma. Las estampas son bastante ilustrativas ya que muestran una rendija donde hay que depositar cincuenta pesos para poder utilizar un retrete: “Si sigues desperdiciando el agua muy pronto esto será una realidad”. www.cuidaelagua.org
64
todavía no se sufre del todo ante esta problemática, pero es importante tomar consciencia
ante esto e implementar acciones quizá aún en términos preventivos.
Como hemos visto hasta el momento, tanto en las propuestas teóricas como en el los
ejemplo empíricos. La casa, en este caso vernácula, es uno de los ejemplos más claros
del tipo de relación que los habitantes guardan con su entorno, además de ser un
contenedor de prácticas y conocimientos constructivos generacionalmente perpetuados,
casi siempre vinculados a la respetuosa explotación de los recursos que se tienen a la
mano.
Es un hecho que el concepto de sustentabilidad tiene pocos años de ser acuñado y aun
más poco tiempo de ser puesto en práctica como tal. Sin embargo, esto no quiere decir
que una relación respetuosa con la naturaleza por parte de determinadas sociedades
haya nacido con esta propuesta meramente occidental. El manejo razonable de los
recursos es una característica inherente de algunas comunidades que aún resisten de
manera férrea el embate del proyecto moderno. A saber, la sustentabilidad existía antes
de la sustentabilidad. Por otro lado, no todos los entornos o escenarios naturales donde
se encuentra algún asentamiento humano son igual de abundantes en términos de
recursos. Ya sea por cuestiones legales, del simple acceso o distancia, el recurso es
limitado.
Con el caso de El Pitayo nos referiremos más particularmente a la problemática con el
acceso agua; que en esta localidad ha generado distintas estrategias en términos de
prácticas cotidianas, así como en el sistema constructivo de la vivienda vernácula, para
satisfacer el abasto de este recurso indispensable para la vida.
2.3.1 El Pitayo
Una de las principales características de esta comunidad es su factor de
dispersión. A diferencia del caso anterior y los que se presentaran posteriormente, la
localidad de El Pitayo se encuentra ubicada entre la espesa vegetación de las partes altas
del municipio de Arroyo Seco. Donde la comunidad más cercana es El Jardín, que está a
unos quinientos metros de distancia aproximadamente, y solo las comunica una vereda
que cruza entre las ondulaciones del monte. El señor Francisco cuenta que hace
65
alrededor de quince años la comunidad de El pitayo estaba integrada por más o menos 30
viviendas, todas con sus respectivas familias; incluso menciona que era más grande que
El Jardín.
A pesar de ser una comunidad con pocas vías de comunicación, ya que el único camino
es una vereda, fue una comunidad con un buen número de habitantes. Poco a poco la
gente fue abandonando el lugar hasta que solo quedo Don Francisco con su familia. Cabe
mencionar que a diferencia de la comunidad de El Jardín, donde las tierras son ejidales,
en El Pitayo son pequeñas propiedades, por lo que muchos de los habitantes que
optaron por migrar vendieron sus terrenos dada la necesidad de encontrar trabajo aunque
sea en otro sitio; Concá y Jalpan los más recurrentes.
Hoy en día don Francisco trabaja con una persona de Concá que adquirió varios terrenos
en El Pitayo, él le ayuda a cuidar algunas milpas y pocos animales que tiene en la zona.
“Sembrábamos de yunta, orita ya no… así con azadón sembrábamos pedacitos… pues
se acabaron, el patrón con que siembro pues no tiene yunta. Ahí donde siembro es otro
terreno… y como él no tiene pues no me da yunta. Dice: ‘pues hay siémbrale con el
asadoncito… vendió los bueyes” (Don Francisco, 2011)
Incluso los hermanos de don Francisco optaron por salir, y ahora solo queda él junto con
su esposa y su padre, este último de noventa años de edad. El señor se encuentra
viviendo permanentemente en Concá con una de sus hijas, debido a que su estado de
salud es delicado y con frecuencia lo tienen que estar transportando a Jalpan para
estudios y chequeos. La casa del señor sigue junto a la de don Francisco, igual que como
él la dejo, porque “a veces sube a estar aquí unos días”.
Al encontrarse sobre las laderas del cerro, el terreno para esta comunidad es poco
homogéneo. Abundan las ondulaciones y pequeñas cañadas que hacen incluso el tránsito
de personas por las veredas algo peligroso. Algunos vecinos de la comunidad de El
Jardín han optado por criar algunas cabezas de ganado, acondicionando las pocas
planicies que existen en la zona para su pastoreo, y aunque es muy común verlas
pastando sobre los caminos, la mayor parte del tiempo están dentro de las cercas para no
perderse o caer en los barrancos. Don Francisco dicen que no tiene animales en primera
66
porque no cuenta con el recurso económico para cómpralos, además es muy fácil que se
pierdan, caigan por el cerro, o se lo coma el León19.
Veredas hacia El Pitayo. Arroyo Seco, 2011.
Le basta con algunas gallinas para cualquier emergencia, un burro y tres perros, los
guardianes permanentes del territorio. Debido a las pocas opciones con las que cuenta el
señor Francisco para tener o generar un empleo en las cercanías de su casa, actualmente
trabaja de peón eventual en Concá, ya sea en alguna construcción, sembrando o
reparando cercas de otras personas. Como tienen que bajar mínimo dos veces a la
semana a Concá, tanto el cómo su esposa, ya sea para comprar algunas cosas, ir a misa
o trabajar; prefieren bajar por la vereda que ir hasta El Jardín para conseguir alguna
camioneta que los lleve.
19 Don Francisco dice que es “un animal grande, no mucho pero más que un perro… baja en la noche y se come a los animalitos de los corrales, las gallinas y los borregos… Todavía se los comiera todos pero nadamas les come pedazos y los entierra con basura.” Además, también hay mucha víbora de cascabel y vendado, aunque él dice que se ven muy poco.
67
“Me voy amaneciendo a trabajar… cerca de Concá, de este lado del rio. Me voy
por el camino este, está cerca, hago poco más de media hora… para que quiero carro,
pasa muy lejos, mejor me voy caminando.” (Don Francisco, 2011)
A don Francisco se le da muy bien el oficio de la construcción, ya que lo aprendió muy
bien de su padre. Desde muy chico estuvo acostumbrado a la construcción de casa con
madera, palma y tierra. Él cuenta que en esta comunidad todas las casas eran así, de
tejado de palma, unas chicas u otras grandes, dependiendo de los integrantes que tuviera
cada familia. Incluso, antes de casarse, lo primero que tuvo que construir fue una casa
propia
A pesar de que la mayoría de los materiales utilizados en la construcción de las casa de
El Pitayo son provenientes de su entorno natural más próximo, que dicho sea de paso es
bastante abundante en términos de maderas, piedra, tierra y palma; uno de los principales
problemas a los que se enfrenta don Francisco y su familia es el suministro de agua. Es
bastante evidente cuando al visitar la casa de esta familia uno encuentra una cantidad
bastante importante de recipientes de plástico, botellas de pet, cubetas, botes, tambos y
hasta huajes. Aquí se ha tenido que lidiar cotidianamente con esta problemática en
términos de que el agua no falta. Es por ello que han puesto en práctica distintas
estrategias para contar con este vital líquido, estrategias que de manera importante se
enlazan con el sistema constructivo de las casas, conocimientos acerca del entorno que
los rodea y en menor medida, la intervención institucional.
68
Casa de Don Francisco. Arroyo Seco, 2011.
Desde que era niño, el padre de don Francisco le inculco el oficio de la construcción. La
casa de su padre, que se encuentra dentro del mismo terreno fue construido por ellos, con
ayuda de sus hermanos. Le enseño que no todas las maderas sirven para construir la
casa, hay que seleccionarlas bien porque no todas aguantan. El utiliza Palo de Arco,
Guayacán y Cedro; estas maderas son abundantes en la región, ya que además de estar
poco poblada no existe el problema de la tala inmoderada. Una casa como la don
Francisco se construye en alrededor de dos meses, y eso con ayuda de otras dos
personas, porque si es uno solo es mas tardado y complicado.
“Armada de todo casi unos dos meses, porque los esos horconsitos de las
esquinas de arriba si hay que buscarlos por allá lejos, que estén derechos… el cercadito
ese rinde mas, como quiera las baritas esas las hay por aquí. Le digo, armada de todo si
es mucho tiempo” (Don Francisco, 2011)
Tanto los “cuartos” de Don Francisco, como los de su padre, están construidos con varas
de madera en posición vertical y lleva unas refuerzos horizontales, ya sea con tiras de
madera o varas, de manera que puede mantener el enjarre. Se le llama enjarre cuando
sobre el tejido de los muros se le aplica una capa de tierra arcillosa mesclada con agua,
esto genera una pasta muy parecida al cemento que al endurecerse impide la filtración
tanto de viento, tierra, y agua hacia el interior de la casa. A diferencia de una casa urbana
donde sobre la estructura se le aplica el llamado “aplanado”, aquí solamente lo lleva en
69
algunas partes; ya que la casa de don francisco no tiene ventanas, el prefirió dejar abierta
la parte superior de la misma, para ventilación y luz, quedando cubierta solo la parte
inferior de la misma. El enjarre es aplicado tanto en la parte exterior como interior de la
casa, esto con el fin de conservar la temperatura ambiente, ya que don francisco
menciona que épocas de frio es muy tibia y en épocas de calor muy fresca. Esto, aunado
con el piso de tierra hace que dentro de la casa se genera un clima agradable ya que la
mayoría de los materiales utilizados permiten la circulación del aire y no guardan el calor.
Como puede suceder con la lámina o el concreto.
Enjarre, maderas y fibras locales. Arroyo Seco, 2011.
“De trabajo le llamamos enjarrado… por ahí hay de esa tierrita blanca…de esa es,
se echa agua y se bate con tierra, que quede durita no muy blanda, entonces le voy
dando y pega muy bien… ya tiene más de veinte años. Ahora le echó cemento porque se
agrieto mucho. (Doña Francisca, 2011)
Últimamente algunas partes del enjarre han comenzado a desmoronarse, por el tiempo,
ya que según cuenta don francisco, tiene alrededor de veinte años que lo aplico a los
muros. Por esto, ha optado por “parchar” estas partes con cemento, don francisco cree
que el cemento le va a durar más que el enjarre. Como hemos visto, estos materiales
70
como la lámina, el cemento, el block, entre otros, han generado un fuerte asociación entre
los habitantes con la durabilidad, o como dirían ellos, “son mas macizos”. Además, en
términos de tiempo y trabajo es mucho más sencillo comprar en alguna tienda de
materiales algunos kilos o bultos de cemento y cal, que dedicarse a buscar la tierra
adecuada, transportarla (porque no se trata de cualquier tierra, y muchas veces no se
encuentra en las cercanías de la casa), y hacer la mezcla.
A pesar de que ha renovado dos veces los techos de sus casas, don Francisco dice que
no ha tenido problemas con los tejados de paja; siempre y cuando estén bien amarrados y
juntos no hay problemas, no se filtra el agua ni el viento. Recientemente ha optado por
colocar debajo de los techos de palma, láminas galvanizadas para reforzar la protección
contra la lluvia y el viento. Ante esto don francisco dice que ha resultado una buena
opción, ya que la lámina no tiende a calentarse tanto como si estuviera encima, ya que
siendo así guardaría mucho calor y afectaría más la parte de adentro. “Ya como le puse
lámina yo creo que aguanta más, ya dura más tiempo para que la tenga que renovar”
(Don Francisco, 2011)
Cocina desde la parte trasera. Arroyo Seco, 2011.
El Zamandoque o Lechuguilla, es la planta local de donde se extrae las fibras que sirven
para fabricar los amarrares con los que se sujeta la estructura de la casa. Esta fibra, para
71
que sirva en términos de la construcción de la casa tiene que pasar por un proceso de
cocción antes de utilizarse, ya que si no es así tiende a romperse. Además del
Zamandoque, también se utiliza una fibra conocida como cascara de Nogal, esta cáscara,
cuenta don francisco, se extrae de la corteza del árbol, y se arranca como si fueran hilos.
Esta fibra es utilizada principalmente en los amarres de los horcones y morillos, esto por
su resistencia. Ahora también don francisco ha utilizado alambre recocido para reforzar
algunos amarres de sus casas, ya que el Nogal se encuentra solo en lo alto del monte, no
está prohibido cortarlo pero es mucho tiempo el que se invierte según él. Estos amarres
con fibras locales llegan a durar hasta quince años, aunque hay algunos en las casas de
don Francisco que tiene mucho más tiempo.
Además de la cocina, el cuarto y la bodega, don Francisco también construyo un gallinero
con tablas, varas y algunas láminas de cartón, esto porque “también hay que atajarles el
sol a las gallinitas”. Cerca del gallinero también le hizo a su esposa un pequeño tejado
donde lava trastes y la ropa, “para que la mujer no se moje cuando lava y este lloviendo”.
Parte trasera del dormitorio. Arroyo Seco, 2011.
Todas las construcciones tienen una puerta de madera, pero a diferencia de la cocina,
que es color madera, las puertas de los cuartos están pintadas de colores; la del
72
dormitorio de color azul y la de la bodega de color rojo. A don Francisco le gustan esos
colores y quiso resaltarlos con las puertas. En el dormitorio pero por la parte de adentro,
el enjarre está pintado color rosa y algunas partes de azul, colores que eligió la señora
Francisca para el interior de su cuarto. El piso es de tierra, y aunque doña francisca dice
que es muy fresco no le gusta mucho porque se desgasta muy rápido y hay que estarlo
renovando a cada rato. En cambio el de cemento, es más fácil de limpiar y dura más
tiempo, es más macizo, dice.
“Es fresco, nadamas que la tierra después de tanto caminar se va escarbando… y sea
afuera o adentro, si fuera piso de cemento ese no se gasta, aunque pise uno y pise no se
acaba, y la tierra sí… se van haciendo hoyos, hay que rellenarlo y emparejarle” (Doña
Francisca, 2011)
2.3.2 Escenarios de la sustentabilidad ancestral.
Debido a su lejanía y aislamiento, al El Pitayo no llega aun ningún servicio básico;
no hay agua ni luz, mucho menos drenaje. Como lo mencionamos anteriormente, el nulo
acceso a los servicios básicos, que se pueden encontrar ya en muchas localidades de la
sierra gorda, propicio la aplicación de distintas estrategias por parte de los habitantes para
por medio de los que tiene al alcance, solventar las necesidades básicas.
Si para los habitantes de cualquier ciudad, la escases crítica del agua, el acarreo desde
grandes distancias y las sequias prolongadas son escenarios apocalípticos, Para don
francisco y su esposa estas son cosas tan cotidianas, que no les causa ningún empacho
platicar como es que logran tener agua en un lugar donde no es tan fácil obtenerla. Como
lo mencionamos anteriormente, el paisaje domestico de El Pitayo se encuentra lleno de
recipientes que se utilizan como contenedores o transportadores de agua; los lugares más
cercanos para acarrearla son un pozo que se encuentra casi en los límites del terreno de
don francisco, vereda abajo, y un arroyo todavía más alejado.
La señora Francisca cuenta que dos veces al día acarrea agua. Tanto ella misma como
con la ayuda de su burro, que carga dos recipientes de cuarenta litros cada uno. Es
importante mencionar que existe un diferenciación del agua que se utiliza en las distintas
73
actividades domesticas. Por un lado, se utiliza un tipo de agua para regar las plantas y
árboles (que son bastantes); y otra para el consumo de ellos, para lavar trastes y ropa.
“El agua que sale esa ya no, esa corre para allá para el gallinero, ya se tira” (Don
Francisco, 2011)
No existe ningún mecanismo o actividad que esté destinada para la reutilización de
alguna de las aguas que se consumen. Tanto el agua que se utiliza para lavar trastes o la
ropa, simplemente se tira o deja correr sobre la tierra. Por otro lado, en estos momentos
solo son dos personas las que habitan en el lugar, don francisco y su esposa, por lo que
no es mucha el agua que consumen; aún así, el agua se acarrea dos veces al día.
La situación con el agua no es que haya empezado en años recientes, siempre se ha
hecho así, nunca han tenido el agua cerca. Es por esto, que tanto las casas de Don
74
Francisco como las de su padre tienen implementados mecanismo para recolección de
agua de lluvia. En la parte donde caen las hojas de lámina y los manojos de palma, se
adecuaron canaletas de madera y lámina con inclinación para que cuando caiga la lluvia
sola llegue a los recipientes. Estas canaletas están sujetas de los techos con alambre
recocido, por lo que también es factible cambiarlas de lugar o de plano quitarlas. Tanto en
su cuarto como en la cocina, don Francisco tiene estos mecanismos de recolección, y
aunque no llueve mucho en este lugar, con la poca que pueda caer es suficiente.20
Canaletas para recolección de agua pluvial. Arroyo Seco, 2011.
Hace alrededor de seis meses, al Pitayo llegó un grupo de personas que venían de parte
de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), ofreciendo apoyos para las localidades más
alejadas del estado. Estos apoyos consistían en ecotecnias, tinacos y capacitaciones para
la utilización óptima de los recursos que se iban a otorgar. Después de haberle hecho
algunas preguntas sobre su casa, como obtenía y utilizaba el agua; a don Francisco le
prometieron darle un tinaco, el cual hasta la fecha no ha llegado, y aunque él encargo en
20 A partir de lo que cuenta el señor Francisco, las lluvias los han abandonado este año, y al parecer no se alcanzara a dar lo poco que pudieron sembrar. Sin embargo, dice que la ausencia no es constante año con año, ya que el pasado llovió bastante bien y se tuvo una buena cosecha.
75
El Pino que le avisaran cuando llegara, todavía tiene que darse sus vueltas de vez en
cuando a ver si ya está.21
El problema de estos apoyos institucionales es que, a pesar de las buenas intenciones
que puede tener para ayudar a la gente que carece del acceso al agua, no se tiene un
conocimiento previo de las situaciones que atraviesan cada una de las comunidades que
se intervienen. Ya que muchas veces más allá de generar beneficios o procesos de
cambio en términos de una mejor calidad de vida, se crean conflictos entre los mismos
habitantes, casi siempre entre quienes resultan beneficiados y los que no, por parte de los
programas o apoyo de gobierno.
Don Francisco se encuentra esperanzado en que algún día llegué su tinaco, pero el
tinaco no es la solución a su problemática, ya que contendores de agua tiene bastantes, y
además el consumo que generan él y su esposa no es grande. Las opciones son muchas,
y un estudio más detallado, no solo de El Pitayo, sino de la situación general que se vive
en la región podría arrojar mejores alternativas para atender las problemáticas derivas de
la falta del agua y otros servicios básicos que se generan en este tipo de poblaciones.
Celda solar. Arroyo Seco, 2011.
21 Dentro de este proyecto se llevo a cabo un diagnostico para seleccionar a las comunidades más alejadas del estado para dotarlos de materiales y apoyo para la construcción e implementación de ecotecnias. Entras las que se encontraban: Cisternas de ferro-cemento, fogones ahorradores de leña, baños secos, y biofiltros.
76
Un ejemplo de ello podrían ser las alternativas que brindan las ecotecnias, no solo en
términos de un mejor aprovechamiento de la leña, el agua o la luz solar; sino para
erradicar los problemas de salud que genera, por ejemplo, el humo de las hornillas, como
ya lo ha padeció la señora Francisca.
Además del trabajo que desempeña Don Francisco en la milpa de su vecino y de reparar
cercas, la señora Francisca, su esposa, se dedica a la elaboración de gorditas de elote y
pan con piloncillo; baja todos los días sábado a la plaza de Concá para vender sus panes.
Para poder cocinar sus panes utiliza una hornilla que don Francisco hizo, con tierra
blanca, piedra caliza y troncos de somerio. Anteriormente la tenían dentro de la cocina,
pero con el tiempo se dio cuenta de que el humo y la poca ventilación le hacían daño a su
esposa, por lo que decidió sacarla y hacerle un tejadito a un costado de la cocina; así el
humo ya no se encierra y su esposa puede cocinar sin respirar todo el tiempo el humo.
El evidente aislamiento en el que se encuentra esta comunidad hace complicado que sus
habitantes puedan enterarse sobre muchas cosas que de alguna u otra manera les
puedan traer algún beneficio, principalmente los programas de gobierno. Por otro lado, la
distancia geográfica con El Pino, la localidad más cercana, hace que en caso de alguna
situación de emergencia la comunicación y apoyo sea complicado. Incluso por simple
compañía.
Podemos observar que la situación de El Pitayo no solo se reduce al tema del agua, pero
el hincapié se debe a que a diferencia de los otros “servicios básico” esta genero
soluciones no solo en términos de transportación y almacenamiento, sino que también
hizo posible la implementación de soluciones vinculadas la con la casa y sus esquema
constructivo. Puede parecer algo muy simple y obvio, pero realmente en pocas
situaciones de escases, principalmente en algunas ciudades donde ha comenzados este
fenómeno, se recurre a este tipo de soluciones. También es importante mencionar que no
es la única ni la más efectiva, ya que como en algunos años sucede en Arroyo Seco, las
lluvias son pocas. Las localidades, colonias, municipios e incluso ciudades; requieren de
la cooperación tanto de científicos, políticos y población local. Para que a partir de un
dialogo de conocimiento se puede generar alternativas, quizá no soluciones, pero sí
algunos estrategias para enfrentar este tipo de situaciones que me parece no tardan en
alcanzar a ciudades como Querétaro. En otras palabras:
77
“El diálogo de saberes emerge en el cruzamiento de identidades en la complejidad
ambiental. Es la apertura del ser constituido por su historia, hacia lo inédito, lo impensado;
hacia una utopía arraigada en el ser y en lo real, construida desde la cultura... El ser, más
allá de su condición existencial general, penetra en el sentido de las identidades
colectivas que se constituyen en la diversidad cultural y en una política de la diferencia,
movilizando a los actores sociales a través de los sentidos diferenciados y muchas veces
antagónicos de la sustentabilidad, hacia la construcción de estrategias alternativas de
reapropiación de la naturaleza.” (Leff, 2006, p. 67)
Es común escuchar a la gente decir “el cambio empieza por uno mismo”, que mejor que
reflexionar sobre estos ejemplos de “sustentabilidad antes de la sustentabilidad” y
comenzar a actuar, como don Francisco, a partir del lugar donde tenemos mayor toma de
decisión, la propia casa.
Don Francisco y doña Francisca. Arroyo Seco, 2011.
78
2.4 Puerto de Ánimas.
Una de las principales características de los casos mostrados hasta el momento es
la edad adulta o avanzada de las personas que aún conservan los conocimientos
constructivos vinculados con el entorno, y que todavía los hacen prácticos mediante sus
viviendas. En el caso de Agua de la Peña, tanto padre e hijo (Don Pedro y Don Pablo),
conservan estos conocimientos y, tanto sus casa como el manejo de su entorno son un
ejemplo de ello. Es posible que pronto desparezcan o se vuelvan poco pertinentes ante
los nuevos contextos a los que se enfrentan en términos de nuevos materiales, nuevas
técnicas y nuevas percepciones de la naturaleza. Don Pablo, único hijo de don Pedro,
solo tiene hijas; y es poco probable que los conocimientos que su padre le ha transmitido
y él mantiene se pierdan. Con esto no quiero decir que ellos sean el último eslabón o
ejemplo de estos saberes, pero también es importante tener en cuenta que en esta región
del municipio de Landa de Matamoros son ya muy pocos los casos (personas con los
conocimientos, no solo casas en pie) que se pueden encontrar.
Así mismo, en el Pitayo, Don Francisco y su esposa viven prácticamente solos. Además
de ser los últimos habitantes de este lugar, permanecen aislados de otras localidades, no
tienen hijos, y sus familiares más cercanos viven en Concá. La situación se vuelve aún
más complicada cuando la tendencia ha sido la venta de los predios de El Pitayo, y por
consiguiente la inminente destrucción de estos ejemplos edificados de conocimientos
ancestrales vinculados de forma estrecha con su entorno natural. La situación que
enfrentan en términos de servicios básicos, principalmente con el agua, no se ve que
pueda mejorar. No porque se esté acabando, sino que en algunos años, por sus edades,
ya les será complicado transportar el agua desde lugares alejados. Por otro lado, no sería
una sorpresa que el padre de don Francisco, el dueño del terreno, decidiera vender ante
la complicada situación de salud que atraviesa.
Pareciera que es apropósito el hecho de que en cada caso que se va explicando, se
menor el número de personas que habitan y conoces estos ejemplos de sustentabilidad
ancestral y vivienda vernácula.
Don Epifanio vive en el paraje conocido como puerto de Ánimas, perteneciente al
municipio de Jalpan de Serra. Se encuentra ubicado a unos seis kilómetros de la
cabecera municipal siguiendo la carretera 120, con dirección a Pinal de Amoles o
79
Querétaro. Esta carretera es conocida por la gran cantidad de curvas en su haber. Don
Epifanio tiene su casa al pie de la carretera y justo sobre una de estas pronunciadas
curvas. El terreno donde vive era de sus padres y al morir lo heredaron don Epifanio y sus
hermanos, con dos de ellos comparte el terreno actualmente. Y aunque están en el mismo
sitio, cada quien tiene su casa. Él, es el único de todos sus hermanos que ha seguido
construyendo como lo hacía su padre.
Casa de don Epifanio. Jalpan de Serra, 2011.
2.4.1 La construcción: una experiencia cultural.
En principio, el nombre de esta localidad era Puerto de Canoas, pero según nos
cuenta el señor Epifanio le cambiaron el nombre debido a una leyendo que rodea al
llamado “camino viejo”. Esto se debe a que este camino que precisamente cruza la
localidad, cuenta la gente que en algunas noches se podía observar a un grupo de
personas vestidas de blanco bajando en procesión por el camino, al parecer orando y con
unas veladoras; la gente cree que son animas y por eso le cambiaron el nombre a Puerto
80
de Ánimas. Además de las diversas veredas que existen a lo largo y ancho del municipio,
este “camino viejo” de terracerías era la única forma de llegar a Jalpan antes de la
construcción de la carretera.22
La ubicación de la casa de don Epifanio resulta un tanto estratégica, ya que desde ahí
puede observarse claramente la cabecera municipal y sus alrededores. Esto se acentúa
debido al corte hecho para la construcción de la carretera, ya que en la parte inferior de la
propiedad se cortaron arboles y una parte del cerro. A saber, quedo como una especie de
mirador.
Dentro de la propiedad existe una construcción que no se sabe cuál es su origen, ni los
padres ni el abuelo de don Epifanio lo sabían. Ellos la atribuyen a culturas muy antiguas
que habitaron la región, y debido a la ubicación del predio construyeron algo así como un
puesto de vigilancia.
“Por eso siempre me han preguntado de estas bardas, que de quién son…yo sigo
que tiene más de cien años, mi papá decía que a él tampoco le toco ver esa casa
terminada. Aquí está ésta pero por allá abajo había otra y por acá otra, pero las tumbaron
para abrir la carretera” (Don Epifanio, 2011)
La edificación está hecha de piedra laja acomodad principalmente en forma horizontal,
bastante bien trabajada en el terminado, careada. Don Epifanio sustenta su argumento en
que en esta región de la Sierra Gorda no se trabaja así la piedra, normalmente el patrón
constructivo que se sigue es con madera, vara y palma, como está hecha su casa.
Don Epifanio no está seguro de los límites de la comunidad, la carretera es el único
referente que conoce pero de los demás no se sabe hasta dónde llegan. La dispersión de
las viviendas es menor que en Agua de la Peña y El Pitayo, donde solo una familia podía
componer la localidad entera. Aquí hay alrededor de unas 70 familias, esto sin conocer los
límites exactos de la comunidad, existe la posibilidad de que sean más ya que dentro de
la misma localidad hay una escuela primaria. A esta escuela fue a la que asistió don
Epifanio de pequeño, en la cual curso hasta segundo año ya que por falta de recursos
22 La construcción de la carretera a la Sierra fue una de las obras más representativas del gobierno de Rafael Camacho Guzmán. Además también se construyo el Estadio La Corregidora y el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.
81
económicos tuvo que dejarla. Y aunque a los doce años intento regresar tuvo que volver a
abandonarla por motivos de trabajo.
“Yo por eso no estudié, porque no teníamos recurso, no había en ese tiempo… en ese
tiempo se trabajaba mucho la tierra, se sembraba mucho aquí, de campo y de temporal,
pero llovía arto muy bien. Ahorita ya no se siembre mucho porque ya no llueve, además
hay mucha plaga…” (Don Epifanio, 2011)
Don Epifanio recuerdo que más o menos por los mismo años que se construyo la escuela
primaria también fue hecha la carretera que hoy en día pasa justo a un costado de su
casa, la 120. Como suele suceder en muchas partes del estado y del país, cuando alguna
obra de infraestructura toca algunas propiedades privadas, comunales o ejidales,
sobrevienen situaciones en las que no se paga lo debido por las tierras incautadas, o en
el peor de los casos ni siquiera existe algún tipo de compensación por el daño. En la
mayoría de las ocasiones las indemnizaciones son solo en términos económicos, pero no
se toman en cuenta las implicaciones de mover a personas que conservan un fuerte
arraigo al lugar, simplemente en términos de actividades productivas, trabajo, entorno
82
natural y dinámica social. Un ejemplo de esto se puede observar en la construcción de la
presa hidroeléctrica Zimapan, en el municipio de Cadereyta de montes.23
Gracias a que Puerto de Ánimas es una de las localidades más cercanas a la cabecera
municipal cuenta con los servicios básicos desde hace algunos años. Hace alrededor de 6
años llego el agua entubada, y la luz hace ya casi 40 años que la tienen. Normalmente
pagan alrededor de 45 pesos de agua y unos 100 de luz cada dos meses. Los pagos de
los servicios se dividen entre él y su hermana, aunque los dos tienen su casa por
“separado” comparten las cuentas porque los dos viven en el mismo lugar; y como lo dos
se encuentran trabajando la mayor parte del día no pagan mucho, esto solo en términos
del agua y las luz, ya que el servicio de tv por cable cada quien lo tiene por separado, así
como un tele por cada uno. La división de los gastos es una forma eficaz de solventar el
hecho de vivir en un espacio compartido, el hecho de que tengan casas separadas no
implica que no los puedan compartir y también pagar conjuntamente.
Cuenta don Epifanio, que antes de que le llegara el agua entubada tenía que ir por ella
hasta un pozo, este se encuentra camino abajo, muy cerca de donde está la escuela
primaria. Este pozo aún tiene agua, incluso don Epifanio dice que en ocasiones el agua se
sale y empieza a escurrir cruzando hasta la carretera. Otra alternativa para el acceso al
agua fue la adecuación de los techos con lámina galvanizada. A igual que el señor
Francisco de El Pitayo, ocupa la lamina galvanizada para captar el escurrimiento del
agua. Aquí, don Epifanio tenía techos de cuatro aguas, para que se pudiera captar la
mayor cantidad de agua de lluvia. Ahora que ya tiene un cuarto con loza y otro con de
palma ya no colecta agua de lluvia, además de que le llega el agua de la red de tubería
dice que no tiene donde almacenarla, para él sería un gran apoyo un tinaco.
23 La presa Zimapán mas formalmente llamada Fernando Hiriart, es una presa ubicada en el cauce que uno los ríos San Juan y Tula, entre los límites de los municipios de Cadereyta y Zimapán de los estados de Querétaro e Hidalgo respectivamente, y a partir de dicha presa el cauce toma el nombre de Río Moctezuma. Para su construcción de invirtieron aproximadamente 2,000 millones de pesos. Fueron afectadas 2,290 hectáreas que además contenían 3 localidades que fueron reubicada a un nuevo asentamiento, Bella Vista del Río. Las implicaciones sociales, económicas y culturales de la reubicación nunca fueron tomadas en cuenta por la CFE y hoy estas personas e enfrentan a un sin número de situaciones poco favorables para su forma de vida. www.agua.org.mx/index.php
83
“Es que ahora no hay donde almacenarla… eso es lo que nos pasa, vieras o fuera bueno
que tuviéramos buenas cisternas y juntar esa agua” (Don Epifanio, 2011)
Esta técnica no la aprendió de su padre, ya que siempre manejaron los tejados de palma.
Hace alrededor de siete años don Epifanio trabajo como ayudante de un comerciante en
la comunidad de La Lagunita, en el municipio de Landa de Matamoros. Ahí utilizaban los
techos para recolectar agua, ya que no la tenían entubada y los pozos no son muy
comunes. Y a decir de don Epifanio, el agua que recolectaban era muy rica.
Tejado desde el interior. Casa de don Epifanio, 2011.
“Aquí pura casa de paja, pero allá (en La Lagunita) había mucha de lamina pero lo
hacían porque casi no había agua… esa la hacían de cuatro aguas que le llaman de
cuatro techos. Aquí le ponen un canal de lamina en todo alrededor y esa va a dar a una
cisterna grande… se juntaban los canales y todos iban a dar al mismo lugar” (Don
Epifanio, 2011)
Desde que don Epifanio era pequeño el acceso al agua ha sido complicado. A don
Epifanio se le quedo la costumbre de gastar poca agua, incluso ya teniendo una regadera
propia y agua constante prefiere bañarse a jicarazos. Donde ahora es su cocina tiene un
84
pequeño cuarto al fondo que es su baño, en él tiene una taza improvisada sobre una base
de pequeños cuadros de azulejo blanco; una caja en la parte superior donde tiene los
recipientes para al agua, y a un costado sobre un hilo sujeto con clavos un rollo de papel
de baño casi por terminarse. En frente, una cubeta con agua en el piso, una tolla y un
espejo descansan sobre el muro falso hecho con madera y lámina para cubrir la vista
cuando se baña.
El hecho de que desde muy pequeño don Epifanio haya adquirido el oficio de la
construcción hace que constantemente este reinventando y mezclando técnicas nuevas y
otras más tradicionales, que no necesariamente tienden sobre sobreponerse o
desaparecer; la madera y la lamina, el piso de tierra o el firme convergen de manera que
se vuelven pertinentes en algún momento o sitio especifico del espacio domestico. Por su
edad, don Epifanio es una bisagra generacional que todavía conserva conocimientos y
prácticas tradicionales que hoy en día poco a poco se pierden. Pero que a la vez
complementa con los conocimientos ancestrales sobre la construcción y sus implicaciones
culturales, y los nuevos modelos y materiales constructivos. Don Epifanio es consciente
de ello y aunque el dilema existe y siempre tienden al sometimiento de alguno de los dos
polos, él prefiere hacerlos dialogar.
2.4.2 La transición cotidiana.
La casa de don Epifanio esta en el extremo del terreno que colinda con la
carretera, ya que además de lidiar con otras cosas también tiene que aguantar el
constante ruido de autos y camiones que transitan por ahí, pero él, dice ya haberse
acostumbrado. Su casa mide alrededor de 4 metros de largo por dos de ancho, y de alto
unos 3 metros. Justo entre la casa de su hermana y la de su hermano, don Epifanio tiene
su cocina y un pequeño cuarto que construyo hace apenas un año, esto con ayuda del
gobierno quien le brindo apoyo de materiales para iniciar su pie de casa, aunque él poco a
poco le ha ido haciendo más cosas. El contraste entre su cocina y el cuarto de material es
evidente, aunque para él las dos formas se han vuelto funcionales y nunca ha sido opción
desperdiciar ningún apoyo ni material. La cocina está construida con tablas de madera de
pino, colocadas en forma horizontal a lo largo del contorno de la casa; aunque tiene los
muros de madera, estos se encuentran sobre una base de block. El techo es de lámina
85
galvanizada con base de polines de madera. Además las uniones de los muros están
hechas con castillos de concreto y varilla. Para don Epifanio los muros de madera son
provisionales ya que en un futuro piensa juntar la cocina con el cuarto que ya es
completamente de concreto, varilla y block.
Cocina de don Epifanio. Jalpan de Serra, 2011.
Él explica que lo primero que debe hacerse antes de iniciar la construcción de una casa
como la suya (la de carrizo, madera y palma) es sacar las medidas, siempre en base a los
objetos que él considera básicos, como las camas, un ropero, una estufa, mesas, sillas
entre otros. Don Epifanio dice que él no tiene alguna medida aproximada para algún muro
o techo, con la cual trabaje constantemente, sino que siempre imagina lo que la casa va a
llevar en su interior para poder establecer alguna estructura externa. Además, esto
también depende de los materiales disponibles, las medidas de las varas, de los troncos y
la cantidad de manojos que se ocupan para el tejado.
Ya que don Epifanio sabe más o menos que puede contener la casa prosigue a clavar los
4 esquineros, que son troncos gruesos de madera que se clavan en forma vertical para
ser el soporte principal de la estructura de la casa; estos esquineros pueden ser de varias
maderas, pero él dice que las más resistentes son de Palo de arco y Aquiche, dos árboles
86
locales que su madera funciona muy bien para la construcción. En lo que respecta a las
paredes se utiliza actualmente el carrizo, antes se utilizaba una vara llamada Candela o
Zihuapatle que, además de que ya casi no hay cerca de esta zona, ya no dejan cortarlas;
por eso, cuando tiene que hacer alguna casa mejor compra madera de Pino.
Para el techo su usa la cascara de la caña, que aun es abundante en la zona. Desde que
levanto su casa don Epifanio a cambiado dos veces su techo y el que tiene actualmente
tiene alrededor de 9 años; según él todavía no se le filtra el agua, el viento o los animales,
pero ya mero hay que cambiarlo. Las vigas y los horcones que también son un sustento
importante de la estructura tienen que ser de una madera buena, la de Pino por ejemplo,
le ha funcionado muy bien.
Aunque su casa todavía tiene maderas más resistentes y no muy comunes don Epifanio
dice que aun le aguantan unos 10 años más, esto quiere decir que tiene casa para rato,
en muchos sentidos. Los amarres de la estructura originalmente eran de fibras naturales
como el Bejuco, hoy día a don Epifanio se le hace más fácil utilizar alambre recocido y
clavos, ya que el proceso que tiene que llevar la fibra es algo tardado porque se tiene que
dejar secar varios días al rayo del sol, además que igual que los otros materiales ya es
muy escaso. Hace 5 años le cambio el piso a su casa, originalmente era de tierra
compactada pero gracias a un apoyo del gobierno pudo echar firme, a don Epifanio le
gusta más el piso de cemento porque el de tierra suele desgastarse mucho, se hacen
muchos hoyos y es un problema andarlos tapando a cada rato, dice.
Debido a su oficio, don Epifanio tiene la facilidad de sustituir algunos de los materiales con
los que en su origen fue construida su casa. Por ejemplo, el trabajo o las prohibiciones es
muy complicado seguir al pie de la letra la forma en que tradicionalmente se construían;
por eso ya utiliza el alambre recocido, el block, el cemento y algunos otros materiales y
herramientas que le han servido para solventar las reparaciones que requiera su casa.
Esto debería tomarse en sentido negativo siempre y cuando no se adecue mediante una
imposición; más allá de que si son o no materiales, técnicas y herramientas tradicionales
don Epifanio ha hecho una selección donde algunas cosas se han vuelto útiles y
pertinentes para su situación actual, mientras que otras las ha tenido que dejar. Al final su
espacio domestico se ha vuelto un escenario multidimensional y complejo sobre los
conocimientos y practicas referentes a la construcción y a su relación con el entorno
natural.
87
Cuando llueve mucho las varas de los muros suelen mojarse y esto hace que se pudran
más rápido de la parte inferior, don Epifanio dice que a pesar de esto no es necesario
cambiarlos muy seguido, mientras el agua no sea constante y no se filtre al interior no hay
problema. Por esto es que en uno de los muros de la casa don Epifanio a decidió poner
una lamina para cubrir el muro. Justo frente a la puerta de su casa de carrizo tiene un
fogón donde a veces le gusta cocinar; este lugar está cubierto con un tejado hecho con
láminas de plástico y algunas maderas. También aquí es donde don Epifanio guarda
algunos castillos y varillas para la construcción, una torre de periódicos, carbón, una
carretilla y algunas otras herramientas que ocupa cuando sale a trabajar.
Pisos, muros y tejados. Jalpan de Serra, 2011.
A pesar de que en el mismo terreno vive una de sus hermanas, no existe alguna
delimitación física, como si alguna parte especifica del terreno le perteneciera a cada uno.
88
Él vive solo pero eso no impide que en ocasiones su hermana lo invite a comer, ver la
televisión o simplemente estar en su casa.
En un principio la casa de don Epifanio era lo doble de grande de lo que es ahorita, solo
que cuando la familia se fue dispersando ya no era tan conveniente una casa tan grande.
Uno de sus hijos vive en la cabecera de Jalpan y el otro se fue con su esposa a Estados
Unidos. Hace 12 años él y su esposa se separaron, dice don Epifanio que a ella le
gustaba tener una vida con lujos, la cual él no le podía dar, entonces un día hablo con él y
decidió irse y uno de sus hijos con ella.
“Se fue como en el 2000…pues ya no quiso estar aquí, ella quería sus zapatos de
color, su traje, sus aretes… en ese tiempo eso me salía como en 500 pesos y ¿luego pa’
comer?... con los 4 hijos esta difícil. Yo no te puedo detener, si te quieres ir hay tu veras.”
(Don Epifanio, 2011)
Cuando esto sucedió don Epifanio ya había construido dos casas de palma y carrizo; una
estaba exactamente a la mitad del terreno, según él era una casa grande y muy bien
hecha, pero aún así la tuvo que recortar a la mitad, ya que no era necesario tener una
casa tan grande después de la separación. Precisamente esa mitad la tuvo que mover de
lugar y es donde ahora duerme. La otra estaba donde ahora es su cocina y sala (el pie de
casa).
Al momento que la esposa de don Epifanio se fue a los Estados Unidos se llevo con ella
muchas cosas. Ropa, algunos, muebles, dinero y a uno de sus hijos. Otras las dejo, como
un refrigerador casi nuevo que en aquel momento todavía debían. Don Epifanio ha
trabajado algunas veces en la ciudad de Querétaro, incluso en alguna de ellas fue
contratado para construir una de las palapas del restaurante “Chilos”, muy conocido en la
ciudad. En algunas de esas ocasiones don Epifanio se encontraba en Querétaro y recibió
una llamada de un vecino, que le informaba que había un problema en su casa y tenía
que regresar inmediatamente. Uno de sus hijos, el que vive en Jalpan, había entrado a su
casa y se había llevado algunas cosas, entre ellas el refrigerador.
Don Epifanio casi no está en su casa por el trabajo, sale muy temprano y regresa después
de las 5 de la tarde. Normalmente quien le hace compañía es una de sus sobrinas, que
89
vive justo al otro lado de la carretera. A veces lo acompaña a ver la televisión, le ayuda
con la comida o algún mandado, es como su hija dice él.
Para don Epifanio es muy importante la relación que guarde con sus vecinos y gentes de
su localidad, siempre que lo contratan para realizar alguna construcción cerca él se pone
en contacto con sus conocidos para el trabajo, don Epifanio es fiel a la idea de que hay
que apoyar a la gente cercana; él los conoce y sabe que trabajan bien, no ve necesidad
de traer gente de otros lugares para trabajar juntos. Hace cinco años fue subdelegado de
Puerto de Ánimas y cuando se acabo su gestión la gente quería que regresara porque
hizo muchas cosas bien, él no quería porque dice que hay más gente que puede ocupar
el puesto, además, tiene otras cosas que hacer.
De alguno u otra forma el discurso de don Epifanio refleja una conciencia comunitaria y un
apego muy fuerte a su localidad, a su lugar. Y esto no solo en términos territoriales sino
que también la gente que vive ahí se han vuelto importantes para él y viceversa, por
ejemplo cuando fue subdelegado. Por lo menos en términos de trabajo la comunidad tiene
sustentos para mantenerse, ya que así como don Epifanio confía en sus vecinos y
hermanos, también debe existir gente que piense lo mismo y también para él es
importante tener un trabajo constante.
90
2.5 Sustentos locales para propuestas integrales.
A lo largo de los casos presentados hasta el momento se ha visto que la región de
la sierra gorda puede ofrecer un sin número de ejemples en términos del manejo del
entorno natural vinculado con la construcción de la casa y el espacio domestico. A pesar
de que esta investigación se maneja como un acercamiento muy general al fenómeno,
arroja vetas interesante para profundizar en temas como la fabricación de objetos
domésticos con elementos y materiales locales, la constitución del espacio domestico en
términos locales. La relación público- privado tendría que ser replanteada localmente ya
que vemos muchas diferencias con la forma occidental de concebir la compartimentación
de los espacios.
En el proceso constructivo de la casa nos percatamos de la presencia de conocimientos
que han ido pasando de generación en generación, y que hoy por situaciones distintas se
encuentran en peligro de ser olvidados. Los tres ejemplos mostrados en este capítulo son
testimonios de un conocimiento exacto del entorno natural y de una relación de
explotación responsable. La mayoría de los materiales utilizados son recursos naturales
locales, las maderas, las fibras, la tierra y las piedras son pensados como parte de un
entorno generoso, pero que también cobra una cuota con las plagas, las sequias y los
animales.
Por otro lado, es evidente que estos conocimientos se encuentran en una constante
tensión con aquellos que las personas han ido adquiriendo a partir de sus distintas
experiencias de trabajo en otros lugares, como la ciudad. Estos elementos no ha tendido
a desaparecer por completo, sino que tienden a sobre ponerse y volverse pertinentes
dependiendo del contexto y la disponibilidad del recurso. Un claro ejemplo de ello son los
recursos maderables utilizados para la construcción y que hoy día se encuentran
protegidos por la ley, ante esto se han incorporado otro tipo de madera que tienen una
mejor disponibilidad y que además su efectividad se encuentra a prueba, ya que en un
futuro pueden ser fácilmente sustituidas por el tabique.
Otro ejemplo son las fibras utilizadas para los amarres de las estructura de la casa,
muchas de ellas sacadas de la corteza de algunas arboles. Fibras que a pesar de su
probada efectividad y durabilidad conviven con el alambre recocido, elementos barato,
accesible y posiblemente más durable. Y aunque la tendencia es hacia la sustitución de
91
los elementos naturales y tradicionales, hay personas como don Epifanio que aún
reconoce el valor y la pertinencia del carrizo y la palma, por ejemplo. Y que también le
encuentra ventajas ante la lámina y el cemento.
En términos generales vemos que cada uno de los elementos que hoy en día componen
la construcción de una casa en el entorno rural, más específicamente en el de la sierra
gorda, se encuentran ahí por motivos de funcionalidad implementados por los habitantes.
No podemos asegurar de manera tajante lo perjudicial de la lámina galvanizada cuando
en tiempos de lluvias sirve para captar agua. Tampoco podemos defender hasta las
últimas consecuencias la composiciones tradicionales del espacio domestico, cuando
tener el fogón en el interior de una casa puede causar problemas respiratorios por el
humo que genera.
El acercamiento la construcción de la casa solo es un ejemplo de las distintas
dimensiones que tiene la vida en el campo, si buscáramos mas podríamos encontrar
prácticas y conocimientos igual de interesantes relacionados con la organización social
nivel localidad y de la unidad domestica, también relacionados con la siembra y el manejo
de las tierras de cultivo. En este sentido el ejemplo del trapiche, en Landa de Matamoros
se vuelve una opción interesante hacia la construcción de algún proyecto productivo
vinculado con el conocimiento y el manejo ancestral de esta técnica
La mejora y el aprovechamiento de los apoyos de gobiernos deben estar encaminados en
primera instancia, a la comprensión del fenómeno de la sustentabilidad y la ecología en
términos regionales, para que después con los conocimientos obtenidos siempre
vinculados con el sentir local puedan generar propuestas para el tratamiento de
problemáticas que los mismos habitantes identifican, esto con el apoyo expertos en los
distintos temas. El dialogo de saberes es por naturaleza conflictivo, pero bien llevado
puede generar posibilidades de solución ante cualquier problemática.
92
Capítulo III.- Márgenes urbanos de la sustentabilidad: Diversidad doméstica en la ciudad de Querétaro.
El derecho a la ciudad es, por lo tanto, mucho más que el derecho a tener acceso a
aquello que ya existe: es el derecho a cambiar la ciudad siguiendo nuestros más profundos deseos. La liberta de hacernos y rehacernos a nosotros mismos y a nuestras
ciudades es una de nuestros más valiosos derechos, sin embargo, es también uno de los más ignorados.
David Harvey
3.2 Procesos y productos vernáculos en la auto-construcción:
La Reforma Agraria.
La colonia Reforma Agraria está ubicada al sur de la ciudad Querétaro. Es una
colonia que tiene alrededor de 25 años de ser creada, sobre lo que anteriormente eran
tierras ejidales dedicada a actividades agrícolas. En palabras de la señora María Luisa,
cuando ellos llegaron a vivir a este lugar “era puro cerro”, no había caminos, ni calles, solo
algunas veredas que se habían trazado por el paso de la misma gente, ni agua, ni luz, ni
drenaje; todo había que conseguirlo de alguna manera. La familia de la señora María
Luisa llego hace 23 años procedentes del estado de Hidalgo; por cuestiones de trabajo de
su esposo quien se dedica al comercio, llegaron a vivir a la ciudad de Querétaro con la
esperanza de encontrar mejores condiciones de vida y trabajo. “Fue de emergencia, yo
estaba en hidalgo y nadamas de repente decidimos venirnos para acá” (Ma. Luisa, 2011).
Para Álvarez y Toscano: “México vería mermada su incipiente prosperidad hacia la
década de 1980… era falso que las ciudades tuvieran cabida laboral para todos, pero
mientras hubo expansión económica, las ciudades fueron capaces de ampliar las redes
de servicios urbanos y la infraestructura urbana manteniendo cierto equilibrio.” (Alvarez Q.
& Toscano B., 2009, p. 10)
93
94
Fig. 1: Mapas que muestran como La colonia Reforma agraria, a partir de la década de los 80´s comenzó a ser tomada en cuenta dentro de los planes de desarrollo urbano de la ciudad.i (García Arvizu, 2005)
95
Como se puede observar en la figura anterior, para el plan de desarrollo urbano elaborado
en el año de 1983 ya aparecía la colonia Reforma Agraria (marcado con color azul),
aunque con la denominación de “colonia popular”. Sin embargo, es de llamar la atención
que la mayoría de los nuevos asentamientos son fraccionamientos, es evidente la
creciente tendencia que venían generando desde esos años.
La aparición de colonias como Lomas de Casa Blanca y La Reforma Agraria generó una
cierta homogeneización en lo que respecta a la construcción de las viviendas de lamina y
madera o algunas ya de materiales más sólidos como el tabique, tabicón e incluso el
concreto, como lo cuenta la señora Ma. Luisa; en aquellos tiempos aún no aparecían los
centros comerciales, avenidas grandes y centros deportivos, por lo que, a pesar de estar
en una supuesta “vía de urbanización” todavía se respiraba un aire de ruralidad bastante
importante. Comparada con algunos de los nuevos desarrollo habitacionales que se están
construyendo actualmente en las periferias de la ciudad, la colonia reforma agraria se
encuentra dentro de las zonas más céntricas.
Alrededor de 10 rutas de transporte público transitan por sus calles y alrededores, la
mayoría de estas calles todavía empedradas sólo las avenidas consideradas “principales”
tiene pavimento. Los comercios son bastante numerosos, en las calles aledañas a la de la
familia Hernández se pueden encontrar carnicerías, estéticas, fruterías, misceláneas,
taquerías, torterías y muchos otros comercios distintos. El comercio más cercano de la
familia es una miscelánea que tiene a dos casas de distancia, justo en la esquina de su
calle. A cien metros, sobre la avenida Chabacano el Gobierno Municipal remodeló dos
canchas de futbol rápido hace alrededor de una año, lo que ha ocasionado que mucha
gente frecuente ese lugar, y como consecuencias que la actividad comercial aumente en
las cercanías. En la opinión de la señora María Luisa sobre su colonia le parece “bien” y
dice estar “a gusto”; pero al mismo siente que faltan muchas cosas, como la
pavimentación de las calles (a pesar que cuando llegó eran de terracería), mejor servicio
de transporte público y mayor atención a la inseguridad que se vive en la colonia. Es por
eso que, desde que se pudieron poner las ventanas en su casa, también instalo
protecciones, por lo menos en la planta baja… “porque arriba ya esta mas difícil que
alguien se meta por ahí”.
96
La casa cuenta con todos los servicios como agua, gas, luz, drenaje, teléfono e internet;
aunque en un principio no los tuvieron todos, la construcción de su casa la fueron
planeando con respecto a los servicios que tenían en ese momento, pero también los que
posiblemente llegarían, como es el caso del drenaje; en el cual pidieron al albañil hacer la
conexión por debajo de la cochera, para cuando llegara el servicio sólo tuvieran que
conectar. A la luz de la aseveración que hace Rapoport sobre la falta de teorización e
intencionalidad en la vivienda vernácula popular y contrastada con el estudio de caso
resulta importante puntualizar que desde esta perspectiva ninguna actividad humana está
exenta de una intencionalidad y teorización sobre ella. (Rapoport, 1969)
Fachada de la casa. Querétaro, 2011.
97
3.2.1 Antonio Rivera de la Torre.
La casa de la familia Hernández está construida sobre un terreno que mide
aproximadamente diez metros de frente por veinticinco de fondo. La vivienda tiene dos
plantas que están comunicadas por unas escaleras que carecen de techo. La fachada,
que es de las dos plantas esta a ras de banqueta, por esto en la parte frontal de la
vivienda no hay un jardín o patio; es interesante mencionar que desde el momento en el
que comenzaron a diseñar y construir su casa ya contaban con un vehículo (una
camioneta), por lo que la cochera siempre estuvo dentro de los planes de la familia y no
hubo que hacer modificaciones al adquirir otro vehículo.
En el momento en el que llegaron, fueron casi de los primeros en habitar la colonia. Un
cuarto de madera y algunas láminas fue la manera en la que improvisaron su casa
mientras conseguían dinero y alguien que pudiera comenzar a construirla. “Al principio
dormía con mis hijos en el cuartito de lamina… aunque estuviéramos amontonados nos
acomodábamos como podíamos, todavía estaban chiquitos… ya después mi esposo
contrato al albañil y empezó a construir el cuarto de cemento”. (Ma. Luisa, 2011)
La Señora María Luisa tiene ocho hijos, cinco mujeres y tres hombres, junto con su
esposo forman una familia de diez integrantes. Actualmente ya sólo viven cinco
integrantes en la casa, los demás hijos han decidido salir por distintas circunstancias.
Sobre esto, la señora comenta que cuando hay reuniones familiares en su casa o le
encargan a los nietos siente su casa mas “viva”.
Como se menciono arriba, al iniciar con la construcción sólo contaban con un cuarto de
lámina donde todos los integrantes de la familia dormían provisionalmente mientras
comenzaba a trabajar el albañil. La señora María cuenta que el primer cuarto que
construyó fue en el que ahora se encuentra la sala; mirando la fachada de a casa de
frente es el que está del lado derecho. En la sala se encuentran un televisor sobre un
pequeño mueble de cristal frente al muro que colinda con la calle, un sillón a cada lado les
permite a ella y a sus hijos sentarse a ver algún programa de televisión. En las paredes
unos cuadros pequeños con fotografías de algunos hijos e hijas cuando niños, cuadros
que contrastan con el color mamey de la pintura y la luz que entra por la ventana del
98
frente. Enseguida, una mesa de forma cuadrada que fue sacada de la cocina para
sustituirla por otra más pequeña, porque, según la señora M. Luisa “es mucha mesa y ya
somos muy poquitos… no la he tirado porque cuando vienen todos si la ocupamos.”
Sala comedor. Querétaro, 2011.
Las palabras de la señora Luisa muestran un sentimiento de soledad que ha invadido su
casa, al ir saliendo los hijos ese sentido de hogar, de calidez y unión se ha ido mermando.
En el momento en el que visitamos la casa solamente se encontraba la señora Luisa, lo
cual en una casa “grande” como la suya es bastante notorio, tan sólo estaba acompañada
por la tenue música que brotaba de un pequeño y contemporáneo radio gris sobre una
barra de la cocina. Al respecto, Rossana Reguillo dice que “la casa es patrimonio,
producto del esfuerzo del trabajo. Garantía de seguridad, la casa se convierte en el
referente de las prácticas de sus moradores. En sus paredes y rincones van quedando las
huellas de la trama y la historia cotidianas… los espacios de la casa, la cocina, el patio, la
recamara, se convierten en ejes que organizan no sólo las actividades propias de la
domesticidad, sino además en articuladores de los vínculos de interacción, con sus
propios ritmos y normas, en los que participan los miembros de la familia.” (Reguillo,
2005, p. 268). La nostalgia de la señora Luisa es evidente.
99
Para acceder a la cocina no hace falta más que subir un escalón y cruzar una pequeña
cortina que divide a estos dos espacios contiguos. El refrigerador, una vitrina donde
guarda algunas botellas de licor, una vajilla, algunos recuerdos y la mesa circular ahora
sólo para cuatro personas ocupan el espacio de la cocina; acompañados por una
pequeña barra central de concreto donde se preparan los alimentos. La cocina integral
mandada a hacer alberga el lavabo, el horno de microondas y una estufa de seis parrillas,
una pequeña ventana al fondo y otra en la pared frente a la vitrina dotan de una buena
luminosidad a este espacio de la casa.
Debido a que después de construir el segundo piso de la casa perdieron contacto con el
albañil, optaron por contratar a uno de sus vecinos que también se dedica a la
construcción. La señora María comenta que le gustó mucho como trabajo el primer albañil
que contrataron y que fue una lástima que ya no lo pudieran localizar; el espacio de la
cocina ya fue construido por su vecino, “que también trabaja muy bien… en esos tiempos
necesitaba trabajo y nosotros le dijimos que si nos podía hacer este cuarto y dijo que si”
(Ma. Luisa, 2011)
Toda la casa está construida con tabique rojo, tanto el primer como el segundo piso, los
cimientos son de piedra y la estructura de la casa fue hecha con varilla y castillos de
alambrón. Según la señora luisa el tabique rojo nunca estuvo a la vista, ya que siempre
que se proponían construir alguna parte de la casa la terminaban hasta los acabados;
este solo es visible en los lugares donde aún existe la posibilidad de ampliar la
construcción, como en algunas uniones de los muros y en los techos. Ella ya ve muy
complicado que se puede construir alguna otra etapa, otro piso o habitación. Por lo pronto
la familia ha migrado a otros lugares y ya son pocos quienes habitan ahí, por otro lado los
materiales para construir han subido mucho, dice ella.
En cuanto a las etapas de la construcción es interesante como se puede observar
términos físicos, ya que los pisos fueron cambiando. Este es el caso del piso de la sala,
que fue el primero, después el de la cocina y el baño, todos estos son distintos y reflejan
momentos distintos de la construcción; lo mismo ocurre con los materiales del segundo
piso.
100
Parte trasera de la casa. Querétaro, 2011.
La casa cuenta con dos tinacos. El primero de ellos se encuentra en el arriba del segundo
piso y fue el primero que compraron para almacenar el agua; el otro está arriba del techo
de la cocina y ya es de plástico. Los funcionan y le ayudan mucho para almacenar el agua
y que cuando la corten no se quede sin ella. Además de los tinacos tiene una pequeña
pila a un lado de su lavadero. Este está ubicado al fondo de la casa, y esta debajo de un
tejado de lámina para cubrir el sol cuando lava. A pesar de que tiene una lavadora, que es
la que hace la mayor parte del trabajado, todavía utiliza su lavadero para fregar algunas
cosas.
Como hemos visto a lo largo de los casos presentados y en el que viene a continuación,
los dispositivos de almacenamiento de agua son uno de los elementos comunes y más
importantes para la subsistencia de una casa y entorno domestico. En los casos de la
sierra gorda se podían observar bastantes recipientes principalmente para su
transportación, en el pitayo por ejemplo. Ahora vemos la implementación de técnicas
afines pero destinadas no a la transportación pero si al almacenamiento, siempre con la
noción clara de que conservar y siempre tener agua, sin duda es un recurso
101
indispensable. La pila, fue en algún momento una de las construcciones más importantes
dentro del entorno domestico durante el siglo pasado.
En la parte trasera de la casa tiene un espacio que ha sido acondicionado como jardín, se
podría decir que el predio esta divido por mitad; una para la construcción de la casa y otra
para el jardín. En éste tenía una gran variedad de plantas tanto de ornato como frutales y
medicinales, pero hace alrededor de medio que una de sus hijas compro un perro y
algunas se las ha comido o echo secar. Con algunas de las plantas llega a hacer tés para
el empacho, te de guayaba, de limón y manzanilla. Todos estos conocimientos los
aprendió de su madre en Hidalgo, y a pesar de que ya lleva mucho tiempo en la ciudad la
señor Luisa no ha olvidado esos conocimientos que le ha transmitido su familia. También
había algunos árboles y otros frutales como Guayaba, Chayote, Palma, Pino, Rosas y
Sábila; que de alguna manera les proveía de algunas frutas para comer. Antes la llegada
del perro la señora luisa tuvo que acondicionar una pequeña guarnición sobre un montón
de arena para protegerlas del perro. Además el perro también llego a tener gallinas, gallos
y conejos. Una pequeña granja.
Es interesante destacar, que, en términos de mano de obra, la familia no ha intervenido
en el proceso constructivo de la vivienda; fueron estos únicos dos albañiles (en distintas
etapas) los que hicieron todo el trabajo de edificar; sin embargo, las propuestas y
percepciones de la familia quedaron impregnadas en la construcción. Derivado de un
proceso de gestión en cuanto las preferencias de organización de los espacios, compra
de objetos y decoración, incluyendo las varias pintadas y repintadas de la misma. En este
sentido, Sanín, para su estudio sobre reubicación de una colonia “popular” en Colombia,
dice que es necesario… “distinguir los procesos de autogestión: proceso constructivo
coordinado por el propietario de la vivienda pero ejecutado por personas contratadas; y
autoconstrucción: proceso ejecutado por el propietario con la ayuda de su familia u otras
personas” (Sanín Santamaría, 2008, p. 36). En el caso que se ocupa, se puede decir que
es poco de los dos, al final de cuentas estos conceptos no deben tomarse como
categorías rígidas y determinantes, sino mas como posibilidades que emergen
dependiendo del contexto tanto físico como social donde se gestione la casa.
102
3.2.2 El baño
Mención aparte merece la forma en que están construidos y distribuidos los baños
de la casa; más allá de la forma física que tiene uno de ellos (tipo letrina), el proceso de
gestión de la ubicación que debería tener es interesante. A pesar de que esto sólo fue
para el primer baño, el del segundo piso, el baño de la parte de abajo tampoco se
encuentra “dentro” de la casa, esta frente a la sala/cocina pero los divide la cochera.
Por su naturaleza de autoproducción, la casa de la familia González ha sido producto de
la gestión entre todos sus miembros, pero principalmente entre los jefes de familia, y en
este sentido el baño merece una atención especial por su peculiar situación. Este último
no se encuentra ni dentro ni fuera de la vivienda, digamos que está en una posición
intermedia producto de las distintas concepciones que se tenían sobre qué lugar debería
ocupar, influido por las nociones locales de lo público y lo privado, así como la
accesibilidad del mismo. La señora González nos cuenta que cuando se iba a construir el
baño tuvo muchas discusiones con su esposo sobre el lugar donde se ubicaría.
“ El baño esta así porque cuando lo íbamos hacer mi esposo quería ponerlo aquí
en medio del patio… yo le decía que no por que como era posible venir hasta acá,
además, cuando uno termina de bañarse y sale al aire puede hacer daño, sales caliente y
luego luego te da el aire frio pues te enfermas… lo que pasa es que m esposo es Pedro
Escobedo, si ustedes han ido a los ranchitos ven que los baños los tienen bien lejos, así
quería tenerlo aquí pero yo le dije que no, al final fue lo más cerca de la casa que quiso
dejarlo.” (Ma. Luisa: 2011)
En la ciudad de Querétaro podríamos encontrar muchos ejemplos como estos, en donde
una vivienda construida, fraccionamiento o residencia, las costumbres de las personas,
los conocimientos locales traídos de otros lados y las ideas modernas se encuentran en
una constante tensión que las mezcla los ideales pero nunca las elimina por completo. El
caso de la familia González es una muestra muy clara de cómo esta diferenciación entre
lo que está bien y mal dependiendo del contexto, esta presenta no solo en los ideales y el
discurso de las personas, sino se refleja de manera importante en el espacio que las
mismas personas configuran.
103
La tensión que emerge dentro las distintas formas de concebir el baño o la casa misma
habla de que, a pesar del contexto “urbano” al que llegaba la familia, sus conocimientos y
prácticas del lugar de origen no desaparecen, sino que las mismas personas hacen una
selección de lo que debe permanecer y lo que debe de cambiar. La anécdota de baño nos
habla de uno de esos elementos que al final de cuentas sufrió transformación debido al
contexto en donde se encuentra y las percepciones distintas entre la Señora Luisa y el
Señor Antonio.
Por otro lado, es importante destacar el proceso auto-constructivo de la casa porque a
diferencia del caso de los fraccionamientos aquí se parte de cero y se configura a partir de
conocimientos tradicionales, ya sea local o traído de contextos distintos. Con esto no
pretendo idealizar la autoconstrucción de la casa, pero si es importante tomar en cuenta
que las ideas y paradigmas de los que parten los constructores (ya sea ingenieros,
diseñadores, arquitectos, entre otros) de fraccionamientos cada vez se encuentran menos
relacionados con las población que posiblemente habitará en ellos, además el tema de la
distinción social, a partir del precio y ubicación del lugar cada vez se ve más acentuado.
Este, al igual que los ejemplos que se mostraron en el capitulo anterior para la Sierra
Gorda, son una muestra del sin numero de formas que existen para configurar este
espacio. El hecho de que exista en algunos lugares un espacio particular para este uso no
significa que en todos los lugares deba de estar; como una de las necesidades básicas
del ser humano nunca necesito de mayor complejidad para llevarse a cabo.
104
3.2 Territorialidad domestica: El barrio de San Francisquito.
“En un barrio de ciudad o pueblo, distinguimos conjuntos de calles y plazas que viven su
propia vida; varios escalones domésticos con su particular carácter, sus costumbres, sus
manifestaciones. La continuidad de los recorridos que realizan las amas de casa para su
compra cotidiana crea las relaciones entre las diversas casa y hogares...”
Anónimo
De acuerdo con INEGI, el barrio de SF está integrado por 30 manzanas, las cuales
conforman una primera delimitación del lugar en estudio. Los límites están marcados por
las calles: Av. Zaragoza, Av. Constituyentes, La calle 20 de noviembre y Av. Pasteur.
Estas calles forman una especie de romboide que sirve como delimitación oficial de este
lugar. En términos de la delimitación hay otras dos colonias, Hidalgo y Observatorio, que
la gente identifica como parte del mismo. Incuso en uno de los testimonios que se
presentará más adelante (La señora Teresa Uribe) se podrá ver que la delimitación oficial
o política del barrio no concuerda con el sentir, arraigo y pertenecía de la gente que habita
en él y en sus cercanías. En este mismo sentido tampoco esta delimitación oficial es
compartida por algunos habitantes del barrio. Por ejemplo el señor Jesús morales, quien
vive en la calle de Vate Carrillo, menciona que los limites de SF son Av. constituyentes,
Av. Pasteur, 20 de nov., y Av. Zaragoza. En la retrospectiva de los habitantes es
importante retomar estas nociones ya que nos brindan pistas de cómo era la cotidianidad
en SF.
En el plano de la siguiente página se identifican algunos lugares que dentro de la
vida del barrio tienen cierta importancia. Ya que han formado parte importa de su
historia y son mencionados por los habitantes al reconstruir bajo su testimonio la
vida cotidiana del barrio en otros años. Así como también se identifican las casas
de los habitantes con quienes se pudo trabajar en esta investigación.
105
Plano del barrio de San Francisquito con las referencias de los sitios más significativos del paisaje cultural.
Con base en plano de INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda 2010.
Con una línea roja está marcado el contorno del barrio de SF propuesto por el INEGI.
Como se puede observar, las partes nombradas como Observatorio e Hidalgo ya no
pertenecen al barrio en términos oficiales. Con cuadros de colores amarillo la casa de la
Señora Petra y Don Jesús), con verde casa de la Señora Teresa Uribe, con rosa la casa
de “Mara” y de azul casa de la señora Consuelo Osornio. El circulo de color azul marca el
lugar donde se encuentra la fuente o “pila de los dolores”, única todavía conservada
dentro del barrio. Actualmente ya no tiene esta función, debido al agua entubada, pero
sigue siendo un lugar muy importante dentro del barrio ya que menciona don Jesús que
de este lugar parten los danzantes que van de rodillas hasta el templo de La Cruz.24
24 Don Jesús tiene identifica a las familias de los danzantes también en términos espaciales. Según él, los Aguilar están en la calle de Doctor Lucio, mientras que los Aguillón están en el callejón de San Juan; aunque los hijos, nietos, sobrinos y hermanos están dispersos por distintas calles del barrio
106
Con la letra F está marcada la fábrica de textiles “San José de la Montaña”; esta fábrica
se encuentra en huelga desde hace 3 años por incumplimiento de contrato, despidos
injustificados, violaciones al contrato colectivo y falta de pago por parte del dueño de la
misma con los empleados. El sindicato de trabajadores “Paz y Trabajo” han bloqueado la
puerta principal de la fábrica, ubicada en la calle de Los Mendoza, con un campamento
permanente que hasta la fecha sigue en pie, esperando que el dueño cumpla con lo que
por ley les corresponde.
La fábrica de textiles, que se encuentra dentro del barrio de SF es uno de los espacios
más antiguos y representativos de este lugar. A lo largo de muchas generaciones ha dado
empleo a la gente que habita tanto dentro como en los alrededores del barrio. Es
inevitable hacer mención de ella ya que ha sido una parte importante en la historia tanto
del barrio como de la gente que en habita y ha trabajado en este lugar. Esta fabrica fue
fundada en el año de 1890 bajo el nombre de San José de la Montaña, y aunque actual y
oficialmente es conocida como Lanas Minero muchas gente han la identifica con aquel
nombre. Incluso la señora Teresa Uribe recuerda que su padre trabajo muchos años en
esta fábrica
Con la letra P esta la Parroquia de la Divina Pastora, que es el único templo religioso
igualmente dentro del barrio. Según el señor Jesús, antes de ser nombrada parroquia era
considerado un templo. Incluso conoció a muchos de los padres que ahí estuvieron, pero
en particular recuerda mucho a padre Jorge, a quien en el año 93 ayudo a recolectar
limosnas para hacerle una remodelación a la parroquia. Y por último, con la letra E la
escuela primaria Nicolás Campa. A la que muchos habitantes del barrio acuden y
acudieron a estudiar. Es el caso de los nietos de la señora Petra, a quienes cuida todas
las tardes después de recogerlos de la escuela.
“Ellos ya no viven aquí, tiene como 10 años que se fueron a vivir por el rumbo de
El Tintero… pero vienen aquí todas las tardes después de la escuela, aquí comemos y su
papá los recoge cuando sale de trabajar.” (Petra, 2010)
Por otro lado, dentro de los límites del barrio se encuentran tres conjuntos habitacionales
de departamentos, marcados con color naranja en el mapa. Aunque no se pudo trabajar
con habitantes de alguno de estos conjuntos es importante mencionarlos ya que es una
representación física de la fragmentación existente dentro del mismo sitio, en este caso
dentro del barrio. Estos conjuntos se caracterizan por estar de alguna manera
107
“amurallados”, puertas con candado prohíben el paso a cualquier persona y además en
algunos de ellos encontramos sistemas de circuito cerrado. En este sentido sería
interesante indagar sobre el sentir de quienes habitan estos lugares sobre su estancia
dentro del barrio, que no necesariamente por estar dentro tienen que sentirse parte; esta
es una veta y a la vez posibilidad de futuras investigación sobre el tema y en este lugar.
Actualmente San Francisquito cuenta con todos los servicios públicos como agua, luz,
teléfono y drenaje; recolección de basura por parte del municipio, además de telefonía y
televisión por cable. Pero esto siempre ha sido así. Según el testimonio de la señora
Consuelo, anteriormente era muy común el uso del petróleo para alumbrar en el interior
de las casa; además, cuando recién llego la luz eléctrica, solo se ponía de 7 de la noche a
7 de la mañana, el resto del día se suspendía el servicio.
“El petróleo se utilizaba mucho, con cincuenta centavos de petróleo nos alcanzaba
para alumbrarnos toda la noche y parte del día” (Consuelo, 2010)
En este mismo sentido, en el plano anterior se identifican con círculos de color azul y
morado los lugares donde alguna vez se encontraron dos fuentes o pilas que proveían de
agua a los habitantes del barrio. Con color azul la pila de los dolores, que hoy en día
todavía existe pero ya no se utiliza. Con color morado esta marcado el lugar donde estaba
la pila de buenas entradas, según el testimonio del señor Jesús así se le llamaba a esta
fuente. Estos depósitos proveían de agua a la gente del barrio, que tenía que acarrear en
botes el agua hasta sus casas, donde en otras pilas más pequeñas almacenaba y
mantenía fresca el agua.
“Antes había aguadores… eran personas que por 10 centavos se dedicaba a traer
viajes de agua hasta las casas desde las pilas, había mucha gente ya mayor que no podía
cargarla, y pues tenía que pagar” (Teresa Uribe, 2010)
Por otro lado, actualmente por sus alrededores circulan un sin número de rutas de
transporte público que facilitan la movilidad de sus habitantes, gracias a estar a un paso
del centro histórico. Incluso por algunas de sus calles circula la ruta 12, que tiene la
particularidad de que en su recorrido va de lado a lado de la ciudad.25 Antes la
25 Desde la tienda Chedraui en la zona Centro Sur, cruzando por el centro de la ciudad y transitando por las principales avenidas, hasta la colonia Azucenas muy cerca de Tlacote.
108
introducción de los automóviles y camiones el barrio también ha sufrido transformaciones
importantes.
El papá de don Jesús era albañil y tenía dos casas, una en Av. Zaragoza y en la que ellos
viven ahora. También tenía dos hijos, a uno le dejo la casa de Zaragoza y a don Jesús le
dejo ésta; la casa abarcaba hasta la esquina, pero la señora Petra comenta que el señor
vendió más o menos por el tiempo que se recortaron las calles, don Jesús insistió en que
no vendiera pero el señor lo hizo. Las calles se recortaron como por 1968, antes era un
callejón en el que apenas cabía un automóvil y ahora caben dos, según doña Petra26.
También le parece que se les pago el pedazo de terreno que se les expropio, y que, al
contrario, también cree que les cobraron dinero por haber construido la banqueta. La
entrada a su casa ni siquiera era por Vate Carrillo, ya que era un callejón angosto, era por
21 de marzo, pero como el pedazo de la esquina lo vendió, se tuvo que cambiar la
entrada a la casa. Así mismo, la señora Petra, dice que cuando ellos llegaron a vivir ahí,
hace alrededor de treinta años, todas las calles del barrio estaban empedradas y esto
ayudaba a que no se inundaran ni se estancara el agua, ahora con el pavimento es todo
lo contrario. “¿hasta hace más calor con el pavimento no?” dice doña Petra.
“¿Fue más o menos por el mismo año verdad? (preguntando a su esposo), cuando
hicimos la barda que da hacia la calle porqué nos recortaron un pedazo para ampliar la
calle” (Don Jesús, 2011)
Es interesante observar que hasta estos días existen casas donde aún se puede notar el
recorte de las bardas y los techos producto de estas ampliaciones en las calles. Justo
frente a la casa del señor Jesús, en la calle de Vate Carrillo, se puede observar una de
estas casas prácticamente cortada por mitad.
26 La señora Teresa Uribe comenta que fueron 4 metros los que se recortaron para ampliar las calles.
109
Calle Vate Carrillo, 2010.
Como se puede notar, estos lugares que han sido identificados guardan una relación
bastante estrecha con sus habitantes, ya que en tornos a ellos se desarrolla la
cotidianidad de muchas personas que viven o alguna vez vivieron en el barrio. Al contar
con un templo, una escuela primaria, una fábrica que hoy en día ya no trabaja pero que
por mucho tiempo significo una fuente importante de empleo para los habitantes ha
generado una relación que no es nada fácil de romper, incluso para quienes ya no habitan
en el barrio.
3.3.1 El cinturón comercial.
La venta de petróleo y carbón en algún momento fueron unas de las actividades
comerciales más importante en el barrio de SF, como lo ha identificad la señora Teresa.
110
Antes de que llegara el servicio de luz eléctrica y cuando aun se cocinaba por medio de
un fogón u hornilla estos elementos eran bastante socorridos por los habitantes. La
esposa de don Jesús, dice que anteriormente frente a su casa existía una carbonería que
ya hace algún tiempo dejo de funcionar, al igual que el petróleo este también era un
elemento bastante socorrido por los habitantes, pero con el tiempo y el abandono de los
fogones y hornillas tendió a desaparecer.
“La señora (refiriéndose a la tía de don Jesús que algún tiempo vivió con ellos)
tenía su cuartito allá abajo… hacia tortillas a mano en su comalito y las vendía aquí abajo.
La señora murió pero ahí se quedo su cocinita, nadie le ha movido nada.” (Petra, 2010)
Aunque estas actividades y algunas otras han ido desapareciendo la presencia comercial
dentro del barrio sigue siendo bastante importante. Tan así que pareciera formarse dentro
de él una red endémica de comercio. La cual se describe a continuación.
El barrio de SF se encuentra rodeado de algunas de las vialidades más importantes de la
ciudad (Constituyentes, Zaragoza, Pasteur y 20 de Nov.), también la ubicación céntrica
hace que la presencia comercial en sus calles y alrededores sea importante. Podemos
identificar al comercio establecido como una de las principales actividades económicas
presentes en el barrio. Es importante tomarlo en cuanta debido a que además de los
ingresos que el comercio pueda generar las modificaciones en términos de disposiciones
espaciales y estructurales de las casa son importantes. Podría decir que es si no es, si es
una de las actividades productivas más importantes dentro del barrio. A partir del trabajo
de campo realizado se obtuvieron los siguientes datos cuantitativos en términos de la
presencia comercial.
Dentro de las 30 manzanas que componen el barrio existen alrededor de 307 locales
comerciales que se distribuye de una manera un poco arbitraria en todo el barro. La
mayor cantidad se encuentra en los perímetros del barrio, en las principales vialidades
que se menciono anteriormente, así mismo también encontramos un presencia importante
en el centro del mismo, en la intersección de las calles 21 de Marzo e Insurgentes
queretanos. Es ahí donde a lo largo del día existe una mayor concentración de gente,
debido a que muy cerca de esa intersección se encuentra la parroquia de la Divina
Pastora; además, a las afueras de esta última siempre hay una conjunto de unos 6
puestos ambulantes que venden gorditas, tacos o quesadillas; así como frutas y verduras.
Semejante a un pequeño tianguis.
111
Si sacamos el promedio de comercios que hay por manzana tenemos que existen
alrededor de 10.2 comercios por cada una de las 30 manzanas que componen el barrio.
Es importante mencionar que INEGI no proporciona este tipo de datos que tienen que ver
con actividad comercial en el barrio, quizá debido a que esta actividad es demasiado
fluctuante, de lo cual también soy consciente al proporcionar este dato. Estas cifras son
producto del trabajo de campo donde se recorrieron todas las calles del barrio. Dado que
no es muy grande en términos de delimitación política, fue viable hacerlo para la presente
investigación.
Al observar el censo del año 2005, también proporcionado por el INEGI, se puede
observar que este instituto contabiliza en base a un criterito que llama “viviendas
particulares habitadas”, las cuales, según el censo, son un total de 89627. Si tomamos
como referencia este número, y lo comparamos con los datos que arrojo el trabajo de
campo podríamos decir que alrededor de un tercio del total de viviendas que hay en el
barrio están destinadas, además de ser habitadas, a alguna actividad comercial.
En este mismo sentido, INEGI también agrega un indicador llamado “total de hogares”, el
cual supera casi por 100 unidades al criterio anterior, este proporciona un total de 988
“hogares” en el barrio. ¿A qué se debe que existan más hogares que viviendas?, ¿Cuál es
la diferencia entonces?
En el apartado teórico de esta tesis ya se hizo la distinción teórica entre estas nociones, y
también se explico el por qué para la presente investigación se utiliza “casa” en lugar de
cualquiera de los otros dos términos. La referencia a una vivienda tiene que ver más con
la construcción y la denominación oficial que tiene cada una de estas, a saber, el número
en la fachada. Hogar, por otro lado, tendría más que ver con las personas que habitan la
vivienda; es una posible equiparación entre la noción de familia y la de hogar. Ya que en
este sentido puede darse la situación de que en una sola vivienda habiten dos o más
familiar, hogares en este caso. Es importante remontar el argumento sobre la inherente
relación que existe entre los habitantes de una vivienda y el entorno construido. Aquí se
vuelve importante la noción de casa como la denominación cotidiana de la conjunción de
la vivienda y el hogar. Dependiendo con que mirada quiera abordarse el fenómeno es el
concepto que tendrá que elegirse dada su pertinencia.
27 INEGI 2005.
112
El énfasis en la presencia comercial dentro del barrio tiene que ver con la idea de que a
falta de un espacio que concentre la mayoría de los comercios locales estos se ubican en
las calles más transitadas, principalmente en las que se encuentran cerca del centro del
barrio, en este caso la Parroquia de la Divina Pastora; y en los límites de este, formando
una especie de cinturón comercial alrededor del barrio. En San Francisquito no ocurre lo
que en otros barrios tradicionales de la ciudad como El Tepe o el barrio de La Cruz, donde
un mercado concentra la mayor parte de la actividad comercial local.
Por otro lado, es importante destacar la presencia comercial como uno de los usos
diferenciados de la casa. Aunque no se pudo trabajar con alguna persona que hubiera
adecuado su casa para esta actividad, con el simple hecho de caminar por las calles de
SF es fácil darse cuenta de esto. La distribución interna del espacio en las casas del
barrio es muy particular, ya que parte de ideas y patrones distintos a los que hoy se
encuentran vigentes en la industria inmobiliaria. A continuación se describe como se
relaciona la distribución con el proceso constructivo y su vez con la dinámica general
dentro del barrio.
113
Plano con la presencia comercial dentro del barrio de SF. Cada punto rojo equivale a un comercio
dentro de una vivienda. Con base en plano de INEGI, XII Censo general de población y vivienda
año 2000.
3.3.2 El barrio y el entorno domestico. Es importante destacar la forma en que muchos conocimientos, prácticas y edificaciones
se han mantenido presentes en el barrio de SF a pesar de las transformaciones y cambios
a los que se encuentra sujeto al paso del tiempo; los cambios generacionales y el simple
hecho de formar parte de una ciudad como Querétaro también han hecho su parte. Como
se observa en el plano al principio de este apartado, la organización de las calles del
barrio no es reticular, como se puede notar en la organización del primer cuadro de la
ciudad por ejemplo. Las manzanas, las cuadras y las medidas de los predios no
corresponden a un patrón homogéneo, algunas calles todavía siguen con empedrado
mientras que otras ya tienen pavimento, principalmente las calles más transitadas, como
21 de marzo o Insurgentes queretanos.
114
La construcción de las casas originalmente había sido con adobe, madera, y piedra. En la
siguiente fotografía se puede observar como existen aún algunas fachadas que muestran
los materiales originales con que eran construidas las casas. La señora Petra, dice que su
suegro fincó, utilizando piedras y ladrillos que juntaba; la mayor parte de su casa es de
adobe, y esta reforzada con algunas piedras. El adobe ya no está a la vista, ya que está
recubierto con cemento y aplanado, por lo cual no se distingue a simple vista. Los muros
son muy gruesos, casi de 50cm de espesor, y los techos, al igual que la cocina, son de
maderas y tejas, sostenidos con vigas de madera. Don Jesús menciona que la mayoría de
las casas, incluso la suya, siguen siendo de adobe, pero mucha gente ya las ha
modificado u ocultado este material con una cubierta de cemento o cal, lo que se conoce
como aplanado; también muchos han optado por reforzarla con block en los muros, o
simplemente derribarla y volverla a construir con otros materiales.
Fachada tradicional en San Francisquito. Querétaro, 2010.
Tanto don Jesús como doña petra insisten mucho en que a pesar de que los techos son
de teja, lámina, madera y vigas, el agua no penetra en sus cuartos. Dicen que cada año,
115
en la parte donde se junta el techo con la barda que da a la calle le ponen un plástico
entre las dos partes, esto es como medida de prevención para que el agua no se filtre por
la pared.
Al respecto de la construcción de las casas es bastante importante e interesante rescatar
el testimonio de la señora Consuelo Osornio, quien menciona que cuando ella era niña su
padre la mandaba junto a sus hermanos a traer botes de arena a la Alameda. Cuando
llovía mucho, en ese lugar se juntaba mucha arena que servía para la construcción de las
casas, esta arena era libre y ellos podían tomarla sin ninguna prohibición. A pesar de
encontrarse en una entorno urbano, esto es una muestra de un conocimiento acerca del
entorno, de los materiales que se tienen al alcance para la construcción, que provienen en
este caso de la naturaleza y no son propiedad de nadie. Esto apunta como un
acercamiento a la noción de vivienda vernácula en la cual se sustenta esta investigación.
Como se puede observar en el siguiente esquema, la distribución del espacio interior de
las casas dentro del barrio tiene un patrón muy específico. Un pasillo largo que cruza toda
construcción ordena los espacios de modo que la mayoría quedan separadas en
“cuartos”, puede ser que no existan puertas pero si muros mediante. Esto contrasta de
manera importante con el esquema que actualmente se promueve en los nuevos
fraccionamientos, donde todos los espacios quedan dentro de una misma construcción,
donde la segmentación depende más de los objetos que de los muros como en este caso.
116
Representación de la fachada y del interior de la casa vista desde arriba, propiedad de la señora
Consuelo Osornio; ubicada en el numero 45 de la calle Revillagigedo, 2010.
La señora Consuelo menciona que su casa está distribuida de esta manera debido a que
fue construida por etapas, estas se ven reflejadas en la construcción y en la variación de
materiales en los pisos por ejemplo, como el caso de la familia González, en el apartado
anterior. Esto ha ocasionado que a lo largo del tiempo se le hayan hecho muchas
modificaciones, y algunos espacios como la cocina y la sala hayan cambiado
constantemente de lugar, dependiendo del número de habitantes y el uso que se le da a
cada espacio. La cocina de la señora Consuelo en un principio se encontraba junto a la
entrada de la casa, donde ahora se encuentra la sala, ya que solo había dos cuartos pero
está se ha ido recorriendo hasta el lugar donde ahora se encuentra.
Al igual que los espacios se han ido modificando también los objetos dentro de la casa,
que juegan un papel importante en cuanto a la distribución del espacio y los usos que
estos tienen. Cuando la señora Petra llego a vivir a SF junto con su esposo ya tenía una
estufa, pero antes de eso cocinaba en el fogón y con carbón, esto cuando era niña.
Aproximadamente en el año 1966 don Jesús le compró su primera estufa, marca
117
Supermatic. Al principio no la quería porque estaba muy sucia, ya que era de segunda
mano, pero con el paso del tiempo le fue agarrando cariño, al grado de que hace un año
uno de sus hijas le regalo una nueva pero no la quiso, prefirió venderla. Hoy en día su
vieja estufa sigue funcionando y en ella les cocina a sus nietos e hijos cuando llegan a
visitarla; que dicho sea de paso no les gusta comer en sus platos de loseta o vidrio. A
doña Petra le extraña mucho y no le gusta que ahora se prefiera comer en platos
desechables por ejemplo, todo esto porque a las mujeres no les gusta limpiar, dice ella.
Solo a uno de sus hijos le gusta comer en sus platos.
Por otro lado, cuando sus hijos vivían con ellos se tenían que dividir la forma en que
dormían, por ejemplo; ya que no había cuartos suficientes para que cada quien tuviera
una por separado. “Mis hijas dormían conmigo y su papá en un solo cuarto… los
muchachos dormían en otro con su abuelo, solo los separaba con una cortina” (Doña
Petra, 2011)
La dimensión de los objetos es una de las más interesantes dentro de la vida cotidiana de
las personas, es ahí donde podemos encontrar pistas sobre conocimientos y las
intenciones que se tienen para hacer o no hacer ciertas prácticas. La distribución del
espacio por medio de los objetos juega un papel importante a la hora de construir
cualquier lugar que conlleve una interacción entre personas. Algunos móviles y otros fijos,
convergen con las personas al darle un sentido y significa al espacio, en este caso, a la
casa y su entorno.
En la descripción de don Jesús, el hace mención de algunos lugares importantes y
representativos del bario de SF. Entre ellos menciono el lugar donde se encuentran o
encontraban las pilas que surtían de agua a los habitantes hace ya mucho tiempo. A estás
pilas acudían las personas, como lo menciona la señora Consuelo, a traer agua. En este
sentido, dentro de todos los relatos sobre el entorno domestico y la casa se menciona a la
pila como un elemento y a veces indispensable para la vida domestica.
La pila es un deposito en forma de cubo hecho de cemento donde se almacena o
almacenaba agua. En este depósito el agua se mantenía fresca debido al cemento, y
también regularmente se coloca en un lugar donde la mayor parte del día de sobra. Por
ejemplo, tanto en el caso de la familia Gonzales como en los que se han descrito en el
118
barrio, la pila se encuentra cerca del lugar donde se lavan tanto la ropa como los trastes.
Siempre bajo un tejado de lámina conserva a buena temperatura el agua. Doña Petra
cuenta que a pesar de que ya tiene agua entuba sigue utilizando su pila porque no
siempre llega agua, y cuando son ya varios días los que falta este liquido algunos vecinos
acuden con ella para pedirle agua porque saben que ella tiene su pila.
Por otro lado, la señora Teresa Uribe cuenta que cuando era niña su papa los levantaba
muy temprano para llevarlos a los baños de la Cañada, estos se llamaban “El Piojo”. Esta
zona junto con la de Hércules es reconocida porque en algún momento tuvieron
abundancia de agua, gracias a la presa del Diablo y otros lugares de donde se extraía,
como manantiales. También menciona que por el rumbo donde hoy se encuentra la
colonia Álamos había una bomba de agua donde la gente acudía a lavara su ropa y
bañarse.
Como se puede observar el agua ha sido un elemento con una presencia importante a lo
largo de la historia del barrio y su vínculo con otros lugares de la ciudad de Querétaro. Sin
duda, con la des-habilitación de estos lugares destinados no solo a al almacenamiento de
agua, se perdieron oficios (como los aguadores que cuenta doña Tere), prácticas
familiares (doña Tere con sus hermanos que era llevada a El Piojo) y relaciones sociales
entre los habitantes de la ciudad pero en particular del bario de SF, que con la
deshabilitación de las pilas o fuentes públicas y la implementación de la red de agua, ya
no tenían que salir a acarrear agua.
Con esto no pretende idealizar las practicas y conocimientos tradicionales acerca del
manejo del agua y sus implicaciones, pero lo que sí es importante destacar son las
transformaciones sociales que estas modificaciones espaciales han generado. Y en estos
tiempos donde el problema del agua comienza a agudizarse la alternativa de la pila se
levanta como una posibilidad tangible.
Por otro lado, la sustentabilidad en el barrio de SF no solo se refieren al ejemplo de la pila
o los materiales tradicionales y “naturales” con que se construían las viviendas, sino que
más allá de esto se ha generado una especie endogamia en términos de trabajo, por
ejemplo con la fabrica San José de la Montaña (aunque ahora no funcione en algún
119
tiempo si se genero esto), y también con el cinturón comercial esto se ha concentrado de
manera importante en su interior.
120
3.3 Acaparamiento urbano: Una aproximación al estudio de los
fraccionamientos y las casas de interés social.
Sí, es verdad, soy un idealista, siempre creo que la arquitectura puede cambiar el mundo…
Efectivamente, eso es del orden de la utopía. La arquitectura utópica era en el fondo
una arquitectura realizada. Pero, en el futuro, ¿no corre el riesgo de invertirse la tendencia?,
¿No existirá el peligro de ver a la arquitectura volverse un elemento de discriminación?
Jean Baudrillard
Además de todas las criticas que los fraccionamientos y conjuntos habitaciones
han recibido, es importante retomarlos ya que representan una alternativa y posibilidad de
habitar y construir una casa hoy en día. Puede que de alguna manera este tipo de
construcción parta de un patrón establecido con anterioridad, mucho antes de que la
persona lo conozca y en su caso adquiera. Las medidas, espacios, distribuciones y
equipamiento de este tipo de casa ya están dictados con anterioridad, a partir de
tendencias y convenios arquitectónicos principalmente; se construyen al margen de las
ciudades, las personas, las dinámicas y procesos culturales locales que pueden o no
estar en la misma sintonía.
Para el año 2003, en la ciudad de Querétaro ya se habían destinado un total de 10,
567,832.54m2 para la construcción de fraccionamientos residenciales; esto confirma la
tendencia en términos del aumento y crecimiento de la ciudad. Los desarrolladores
inmobiliarios se han hecho de terrenos ejidales e incluso de zonas naturales protegidas
para la construcción de sus fraccionamientos.28
Eloy Méndez, en su trabajo sobre Vecindarios Defensivos en América Latina plantea una
interrogante central en el abordaje de esta temática: “Interrupciones abruptas del tejido
28 En los últimos meses se le ha dado un seguimiento especial al tema de las zonas naturales protegidas adquiridas por estos desarrolladores. Periódicos de circulación nacional como La Jornada y grupos ecologistas locales han denunciado que dichos predios están siendo adjudicados a partir de cambios de uso de suelo, que mediante operaciones sospechosas el municipio ha ido adjudicando desde años atrás.
121
urbano por vallas privadas y muros continuos formados por la espalda de las casas son
un fenómeno anómalo más o menos tolerada por las autoridades locales, al tiempo que
es aceptada y aún impulsada por la sociedad civil, sugiriendo no pocas interrogantes que
rebasan los alcances de estas notas interesadas en puntos básicos… Si bien son un
instrumento de “marketing” urbano, ¿responden a una demanda real y una forma de ver y
vivir la ciudad?” (Méndez, 2007, p. 1)
Actualmente el hecho de que un fraccionamiento se encuentre en una “privada” se
traduce en seguridad y comodidad, como si el hecho de estar aislado del mundo fuera la
solución para todos los problemas de inseguridad que existen. La privada constituye uno
de los elementos de los que se ha valido la industria constructiva para hacer más
atractivos sus fraccionamientos, todo esto debido a la inseguridad que se vive hoy en día.
Esto se ha convertido mas en algo “obligado”; si se quiere vivir seguro hay que hacerlo en
una privada, en un lugar donde el acceso este controlado y las personas que entran y
salen estén plenamente identificadas, ya que todos los que están en el exterior
representan un riesgo inminente para la familia y el patrimonio.
Si bien los fraccionamientos de este tipo no siempre están dentro de una zona conflictiva
o insegura, el miedo a lo desconocido se hace presente; esa incertidumbre nunca
desaparece al no saber que puede ocurrir afuera, y como no se sabe más vale prevenir y
no dejar entrar eso que se desconoce. Estos fraccionamientos en su categoría de
“privados” lo único que hace es deshacer el espacio público característico de la ciudad,
ahora ni siquiera las calles son libres para transitarse; si uno quiere ser parte de los
beneficios, la seguridad y plusvalía de un lugar como estos, hay que pagar.
Es importante mencionar que concepciones diferenciadas del espacio está mediada por
los elementos culturales que permean la percepción de los grupos humanos para
distinguir los propio, lo cercano, y lo seguro; de lo lejano, lo ajeno y lo inseguro. Nociones
que se definen al confrontarse entre ellas; sin duda son percepciones que siempre están
presentes cuando se toma la decisión de comprar un lugar para vivir.
Para Eloy Méndez, aquellos grupos sociales distinguidos mediante su emplazamiento en
la ciudad potencian su inversión inicial incorporando valores sociales y simbólicos
122
mediante “el efecto de club” resultante de la reunión duradera de personas y cosas que,
diferentes de la mayoría tienen en común no ser comunes. (Méndez, 2007)
La distinción en el caso de estos “vecindarios defensivos”, como los denomina Méndez,
es un elemento que puede integrarse al conjunto de beneficios en oposición de los
“maleficios” que integran estos conjuntos habitacionales. Por lo regular se vuelven más
caros que un fraccionamiento integrado a lo “publico” de la ciudad, la seguridad, las
bardas, los alambres de púas y las rejas integran el conjunto de elementos de distinción
de las “otras” ciudades.
Esto plantea discusiones interesantes en términos de asociaciones naturalizadas en el
imaginario de los habitantes de la ciudad, donde los asentamientos irregulares, colonias
populares o barrios se convierten en espacios de la inseguridad, violencia y desorden.
Contrapuestos a los desarrollos residenciales amurallados detentores del orden, la
limpieza y la seguridad. Estas ideas sustentadas normalmente una imagen distorsionada
de los lugares son una herramientas más que eficaz para quienes se dedican a la
promoción de estos fraccionamientos, ya que sí bien no responden a una demanda real
de una forma de vida, su lo hacen a partir de nociones creadas mediante manipulaciones
de la sociedad, la cultura y la naturaleza.
Como se menciono anteriormente, la mayoría de los complejos habitacionales cerrados o
con características de “club” no son accesibles para la mayoría de la población. Los
beneficios en términos se seguridad, comodidad, entorno saludable y sustentable son
características que cuestan y el precio ya sea de las viviendas o los terrenos se eleva.
Frente a esta “otra” ciudad, se encuentran los desarrollos habitacionales convencionales
hechos para que cualquier persona los pueda adquirir mediante créditos inmobiliarios.
En el caso de nuestro país y específicamente Querétaro por un lado tenemos el discurso
de político plasmado en la ley de vivienda donde se observa la aparente preocupación del
gobierno acerca de la importancia de impulsar y apoyar los programas sustentados en
procesos de autoproducción para las comunidades más pobres y marginadas, y por otro
lado, está el discurso económico que llega a través de los medios, y que muchas veces
resulta contradictorio.
123
Mientras que en una noticia presidente Felipe Calderón Hinojosa afirmó que: “nunca
antes habían estado disponibles tantos créditos en México para impulsar el desarrollo
habitacional del país… En materia de vivienda dijo que el último Censo señala que en el
2000 había 21 millones y hoy 29 millones. Esto significa que una de cada cuatro casas
que se construyeron en la historia de México, se hicieron en estos 10 años.” 29 En otras
noticias se lee que La COPARMEX “urgió al Gobierno federal… a que se otorguen más
créditos para la construcción de vivienda, ya que en los últimos tres años, el número de
empresas dedicadas a la construcción de vivienda cayó más de 37 por ciento”.30
Específicamente en Querétaro Alfonso García Alcocer director regional de casas GEO
explicó que el dato que arroja el INEGI de que existe un superávit de vivienda en el
estado de 72,000 casas le parece una imprecisión pues el INEGI marca como vacías
todas las casas que también se rentan o están en traspaso de propietario, pero que en el
estudio que GEO realiza periódicamente, en el cuatrimestre del 2010 tenían 17,000 casas
no vendidas y actualmente son 15,000, por lo que pueden asegurar que “este será un año
bueno económicamente hablando, pues la construcción mueve 37 ramas de la economía
por lo que es el único sector que puede estabilizar a aun país, si la construcción se retrae,
es un año malo, si es al revés es uno bueno”31
Como se ha venido desarrollando hasta el momento, se vuelve importante un estudio
interdisciplinario donde la caracterización de una vivienda autoproducida no sólo se limite
a las implicaciones físicas del fenómeno, sino también todas las interacciones que se dan
entre los habitantes y el espacio mismo. Si la tendencia sigue por el mismo camino,
pronto este tipo de asentamientos rural-urbano será desplazado por la compra de una
vivienda de interés social, donde el encapsulamientos de comunidades y colonias
terminara por perpetuar las relaciones de desigualdad entre las personas, así como la
fragmentación del espacio público y privado. En una ciudad dónde sólo los quienes tiene
un mayor poder adquisitivo gocen del privilegio de autoconstruir su hogar.
29 http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n2023405.htm (1 junio 2011)
30 http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n1956937.htm (1 junio 2011)
31 http://eleconomista.com.mx/industrias/2011/05/26/niegan-sobreoferta-viviendas-queretaro (1junio 2011)
124
“Los centro urbanos viejos adolecen de abandono y la naturaleza ha sido expulsada
a las orillas, salpicada con nuevos desarrollos; vialidades y centros comerciales se
intercalan desordenados y repetitivos en los suburbios, en medio de una segregación
social acentuada por la zonificación” (Méndez, 2007, p. 9)
Si quisiéramos reforzar esta idea no hacen falta más citas, basta salir a las principales
avenidas de la ciudad y comprobar la carga simbólica de los anuncios de la industria
inmobiliaria.32 Si bien es cierto que en la actualidad es muy sencillo conseguir un crédito
para una vivienda, el sistema de endeudamiento es el que se basa esta operación tiene
como fin mantener vigentes los estándares de forma de vida y así formar un círculo del
cual es muy complicado salir.
Para Sanín Santamaría: “el discurso del estado-capital acerca del impulso de la creación
de vivienda en un inicio de interés-social además de un medio de solución el
problemática de vivienda en personas marginadas, desde sus orígenes, la financiación de
vivienda pública fue un instrumento (y lo sigue siendo) privado y estatal para
comprometer, a través del crédito, a la naciente y creciente clase obrera”.(Sanín
Santamaría, 2008, p. 44)
Bourdieu plantea que “tratar a la casa como mero bien de capital caracterizado por una
taza determinada de amortización y su compra como una estrategia económica en el
sentido restringido del término, haciendo abstracción del sistema de estrategias de
reproducción de las que es un instrumento, sería despojar al producto y el acto económico
de todas las propiedades históricas, eficientes en ciertas condiciones de la historia, que
deben a su inserción en un tejido histórico y que es importante inscribir en la ciencia
porque están inscriptas en la realidad en que está inmerso su objeto.” (Bourdieu, 2001, p.
36)
Es cierto que la casa en cualquiera de sus manifestaciones es un fenómeno sujeto a un
proceso dentro de otro, no solo depende de factores económicos o sociales; sino que la
32 Podemos decir que la casa, en lo que respecta a la publicidad está estrechamente ligada con la idea de familia, no se puede separar; la publicidad inmobiliaria alude a la familia como el núcleo rector de la sociedad, por lo que en muchas ocasiones los términos se homologan y se vuelve una obligación adquirir una casa en ciertas circunstancias. Imágenes que muestran a niños con sus padres que juegan en un ambiente de seguridad y armonía con la naturaleza son muy comunes en la actualidad.
125
decisión que al final tomará el individuo esta permeada de muchas esferas de su vida
cotidiana. Y al mismo tiempo, estas características la hacen diferencial.
En la ciudad de Querétaro son varios los ejemplos que podemos encontrar con referencia
a estos desarrollos habitacionales. Por cuestiones de extensión y tiempo no fueron
abordados en la presente investigación pero las vetas y posibilidades quedan abiertas
para próximas investigaciones referentes al tema. Quizá el más emblemático de estos
casos sea la Comunidad Zibatá, Autodenominada como una Comunidad Planeada, el
complejo Zibatá se encuentra a las afueras de la ciudad de Querétaro, dentro del
municipio de El Marques. Detentando encontrarse lejos del trafico, la contaminación y la
delincuencia imperante en la ciudad, está comunidad ha hecho promoción de sus terrenos
argumentando una vida fuera de la ciudad y en armonía con la naturaleza; pero tan es así
que grupos ecológicos locales33 han denunciado que los terrenos destinados a este
asentamiento pertenecen a una zona natural protegida.
Por otro lado, mientras que la mayoría de las empresas dedicadas a la construcción de
viviendas se empeñan en conseguir más y más predios para sus desarrollos
habitacionales es totalmente irónico como el tamaño de estas “casas” cada vez es menor,
casi podría volverse una forma de violencia en términos de las medidas y las
disposiciones espaciales que prevalecen en ellas.34
La ciudad es un mosaico de representaciones y formas de construirla. Hablar de la
actualidad de la ciudad es integrar las diferentes “ciudades” que convergen en un mismo
entorno. Derivado de las muchas ciudades que convergen se gestan fenómenos como los
que anteriormente se han mencionado. Hasta aquí hemos tratado de mostrar algunos
ejemplos de cómo se construye y constituye una casa dentro del contexto urbano, dado
que no se pueden comprender al margen de los procesos de crecimiento, urbanización,
migración y movimiento que se generan dentro de la ciudad de Querétaro.
La expansión urbana en muchas ciudades del mundo y de México representa un enorme
reto para quienes la planean, estudian y organizan. En el caso particular de la ciudad de 33 El grupo Ecologistas de Juriquilla S.A se ha dedicado a documentar y denunciar los casos irregulares sobre el cambio de uso de suelo en zonas naturales protegidas en la ciudad. http://ecologistasjuriquilla2007.blogspot.mx/
34 Referencia Tesis Fernanda y chino
126
Querétaro la industria inmobiliaria ha podido florecer gracias al gran número de personas
que migran a la ciudad. Actualmente la ciudad de Querétaro ofrece características en
términos de calidad de vida que la hacen uno de los destinos más recurridos a la hora de
buscar un mejor lugar para vivir. Pero este boom migratorio también ha generado una
gran cantidad de problemas relacionados con la contaminación, tráfico, y el crecimiento
de la mancha urbana a costa de áreas naturales protegidas.
Ante la interrogante que plantea Eloy Méndez sobre los desarrollos habitaciones actuales:
“¿responden a una demanda real y una forma de ver y vivir la ciudad?”. Me parece que en
términos de la diversidad de miradas ante y desde la ciudad representan una forma
legítima de habitarla y construirla, pero el problema empieza cuando este imaginario se
crea a partir de la minimización de otras formas de construir una casa y de relacionarse
con la ciudad. La mayoría de estos desarrollos habitacionales o fraccionamientos se
construyen en contraposición de los asentamientos o colonias populares, delincuencia,
violencia, suciedad y desorganización se vuelven sinónimos de estos últimos. El lado
oscuro de la ciudad es confinado a estos espacios de la incertidumbre perpetuando
estereotipos y estigmatización que no tienen fundamentación en la realidad.
Todo aquello negativo es posible encontrarlo en cualquier asentamiento urbano dentro y
fuera de la ciudad. No tiene porque necesariamente existir una correspondencia entre un
espacio particular y cualquier de estas formas negativas dentro de la ciudad. Si bien es
cierto que son más proclives a estas padecer ciertas problemáticas no necesariamente
tiene que ver con el hecho de vivir en un fraccionamiento amurallado o no, a que las
casas estén hechas de distintos materiales tampoco.
Los ejemplos hasta aquí mostrados solo representan ejemplos y un primer acercamiento
al tema de la vivienda vernácula en la ciudad. Más allá de sus implicaciones,
problemáticas, argumentos positivos y distintas representaciones que desbordan la
presente investigación, nos abren el panorama en términos de hacia dónde se puede
dirigir futuras investigaciones encaminadas a comprender la diversidad domestica en el
entorno urbano. Tomando en cuenta que no solo se trata de construcciones aisladas, sino
que tienen una relación imprescindible con el entramado urbano.
Por otro lado, vemos que la sustentabilidad y una relación responsable con el medio
ambiente no solo tienen que ver con una vida en las afueras y en territorios alejados como
la sierra gorda. Es posible encontrar ejemplo dentro de la mancha urbana que nos den
127
enseñanzas importantes del manejo del agua, por ejemplo el caso de las pilas en el barrio
de SF y la autoconstrucción de la casa ante la compra de una prediseñada.
Se trata más bien de un ida y vuelta, lo que se presenta en la presente investigación es
una vez más una muestra de que no hay una oposición tajante entre la ciudad y el campo,
entre lo urbano y lo rural; sino que más allá de estas dicotomías fragmentarias existe una
tensión, una mezcla de ideales, de inercias y de saberes que constituyen la realidad en
cada espacio particular.
128
Capítulo IV. Conclusiones parciales.
4.2 El cruce epistemológico.
Cuando se quiere estudiar a los hombres hay que mirar cerca de uno; pero para estudiar al hombre
hay que aprender a mirar a lo lejos: hay que empezar por observar las diferencias para descubrir
las propiedades.
Jean-Jacques Rousseau.
Al comienzo de la presente investigación se plantearon los siguientes objetivos:
- Analizar la casa vernácula de cada región como un conglomerado se saberes y
prácticas arquitectónicas locales en constantes tensión con imposiciones
modernas.
- Describir la casa vernácula a partir de cruce metodológico entre conocimientos,
saberes y prácticas; y objetos fijos, semifijos y personas.
- Conocer las implicaciones de los elementos bioculturales locales en la
construcción de la casa vernácula.
- Establecer las similitudes y diferencias entre la región centro y serrana en cuanto
al concepto de arquitectura vernácula.
Sería una necedad y además una mentira argumentar que los objetivos propuestos en un
inicio se cumplieron al pie de la letra. Si bien es cierto que el método científico pude
brindarnos algunas pistas de hacia dónde se puede dirigir alguna investigación, nunca
podría determinar con anterioridad los resultados que serán obtenidos, por lo menos en
las investigaciones donde el factor humano sea un elemento central. Sin jactarse del
129
cumplimiento o no de estos objetivos, la investigación logro su consigan inicial como
producto final hacia de un ciclo de cuatro años, ciclo que con estas líneas se cierra
momentáneamente.
Por otro lado, en términos metodológicos deja enseñanzas importantes en torno a la
implicaciones del trabajo de campo interdisciplinario in situ, no como normalmente se
acostumbra usar el término en la academia, donde todo es armonía, cooperación y
responsabilidad; está de más decir que a lo largo de la realización de esta investigación,
que a su vez se enmarca en los procesos más amplios de la Red de Investigación e
Innovación en Vivienda Sustentable de Bajo Costo (RiiVSBC) tuvo sus alegrías, pero
también uno que otro desaguisado. Los cansados viajes en auto y otras veces en camión
a la Sierra Gorda, y los largos recorridos de campo en la ciudad de Querétaro propiciaron
el reforzamientos de lazos de amistad entre colegas y dignos representantes de
disciplinas científicas “duras”, que por su carácter rígido se hubiera pensado insalvable.
Dichos lazos han producido ya algunos trabajos en coautoría y algunas ponencias que
aún se encuentran en proceso construcción.
Como ya se abordo en el primer apartado, Bruno Latour afirma que en la sociedad
contemporánea existen quiebres insalvables en términos de la manera en que nos
relacionamos con quienes no comparten los mismo esquemas culturales que nosotros, al
igual que con la naturaleza, esto quiebres desarrollan relaciones de desigualdad y
dominación perpetuadas desde hace mucho tiempo. Este trabajo intenta aportar
alternativas ante los esquemas fragmentados entre los que vivimos, tanto en términos
inter e intro disciplinares, personales y con forma a la naturaleza a la cual también
pertenecemos. El intento por anular el corte se ha basado en el trabajo conjunto y
responsables de quienes asumimos esta empresa, sino también comprender las
implicaciones y las diversas dimensiones que conlleva la vida en este planeta.
El abordaje del fenómeno constructivo desde múltiples perspectivas arroja vetas
interesantes para la realización de investigaciones posteriores. Al mismo tiempo que se
realizaron las entrevistas con habitantes locales se elaboraron acuerdos para instalar
sensores de temperatura con el fin de conocer el comportamiento de los materiales bajo
distintas condiciones ambientales. Posteriormente se realización estudios sobre los
suelos, las rocas, las maderas y otros materiales para conocer sus resistencia y
permeabilidad. A momento de escribir estas líneas no se conocen aun los resultados que
arrojaron dichos experimentos, pero lo cierto es que arrojaran argumentos y datos para
130
proseguir con la investigación y finalmente con recomendaciones para la construcción del
prototipo que culminaría el proyecto.
Las cedulas que en un inicio se propusieron para la recolección de datos, a la luz de
saberes, conocimientos, prácticas y objetos fijos, semifijos y personas quedaron
rebasados por los excelentes testimonios de quienes nos permitieron invadir su entorno
domestico por algunos días, y los verdaderos ejemplos de sostenibilidad constructiva que
son sus casas. Por otro lado, el compromiso, la dedicación, y la responsabilidad de los
equipos de trabajo permitió que en términos de la información obtenida se pudieran
sustituir los extensivos periodos trabajos de campo característicos de la antropología, por
jornadas de trabajo intensivo. Esto hizo que de alguna u otra manera se cuestionara esa
tradición metodológica que a la luz de las implicaciones de la investigación científica
contemporáneo, los tiempos establecidos por quienes financian los proyectos, las
complicaciones para sincronizar tiempos; pero principalmente la intervención y
modificación de la cotidianidad de quienes nos reciben, se vuelve insostenible.
En la Sierra Gorda, las personas que nos recibieron en sus casas, verdaderos ejemplos
de un conocimiento exacto del entorno natural sin depredarlo, se mostraron extrañadas
ante el repentino interés que tiene “los de la ciudad” en sus casas de tierra y varas.
Después de muchos años de discursos agresivos y discriminatorios, de programas de
gobierno asistencialistas, e intervenciones nocivas hacia sus tradiciones y conocimientos
en términos de la construcción, hicieron que ellos mismos pensaran que el hecho de tener
una casa de madera, por ejemplo, fuera significado de ser pobre. La pobreza, al igual que
la sustentabilidad son una construcción, una producción cultural específica de una
sociedad que no ha sabido relacionarse con sus iguales diversos ni con la naturaleza a la
cual pertenece.
En este sentido, la ciudad de Querétaro planteaba otro tipo de retos metodológicos pero
no menos interesantes y complicados de salvar. Es bien sabido que la situación actual de
inseguridad y violencia por la que atraviesa el país ha propiciado un ambiente
generalizado de desconfianza. Debido a esto, es por demás complicado tener acceso a
los ambientes más privados de los habitantes de la ciudad.
Durante los recorridos de campo en el barrio de SF, por ejemplo, más de una vez me
sentí observado por los habitantes, al no ser un visitante o habitante recurrente del lugar
está más que justificado la sensación de transgresión que pudieron experimentar. Ante
131
esto fue de gran ayudo establecer contacto con amistades y conocidos, que a su vez
tuvieran contacto con algunos habitantes del barrio. Dentro de la antropología no suelen
ser bien recibidas este tipo de “artimañas” metodológicas ya que podrían distorsionar de
forma importante la supuesta objetividad que se busca a la hora de llevar a cabo la
investigación. Sería importante considerar para quienes dentro de la academia se dedican
a asesorar y coordinar los trabajaos de investigación para prever las complicaciones que
pueden representar el acceso a ciertos campos de estudio. Continuando con la idea
anterior, los presupuestos que se nos imponen desde el inicio de la carrera sobre la
separación de la observación objetiva y las percepciones subjetivas representan un
obstáculo a la hora de llevar a cabo la experiencia etnográfica en su totalidad.
El trabajo como una experiencia cultural se basa en la complejidad y multidimensionalidad
de los elementos que la componen, al establecer la dicotomía cartesiana del sujeto y el
objeto estaríamos omitiendo relaciones e interacciones por demás importantes. Esta
separación también constituye una forma bastante “elegante” de evadir la responsabilidad
que conlleva el trabajo antropológico. Aquella imagen del antropólogo estudioso de
sociedades exóticas, que mantenía su distancia a la hora de realizar sus investigaciones
ha quedado obsoleta a la luz de las problemáticas sociales, ambientales y económicas
contemporáneas, que al contrario de muchos de nosotros, no hacen distinción de
procedencia, color de piel ni creencias.
4.3 La casa vernácula en tiempos de sustentabilidad.
El horizonte de expectativas que ha mantenido en pie la presente investigación,
propuesto desde el inicio de esta empresa, se ha basado en el siguiente argumento:
“Asumiendo que hoy en día no podemos idealizar la casa vernácula como un ejemplo
prístino de sustentabilidad, parto de la idea de que los saberes, conocimientos y prácticas
con respecto a procesos constructivos locales de estas dos regiones del estado de
Querétaro, están en una constante tensión con ideas y nociones modernas que no
necesariamente responden a sus necesidades, expectativas y tradiciones. Sin embargo,
las personas tienen que sortear una selección entre los elementos que tengan que
conservar y los que tengan que cambiar, no por esto perdiendo su “esencia” sino más
bien entendiendo la dinámica de transformación en cada una de sus situaciones. Así, en
132
cada uno de los casos particulares estudiados estas dos formas diferentes de asumir la
realidad (la tradicional y la moderna) obtendrán su pertinencia.”
La casa vernácula puede ser conceptualizada y abordada desde distintos puntos de vista.
Dentro del gremio arquitectónico es un tema bastante común que ha generado
investigaciones importantes en términos de la estructura y los materiales utilizados. Sin
embargo, al igual que la antropología, ciertos grupos dentro de la arquitectura se han
interesado por ir más allá de la madera y el cemento como elementos constitutivos dentro
de los productos constructivos. Este texto no tiene la intención (ni tampoco la suficiente
información) para ser pionero dentro de los estudios interdisciplinarios sobre el entorno
construido. Pero si tiene la capacidad de brindar algunas primeras impresiones sobre las
posibilidades que brinda este campo tan fértil poco abordado por los antropólogos.
Los casos presentados con anterioridad son ejemplos muy puntuales y en situaciones
muy especificas, pero que son suficientes a la hora relativizar los conceptos de
arquitectura vernácula y sustentabilidad.
Como hemos visto, la casa vernácula detenta su multidimensionalidad cuando
encontramos que la noción de casa no solamente es entendida en términos de una
construcción fija y unitaria. Esta idea y disposición espacial es una propuesta occidental
de concentración de los espacios en términos domésticos, a saber, encerrando todo entre
cuatro paredes y dos pisos. En contraposición están el caso de agua de la peña, en landa
de matamoros donde “la casa” es la extensión completa del solar. Al concentrarse los
espacios domésticos en una sola construcción, la casa se multiplica y reparte entre
muchas construcciones que a la vez funcionan de dormitorio y de cocina, por ejemplo.
En este sentido, la ciudad tampoco representa una imposibilidad; basta con observar los
casos en el barrio de SF y la Reforma Agraria para encontrar un patrón constructivo
similar. Los pasillos largos y los cuartos repartidos entre las distintas familias que integran
la familia desbordar las imposiciones espaciales en pro de la familia ideal, en este caso la
familia nuclear compuesta por los padres y a lo mucho dos hijos. Estos tintes de ruralidad
constructiva en plena ciudad del siglo XXI son la edificación de procesos familiares que
todavía estarían por definirse, siempre dispuestos a integrar y expulsar habitantes según
sea el caso, el espacio nunca es un impedimento.
Hoy en día hay ya algunos arquitectos y diseñadores que ponen en duda los conceptos
básicos sobre los cuales se construyen los modelos y patrones que rigen los espacios
133
domésticos hoy en día. Aunque el tema no es tratado en la presente investigación sería
interesante abordar desde la antropología y de manera conjunta con otras disciplinas esos
nuevas familias y casas fluctuantes que se están construyendo, no restringidos
necesariamente a un espacio destinados ya a la intimidad individual, sino más bien un
hogar socializados como lo puede ser una escuela, el trabajo o cualquier otro lugar que
trasgreda las paredes del espacio que dedicamos a dormir y descansar, a realizar todas
esas actividades no adscritas a la esfera de lo público.35
Por otro lado, vemos que la sustentabilidad existía antes de la sustentabilidad, si así se le
puede llamar. La relación de explotación responsable con la naturaleza sin comprometer
el futuro de quienes habitamos este planeta una idea que en algunos lugares, en algunas
sociedades siempre ha estado presente, incluso en la actualidad no hace falta ir tan lejos
para encontrar algunos ejemplos. Como hemos visto, el tema del agua se ha vuelto muy
delicado a la luz de los problemas contemporáneos a raíz de su escases.
Muchas dependencias y programas de gobierno que supuestamente están destinadas a
la conservación de los recursos naturales y mejorar la calidad de vida de muchas
localidades han fracasos en sus intentos debido a la visión fragmentaria y sesgadas que
tienen sobre la relación que guardan estos habitantes con su entorno. Mientras se siga
pensando que la solución para las problemáticas que enfrentan las comunidades más
alejadas en el estado se centran en la instalación de celdas solares, tinacos de plástico y
baños secos las cosas no cambiaran del todo. Esto solo es sintomático de una
generalización de la realidad y de las problemáticas que cada lugar enfrenta.
El hecho de pensar que en aquellos lugares sus habitantes se enfrentan a los mismos
problemas que en la ciudad está por demás decir que es un supuesto erróneo. Baños
secos en donde no se necesitan, tinacos en donde no hay agua y materiales de
construcción industrializados en donde lo que abunda es la madera. Otras son las
problemáticas, otras son las necesidades; antes esto se vuelve indispensable establecer
un dialogo en términos de encontrar alternativas conjuntas para las problemáticas
actuales. El trabajar de esta manera es algo que sin duda conlleva un trabajo tanto mental
35 “¿Es posible construir un espacio público reuniendo situaciones que suelen ocurrir en la intimidad de las viviendas?” Esta es la interrogante central del trabajo del arquitecto español Andrés Jaque. http://www.sinembargo.mx/22-07-2012/306224
134
como físico extenuante, y que hay poca gente con los conocimientos necesarios y
dispuesta a hacerlo, eh ahí el primer obstáculo.
Estas personas han demostrado que el universo no está cerrado, ya que siempre han
encontrado una manera de lidiar con cada una de sus problemáticas. Es ahí donde la
ciudad tiene mucho que aprender del campo, del ambiente rural, de la de la Sierra en este
caso. Alternativas ante las problemáticas urbanas actuales hay muchas, algunos ejemplos
y buenas experiencias se pueden obtener al entablar el dialogo con quienes a partir de
muchos sacrificios han aprendido a vivir de forma responsable con su entorno natural.
Pero antes, mucho antes, la ciudad tendría que verse en un espejo, y aprender a
observarse a sí misma, encontrar y valorar la diversidad que se encuentra en su interior.
Porque antes de ir a la Sierra a imponer soluciones, generar desigualdades y explotar
recursos, mucho antes de encontrar soluciones fuera de ella; tendría que aprender, o por
lo menos intentar, resolver sus propios problemas.
Una ciudad media, como Santiago de Querétaro, en camino de convertirse en una gran
metrópoli está experimentando transformaciones importantes a raíz de su acelerado y
descontrolado crecimiento. Si bien es cierto que las opciones de vivienda en la ciudad se
han diversificado de manera importante, también se ha ocasionado la polarización de
procesos y productos constructivos que siempre han estado presentes. Ahí, en esas
concentraciones habitacionales satanizadas por las inercias de orden, higiene y
seguridad, es posible encontrar un gran número de formas diferentes a la hora de
construir y organizar el espacio domestico. Además, ante los actuales problemas de
escases de agua, sobre población, contaminación, tráfico e inseguridad; en estos
ejemplos se puede encontrar vetas interesantes (pero poco tomadas en cuenta). La
autoconstrucción de la casa antes el incremento en los precios, reducción de los espacios
interiores y la baja calidad de las viviendas de interesa social; la utilización de la pila como
alternativa de almacenamientos domestico y comunitario del agua; el hecho de que la red
de agua potable haya llegado casi a todos los rincones de la ciudad no significa que
siempre será abastecido el liquido. Todos estos ejemplos se encaminan hacia la
construcción no de una urbe sostenible, sino hacia la diversificación de posibilidades para
una ciudad donde quepan muchas ciudades. La diversidad cultural es un potenciador de
la sostenibilidad ambiental.
135
Bibliografía.
Algarabía (2012). La historia platicadita. México D.F: Editorial Lectorum, S.A. de C.V. Alvarez Q., A., & Toscano B., O. (2009). El Imaginario de la casa propia. Paper presented at the
Historia, sociedad y patrimonio. Amerlinck, M. J. B., Fernando. (1994). El entorno construido y la antropología: introducción a su
estudio interdisciplinar. México: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Atropología Social, Ediciones de La Casa Chata.
Augé, M. (1992). Los no lugares: Espacios del anonimato. Una antropología de la
sobremodernidad. Barcelona. Bachelard, G. (1957). La Poética del Espacio (E. Champourcin, Trans. 5 ed.). México: Fondo de
Cultura Económica. Barabas, A. M. (2003). Diálogos con el Territorio: Simbolizaciones sobre el espacio en las culturas
indígenas de México. (Vol. 1). México D.F: INAH. Bourdieu, P. (1999). Efectos del lugar. In P. Bourdieu (Ed.), La miseria del mundo (pp. 119-124).
Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Bourdieu, P. (2001). Las estructuras sociales de la economía. Buenos Aires: Manantial. Butze, S. V., Carlos (2005). Introducción Las Maravillas del Agua. Querétaro, Qro.: Instituto
Nacional de Antropología e Historia. Castilla Vallejo, J. L. (2009). Agua y políticas de postdesarrollo. Saberes sometidos y gestión de la
demanda. El caso de la reserva de la biosfera de El Hierro. Madrid: Entimema. Castro, N. Y. (2009). En la orilla de la justicia: Migración y justicia en los márgenes del estado.
México, DF.: Universidad Autónoma Metropolitana Juan Pablos Editor. De Sousa Santos, B. (2010). Para descolonizar Occidente: más allá del pensamiento abismal.
Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO, Prometeo Libros. Descola, P. (1996). Naturaleza y sociedad: Perspectivas Antropológicas. Londres. Ecco, U. (1968). La Estructura Ausente. Introducción a la semiótica (F. S. Cantarell, Trans. 5 1999
ed. Vol. 176). Barcelona: Lumen. Fernández, C., Pablo. (2004). El espíritu de la calle: Psicología política de la cultura cotidiana.
Barcelona: Anthropos-UAQ Facultad de Psicología. Folladori, G. T., Humberto (2000). El concepto de desarrollo sustentable treinta años después.
Desemvolvimento e Meio Ambiente, 1, 41-56.
136
García Arvizu, C. (2005). Evolución urbana de Querétaro: 1531-2005. Querétaro: Municipio de
Querétaro-Tecnológico de Monterrey. García Canclini, N. (2005). Imaginarios urbanos (3a ed.). Buenos Aires: Editorial Universitaria de
Buenos Aires. Giménez, G. (1996). Territorio y Cultura. Universidad de Colima, México, II(Estudios sobre las
culturas contemporáneas), 9-30. Giménez, G. (1997). La sociología de Pierre Bourdieu. San Ándres Totoltepec. Gupta, A. F., James (2008). Más allá de la cultura: Espacio, Identidad y las políticas de la
diferencia. Antípoda. Habermas, J. (1989). El discurso filosófico de la modernidad: Doce lecciones. Buenos Aires:
Editorial Taurus. Heidegger, M. (1975). Construir, Habitar, Pensar (F. S. Grima, Trans.) Filosofía, Ciencia y Técnica.
Buenos Aires. Latour, B. (2007). Nunca fuimos modernos. Ensayo de antropología simétrica-. Madrid: Siglo XXI. Lawrence-Zúñiga, D. (2004). Condiciones materiales de la vida familiar. In D. Kertzer (Ed.),
Historia de la familia europea. La vida familiar en el siglo XX (Vol. III, pp. 49-113). Barcelona: Paidós.
Leff, E. (2006). Aventuras de la epistemología ambiental: de la articulación de ciencias al diálogo
de saberes. México DF: Siglo XXI. Leff, E. (2008). Discursos Sustentables. México DF. Méndez, S., Eloy. (2007). Vecindarios defensivos latinoamericanos. Los espacios prohibitorios de
la globalización. . Cuadernos de Arquitectura y Urbanismo. Hacia un nuevo urbanismo latinoamericano.
Perrot, M. (1988). Modos de Habitar. La evolución de lo cotidiano en la vida moderna. A&V.
Monografías de Arquitectura y Vivienda, 14, 12-17. Rapoport, A. (1969). House Form and Culture (1 ed.). Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall. Rapoport, A. (2003). Cultura, Arquitectura y Diseño (1 ed. Vol. 5). Barcelona: Edicions UPC. Reguillo, C., Rossana (2003). Utopías urbanas. La disputa por la ciudad posible. CIUDADES, 60, 3-
8. Reguillo, C., Rossana (2005). La construcción simbólica de la ciudad (1996 ed.). Guadalajara,
México: ITESO, Universidad Iberoameriana.
137
Reyes-García, V. M. S., N (2007, Septiembre 2007). Etnoecología: punto de encuentro entre naturaleza y cultura. Ecosistemas. Revista científica de ecología y medio ambiente, 16.
Reynoso, C. (2008). El surgimiento de la antropología posmoderna. Barcelona: Gedisa. Ricoeur, P. (2003). La Memoria, la historia, el olvido (A. Neira, Trans.). Madrid: Trotta. Sanín Santamaría, J. D. (2008). Hogar en tránsito. Apropiaciones domesticas de la vivienda de
interés social (VIS) y reconfiguraciones del sentido de hogar. Antípoda. Tinoco Navarro, C. A. S., Alejandro Padilla García, Ulises Vázquez Estrada, Alejandro (COORD) (2010). Geometrías de la naturaleza: Características ambientales de los contextos Xi'oi de la Sierra Gorda "XI'0I Los verdaderos hombres. Atlas Etnográfico. Pames de la Sierra Gorda queretana". Querétaro, Qro.: Universidad Autonoma de Querétaro, UAQ. Viñao Frago, A. (1990). Innovación pedagógica y racionalidad científica: La escuela graduada
pública en España 1898-1936. España: Akal Universitaria. Wallerstein, I. (2003). Impensar las ciencias sociales: limites de los paradigmas decimononicos.
México D.F: Siglo XXI-UNAM. Zarate Torres, G. (2007). Arquitectura vernácula, fundamento en la enseñanza de
sustentabilidad.