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1 XIII ASAMBLEA GENERAL DE LA HOAC RESOLUCIÓN: “UNA RENTA PARA VIVIR CON DIGNIDAD” Los y las militantes de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) reunidos en su XIII Asamblea General queremos reiterar que “toda persona tiene derecho a los medios necesarios para un adecuado nivel de vida, cuales son, principalmente, el alimento, el vestido, la vivienda, el descanso, la asistencia médica y, finalmente, “los servicios indispensables que a cada uno debe prestar el Estado” 1 , así como una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia 2 . Desde estos principios de la Doctrina Social de la Iglesia, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución de nuestro país, entendemos que es urgente promover la erradicación de la pobreza y de la exclusión social a través de instrumentos concretos que posibiliten una redistribución de la riqueza y que garanticen una renta básica para las familias, mientras no se pueda asegurar empleo digno para todas las personas. Este tipo de rentas vendría a cubrir una importante deficiencia que en la actualidad tiene la red de protección social de nuestro país. A la vez, consideramos ineludible seguir trabajando para lograr condiciones dignas de empleo y, por tanto, trabajo decente. Ante la situación de desempleo crónico y de empleo precario que va aumentando, el salario está dejando de ser para muchas familias el eje que posibilita la renta necesaria para cubrir sus necesidades básicas. Por eso reivindicamos el derecho a percibir una RENTA PARA VIVIR CON DIGNIDAD, porque en la medida que esté garantizada una renta por el hecho de ser persona, el trabajo podrá ser entendido y valorado más allá del empleo. Renta que nos protegerá de estar a merced de la lógica de la pura rentabilidad económica. Y esta petición la hacemos unidos al MMTC (Movimiento Mundial de trabajadores cristianos) que recuerda que cuando los mecanismos de protección social de tantos países a nivel mundial están fracasando, o cuando en los países del norte las políticas de austeridad hacen que haya un auténtico empobrecimiento de la vida de las personas, se hacen precisos unos ingresos básicos que protejan eficazmente el derecho a la vida digna y que hagan efectivo el destino universal de los bienes. Este tipo de medidas es imprescindible para remediar la pobreza originada por la falta de empleo remunerado, o por la imposibilidad de ejercerlo. La forma concreta en que deba organizarse la satisfacción de este derecho puede ser diversa, pero se ha de atender con urgencia a las situaciones de necesidad, no solo en nuestra sociedad sino en todo el mundo, tal y como pedimos desde la HOAC y el MMTC. En este sentido saludamos las iniciativas sociales que en los últimos meses están surgiendo en torno a este tema y nos comprometemos a aportar nuestra visión e identidad para colaborar en esta tarea de buscar un sistema global de garantía de ingresos mínimos, de manera urgente. El bienestar económico auténtico se alcanza por medio de adecuadas políticas sociales de redistribución de la renta que, teniendo en cuenta las condiciones generales, consideren oportunamente las necesidades de todas las personas 3 . La economía debe atender a las necesidades de las personas. Las personas deben estar por encima del capital. Segovia, 16 de agosto de 2015 1 Pacem in terris, 11 2 Art. 35 de la Constitución Española 3 CDSI, 303

Una renta para vivir con dignidad

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Resolución de la XIII Asamblea General de la HOAC

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XIII ASAMBLEA GENERAL DE LA HOAC

RESOLUCIÓN: “UNA RENTA PARA VIVIR CON DIGNIDAD”

Los y las militantes de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) reunidos en su XIII Asamblea General queremos reiterar que “toda persona tiene derecho a los medios necesarios para un adecuado nivel de vida, cuales son, principalmente, el alimento, el vestido, la vivienda, el descanso, la asistencia médica y, finalmente, “los servicios indispensables que a cada uno debe prestar el Estado”1, así como una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia2.

Desde estos principios de la Doctrina Social de la Iglesia, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución de nuestro país, entendemos que es urgente promover la erradicación de la pobreza y de la exclusión social a través de instrumentos concretos que posibiliten una redistribución de la riqueza y que garanticen una renta básica para las familias, mientras no se pueda asegurar empleo digno para todas las personas. Este tipo de rentas vendría a cubrir una importante deficiencia que en la actualidad tiene la red de protección social de nuestro país. A la vez, consideramos ineludible seguir trabajando para lograr condiciones dignas de empleo y, por tanto, trabajo decente.

Ante la situación de desempleo crónico y de empleo precario que va aumentando, el salario está dejando de ser para muchas familias el eje que posibilita la renta necesaria para cubrir sus necesidades básicas. Por eso reivindicamos el derecho a percibir una RENTA PARA VIVIR CON DIGNIDAD, porque en la medida que esté garantizada una renta por el hecho de ser persona, el trabajo podrá ser entendido y valorado más allá del empleo. Renta que nos protegerá de estar a merced de la lógica de la pura rentabilidad económica.

Y esta petición la hacemos unidos al MMTC (Movimiento Mundial de trabajadores cristianos) que recuerda que cuando los mecanismos de protección social de tantos países a nivel mundial están fracasando, o cuando en los países del norte las políticas de austeridad hacen que haya un auténtico empobrecimiento de la vida de las personas, se hacen precisos unos ingresos básicos que protejan eficazmente el derecho a la vida digna y que hagan efectivo el destino universal de los bienes.

Este tipo de medidas es imprescindible para remediar la pobreza originada por la falta de empleo remunerado, o por la imposibilidad de ejercerlo. La forma concreta en que deba organizarse la satisfacción de este derecho puede ser diversa, pero se ha de atender con urgencia a las situaciones de necesidad, no solo en nuestra sociedad sino en todo el mundo, tal y como pedimos desde la HOAC y el MMTC. En este sentido saludamos las iniciativas sociales que en los últimos meses están surgiendo en torno a este tema y nos comprometemos a aportar nuestra visión e identidad para colaborar en esta tarea de buscar un sistema global de garantía de ingresos mínimos, de manera urgente.

El bienestar económico auténtico se alcanza por medio de adecuadas políticas sociales de redistribución de la renta que, teniendo en cuenta las condiciones generales, consideren oportunamente las necesidades de todas las personas3. La economía debe atender a las necesidades de las personas. Las personas deben estar por encima del capital.

Segovia, 16 de agosto de 2015

1 Pacem in terris, 11 2 Art. 35 de la Constitución Española 3 CDSI, 303