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Intervención con
familias
y
atención a menores
en riesgo social
CURSO 2012 / 2013
REFLEXIÓN
Probablemente tengáis claro que es una familia, pero en la
sociedad actual, el concepto de familia está muy debatido.
Las concepciones legales, sociológicas o ideológicas influirán en
las definiciones que puedan hacerse de lo que es una familia.
UNIDAD DIDÁCTICA 2: LA FAMILIA
¿Intentad definir el concepto de familia?
Existen gran variedad de definiciones:
•“Conjunto de individuos unidos a partir de un parentesco”
•“Grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas”
•“La familia es el marco de referencia y de pertenencia primario
de un individuo, que posibilita el desarrollo de sus capacidades.”
2.1 Aproximación al concepto de familia
Definición dada por la OMS ( Organización Mundial de la Salud)
•“Se entiende por familia a los miembros del hogar emparentados
entres sí, hasta un grado determinado, por sangre, adopción y
matrimonio. El grado de parentesco utilizado para determinar los
límites de la familia dependerá de los usos a los que se destinen
los datos, y por lo tanto, no puede definirse con precisión a escala
mundial”
Definición de familia desde el punto de vista del menor que
vive en ella:
“Para los niños y las niñas, su familia está formada por las
personas que viven con él, que son las personas que lo
cuidan, lo protegen y lo quieren. Por ello la estructura
familiar no siempre es la misma.
REFLEXIÓN
¿Qué consideráis que tienen en común todas
las familias?
Quizás el único criterio común que puede definir una unidad
familiar son los vínculos afectivos que hay entre sus
miembros y la existencia de uno o varios adultos con
capacidad de ofrecer los cuidados y el afecto que necesitan
los menores para poder desarrollarse
REFLEXIÓN
¿Consideráis que la familia influye en el
individuo?
Por todo ello podríamos pensar en la familia como un
sistema que es más que la suma de sus miembros, dado
que las figuras parentales influyen en el proceso
socializador de sus hijos y, a su vez, se ven influidas por
estos en una interacción recíproca.
Por ello podemos precisar el sistema social familiar está
constituido por una compleja red de relaciones,
interacciones y alianzas recíprocas que están en constante
desarrollo.
La familia como primer núcleo social
La familia se perfila como un sistema dinámico y abierto al
cambio en dos sentidos diferentes:
1. Los cambios planificados : hace referencia a cuando la
familia introduce modificaciones en las pautas de
interacción, atendiendo a las capacidades de los
menores (Ejemplo: permitir a los hijos realizar cosas
ellos solos como medio para estimular su autonomía y el
desarrollo de capacidades)
2. Los cambios imprevistos: se refieren a los hechos que
pueden afectar a la interacción familiar (Ejemplo: el
fallecimiento de uno de sus miembros).
El concepto de familia ha experimentado cambios
significativos en los últimos tiempos.
Tradicionalmente, se consideraba familia, al grupo de
personas unidas por vínculos de matrimonio o
consanguinidad en primer o segundo grado, al incluir a
varias generaciones en dicha concepción, y se conoce
como FAMILIA EXTENSA, más extendida en los entornos
rurales.
Sin embargo, en la actualidad, aparecen diversas
configuraciones familiares que coexisten con el concepto
tradicional.
2.1.1 La familia desde el punto de vista jurídico
Aparece en la Constitución española de 1978 la regulación
de la familia, separándola del concepto de matrimonio.
La familia a la que se refiere la Carta Magna, como núcleo
de relaciones personales y afectivas, alberga múltiples
formas de convivencia que ya no son únicamente
matrimoniales y que alcanzan a todo aquel grupo humano
que convive de manera estable, y reconoce el derecho de
todas ellas a la protección que la Constitución garantiza y
al respeto de la dignidad e igualdad de todos sus
miembros.
La regulación de las relaciones de parentesco
Jurídicamente la familia se puede considerar como una unidad
social formada por un grupo de personas unidas por relaciones
de parentesco.
El Código Civil concreta estas relaciones de parentesco con
efectos jurídicos cuando se rigen por lazos de consanguinidad,
afinidad o adopción.
Relaciones de Consanguinidad
Corresponden a personas que llevan la misma sangre, es decir,
que proceden de un ascendiente común (Madre, Padre,
hermanos y hermanas, abuelos, tíos, …)
Relaciones de Afinidad
Son las relaciones directas e indirectas ocasionadas por unión
matrimonial o reconocimiento legal. A este grupo pertenecen:
esposa, esposo, cuñados, suegros
Relaciones de Adopción
Cuando el vínculo nace en virtud de un acto legal
2.1.2 La familia desde la perspectiva antropológica
Definir la familia desde una perspectiva antropológica
supone indagar en el conjunto de las relaciones que se
producen a través de las uniones de tipo biológico
(filiación) o de aquellas que se generan a través de las
alianzas (uniones de hecho y matrimonios), y también,
como en ocasiones, se produce una ruptura de dichas
alianzas (separación o divorcio)
La filiación
Es el vínculo jurídico que une a un hijo con su padre o madre y
que consiste en la relación de parentesco establecida por la ley
entre un ascendiente y su inmediato descendiente en primer
grado.
El matrimonio y las uniones de hecho
La alianza o unión de dos personas, ya sea mediante el
matrimonio o simplemente mediante la convivencia en lo que se
ha llamado uniones o parejas de hecho, supone, en muchas
sociedades, el punto de partida de la formación familiar
La separación o divorcio
La separación y el divorcio es la consecuencia de la decisión
acordada entre los dos cónyuges o tan solo la voluntad de uno
de ellos, según corresponda el caso, de disolver el vínculo
matrimonial por las diferencias irreconciliables que se
suscitaron en la pareja.
En la actualidad el divorcio es una práctica común muy
extendida, sobre todo por la idea de que la relación de pareja ha
de ser gratificante y satisfactoria por encima de otros intereses
familiares (económicos, reconocimiento social, …)
Por otro lado, las personas separadas o divorciadas pueden
volver a constituir una familia mediante un nuevo matrimonio.
2.1.3 La familia desde el punto de vista sociológico
A nivel mundial, se están produciendo importantes cambios en la
configuración o estructura familiar, a pesar de dicha tendencia,
siguen conviviendo diversos tipos de familia, que pueden
presentar grandes diferencias entre sí, tanto en su estructura
como en sus funciones.
En este sentido se pueden establecer varias dimensiones de
agrupamientos familiares:
• Familia tradicional: Se caracteriza por la existencia de
una estricta diferenciación de las funciones que
desempeñan sus miembros, generalmente el que trabaja
fuera de casa es el padre de familia y la mujer compagina
la crianza de los hijos y el cuidado de personas mayores
con las tareas domésticas.
• Familia moderna: Está integrada por el padre, la madre y
los hijos que conviven con ellos. Actualmente éste es el
tipo de familia más extendido en España y en general en
todas las sociedades postindustriales. Dentro de la familia
nuclear se pueden concretar diferentes acepciones :
• Familia con un hijo único
• Familia numerosa (3 hijos o más)
• Familia nuclear: Se caracteriza porque los roles familiares
son más flexibles, la autoridad paterna y marital se
debilita porque es compartida por ambos cónyuges y se
produce una relación de igualdad entre el hombre y la
mujer. Dentro del amplio abanico de posibilidades que
ofrece est tipología, se puede encontrar:
• Familias de doble carrera: Cuando existe un
paralelismo de funciones entre los miembros de la
pareja, cuando ambos trabajan fuera de casa y cuando
la profesión de la mujer es importante.
• Familia semitradicional: Se da cuando la mujer, a pesar
de trabajar fuera del hogar, mantiene el rol que
desempeñaba en la familia tradicional.
• Familia extensa: Es la familia nuclear dónde conviven otros
miembros que tienen la condición de parientes. Estas
familias son propias de sociedades más tradicionales, o de
algún tipo de colectivo como puede ser la etnia gitana.
Podemos diferenciar dos acepciones:
• Familia polinuclear: Cuando agrupa varios núcleos
familiares o cuando conviven varias generaciones
(Ejemplo: abuelos con diferentes hijos y éstos con
sus respectivos cónyuges).
• Familia ampliada: Cuando a la familia nuclear se
añaden otros parientes, como tíos, sobrinos,
primos, cuñados, etc.
La familia en la actualidad es una institución sujeta a múltiples
transformaciones. El aumento de las uniones de hecho o nuevos
supuestos de filiación y de relaciones familiares han conseguido
nuevos tipos de relaciones familiares.
Como son:
•Familias agregadas o en cohabitación: Se denomina así a
aquellas parejas que conviven juntas pero sin haber formalizado
o legalizado el matrimonio. Se podría incluir aquí a las PAREJAS
DE HECHO.
•Familias monoparentales: En ellas se da la convivencia de un
solo miembro de la pareja progenitor ( padre / madre) con
hijos no emancipados, es decir, cuando un solo progenitor se
encarga del cuidado y la educación de los hijos.
•Familias educadoras: Se trata de una persona o de una familia
que realiza una acogida familiar como medida de protección de
un menor, declarado en desamparo. Por lo que esta familia
asume las obligaciones propias de los progenitores (velar por él,
acompañarle, alimentarle, educarle y procurarle una formación
integral).
•Familias reconstruidas o ensambladas: Se producen por una
nueva relación emprendida con otra persona, por uno de los dos
o ambos cónyuges, después de una separación o divorcio. En
esta nueva familia es frecuente que los hijos sean de diferentes
padres o madres, siendo mayor el número de hijos que en las
formas nuclear o monoparental.
•Familias homosexuales: Está surgiendo este tipo de familia por
lo que se empieza a reconocer este tipo de organización familiar
y que está vigente en nuestra legislación (relación estable entre
dos personas del mismo sexo). Los hijos llegan por intercambios
heterosexuales de uno o de ambos miembros de la pareja, por
adopción o por métodos de procreación asistida.
•Familias de conyuges solos o uninuclear: Se producen en el
momento en que se emancipan los hijos. También las forman
aquellos matrimonios que por una u otra causa no han tenido
descendencia.
•Familias monofiliares: Se dan cuando los hijos son adultos y
conviven con sus padres, pudiendo producirse por múltiples
causas:
•Porque el hijo o hijos opten por quedarse a vivir con los
padres por ser éstos mayores.
•Por falta de recursos económicos para poder
emanciparse.
•Por la comodidad de vivir en la vivienda paterna.
ACTIVIDAD
Según los datos estudiados, determina a que
tipo de familia perteneces y justificalo.
2.1.4 La familia como institución social.
Necesidades que se cubren en la institución familiar
La familia, además de cubrir las necesidades básicas tiene
como fin primordial la socialización de sus miembros, la
autonomía y la identidad de estos. A nivel general se
puede decir que la familia tiene las siguientes funciones
básicas:
• Función biosocial o reproductiva: Comprende la
realización del deseo de procrear hijos y vivir con
ellos en familia. Permite la renovación de la
población al tiempo que satisface los impulsos
sexuales y afectivos de las personas.
• Función cultural: A través de esta función se transmite la
cultura, los valores, las tradiciones, las normas y los
principios base para la integración en la sociedad.
• Función económica: Es dónde la familia desarrolla sus
capacidades y habilidades para satisfacer y mantener las
necesidades materiales. Desde el punto de vista
económico, la familia sería también una unidad de
producción y consumo de bienes y servicios.
• Función nutricia: Alude al hecho de proporcionar cobertura
de necesidades físicas a través del cuidado y alimentación,
así como el apoyo social y emocional brindado a sus
miembros, ayudándoles a afrontar situaciones de crisis.
• Función socializadora: Integra dicha función, no sólo
actividades propiamente educativas, sino aquellas otras
concebidas como proceso a través del cual los niños
adquieren opiniones, valores y conductas que los adultos
de referencia consideran significativas y apropiadas en su
contexto familia y social -.
Reglas, roles y dinámica familar
Para el adecuado funcionamiento de las familias, éstas deben
cumplir unas determinadas características:
• Control: Se trata del modo de mantener el orden o de
imponer una disciplina que ayude a conseguir las
metas establecidas. Cada familia establece sus reglas
para que los miembros que la componen colaboren en
el desarrollo familiar.
• Asignación de roles: Cada miembro del grupo familiar
tiene un papel que cumplir. Algunos pueden ser
compartidos y otros específicos de su miembros, como
el rol de los padres que no puede ser suplido por los
hijos.
• Resolución de conflictos: Los conflictos pueden surgir
por diferentes actitudes en cuanto a valores, reglas o
normas de cada miembro de la pareja, así por la
comunicación inadecuada entre ellos, por una
discrepancia en sus objetivos o intereses. Es muy
importante la manera en que la familia consiga resolver
los diferentes conflictos, va a ser esencial para la
convivencia e incluso para la continuidad familiar.
• Desarrollo personal: Cada miembro de la familia
necesita que ésta le proporcione las posibilidades para
desarrollarse individualmente, de modo que pueda, a
su vez, formar en el futuro su propia familia. Las
experiencias vividas en la familia de origen sirven al
individuo como pautas para la formación de nuevas
unidades familiares.
La cohesión familiar
Hace referencia a los lazos que unen a los miembros de una
familia. La cohesión familiar se traduce en conductas como:
• Hacer cosas juntos
• Tener los mismos intereses
• Compartir aficiones, …
El grado de cohesión está relacionado con la diferenciación de
cada uno de sus componentes. Así una diferenciación extrema
amenaza con desintegrar la familia y una cohesión excesiva
amenaza con imponer el espacio para el crecimiento personal.
La cohesión familiar será un aspecto determinante en el
funcionamiento de la familia y en el cumplimiento de sus
funciones.
2.1.5 Dimensiones importantes en la interacción parental
Debemos señalar la importancia de dos actitudes parentales en el
desarrollo evolutivo de los niños:
• Los criterios de aceptación y sensibilidad
• El grado de exigencia y control parental sobre el
comportamiento y actuación de sus hijos.
La aceptación alude a la cantidad de apoyo y cariño que
manifiesta el padre a su hijo. Los padres tolerantes o sensibles
serían aquellos que aprueban comportamientos positivos de los
menores, les sonríen, elogian y estimulan con lo que permiten
configurar el vínculo de APEGO SEGURO, fomentan sus
habilidades sociales y de resolución de problemas, en beneficio
de su confianza y autoestima.
Por el contrario, los padres que ejercen un alto grado de control
y exigencia pueden limitar la libertad de expresión, reflexión y
autonomía si vigilan activamente cualquier movimiento de sus
hijos con objeto de garantizar que se cumplan las normas tal y
como ellos las establecen.
Desde esta perspectiva se puede señalar la existencia de
diferentes ESTILOS PARENTALES en la educación de sus hijos:
• Autoritario: Es un patrón de relación restrictivo en el
que el adulto impone muchas reglas a sus hijos y
espera su cumplimiento de manera estricta. Ejerce la
fuerza y coacción frente al razonamiento con ellos para
lograr que se cumplan.
• Autoritativo: Se refiere al estilo parental más flexible y
permisivo. Presenta un carácter democrático, desde el
cual, unos padres cariñosos proporcionan a su hijo
orientación al tiempo que control y le permiten tener
voz a la hora de decidir la mejor manera de enfrentarse
a sus retos y obligaciones atendiendo a sus
capacidades. Otorgan al niño cierto grado de
autonomía.
• Permisivo: Sería el patrón relacional por el cual unos
padres adoptan una actitud tolerante, con pocas
exigencias, al tiempo que rara vez tratan de controlar
su conducta.
• No implicado: Patrón que refleja un estilo distante y,
a la vez, excesivamente desinteresado y permisivo.
Nos transmite la idea de que no les importan las
conductas de sus hijos, por lo que se podría hablar de
negligencia o dejación de funciones inherentes a la
parentalidad.
En las investigaciones y estudios efectuados, se ha
observado que en el estilo autoritario existen factores que
inciden en su eficacia. Destacaríamos el hecho de que los
padres cariñosos y tolerantes transmiten una
preocupación afectuosa respecto al niño y lo que este
hace, por lo que son capaces de motivar a sus hijos a
seguir sus indicaciones.
Ejercen el control explicando el porqué del mismo y tienen
también en cuenta el criterio del niño. Es más probable
que sus exigencias sean realistas, justas y razonables.
2.2 El ciclo de vida familiar
Como modelo de ciclo de vida familiar, vamos a considerar el
que hace referencia la modelo nuclear. En él consideramos tres
etapas y cada una de ellas subdividida en subetapas:
• Etapa I: Constitución (etapa prefilial)
• Elección de la pareja y noviazgo
• Matrimonio y Cohabitación
• Etapa II: Expansión (etapa filial)
• Transición a la paternidad
• Familia con hijos en edad escolar
• Familia con hijos adolescentes.
• Etapa III: Reducción
• Mitad de la vida y Nido vacío
• Los últimos años de vida
2.2.1. ETAPA I. CONSTITUCIÓN O ETAPA PREFILIAL
Elección de la pareja y noviazgo
Es la etapa de formación de la pareja y por tanto el punto de
partida de formación de un nuevo sistema familiar.
Se produce cuando dos personas procedentes de núcleos
familiares distintos establecen una relación afectiva sólida con
perspectivas reales y conscientes de consolidarse y crecer hacia
el futuro. Por tanto, el noviazgo es un periodo caracterizado por
intensas emociones y adaptaciones entre la pareja que proyecta
convivir y formar una familia.
Matrimonio o cohabitación.
Los dos sistemas individuales se unen, aportando cada uno sus
experiencias, usos, costumbres y antecedentes de sus familias
de origen. En función de los modelos aprendidos en sus
familias de origen, intentarán que el otro asuma las actitudes
que conoce o que prefiere y le incitará a ello. A medida que se
acomodan y adaptan se irán reafirmando algunas conductas,
al tiempo que otras serán descartadas, originando un nuevo
sistema familiar.
No importa el tipo de vínculo que decidan establecer entre ellos,
ya sea una ceremonia civil, religiosa, una unión libre u otros
ritos. El matrimonio es el momento en que la pareja define su
relación y estructura un nuevo sistema familiar, con las
dificultades propias de dos personas que representan valores,
normas y creencias diferentes.
En esta fase los padres deben retirarse a un segundo plano para
permitir libertada y privacidad de la nueva pareja. Es un
momento difícil porque pierden al hijo como dependiente y
adquieren un nuevo rol: el de suegros
Las características de este periodo se focalizan en :
• Establecimiento de reglas y normas de funcionamiento
en todos los niveles. Con frecuencia aparece tensión
entre las necesidades de la pareja y las individuales que
se están negociando.
• Configuración de límites y fronteras que regulan la
relación de la nueva familia con la de origen y con los
amigos.
2.2.2. ETAPA II. Expansión o etapa filial.
Transición a la paternidad
Este período cubre desde el nacimiento del primer hijo hasta su
ingreso en el sistema educativo formal.
Es una etapa familiar que produce cambios drásticos. Por una
parte, la madre pierde sus libertad e independencia, ya que
comienza una intensa etapa de atadura y dependencia dedicada
a cuidar y alimentar al bebé. Para lo cual debe renunciar a
algunos aspectos de su vida y debe adquirir una nueva
responsabilidad. El nuevo padre, por su parte, puede sentirse
excluido ante la nueva relación, tan intensa entre madre e hijo.
En este momento la pareja debe volver a negociar reglas y
objetivos comunes y debe plantearse la forma de educar a los
hijos. Es también en este momento cuando pueden surgir
diferencias debido a las diferentes expresiones que cada uno
aporta de su familia de origen.
Familias con hijos en edad escolar
Esta etapa coincide con todo el proceso de socialización
secundaria. Implica cambios en las relaciones familiares en tanto
las normas y reglas ya no proceden sólo del sistema familiar.
Familias con hijos adolescentes
Se trata de un período de máxima confrontación en las
relaciones parentofiliales. Se requiere en esta etapa que las
relaciones dejen de ser de dominio de los progenitores sobre el
hijo o la hija, para constituirse en relaciones simétricas, de tal
modo que la autoridad paterna ha de intentar evitar el choque
generacional que se produce tan frecuentemente, y permitir el
acceso a la autonomía del hijo adolescente.
Es frecuente el replanteamiento de la pareja como tal, y de
cada uno de sus miembros, en la recuperación de sus espacio
psicoafectivo y en la asunción de los cambios de la edad
madura.
2.2.3. ETAPA III. Reducción.
Mitad de la vida y nido vacío
En esta etapa se presentan muchas rupturas conyugales. Es el
momento en que los hijos han dejado el hogar y los padres, de
nuevo, se enfrentan el uno al otro como pareja.
Por una parte, esto puede ser una fuente de satisfacción, ya que
supone tiempo y libertad para un rencuentro con el mundo
exterior, antiguos o nuevos pasatiempos, dedicación al trabajo o a
la relación de pareja; pero por otra parte se experimentan
sentimientos de pérdida por los antiguos roles parentales ( el
llamado síndrome del Nido vacío). También es frecuente en esta
etapa la pérdida real de los propios padres.
En esta fase, los problemas pueden surgir motivados por viejos
conflictos en la pareja, que habían quedado sin resolver con la
llegada de los hijos, esto puede verse, por ejemplo, en el caso de
parejas que habían permanecido unidas por los hijos.
En esta etapa, muchas parejas maduras tienen que enfrentarse a
dilema de renegociar una nueva vida juntos o bien de separarse.
Los últimos años de vida
En este último ciclo, es frecuente que los padres mayores hayan
adquirido el rol de abuelos. El dilema estriba en mantener la
independencia y la necesidad de depender cada vez más de los
hijos, ya que se producen disminuciones de tipo físico y también,
frecuentemente, de recursos materiales.
Aparece un sentimiento doloroso de pérdida de la juventud y del
vigor, y de temor ante el hecho de la pérdida paulatina de
autonomía, así como el temor a la enfermedad y a la pérdida de
seres queridos por la muerte.
2.3 Crisis que afectan a la vida familiar2.3.1. Desequilibrio familiar y crisis
A veces la magnitud de determinados problemas o la incapacidad
para manejarlos pueden conducir a una situación difícil de
solucionar que puede abocar a la persona a una crisis.
Desde el punto de vista sistémico se concibe a la familia como un
todo que se desarrolla y evoluciona en conjunto, en interacción.
Desde esta perspectiva los momentos de transición de una etapa
a otra se concibe como un MOMENTO DE CRISIS. Entrañan
generalmente cambios tanto en el número de miembros que la
integran (nacimiento de un hijo, fallecimiento) como en el grado
de autonomía de los mismos
La crisis es una forma de desequilibrio que afecta a una persona,
ocasionándole un estado de estrés que dificulta la puesta en
marcha de sus propias capacidades. Por consiguiente, las
personas en situación de crisis pueden encontrarse incapacitadas
para poner en funcionamiento sus propias capacidades y los
recursos que les podrían permitir encontrar una solución al
problema. Es en este sentido cuando requerirán una intervención
externa que les ayude a afrontar su situación.
Algunos signos de estrés son:
• Irritabilidad, hiperexcitación o estado depresivo
• Aumento del consumo de fármacos
• Consulta conductiva e inestabilidad emocional
• Insomnio o pesadillas
• Dificultad de concentración
• Ansiedad
• Aumento en el consumo de alcohol y tabaco
• Temblores o tics nerviosos
• Palpitaciones
• Palpitaciones
• Cefaleas
• Sensación de Irrealidad, debilidad o vértigo
• Fatiga
• Pérdida de las ganas de vivir
• Aumento o disminución del hambre
2.3.2. Tipos de crisis
A lo largo de la vida, tanto las personas como las familias, han de
enfrentarse a diferentes problemas o crisis.
Hay crisis que aportan experiencia y maduración y permiten
adaptarse para afrontar nuevas etapas de la vida pero existen
otros tipos de crisis que afectan a las personas y a las familias y
éstas no consiguen superar, por lo que se ven obligadas a
afrontar fracasos que en el futuro les impedirán enfrentarse a
nuevas dificultades.
Existen 2 tipos de crisis:
• Crisis previsibles
• Crisis imprevisibles
Crisis previsibles
Son aquellas que a causa del ciclo vital o del rol que ocupa una
persona son predecibles. Podemos diferenciar entre varios tipos
de crisis previsibles:
• Crisis de desarrollo, de evolución o de ciclo vital:
Aluden a las modificaciones que se producen en el seno
familiar por factores biológicos y sociales. Son las
crisis más frecuentes y las más fáciles de predecir. Se
trata de crisis reales y manifiestas producidas como
consecuencia del propio ciclo vital dentro del sistema
familiar. Como rasgo destacable mencionaríamos la
previsibilidad y el carácter universal de dichos
cambios. Estos cambios pueden ser graduales o
repentinos.
Son ejemplos de crisis de desarrollo: la pubertad, la
vejez, el matrimonio de un hijo, etc. La situación se
puede convertir en problemática cuando la persona
intenta impedir la crisis en lugar de adaptarse a ella.
•Crisis de transición:
Van unidas directamente al rol social y a la implicación
en la nueva situación, como puede ser un nacimiento,
el paso del colegio al instituto, la jubilación, el cambio
de trabajo, etc.
• Crisis de desvalimiento:
Aparece cuando existe una dependencia o disfunción
psíquica o física de uno o varios miembros de la
familia y requieren la atención de los otros miembros.
Ya sea a causa de enfermedades terminales o
enfermedades mentales o físicas, que puedan ser
degenerativas, o bien requieran de cuidados.
Esta situación hace que la familia se encuentre atada a
los reclamos de cuidado y atención de la persona
afectada.
Los problemas más graves surgen cuando se necesita
atención muy especializada y no puede sustituirse. En
estos casos se recurre a ayuda externa (profesionales
socio-sanitarios, enfermeros, etc) en los momentos de
ausencia del hogar y en muchos casos de otro tipo de
recursos (centros de día, ingreso en centros
residenciales, etc)
• Crisis estructurales :
Nacen de las propias relaciones e interacciones entre
miembros de la familia. Esta situación se relaciona
con la tensión interna de la propia familia. El
transcurso de los acontecimientos provocan una gran
tensión al intentar, a su vez, mantener la situación y
evitar el cambio y suelen derivar en violencia familiar,
alcoholismo y bloqueo comunicativo. Además suelen
ser reiterativas y surgen de tensiones internas.
Todos los miembros de la familia se verán afectados y
los menores son los más sensibles a dichas
circunstancias.
Crisis imprevisibles o de situación inesperada
Son aquellas que no se pueden predecir, ya que aparecen por
circunstancias ajenas a la familia, Son circunstancias no
previsibles y probablemente no se repitan de igual modo, es
decir, no han sido planeadas.
Son crisis que generan gran tensión, además están provocadas
por diferentes acontecimientos que amenazan la integridad de la
persona y su familia, tanto a nivel mental como físico.
Algunos ejemplos son el incendio del hogar, el fallecimiento de un
miembro de la familia, enfermedades degenerativas en personas
jóvenes, las lesiones por accidentes (tráfico, laborales,
domésticos), la separación o el divorcio, la pérdida del puesto de
trabajo, …
En muchos casos los problemas se agudizan cuando se intenta
buscar culpables y se piensa que se podría haber hecho algo para
evitarlo, estas posturas, sin embargo, solo impiden la adaptación
a la nueva situación.
2.3.3. Resolución de la crisis
La principal característica de toda crisis es que es un proceso
temporal, limitada en el tiempo, y que va seguida de un nuevo
equilibrio.
En general, para evitar o resolver las crisis todas las personas
ponen en funcionamiento sus propios recursos cognitivos y
afectivos. Hay algunos condicionantes que debemos tener en
cuenta a la hora de resolver adecuadamente las crisis:
• Percepción de la realidad: Es imprescindible afrontar los
acontecimientos y los sentimientos de forma realista. Si
la persona concibe el hecho o el problema de forma
realista podrá usar sus recurso personales para resolver
la situación. De no ser así, si la percepción se aleja de la
realidad, será difícil resolverla.
• Buscar y encontrar apoyo: En situaciones de crisis,
siempre tendemos a buscar ayuda en el entorno
(familiares, amistades, servicios sociales y sanitarios,
etc.), y pretendemos que este entorno nos la
proporcione. El acceso a personas que puedan ayudar
suele ser un indicador del estado de equilibrio, ya que
significa que la persona ha sido capaz de mantener un
círculo relacional satisfactorio que le facilitará una ayuda
que puede ser recíproca en los momentos difíciles.
Cuando se da el caso contrario, es decir, cuando no se
busca o
no se encuentra apoyo, la persona puede desembocar
fácilmente en serios estados de desequilibrio y de crisis.
• Poner en marcha las propias capacidades: Tener una
visión realista de la situación y disponer de apoyo no
servirá de mucho, si la persona interesada no pone en
acción sus propias capacidades para responder con
eficacia a la situación interesante. En este sentido será
importante afrontar el problema y mantener una actitud
positiva para procurar su superación.